ArticlePDF Available

Blended learning: panorama y perspectivas

Authors:

Abstract and Figures

La enseñanza se ha transformado, al comienzo del nuevo siglo, con las tecnologías de la comunicación. Los nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje mediados por computadoras han supuesto un revulsivo para nuevas formas de enseñar y aprender más allá de las coordenadas espacio-temporales. E-learning, blended learning y mobile learning ofrecen un nuevo universo de interactividad para la relación didáctica. En este trabajo, se ofrece una revisión del estado de las investigaciones y la literatura científica sobre esta nueva realidad que supone el blended learning, analizando en las principales bases de datos científicas su conceptualización con más de 7.000 registros en Web of Science y casi 95.000 en Google Scholar. Los resultados del trabajo demuestran el fuerte impulso de las buenas prácticas y la consecuente investigación en todas las áreas y niveles educativos, concluyéndose que las nuevas formas de enseñar y aprender han de ser estudiadas y comprendidas en sus interacciones con los nuevos medios y contextos de aprendizaje, a partir de la irrupción de la revolución del blended learning.
Content may be subject to copyright.
Blended learning: panorama y perspectivas
Blended learning: overview and expectations
Antonio Bartolomé-Pina
Universidad de Barcelona
Rosa García-Ruiz
Universidad de Cantabria
Ignacio Aguaded
Universidad de Huelva
Resumen
La enseñanza se ha transformado, al comienzo del nuevo siglo, con las tecnologías de
la comunicación. Los modelos de enseñanza-aprendizaje mediados por computadoras han
supuesto un revulsivo para nuevas formas de enseñar y aprender más allá de las coordenadas
espacio-temporales. E-Learning, blended learning y mobile learning ofrecen un nuevo
universo de interactividad para la relación didáctica. En este trabajo, se ofrece una revisión del
estado de las investigaciones y la literatura científica sobre esta nueva realidad que supone el
blended learning, analizando en las principales bases de datos científicas su conceptualización
con más de 7.000 registros en Web of Science y casi 95.000 en Google Scholar. Los resultados
del trabajo demuestran el fuerte impulso de las buenas prácticas y la consecuente investigación
en todas las áreas y niveles educativos, competencias transversales, metodologías docentes
y tecnologías y materiales educativos, concluyéndose que las nuevas formas de enseñar y
aprender han de ser estudiadas y comprendidas en sus interacciones con los nuevos medios y
contextos de aprendizaje, a partir de la irrupción de la revolución del blended learning.
Palabras clave: enseñanza-aprendizaje; innovación; TIC; interacción, blended learning;
revolución educativa.
Abstract
At the start of the new century, teaching was transformed by the new communication
technologies. Teaching-learning models, mediated through computers, have catalyzed new
ways of teaching and learning beyond spatial and temporal coordinates. E-learning, blended
learning and mobile learning offer a new universe of interactivity for teaching purposes. This
work reviews the state of research studies and scientific literature on the new reality created by
blended learning, analyzing its conceptualizations in the main scientific databases, with more
than 7000 entries in Web of Sciences and almost 95000 in Google Scholar. The outcomes of
this work show the strong momentum of good practices and the subsequent research in all
the areas and levels of education, transversal competencies, teaching methods, educational
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
33
I.S.S.N.: 1138-2783
materials and technologies. The main conclusion is that new ways of teaching and learning
should be studied and understood regarding their connections with new learning media and
contexts, starting from the incursion of the blended learning revolution.
Keywords: teaching-learning; innovation; ICT; interaction, blended learning; educational
revolution.
¿UN NUEVO TÉRMINO O UN NUEVO CONCEPTO?
La irrupción de las tecnologías de la comunicación en la enseñanza ha supuesto
una auténtica revolución en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en
el mundo educativo (Rubia y Guitert, 2014). Con el nuevo milenio, se abrió paso
un nuevo término en la literatura pedagógica: el blended learning, después de los
diseños de eLearning, quizás como consecuencia de ellos, y antes de que apareciera
el término mobile learning (figura 1). Este orden, en el tiempo, se mantuvo
inicialmente en lo que respecta a su importancia en el sistema educativo. Pero ¿en
qué se ha convertido y qué se entiende hoy por blended learning? ¿Sigue siendo un
tema relevante para los educadores?
Figura 1. Evolución de los términos “blended learning”, “eLearning” y “mobile learning”
en la literatura científica inglesa (1995-2008)
Casi dos décadas han transcurrido desde que Internet ha dado un salto cualitativo
para entender un nuevo modelo educativo, si bien el mobile learning no se generaliza
hasta la segunda década del siglo con la revolución de los smartphones y su uso masivo
por la población, básicamente en actividades de ocio y poco formales desde un punto
de vista educativo. Las tendencias no paran de crecer y a los nuevos dispositivos, cada
vez más accesibles y ubicuos, se unen nuevas tendencias tecnológicas y estrategias
didácticas como la realidad aumentada y la flipped classroom. Estos son modelos de
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
34
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
instrucción dinámicos, no estáticos, y están evolucionando bruscamente en múltiples
sentidos con el desarrollo de innovaciones en las aulas, avaladas por los avances de
la tecnología. No sabemos aún con precisión si se trata de meros tanteos, pero es
probable que nos encontremos ya a las puertas de una auténtica transformación de
los modelos clásicos. Los avances tecnológicos, la popularización de los dispositivos,
los múltiples accesos a la información y pronto el “Internet de las cosas” y, sobre
todo, desde el punto de vista didáctico, los nuevos modos de enseñar y aprender
pueden generar confluencia hacia un movimiento global educativo, conectado con
la constante expansión de la demanda global de ciudadanos más formados y de
profesionales más capacitados.
CONCEPTUALIZACIÓN
Blended learning es ya hoy un término de uso frecuente y habitual en los manuales
de medios y las tecnologías en la enseñanza (Aguaded y Cabero, 2013). Fue definido
como “el uso mezclado de entornos presenciales y no presenciales” (Bartolomé,
2004), pero ha evolucionado hacia diseños pedagógicos en los que se precisa el tipo
de actividades y la relación entre ambos entornos, por ejemplo, el flipped classroom.
Como resultado, hoy los entornos de blended learning (BL) presentan gran variedad
de formatos y diseños pedagógicos. Margulieux, McCracken y Catrambone (2016)
clasificaron los cursos BL utilizando estas cuatro categorías:
Localización: en casa, en un lugar público o en un lugar específico.
Medio de distribución (si hay distribución de materiales).
Tipo de instrucción: magistral, activo, etc.
Sincronía: actividades simultáneas, sucesivas en la línea de tiempo.
Este conjunto de variables ofrece un modelo complejo que recoge la variedad
de términos que se utilizan para describir en inglés los sistemas BL con cierta
coherencia. En español también se han utilizado diferentes términos para referirse a
esta forma de combinar enseñanza presencial y virtual: blended learning, enseñanza
semipresencial, aprendizaje mixto o aprendizaje mezclado (Salinas, 1997).
Un estudio del número de veces que aparecen los diferentes términos en la
literatura académica a partir de los resultados de Google Scholar muestra cómo
el término inglés blended learning ha terminado por imponerse en la literatura en
castellano (figura 2). Como consecuencia, en este artículo utilizaremos genéricamente
la expresión inglesa blended learning (de modo abreviado: BL).
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
35
Figura 2. Media anual de aparición del término blended learning en artículos científicos
Muchos autores han resaltado en los últimos años la “efectividad” del blended
learning frente a las clases presenciales (Niekerk y Webb, 2016), aunque aparecen
factores como la gestión del trabajo o las actitudes de los estudiantes que influyen y
predicen el éxito de estos diseños “mezclados” (Kintu y Zhu, 2016).
Sin embargo, la investigación hoy se plantea interrogantes más profundos que
la mera comparativa entre el modelo tradicional y el BL. Se busca reflexionar sobre
cuestiones de notable preocupación en las nuevas formas de enseñar y aprender:
¿Qué competencias previas requiere del estudiante para trabajar en BL?
¿Qué métodos docentes pueden aplicarse en los diseños BL?
¿Qué dispositivos, materiales y tecnologías son más efectivos?
¿En qué áreas y niveles educativos se están aplicando con éxito?
¿Cómo influyen e interactúan las características individuales de los alumnos con
los diseños BL?
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
36
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
¿Facilitan estos nuevos sistemas el desarrollo más intenso de competencias
transversales?
¿Qué piensan los estudiantes? ¿Y los gestores que deben implementarlo?
Una revisión de las publicaciones más recientes sobre estos contenidos nos puede
proporcionar las respuestas. Pero todavía podríamos ir un paso más: ¿Disponemos ya
de trabajos de investigación, sólidos y consistentes, que puedan alumbrar la práctica
educativa?, ¿hay ya ejemplos de buenas prácticas, susceptibles de generalización a
otros entornos y momentos? Responder a estas preguntas marca nuestro objetivo:
Construir una visión amplia y fundamentada en las principales investigaciones y
autores de la literatura científica de cómo se está implementando hoy el blended
learning, de manera que genere buenas prácticas en la aplicación de estos diseños.
METODOLOGÍA
Este trabajo presenta una panorámica de las principales tendencias de
investigación sobre blended learning, a través de un análisis bibliográfico actualizado
sobre los principales autores y estudios más actuales recogidos en las principales
bases de datos de la literatura científica, con unas notas sobre prospectivas de futuro.
Para el análisis bibliográfico, se realizó una búsqueda de trabajos académicos
publicados en la principal referencia de excelencia en literatura científica: la Web
of Science de Clarivate Analytics. La búsqueda se basó en el título o en el tema del
término blended learning:
Contiene en el título OR en el tema: blended learning.
Contiene en el tema “semipresencial” OR “aprendizaje mixto”.
El resultado, a inicios de 2017, fueron 7.034 artículos a partir de todas las bases
de datos que se manejan. Sin embargo, dado que este trabajo se centraba en la
discriminación de estudios de máxima actualidad, se limitó la fecha de publicación
a los años 2015 y 2016, reduciéndose el número de resultados a 1.799 registros. Fue
necesaria una nueva acotación ya que,en una primera revisión sobre una pequeña
muestra de esta selección, se reflejó la inclusión de textos vinculados a otros campos
que se alejaban del interés de nuestro estudio. Se limitó de nuevo la sección a dos
campos: Education y Educational research.
El número de artículos había quedado limitado a 1.133 registros. Se escogieron
los 119 que la Wos colocaba en primer lugar, esto es, los 119 más citados en el año
2016. A partir de esa selección, se comenzó la lectura de los textos encontrando que
36 de ellos no se correspondían con el objeto de estudio. El motivo, por el que esos
artículos aparecían en la selección de WoS, suele ser la inclusión por separado de
los términos blended y learning como, por ejemplo, “employed a blended approach
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
37
to form an extensive assessment… suitability of data-driven learning”. Así pues, la
muestra quedó reducida a los 83 artículos más relevantes según WoS, publicados en
el año 2016, y que trataban directamente el blended learning, bien con esa expresión
o alguna de las otras indicadas en la búsqueda.
