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MANEJO
AGROBIOTECNOLÓGICO
PARA LA PRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE
Agave maximiliana Baker
MANEJO AGROBIOTECNOLÓGICO PARA
LA PRODUCCIÓN Y CONSERVACIÓN DE
Agave maximiliana Baker
María de Lourdes Delgado Aceves
Antonia Gutiérrez Mora
Benito Salcedo Ríos
Santiago Corona Perez
MANEJO AGROBIOTECNOLÓGICO PARA LA PRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE Agave maximiliana Baker
Coordinadores: María de Lourdes Delgado Aceves, Antonia Gutiérrez Mora,
Benito Salcedo Ríos & Santiago Corona Perez
1 ª. edición
© Todos los textos son propiedad de sus autores
D. R. © Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología
y Diseño del Estado de Jalisco A.C. Av. Normalistas 800,
Colinas de La Normal, 44270 Guadalajara, Jal.
Laboratorio PLANTECC
Proyecto apoyado a través del Programa de Difusión y Divulgación de
la Ciencia, Tecnología e Innovación (DyD) 2023 no de proyecto: 10599.
Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología del Ejecutivo Estatal (SICyT)
y el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco (COECyTJAL)
Diseño editorial: Enrique Rentería
Diseño de portada: Nayeli Vallarta
Está permitido descargar y compartir esta obra citando y acreditando
correctamente a la misma, más no está permitido cambiarla de forma
alguna ni usarla comercialmente.
ISBN versión electrónica: 978-607-8734-67-2
https://doi.org/10.5281/zenodo.12826117
ISBN versión impresa: 978-607-8734-66-5
Hecho en México
Contenido
Introducción ................................................................... 9
México como centro de diversicación del género Agave: un legado
cultural y botánico ..................................................................................9
La relación humano-agave: un vínculo cultural y ecológico en
peligro ............................................................................................... 11
Importancia Cultural ........................................................................ 11
Importancia Ecológica ..................................................................... 12
Amenazas a la especie Agave maximiliana ................................... 12
Biotecnología: Innovación para la conservación ........................... 12
Biología de Agave maximiliana Baker .............................. 17
Morfología y diversidad ................................................................... 17
Reproducción ................................................................................... 19
Escapo oral ..................................................................................... 22
Polen ................................................................................................. 23
Flor .................................................................................................... 24
Fruto .................................................................................................. 25
Semillas ........................................................................................... 26
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo
agroforestal .................................................................... 31
Siembra de semilla en almácigos ................................................... 31
Viabilidad de semillas mediante prueba de tetrazolio .................. 32
Selección de plántulas ..................................................................... 34
Manejo en sistemas de producción extensiva .............................. 36
Manejo en áreas forestales ............................................................. 38
Plagas y enfermedades ................................................................... 41
Alternativas viables para la producción de semillas y
plantas ........................................................................... 55
Producción de semillas in casa ...................................................... 55
Tinción de polen para evaluar viabilidad y almacenamiento de
polen ................................................................................................. 58
Sistemas de micropropagación a gran escala ............................... 59
Conservación in situ y ex situ .......................................... 65
Conservación in situ-corto plazo .................................................... 66
Conservación ex situ-corto plazo ................................................... 67
Conservación ex situ-mediano plazo ............................................. 69
Conservación ex situ-largo plazo .................................................... 71
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños
productores .................................................................... 81
Origen y elaboración de la raicilla .................................................. 81
Denominación de Origen: preservando la tradición y la
autenticidad ...................................................................................... 86
Situación actual ............................................................................... 87
Producción ...................................................................................... 89
Referencias .................................................................... 97
Anexos..........................................................................105
9
INTRODUCCIÓN
México como centro de diversicación del género
Agave: un legado cultural y botánico
México, tierra de contrastes y riquezas naturales, ha desem-
peñado un papel fundamental en la diversicación del género
Agave spp. Este grupo de plantas suculentas, conocido por
su versatilidad y vital importancia en la cultura mexicana, ha
encontrado en este país un entorno propicio para su evo-
lución y adaptación. La geografía de México abarca desde
costas tropicales hasta altiplanos montañosos, pasando por
desiertos y selvas. Esta diversidad geográca crea una varie-
dad de microclimas, proporcionando a las distintas especies
de agave nichos ecológicos especícos para su adaptación,
desarrollo y evolución. La región central de México, conoci-
da como la “zona de transición”, se convierte en un espacio
particularmente interesante debido a la convergencia y su-
perposición de la fauna y ora de dos regiones: Neotropical
y Neártica (Morrone, 2005; Domínguez-Domínguez et al.,
2009). En Jalisco esta zona de transición abarca áreas del
Altiplano mexicano, sierra Madre Occidental y coincide
con el Eje Volcánico Transversal. Todo esto y sumando
vientos provenientes del Océano Pacíco ha provocado
una gran diversidad de climas especícos que han moldeado
la morfología y las adaptaciones de las especies de agave
(Morrone, 2005). Estas plantas han desarrollado estrategias
para resistir variaciones extremas de temperatura, desde
las altas elevaciones hasta las llanuras más cálidas, demos-
10
Introducción
trando una notable plasticidad genética que se reere a la
capacidad que tienen las plantas para cambiar su fenotipo
(las características observables) en respuesta a cambios en
el ambiente, sin cambios en su genotipo (su composición
genética). Esto signica que los genes de un de un agave
pueden expresarse de manera diferente dependiendo de
las condiciones ambientales en las que se encuentre (Chá-
vez-Güitrón et al., 2019).
La zona de transición mexicana no sólo es relevan-
te desde una perspectiva botánica, sino también cultural
y económica. En la región costa-sierra occidental Jalisco,
comunidades locales han forjado tradiciones arraigadas en la
producción de destilados. La diversidad de agaves presentes
en esta región contribuye a la elaboración de bebidas únicas
para su comercialización, cada una con su sabor distintivo
y características sensoriales.
El agave ha sido fundamental en la historia precolom-
bina y poscolombina de México. Antes de la llegada de los
españoles las civilizaciones indígenas ya utilizaban el agave
con nes alimenticios, medicinales y ceremoniales. Con la
llegada de los europeos, la planta se integró en la produc-
ción de destilados como el pulque, el mezcal y el tequila,
que se han convertido en emblemas de la cultura mexicana.
(Zizumbo-Villarreal et al., 2010).
Hoy en día la diversidad de especies de agave en Méxi-
co ha permitido el desarrollo de una industria económica
signicativa. El tequila, producido principalmente a partir
de Agave tequilana Weber var. Azul, es un claro ejemplo de
cómo esta planta ha contribuido al crecimiento económico
del país. Además, la exportación de productos relacionados
con el agave ha posicionado a México como líder en el mer-
cado global de destilados como: la raicilla, bacanora, sotol
y mezcales en general.
11
Manejo agrobiotecnológico para la producción y con-
servación de Agave maximiliana Baker
A medida que la demanda de productos derivados del
agave crece, la zona de transición enfrenta desafíos adicio-
nales en términos de sostenibilidad. La sobreexplotación y
el cambio climático pueden afectar negativamente la diversi-
dad de especies y la calidad de los productos, destacando la
necesidad de prácticas agrícolas y de producción sostenibles
(Torres-Casas et al., 2015).
Por lo tanto, se plantean desafíos para la preservación
de estas plantas. La conservación responsable se presenta
como un desafío crucial en la actualidad, requiriendo un
equilibrio entre la tradición y la sostenibilidad para asegurar
la supervivencia continua de esta importante planta en la
historia y el futuro de México.
La relación humano-agave: un vínculo cultural y
ecológico en peligro
La relación entre el ser humano y el agave en México es un
tejido intrincado de signicado cultural y relevancia ecoló-
gica. En particular, la especie Agave maximiliana, conocida
por sus características únicas, ha desempeñado un papel
fundamental en la vida de las comunidades mexicanas. Es
fundamental conocer la relación humano-agave, destacando
su conexión cultural arraigada y los desafíos que enfrenta la
especie A. maximiliana en la actualidad para su aprovecha-
miento sustentable.
Importancia Cultural
Agave maximiliana, también conocida como “Lechuguilla,”
se erige como una joya botánica en el vasto espectro de la
ora mexicana. Sin embargo, su verdadero esplendor se
revela en la producción de la “Raicilla”, un destilado que
encapsula la autenticidad y la tradición de las regiones donde
esta especie de agave prospera. En la relación única entre
Agave maximiliana y la raicilla destaca su importancia cultural,
12
Introducción
el proceso de elaboración y el papel que desempeña en el
panorama de las bebidas espirituosas mexicanas.
Importancia Ecológica
La relevancia ecológica del Agave maximiliana va más allá
de su valor cultural. Esta especie desempeña un papel vital
en la conservación del suelo y la biodiversidad. Su sistema
radicular supercial facilita la absorción de agua de lluvia
y con ello a prevenir la erosión del suelo, especialmente en
áreas vulnerables a las lluvias intensas y los vientos fuertes.
Además, el agave proporciona hábitats únicos y es fuente
de alimento para diversas especies de insectos, aves y ma-
míferos, contribuyendo así al equilibrio y la diversidad de
los ecosistemas locales.
Amenazas a la especie Agave maximiliana
A pesar de su importancia cultural y ecológica, el Agave maxi-
miliana enfrenta amenazas signicativas que comprometen su
supervivencia. El cambio climático y la deforestación están
alterando los patrones climáticos y los hábitats naturales,
afectando directamente a esta especie. Además, la expansión
agrícola y la sobreexplotación para la producción de raicilla
y otros productos derivados del agave están presionando
a las poblaciones naturales de Agave maximiliana y otras es-
pecies endémicas.
Biotecnología: Innovación para la conservación
La biotecnología, al ofrecer métodos avanzados de mejo-
ramiento genético y reproducción, se presenta como una
aliada en la conservación del agave. La selección de rasgos
deseables como resistencia a enfermedades, rendimiento y
adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas, se vuelve
posible mediante técnicas como la ingeniería genética y la
propagación in vitro. Estas prácticas permiten la preservación
13
Manejo agrobiotecnológico para la producción y con-
servación de Agave maximiliana Baker
de las características genéticas únicas de cada especie de
agave, incluso frente a amenazas ambientales y biológicas. La
combinación de biotecnología y buenas prácticas agrícolas
no sólo representa un enfoque integral para la conservación
del agave, sino que también asegura su uso sostenible en la
producción de productos derivados. Salvaguardar la diver-
sidad genética y promover prácticas agrícolas respetuosas
con el medio ambiente son pasos fundamentales hacia un
futuro donde el agave continúe siendo un recurso valioso
para las comunidades locales y una parte integral del patri-
monio cultural mexicano. En este equilibrio entre innovación
tecnológica y respeto por la tradición yace la clave para la
preservación exitosa del agave en el siglo xxi.
Agave maximiliana
Fotografía: Lourdes Delgado-Aceves
17
BIOLOGÍA DE Agave
maximiliana Baker
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Subclase: Liliidae
Orden: Asparagales
Familia: Asparagaceae
Género: Agave (L., 1753)
Morfología y diversidad
De acuerdo con Gentry (1982) y Gonzáles-Elizondo et al.
(2009), el Agave maximiliana Baker presenta rosetas solitarias,
acaulescentes o con tallo corto, de tamaño medio, globosas
a abiertas, verde pálido glauco o verdes; hojas generalmen-
te de (30) 40-80 x 10-20 cm, lanceoladas a oblanceoladas,
curvadas, rectas o ligeramente curvadas, más anchas a la
mitad o arriba de la mitad, carnosas, generalmente glauco
pálido pruinosas sobre verde amarillento a verde o glauco
azuladas, margen ondulado a crenado, mamelonado; dientes
heteromórcos, más largos (6-10 mm) a la mitad de la hoja,
con 1.5-3 cm de separación entre sí, aplanados con cúspides
delgadas, exionadas, dientes intersticiales numerosos y va-
riables; espina de 2.5-4 cm de largo, angostamente cónica,
lisa, café o castaña a gris, estriada por encima y redondeada
por debajo.
18
Biología de Agave maximiliana Baker
Sus hojas, dispuestas en roseta, pueden llegar a medir
entre 40 y 80 cm de largo y de 10 a 20 cm de ancho en la
base y en casos extraordinarios llegan a alcanzar impresio-
nantes dimensiones (hasta 160 cm de diámetro). Tras años
de crecimiento, esta planta produce un tallo oral que puede
llegar a alcanzar entre 5 y 8 metros de altura. Del escapo
oral surgen inorescencias, los frutos y semillas (Figura 1).
