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Injury in Martial Arts: a systematic review (Spanish Version)

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Abstract

Introduction: The popularity of martial arts has increased in recent years, as has the physical demand for athletes. Therefore, studying the epidemiology of martial arts is essential to be able to better prevent injuries. Objective: Determine the injury rate in martial arts, identifying which part of the body is most prone to injury and the population at risk. Look for risk factors that may increase the likelihood of injury. Methods: This systematic review has been carried out following the guidelines established by the Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta- Analyses (PRISMA) statement. A literature search was carried out through the Cochrane databases, The Physiotherapy Evidence Database (PEDro), PubMed, Science Direct and Web Of Science (WOS), selecting articles published in the last 5 years, with the last month of inclusion being March 2024. Results: Eight studies met the eligibility criteria. The characteristics of the participants and the findings of the studies are presented, determining the rate of injury and the areas most likely to suffer an injury. Conclusions: To date, it has been highlighted that the injury rate varies according to the martial art practiced, the highest being MMA with 68%, 59% in Brazilian jiu-jitsu and taekwondo, 56% in judo and 51% in aikido. The upper and lower extremities, specifically the shoulders, knee and head, are the most injured areas during practice. Keywords: Epidemiology, martial arts, injuries, sport, athletic injuries.
I. INTRODUCCIÓN
Las artes marciales son prácticas antiguas que combinan
técnicas de combate y principios filosóficos. Se han practicado
desde hace cerca de 5000 años a.C., y, más recientemente, se han
definido como sistemas de combate defensivos y ofensivos con o
sin armas(1). Se practican como deporte y como método de
defensa personal. Incluyen diversas disciplinas, y cada una tiene
su propio estilo, técnicas, tradiciones y filosofías. Algunos de los
sistemas o estilos más populares se originaron en Japón,
Okinawa, Corea, China, Filipinas, Brasil, Francia, Israel y
Estados Unidos(2), si bien las raíces de muchas de las artes
marciales actuales se remontan a China y la India(2), pero incluso
hay referencias de estas en la antigua Grecia y Egipto(2,3).
Asimismo, cada arte marcial, como el judo, el karate, el
taekwondo, el jiu-jitsu, el kung-fu y muchas otras, tiene una
historia y unos orígenes diferentes. El karate, por ejemplo, se
desarrolló en Okinawa y se cree que se originó a partir de las artes
de lucha indígenas del lugar, así como las artes marciales chinas
y japonesas. Fue traído a Japón a principios del siglo XX y
comenzó a ganar popularidad a mediados del mismo siglo(4). En
cuanto al judo, se originó como una rama del jiujitsu y fue
desarrollado por el profesor Jigoro Kano en Japón, también en el
siglo XX. Originalmente, era llamado Kodokan Judo por Kano(5)
Pero también hay otras artes marciales que tienen orígenes más
antiguos, y que evolucionaron al paso del tiempo, como es el caso
de las artes marciales mixtas (MMA). Este es un deporte de
combate que combina técnicas de Jiu-Jitsu brasileño, Boxeo,
Muay Thai, Kickboxing, Lucha libre y otros, y se originó a partir
de antiguas técnicas de lucha que datan del año 649 a.C. En la era
moderna, el MMA resurgió a principios de los años 90,
promovido por los maestros Carlos y Helio Gracie(1).
A día de hoy, las artes marciales son deportes que han
crecido mucho en cuanto a número de participantes, y, por tanto,
visibilidad y atracción. En 1996, se estima que había 8 millones
de participantes de artes marciales en los Estados Unidos(2). En
2004, según un representante de la Asociación de la Industria de
las Artes Marciales (MAIA), aproximadamente 6,9 millones de
estadounidenses de 6 años o más participaban en estas artes
marciales(2). Del mismo modo, la Federación Mundial de Karate
(WKF) incluye 191 países miembros, y se está volviendo cada
vez más prominente en el escenario internacional, habiendo sido
incluido por primera vez en los Juegos Olímpicos de Tokio
2020(4). En cuanto al judo, la primera competición olímpica tuvo
lugar en 1964, también en los Juegos Olímpicos de Tokio, y el
deporte es ahora reconocido en 201 países de todo el mundo(5).
Además, el crecimiento de las MMA es, sin duda, un gran
fenómeno observado recientemente en los deportes de combate.
Es más, el evento llamado Ultimate Fighting Championship
(UFC), creado en 1993 en los Estados Unidos (EE. UU.), ha
estado atrayendo a miles de aficionados en todo el mundo,
especialmente después de la implementación de las reglas
actuales en 2009(1). El UFC ha convertido las MMA en el deporte
de más rápido crecimiento en el mundo. Desde su creación, el
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
UFC se ha desarrollado exponencialmente, con un valor neto
estimado de aproximadamente $ 10 mil millones(3).
