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Desarrollo socioeconómico inducido por las remesas de los haitianos migrantes en Tijuana de Baja California

Authors:

Abstract

This research studies the effects of remittances to Haiti specifically to Port-au-Prince by haitian migrants residing in Tijuana. This research focuses on remittances and the socioeconomic development of recipient families. The study followed the logic of the historical and most recent journey of haitian international migrants, from their experience of social and economic transformation to the motivations for their transfer to other countries, such as the Dominican Republic, the United States, Canada, Chile, Brazil, and Mexico to your stay in the country of destination. The general objective followed by specific research was to analyze whether remittances are considered a factor of socioeconomic development for families in Port-au-Prince and how their remittances have implications for the living conditions of haitians established in Tijuana. a) Explain how remittances from Haitians become a factor in family development and if this development has repercussions at the community level; b) Investigate whether or not the quality of life of haitian migrants in Tijuana has improved compared to their living conditions in Haiti; c) Show the influence that remittances from haitian migrants have in Tijuana as a potential fabric of the quality of life of the receiving families in Port-au-Prince. This is a qualitative research, having as intentional samples Haitian migrants considered as recipients, migrants residing in the city of Tijuana and all those in the periphery. The methodological approach was organized by field research and carried out through semi-structured interviews and resorts to the use of documentary sources, official data from Mexican and haitian institutions, academic productions, other materials, as well as unofficial data from interviews with haitian migrants in the city center of Tijuana. The results obtained showed a transformation of the socioeconomic development experienced by the families remaining in Haiti due to the interventions and the expansion of remittances from Haitian migrants in Tijuana. This study was carried out by a haitian researcher, being fundamental the methodological reflection on his role as a researcher and, at the same time, belonging to the research group.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA
Facultad de Economía y Relaciones Internacionales
Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo Global
Tesis:
Desarrollo socioeconómico inducido por las remesas de los haitianos migrantes en
Tijuana de Baja California
Presenta:
Renel Fleurima
que para obtener el grado de:
Doctor en Estudios del Desarrollo Global
Director de tesis:
Dr. David Rocha Romero
Tijuana, Baja California, octubre de 2023
II
Dedicatoria
A Dios, que ilumina mis pasos hacia la realización de esta
Tesis, que significa la realización de un gran sueño.
A las personas más importantes en mi vida, mi madre
Eliana Ambréus y mi padre Dieula Fleurima (in
memoriam).
Dedico este trabajo de Tesis, de manera especial, a mi
familia por darme fortaleza cariño: mi esposa, Micheline
Cadet Fleurima, por su amor, comprensión, honestidad y
ayuda durante mi camino. A nuestros hijos, Jéthro-Asaël
Fleurima y Jediaël Hanan Fleurima, por su amor
incondicional por nosotros.
Un gran agradecimiento a todos los migrantes haitianos
que aceptaron responder mis preguntas y contribuir a la
realización de esta investigación.
III
Agradecimientos
Agradezco al gran Dios del universo, que me ayudó a abrazar y realizar este sueño tan difícil
durante este estudio, porque sin él no hubiera tenido éxito en esta hermosa aventura.
Al Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) por el apoyo
económico para el logro de mis objetivos definidos durante tantos años.
A la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en especial a los profesores,
coordinadores y compañeros de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales, por la
oportunidad de estudiar en el programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo Global. Es un
gran orgullo ser parte de esta famosa y prestigiosa institución.
A mi director de tesis, el Dr. David Rocha Romero, por su paciencia y disponibilidad para leer
y contribuir en gran medida a este trabajo, así como por la confianza, comprensión y diálogo
que siempre me ha brindado en el momento oportuno y que me permitió terminar a tiempo.
Un profundo agradecimiento a mi profesor y lector principal de mi tesis, el Dr. Santos López
Leyva, por haberme transmitido sus conocimientos desde el inicio de mis estudios hasta el
final, y por su invaluable asesoría, dedicación y apoyo, que me permitieron completar este
estudio en tiempo y forma. Su ejemplo de calidad y de persona humana, así como su
profesionalismo son huellas a lo largo de mis tres años de estudio, considerándolos como una
construcción de mi trayectoria personal y profesional. Una vez más lo agradezco a usted de
todo corazón.
A mis lectores: al Dr. Santos porque sus aportes siempre han sido muy valiosos, por todo el
apoyo y confianza durante mi formación. Al Dr. Alejandro Monjaraz, Dr. Víctor Rentería y
Dr. Eduardo Torre Cantalapiedra por tener la paciencia de leer y comentar este trabajo, cuyos
aportes han sido importantes y me han ayudado a avanzar en mis conocimientos.
A la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Programa de Alianzas para la
Educación y la Capacitación (PAEC), por brindar la oportunidad de realizar este estudio.
Finalmente, a todos aquellos que han contribuido de una forma u otra y de cerca o de lejos a la
realización de este trabajo, mi profundo agradecimiento.
IV
Resumen
Esta tesis estudia de los efectos de las remesas a Haití específicamente a Puerto Príncipe por
parte de migrantes haitianos residentes en Tijuana. Se centra en las remesas y el desarrollo
socioeconómico de las familias receptoras. El estudio siguió la lógica del recorrido histórico y
más reciente de los migrantes internacionales haitianos, desde su experiencia de transformación
social y económica hasta las motivaciones de su traslado a otros países, como República
Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Chile, Brasil y México hasta su estancia en el país de
destino. El objetivo general seguido de específicos de la investigación fue analizar si las
remesas son consideradas un factor de desarrollo socioeconómico para las familias en Puerto
Príncipe y cómo su remesa tiene implicaciones en las condiciones de vida de los haitianos
establecidos en Tijuana. a) Explicar cómo las remesas de los haitianos se convierten en un
factor de desarrollo familiar y si este desarrollo repercute a nivel comunitario; b) Investigar si
la calidad de vida de los inmigrantes haitianos en Tijuana ha mejorado o no respecto a sus
condiciones de vida en Haití; c) Mostrar la influencia que tienen las remesas de los haitianos
inmigrantes en Tijuana como tejido potencial de la calidad de vida de las familias receptores
de Puerto príncipe. Esta es una investigación cualitativa, teniendo como muestras intencionales
a los migrantes haitianos considerados como destinatarios, los migrantes residentes en la ciudad
de Tijuana y todos aquellos en la periferia. El abordaje metodológico fue organizado por
investigación de campo y realizado a través de entrevistas semiestructuradas y recurre al uso
de fuentes documentales, datos oficiales de instituciones mexicanas y haitianas, producciones
académicas, así como datos no oficiales de entrevistas a migrantes haitianos en el centro de la
ciudad de Tijuana. Los resultados obtenidos mostraron una transformación del desarrollo
socioeconómico experimentada por las familias permanecen en Haití debido a las
intervenciones y la expansión de las remesas de los haitianos migrantes en Tijuana. Este estudio
fue realizado por un investigador haitiano, siendo fundamental la reflexión metodológica sobre
su rol como investigador y, al mismo tiempo, perteneciente al grupo de investigación.
Palabras claves: Remesas, Migración Haitiana, Desarrollo socioeconómico, Puerto Príncipe,
Tijuana.
V
Abstract
This research studies the effects of remittances to Haiti specifically to Port-au-Prince by haitian
migrants residing in Tijuana. This research focuses on remittances and the socioeconomic
development of recipient families. The study followed the logic of the historical and most
recent journey of haitian international migrants, from their experience of social and economic
transformation to the motivations for their transfer to other countries, such as the Dominican
Republic, the United States, Canada, Chile, Brazil, and Mexico to your stay in the country of
destination. The general objective followed by specific research was to analyze whether
remittances are considered a factor of socioeconomic development for families in Port-au-
Prince and how their remittances have implications for the living conditions of haitians
established in Tijuana. a) Explain how remittances from Haitians become a factor in family
development and if this development has repercussions at the community level; b) Investigate
whether or not the quality of life of haitian migrants in Tijuana has improved compared to their
living conditions in Haiti; c) Show the influence that remittances from haitian migrants have
in Tijuana as a potential fabric of the quality of life of the receiving families in Port-au-Prince.
This is a qualitative research, having as intentional samples Haitian migrants considered as
recipients, migrants residing in the city of Tijuana and all those in the periphery. The
methodological approach was organized by field research and carried out through semi-
structured interviews and resorts to the use of documentary sources, official data from Mexican
and haitian institutions, academic productions, other materials, as well as unofficial data from
interviews with haitian migrants in the city center of Tijuana. The results obtained showed a
transformation of the socioeconomic development experienced by the families remaining in
Haiti due to the interventions and the expansion of remittances from Haitian migrants in
Tijuana. This study was carried out by a haitian researcher, being fundamental the
methodological reflection on his role as a researcher and, at the same time, belonging to the
research group.
Keywords: Remittances, Haitian migration, Socioeconomic development, Port-au-Prince,
Tijuana.
VI
Contenido
DEDICATORIA………………………………………………………………………………………
II
AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………………………….
III
RESUMEN……………………………………………………………………………………………..
IV
ABSTRACT……………………………………………………………………………………………
V
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………….
13
CAPITULO 1………………………………………………………………………………………….
17
CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO………………………………………………….
17
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………………………..
19
1.1.1 PROBLEMÁTIZACIÓN DE LAS REMESAS………………………………………………
28
1.2 IMPLICACIÓN DE LAS REMESAS EN LA ERA DEL COVID-19…………………………
38
1.3 TRAYECTORIA DE HAITIANOS A TIJUANA GENERA RIESGOS………………………
40
1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN…………………………………………………………..
45
1.5 OBJETIVO GENERAL…………………………………………………………………………..
45
1.5.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS…………………………………………………………………..
45
1.6 HIPÓTESIS GENERAL…………………………………………………………………………
46
1.6.1 HIPÓTESIS SECUNDARIAS…………………………………………………………………
46
1.7 JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………………………
46
CAPÍTULO 2………………………………………………………………………………….............
49
DESARROLLO SOCIOECONÓMICO Y REMESAS DE LOS HAITIANOS MIGRANTES…
49
2.1 EFECTOS DE LAS REMESAS: UNA REALIDAD MULTIFACÉTICA……………………
53
2.1.1 EFECTOS POSITIVOS DE LAS REMESAS HAITIANA…………………………….........
58
2.1.2 EFECTOS NEGATIVOS……………………………………………………………………….
63
2.2 TIPOLOGÍA DE LAS REMESAS Y UTILIZACIONES………………………………………
68
2.2.1 TIPOLOGÍA ENTRE REMESAS, MIGRACIÓN Y DESARROLLO………………………
72
2.3 REMESAS DE LOS MIGRANTES: ¿MÉXICO LUGAR TRANSNACIONAL?.....................
76
VII
2.4 REMESAS DE LOS HAITIANOS COMO GUÍAS FAMILIARES……………………………
82
2.4.1 REMESAS DE LOS HAITIANOS UNA GUÍA PARA LA EDUCACIÓN…………………
84
2.5 VÍNCULO ENTRE REMESAS Y CAPITAL HUMANO………………………………………
89
2.5.1 REMESAS Y SU VÍNCULO CON EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO………......
90
2.4.1 REMESAS Y CODESARROLLO……………………………………………………………..
93
CAPÍTULO 3………………………………………………………………………………….............
96
PERFIL HISTÓRICO Y SOCIOECONÓMICO DE LA MIGRACIÓN HAITIANA…………..
96
3.1 CUATRO GRANDES FLUJOS MIGRATORIOS…………………………………………….
96
3.2 ESFERA MIGRATORIA HAITIANA EN MÉXICO DE 2004-2015…………………………
105
3.2.1 MIGRACIÓN HAITIANA EN MÉXICO DESDE 2016 HASTA 2022……………………..
106
3.3 TRANSMIGRACIÓN HAITIANA………………………………………………………………
111
3.3.1 REDES MIGRATORIAS HAITIANAS Y TRANSNACIONALIZACIÓN………………..
114
3.3.2 EXISTENCIA DE POLÍTICAS MIGRATORIAS HAITIANAS…………………………..
117
3.4 MIGRANTES HAITIANOS: UNA ELECCIÓN INDIVIDUAL Y ECONÓMICA…………
118
CAPÍTULO 4…………………………………………………………………………………………
122
PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN…………………………..
122
4.1 AUTOR DE LA INVESTIGACIÓN……………………………………………………………
123
4.2 MÉTODOS……………………………………………………………………………………….
124
4.2.1 INVESTIGACIÓN CUALITATIVA…………………………………………………………
126
4.3 PROCEDIMIENTO Y TÉCNICA DE ANÁLISIS DE DATOS…………………………...…
4.4 INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS: TRABAJO DE CAMPO……………
128
132
CAPÍTULO 5…………………………………………………………………………………............
133
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN DE CAMPO…………………………………………
133
5.1 REMESAS DE LOS HAITIANOS DE TIJUANA A LAS FAMILIAS………………….........
134
5.2 TIJUANA DE BAJA CALIFORNIA……………………………………………………………
136
5.3 CANALES DE REMESAS……………………………………………………………………….
155
5.4 REMESAS (VOYE KÒB) UNA RETRIBUCIÓN SIN CÁLCULO ECONÓMICO……..........
163
VIII
CAPÍTULO 6…………………………………………………………………………………............
175
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS………………………………………..........
175
6.1 ANÁLISIS DE LOS FLUJOS DE REMESAS A HAITÍ……………………………………….
176
6.1.1 ESTACIONALIDAD DE LAS REMESAS……………………………………………...........
177
6.1.2 REMESAS PARA EL CONSUMO…………………………………………………………...
177
6.1.3 COSTOS DE LAS REMESAS…………………………………………………………...........
180
6.1.4 ADQUISICIÓN FINANCIERA DE FONDOS DE MIGRANTES…………………….........
182
6.2 MOTIVOS DE LAS REMESAS…………………………………………………………...........
183
6.2.1 ALTRUISMO PURO…………………………………………………………………………..
186
6.2.2 ¿SIMPLE INTERÉS PERSONAL?.........................................................................................
187
6.3 REMESAS Y CAPITAL HUMANO HACIA ÉXODO DE COMPETENCIAS…………....
188
6.3.1 REMESAS DE LOS MIGRANTES CALIFICADOS……………………………………….
192
6.3.2 CRECIENTE IMPORTANCIA DE LAS REMESAS……………………………………….
193
6.4 DOBLE SENTIDO DE REMESAS ENTRE HAITÍ Y MÉXICO…………………………….
195
CONCLUSIONES……………………………………………………………………………............
198
REFERENCIAS……………………………………………………………………………………..
203
ANEXO: FORMULARIO DE CUESTIONARIO PARA RECOLECCIÓN DE DATOS CON
LOS MIGRANTES……………………………………………………………………………………
215
IX
Índice de figuras
Figura 2.1: Las remesas a Haití siguen aumentando……………………………
74
Figura 2.2: Aspectos de la migración internacional haitiana…………………
77
Figura 3.1: Causas de la migración internacional haitiana……………………
97
Figura 3.2: Elección de migrantes con perspectivas en los países de destino…
119
Figura 5.1: Una de las zonas transnacionales más grande del mundo………..
138
X
Índice de tablas
Tabla 2.1:
Remesas enviadas en dólares por los haitianos migrantes…………...
52
Tabla 2.2:
Efectos de las remesas multifacéticas………………………………….
54
Tabla 2.3:
Factores que no tienen volumen de remesas enviadas………………..
57
Tabla 2.3:
Migrantes haitianos a países desarrollados y en desarrollo…………
62
Tabla 5.1:
Clasificación de las remesas familiares………………………………..
135
Tabla 5.2:
Remesas para las famílias a Puerto príncipe........................................
140
Tabla 5.3:
Remesas para las famílias a Puerto príncipe.........................................
142
Tabla 5.4:
Montos enviados en dólares por haitianos desde Tijuana a Puerto
Príncipe………………………………………………………………
146
Tabla 5.5:
Remesas de Tijuana a Puerto Príncipe: ritmos de envíos……………
152
Tabla 5.6:
Sector de actividades de los haitianos en Tijuana……………………
160
Tabla 5.7:
Regularidad de los haitianos migrantes en Tijuana………………….
170
XI
Abreviaturas y siglas
AM Aciociaciones de Migrantes
BID Banque Interaméricaine de Développement
BM Banco Mundial
BRH Banco de la República de Haití
CARE Cooperation for American Relief Everywhere
CEPALC Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CIRH Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití
CONACyT Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
COVID-19 Coronavirus Disease 2019
CNUCED Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
DAES Département des affaires économiques et sociales
EUA Estados Unidos de América
DSNCRP Documento de Estrategia Nacional para el Crecimiento y la Reducción de la
Probreza
FE Faculté d'Éthnologie
EDSEG École de Droit et des Sciences Économiques de Gonaïves
FMI Fondo Monetario Internacional
FNE Fondo Nacional de Educación
FONKOZE Organización de Microfinanzas de Haití
GOURDE Moneda haitiana
IHSI Institut Haïtien de Statistique et d'Informatique
IMF Instituciones de Microfinanzas
INM El Instituto Nacional de Migración
INEGI Instituto Nacional de Geografía y Estadística
MEF Ministerio de Economía y Finanzas de Haití
MHAVE Ministerio de Haitianos en el Exterior
MENFP Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional
MPI Migration Policy Institute
OEA Organización de los Estados Americanos
OCDE Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo
OIM Organización internacional de migración
XII
OIT Organizaciones Internacionales de Trabajo
FPD Fundación Panamericano del Desarrollo
PIB Producto Interno Bruto
PNB Producto Nacional Bruto
PIBM Países de Ingresos Bajos y Medianos
PME Petite et Moyenne Entreprise
PNEF Plan Nacional de Educación y Capacitación
PO Plan Operativo
PSUGO Programa de Escolarización Universal Gratuita y Obligatoria
RFC Registro Federal de Causantes
TFMH Transferencias Financieras de Migrantes Haitianos
UABC Universidad Autónoma de Baja California
UEH Université d'État d'Haïti
UN Naciones Unidas
UNIFAP Universidad Federal de Amapá
UNIQ Universidad Quisqueya
USD Unité de Dollar Américain
Introducción
El fenómeno de la migración haitiana ha experimentado un crecimiento acelerado en las
últimas décadas, esta aceleración se observa en todo el mundo. El dinamismo de este fenómeno
responde a la necesidad de quienes deciden migrar para mejorar sus condiciones de vida y
acceder a mejores oportunidades de crecimiento para sus familias en los países de origen, en
particular en el caso de los migrantes haitianos y en países en desarrollo como Haití, este tipo
de migración se acentúa ante las asimetrías socioeconómicas que se dan entre la denominada
sociedad más marginada y los países menos desarrollados del Caribe (Fleurima, 2021;
Handerson, 2017).
Sin embargo, la movilidad de esta migración también responde a la mayor integración
de los migrantes participantes al transformar las condiciones de vida, en particular en el lugar
de trabajo en los países de destino (Ramírez, 2022). Haití es un país donde se distinguen
claramente las características y tendencias de este fenómeno. Una de estas tendencias es el
envío de remesas de los trabajadores migrantes a los países de origen, principalmente para
atender las necesidades de sus familias, que cada año ven un aumento considerable en su
número. Por lo tanto, Haití se ha convertido en el mercado de remesas de más rápido
crecimiento en el Caribe.
Además, las causas de la migración internacional haitiana están asociadas con
profundas asimetrías económicas y sociales entre el país, a menudo agravadas por la crisis
socioeconómica y política que ha sufrido Haití. Estas situaciones han reducido las
oportunidades de empleo e ingresos, generando un aumento de la pobreza y la marginación,
por lo que la población de diversos horizontes del país está ansiosa por migrar en busca de
mejores condiciones de vida.
Así, como una aproximación a la concepción de migración haitiana es la habilitación
de las remesas, y esto explica las transferencias de remuneraciones o el monto acumulado de
riqueza que los migrantes hacen individualmente a sus países de origen, que sirven para
sustentar a los dependientes, realizar inversiones y participar en la transformación del
desarrollo económico y social del país (Audebert, 2017).
Sin embargo, las remesas de los migrantes haitianos han aumentado constantemente
durante más de una década y han atraído la atención de investigadores e instituciones
financieras nacionales e internacionales como el Banco de la República de Haití BRH, el
Fondo Monetario Internacional - FMI y el Banco Mundial - BM. Estas remesas enviadas por
los migrantes a Haití constituyen una considerable ganancia financiera inesperada y un apoyo
financiero crucial que ayuda a aumentar los ingresos de las familias receptoras. Por tanto,
representan el elemento más tangible de la relación entre migración y desarrollo
socioeconómico. Estas remesas no se consideran solo transferencias financieras, sino también
transferencias sociales.
Según estimaciones y previsiones revisadas y publicadas por el Banco Mundial en
2020, las remesas a los países de origen crecieron un 4,3% en 2019, alcanzando los USD 554
mil millones. Por lo tanto, deberían superar la barra de 580 mil millones de dólares en 2020.
Estas cifras reflejan el aumento de migrantes en el mundo, su número ha aumentado en un 26%
en los últimos diez años, y a medida que hay más migración, las remesas deben seguir siendo
importantes.
Sin embargo, el Banco Mundial publicó una nota después de la propagación de Covid-
19 que predijo que las remesas de los migrantes cayeron un 20% en 2020 y se esperaba que
alcanzaran los 445 mil millones de dólares. Las medidas de contención, la fuerte caída de la
actividad económica y el aumento de la tasa de desempleo han afectado negativamente al
empleo y los ingresos de los migrantes. De hecho, todas las estimaciones del Banco Mundial y
del Fondo Monetario Internacional indican que las remesas son muy importantes.
Los migrantes haitianos en Tijuana se refieren a las remesas como actividades
económicas a sus familias, ya sea para la creación de una actividad lucrativa o para establecerse
en cajas de ahorro para realizar proyectos a futuro. Junto con el objetivo de realizar
infraestructura y proyectos de desarrollo. Las remesas son una fuente de bendición para quienes
las reciben (Fleurima, 2021). Aumentan los ingresos de las familias beneficiarias al permitirles
cubrir sus necesidades básicas como alimentación, vestido, salud y educación.
Así, entendiendo la perspectiva del trabajo al incluir como objetivo general el siguiente:
determinar si las remesas son consideradas como un factor del desarrollo para las familias en
Puerto Príncipe y cómo su remesa tiene implicaciones en las condiciones de vida de los
haitianos establecidos a Tijuana.
Mencionar que este trabajo de tesis está estructurado y / o desarrollado en seis (6)
capítulos. En el capítulo 1, titulado: Construcción del objeto de estudio. Se construye a través
de un abordaje de la problemática en general en lo que respecta al desarrollo socioeconómico
a partir de las remesas de los haitianos migrantes. Desde el problema relacionado, el
seguimiento hasta las preguntas de investigación, también se plantean los objetivos generales
y las hipótesis. Este capítulo, que recoge la relevancia del problema, finaliza con la justificación
que da relevancia a esta investigación.
En el capítulo 2, titulado: Desarrollo socioeconómico y remesas de los haitianos
migrantes. Se enfocado en una discusión teórica y práctica de las remesas de los migrantes,
arroja luz sobre su utilidad e implicación en el desarrollo socioeconómico y también las
principales manifestaciones de estas transformaciones que la condicionan a través de sus
continuos aportes económicos, sociales y de fortalecimiento familiar a Haití. Consiste en
abordar el concepto de remesas de migrantes haitianos, planteando una distinción que parece
conveniente para abordar este tema a nivel internacional y en particular en los hechos
socioeconómicos en Haití, comportamientos y variaciones en los últimos años en la economía
nacional, su relevancia macroeconómica, el uso de las remesas y las características en aspectos
positivos y negativos.
El capítulo 3, menciona: Perfil histórico y socioeconómico de la migración
internacional haitiana. Se intenta analizar los flujos históricos y orígenes de la evolución de la
migración haitiana hacia los países de destino, reflexionando sobre el proceso de movilidad de
la población como fenómeno social e histórico, con raíces en la consolidación del país como
economía dependiente. Este rescate histórico cubrirá las principales fases estructurales de la
transformación del desarrollo económico y social de Haití, reflexionando sobre la relación entre
el desarrollo socioeconómico y la migración de una forma general. Se hace un rápido análisis
de los fenómenos recientes de la migración haitiana en México y las implicaciones del
transnacionalismo, y finalmente comprender las redes migratorias haitianas en los países de
destino.
El capítulo 4, denominado: Procedimiento metodológico de la investigación. Se
presenta el procedimiento metodológico empleado en esta Tesis, es decir la comprensión y
implicación del gran paradigma discutido, las dificultades que serán encontradas y las
estrategias utilizadas en esta investigación para encontrar un pasaje coherente a los
interlocutores y así seleccionar, el enfoque, el tipo de investigación, el procedimiento utilizado
durante la recolección de datos, la muestra, el reclutamiento de interlocutores, la realización de
las entrevistas, la conservación y procesamiento de datos, el método de análisis de datos.
