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En 1981 se aprobó en España la Ley del Divorcio. A partir de
ese momento, el número de separaciones y divorcios se ha in-
crementado de forma considerable, produciéndose en el año
2006 más de 93.000 divorcios y 55.000 separaciones (Consejo
General del Poder Judicial, 2006). En aproximadamente el 49%
de los divorcios y el 63% de las separaciones existen hijos me-
nores de edad, lo que significa que un alto porcentaje de niños
pasarán parte de su infancia y niñez con un solo progenitor
(http://www.ine.es).
La ruptura de pareja implica un cambio en la estructura fami-
liar y, por ello, modifica la relación entre todos sus miembros. Sin
embargo, a pesar de la reestructuración que debe producirse, la di-
solución conyugal no exime la responsabilidad de la pareja como
padres, por lo que los intereses de los hijos deben prevalecer sobre
la ruptura. Es frecuente la aparición de numerosas dificultades pa-
ra establecer acuerdos entre los ex cónyuges respecto al bienestar
y pautas educativas de los hijos después de la separación. De he-
cho, a pesar de haberse producido un aumento significativo en las
rupturas de mutuo acuerdo, los divorcios contenciosos todavía son
muy frecuentes, influyendo en esos casos el conflicto interparen-
tal en el bienestar de los hijos.
La Asociación Americana de Psiquiatría considera el divorcio
de los padres como una experiencia muy estresante para los hijos
que puede tener consecuencias a corto, medio y largo plazo. Tra-
dicionalmente, la unidad familiar se ha concebido como una es-
tructura que protege a los niños, a la vez que se ha considerado la
ruptura conyugal capaz de generar en el menor problemas físicos,
emocionales, escolares y sociales.
En nuestro país no son frecuentes las investigaciones que va-
loran los efectos de la ruptura conyugal en los hijos de la pareja.
Bengoechea (1992) examina en una muestra de 536 niños, con
edades comprendidas entre 6 y 18 años, la personalidad, inteli-
gencia, estado de ánimo, y adaptación personal, escolar y social,
entre otras variables. Cantón, Cortés y Justicia (2002) comprue-
ban que los hijos de padres separados o divorciados presentan
más problemas de conducta y problemas personales que los ni-
Trastorno de ansiedad por separación en hijos de padres divorciados
Mireia Orgilés Amorós, José Pedro Espada Sánchez y Xavier Méndez Carrillo*
Universidad Miguel Hernández y * Universidad de Murcia
La ansiedad de los niños al separarse de los padres es uno de los problemas psicológicos más frecuen-
tes en la población infantil. En los hijos de padres divorciados la vulnerabilidad a presentar el trastor-
no es mayor debido a la separación brusca de uno de los padres después de la ruptura, que el niño pue-
de vivir como una experiencia traumática que le predispone a reaccionar de forma ansiosa ante las
separaciones cotidianas. El objetivo de este estudio es examinar la presencia de síntomas de ansiedad
por separación y ansiedad general en una muestra española de 95 escolares de 8 a 12 años, comparán-
dolos con un grupo de niños de edades y género similares cuyos padres no se han separado. Los re-
sultados muestran que los niños que han vivido una ruptura conyugal presentan niveles de ansiedad por
separación más elevados que los niños cuyos padres permanecen unidos. Manifiestan además niveles
significativos de ansiedad general, pero similares a los presentados por el grupo de niños con padres
no divorciados. Se discuten las implicaciones clínicas de estos hallazgos, destacando la importancia de
la cooperación y el contacto frecuente del niño con ambos progenitores para fomentar su seguridad y
autonomía.
Separation anxiety disorder in a sample of children of divorce. Anxiety in children through separation
from parents is one of the most frequent psychological problems in the infantile population. Children
of divorce are more vulnerable to suffer this disorder due to the abrupt separation from one of the
parents after the break-up, which they may experience as a traumatic event that predisposes them to
react anxiously in daily separations. The purpose of this study is to examine the presence of symptoms
of separation anxiety and general anxiety in a Spanish sample of 95 students of ages between 8 and 12
years. They were compared to a group of children of similar ages and sex whose parents are not
divorced. The results show that children of divorce present higher levels of separation anxiety than the
children whose parents remain together. Moreover, they show significant levels of generalized anxiety,
but similar to that of the other group of children (undivorced parents). The clinical implications of these
findings are discussed, emphasizing the importance of cooperation and frequent contact of the children
with both parents to promote their security and autonomy.