Así, gran parte de la popularidad de las artes marciales se
explica mucho por la diversidad de los participantes, ya que se
puede practicar el deporte independientemente del sexo, edad o
condición física(2). Además de ello, las artes marciales ofrecen
una gama de beneficios fundamentales, tanto para las personas
como para la sociedad, pues mejoran la condición física general,
incluyendo fuerza muscular, flexibilidad, resistencia, y
coordinación(1,6). El entrenamiento de artes marciales también
ayuda al equilibrio, al control postural, y tiene efectos positivos
en la función cognitiva y la salud psicológica,
independientemente de la edad de inicio de la práctica(7). Los
beneficios sobre la función cognitiva se observan también en
personas con enfermedades, como el trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH), en el cual al practicar
taekwondo se mejora el rendimiento cognitivo en términos de
atención selectiva(8).
Lo que frecuentemente atrae a las personas de las artes
marciales es la mejora no solo del cuerpo físico, sino también de
la mente y el espíritu (trabajando la autodefensa, el ejercicio
físico, la construcción de la confianza en sí mismo, y el desarrollo
de la autodisciplina)(2). Más concretamente, como ya se ha
señalado, son muchos los beneficios que se pueden obtener con
relación a la salud mental al practicar un arte marcial. De hecho,
el entrenamiento en artes marciales mejora el bienestar y reduce
los síntomas asociados con la internalización de problemas de
salud mental(9) y si dicho entrenamiento es, además, tradicional,
lo cual incluye meditación y filosofía, se convierte en un medio
eficaz para reducir los niveles de ira y agresión(10).
Así, por ejemplo, en el caso del judo, sus fundamentos son la
educación física, la competencia y el entrenamiento mental, que
tienen como objetivo final hacer del individuo un valor para la
sociedad(5). En esta línea, las artes marciales permiten transmitir
la cultura del país de creación, promoviendo el intercambio
cultural y la cultura tradicional(11). Lo cual, gracias a su
proyección y reconocimiento mundial, resulta de gran utilidad
para construir conciencia social y solidaridad(12).
No obstante, pese a ser beneficiosas, las artes marciales
también conllevan riesgos de lesiones, que varían según las
disciplinas y los niveles de práctica(2), independientemente de que
se trate de judo(5), MMA(3), boxeo u otras artes marciales(13), al ser
deportes de combate, esto implica, por lo general, un aumento de
la probabilidad de riesgo de lesión en diferentes zonas del cuerpo.
En este sentido, se sabe que los métodos de entrenamiento
buscan mejorar el rendimiento de los atletas, por lo que el impacto
que las lesiones o enfermedades pueden tener sobre el
entrenamiento, es una perspectiva clave, particularmente en un
entorno deportivo de élite. Por tanto, con una mejor comprensión
de la relación entre el impacto de las lesiones y las enfermedades
en la disponibilidad y el rendimiento de los atletas, las iniciativas
de prevención podrían reorientarse para reducir el riesgo de lesión
y enfermedad de los atletas, mejorando el rendimiento
deportivo(14), siendo por esto que estudiar la epidemiología de un
deporte es imprescindible a día de hoy.
De esta manera, el objetivo general de esta revisión
sistemática es obtener una mayor comprensión de las lesiones que
sufren los atletas que practican artes marciales, identificar los
factores de riesgo potenciales y sugerir estrategias de prevención
para los atletas y entrenadores.
II. OBJETIVOS
- Determinar el índice lesional en artes marciales.
- Determinar qué parte del cuerpo es más propensa a sufrir
lesiones y relacionarlo con el tipo de movimiento que ha
provocado la lesión.
- Determinar la población de riesgo.
- Buscar qué posibles factores de riesgo generan más
posibilidades de lesión.
III. METODOLOGÍA
Esta revisión sistemática se ha llevado a cabo siguiendo las
orientaciones establecidas por la declaración Preferred Reporting
Items for Systematic reviews and Meta-Analyses (PRISMA)(15).
Se hizo una búsqueda bibliográfica a través de las bases de dato
Cochrane, The Physiotherapy Evidence Database (PEDro),
PubMed, Science Direct y Web Of Science (WOS) seleccionando
artículos publicados en los últimos 5 años, siendo el último mes
de inclusión marzo de 2024 (Gráfico 1).
A. Estrategia de búsqueda
En Cochrane, PEDro, PubMed, Science Direct y WOS, se
utilizó la búsqueda Martial arts AND “Injury”, los últimos 5
años en castellano, francés e inglés. Se encontraron 33 artículos
en Cochrane, 1 artículo en PEDro, 19 artículos en PubMed, 120
artículos en Science Direct y 44 artículos en WOS, habiendo
obtenido, en total, 217 resultados.
B. Criterios de elegibilidad
Para la inclusión de los estudios en esta revisión sistemática,
los criterios de elegibilidad fueron: a) artículos publicados en los
últimos 5 años hasta marzo de 2024, incluido; b) artículos en
castellano, francés e inglés; c) artículos publicados en revistas; d)
tipos de participantes: cualquier persona, independientemente del
sexo o la edad, que practique un arte marcial; e) tipos de
información recogida: índices lesionales, zonas lesionadas,
ejercicio que provocó la lesión, factores de riesgo u otro
parámetro que pueda estar relacionado con las lesiones en artes
marciales. Fueron excluidos todos los artículos que no siguieran
estos criterios de elegibilidad.