En el capítulo 5, denominado: Resultados de la investigación de campo. Los datos
recolectados durante el trabajo de campo son cualitativos y cuantitativos en las áreas
metropolitanas de Tijuana, así como en Haití en los distritos periféricos de la comuna de Puerto
Príncipe. Para comprender los efectos del desarrollo socioeconómico de las familias haitianas
que viven en Haití a causa de las remesas, existe toda una transformación de las condiciones
de vida de quienes reciben las remesas. Pero, para los remesadores también, hay un cambio
real en la condición socioeconómica de su lado, su integración al mercado laboral, así como a
la actividad remunerada ya sea a través de pequeños negocios formales e informales, así como
del comercio en las calles y tianguis de Tijuana. Esto implica la satisfacción de ambas partes
en el cumplimiento de los estándares económicos y sociales, es decir, las familias beneficiarias
y los migrantes.
Abordar los flujos de remesas desde un punto de vista macroeconómico, luego presentar
los determinantes de sus motivaciones a los países de origen. Finalmente, sería importante
conocer cómo utilizan sus remesas los hogares receptores y tipos de remesas, formales e
informales, así como las ventajas y desventajas de cada tipo de remesas.
En el capítulo 6, intitulado: Análisis y discusión de los resultados. Se presenta una
discusión y análisis de los resultados, teniendo en cuenta el marco teórico y la hipótesis a
comprobar. Finalmente, será presentado las conclusiones de la investigación y la bibliografía
relacionada con el tema y los anexos. Explicando los principales resultados del trabajo de esta
investigación, como sus limitaciones, y será ofrecida algunas recomendaciones para optimizar
el efecto de las remesas en el desarrollo socioeconómico en Haití como el país receptor.
Capítulo 1
Construcción del objeto de estudio
Entre las condiciones socioeconómicas de buena parte de la población haitiana, los repetidos
desastres naturales, la corrupción que azota al país, las revueltas sociales y las migraciones
masivas hacia los países de América, Haití no deja de ser noticia sobre la evolución de flujos
migratorios. El saldo migratorio positivo sugiere que México es un país de transición para los
migrantes. Si llama la atención la migración haitiana es porque en los últimos años se ha
incrementado y asentado con el fin de facilitar y mejorar su condición económica y social.
De los estudios como (Audebert, 2012; Doura, 2012; Fleurima, 2021) que abordan el
tema de las remesas de los migrantes haitianos se centran en las causas que los llevan a migrar.
De hecho, el rasgo más llamativo de esta investigación es la puesta en perspectiva de las
implicaciones, consecuencias y repercusiones de las remesas en el desarrollo socioeconómico
y la afectación de las familias beneficiarias o no beneficiarias.
Sin embargo, existe un vínculo directo entre las remesas y el desarrollo socioeconómico
con respecto a las familias mencionadas, las remesas pueden ayudar a aliviar la pobreza cuando
están destinadas a hogares pobres, pero también pueden aumentar los ingresos de ciertas
familias que ya tienen condiciones socioeconómicas acomodadas. También pueden reducir las
desigualdades sin reducir la pobreza, siempre que estén dirigidas a hogares de ingresos medios
(Caicedo, 2010).
En efecto, las remesas de los haitianos migrantes contribuyen al desarrollo
socioeconómico un gran parte de los hogares y la productividad del país receptor como Haití
al consolidar el consumo de los hogares y favorecen la buena condición de vida de las familias
receptoras. Garantizando la estabilidad del Producto Interno Bruto mejor que otros flujos que
han sido evaluados como flujos bastante volátiles, ya que las remesas son una de las
dimensiones clave de la relación entre migración y desarrollo socioeconómico.
Y luego, las remesas influyen en el desarrollo socioeconómico al alterar las decisiones
reales y las estrategias de inversión, ya que las remesas para transformar el desarrollo
socioeconómico también pueden apoyar la deuda. En el caso del Estado haitiano asegurar el
pago de las deudas educativas utilizando las remesas de los migrantes internacionales haitianos
como fuente para financiar el salario de la escolarización de los niños, reduciendo así la
cantidad de niños no escolarizados en el país vía sus remesas.
Las remesas que envían los migrantes haitianos a sus familias de origen suelen estar
destinadas a abordar las deficiencias socioeconómicas. Por tanto, los ingresos y la situación
económica de los hogares desempeñan un papel decisivo en la recepción de fondos.
Constatando que si los miembros de la familia no trabajan ni reciben un salario, tiene una alta
probabilidad de recibir remesas, estas representan una proporción significativa de los ingresos
familiares. Además, estas grandes sumas representan una red de seguridad para los miembros
de la familia beneficiaria y, en ocasiones, los alientan a no trabajar (BRH, 2020).
De hecho, en Haití, las remesas están destinadas a hogares con necesidades económicas
y sociales, lo que sugiere que las remesas han permitido a los hogares receptores mejorar sus
condiciones financieras y pasar a una fase de bienestar socioeconómico (Dubois, 2018; BRH,
2020). Así, las remesas de los migrantes haitianos contribuyen en gran medida a ayudar al
Estado haitiano a regularizar sus decisiones educativas e incluso aumentar el presupuesto ya
elaborado para tomar las decisiones relativas a que muchos más niños tengan acceso a la
escuela.
Autores como (Saidane, 2021; Doura, 2012; Caicedo, 2010) sugieren que la
desigualdad de ingresos anterior entre los hogares y el desarrollo socioeconómico imperante
en el país de origen también son factores que pueden influir en la decisión de los migrantes a
las remesas. De hecho, en este estudio se toma en cuenta la variable independiente como las
remesas tienden a reducir las brechas de ingresos de varias familias (Saidane, 2021). Las
remesas de los migrantes internacionales, muchas familias de bajos ingresos pueden mejorar
su nivel de vida y alinearse con las de familias acomodadas o de altos ingresos.
En el caso haitiano, los migrantes de familias de bajos ingresos sienten como una
responsabilidad de ayudar a quienes permanecen al país de origen, lo que aumenta la
probabilidad de enviar dinero. Además, el dinamismo del desarrollo socioeconómico
caracteriza al país e influyen mucho más en la probabilidad de remesas. A modo de ilustración,
Canales (2008) y Lozano (2006) estudiaron una muestra en México y encontraron que en
regiones donde se desarrollan infraestructuras públicas y la actividad social y económica es
dinámica y diversificada con la presencia de varias empresas, la probabilidad de envío de
remesas por migrantes aumenta considerablemente.
Los migrantes internacionales haitianos a través de sus remesas no necesariamente
reequilibran los mercados laborales del país, pero pueden reducir las tensiones
socioeconómicas, especialmente las tensiones locales causadas por el desempleo y subempleo
en el sector agrícola. Además, en esta parte de la construcción del objeto de estudio se reflejan
los puntos problemáticos, asumiendo que existen ciertos factores que influyen
considerablemente no solo en la probabilidad de beneficiarse de las remesas, sino también en
su implicación en diversos campos de país o de la ciudad de destino. Los factores geográficos,
demográficos, socioeconómicos, la integración del comportamiento migratorio, así como las
características de los migrantes internacionales haitianos, todos dependientes entre, sí influyen
en la decisión de las remesas.
En cuanto al factor geográfico, un país o una región dinámica que tiene una actividad
socioeconómica concentrada tiene un doble efecto, por un lado, atrae a los migrantes a través
de los trabajos que ofrece y se convierte en un destino privilegiado para la migración, por otro
lado, influye en la posibilidad de recibir fondos. En cuanto a factores demográficos y socio-
económicos, los hogares de clase media tienen una alta posibilidad de recibir remesas, mientras
que los hogares más pobres no cuentan con ayudas para las remesas y los hogares de clase de
ingresos superiores no necesitan apoyo financiero por sus miembros que residen en el país de
destino (Canales, 2011).
1.1 Planteamiento del problema
La noción de remesas de migrantes plantea serios problemas de medición. Las remesas de los
migrantes internacionales haitianos experimentarán un aumento cada año, según declaraciones
del gobernador del Banco Central de Haití, Jean-Baden Dubois, en una entrevista en el
programa ‘’Rendez-vous Économique’realizado por el economista Kesner Pharel de la Radio-
Televisión Métropole el 5 de septiembre de 2021. Esta información provendría de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC) que publica anualmente las
estadísticas de América Latina y el Caribe.
En 2020, según el Banco de la República de Haití la cantidad de remesas no
correspondidas enviadas por migrantes haitianos se estimó en $ 2.97 mil millones. Por lo tanto,
un crecimiento del 28% equivaldría a un monto de aproximadamente cuatro mil millones de
dólares en transferencias a Haití para el año en curso. Este es un récord sin precedentes en los
anales de las remesas inevitables a Haití (BRH, 2020).
El Banco de la República de Haití (BRH), afirmó que es bueno en la medida en que
puede utilizar estas remesas para reinvertirlas de manera beneficiosa en varias regiones en el
país. Por otro lado, Jean-Baden Dubois reconoce que estas remesas pueden tener con la misma
facilidad consecuencias desafortunadas para buena parte de las familias no beneficiarias y el
desarrollo socioeconómico si continúan utilizándose, como en el pasado, para comprar
productos importados o para construir edificios no a prueba de terremotos que, al menor
desastre, se convierten en humo o se desmoronan como cartas de naipes.
Además, resulta que las remesas son vistas como una maná de cielo (bendiciones) a que
los migrantes haitianos que se esfuerzan para enviar a Haití, en lugar de servir a los intereses
primarios del país, una buena parte de las remesas ha servido en cambio para fortalecer la vida
económica de las familias, las universidades dominicanas o estadounidenses, a través de las
importaciones excesivas de productos extranjeros se consumen cada vez más en Haití y al
mismo tiempo aprovechan el pago de tasas universitarias en estos dos países.
Las cifras presentadas por el Banco República de Haití muestran que el país importó la
suma de 3.400 millones de dólares y exportó por 700 millones de dólares, esto muestra que las
remesas de los migrantes haitianos plantean un problema muy grave para el funcionamiento
del desarrollo. Esto no solo incrementó la presión sobre el mercado cambiario local en
detrimento del gourde, la moneda local que se deprecia con el paso de los días. Para luchar
contra la depresión de la moneda nacional, el Banco Central desde hace varios años ha
emprendido operaciones de Open Market inyectando dólares estadounidenses en el mercado.
Durante los primeros nueve meses del año fiscal 2020-2021, el Banco de la República de Haití
inyectó al mercado $ 348 millones, pero las consecuencias del tipo de cambio frente a la
moneda nacional aún se mantienen dañinas (BRH, 2021).
No fue sorprendente para la sociedad haitiana en general cuando en agosto del año
anterior en la sala de conferencias del auditorio del Banco de la República de Haití, el
gobernador Jean-Baden Dubois confió que fue gracias a las bendiciones de remesas de los
migrantes haitianos las reservas del Banco Central no llegaron a cero. Gracias a un mecanismo
que permitía al banco de bancos retener parte de las remesas en dólares y pagar la contrapartida
en gourdes, los funcionarios del Banco República de Haití pudieron mantener en reserva
algunos billetes. Ante los abrumadores costos de los pagos por estudios a países extranjeros y
la importación de productos petrolíferos que aumentan el déficit presupuestario, si no fuera por
las remesas de migrantes, no se pudiera tapar las brechas y equilibrar la balanza de pagos.
El anuncio de un aumento de las remesas al país sólo puede ser saludable si se considera
el descenso que ha experimentado la ayuda externa en los últimos años. En la actual inercia
productiva del país durante los últimos años, las remesas de los migrantes siguen siendo el
sustento en el que los nacionales pueden confiar para permitir que respiren la economía
individual de la buena parte de las familias y el desarrollo económico y social. Para resaltar la
importancia de la ayuda de los migrantes haitianos, el Banco Mundial, hacia principios de 2020
calculó las remesas de los migrantes a Haití entre 2010 y 2019. Durante este período, Haití
recibió alrededor de $ 20 mil millones en remesas, cinco veces las remesas de la década
anterior.
¿Para qué se utilizó estas remesas que consideran como maná? Dada la situación del
país y en especial la evolución del tipo de cambio que sigue aumentando, esto hace que las
familias beneficiarias se sientan mareadas por encontrar sus mejores condiciones de vida para
cubrir las necesidades necesarias. Extremadamente difícil encontrar una familia haitiana que
no tenga uno de sus miembros en un país extranjero, Haití al principio, donde se encuentran
los flujos migratorios más altos. La mayoría de los migrantes viven en República Dominicana,
Estados Unidos, Canadá, Francia y además desde 2016 un nuevo flujo que sigue creciendo en
México, para ayudar a sus familias que permanecen en Haití vía de las remesas. Las remesas
son cruciales para los hogares vulnerables, ya que complementan los ingresos del trabajo y
sirven para cubrir las necesidades básicas.
Además, la crisis económica sin precedentes en Haití (BID, 2021), sumada a desastres
naturales como los huracanes ETA y IOTA a través del reciente terremoto de magnitud 7,2 en
tres departamentos como Sudeste, Grand’Anse y Nipe, ha generado la contracción económica
más fuerte del país y por hogares que ha visto en su historia reciente y pasada, impactar los
movimientos migratorios y las remesas (Fleurima, 2019; Seguy, 2014).
En el momento de esta reciente crisis natural y político-económica, muchos haitianos
se dejan Haití para migrar una vez más en República Dominicana y otros países como Chile,
Brasil y México, provocando un nuevo flujo migratorio, el objetivo es poder facilitar la
transformación de sus condiciones de vida económicas y sociales, así como ayudar a sus
familias que permanecen en Haití vía de las remesas. Sin embargo, según el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID, 2021) contra todo pronóstico, las remesas comenzaron a
recuperarse desde mediados de 2021 para alcanzar niveles históricos a fines de año.
De hecho, comprender el enfoque en la relación entre las remesas y las diversas
dimensiones del desarrollo socioeconómico destaca que la migración y las remesas son en gran
parte de las estrategias de mitigación de riesgos que siguen las familias en países en desarrollo
como Haití (Adams, 2011; Chami et al.; 2012; De Haas, 2007).
Al demostrarse posteriormente, dentro de un marco conceptual más amplio de teorías
de la migración y el desarrollo socioeconómico, que las remesas tienen el potencial de reducir
la pobreza directamente vía satisfaciendo las necesidades básicas de sustento de las familias
(Adams, 2011), como una mejor vivienda e indirectamente, proporcionando una base para la
creación de nuevos activos e instalaciones que beneficien a toda la comunidad (como centros
médicos) y para estimular el desarrollo socioeconómico de las familias receptores.
Las remesas de los migrantes internacionales haitianos parecen ser condicionales y
temporales a nivel micro y macro. Según los argumentos de Ratha (2011), Adams (2011) y De
Haas (2007) es probables que el potencial de desarrollo socioeconómico a través de las remesas
solo ocurra a nivel nacional a largo plazo. Si bien es más probable que las remesas beneficien
a las familias receptoras, reduzcan la gravedad de su pobreza y brinden algún tipo de seguro
contra la recesión económica, sus efectos macroeconómicos siguen siendo objeto de discusión.
Es importante enfatizar que los economistas aún no comprenden completamente cómo
las remesas afectan la economía al nivel individual (Peet y Hartwick, 2003; Souza, 2012;
Stefoni, 2019), hay muchas vías diferentes a través de las cuales las remesas de fondos afectan
una economía (…) ninguna de estas vías está necesariamente activas en un momento dado, es
decir, muchas condiciones económicas y sociales determinan si una vía en particular es activa
o significativa. Las vías tienen efectos económicos opuestos o contradictorios. Asimismo, la
evaluación de los efectos de las remesas en el desarrollo sugiere una amplia gama de vínculos
causales multifacéticos y presenta aspectos tanto positivos como negativos, que pueden variar
según los factores de desarrollo socioeconómico específicos de Haití.
Como flujo financiero privado, las remesas de los migrantes proporcionan
principalmente seguridad social a los familiares en el país de origen. Son y deben ser
considerados sobre todo como parte de la estrategia familiar para superar la falta de
oportunidades en los países de origen (Souza, 2012). Sería ingenuo esperar que las remesas
resuelvan obstáculos estructurales de larga data y profundamente arraigados al desarrollo
socioeconómico, como la inestabilidad política, políticas macroeconómicas defectuosas, un
entorno legal precario o hábitos corruptos e infraestructura deficiente (Ratha, 2013).
Según De Haas (2007), si los Estados no implementan amplias reformas sociales y
económicas, es poco probable que la migración y las remesas contribuyan al desarrollo
sostenible a nivel nacional. No se puede culpar a los migrantes y las remesas de la falta de
desarrollo socioeconómico ni se puede esperar que impulsen el desarrollo en entornos de
inversión generalmente poco atractivos. Los migrantes y sus familiares deben tener la libertad
de elegir cómo desean utilizar su dinero, contribuya o no, directa o indirectamente, al desarrollo
socioeconómico de su país de origen.
Más importante aún, según Ratha (2013), las autoridades de los países receptores deben
desarrollar políticas destinadas a fortalecer y mantener la confianza política, mercados
eficientes y un clima de inversión estable, así como mejorar la seguridad social y los servicios
públicos. No hay duda de que los beneficios más amplios de la migración y las remesas solo
pueden maximizarse si tales condiciones previas están presentes a nivel nacional (doméstico).
Las remesas plantean ciertos desafíos, no solo en términos de competencia en el
mercado o protección del consumidor, sino también dentro de un conjunto más amplio de
marcos regulatorios. La creciente complejidad del mercado moderno de remesas involucra a
actores multilaterales desde el nivel nacional hasta el nivel transnacional en los países de origen
y destino, desde los sectores financiero y de telecomunicaciones hasta el ámbito del desarrollo
socioeconómico. Abordar los problemas asociados con dicho mercado requiere una
exploración cuidadosa de los obstáculos respectivos que cada uno de los actores involucrados
en el mercado de remesas puede enfrentar.
Al respecto, las remesas pierden su potencial porque son el objetivo al mismo tiempo
de las políticas del país de origen y del país de destino. Por lo general, la imposición de
impuestos a las mismas remesas en los estados receptores y emisores es evidencia de una falta
de colaboración (Orozco, 2011). Si bien benefician a los gobiernos, estos impuestos
obstaculizarán el potencial de las remesas para mejorar la vida de los destinatarios y reducir la
gravedad de su pobreza.
Pero las remesas también pueden tener efectos nocivos. La mayor dependencia de los
ingresos externos puede disuadir el trabajo (BID, 2021). Por otro lado, en países como Haití,
que por su muy baja producción interna destacan con un desequilibrio comercial
particularmente negativo, las remesas pueden acentuar la caída de la balanza comercial. Esto
se explica por más bienes importados y la presión inflacionaria resultante. De hecho, estudios
recientes del Banco Mundial (2020) centrados en el Caribe muestran que el aumento del
consumo durante la última década ha sido el principal impulsor del crecimiento del PIB en la
región, como lo demuestra el aumento de las importaciones nacionales. Sin embargo, una
garantía de un crecimiento económico saludable a largo plazo.
Además, las remesas pueden fomentar la cultura migratoria que prevalece en Haití, lo
que fomenta más salidas de capital humano (Banco Mundial, 2010). Finalmente, algunos
argumentan que, para la mayoría de los países del Caribe, las pérdidas agregadas
experimentadas por la migración de trabajadores calificados superan los beneficios generados
por las remesas (BID, 2021).
La gran dependencia de las remesas nunca será una cura universal para la pobreza. Para
maximizar los beneficios potenciales de las remesas, debe verlos desde una perspectiva de
desarrollo global como la entrada de remesas a Haití puede brindar a las familias de
trabajadores migrantes mejores oportunidades de inversión.
Luego, las entradas de remesas se pueden utilizar para promover el papel de las
asociaciones locales en Haití conocidas como Asociaciones Migrantes (AM) y otras
organizaciones similares, fortaleciendo así el vínculo entre los remitentes y los proyectos de
desarrollo viables. Así, el aumento de los flujos de remesas podría impulsar a las autoridades a
desarrollar un marco regulatorio eficaz que pueda ayudar a crear un mercado de remesas
competitivo.
Las remesas involucran a muchas partes interesadas y cubren varios sectores, como la
migración, la banca, el desarrollo socioeconómico; por lo tanto, maximizar las remesas y lograr
la coherencia de las políticas requerirá una colaboración excepcional entre todas las partes
interesadas y los sectores (Ratha, 2011; Rangel y José, 2016).
Considerando que los migrantes haitianos en Tijuana tienen una fuerte participación en
las remesas y son recursos importantes para los que se quedan. Por lo tanto, esta investigación
ha profundizado el conocimiento sobre el tema de las remesas en su país de origen, tomando
en cuenta los contenidos de desarrollo socioeconómico involucrados y el uso de las remesas.
Esto permitirá una mejor comprensión de las acciones de las familias y la implicación de las
remesas en la condición de vida de la población. Esta investigación habrá estado dada por la
participación de las familias en estos procesos relacionados con las remesas y las
transformaciones las habrán obtenido tanto los beneficiarios actuales como de anterior.
Las remesas de los migrantes tienen facetas críticas de la globalización
1
y tienen un
efecto significativo en la vida real de la buena parte de los hogares. Cada año, los migrantes
envían el equivalente a $ 100 mil millones en remesas para mantener a sus familias y
comunidades (OIT, 2004). Esto representa un aumento significativo, ya que en 1980
aparecieron remesas en las cuentas nacionales por un valor de 43 mil millones de dólares
estadounidenses y, en 1995, 70 mil millones de dólares estadounidenses (Russell, 1992).
Estas cifras colocan a las remesas en segundo lugar (después del valor de las
exportaciones mundiales de petróleo) en el flujo monetario del comercio internacional. Las
remesas son una fuente estable de insumos y es cierto que aumenten drásticamente cada año
(Ratha, 2011; Canales, 2012).
1
La globalización, definida como la proliferación de flujos transfronterizos y redes transnacionales, ha cambiado
el contexto de la migración (Castles, 2009, p. 43). También asistimos al fenómeno de la globalización, es decir,
el proceso simultáneo y las fuerzas opuestas de globalización y localización al que están sujetos las sociedades
contemporáneas y los seres humanos. Se destaca la creación y promoción de culturas locales expandidas como
cultura cosmopolita, a la desterritorialización de la identidad social, como un desafío a la hegemonía del Estado-
nación, superponiendo múltiples formas de identificación. Las diásporas contemporáneas han sido sometidas a un
proceso de reconfiguración, llegando a ser entendidas como múltiples comunidades transnacionales (Portes,
2007), cuya característica es la construcción global de localidades, es decir, la identidad local se construye con
referencias a la globalizado. El migrante debe ser considerado desde una perspectiva transnacional, con múltiples
relaciones (familiares, económicas y sociales), poniendo en contacto lo local y lo global, en términos de desarrollo.
La doble pertenencia mantiene la presencia del migrante en el exterior, pero con vínculos con su tierra natal,
adoptando estrategias de vida con múltiples filiaciones e identidades.
De hecho, las estimaciones de los flujos financieros de la migración a países de ingresos
bajos y medianos como Haití rondan los $ 529 mil millones en 2018, y solo para las remesas
registradas oficialmente (Banco Mundial, 2020). Estas cifras se elevan a $ 689 mil millones si
también contando las remesas a países de altos ingresos, casi tanto como el PIB de algunos
países desarrollados. Según el Banco Mundial, este aumento se debe principalmente a la
recuperación de la economía y el mercado laboral en Estados Unidos y al repunte de los flujos
de algunos países europeos. Se observó una desaceleración en 2020, en particular provocada
por la crisis de salud vinculada al covid-19 y los efectos negativos que tiene sobre la población
a los países de origen (Naciones Unidas, 2020).
Uno de los principales problemas que suelen plantear las remesas es que se centran en
el consumo de necesidades básicas y no están destinadas a gastos productivos. Es decir, se
especifica que el hecho de que los beneficiarios tengan una tasa de ahorro muy baja y que no
utilicen el dinero recibido para invertir en proyectos empresariales de alto nivel, entonces esto
no favorecería el desarrollo socioeconómico a largo plazo.
Sin embargo, tenga en cuenta que la estructura de gasto de las familias que reciben
remesas es similar a la mayoría de las familias haitianas y, por supuesto (Canales, 2011), no
tiene nada que ver con las remesas en sí, sino con las condiciones de vida de los haitianos en
general. Además, parece contradictorio criticar el uso que los migrantes hacen de las remesas
cuando, precisamente, la principal razón por la que los migrantes envían dinero es para cubrir
las necesidades básicas de la familia.