Cada artículo se analizó respondiendo a las preguntas indicadas anteriormente,
y agrupando las respuestas por categorías lógicas. Por ejemplo, en relación a la
pregunta 1 se obtuvieron 4 agrupaciones de referencias al tema de las competencias,
que fueron:
Búsqueda de información.
Competencia digital.
SRL (self-regulated learning).
Valores / Educación en valores.
En relación a la segunda pregunta, métodos docentes, encontramos seis
categorías:
Estrategias de profesores y métodos docentes.
Evaluación.
Trabajo en grupo (y redes sociales).
Proporción presencialidad-virtualidad.
Clases tradicionales vs. Enseñanza mixta.
Tutoría digital.
De modo similar se hizo con las otras preguntas. Los artículos y sus referencias
eran agrupados en categorías creadas a partir de los mismos textos, por ser el método
más adecuado para este tipo de análisis cualitativo y reflexivo.
INVESTIGACIONES SOBRE BLENDED LEARNING
A partir del proceso de revisión sistemática de la literatura científica seleccionada,
hemos podido constatar, en primer lugar, que el término blended learning ha sido
implementado −y también ha sido sometido− a una amplia evaluación a través de
miles de investigaciones en todo el mundo. Solo centrándonos en artículos recogidos
en la Web of Science encontramos más de 1.000 artículos académicos en los dos
últimos años; en cambio, en el repositorio global de Google Scholar el término
blended learning genera la impresionante cifra de 94.400 resultados.
En esta revisión, es en Estados Unidos donde aparece un mayor número de
trabajos; sin embargo, los mismos se distribuyen también por todos los países
del mundo. España destaca por un elevado número de contribuciones, en función
de nuestro peso en la literatura científica. También Australia destaca por sus
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
38
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
aportaciones relativas. Las investigaciones provienen de Asia, África, Latinoamérica,
etc. en donde el BL, frente a los países llamados del “primer mundo”, se presenta
como una oportunidad para democratizar el conocimiento.
La investigación sobre BL
La investigación sobre blended learning ha tratado numerosas temáticas,
adaptándose en esta década de existencia a las tendencias más actuales. La minería
de datos se ha aplicado a las interacciones asíncronas en entornos BL (Borgobello
y Roselli, 2016), encontrando un gran valor como predictor de problemas latentes
(Kim y otros, 2016).
Características individuales y diseño BL
Recordando los viejos diseños ATI en los que se estudiaban las interacciones
entre los medios y las características individuales, también se han analizado
cómo esas diferencias entre estudiantes afectaban al éxito de diseños de BL. Se ha
estudiado también la llamada “procrastinación”, o tendencia a posponer tareas hasta
el último momento (Yamada y otros, 2016), las percepciones y emociones (Jeong,
González-Gómez y Cañada-Cañada, 2016), la motivación y los estilos de aprendizaje
(Fernández Sánchez, 2011). Ellis y Bliuc (2016) sugieren que el modo cómo los
estudiantes se aproximan al aprendizaje es clave en la calidad de los resultados en
BL.
En una macroinvestigación que recogió a 111.256 estudiantes de 151 cursos,
Rienties y Toetenel (2016) compararon los diseños de enseñanza con las conductas
de aprendizaje, encontrando un valor predictivo en el modo en cómo se diseña la
formación en relación a la conducta de los estudiantes en el entorno virtual y el
rendimiento académico. Otros autores, como Borgobello y Roselli (2016), han
asociado el resultado académico con algunas características de la interacción virtual
en cursos de BL. Concretamente, parece que el uso de recursos multimedia influye
en la percepción que tienen los alumnos de la utilidad y facilidad de un curso,
mientras que la interactividad solo influye en la percepción de su utilidad (Cigdem
y Ozturk, 2016). También se han encontrado niveles significativos de correlación
entre el nivel de altruismo y las variables socioeconómicas de estudiantes adultos y
la participación y el nivel de interacción (Diep y otros, 2016).
Blended learning frente a otros diseños
Otros autores han prestado más atención al diseño docente, representado a modo
de ejemplo por el flipped classroom, que a la organización de los recursos. Ambos son
diseños formativos y difieren, por ejemplo, en los recursos que incorporan (Zhang,
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
39
Dang y Amer, 2016). Margulieux, McCracken y Catrambone (2016) los señalan como
dos diseños más diferenciados del BL y FC: hybrid e inverted courses.
Una investigación reciente (Jeong, González-Gómez y Cañada-Cañada, 2016)
apunta que el diseño FC proporciona mejores resultados, o cuando menos así lo
perciben los estudiantes; sin embargo, son otros muchos estudios los que aportan y
muestran resultados prometedores en el BL (Niekerk y Webb, 2016).
Grant (2016) compara cursos de idiomas BL y otros totalmente en línea,
encontrando que, en los primeros, los estudiantes muestran más motivación y
actitudes más favorables cuando utilizan laboratorios de ordenadores que aquellos
que son totalmente virtuales.
La percepción más positiva de los estudiantes hacia los cursos BL no siempre
refleja una mejora en los resultados de aprendizaje (Sajid y otros, 2016), pero incluso
en esos casos, se encuentran porcentajes de estudiantes entre el 25 y el 30% que
rechazan los materiales en línea (Raymond y otros, 2016).
Algunos estudios han encontrado una mejora en la ratio de aprobados,
comparando diseños BL con diseños eLearning con soporte multimedia, influyendo
la dimensión emocional (Chen, Zhang y Yu, 2016).
Áreas y materias en las que se aplican diseños BL
La enseñanza semipresencial ha sido aplicada en, prácticamente, todas las áreas y
niveles educativos. Se ha mostrado como un medio exitoso en temas de alfabetización
y desarrollo de competencias matemáticas en escuelas de adultos (Windisch, 2016).
En biblioteconomía, se ha utilizado en la enseñanza del Inglés, analizando la
relación entre los resultados de aprendizaje y diferencias de género o factores
afectivos, tanto en ambientes BL como tradicionales. Chen, Zhang y Yu (2016)
trabajaron sobre una muestra de 1.000 alumnos chinos y apuntan que no hallaron
diferencias causadas por el género. En Educación Especial, los diseños de BL
plantean interesantes posibilidades para enseñar a leer y escribir a estudiantes con
síndrome de Down (Tangarife, Blanco y Díaz, 2016). En Ingeniería, el BL ha sido
aplicado frecuentemente (Ellis, Pardo y Han, 2016; García-Beltrán y otros, 2016),
incorporando a las clases y prácticas presenciales nuevas actividades a distancia
(Corovic, Mahnic-Kalamiza y Miklavcic, 2016).
Enseñanza de idiomas
El BL se ha empleado también para potenciar las destrezas lingüísticas y la
autonomía del aprendizaje en estudiantes universitarios, en estudios clásicos,
comparando con el método tradicional (Banditvilai, 2016). En estas condiciones, el
soporte del profesor es percibido como un elemento que influye directamente en
los estudiantes (Fryer y Bovee, 2016). Es interesante contrastar cómo las creencias
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
40
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
sobre el esfuerzo que requiere una tarea, influye en el valor que se le asigna y en el
cumplimiento de las mismas.
También se ha aplicado a estudiantes de Primaria procedentes de diferentes
países. En esta ocasión, los estudiantes expresaron su preferencia por actividades
relacionadas con destrezas visuales y auditivas (García, 2016), destacando el
incremento de los niveles de autonomía, dimensión que analizaremos posteriormente.
Formación de profesores
El BL ha sido especialmente aplicado a la formación del profesorado, por
ejemplo, a futuros profesores de Educación Especial (Santos, Moriya y Schluenzen,
2016), o en materias relacionadas con la Psicología (Mauri, Ginesta y Rochera, 2016),
señalándose la importancia de un adecuado feedback con los estudiantes.
En China se diseñaron cursos de BL para desarrollar las competencias digitales
de profesores en ejercicio, con un elevado efecto motivador (Wu y otros, 2016). En
profesores de Primaria y Secundaria también ha sido utilizado para fomentar el uso
de las TIC, especialmente, para combatir la escasa cultura de trabajo colaborativo
(González, Martín y Arriba, 2016).
Ciencias de la Salud
También en Medicina y Enfermería ha sido muy utilizado el BL (River y otros,
2016). Por ejemplo, se ha recurrido a las herramientas colaborativas en estudiantes de
Odontología (Marei y Al-Khalifa, 2016), o para preparar los exámenes en estudiantes
de Medicina (Lupi, Ward-Peterson y Chang, 2016). Se han encontrado evidencias de
que el BL ha ayudado positivamente al desarrollo de destrezas tanto médicas (Hurst,
2016), como enfermeras (Swift, Efstathiou y Lameu, 2016).
Además de los foros, los vídeos han sido otro recurso muy apreciado en las
implementaciones BL en Fisioterapia (Nicklen y otros, 2016) o Enfermería (Forbes
y otros, 2016), utilizándose para formar en el cálculo de las dosis de medicamentos
(Feizalahzadeh y otros, 2016) o recomendaciones nutricionales (Struempler, Parmer
y Funderburk, 2016).
Desarrollo de competencias transversales
El BL ha encontrado un papel especial en el desarrollo de competencias
transversales, constatando que el desarrollo de esas competencias aparece ligado
a las características técnicas propias del BL, al menos en sus presentaciones más
difundidas. Así, se ha encontrado una relación estrecha entre el modo en cómo se
aproximan los estudiantes a la búsqueda de información y al uso de tecnologías para
la comunicación en línea (Ellis y Bliuc, 2016).
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
41
Competencia digital
La competencia digital, o las habilidades tecnológicas, han sido estudiadas como
factor de influencia y como factor influido en los entornos de blended learning
(Willem, Aiello y Bartolomé, 2007). Así, la competencia tecnológica, junto al método
utilizado y la motivación del estudiante, influyen en la intención de aprender en
entornos de BL (Zhang, Dang y Amer, 2016).
De modo similar, ha sido analizada la introducción de las tecnologías y su
aceptación en relación a los profesores (Kumar y Daniel, 2016). La introducción de
las tecnologías ha sido estudiada en detalle (River y otros, 2016), encontrándose
frecuentemente carencias en el dominio técnico de las mismas por parte de
estudiantes y profesores (Henderson, Dalton y Cartmel, 2016).
De estos y otros trabajos, se deduce la existencia de subgrupos con diferencias
cualitativas en el modo en cómo se acercan a la investigación y al uso de tecnologías
en línea, afectando a la efectividad del BL (Ellis, Pardo y Han, 2016).
Aprendizaje autorregulado
Los sistemas de blended learning parecen potenciar también el aprendizaje
autorregulado (SRL) (Whiteside, Dikkers y Lewis, 2016). Los datos sugieren que
el BL puede promover la autonomía y el SRL potenciar la actividad de búsqueda y
relación, y ayudar a los estudiantes a sentirse preparados para ir a la Universidad.