Actualmente, en cultivos comerciales en Mascota (Ja-
lisco) y sus alrededores se reconocen más de 10 cultivares
de la especie que se distinguen por la forma y tamaño de
la hoja, así como la presencia y distribución de las espinas
(Figura 2).
Figura 1. Planta adulta de Agave maximiliana destacando sus partes anatómicas.
19
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 2. Vista panorámica de cultivo extensivo, cultivares de Agave
maximiliana, Mascota, Jalisco.
Reproducción
Los agaves presentan diferentes formas de reproducción que
les permiten adaptarse a diversos ambientes y maximizar sus
posibilidades de supervivencia. Su reproducción, además de
ser sexual, se presenta de manera vegetativa (asexual) por
medio de hijuelos, bulbillos y, en algunos casos, su propa-
gación es sólo por semilla (Gentry,1982). La reproducción
sexual promueve la variabilidad genética, mientras que la
reproducción asexual permite una rápida propagación y co-
lonización de nuevos lugares, especialmente en condiciones
ambientales adversas.
El ciclo de vida de Agave maximiliana, al igual que otras
especies de agave, es un proceso fascinante que involucra
distintas etapas, desde la germinación de semillas hasta la
reproducción y declive. En el caso de A. maximiliana, la
producción de ejemplares en el medio ambiente se limita
sólo a generación y la germinación de la semilla obtenida
a través de frutos maduros (cuatro meses después de la
polinización), a partir del escapo oral: “que emerge a los 7
años (observado en individuos precoces a los 1500 msnm)
hasta los 10 años en la planta de agave” (comunicación
personal, agosto 2023).
20
Biología de Agave maximiliana Baker
Después de la polinización se forma un fruto que
contiene las semillas. La planta canaliza gran parte de su
energía hacia la producción de semillas para garantizar la
continuación de su linaje. Estas semillas caen al suelo, si
las condiciones son adecuadas germinarán para dar lugar a
nuevas plantas.
La germinación ocurre cuando las condiciones am-
bientales son favorables, generalmente después de lluvias.
Cuando la semilla germina, brota una plántula que se ancla
al suelo y comienza su proceso de crecimiento. La plántula
se alimenta principalmente de los nutrientes almacenados
en la semilla. En sus primeras etapas de vida el Agave maxi-
miliana se concentra en el desarrollo de un sistema radicular
robusto y en el crecimiento de hojas. Durante esta fase la
planta se dedica a almacenar energía y agua para prepararse
para futuras etapas de desarrollo.
A medida que el Agave maximiliana continúa su creci-
miento, entra en la fase de madurez. La planta desarrolla una
roseta de hojas largas y espinosas, característica distintiva de
la especie. Durante este período la planta se concentra en
la acumulación de azúcares y otros compuestos esenciales
para su reproducción.
La oración es una fase crucial en el ciclo de vida del
Agave maximiliana. Esta etapa puede demorar varios años
dependiendo las condiciones ambientales. El escapo o-
ral o inorescencia, una estructura oral alta y ramicada,
emerge del centro de la roseta. Las pequeñas ores ama-
rillas se abren y permiten la polinización por murciélagos:
Glossophaga soricina, Leptonycteris yerbabuenae (Ibarra-López,
2012; Ortega-García & Saldaña-Vázquez; 2021), insectos
(abejas): Trigona fulviventris, Augochlora aurifera y Melissodes te-
paneca, aves: (Ictereus bullockii, Sialia mexicana, Basilinna leucotis)
u otros agentes polinizadores (Riojas-López et al., 2019).
21
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Una característica única de muchos agaves, incluido el
Agave Maximiliana, es que, después de la oración, la planta
comienza un proceso gradual de declive y eventual muerte.
Este fenómeno, conocido como monocarpismo, implica
que la planta invierte la mayor parte de su energía en la
producción de ores y semillas, agotando sus recursos y
llevándola al nal de su ciclo de vida (Figura 3).
Figura 3. Plantas adultas de Agave maximiliana en
etapa reproductiva, Mascota, Jalisco.
22
Biología de Agave maximiliana Baker
Escapo oral
La oración de las plantas de agave es un fenómeno inte-
resante y, en muchos casos, un evento notable en la vida de
estas plantas suculentas. Las plantas de agave son conocidas
por tener una estrategia de reproducción monocárpica, lo
que signica que orecen una vez en su vida y luego mueren.
La oración suele ser provocada por factores como la
edad, el tamaño o incluso condiciones ambientales especí-
cas. Cuando Agave maximiliana entra en la fase de oración
desarrolla una estructura llamada “escapo oral”, que es una
especie de tallo largo y erecto que lleva las ores y se eleva
signicativamente por encima de la roseta basal de la planta.
Las ores de agave son generalmente grandes y atractivas,
y la planta puede producir numerosas ores dispuestas en
una inorescencia (llamada también panícula o panoja). La
inorescencia alcanza de 5-8 m de altura, formando un con-
torno estrecho y profundo con 15-25 o incluso 30 umbelas
pequeñas bastante redondeadas en la mitad superior del eje
(Gentry, 1982; González-Elizondo et al., 2009) (Figura 4).
Figura 4. Panícula con botones orales y ores abiertas de Agave maximiliana.
23
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Polen
El polen es la célula reproductiva masculina producida en
las ores y es esencial para el proceso de polinización. Las
plantas de agave producen polen en las anteras de las ores
masculinas (Figura 5). Este polen es liberado en el ambien-
te para llevar a cabo el proceso de polinización a través
de viento o por polinizadores especícos. Si depende de
animales para la polinización, el polen se adhiere al cuerpo
del polinizador.
Los granos de polen (50- 100 µm) presentan un sólo
surco (monocolpados), colpos con membrana nexinosa de
ancho variable, margen 1-8 pm de ancho. Exina 2-5 µm,
sexina 1-4 µm, reticulada, heterobrochada. Lúmenes re-
dondeados a irregulares, de 3-12 µm de diámetro. Bacula-
dos, báculos próximos 1-2,5 µm de diámetro, circulares a
poligonales, los más anchos comúnmente ahuecados en su
centro, margen micro reticulado, poco plegado (Álvarez &
Egon Köhler,1987).
Figura 5. Granos de polen y antera madura destacando
el polen en condiciones naturales.
24
Biología de Agave maximiliana Baker
Flor
Las ores de agave están dispuestas en racimos umbelados,
son tubulares y pueden tener una apariencia llamativa, de
tamaño de 52-65 mm, delgadas, amarillo verdoso común-
mente con tinte anaranjado o rojizo. El ovario llega a medir
28-35 mm de largo, de cilíndrico angular a fusiforme, cuello
acanalado. Tubo de 5-9 (-12) mm de profundidad, 12-14
mm de ancho, como embudo abierto, acanalado; tépalos
subiguales, ascendentes a curvados, 15-22 mm de largo,
lineales, estrechos, conduplicados, los interiores aquillados,
involutos. Filamentos de 28-35 mm de largo, a veces rosados,
insertos arriba de la mitad del tubo. Anteras de 20-24 mm
de largo, amarillas (Gentry, 1982; González-Elizondo et al.,
2009) (Figura 6a).
Las ores del agave son hermafroditas, también cono-
cidas como “ores perfectas”, son aquellas que contienen
tanto órganos reproductivos masculinos como femeninos
en la misma estructura oral. Esto signica que son capaces
de producir tanto polen como óvulos. No obstante, para
su polinización utilizan un sistema llamado “protandria”
donde se desarrolla la gónada masculina antes que la fe-
menina, evitando así la autofecundación. Por lo tanto, la
planta de agave presenta una polinización cruzada forzada,
una estrategia evolutiva muy interesante que resulta en una
gran diversidad para la especie. Los órganos reproductivos
masculinos de una or hermafrodita incluyen los estambres,
que contienen los sacos polínicos que producen el polen
(Figura 6b). Los órganos reproductivos femeninos incluyen
el pistilo, que consta de un ovario que contiene los óvulos
y un estilo que conecta el ovario con el estigma, donde se
deposita el polen para la fertilización (Figura 6c).
25
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 6. La or: a) Umbela con algunas ores abiertas b) Partes de la or c)
Desarrollo progresivo de la or hasta la formación de fruto.
c
ab
Fruto
Después de la oración, la planta de Agave maximiliana pro-
duce frutos a partir de la polinización de las ores. Los
frutos se forman en la parte superior del escapo oral. La
mayoría de las plantas de agave producen frutos secos lla-
mados cápsulas, estas pueden tener una apariencia seca y
dura y, al madurar, se abren para liberar las semillas. Estas
cápsulas contienen alrededor de 250 semillas. Tamaño de
3.5-6 x 1.7-2 cm, con ápice redondeado, estipitadas. (Gon-
zález-Elizondo et al., 2009). La morfología es variada entre
cultivares (Figura 7 a, b y c).
26
Biología de Agave maximiliana Baker
Figura 7. Representación de frutos de A. maximiliana: a) Fruto inmaduro
b) Frutos maduros c) Frutos alargados maduros (color café) e inmaduros
(color amarillo) en quiote.
ab
c
Semillas
Bajo condiciones adecuadas, las semillas de Agave maximiliana
germinarán para dar lugar a nuevas plantas. Dentro de la
cápsula se encuentran alrededor de 350 semillas entre viables
(color negro) y no viables (color blancas) (Figura 8a).
Las semillas viables son planas de color negro, tamaño
de 5.5-6 x 4.5-5 mm, testa ondulada, namente punteada,
ala marginal abruptamente levantada (González-Elizondo
et al., 2009) (Figura 8b).
27
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 8. Semillas de A. maximiliana: a) Mezcla de semillas viables (color
negro) y vanas (color blanco) b) Representación de semilla viable destacando
protuberancia por la presencia del embrión cigótico-EC (echa blanca).
ab
https://youtu.be/0dSkeiRQizU
Cultivo comercial de Agave maximiliana
Fotografía: Santiago Corona Perez
31
CULTIVOS PARA EL
APROVECHAMIENTO COMERCIAL
Y MANEJO AGROFORESTAL
Siembra de semilla en almácigos
La siembra de semillas en almácigos es la principal práctica
que hoy en día los productores de raicilla llevan a cabo para
la obtención de plantas. La obtención de semilla está dada
por agaves maduros que son seleccionados en campo o en
su cultivo extensivo para este propósito, donde dejan que
emerja su escapo oral.
Una vez colectadas las semillas, se avientan en almácigos
preparados de composta orgánica y “tierra de monte” por
la técnica de “al voleo”, donde germinan (seis días) (Figura
9a). Se dejan seis meses hasta alcanzar un tamaño adecuado
(aparición de las dos primeras hojas). El semillero se riega
dos veces por día hasta el sexto día. Una vez germinado, se
riega una vez por día los primeros dos meses de crecimiento,
posteriormente se riega cada dos días (Figura 9b).
Posteriormente, se realiza un trasplante en bolsas de
polietileno de 1 l de capacidad donde se llenan con tierra
de monte o “lama de río” y se dejan crecer por 18 meses
más para alcanzar un tamaño de 15-20 cm. Este tamaño
es el ideal para que las plántulas sean establecidas en suelo
directo en campo donde se desarrollaran por el resto de los
años de vida comercial (5- 8 años), dependiendo el cultivar
y condiciones ambientales (Figura 9 c, d, e y f).
32
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
Figura 9. Producción de planta en viveros: a) Plántulas germinadas a partir
de semillas en almácigos de Agave maximiliana b) Plántulas en almácigos c)
Plántulas trasplantadas en a bolsas de polietileno d) Plántulas de 18 meses de
crecimiento e) Vivero local con plántulas en diferentes fases de crecimiento f)
Participación de gente local en el llenado de bolsas de polietileno.
a
e
c
b
df
Por otro lado, para la selección de las semillas, el primer
punto a revisar es el color, descartando por completo las
semillas blancas infértiles. Seguido a esto, es recomendable
vericar la presencia de una protuberancia al costado de la
semilla que delate la presencia del embrión. Un punto muy
importante es la edad de la semilla, pues en pruebas realiza-
das por los autores, se encontró que las semillas presentan
una condición recalcitrante, quiere decir que pierden viabili-
dad rápidamente con el tiempo. Para evaluar la viabilidad de
las semillas sin necesidad de hacer pruebas de germinación,
se pueden realizar pruebas de tetrazolio, cuyos resultados
indican la pérdida de viabilidad por patrón de tinción (Figura
10). Para realizar la tinción presenta el siguiente protocolo.