Los artículos obtenidos después de haber aplicado la
estrategia de búsqueda fueron transferidos al gestor bibliográfico
Mendeley con el fin de eliminar duplicados. Tras ello, se realizó
un cribado en función de la información contenida en el título y
Abstract, y posteriormente, otro tras la lectura completa de los
artículos, restando un total de 8 artículos que conformarían la
muestra final de la revisión a realizar, como se muestra en el
diagrama de flujo del Gráfico 1.
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
C. Evaluación de la calidad de los estudios
En esta revisión sistemática, se utilizaron artículos
publicados en revistas científicas, por lo que una primera
evaluación de la calidad de los estudios se puede hacer utilizando
el Journal Impact Factor (JIF) de la revista en la cual ha sido
publicado cada artículo (Tabla 1).
El JIF es una fórmula con una relación simple para medir la
frecuencia de citación de los artículos en una revista dentro de
un año y, aunque es cierto que el JIF tiene ciertos aspectos no
tan positivos, sigue siendo uno de los métodos más eficaces para
evaluar la actividad y la calidad de la revista, al menos hasta que
se desarrollen mejores métodos alternativos(16).
IV. RESULTADOS
Podemos observar los resultados de los ocho estudios
utilizados en esta revisión en la Tabla 3 y Tabla 4.
Gráfico 1. Diagrama de flujo
Tabla 1. Valoración de las revistas con el Journal Impact Factor (JIF)
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
V. DISCUSIÓN
Se puede afirmar que, durante los últimos años, las artes
marciales han evolucionado de forma evidente, teniendo más
proyección mundial. Sin embargo, al ser deportes de combate,
implican un mayor riesgo de lesión, siendo por esto que se decidió
analizar la epidemiología de estos.
Para determinar el número de lesiones en los estudios
epidemiológicos utilizados para esta revisión sistemática, se han
utilizado dos variables: la prevalencia y la incidencia lesional. La
prevalencia indica el número de deportistas que han padecido una
lesión durante el ejercicio de un arte marcial, mientras que la
incidencia lesional indica cuántos deportistas han sufrido lesiones
nuevas sobre la población total del estudio.
Se analizó el índice lesional y la frecuencia de lesiones según
el tipo de arte marcial practicado. Para el jiu-jitsu brasileño, el
91% de los practicantes se lesionaron por lo menos una vez
durante un entrenamiento dentro de un periodo de un año, y el
60% de los competidores durante una competición
(17)
. En cuanto
a un periodo de 6 meses, se reportaron que el 59,2% de los atletas
habían padecido una lesión
(18)
. En este caso, se debe destacar que
el jiu-jitsu brasileño y el taekwondo tienen casi la misma
prevalencia de lesiones, siendo el 59% de lesiones reportadas por
los practicantes de taekwondo
(19)
. Retomando el jiu-jitsu
brasileño, este tiene una incidencia de lesiones de 308 por cada
1000 atletas al año
(20)
. En cuanto al karate, el estudio de García-
Isidoro y al. 2021
(21)
reportó un 36,7% de lesiones que
interrumpieron el entrenamiento de los karatekas participantes.
Además, las tasas de incidencia de lesiones en el karate fueron de
5,13 por 1000 atletas y las tasas de incidencia de lesiones por
1000 minutos de exposición (ME) fueron de 1,98
(22)
. Comparado
con uno de los deportes más practicados al mundo, el fútbol, las
tasas de incidencia de lesiones por 1000ME del karate son muy
bajas (1,98), ya que las del fútbol son de 8,1 lesiones/1000ME
(23)
.
Otros estudios encontraron resultados más altos para el karate,
donde la tasa media de lesiones por 1000/exposiciones atléticas
(EA) fue de 111,4 para los hombres y de 105,8 para las mujeres.
En cuanto a las tasas de lesiones/1000ME, se obtuvieron tasas
similares para hombres (75,4) y mujeres (72,8)
(4)
. Este aumento
de las tasas de lesiones se puede explicar por el hecho de que la
muestra del estudio de Augustovičová y al. 2019
(22)
solo estaba
compuesta de karatekas de alto nivel, y ha sido demostrado en
otros estudios que los atletas suelen lesionarse más con un nivel
s bajo, y durante el entrenamiento
(4,17)
.
Por otro lado, los resultados en cuanto al índice lesional de las
lesiones que interrumpieron el entrenamiento para judokas y
practicantes de wushu (arte marcial chino tradicional) fue de 56%
y de 38,9% respectivamente
(21)
. A este respecto, un estudio de
Gimigliano y al. 2021
(24)
obtuvo un índice lesional de 4,2/1000h
de entrenamiento en el judo, que es tres veces inferior al índice
lesional para el boxeo, siendo de 12,8/1000h de entrenamiento.
Asimismo, con el estudio de García-Isidoro y al. 2021
(21)
, se ve
que el índice lesional del judo (56%) es muy similar al de
taekwondo (59%) o al del aikido (51%), y que, por el contrario,
el índice lesional del wushu (38,9%) se parece más al de kung-fu
(38%) o de karate (30%), siendo el thai-chi el índice lesional más
inferior con solo 14%
(19)
. Finalmente, se ha estimado que el
MMA tiene una tasa de lesiones en los combates profesionales de
68% y de 51% en los amadores
(25)
, lo cual es mucho más alto que
el boxeo, que tiene una prevalencia de 12,8 lesiones/1000h de
entrenamiento, como ya se ha indicado
(24)
.