Fecha recepción: 29-5-07 • Fecha aceptación: 14-11-07
Correspondencia: Mireia Orgilés Amorós
Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas
Universidad Miguel Hernández
03202 Elche (Spain)
E-mail: morgiles@umh.es
Psicothema 2008. Vol. 20, nº 3, pp. 383-388 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
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ños que viven con ambos progenitores. La problemática se agu-
diza cuando la separación o divorcio se desarrolla de forma con-
tenciosa. En estos casos, los hijos presentan creencias más pro-
blemáticas sobre la ruptura conyugal que los niños cuyos padres
han resuelto el conflicto mediante mediación familiar (Ramírez,
Botella, y Carrobles, 1999). Además, algunas de estas creencias
correlacionan directamente con el ajuste emocional y social de
los niños. Morgado y González (2001) evalúan en una muestra
de 96 niños de edades comprendidas entre 6 y 12 años diversos
indicadores de ajuste psicológico: competencia escolar, compe-
tencia cognitiva y social, problemas de conducta y autoestima.
Los resultados mostraron que los hijos de padres que habían ro-
to su unión conyugal presentaban puntuaciones de ajuste psico-
lógico con niveles medios, y que si existían diferencias con los
niños que vivían en una familia biparental eran de escasa mag-
nitud.
Existen claras discrepancias en la literatura científica sobre el
efecto de la ruptura conyugal en la ansiedad de los hijos. Algunos
estudios han demostrado que la ansiedad es una respuesta habi-
tual de los niños ante la separación de los padres (por ejemplo,
Johnston, Campbell, y Mayes, 1985), mientras que en otros tra-
bajos no se han encontrado diferencias entre los niños proceden-
tes de familias rotas y de familias unidas (por ejemplo, Thomas y
Forehand, 1993). En nuestro país hemos encontrado únicamente
un estudio que evalúa los síntomas de ansiedad, entre otras varia-
bles, en una muestra de 93 escolares que habían sufrido una rup-
tura familiar, comparándolos con niños que vivían con ambos
progenitores (Pons-Salvador y del Barrio, 1995). Las autoras con-
cluyen que la ruptura de pareja en sí misma no determina la pre-
sencia de problemas de ansiedad en los niños, sino que más bien
estaría determinada por otros factores que modulan el bienestar
de los menores, como por ejemplo la conflictividad en la relación
de los padres.
Entre los problemas de ansiedad, el trastorno de ansiedad por
separación se considera el más frecuente en hijos de padres di-
vorciados (Aguilar, 2006). La ansiedad por separación se carac-
teriza por la presencia de ansiedad excesiva ante la separación de
las figuras de apego o del hogar, o ante la anticipación de estas
situaciones. Se acompaña de una serie de síntomas, como ma-
lestar excesivo, quejas somáticas, preocupación persistente y ne-
gativa a permanecer o dormir solo. Su diagnóstico requiere una
persistencia de dichos síntomas al menos durante cuatro sema-
nas y una repercusión negativa en la vida y en el desarrollo del
niño.
Los niños que han vivido separaciones forzosas, como el di-
vorcio de los padres, son más vulnerables a reaccionar con ansie-
dad ante las separaciones cotidianas (Bowlby, 1973; Méndez,
1999; Thyer y Sowers-Hoag, 1988). Sin embargo, a pesar de tra-
tarse de uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes en la in-
fancia, y de la mayor vulnerabilidad observada en hijos de padres
divorciados, no existe ningún trabajo con muestra española que
examine la presencia de síntomas de ansiedad por separación en
niños que han vivido el divorcio de sus padres. Nuestro estudio
pretende, por tanto, evaluar la ansiedad ante la separación de las fi-
guras afectivas en una muestra de escolares procedentes de fami-
lias en las que la pareja se ha divorciado, examinando también los
niveles de ansiedad general. Los resultados se comparan con los
obtenidos en una muestra que procede de familias en las que la pa-
reja no se ha disuelto.