Viabilidad de semillas mediante prueba de tetrazolio
1.
Remojar las semillas a teñir en agua destilada durante 24 h.
2.
Retirar la testa de la semilla (cubierta negra). Se reco-
mienda utilizar un estereoscopio, pinzas de disección y
bisturí. Una vez que quede la semilla desnuda pueden
33
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
ser colocadas en agua destilada mientras se termina de
retirar de todas, para evitar que se deshidraten.
3.
Para elaborar la solución de tetrazolio y PBS; colocar
0.5 g de tetrazolio en 50 ml de PBS 0.1 M pH 7 y mez-
clar utilizando un agitador magnético (ver anexo). Una
vez lista la solución, cubrir el vaso de precipitado con
aluminio, pues el tetrazolio es sensible a la luz.
4. Colocar los embriones en una caja de Petri con la so-
lución de tetrazolio e introducirla en horno de secado
a 50 °C durante 1 h en oscuridad.
5.
Una vez transcurrido el tiempo de secado, extraer la
caja del horno y observar resultados, comparar con
(Figura 10 a y b).
Semillas viables
Son aquellas cuyo patrón de tinción revela que tiene el potencial de generar
una plántula normal. En estas semillas el patrón de tinción es completo (rojo
en mayor proporción)
Semillas no viables
Son aquellas cuyo patrón de tinción revela una intensidad de color irregular y
o estructuras ácidas y no son capaces de generar una plántula normal (rosa
pálido o espacios sin tinción)
[patrones de tinción de semillas colectadas de; 2019, 2021, 2022 y 2023].
Figura 10. Guía de patrón de tinción de semillas en tetrazolio.
a)
b)
Selección de plántulas
Para comenzar la producción de A. maximiliana de la mejor
manera posible es primordial utilizar el mejor material bio-
lógico posible. En caso de plantas, buscar las que muestren
hojas sanas, crecimiento vigoroso, buenas raíces y libres
34
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
de plagas. En caso de querer introducirlas a cultivo in vitro,
se recomienda utilizar plantas de un tamaño similar a la
mostrada en la Figura 11 (aproximado: 15-20 cm de largo),
tamaño suciente para soportar el proceso de desinfección
y para ser establecidas a campo abierto.
Figura 11. Producción comercial Mascota, Jalisco: a) Plantas a partir
de semilla de dos años de crecimiento b) Ejemplar seleccionado para
establecimiento en campo e in vitro.
b
a
Cabe destacar que las plántulas a partir de semillas no
serán uniformes debido a la gran diversidad que presenta la
especie; diferencia en tamaños, hojas más anchas o angostas
y diferente composición de espinas. Cada año se presentan
nuevas formas interesantes donde los productores las distin-
guen por sus características peculiares, que son observadas
a simple vista. Esta heterogeneidad le conere a la especie
mayor probabilidad de adaptarse a condiciones ambientales.
Cuando la planta alcanza su tamaño, es trasplantada a campo.
El mejor mes para llevar la plántula a campo es en junio,
donde el temporal de lluvias de la región está establecido
y las condiciones son óptimas para que la planta pueda
sobrevivir a condiciones ambientales adversas.
35
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
En los primeros meses de trasplante la planta requiere de
suciente humedad para que el sistema de raíces progrese y ancle
al suelo, posteriormente la planta se habitúa a las condiciones
ambientales donde requiere de poca agua debido al almacena-
miento propio de agua en sus hojas, llegando a tolerar la sequía
y el calor. En cuanto al suelo, la planta de agave en estado natural
se adapta a suelos pobres, rocosos, someros y pendientes muy
pronunciadas, sin embargo, en un cultivo comercial (extensivo),
la planta es situada en terrenos con ligeras pendientes para evi-
tar el encharcamiento y el exceso de humedad, así como buena
exposición al sol con un marco de plantación de 1.3 metros de
separación entre plantas y 2.0 metros entre líneas (3000 a 5000
plantas por hectárea) (Figuras 12 y 13).
Se recomienda la aplicación de abonos orgánicos durante el
verano y, en casos extremos, podas ocasionales para el manejo
(espinas que pueden causar heridas) y eliminar hojas dañadas
y/o enfermas. Para mitigar daños de heladas y temperaturas
muy bajas se sugiere sembrar árboles de especies endémicas de
la región alrededor del cultivo (cortinas rompe vientos).
Figura 12. Cultivo extensivo de Agave maximiliana (un año y medio de plantación).
36
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
Figura 13. Cultivo extensivo de Agave maximiliana (cinco años de plantación).
Manejo en sistemas de producción extensiva
Los cultivos extensivos de Agave maximiliana representan un
enfoque agrícola que busca maximizar la productividad y la
rentabilidad mediante la implementación de prácticas más
intensivas en términos de manejo y uso de recursos en la
producción agavera. Aunque ofrecen benecios económicos,
también plantean desafíos y consideraciones importantes.
Los cultivos extensivos también se caracterizan por una ma-
yor densidad de plantación y prácticas agrícolas que buscan
maximizar el rendimiento y eciencia por unidad de supercie.
La plantación cercana y el manejo intensivo pueden llevar
a una cosecha más rápida y una mayor producción de agave.
Aunque los cultivos extensivos buscan optimizar la produc-
ción, el uso intensivo de recursos como agua, nutrientes y
suelo plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo
plazo. La gestión cuidadosa de estos recursos es esencial para
evitar agotamientos y mantener la salud del entorno.
Estos cultivos a menudo requieren prácticas agrícolas
más intensivas en términos de labores de cultivo, riego y
fertilización. La implementación de tecnologías modernas y
la supervisión constante son fundamentales para garantizar
un manejo efectivo y la prevención de enfermedades.
37
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
La expansión de cultivos de agave puede ejercer presión
sobre la biodiversidad local al ocupar áreas que podrían
haber albergado ecosistemas naturales. La planicación cui-
dadosa y la selección de sitios de cultivo pueden mitigar este
impacto negativo. Asimismo, estos cultivos pueden ser más
vulnerables a eventos climáticos extremos, como sequías o
heladas, debido a la alta densidad de plantación y la mayor
demanda de recursos. Se requieren medidas de adaptación
para enfrentar estos desafíos climáticos.
Aunque los cultivos extensivos pueden generar rendi-
mientos económicos más rápidos, también requieren inver-
siones signicativas en términos de tecnología, mano de obra
y gestión. El éxito económico dependerá de la eciencia en la
gestión y la capacidad de abordar los desafíos mencionados.
En resumen, implementar sistemas extensivos de A. maxi-
miliana brindan una forma de aumentar la producción y satis-
facer la demanda del mercado, pero su implementación debe
ser cuidadosamente gestionada para equilibrar la eciencia con
la sostenibilidad y la conservación. La adopción de tecnologías
modernas, la gestión adecuada de recursos y la consideración
de impactos ambientales y comunitarios son esenciales para
el éxito a largo plazo de estos cultivos extensivos (Figura 14).
Figura 14. Cultivo extensivo de Agave maximiliana (6 años de plantación).
38
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
Manejo en áreas forestales
La transición hacia sistemas agroforestales indica un esfuerzo
por equilibrar la demanda comercial con la conservación y
la sostenibilidad de la especie en un contexto cambiante.
Los registros de hace 15 años indican que la extracción
intensiva de poblaciones silvestres de Agave maximiliana en
la región de Mascota ha llevado a una disminución crítica de
la especie. Esta reducción ha impulsado la creación de mo-
nocultivos comerciales en áreas que han sido deforestadas y
en tierras agrícolas abandonadas (Torres-García et al., 2019).
Según entrevistas realizadas en el año 2020 a produc-
tores de raicilla de la sierra, casi el 90% de ellos utilizaban
prácticas de manejo in situ de fomento e inducción, donde se
conservan varios elementos forestales, como los árboles, que
ayudan a proteger a los agaves contra situaciones adversas
como las heladas y las plagas, además de reintroducir plantas
jóvenes, que cultivan desde semillas, al bosque (Cabrera et
al., 2020) (Figura 15 a y b).
Figura 15. Manejo agroforestal de Agave maximiliana.
Por otro lado, en el 2005 se comenzaron los primeros
avances en el manejo de agroforestal, donde se estructuró
un proyecto para la región Sierra-Occidental y Costa-Norte,
conformándose cuatro vertientes.
39
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
1.
Agremiar a productores al consejo promotor de la
raicilla.
2.
Mejorar el proceso industrial conservando elementos
artesanales.
3. Comercialización y promoción turística.
4.
Aprovechamiento y manejo sustentable de los recursos.
Para el manejo sustentable del agave, se contempla el
desarrolló de ejes como:
a. Conservación de la biodiversidad
b. Domesticación de la planta
c.
Repoblación en áreas de extracción y plantaciones
extensivas
d.
Desarrollo de prácticas culturales de bajo impacto y
control integrado de plagas y enfermedades.
e. Capacitación a productores
f. Obtención de la certicación orgánica
Desde el momento en que se participa en la utilización
de una especie, ya se está impactando o alterando el medio
natural de desarrollo de esta y las que conviven con ella;
no obstante, debemos considerar causar el menor impacto
reconociendo el papel que los ecosistemas tienen en la vida
y desarrollo de la especie a aprovechar. Es por ello por lo
que, respetando la diversidad genética, la convivencia con
otras especies y la vida microbiana del suelo es prioritario
para el mejor aprovechamiento del recurso.
Algunas alternativas sustentables para el manejo en
campo de la planta se describen a continuación:
•
Al realizar un cultivo de agaves raicilleros pensar en
afectar lo menos posible el ecosistema.
• No desplazar el bosque por plantas de agaves.
•
Disminuir y de ser posible eliminar el uso de pesti-
cidas y fertilizantes de síntesis, reemplazando estos
40
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
por bioinsumos, extractos de plantas insectos táticos
y caldos minerales
•
Realizar las plantaciones a curvas de nivel, nunca pa-
ralelo a la pendiente.
•
Procurar siempre reemplazar las plantas extraídas del
bosque realizando prácticas de conservación
•
Reutilizar los deshechos del proceso industrial, como
gabazo, vinazas, carbón y ceniza
• Fortalecer las prácticas de producción ORGÁNICA
• Impulsar la investigación y la validación de prácticas
sustentables (Ing. Apolinar Gómez Núñez, comuni-
cación personal, abril 2024).
Atendiendo la conservación y aprovechamiento de los
recursos naturales en la región con una visión de conserva-
ción se encuentra operando el organismo Paisaje Biocultu-
ral. Este organismo tiene entre sus sistemas productivos la
mesa de no maderables y dentro de esta está el cuidado y
conservación de los agaves nativos, existiendo la opción de
adherencia voluntaria para los productores, quienes mediante
un compromiso de manejo saludable implementado por
ellos mismos son aspirantes a obtener un sello distintivo
con registro ante el impi. sello del paisaje biocultural. Para
fortalecer las prácticas se cuenta con un programa de capaci-
tación llamado elaboración de insumos para una agricultura
saludable con los temas: Captura y activación de microor-
ganismos de montaña, Elaboración y manejo de compostas
y lombricompostas, Elaboración de caldos minerales para
nutrir y controlar plagas y enfermedad, Utilización de plantas
como repelentes y controladoras de plagas, Utilización de
prácticas de conservación de suelo y agua como sistema
keyline y Capacitación para realizar mezclas de minerales
como mejoradores de suelo (Biol. Noe Castellanos Ramos,
comunicación personal, abril 2024).
41
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Plagas y enfermedades
Plagas
Agave maximiliana, al igual que otras especies de agave, puede
enfrentar diversas plagas y enfermedades como; hongos,
bacterias, virus, nemátodos, cochinillas, ácaros, pulgones,
escarabajos, gusanos, roedores y otros animales herbívo-
ros. A continuación, se mencionan algunas de las posibles
amenazas y que hoy en día están presentes en los cultivos
de A. maximiliana.
Picudo del agave (Scyphophorus acupunctatus)
Este escarabajo de color oscuro tiene un rostro alargado y
una probóscide que utiliza para perforar y alimentarse de los
brotes tiernos del agave. Los adultos depositan huevos en las
hojas, y las larvas se alimentan de los tejidos, causando daños
considerables a la parte apical de la planta. Entre los síntomas
se presenta decoloración, deformación y, en casos severos, la
muerte de la planta (Enríquez-Vara, 2019) (Figura 16).