En cuanto la implicación de las remesas sobre los precios, existe un fuerte riesgo
inflacionario. En primer lugar, la afluencia de grandes cantidades de dinero tiene un efecto
directo en la oferta monetaria, elevando los precios. Además, las empresas haitianas que sufren
las consecuencias del aumento de los salarios reales se ven tentadas a aumentar el precio final
de sus productos, lo que plantea un riesgo de inflación por el lado de la oferta. En síntesis, las
remesas generan una mayor demanda de bienes no transitable que, al no estar sujetos a la
competencia internacional, tienen más probabilidades de responder a este aumento con precios
más altos, provocando inflación por el lado de la demanda.
El rápido aumento de las remesas haitianas ha atraído el interés de un número creciente
de instituciones financieras por la perspectiva de ganancias en este mercado. Esto da una mayor
competencia entre las casas de cambio y los bancos para capturar el dinero de los migrantes, lo
que ha ayudado a aumentar la competitividad y la eficiencia funcional de los intermediarios
financieros. En este sentido, el aumento de la competencia trae efectos al desarrollo. Por un
lado, la reducción de los costos de intermediación representa un beneficio neto para las familias
beneficiarias de las remesas.
Otro problema relacionado con la migración y las remesas es el hecho de que en muchos
casos los migrantes son padres y / o madres que tuvieron que dejar a sus hijos con sus abuelos
o tíos para ir en busca de mejores condiciones de vida a los países extranjeros. Aunque el dinero
que envían a casa a menudo se utiliza para financiar la educación de sus hijos, todavía se sienten
abandonados por sus padres (Solimano, 2003; Stratan et al., 2013).
Actualmente en Haití existe una tendencia a ver la migración como una opción de
política pública. La salida de parte de la población activa es, por supuesto, una válvula de
escape que permite al Estado eludir sus responsabilidades en el ámbito económico y social. De
hecho, la migración conduce a un menor desempleo y las remesas ayudan a estimular la
actividad económica y mejorar la situación de la balanza de pagos.
Luego, las autoridades no deben ver la migración como una solución a los problemas
internos. Si existe un incentivo para fomentar la migración, que es exportar los problemas, es
necesario buscar soluciones internamente. La reducción del desempleo debe ser el resultado de
una política activa de creación de empleo y no de una salida masiva de desempleados.
En Haití, las remesas se producen en un contexto de déficit de información e
incertidumbre económica, podría ser que exista un problema importante de riesgo moral que
provoque un efecto perjudicial sobre el desarrollo. Dado el efecto de este dinero en los ingresos,
los beneficiarios podrían permitirse trabajar menos, reduciendo así la oferta de mano de obra.
Utilizando el método de panel en una gran muestra de países, Chami et al. (2013) encontraron
que las remesas tienen un efecto adverso sobre el desarrollo económico (lo que, según los
autores, es indicativo de la gravedad del problema de riesgo moral que acompañan).
Según el Banco de la República de la Haití (2020), las Naciones Unidas y el Banco
Interamericano de Desarrollo (2021), las remesas de los migrantes haitianos compensan los
déficits crónicos de la balanza de pagos al reducir la escasez de divisas. Contribuir a paliar la
restricción vital que los déficits de la balanza de pagos imponen al desarrollo socioeconómico
de los países de origen de los migrantes.
La implicación de las remesas en este saldo es más apreciable que el de otros flujos
monetarios como ayudas financieras, inversión directa o finanzas porque su uso no está
totalmente vinculado a proyectos de inversión particulares que requieran un alto nivel de
inversión. no devengan intereses y no tienen que reembolsarse. Asimismo, las remesas son una
fuente de divisas mucho más estable que otros flujos de capital privado y, en algunos países
como Haití, son de naturaleza más o menos cíclica.
Seguimiento el problema fundamental que enfrenta actualmente Haití, en un sistema
basado en una moneda no convertible, el privilegio de poseer divisas dólares, cuando se
combina con presiones inflacionarias, puede tener consecuencias nefastas en términos
monetarios (BRH, 2020). En Haití, un hecho concreto y real sufrido por la sociedad en general,
el desarrollo de un mercado negro de divisas, el creciente recurso al trueque en el comercio
exterior e interno, así como el altísimo precio de las mercancías del exterior creado en años
anteriores y hasta ahora, una situación en la que se utilizaba moneda extranjera en lugar de la
moneda nacional que es Gourde
2
para pagar artículos de lujo o comprar servicios (para
obtenerlos más rápidamente).
En casos de la sustitución de la moneda nacional por monedas extranjeras más
precisamente el dólar americano, las autoridades de Haití, cuya moneda no es convertible, han
adquirido la costumbre de devaluar periódicamente la moneda para atraer remesas operadas
por migrantes. Además, uno de los problemas recientes sobre las remesas de los migrantes
internacionales haitianos en la actualidad son las nuevas tecnologías que no pueden permitir
transacciones de cuenta a cuenta más baratas, pero no todos los actores del mercado tienen que
aprender a hacer el mejor uso de ellas.
Por el lado de los migrantes, esto requiere una mejor formación financiera, además de
un cambio de actitud hacia la modalidad de las remesas. Actualmente, según el Banco Mundial
(2020) y Banco de la República de Haití (2020) casi el 95% de los receptores de remesas no
pueden utilizar o incluso tener acceso a tarjetas de débito o crédito; esta cifra puede llegar
incluso al 98% en las ciudades provinciales de Haití. Los incentivos de política podrían reducir
los costos y mejorar la competencia y la tecnología incluyen la reducción de las barreras para
identificar a los migrantes, se ofrecerían exenciones fiscales u otros incentivos a los bancos y
agencias de transferencia de dinero que importan dispositivos tecnológicos destinados a las
remesas.
Es reveladora la experiencia de Estados Unidos y otros países que han permitido a los
migrantes internacionales, independientemente de su condición legal, elegir el método que
utilizan para las remesas agencia de transferencia de dinero o banco. La iniciativa de Wells
Fargo de aceptar que la identificación consular mexicana podría usarse como un medio para
autorizar a los migrantes a abrir una cuenta bancaria ha mejorado el acceso bancario para más
de medio millón de mexicanos (Orozco, 2007; Banco de México, 2015; Canales, 2011).
2
El gourde es la moneda nacional haitiana.
La experiencia de algunos países como los indonesios que realizan remesas desde Corea
del Sur es similar: los migrantes pueden abrir una cuenta bancaria independientemente de su
estatus legal y no solo pueden beneficiarse de la reducción de costos sino también acceder a
otros productos financieros. Este tema es de particular importancia porque los gobiernos
distinguen entre política empresarial y política migratoria: quienes trabajan en los servicios de
remesas no son agentes migratorios ni fiscales (Orozco, 2007).
La tecnología desempeñaría un papel importante en la distribución eficiente y
competente de las remesas (Orozco, 2007). Estos dispositivos de punto de venta ofrecen una
oportunidad para mejorar el efecto del costo de las remesas al autorizar pagos electrónicos,
limitar el uso de efectivo en la calle, aumentar los ahorros e influir positivamente en los flujos
de ingresos de los bancos y las instituciones microfinancieras. El acceso a la tecnología puede
resultar caro para las instituciones financieras o los proveedores. Por lo tanto, deben
implementarse soluciones políticas como exenciones fiscales o incentivos para mejorar la
tecnología (Orozco, 2007; Souza, 2012; Stefoni, 2019).
1.1.1 Problematización de las remesas
La problemática de las remesas es vasta. Antes de pasar a la fase teórica y la problematización,
es importante concretar brevemente el concepto y sus contornos. Lucas y Stark (1985),
identificaron una perspectiva teórica dicotómica de las remesas de los migrantes que se expresa
a través de un enfoque moderado altruista / instructivo de interés propio, así como evidencia
empírica que sugiere que los países de destino son importantes y dan forma a las decisiones
internacionales sobre remesas de migrantes, pero se refieren a los migrantes mexicanos en
Estados Unidos sólo desde una perspectiva familiar e individual únicamente.
Luego, los autores como Massey y Lawrence (1992) han demostrado este enfoque
insuficiente. Así, al partir de esta perspectiva dicotómica, utilizaron una definición para abordar
la problemática de las remesas y argumentaron que veían las remesas como una decisión
personal de los migrantes que se orientan tanto hacia su país de origen como el país de destino.
Esta particular definición para delinear el concepto de remesas como variable
independiente en esta de investigación y para sustentar el argumento sobre el caso de los
migrantes haitianos en Tijuana en México. Sin embargo, el problema de las remesas de los
migrantes adquiere especial importancia en la literatura social y económica. Este trabajo de
investigación de forma particular en las transferencias de fondos, los circuitos utilizados por
estos fondos y la implicación económica individual de los hogares de estas operaciones en
Haití.
Para ello, muchos economistas y analistas han realizado estudios empíricos sobre
diversos aspectos de las remesas (De Haas, 2007; Chami et al., 2012), como la motivación de
las remesas, su costo, su efecto en el desarrollo socioeconómico y en la inversión por los
migrantes a su país de origen, su efecto en el mercado financiero, etc. Además, analizar las
perspectivas, en particular sobre el efecto de estas remesas en el desarrollo socioeconómico.
Por tanto, el desafío del desarrollo económico y social en Haití requiere el
fortalecimiento de programas de inversión que puedan estimular el crecimiento del desarrollo
socioeconómico. Este desafío recomienda, en paralelo, un esfuerzo en términos de
movilización de financiamiento tanto internos como externos.
La implicación de las remesas de los migrantes haitianos en el desarrollo
socioeconómico y parte de la inversión no es unánime en la literatura teórica y empírica de la
historia de la migración haitiana. De hecho, el efecto de los flujos financieros provenientes de
los migrantes del país de destino sobre el desarrollo socioeconómico depende en gran medida
de cómo se utilicen. Es así como algunos estudios sobre remesas del exterior estimulan el
crecimiento (Banco Mundial, 2010), especialmente a través del canal de inversión, mientras
que otros estudios encuentran lo contrario.
Luego, el tema de las remesas de los migrantes es de particular importancia en la
literatura sobre desarrollo socioeconómico. Analizando buena parte de esta investigación, en
particular sobre los determinantes de las remesas y el efecto socioeconómico de estas
operaciones tanto en el país como en las familias beneficiarias. Así, han realizado estudios
empíricos y teóricos sobre diversos aspectos de las remesas, como la motivación de las
remesas, su costo, su efecto en el desarrollo, su efecto en el mercado financiero etc.
Fomentar la creación de mecanismos de apoyo para incrementar el efecto en el
desarrollo socioeconómico de estos flujos de recursos dirigidos a América Latina y el Caribe
específicamente a Haití, ya sea reduciendo los costos y aumentando la seguridad de las remesas
o formalizando los servicios bancarios disponibles para quienes enviar y recibir remesas. Esto
es particularmente importante para la mayoría de los países en desarrollo que reciben la mayor
parte de las remesas y están en el centro de los esfuerzos para regularizar a los migrantes
conjuntamente entre sus familias receptoras en caso de Haití.
Sin embargo, las remesas afectan directamente la pobreza al aumentar los ingresos de
las familias beneficiarias. También afectan indirectamente a la pobreza en Haití a través de sus
efectos sobre el desarrollo socioeconómico, la inflación, los tipos de cambio y el acceso al
capital. Medir el efecto de las remesas es complejo (en parte debido a las dificultades para
contabilizar la pérdida hipotética de ingresos de la migración, como se acaba de mencionar).
Pero los estudios de algunos analistas muestran que las remesas reducen la pobreza (Stratan et
al., 2013; Rusell, 1995), aunque la evidencia de su efecto sobre la desigualdad es mixta.
En contraste con el vínculo entre remesas y pobreza, no se encuentran dinámicas fuertes
en los estudios de hogares sobre la relación entre remesas y desigualdad: las remesas a veces
van de manera desproporcionada a las familias más pobres, lo que reduce las disparidades.
Estudios de las Naciones Unidas (2020) y el Banco Interamericano de Desarrollo
(2021) sugieren que las remesas de las migraciones más recientes pueden aumentar la
desigualdad a corto plazo, pero que el efecto sobre la desigualdad es pequeño a largo plazo
(Caicedo, 2010). Quienes atribuyen ingresos al migrante si se hubiera quedado y trabajado en
casa, muestran generalmente un aumento de la desigualdad debido al efecto combinado de la
migración y las remesas.
Al respecto, las remesas de los migrantes internacionales haitianos afectan a muchas
partes interesadas de forma diferente (remitentes, destinatarios, intermediarios, autoridades y
otros) y, por lo tanto, tienen muchas implicaciones diferentes para el desarrollo
socioeconómico, así como para la economía de los hogares.
También, las remesas presentan problemas de captura y contabilidad que pueden llevar
a subestimaciones. Las dificultades son de diversa índole, desde problemas de distinción de la
población migrante y de cuantificación de los montos transferidos a través de las distintas
modalidades (canales informales), hasta la aplicación de diferentes criterios en la clasificación
de los flujos de remesas en las cuentas nacionales. Además, hay que tener en cuenta que las
remesas son consecuencia de la migración internacional, por lo que también comparte los
problemas metodológicos de estudiar este fenómeno (Ratha, 2018).
Además de influir en los componentes tradicionales de la demanda agregada, una
afluencia masiva de capitales puede repercutir en los precios de las necesidades básicas, los
tipos de cambio, la formación de capital humano y social y la redistribución del ingreso. Las
remesas también son un desafío para las instituciones financieras que buscan atraer estos
recursos, así como para las autoridades que buscan maximizar los beneficios y minimizar los
costos directos e indirectos de estos flujos.
En Haití, el alto nivel de remesas ha ayudado a mantener en cierta medida los equilibrios
macroeconómicos, también se ha convertido en un motivo para retrasar la reforma de las
políticas económicas. Luego, la idea de desarrollar un sector exportador competitivo para
explotar los mercados en crecimiento se ha convertido en un fracaso. Por el contrario, han
contribuido a un aumento del exceso de importaciones, creando así problemas de balanza
comercial. Peor aún, las remesas han dado lugar a una serie de problema socioeconómico.
Ha fomentado una cultura en la que los miembros del hogar dejan de trabajar por
completo o reducen su tiempo de trabajo mientras esperan las remesas. En algunos casos, los
miembros de determinadas familias pueden aumentar sus salarios de reserva porque las
remesas sustituyen sus ingresos salariales.
Por lo tanto, pueden dejar de trabajar voluntariamente estableciendo salarios de reserva
más altos que la tasa salarial de equilibrio del mercado. Las remesas crearon un efecto de
incentivo laboral negativo, una forma de riesgo moral (Souza, 2012; Stefoni, 2019). Y, luego
las remesas de los migrantes a Haití enfrentan desafíos regulatorios debido a la deficiente
supervisión y cumplimiento de las regulaciones, junto con un sistema de documentos de
identidad defectuoso que no facilita las medidas de diligencia debida con respecto a las familias
beneficiarias.
El Banco Central es la institución encargada de realizar las estimaciones de remesas
que se registran en la Balanza de Pagos, tomando las categorías antes mencionadas como
remesas. Así, la problemática del tema de las remesas de los migrantes haitianos es objeto de
un número de estudio económico (incluido un estudio muy reciente del Banco de la República
de Haití (BRH, 2020).
La mayoría de sus análisis se centraron en tres grandes temas: una primera serie de
estudios examina el efecto directo de las remesas en la distribución del ingreso, la reducción
de la pobreza y el bienestar individual. Una segunda serie se centra en los efectos de las
remesas
3
, las transferencias en general, examinando el efecto en el empleo, la productividad y,
por último, la tercera serie de estudios aborda el papel de las remesas en la solución de los
déficits de la balanza comercial y de la cuenta corriente.
Las remesas presentan problemas de captura y contabilidad que pueden llevar a
subestimaciones. Las dificultades son de diversa índole y van desde los problemas de distinguir
3
La problemática sobre el tema de las remesas en la distribución del ingreso se centra en la justicia social y la
igualdad, pero no aborda las consecuencias para la economía nacional. En evaluaciones empíricas, la mayoría de
los estudios realizados por el Banco Central de Haití sobre el efecto de las remesas en la distribución del ingreso
utilizan ciertos índices según los cuales las remesas tienen un efecto igualador en la distribución del ingreso en
Haití y en el resto del mundo. México muestra que las remesas han acentuado desigualdades desmedidas. Una de
las principales razones de esto es que las familias acomodadas tienen más capacidad para pagar los costos de la
migración internacional que otras. Por lo tanto, los datos recopilados en el Banco Central de Haití muestran que
a pesar de la reducción de la pobreza (debido a que un gran número de hogares pobres realmente se benefician
del dinero transferido), las remesas han aumentado la desigualdad de retorno.
la población migrante en el país de destino y de cuantificar los montos transferidos a través de
las diferentes modalidades que se transfieren (formales o informales), hasta la aplicación de
diferentes criterios en el país de destino clasificación de los flujos de remesas en las cuentas
nacionales. Además, se debe tener en cuenta que las remesas son consecuencia de la migración,
por lo que también comparte los problemas metodológicos del estudio de este fenómeno tanto
complejo.
Actualmente, la migración internacional no sólo se manifiesta como un flujo de
personas, sino también como un continuo intercambio de bienes materiales de tal manera que
se dan desplazamientos de dinero, mercancías e información (Audebert, 2019; Handerson y
Woodly, 2017). Y, con altas tasas de migración, las familias haitianas, especialmente las más
vulnerables dependen en gran medida de las remesas de los migrantes. En 2020, el flujo de
remesas y los movimientos migratorios se vieron fuertemente afectados por la crisis
económica, política y de salud generada por la pandemia de covid-19.
Asimismo, se evaluarán los efectos de los huracanes, la crisis político-económica y la
crisis del covid-19 sobre la decisión de migrar. Estos importantes problemas ponen de relieve
el colapso de las remesas y los flujos migratorios al comienzo de la pandemia, así como el
rápido repunte de ambos a niveles históricos (Naciones Unidas, 2020).
El contexto pandémico combinado con la devastación generada por la crisis política y
económica puede actuar entonces como un catalizador para la decisión de migrar fuera del país
de origen, en particular para los migrantes que tienen recursos financieros. Por lo tanto, una
reanudación de los flujos migratorios haitianos desde países latinoamericanos, principalmente
desde Brasil y Chile hacia México, también impulsados por el cambio de administración y la
esperanza de una reforma migratoria.
Considerando que las remesas son un sustento para todas las familias beneficiarias,
especialmente en países de bajos ingresos como Haití. Su importancia ha superado incluso a la
de la ayuda exterior, los flujos de capital privado y la inversión extranjera directa en el país
(Naciones Unidas, 2020). La pandemia covid-19 ha afectado gravemente a las remesas en
Haití, principalmente debido a los problemas que enfrentan los migrantes haitianos en los
países de destino, muchos de los cuales se encuentran entre los más afectados por la pandemia,
pero también a la interrupción de las operaciones (Banco Mundial, 2022).
Una proyección de un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo del 2021
anterior, las remesas a Haití disminuyen en un 5%, lo que significa que las familias que
dependen en gran medida de estas remesas recibirán menos. Por lo tanto, preservar esta línea
de vida es de suma importancia (BID, 2021). A medida que el mundo entra en un período de
recesión económica, las remesas serán más importantes que nunca para las personas más pobres
y vulnerables, especialmente aquellas que no tienen acceso a las redes de seguridad económica
y social (Banco Mundial, 2020). En cuanto a las remesas, no existe consenso en cuanto a los
efectos sobre las mismas, es desde la década de 1980 en Haití que se ha debatido sobre el papel
de las remesas en el desarrollo socioeconómico de las regiones y nacional.
Según Binford (2002), en los primeros estudios de los años setenta y ochenta predominó
un enfoque estructuralista y se argumentó que la migración y las remesas creaban distorsiones
y obstáculos en el desarrollo socioeconómico. Fue a principios de la década de los noventa
cuando cambió la perspectiva del análisis, no solo de la migración sino de los procesos sociales
en general (Canales, 2004). Desde una perspectiva funcionalista, varios autores han
argumentado que las remesas y la migración podrían ser una opción preferida para el desarrollo
socioeconómico y la transformación estructural de las comunidades.
De esta manera, la repercusión que tienen las remesas, esto significa, por un lado, la
afluencia de dinero que apoya las condiciones de vida de muchas familias haitianas en todo el
país al complementar los ingresos de las familias beneficiarias. Este dinero aumenta el gasto
de los consumidores y, por tanto, las ventas de bienes y servicios, con esto el gobierno haitiano,
a través del Banco Central, recauda impuestos. Por otro lado, permiten un aumento de las
reservas internacionales y, en consecuencia, al intentar promover la estabilidad del tipo de
cambio del gourde frente al dólar. También representa un buen negocio para las empresas que
se dedican a enviar fondos desde su origen y su entrega a destinatarios en Haití.
Tampoco, hay riesgos principales asociados con las migraciones y las remesas: 1) un
volumen relativamente grande de remesas puede provocar una apreciación de la moneda
nacional, con efectos perversos sobre las exportaciones; 2) como se vio anteriormente, en
determinadas circunstancias, las remesas generan dependencia; 3) las redes de migrantes
estimulan una mayor migración, es decir, de personal calificado que las remesas sociales no
compensan en su totalidad y 4) más que ocultar la verdadera dimensión de las relaciones
financieras internacionales, los canales de remesas pueden utilizarse para el lavado de dinero y
el financiamiento de otras actividades (Banco Mundial, 2022).
América Latina, hacia la que se dirige un gran volumen de remesas desde Estados
Unidos, es la región donde los sistemas de transferencia están más desarrollados
4
, aunque los
4
En la década de 1990, el mercado de remesas de Estados Unidos a México estaba controlado en un 50 por ciento
por tres empresas; estos son actualmente el número ocho. El aumento de la competencia ha reducido el costo de
las transferencias: en 1999, Western Unión cobró $ 22 por transferir una cantidad menor o igual a $ 200; en 2001,
esta cifra había caído a 15 USD y en 2003 a 10 USD. Manuel Orozco, “Tendencias y patrones futuros de las
remesas a América Latina”, Diálogo Interamericano, Washington, 2003.
mecanismos de que disponen los trabajadores del norte de África en Europa también están
mejorando rápidamente (Orozco, 2003). Las asociaciones de migrantes que viven en Canadá,
Francia y Estados Unidos están bien desarrolladas específicamente en Haití, El Salvador y
México. Los migrantes han establecido redes muy activas para el desarrollo empresarial y
socioeconómico, y en Haití también existen organismos públicos que promueven la inversión
en las comunidades de migrantes.
Siguiendo el ejemplo de México (BID, 2021), donde esta práctica se ha visto coronada
por el éxito, los migrantes de centroamericanos también han lanzados suscripciones a sus
trabajadores migratorios, mientras que Salvador, otros estados sucesores de República
Dominicana y Sudáfrica están trabajando con especial vigor para alentar a los miembros de sus
organizaciones internacionales migrantes para que utilicen sus habilidades intelectuales al
servicio del desarrollo socioeconómico (Rangel y José, 2016).
Este estudio de investigación basado en las remesas de los migrantes haitianos y el
desarrollo socioeconómico de Haití se centra en medidas para incrementar el mejoramiento de
las condiciones de vida de las familias beneficiarias. Sorprendentemente, se presta poca
atención a los determinantes más fundamentales de los flujos de remesas, incluidos los factores
que afectan la capacidad de los migrantes internacionales para ir a trabajar a otros países donde
el ingreso per cápita real es más alto
5
. Muchos haitianos migran para encontrar mejores
condiciones de vida en el extranjero y para enviar remesas a sus familias. Así, el desarrollo
económico y social puede apoyarse mediante un número cada vez mayor de migrantes y un
aumento de las remesas (Cadet, 2022). El volumen de remesas sigue superando el total
combinado de inversión extranjera directa y ayuda exterior a Haití (Dubois, 2018).
Las cantidades también subestiman los totales reales, debido a la problemática en el
registro y seguimiento de estos flujos de remesas, ya que estos totales solo incluyen las remesas
(Orozco,2013). Transferencias periódicas de bienes como computadoras, ropa y
electrodomésticos que también pueden ser utilizados como bienes de capital, especialmente en
5
La excepción a esta regla es el estudio de R.H. Adams Jr. y J. Page: International migration, remittances and
poverty in developing countries. Documento de trabajo de investigación de políticas del Banco Mundial No. 3179,
Washington, 2003 Adams y Page encuentran que la proximidad de una región que probablemente acoja a un gran
número de trabajadores (Estados Unidos o Europa Occidental) aumenta la migración y las remesas. Sin embargo,
se limitan a brindar una instantánea basada en los datos del período actual sin intentar analizar la evolución de las
tendencias, por lo que les es imposible decir si el efecto de la proximidad sobre los flujos migratorios está
disminuyendo viajes internacionales, como podría sugerir el aparente aumento de la mano de obra migrante de
China, India y Filipinas. Los autores observan además que cuanto mayor es la tasa de migración y mayor es la
proporción de las remesas del resto del mundo en el PIB de un país, menor es la proporción de la población que
padece pobreza. Si bien tienen cuidado de cuantificar la magnitud de estos efectos estadísticos mediante
comparaciones internacionales basadas en datos estáticos, esto obviamente no les permite demostrar ninguna
relación causal a lo largo del tiempo.
microempresas informales, unidades fundamentales para el desarrollo económico y social de
Haití.