Método
Participantes
La muestra del estudio está formada por 190 sujetos (51% ni-
ñas y 49% niños), con edades comprendidas entre 8 y 12 años (M:
10.02 años; DT: 1.23), cuyas familias poseen un nivel socioeco-
nómico medio. La distribución por edades de los niños es la si-
guiente: 8 años (n= 23), 9 años (n= 43), 10 años (n= 55), 11 años
(n= 41), y 12 años (n= 28). Los participantes en el estudio provie-
nen de familias cuyos padres se encuentran separados o divorcia-
dos (n= 95), y de familias en las que no se ha producido una rup-
tura de pareja y, por tanto, los niños conviven con ambos
progenitores (n= 95). El tiempo medio transcurrido desde la rup-
tura de la pareja en el momento de la realización de este estudio es
de 30 meses.
Procedimiento
Para el reclutamiento de la muestra se estableció contacto con
8 colegios, públicos y privados, de la provincia de Alicante. Se en-
tregó información escrita al equipo de dirección sobre los objeti-
vos de la investigación y se solicitó su colaboración. Se distribu-
yeron entre todos los niños de 8 a 12 años alrededor de 900 cartas
en la que se informaba a los padres del objetivo del estudio. De las
cartas distribuidas, se obtuvieron 115 respuestas de padres divor-
ciados y 570 de padres no divorciados que accedían a participar en
la investigación. Para poder comparar los niveles de ansiedad de
los hijos de padres divorciados se eligieron al azar en cada aula
una muestra de niños de edades y género similares procedentes de
las familias con uniones no disueltas que aceptaron que sus hijos
formaran parte del estudio.
Los participantes cumplimentaron los cuestionarios de forma
colectiva en grupos de 10 a 15 alumnos. Se procedió al reparto de
los ejemplares con las instrucciones, leyéndolas en voz alta y acla-
rando cualquier duda. Se insistió en la necesidad de no dejar nin-
guna pregunta en blanco, evitando influir en las respuestas de los
sujetos. Un investigador permaneció en el aula durante toda la
aplicación para proporcionar información y verificar la correcta
cumplimentación de los cuestionarios. Después de la administra-
ción de las pruebas, la muestra quedó reducida a 190 sujetos, des-
cartándose los casos con datos ausentes, con edad superior a 12
años y con ausencia de información identificativa.
Instrumentos de evaluación
La información para el estudio se obtuvo a través de dos au-
toinformes, que se aplicaron a los niños de forma colectiva en las
aulas. Los padres proporcionaron, mediante un cuestionario, infor-
mación sobre las características sociodemográficas de las familias.
La ansiedad ante la separación de los niños de las figuras de
apego se evaluó mediante el Cuestionario de Ansiedad por Sepa-
ración Infantil, Forma Niños, CASI-N (Espada, Méndez, Hidalgo,
y Orgilés, 2006). El cuestionario, basado en los criterios diagnós-
ticos del DSM-IV-TR y la CIE-10, es un instrumento de aplicación
y corrección sencillas, que requiere un tiempo de cumplimenta-
ción breve de aproximadamente 15 minutos.
Los niños deben expresar en una escala de 5 puntos el malestar
que sienten ante determinadas situaciones relacionadas con la se-
paración de las figuras de apego y/o del hogar. La prueba se com-
MIREIA ORGILÉS AMORÓS, JOSÉ PEDRO ESPADA SÁNCHEZ Y XAVIER MÉNDEZ CARRILLO
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pone de 26 ítems, estructurados en 3 factores: a) malestar por la se-
paración, que comprende 16 ítems (rango 0-80), y se relaciona con
las alteraciones psicofisiológicas y motoras que aparecen en el ni-
ño al separarse o anticipar la separación de sus progenitores; b) pre-
ocupación por la separación, con 5 ítems (rango 0-25), que inclu-
yen la intranquilidad del niño por la posibilidad de que ocurra algún
suceso negativo durante la separación; y c) tranquilidad ante la se-
paración, que incluye 5 ítems (rango 0-25), y se relaciona con la
confianza del niño a la hora de separarse de sus padres. La puntua-
ción total que se alcanza en el cuestionario oscila en un rango de 0
a 130. El instrumento tiene una consistencia interna (alfa de Cron-
bach) de .82, una fiabilidad test-retest de .98 y validez predictiva
adecuada, con un diagnóstico correcto del 97,7% de los casos.
