One of most important sources of frustration for teachers is not being able to manage their classes successfully, especially since class management is closely related to student learning (Soria Duarte & Quezada Campoverde, 2018). This article presents several guidelines that can help teachers to manage their classes effectively, especially when working with high school students. Good class management usually begins with an analysis of the characteristics of the students and the strategies that can be most effective for a given group (Ausubel, 1976; Holzschuher, 2012). Another fundamental step is to plan how the classes will be managed, as well as the rules and procedures that will guide them which, in many cases, may even be planned with the students themselves (Badía Martín et al., 2012). Finally, it is important that students and teachers develop a relationship based on respect and personal interest; that will motivate students to be more willing to accept the necessary rules, procedures and disciplinary actions established for the class (Barreda Gómez, 2012). Class management is an issue that is influenced by many factors, including even class preparation, classroom organization, and instructional time management. This article will present appropriate guidelines to help both, teachers and institutions, to achieve an environment of discipline that favors student learning and emotional development. Resumen Una de las mayores causas de frustración para un docente es no lograr manejar su clase de manera exitosa, sobretodo dado que el manejo de clase está estrechamente relacionado con el aprendizaje de los alumnos (Soria Duarte & Quezada Campoverde, 2018). De ahí que el presente artículo presente varias pautas que pueden ayudar a los docentes a manejar sus clases de manera efectiva, sobre todo al trabajar con estudiantes de nivel secundario. Todo buen manejo de case empieza con un análisis de las características de los estudiantes y de las estrategias que pueden ser más efectivas para un determinado grupo (Ausubel, 1976; Holzschuher, 2012). Otro paso fundamental es planificar cómo se manejarán las clases, así como las normas y procedimientos que regirán las mismas, los cuales, en muchas ocasiones, podrán ser incluso consensuados con los estudiantes (Badía Martín et al., 2012). Finalmente, es importante que el alumno y el profesor desarrollen una relación basada en el respeto y el interés personal, pues así los estudiantes estarán más dispuestos a aceptar las reglas, procedimientos y acciones disciplinarias necesarias establecidas para la clase (Barreda Gómez, 2012). Así pues, el manejo de clase es un tema en el que influyen muchos factores, incluso la preparación de clase, la organización del aula y la administración del tiempo instruccional; pero con pautas adecuadas como las presentadas en este artículo es posible que tanto los docentes como las instituciones logren un ambiente de disciplina que favorezca el aprendizaje y el desarrollo emocional de los estudiantes.