Content uploaded by Manuel Fernández-Alcántara
Author content
All content in this area was uploaded by Manuel Fernández-Alcántara on Dec 23, 2015
Content may be subject to copyright.
Revista
Iberoamericana
de
Psicología
y
Salud
(2016)
7,
15---24
www.elsevier.es/rips
REVISTA
IBEROAMERICANA
DE
PSICOLOGÍA
Y
SALUD
Revista
Oficial
de
la
Federación
Iberoamericana
de
Asociaciones
de
Psicología
(FIAP)
[Official
Journal
of
the
Latin-American
Federation
of
Psychological
Associations]
Influencia
de
la
psicopatología
emocional
y
el
tipo
de
pérdida
en
la
intensidad
de
los
síntomas
de
duelo
Manuel
Fernández-Alcántara ∗,
M.
Nieves
Pérez-Marfil,
Andrés
Catena-Martínez,
Miguel
Pérez-García
y
Francisco
Cruz-Quintana
Centro
de
Investigación
Mente,
Cerebro
y
Comportamiento
(CIMCYC).
Universidad
de
Granada,
Espa˜
na
Recibido
el
15
de
septiembre
de
2015;
aceptado
el
19
de
octubre
de
2015
Disponible
en
Internet
el
22
de
noviembre
de
2015
PALABRAS
CLAVE
Duelo
complicado;
Psicopatología;
Emoción;
Centralidad;
Fin
de
vida
Resumen
La
pérdida
de
un
ser
querido
puede
dar
lugar
a
un
duelo
complicado,
caracterizado
por
intensos
síntomas
de
anhelo,
tristeza
o
pérdida
de
sentido.
La
identificación
del
duelo
complicado
es
central
para
poder
ofrecer
tratamientos
adecuados.
Sin
embargo,
no
se
conoce
con
claridad
el
perfil
sintomatológico,
ni
la
influencia
que
tienen
el
tipo
de
pérdida
en
la
intensidad
del
duelo.
En
este
estudio
descriptivo
participaron
un
total
de
68
personas
que
habían
sufrido
una
pérdida,
al
menos
seis
meses
antes
de
la
evaluación.
Completaron
una
batería
de
pruebas
sobre
intensidad
del
duelo
y
psicopatología.
Los
resultados
se˜
nalan
que
todas
las
variables
psicopatológicas
mostraron
altas
relaciones
significativas
con
la
intensidad
de
síntomas
de
duelo.
La
centralidad
con
que
se
percibió
la
pérdida
y
los
sentimientos
de
hostilidad
predijeron
en
gran
medida
los
valores
de
duelo
complicado
y
con
mayor
intensidad
de
experiencias
de
duelo
y
de
síntomas
psicopatológicos.
El
perfil
sintomatológico
en
duelo
complicado
se
relaciona
con
un
gran
abanico
de
psicopatología.
La
pérdida
de
un
hijo
parece
ser
un
importante
factor
de
riesgo
para
el
desarrollo
de
duelo
complicado.
©
2015
Sociedad
Universitaria
de
Investigación
en
Psicología
y
Salud.
Publicado
por
Elsevier
España,
S.L.U.
Este
es
un
artículo
Open
Access
bajo
la
licencia
CC
BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
KEYWORDS
Complicated
grief;
Psychopathology;
Emotion;
Centrality;
End-of-life
Influence
of
emotional
psychopathology
and
type
of
loss
in
the
intensity
of
grief
Abstract
The
loss
of
a
loved
one
may
provoke
complicated
grief,
which
is
characterized
by
intense
symptoms
of
yearning,
sadness,
or
loss
of
life
meaning.
Identifying
those
at
risk
of
developing
complicated
grief
is
crucial
to
provide
adequate
treatment.
However,
little
is
known
about
the
symptom
profile
or
the
influence
that
the
type
of
loss
may
have
on
grief
intensity.
A
descriptive
design
was
carried
out.
A
total
of
68
participants
that
have
lost
a
loved
one
due
to
death,
at
least
six
months
ago,
took
part
on
the
research.
They
completed
a
range
of
∗Autor
para
correspondencia.
Correo
electrónico:
mfernandeza@ugr.es
(M.
Fernández-Alcántara).
http://dx.doi.org/10.1016/j.rips.2015.10.002
2171-2069/©
2015
Sociedad
Universitaria
de
Investigación
en
Psicología
y
Salud.
Publicado
por
Elsevier
España,
S.L.U.
Este
es
un
artículo
Open
Access
bajo
la
licencia
CC
BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
16
M.
Fernández-Alcántara
et
al.
emotional
self-report
measures.
All
psychopathological
variables
showed
high
and
significant
relations
with
the
intensity
of
grief.
The
centrality
perceived
and
feelings
of
hostility
predicted
the
score
of
complicated
grief.
Finally,
the
loss
of
a
son
was
associated
with
complicated
grief
and
with
higher
scores
on
the
experiences
of
loss
and
emotional
psychopathology.
Symptom
profile
of
those
with
complicated
grief
is
associated
with
a
large
number
of
psychopathological
variables,
including
depression,
anxiety
and
post-traumatic
stress
disorder.
The
loss
of
a
son
seems
to
be
an
important
risk
factor
for
developing
complicated
grief.
©
2015
Sociedad
Universitaria
de
Investigación
en
Psicología
y
Salud.
Published
by
Else-
vier
España,
S.L.U.
This
is
an
open
access
article
under
the
CC
BY-NC-ND
license
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
Un
proceso
de
duelo
puede
definirse
como
el
conjunto
de
reacciones
emocionales,
cognitivas
y
conductuales
que
tienen
lugar
tras
la
pérdida
de
un
ser
querido
(Romero,
2013).
Ante
el
fallecimiento
de
un
ser
querido
son
diversas
las
trayectorias
documentadas
por
la
investigación
(véase
Arizmendi
y
O’Connor,
2015
para
una
reciente
revisión).
La
mayor
parte
de
las
personas
dispone
de
adecuados
recursos
de
afrontamiento
para
hacer
frente
a
la
pérdida,
mostrando
importantes
signos
de
resiliencia
(Bonanno
y
Diminich,
2013;
Bonanno,
Westphal
y
Mancini,
2011).
Modelos
como
el
Dual
Process
Model
Coping
indican
que
durante
el
proceso
de
duelo
normal
tiene
lugar
una
oscilación
o
movimiento
entre
el
procesamiento
de
aspectos
directamente
relacionados
con
la
pérdida,
y
aquellos
que
permiten
la
adaptación
a
un
nuevo
medio
sin
el
fallecido
(Fasse
y
Zech,
2015;
Stroebe
y
Schut,
2010).
La
oscilación
o
la
flexibilidad
es
la
que
per-
mite
dicha
adaptación,
así
como
continuar
viviendo
con
su
recuerdo,
sin
que
este
interfiera
de
manera
negativa
en
el
funcionamiento
cotidiano
(Bonanno
y
Burton,
2013).
Sin
embargo,
la
literatura
también
recoge
que
entre
un
10
y
un
15%
de
las
personas
que
experimentan
una
pérdida
van
a
desarrollar
síntomas
de
duelo
intenso
durante
un
periodo
de
tiempo
prolongado
(Kersting,
Brähler,
Glaesmer
y
Wagner,
2011;
Prigerson,
Vanderwerker
y
Maciejewski,
2008).
Actual-
mente
se
denomina
a
esta
categoría
duelo
complicado
o
duelo
prolongado.
Los
síntomas
centrales
incluyen
un
fuerte
anhelo
por
la
persona
que
ha
fallecido,
dificultad
para
aceptar
la
pérdida,
sentimientos
de
shock
o
incredulidad,
emociones
como
la
rabia,
la
amargura,
la
pena
o
la
culpabi-
lidad
con
respecto
al
fallecimiento
y
problemas
importantes
a
nivel
del
funcionamiento
cotidiano
que
se
mantienen,
al
menos
seis
meses
tras
la
pérdida
(Boelen
y
Prigerson,
2012;
Prigerson
et
al.,
2009;
Shear
et
al.,
2011).
A
pesar
de
que
existe
controversia
con
respecto
a
incluir
el
duelo
dentro
del
abanico
de
la
psicopatología
(Wakefield,
2013a,
2013b),
diversas
investigaciones
coinciden
al
se˜
nalar
que
dicho
pro-
ceso
puede
cronificarse,
generando
importante
malestar
en
la
persona
(Simon
et
al.,
2011).
El
desarrollo
de
un
duelo
complicado
depende
de
un
gran
número
de
factores
y
variables.
El
reciente
modelo
de
Maccallum
y
Bryant
(2013)
pone
el
acento
en
los
pro-
cesos
biográficos
y
de
identificación.
La
percepción
del
fallecido
como
un
elemento
básico
para
definir
nuestra
pro-
pia
identidad
sería
un
factor
de
riesgo
de
gran
importancia
(Maccallum
y
Bryant,
2013).