Se ha estudiado la relación entre el SRL y las conductas de aprendizaje en
un entorno de BL (Yamada y otros, 2016), encontrándose que algunas destrezas
específicas, como las prácticas en línea, benefician directamente la autonomía del
estudiante, así como otras destrezas específicas de aprendizaje (Banditvilai, 2016).
Los resultados apuntan también hacia una progresión en el nivel de autonomía
de los alumnos, en su trabajo con la plataforma, según avanzan en edad y curso de
adscripción y, en líneas generales, su satisfacción con la modalidad de enseñanza
semipresencial (García-Martínez, 2016). Esta competencia actúa como origen
y como resultado. Así, estudiando la presencia de la competencia del aprendizaje
autorregulado entre los estudiantes universitarios de un curso de BL, se encontró
que ésta y el autocontrol eran predictivos del éxito académico (Zhu, Au y Yates,
2016). También ha sido analizado el SRL como covariante diferenciadora generadora
de resultados positivos en estudios de género en relación al BL (Basol y Balgalmis,
2016).
Otras competencias
El BL se ha relacionado con otras competencias, por ejemplo, el trabajo en grupo
en entornos de trabajo colaborativo (Fernández-Sánchez, 2011). Se ha estudiado la
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
42
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
introducción en programas de educación en valores en Cuba (Pérez y otros, 2016). En
la misma línea, un sistema de juegos en Red en diez escenarios fue utilizado para la
educación moral en China, aunque se mostró una caída de interés con el transcurso
del tiempo (Hong y otros, 2016).
METODOLOGÍA DE LA DOCENCIA
Estrategias de los profesores y métodos docentes
A pesar de las numerosas investigaciones sobre el BL, existen pocos trabajos
centrados en lo que sucede en el aula. Sin embargo, se han estudiado las estrategias
de los profesores para unificar los componentes presencial y en línea para el éxito
de los sujetos. La combinación de clases presenciales, junto con actividades virtuales
sincrónicas y con actividades en línea no sincrónicas, se ha mostrado como capaz de
incrementar el rendimiento y las interacciones entre los estudiantes (Cardak y Selvi,
2016). En estudios de Medicina, el BL parece facilitar la flexibilidad y la autonomía
en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, aparte de desarrollar competencias
transversales como ya se ha indicado (Trujillo y otros, 2016).
Entre las metodologías que se han utilizado, destaca el aprendizaje basado en
problemas (PBL) (Thomas, Duddu y Gater, 2016). Algunos autores han señalado
que los diseños de PBL están aplicándose cada vez más en entornos de BL y también
totalmente en línea, para la búsqueda de información (Spector y otros, 2016).
En un meta-análisis sobre 755 investigaciones en el período 2000-15, el
diseño más exitoso fue un programa de BL que incluía actividades eLearning y
presentaciones con el uso de transparencias (tipo PowerPoint) (Harkanen y otros,
2016). Cabe mencionar que al menos fue un curso interactivo en línea.
Niveles docentes
Los diseños BL han sido aplicados especialmente en la Universidad (Ellis y
Bliuc, 2016), pero también se han dado ejemplos en Primaria (González, Martín y
Arriba, 2016) y, sobre todo, en Educación Secundaria (Whiteside, Dikkers y Lewis,
2016), en particular, con un diseño de flipped classroom, por ejemplo en cursos de
Ciencias (Jeong, González-Gómez y Cañada-Cañada, 2016) o sobre temas culturales
(Garcia, 2016). También la formación ocupacional en la empresa ha recurrido al BL
(Aguaded, 2008).
Mención especial merece el uso del BL en la Universidad (Maraver, Mojarro y
Aguaded, 2014; Fernández-Sánchez, 2011; Bartolomé, 2008; Guerra, González y
García-Ruiz, 2010), donde los vídeos educativos han sido estudiados con un diseño
en el que eran una parte importante del diseño (Brame, 2016), bien con estudiantes
de primer y segundo curso (Yamada y otros, 2016), o como soporte para clases
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
43
especialmente numerosas, como en estudios de Enfermería (River y otros, 2016) ya
indicados.
Vuelve a aparecer aquí el uso de los diseños BL para el desarrollo de destrezas
digitales en estudiantes universitarios (Vivas, Andrés y Goméz, 2016), como veremos
a continuación.
Evaluación y tutorías
La introducción del BL, por lo que se refiere a los procesos de medición y
evaluación, se ha orientado, en gran medida, al uso de pruebas y tests en línea,
en especial, en la educación superior (García-Beltrán y otros, 2016). Con ayuda
de Moodle, un curso de Física universitario preparó un banco de 1.000 ítems que
permitía generar pruebas de 10 ítems a lo largo del semestre. Se encontró una
correlación positiva entre los resultados que se obtenían a través de dichos exámenes
en línea y el examen final (Feizalahzadeh y otros, 2016).
Algunos estudios han analizado este tipo de pruebas con otras variables como
género o competencia de autorregulación de aprendizaje (Basol y Balgalmis, 2016).
El uso de tests en línea ha llevado a desarrollar diferentes sistemas para limitar
las conductas deshonestas, mezclando herramientas tecnológicas, mediciones
psicológicas y técnicas sociales para convencer a los estudiantes de que no deben
copiar (Sullivan, 2016).
En una línea totalmente diferente, se ha sugerido el uso de tutorías digitales en
cursos presenciales (Ungerer, 2016). Alternativamente, la introducción de tutorías
personales cara a cara parece enriquecer los diseños totalmente en línea (Morton y
otros, 2016).
Aprender en Red
Desde que Siemens y Downes desarrollaron sus ideas sobre conectivismo y
aprendizaje en Red, se ha incrementado la implementación de redes sociales (y
comunidades de aprendizaje) en los diseños docentes y, entre ellos, en los entornos
de BL (Henderson, Dalton y Cartmel, 2016). El aprendizaje en grupo y la “peeragogy
también han sido trabajados en entornos de BL (River y otros, 2016). En algunos
casos, se ha combinado el Social Networking Service (SNS) con clases tradicionales
para mejorar los aprendizajes (Matsumoto y Kojima, 2016).
El entusiasmo de mezclar tecnologías con TBL (aprendizaje en grupo) puede
no estar tan bien fundamentado como se pensaba. Pero falta más investigación,
prestando especial atención a las barreras para el uso de las tecnologías por los
estudiantes (River y otros, 2016). Se ha encontrado una relación moderadamente
significativa entre la percepción del aprendizaje percibido y la participación en redes
sociales, mientras que el aprendizaje en equipo, las destrezas de comunicación social
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
44
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
y la presencia del instructor no parecen estar correlacionadas. Sin embargo, el efecto
que relaciona la presencia social de los pares y el aprendizaje es el resultado más
interesante (Turel, 2016). El BL genera un importante impacto, incrementando la
interacción social y el aprendizaje en grupo.
Se han utilizado todo tipo de plataformas. En estudiantes universitarios se
generó una comunidad Facebook, en un curso de BL, para estudiar la relación
entre conductas de conocimiento compartido, autoeficacia académica y sentido de
comunidad (Yilmaz, 2016).
Mientras algunos autores se han centrado en analizar los problemas de
participación (Cardak y Selvi, 2016), otros han encontrado como primer predictor de
rendimiento académico el tiempo dedicado a actividades de comunicación (Rienties
y Toetenel, 2016). Otro estudio muestra que los alumnos con un uso medio de los
entornos de participación en línea obtienen mejores resultados (Cavanaugh, Hargis
y Mayberry, 2016).
Ratio de virtualidad y/o presencialidad
En este amplio abanico de propuestas metodológicas no podían faltar estudios
sobre la ratio de virtualidad en los cursos de blended learning. Comparándolo con un
curso tradicional totalmente presencial, una propuesta con solo tres días por semana
de asistencia a la universidad resultó especialmente atractivo para los estudiantes
que estaban incluso dispuestos a pagar más por esa propuesta con menos clase e
idéntico contenido (Nicklen y otros, 2016). Hay que tener en cuenta que este estudio
se realizó en Australia, y que los participantes analizaron los ahorros en términos
de costos de transporte y tiempo empleado. Sería interesante un estudio similar en
ciudades en las que los estudiantes no pueden residir en la proximidad del campus.
Algunas propuestas han sido más radicales, reduciendo la presencialidad a 1a clase
semanal, estando la mayoría del contenido distribuido mediante recursos en línea
(Green y Whitburn, 2016). Naturalmente esta propuesta rompe totalmente, desde el
punto de vista metodológico, con la coexistencia de clases magistrales tradicionales.
Este tipo de modelos tiene un especial interés para situaciones especiales como,
por ejemplo, para profesores en grupos especiales de inclusión, que realizan una
formación en línea con actividades presenciales los sábados (Maldonado, 2016).
MATERIALES Y TECNOLOGÍAS
River y otros (2016) han realizado una profunda revisión, observando que, en
el BL, se utilizan múltiples tecnologías, destacando los recursos para el aprendizaje
interactivo y las herramientas en Red. En nuestro caso, hemos encontrado dos grandes
grupos: los recursos para la comunicación en línea y los recursos audiovisuales,
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
45
aunque los estudios han trabajado también sobre los diferentes recursos propios del
LMS (Tuapawa, 2016).
Otros materiales analizados por diversos autores han sido los portafolios (Porter,
Kleve y Palermo, 2016), los laboratorios en línea y presenciales (Burchett y otros,
2016) y los mundos virtuales (Pellas y Boumpa, 2016).
Finalmente, ha sido objeto de estudio el diseño y evaluación de materiales y
recursos (Pickering y Joynes, 2016), y la importancia de adecuarlos a los principios
pedagógicos (Gawlik-Kobylinska, Trochowska y Maciejewski, 2016).
Foros y otras herramientas en línea
Las interacciones entre estudiantes, la centralidad y densidad de las redes
(Ergun y Usluel, 2016), el sentimiento de pertenencia y las normas de reciprocidad,
aparecen como predictores de la participación en línea (Diep y otros, 2016).
Marei y Al-Khalifa (2016) han estudiado en detalle cómo diferentes técnicas, en
los foros en línea, afectan al funcionamiento de un curso de BL. Green y Whitburn
(2016) también analizaron los foros, pero comparando su uso en cursos presenciales
y semipresenciales, no encontrando diferencias entre ambos.
Audiovisual
Los vídeos han adquirido una gran importancia en los entornos de BL. Así
en ciencias como en la Enfermería (Forbes y otros, 2016), utilizando diseños tipo
flipped classroom (Brame, 2016); en cambio, en Medicina percibieron muy positivos
los vídeos explicativos visionados antes de la clase (Liebert y otros, 2016). También
un recurso destacable son los podcast de vídeo (vodcast), que permitieron a
estudiantes de Fisioterapia practicar repetidamente después de las clases (Hurst,
2016). La presentación de los materiales en vídeo también se ha realizado mediante
videoblogs, generando reacciones muy positivas en estudiantes universitarios (Liu,
2016).
