Pedro Pablo’s scientific contributions

La tejuela de alerce (Fitzroya cupressoides) ha sido comprendida a partir de su uso, diseño e interés cultural, y ha devenido uno de los principales materiales y formas empleadas en la construcción de viviendas, iglesias y edificaciones en el sur de Chile y, en particular, en el archipiélago de Chiloé. Sin embargo, ¿qué es exactamente una tejuela de alerce? O mejor dicho, ¿qué cúmulo de historias, relaciones y temporalidades alberga? El presente artículo busca profundizar, desde el materialismo vitalista y las geografías posthumanas, en la intrincada red de relaciones que rodea a este material: desde el bosque que le da origen, pasando por los territorios que atraviesa, el oficio artesanal que la moldea, las diversas rutas que sigue hasta su destino y la serie de interacciones y ecologías afectivas que la nutren y fortalecen. A partir de un trabajo etnográfico en los territorios habitados por los alerces y tejuelas, se presentan las vibraciones de una tejuela y con ello geografías otras asociadas a su materialidad vegetal. Dado que el alerce es un árbol endémico del sur de Chile y la Argentina, protegido y declarado monumento natural en 1976, tanto la tejuela como el oficio asociado a su creación conforman un territorio que se torna cada vez menos accesible.

El artículo busca explorar desde una mirada posthumanista la red de relaciones que se establecen en torno a la tejuela de alerce. La tejuela de alerce posee una historia interesante, desde los albores de la conquista en el sur de Chile, donde se usaba, sobre todo, para la construcción de viviendas e iglesias, generando un oficio, el tejueleo, y una serie de prácticas presentes hasta el día de hoy. La mirada de Donna Haraway, en lo que respecta a la construcción y recolección de historias, nos permite indagar en otros territorios ligados a la tejuela. Interesa osar y tensionar la imaginación, en vistas de descubrir la riqueza que la interacciones entre el bosque de alerce, la tejuela y los humanos manifiestan. En tiempos de crisis ecosocial se nos exige llevar al límite ontologías y epistemologías, de ese modo el posthumanismo parece propicio para realizar un camino tentacular hacia un futuro multiespecie que nos libere de la debacle del Antropoceno.

El capítulo busca posicionar y relevar al mayor exponente de la Teología de la Liberación en Chile, Ronaldo Muñoz Gibbs (1933-2009). Destacando por un lado una manera de hacer teología, la que se ha tematizado bajo la noción de marginal; y, por otro lado, desarrollar algunas de las intuiciones teológicas y eclesiológicas fundamentales de su producción. El testimonio del teólogo chileno da cuenta de una profunda experiencia kenótica de vida, pero también en su manera de comprender el oficio, que aquí he llamado de artesanal, de hacer teología. Este oficio, al servicio de las comunidades y las necesidades de los pobres, llevó a que Ronaldo tomará un lugar otro a nivel eclesial, vital y teologal; produciendo teología y sirviendo pastoralmente desde los márgenes. Su experiencia de Iglesia y en Iglesia de los pobres le permitió desarrollar una profunda reflexión eclesiológica, la cual es considerada como uno de los más grandes aportes para la Teología de la Liberación. Hoy no es aventurado afirmar que varias de sus intuiciones eclesiológicas se encuentran presentes en las figuras de Iglesia propuestas por el papa Francisco y su anhelada transformación estructural. La Teología de la Liberación continúa dando frutos en el presente y siendo un pensamiento y una praxis ten necesaria como urgente para caminar al modo de Jesús en medio de los pobres y su teología. De este modo, el presente capítulo recorre algunas de las principales obras del teólogo, así como entrevistas y mi propia relación con Ronaldo, para posicionar su testimonio teológico y la actualidad de su eclesiología. Palabras Claves: Ronaldo Muñoz, marginalidad, Iglesia samaritana, pobres, teología de la liberación.

El siguiente artículo se propone pensar el quehacer teológico en tiempos del Antropoceno, lo que ello pueda suponer y los desafíos concretos que el tiempo presente exige a la teología. La crisis civilizatoria no debe ser comprendida de manera parcial. Ya sea debido a la pandemia del coronavirus y las posibles pandemias que puedan venir, como a las otras crisis (económicas, sociales, institucionales, políticas) que han azotado a la humanidad, es posible caer en la cuenta de que hay una raíz común que, fundamentalmente, consiste en la relación que la humanidad ha construido y generado con el medioambiente y su entorno. No se trata de pensarlo todo en términos «ecologistas» ni inmediatamente focalizar la cuestión en lo que comúnmente se denomina naturaleza, sino de comprender qué son los vínculos, las relaciones, los entrelazamientos que debemos volver a revisar. Son las relaciones que los humanos hemos establecido con el mundo no humano lo que ha devenido en una profunda crisis y ha explotado de diversas maneras y en una multiplicidad de territorios.

Resumen El artículo busca problematizar cierta aproximación teológica a la ecología que no se hace cargo de sus fundamentos, cayendo así en una lectura ingenua y, a veces equivocada, del fenómeno medioambiental. La ecología se ha desplegado mucho los últimos años a raíz de una situación planetaria por lo menos dramática. La teología, si quiere dialogar con la ecología y dejarse interpelar por ella debe atreverse a revisar sus cimientos y desplegar su potencial crítico y escatológico. La realidad y crisis ecosocial se impone al pensamiento, a la praxis y a las ciencias. Por eso, la importancia de un pensar teológico que pueda realizar una revisión profunda de sí mismo y dar respuestas a los desafíos del presente. Resumo O artigo busca problematizar uma certa abordagem teológica da ecologia que não se encarrega de seus fundamentos, caindo assim numa leitura ingênua e às vezes errada do fenômeno ambiental. A ecologia tem sido amplamente empregada nos últimos anos como resultado de uma situação planetária pelo menos dramática. A teologia, se deseja dialogar com a ecologia e se permitir ser desafiada por ela, deve se atrever a revisar seus fundamentos e exibir seu potencial crítico e escatológico. A realidade e a crise ecossocial são impostas ao pensamento, à práxis e à ciência. Portanto, a importância de um pensamento teológico que possa fazer uma profunda revisão de si mesmo e fornecer respostas aos desafios do presente.