Así
mismo,
se˜
nalan
toda
una
serie
de
variables
moderadoras
entre
las
que
se
encuentran
los
estilos
de
apego
ansiosos
y
evitativos,
la
rumiación,
los
estilos
de
afrontamiento
y
de
apego,
déficits
en
aspectos
emocionales,
principalmente
asociados
con
la
flexibilidad
(Bonanno,
Papa,
Lalande,
Westphal
y
Coifman,
2004;
Gupta
y
Bonanno,
2011),
o
la
historia
de
psicopatología
previa.
Finalmente,
toda
una
serie
importante
de
variables
con-
textuales
tienen
que
tomarse
en
consideración,
puesto
que
explican
parte
de
dicho
proceso
(Zech,
2006).
La
identificación
de
aquellas
personas
que
se
encuentran
en
un
duelo
complicado
es
importante
para
poder
ofrecer
una
atención
emocional
y
psicológica
adecuada
(García
y
Landa,
2015).
Diversos
estudios
han
se˜
nalado
cómo
la
tera-
pia
específica
de
duelo
es
útil
y
efectiva
en
aquellos
casos
de
duelo
complicado,
mientras
el
acompa˜
namiento
en
pro-
cesos
de
duelo
normal
tiene
efectos
menos
claros
(García,
Landa,
Grandes,
Pombo
y
Mauriz,
2013;
Jordan
y
Litz,
2014;
Mancini,
Griffin
y
Bonanno,
2012).
Un
problema
importante
al
respecto
es
el
perfil
psicopatológico
de
aquellas
personas
en
duelo
complicado.
Simon
et
al.
(2007)
se˜
nalaron
la
impor-
tante
comorbilidad
entre
el
duelo
complicado,
el
trastorno
depresivo
mayor
y
el
trastorno
de
estrés
post-traumático.
Recientes
estudios
también
han
se˜
nalado
la
relación
con
otros
aspectos
emocionales
como
trastornos
de
ansiedad
(Pini
et
al.,
2012)
y
otros
tipos
de
psicopatología
(Boelen,
Van
Den
Bout,
De
Keijser
y
Hoijtink,
2003).
La
existencia
de
dichas
asociaciones
dificulta
obtener
un
diagnóstico
ade-
cuado
e
identificar
aquellos
casos
susceptibles
de
recibir
tratamiento.
Sin
embargo,
por
lo
que
conocemos,
no
exis-
ten
recientes
estudios
en
población
espa˜
nola
que
permitan
conocer
hasta
qué
grado
y
con
qué
aspectos
psicopatológicos
se
relaciona
el
duelo
intenso
y
sus
diferentes
experiencias
o
manifestaciones.
Una
variable
importante
a
la
hora
de
entender
la
inten-
sidad
del
duelo
es
la
relación
que
existía
entre
el
fallecido
y
la
persona
en
duelo.
Si
bien
el
duelo
complicado
puede
desarrollarse
ante
una
pérdida
de
cualquier
tipo,
la
litera-
tura
parece
indicar
que
hay
casos
dónde
se
da
con
mayor
frecuencia.
Por
ejemplo,
al
comparar
la
muerte
de
un
her-
mano
con
la
muerte
de
un
compa˜
nero
de
la
misma
edad,
se
encontraron
síntomas
de
duelo
y
emocionales
más
intensos
en
aquellos
que
habían
perdido
a
un
hermano
(Herberman
Mash,
Fullerton
y
Ursano,
2013).
Diversos
estudios
han
puesto
de
relevancia
que
la
pérdida
de
un
hijo
es
un
estresor
importante
que
puede
desencadenar
un
duelo
complicado
con
mayor
facilidad,
siendo
considerada
una
de
las
pérdi-
das
más
traumáticas
(Lannen,
Wolfe,
Prigerson,
Onelov
y
Kreicbergs,
2008;
Middleton,
Raphael,
Burnett
y
Martinek,
1998).
Así,
parece
que
el
sufrimiento
que
genera
es
más
intenso
que
el
que
tiene
lugar
tras
la
pérdida
de
un
cón-
yuge
u
otro
pariente
(Zetumer
et
al.,
2015).
En
esta
línea,
Influencia
de
la
psicopatología
emocional
y
el
tipo
de
pérdida
17
Esmaeilpour
y
Bakhshalizadeh
Moradi
(2015)
encontraron
diferencias
con
respecto
a
las
experiencias
de
duelo,
indi-
cando
que
la
pérdida
de
un
hijo
supuso
mayores
síntomas
somáticos,
búsqueda
de
explicaciones
y
sentimientos
de
abandono.
El
tipo
de
pérdida
parece
no
influir
en
los
recorridos
o
trayectorias
de
duelo,
aunque
sí
parecen
ser
diferentes
en
algunos
aspectos
(Lotterman,
Bonanno
y
Galatzer-Levy,
2014).
En
un
estudio
longitudinal
realizado
con
población
de
edad
avanzada
se
encontraron
diferencias
en
los
síntomas
depresivos
en
función
de
si
el
duelo
fue
debido
al
falleci-
miento
de
un
hijo
o
de
una
pareja
(Maccallum,
Galatzer-Levy
y
Bonanno,
2015).
Sin
embargo,
estas
variaciones
fueron
explicadas
por
otras
variables
sociodemográficas.
En
este
sentido,
son
escasos
los
estudios
donde
se
comparen,
a
tra-
vés
de
diferentes
pruebas,
las
diferencias
en
la
intensidad
del
duelo
tomando
en
cuenta
el
tipo
de
pérdida.
Por
ello,
los
objetivos
del
presente
estudio
fueron:
a)
evaluar
a
través
de
diferentes
pruebas
los
índices
de
psi-
copatología
en
personas
que
se
encontraran
sufriendo
un
proceso
de
duelo
debido
al
fallecimiento
de
un
ser
querido,
y
b)
evaluar
la
intensidad
y
las
experiencias
del
proceso
de
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida.
Las
hipótesis
fueron
las
siguientes:
a)
la
intensidad
del
duelo
irá
asociada
a
mayores
síntomas
psicopatológicos
de
manera
global
(incluyendo
los
principales
reportados
por
la
literatura:
depresión,
ansiedad
y
estrés
post-traumático),
y
b)
aquellos
participantes
que
hayan
perdido
a
un
hijo
mostrarán
síntomas
más
intensos
de
duelo
en
comparación
con
otro
tipo
de
pérdidas
(cónyuge
o
padres).
Método
Participantes
Tomaron
parte
en
el
estudio
un
total
de
68
participan-
tes.
Fueron
reclutados
de
la
Unidad
Clínica
de
la
Facultad
de
Psicología
(Granada),
la
Unidad
de
Cuidados
Paliativos
del
Hospital
Clínico
San
Cecilio
(Granada)
y
de
diferentes
asociaciones
de
duelo
(Jaén
y
Albacete).
Sus
principales
características
sociodemográficas
aparecen
descritas
en
la
tabla
1.
La
edad
media
fue
de
41,25
a˜
nos
(DT
=
12,66)
y
el
tiempo
en
meses
transcurrido
desde
el
fallecimiento
fue
de
29,55
(DT
=
25,25).
Los
criterios
de
inclusión
para
participar
en
el
estudio
fueron:
a)
haber
experimentado
la
pérdida
de
un
ser
querido
hace,
al
menos
6
meses,
b)
no
tener
un
diag-
nóstico
de
enfermedad
neurológica,
y
c)
ser
mayor
de
edad.
Los
criterios
de
exclusión
fueron:
a)
imposibilidad
para
leer
y
escribir
y
b)
tener
más
de
65
a˜
nos.
Instrumentos
Inventario
de
Duelo
Complicado
(IDC;
adaptación
al
cas-
tellano
por
Limonero-
García,
Lacasta-
Reverte,
García,
Maté-Méndez
y
Prigerson,
2009).
Instrumento
elaborado
por
Prigerson
et
al.
(1995)
compuesto
por
19
ítems
en
una
escala
Likert
de
5
puntos
(de
0
a
4).
Los
ítems
reflejan
los
sín-
tomas
principales
que
caracterizan
el
duelo
complicado:
anhelo
por
el
fallecido,
rumiaciones,
aspectos
emocionales
o
alucinaciones.
La
consistencia
interna
ha
demostrado
ser
alta
en
diferentes
estudios,
alcanzando
valores
de
␣
=
0,94.
Tabla
1
Características
sociodemográficas
de
la
muestra
Variables
N
%
Género
Hombre
21
30,9%
Mujer
47
69,1%
Estado
Civil
Soltero
21
30,9%
Casado
32
47,1%
Viudo
7
10,3%
Separado
8
11,8%
Nivel
de
Estudios
Primarios
17
25%
Bachillerato/FP
10
14,7%
Universitarios
40
60,3%
Vínculo
Pérdida
Hijos
20
29,4%
Parejas/Hermanos
14
20,6%
Padre/Madre 32
47,1%
Abuelos
2
2,9%
Inventario
de
Texas
Revisado
de
Duelo
(ITRD;
adapta-
ción
al
castellano
por
García-García,
Landa-Petralanda,
Trigueros-Manzano
y
Gaminde-Inda,
2005).