Los vídeos se presentan como la primera fuente de recursos en un curso de BL
en estudiantes de Medicina en Stanford (Evans y otros, 2016). Un formato valorado
significativamente como mejor que otros es el que sigue Khan Academy (Liebert y
otros, 2016). Otros estudios destacan los vídeos que presentan sincronizados a un
profesor y unas transparencias tipo PowerPoint o el uso de videoanotaciones en
línea (Monedero, Cebrián y Desennes, 2015; Thomas, Antonenko y Davis, 2016).
El audiovisual no se limita al uso de programas grabados en vídeo. Comienza a
aparecer un nuevo concepto de semipresencialidad totalmente en línea, en el que
las sesiones presenciales son sustituidas por videoconferencias y webinars (Szeto
y Cheng, 2016), aunque no se trata de una equivalencia total, sino que se generan
nuevos problemas de adaptación emocional y práctica.
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
46
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
GESTORES Y ESTUDIANTES, ACTORES IMPLICADOS EN EL
PROCESO
Un tema de notable interés, sobre el que aún existen pocas investigaciones, es
lo que piensan los responsables universitarios sobre el BL. Ciabocchi, Ginsberg y
Picciano (2016) aplicaron un cuestionario a una muestra amplia de miembros de la
American Association of University Professors (AAUP), realizando un seguimiento
posterior a un subgrupo reducido. Los resultados son muy interesantes, notando
la pervivencia de unos tópicos que sitúan el BL como el entorno más deseable por
detrás de la enseñanza tradicional, y por delante del eLearning o directamente los
MOOC. No parece ser objeto de preocupación la calidad de los resultados en los
cursos de BL pero sí el esfuerzo que requieren.
Porter y Graham (2016) han estudiado los mecanismos de adopción institucional
del formato BL. Apuntan tres etapas diferenciadas: exploración, adopción temprana
e implementación madura, estudiando si la estructura y los procesos de toma de
decisiones de la institución facilita o impide esa adopción, y destacando factores como
una suficiente infraestructura, un soporte tecnológico y pedagógico y el propósito
de la institución, como claves de éxito. No conviene olvidar que, en muchos casos,
la introducción del BL responde a planteamientos económicos (Aguaded y Fandos,
2008).
También se han encontrado estudios que han tratado de recoger las reacciones
de los estudiantes a la implementación de cursos de BL (Hinojo, Aznar y Cáceres,
2009), en especial, sobre sus preferencias sobre diferentes actividades y modalidades
(García-Martínez, 2016).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
El blended learning está suponiendo no solo un nuevo término, sino también
un nuevo concepto de entender los procesos de enseñanza-aprendizaje. No solo se
han trastocado las coordenadas del espacio y del tiempo, sino que las metodologías
didácticas (de enseñar y aprender) están transformándose a pasos agigantados
en los dos últimos decenios. La popularización de la conectividad en todos los
entornos sociales (edades, regiones, clases sociales) y para todo tipo de actividades
(ocio, trabajo, educación, etc.) nos permite hoy entender que el BL tiene muchas
potencialidades de implementación.
En este trabajo, hemos explicitado algunos de los principales estudios que
la literatura científica de mayor prestigio internacional (indexada en el Journal
Citation Reports, de Clarivate Analytics) ha recogido en los dos últimos años,
constatándose, en primer lugar, la multiplicación de experiencias en todas las
regiones del mundo, pero especialmente en los países con mayor presencia de las
tecnologías en los entonos educativos. Pero también en países en desarrollo donde
el BL se ve como una nueva oportunidad de avanzar en una mayor y mejor calidad
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
47
en todas las capas poblacionales. En este sentido, se han evidenciado las líneas de
investigación focalizadas en el BL, que destacan la pertinencia de este diseño para la
enseñanza de determinadas materias y el desarrollo de competencias clave. Por otro
lado, los estudios analizados muestran el potencial del BL en diversas propuestas
metodológicas que propician el interés creciente por esta modalidad educativa.
El blended learning, tal como hemos reflejado en los resultados presentados, se
ha comparado con otras modalidades de enseñanza-aprendizaje y se ha estudiado
a fondo en los diferentes niveles del sistema educativo, así como en diferentes
áreas curriculares; todo ello para dar respuesta a las preguntas de investigación
planteadas. Especialmente, ha tenido un fuerte impacto en la enseñanza superior ya
que las Universidades han visto una nueva oportunidad, junto a los MOOC, de abrir
nuevos espacios al saber.
Blended learning, eLearning, mobile learning, flipped classroom, gamificación,
realidad aumentada, MOOC, etc., son nuevos términos que se abren a los nuevos
horizontes educativos, y solo en la medida que los estudiemos en profundidad y
partamos de buenas prácticas, podremos rentabilizar las infinitas posibilidades, aun
sin explotar, que los nuevos medios interactivos y digitales nos ponen ya en nuestras
manos. La enseñanza del futuro puede ser ya presente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguaded, I., y Fandos, M. (2008). Web 2 (y
3.0) desde una óptica empresarial. Edutec,
26. doi: https://doi.org/10.21556/
edutec.2008.26.467
Aguaded, I., y Fandos, M. (2008). Blended
Learning: The Key to Success in a Training
Company. ITDL, International Journal of
Instructional Technology and Distance
Learning, 5(8), 1-10.
Aguaded, I., y Cabero, J. (2013). Tecnologías
y medios para la educación en la
e-sociedad. Madrid: Alianza.
Banditvilai, C. (2016). Enhancing Students’
Language Skills through Blended
Learning. Electronic Journal of
E-Learning, 14(3), 223-232.
Bartolomé, A. R. (2004). Blended Learning.
Conceptos básicos. Pixel-Bit, 23, 7-20.
Bartolomé, A. R. (2008). Entornos de
aprendizaje mixto en Educación Superior.
RIED. Revista Iberoamericana de
Educación a Distancia, 11(1), 15-51.
Basol, G., y Balgalmis, E. (2016). A
multivariate investigation of gender
differences in the number of online
tests received-checking for perceived
self-regulation. Computers in Human
Behavior, 58, 388-397. doi: https://doi.
org/10.1016/j.chb.2016.01.010
Borgobello, A., y Roselli, N. D. (2016).
Rendimiento académico e interacción
sociocognitiva de estudiantes en un
entorno virtual. Educação e Pesquisa,
42(2), 359-374. doi: https://doi.
org/10.1590/S1517-9702201606143478
Brame, C. J. (2016). Effective Educational
Videos: Principles and Guidelines for
Maximizing Student Learning from Video
Content. CBE-Life Sciences Education,
15(4). doi: https://doi.org/10.1187/
cbe.16-03-0125
Burchett, S., Hayes, J., Pfaff, A., Satterfield,
E. T., Skyles, A., y Woelk, K. (2016).
Piloting Blended Strategies To Resolve
Laboratory Capacity Issues in a First-
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
48
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
Semester General Chemistry Course.
Journal of Chemical Education, 93(7),
1217-1222. doi: https://doi.org/10.1021/
acs.jchemed.6b00078
Cardak, C. S., y Selvi, K. (2016). Increasing
teacher candidates’ ways of interaction and
levels of learning through action research
in a blended course. Computers in Human
Behavior, 61, 488-506. doi: https://doi.
org/10.1016/j.chb.2016.03.055
Cavanaugh, C., Hargis, J., y Mayberry,
J. (2016). Participation in the Virtual
Environment of Blended College Courses:
An Activity Study of Student Performance.
International Review of Research in
Open and Distributed Learning, 17(3),
263-275.
Ciabocchi, E., Ginsberg, A., y Picciano, A.
(2016). A Study of Faculty Governance
Leaders’ Perceptions of Online and
Blended Learning. Online Learning,
20(3), 52-73.
Cigdem, H., y Ozturk, M. (2016). Factors
Affecting Students’ Behavioral Intention
to Use LMS at a Turkish Post-Secondary
Vocational School. International Review
of Research in Open and Distributed
Learning, 17(3), 276-295.
Corovic, S., Mahnic-Kalamiza, S., y Miklavcic,
D. (2016). Education on electrical
phenomena involved in electroporation-
based therapies and treatments: a
blended learning approach. Biomedical
Engineering Online, 15. doi: https://doi.
org/10.1186/s12938-016-0152-7
Chen W., Zhang J., y Yu, Z. (2016). Learning
Outcomes and Affective Factors of Blended
Learning of English for Library Science.
International Journal of Information
and Communication Technology
Education, 12(3), 13-25. doi: https://doi.
org/10.4018/IJICTE.2016070102
Diep, N. A., Cocquyt, C., Zhu, C., y Vanwing,
T. (2016). Predicting adult learners’
online participation: Effects of altruism,
performance expectancy, and social
capital. Computers & Education, 101,
84-101. doi: https://doi.org/10.1016/j.
compedu.2016.06.002
Ellis, R. A., y Bliuc, A. (2016). An exploration
into first-year university students’
approaches to inquiry and online learning
technologies in blended environments.
British Journal of Educational
Technology, 47(5), 970-980. doi: https://
doi.org/10.1111/bjet.12385
Ellis, R. A., Pardo, A., y Han, F. (2016).
Quality in blended learning environments
- Significant differences in how students
approach learning collaborations.
Computers & Education, 102, 90-
102. doi: https://doi.org/10.1016/j.
compedu.2016.07.006
Ergun, E., y Usluel, Y. K. (2016). An Analysis
of Density and Degree-Centrality
According to the Social Networking
Structure Formed in an Online Learning
Environment. Educational Technology &
Society, 19(4), 34-46.
Evans, K. H., Thompson, A. C., O’Brien,
C., Bryant, M., Basaviah, P., Prober, C.,
y Popat, R. A. (2016). An Innovative
Blended Preclinical Curriculum in
Clinical Epidemiology and Biostatistics:
Impact on Student Satisfaction and
Performance. Academic Medicine, 91(5),
696-700. doi: https://doi.org/10.1097/
ACM.0000000000001085
Feizalahzadeh, H., Valizadeh, S., Avari, M.,
y Virani, F. (2016). A Study on the Effect
of Lecture and Multimedia Software on
Drug Calculation and Prescription: A
Systematic Review. Crescent Journal of
Medical and Biological Sciences, 3(3), 75-
80.
Fernández-Sánchez, N. (2011). Promoción
del cambio de estilos de aprendizaje y
motivaciones en estudiantes de educación
superior mediante actividades de trabajo
colaborativo en blended learning. RIED.
Revista Iberoamericana de Educación a
Distancia, 14(2), 189-208. doi: https://
doi.org/10.5944/ried.2.14.795
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
49
Forbes, H., Oprescu, F. I., Downer, T.,
Phillips, N. M., McTier, L., Lord, B., y
Visser, I. (2016). Use of videos to support
teaching and learning of clinical skills
in nursing education: A review. Nurse
Education Today, 42, 53-56. doi: https://
doi.org/10.1016/j.nedt.2016.04.010
Fryer, L. K., y Bovee, H. N. (2016).