Para evaluar la ansiedad general se utilizó el Cuestionario de
Ansiedad Estado/Rasgo en Niños, STAI-C (Spielberger, 2001),
que proporciona información sobre la ansiedad del niño como ras-
go estable y la ansiedad como estado transitorio. En la escala de
ansiedad estado el niño debe expresar cómo se siente en un mo-
mento determinado y refleja, por tanto, su nivel de ansiedad en el
momento actual. La medida de ansiedad rasgo evalúa la predispo-
sición a la ansiedad en el niño, es decir, su tendencia a reaccionar
de forma ansiosa. El instrumento comprende 20 ítems en cada par-
te, con una puntuación que puede oscilar de 20 a 60 en cada una
de ellas.
Análisis de datos
Los análisis estadísticos se han llevado a cabo con el programa
SPSS (14.00), utilizándose las pruebas paramétricas tde Student
para la comparación de dos grupos y el análisis de varianza para la
comparación de tres o más grupos, con un nivel de significación de
.05.
Resultados
Diferencias intergrupo
En primer lugar se analizaron las puntuaciones de los hijos de
padres divorciados en los dos autoinformes aplicados. En el
STAI-C, los niños presentaban una ansiedad estado (M: 36.68,
DT: 5.61) superior a su ansiedad rasgo (M: 35.05, DT: 8.37). Las
puntuaciones alcanzadas en el Cuestionario de Ansiedad por Se-
paración Infantil fueron altas en el factor malestar por la separa-
ción (M: 29.66; 11.49) y en la puntuación total (M: 62.58; DT:
15.35), y medias en los factores preocupación por la separación
(M: 18.15; DT: 4.16) y tranquilidad ante la separación (M: 14.77;
DT: 4.96).
Los resultados obtenidos en los hijos de padres divorciados se
compararon con un grupo de niños con características similares
que actuaron de grupo control. En la comparación entre ambos
grupos únicamente se hallaron diferencias significativas en la pre-
sencia de síntomas de ansiedad por separación, en concreto en el
factor del CASI tranquilidad ante la separación (t= -2.01; p= .05)
y en su puntuación total (t= -1.99; p= .05), obteniéndose puntua-
ciones menores en ansiedad en todos los factores y en la valora-
ción total en los niños que no habían vivido el divorcio parental.
Los hijos de padres separados alcanzaron como media una pun-
tuación total en ansiedad por separación de 62.58 (DT: 15.35) y los
niños con padres no divorciados una puntuación menor (M: 57.97;
DT: 16.60).
TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN EN HIJOS DE PADRES DIVORCIADOS 385
Tabla 1
Medias y desviaciones típicas en ansiedad estado y ansiedad rasgo
Ansiedad estado Ansiedad rasgo
(rango: 20-60) (rango: 20-60)
Hijos de padres
divorciados Edad
8 años 39.82 (4.42) 36.18 (8.41)
9 años 38.60 (6.12) 37.45 (8.22)
10 años 34.97 (5.53) 34.75 (8.76)
11 años 35.35 (5.56) 32.45 (7.36)
12 años 37.42 (4.23) 35.17 (9.13)
Género
Niños 36.42 (5.72) 33.68 (8.42)
Niñas 36.94 (5.55) 36.39 (8.18)
Total 36.68 (5.61) 35.05 (8.37)
Hijos de padres
no divorciados 8 años 36.92 (5.70) 39.92 (6.21)
9 años 36.22 (6.27) 36.35 (7.99)
10 años 38 (4.08) 30.96 (7.24)
11 años 36.14 (4.55) 35.09 (8.63)
12 años 37.37 (3.95) 33.69 (5.45)
Género
Niños 36.35 (5.12) 32.78 (8.48)
Niñas 37.42 (4.76) 36.56 (6.62)
Total 36.91 (4.93) 34.77(7.75)
Tabla 2
Medias y desviaciones típicas en ansiedad por separación
Malestar por la Preocupación Tranquilidad
separación por la separación ante la
(rango 0-80) (rango 0-25) separación
(rango 0-25)
Hijos de padres
divorciados Edad
8 años 37.18 (13.90) 17.73 (3.98) 13.82 (4.79)
9 años 33.10 (11.33) 18.70 (3.26) 17.10 (4.04)