Instrumento
para
evaluar
los
sentimientos
asociados
con
el
duelo
más
intenso
o
complejo.
Tiene
dos
subescalas,
la
primera
de
ellas
explora
la
conducta
y
los
sentimientos
del
doliente
en
los
momentos
inmediatos
al
fallecimiento,
mientras
que
la
segunda
explora
los
sentimientos
actuales
del
doliente
en
relación
con
el
fallecido.
Tiene
un
total
de
21
ítems
con
5
categorías
de
respuesta
tipo
Likert,
desde
‘‘completamente
verdadera’’
(5
puntos)
hasta
‘‘completamente
falso’’
(1
punto).
Una
puntuación
más
baja
en
las
escalas
indica
un
proceso
de
duelo
más
intenso,
mientras
que
una
puntuación
mayor
indica
un
duelo
con
menor
intensidad.
La
adaptación
al
castellano
se˜
nala
una
adecuada
fiabilidad,
con
␣
=
0,75
y
␣
=
0,86
respectivamente.
Inventario
de
Experiencias
en
Duelo
(IED;
adaptación
al
castellano
por
García-García,
Landa,
Trigueros-Manzano
y
Gaminde-Inda,
2001).
Se
trata
de
un
instrumento
creado
para
evaluar
los
diferentes
síntomas
o
experiencias
tras
la
pérdida
de
un
ser
querido.
Consta
de
un
total
de
135
ítems
y
una
escala
de
respuesta
dicotómica
de
dos
opcio-
nes:
verdadero
o
falso.
Está
compuesto
por
un
total
de
18
subescalas.
De
éstas,
nueve
son
las
que
se
han
utilizado
tradicionalmente
debido
a
sus
mejores
propiedades
psico-
métricas:
desesperanza,
enfado,
culpa,
aislamiento
social,
pérdida
de
control,
rumiación,
despersonalización,
soma-
tización
y
ansiedad
ante
la
muerte.
Los
valores
de
alfa
de
Cronbach
de
la
adaptación
al
castellano
oscilaron
entre
␣
=
0,43
y
␣
=
0,85.
Escala
sobre
la
centralidad
del
evento
(ECE;
adaptación
al
castellano
por
Fernández-Alcántara
et
al.,
2015).
Escala
compuesta
por
20
ítems
con
un
rango
de
respuesta
entre
1
(completamente
en
desacuerdo)
y
5
(completamente
de
acuerdo).
Evalúa
el
grado
en
que
un
suceso
de
carácter
trau-
mático
(en
este
caso
la
pérdida
de
un
ser
querido)
supuso
un
punto
de
inflexión
en
la
vida,
forma
parte
de
la
identi-
dad
de
la
persona,
y
supone
un
punto
de
referencia
para
18
M.
Fernández-Alcántara
et
al.
Tabla
2
Medias,
desviaciones
típicas
y
máximos-mínimos
de
las
diferentes
escalas
de
duelo
y
de
psicopatología
Variables
Medias
(DT)
Mínimo-Máximo
Mínimo-Máximo
Teórico
Intensidad
del
Duelo
IDC
29,55
(14,02)
2-59
0-76
ITRIG
---
Pasado
20,90
(7,74)
8-40
8-40
ITRIG
-
Presente
28,53
(9,94)
13-54
13-65
Experiencias
de
Duelo
(IED)
Desesperanza
0,40
(0,26)
0-0,94
0-1
Enfado
0,51
(0,29)
0-1
0-1
Culpa
0,33
(0,28)
0-1
0-1
Aislamiento
Social 0,40
(0,30)
0-1
0-1
Pérdida
de
Control 0,63
(0,21) 0-1 0-1
Rumiación 0,48
(0,20) 0-0,92 0-1
Despersonalización
0,61
(0,26)
0-1
0-1
Somatización
0,34
(0,24)
0-0,95
0-1
Ansiedad
ante
la
Muerte 0,54
(0,23)
0-1
0-1
Centralidad
(ECE)
72,70
(17,40)
20-100
20-100
TEPT
(EGEP)
Reexperimentación 6,54
(5,05)
0-19
0-20
Evitación
5,52
(5,50) 0-22
0-28
Hiperactivación
4,97
(4,55)
0-20
0-20
Psicopatología
(SCL-90-R)
Somatización
1,08
(0,92)
0-3,25
0-2,30
Obsesión
1,29
(0,94)
0-3,5
0-3,72
Interpersonal
0,90
(0,83)
0-2,89
0-3,60
Depresión
1,32
(0,85)
0,08-3,38
0-3,60
Ansiedad
0,98
(0,84)
0-3,10
0-3,40
Hostilidad
0,77
(0,83)
0-3,67
0-3,70
Fobia
0,62
(0,77)
0-3,14
0-3,70
Paranoia
0,70
(0,67)
0-2,67
0-3,70
Psicoticismo
0,60
(0,60)
0-2,40
0-
2,70
nuevas
experiencias
o
aprendizajes.
Ha
mostrado
impor-
tantes
asociaciones
con
variables
psicopatológicas
como
el
estrés
post-traumático,
la
ansiedad
o
la
depresión
(Berntsen
y
Rubin,
2006).
Los
valores
de
fiabilidad
de
la
adaptación
al
castellano
son
altos
(␣
=
0,92-0,94).
Escala
de
Evaluación
Global
del
Estrés
Post-Traumático
(EGEP;
Crespo
y
Gómez,
2012).
Escala
para
evaluar
los
diver-
sos
componentes
del
trastorno
de
estrés
post-traumático.
Está
compuesta
por
varias
partes.
En
el
presente
estudio
solamente
se
utilizó
la
parte
2,
formada
por
un
total
de
62
ítems
que
evalúan
las
dimensiones
de
reexperimenta-
ción,
evitación
e
hiperactividad
asociados
a
la
vivencia
de
un
suceso
de
carácter
traumático.
La
consistencia
interna
de
las
diferentes
subescalas
varió
entre
0,73
y
0,86.
En
el
presente
estudio
se
utilizaron
los
valores
de
intensidad
de
las
tres
categorías
de
síntomas.
Inventario
de
90
Síntomas
Revisado
(SCL-90-R;
Derogatis,
2002).
El
SCL-90-R
es
una
medida
breve
compuesta
por
90
ítems
designada
para
evaluar
un
amplio
rango
de
psico-
patología.
En
este
estudio
se
utilizó
la
versión
completa
incluyendo
9
subescalas:
somatización,
obsesión,
problemas
interpersonales,
depresión,
ansiedad,
hostilidad,
ansiedad
fóbica,
paranoia
y
psicoticismo.
Los
índices
de
fiabilidad
de
las
diferentes
escalas
varían
entre
0,81
y
0,90.
En
el
pre-
sente
estudio
se
trabajaron
con
las
puntuaciones
típicas
para
poder
comparar
entre
las
diferentes
subescalas.
Procedimiento
Los
participantes
que
aceptaron
tomar
parte
en
el
estu-
dio
y
cumplieron
los
criterios
de
inclusión
comenzaron
una
investigación
que
incluyó
la
evaluación
de
las
áreas
emocio-
nales
relacionadas
con
el
duelo,
junto
con
una
batería
de
evaluación
neuropsicológica.
La
duración
total
fue
de
tres
sesiones
de
una
hora
y
media
cada
una.
En
la
primera
de
ellas
completaron
las
diferentes
medidas
de
autoinforme
que
se
han
descrito
anteriormente.
Todas
las
sesiones
se
realizaron
en
un
entorno
tranquilo,
siendo
llevadas
a
cabo
por
el
mismo
investigador
bajo
condiciones
homogéneas.
La
investigación
fue
aprobada
por
el
Comité
de
Ética
de
Inves-
tigación
Humana
de
la
Universidad
de
Granada.
Todos
los
participantes
fueron
informados
en
la
primera
sesión
y
fir-
maron
el
consentimiento
informado
por
escrito
antes
de
iniciar
la
primera
sesión
de
evaluación.
La
evaluación
se
llevó
a
cabo
conforme
a
las
normas
éticas
de
la
Declaración
de
Helsinki.
Análisis
de
los
datos
En
primer
lugar
se
calcularon
los
diferentes
estadísticos
des-
criptivos
de
las
medidas
de
autorreporte
para
el
total
de
la
muestra.
Se
utilizaron
correlaciones
bivariadas
de
Pearson
Influencia
de
la
psicopatología
emocional
y
el
tipo
de
pérdida
19
Tabla
3
Correlaciones
entre
las
medidas
de
intensidad
de
duelo
(IDC
y
ITRD)
y
las
medidas
psicopatológicas
Variables
Psicopatológicas
IDC
ITRIG-Pasado
ITRIG-Presente
Centralidad
0,71** −0,63** −0,74**
Reexperimentación
0,64** −0,58** −0,60**
Evitación
0,58** −0,48** −0,52**
Hiperactivación
0,74** −0,57*−0,59**
Somatización
0,59** −0,56** −0,41**
Obsesión
0,63** −0,57** −0,40**
Interpersonal
0,60** −0,47** −0,41**
Depresión
0,67** −0,54** −0,49**
Ansiedad
0,62** −0,57** −0,43**
Hostilidad
0,70** −0,55** −0,47**
Fobia
0,62** −0,53** −0,43**
Paranoia 0,52** −0,42** −0,29*
Psicoticismo
0,68** −0,53** −0,43**
** p
<
0,01,
*p
<
0,05.