Supporting students’ motivation for
e-learning: Teachers matter on and
offline. Internet and Higher Education,
30, 21-29. doi: https://doi.org/10.1016/j.
iheduc.2016.03.003
García-Beltrán, A., Martínez, R., Jaén, J., y
Tapia, S. (2016). Self-assessment in virtual
teaching and learning environments.
RED, 50. doi: https://doi.org/10.6018/
red/50/14
Gawlik-Kobylinska, M., Trochowska, K.,
y Maciejewski, P. (2016). Civil-military
intercultural education and training in
the form of blended learning. E-Mentor,
3, 24-34.
González, M. C., Martín, S. C., y Arriba,
J. M. (2016). Experiencias de trabajo
colaborativo mediante Tecnologías de
la Información y la Comunicación entre
profesores. Revista Portuguesa de
Educação, 29(1), 75-98. doi: https://doi.
org/10.21814/rpe.6996
Grant, S. (2016). Peer review process
completion rates and subsequent student
perceptions within completely online
versus blended modes of study. System,
62, 93-101. doi: https://doi.org/10.1016/j.
system.2016.06:010
Green, R. A., y Whitburn, L. Y. (2016). Impact
of Introduction of Blended Learning in
Gross Anatomy on Student Outcomes.
Anatomical Sciences Education, 9(5),
422-430. doi: https://doi.org/10.1002/
ase.1602
Guerra, S., González, N., y García-Ruiz,
R. (2010). Utilización de las TIC por el
profesorado universitario como recurso
didáctico [Study on the Use of ICTs as
Teaching Tools by University Instructors].
Comunicar, 35, 141-148. doi: https://doi.
org/10.3916/C35-2010-03-07
Harkanen, M., Voutilainen, A., Turunen,
E., y Vehvilainen-Julkunen, K. (2016).
Systematic review and meta-analysis of
educational interventions designed to
improve medication administration skills
and safety of registered nurses. Nurse
Education Today, 41, 36-43. doi: https://
doi.org/10.1016/j.nedt.2016.03.017
Henderson, S., Dalton, M. y Cartmel, J.
(2016). Using Interprofessional Learning
for Continuing Education: Development
and Evaluation of the Graduate Certificate
Program in Health Professional Education
for Clinicians. Journal of Continuing
Education in the Health Professions,
36(3), 211-217. doi: https://doi.
org/10.1097/CEH.0000000000000093
Hinojo, F. J., Aznar, I., y Cáceres, M. P.
(2009). Percepciones del alumno sobre
el blended learning en la Universidad.
Comunicar, 33, 165-174.
Hong, J., Hwang, M., Wu, N., Huang, Y., Lin,
P., y Chen, Y. (2016). Integrating a moral
reasoning game in a blended learning
setting: effects on students’ interest
and performance. Interactive Learning
Environments, 24(3), 572-589. doi:
https://doi.org/10.1080/10494820.2014
.908926
Hurst, K. M. (2016). Using video podcasting
to enhance the learning of clinical skills:
A qualitative study of physiotherapy
students’ experiences. Nurse Education
Today, 45, 206-211. doi: https://doi.
org/10.1016/j.nedt.2016.08.011
Jeong, J. S., González-Gómez, D., y Cañada-
Cañada, F. (2016). Students’ Perceptions
and Emotions Toward Learning in a
Flipped General Science Classroom.
Journal of Science Education and
Technology, 25(5), 747-758. doi: https://
doi.org/10.1007/s10956-016-9630-8
Kim, D., Park, Y., Yoon, M., y Jo, I. (2016).
Toward evidence-based learning
analytics: Using proxy variables to
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
50
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
improve asynchronous online discussion
environments. Internet and Higher
Education, 30, 30-43. doi: https://doi.
org/10.1016/j.iheduc.2016.03.002
Kintu, M. J., y Zhu, C. (2016). Student
Characteristics and Learning Outcomes
in a Blended Learning Environment
Intervention in a Ugandan University.
Electronic Journal of e-Learning, 14(3),
181-195.
Kumar, S., y Daniel, B. K. (2016). Integration
of learning technologies into teaching
within Fijian Polytechnic Institutions.
International Journal of Educational
Technology in Higher Education, 13.
doi: https://doi.org/10.1186/s41239-016-
0036-8
Liebert, C. A., Mazer, L., Merrell, S. B.,
Lin, D. T., y Lau, J. N. (2016). Student
perceptions of a simulation-based flipped
classroom for the surgery clerkship: A
mixed-methods study. Surgery, 160(3),
591-598. doi: https://doi.org/10.1016/j.
surg.2016.03.034
Liu, M. (2016). Blending a class video blog
to optimize student learning, outcomes
in higher education. Internet and Higher
Education, 30, 44-53. doi: https://doi.
org/10.1016/j.iheduc.2016.03.001
Lupi, C., Ward-Peterson, M., y Chang,
W. (2016). Advancing non-directive
pregnancy options counseling skills:
A pilot Study on the use of blended
learning with an online module and
simulation. Contraception, 94(4), 348-
352. doi: https://doi.org/10.1016/j.
contraception.2016.03.005
Maldonado Molina Pagnez, K. S. (2016).
Training of Teachers for Acting in the
School Inclusion. Journal of Research in
Special Educational Needs, 16, 70-74. doi:
https://doi.org/10.1111/1471-3802.12127
Maraver, P., Mojarro, A., y Aguaded, I.
(2014). Social Network Analysis of a
Blended Learning Experience in Higher
Education. Research on Education
and Media. Recuperado de http://rem.
pensamultimedia.it
Marei, H. F., y Al-Khalifa, K. S. (2016).
Pattern of online communication in
teaching a blended oral surgery course.
European Journal of Dental Education,
20(4), 213-217. doi: https://doi.
org/10.1111/eje.12163
Margulieux, L. E., McCracken, W. M., y
Catrambone, R. (2016). A taxonomy to
define courses that mix face-to-face and
online learning. Educational Research
Review, 19, 104-118. doi: https://doi.
org/10.1016/j.edurev.2016.07.001
Matsumoto, S., y Kojima, H. (2016).
Constructing an Interaction Support
System with the Capability of Social
Networking Service for a Practical
Lecture and Examining its Efficient
Operational Policy. International Journal
of Knowledge and Systems Science,
7(2), 1-27. doi: https://doi.org/10.4018/
IJKSS.2016040101
Mauri, T., Ginesta, A., y Rochera, M. (2016).
The use of feedback systems to improve
collaborative text writing: A proposal for
the higher education context. Innovations
in Education and Teaching International,
53(4), 411-423. doi: https://doi.org/10.10
80/14703297.2014.961503
Monedero, J. J., Cebrián, D., y Desenne,
P. (2015). Usability and Satisfaction in
Multimedia Annotation Tools for MOOCs
[Usabilidad y satisfacción en herramientas
de anotaciones multimedia para MOOC].
Comunicar, 44, 55-62. doi: https://doi.
org/10.3916/C44-2015-06
Morton, C. E., Saleh, S. N., Smith, S.
F., Hemani, A., Ameen, A., Bennie,
T. D., y Toro-Troconis, M. (2016).
Blended learning: how can we optimise
undergraduate student engagement?
BMC Medical Education, 16. doi: https://
doi.org/10.1186/s12909-016-0716-z
Nicklen, P., Rivers, G., Ooi, C., Ilic, D.,
Reeves, S., Walsh, K., y Maloney, S.
(2016). An Approach for Calculating
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
51
Student-Centered Value in Education -
A Link between Quality, Efficiency, and
the Learning Experience in the Health
Professions. Plos One, 11(9). doi: https://
doi.org/10.1371/journal.pone.0162941
Pellas, N., y Boumpa, A. (2016). Open Sim
and Sloodle Integration for Preservice
Foreign Language Teachers’ Continuing
Professional Development: A Comparative
Analysis of Learning Effectiveness
Using the Community of Inquiry Model.
Journal of Educational Computing
Research, 54(3), 407-440. doi: https://
doi.org/10.1177/0735633115615589
Pérez-Domínguez, Y., Tellez-Carralero, A.,
Cespedes-Labrada, T., y Lemes-Pérez,
A. (2016). The Class Meeting, essential
guide for achieving education through
instruction in Municipal University
Centers. Dilemas Contemporaneos.
Educacion Política y Valores, 3(3).
Pickering, J. D., y Joynes, V. C. (2016). A
holistic model for evaluating the impact
of individual technology-enhanced
learning resources. Medical Teacher,
38(12), 1242-1247. doi: https://doi.
org/10.1080/0142159X.2016.1210112
Porter, J., Kleve, S., y Palermo, C. (2016).
An exploratory study comparing two
electronic portfolio approaches in
undergraduate dietetic education.
Nutrition & Dietetics, 73(3), 235-240. doi:
https://doi.org/10.1111/1747-0080.12210
Porter, W. W., y Graham, C. R. (2016).
Institutional drivers and barriers to
faculty adoption of blended learning
in higher education. British Journal of
Educational Technology, 47(4), 748-762.
doi: https://doi.org/10.1111/bjet.12269
Raymond, A., Jacob, E., Jacob, D., y Lyons,
J. (2016). Peer learning a pedagogical
approach to enhance online learning: A
qualitative exploration. Nurse Education
Today, 44, 165-169. doi: https://doi.
org/10.1016/j.nedt.2016.05.016
Rienties, B., y Toetenel, L. (2016). The
impact of learning design on student
behaviour, satisfaction and performance:
A cross-institutional comparison across
151 modules. Computers in Human
Behavior, 60, 333-341. doi: https://doi.
org/10.1016/j.chb.2016.02.074
River, J., Currie, J., Crawford, T., Betihavas,
V., y Randall, S. (2016). A systematic
review examining the effectiveness of
blending technology with team-based
learning. Nurse Education Today, 45,
185-192. doi: https://doi.org/10.1016/j.
nedt.2016.08.012
Rubia, B., y Guitert, M. (2014). ¿La
revolución de la enseñanza? El aprendizaje
colaborativo en entornos virtuales (CSCL)
[Revolution in Education: Computer
Support for Collaborative Learning].
Comunicar, 42, 10-14. doi: https://doi.
org/10.3916/C42-2014-a2
Sajid, M. R., Laheji, A. F., Abothenain,
F., Salam, Y., AlJayar, D., y Obeidat,
A. (2016). Can blended learning and
the flipped classroom improve student
learning and satisfaction in Saudi
Arabia? International Journal of Medical
Education, 7, 281-285. doi: https://doi.
org/10.5116/ijme.57a7.83d4
Salinas Ibáñez, J. (1997). Modelos mixtos
de formación universitaria presencial ya
distancia: el Campus Extens. Cuadernos
de Documentación Multimedia, 6-7, 55-
64.
Santos, D. A., Moriya Schluenzen, E. T., y
Schluenzen, K. J. (2016). Training For
Inclusive Education and Special. Journal
of Research in Special Educational.