Figura 16. Picudo del Scyphophorus acupunctatus a) Insecto adulto (fuente:
Enríquez-Vara, 2019) b) Larva de picudo c) Daño en el cogollo causa por picudo.
42
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
Escarabajo rinoceronte (Strategus aloeus)
Este insecto, de tamaño considerable, causa daño al alimen-
tarse de la parte inferior de la piña. Consume los tejidos del
agave, donde realiza perforación para después barrenar la
parte inferior hacia arriba de la piña, dejando una galería del
tamaño de su cuerpo entre 4 a 5 cm de diámetro y una pro-
fundidad de 5 a 6 cm (Enríquez Vara & Padilla, 2023). Las
plantas cambian ligeramente su color de azul hacia rojizo a
púrpura, las hojas del cogollo no se desenvuelven (González,
et al., 2007). Son de actividad nocturna, en una sola noche
un solo individuo puede afectar dos o más plantas causando
daños del 50 al 70 % (Pérez- Domínguez, 2006). Por otro lado,
el daño ocasionado por el escarabajo rinoceronte también es
indirecto al ocasionar heridas en las plantas, que son la entrada
de topatógenos como Fusarium oxysporum y Erwinia carotovora
(Enríquez-Vara & Padilla, 2023) (Figura 17).
Figura 17. Adulto de escarabajo Rinoceronte, Strategus aloeus.
(Fuente: Universidad Agrícola, s.f.).
Picudo pinto o mexicano (Peltophorus polymitus)
Este escarabajo afecta principalmente a plantas adultas con
escapo oral (González-Hernández et al., 2015). Su hábito
es alimentarse del tejido del quiote, provocando daños que
se observan como pequeños oricios circulares que son
causados por adultos y larvas. Al usar el quiote como reser-
vorio de sus huevos, este se seca y cae, provocando pérdida
de la oración y con esto una implicación colateral hacia la
43
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
pérdida de la biodiversidad como es la dispersión de semillas
y la asociación con algunas especies como aves, insectos y
murciélagos (Salazar-Rivera et al., 2024) (Figura 18).
Figura 18. Adulto de escarabajo pinto, Peltophorus polymitus
(Fuente: Luna-Alejandro, 2020)
Cerambicido (Acanthoderes funeraria)
Este insecto es un cerambícido registrado en las plantacio-
nes de Agave spp. que causa daño directo e indirecto en la
planta. Al alimentarse, el adulto causa una raspadura próxima
a la base de las hojas interiores, estas heridas pueden per-
mitir la introducción de patógenos al interior de las plantas
(Arnett et al., 1980). En plantas que tienen las raspaduras
ocasionadas por el insecto se observan manchas hundidas
color café rojizo en la base de las pencas, cerca de la piña.
Las larvas se alimentan haciendo galerías al interior de las
hojas; también se alimentan en la zona de la corona, con lo
cual destruye el área radical y causa en la planta síntomas
de marchitez. Estas barrenan en la base de las hojas, pero
es raro que lleguen al cogollo. Aunque cuando la planta es
pequeña, la piña puede ser completamente consumida por
las larvas, pero si es grande estas pueden afectar el desarrollo
de las plantas y detener el crecimiento de estas (Pérez-Do-
mínguez & Del Real-Laborde, 2007). Son insectos de hábitos
diurnos, las poblaciones altas se encuentran al inicio de las
44
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
épocas de lluvias, pero se ha reportado insectos en zonas
de trópico seco (González et al. 2017; Pérez-Domínguez &
Del Real-Laborde, 2007) (Figura 19).
Figura 19. Adulto de Cerambicido, Acanthoderes funeraria
Fuente: LGBCLarry G. Bezark, s.f.
Chinche del agave (Caulatops distanti)
Las poblaciones de este insecto aumentan en los meses fríos.
En el campo pueden encontrase en el cogollo de la planta
y en las partes basales de la penca, su alimentación ocurre
generalmente en las tardes (Figueroa et al. 2019). La chinche
inserta su estilete en las hojas para alimentarse y al hacerlo, deja
pequeñas áreas con un halo amarillento que son más visibles
si se ponen las hojas contra la luz. No se sabe si es vector de
alguna enfermedad, o si esté inyectando toxinas que puedan
debilitar a la planta (Hernández-García et al., 2005) (Figura 20).
Figura 20. Adulto de Chinche del agave, Caulatops distanti.
Fuente: Luna-Alejandro, 2020
45
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Gallina ciega
El complejo gallina ciega (Anomala sp., Cyclocephala sp. y Phy-
llophaga sp.) afecta plantaciones de agaves jóvenes (de entre
1 y 3 años). Las larvas se alimentan de las raíces tiernas y de
materia orgánica en descomposición durante 20 a 60 días.
Las larvas de los últimos estadios son las más activas y por
lo tanto son las que causan los mayores daños al cultivo,
pudiendo ser puerta de entrada del hongo topatógeno
Fusarium oxysporum. Los adultos son escarabajos que inician
la emergencia entre mayo y julio, con el inicio del temporal
(Pérez-Ramos et al. 2017) (Figura 21).
Figura 21. Larva de gallina ciega
Fuente: DGSV-CNRF, 2020.
Escama armada (Diaspis echinocacti)
Es un insecto que se alimenta de la savia de las hojas, for-
mando costras blancas o grises que cubre parcial o total-
mente las hojas y cogollo. El daño directo es causado por la
succión de la savia y el indirecto por las secreciones en donde
crecen hongos que producen la fumagina. Por lo tanto, la
presencia de esta plaga sobre las hojas reduce la capacidad
fotosintética de la planta (Luna-Alejandro, 2020). En general,
provoca un debilitamiento de las plantas causando marchitez
y secamiento prematuro de las plantas de las hojas afectadas,
llegando a ocasionar la muerte de la planta en casos extremos
(Salas-Araiza et al., 2004 b). Las hojas de la parte media de
la planta son las más afectadas, en ellas se observa una co-
46
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
loración café debido a las estructuras que cubren el cuerpo
del insecto (Luna-Alejandro, 2020) (Figura 22).
Figura 22. Escama armada: a) Escama en hoja de agave b) Diaspis echinocacti
Fuente: Venegas-Rico, 2017
a) b)
Piojo harinoso (Pseudococcus sp.)
Es un insecto chupador que se cubre de una sustancia al-
godonosa secretada por la hembra, se localiza en las axilas
de las hojas, succionando la savia y debilitando a la planta.
El daño directo causado por esta plaga ocurre principal-
mente en plantas de vivero o de reciente plantación hasta el
tercer año. Cuando la infestación es severa debilita al agave
y retrasa su crecimiento. Daños indirectos son provocados
por la mielecilla de estos insectos sobre la cual crecen abun-
dantemente los hongos que provocan la fumagina, la cual
interere con la actividad fotosintética de la planta (Ganara
et al., 2018) (Figura 23).
Figura 23. Piojo harinoso (Pseudococcus agavis).
Fuente: Granara de Willink y González, 2018.
47
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Enfermedades
Pudrición del cogollo y marchitez (Erwinia spp.)
Esta enfermedad está dada por una bacteria que afecta el
cogollo de las plantas, causando descomposición del tejido
interno y emitiendo un olor desagradable. Los síntomas
comienzan en la parte superior o en los lados del cogo-
llo (espinas apicales y laterales) y avanzan hacia el centro,
provocando una pudrición descendente hasta la base de la
planta, lo que resulta en la pérdida del cogollo. Esta bacteria
se favorece en ambientes húmedos y donde hay falta de
oxígeno, especialmente en las hojas internas del cogollo.
La enfermedad puede transmitirse a través de insectos que
causan heridas en la planta, como el picudo. Para preve-
nir esta enfermedad, se recomienda un riego adecuado, la
desinfección de herramientas y la eliminación de plantas
afectadas (Pérez-Ramos et al. 2017).
Marchitez del agave (Fusarium oxysporum)
Es un hongo que se encuentra en el suelo. Esta especie in-
cluye a un gran número de aislados responsables de causar
síntomas de marchitez y pudrición en diferentes especies de
plantas (Castro-Valera, 2003). Fsusarium oxysporum penetra en
las raíces del hospedante hasta llegar a los vasos del xilema, en
donde coloniza en forma ascendente. Los primeros síntomas
visibles se presentan en la parte aérea, estos inician con un
amarillamiento progresivo en el follaje y posteriormente la
marchitez. F. oxysporum presenta síntomas que determinan
su identicación, siendo: (1) Enrollamiento y deshidratación
de las hojas basales e intermedias de la piña; (2) Cambio de
color a un verde pardo; y (3) Pérdida del anclaje al suelo por
la pudrición de la raíz. A diferencia de la pudrición bacteriana,
no existen lesiones acuosas en las pencas. Posteriormente, las
hojas se marchitan gradualmente hasta que la planta completa
colapsa (Castro-Valera, 2003) (Figura 24). Productores de la
48
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
zona recomiendan aplicar cal agrícola en suelos ácidos para
disminuir la incidencia del hongo.
Figura 24. síntomas de Fusarium en Agave maximiliana
Mancha zonal o marginal (Cercospora agave)
Manchas ovaladas y secas de color gris en las hojas cercanas
al cogollo son síntomas causados por este hongo. Luego de
avanzar la enfermedad, puede alcanzar las hojas del cogollo y
va hacia el centro de este y después hacia la piña. Cuando el
daño alcanza la piña, es muy difícil lograr la recuperación de la
planta y en algunos casos al cambiar las condiciones climáticas
se detiene el avance de la enfermedad, pero no se elimina, sino
que se mantiene latente. Tiene requerimientos de alta humedad
relativa y temperatura media entre 15 y 22 °C. Si no es contro-
lada esta enfermedad, puede causar la muerte de las plantas en
dos a seis meses según la edad del cultivo y la intensidad del
daño (Pérez-Domínguez & Del Real Laborde, 2007)
Viruela negra o “negrilla” (Asterina mexicana)
La viruela negra o “negrilla” es una enfermedad presente en
las pencas de las plantas de Agave spp., en la cual se observan
manchas foliares de color negro parecidas al hollín causadas
por un hongo llamado Asterina mexicana. Este hongo aprove-
cha las heridas del tejido vegetal causadas por insectos como
49
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
entrada para su infección a la planta. Usualmente afecta a las
pencas inferiores y cuando la enfermedad está más avanzada
llega a necrosar la penca (Hernández-José, 2022).
Para combatir la mayoría de las enfermedades aéreas
de forma sustentable, productores de la zona recomien-
dan el uso de caldos de cenizas, caldo sulfocacico (mineral
orgánico) y caldo bordelés. Estos caldo se asperjan en la
planta, dando lugar a la aplicación de un solo tipo de caldo
por mes (se presenta en anexos su forma de preparación).
Cabe destacar que el uso de minerales orgánicos ayuda al
crecimiento y desarrollo de la planta. Por otro lado, es fun-
damental destacar que la identicación precisa de plagas y
enfermedades puede requerir el análisis de expertos y prue-
bas de laboratorio. Además, las medidas de control variarán
según el patógeno especíco y la gravedad de la infestación.
Si se sospecha que el cultivo está afectado por alguna
plaga o enfermedad, se recomienda consultar con un to-
patólogo o un experto en salud de las plantas que pueda
proporcionar un diagnóstico preciso y orientación sobre
cómo abordar el problema de manera efectiva y segura.
Alimento para ganado
La introducción de ganado en áreas forestales puede tener
diversos impactos ambientales, y la relación con la defores-
tación de Agave maximiliana o cualquier otra especie vegetal
dependerá de la interacción especíca entre el ganado, la
vegetación y las prácticas de gestión.
En algunas áreas el pastoreo controlado puede tener be-
necios, ya que el ganado puede ayudar a mantener ciertos
ecosistemas mediante la eliminación de vegetación no deseada
y la promoción del crecimiento de pasto. Además, el potencial
forrajero del agave tanto fresco como ensilado surge como
alternativa en el complemento de la alimentación de rumiantes
y ovinos (Delgadillo Ruiz, 2015; Reyes-Castro, 2022).
50
Cultivos para el aprovechamiento comercial y manejo agroforestal
Sin embargo, el pastoreo excesivo o descontrolado puede
tener consecuencias negativas para la vegetación. El ganado
puede consumir plantas nativas, incluyendo A. maximiliana, y
la compactación excesiva puede dañar la estructura del suelo y
afectar el crecimiento de las plantas. La gestión sostenible del
ganado y la implementación de prácticas agrícolas y forestales
adecuadas pueden ayudar a minimizar los impactos negativos.