En cuanto a los factores de riesgo que pueden influir sobre la
incidencia de lesiones, se debe destacar el sexo. El estudio de
Augustovičová y al. 2019
(22)
indica que las mujeres tienen una
tasa menor de lesiones comparando con los hombres en el karate,
pero no es el caso en el balonmano, donde hay más prevalencia
de lesiones en mujeres
(26)
. No obstante, es llamativo señalar que
en dos estudios diferentes se demostró que no había relación entre
el sexo y la incidencia de lesiones
(18,21)
.
Por otro lado, el nivel de práctica y la experiencia en un arte
marcial puede influir en las lesiones. De hecho, Ross y al. 2021
(25)
explican que ocurren más lesiones en combates de MMA
profesionales que en amateurs (68% vs. 51%). Asimismo, Hinz y
al. 2021
(20)
afirman que el color del cinturón es decir, el nivel
del practicante de jiu-jitsu brasileño influye. En cambio, Moriarty
y al. 2019
(18)
y García-Isidoro y al. 2021
(21)
expresan que el índice
lesional no varía en función del nivel del atleta o del rango de
cinturón, respectivamente. Otros estudios indican que el nivel de
entrenamiento en jiu-jitsu puede tener incidencia en las lesiones,
al igual que en otros como artes marciales
(19)
, en fútbol
(27)
y en
balonmano
(26)
. Además, otro factor de riesgo que influye en las
lesiones es la carga de entrenamiento, es decir, cuántas veces o
cuántas horas de práctica tiene a la semana el atleta. Tres estudios
sobre el jiu-jitsu brasileño obtuvieron resultados sobre la
prevalencia de lesiones: a más horas de práctica del deporte, más
lesiones ocurrían
(17,18,20)
. El estudio de Zetaruk y al. 2005
(19)
confirma estos resultados y los generalizan a otras artes marciales
(taekwondo, aikido, kung-fu, karate y thai chi).
Por último, en cuanto a los factores de riesgo que impactan la
prevalencia de lesiones, es necesario hablar del peso. En los
deportes con categoría de peso, y donde se dan golpes, como es
el caso del MMA, cuanto más pesa el atleta, más lesiones se
generan, incluso duplicándose en las categorías de peso más
altas
(28,29)
, como lo afirma también otro estudio sobre el MMA
(3)
.
Asimismo, es necesario hacer alusión a las zonas más
lesionadas, cuestión abordada por muchos de los estudios
analizados. En concreto, se observó que, en la mayoría de las artes
marciales, las extremidades superiores e inferiores, destacando
particularmente los hombros y rodillas, fueron las más
afectadas
(17,18,20,21)
. Las extremidades superiores tenían entre un
13%
(17,21)
y 30%
(20)
de afectación según el arte marcial practicado.
Estos resultados se corresponden con otros estudios sobre artes
marciales
(2,24)
, el boxeo
(13)
, el judo
(5)
y el aikido
(19)
, mientras que
el balonmano tiene casi la misma incidencia de lesiones en las
extremidades superiores, con unos 12-14% de afectación
(26)
. Así,
las lesiones de hombro oscilaban entre un 13% para los
judokas
(21)
y 29% para los practicantes de jiu-jitsu brasileño
(17)
.
En cuanto a las lesiones de las extremidades inferiores, la
incidencia fue de un 10% en el karate
(21)
, y de 46% en el jiu-jitsu
brasileño
(20)
. Además, en cuanto a este último, se encontró que las
lesiones de extremidades inferiores fueron, mayoritariamente,
lesiones en la rodilla, con un 20-30% de afectación
(18,20)
. Otros
estudios sobre artes marciales obtuvieron resultados similares en
cuanto a las zonas más lesionadas
(5,19,24)
. También se halló que el
baloncesto tiene las mismas incidencias, con las extremidades
superiores (hombros y codos) e inferiores (rodillas) más
afectadas
(30)
, y, en cuanto a las lesiones en las piernas, el fútbol
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
Tabla 2. Resultados
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
Tabla 3. Resultados
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
tiene más prevalencia, con 6,8 lesiones/1000 horas de
entrenamiento
(23)
. Sin embargo, en el caso del MMA, al contrario
de las otras artes marciales, la zona más afectada por las lesiones
fue la cabeza
(25,28,29)
, debido a los golpes y los KO. Se debe añadir,
además, que la edad es un factor que influye en la zona de lesión.
De hecho, el estudio de Moriarty y al. 2019
(18)
explica que los
atletas de jiu-jitsu brasileño más jóvenes sufren más de lesiones
en la cabeza, mientras que aquellos de edad más avanzada se
lesionan más en la espalda baja, y lo mismo ocurre en los atletas
de baloncesto según el estudio de Andreoli y al. 2018
(30)
.