10 años 26.59 (9.04) 18.19 (4.65) 14.06 (5.53)
11 años 27.70 (10.38) 18.25 (4.14) 14.15 (4.59)
12 años 28.50 (14.15) 17.33 (4.81) 14.67 (5.05)
Género
Niños 30.47 (12.74) 17.47 (4.69) 14.19 (5.37)
Niñas 28.87 (10.19) 18.81 (3.47) 15.33 (4.49)
Total 29.66 (11.49) 18.15 (4.16) 14.77 (4.96)
Hijos de padres
no divorciados Edad
8 años 34.50 (6.24) 21.08 (3.17) 16.08 (3.37)
9 años 29.91 (12.53) 19.30 (4.10) 14.39 (4.47)
10 años 26.96 (12.49) 16.96 (5.90) 13.56 (4.74)
11 años 22.81 (5.99) 16.33 (5.35) 10.67 (3.97)
12 años 22.69 (9.83) 15.25 (5.77) 13.06 (5.45)
Género
Niños 26.71 (10.13) 16.95 (5.56) 13.31 (5.02)
Niñas 27.24 (11.52) 18.22 (5.08) 13.40 (4.47)
Total 26.99 (10.83) 17.62 (5.32) 13.36 (4.71)
* En el factor tranquilidad ante la separación, a menor puntuación mayor confianza y tran-
quilidad ante situaciones de separación
Diferencias de género y edad
De la comparación de las puntuaciones de los hijos de padres
divorciados en función de la edad se desprende la existencia de di-
ferencias significativas en la ansiedad estado (p= .03), así como en
el factor del CASI malestar por la separación (p= .05). En ambas
variables las diferencias se observan entre los niños de 8 y 10 años,
con puntuaciones mayores en los primeros. Al examinar los resul-
tados en función del género no se hallan diferencias significativas
en ninguna prueba, aunque las niñas puntúan en la mayoría de las
variables más alto que los niños.
Al comparar ambos grupos en función de la edad se observan
diferencias significativas en los niños de 8 años en el factor preo-
cupación por la separación del CASI (p= .04), con puntuaciones
más bajas en el grupo de hijos de padres divorciados (tabla 3). En
los niños de 9 años, la comparación de medias es significativa úni-
camente en el factor tranquilidad ante la separación (p= .04), en el
que puntúan más alto los hijos de divorciados, lo que indica que se
sienten más intranquilos cuando se separan de sus padres. Las di-
ferencias en la ansiedad estado son significativas en los niños de
10 años, con puntuaciones más altas en los que viven con ambos
padres (p= .02). En los de 11 años la comparación de medias re-
sulta estadísticamente significativa en el factor tranquilidad ante la
separación (p= .01) y en la puntuación total (p= .02) del CASI, en
ambos casos manifestando más ansiedad los hijos de padres di-
vorciados.
La comparación de los resultados por género muestra que no
existen diferencias significativas entre los hijos varones de padres
divorciados y los que no han vivido una ruptura parental. Sin em-
bargo, sí se observan diferencias en el género femenino en el fac-
tor tranquilidad ante la separación del CASI (p= .03), donde las ni-
ñas cuyos padres se habían divorciado manifestaban menos
tranquilidad ante la situación de separarse de sus padres.
Discusión y conclusiones
La ruptura de una pareja genera cambios personales, económi-
cos, sociales y familiares que en los niños y adolescentes nacidos
de la unión conyugal se relacionan con una probabilidad mayor de
presentar problemas psicológicos (Rodríguez, 2002). En el pre-
sente estudio se pretendía examinar la presencia de síntomas de
ansiedad en una muestra de niños de 8 a 12 años, trastorno muy
frecuente en la población general y que suscita una demanda muy
elevada en los servicios de salud mental (Bragado, Bersabé, y Ca-
rrasco, 1999). En concreto, se examina la presencia de síntomas de
ansiedad por separación, a la vez que se valoran los niveles de an-
siedad general de los niños.
