May 2022
·
22 Reads
El 6 de junio acudí a votar por el candidato de mi preferencia. Sin embargo, ninguno era de mi agrado, pero debía elegir, y opté por Keiko Fujimori debido a que esta ofrecía una economía más libre que el candidato Pedro Castillo. A las pocas horas se dieron los primeros resultados a boca de urna en la cual daban como ganadora a la candidata Keiko Fujimori, ella celebró y dijo que respeta y todos deberían respetar y aceptar los resultados creyéndose ganadora. Pero como recordaremos, la ONPE ya terminó su conteo, dando como ganador a Pedro Castillo, quien por voluntad popular alcanzó más votos que Keiko Fujimori y como bien dijo la candidata todos deberíamos respetar la decisión del pueblo. Pero la lideresa fujimorista no ha aceptado la derrota y mantiene vivas sus esperanzas de ser presidenta del Perú mediante todas las instancias que crea conveniente, y conspira en contra de Castillo animando a la gente que votó por ella a levantarse y a tomar el poder por la fuerza que es más grave; es obvio que sus intenciones no son buenas como hacía ver en su campaña, ella sólo persigue intereses personales y no del Perú al oponerse a la voluntad popular, ella pretende anular más de 802 actas, de las cuales 600 ya fueron descartados por los Jurados Electorales Especiales (JEE) , y posterior a ello envió apelaciones al JNE, también envió carta al presidente para que levante el secreto de actas, y por último envió a una comitiva a EEUU para quejarse con los funcionarios de la OEA que en Perú ha sucedido un fraude electoral (pese a que sus observadores presentes el día de las elecciones ya dijeron que todo fue regular). Esta actitud se está convirtiendo en el delito de sedición (solo le falta levantar las armas), ha llegado a tal extremo de planear y coordinar sus acciones con Vladimiro Montesinos enemigo del Perú quien está preso actualmente en la base Naval por delitos cometidos hace más de 20 años en prejuicio de los peruanos.