Nota.
IDC
=
Inventario
de
duelo
complicado,
ITRD
=
Inventario
de
Texas
Revisado
de
Duelo.
para
conocer
las
relaciones
entre
las
diferentes
variables
de
duelo
(intensidad
y
experiencias/síntomas)
con
la
psicopa-
tología.
Se
empleó
una
regresión
lineal
simple
para
evaluar
el
rol
de
la
psicopatología
en
la
intensidad
del
duelo.
Con
objeto
de
conocer
las
diferencias
en
función
del
tipo
de
pér-
dida
la
muestra
se
dividió
en
tres
grupos:
pérdida
de
un
hijo,
de
una
pareja
o
un
hermano
y
pérdida
de
un
padre
o
una
madre.
Debido
a
que
solamente
dos
participantes
habían
experimentado
la
pérdida
de
un
abuelo,
fueron
eli-
minados
de
esta
fase
del
análisis.
Se
realizaron
análisis
de
varianza
con
el
tipo
de
pérdida
como
variable
independiente
de
tres
niveles,
y
los
diferentes
índices
de
intensidad
y
de
experiencias-síntomas
de
duelo
como
variables
dependien-
tes.
Se
realizaron
análisis
post-hoc
utilizando
el
estadístico
de
Bonferroni.
Resultados
Evaluación
de
la
psicopatología
y
su
relación
con
la
intensidad
y
emociones
del
duelo
Los
valores
medios,
así
como
el
rango
de
puntuaciones
de
las
variables
asociadas
a
la
experiencia
de
duelo
y
de
los
diversos
índices
de
psicopatología
se
muestran
en
la
tabla
2.
La
intensidad
del
duelo
correlacionó
positivamente
con
todos
los
índices
de
psicopatología
evaluados
(recor-
demos
que
en
el
ITRD
una
menor
puntuación
indica
mayor
intensidad
del
duelo).
Dichas
relaciones
fueron
altas,
con
valores
superiores
a
0,50
para
las
medidas
de
duelo
com-
plicado,
y
con
valores
algo
más
bajos
en
las
medidas
del
ITRD
(véase
la
tabla
3).
Con
respecto
a
las
experiencias
con-
cretas
de
duelo,
evaluadas
a
través
del
IED,
observamos
la
misma
tendencia,
con
excepción
de
las
escalas
de
ansiedad
ante
la
muerte,
dónde
solo
se
encontraron
relaciones
con
la
centralidad
del
evento,
y
la
escala
de
pérdida
de
control,
que
mostró
las
asociaciones
más
bajas
con
los
diferentes
variables
psicopatológicas
(véase
la
tabla
4).
Tabla
4
Correlaciones
entre
las
diferentes
experiencias
de
duelo
(IED)
y
las
medidas
psicopatológicas
Variables
Psicopatologicas
Desesperanza
Enfado
Culpa
A.Social
P.
Control Rumiación Despersonalización
Somatización
Ansiedad
Muerte
Centralidad
0,60** 0,39** 0,50** 0,37** 0,23*
0,58** 0,70** 0,48** 0,36**
Reexperimentación 0,52** 0,51** 0,53** 0,39** 0,42** 0,60** 0,53** 0,67** 0,10
Evitación
0,63** 0,52** 0,55** 0,54** 0,21
0,33** 0,47** 0,55** 0,08
Hiperactivación
0,61** 0,55** 0,42** 0,49** 0,41** 0,39** 0,56** 0,56** 0,11
Somatización
0,66** 0,58** 0,45** 0,45** 0,33** 0,41** 0,44** 0,68** 0,09
Obsesión
0,77** 0,56** 0,44** 0,58** 0,26*0,37** 0,56** 0,59** 0,12
Interpersonal
0,70** 0,57** 0,46** 0,54** 0,29*0,29*0,52** 0,43** 0,22
Depresión
0,78** 0,57** 0,61** 0,66** 0,35** 0,36** 0,54** 0,58** 0,18
Ansiedad
0,68** 0,60** 0,58** 0,50** 0,38** 0,41** 0,47** 0,65** 0,21
Hostilidad
0,66** 0,70** 0,48*0,45** 0,28*0,32** 0,53** 0,48** 0,06
Fobia
0,64** 0,52** 0,46** 0,43** 0,39** 0,37** 0,47** 0,62** 0,15
Paranoia 0,62** 0,54** 0,32** 0,43** 0,09
0,27*
0,48** 0,40** 0,02
Psicoticismo
0,74** 0,61** 0,58** 0,59** 0,30*0,35** 0,53** 0,60** 0,02
** p
<
0,01,
*p
<
0,05
20
M.
Fernández-Alcántara
et
al.
Tabla
5
Diferencias
en
la
intensidad
del
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida
Intensidad
del
duelo
Hijos
Pareja/Hermanos
Padres/Madres
Post-hoc
M
(DT)
M
(DT)
M
(DT)
IDC
38.80
(12,51)
26,78
(12,65)
24,71
(12,73)
H>P-H
=
P-M
ITRD-Pasado
16,55
(7,55)
21,35
(7,01)
23,75
(7,11)
P-H
=
P-M>H
ITRD-Presente
22,65
(9,14)
29
(7,31)
32,12
(10,16)
P-H
=
P-M>H
Nota.
IDC
=
Inventario
de
duelo
complicado,
ITRD
=
Inventario
de
Texas
Revisado
de
Duelo.
Dado
el
tama˜
no
muestral
del
presente
estudio,
se
realizó
una
regresión
lineal
con
el
total
del
IDC
como
variable
cri-
terio,
utilizando
las
menores
variables
predictoras
posibles.
Se
incluyeron
como
variables
predictoras
aquellas
asocia-
das
tradicionalmente
al
duelo
complicado
(sub
escalas
de
depresión
y
ansiedad
del
SCL-90-R),
la
medida
de
centrali-
dad
del
evento
(por
su
documentada
relación
con
el
estrés
post-traumático)
y
la
subescalas
de
hostilidad
del
SCL-90-R
(por
ser
la
que
mostró
relaciones
más
altas
con
los
valores
del
IDC).
El
modelo
resultó
significativo
(F(4,
59)
=
35,09,
p
<
0,001,
R2=
0,68).
Las
variables
estadísticamente
signi-
ficativas
fueron
los
niveles
de
centralidad
del
evento
(
estandarizada
=
0,44,
t
=
5,11,
p
<
0,001)
y
los
niveles
de
hos-
tilidad
(
estandarizada
=
0,34,
t
=
3,65,
p
=
0,001).
Intensidad
y
síntomas
de
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida
Se
establecieron
tres
grupos
en
función
del
tipo
de
duelo.
En
primer
lugar
se
realizaron
ANOVAS
y
pruebas
2para
comprobar
las
diferencias
entre
los
mismos.
No
se
encon-
traron
diferencias
con
respecto
al
sexo
ni
al
tiempo
en
meses
transcurrido
desde
el
fallecimiento.
Por
el
contrario,
y
como
cabría
esperarse,
se
encontraron
diferencia
en
la
edad
de
los
grupos
y
el
estado
civil.
Con
respecto
a
la
edad
(F(2,
63)
=
13,10,
p
<
0,001),
aquellos
que
habían
perdido
a
un
hijo
fueron
los
de
más
edad
(M
=
51,60)
en
comparación
con
los
que
perdieron
a
una
pareja
o
un
hermano
(M
=
40,64)
y
los
que
perdieron
a
un
padre
(M
=
36,16).
Las
diferen-
cias
con
respecto
al
estado
civil
(2(6)
=
53,44,
p
<
0,001)
se
debieron
a
que
la
mayor
parte
del
grupo
que
había
perdido
a
un
hijo
se
encontraba
casado
(95%),
mientras
que
en
los
otros
dos
grupos
hubo
mayor
variabilidad.
Los
valores
de
duelo
complicado
fueron
diferentes
entre
los
tres
grupos
(F(2,
62)
=
7,57,
p
=
0,001,
2p=
0,20).
Poste-
riores
análisis
utilizando
la
prueba
de
Bonferroni
mostraron
diferencias
significativas
entre
haber
perdido
a
un
hijo
en
comparación
con
los
otros
dos
grupos
(p
=
0,30
para
la
com-
paración
con
duelo
por
pareja
o
hermanos
y
p
=
0,001
para
la
comparación
con
padres),
indicando
mayores
valores
de
duelo
complicado
para
aquellos
que
habían
perdido
a
un
hijo
(véase
la
tabla
5).
Con
respecto
al
ITRD,
se
encontraron
tam-
bién
diferencias,
tanto
en
los
sentimientos
en
el
pasado
(F(2,
63)
=
6,12,
p
=
.004,
2p=
0,16),
como
en
los
sentimientos
de
duelo
actuales
(F(2,
63)
=
6,36,
p
=
0,003,
2p=
0,17).