Los resultados muestran que los hijos de padres divorciados no
presentan niveles significativos de ansiedad como rasgo estable.
La ansiedad estado es elevada, pero similar a la manifestada por
los hijos de padres no divorciados. Las puntuaciones en ansiedad
rasgo de los niños de nuestro estudio fueron similares a las obte-
nidas en el trabajo de Pons-Salvador y del Barrio (1995), no así los
niveles de ansiedad estado que en nuestra muestra son considera-
blemente más elevados que los alcanzados en el trabajo previa-
mente citado. Una situación estresante como es el divorcio de los
padres puede producir ansiedad en el niño, a pesar de que no exis-
ta en él una predisposición estable a manifestar este problema. Las
altas puntuaciones en ansiedad estado, cercanas a los percentiles
MIREIA ORGILÉS AMORÓS, JOSÉ PEDRO ESPADA SÁNCHEZ Y XAVIER MÉNDEZ CARRILLO
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Tabla 3
Diferencia de medias entre hijos de padres divorciados y no divorciados
en función de la edad y el género
Edad Género
8 9 10 11 12 Niños Niñas
Trastorno de ansiedad por
separación Malestar por la separación -.61 -.87 .12 -1.86 -1.28 -1.56 -.74
Preocupación por la separación 2.25* .53 -.86 -1.28 -1.01 -.48 -.67
Tranquilidad ante la separación 1.32 -2.07* -.35 -2.60* -.79 -.81 -2.13*
Total 0.51 -1.10 -.34 -2.35* -1.43 -1.43 -1.39
Ansiedad general Ansiedad rasgo 1.22 -.44 -1.70 1.05 -.53 -.51 .11
Ansiedad estado -1.35 -1.26 2.34* .50 -.03 -.06 .46
Nivel de significación estadística: * p<.05; **p<.005; ***p<.001
45
50
55
60
65
70
75
8 años 9 años 10 años 11 años 12 años
Hijos de padres
divorciados
Hijos de padres
no divorciados
Gráfica 1. Evolución de la ansiedad por separación en función de la edad
90 y 95 según el género de los participantes, podrían justificarse
por el período de cambio e inestabilidad que los niños están atra-
vesando después de la ruptura de sus padres. Sin embargo, al com-
parar las puntuaciones de los dos grupos del estudio, se observa
que los niveles de ansiedad rasgo son ligeramente superiores en
los hijos de padres divorciados, pero estos últimos presentan, sin
embargo, menos ansiedad estado. Existen, por tanto, niveles signi-
ficativos de ansiedad no sólo en los niños que provienen de padres
divorciados, sino también en los que vivían con sus dos progeni-
tores. Al comparar los resultados obtenidos en esta variable con
los hallados en el trabajo de Pons-Salvador y del Barrio (1995),
observamos que en ambos casos no existen diferencias entre la an-
siedad estado de los niños procedentes de familias divorciadas y
unidas, aunque en nuestra muestra las puntuaciones son bastante
más elevadas. Se observa también que la ansiedad estado dismi-
nuye en los hijos de padres divorciados conforme aumenta la edad
de los niños, excepto en los niños de 12 años que presentan nive-
les más altos. Las niñas manifiestan a su vez más ansiedad que los
niños, diferencias que son más notables en la ansiedad rasgo, y que
responden al mayor predominio de los trastornos de ansiedad en el
género femenino (Echeburúa, 1993).
Respecto a la presencia de síntomas de ansiedad por separa-
ción, el grupo de niños con padres divorciados presentaron niveles
superiores a la media de la población general. Las puntuaciones
obtenidas se han comparado con las alcanzadas en un estudio lle-
vado a cabo con 1.201 escolares cuyos padres no estaban divor-
ciados (Espada, Méndez, Orgilés, e Hidalgo, 2007), observándose
en éstos niveles de ansiedad menores (M: 59.80; DT: 15.39) que
en los niños de nuestro trabajo (M: 63.02; DT: 13.14). Al compa-
rar la puntuación total en el Cuestionario de Ansiedad por Separa-
ción Infantil entre los dos grupos analizados en nuestro estudio, se
hallan diferencias significativas con niveles superiores de ansiedad
en los hijos de padres divorciados frente a los niños que vivían con
sus dos padres (M: 58.86; DT: 16.25). Estos últimos presentan
además puntuaciones en ansiedad cercanas a la media en la pobla-
ción general.