Del mismo modo, se debe señalar que los esguinces y
luxaciones son comunes en deportes de grappling, como el judo
y el jiu-jitsu brasileño, debido a las técnicas de sumisión y control
en el suelo. Petrisor y al. 2019
(17)
destacan que en jiu-jitsu
brasileño, los tipos de lesiones más frecuentes fueron los
esguinces (61,4%) elongaciones (57,1%), fracturas (18,6%),
laceraciones (12,9%), dislocaciones (11,4%) y conmociones
cerebrales (7,1%) durante los entrenamientos, y los esguinces
(31,4%) y elongaciones (25,7%) en competición
(17)
. En cuanto al
judo y el karate, las lesiones más habituales fueron los esguinces
de tobillo y lesiones articulares con 4,98% y 3,98%,
respectivamente
(21)
. En cuanto al karate, el tipo más común de
lesión con parada del entrenamiento fue la fractura (41%), la
dislocación (20%) y la conmoción cerebral (12%)
(22)
. Por otro
lado, los cortes y contusiones son más comunes en los deportes
de golpeo como el kickboxing y el muay-thai, donde los golpes
directos son frecuentes. Este el caso, también, del MMA, en el
que los practicantes amateurs tuvieron más contusiones y
hematomas (31% vs. 22%), mientras que los profesionales
tuvieron más laceraciones (39% vs. 23%)
(25)
.
Así, otra lesión bastante habitual en las artes marciales son las
conmociones cerebrales o los KO. De hecho, para Follmer y al.
2019
(28)
, las tasas combinadas de KO/TKO por 100 atletas son de
19,53% en middleweight, 20,8% en light heavyweight y 26,09%
en heavyweight, hallazgos en la línea de lo observado por Fares y
al. 2021
(29)
, quienes demostraron que la tasa de lesiones en la
cabeza fue de 35 lesiones por cada 100 exposiciones atléticas
(EA), siendo las lesiones cerebrales traumáticas el tipo de lesión
s común, con una tasa de 16 por 100EA, mayor, por tanto, que
la de las fracturas. Se comprobó, también, que los ganadores de
combates de MMA experimentaron una mayor proporción de
fracturas (19% vs. 9%), y los perdedores experimentaron más
conmociones cerebrales (17% vs. 2%)
(25)
. En cuanto a las
conmociones cerebrales y los golpes en la cabeza, hay estudios
que explican las afectaciones de estas lesiones repetidas,
pudiendo generar afectación cognitiva, y cambios negativos
sobre el cerebro
(3,31)
, siendo necesario seguir estudiando sobre
esta temática, de cara a obtener una mayor información al
respecto y posibles precauciones clínicas.
Por último, se debe aludir, a este respecto, que, sabiendo que
las lesiones de rodillas son unas de las más frecuentes, Hinz y al.
2021
(20)
descartaron que las lesiones de menisco, ruptura del
ligamento cruzado anterior (LCA) y lesiones de ligamentos
colaterales medios fueran las más padecidas por practicantes de
jiu-jitsu brasileño. Esto resulta llamativo, dado que, en los
deportes con impactos y cambios de direcciones, la ruptura del
LCA es una de las causas de lesiones de rodillas más
frecuentes
(32)
, sin embargo, en jiu-jitsu brasileño, la mayoría de
las lesiones fueron causadas por sumisión (29,7%) y caídas
(26,4%)
(20)
, al igual que en el judo
(5)
.
Así, pues, una vez conocida la epidemiología de lesiones en las
artes marciales, las zonas más afectadas, y los tipos de lesiones,
sería interesante proponer estrategias preventivas para reducir
todos estos factores, si bien es necesario seguir estudiando sobre
la integración de un protocolo de calentamiento estandarizado
que pudiera reducir el riesgo de lesiones, así como técnicas y
estrategias de aprendizaje de caídas, ya que, esta última, es una
de las causas principales de lesiones en artes marciales. Del
mismo modo, en las artes marciales de golpeo (MMA,
taekwondo, boxeo, etc.), la enseñanza de las técnicas de golpeo
correctas podría prevenir fracturas y esguinces, siendo interesante
profundizar la investigación relativa a los equipamientos,
evaluando la eficacia de protecciones para las piernas, así como
cascos y guantes. Finalmente, se debe añadir que sería necesaria
la implementación de programas de prevención de lesiones, lo
cual incluiría sesiones educativas sobre riesgos y técnicas de
prevención, y la formación continua de entrenadores y
practicantes sobre las mejores prácticas de prevención de
lesiones, cuestiones esenciales para mantener la seguridad en las
artes marciales.
A. Limitaciones metodológicas de los estudios incluidos
Con relación a los ocho estudios observacionales
epidemiológicos utilizados en esta revisión sistemática, las
limitaciones estimadas han sido las siguientes:
- El sesgo de notificación: los profesionales o atletas no
informan de todas las lesiones o las minimizan, y afecta a la
fiabilidad de los datos
- Variabilidad de los métodos: las diferencias en los métodos
de recolección de datos y los criterios de definición de
lesiones dificultan la comparación directa entre los estudios
- Poblaciones diversas: los estudios incluyen poblaciones
diversas en términos de edad, género, nivel de habilidad y
estilos de artes marciales, lo que aumenta la heterogeneidad
de los resultados.
Debido a las limitaciones metodológicas y a la heterogeneidad de
los estudios, la generalización de los resultados a una población
mayor debe hacerse con precaución.
B. Recomendaciones para futuras investigaciones
- Los estudios futuros deben estandarizar las definiciones y los
métodos de recopilación de datos para mejorar la
comparabilidad y validez de los resultados.