En
este
caso
los
análisis
post-hoc
mostraron
diferencias
significati-
vas
entre
la
pérdida
de
un
hijo
y
la
pérdida
de
un
padre
o
una
madre
(p
=
0,003
para
la
comparación
entre
duelo
por
la
pérdida
de
hijo
y
de
un
padre
en
el
ITRD
pasado,
y
p
=
0,002
para
la
misma
comparación
en
el
ITRD
presente).
20
10
15
5
Número de particiapntes
0
Hijo
Duelo normal
Duelo complicado
Incidencia de duelo complicado
Pareja-Hermano
Tipo de Pérdida
Padre-Madre
Figura
1
Número
de
participantes
pertenecientes
a
la
cate-
goría
de
duelo
normal
o
duelo
complicado
en
función
del
tipo
de
pérdida.
Para
comprobar
la
incidencia
de
duelo
complicado
en
cada
uno
de
estos
grupos
se
consideró
una
puntuación
supe-
rior
a
25
en
el
IDC
como
criterio
(véase
la
fig.
1).
Se
encontraron
diferencias
significativas,
mostrando
que
aque-
llos
que
habían
perdido
a
un
hijo
tuvieron
mayor
incidencia
de
duelo
complicado
(2(2)
=
7,71,
p
=
0,021).
Con
respecto
a
las
diferentes
experiencias
asociadas
al
duelo,
evaluadas
a
través
del
IED,
se
realizaron
idénti-
cos
análisis
de
varianza
para
las
diferentes
dimensiones
(véase
la
tabla
6).
Resultaron
estadísticamente
significativas
las
dimensiones
de
desesperanza
(F(2,
63)
=
9,56,
p
<
0,001,
2p=
0,23),
enfado
(F(2,
63)
=
4,39,
p
=
0,016,
2p=
0,12),
culpa,
(F(2,63)
=
4,12,
p
=
0,021,
2p=
0,12),
pérdida
de
control
(F(2,
63)
=
4,90,
p
=
0,011,
2p=
0,12),
despersonali-
zación
(F(2,63)
=
6,41,
p
=
0,003,
2p=
0,17),
y
somatización
(F(2,63)
=
5,86,
p
=
0,005,
2p=
0,16).
Los
diferentes
análisis
post-hoc
mostraron
que
aquellos
que
habían
perdido
un
hijo
mostraron
un
mayor
número
de
síntomas
en
cada
una
de
las
dimensiones.
En
concreto
los
valores
más
altos
se
obtuvieron
en
despersonalización,
pérdida
de
control,
desesperanza
y
enfado
(véase
la
tabla
6).
Discusión
Los
objetivos
del
presente
estudio
fueron
en
primer
lugar
evaluar,
a
través
de
diferentes
pruebas,
los
índices
de
psi-
copatología
en
personas
que
se
encontraran
sufriendo
un
proceso
de
duelo
debido
al
fallecimiento
de
un
ser
querido
y,
en
segundo
lugar,
evaluar
la
intensidad
y
las
experien-
cias
del
proceso
de
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida.
Influencia
de
la
psicopatología
emocional
y
el
tipo
de
pérdida
21
Tabla
6
Diferencias
en
los
diferentes
síntomas
o
experiencias
de
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida
Experiencias
de
Duelo
Hijos
Pareja/Hermanos
Padres/Madres
Post-hoc
Media
(DT)
Media
(DT)
Media
(DT)
Desesperanza
0,60
(0,28)
0,33
(0,20)
0,31
(0,22)
H>P-H
=
P-M
Enfado
0,65
(0,30)
0,39
(0,21)
0,46
(0,28)
P-M
=
H>P-H
Culpa
0,47
(0,35)
0,24
(0,20)
0,28
(0,24)
H>P-M
=
P-H
Aislamiento
Social
0,50
(0,26)
0,37
(0,28)
0,41
(0,30)
ns
Pérdida
de
Control
0,74
(0,14)
0,54
(0,23)
0,59
(0,22)
H>P-M
=
P-H
Rumiación
0,54
(0,18)
0,46
(0,17)
0,43
(0,20)
ns
Despersonalización
0,77
(0,25)
0,60
(0,23)
0,51
(0,23)
H
=
P-H>P-M
Somatización
0,48
(0,23) 0,26
(0,13) 0,28
(0,25) H>P-M
=
P-H
Ansiedad
ante
la
muerte 0,52
(0,20) 0,54
(0,21) 0,55
(0,26) ns
ns
=
no
significativo.
Los
resultados
parecen
indicar
que
la
intensidad
del
duelo
correlaciona
positivamente
con
todos
los
índices
de
psi-
copatología
evaluados.
Dichas
relaciones
fueron
altas,
con
valores
superiores
para
las
medidas
de
duelo
complicado
(evaluado
a
través
del
IDC),
y
con
valores
algo
más
bajos
en
las
medidas
del
ITRD.
Con
respecto
a
las
experiencias
concretas
de
duelo,
evaluadas
a
través
del
IED,
observa-
mos
la
misma
tendencia,
con
excepción
de
las
escalas
de
ansiedad
ante
la
muerte,
dónde
solo
se
encontraron
rela-
ciones
con
la
centralidad
del
evento,
y
la
escala
de
pérdida
de
control,
que
mostró
las
asociaciones
más
bajas
con
las
diferentes
variables
psicopatológicas.
Como
variables
pre-
dictoras
se
encontraron
los
niveles
de
centralidad
del
evento
y
los
niveles
de
hostilidad.
Es
decir,
que
a
una
mayor
impor-
tancia
y
percepción
del
acontecimiento
como
central
en
su
vida
y
a
mayor
índice
de
hostilidad
aumenta
la
probabilidad
de
desarrollar
un
duelo
complicado,
La
literatura
informa
y
se˜
nala
claramente
la
controversia
actual
respecto
a
considerar
el
proceso
de
cronificación,
así
como
el
intenso
y
disfuncional
malestar
tras
la
pérdida
de
un
ser
querido,
como
un
trastorno
específico
(Wakefield,
2013a,
2013b),
Si
bien
existen
ciertos
síntomas
específicos
del
duelo
complicado,
entre
los
que
destacan
el
anhelo
por
la
persona
fallecida
o
la
sensación
de
que
la
vida
no
tiene
sentido
sin
la
persona,
existe
al
mismo
tiempo
una
elevada
comorbilidad
con
otro
tipo
de
psicopatología.
En
este
sentido,
nuestros
resultados
van
en
la
línea
de
que
no
existe
un
perfil
psicopatológico
específico
en
aquellos
con
duelo
intenso
o
complicado,
sino
que
éste
es
variable,
mostrando
relaciones
altamente
significativas
con
un
gran
número
de
síntomas.
Estos
resultados
coinciden
con
inves-
tigaciones
previas
(Boelen
et
al.,
2003;
Pini
et
al.,
2012;
Simon
et
al.,
2007),
poniendo
de
relevancia
la
difícil
identifi-
cación
y
clasificación
del
duelo
complicado
(García
y
Landa,
2015).
La
identificación
del
duelo
complicado
es
un
tema
cen-
tral
puesto
que
las
intervenciones
psicológicas
parecen
tener
una
utilidad
diferente
en
función
de
la
trayectoria
del
mismo.
Las
evidencias
existentes
actualmente
sugieren
que
en
duelo
normal
una
intervención
formal
y
estructu-
rada
no
consigue
mejorías
significativas
en
el
doliente,
que
en
el
caso
del
duelo
de
riesgo
parece
que
se
consigue
alguna
mejoría,
mientras
que
en
el
duelo
complicado
las
intervenciones
formales
y
estructuradas
consiguen
mejorías
significativas
en
los
dolientes
(García
et
al.,
2013;
García
y
Landa,
2015).
Recientes
publicaciones
de
ensayos
clínicos
parecen
apoyar
estos
resultados,
mostrando
la
utilidad
de
terapias
específicas
para
el
duelo
complicado
que
permi-
tan
integrar
los
aspectos
emocionales
de
la
pérdida
(Bryant
et
al.,
2014;
Shear
et
al.,
2014).
Así
mismo,
la
existencia
de
un
trastorno
depresivo
mayor
junto
con
el
duelo
implica
una
aproximación
diferente,
incluyendo
la
recomendación
de
psicofármacos
(García
y
Landa,
2015).
Los
resultados
de
la
presente
investigación
sugieren
que
la
centralidad
del
evento
y
los
niveles
de
hostilidad
son
dos
pilares
que
pueden
ayudar
y
aportar
conocimiento
res-
pecto
al
diagnóstico.
No
se
trataría
tanto
de
buscar
un
perfil
de
intensidad
o
especificidad
sintomática,
que
se
da
clara-
mente
en
otros
muchos
trastornos,
sino
en
identificar
en
las
personas
aspectos
relativos
a
cómo
afecta
la
experien-
cia
de
pérdida
a
la
identidad
y
a
una
dimensión
emocional
como
la
ira.