Needs, 16, 539-543. doi: https://doi.
org/10.1111/1471-3802.12184
Spector, J. M., Ifenthaler, D., Sampson, D.,
Yang, L., Mukama, E., Warusavitarana,
A., y Gibson, D. C. (2016). Technology
Enhanced Formative Assessment for
21st Century Learning. Educational
Technology & Society, 19(3), 58-71.
Struempler, B., Parmer, S. M., y Funderburk,
K. (2016). Use of Blended Learning to
Improve Nutrition Knowledge in Third-
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
52
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
Graders. Journal of Nutrition Education
and Behavior, 48(7), 510-511. doi: https://
doi.org/10.1016/j.jneb.2016.04.401
Sullivan, D. P. (2016). An Integrated
Approach to Preempt Cheating on
Asynchronous, Objective, Online
Assessments in Graduate Business
Classes. Online Learning, 20(3), 195-209.
Swift, A., Efstathiou, N., y Lameu, P. (2016).
Is LabTutor a helpful component of the
blended learning approach to biosciences?
Journal of Clinical Nursing, 25(17-18),
2683-2693. doi: https://doi.org/10.1111/
jocn.13175
Szeto, E., y Cheng, A. Y. N. (2016). Towards
a framework of interactions in a blended
synchronous learning environment:
what effects are there on students’
social presence experience? Interactive
Learning Environments, 24(3), 487-503.
doi: https://doi.org/10.1080/10494820.2
014.881391
Tangarife-Chalarca, D., Blanco-Palencia,
M., y Díaz-Cabrera, G. M. (2016).
Technologies and Methodologies Applied
in the Teaching of Literacy to People
with Down syndrome. Digital Education
Review, 29, 265-282.
Thomas, A. O., Antonenko, P. D., y
Davis, R. (2016). Understanding
metacomprehension accuracy within
video annotation systems. Computers
in Human Behavior, 58, 269-277.
doi: https://doi.org/10.1016/j.
chb.2016.01.014
Thomas, G., Duddu, V., y Gater, R. (2016).
Blending an e-learning package into
a problem-based learning module.
International Journal of Medical
Education, 7, 259-260. doi: https://doi.
org/10.5116/ijme.5787.617d
Trujillo-Maza, E. M., Gómez-Lozano, M.
T., Cardozo Alarcon, A. C., Moreno
Zuluaga, L., y Gamba Fadul, M. (2016).
Blended learning supported by digital
technology and competency-based
medical education: A case study of the
social medicine course at the Universidad
de los Andes, Colombia. International
Journal of Educational Technology in
Higher Education, 13. doi: https://doi.
org/10.1186/s41239-016-0027-9
Tuapawa, K. (2016). Interpreting
Experiences of Teachers Using Online
Technologies to Interact with Students
in Blended Tertiary Environments.
International Journal of Information
and Communication Technology
Education, 12(4), 76-87. doi: https://doi.
org/10.4018/IJICTE.2016100107
Turel, Y. K. (2016). Relationships between
students’ perceived team learning
experiences, team performances, and
social abilities in a blended course setting.
Internet and Higher Education, 31,
79-86. doi: https://doi.org/10.1016/j.
iheduc.2016.07.001
Ungerer, L. M. (2016). Digital Curation as a
Core Competency in Current Learning and
Literacy: A Higher Education Perspective.
International Review of Research in
Open and Distributed Learning, 17(5),
1-27.
Vivas Urias, M. D., Andrés-Ortega, S., y
Gómez-Navarro, M. (2016). Development
of Digital Competencies in Online
Instruction: The Case Study of the
Foundation Subject for the Building
Engineering Degree. Red, 49. doi: https://
doi.org/10.6018/red/49/8
Whiteside, A. L., Dikkers, A. G., y Lewis,
S. (2016). More Confident Going into
College: Lessons Learned from Multiple
Stakeholders in a New Blended Learning
Initiative. Online Learning, 20(4), 136-
156.
Willem, C., Aiello, M., y Bartolomé, A. R.
(2007). Blended Learning and New
Literacies. The International Journal of
Technology, Knowledge & Society, 2, 3-9.
Windisch, H.C. (2016). How to motivate
adults with low literacy and numeracy
skills to engage and persist in learning: A
Literature review of Policy Interventions.
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
53
International Review of Education, 62(3),
279-297. doi: https://doi.org/10.1007/
s11159-016-9553-x
Wu, B., Hu, Y., Gu, X., y Lim, C. P. (2016).
Professional Development of New Higher
Education Teachers With Information and
Communication Technology in Shanghai:
A Kirkpatrick’s Evaluation Approach.
Journal of Educational Computing
Research, 54(4), 531-562. doi: https://
doi.org/10.1177/0735633115621922
Yamada, M., Goda, Y., Matsuda, T., Saito,
Y., Kato, H., y Miyagawa, H. (2016). How
does self-regulated learning relate to
active procrastination and other learning
behaviors? Journal of Computing In
Higher Education, 28(3), 326-343. doi:
https://doi.org/10.1007/s12528-016-
9118-9
Yilmaz, R. (2016). Knowledge sharing
behaviors in e-learning community:
Exploring the role of academic self-
efficacy and sense of community.
Computers in Human Behavior, 63,
373-382. doi: https://doi.org/10.1016/j.
chb.2016.05.055
Zhu, Y., Au, W., y Yates, G. (2016). University
students’ self-control and self-regulated
learning in a blended course. Internet And
Higher Education, 30, 54-62. doi: https://
doi.org/10.1016/j.iheduc.2016.04.001
PERFIL ACADÉMICO Y PROFESIONAL DE LOS AUTORES
Antonio Bartolomé Pina. Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la
Universitat de Barcelona. Catedrático de Medios Digitales y Educación, y Director del
Instituto de Investigación en Educación de la Universitat de Barcelona. Ha dirigido
más de 20 proyectos internacionales I+D+I en las líneas del diseño de entornos de
aprendizaje potenciado por la tecnología y de Alfabetización e inclusión digital. Es
autor de 30 libros y 147 artículos. Ha impartido 230 conferencias en México, Chile,
Brasil, España, Colombia, Perú, Costa Rica, Argentina, Estados Unidos de América,
Bélgica, Italia, Canadá, Portugal, Guatemala y Alemania. Ha sido profesor visitante
en las Universidades de Guadalajara, Monterrey, Canterbury, Federal de Santa
Catalina, Católica de Chile, El Salvador, Tecnológico de Monterrey, Calgary, entre
otras, además de impartir 220 cursos en universidades y centros de profesores de los
países citados. http://www.lmi.ub.edu/personal/bartolome/
E-mail: abartolomepina@gmail.com
DIRECCIÓN DEL AUTOR
Ptge. De les roses, 1
08340 Vilassar de Mar
(Barcelona), España
Rosa García-Ruiz. Doctora en Ciencias de la Educación por la UNED
(España). Profesora de la Universidad de Cantabria, adscrita al área de Didáctica
y Organización Escolar, participando en Grados, Máster y Doctorado. Profesora
del Máster de Comunicación y Educación Audiovisual (UHU-UNIA). Profesora
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
54
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
del Doctorado Interuniversitario en Comunicación de las universidades de Cádiz,
Huelva, Málaga y Sevilla. Editora adjunta de la Revista Comunicar y editora jefa de
Alteridad: Revista de Educación. Coordinadora de la sección española de la Red
Alfamed, y del grupo de investigación EDUCAMED, de la Universidad de Cantabria.
Ha colaborado en varios proyectos competitivos nacionales e internacionales,
y ha sido IP de varios contratos con la Administración. Ha publicado artículos,
libros y capítulos de libros nacionales e internacionales. Sus principales líneas de
investigación son la alfabetización mediática y digital, metodologías y recursos para
la formación del profesorado.
E-mail: rosa.garcia@unican.es
DIRECCIÓN DE LA AUTORA
Facultad de Educación. Edificio Interfacultativo
Universidad de Cantabria
Avd. Los Castros s/n
39005 – Santander (Cantabria) España
Ignacio Aguaded. Catedrático de Universidad del Departamento de Educación
de la Universidad de Huelva (España). Presidente del Grupo Comunicar, colectivo
veterano en España en Educomunicación, y Editor de la reconocida revista científica
Comunicar (indexada en JCR, Scopus, ERIH, RECYT…). Es, además, Director del
Grupo de Investigación «Ágora», responsable de múltiples investigaciones nacionales
e internacionales y de la dirección de numerosas tesis doctorales. Es Director del
Máster Internacional Interuniversitario de Comunicación y Educación Audiovisual
(UNIA/UHU) y Subdirector del Programa Interuniversitario de Comunicación (US,
UMA, UCA y UHU). Premio de Mejor Investigador de la Universidad de Huelva 2015
en Ciencias Sociales. Ha sido Vicerrector de Tecnologías, Innovación y Calidad de la
Universidad de Huelva durante 7 años (2005-12).
E-mail: aguaded@uhu.es
DIRECCIÓN DEL AUTOR
Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad de Huelva
21071 Huelva (Spain)
Fecha de recepción del artículo: 21/04/2017
Fecha de aceptación del artículo: 21/06/2017
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
55
Como citar este artículo:
Bartolomé, A., García-Ruiz, R., y Aguaded, I. (2018). Blended learning: panorama
y perspectivas. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 21(1), pp.
33-56. doi: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842
A. BArtolomé-PinA; r. GArcíA-ruiz; i. AGuAded
Blended leArninG: PAnorAmA y PersPectivAs
56
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2018), 21(1), pp. 33-56.
DOI: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.1.18842 – ISSN: 1138-2783 – E-ISSN: 1390-3306
... Asimismo, actualmente existe un uso permanente de recursos digitales y virtuales para mantener una modalidad de enseñanza-aprendizaje híbrida o semipresencial (ver figura 1). Esta modalidad, también llamada blended learning (Bartolomé et al., 2020), se utiliza como una estrategia emergente para el retorno escalonado y como una oportunidad para la ampliación masiva de la matrícula escolar. Ante el creciente uso no formal o regulado de la modalidad blended-learning (Bartolomé et al., 2020), es necesario establecer un seguimiento que vigile la calidad de los contenidos e información académica con la cual los estudiantes realizan su formación profesional. ...
... Esta modalidad, también llamada blended learning (Bartolomé et al., 2020), se utiliza como una estrategia emergente para el retorno escalonado y como una oportunidad para la ampliación masiva de la matrícula escolar. Ante el creciente uso no formal o regulado de la modalidad blended-learning (Bartolomé et al., 2020), es necesario establecer un seguimiento que vigile la calidad de los contenidos e información académica con la cual los estudiantes realizan su formación profesional. Este seguimiento académico exige el uso de medios didácticos estratégicos que acerquen a los estudiantes a los contextos ocupacionales/laborales desde condiciones de confinamiento o también llamadas condiciones home-office. ...