Estrategias como la rotación de pastizales y la protección de
áreas críticas para la regeneración de especies nativas son
importantes. Es crucial considerar estas interacciones en el
contexto especíco de la región y adoptar enfoques de ges-
tión sostenible que busquen equilibrar las necesidades de la
comunidad, la ganadería y la conservación de la biodiversidad,
incluyendo especies como A. maximiliana, A. valenciana y A.
inaequidens. La planicación adecuada y la colaboración entre
diferentes sectores son esenciales para abordar estos desafíos
de manera integral (Figura 25).
Figura 25. Agaves afectados hábitat natural por pastoreo
https://youtu.be/y-oNHPOEGCY
Micropropagación de Agave maximiliana
Fotografía: Lourdes Delgado-Aceves
55
ALTERNATIVAS VIABLES
PARA LA PRODUCCIÓN DE
SEMILLAS Y PLANTAS
Producción de semillas in casa
En 2018 Rodríguez-Garay et al. presentaron un protocolo
para la polinización controlada y obtención de semillas ex
situ, muy útil en casos como Agave maximiliana, donde se
puede dar competencia por los quiotes, que a veces son
utilizados para la elaboración de dulces tradicionales. Ade-
más de ser una forma de asegurar la genética deseada en las
semillas resultantes.
Tomando como guía este protocolo junto a ensayos en
laboratorio, los pasos para la producción in casa de semillas
de A. maximiliana son:
1. Seleccionar la planta madre deseada.
2.
Cortar el escapo oral al menos un metro por debajo de
la primera panícula. El mejor momento para hacerlo es
cuando las primeras ores se abren y el escapo cuenta
con ores cerradas maduras e inmaduras (Figura 26).
3.
Colocar el escapo en un recipiente con agua limpia,
durante todo el proceso se deberán hacer cambios de
agua regulares para evitar la pudrición.
4. Retirar las anteras de la or el mismo día en que esta se
abre y colocarlas en una hoja de papel limpia durante
algunos días para que liberen el polen (Figura 27 a, b).
5. Retirar los restos de anteras del polen.
56
Alternativas viables para la producción de semillas y plantas
6. Almacenar el polen en recipientes de vidrio o plástico
en un refrigerador a 4 °C dentro de un desecador para
evitar su deterioro.
7.
Esperar a que los órganos femeninos de la or alcancen
la madurez. El estilo tendrá néctar en su base y habrá
alcanzado el largo que tenían los lamentos al momento
de retirar las anteras (Figura 27 c, d).
8. Sacar el polen del refrigerador y esperar unos minutos
para que alcance la temperatura ambiente.
9.
Utilizar un pincel no para colocar una buena cantidad
de polen en el estigma (Figura 27 e).
10.
Colocar un capuchón de aluminio sobre el estigma des
-
pués de polinizarlo para tener un control sobre el polen
utilizado (Figura 27 f).
11.
Esperar algunas semanas para que ocurra la fertilización
y el fruto madure (Figura 27 g, h).
Figura 26. Corte de escapo oral para polinización in casa.
57
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 27. Polinización in casa: a) Antera inmadura b) Obtención de anteras
inmaduras c) Anteras maduras con polen expuesto d) Anteras colectadas e)
Exposición de estilo y pincel no colocando polen en el estigma f) Capuchón
de aluminio sobre el estigma después de ser polinizado g) Desarrollo de frutos
(parte basal ensanchado) h) Fruto inmaduro (45 días después de la polinización).
ab
c
d
e f
gh
58
Alternativas viables para la producción de semillas y plantas
Tinción de polen para evaluar viabilidad y
almacenamiento de polen
Para estimar la viabilidad del polen es necesario tomar una
muestra de granos de polen (Figura 28a) y se tiñe con 1%
de anilina con azul de lactofenol registrando el porcentaje de
granos teñidos viables bajo un microscopio (Figura 28b). Está
demostrado que la tinción puede discriminar entre pólenes
que tienen capacidad de metabolismo oxidativo, representando
una viabilidad potencial, y aquellos que no (Ruvalcaba-Ruiz
& Rodríguez-Garay 2002).
Para su conservación y almacenamiento por más de un
año, el polen tendrá que ser mezclado con un volumen de
aceite de oliva necesario para cubrir los granos de polen en
el mismo vial y almacenar a -20 °C (Rodríguez-Garay et al.
2018). Cuando se desee utilizar para polinizar ores de otro
ciclo u otro predio, se saca el contenedor del almacenamien-
to y se deja temperatura ambiente para su posterior uso.
Figura 28. Polen de Agave maximiliana: a) Polen en condiciones ambientales,
b) Polen (viable) hidratado y teñido con anilina con azul en lactofenol.
ab
59
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Sistemas de micropropagación a gran escala
El planteamiento de los métodos de micropropagación de
plantas ha surgido para solventar la necesidad de que su
demanda tiende a excederse por el crecimiento natural de
la población humana. Es así como estos métodos de mi-
cropropagación se distinguen por la capacidad de asistir
la producción de materia prima del sistema convencional
(obtención de semillas o hijuelos de planta madre en campo),
actualmente insostenible por la multiplicación de plantas a
gran escala en el laboratorio (Domínguez et al., 2008).
De acuerdo con Coelho et al. (2020), las especies de
plantas endémicas suelen ser más vulnerables a las amenazas
antropogénicas y los cambios naturales y, por lo tanto, tie-
nen un mayor riesgo de extinción. La preservación de estas
especies es una preocupación importante en un contexto
mundial y la protección in situ por sí sola no garantizará su
conservación. Sin embargo, cuando el banco de semillas
no sea una opción (dependiendo de la especie), se deben
considerar enfoques alternativos. Para la conservación de las
especies se considera que es necesario conjuntar el mayor nú-
mero de criterios para tomar decisiones como los genéticos,
demográcos, de interacciones biológicas y antropogénicas
(Casas et al., 2007; Colunga-GarcíaMarín et al., 2007).
Los procesos biotecnológicos a los que se ha sometido
el género Agave spp. representan uno de los manejos exitosos
para la producción agrícola; sin embargo, en los últimos años
se ha disminuido la importancia ecológica y el uso racional
debido al enfoque económico. Por lo tanto, en este apartado se
presenta un protocolo para el establecimiento y propagación in
vitro para A. maximiliana como alternativa para su uso racional:
1.
Seleccionar hijuelo sano y vigoroso (20-50 cm de alto).
2.
Deshoje de hijuelo hasta llegar a hojas fusionadas y
corte de parte basal (1 x1 cm3).
60
Alternativas viables para la producción de semillas y plantas
3.
Lavado en agitación continua con agua destilada y jabón
líquido comercial 95:5 v/v.
4. Inmersión a solución de 2 ml en 100 ml de agua desti-
lada con fungicida sistémico RIDOMIL GOLD® 480
(concentrado soluble-Metalaxil-M) durante 1h.
5. Posteriormente los explantes se someten a un choque
térmico que consiste en la inmersión en agua destilada
a 50 °C durante 5 min, seguido a la inmersión en agua
destilada a 5 °C durante 10 min.
6.
En campana de ujo laminar, los explantes se desinfec-
tan con cloro comercial (solución que contenga hipo-
clorito de sodio al 5%) con una concentración de 30:70
v/v por 30 min dentro de contenedores previamente
esterilizados (Figura 29a).
7.
Lavado con peróxido de hidrógeno al 3% por 5 min se-
guido por tres lavados en serie con agua destilada estéril.
8.
Por último, los explantes se establecen en medio semi-
sólido MS con 5 mg/L de BAP (6-Bencilaminopurina)
y 8g/L de agar durante 30 d a 25 ± 2 °C con un foto-
periodo de 16 h luz y 8 h oscuridad, ajustado a 5.7 ±
0.05 de pH y esterilizado en autoclave por 15 min a 1.4
kg/cm2 de presión a 121 °C (Figura 29b).
Los primeros brotes observados fueron a partir de 30
días establecidos in vitro. Posteriormente los brotes son in-
dividualizados e incubados en medios de cultivos sin regu-
ladores de crecimiento en las mismas condiciones hasta la
aparición de raíces para su aclimatación en condiciones de
invernadero (Figura 29c).
61
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 29. Establecimiento in vitro a) Explantes sumergidos en
cloro en campana de ujo laminar a) Explante perlado para su
desinfección b) Agave con brotes generados en la parte basal c)
Individualización de brotes en medio de cultivo semisólido.
a
b
c
Agave maximiliana
Fotografía: Lourdes Delgado-Aceves
65
CONSERVACIÓN IN SITU Y EX SITU
La crisis ambiental afecta de manera directa a todos los
seres vivos. En el caso de Agave spp., el cambio climático,
cambio de uso de suelo, extracción desmedida de ejemplares
en área silvestre, pastoreo, explotación de monocultivos e
invasión de áreas naturales protegidas han alterado grandes
poblaciones de especies endémicas y con ello la disminución
de individuos, así como la simbiosis de extraordinarios po-
linizadores que dependen de manera intrínseca de la planta
(Zizumbo-Villarreal et al., 2013; Torres et al., 2015; Flores
et al., 2016).
Dentro de la nom059-semarnat-2010 (Diario Ocial
de la Federación, 2006) se presentan 22 especies de Agave
bajo el estatus de protección, amenazado y en peligro de
extinción. Además, recientemente (2019) The Internatio-
nal Union for Conservation of Nature (
iucn
) Red List of
Threatened Species TM catalogó taxones que enfrentan un
mayor riesgo de extinción global (ej. aquellos considerados
en peligro crítico, en peligro y vulnerables) entre los cuales
sumó a la lista especies de Agave que en México aún no se
reconocen bajo amenaza; entre ellos Agave valenciana bajo
estatus “en peligro crítico” (Torres-García et al. 2019). Es-
tos datos resultan sin duda alarmantes y requieren medidas
inmediatas de conservación para salvaguardar muchas de
estas especies (Delgado-Aceves, 2022).
66
Conservación in situ y ex situ
Conservación in situ-corto plazo
Los sistemas de conservación in situ se reeren a las es-
trategias y prácticas destinadas a conservar y proteger la
diversidad biológica dentro de los hábitats naturales de las
especies. En el contexto de la conservación in situ de A.
maximiliana y otras plantas, aquí se describen algunos enfo
-
ques y métodos comunes:
Áreas Protegidas: designación y gestión de áreas naturales
especícas como parques nacionales, reservas naturales o
santuarios para la conservación de la ora y fauna locales,
incluyendo especies como el A. maximiliana. Propósito: brin-
dar un entorno natural seguro donde las plantas pueden
crecer y reproducirse de manera silvestre.
Manejo Sostenible del Hábitat: implementación de prácticas
de manejo del hábitat que promueven la salud y la diversidad
del ecosistema. Propósito: mantener un equilibrio sosteni-
ble entre las actividades humanas y la conservación de la
biodiversidad, asegurando la supervivencia a largo plazo
de las especies.
Restauración de Hábitats Degradados: proyectos destina-
dos a restaurar hábitats que han sido degradados debido a
actividades humanas o desastres naturales. Propósito: re-
cuperar las condiciones naturales del hábitat, permitiendo
que las poblaciones de plantas, incluida el A. maximiliana,
se recuperen.
Monitoreo de Poblaciones: seguimiento y evaluación regular
de las poblaciones de plantas en su hábitat natural. Propósi-
to: recopilar datos sobre la salud de las poblaciones, cambios
en la distribución y otros factores que puedan afectar la
viabilidad a largo plazo de la especie.
Participación Comunitaria y Educación Ambiental: involu-
cramiento de las comunidades locales en la conservación
y educación sobre la importancia de las especies locales,
67
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
como el A. maximiliana. Propósito: fomentar la conciencia
ambiental, promover prácticas sostenibles y obtener el apoyo
de las comunidades para la conservación.
Reintroducción y Translocación: transferencia controlada
de individuos de una especie desde una ubicación a otra, ya
sea dentro del mismo hábitat o a un nuevo sitio. Propósito:
reforzar o establecer nuevas poblaciones, especialmente
cuando las existentes están en peligro.