Estos
resultados
están
en
la
línea
del
modelo
de
Maccallum
y
Bryant
(2013)
que
ponen
el
acento
en
los
pro-
cesos
biográficos
y
de
identificación.
Podríamos
hipotetizar
que
la
percepción
del
fallecido
como
un
elemento
básico
para
definir
la
propia
identidad
sería
un
factor
de
riesgo
para
el
duelo
complicado.
La
existencia
de
una
alta
centra-
lidad
también
parece
indicar
que
la
pérdida
se
convierte
en
un
evento
traumático
que
provoca
un
corte
en
la
historia
biográfica
del
doliente,
algo
que
puede
explicar
la
existen-
cia
de
alteraciones
de
la
memoria
autobiográfica
en
aquellos
con
duelo
complicado
cuando
se
les
pide
que
hablen
sobre
sucesos
no
relacionados
con
la
pérdida
(Golden,
Dalgleish
y
Mackintosh,
2007;
Robinaugh
y
McNally,
2013).
Así
mismo,
el
hecho
de
que
la
centralidad
sea
una
variable
predictora
de
los
síntomas
de
duelo
complicado
puede
tener
importante
utilidad
de
cara
a
la
evaluación.
Conocer
hasta
qué
punto
el
fallecimiento
del
ser
querido
es
percibido
como
un
antes
y
un
después,
o
como
un
punto
de
inflexión
en
la
vida
puede
ser
una
herramienta
adecuada
para
identificar
casos
de
duelo
complejo
en
áreas
como
atención
primaria.
Además,
en
diversos
estudios
la
centralidad
ha
mostrado
una
mode-
rada
relación
con
variables
psicopatológicas
como
duelo
complicado,
ansiedad,
depresión
o
estrés
post-traumático
(Berntsen
y
Rubin,
2006;
Boelen,
2012;
Fernández-Alcántara
et
al.,
2015).
Son
escasos
los
estudios
en
los
que
se
evalúen
las
dife-
rencias
en
la
intensidad
del
duelo
en
función
del
tipo
de
pérdida.
Nuestro
estudio
muestra
que
la
pérdida
de
un
hijo,
frente
a
la
del
cónyuge
y/o
padres
supone
una
fuente
de
22
M.
Fernández-Alcántara
et
al.
estrés
sumamente
más
alta.
Este
grupo
presenta
unos
sínto-
mas
más
intensos
de
duelo,
encontrándose
los
valores
más
altos
en
las
dimensiones
de
despersonalización,
pérdida
de
control,
desesperanza
y
enfado.
La
pérdida
de
un
hijo
se
puede
considerar
como
un
evento
de
carácter
altamente
traumático,
provocando
una
gran
cantidad
de
sufrimiento
(Bosquet-del
Moral
et
al.,
2012;
Montoya-Juárez
et
al.,
2013;
Montoya-Juárez
et
al.,
2012).
En
este
sentido
las
personas
que
están
en
estas
circunstancias
son
un
grupo
de
riesgo
en
sí
mismo,
en
línea
con
lo
se˜
nalado
por
otros
estudios
(Middleton
et
al.,
1998;
Zetumer
et
al.,
2015).
Tomando
esto
en
cuenta
se
hace
necesario
implantar
medidas
de
prevención
de
estos
procesos
de
duelo
compli-
cado
ante
la
pérdida
de
un
hijo.
Si
bien
esto
no
siempre
es
posible,
especialmente
en
los
casos
en
que
el
fallecimiento
se
produce
de
forma
inesperada,
sin
tiempo
ninguno
para
la
anticipación,
existen
otros
casos
como
el
fallecimiento
debido
a
un
proceso
de
enfermedad.
Diversas
investigacio-
nes
han
puesto
de
manifiesto
los
complejos
sentimientos
asociados
a
cuidar
a
un
ni˜
no
con
una
enfermedad
oncológica
terminal,
siendo
el
mayor
sufrimiento
el
ver
a
sus
hijos
con
dolor,
aislados
de
su
ambiente
y
con
una
gran
incertidum-
bre
con
respecto
al
pronóstico
o
a
cómo
serían
los
últimos
días
(Montoya-Juárez
et
al.,
2012,
2013).
La
posibilidad
de
grupos
de
apoyo
o
de
intervenciones
emocionales
en
estos
padres
durante
la
fase
final
del
tratamiento
son
especial-
mente
valoradas
por
los
padres
(Bosquet-del
Moral
et
al.,
2012;
Montoya-Juárez
et
al.,
2012).
No
hay
que
olvidar
en
este
sentido,
la
existencia
de
importantes
obstáculos
por
parte
de
los
profesionales
sani-
tarios
en
la
intervención
y
atención
al
final
de
vida
y
en
los
procesos
de
duelo
(García-Caro
et
al.,
2010).
Un
estudio
realizado
con
psicólogos
que
trabajaron
en
diferentes
uni-
dades
mostró
cómo
las
propias
emociones
y
los
procesos
de
identificación
tenían
un
gran
peso
en
el
modo
de
interven-
ción,
acompa˜
nados
de
diversos
aspectos
relacionados
con
la
organización
sanitaria
(Fernández-Alcántara,
García-Caro,
Pérez-Marfil
y
Cruz-Quintana,
2013).
A
esto
se
a˜
nade
por
un
lado,
la
inexistencia
de
criterios
claros
para
la
identifica-
ción
del
duelo
complicado
y,
por
otro,
la
falta
de
formación
existente
con
respecto
a
los
procesos
de
final
de
vida.
A
pesar
de
que
este
grupo
presenta
síntomas
en
todas
las
dimensiones
del
IED,
los
valores
más
altos
se
encuen-
tran
en
las
dimensiones
de
despersonalización,
pérdida
de
control,
desesperanza
y
enfado.
En
este
sentido,
se
vuelve
a
poner
de
manifiesto
cómo
los
aspectos
relacionados
con
la
identidad
y
la
ira
parecen
tener
una
gran
importancia
en
el
perfil
sintomatológico
de
estos
padres.
Una
posible
expli-
cación
para
estos
valores
tiene
que
ver
con
que
la
pérdida
de
un
hijo
sea
experimentada
como
un
evento
traumático
inesperado
e
incontrolado,
siendo
difícil
darle
sentido
o
sig-
nificado
(Gillies
y
Neimeyer,
2006).
La
presente
investigación
adolece
de
una
serie
de
limitaciones.
En
primer
lugar,
se
trata
de
un
dise˜
no
trans-
versal,
por
lo
que
no
se
han
podido
controlar
los
niveles
psicopatológicos
de
los
participantes
con
anterioridad
a
la
pérdida.
Así
mismo,
el
tama˜
no
muestral
es
peque˜
no.
En
este
sentido,
dado
que
un
importante
porcentaje
de
par-
ticipantes
procedieron
de
asociaciones
de
duelo,
es
posible
que
exista
un
cierto
sesgo
en
la
selección
de
la
muestra.
Finalmente,
no
se
controlaron
variables
específicas
de
cada
proceso
de
duelo
como
la
existencia
de
una
despedida
o
el
tipo
de
apego
de
los
diferentes
participantes.
Futuros
estu-
dios
han
de
contar
con
un
mayor
número
de
participantes
e
incluir
la
evaluación
de
variables
mediadoras
de
la
expe-
riencia
de
duelo
intenso
o
complicado
ante
los
diferentes
tipos
de
pérdida,
Como
conclusión,
los
resultados
del
presente
estudio
sugieren
que
desde
el
punto
de
vista
de
la
prevención
como
del
tratamiento
en
duelo
complicado
es
importante
prestar
atención
en
el
área
emocional
al
desahogo
emocional
y
el
trabajo
con
cada
una
de
las
emociones,
pero
especialmente
aquellas
relacionadas
con
la
ira,
y
desde
un
punto
de
vista
más
sociocognitivo
a
los
aspectos
de
centralidad
e
identidad,
especialmente
en
población
de
riesgo
asociada
a
la
pérdida
de
un
hijo,
donde
el
apoyo
social
puede
paliar,
pero
no
es
suficiente
para
la
elaboración
de
la
pérdida.
Financiación
MFA
está
financiado
con
una
beca
predoctoral
FPU
del
Minis-
terio
de
Educación
y
Ciencia
(AP2012-1744).
Conflicto
de
intereses
Los
autores
declaran
no
tener
ningún
conflicto
de
intereses.
Referencias
Arizmendi,
B.
J.
y
O’Connor,
M.-F.
(2015).
What
is
‘‘normal’’
in
grief?
Australian
Critical
Care,
1-5
http://dx.doi.org/
10.1016/j.aucc.2015.01.005
Berntsen,
D.
y
Rubin,
D.
C.
(2006).
The
centrality
of
event
scale:
A
measure
of
integrating
a
trauma
into
one’s
identity
and
its
relation
to
post-traumatic
stress
disorder
symptoms.
Beha-
viour
Research
and
Therapy,
44,
219---231.
http://dx.doi.org/
10.1016/j.brat.2005.01.009
Boelen,
P.
