Archivos de Bronconeumología xxx (xxxx) xxx-xxx w ww.archbronconeumol.org Editorial Áreas de Capacitación Específica (ACE) en neumología Areas of Specific Subspecialization (ACE) in Pulmonology Desde hace años es evidente que el desarrollo de especialidades clínicas con un campo de actuación muy amplio, como es la neu-mología, ha comportado el nacimiento de áreas más específicas del conocimiento y el uso de técnicas cada vez más sofisticadas 1. Todo ello precisa de un reconocimiento formal. Es más, ello permitiría que la provisión de plazas en los hospitales del Sistema Nacional de Salud respondiera a las necesidades concretas de desarrollo en cada servicio concreto de neumología. En línea con esa evidencia y necesidad, el Ministerio de Sani-dad lleva tiempo preparando lo que sería la regulación de las denominadas «Áreas de Capacitación Específica» (familiarmente conocidas como ACE). En este sentido está prevista la aprobación de un decreto ley que recogería este punto, además de una regu-lación de especialidades actualmente no reconocidas y un nuevo intento de instaurar o reforzar la troncalidad 2 , ahora denominada «transversalidad». Aunque este último punto también es contro-vertido y probablemente precisa de nuestro posicionamiento como sociedad científica, el presente editorial se centra únicamente en las ACE y su formulación. Así, parece que el planteamiento inicial que se propone para dicha capacitación es su inclusión en los actua-les 4 años escasos de residencia. De hecho, y paradójicamente, la subespecialización se formula como un período de uno o 2 años. Es obvio que dicho planteamiento es difícilmente compatible con una buena formación como neumólogo general y al tiempo como subespecialista, al reducirse la formación básica del especialista a un año y medio escaso (a lo que cabe restar las libranzas de guardia y períodos vacacionales), por quedar «pinzada» entre la formación troncal-transversal (año y medio) y la pro-puesta de subespecialización. Además, conlleva la imposibilidad de seguir y completar el actual programa de formación general en la especialidad 3,4. De hecho, ya viene demandándose por SEPAR desde hace tiempo que la propia formación como especialista general en patología del aparato respiratorio comprenda 5 años de residencia 5,6. Pretender que se añada un período de especialización durante los 4 años actuales de la residencia, de los cuales casi 3 serían «para otra cosa», resulta no ya difícil y problemático, sino sencillamente imposible y temerario. Lo lógico sería realizarlo tras el período de residencia, y de forma independiente y posterior al ya reclamado quinto año para la especialización básica en neumología, como sucede tanto en otros países europeos como en Norteamérica 5-8. Además, tanto la formación en la especialidad general como en sus subespecialidades (ACE) deberían armonizarse con los países de nuestro entorno, lo que probablemente debiera conllevar una convergencia normativa e impulso a iniciativas como HERMES 9. Otro punto controvertido es el de qué parte de la ciencia y/o la técnica es susceptible de convertirse en una ACE y quién debe proponerlo. Por un lado, existen áreas de conocimiento que dispo-nen con frecuencia de unidades específicas en muchos hospitales, y bien pudieran aspirar a ser consideradas como una subespe-cialización o área específica de conocimiento neumológico. Son, por ejemplo, el asma grave, la patología intersticial, el manejo del tabaquismo, las alteraciones vasculares del pulmón, el trasplante pulmonar o los pacientes semicríticos. Por otra parte, existen áreas que precisan no sólo de conocimientos concretos sino de habilida-des específicas ligadas al soporte instrumental que se debe manejar. Es el caso de algunas de las antes mencionadas, pero también de la neumología intervencionista, y las unidades de alta especiali-zación en pruebas funcionales respiratorias (tanto convencionales como ligadas a la evaluación de la capacidad de esfuerzo), o en el estudio de los trastornos respiratorios del sueño. Creemos que ambas orientaciones pueden ser correctas y que unas necesidades bien definidas por el sistema sanitario y las sociedades científi-cas deben facilitar la priorización. Además, el sistema debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a situaciones inesperadas, como ha sido la pandemia de COVID-19 y la generación en nuestro país de numerosas unidades de cuidados respiratorios interme-dios. Sin embargo, no queda claro de momento en qué orden, bajo qué requisitos y a propuesta de quién se establecerían dichas ACE. Un tercer tema importante es el de en qué lugares podrá rea-lizarse la subespecialización y con qué programa formativo. ¿Será en todas las unidades acreditadas para la formación de residen-tes?, ¿sólo en las de centros terciarios y con unidades específicas previamente acreditadas y con profesionales de reconocido presti-gio? En este último caso, ¿acreditadas por quién? Más aún, ¿podrán todos los residentes de neumología realizar dichas subespecializa-ciones o sólo aquellos con plaza en los centros acreditados al efecto? Respecto del programa formativo pensamos que sería conveniente un desarrollo basado en la adquisición de competencias, probable-mente inspirado en los documentos del programa de Desarrollo Profesional Continuado (DPC) de SEPAR. Esto implica además que deben definirse con precisión los criterios de adquisición de las competencias y titulación de las ACE, que no deben reducirse a seguir simplemente el programa formativo como actualmente sucede con la obtención de las especialidades médicas.