La conservación in situ es crucial para mantener la in-
tegridad de los ecosistemas y las poblaciones silvestres de
especies como el A. maximiliana (Figura 30), preservando
la biodiversidad en su contexto natural. La combinación de
esfuerzos in situ y ex situ es esencial para una gestión integral
y efectiva de la conservación.
Figura 30. Ejemplar silvestre de Agave maximiliana.
Conservación ex situ-corto plazo
Los sistemas de conservación ex situ se reeren a la conser-
vación de la diversidad biológica fuera de su hábitat natural.
Estos sistemas son esenciales para la protección y preser-
vación de especies en peligro de extinción o vulneradas
68
Conservación in situ y ex situ
ante la demanda comercial, incluidas aquellas relacionadas
con el agave, como el Agave maximiliana. A continuación,
se presenta información sobre algunos de los principales
métodos y estrategias utilizados en la conservación ex situ:
Jardines Botánicos y Arboretos: establecimiento de áreas de-
dicadas a la colección, cultivo y exhibición de plantas, inclu-
yendo especies de agave. Propósito: proporcionar un entorno
controlado para el crecimiento y la reproducción de plantas,
así como informar al público sobre la diversidad vegetal.
Colecciones Vivas en Viveros Especializados: cultivo de plan-
tas en viveros especializados bajo condiciones controladas.
Propósito: proporcionar un suministro de plantas para la
demanda comercial, proyectos de reintroducción y conser-
vación, así como para estudios cientícos (Figura 31 a, b).
Reservas Naturales y Jardines de Plantas Nativas: estableci-
miento de áreas protegidas que imitan el hábitat natural de las
plantas. Propósito: ofrecer entornos seguros para la reproduc-
ción y el mantenimiento de poblaciones de plantas en peligro.
Estos sistemas de conservación ex situ son complemen-
tarios a los esfuerzos de conservación in situ, que se centran
en la protección de las poblaciones en su hábitat natural. La
combinación de ambas estrategias es crucial para garantizar
la supervivencia a corto plazo de especies como A. maximi-
liana y contribuir a la preservación de la biodiversidad global.
Investigación Cientíca y Monitoreo: Estudio y seguimiento
continuo de las plantas en ambientes controlados. Propósito:
obtener información valiosa sobre la biología y ecología de
las especies, así como monitorear el éxito de los programas
de conservación.
69
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 31. Producción a gran escala de plantas por semilla a) Manejo de
viveros locales b) Plántulas de 2 años de crecimiento para su uso forestal.
a
b
Conservación ex situ-mediano plazo
Las herramientas biotecnológicas brindan opciones nuevas y
complementarias para la conservación de las plantas, inclui
-
das estrategias a mediano y largo plazo (crioconservación).
Su aplicación para la conservación de especies de plantas
ha aumentado en los últimos años. En este caso se emplean
70
Conservación in situ y ex situ
bancos de germoplasma, estos bancos pueden ser gestiona-
dos por instituciones gubernamentales, organizaciones sin
nes de lucro, universidades u otros centros de investiga-
ción. Por mencionar algunos: Centro Nacional de Recursos
Genéticos (CNRG) y la Universidad de Guanajuato con la
Colección Nacional de Agaves.
Bancos de Germoplasma: almacenamiento de semillas, es-
quejes, tejidos vegetales o incluso embriones en crioconser
-
vación, todo ello cuidadosamente almacenado y catalogado
para garantizar su viabilidad y disponibilidad a largo plazo.
Propósito: salvaguardar material genético para nuevas ge-
neraciones y su uso futuro, como la reintroducción en la
naturaleza o la investigación.
En cuanto a la conservación a mediano plazo, se en-
cuentran los sistemas de micropropagación, que son redi-
rigidos a un almacenamiento por pocos años (2 a 5 años)
limitando los nutrientes y disminuyendo la temperatura en
cuartos fríos para que la plántula disminuya su actividad
metabólica y el crecimiento vegetativo. A su vez, el esta-
blecimiento in vitro y la micropropagación (usos de regula-
dores de crecimiento en el medio de cultivo y condiciones
controladas) permiten la multiplicación masiva de la especie
(Figura 32 a, b).
Figura 32. Cultivo in vitro de Agave maximiliana: a) Contenedor plástico con
brotes en medio de cultivo b) Incubador de plantas en condiciones controladas.
ab
71
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Conservación ex situ-largo plazo
Crioconservación
La crioconservación se reere al almacenamiento criogéni-
co, es decir, la conservación a una temperatura congelante,
principalmente en nitrógeno líquido (LN) (−196 °C). La
crioconservación permite la conjunción de herramientas
biotecnológicas y la conservación de las especies siendo un
gran respaldo puesto que ofrece material biológico certi-
cable y libre de enfermedades y/o patógenos.
Las ventajas que ofrece la conservación ex situ (crio-
conservación) son: permite la seguridad de un material ín-
tegro, menos espacio de almacenamiento y menos costo,
material disponible a largo plazo y la vinculación con las
áreas naturales protegidas y con las regiones terrestres prio-
ritarias. Algunos materiales biológicos in vitro utilizados para
la conservación a largo plazo son los meristemos apicales,
embriones somáticos (semillas sintéticas) y semillas. Con
estos protocolos aplicados en estas especies la disposición
de la planta puede ser redirigido a programas en Jardines
Botánicos, material para su estudio biotecnológico y el alma-
cenamiento de estas mismas en bancos de germoplasma para
su uso racional y sustentable (Delgado-Aceves et al., 2021).
Crioconservación de meristemos
Los órganos meristemáticos son el material más favorable
para la crioconservación debido a su alta estabilidad ge-
nética y potencial uso en crioterapia (González-Arnao et
al., 2020). Los meristemos apicales de Agave generalmente
están compuestos del ápice meristemático (domo apical) y
sus estructuras asociadas (primordios foliares y tejido sub-
yacente) cuya composición y tamaño (0,5–2 mm) depende
de la especie y etapa de crecimiento del agave in vitro. Se
ha logrado alcanzar dimensiones mínimas (0,5 a 1 mm) de
72
Conservación in situ y ex situ
meristemos diseccionados (explante) para la crioconserva-
ción y por lo general comprenden el domo apical, con o
sin los primordios foliares sin extender y tejido subyacente
(parte del tallo).
Para la obtención de yemas apicales, las plantas ob-
tenidas por semilla se micropropagan en medio MS ba-
sal semisólido, suplementado con vitaminas L2 (Phillips y
Collins 1979) y 5 mg/L-1 de 6-bencilaminopurina (BAP).
Posteriormente, brotes de 2 cm de alto fueron subcultivados
en medio MS modicado semisólido-NH4NO3 reducido a
5 mM (Castro-Concha et al., 1990) para su crecimiento. De
acuerdo con ensayos previos, se seleccionan vitroplantas
(4-5 cm alto) y se llevan a la cámara de ujo laminar para
la obtención de los explantes (Figura 33a). Los explantes
(domo meristemático de 1 mm
3
) se diseccionan bajo un
microscopio estereoscópico (Delgado-Aceves, 2022).
Tomando como guía este protocolo junto a ensayos en
laboratorio, la crioconservación de meristemos apicales de
A. maximiliana son:
1.
Seleccionar la planta madre in vitro deseada (4.5 cm
de alto).
2.
Corte de meristemos (domo 76 meristemático de 1
mm3).
3.
Precultivo de meristemos en medio semisólido MS
basal con 0.3 M sacarosa durante 24 en obscuridad a
25 ± 2 °C. (Figura 33b).
4.
Los meristemos apicales se exponen a una solución de
carga (LS; Loading Solution) (ver anexo) durante 20
min en condiciones de oscuridad.
5.
Paso de las muestras directo a solución vitricante PVS2
(PVS2; Plant Vitrication Solution por sus siglas en in
-
glés) (ver anexo) a 0 °C durante 20 min. Posteriormente,
se colocan gotas (15 µl) de PVS2 en tiras de papel de
73
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
aluminio esterilizado (0,5 x 2,0 cm) junto con los meris-
temos (realizar el cambio 3 min antes del término de los
15 minutos en solución PVS2) (Figura 33c).
6.
Las tiras de aluminio con los meristemos apicales se
transrieren rápidamente a crioviales de 3.6 ml pre
-
cargados con nitrógeno líquido (NL) y los crioviales
se sumergen en NL. Dejar dentro del NL durante 30
min de almacenamiento (Figura 33d, e).
7.
Las muestras se recuperan en solución de recuperación
o calentamiento (RS; Recovery Solution) (ver anexo)
mediante transferencia rápida de las tiras de aluminio
al medio líquido y se dejan reposar por 20 min en
condiciones de oscuridad (Figura 33f).
8.
Después de la crioconservación, los explantes se trans-
rieren a placas de Petri (5 cm de diámetro) que contiene
medio MS basal con sacarosa 0.3 M, ácido ascórbico
0.1 mg/L y agar 0.8% (p / v).
9.
Después de dos días los explantes se colocan en medio
MS basal con 0.1 mg/L de BAP y 20 mg/L de ácido
ascórbico donde se mantienen durante una semana en
condiciones de oscuridad (Figura 33g).
10.
El rebrote de los meristemos se presenta con la elonga-
ción del domo meristemático y hojas de desarrollo a los
15 días posteriores a la crioconservación (Figura 40 h).
11.
Por último, los explantes se transrieren a medio MS
modicado semisólido NH
4
NO
3
reducido a 5 mM para
evaluar el crecimiento de las plantas.
74
Conservación in situ y ex situ
Figura 33. Crioconservación de meristemos apicales de Agave. a) Disección de
meristemo apical (parte superior derecha-acercamiento de meristemo apical) b)
Exposición a solución de carga (LS; Loading Solution) c) Aplicación de solución
vitricante en gotas (PVS2) a lámina de aluminio con meristemos apicales d)
Termo con nitrógeno líquido e) Inmersión de lámina de aluminio a nitrógeno líquido
f) Recuperación de meristemos apicales en solución de descarga o calentamiento
(RS; Recovery Solution) g) Meristemos apicales cultivados en medio semisólido
h) Meristemos post-crioconservados después de 30 días de incubación (parte
superior derecha-acercamiento de meristemo apical recuperado).
abc
d e f
gh
Crioconservación de semillas
Algunas especies de Agave no producen hijuelos o bulbillos,
por lo tanto, dependen de las semillas para su permanencia
en el medio ambiente, este es el caso de A. maximiliana. Para
mantener la estructura y dinámica de las poblaciones de este
agave es imprescindible la utilización de semillas ya que su au-
sencia disminuye la variabilidad genética (Vázquez et al., 2011;
Vázquez-Pérez et al., 2020). En algunos casos la disposición de
este material biológico puede ser limitado. Aunque las plantas
de Agave generan una gran cantidad de semillas (miles) en
75
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
su etapa reproductiva, son escasas las que germinan en vida
silvestre debido a que las condiciones ambientales donde se
desarrollan son bastante secas y la humedad disponible es
factor determinante para su germinación (Nobel et al., 1998;
García-Mendoza, 2007; Delgado-Aceves, 2022). Además,
A. maximiliana presenta semillas recalcitrantes, que quiere
decir que van perdiendo su viabilidad a través del tiempo.
Bioensayos realizados en el laboratorio de cultivos vegetales
de CIATEJ con semillas de ciclos reproductivos colectadas en
2019, 2021, 2022 y 2023 en Mascota, Jalisco, demostraron esta
recalcitrancia al observar menor porcentaje de germinación
de semillas de los ciclos 2019 y 2021.
En lo que respecta a la importancia del estado de desarrollo
de los embriones, generalmente existe una etapa de desarrollo
óptima que conduce a una mayor supervivencia después de la
crioconservación, lo cual requiere de una selección extenuante
dentro del material disponible debidamente caracterizado. La
crioconservación de semillas y embriones cigóticos es conside-
rada como una alternativa para la preservación de A. maximilia-
na; no obstante, se debe de sopesar las limitaciones biológicas
y métodos para su manejo y conservación.
Recientemente se han evaluado técnicas para la conser-
vación a largo plazo de semillas, como la inmersión directa
de semillas en nitrógeno líquido para la crioconservación
de este género. Partiendo de semilla botánica colectada de
frutos maduros y sanos adquiridos en zonas silvestres de A.
maximiliana se desarrolló un protocolo de conservación en
nitrógeno líquido. El protocolo consta de los siguientes pasos:
1.
Se obtienen semillas de frutos maduros y sanos de
diversos ejemplares (Figura 34a).
2.