Como ya se ha señalado Adams (2011), los países que más remesas reciben de los
trabajadores migrantes no son los más pobres (BID, 2021; Orozco, 2007), sino países donde la
pobreza es ciertamente generalizada pero no suficiente para evitar que las familias recauden
los fondos necesarios para enviar una remesa de sus miembros al exterior. Luego, estos
migrantes deben desentrañar una red de regulaciones en el país al que se dirigen.
Si bien la mayoría de los países de destino cuentan con mecanismos para facilitar la
entrada de los migrantes que trabajan en la industria de temporada (Chami et al., 2012), la
aceptación de migrantes de mediano a largo plazo suele estar sujeta a regulaciones de entrada
diseñadas para proteger las oportunidades y las condiciones de empleo de los residentes (Ratha,
2013). En cualquier caso, la legislación nacional suele fijar los salarios en niveles superiores a
los que garantizarían el equilibrio del mercado para las tareas no calificadas y los servicios
domésticos, por lo que ya existe una plétora de residentes desempleados en este lugar de origen.
El persistente aumento de los flujos migratorios internacionales también ha reavivado
los temores sobre el éxodo de competencias. Pero en consecuencia las mayores remesas
provienen de los migrantes internacionales haitianos menos calificados con los ingresos
medios, y estos son los tipos de personas más calificadas que los países de origen menos pueden
permitirse perder (Lucas, 2004).
Los autores citados afirman que las remesas son un mecanismo ideal para reducir las
desigualdades sociales y económicas (Adams, 2011; Caicedo, 2010), ya que se canalizan
directamente a los necesitados sin pasar por filtros o burocráticos que puedan desviar algunos
de los recursos (Durand, 1994; Parrado y Massey, 1996). Por su parte, Jones (1998) y Canales
(2012) argumentan que, si bien inicialmente, cuando pocas familias se incorporaron al flujo
migratorio, el efecto puede ser un aumento de las desigualdades en la comunidad.
El aumento de la movilidad laboral ha privado a muchos países de médicos, profesores
y otras categorías de personal calificado y ha elevado el nivel de tratamiento al que tienen
derecho estos especialistas si permanecen en sus países (BID, 2021; Rusell, 1995). Entre las
medidas que podrían tomarse para remediar esta situación se encuentran la subvención por
parte de los donantes de los sueldos de los ejecutivos del sector público en los países
beneficiarios y el establecimiento de diplomas semiprofesionales, que requieren estudios más
cortos y adaptados a las necesidades de las regiones en lugar de los requisitos de los sistemas
internacionales de calificación.
Los migrantes haitianos que buscan el bienestar socioeconómico para sus familias a
menudo resultan en una pérdida de mano de obra para el país y ganancias laborales para el
beneficiario. Desde esta perspectiva, la redistribución de la población conduciría a pérdidas de
capital humano en las comunidades expulsoras, ya sea mano de obra no calificada o mano de
obra calificada (Fleurima, 2019). Cuando la migración es muy importante, la pérdida de
población puede reducir el potencial productivo de las comunidades de origen, ya que su salida,
temporal o permanente, genera una escasez de mano de obra en determinados sectores de las
actividades industrias específicas y, en consecuencia, tiende a desalentar el desarrollo
económico (Audebert, 2012; Fleurima, 2021).
Al respecto, el problema es que generalmente las personas más jóvenes y capacitadas
en Haití son las que migran en busca de mejores oportunidades de empleo o mejor
remuneración. Desde el punto de vista económico, el costo de la pérdida de mano de obra se
manifiesta, tanto en la pérdida de producción que podría generar en el mercado laboral
nacional, como en la ausencia de recuperación de la fuerza laboral de los migrantes, en aspecto
de educación y salud, etc.
Las diferencias en las oportunidades de empleo y las enormes diferencias salariales
entre el país de origen de Haití y de destino, son algunas de las principales causas de la
migración, pero especialmente los migrantes calificados con fines de lucro para mantener la
satisfacción social y económica a través de sus remesas. En Haití, la provisión de becas para
estudiar en el extranjero también actúa como un imán para la migración. De hecho, sabe que
una vez terminados los estudios (Tolentino, 2008; Docquier, 2007), muchos estudiantes no
regresan a sus países de origen en el caso de Haití.
Uno de los puntos importantes a subrayar en la temática de las remesas es el efecto de
la dependencia económica donde los economistas llaman “la trampa de la liquidezpor parte
de las familias beneficiarias (Stratan et al., 2013; Ros, 2004). El apoyo que brindan al
presupuesto familiar las remesas de los migrantes haitianos constituye una forma de seguro
contra las precarias condiciones de vida de los beneficiarios y la inestabilidad socioeconómica.
Pero, dada la importancia y regularidad de las remesas, frente a las capacidades de generación
de riqueza e ingresos personales de un gran número de hogares beneficiarios, este rol termina
por colocarlos en una situación de dependencia económica a esta fuente de ingresos.
Ante la presencia de remesas masivas, cualquier flujo adicional de remesas es, por falta
de uso productivo, rápidamente absorbido por el presupuesto familiar, con la certeza de recibir
más remesas en los próximos vencimientos. Debido a las expectativas de los receptores, los
flujos de remesas sirven para mantener el comportamiento de disipación de recursos por parte
de estos últimos. La espiral de pobreza - migración - remesas - pobreza funciona mejor si el
vínculo de dependencia va acompañado de un contrato de seguro entre el migrante y su familia
de origen. Se deja llevar cuando las remesas ya no se limitan solo a suavizar el gasto de
consumo del hogar receptor, sino también a transformar y diversificar sus necesidades de
consumo.
Como demostraron Baeninger (2013) y Fleurima (2021) en un estudio sobre migrantes
haitianos en Brasil, al convertirse en un componente permanente del presupuesto de las familias
receptoras, las remesas pueden así incentivarlas a reducir su producción, lo que ayuda a
fortalecer y perpetuar la relación de dependencia económica entre el migrante y su familia en
el país de origen. De hecho, los grandes y regulares flujos de remesas pueden llevar a las
familias beneficiarias a incrementar su tiempo libre en detrimento de su tiempo de trabajo
(Ratha, 2007), con marcados efectos negativos sobre la productividad y el desarrollo de toda
de la economía de los hogares.
Una vez establecida, la relación de dependencia económica se vuelve incluso recíproca:
también coloca al migrante en la obligación de satisfacer regularmente las necesidades de
consumo diario de los miembros de la familia. Si cierto migrante toma en cuenta la urgencia
de los problemas a resolver, su capacidad de ahorro e inversión personal pueden verse
seriamente dañada (Kurien, 2008; Canales, 2007; Hererra, 2005).
Joachim (2017) y Banco Interamericano de Desarrollo (2021) han analizado bien los
factores que determinan la mayor dependencia económica de las familias migrantes en países
de destino. Observando que son altamente dependientes de las remesas para asegurar sus gastos
de alimentación, los autores muestran en particular que las remesas no cumplen solo con una
utilidad económica - la supervivencia alimentaria del hogar - sino que también se explican por
el sistema de relaciones sociales en que los migrantes haitianos, principalmente de origen en
ciudades de provincia, se encuentran encerrados.
Pero además de la relación de dependencia económica que tienden a establecer las
remesas entre los migrantes y sus familias de origen (McDowell, 1997; Bedoya, 2016), hay
muchos indicios de que estos últimos también cargan con lo que se llama la ‘’maldición de la
abundancia de recursos
6
’’ (Backer, 2010; Stiglitz, 2006; Pierre, 2012). El efecto problemático
6
Se le conoce como la ‘’maldición de la abundancia de recursos’’ (Stiglitz, 2006), cuando el descubrimiento de
recursos naturales, no generados por ahorros o inversiones, da como resultado un desempeño deficiente para
muchos otros sectores. El efecto, también llamado síndrome holandés, creó dificultades para un gran número de
países que repentinamente se volvieron ricos en recursos naturales. Estas dificultades comienzan cuando la entrada
de divisas obtenidas a través de la exportación de recursos naturales provoca una apreciación de la moneda local,
un repunte de los precios de los productos internos y una desaceleración del crecimiento en varios sectores.
de las remesas de los migrantes haitianos es una fuente de ingresos incierta, alimentan gastos
improductivos, son fuente de inflación y crean vínculos de dependencia económica que pueden
disminuir el esfuerzo productivo de las familias receptoras.
La creciente escala de las remesas, en comparación con otros flujos de recursos
externos, sugiere que implican desafíos macroeconómicos críticos. Esta parte del análisis ha
resaltado signos visibles que parecen presagiar una nueva ‘’maldición de la remesa’’ después
de la del maní (Stiglitz, 2006; Orozco, 2011; BID, 2021). Estos indicios se manifiestan a través
del comportamiento especulativo de los actores que toman decisiones sobre el desarrollo
socioeconómico de determinadas localidades provinciales donde se concentra la mayoría de
las familias migrantes beneficiarias.
En Haití, como país en desarrollo, las remesas de los migrantes constituyen una fuente
externa de capital en constante aumento. Si bien la inversión extranjera directa y los
movimientos de capital han caído drásticamente en las últimas décadas debido a la recesión en
los países de altos ingresos, las remesas de los migrantes han seguido aumentando a un récord
espectacular en las últimas cuatro décadas. A principios de la década de 1980, ya se reconocía
la importancia de estas remesas para compensar la pérdida de capital humano en Haití debido
a la migración (Audebert, 2012). Pero también conociendo su potencial para estimular el
desarrollo socioeconómico. Se ha debatido una amplia gama de cuestiones relacionadas con
estas transferencias, pero ahora también son objeto de este estudio adicional.
Los temas seleccionados incluyen los determinantes de las remesas en el desarrollo
socioeconómico, los circuitos utilizados para operar estas transferencias y el efecto de
desarrollo socioeconómico de estas operaciones en el país receptor como Haití. En las últimas
décadas, la investigación sobre estos temas se ha intensificado, en parte debido al enorme
aumento en el volumen de remesas.
1.2 Implicación de las remesas en la era del Covid-19
El mundo sufre las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de Covid-19, se esperaba
que el flujo global de remesas a los Países de Ingresos Bajos y Medianos (PIBM) disminuyera
drásticamente en alrededor de un 20% en 2020 (Banco Mundial, 2020). Se esperaba que las
remesas a los PIBM disminuyeran en 110 mil millones USD, lo que implica la pérdida de una
red de seguridad vital para muchos hogares vulnerables.
Dado que las remesas transfronterizas a los Países de Ingresos Bajos y Medianos
(PIBM) son más altas que las inversiones directas en el extranjero o la asistencia oficial para
el desarrollo a estos países, se espera que los efectos socioeconómicos de la crisis que se
intensifica rápidamente sean devastadores para las economías locales de muchos países y
comunidades de origen de los migrantes.
Las interrupciones en los flujos financieros transfronterizos vinculados a la pandemia
de covid-19 afectaron particularmente a los migrantes y sus familias. En la mayoría de los
casos, los migrantes tienen redes de seguridad limitadas.
De hecho, a menudo trabajan en empleos informales, sus empleos no se pueden realizar
de forma remota y no son tenidas en cuenta por las medidas gubernamentales para mitigar el
efecto de la pérdida de puestos de trabajo, lo que conduce a una reducción o incluso a la
eliminación de sus ingresos. En el contexto de esta crisis, muchos trabajadores migrantes
enfrentan el desempleo o la disminución de sus ingresos (Caicedo, 2010), están atrapados en
sus países de destino, reciben poca o ninguna asistencia y no pueden satisfacer las necesidades
de su familia en su país de origen.
Las familias migrantes en Países de Ingresos Bajos y Medianos (PIBM) dependen en
gran medida de las remesas para satisfacer necesidades básicas como comprar alimentos y
pagar la vivienda, la educación y los servicios de salud (Banco Mundial, 2020). Sin estas
remesas, las familias enfrentan el riesgo de no poder satisfacer sus necesidades básicas, así
como las graves consecuencias de esta crisis de salud global.
Al realizar el canal de remesas, los proveedores
7
de servicios de remesas en el
extranjero se vieron obligados a cerrar o reducir sus horas de trabajo, mientras que las
restricciones a la movilidad y la limitación del transporte público dificultaron el acceso a las
agencias y empleados para depositar y retirar dinero. Estas restricciones de acceso plantearon
importantes desafíos para la capacidad de muchos migrantes y sus familias para enviar y recibir
remesas, ya que a menudo tienen un conocimiento limitado de los canales digitales de
tecnología y los utilizan poco (Banco Mundial, 2020). Una caída de remesas al exterior corre
el riesgo de revertir el progreso en la transformación del desarrollo socioeconómico.
Sin embargo, según el Banco Mundial (2020), las remesas al exterior representan más
del 5% del PIB en al menos 60 Países de Ingresos Bajos y Medianos (PIBM). Para los países
7
Los prestadores de servicios son instituciones con fines de lucro que realizan transferencias de trabajadores
migrantes a su país de destino, estando en el capítulo seis (6) de la tesis, titulado “Análisis y discusión de los
resultados obtenidos de la investigación”, obligadas a enumerar los tipos de instituciones que brindan servicios y
sus nombres y roles en las remesas de migrantes internacionales.
menos adelantados y los pequeños estados insulares en desarrollo como Haití, esta proporción
suele ser incluso mayor. Dado que se espera que la inversión extranjera directa caiga más del
35% en 2020 (Banco Mundial, 2020), se espera que los flujos de remesas hacia el exterior se
conviertan en una fuente aún más importante de financiamiento externo para los PIBM.
Una disminución de las remesas a los países de origen de los migrantes puede tener
graves repercusiones en la buena parte de los hogares y comunidades enteras, lo que podría
conducir a una disminución de la inversión productiva, el gasto de los consumidores y el acceso
a los servicios, la educación y la salud.
De hecho, cuando los ingresos de los migrantes disminuyen, las remesas al exterior
disminuyen y, en consecuencia, la rotación de los proveedores de servicios de remesas en los
países de origen y de destino también disminuye. Los flujos inesperados y la volatilidad de los
tipos de cambio dificultan que los proveedores de remesas gestionen su liquidez. Los cierres
forzosos y el trabajo remoto presentan desafíos para los proveedores de servicios en términos
de su capacidad para continuar en el negocio.
Los proveedores de servicios de remesas en el extranjero están preocupados por la salud
y la seguridad de sus clientes como los migrantes, pero les resulta difícil trasladarlos a los
canales digitales, debido a la falta de capacidad de respuesta del mercado a las obligaciones de
verificación digital y cara a cara del cliente. Además, la falta de documentos de identidad,
conocimientos financieros suficientes, acceso y dominio de las tecnologías digitales entre los
migrantes y sus familias puede llevar a un mayor uso de los canales de remesas informales
cuando el acceso a los canales formales está disminuyendo.
El aumento de las tasas de inclusión financiera digital puede mitigar este fenómeno y
ayudar a mantener los flujos a través de canales formales. Así, el efecto corona-virus ha llevado
a restricciones regionales que aprovechan el estatus migratorio para hacer reducciones en las
remesas acusadas de ser potenciales portadores del virus. Por lo tanto, la movilidad en que
operan las redes migratorias ha visto afectada la economía individual con repercusión en las
remesas al país de origen, lo cual extiende la cadena de inestabilidad.
1.3 Trayectoria de haitianos a Tijuana genera riesgos.
Recientemente, según el servicio fronterizo de Panamá, los migrantes haitianos comenzaron a
llegar regularmente en 2016, cuando cruzaron alrededor de 17.000. Esto fue causado, al menos
en parte, por el huracán Matthew, pero también puede atribuirse a la dinámica socioeconómica
y política cambiante en Brasil. Desde entonces, Panamá se ha basado en una política llamada
flujo controlado para recibir a los migrantes en campamentos en el sur de Panamá donde son
registrados, controlados por motivos de seguridad, vacunados y desde donde se organiza el
transporte para que se dirijan al norte a Costa Rica. Este largo proceso a menudo significa que
los migrantes esperan de semanas a meses en Panamá.
Sin embargo, en las últimas décadas no existen grandes comunidades haitianas
establecidas en Centroamérica, pero no puede decirse lo mismo de México. En 2016, un gran
número de haitianos llegaron a la ciudad fronteriza de Tijuana, en el norte de México. Aunque
llegaron menos haitianos en los años siguientes, muchos de los llegados anteriormente
permanecieron en el país, esperando mudarse a los Estados Unidos o estableciéndose de forma
permanente. Escenas dramáticas en la frontera entre Estados Unidos y México han llamado la
atención sobre la difícil situación de los migrantes haitianos, pero muchas de estas personas
han estado en movimiento silencioso durante gran parte de la última década. Durante sus viajes,
han contribuido al crecimiento de las comunidades migratorias en países como Brasil, Chile y
México (UPM, 2021).
Luego, los migrantes haitianos en Tijuana pueden verse a mismos como agentes
económicos para poder adoptar estrategias muy diversas en la relación con su familia en Haití,
la idea principal de migrar en ciertos países es precisamente ayudarlos con las remesas con el
fin de transformar la condición de vida. La interdependencia estratégica de los migrantes
desempeña un papel importante en la toma de decisiones individual. Muy a menudo los
haitianos migrantes no piensan en riesgos para llegar a los países de destino sino
preferiblemente con éxito socioeconómico.
Sin embargo, los migrantes suelen tener, por el contrario, más recursos y responden,
más que una buena parte de poblaciones de los países de destino, a cierto tipo de motivaciones.
Retomando la idea de Klabunde y Willekens (2016) según la cual la motivación humana se
basa en los objetivos de éxito, poder o afiliación, concluye que los migrantes internacionales
tienen un mayor nivel de deseo de éxito y poder y menos necesidades en comparación con la
población de los países de destino.
Estos autores distinguen así tres tipos de motivaciones para migrar: preservación en
búsqueda de seguridad, desarrollo personal y materialismo, es decir, mejora económicamente.
Muestran que estas motivaciones varían y se articulan con los valores y la personalidad de cada
individuo en un contexto socio-histórico específico. Los migrantes pueden ser considerados
como agentes de tomadores de decisiones, cuyo objetivo es obtener la mayor utilidad
8
posible
para maximizar su beneficio proporcionando los países más atractivos para encontrar empleo.
También es fundamental comprender el proceso de replanteamiento y construcción de las
relaciones sociales vividas por ellos en la nueva tierra, en comparación con el país de origen.
Cada individuo que elige la opción de migrar implica que la motivación es transformar
su utilidad de puestos de trabajo en países de atracción. También, los migrantes han optado por
maximizar sus ganancias de los trabajos encontrados, pero también sus familias esperan
remesas para satisfacer las necesidades económicas, educativas y sociales. Asimismo, el origen
social de los migrantes y las representaciones de Haití en las sociedades de asentamiento
reflejan la posición de la mayoría de los haitianos en la parte inferior de la escala
socioeconómica.
La corriente neoclásica ha considerado tradicionalmente la actitud individual hacia el
riesgo (aversión al riesgo versus propensión al riesgo) como un determinante de la decisión de
migrar y el riesgo de fracaso como influyente en la utilidad esperada de la migración que es
una noción de expectativa asociada a la utilidad. La nueva economía migratoria no discute esta
relación entre riesgo y migración, pero agrega, de alguna manera, una relación inversa al
considerar la migración como una estrategia de gestión de riesgos en sí misma.
Klabunde y Willekens (2016) subrayan así que, desde la perspectiva de la racionalidad
familiar, enviar a un miembro del hogar a migrar puede compararse con una diversificación
espacial del riesgo más que con una maximización de los retornos económicos esperados. La
migración se convierte en un seguro contra los caprichos cíclicos (sequía, desempleo, etc.),
especialmente en países donde no existen soluciones de seguros institucionales (seguros de
cosechas).
Esta ampliación conceptual de la noción de riesgo permite comprender por qué los hijos
de familias con bajos ingresos económicos pueden migrar a países extranjeros, aunque la
probabilidad de encontrar trabajo siga siendo baja y si, en general (Klabunde y Willekens,
8
Por principio de utilidad entendemos aquel principio que aprueba o desaprueba cualquier acción, según la
tendencia que parezca presentar a aumentar o disminuir la felicidad de uno o de aquellos cuyo interés está en el
Juego; en otras palabras, promover esta felicidad u oponerse a ella. Según este enfoque, los individuos pueden
evaluar la satisfacción que pueden obtener al consumir una opción en particular y luego seleccionar la que les
parece más satisfactoria. La utilidad de una alternativa se deriva de las preferencias que se expresan, de acuerdo
con las características de cada individuo, sobre los atributos de las alternativas de elección consideradas.
Corresponde a la satisfacción que brinda el consumo de un bien o un servicio. Cada individuo tiene, por tanto, de
acuerdo con este enfoque, una función de utilidad que le permite ordenar las diferentes alternativas disponibles
para él en una situación de elección. La elección debe respetar las reglas de consistencia, es decir que la preferencia
por un bien puede ser representada por una función de utilidad si es completa (las alternativas disponibles son
perfectamente conocidas, comparables y sistemáticamente evaluadas) (Varian, 2010).
2016), su productividad pueda ser mayor en la finca familiar: tener un hijo en el extranjero
puede no ser óptimo durante las cosechas normales, pero es vital en caso de una crisis.
Se considera que la mayoría de los migrantes contribuye al desarrollo social, al menos
a nivel local, cuando los efectos directos e indirectos de las remesas enviadas por los haitianos
migrantes ayudan a estructurar la actividad económica local de tal manera que la incidencia de
la futura migración internacional disminuye. En otras palabras, las inversiones de remesas de
ciertos migrantes, o los efectos indirectos de su desembolso, proporcionan la base para las
condiciones de trabajo y un nivel de remuneración suficiente para mantener una forma de vida
digna. Numerosos hogares individuales, y la mayoría de hogares comunidades rurales ricas en
recursos, han utilizado el dinero de las remesas para crecer económicamente, al menos durante
un tiempo.
Esta reflexión estudia los juegos de mesa
9
ya que estos migrantes han arriesgado su vida
precisamente para alcanzar en los países de destino, a priori, no han pensado en quién llegará
o no, pero el objetivo final es pensar en el bienestar social. La representación de la situación de
los migrantes haitianos en Tijuana se transforma a través de conflictos más preocupantes que
los tomadores de decisiones de políticas y las Organizaciones de Derechos Humanos ya que la
mayoría de los migrantes se encuentran en situaciones irregulares o indocumentadas, todos
estos tienen un efecto muy preocupante. La cantidad de opciones que tienen los migrantes para
modelar la toma de decisiones es casi infinita (Piquet, 2021; Carrard, 2008).
Según estos autores, los migrantes deben elegir preferentemente en varias dimensiones,
algunas de las cuales se abordan: 1) es cómo se forman las expectativas y cómo se recopila la
información para formar expectativas independientemente de las dificultades encontradas; 2)
es cómo se evalúan las alternativas y cómo se selecciona una alternativa en la toma de
decisiones para migrar; 3) es cómo determinar la complejidad del modelo que describe el
proceso de decisión individual; 4) la elección final es a qué nivel de detalle debe modelarse
una red de migración para lograr la perspectiva posterior.
Sin embargo, la complejidad de la toma de decisiones depende en realidad del alcance
de los posibles resultados de una acción realizada por los migrantes, pero de manera individual.
Como regla general, cuanto más se espera que la decisión tenga un impacto en la satisfacción
personal, mayor es el esfuerzo cognitivo involucrado en la decisión. Por lo tanto, la decisión
9
Con este material hemos intentado producir nuestros propios elementos de teorización y por tanto proponer una
clasificación de las mecánicas de los juegos de mesa. El objetivo de esta clasificación no es tanto clasificar los
juegos como realizar una mirada crítica a los mismos que permita comprender su arquitectura y su funcionamiento
interno. Son individuos (migrantes) que se arriesgan a pesar de la difícil situación encontrada a lo largo de su vida
o trayectoria que pretende alcanzar su objetivo sólo considerándolo provisionalmente.
de migración es generalmente muy compleja en la realidad y todas las representaciones del
modelo son simplificaciones obligatorias (Piquet, 2021; Piombini, 2012; Bovy, 2009).
Además, tanto en la realidad como en los modelos, la preferencia de la toma de decisiones
depende de la disponibilidad de la información recopilada y en ocasiones no encontrada y, por
tanto, de la capacidad de los migrantes para reducir la incertidumbre.