Chapter
Full-text available
El presente artículo se basa en la obtención de resultados de la evaluación realizada a la Licenciatura en Derecho de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) durante el año 2019. Esta evaluación fue realizada por académicos expertos en derecho, con conocimiento en los estándares internacionales de la calidad de esta disciplina, provenientes de Canadá, Estados Unidos, España y México. Se aplicó el modelo de evaluación GRANA que se basa en un sistema decimal de evaluación denominado “modelo SIEVAS”, compuesto por 10 dimensiones, 100 subdimensiones y 1000 indicadores de calidad cualitativa de segunda y tercera generación. El proceso consta de 10 momentos que inician con la evaluación interna y concluyen con los resultados obtenidos de la evaluación externa. El 95% del proceso fue realizado a distancia con el apoyo de la plataforma informática SIEVAS y el 5% fue realizado en una visita presencial a la UANL.
... In BL, quality is defined by perceptions and emotions, motivation and learning styles, integration of experiences and ideas, as well as instructional design, altruism, participation and interaction [13]. These components make BL a viable alternative, where it is not necessary to share the same spatial context, but rather a learning one which involves the use of technological tools and group discussions. ...
... In the transition of BL, the formative processes are beneficia!, collaborative, flexible and motivating; likewise, they induce new forms of teaching and learning, beyond the spatial-temporal coordinates [13,16]. BL has transformed the traditional educational spaces causing an efficient use of technology [17], moving toward an intense social interaction and generation of positive feelings, by achieving greater effectiveness in problem solving [18]. ...
Thesis
Full-text available
Las Tecnologías de Información y Comunicación orientan la renovación de los escenarios educativos, como efecto de los cambios sociales,económicos, etc., incidiendo en la emergencia de nuevos entornos formativos. En este contexto, el Blended Learning (BL) se posesiona como una modalidad normalizada y dado su impacto, se torna en objeto de estudio. Desde la perspectiva de investigación asumida se busca comprender lanaturaleza del BL en Perú, a partir de tres estudios. En las dos primeras, se recurrió a la revisión sistemática de 35 informes de tesis defendidas en las universidades peruanas, a fin de reconocer la evolución de la producción científica y las orientaciones metodológicas. Como resultados, se evidencian campos de conocimiento dirigidos al análisis del ejercicio de la docencia universitaria, y con mayor centralidad en la formación de posgrado y énfasis en las universidades de la capital del país. Asimismo, se revela una mayor preponderancia hacia el desarrollo de capacidades disciplinares y de carácter cognitivo, por sobre las capacidades transversales y socio-emocionales. De otro lado, entre las orientaciones metodológicas preferidas en los estudios analizados se privilegia el enfoque cuantitativo, con diseño experimental y una variedad de sujetos de estudio, desde estudiantes de educación básica hasta superior, como también, de docentes de ambos niveles educativos. También, se reconoce como resultados, que los modelos implementados en torno al BL son de carácter combinatorio, muy distantes de los que tienden a la integración. Tales evidencias muestran la distribución diferenciada del conocimiento sobre el BL, de una concentración en ciertas universidades y de rezago en otras, así como de las prioridades formativas. Finalmente, en el tercer estudio, de carácter empírico, se analiza la práctica educativa de un curso formativo basado en el BL, recreado para reconocer el cómo se hace, qué se hace y quién lo hace; es decir, que patrones de interacción didáctica favorecen la construcción del conocimiento. En ese sentido, la investigación revela tendencias de avance hacia una secuencia interactiva que se moviliza de lo presencial a lo virtual. Una apropiación progresiva del aprendizaje y orientación hacia la autonomía. Las transiciones evidencian la elaboración de contenidos de alto significado, más en la virtualidad que en la presencialidad, lo que reflejaría que a mayor interacción en espacios virtuales se intensifica el aprendizaje, con una menor dependencia del docente. En esencia, el análisis de la práctica educativa del BL configura un escenario que alienta la autonomía de aprendizaje, conduciendo a logros significativos, con un incremento de la participación e interacción social, dada la intensificación de las colaboraciones entre pares. El sentido integrador de los resultados de los estudios evidencia que en Perú, las experiencias analizadas de BL presentan rasgos singulares, si bien, mayoritariamente, recurren a tecnologías y procesos desfasados, avanzanlentamente hacia modelos más innovadores.
... Students opt for science subjects because they are related to their lives, but when they take classes, their motivation decreases as they don't get the concepts clearly when they are taught through traditional methods of teaching, i.e., lecture methods. This problem has been resolved in many developed countries by integrating ICT in education in general and in science subjects in particular (Bartolomé et al., 2017). ...
Article
Full-text available
Video Based Learning (VBL) is one of the most unique ways of making learning as a fun. Effective and attractive. Video-based learning is considered an effective way and strategy for teaching science as this subject is being taught traditionally through the chalk and talk and lecture method. The main focus of the study were to find out the effectiveness of the practice of Video-based learning in the elementary science classrooms. This study was carried out at one of the elementary schools of the Sukkur Sindh. The design was qualitative in nature. The population of the study was all students of grade 8 who are 27. Unstructured interviews were used as a research tool. By adopting convenience sampling ten elementary-level students were selected. Thematic analysis was used as data analysis technique. The findings of the study revealed that Video-based learning in science makes learning easy, effective, retentive. It creates an active classroom environment, which is needed in this modern era. This study concluded that teachers do not use videos in their classroom practices, resulting in students and teachers taking this subject a little bit more difficult. It was concluded that video-based learning is an effective way of learning.
... However, despite these difficulties, blended learning has proven to have a significantly positive impact on the education system. It has been successful in increasing accessibility and reach for learners, reducing unnecessary costs, and improving learning outcomes (Garrison and Kanuka, 2004;Bartolomé et al., 2017;Lovos and Aballay, 2021). ...
Article
The evolution of university higher education has led to the incorporation of innovative learning modalities such as “blended learning”, a combination of face-to-face and online teaching. An emerging element in this context is gamification, which applies elements of game design in education to improve student motivation and performance. This research analyzes the effectiveness of gamification in b-learning in university higher education and the contexts of application in the literature. A qualitative methodology was used, including descriptive and conceptual analyses based on the critical interpretation of literature documents, following the guidelines of the PRISMA statement. The findings show that gamification can increase student participation, engagement, and interest in learning. Elements of game design, such as narrative, feedback, competition, and reward, were identified that can be applied in education. In summary, the systematic review demonstrates that gamification can be an effective strategy for improving student motivation and performance in b-learning in university higher education. However, it is important to carefully design gamification to avoid negative effects.
... Los cursos se desarrollan en aulas virtuales que cumplen cuatro funciones (11,12): informativa (a través de la presentación de materiales que favorecen la lectura hipermedial), práctica (por la inclusión de actividades orientadas a problematizar las prácticas de los trabajadores de la salud), evaluativa (con retroalimentación automática en caso de los cursos de autoaprendizaje o con retroalimentaciones de los docentes o los colegas de grupo en los cursos con tutoría) y comunicativa (especialmente en las propuestas que incluyen intercambios con otros participantes o tutores). ...
Article
Full-text available
El Campus Virtual de Salud Pública es la plataforma educativa de la Organización Panamericana de la Salud, concebida como herramienta para la cooperación técnica. Los objetivos de este artículo son caracterizar la oferta de formación del Campus Virtual de Salud Pública identificando las propuestas de cursos virtuales; caracterizar a los participantes de los cursos; describir los procesos de actualización tecnológica y sus avances en términos de accesibilidad; e identificar su relación con las principales líneas de cooperación de la Organización Panamericana de la Salud. El Campus Virtual de Salud Pública ha desarrollado 210 cursos con tutoría y 226 de autoaprendizaje desde 2007, relacionados con las políticas de la Organización. Se verificó un uso heterogéneo del campus en las distintas temáticas de la cooperación. La cantidad de cursos autoadministrados realizados durante la pandemia superó la cifra total acumulada en años previos. Los participantes provienen principalmente de Latinoamérica. Un 67,5% son mujeres, con edades entre 26 y 45 años. Un 57,1% posee educación universitaria, principalmente en enfermería o medicina. La mitad trabaja en hospitales y un 35,8% en el primer nivel. Más de un 90% de los participantes evaluaron favorablemente los temas abordados, recursos de conocimiento y características del aula virtual. Como dificultades, señalan escasa disponibilidad de tiempo y bajo acceso a internet. Como ventajas, destacan autonomía de horarios y acceso a diversas fuentes de información. Las herramientas de evaluación disponibles no son suficientes para reconocer el impacto de los programas educativos. Se plantean los desafíos de profundizar en la accesibilidad y calidad de las propuestas educativas, fortalecer la relación con los temas de cooperación y mejorar la evaluación de los cursos y el conocimiento sobre los usuarios.
Chapter
The World Tourism Organization indicates that 2022 has been the year to rethink tourism. Countries around the world turned UNWTO's vision of a greener, smarter, and more inclusive sector into real action. The objective of this research is to identify the characteristics of the training of tourism professionals through hybrid learning derived from the health contingency caused by COVID-19 and the relationship between goal 4.c of SDG 4, with the purpose of propose a scheme of tools used by teachers for the development of tourism professional competencies. To investigate the teaching practices developed in the pandemic context, an information matrix was used, which was designed based on learning management platforms (LMS), videoconference and online communication, online educational content, online collaboration tools, online evaluation and feedback, and interactive and multimedia resources. Likewise, a scheme of the competences that a professional in the tourism sector should acquire and develop in higher education institutions is proposed.
Article
Full-text available
Durante la pandemia del covid-19, el trabajo en línea generó inconformidades e inquietudes en los distintos actores del sector educativo, lo que ocasionó que la educación a distancia (EaD) fuera considerada difícil y poco efectiva. Por eso, el objetivo de este estudio fenomenológico hermenéutico fue explorar las experiencias de alumnos de algunas universidades públicas en México. En concreto, se trató de dar respuesta a preguntas que se han generado respecto a esta transformación educativa para las distintas instancias sociales, la efectividad de las implementaciones pedagógicas llevadas a cabo y las consecuencias de las brechas existentes. Para ello, se efectuó la entrevista a una muestra de 5 alumnos de algunas universidades públicas en México. Las evidencias cualitativas recolectadas se analizaron utilizando la agrupación de la información por temas y códigos axiales con la ayuda del software Nvivo. Entre los hallazgos de la investigación se detectaron aspectos que complicaron la forma de trabajo relacionados con el uso de dispositivos electrónicos, conexión a internet, capacitación docente y recursos institucionales. Finalmente, se realizaron varias propuestas para mejorar la educación en la reinserción a la nueva normalidad postcovid-19. Desde la perspectiva de los alumnos universitarios, una opción considerada es la modalidad de aula invertida o blended learning. Para ello, las instituciones educativas deberán enfocarse en capacitar a sus docentes en uso de tecnología y mejorar su infraestructura tecnológica.