La ansiedad en los hijos de padres divorciados se manifiesta so-
bre todo a nivel psicofisiológico y motor, ya que es en este factor
en el que se alcanzan las puntuaciones más elevadas. Cuando no
permanecen con sus padres sienten molestias físicas, como dolor
de cabeza o de barriga, tienen ganas de llorar, y tratan de evitar la
separación física con ellos, telefoneándoles o tratando de retrasar
su marcha. A pesar de que son los síntomas psicofisiológicos y
motores los más frecuentes en la muestra, únicamente hemos en-
contrado diferencias significativas con el grupo de niños con fa-
milias unidas en el factor tranquilidad ante la separación, obser-
vándose en estos últimos niveles de confianza mayores a la hora
de separarse de sus padres. Los niños con padres separados se
muestran más intranquilos cuando sus padres se marchan de viaje,
cuando les resulta difícil hablar con ellos por teléfono, o, por ejem-
plo, al levantarse para ir al colegio.
Respecto a la edad y género, los niños de 8 y 9 años con padres
separados presentan más ansiedad que los niños más mayores, y las
niñas manifiestan más miedo a la separación en todos los factores
excepto en malestar por la separación. Dichos resultados están de
acuerdo con estudios previos, que confirman la mayor prevalencia
del trastorno de ansiedad por separación a los 9 años y en el sexo
femenino (Echeburúa, 1993). En los niños de familias unidas la an-
siedad normalmente descendía conforme avanzaba la edad del ni-
ño, confirmando la tendencia hallada en otros estudios con niños de
edades similares, en los que las niñas alcanzan puntuaciones más
altas que los niños en ansiedad por separación, y las puntuaciones
descienden con la edad (Chorpita, Yim, Moffitt, Umemoto, y Fran-
cis, 2000; Méndez, Inglés, Hidalgo, García-Fernández, y Quiles,
1997; Spence, 1998). En los hijos de padres divorciados no se ob-
serva sin embargo ese patrón ni en la puntuación total de la prueba
ni en el resto de sus variables, lo que indica que existen otros fac-
tores que condicionan los niveles de ansiedad manifiestos.
Del estudio se concluye que los niños que han vivido una rup-
tura conyugal presentan niveles de ansiedad por separación más
elevados que los niños cuyos padres permanecen unidos. Mani-
fiestan además niveles de ansiedad general en el momento actual
significativos, pero similares a los niños cuyos padres no han roto
su unión. Existen diversos factores que pueden contribuir a la ad-
quisición del trastorno de ansiedad por separación, entre ellos la
separación brusca del niño de las figuras afectivas, que constituye
para él un suceso muy estresante. Al producirse una ruptura de pa-
reja, suele ser común que el niño resida con uno de los padres, con
mayor frecuencia la madre, y permanezca con el padre eventual-
mente. Sin embargo, durante los períodos vacacionales el niño se
traslada al hogar del padre, siendo el contacto con la madre muy
esporádico e incluso inexistente cuando la relación entre los ex
cónyuges es conflictiva. La separación de la madre en esas situa-
ciones puede condicionar la ansiedad del niño en ocasiones futu-
ras, aumentando su vulnerabilidad a reaccionar de forma ansiosa
ante cualquier separación cotidiana. La cooperación entre los ex
cónyuges y la ausencia de desavenencias entre ellos favorece un
contacto frecuente del niño con ambos, y por tanto puede reducir
su conducta de temor ante la ausencia de las figuras de apego y fo-
mentar su confianza y autonomía.
TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN EN HIJOS DE PADRES DIVORCIADOS 387
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MIREIA ORGILÉS AMORÓS, JOSÉ PEDRO ESPADA SÁNCHEZ Y XAVIER MÉNDEZ CARRILLO
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