La decisión de migración a menudo se compone de una acción cognitiva que es
deliberada pero realizada por el agente y un componente aleatorio, que regula si un agente en
particular toma una decisión dentro de un período determinado. A menudo hay dos etapas para
la toma de decisiones deliberada: algún tipo de evaluación de las opciones y la transformación
de las perspectivas de esa evaluación en una decisión o probabilidad de actuar. Este segundo
paso a menudo se implementa en un marco lógica (Klabunde y Willekens, 2016). En el último
caso, el tercer paso de la toma de decisiones es luego un sorteo para determinar si el agente
realiza la acción para lograr la finalidad.
Es preferible pedir a los migrantes que verifiquen varias condiciones antes de tomar una
decisión. Los migrantes potenciales primero calculan sus expectativas laborales salariales
adonde quieren migrar, luego verifican si el salario esperado excede el salario actual donde
migraron anteriormente, luego determinan si pueden permitirse migrar y luego deciden migrar
(Piombini, 2012). Los migrantes potenciales primero calculan los factores de incentivo de su
hogar en los países de destino, pero también las áreas de atracción para encontrar trabajos y
actividades económicas a mejores precios, luego los factores intermedios a nivel del hogar,
como la propiedad y el empleo.
La corriente neo-clásica ha considerado tradicionalmente la actitud individual ante el
riesgo aversión al riesgo, apetito por el riesgo como un determinante de la decisión de migrar
y el riesgo de fracaso como influyente en la utilidad esperada de la migración. La relación entre
riesgo y migración de alguna manera, una relación inversa al considerar la migración haitiana
como una estrategia de provocación de riesgo en sí misma. Además de desde la perspectiva de
la racionalidad familiar, enviar a un miembro del hogar a migrar puede parecer una
diversificación espacial del riesgo más que una maximización de los retornos económicos
esperados.
La migración haitiana se convierte en un seguro contra las amenazas cíclicas (desastres
naturales, desempleo, inseguridad y crisis político-económica), especialmente ya que no
existen soluciones de seguros institucionales. Esta ampliación conceptual de la noción de riesgo
permite comprender por qué los niños de familias de bajos ingresos pueden migrar al exterior
incluso si la probabilidad de encontrar un trabajo sigue siendo baja y si, en general, su
productividad podría ser mayor durante el período.
1.4 Preguntas de investigación
¿Cómo las remesas de los haitianos inmigrantes contribuyen a transformar las condiciones de
vida de los que permanecen en Tijuana y de las familias de Puerto príncipe?
Las siguientes preguntas secundarias siguen a la principal:
¿Qué elementos de desarrollo se identifican en la experiencia de vida de haitianos emisores en
Tijuana contrastada con su calidad de vida en Haití?
¿Qué elementos consideran los haitianos en Tijuana que han limitado o impulsado su calidad
de vida?
1.5 Objetivo general
Determinar si las remesas son consideradas como un factor de desarrollo para las familias en
Puerto Príncipe y cómo el envío de éstas, tiene implicaciones en las condiciones de vida de los
haitianos establecidos en Tijuana.
1.5.1 Objetivos específicos
Explicar cómo las remesas de los haitianos se convierten en un factor de desarrollo familiar y
si este desarrollo repercute a nivel comunitario;
Investigar si la calidad de vida de los inmigrantes haitianos en Tijuana ha mejorado o no
respecto a sus condiciones de vida en Haití;
Mostrar la influencia que tienen las remesas de los haitianos inmigrantes en Tijuana como
tejido potencial de la calidad de vida de las familias receptores de Puerto príncipe.
1.6 Hipótesis general
Las familias con mejores condiciones de vida económica y social están vinculadas al origen de
las remesas, por lo que se hipotetiza que las remesas de los haitianos migrantes desde México,
particularmente de Tijuana, no solo cubren necesidades básicas, sino que cumplen una función
importante que contribuye al desarrollo socioeconómico de los beneficiarios.
1.6.1 Hipótesis secundarias
Las remesas de los migrantes haitianos producen un nuevo estatus social, donde se ofrece a las
familias la oportunidad de transformar o mantener el nivel de bienestar socioeconómico
dependiendo el lugar de origen de la remesa;
Los haitianos migrantes en Tijuana participan de manera limitada y continua en el bienestar de
las familias;
Los remesadores haitianos en Tijuana tienen una mejor condición de vida, sin embargo, esta
condición se estructura en función a su fuerza laboral e ingresos, reflejando una verdadera
transformación.
1.7 Justificación
Las remesas de los migrantes internacionales haitianos han experimentado una aceleración
constante en los últimos años. Así, todos los días miles de haitianos que viven en el extranjero
permanecen en línea en las casas de los centros de remesas para enviar grandes sumas de
dólares estadounidenses que han podido ahorrar.
Las remesas juegan un papel vital en la economía haitiana. En 2020, el Banco de la
República de Haití señaló que las casas de transferencia autorizadas informaron una afluencia
oficial de más de $ 3 mil millones de remesas. Dado que el volumen de flujos informales se
estima en 40 por ciento, el BRH agregó este porcentaje a la cifra oficial.
Sin embargo, como esta estimación del 40 por ciento proviene de un estudio reciente
de dos años, sería viable y útil para que el BRH trabajar con la Oficina Nacional de Estadística
y el Ministerio de Economía y Finanzas - MEF o Instituto Haitiano de Estadística e
Informática (IHSI)
10
. Para realizar una nueva encuesta de familias cada año de los cuales se
puede utilizar para estimar con mayor precisión el volumen actual y posterior de remesas
informales.
Parte de estas sumas provenientes de Estados Unidos, República Dominicana, Canadá,
Francia, Brasil, Chile y México, las principales fuentes de fondos que se envían al país se
canalizan hacia en de las ciudades y las regiones más rurales de Haití. Las remesas se pueden
utilizar para renta, educación y construir una casa o comprar comida para los que se quedan en
Haití, pero también invertir parte en diferentes sectores.
Los principales reflejos de las estimaciones realizadas en las últimas décadas en Haití
muestran que las remesas de los migrantes ejercen un efecto significativo y positivo sobre el
desarrollo socioeconómico y la inversión, pero este efecto sigue siendo muy débil. Esto se
explica, entre otras cosas, por la orientación de estas remesas que están, en su mayor parte,
destinadas a las familias de los migrantes en forma de ayudas para atender en particular sus
necesidades de consumo o la adquisición de inmuebles, calificadas como bajas. inversiones de
valor agregado. Así, el circuito de inversión productiva escapa, en la mayoría de los casos, a
los recursos financieros que emanan de los migrantes haitianos en el exterior.
Así, las remesas pueden considerarse una contribución económica esencial.
Contribuyen a incrementar el monto del gasto gracias a los ingresos adicionales que reciben
los consumidores y a mejorar las condiciones de vida de las familias beneficiarias al introducir
mayores hábitos de consumo, mejores posibilidades educativas y un mejor entorno físico y
social. La evidencia en todo el país muestra que las remesas pueden reducir la pobreza incluso
cuando el efecto medido sobre la inequidad parece pequeño (Banco Mundial, 2020). El mayor
ingreso personal disponible de las familias puede fomentar el ahorro y los comportamientos de
inversión a pequeña escala en las empresas nacionales (Adams, 2011).
En Haití, como en otros países de la región del Caribe, a menudo enfrentados a desastres
naturales, las remesas se pueden utilizar en solo unas horas para mitigar el efecto de estos
10
El Instituto Haitiano de Estadística e Informática (IHSI) se originó en un momento posterior al Censo de 1950,
el primero realizado en Haití por una entidad llamada ‘’Oficina del Censo’’. Las unidades técnicas y
administrativas que incorporaron esta entidad ya constituían, en 1950, el primer núcleo de personal del Instituto.
Es un organismo descentralizado del Ministerio de Economía y Finanzas, el Instituto Haitiano de Estadística e
Informática (IHSI) es una institución especializada, responsable entre otras cosas de: Recopilar todos los datos de
las administraciones tanto públicas como privadas económicas, financieras, sociales, demográficos, culturales,
etc., susceptibles de interpretación estadística; realizar censos y encuestas de forma periódica y realizar análisis
posteriores y ponerlos a disposición de todos los usuarios; colaborar con otros organismos del sector público en
la recopilación, compilación y publicación de información estadística; Servir de enlace con organizaciones
extranjeras e internacionales similares.
desastres, tanto en términos macroeconómicos como de hogares, lo que confirma el aspecto de
“seguros” de remesas.
El viaje de Haití, que es un país objeto de esta investigación de tesis, no ha sido fácil en
términos de desarrollo socioeconómico. La economía haitiana se ha estancado durante los
últimos 40 años. Aparte de los breves episodios de crecimiento per cápita positivo en los años
setenta y finales de los noventa, Haití vio caer su PIB real per cápita en un promedio de uno
por ciento anual entre 1961 y 2000, una disminución general del 45 por ciento.
La inestabilidad política crónica, las instituciones débiles, las altas tasas de corrupción
aparente, los obstáculos económicos causados por la migración internacional haitiana, los
desastres naturales y la falta de infraestructura básica son algunos de los factores que pueden
explicar el declive de Haití durante las últimas cuatro décadas (Banco Mundial, 2010). El país
ha experimentado recientemente un ligero crecimiento a pesar de una alta tasa de desempleo.
Este crecimiento se debe en parte a un mayor consumo, destacando la contribución de los flujos
de remesas, que han sido la principal fuente de crecimiento interno impulsado por el consumo
en los últimos años.
Capítulo 2
Desarrollo socioeconómico y remesas de los haitianos migrantes
En la actualidad, las remesas de los migrantes son uno de los principales rubros de
transferencias corrientes en la balanza de pagos de muchos países en desarrollo como Haití o
los países hace poco industrializados, especialmente los de América latina y el Caribe, como
se ha venido visto desde los años noventa (Canales, 2008). Sin embargo, las remesas de los
migrantes no son un tema nuevo en el debate sobre la migración y el desarrollo
socioeconómico. Pero, una tendencia al alza en los flujos de efectivo de los migrantes ha
llevado a un resurgimiento del interés por las remesas, que se vuelve cada día más prominente
en la investigación y el debate de políticas sobre la reducción de la pobreza y el crecimiento.
La razón del mayor interés en las remesas es un fuerte aumento en la cantidad transferida por
los migrantes, principalmente a Haití.
Por tanto, uno de los aspectos fundamentales y cada vez más importantes del estudio de
la migración internacional son las remesas. Por lo general, Haití como un país del caribe no
escapa a este análisis, que tiene como objetivo desenredar tanto las características de la
transformación y características de los migrantes que envían el dinero como de los familiares
que lo reciben, entre otros, así como el potencial que tiene para el bienestar de las familias en
el lugar de origen. También es relevante presentar evidencias y juicios para promover un debate
sobre la relación entre migración, remesas y desarrollo socioeconómico en Haití, idea que debe
abordarse de manera constructiva integral.
Según el Banco de la República de Haití - BRH (2017), las remesas de trabajadores
migrantes en el exterior se incluyen en las transferencias corrientes de la balanza de pagos a
las dificultades conceptuales hay que agregar la omisión que gran parte de los canales de
remesas presentan al control estadístico. Las remesas corrientes afectan directamente el nivel
de renta disponible y también el consumo de bienes y servicios.
Al mismo tiempo que reducen el potencial de ingresos y consumo del lugar de origen,
aumentan el potencial de ingresos y consumo del lugar que los recibe. Los migrantes en
América del norte y del sur, también en Francia, han ayudado durante mucho tiempo a
compensar los desequilibrios que obstaculizan el desarrollo, mediante transferencias formales
e informales de capital social y financiero (Marcelino, 2014; Saint-Hubert, 2013).
La migración es parte del proceso de los estados nación (Castles y Miller, 2009). Los
conflictos, los avances tecnológicos y el crecimiento de la población son factores que a lo largo
de la historia han estimulado la movilidad de las personas. Además, también ha sido un
elemento estructural de los principales acontecimientos de la historia pasada y reciente, como
la industrialización y la formación del mercado de trabajo en bien del capitalismo y, como se
ha dicho, la formación de los estados nacionales.
Y, se han vuelto cada vez más importantes a medida que avanza la globalización,
porque con este fenómeno las relaciones entre los países se multiplican, ya que las economías
de los países subdesarrollados se vuelven cada vez más interdependientes. En consecuencia, se
modifican las condiciones de los mercados de trabajo, estos cambios estimulan los
movimientos migratorios según distintas modalidades. Por otro lado, la difusión y expansión
de los medios de comunicación y transporte de pasajeros estimula la migración, produciéndose
diversas formas de combinación de capital y mano de obra, produce estos nuevos flujos de
personas en movilidad.
En este movimiento migratorio, no solo los migrantes buscan mejorar sus condiciones
de vida, sino que las empresas de los países receptores también suelen encontrar mucha más
salida económica a partir de mano de obra barata, existen facilidades y ventajas para instalar el
proceso productivo en las otras ciudades vecinas, pero lo que también se busca esencialmente
son regiones innovadoras que presenten los requisitos mínimos de producción y sean eficientes
en la terminación de bienes.
Decir que la migración es ahora un fenómeno global no se refiere tanto a la escala de
estos movimientos, que también fueron importantes en otros períodos de la historia, sino al
hecho de que hoy afectan a casi todas las partes del planeta. También significa que la migración
está sujeta a las transformaciones que los procesos transnacionales globales traen a las
relaciones sociales, económicas y políticas. Las migraciones se han insertado en los contextos
de otras grandes transformaciones de cada época (Baraldi, 2014).
Es decir, con la desigualdad socioeconómica, la migración se ha convertido en una
necesidad, ya sea para empresas, capitales o personas en busca de mejores condiciones de vida
y trabajo. Son elementos relevantes para desarrollar una vocación migratoria, ya que competir
en el mercado mundial significa poder penetrar en mercados externos.
Esto es cierto para cualquiera de los elementos mencionados anteriormente. No es
casualidad que el fenómeno migratorio sea importante desde un punto de vista económico,
entre otros. Esta condición se multiplica por los aportes de las empresas en la creación de
empleo o cuando se reciben migrantes extranjeros en otro país o cuando los migrantes envían
sus remesas a las empresas emisoras.
Según Sayad (1999), es difícil establecer las ventajas de la migración haitiana para fines
de desarrollo, ya que están involucrados factores incontrolables y es un proceso que,
dependiendo del tipo de migrante, puede considerarse como un recurso innovador, pero
también varía según los migrantes involucrados, quienes crean fuentes de empleo en los países
a donde llegan o quienes se incorporan a la estructura ocupacional del país de residencia.
Persiste una brecha significativa entre los migrantes de América del norte, Francia y los
establecidos en la región del Caribe como la República Dominicana, que hoy incluso se
extiende al sur de Ecuador, Guyana, Argentina, Chile, en Brasil y México (Audebert, 2012;
Handerson, 2017; Fleurima, 2019). Estos núcleos desatendidos por los estudios, donde los
haitianos suelen vivir en una situación de vulnerabilidad social, abren muchas posibilidades
conducentes a mejorar la cooperación sur-sur.
Porque las consecuencias humanas, políticas y sociales son inéditas antes y después del
terremoto del 12 de enero de 2010, una situación irregular en Haití, que atestigua la extrema
vulnerabilidad de una sociedad marcada por las condiciones de inseguridad socioeconómica.
Haití es una sociedad transformada por profundos cambios vinculados a la inseguridad
multiforme.
El desarrollo socioeconómico se convierte así en un concepto dinámico para representar
actividades económicas o productivas que generan ingresos, realizadas de forma individual o
colectiva por las familias en Haití. También es la mejora de la vida familiar dentro de una
sociedad. Asociado al desarrollo socioeconómico de los migrantes internacionales, del mismo
modo existen acciones para mejorar las condiciones de producción de sus familias en sus países
de origen. Se incluyen los factores que apoyan este desarrollo a nivel económico, político y
social.
En este estudio, el desarrollo socioeconómico se mide de acuerdo con el ejercicio de la
actividad económica y el envío de recursos financieros. El aporte socioeconómico se convierte
así en un medio para que las familias de los migrantes en sus países de origen tengan acceso a
un mayor bienestar, proporcionando una mayor integración social.
Además, en mayo de 2018, en su presentación en la Universidad de Quisqueya -
UNIQ, Charles Castel, ex presidente del Banco de la República de Haití - BRH realizó un
informe enfatizando el efecto de las remesas privadas recibidas desde el exterior hacia Haití.
Castel argumentó que las remesas, el aumento de la renta disponible y la reducción de la
pobreza en los estratos sociales haitianos, alivian la presión sobre el Estado, según Charles
Castel, las remesas ciertamente ayudan a reducir las diferencias sociales.
Las remesas de los migrantes haitianos también pueden financiar pequeñas y medianas
empresas, comercio o pequeños proyectos de infraestructura local. El consumo aumenta la
demanda de productos locales, donde la oferta es alta, es decir, la producción nacional responde
positivamente a una demanda creciente de bienes y servicios, mientras se controla el aumento
de precios. De esta manera, la tabla 2.1 nos muestra la efectividad de las remesas de los
migrantes haitianos para ayudar en gran medida a las familias permanecen en Haití.
Tabla 2.1: Remesas enviadas en dólares por los haitianos migrantes
Años
Transferencias
recibidas
PIB
Transferencias en
% de PIB
2005
670,943,892.56
4,154,289.832
16.15
2006
776,041,933.23
4,879,738,636
15.90
2007
892,123,792.94
5,971,284,338
14.94
2008
997,150,939.70
6,407,707,284
15.56
2009
1,004,149,216.97
6,470,254,240
15.52
2010
1,075,396,201.52
6,634,579,143
16.21
2011
1,133,491,277.73
7,346,156,703
15.43
2012
1,177,118,016.84
7,843,484,458
15.01
2013
1,929,601,291.52
9,188,577,578.7
21.00
2014
1,954,000,000
8,495,652,173.9
23.02
2015
2,057,000,000
8,228,000,000
25.00
2017
3,200,000,000
9,696,969,969.970
33.00
2019
3,378,000,000
11,648,275,862.069
29.00
2020
3,110,523,649
9,720,386,403.125
32.00
Fuente: Banco de la República de Haití, elaboración propia (2022)
Sin embargo, esta enorme afluencia de dinero ha mejorado significativamente las
condiciones de vida de una buena parte de las familias y la comunidad en Haití. Los flujos de
remesas, por tanto, contribuyeron a incrementar el volumen de transacciones financieras
(Orozco, 2005; Magalhães, 2017). Además, las Transferencias Financieras de Migrantes
Haitianos (TFMH) han llevado a los intermediarios financieros a desarrollar una oferta más
amplia de servicios de remesas en el país. Este incremento de las transacciones financieras y
económicas en términos sociales contribuye en general a la creación de riqueza en el país. Para
las familias beneficiarias, el monto recibido es un aumento de los ingresos familiares, para el
país, puede contribuir a ampliar las desigualdades de ingresos en Haití (Paul, 2008).
2.1 Efectos de las remesas: una realidad multifacética
Una revisión de la literatura sobre las relaciones entre las remesas y varias dimensiones del
desarrollo destaca que la migración y las remesas son una parte importante de las estrategias
de mitigación de riesgos seguidas por los hogares
11
y las familias en los países en desarrollo.
Como se demostrará dentro de un marco conceptual más amplio de las teorías de la migración
y el desarrollo, las remesas tienen el potencial de reducir la pobreza de forma directa, por
ejemplo, satisfaciendo las necesidades básicas de subsistencia de los hogares, como una mejor
vivienda e indirectamente proporcionando una base monetaria para la creación de nuevos
activos e instalaciones que beneficien a toda la comunidad, por ejemplo, centros médicos) y
estimular el crecimiento económico.
Como flujos financieros privados, las remesas de los migrantes brindan principalmente
seguridad social a los familiares que se permanezcan al país de origen. Son, y deben ser vistas,
sobre todo, como parte de la estrategia de los hogares para superar la falta de oportunidades en
los países de origen.
11
Los hogares son individuos que viven en el mismo techo y que toman o discuten decisiones económicas juntos
para el bienestar de su futuro.
Tabla 2.2: Efectos de las remesas multifacéticas
Efecto
comunitário/familiar/
hogar/individual
Efectos positivos
Efectos negativos
Aumentar los ingresos de la
comunidad si las remesas se
transfieren a través de canales
formales;
Las grandes entradas de remesas
podrían dar lugar a una
apreciación de la moneda, con
consecuencias negativas para las
exportaciones;
Los países beneficiarios ganan
solvencia en los mercados
crediticios internacionales;
Desestabilización de las
economías en países de bajos
ingresos;
Los países beneficiarios pueden
estabilizar las cuentas de la
balanza de pagos nacional;
Aumento de la inflación;
Dinamizar las economías
comunitarias estimulando el
consumo, la demanda de bienes o
servicios, fomentando la creación
de empleo;
Agravamiento de desigualdades
comunitarias entre áreas
receptoras y no receptoras;
Aumentar potencialmente el
capital comunitario para invertir
en negocios;
Contribuir a la privatización de
servicios que puedan y/o deban
prestarse por medios públicos.
Satisfacer las necesidades básicas
(alimentación, salud, educación,
vivienda);
Generar demanda de bienes
importados (en lugar de los
producidos localmente);
Enfrentar riesgos (desempleo,
invalidez, accidentes,
enfermedad) ;
Aumentar el precio de casas,
propiedades, autos y alquileres;
Permitir eventos
sociales/familiares (fiestas en la
ciudad, casamientos, funerales),
etc. fortalecer las redes sociales y
ganar prestigio, poder y recursos
(beneficios sociales o materiales);
Exacerbar las desigualdades
estructurales entre beneficiarios
y no beneficiarios;
Abordar la privación relativa
(acceso a lo que otros tienen en el
entorno inmediato);
Promover dependencias entre
remitentes y familias;
Reparar parcialmente las
desventajas sociales (clase,
género);
Ejercer presión sobre los
cargadores, lo que resulta en el
deterioro de sus condiciones de
vida.
Fuente: Módulos de formación sobre Migración Internacional y Desarrollo: La Organización
Internacional para las Migraciones, elaboración propia (2022).
Sin embargo, el efecto de las remesas no solo es multidimensional, sino que, en términos de
duración, su efecto puede ser tanto de corto como de largo plazo. Lucas (2005) proporciona
una revisión detallada de los efectos socioeconómicos de las remesas en los países en
desarrollo. El efecto a corto plazo generalmente está relacionado con aumentos en el consumo,
reducción de la pobreza y desigualdad de ingresos que conducen a cambios en la participación
en el mercado laboral. Aunque el efecto a largo plazo es más relevante para el desarrollo
socioeconómico y, más específicamente, para el logro educativo y la mejora del estado de
salud.
Dada la competencia por la valoración laboral, las remesas, que a menudo representan
una gran fracción de los presupuestos de los hogares, tienen el potencial de aliviar las
restricciones de liquidez de los hogares y aumentar la inversión en capital humano. El efecto
de la migración sobre la inversión en capital humano en el país de origen puede captarse
principalmente a través del efecto de las remesas, que son una buena fuente de ingresos,
especialmente para los hogares con limitaciones financieras.
Además, también cabe mencionar que, contrariamente a lo que cabría esperar del efecto
por el aumento de los ingresos no relacionados con el trabajo, las remesas no necesariamente
aumentan el nivel de educación en los diferentes contextos, incluso en contextos donde el
levantamiento de las restricciones de liquidez puede desempeñar un papel debido a las
dificultades económicas. Si las restricciones crediticias no son limitantes, las remesas no
tendrán efecto en su educación (Lucas, 2005; Stark, 1991; Taylor et al., 2005).
Mara et al. (2007) documentan la historia de la migración y las remesas y destacan el
efecto positivo de las remesas en el crecimiento económico a largo plazo en los países
receptores. La migración puede permitir que los migrantes adquieran nuevas habilidades y
puede facilitar el comercio transfronterizo y los vínculos de inversión y mantener las tasas de
crecimiento económico y los niveles de vida. Por otro lado, la entrada de remesas puede
utilizarse para aumentar el tipo de cambio real, lo que perjudica la competitividad.
Además, las remesas no registradas parecen ser cruciales para explicar el alto y
persistente déficit en cuenta corriente en muchos países de alta migración. Dado que las
remesas por sí solas no reducen los ingresos de nadie, el efecto sobre la pobreza se considera
beneficioso y también ayuda a remodelar las relaciones de género a medida que las mujeres se
vuelven más activas en la toma de decisiones (Kunz y Maisenbacher, 2021; Mara et al., 2012).
La frecuencia y el volumen cada vez mayores de las remesas han generado esperanzas
de que estas entradas puedan estimular el gasto productivo en sectores donde las fallas del
mercado pueden ser más evidentes y las consecuencias de la escasez de liquidez más sentidas.