Article
In recent days, Information and Communication Technologies (ICT) have been incorporated into the teaching-learning process. The study aims to achieve greater student engagement, and satisfaction using Instagram and Twitch platforms as methodological tools in teaching. The sample collects 50 students from the degree of a primary school teacher at the University of Valencia. The evaluation instrument has been based on direct observation and the use of the survey Barrado et al. (1999), evaluating the practical program, and the degree of satisfaction of the students. The results show the benefits of accessing learning at any time. Active participation in the platforms has made possible the involvement of students, receiving immediate feedback, and allowing them to build continuous learning.
Article
Full-text available
El contexto originado a partir de la pandemia ha dado apertura a explorar nuevos métodos de enseñanza. De este modo, es relevante examinar los diferentes modelos híbridos de aprendizaje propicios de los espacios virtuales, que logran convertirse en una alternativa propia del mundo digital y de la nueva era del aprendizaje, basadas en el desarrollo de las TIC. En este sentido, el propósito de este estudio es esclarecer algunos modelos híbridos en los entornos virtuales y cómo estos pueden ser relevantes en la interacción de la educación básica en Latinoamérica, principalmente el modelo instruccional. Por ello, la metodología empleada está basada en una revisión sistemática, que partirá del estado del arte y del análisis de los datos de investigaciones selectas en el campo. Finalmente, se pudo concluir que existen características relevantes en los modelos híbridos, los cuales pueden aportar al aprendizaje significativo y mejora de este en América Latina.
Article
Full-text available
Este artículo presenta resultados de una estrategia formativa de tipo colaborativo para el diseño de ambientes blended learning (BL) en competencias lectoras, dirigida a profesores en formación. Metodológicamente, se acude a la investigación basada en diseño (IBD), ya que esta reconoce el diseño en dos dimensiones: como objeto de estudio y como implementación didáctica para promover aprendizajes. Los datos obtenidos se analizaron mediante el uso del software Nvivo 11, con el fin de hallar y explicar las relaciones existentes entre las categorías propuestas en el estudio. El análisis de los resultados mostró que el trabajo colaborativo representa para los profesores en formación un reto complejo, pero de gran aporte en el diseño didáctico. Se concluye que trabajar colaborativamente requiere formación en interdependencia positiva, y simultáneamente fortalece competencias didácticas y tecnológicas implicadas en el diseño de experiencias de aprendizaje desde el modelo BL, importantes para el desempeño profesional docente.
Article
Full-text available
This article examined a blended learning initiative in a large suburban high school in the Midwestern region of the United States. It employed a single-case exploratory design approach to learn about the experience of administrators, teachers, students, and parents. Using Zimmerman’s Self-Regulated Learning (SRL) Theory as a guiding framework, this study explored surveys, face-to-face observation data, interview transcriptions, and focus group transcriptions to learn about different stakeholders’ experiences and their observations about student readiness for blended learning. As a result, the data suggested three major themes, namely how blended learning initiatives can promote autonomy and self-regulation, encourage inquiry and build relationships, and ultimately help students feel ready for college.
Article
Full-text available
In this study, we assessed the communication structure in an educational online learning environment using social network analysis (SNA). The communication structure was examined with respect to time, and instructors' participation. The course was implemented using ELGG, a network learning environment, blended with face-to-face sessions over a 14-week period. Data were collected from 114 undergraduate students who were enrolled in Instructional Technology and Material Design course. The program functions on the basis of a matrix; in this case a square matrix with rows and columns being the students' ID numbers. Density and centrality measures were visualized and interpreted. In terms of the density of the groups, it was found that the lowest density occurred during the first week. The highest density, on the other hand, occurred during the week when the instructor participated, in all the groups except for the third and sixth groups. The students placed in the center and those on the edges of the network differed on the basis of time as well as the instructor's participation. Other online learning environments could be assessed in a similar fashion using SNA in order to understand levels of participation and changes in interaction over time.
Article
Full-text available
In the 21st century, learning technologies have increasingly become pervasive within various forms of learning environments. Institutions of higher education are increasingly turning to these technologies to resource and support their teaching and learning environments under distributed circumstances, face-to-face or blended. Recently, the Fijian Ministry of Education systematically introduced learning technologies into Fiji’s technical colleges to support teaching and learning. However, prior to the widespread deployment of these technologies, little information was available on educators’ perception of the value of these technologies, and the extent to which this could influence adoption. The purpose of this study was to gain a better understanding of lecturers’ perceptions of the value of learning technologies and factors likely to influence their decisions to adopt and integrate these technologies into teaching as well as challenges they are likely to face. A survey was administered to fifty five self-selected lecturers involved in teaching within three Polytechnics in Fiji. Although overall findings suggested that lecturers strongly valued the contribution of learning technologies in enhancing student learning, a number of factors likely to influence the rapid adoption of these technologies were identified. These included attitude towards technology and perceived usefulness of technology in teaching, the institutional cultural environment, as well as resources available to support uptake. This research contributes to the growing significance of individual, contextual and cultural influences in the adoption of learning technologies into teaching.
Article
Full-text available
Digital curation may be regarded as a core competency in higher education since it contributes to establishing a sense of metaliteracy (an essential requirement for optimally functioning in a modern media environment) among students. Digital curation is gradually finding its way into higher education curricula aimed at fostering social media literacies. Teachers are urged to blend informal and formal learning and since most people informally use curation in their daily lives for compiling relevant information, it may be fairly easy to adopt digital curation in teaching and learning. Teachers, however, require considerable insight in incorporating various informal digital curation tools in educational practices. The SECTIONS model may assist in guiding decisions around the suitability of digital curation tools for a higher education environment. Including digital literacy training in the professional development of academic staff members may sensitize them to the possibilities that incorporating digital approaches in curricula offer. The Five Cs of Digital Curation framework may guide academic staff members in compiling suitable digital material. There as yet appears not to be a pedagogy that fully acknowledges the various digital curation processes. A pedagogy of abundance, acknowledging that content often is freely available and abundant, may eventually prove relevant in this regard.
Article
Full-text available
This article reports the findings of a study on the perceptions of faculty governance leaders to online and blended learning. For the purposes of this study, faculty governance was defined as formally established bodies in colleges and universities such as senates, councils, and collective bargaining organizations that are affiliated with the American Association of University Professors (AAUP). While there have been many studies on the perceptions of students, faculty, and administrators, there has been very little research on the perceptions of faculty governance leaders who hold critical positions in colleges and universities. Governance leaders are at the crux of approval processes that influence the development of curricula, faculty personnel policies, and academic programs, all of which can impact the implementation of online and blended learning initiatives. The research methodology for this study included a survey sent to a sample of governance leaders at U.S. institutions of higher education and follow-up phone interviews or email correspondence with a small number of volunteers. The sample was identified using an American Association of University Professors (AAUP) membership list. The results of this study provide important new information on the perceptions of this influential group of leaders on matters related to online and blended learning.
Article
Full-text available
Health professional education is experiencing a cultural shift towards student-centered education. Although we are now challenging our traditional training methods, our methods for evaluating the impact of the training on the learner remains largely unchanged. What is not typically measured is student-centered value; whether it was 'worth' what the learner paid. The primary aim of this study was to apply a method of calculating student-centered value, applied to the context of a change in teaching methods within a health professional program. This study took place over the first semester of the third year of the Bachelor of Physiotherapy at Monash University, Victoria, Australia, in 2014. The entire third year cohort (n = 78) was invited to participate. Survey based design was used to collect the appropriate data. A blended learning model was implemented; subsequently students were only required to attend campus three days per week, with the remaining two days comprising online learning. This was compared to the previous year's format, a campus-based face-to-face approach where students attended campus five days per week, with the primary outcome-Value to student. Value to student incorporates, user costs associated with transportation and equipment, the amount of time saved, the price paid and perceived gross benefit. Of the 78 students invited to participate, 76 completed the post-unit survey (non-participation rate 2.6%). Based on Value to student the blended learning approach provided a $1,314.93 net benefit to students. Another significant finding was that the perceived gross benefit for the blended learning approach was $4014.84 compared to the campus-based face-to-face approach of $3651.72, indicating that students would pay more for the blended learning approach. This paper successfully applied a novel method of calculating student-centered value. This is the first step in validating the value to student outcome. Measuring economic value to the student may be used as a way of evaluating effective change in a modern health professional curriculum. This could extend to calculate total value, which would incorporate the economic implications for the educational providers. Further research is required for validation of this outcome.
Article
Full-text available
Objectives To evaluate student academic performance and perception towards blended learning and flipped classrooms in comparison to traditional teaching. Methods This study was conducted during the hematology block on year three students. Five lectures were delivered online only. Asynchronous discussion boards were created where students could interact with colleagues and instructors. A flipped classroom was introduced with application exercises. Summative assessment results were compared with previous year results as a historical control for statistical significance. Student feedback regarding their blended learning experience was collected. Results A total of 127 responses were obtained. Approximately 22.8% students felt all lectures should be delivered through didactic lecturing, while almost 35% felt that 20% of total lectures should be given online. Students expressed satisfaction with blended learning as a new and effective learning approach. The majority of students reported blended learning was helpful for exam preparation and concept clarification. However, a comparison of grades did not show a statistically significant increase in the academic performance of students taught via the blended learning method. Conclusions Learning experiences can be enriched by adopting a blended method of instruction at various stages of undergraduate and postgraduate education. Our results suggest that blended learning, a relatively new concept in Saudi Arabia, shows promising results with higher student satisfaction. Flipped classrooms replace passive lecturing with active student-centered learning that enhances critical thinking and application, including information retention.
Article
Master-D is a training company that was founded in 1994. It was initially comprised of 10 people. Now has more than a thousand employees and has branches in five different countries across three continents. This company owes a great deal of its success to the concept of blended learning, or its unique manner of understanding this educational form which we like to call open training. In the following pages we will examine some of the principles of a successful business based on this training model. In: International Journal of Instructional Technology and Distance Learning (ITDL).
Article
Educational videos have become an important part of higher education, providing an important content-delivery tool in many flipped, blended, and online classes. Effective use of video as an educational tool is enhanced when instructors consider three elements: how to manage cognitive load of the video; how to maximize student engagement with the video; and how to promote active learning from the video. This essay reviews literature relevant to each of these principles and suggests practical ways instructors can use these principles when using video as an educational tool.
Article
Cheating, left untended, erodes the validity of evaluation and, ultimately, corrupts the legitimacy of a course. We profile an approach to manage, with an eye toward preempting, cheating on asynchronous, objective, online quizzes. This approach taps various technological and social solutions to academic dishonesty, integrating them into a technology-centered, socially-sensitive pedagogy. The resulting design engages a battery of technology tools, within a social context moderated by the testing effect, to minimize the practicality, productivity, and hence, students’ propensity to cheat. Operationally, we used the Canvas LMS to generate a differentiated series of objective quizzes from question banks holding several hundred potential items. We assess cross-sectional data from 178 MBA students spanning eight online-only classes. The results support the effectiveness of an integrated blend of technology tools and social methods to encourage students’ consciousness of the resulting uselessness of cheating. We review the implications of the results to test anxiety, student engagement, learning effectiveness, and workflow efficiency.