Las semillas se colocan en cajas Petri abiertas, contra el
ujo de aire de la cámara para seleccionar las semillas
viables (negras).
76
Conservación in situ y ex situ
3.
Las semillas se colocan en viales de 3.6 ml (máximo
10 semillas) y se congelan por inmersión directa en
un tanque de nitrógeno líquido. Dejar dentro del NL
durante 30 min de almacenamiento (Figura 34b).
4. Los viales se sacan al cabo de 30 min del NL colocando
las semillas en cajas Petri hasta la evaporación del NL.
5.
Posteriormente las semillas se colocan en cajas Petri
con papel absorbente húmedo en cámara de incubación
(25 ± 2 °C) donde germinan produciendo plántulas
normales y vigorosas (Figura 34c).
6.
Por último, las plántulas se trasplantan en charolas con
sustrato (peatmoss) bajo condiciones de invernadero
(Figura 34d).
La respuesta después de la congelación de las semillas
alcanzó del 95 al 100% de germinación.
Figura 34. Crioconservación de semillas: a) Fruto maduro cerrado b) Criovial
con semillas c) Caja Petri con semillas germinadas después de la inmersión
en nitrógeno líquido d) Plántulas en cajas de siembra con sustrato (4 meses).
https://youtu.be/geNboWx3uss
https://youtu.be/mOGps7YnkGQ
Ruta de la Raicilla, Mascota, Jalisco
Fotografía: Santiago Corona Perez
81
RAICILLA: TRADICIÓN
DESTILADA Y PROMESA PARA
PEQUEÑOS PRODUCTORES
Origen y elaboración de la raicilla
Durante mucho tiempo la raicilla fue producida y vendida
de manera clandestina debido a la falta de regulación, estan-
darización en el proceso (por sus grados de alcohol) y a los
efectos “alucinógenos” que provocaba este destilado, lo cual
llevó a su estigmatización como una “bebida peligrosa” y de
baja calidad. Con el objetivo de darle sustento, orden y sacar
del estatus clandestino que tenía la actividad de elaboración y
comercialización de la bebida Raicilla, por iniciativa del gobier-
no del estado de Jalísco en el año 2000 surge la formación del
Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla A. C.. que recibe
la primera marca colectiva de alcoholes emitida por el IMPI a
nivel nacional y que fue el soporte de protección para iniciar
los trabajos que después de varios años -en el 2019- darían
lugar a la declaratoria de Denominación de Origen “Raicilla”
por el Gobierno Federal de México.
La raicilla emergió como un tesoro que encierra la rique-
za de la herencia agavera. Su relación con la Denominación
de Origen destaca la importancia de proteger la autenti-
cidad y la tradición cultural en la producción de bebidas
espirituosas. En los últimos años resurge el interés por este
destilado, acompañado de fuertes esfuerzos para protegerlo
y dar soporte al sector de la actividad primaria. En el 2023
se otorgó el reconocimiento de “Sistema Producto Nacional
82
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
Agave Raicilla” por autoridades federales e iniciativa del
Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla.
La raicilla comparte raíces con el mezcal, pero se dis-
tingue por sus métodos de producción únicos. Agave maxi-
miliana es el protagonista en esta obra maestra, aportando
sabores terrosos y matices botánicos que la caracterizan. El
proceso de elaboración, arraigado en la tradición, implica la
cocción del agave en hornos de tierra y la fermentación en
tinas de madera, creando un destilado que captura la esencia
misma de la tierra (Figura 35).
A continuación, se describe de forma general el pro-
ceso de elaboración de la raicilla, implicando seis etapas en
el proceso.
Figura 35. Proceso de elaboración de la “Raicilla”
Selección de agave y jima: la extracción de agaves
para hacer raicilla comienza en diciembre y termina antes de
la temporada de lluvias en junio o julio. Se cortan las hojas
de los agaves con herramientas como la “coa” o el machete
(jima). Las piñas pesan entre 50 y 90 kg, siendo las de 50-60
kg las más comunes. Las piñas de aproximadamente 60 kg se
83
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
cortan en trozos más pequeños con un hacha o la “tarecua”
para facilitar su recolección y transporte (gura 36 a, c).
Cocción o “tatemado”: durante el cocimiento o ta-
temado los agaves se introducen en hornos, que suelen ser
rectangulares o redondos. Estos hornos tienen dos oricios:
uno en la parte frontal-baja para introducir la leña y sacar
los agaves cocidos, y otro en la parte superior-trasera para
introducir los agaves antes de calentar el horno.
• Se calienta el horno con leña durante 5-8 horas hasta
alcanzar entre 900-1000 ºC.
•
Se tapa el oricio frontal-bajo con puertas de hierro, lozas
de cemento o piedra, y se sella con lodo, cemento o barro.
• Se introducen los pedazos de “piñas” en el horno por
el oricio superior-trasero hasta que el horno esté lleno.
•
Se sella el oricio por el cual se introdujeron los agaves
y se dejan entre 3 y 4 días dentro del horno hasta que
estén cocidos (“tatemados”) (Figura 36b).
Triturado: en la etapa de triturado se utilizan diferentes
técnicas mecánicas para machacar los agaves cocidos. Una
forma es triturarlos en canoas de roble, que son troncos
largos tallados (forma artesanal). Otra técnica es utilizar
trituradoras o desgarradoras de acero inoxidable con motor
a gasolina (forma industrial) (Figura 36d).
Fermentación: los restos de agave triturados se colocan
en botes de plástico o barriles de roble. Algunos produc-
tores agregan agua de manantiales locales, hasta un 50%
de la cantidad de agave y jugos obtenidos anteriormente.
La fermentación dura entre 6 y 15 días, dependiendo de la
temperatura. Para controlar la fermentación, los productores
utilizan cuartos de fermentación hechos de ladrillo, concreto
o madera, con pisos de tierra o cemento (Figura 36e).
84
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
Destilación: los productores utilizan el destilador árabe
o alambique, que tiene un sistema de condensación externa.
Los cocedores árabes son de acero inoxidable con un ser-
pentín de cobre que también es calentado con leña, princi-
palmente de roble. Después de la destilación, se obtienen
tres productos: puntas (55-65° de alcohol), corazón (35-55°
de alcohol) y colas (25-35° de alcohol). Cada producto se
separa después de la destilación y las colas y las puntas
suelen ser desechadas o renadas mediante una segunda
destilación. El producto resultante de la primera destilación
se llama “ordinario” y tiene una graduación alcohólica de
40-45° (raicilla). Algunos productores realizan una segunda
destilación para aumentar la graduación alcohólica y calidad
del producto. El bagazo y vinazas (líquido turbio) restantes,
son desechados (Huerta Galván, 2018) (Figura 36f, g).
Embotellado: El embotellado es la etapa nal en la
cual la raicilla se envasa para su distribución y consumo.
Tradicionalmente, la raicilla se embotella en botellas de vidrio
de diferentes tamaños y formas. Una vez que la raicilla ha
sido destilada, se considera lista para ser embotellada. Este
proceso puede realizarse de manera manual o con maquina-
ria especializada, dependiendo del volumen de producción
y de los recursos disponibles en la destilería. Después de
llenar las botellas, se les aplica la etiqueta correspondiente,
la cual suele incluir información sobre el productor, el tipo
de raicilla, el porcentaje de alcohol, el origen del agave, entre
otros detalles. Antes de que las botellas sean distribuidas al
mercado, es importante llevar a cabo un riguroso control
de calidad para asegurar que el producto nal cumpla con
los estándares de la destilería. Esto puede implicar pruebas
de sabor, aroma y contenido de alcohol, así como también
inspecciones visuales para detectar posibles defectos en el
embotellado. Una vez que las botellas han sido etiquetadas,
selladas y aprobadas en el control de calidad, están listas para
85
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
ser distribuidas y comercializadas. La presentación nal del
producto es crucial para atraer a los consumidores, por lo
que muchas destilerías de raicilla artesanal prestan especial
atención al diseño de etiquetas y al embalaje (Figura 36h).
Figura 36. Elaboración de raicilla a) Jima del agave b) Precalentado de
horno c) Trozos de piñas frescas de agave d) Piñas cocidas o tatemadas
e) Fermentación de jugos y triturados de agave f) Destilación en alambique
de acero inoxidable g) Destilado de agave (raicilla) h) Colecta de raicilla en
bidones de plástico para su embotellado.
ab
c
e
d
f
g
h
86
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
Denominación de Origen: preservando
la tradición y la autenticidad
La Denominación de Origen, un sistema de regulación que
establece la procedencia geográca y las prácticas de pro-
ducción especícas para proteger productos regionales, des-
empeña un papel crucial en la preservación de la raicilla. En
2019 este concepto alcanzó un hito signicativo al reconocer
y salvaguardar la autenticidad de este destilado. La designación
de origen proporciona un marco legal que garantiza que la
raicilla producida en ciertas regiones cumpla con estándares
especícos, manteniendo así su carácter único y su conexión
arraigada con la tierra y la cultura local (Figura 34). Esta re-
gulación decreta 16 municipios del estado de Jalisco (Atengo,
Atenguillo, Ayutla, Cabo Corrientes, Chiquilistlán, Cuautla,
Guachinango, Juchitlán, Mascota, Mixtlán, Puerto Vallarta,
San Sebastián del Oeste, Talpa de Allende, Tecolotlán, Tena-
maxtlán y Tomatlán) y uno de Nayarit (Bahía de Banderas)
(Diario Ocial de la Federación., 2019).
La obtención de la Denominación de Origen en 2019
no solo reeja el reconocimiento ocial de la raicilla como un
tesoro cultural, sino que también inuye en la industria. La
designación aporta un valor añadido al destilado al resaltar su
autenticidad y calidad, atrayendo a conocedores y acionados
por igual. Además, contribuye a la sostenibilidad al fomentar
prácticas agrícolas y de producción responsables, promoviendo
así la preservación del A. maximiliana (entre otras especies) y su
entorno. Aunque la denominación de origen brinda protección
y prestigio, también presenta desafíos. El equilibrio entre la
regulación y la innovación es esencial para garantizar que la
raicilla siga evolucionando sin perder sus raíces. Además, la
conciencia sobre la importancia de la denominación de origen
debe seguir creciendo para proteger la integridad del destilado
y su conexión con las comunidades locales.
87
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 37. Placa de constancia de declaratoria de protección de la
denominación de origen raicilla en el poblado de Cimarrón Chico de la Raicilla
del municipio de Mascota, Jalisco.
Figura 38. Mapa destacando los municipios dentro de la denominación de origen
Situación actual
Según datos registrados del Instituto de Información Estadística
y Geográca (IIEG), se presentan las preferencias y tendencias
en la elección de especies de Agave spp. (Figura 39) por parte
de empresas durante los años 2022 y la primera mitad de 2023
para la elaboración de la raicilla (Figura 40).
88
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
Preferencias de Cultivo de Agave
En 2022 el Agave maximiliana Baker fue la opción princi-
pal para el 82.4% de las empresas, mientras que el Agave
angustifolia Haw fue la segunda opción con un 22.1%. En la
primera mitad de 2023 hubo un cambio notable, con una
disminución en el uso del A. maximiliana al 73.5%, pero un
aumento signicativo en la preferencia por el Agave angusti-
folia Haw, que alcanzó el 27.9% de elección.
Nuevas Incorporaciones
A partir de 2023 el Agave rhodacantha fue incorporado por
un 4.4% de las empresas como una nueva opción de cultivo.
Elección Constante
Aunque el A. maximiliana experimentó una disminución
en su elección, Agave Inaequidens Koch y Agave valenciana
mantuvieron una constante preferencia por parte del 5.9%
de las empresas.
Figura 39. Agaves endémicos de la región utilizados para hacer raicilla: a)
A. valenciana, b) A. inaequidens, c) A. angustifolia.
89
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Figura 40. Porcentajes de empresas según tipo de agave plantado (2022 y
primer semestre de 2023). Fuente: IIEG, Radiografía Estadística de la Industria
de la Raicilla 2023. Nota: Pregunta exclusiva para empresas que realizan la
actividad de agricultura. Los porcentajes no suman 100% debido a que se
podían elegir varias respuestas. El total para cada periodo fue el número de
empresas que plantaron al menos un tipo de agave durante dicho periodo.
En resumen, este análisis proporciona una visión de-
tallada de cómo las preferencias en la elección de agaves
para el cultivo han evolucionado durante este periodo, tanto
en términos de especies de agaves como en la distribución
geográca de las plantaciones. Estos cambios podrían estar
inuenciados por diversos factores, como condiciones climá-
ticas, demanda del mercado y estrategias comerciales de las
empresas involucradas.