En este sentido, el valor de las remesas para aliviar las restricciones crediticias y proporcionar
seguros ha sido ampliamente reconocido en un creciente cuerpo de literatura relacionada con
la teoría de la nueva economía de la migración (Taylor et al, 2005). Desde este punto de vista,
la decisión de migrar puede considerarse como una decisión conjunta de los hogares, siendo la
migración un mecanismo de diversificación de riesgos y acceso a capital, es decir, remesas
(Stark, 1991; Taylor et al, 2005).
De hecho, se espera que la migración y las remesas resultantes alivien las restricciones
crediticias y reduzcan la exposición de los hogares al riesgo de ingresos, lo que generará
mayores gastos en insumos variables y una mayor inversión en actividades productivas. El
origen de las remesas, es decir, la migración, según el modelo neoclásico, es el resultado de un
análisis costo-beneficio realizado a nivel individual (Stark, 1991; Taylor et al, 2003).
Los migrantes potenciales comparan los ingresos y costos increméntales de la
migración y se mudan si la decisión arroja un valor presente neto positivo. Las principales
implicaciones del enfoque neoclásico son que la migración está impulsada por los diferenciales
de ingresos esperados entre los diferentes países y por el costo de moverse, considerado por
cada individuo dadas sus características particulares. Estos análisis neoclásicos no tomaron en
cuenta los efectos potenciales de la migración o las remesas en las familias.
Finalmente, a diferencia de la teoría neoclásica, que implícitamente ve la migración y
las actividades económicas del hogar como sustitutos a nivel del individuo, la nueva economía
de la migración permite la posibilidad de que la migración de un miembro actúe como un
complemento de las actividades económicas de los hogares en el país de origen comunidad,
por ejemplo, relajando las restricciones crediticias y/o actuando como seguro cuando estos
mercados están ausentes o son imperfectos. Mostrando posteriormente que las remesas, como
flujos de capital privado, tienen efectos tanto positivos como negativos sobre los factores
económicos y desempeñan un papel importante en términos de análisis macro y
microeconómico. Esta tabla 2.3 muestra algunos de los factores que pueden influir en el
volumen de remesas por los migrantes a los países de origen.
Tabla 2.3 - Factores que no tienen volumen de remesas enviadas
Salario que percibe el migrante en el
país de destino.
Los migrantes con mayores ingresos pueden enviar
un mayor volumen de remesas.
Tasas de cambio12.
Si el tipo de cambio del país de origen del migrante
se devalúa con relación al del país de destino, el
migrante tiene un mayor incentivo para enviar
remesas.
Facilidad de transferencia de fondos.
Cuanto más fácil sea para el migrante enviar
remesas, más enviará.
Estado civil del migrante.
Si está casado y la familia permanece en el país de
origen, es más probable que el migrante envíe
remesas.
Número de trabajadores migrantes
dentro de una misma familia.
Si la familia tiene más de un miembro migrante,
entonces el volumen de remesas enviadas por cada
migrante debe ser menor.
Años de migración.
El volumen de las remesas depende de la duración
de la estancia del migrante en el extranjero.
Distancia.
Las remesas serán mayores cuanto menor sea la
distancia entre el migrante y su familia, y mayor
sea la intención de retorno del migrante.
Nivel educativo del migrante.
Es probable que los migrantes menos calificados
envíen cantidades relativamente mayores que los
más calificados.
Situación económica de la familia
del migrante.
Las familias de bajos ingresos son las que más
remesas reciben.
Fuente: Según Rapoport y Docquier, elaboración propia (2022).
12
El tipo de cambio refleja el valor de una moneda, en este caso la moneda local, en comparación con otras
monedas extranjeras. Esta tasa fluctúa constantemente en los mercados internacionales de divisas, reflejando los
promedios de las tasas de compra y venta, y no reflejando necesariamente las tasas a las que realmente se
realizaron las transacciones de mercado. Los tipos de cambio tienen implicaciones para la estabilidad de precios
y el crecimiento. Cuando la moneda local se aprecia, los productos de otro país se vuelven más baratos para la
población del área objetivo. Como resultado, los precios de importación caen. Esto tiene un efecto directo sobre
la inflación del área en cuestión, a través de los precios de los productos importados para el consumo, y también
un efecto indirecto, a través de los precios de las materias primas y los bienes intermedios importados utilizados
en la producción.
2.1.1 Efectos positivos de las remesas haitiana
Beltrán (2004) y Canales (2007) encuentran que los efectos de las remesas en el desarrollo de
los países receptores son heterogéneos. Así, los diferentes modos de las remesas por parte de
los migrantes ciertamente podrían consolidar esta heterogeneidad. A modo de explicación, las
remesas individuales motivadas por el altruismo que sirve para asegurar las necesidades
necesarias de las familias receptoras no tendrán los mismos efectos que las remesas
individuales destinadas a financiar inversiones como la creación de pequeños negocios,
comercio o vivienda, y cuyos efectos sobre el desarrollo son más visibles. Las remesas
individuales no tendrán los mismos efectos que las destinadas a financiar proyectos de
inversión colectiva, mucho más visibles y efectivos, pero menos comunes que otras
modalidades de remesas.
Por otro lado, las remesas de los migrantes internacionales haitianos han tenido efectos
positivos en la en el desarrollo socioeconómico, por un lado, han impulsado el crecimiento de
la actividad económica y en la acumulación de reservas internacionales que favorecen la
estabilización cambiara y de precios. El efecto positivo en la actividad económica es generado
a través del gasto de los hogares receptores de remesas, en productos de origen importado,
nacionales y en servicios del cuidado de la educación, en restaurantes y hoteles.
De hecho, en Haití, la situación económica imperante en el país y las políticas públicas
emprendidas por los líderes influyen en las remesas. Dado que estas remesas son flujos
privados entre hogares, las políticas públicas no pueden determinar su uso como otros flujos
en la balanza de pagos, pero sí pueden incentivarlos a través de la reducción de los costos de
las remesas y la creación o mejora de las instituciones financieras en zonas aisladas. Así,
cofinanciar inversiones colectivas realizadas por migrantes con el fin de atraer más remesas al
país.
Además, a través de las remesas destinadas a inversión productiva, las remesas
destinadas a educación, salud y construcción de viviendas también tienen efectos sobre el
crecimiento de la economía de las familias a largo plazo (Banco Mundial, 2006). Sin embargo,
Binford (2002), Canales et al. (2008) y De Haas (2007) en sus investigaciones no encontraron
una relación estable y clara entre las remesas de trabajadores migrantes y el desarrollo a largo
plazo.
En tanto, encontraron las mismas afirmaciones en términos del efecto estabilizador de
las remesas en el crecimiento de las economías receptoras y su efecto en la reducción del
choque económico y la volatilidad. Así, las remesas de los migrantes haitianos aumentan
cuando Haití atraviesa una mala situación económica y inestable especialmente cuando esta
situación genera pérdidas de ingresos. Entonces, los flujos de remesas intentan compensar el
débil desempeño económico de Haití (Fleurima, 2019).
Los hogares receptores gozan de un ingreso promedio superior en comparación con los
no receptores, teniendo menos restricciones en sus ingresos influyendo en la modificación de
los patrones de consumo y inversión (BRH, 2017). Esto hace que a nivel micro los migrantes
y sus familias sean percibidos como privilegiados y con mejores opciones de movilidad social,
influyendo en la promoción de la migración como estrategia de vida.
Faini (2007), en la literatura dominante sobre remesas, el uso de este término
desempeña un papel importante en la determinación de su efecto sobre el crecimiento
económico. Además, han interesados en la asignación de los fondos transferidos, que en su
mayoría se gastan en consumo y con fines conspicuos y se ahorra o se invierte una fracción
menor. A pesar de ello, las cuantiosas sumas destinadas al consumo permiten a los hogares
beneficiarios mejorar sus condiciones de vida y su bienestar, que es al fin y al cabo el objetivo
de toda política de desarrollo.
A, en la literatura sobre migración y remesas de los haitianos presta más atención al
importante papel que podrían desempeñar las remesas en los mercados de crédito y seguros.
Las remesas de los migrantes pueden aliviar las limitaciones de acceso a los mercados
crediticios. Y, en el caso de que un hogar desee emprender un proyecto y no tenga acceso al
mercado crediticio para financiarlo, podrá contar con miembros de su familia establecidos en
el país de destino. Estos le garantizarán remesas regulares para que pueda financiar su proyecto
de inversión.
Además, en el caso de que los mercados de seguros sean ineficientes, un hogar no puede
embarcarse en un proyecto donde la toma de riesgos es significativa a pesar de su rentabilidad.
Sin embargo, si ese hogar tiene un miembro de la familia en el extranjero, pueden esperar
recibir remesas regulares y emprender un proyecto. Por lo tanto, si bien las remesas de los
migrantes están destinadas a financiar proyectos de inversión, influyen positivamente en el
crecimiento económico (Fiani, 2007).
Herrera (2005) en su estudio sobre remesas, dinámicas familiares y estatus social
observa dos variables económicas (consumo y inversión) que son consideradas como canales
de transmisión a través de los cuales las remesas influyen en el desempleo. La migración de la
población activa conlleva un aumento de los flujos de remesas que incrementarán los ingresos
de las familias que quedan atrás, lo que conlleva un aumento del consumo. De hecho, el
aumento del consumo podría tener efectos positivos sobre el crecimiento siempre que el gasto
se concentre más en los productos locales.
Según el Banco Mundial (2010), las remesas mejoran el consumo de los hogares y
estabilizan el desarrollo de los países receptores. Así, Joachim (2017) encuentra que el aumento
del consumo de los hogares debido a las remesas implica un aumento de la inversión para
satisfacer la demanda del mercado local.
Las remesas aumentan la inversión y la producción local en los países receptores.
Además, ayudan a financiar proyectos de inversión que podrían ser abandonados si no se
benefician de transferencias regulares, en un entorno económico que incluye distorsiones e
imperfecciones en los mercados crediticios. Lozano (2006) y Pierre (2012) llegaron a las
mismas conclusiones al analizar el efecto de los flujos de remesas sobre la inversión en ciertos
países receptores de remesas. Dijeron que las remesas de los migrantes ayudan a aliviar el
desarrollo socioeconómico y las restricciones crediticias y estimulan la inversión.
Así, Fleurima (2021) relató el papel que pueden desempeñar en países de origen como
Haití las remesas en la inversión, el financiamiento de las Pequeñas y Medianas Empresas -
PME y la reducción del desempleo. En la misma línea, Wooldy (2017), muestra que las remesas
de los migrantes haitianos contribuyen enormemente a la creación y financiamiento de
empresas, a impulsar el sector privado y a reducir un poco la tasa de desempleo. Además, la
inversión de los fondos transferidos también incluye la financiación del sector agrícola en las
zonas rurales. Ponsot (2006) y Stefoni (2019) informaron que las transferencias financieras
tienen efectos considerables y positivos, especialmente en las zonas rurales, sobre la tasa de
desempleo y también sobre la inversión agrícola.
De hecho, varios investigadores como Souza (2012), Solimano (2009) y Canales
(2007a) revelan que las remesas contribuyen al desarrollo de las economías de los países
receptores, independientemente de su uso (consumo, ahorro o inversión). Para los defensores
de este punto de vista, los flujos de remesas influyen positivamente en el crecimiento
económico porque forman parte del capital físico. Este grupo de investigadores se divide en
dos partes en cuanto a cómo influir en el crecimiento económico que podría ocurrir a través del
efecto multiplicador de las remesas o el canal indirecto de inversión.
Las remesas afectan positivamente el crecimiento a través de un efecto multiplicador.
A modo de explicación, cada migradólar gastado en bienes de consumo influye en el comercio
minorista a través del aumento de la demanda interna que, a su vez, aumenta la producción
nacional. En su estudio, Ratha (2003) midió el efecto de las remesas de los migrantes
mexicanos en la producción de su país de origen, encontró que cada migradólar gastado en
áreas urbanas aumenta el Producto Nacional Bruto - PNB en $ 2.69, y gastado en áreas rurales,
lo aumenta en $ 3,17. Estos resultados muestran que los flujos de remesas del exterior ejercen
efectos positivos sobre la producción nacional, especialmente en las regiones de escasos
recursos donde el efecto sería mayor.
Por otro lado, las remesas pueden influir en el crecimiento a través del canal indirecto
de inversión, lo que significa que las remesas aumentarían la inversión nacional, lo que tendría
efectos positivos sobre el crecimiento. Keeley (2009) ilustra cómo las remesas enviadas por los
migrantes a sus países de origen podrían contribuir al desarrollo socioeconómico a través de su
efecto multiplicador: un hogar que recibe remesas y desea construir una casa visita a un
empresario que contratará personas para hacer el trabajo. El proveedor de materiales de
construcción que ve su negocio en alza también debe contratar nuevas personas y adquirir
computadoras para administrar su negocio, como el vendedor de computadoras que a su vez ve
su negocio en alza y debe pedir más computadoras.
Así, Keeley (2009) agrega que las remesas representan una fuente importante de divisas
y tienen repercusiones positivas en la balanza de pagos al reducir su déficit en los países pobres
receptores de remesas. (OCDE, 2006) han encontrado que el uso de remesas determina el efecto
de estas remesas en el crecimiento económico de los países receptores. Es por ello por lo que
gran parte del trabajo estudia los usos de las remesas que pueden ir desde el consumo corriente
hasta la inversión productiva. En cuanto a las inversiones productivas de remesas, sus efectos
positivos influyen directamente en el crecimiento y el empleo. Así, han concedido que incluso
el uso de remesas en el consumo y la construcción de viviendas influyen positivamente en el
desarrollo de forma indirecta a través del efecto multiplicador.
Además, las remesas de los trabajadores migrantes se diferencian de las inversiones
extranjeras directas en que estas últimas se destinan exclusivamente a la inversión, a diferencia
de las remesas que a menudo se gastan más en consumo. Desde esta perspectiva, Keeley (2009)
extrae tres observaciones.
En primer lugar, las remesas mejoran el ingreso nacional y permiten que los hogares
en sus países de origen satisfagan sus necesidades básicas, que es el objetivo de cualquier
política de desarrollo. En segundo lugar, las remesas destinadas al consumo ejercen efectos
significativos sobre el desarrollo socioeconómico a través de su efecto multiplicador. En tercer
lugar, las remesas para el consumo afectan el mercado laboral. Aumentan los ingresos
familiares, lo que les permite financiar los estudios de sus hijos en lugar de obligarlos a trabajar
para alimentarse, lo que deja espacio para los jóvenes en edad laboral.
En la misma línea, Fleurima (2021) encuentra que los hogares que reciben las remesas
tienen los medios necesarios para pagar los estudios de sus hijos que tienen una alta
probabilidad de continuar su educación superior, y ya no necesitan ir a trabajar, lo que podría
tener efectos positivos a largo plazo sobre el crecimiento económico a través del capital
humano. En Haití, los niños de hogares con un miembro establecido en el extranjero tienen
más probabilidades de asistir a la escuela. Además, las remesas representan una fuente
importante de divisas y respaldan el financiamiento de inversiones.
Sin embargo, Fleurima (2021) sugiere que en el caso de que las remesas permitan
mitigar la volatilidad y los choques macro-económicos en los países receptores y compensar
las pérdidas, su efecto sería como un mecanismo para estabilizar el crecimiento y no podría
desencadenar el crecimiento neto. Además, una de las características de las remesas es que son
anticíclicas, aumentan durante una recesión económica al evitar que la demanda interna caiga
(Canales, 2008). Así, desde un punto de vista macro-económico, las remesas representan
grandes sumas de monedas que contribuyen a la reducción del déficit de la balanza de pagos,
a la mejora del ingreso nacional, pero también a financiar la importación de factores el
desarrollo de los flujos de remesas.
Audebert (2012) destaca la importancia de las remesas en la reducción del déficit de la
balanza de pagos, su contribución al financiamiento de proyectos de infraestructura, ciertos
sectores también se han beneficiado de remesas como el turismo y el transporte público. Sin
embargo, su efecto sobre la actividad del desarrollo depende de cómo se utilicen estos fondos,
ya que los efectos son diferentes sobre la producción, la inflación y las importaciones.
La mayoría de los haitianos vive en países desarrollados, aunque el porcentaje de
migrantes haitianos en países en desarrollo ha aumentado con el tiempo, constituyendo nuevos
polos del espacio internacional haitiano, como Brasil, Chile y México tras el terremoto del 12
de enero de 2010.
Tabla 2.3: Migrantes haitianos a países desarrollados y en desarrollo
Años
2005
2010
2015
Total
9 57 722
1 092 025
1 200 940
Países desarrollados
617 857
702 804
870 662
Países en desarrollo
339 865
389 221
330 278
Porcentaje de migrantes en
países desarrollados (%)
64.5
64.3
72.5
Fuente: Elaboración propia de autor con datos de DAES (2022).
Por otra parte, Stratan (2013) sugiere que el efecto de las remesas sobre el desarrollo en
general no se limita solo al canal directo, que es el aspecto económico, pues existen otros
factores que inciden indirectamente como la transmisión de conocimientos por los migrantes
haitianos que viven en países desarrollados, el papel que desempeñan los migrantes calificados
al proporcionar a los nativos que desean invertir a los migrantes en Haití información útil sobre
el clima empresarial y los sectores rentables, que les permita superar las barreras de la
información.
2.1.2 Efectos negativos
La intención con esta presentación es contribuir a la teórica ofreciendo una visión crítica,
negativa y alternativa a ambos enfoques. En particular, cuestionando la vigencia del discurso
de las autoridades haitianas muy de moda hoy, que celebra y ensalza el supuesto potencial
productivo de las remesas. Cabe señalar que la perspectiva no se basa en una visión pesimista,
sino en un enfoque que intenta ubicar en su dimensión real, la contribución de las remesas y
los migrantes al proceso de desarrollo socioeconómico.
En este sentido, ver a los migrantes no como héroes posmodernos que cargan sobre sus
hombros la tarea de promover el desarrollo socioeconómico de sus comunidades, sino como
sujetos impotentes, sumidos en un flujo migratorio según el cual se crea una dependencia
perversa en torno a las remesas. Por el contrario, desde el punto de vista, viendo que los
migrantes como tantos otros sujetos sociales que también están expuestos a diferentes
contextos de vulnerabilidad y riesgos sociales, pero que, como ellos, también cuentan con
diversos mecanismos y capitales sociales que les permiten afrontar con su situación social (Ros,
2004; Ratha, 2013).
En este sentido, el potencial productivo de las remesas, así como la participación de los
migrantes en el financiamiento del desarrollo socioeconómico de Haití, no se diferencia en
nada del potencial productivo de otros ingresos y capital social de otros sujetos sociales (Portes,
2007; Stefoni, 2019). Hay que considerar que las remesas podrían tener un potencial económico
y social diferente al de otras fuentes de ingresos de la población, no tiene fundamento. Primero,
considerando el monto de las remesas, no debe olvidar que se trata esencialmente de un ingreso
salarial, que tiene los mismos usos y el mismo potencial productivo que cualquier otro
trabajador asalariado y remunerado en Haití. De hecho, la migración, en el caso de Haití, es
esencialmente un fenómeno laboral.
Quienes migran lo hacen en busca de un trabajo y una remuneración que les permita
mantener a sus familias en Haití. En este sentido, las remesas son la forma en que los migrantes
transfieren sus salarios a sus familias para su reproducción y subsistencia diaria. El hecho de
que se trate de grandes cantidades no altera en modo alguno el hecho esencial: que se trata de
un flujo salarial fundamental para el sustento de la familia, y no del ahorro ni de los ingresos
‘’extra’’.
En realidad, gran parte de este discurso de las autoridades del Banco Central de Haití
sobre el supuesto potencial productivo de las remesas solo enmascara el hecho de que las
remesas son fundamentalmente una forma de subsidio que los migrantes brindan a las personas
de estratos medios de la sociedad. Así, las remesas permiten al Estado ahorrar recursos, que
puede utilizar para otros fines, incluido el cumplimiento de su responsabilidad social de
proporcionar infraestructura del desarrollo social y económica (Orozco, 2011; Chami et al.,
2012).
Sin embargo, el efecto de las remesas de los migrantes depende de cómo se utilicen
estas remesas. A diferencia de las remesas que se destinan a la inversión, la mayoría se destina
a bienes de consumo, educación y compra o construcción de viviendas. En este caso, las
remesas no tienen un efecto positivo en el desarrollo económico de los países de origen de los
migrantes. Orozco (2005) y Paul (2008) encuentran que los resultados de los estudios que
examinan el efecto de las remesas en el desarrollo no son claros, porque los resultados
dependen de cómo los receptores utilicen estos fondos. Sin embargo, el estado también se
beneficia de esta ganancia financiera inesperada y podría usarla más para el desarrollo del país.
El estudio de Dubois (2018) el gobernador del Banco de la República de Haití mostró
que el Estado se beneficia de las remesas que se destinan al consumo de bienes locales o
importados, y que contribuyen al aumento de la base imponible a través del Impuesto Agregado
- IVA y derechos de importación, que permite al Estado reducir impuestos y / o aumentar el
gasto público. Por tanto, el efecto de las remesas depende de su uso por parte de los hogares
beneficiarios, y también del Estado, que se beneficia de un mayor nivel de deuda para financiar
sus inversiones. De hecho, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (2009) han
encontrado que las remesas de los migrantes pueden asegurar un mayor nivel de endeudamiento
a los países receptores que si estos países no se hubieran beneficiado de las remesas y promover
el financiamiento de inversiones y el desarrollo económico.
Sin embargo, otros estudios creen que las remesas no tienen un efecto positivo en el
desarrollo económico y social y podrían empeorar la situación. A modo de ilustración, el
estudio realizado por Banco de la República de Haití - BRH (2017) revela que las remesas le
permiten al Estado tener más recursos a través de la base imponible, y redistribuir estos recursos
a las personas que están en el poder y promover la corrupción dentro de las instituciones
estatales.
Por lo tanto, las remesas pueden causar problemas de riesgo moral y falta de
participación del gobierno. Como resultado, los flujos de remesas de los que se beneficia el
Estado no podrían desencadenar un desarrollo económico y social real ni financiar inversiones
productivas. Sin embargo, estos resultados no se pueden generalizar y los efectos de las
remesas varían según la naturaleza del país y la forma en que se gasta este dinero.
Orozco (2005) y Canales (2008) argumentan que las remesas se gastan más en consumo
y hacen que los hogares receptores sean siempre dependientes. Otros estudios han encontrado
que las remesas se gastan más en escolarizar a los niños, o que el sector salud es el que más se
beneficia, o que aumentan el nivel de inversión (BRH, 2017). Sin embargo, la Organización
Internacional de la Migración - OIM (2018) reveló que existen dos fenómenos que podrían
comprometer el proceso de remesas en un creciente desarrollo económico.
En Haití, expresando el aumento del flujo de remesas seguido de la disminución de las
actividades productivas y agrícolas. En el caso de las remesas de los migrantes haitianos, los
consiguientes flujos de remesas que ingresan al país provocan una depreciación de su moneda
frente a las monedas extranjeras y, en esta situación, las exportaciones son más caras y pierden
competitividad. Así, para productores y agricultores, embarcarse en importaciones sería más
beneficioso que permanecer en el sector manufacturero y agrícola que está perdiendo su lugar
frente a productos importados que son más caros.
Para la balanza comercial, según la Organización Internacional de la Migración - OIM
(2018), las repercusiones serían negativas o incluso perjudiciales con el aumento de las
importaciones y la caída de las exportaciones. El segundo fenómeno es el de riesgo moral, las
remesas permanentes permiten a los hogares beneficiarios compensar la falta de recursos
financieros, lo que les permite vivir con el menor esfuerzo. Como resultado, la oferta de mano
de obra está disminuyendo en el mercado laboral de Haití. Esta situación corrobora la hipótesis
de que los fondos transferidos no se invierten en actividades productivas (BRH, 2017).
Faini (2007) corrobora sus puntos de vista sobre la literatura tradicional sobre remesas
que sugiere que las remesas se gastan principalmente en un consumo conspicuo. Así, según él,
la idea de que las remesas tienen efectos en el desarrollo, cualquiera que sea su uso, es
raramente desarrollado por los estudios micro-económicos más profundos.
De hecho, en su análisis teórico, Faini (2007) se inspira en el estudio de Orozco (2005)
quien, en su modelo, encuentra que los flujos masivos de remesas conducen a un declive en el
sector manufacturero, pero también que el fenómeno de amenaza moral tiene lugar dentro de
las familias de los migrantes y sería más importante en un entorno que incluye distorsiones.
Los reflejos de su modelo contradicen los de la nueva teoría de la migración que sugiere que
las remesas estimulan el desarrollo de los países receptores y que los efectos son mayores con
la existencia de distorsiones económicas.