A.
(2012).
Variables
mediating
the
linkage
between
loss
centrality
and
postloss
psychopathology.
The
Journal
of
Nervous
and
Mental
Disease,
200,
801---806.
http://dx.doi.org/
10.1097/NMD.0b013e318266ba02
Boelen,
P.
A.
y
Prigerson,
H.
G.
(2012).
Commentary
on
the
Inclusion
of
Persistent
Complex
Bereavement-Related
Disor-
der
in
DSM-5.
Death
Studies,
36,
771---794.
http://dx.doi.org/
10.1080/07481187.2012.706982
Boelen,
P.
A.,
Van
Den
Bout,
J.,
De
Keijser,
J.
y
Hoijtink,
H.
(2003).
Reliability
and
validity
of
the
Dutch
version
of
the
inventory
of
traumatic
grief
(ITG).
Death
Studies,
27,
227---247.
http://dx.doi.org/10.1080/07481180302889
Bonanno,
G.
A.
y
Burton,
C.
L.
(2013).
Regulatory
Flexibility:
An
Individual
Differences
Perspective
on
Coping
and
Emotion
Regulation.
Perspectives
on
Psychological
Science,
8,
591---612.
http://dx.doi.org/10.1177/1745691613504116
Bonanno,
G.
A.
y
Diminich,
E.
D.
(2013).
Positive
adjustment
to
adversity---trajectories
of
minimal-impact
resilience
and
emergent
resilience.
Journal
of
Child
Psychology
and
Psychia-
try,
and
Allied
Disciplines,
54,
378---401.
http://dx.doi.org/
10.1111/jcpp.12021
Bonanno,
G.
A.,
Papa,
A.,
Lalande,
K.,
Westphal,
M.
y
Coif-
man,
K.
(2004).
The
importance
of
being
flexible:
the
ability
to
both
enhance
and
suppress
emotional
expression
predicts
long-term
adjustment.
Psychological
Science,
15,
482---487.
http://dx.doi.org/10.1111/j.0956-7976.2004.00705.x
Bonanno,
G.
A.,
Westphal,
M.
y
Mancini,
A.
D.
(2011).
Resi-
lience
to
loss
and
potential
trauma.
Annual
Review
of
Influencia
de
la
psicopatología
emocional
y
el
tipo
de
pérdida
23
Clinical
Psychology,
7,
511---535.
http://dx.doi.org/10.1146/
annurev-clinpsy-032210-104526
Bosquet-del
Moral,
L.,
Campos-Calderón,
C.
P. ,
Hueso-Montoro,
C.,
Pérez-Marfil,
N.,
Hernández-Molinero,
Á.,
Arcos-Ocón,
L.
y
Cruz-Quintana,
F.
(2012).
Vivencias
y
experiencias
de
duelo
en
madres
tras
un
proceso
de
enfermedad
oncológica
de
sus
hijos.
Medicina
Paliativa,
19,
64---72.
http://dx.doi.org/10.1016/
j.medipa.2010.11.003
Bryant,
R.
A.,
Kenny,
L.,
Joscelyne,
A.,
Rawson,
N.,
Maccallum,
F. ,
Cahill,
C.
y
Nickerson,
A.
(2014).
Treating
Prolonged
Grief
Disor-
der.
JAMA
Psychiatry,
71,
1332.
http://dx.doi.org/10.1001/
jamapsychiatry.2014.1600
Crespo,
M.
y
Gómez,
M.
(2012).
La
evaluación
del
estrés
postrau-
mático:
Presentación
de
la
escala
de
Evaluación
Global
de
Estrés
Postraumático
(EGEP).
Clínica
Y
Salud,
23,
25---41.
Derogatis,
L.
R.
(2002).
SCL-90-R:
Cuestionario
de
90
síntomas
[adaptación
Espa˜
nola
de
J.
L.
González
de
Rivera].
Madrid:
TEA
Ediciones.
Esmaeilpour,
K.
y
Bakhshalizadeh
Moradi,
S.
(2015).
The
severity
of
grief
reactions
following
death
of
first-grade
relatives.
Iranian
Journal
of
Psychiatry
and
Clinical
Psychology,
20,
363---371.
Fasse,
L.
y
Zech,
E.
(2015).
The
Dual
Process
Model
of
Coping
with
Bereavement
in
the
test
of
the
subjective
experiences
of
bereaved
spouses.
An
interpretative
pheno-
menological
analysis.
OMEGA---Journal
of
Death
and
Dying.,
http://dx.doi.org/10.1177/0030222815598668
Fernández-Alcántara,
M.,
De
los
Santos-Roig,
M.,
Pérez-Marfil,
M.
N.,
Catena-Martínez,
A.,
Pérez-García,
M.,
Martí-García,
C.
y
Cruz-Quintana,
F.
(2015).
Adaptación
al
castellano
de
la
Centrality
of
Event
Scale
(CES).
Universitas
Psy-
chologica,
14
http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.upsy14-
2.acce
Fernández-Alcántara,
M.,
García-Caro,
M.
P. ,
Pérez-Marfil,
M.
N.
y
Cruz-Quintana,
F.
(2013).
Experiencias
y
obstáculos
de
los
psicólogos
en
el
acompa˜
namiento
de
los
procesos
de
fin
de
vida.
Anales
de
Psicologia,
29,
1---8.
http://dx.doi.org/
10.6018/analesps.29.1.139121
García,
J.
A.
y
Landa,
V.
(2015).
Family
Physicians
and
Primary
Bereavement
Care.
International
Journal
of
Emergency
Mental
Health
and
Human
Resilience,
17,
548---551.
García,
J.
A.,
Landa,
V. ,
Grandes,
G.,
Pombo,
H.
y
Mauriz,
A.
(2013).
Effectiveness
of
‘‘primary
bereavement
care’’
for
widows:
a
cluster
randomized
controlled
trial
involving
family
physicians.
Death
Studies,
37,
287---310.
http://dx.doi.org/
10.1080/07481187.2012.722041
García-Caro,
M.
P. ,
Cruz-Quintana,
F. ,
Schmidt
Río-Valle,
J.,
Mu˜
noz-Vinuesa,
A.,
Montoya-Juárez,
R.,
Prados-Pe˜
na,
D.
y
Botella-López,
M.
C.
(2010).
Influencia
de
las
emociones
en
el
juicio
clínico
de
los
profesionales
de
la
salud
a
propósito
del
diagnóstico
de
enfermedad
terminal.
International
Journal
of
Clinical
and
Health
Psychology,
10,
57---73.
García-García,
J.,
Landa,
V. ,
Trigueros-Manzano,
M.
y
Gaminde-
Inda,
I.
(2001).
Inventario
de
experiencias
en
duelo
(IED):
adaptación
al
castellano,
fiabilidad
y
validez.
Atención
Primaria,
27,
86---93.
García-García,
J.,
Landa-Petralanda,
V. ,
Trigueros-Manzano,
M.
y
Gaminde-Inda,
I.
(2005).
Inventario
Texas
Revisado
de
Duelo
(ITRD):
adaptación
al
castellano,
fiabilidad
y
validez.
Atención
Primaria,
35,
353---358.
Gillies,
J.
y
Neimeyer,
R.
A.
(2006).
Loss,
Grief,
and
the
Search
for
Significance:
Toward
a
Model
of
Meaning
Reconstruction
in
Bereavement.
Journal
of
Constructivist
Psychology,
19(1),
31---65.
http://dx.doi.org/10.1080/10720530500311182
Golden,
A.-M.,
Dalgleish,
T.
y
Mackintosh,
B.
(2007).
Levels
of
specificity
of
autobiographical
memories
and
of
biographical
memories
of
the
deceased
in
bereaved
individuals
with
and
wit-
hout
complicated
grief.
Journal
of
Abnormal
Psychology,
116,
786---795.
http://dx.doi.org/10.1037/0021-843X.116.4.786
Gupta,
S.
y
Bonanno,
G.
A.
(2011).
Complicated
grief
and
deficits
in
emotional
expressive
flexibility.
Journal
of
Abnormal
Psycho-
logy,
120,
635---643.
http://dx.doi.org/10.1037/a0023541
Herberman
Mash,
H.
B.,
Fullerton,
C.
S.
y
Ursano,
R.
J.
(2013).
Com-
plicated
grief
and
bereavement
in
young
adults
following
close
friend
and
sibling
loss.
Depression
and
Anxiety,
30,
1202---1210.
http://dx.doi.org/10.1002/da.22068
Jordan,
A.
H.
y
Litz,
B.
T.
(2014).
Prolonged
Grief
Disorder:
Diagnostic,
Assessment,
and
Treatment
Considerations.
Pro-
fessional
Psychology:
Research
and
Practice,
45,
180---187.
http://dx.doi.org/10.1037/a0036836
Kersting,
A.,
Brähler,
E.,
Glaesmer,
H.
y
Wagner,
B.
(2011).
Prevalence
of
complicated
grief
in
a
representative
population-
based
sample.
