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Cartaphilus 3 (2008), 90-92
Revista de Investigación y Crítica Estética. ISSN: 1887-5238
LA ESCRITURA LÚDICA DE GIGI MONFREDINI
En la ciudad de Bolonia escribe, dirige obras
teatrales y vive Gigi Monfredini, uno de los auto-
res más polifacéticos del panorama literario ita-
liano. El orden de las acciones es intencional
pues Monfredini antepone a cualquier ocupa-
ción la escritura, y de sus textos surgen los de-
más quehaceres cotidianos, entre los que se
encuentra su labor dramática como actor, direc-
tor, autor y pedagogo. En la trayectoria de Gigi
no hay grandes distancias entre el entorno diario
y su actividad creadora; se trata de un hombre
abordable, un escritor de oficio, comprometido
con la sociedad como los juglares del pasado;
tanto por vivir de este mester, cuánto por ante-
ponerlo a los gajes de una profesión más lucra-
tiva si más dócil con el mercado o con lo consi-
derado políticamente correcto.
“Mi diverto quando penso i miei perso-
naggi!”, confiesa en el íncipit de su página per-
sonal. En efecto, Monfredini admite que la fuerza
principal que lo ha empujado a escribir ha sido la
diversión, el placer de contemplar a todos esos
los personajes hilarantes manados de su fanta-
sía, que suscitan la risa sin ocultar su condición
de perdedores; y además lo mueve el deseo de
transmitir el buen humor al público que lo lee o
acude a sus espectáculos en el teatro.
Recorriendo brevemente el perfil biográfico,
destacaré que Gigi Monfredini, nacido en Creval-
cuore hacia la mitad del siglo XX, se licenció en la
Universidad de Bolonia, en el DAMS (Disciplinas
de Arte Dramático, Música y Espectáculo), una
especialidad única en Italia, donde se forman
actores, directores de escena y cineastas. Co-
menzó la carrera profesional en el campo del
teatro experimental y el teatro cómico de ani-
mación, con la escuela del circo de los Fratellini
de París y la compañía People Show de Londres.
Realizó junto a destacados representantes de la
escena italiana, sus primeras incursiones en el
teatro clásico. Ha trabajado también para la Rai
realizando doblajes y más tarde intervenciones
en telefilmes y coproducciones exclusivas, como
la que se ha emitido en el mes de mayo del pre-
sente año (Don Zeno). Con reputados directores
dramáticos, ha desarrollado numerosísimas ex-
periencias para compañías profesionales, enti-
dades líricas y asociaciones culturales, tanto pú-
blicas como privadas; por ejemplo reciente-
mente ha protagonizado para la universidad y el
ayuntamiento de Bolonia una serie de retratos
de personajes históricos, dando vida a Carducci,
Marconi o Malpighi. Tan significativa como su
faceta de actor, ha sido la de profesor de teatro
para niños y jóvenes: todavía hoy enseña a las
nuevas generaciones su pasión por el espectá-
culo total, fuente de inspiración para preparar
todo tipo de funciones, desde comedias o musi-
cales hasta dramas históricos. Es precisamente
esta copiosa labor didáctica, llevada a cabo con
una energía incansable, la que le ha valido los
mayores reconocimientos por parte de ayunta-
mientos e instituciones educativas, que han
premiado repetidamente sus iniciativas. Mon-
fredini es autor ante todo de dramas, casi todos
llevados a las tablas bajo su dirección, pues para
él el personaje discurre y sólo se completa du-
rante el espectáculo. No obstante, además es un
delicioso narrador, autor de cuentos para niños,
llenos de musicalidad y juegos verbales; y tam-
bién de relatos para adultos con ganas de trave-
sear con el lenguaje, como el libro reciente-
mente publicado, Frulli (Bolonia, Pendragon,
2006), donde se da cuenta del ambiente de las
salas de baile de los años treinta y cuarenta en la
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MARÍA BELÉN HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
región Emiliana, cuando las mazurcas y valses
eran arte y evasión para unos hombres y mujeres
entrenados por el esfuerzo y la necesidad de
ganarse el sustento. Otros proyectos completan
la personalidad de este autor, actualmente em-
barcado en novelas de suspense en clave có-
mica, narraciones que invierten las reglas pro-
pias del género para convertirse en crítica de
una sociedad desgastada o aculturizada. Podría
referir muchas más cosas de la semblanza de
Gigi Monfredini, mas valga lo dicho como mues-
tra de su capacidad creadora y de la heteroge-
neidad de sus producciones.
La escritura es el lugar donde se desborda la
fantasía y ésta vuela más alto desde la ligereza
cómica. Un ejemplo de ello es el cuento esco-
gido en esta sede, Pascuale Alligatore, traducido
a continuación por estudiantes del curso de ita-
liano de Traducción e Interpretación. El texto
pertenece a una colección de colaboraciones
para la página web: www.bimbibo.it, espacio
lúdico-educativo dedicado a los niños de todas
las edades. Allí existe una sección firmada por
Monfredini titulada: La casa dell´Orco, y subtitu-
lada: Fantasía senza controllo che ti afferra per il
collo. Se trata de un repertorio de entradas pe-
riódicas donde pueden leerse fábulas a veces
breves, otras veces segmentadas en capítulos
por entregas, y dedicadas a los temas que suelen
preocupar a los pequeños: el mundo de los adul-
tos, las fiestas y vacaciones, la escuela, los ami-
gos... El joven navegante puede elegir entre:
cuentos fantásticos, poesías simpáticas o cuen-
tos por capítulos. La variedad de motivos es sur-
tida, aunque siempre coincide un extraño narra-
dor, un ogro que vive en un horripilante pan-
tano, rodeado de criaturas extrañas, quien con-
templa la vida desde una perspectiva mons-
truosa y advierte al lector, el pequeño cínico:
“Cari piccoli cinici, apatici, distratti, pigri,/ distac-
cati, estranei al mondo banalmente proposto,/
fate attenzione, per qualche attimo, a questi/
ragionamenti, poi riposatevi.” Una mirada estra-
falaria, en un mundo bastante incomprensible,
para hacer pensar sin exagerar, llamar la aten-
ción y después descansar. La espontaneidad de
los relatos, en efecto, es coherente con dicha
premisa y alcanza una prosa fresca y bella como
un juego de niños.