En efecto, Binford (2002) y Canales (2008) encuentran que, si las remesas tuvieran
efectos tan beneficiosos para el desarrollo socioeconómico de los países de origen de los
migrantes, el fenómeno de la migración no tendría que extenderse y cesaría en los países
pobres. Además, en países donde las remesas ocupan una proporción significativa de su
Producto Nacional Bruto - PNB, su sector manufacturero y agrícola corren el riesgo de perder
su competitividad internacional como perspectiva de la evolución del tipo de cambio de sus
monedas como fue el caso de algunos países del Caribe y América como Haití, Salvador y
México (Fleurima, 2021).
Binford (2002), Orozco (2005) y Canales (2008): los efectos de las remesas en el
desarrollo serían bastante negativos por los efectos perversos que generan, cuyos costos son
mayores que los beneficios que pueden generar. Estos autores abordan estos efectos negativos
que son:
- En el caso de que las remesas generen una demanda mayor que la oferta de bienes
locales, y más particularmente de bienes no de mercado, la tasa de inflación aumenta
drásticamente. Por ejemplo, el Banco de la República de Haití (2020) encontró que las
remesas llevaron a un aumento exponencial en los precios de las tierras agrícolas, el
alquiler o venta de casas y la venta de autos importados en los últimos diez años.
- La demanda de bienes importados y de lujo está aumentando, lo que genera un alto
costo de vida y una disminución del poder adquisitivo.
- El efecto de la negatividad haitiana que podría surgir a través de la depreciación del
tipo de cambio real de la moneda nacional de Haití como país receptor y podría tener
repercusiones negativas en la producción nacional y el desarrollo económico y social.
Keeley (2009) también encuentra que las remesas hacen que los hogares dependan de
los fondos, sin buscar un empleo estable o correr riesgos al emprender proyectos, creando un
riesgo moral dentro de las familias migrantes. Además, las remesas pueden tener otros efectos
adversos en el desarrollo de los países receptores más específico en el caso de Haití a través de
cambios en el tipo de cambio de la moneda.
En esta perspectiva, los productos importados se encarecen y pierden competitividad
en los mercados nacionales, pero también el deterioro del sector agrícola en Haití, lo que genera
una crisis laboral en este país. Esta situación económica se conoce por el efecto perjudicial. Sin
embargo, esta observación no puede generalizarse y difiere según el país y las políticas
económicas emprendidas.
Además, las remesas de los migrantes provocan un aumento de la demanda frente a la
oferta, lo que genera un efecto inflacionario. Así, la mayor demanda de bienes de lujo y
prestigio importados agrava el déficit de pagos. Por lo tanto, flujos tan grandes que ingresan al
país podrían demorar al Estado en reestructurar y aplicar políticas sólidas para reactivar el
desarrollo económico del país.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos - OCDE (2017)
también argumentó que, si las remesas conducen a una demanda interna que excede la
capacidad de oferta de una economía, y esa demanda es de bienes no de mercado, podría haber
efectos adversos sobre la inflación.
Sin embargo, si esta demanda es de bienes comercializables, las remesas pueden hacer
que el tipo de cambio real se aprecie y, posteriormente, las empresas nacionales perderán su
competitividad en los mercados externos y locales, ya que las importaciones se vuelven más
baratas que otras exportaciones. Esto lleva a que los productores abandonen el sector
manufacturero y agrícola (sector de bienes comerciables) y se muevan hacia el sector de bienes
no de mercado, lo que conduce a un deterioro del sector productivo y de la balanza de pagos,
y por ende a un aumento de la tasa de desempleo.
El efecto de las remesas sigue siendo marginal, esto puede justificarse por el hecho de
que las importaciones inducidas por las remesas se utilizan para adquirir bienes de capital más
costosos, deteriorar la productividad nacional y hacerla menos competitiva.
Binford (2002) argumentó que las remesas son una fuente de vulnerabilidad, tienen
repercusiones negativas sobre la composición de la producción y los precios de los bienes
transitable y no transitable. Por tanto, desde un punto de vista micro-económico, las remesas
se consideran una fuente de dependencia y, en ocasiones, crean tensiones entre familias sin
migrantes y familias con migrantes. Estos últimos son conocidos por su conspicuo consumo y
sus escasos esfuerzos en su trabajo.
Así, como dijeron Canales (2008), Orozco (2008) y Joachim (2017) que las remesas
conducen a comportamientos rentistas entre las familias beneficiarias, los familiares de los
migrantes que han permanecido en los países de origen ya no quieren trabajar esperar los
fondos transferidos para gastarlos en consumos conspicuos y comprar bienes de lujo
importados del exterior, y los jóvenes activos del país quieren salir del país y unirse a los
migrantes.
Por otro lado, en el caso de que las remesas se gasten en consumo en detrimento de la
inversión, el efecto sería positivo en el bienestar de los hogares, pero no en el desarrollo
económico y social. Por lo tanto, en una economía con un sistema financiero desarrollado, las
remesas no pueden aliviar las limitaciones de acceso a los mercados crediticios que, en la base,
no existen. Sin embargo, pueden tener efectos positivos sobre el capital humano y permitir que
los niños estudien en lugar de ir a trabajar (Solimano, 2009).
2.2 Tipología de las remesas y utilizaciones
De las diferentes categorías de remesas de los migrantes, investigadora como Chami et al
(2008) las han definido como: periódicas, no compatibles y no mercantiles entre individuos
que tienen diferente lugar de residencia. Entre la literatura reciente que ha clasificado y
organizado estas categorías o pilares de las transferencias privadas se encuentran: las
perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial (BM, 2013), las perspectivas de la
economía mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI, 2015).
Según Chami et al (2008), las remesas se dividen en dos tipos que son:
a) Remesas de activos acumulados. Durante su estadía en un país de destino, los migrantes
generalmente envían fondos a su país de origen. Así, si deciden regresar definitivamente a su
país, entonces puede ser necesario transferir los activos acumulados. Esta remesa se considera
un tipo de capital y no un pago. Según el autor, esta remesa se registra como un de capital.
b) Reclasificación de activos. Este tipo de remesas incluye las transacciones de personas que
cambian de país de residencia, pero este cambio no involucra remesas de flujo financiero real.
Ejemplo para poder entender, Bill Gates, el presidente de Microsoft Corporation,
residente en los Estados Unidos, hizo una solicitud de cambio de residencia para Barbados (su
solicitud fue aceptada). La revista Forbes difundió la reclasificación de su patrimonio, que se
estimó en 56 mil millones de dólares estadounidenses (Chami et al., 2013).
Una vez que se produjeron los flujos de remesas, las remesas recibidas por Barbados
deberían haber aumentado drásticamente. Sin embargo, no hubo transferencia. El PIB de
Barbados era inferior a los 3.000 millones de dólares estadounidenses antes de la
reclasificación de activos de Bill Gates y, después de eso, el nivel de vida de los hogares se
mantuvo igual sin aumento del ingreso per cápita (Chami et al., 2013).
Según el Banco Mundial (2013) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (2015,) la diferencia entre las remesas, es decir, estos dos tipos de transacciones
(transferencia de activos acumulados y reclasificación de activos), es que los dos últimos
pueden no incluir flujos reales (Marcelin, 2017; Chami et al., 2013; Mata, 2010; Taylor, 2001).
Sin embargo, la generación de migrantes haitianos en México está más interesada en
invertir en actividades generadoras de ingresos a través de la creación de Pequeñas y Medianas
Empresas productivas y comerciales pero buen parte de manera informal. Estos migrantes se
dedican al emprendimiento creando PME también en sus países de origen (Taylor et al., 2005),
parte de los ingresos derivados de su actividad se destinan a cubrir las necesidades básicas de
sus familias, lo que permite a los migrantes emplear las remesas de fondos, además de sus
ahorros, en inversiones productivas y abandonar el método tradicional de las remesas que, en
la base, estaban destinadas a las familias de los migrantes para mejorar su bienestar y sus
condiciones de vida (Taylor et al., 2005).
En efecto, esta nueva estrategia emprendida por los migrantes haitianos ha permitido
tanto el aumento de los ingresos de los migrantes a través de la creación de numerosos
negocios, como también, el mantenimiento de la familia que permanece en el país. Así, esta
estrategia permite a los migrantes preparar su bienestar en el país luego de haber desarrollado
su negocio. La mayoría de los migrantes entrevistados en el trabajo de campo informan tener
un negocio en el área de acogida (pequeña o mediana empresa).
Keekey (2009), los usos de las remesas son múltiples, y difieren de una familia a otra,
y de un país a otro según las necesidades. Sin embargo, sean cuales sean estas necesidades, una
parte importante del monto de las remesas suele destinarse a gastos diarios (alimentación,
salud, vestido y educación). Así, se destinan a gastos de consumo sostenible compra o
construcción de una casa, terreno, electrodomésticos, pero también a sufragar los gastos de
fiestas religiosas, funerales y bodas. Otras familias los gastan con fines ostentosos e importan
productos suntuarios del exterior. Este maná que viene de los migrantes en divisas que viene
del exterior puede salir del país.
Es importante tener en cuenta las estructuras familiares actualmente presentes en Haití,
en la medida en que el hogar constituye una unidad de bienestar para el desarrollo
socioeconómico de manera individual. En efecto, los migrantes comparten los ingresos que
tienen en el país de acogida con el fin de satisfacer mejor y el consumo de cada miembro que
lo compone. La utilización del hogar como unidad de análisis de la política social permite poner
en marcha una intervención integral que tenga en cuenta tanto las necesidades de las personas
como las del conjunto del hogar, evitando así la descoordinación de las distintas acciones del
desarrollo socioeconómico.
También, la existencia de economías de escala dentro de un hogar a partir de las remesas
de los migrantes, las cuales se logran compartiendo bienes de uso colectivo (vivienda,
equipamiento del hogar, etc.) pero también de consumo (relación inversa entre costos unitarios
y cantidades compradas), posiblemente permitiría establecer esquemas de asignación de
remesas decrecientes según el número de destinatarios por familia.
De hecho, una parte de las remesas dedicadas a la inversión sigue siendo modesta. Sin
embargo, hay regiones donde los migrantes están más interesados en la inversión colectiva y
el desarrollo social. Según Taylor et al., (2005), los migrantes del estado mexicano de
Zacatecas, asentados en Estados Unidos, crearon en la década de 1960 asociaciones
denominadas Hometown Associations con el objetivo de ayudar a las familias de su lugar de
origen cuando lo necesitan y cubrir los gastos del cuidado de un miembro cuando se ha
enfermado.
Así, se encargan del traslado de los restos de los migrantes, que fallecen en Estados
Unidos, a su ciudad de origen. Esta solidaridad de los migrantes mexicanos creció, comenzaron
a financiar proyectos en xico como la rehabilitación de infraestructura antigua y plazas
públicas, lo que llamó la atención del gobierno. Este último anunció entonces un programa
llamado “dos por uno” donde, por cada dólar enviado por las asociaciones de migrantes, el
Estado Federal de Zacatecas sumaba un dólar para financiar proyectos públicos.
Entonces, el Estado Mexicano ha puesto en marcha un otro programa llamado “tres por
uno” en todo México donde, por cada dólar que envían las asociaciones, el Estado suma dos
dólares. Este dinero se utiliza para financiar infraestructura, el suministro de agua potable,
electricidad, la construcción de hospitales y escuelas, y también becas. Por lo tanto, el uso de
las remesas no se limita a apoyar económicamente a las familias con migrantes. De hecho,
estos programas iniciados por el Estado en asociación con los migrantes han permitido la
realización de varios proyectos en interés y el desarrollo socioeconómico del país.
Sin embargo, en la misma dirección que México, pero un poco diferente, según el
estudio realizado por Charles, Green y Butterfly en Haití en 2012, los migrantes haitianos
pueden transferir su dinero a través de asociaciones de migrantes que viven en el extranjero,
estas últimas se encargan de todas las transacciones financieras a su país de origen y garantizar
las remesas a las familias anfitrionas, específicamente en las ciudades de provincia donde no
hay instituciones financieras y las redes de migrantes son la única forma de lograrlo.
Estas asociaciones que habían citadas en cima también se ocupan de las remesas de los
migrantes colectivos que se utilizan para financiar proyectos de construcción de escuelas,
hospitales y suministro de agua potable en zonas remotas. Estas remesas colectivas se utilizan
para financiar proyectos en beneficio de toda la comunidad, a diferencia de las remesas
individuales consideradas como asistencia financiera destinada únicamente a familias con
migrantes. Por lo tanto, las remesas de los migrantes se gastan principalmente en consumo.
Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE, 2015) mencionó que la nueva generación de migrantes invierte más en
actividades productivas, comerciales y hoteleras. Pero son los migrantes con medios
económicos quienes invierten más que los migrantes de bajos ingresos de países menos ricos
(Charles y Green, 2012; Butterfly, 2012; Banco Mundial, 2013).
Dos estudios marcaron la literatura sobre esta cuestión. El primer estudio es el de Taylor
et al. (2005), basado en una encuesta en México en 1992 a 55 familias que trabajaban en la
ganadería. El autor muestra que la participación de las remesas utilizadas por las familias
beneficiarias en esta actividad ha contribuido enormemente al aumento de las explotaciones
ganaderas. En otro lado, Taylor et al. mencionó que el pastoreo de ganado en este pueblo es la
ocupación más beneficiosa ya que es la fuente de su riqueza. El otro elemento también que
aparece en la especificidad econométrica de Taylor en 2001 es el capital humano representado
por la educación que no se ha beneficiado de las transferencias privadas.
Explica este resultado mencionando las características de la región que no dan
importancia a la educación. El segundo estudio es el realizado por Woodruff y Zenteno en 2001,
a partir de datos de una encuesta realizada en México para explorar la relación entre migración
e inversión. Estos autores han destacado la existencia de una correlación positiva entre
migración e inversión.
Así, según sus resultados, a mayor tasa de migración, más hogares invierten los fondos
recibidos en la creación de pequeñas empresas. Luego, Woodruff y Zenteno incluyeron la
cantidad de activos acumuladosen las transferencias privadas (2001). Así, no explicaron
cómo estos fondos recibidos contribuyen al financiamiento de las empresas.
Considerando que las remesas que realizan los migrantes son prácticas sociales, y que
su uso por parte de las familias o comunidades beneficiarias depende de las necesidades de
estas últimas. De hecho, la diversidad de prácticas sociales se traduce en diferentes tipos de
remesas.
Las remesas de los migrantes individuales se dedican a sus proyectos personales e
inversiones en el país de origen. Por otra parte, las remesas colectivas con el punto de vista de
realizar proyectos colectivos en su ciudad de origen, como la implementación o modernización
de infraestructuras como el saneamiento de la ciudad, la construcción de hospitales o escuelas,
pero también la realización de proyectos económicos.
Las remesas de los migrantes están destinadas a mejorar el bienestar de la familia del
migrante, es decir, apoyar el consumo y/o aumentar la riqueza familiar. De hecho, los usos
finales de las remesas se consideran transferencias compensatorias, es decir, su propósito es
compensar las malas condiciones asociadas con niveles de consumo deprimidos y/o compensar
las malas condiciones económicas mediante la inversión en capital productivo, porque la
asignación de las remesas depende de la total de necesidades y oportunidades disponibles para
cada familia.
Los estudios teóricos y empíricos de los determinantes de las remesas describen una
interacción compleja entre los migrantes y sus familiares que no encaja en una sola teoría
(Taylor, 2001; Mata, 2010; Chami, 2013). En última instancia, el importante papel que
desempeña el altruismo en la literatura teórica, la evidencia empírica de la naturaleza
compensatoria de las remesas y el predominio del consumo en los usos finales de los fondos
recibidos indican que estos últimos intentan compensar la economía de las familias receptoras
del mal desempeño de su anterior utilidad.
2.2.1 Tipología entre remesas, migración y desarrollo
Como se mencionó anteriormente, la migración y las remesas de los migrantes son dos
fenómenos estrechamente relacionados. En consecuencia, parece importante comprender, por
un lado, las razones que llevan a las personas a abandonar su país de origen y, por otro lado,
realizar un inventario del flujo de migrantes. Así, la decisión de migrar puede explicarse por
hipótesis según las cuales un individuo elige, teniendo en cuenta los costos de la migración,
trasladarse a una zona donde el bienestar esperado es mayor.
Las razones de la migración son múltiples y van desde el contexto económico hasta las
causas sociopolíticas y la inseguridad. También puede ser que la migración no sea el resultado
de factores económicos inherentes al país de origen, como bajos ingresos y alto desempleo,
sino más bien de factores de atracción que caracterizan a los países receptores. Así, explicando
la migración internacional desde fundamentos meso económicos. Además, la dinámica de la
migración internacional, en particular del país receptor, ha sufrido cambios en los últimos años
en cuanto a su estructura y características que pueden reflejar cambios en las motivaciones de
las remesas.
Entre los estudios que muestran la contribución de la migración haitiana al desarrollo
socioeconómico de las familias, varios están dedicados al bienestar (Canales, 2008; Keekey,
2009) o compromiso filantrópico de los miembros de la migración que hacen parte de colegios
profesionales o asociaciones de su ciudad de origen (Pierre-Louis, 2006). Sin embargo, las
remesas están muy sobrerrepresentadas (Orozco, 2006-2011).
Las remesas desempeñan un papel esencial en los hogares. Observándose una tendencia
hacia el uso de métodos informales para las remesas (Miller, 2010; Orozco, 2011; Migration
Policy Institute, 2014), lo que se explica por la precaria situación de muchos haitianos en los
países de destino, y en particular en los de bajos ingresos (Canales, 2011; Marcelino, 2013).
Encontrando únicamente información sobre el origen de los montos y la modalidad de las
remesas, así como datos demográficos de los emisores y de las familias receptoras de estas
transferencias, pero pocos, en cambio, se interesan por la forma en que se realizan estas remesas
gastadas y sus efectos en los hogares haitianos.
Según un estudio realizado por Orozco en 2006, casi un tercio de las remesas a Haití se
destinan a la compra de alimentos y pago de renta, mientras que el resto de los fondos se
destinan a educación, vestimenta, inversión de pequeñas empresas y ahorro. Sin embargo, es
difícil evaluar las consecuencias de las remesas para las familias, como lo muestran varios
estudios que tratan sobre los efectos de las remesas en la educación de los niños haitianos. De
hecho, es necesario diferenciar las familias migrantes de las no migrantes para comprender
mejor la dicotomía de las remesas en el acceso a la educación y las repercusiones para los
niños.
Además, la ambivalencia entre los miembros de la migración y su país de origen
complica aún más esta movilización. Sobre todo, aprovechar el vínculo de la dualidad entre
migración y desarrollo seguirá siendo una meta inalcanzable para Haití mientras se carezca de
los datos necesarios para comprender la migración en sus diversos aspectos (Audebert, 2004;).
Por eso es imperativo poder contar con donantes internacionales, el sector privado, la sociedad
civil y las autoridades. Este último debe desempeñar un papel privilegiado para poder contar
con un análisis de la migración hacia y desde Haití, la migración internacional y la de circular
(Forum Mondial sur la Migration et le Développement, 2014).
Sin embargo, durante años Haití ha sufrido crisis políticas preocupantes, y luego de los
desastres naturales consecutivos, su esfuerzo para explotar los recursos de la migración ha sido
“insuficientes e inconsistentes” (Marcelino, 2013). Aunque las autoridades haitianas son muy
conscientes de que la migración puede ser un motor para el desarrollo económico y social de
las familias, hasta el momento no han desarrollado políticas adecuadas. En muchos sentidos,
buena parte de las familias son sostenidas por los miembros de la migración (Banco Mundial,
2013; Orozco, 2006; Pierre-Louis, 2006).
Las remesas son un ejemplo consistente: Haití recibe montos significativos de esta
manera cada año (Gráfico 1). Por lo tanto, los haitianos que viven en el extranjero desempeñan
un papel esencial en el apoyo a sus familias que permanecen en el país y son un recurso crucial
para su desarrollo socioeconómico, que las autoridades haitianas, sin embargo, aún no han
logrado aprovechar (Audbert, 2008-2012; Marcelin y Jean-Marie, 2016).
Gráfico 2.1 Las remesas a Haití siguen aumentando
Fuente: Les migrations et les envois de fonds (BM, 2016).
Resaltar que el primer intento del país por promover y movilizar su migración se
remonta a la creación, en 1991, de una cartera dedicada a los haitianos en el exterior dentro del
gobierno del expresidente Jean-Bertrand Aristide (International Crisis Group, 2007). Este
ministerio, llamado Décimo Departamento, para recordar que Haití contaba con 9, este
departamento rebautizado unos años después como Ministerio de los Haitianos Viviendo en el
Exterior (MHAVE, siglo en francés), fue creado en 1995 para representar los intereses de la
migración (ibid.).
Su función fue desarrollar y coordinar políticas e iniciativas relacionadas con la
migración internacional haitiana. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por institucionalizar
la movilización migratoria, el MHAVE siempre ha estado subfinanciado, subutilizado y
subvaluado. El International Crisis Group (2007) observa que, en 2004, el MHAVE definió un
nuevo eje político adaptado, centrado en el desarrollo socioeconómico, la inversión y la
transferencia de conocimientos, pero que adolecía de la ausencia de una planificación a largo
plazo.
Los obstáculos que enfrentó el ministerio citado arriba fueron los recursos limitados, la
falta de influencia en Haití y en el exterior, y las dificultades para colaborar con otros
organismos públicos, pero que tuvieron efectos nocivos en la coherencia de este eje. Además,
la rápida rotación de ministros (casi dos ministros diferentes en este cargo por año durante el
gobierno 2010-2015) plantea como se puede preparar, implementar y acompañar cualquier
medida con una rotación tan frecuente.
A pesar de esto, el MHAVE ha sabido dar coherencia a sus esfuerzos por mantenerse
en contacto con los haitianos en el exterior (migrantes haitianos), y movilizar la migración a
favor del desarrollo social y económico. Al mismo tiempo, el Estado central comenzó a tomar
en cuenta la utilidad de la migración en la estrategia de desarrollo de sus familias.
Al año siguiente de 2007, el Ministerio de Planificación y Cooperación Externa de Haití
publicó su Documento de Estrategia Nacional para el Crecimiento y la Reducción de la
Pobreza (DSNCRP, siglo en francés), que presenta un diagnóstico de la pobreza y las
desigualdades, un análisis de los actores estatales y no estatales, los principales proyectos de la
gobierno haitiano, una revisión del marco y las políticas macroeconómicas, así como los
medios de financiación, implementación y seguimiento de las medidas decididas (p. 14).
Al mencionar directamente la migración haitiana, este documento reconoce
explícitamente la importancia de los migrantes para el desarrollo social y económico.
Específicamente, destaca el deseo del gobierno de incluir a los haitianos que viven en el
extranjero al continuar desarrollando políticas para promover la inversión para la migración
haitiana (p. 59); apoyando, con el fin de contribuir al desarrollo de sus familias y reducir la
pobreza, los proyectos de las poblaciones locales que pueden ser (parcialmente) financiados
mediante una tasación de las remesas de la migración y fomentando campañas de promoción e
incentivo a la inversión dirigidas a haitianos extranjeros.
A pesar de la relativa ausencia de medidas concretas que permitan la participación de
los migrantes, la consideración de la migración muestra que el Estado es consciente del vínculo
que existe entre las tipologías de las remesas, la migración y el desarrollo. De hecho, este
documento estratégico debe servir como un plan de desarrollo socioeconómico y tiene como
objetivo aumentar la eficacia de la ayuda internacional a Haití. Sin embargo, fue precisamente
el terremoto de 2010 el que puso la migración en el centro de las discusiones sobre
recuperación, reconstrucción y desarrollo a favor de las condiciones de vida de las familias que
permanecen en el país.
2.3 Remesas de los migrantes: ¿México lugar transnacional?
Desde el punto de vista de la teoría transnacional
13
, esto ayuda a explicar la migración
internacional a partir de estudios que abordan el concepto de un país transnacional, basados en
la posición sociológica tradicional entre comunidad y sociedad (Sánchez, 2012; Barthelemy,
2009). El argumento básico es que entre dos empresas diferentes puede existir un país o una
comunidad transnacional. El país de destino de la migración internacional y las
correspondientes prácticas cotidianas de los migrantes se conciben y analizan como
componentes integrales de una comunidad transnacional que se extiende desde el país de origen
de los migrantes.
Según Migration Policy Institute (2014), la teoría enfatiza las consecuencias
socioeconómicas que genera la migración, implicando que las formas de vida se han dado en
lugares de origen y destino, donde las personas están expuestas a un conjunto de expectativas
sociales, valores culturales y modelos de interacción que operan en el ámbito social y esferas
económicas.