- Realizar estudios longitudinales: un seguimiento a largo
plazo puede proporcionar una información valida sobre la
evolución de las lesiones y los factores de riesgo a largo plazo
en las artes marciales
- Expandir la muestra con poblaciones diversas: la
investigación debe incluir muestras más diversas, incluidos
practicantes de diferentes edades, géneros, niveles de
habilidad y estilos de artes marciales.
- Estudiar las estrategias de prevención de lesiones: destacar
programas de intervención específicos dirigidos a reducir las
lesiones.
- Hacer colaboraciones interdisciplinarias: colaboración entre
los entrenadores, médicos, fisioterapeutas e investigadores
Injury in Martial Arts Sarah Verdeil (2024)
para desarrollar e implementar estrategias de prevención de
lesiones más integrales y efectivas.
VI. CONCLUSIONES
A día de hoy, se ha destacado que el índice lesional varía
según el arte marcial practicado, siendo un 68% en el caso del
MMA, 59% en el jiu-jitsu brasileño y el taekwondo, 56% en el
judo y 51% en el aikido.
La población que más riesgo tiene de lesionarse son los atletas
experimentados que compiten, siendo el grupo que presentó más
lesiones en los estudios analizados.
Las extremidades superiores e inferiores, destacando los
hombros, las rodillas y la cabeza, son las zonas más lesionadas
durante la práctica de artes marciales. Se determinó que las
sumisiones y las caídas son las causas de lesiones más
frecuentes.
Los esguinces, luxaciones, contusiones, y conmociones
cerebrales se establecieron como los tipos de lesiones más
padecidos en artes marciales.
Finalmente, los principales factores de riesgo hallados fueron
el nivel del deportista, el peso, el tiempo de entrenamiento por
semana y si competía o no.
CONFLICTO DE INTERÉS
No se ha tenido ningún conflicto de interés en relación con este
trabajo.
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Background (1): Men's football is a physically demanding contact sport that involves intermittent bouts of sprinting, jogging, walking, jumping and changes of direction. The physical demands of the game vary by level of play (amateur club, sub-elite and open club or international), but injury rates at all levels of the men's football game remain the highest of all sports. Objective: The aim of this study is to conduct a systematic review of data from the epidemiological literature regarding the profile, severity and mechanisms of injuries and the frequency of recurrent injuries in professional and amateur football players. Methods (2): A systematic review, according to PRISMA guidelines, was performed up to June 2023 in the databases of PubMed, Web of Science, Google academic, Google scholar and the Diva portal. Twenty-seven studies that reported data on the type, severity, recurrence and mechanisms of injury in professional and amateur men's football were selected and analyzed. Two reviewers independently audited data and assessed the study quality using the additional and adapted version of the Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE) statement and the Newcastle Ottawa Scale (NOS) to assess risk of bias for the quality of external validity. Results (3): In professional male football players, the mean prevalence of muscle/tendon injuries was 39.78%, followed by joint and ligament injuries-21.13%, contusions-17.86%, and fractures-3.27%, and for amateur football players, the prevalence's were 44.56% (muscle/tendon injuries), 27.62% (joint and ligament injuries), 15.0% (contusions) and 3.05% (fracture), respectively. The frequency of traumatic injuries was higher in amateur football players (76.88%) compared to professional football players (64.16%), the situation being reversed in the case of overuse injuries: 27.62% in professional football players and 21.13% in amateur football players. Most contact injuries were found in professional footballers (50.70%), with non-contact injuries predominating in amateur footballers (54.04%). The analysis of the severity of injuries showed that moderate injuries dominated in the two categories of footballers; the severe injuries in amateur footballers exceeded the severe injuries recorded in professional footballers by 9.60%. Recurrence proportions showed an inverse relationship with the level of play, being higher in amateur footballers (16.66%) compared to professional footballers (15.25%). Conclusions (4): Football-related injuries have a significant impact on professional and amateur football players and their short-and long-term health status. Knowing the frequency of severe diagnoses, such as strains, tears and cramps of the J. Clin. Med. 2023, 12, 6293. https://doi.org/10.3390/jcm12196293 https://www.mdpi.com/journal/jcm J. Clin. Med. 2023, 12, 6293 2 of 24 thigh muscles, ankle ligament sprains and hip/groin muscle strain requires the establishment of adequate programs to prevent them, especially in amateur football players, who are more prone to serious injuries.
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Handball is a team sport involving a great physical demand from its practitioners in which a high number of injuries occur, affecting individual and collective performance. Knowledge of the injuries is of great importance for their prevention. The objective of the present study was to identify, locate and compare the most frequent injuries and injury mechanisms in handball practice. It was carried out following the Preferred Informed Item for Systematic Reviews and Meta-analysis (PRISMA) guidelines. The source of data collection was direct consultation of the PubMed and Medline databases. Several keywords were used for the documentary retrieval, and the quality of the studies that were selected was evaluated. Of the 707 studies retrieved, only 27 were considered appropriate for the review, and quality scores were obtained that ranged from 10 to 26 points, out of a maximum of 28. The most frequent injuries in handball players are located in the lower limbs (thigh, knee and ankle), and in the shoulder in the upper limbs. Regarding the playing position, the players who play over the 6-m line are the most affected by injuries, while the women players have a higher probability of injury. Most injuries occur during competition.