Este Ogro es sin duda un animal tosco; mas,
como narrador veterano, posee cierta idiosincra-
sia, quasi filosófica. Así, por ejemplo, en la es-
cuela del pantano, la asistencia a clase es un
asunto espinoso, pues para los profesores man-
tener la disciplina entre las fieras del barro es la
causa de grandes frustraciones:
Grande disperazione dei professori
Sono gli sbadigli degli alligatori
Come si può parlare di scuola ideale
Al rissoso e turbolento cinghiale.
Eppure in questo fetido pantano
Si studia ancora con zelo l'italiano,
La matematica, la storia, la geografia.
Ci sono anche corsi di poesia.
Il segreto è che si cerca di capire
Da dove siamo partiti e dove si può finire
Non è importante da noi la competizione
C'interessa molto di più la comprensione.
E non si studia per paura o costrizione
Ma per il piacere di farsi un'istruzione.
Non si combatte con il professore
Lo si considera con ammirazione.
Observése la ironía al retratar a cocodrilos
que bostezan o jabalís con gana de pelea sobre
los bancos del colegio, y el ambiente pestífero
donde se imparten las clases, en contraste con
aquello más importante, el gusto por el conoci-
miento para sobrevivir y el respeto por el maes-
tro. Como en la obra de su famoso paisano,
Gianni Rodari, en Monfredini la rima hace más
divertida la pedagogía del Orco, al tiempo que
expresa la energía ilimitada de la infancia. La
abundancia de estas rimas, nanas, y pareados
constituye el estilo narrativo característico de
Gigi, y forma parte esencial de una concepción
de la literatura como experiencia popular, ex-
traña a la industria cultural de los cuentos más
vendidos y traducidos; estrechamente ligada en
cambio con el patrimonio regional, dialectal y
nacional. Ciertamente para Monfredini los recur-
sos tradicionales de la poesía oral son fuente
inagotable de experimentación con nuevos rit-
mos y músicas, pues para el niño son el primer
medio de contemplar el lenguaje como un juego
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LA ESCRITURA LÚDICA DE GIGI MONFREDINI
y de canalizar esa riqueza emotiva que para la
mayoría de los adultos se encuentra soterrada.
Las cadencias y simetrías descubren sensa-
ciones sonoras, pero también conducen hacia un
modo de razonar más libre donde el conoci-
miento está ligado a modos originales de agru-
par y formar palabras. La rima es en la fábula
placentera, no ya porque se repitan los mismos
sonidos, o porque sea fácil de memorizar, cuanto
por el descubrimiento para el receptor de nue-
vos emparentamientos lingüísticos, modos ori-
ginales de pensar, que sorprenden, fascinan y
finalmente producen la risa.
Pero la literatura de Monfredini convertida
en juguete para la infancia, por su capacidad
para desarrollar la creatividad y la manipulación
de la realidad, es al tiempo un reto para el lector
adulto. Así en la página personal del autor:
http://www.luigimonfredini.it/ se advierte al
navegante que fue niño:
I personaggi che affido alla vostra curiosità, sono
sempre dei perdenti, in lotta con la vita e le loro
contraddizioni, è gente comune che vive, ama, lavora
accanto a noi, alla ricerca di qualche attimo di felicità,
sognando il successo o semplicemente, cercando di
trovare un senso nell'esistenza, che non sia già
preconfezionato; e magari stimoli, forse, in un qualche
modo il pensiero e il senso critico abbinato alla
curiosità intellettuale.
Personajes inspirados en la gente corriente,
que exponen en actos únicos, comedias o narra-
ciones su condición grotesca y atormentada, con
el mismo estímulo que los protagonistas de la
Casa del Ogro, es decir, intentado comprender
un poco mejor la realidad y criticándola con la
sátira, no para destruirla, sino para reinventar
una personalidad más rica y un mundo más di-
vertido. Escribe Monfredini en la misma página:
Una dura lotta, che come in tutti testi comici prevede
colpi proibiti e critiche feroci senza risparmiare
nessuno, perché lo scopo della satira è quello, di
mostrare i difetti, che non appartengono solo agli altri,
ma sono la base su cui costruiamo la nostra
personalità.
En definitiva, la escritura lúdica de Gigi Mon-
fredini es un modo crítico de estar en el mundo.
Su obra omnímoda propone el teatro dentro del
relato, la fábula dentro de la comedia, la peda-
gogía dentro de la sátira... un continuo experi-
mentar con los recursos de la lengua, la mixtura
de los géneros y la irreverencia hacia las catego-
rías. El hilo de Ariadna de su vasta producción
son sus ganas de pensar en los defectos y valores
sociales con el juguete de la escritura, sin ahorrar
el ridículo de nada ni de nadie. Para mí, Gigi es
ante todo un amigo con talento para ser un niño
entre los adultos. Un autor sano y recomendable
que, gracias a la tecnología digital (y a su prodi-
galidad al descargar sus textos gratuitamente en
la red), ahora muchos tienen la suerte de leer por
primera vez. ¿Quién se atreve a probar su humor
demoledor y a deleitarse con esta fantasía tan
excesiva como intuitiva?
MARÍA BELÉN HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Universidad de Murcia
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