Journal
of
Affective
Disorders,
131,
339---343.
http://dx.doi.org/10.1016/j.jad.2010.11.032
Lannen,
P.
K.,
Wolfe,
J.,
Prigerson,
H.
G.,
Onelov,
E.
y
Kreic-
bergs,
U.
C.
(2008).
Unresolved
grief
in
a
national
sample
of
bereaved
parents:
Impaired
mental
and
physical
health
4
to
9
years
later.
Journal
of
Clinical
Oncology,
26,
5870---5876.
http://dx.doi.org/10.1200/JCO.2007.14.6738
Limonero-
García,
J.,
Lacasta-
Reverte,
M.,
García,
J.,
Maté-
Méndez,
J.
y
Prigerson,
H.
G.
(2009).
Adaptación
al
castellano
del
inventario
de
duelo
complicado.
Medicina
Paliativa,
16,
291---297.
Lotterman,
J.
H.,
Bonanno,
G.
A.
y
Galatzer-Levy,
I.
(2014).
The
heterogeneity
of
long-term
grief
reactions.
Journal
of
Affective
Disorders,
167,
12---19.
http://dx.doi.org/10.1016/
j.jad.2014.05.048
Maccallum,
F.
y
Bryant,
R.
A.
(2013).
A
Cognitive
Attach-
ment
Model
of
prolonged
grief:
integrating
attachments,
memory,
and
identity.
Clinical
Psychology
Review,
33,
713---727.
http://dx.doi.org/10.1016/j.cpr.2013.05.001
Maccallum,
F. ,
Galatzer-Levy,
I.
R.
y
Bonanno,
G.
A.
(2015).
Trajectories
of
depression
following
spousal
and
child
berea-
vement:
A
comparison
of
the
heterogeneity
in
outcomes.
Journal
of
Psychiatric
Research,
69,
72---79.
http://dx.doi.org/
10.1016/j.jpsychires.2015.07.017
Mancini,
A.
D.,
Griffin,
P.
y
Bonanno,
G.
A.
(2012).
Recent
trends
in
the
treatment
of
prolonged
grief.
Current
Opi-
nion
in
Psychiatry,
25,
46---51.
http://dx.doi.org/10.1097/YCO.
0b013e32834de48a
Middleton,
W.,
Raphael,
B.,
Burnett,
P.
y
Martinek,
N.
(1998).
A
longitudinal
study
comparing
bereavement
phenomena
in
recently
bereaved
spouses,
adult
children
and
parents.
The
Aus-
tralian
and
New
Zealand
Journal
of
Psychiatry,
32,
235---241.
http://dx.doi.org/10.3109/00048679809062734
Montoya-Juárez,
R.,
García-Caro,
M.
P. ,
Campos-Calderón,
C.,
Schmidt-Rio-Valle,
J.,
Sorroche-Navarro,
C.
y
Cruz-Quintana,
F.
(2012).
Suffering
in
children
experiencing
a
terminal
disease:
The
perspective
of
parents
and
professionals.
Revista
Da
Escola
de
Enfermagem,
46,
1300---1305.
http://dx.doi.org/
10.1590/S0080-62342012000600003
Montoya-Juárez,
R.,
García-Caro,
M.
P. ,
Schmidt-Rio-Valle,
J.,
Campos-Calderón,
C.,
Sorroche-Navarro,
C.,
Sánchez-García,
R.
y
Cruz-Quintana,
F.
(2013).
Suffering
indicators
in
termi-
nally
ill
children
from
the
parental
perspective.
European
Journal
of
Oncology
Nursing,
17,
720---725.
http://dx.doi.org/
10.1016/j.ejon.2013.04.004
Pini,
S.,
Gesi,
C.,
Abelli,
M.,
Muti,
M.,
Lari,
L.,
Cardini,
A.
y
Shear,
K.
M.
(2012).
The
relationship
between
adult
separation
anxiety
disorder
and
complicated
grief
in
a
cohort
of
454
outpatients
with
mood
and
anxiety
disorders.
Journal
of
Affective
Disorders,
143,
64---68.
http://dx.doi.org/10.1016/j.jad.2012.05.026
Prigerson,
H.
G.,
Horowitz,
M.
J.,
Jacobs,
S.
C.,
Parkes,
C.
M.,
Aslan,
M.,
Goodkin,
K.
y
Maciejewski,
P.
K.
(2009).
Prolon-
ged
grief
disorder:
Psychometric
validation
of
criteria
proposed
for
DSM-V
and
ICD-11.
PLoS
Medicine,
6
http://dx.doi.org/
10.1371/journal.pmed.1000121
24
M.
Fernández-Alcántara
et
al.
Prigerson,
H.
G.,
Maciejewski,
P.
K.,
Reynolds,
C.
F. ,
Bierhals,
A.
J.,
Newsom,
J.
T. ,
Fasiczka,
A.
y
Miller,
M.
(1995).
Inventory
of
Complicated
Grief:
a
scale
to
measure
maladaptive
symp-
toms
of
loss.
Psychiatry
Research,
59,
65---79.
Retrieved
from
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8771222
Prigerson,
H.
G.,
Vanderwerker,
L.
C.
y
Maciejewski,
P.
K.
(2008).
Prolonged
grief
disorder:
A
case
for
Inclusion
in
DSM-V.
En
M.
S.
Stroebe,
R.
O.
Hansson,
H.
Schut,
y
W.
Stroebe
(Eds.),
Handbook
of
bereavement
research
and
practice:
Advances
in
theory
and
intervention
(pp.
165---186).
Washington,
DC:
American
Psycho-
logical
Association.
Robinaugh,
D.
J.
y
McNally,
R.
J.
(2013).
Remembering
the
Past
and
Envisioning
the
Future
in
Bereaved
Adults
With
and
Without
Complicated
Grief.
Clinical
Psychological
Science,
1,
290---300.
http://dx.doi.org/10.1177/2167702613476027
Romero,
V.
(2013).
Tratamiento
del
duelo:
exploración
y
perspec-
tivas.
Psicooncología,
10,
377---392.
http://dx.doi.org/10.5209/
rev
PSIC.2013.v10.n2-3.43456
Shear,
M.
K.,
Simon,
N.,
Wall,
M.,
Zisook,
S.,
Neimeyer,
R.,
Duan,
N.
y
Keshaviah,
A.
(2011).
Complicated
grief
and
related
berea-
vement
issues
for
DSM-5.
Depression
and
Anxiety,
28,
103---117.
http://dx.doi.org/10.1002/da.20780
Shear,
M.
K.,
Wang,
Y. ,
Skritskaya,
N.,
Duan,
N.,
Mauro,
C.
y
Ghesquiere,
A.
(2014).
Treatment
of
Complicated
Grief
in
Elderly
Persons.
JAMA
Psychiatry,
71,
1287.
http://dx.doi.org/
10.1001/jamapsychiatry.2014.1242
Simon,
N.
M.,
Shear,
K.
M.,
Thompson,
E.
H.,
Zalta,
A.
K.,
Perl-
man,
C.,
Reynolds,
C.
F.
y
Silowash,
R.
(2007).
The
prevalence
and
correlates
of
psychiatric
comorbidity
in
individuals
with
complicated
grief.
Comprehensive
Psychiatry,
48,
395---399.
http://dx.doi.org/10.1016/j.comppsych.2007.05.002
Simon,
N.
M.,
Wall,
M.
M.,
Keshaviah,
A.,
Dryman,
M.
T. ,
Leblanc,
N.
J.
y
Shear,
M.
K.
(2011).
Informing
the
symptom
profile
of
complicated
grief.
Depression
and
Anxiety,
28,
118---126.
http://dx.doi.org/10.1002/da.20775
Stroebe,
M.
y
Schut,
H.
(2010).
The
dual
process
model
of
coping
with
bereavement:
Rationale
and
description.
Death
Studies,
23,
197---224.
http://dx.doi.org/10.1080/074811899201046
Wakefield,
J.
C.
(2013a).
DSM-5
grief
scorecard:
Assessment
and
outcomes
of
proposals
to
pathologize
grief.
World
Psychiatry,
12,
171---173.
http://dx.doi.org/10.1002/wps.20053
Wakefield,
J.
C.
(2013b).
The
DSM-5
debate
over
the
bereavement
exclusion:
Psychiatric
diagnosis
and
the
future
of
empirically
supported
treatment.
Clinical
Psychology
Review,
33,
825---845.
http://dx.doi.org/10.1016/j.cpr.2013.03.007
Zech,
E.
(2006).
Psychologie
du
deuil:
Impact
et
processus
d’adaptation
au
décès
d’un
proche.
Bruxelles:
Editions
Mardaga.
Zetumer,
S.,
Young,
I.,
Shear,
M.
K.,
Skritskaya,
N.,
Lebowitz,
B.,
Simon,
N.
y
Zisook,
S.
(2015).
The
impact
of
losing
a
child
on
the
clinical
presentation
of
complicated
grief.
Journal
of
Affective
Disorders,
170,
15---21.
http://dx.doi.org/10.1016/
j.jad.2014.08.021