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Mixed martial arts (MMA), a combat sport consisting of wrestling, box-ing, and martial arts, is a popular activity associated with danger and vi-olence. Of concern are the repetitive head impacts, both subconcussive and concussive, sustained by MMA athletes. The rules of MMA en-courage head strikes, but there was no formal concussion protocol in the Ultimate Fighting Championship (UFC) until 2021. Because the UFC was established less than 30 years, the long-term consequences of these repetitive concussive head blows are lacking. In this review, we focus on current literature sought to summarize the current knowledge of repetitive head impacts and concussions in MMA. The objectives were to outline (a) the rules of MMA; (b) the postconcussion protocol for UFC athletes; (c) current behavioral and biochemical diagnostic measures; (d) epidemiology and prevalence of concussion in MMA; (e) long-term effects of subconcussive repetitive head impacts; (f) biome-chanics of head impacts; and (g) considerations and research topics that warrant future research.
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Background: Brazilian jiu jitsu (BJJ) is a growing martial art that focuses on grappling techniques. Purpose: To quantify the 3-year incidence of BJJ-related injuries and detect common injury patterns as well as risk factors among those practicing BJJ. It was hypothesized that there would be a high incidence of injuries, they would be caused by submissions in sparring situations, and they would occur predominantly at the extremities. Study Design: Descriptive epidemiology study. Methods: Active BJJ athletes were invited to take an English-language online survey developed by orthopaedic surgeons together with BJJ athletes and a sports scientist. Data were recorded regarding athlete demographics, sporting activity level, injuries within the past 3 years that caused at least a 2-week time loss, injury mechanisms, and return to sport. Results: Overall, 1140 responses were received from 62 different countries; 88.9% of all athletes were male, and 63.9% were regular competitors. Within the investigated cohort, 1052 injuries were recorded in 784 athletes, for an injury incidence of 308 per 1000 athletes per year. The lower extremity (45.7%) and upper extremity (30.2%) were predominant sites of injury, with injuries to the knee (27.1%) being the most common. The most frequent knee injuries were meniscal injuries (n = 65), anterior cruciate ligament (ACL) tears (n = 36), and medial collateral ligament injuries (n = 36). ACL tears were especially associated with long time frames for return to sport. Most injuries occurred during sparring (77.6%) and were caused by submissions (29.7%) and takedowns (26.4%). Competing regularly (P = .003), older age (P < .001), and higher belt rank (P = .003) were significant risk factors for injury. Conclusion: Injury incidence was high among BJJ athletes surveyed, with 2 out of 3 athletes reporting at least 1 injury within a 3-year period that caused a 2-week absence from training. Most injuries occurred during sparring, and we believe that a high potential for injury reduction lies in drawing awareness to common injury patterns and sites in athletes.
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Background and Objectives: Sport-related musculoskeletal injuries (MSK-Is) are a common health issue in athletes that can lead to reduced performance. The aim of this scoping review was to synthetize available evidence on injury incidence rates (IIRs), types, and sites that affect the musculoskeletal (MSK) system of adult athletes. Materials and Methods: We performed a scoping review on the Pubmed database limiting our search to 33 Olympic sports. Results: We identified a total of 1022 papers, and of these 162 were examined in full for the purpose of this review. Archery was the sport with the highest risk of injuries to the upper extremities, marathons for the lower extremities, and triathlon and weightlifting for the body bust. In the majority of the sports examined, muscle/tendon strain and ligament sprain were the most common MSK-Is diagnoses, while athletics, karate, and football were the sports with the highest IIRs, depending on the methods used for their calculations. Conclusions: Our scoping review highlighted the general lack and dishomogeneity in the collection of data on MSK-Is in athletes.
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Background The popularity of mixed martial arts (MMA) continues to grow in the United States. Although prior work has provided valuable insight concerning injuries in the sport, much of the available literature is limited by factors such as small sample sizes, varying athlete demographics, and inconsistent data collection methods. Purpose To report injury rates and types in MMA and analyze potential variance between competition and match variables. Study Design Descriptive epidemiology study. Methods We performed a retrospective review of injuries sustained by fighters during MMA contests between 2018 and 2019 using ringside physician postmatch injury reports from Wisconsin and Arizona. The prevalence of overall injuries and specific injury types was compared by location (Arizona vs Wisconsin), competition level (amateur vs professional), match result (decisions vs any other result), and match winners versus losers. Results In 503 contests, 285 (57%) had at least 1 injury. In these 285 matches, participants experienced 401 injuries: 197 (49%) in professional bouts and 204 (51%) in amateur bouts. The match injury rate was higher in professional bouts than in amateur contests (68% vs 51%; P < .001). Amateur fighters had more contusions and hematomas (31% vs 22%; P < .001), while professional fighters had more lacerations (39% vs 23%; P < .001). Losers exhibited a higher match injury rate than winners (48% vs 24%; P < .001). Winners experienced a higher proportion of fractures (19% vs 9%; P = .005), and losers experienced more concussions (17% vs 2%; P < .001). Conclusion Professional fighters and losers of MMA bouts exhibited higher injury rates relative to amateurs and winners. The prevalence of specific injury types varied by competition level, match result, and match winners versus losers. The results of this study may be used to better understand the current injury profile in MMA and to develop targeted strategies for injury prevention.