Producción
Dentro de la Radiografía de la raicilla, publicada por el IIEG
en el 2023, se hizo una visión detallada de la producción
de raicilla en ciertos municipios, incluyendo aspectos como
la obtención de agave, variación de precios y prácticas de
adquisición de producto terminado de diversas empresas de
la región (Figura 41). De la cual se destacan ciertos puntos:
90
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
•
El 40.5% de las empresas produce raicilla utilizando
agave cultivado exclusivamente en sus propios terre-
nos. Otro 40.5% cultiva parte del agave en sus terrenos
y adquiere otra parte y el 19.0% restante depende com-
pletamente de proveedores externos. Hubo cambios
respecto al año anterior, con un aumento en empresas
que combinan la compra y el cultivo de agave.
•
El proceso de transformación del agave en raicilla se
lleva a cabo en plantas de producción llamadas tabernas.
Mixtlán lideró en la actividad de transformación, despla-
zando a Mascota del liderazgo del año anterior (2022).
•
Un alto porcentaje (78.6%) de participantes incrementó
los precios de sus productos en el primer semestre de 2023
debido al alza en el costo del agave. Hubo un aumento
signicativo en comparación con el 64.3% del año anterior.
Un porcentaje menor (14.3%) no ajustó sus precios por
esta razón, en comparación con el 31.0% en 2022.
•
El 26.2% de las empresas admitió haber adquirido
raicilla de otra compañía, además de su propia pro-
ducción. La mayoría (71.4%) indicó no haberlo hecho,
aunque este porcentaje disminuyó ligeramente respecto
al año previo (68.6%).
Figura 41. Tabernas de exhibición y marcas de destiladores de Raicilla
91
Manejo agrobiotecnológico para la producción y
conservación de Agave maximiliana Baker
Por último, se presenta información sobre la distribu
-
ción de la supercie de hectáreas plantadas de agave en
diferentes municipios durante los años 2022 y 2023.
Aunque Mascota continúa siendo el principal municipio
en términos de supercie plantada de agave, su participa-
ción disminuyó del 45.6% en 2022 al 35.7% en 2023. Esta
disminución indica que, aunque Mascota sigue siendo líder,
ha experimentado una reducción en su proporción de la
supercie plantada total. Mixtlán, se mantiene en la segunda
posición, pero experimenta un aumento en su participación,
pasando del 15.0% en 2022 al 23.1% en 2023. Esto indica un
crecimiento signicativo en la supercie plantada de agave en
este municipio durante el período analizado. Por otro lado,
Atenguillo conserva el tercer lugar y muestra un aumento en
su porcentaje de participación, pasando del 7.8% en 2022 al
16.8% en 2023 y Guachinango asciende del sexto al cuarto
lugar, aumentando su porcentaje de participación del 4.5%
al 6.5%. Este aumento indica un crecimiento en la supercie
plantada de agave en Guachinango, aunque su participación
sigue siendo menor en comparación con otros municipios.
Cabo Corrientes ocupa el quinto lugar en términos de par-
ticipación en la supercie plantada de agave en 2023, con
un porcentaje del 5.8%. Aunque no experimenta cambios
signicativos en su posición, aún contribuye de manera
notable a la supercie total plantada de agave (Figura 42).
92
Raicilla: tradición destilada y promesa para pequeños productores
Figura 42. Porcentajes de hectáreas plantadas por municipio (2022-2023
Fuente: IIEG, Radiografía Estadística de la Industria de la Raicilla. Nota:
Pregunta exclusiva para empresas que realizan la actividad de agricultura
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https://youtu.be/qPYf1pezxWI
https://youtu.be/9eJlGwrEO9M
https://youtu.be/fK9jwU7yp2o
https://youtu.be/fFLOy_yZspo
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Horno de cocimiento
Fotografía: Benito Salcedo
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105
ANEXOS
Fosfatos super básicos (PBS) 10 X
800 mL de agua desionizada estéril
5.68 g de Na2HPO4 (80 mM)
0.90 g de KH2PO4 (15 mM)
38 g de NaCl (1.3 mM)
0.84 g de KCl (30 mM)
Disolver por agitación a temperatura ambiente
Ajustar pH 7.2 y aforar a 1000 mL
Preparación de medio
MS (Murashige y Skoog, 1962)
Sales de MS
Vitaminas L2 (Phillips y Collins, 1979)
3 % de sacarosa
8 g·L-1 de Phytagel® (Sigma P-8169)
MS modicado
Sales de MS-NH4NO3 reducido a 5 mM (Castro-Concha
et al., 1990)
Vitaminas L2 (Phillips y Collins, 1979)
3 % de sacarosa
8 g·L-1 de Phytagel® (Sigma P-8169)
Solución vitricante (PVS2)
Sales de MS basal suplementada con 30 % de glicerol + 15
% de etilenglicol + 15 % DMSO
en medio de cultivo con 0.4 M de sacarosa, pH 5,8. (Sakai,
et al. 1990)
Solución de carga
Sales de MS basal suplementada con sacarosa 0,4 M y gli-
cerol 1,6 M, pH 5,8.
106
Solución de recuperación
Sales de MS basal suplementada con sacarosa 1,2 M, pH 5,8.
Caldo sulfocálcico
El caldo sulfocálcico es una mezcla utilizada en la agricul-
tura para proteger las plantas contra diversas enfermedades
fúngicas y bacterianas.
Ingredientes:
1 kg de cal viva (óxido de calcio)
1 kg de azufre en polvo
10 litros de agua
Instrucciones:
•
Preparación de la suspensión de cal: llenar un reci-
piente grande con aproximadamente 5 litros de agua.
Agregar lentamente el kilogramo de cal viva, revol-
viendo constantemente con un palo o una paleta de
madera. Tener cuidado, ya que esta mezcla generará
calor y vapores. Realizar esta operación en un área
bien ventilada y usar equipo de protección personal,
como gafas y guantes.
•
Dejar reposar la suspensión de cal: después de que
se agrega toda la cal, se deja reposar la suspensión
durante al menos 12 horas. Durante este tiempo, la
cal se hidratará y formará una solución lechosa. Esta
es una etapa crítica, ya que la suspensión de cal debe
decantarse correctamente antes de continuar con la
preparación del caldo sulfocálcico.
107
•
Preparación de la solución de azufre: en otro recipiente
grande, disolver el kilogramo de azufre en polvo en
aproximadamente 2 litros de agua caliente. Se puede
usar un agitador para asegurarse de que el azufre se
disuelva completamente.
•
Mezcla de la solución de cal y azufre: una vez que la
suspensión de cal haya reposado durante al menos
12 horas, se procede a agregar la solución de azufre
disuelto a la suspensión de cal. Se vierte la solución de
azufre gradualmente en la suspensión de cal mientras
se revuelve constantemente para asegurar una mezcla
homogénea.
•
Dilución nal: después de mezclar el azufre y la cal, se
agrega agua suciente para alcanzar un volumen total
de 10 litros. Se continúa revolviendo para asegurar una
distribución uniforme de los ingredientes.
•
Filtrado (opcional): ltrar el caldo sulfocálcico para
eliminar cualquier residuo grueso que pueda obstruir
las boquillas de pulverización. Se puede utilizar un
tamiz de malla na o un paño de algodón para este
propósito.
•
Aplicación: el caldo sulfocálcico está listo para su uso.
se aplica en las plantas utilizando un pulverizador ma-
nual o una máquina pulverizadora. Es importante se-
guir las indicaciones de aplicación recomendadas para
evitar daños a las plantas y maximizar la ecacia del
tratamiento.
*El caldo sulfocálcico es un producto químico y debe
manipularse con precaución. Se recomienda consultar las
regulaciones locales sobre el uso de este tipo de productos
en la agricultura.
108
Caldo bordelés
El caldo bordelés es un fungicida y bactericida ampliamente
utilizado en la agricultura para controlar diversas enferme-
dades de las plantas, especialmente aquellas causadas por
hongos y bacterias.
Ingredientes:
50 gramos de sulfato de cobre (CuSO4)
50 gramos de cal viva (óxido de calcio, CaO)
10 litros de agua
Instrucciones:
•
Disolución del sulfato de cobre: llenar un recipiente
con aproximadamente 2 litros de agua. Agregar los
50 gramos de sulfato de cobre al agua y mezcla hasta
disolver por completo. Es importante que el sulfato
de cobre se disuelva completamente para evitar la for-
mación de grumos en la mezcla nal.
•
Preparación de la lechada de cal: en otro recipien-
te, agregar la cal viva a aproximadamente 2 litros de
agua. La cal viva reaccionará con el agua para formar
una lechada de hidróxido de calcio (Ca (OH)2). Esta
reacción puede ser exotérmica, por lo que se debe
tener cuidado. Posteriormente agregar la cal al agua
lentamente y en pequeñas cantidades mientras mezclas.
•
Dejar reposar la lechada de cal durante al menos 12
horas. Esta etapa es crucial para permitir que se com-
plete la reacción y para que la lechada de cal alcance
su pH máximo.
•
Mezcla nal: pasadas las 12 horas, añadir la lechada de
cal a la disolución de sulfato de cobre. Asegurarse de
109
mezclar bien ambos componentes para obtener una
mezcla homogénea.
•
Dilución: verter la mezcla en un tanque o recipiente
grande y añadir agua hasta alcanzar un volumen total
de 10 litros.
•
Mezclar nuevamente para asegurar una distribución
uniforme de los ingredientes.
*Usar guantes y gafas de protección al manipular los
ingredientes químicos.
Caldo de cenizas
El caldo de cenizas es una preparación orgánica que se
utiliza en la agricultura como fuente de potasio y otros nu-
trientes para las plantas. Aquí tienes una receta básica para
prepararlo:
Ingredientes:
Cenizas de madera limpia y seca (preferiblemente de árboles
de hoja caduca como el roble, el haya o el fresno)
Agua
Instrucciones:
•
Recopilación de cenizas: recolectar las cenizas de ma-
dera limpia y seca. Se pueden obtener quemando ma-
dera en un fuego controlado al aire libre o utilizando
una estufa de leña. Es importante asegurarse de que
las cenizas provengan de materiales naturales y no
contengan sustancias tóxicas o contaminantes.
•
Tamizado (opcional): si las cenizas contienen trozos
grandes de carbón o material no quemado, tamizar
110
para obtener una consistencia más na. Esto facilitará
la mezcla con agua y la aplicación en el campo.
• Mezclar con agua: agregar las cenizas tamizadas a un
recipiente grande y luego añadir agua lentamente re-
volviendo constantemente. La proporción típica es
de aproximadamente 1 parte de cenizas por 10 partes
de agua, pero esta proporción puede variar según la
concentración deseada y las necesidades especícas
de las plantas y el suelo.
• Dejar reposar la mezcla: una vez que se haya agrega-
do suciente agua, dejar reposar la mezcla durante
al menos 24 horas. Durante este tiempo, las cenizas
liberarán los nutrientes solubles en el agua, creando
un caldo nutritivo para la planta.
•
Filtrado (opcional): se puede ltrar el caldo de cenizas
para eliminar cualquier residuo grueso que pueda obs-
truir las boquillas de pulverización. Usar un tamiz de
malla na o un paño de algodón para este propósito.
•
Aplicación: el caldo de cenizas está listo para su uso.
Aplicarlo directamente al suelo alrededor de las plantas
como fertilizante líquido o pulverizarlo sobre las hojas
como un foliar. Es importante diluirlo adecuadamente
si se va a aplicar directamente sobre las plantas para
evitar quemaduras.
*El caldo de cenizas es una fuente de potasio y otros
nutrientes, pero no es un fertilizante completo. Es reco-
mendable complementarlo con otros nutrientes según las
necesidades especícas del cultivo y condición del suelo.
MANEJO AGROBIOTECNOLÓGICO PARA LA PRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE Agave maximiliana Baker.
María de Lourdes Delgado Aceves, Antonia Gutiérrez Mora,
Benito Salcedo Ríos & Santiago Corona Perez (coordinadores) se terminó de
imprimir en julio de 2024 en los talleres de Acento Editores Calle Fray Juan
de Zumárraga 349, 44500 Guadalajara, Jalisco
La edición estuvo a cargo del Consejo Editorial del CIATEJ y los
coordinadores.
El tiraje fue de 200 ejemplares