Los errores de medicación (EM) se dan con frecuencia en el ámbito hospitalario y algunos de ellos pueden tener consecuencias fatales para el paciente. En España, esta cifra se ha estimado en 17 EM al día por cada 100 pacientes hospitalizados, siendo el 16% errores de prescripción, el 27% errores de transcripción, el 48% errores de dispensación y, finalmente, un 9% de administración. El coste
... [Show full abstract] estimado de estos errores se sitúa en torno a los 1800 millones de euros anuales, lo que supone casi un 3% del gasto sanitario.
Es conocido que la seguridad clínica es uno de los pilares fundamentales para mejorar la calidad en la asistencia. Pero existen, además, cuestiones éticas que subyacen a la preocupación por la seguridad de los pacientes y que podrían resumirse en los conocidos principios de beneficiencia, no maleficiencia ("primum non nocere"), autonomía y equidad. Por otro lado, la magnitud de los gastos asociados a errores médicos hace que, indudablemente, sea rentable la inversión en seguridad. Por último, las demandas judiciales y el consiguiente impacto mediático (social y económico) de los errores médicos hacen necesario articular medidas preventivas para disminuir el potencial desprestigio tanto de los profesionales sanitarios como de las organizaciones y, a su vez, aumentar la confianza de la ciudadanía en los sistemas sanitarios.