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Objective: Mixed-Martial-Arts (MMA) has witnessed a rapid growth over the recent years. This study aims to explore the patterns and trends of head injuries in MMA. Design: Descriptive epidemiological study. Setting: Ringside physician reports of the Ultimate Fighting Championship (UFC) fights between 2016 and 2019 (inclusive) were screened. Data were extracted from the Nevada State Athletic Commission (NSAC) database. Play-by-play video analysis was also conducted. Participants: UFC fighters involved in fights sanctioned by the NSAC, between 2016 and the end of 2019 (N = 816). Independent variables: Sex, location of head injury, type of head injury, injury mechanism, number of significant head strikes, type of finish, and weight division. Main outcome measures: Head injury rates were calculated. A one-way analysis of variance (ANOVA) was used to explore any statistically significant differences between injury rates of different locations, types, and types of finishes. An independent t-test was used to determine whether any significant differences existed between the two sexes, and a Joinpoint regression analysis was used to determine the statistical significance of the trends of head injury rates across different weight divisions. P-values <0.05 were considered significant (95% CI). Results: A total of 288 head injuries in 408 fights were recorded during our study period. Head injury rate constituted 35 injuries per 100 athletic-exposures (AE) in sanctioned fights. Traumatic brain injuries (TBI) were the most common type of injury, with a rate of 16 per 100AE, significantly greater than that of fractures (p = 0.003). Males had a head injury rate of 37 per 100AE, higher than that of females which was 23 per 100AE. Technical Knockout (TKO)/ Knockout(KO) was the type of finish with the highest rate of head injuries, significantly greater than that of decision or submission (p < 0.001). In general, head injury rates were higher as weight divisions increased. Conclusion: Head injuries are prevalent in MMA. Preventive measures need to be implemented to ensure fighter safety and limit injury risk.
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Resumen La declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses), publicada en 2009, se diseñó para ayudar a los autores de revisiones sistemáticas a documentar de manera transparente el porqué de la revisión, qué hicieron los autores y qué encontraron. Durante la última década, ha habido muchos avances en la metodología y terminología de las revisiones sistemáticas, lo que ha requerido una actualización de esta guía. La declaración prisma 2020 sustituye a la declaración de 2009 e incluye una nueva guía de presentación de las publicaciones que refleja los avances en los métodos para identificar, seleccionar, evaluar y sintetizar estudios. La estructura y la presentación de los ítems ha sido modificada para facilitar su implementación. En este artículo, presentamos la lista de verificación PRISMA 2020 con 27 ítems, y una lista de verificación ampliada que detalla las recomendaciones en la publicación de cada ítem, la lista de verificación del resumen estructurado PRISMA 2020 y el diagrama de flujo revisado para revisiones sistemáticas.
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Background: Anterior cruciate ligament (ACL) tears are common in contact athletics and have a significant effect on the athletic performance and well-being of affected players. The prevalence, timing, and characteristics of ACL tears in National Football League (NFL) athletes are lacking. Purpose: To define the epidemiology of ACL tears among NFL athletes. Study design: Descriptive epidemiology study. Methods: This retrospective study includes all ACL injuries entered into the NFL injury database through the centralized leaguewide electronic health record system for the 2015-2019 seasons. Results: A total of 314 ACL injuries occurred during the 5-year study period, with a mean of 62 per year. The overall 1-season injury risk of an NFL player sustaining an ACL injury was 1.9% (95% CI, 1.7%-2.1%). Most ACL injuries occurred during games (n = 199), with a higher rate observed in the preseason games as compared with the regular season games (6.1 vs 2.7 per 10,000 player-plays; P < .01). NFL players with ≤3 of experience had a higher preseason injury rate (9.57 ACL tears per 1000 player-seasons) than those with ≥4 years of experience (5.12 ACL tears per 1000 player-seasons; P < .01). NFL athletes playing on special teams had the highest rate of ACL injuries (7.6 per 10,000 player-plays) in comparison with all other player positions. Conclusion: ACL injury incidence was fairly consistent across all years studied and occurred more frequently in players with ≤3 years of NFL experience. Tears were more common during games, special teams play, and the preseason.
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Martial Arts and combat sports (MA&CS) are the subject of a dispute. On the one hand, they have been considered an ideal means to acquire emotional self-control. On the other hand, they have been considered aggressive practices which may promote violent behaviors. The current systematic review aims to analyze the evidence of the effects of MA&CS participation in anger and aggression, and the quality of this evidence. The review was conducted according to the PRISMA-P protocol. The studied variables were study type and aims, sample, interventions and procedures, measurements and outcomes. Nine studies (three cohort studies and six randomized controlled trials) were selected for inclusion. The following results should be viewed with much caution, as the volume of studies and the methodological quality of most of them is not optimal. Training in traditional martial arts seems to be an effective means to lower levels of anger and aggression. Regarding the age of subjects, there is a predisposition to reduce anger in the adult population. In addition, young subjects with violent or behavioral problems show a positive response to working with martial arts. However, the available evidence, overall, shows no relationship between MA&CS practice and anger and aggression levels.