Por lo tanto, el desarrollo es un proceso complejo que implica la integración de una
variedad de actores e instituciones para ejecutar estrategias sólidas a largo plazo. El proceso
puede implicar la integración de nuevos actores y la aceptación de realidades cambiantes. Los
aspectos cruciales en el campo del cambio social y en el contexto actual de un mundo
globalizado son la naturaleza compleja del desarrollo y la capacidad de adaptar las políticas a
13
Esta teoría se originó en la década de los ochenta y fue considerada relevante y necesaria en los estudios de la
migración internacional porque no reduce la investigación exclusivamente a los procesos de flujos migratorios, a
las relaciones económicas o a la simple asimilación y adaptación cultural, como se hacía hasta entonces Roger
Rouse (1989) es quien propone que el espacio y la distancia no deben ser obstáculos para la reproducción de la
vida comunitaria entre México y Estados Unidos ... se entrelazan con tal fuerza que probablemente se entiendan
mejor como formando una sola comunidad dispersos en diversos lugares (Sánchez, 2012, p. 26).
las variaciones a lo largo del tiempo y de centrarse en las realidades específicas de cada país
(Orozco, 2007).
Sin embargo, en México, como país de tránsito para migrantes internacionales y
extracontinentales que pretenden llegar a los Estados Unidos, por lo general, en forma irregular,
los migrantes están expuestos no solo a persecuciones, detenciones y abusos expulsión de la
policía migratoria mexicana, sino también a la extrema inseguridad por las acciones del crimen
organizado (Merari, 2018). La reciente ola de migrantes haitianos se enmarca en este contexto
y representa un nuevo escenario migratorio.
Considerando la falta de gobernanza central de las instituciones y sus responsabilidades
en Haití con respecto a los flujos migratorios, y el incumplimiento de los derechos
fundamentales de la mayoría de los haitianos en los países de origen, sumado a las dificultades
de la asistencia externa, existe un creciente interés en comprender la contribución de la
migración internacional en el desarrollo del país. Así, es necesario destacar las posibles
consecuencias de la migración para el desarrollo.
Esta figura permite comprender el contexto migratorio en la globalización a expensas
de los haitianos y la visión crítica de las remesas acumuladas por los migrantes y en esta
perspectiva, considerando que la migración haitiana acentúa en problemática de la población
por la fuerte dependencia de las remesas.
Figura 2.2 - Aspectos de la migración internacional haitiana
Fuente: Elaboración propia con la información de Fleurima (2022)
Además, la migración es constitutiva de Haití, con un número creciente de migrantes
que abandonan el país: en 2017, alrededor de 1,2 millones de haitianos vivían en el extranjero,
o casi el 11% de la población, pero también en 2010, estaba cerca de 1.000.000 (10,4% de la
población) (Marcelin, 2017, Doura, 2012). Sin embargo, la inestabilidad política, la opresión
económica y/o los desastres naturales han contribuido a la configuración de nuevos flujos
migratorios. Cerca de 300.000 haitianos son víctimas del terremoto de 2010 que optan por
migrar consecutivamente hacia América y la región del Caribe, como Brasil, Chile y México
las Bahamas, Cuba, Curazao, Santo Tomas, República Dominicana, entre otros países de
destino.
La migración internacional son los efectos en el desarrollo socioeconómico y la
transformación social en Haití, asociados con el flujo migratorio internacional de haitianos
hacia los países de residencia. El vínculo entre la migración y el desarrollo socioeconómico se
ha estudiado en la literatura haitiana, pero a nivel de la migración internacional sigue siendo
un área de estudio relativamente antigua. Por tanto, es necesario resaltar las posibles
consecuencias de la migración haitiana a largo plazo.
La migración haitiana con dependencia tiene una profunda influencia en el desarrollo
básico de una población (Coulange, 2017; Fleurima, 2019), fenómeno descrito en la literatura
como transformación de los migrantes. Por tanto, hay que agregar que la relación entre este
proceso es compleja. Este tema cobra aún más importancia en los últimos años, la migración
ha sido percibida como un fenómeno que puede ser manejado y utilizado en la política social
y económica de los países de origen (Haití).
La creciente popularidad de la orientación a favor de la migración de algunas
influencias en desarrollo puede atribuirse al fenómeno del transnacionalismo (Orozco, 2011;
Ariza, 2012). El transnacionalismo es un proceso en el que los migrantes crean y mantienen
relaciones sociales multidimensionales que abarcan sus sociedades de origen y llegada (Glick-
Schiller, 2001; Audebert, 2017).
Por tanto, lo transnacional describe cómo lo nacional se vuelve global y como todas las
partes del mundo son ahora mucho más interdependientes a través de los mercados
económicos, la información, la difusión y la homogeneización cultural. Así, la migración
internacional de un país a otro revela la capacidad de las personas para constituir nuevas
configuraciones económicas y sociales, una de cuyas expresiones son las comunidades
transnacionales en las que funcionan los migrantes (Sánchez, 2012).
Asimismo, con nuevas redes transnacionales
14
han surgido en el contexto de la
globalización a partir de la consolidación
15
de vínculos migratorios. Actualmente, las redes
migratorias, basadas en relaciones de familia a familia, contribuyen significativamente a la
integración de los países en el desarrollo y global (Orozco, 2007). Las expresiones de esta
integración incluyen donaciones de migrantes, inversiones grandes y pequeñas, comercio,
turismo y remesas migratorias unilaterales.
Se considera que la migración contribuye al desarrollo social, al menos a nivel nacional,
cuando los efectos directos e indirectos de las remesas enviadas por los migrantes
internacionales haitianos ayudan a estructurar la actividad económica local de tal manera que
la incidencia de la futura migración internacional disminuye (Binford, 2002; Baeninger, 2017).
En otras palabras, las inversiones en remesas, o los efectos indirectos de su desembolso,
proporcionan la base para las condiciones de trabajo humanas y un nivel de remuneración
suficiente para mantener una forma de vida digna. Numerosos hogares han utilizado el dinero
de las remesas para crecer económicamente, al menos durante un tiempo.
Sin embargo, un número importante de hogares y comunidades se han quedado
estancado en el círculo de la migración, ya que la migración internacional provoca una mayor
migración, proporcionando la base para un nivel de vida más alto, que sólo se puede mantener
gracias a un flujo constante de remesas (Magalhães, 2017).
Se analizando estos pasos de forma aislada, para comprender las peculiaridades de cada
momento de un mismo e inseparable proceso: la circulación de remesas. El escenario
internacional del ámbito de circulación de las remesas de los migrantes es aquel en el que los
volúmenes de remesas son más visibles, ya que para circular internacionalmente necesitan estar
registrados, catalogados, en la balanza de pagos de los países involucrados en esta remesa
(Fleurima, 2019). Es en esta etapa, por lo tanto, que se presentan con mayor claridad los flujos
de remesas de los migrantes haitianos y los países más involucrados en este circuito de remesas.
El origen social de los migrantes y las representaciones de Haití en las sociedades de
asentamiento reflejan la posición de la mayoría de los haitianos en la parte inferior de la escala
socio-económica de los migrantes. Para identificar las principales orientaciones posibles para
14
Existe una gama de definiciones de transnacionalismo: por ejemplo, “agrupamiento de migrantes quienes de
manera rutinaria participan en un campo de relaciones, prácticas y normas que incluyen tanto los lugares de origen
como los de destino” (Lozano y Franc, 2011). En todas partes, con patrones significativos de migración regional,
se va propagando la tendencia de vínculos norte-sur, así como de vínculos sur-sur.
15
Desde hace mucho tiempo, la economía del desarrollo ha considerado vitales los ahorros en el extranjero para
aumentar la relación capital-producción de un país. Se han considerado cuatro factores en ese contexto: inversión
extranjera directa, ayuda oficial para el desarrollo, comercio exterior y transferencia de tecnología. Las remesas
también constituyen ahorros de gran magnitud en el extranjero (Orozco, 2011).
la gobernanza de la migración haitiana, el problema se concentra en las dinámicas y
representaciones sociales de los migrantes en relación con su perspectiva de vida, el proyecto
de reencuentro familiar o la red. También puede ayudar a promover debates teóricos sobre la
relación entre la migración (especialmente de los migrantes trabajadores) y el desarrollo
socioeconómico de las familias en función de remesas.
Sin embargo, las dinámicas migratorias y la movilidad transnacional transforman
nuevos territorios a través de las interdependencias e interacciones que inician entre lugares.
La intensidad de estas relaciones es tal que la experiencia haitiana constituye un caso de libro
de texto en el que se basaron los estudios iniciales sobre el transnacionalismo (Audebert, 2008;
Handerson, 2015), que se centraron en la dimensión social, política y económica de estas
construcciones sociales.
Estudios pioneros han destacado la formalización de prácticas transnacionales
vinculadas a redes familiares, económicas y de comunicación en el contexto de la evolución
histórica de las relaciones entre Haití y los países de destino; y por otro lado los vinculados a
las múltiples estrategias identitarias de los inmigrantes en función de la evolución de los
contextos políticos de las sociedades de asentamiento y de origen (Glick Schiller, 2001).
Este nuevo abordaje de las prácticas sociales de los migrantes haitianos ha alimentado,
junto con las de otros migrantes en movimiento, particularmente de la matriz caribeña, la
reflexión que fundó el desafío científico a la teoría de la asimilación. Este enfoque tuvo el
mérito de ir más allá de la visión segmentada que distingue inmigración y emigración
(migración), lugares de origen y lugares de asentamiento, para resaltar una perspectiva
relacional. El análisis de la dimensión social y política de las relaciones forjadas entre los países
de destino y el país de origen por parte de los actores transnacionales haitianos, sin duda, ha
supuesto un aporte fundamental al conocimiento de las prácticas y experiencias de los
migrantes.
A estos enfoques fundacionales hay que atribuir el haber destacado el papel decisivo y
precursor de los migrantes en México en la constitución de vínculos transnacionales
transitorios y/o permanentes con Haití. Sin embargo, desde el punto de vista de la aprehensión
de la globalización de las redes migratorias haitianas, los límites de estos análisis tal vez radican
en su restricción al contexto específico mexicano, e incluso más bien incluso en los distintos
estados de México: se pasan por alto experiencia de más de la mitad de los migrantes haitianos,
en el Caribe, en Europa o en otros lugares.
En consecuencia, las dinámicas y lógicas espaciales de todos los actores transnacionales
solo se abordan parcialmente (Audebert, 2008-2012). Las insuficiencias de estas reflexiones
en el caso de los migrantes haitianos en México para comprender la evolución del sistema
espacial se vinculan, por tanto, tanto a la falta de consideración de todos los lugares de los
migrantes y las relaciones que se establecen entre ellos, como a las subestimaciones del papel
diferenciado de los contextos socio-políticos de los países de instalación y de las dinámicas
sociales y culturales ínter-generacionales en relación con las especificidades de estos variados
contextos.
El abordaje del funcionamiento espacial de la migración haitiana desde todos sus
lugares de fondeo y paso ofrece una nueva perspectiva que revela la pluralidad de experiencias
migratorias y la forma en que éstas vinculan los distintos espacios de vida (Handerson, 2017;
Fagens et al., 2009). Sin embargo, el interés por las redes transnacionales no desacredita el
entramado estatal nacional, pues parecen nutrirse de la diversidad de singularidades sociales,
económicas y culturales de las propias comunidades de migrantes haitianos ligadas a la historia
de cada campo migratorio, a las especificidades de los marcos jurídicos estatales nacionales y
oportunidades desarrolladas.
A través del movimiento de los individuos, la realidad de sus lazos afectivos y los
intercambios de todo tipo (informativos, financieros), esta perspectiva privilegia a los actores
familiares, comerciales o políticos que desarrollan campos y redes migratorios (Fagens et al.,
2009). Desde este punto de vista, había que mirar cómo la multipolaridad y la interpolaridad
estructuran económicamente esta construcción social desde sus activos económicos para
transformar las condiciones de vida de las familias beneficiarias.
Una reflexión sobre el desarrollo socioeconómico de las familias haitianas frente al
proceso migratorio internacional, considerando las dinámicas de modernización equilibrada y
estratégica de la mejor acción vital de las familias en el ámbito nacional, estabilidad política,
social y control migratorio, ya que se debe alentar a la sociedad haitiana a promover el futuro
y reflexionar sobre el desarrollo socioeconómico de las remesas como dependencia de las
familias receptoras (Fleurima, 2019-2021). La motivación estará ligada a la extensión de los
recientes flujos migratorios haitianos en Tijuana, así como a sus perfiles de incertidumbre
social y también al mejor potencial de los migrantes haitianos que serán analizados con mucha
más profundidad durante el proceso de investigación (Magarita, 2021).
Fueron necesarias más reflexiones académicas sobre este tema, a través de un estudio
que se centre en los entendimientos que constituyen los haitianos en los territorios a partir de
las ideas y conceptos aportados por ellos sobre su país de origen. También será fundamental
comprender el proceso de enfoque y construcción de las relaciones sociales vividas por ellos
en la nueva tierra, en comparación con el país de origen.
2.4 Remesas de los haitianos como guías familiares
La migración y el desarrollo socioeconómico se centran en los medios de vida, que coinciden
con una importante corriente de pensamiento: el asentamiento y integración de las
comunidades migrantes en los países que las reciben (Glick-Schiller, 2001; Castles & Miller,
2009). Esto ha llevado a los migrantes haitianos y sus familias a adoptar una forma de vida e
identidad transnacionales. Este fenómeno está vinculado a la increíble multiplicación de
posibilidades técnicas que permiten a los migrantes mantener vínculos con su familia en el país
de origen a través de las redes sociales y transferir dinero a través de sistemas bancarios
globalizados, formales o informales.
De esta manera, los migrantes haitianos y sus familias pueden desarrollar cada vez más
lealtades duales; ir y venir, entablar relaciones; para trabajar y hacer negocios en dos
ubicaciones remotas simultáneamente. Los migrantes del siglo XIX y principios del XX
también tenían estrechos vínculos transnacionales, pero es innegable que las revoluciones
tecnológicas de hoy han ampliado el alcance de las posibilidades de los migrantes y sus familias
para perseguir formas de vida transnacionales de una manera más consistente y rutinaria.
Las similitudes conceptuales entre el desarrollo de la migración familiar internacional
y los enfoques de los medios de vida son sorprendentes. Estos enfoques de la subsistencia
familiar surgieron a fines de la década de 1970, como lo destaca De Haas (2010). Geógrafos,
antropólogos y sociólogos, que investigan en países en desarrollo, señalaron que los resultados
son diferentes y contradictorios y no corresponden a ideas recientes. Las familias no pueden
reducirse a ser víctimas pasivas de la fuerza de las élites del mundo porque están haciendo todo
lo posible por mejorar sus medios de vida dentro de los límites impuestos por sus condiciones
de vida (De Haas, 2010).
Entonces, una estrategia de medios de vida como una opción hecha por una familia o
miembros individuales para utilizar una variedad de actividades para preservar, proteger y
mejorar sus medios de vida (Herrera, 2005; Beltrán, 2004; Bedoya, 2016). Esta elección
particular se basa en el acceso (selectivo) a los activos, en la percepción del alcance de las
posibilidades y aspiraciones de los actores, y estos aspectos varían según las familias y los
individuos. Por lo tanto, las estrategias de medios de vida son particularmente heterogéneas.
El surgimiento del concepto de subsistencia permitió apartarse de visiones históricas
muy rígidas y deductivas, permitiendo enfoques más contemporáneos (Fleurima, 2019). Al
mismo tiempo, se desarrolló la idea de que las personas organizan sus medios de vida no
individualmente, sino dentro de contextos sociales más amplios (familias, comunidades
aldeanas, grupos étnicos). En muchos entornos sociales, la familia ha sido reconocida como la
unidad de análisis más apropiada (McDowell, 1997).
Es importante comprender cada una de estas etapas, con sus peculiaridades que
involucran un mismo y inseparable proceso de circulación de remesas. El escenario
internacional del ámbito de circulación de las remesas de la migración es aquel en el que los
volúmenes de remesas son más visibles, dado que, para circular internacionalmente, es
necesario que estén registradas, catalogadas en la Balanza de Pagos de los países involucrados
en esta remesa. En esta etapa, por lo tanto, se presentan con mayor claridad los flujos de
remesas de los haitianos y los países involucrados en este circuito de remesas.
Las remesas de los migrantes no necesariamente permiten reequilibrar las finanzas de
sus familias en todos los aspectos a nivel comunitario, pero pueden reducir las dificultades
socio-económicas, en particular las causadas por el desempleo o el subempleo en el cierto
sector. Además, no permiten resultados decisivos en cuanto a ingresos internacionales o la
reducción de las desigualdades salariales entre países de origen y países de residencia.
Las remesas de los migrantes haitianos internacionales generalmente ayudan a
diversificar algunos recursos y también a aumentar sustancialmente los ingresos de sus familias
en Haití. Desempeñan un papel fundamental como aseguradoras frente a los efectos
desestabilizadores de los mercados que se comportan de manera disfuncional, las políticas
nacionales ineficientes y los beneficios sociales inadecuados que ofrece el Estado (Coulange y
Torre, 2020). Un estudio de la Organización Internacional para los Migrantes (2005) señala
que, a nivel nacional en Haití, las remesas son una fuente más grande, menos volátil y
improductiva de divisas y representan flujos de capital más confiables hacia los países en
desarrollo.
Dado que la migración, incluida la haitiana, es un proceso riguroso, la mayoría de las
remesas internacionales no benefician a los miembros más pobres de las comunidades rurales
y urbanas ni a los países más pobres. Sin embargo, las familias no migrantes generalmente se
benefician indirectamente del efecto de las remesas en el desarrollo, ya que afecta los salarios,
los precios y las oportunidades de empleo en las comunidades del país de origen. Como tal, el
envío de remesas contribuye a la reducción de la pobreza, al menos en parte.
Así, el trabajo de Amartya Sen (2010), donde el desarrollo se encuentra como libertad
para comprender los aspectos socioeconómicos de Haití, ya que el autor considera la noción de
libertad como el principal vector del desarrollo, en particular, la libertad individual de elegir el
estilo de vida que uno quiere tener.
Esta perspectiva orientada al desarrollo sugerida por Sen (2010) se centra en las
capacidades individuales y colectivas. El autor señala que el acceso a la educación, los servicios
de salud, la condición de sustento de alimentos, medicinas, etc. son productores de libertad, así
como proyectos comunitarios orientados a la educación, la salud y la recreación, ya que
contribuyen al bienestar de las personas y fortalecen sus capacidades socioeconómicas.
Para operacionalizar esta independencia, Sen (2010) presenta el concepto de desarrollo
humano, que se refiere a la capacidad de los seres humanos de vivir la vida que desean por
razones particulares y de perfeccionar las elecciones que toman respecto a las opciones que se
les ofrecen. Sostiene que el desarrollo no debe tener como criterio decisivo el crecimiento de
los ingresos, sino las capacidades individuales. En este sentido, los posibles cambios en la vida
de los migrantes dependen del tipo de migración, así como de las condiciones socioeconómicas
del país de origen.
2.4.1 Remesas de los haitianos una guía para la educación
Las diversas constituciones haitianas que han seguido desde la independencia del país el 1 de
enero de 1804 siempre han dado un lugar destacado a la educación. La mayoría de las
disposiciones allí estipuladas requieren que las autoridades nacionales establezcan sistemas y
recursos adecuados y de calidad para la población haitiana. Estos compromisos de Estado han
marcado toda la historia del país.
Este deseo se renovó, esta vez, a través del Plan Quinquenal de Educación (1981-1986)
basado en la idea de promover la extensión de la educación primaria básica a todos los niños
en edad escolar. El artículo 32 de la Constitución de 1987 refuerza los tres puntos
fundamentales al afirmar que: 1) el Estado garantiza el derecho a la educación. Vela por la
educación física, intelectual, moral, profesional, social y cívica de la población; 2) la educación
es responsabilidad del Estado y de las autoridades locales. Deben hacer la Escuela de libre
acceso para todos, asegurar el nivel de formación de los docentes de los sectores público y
privado; y 3) la enseñanza primaria es obligatoria bajo pena de las sanciones que determine la
ley. El Estado pondrá gratuitamente a disposición de los alumnos del nivel de educación
primaria suministros y materiales didácticos clásicos.
La Conferencia Mundial sobre Educación, celebrada en Jomtien (Tailandia) en 1990,
vino a reforzar las orientaciones y disposiciones nacionales en el campo de la educación
adoptando resoluciones en particular para hacer realidad la Educación Primaria Universal para
el año 2000. Durante la década de 1990, las autoridades haitianas consolidaron los logros
constitucionales y armonizaron las opciones educativas nacionales con las perspectivas de
Jomtien en Tailandia mediante el desarrollo del Plan Nacional de Educación y Capacitación
(PNEF) que abogaba por una educación haitiana de calidad accesible a todos los ciudadanos,
cuyo objetivo es garantizar seis años de escolaridad completa a todos los niños en el grupo de
edad 6-11 años, presentado en su programa de ampliación de la oferta es uno de ellos dibujo.
En Dakar, en año de 2000, el análisis de la aplicación de estas resoluciones mostró
resultados moderados y bastante distantes de los esperados. Sobre esta base, este Foro ha
expresado la necesidad de adoptar nuevas medidas para lograr que la educación universal sea
una realidad. Con base en las conclusiones de Dakar, el Ministerio de Educación Nacional y
Formación Profesional (MENFP) tomó la iniciativa, seis (6) años después, de adoptar una
Estrategia de Acción Nacional de Educación para Todos (SNA/EPT) cuya prioridad es el
acceso a la educación básica para todos los niños en edad escolar.
Esta conferencia también fue una oportunidad para abordar el tema de la financiación
de la educación en países cuyos débiles recursos económicos podrían convertirse en amenazas
que podrían afectar el logro del ideal de Educación para Todos. Las amenazas más temibles
serían, entre otras, la de sacrificar la calidad en favor del desarrollo del acceso a la educación,
la persistencia de la desigualdad de las niñas en la educación, las disparidades entre regiones y
categorías sociales por desigualdad de ingresos, la falta de servicios adecuados, recursos
equitativos y sostenibles, sin mencionar la falta de capacidad institucional y la debilidad de los
procesos políticos.
Tras el terremoto del 12 de enero de 2010, que afectó gravemente al sector educativo,
el Estado haitiano acordó desarrollar e implementar, durante el período 2010-2015, un Plan
Operativo (PO) cuyo objetivo principal era reconstruir el sistema educativo haitiano. Este plan
tuvo como objetivo específico brindar apoyo para el acceso a una educación básica de calidad,
en espacios escolares seguros y accesibles para todos los niños en edad escolar, en el corto y
mediano plazo. Al mismo tiempo, con el nuevo gobierno nació el Programa de Escolarización
Universal Gratuita y Obligatoria (PSUGO siglo en francés), financiado exclusivamente con
fondos del Estado haitiano. La supresión de las tasas escolares, con miras a facilitar la asistencia
a la escuela y la perseverancia, estaba en el centro de este programa.
En el contexto actual marcado por importantes avances en materia de masificación
educativa y a pesar de todos estos esfuerzos ya realizados y de las medidas pertinentes tomadas
de acuerdo a las observaciones anteriores, aún existen importantes necesidades educativas que
atender a partir de las nuevas medidas adoptadas por el gobierno para recaudar impuestos sobre
todas las remesas de los migrantes y las llamadas entrantes y salientes. A estos es fundamental
dar respuestas inmediatas, para unos, y estructurales, para otros, o ambas a la vez. Debe
recordarse en particular que muchos niños de familias pobres o de entornos desfavorecidos aún
no tienen acceso a la escuela y que la extensión de la educación de calidad queda por hacer en
las escuelas.
Sin embargo, estimada en más de 3 mil millones de dólares en los últimos años (BRH,
2020), las remesas son, con mucho, la principal contribución de los haitianos migrantes a su
país de origen. En 2011, las autoridades haitianas buscaron aprovechar los recursos de la
migración mediante la introducción de un impuesto para financiar el Fondo Nacional de
Educación (FNE), con el fin de hacer que la escuela primaria sea gratuita y así aumentar el
número de niños educados (Durandis, 2013; Isabelle, 2012).
Según el Gobierno de Haití (2015), el Fondo Nacional de Educación financiaría las
tasas escolares de todos los niños mediante un impuesto de $1,50 sobre todas las transferencias
bancarias a Haití, incluidas las remesas, así como un impuesto de $0,05 sobre las llamadas
internacionales desde y hacia Haití. El objetivo era permitir que 860.000 niños más asistieran
a la escuela, en un país donde la educación es obligatoria, pero de pago, donde las tasas
escolares son casi un 10% más altas que en otros países en desarrollo (Lunde, 2008) y donde
solo un tercio de los niños tienen acceso a la escuela primaria Fundación Panamericano del
Desarrollo (PDNA, 2007).
En 2012, a un año de la creación de este Fondo Nacional para la Educación, el gobierno
de entonces anunció que este nuevo impuesto había recaudado 16 millones de dólares desde
mayo de 2011, y que 1,2 millones de niños se habían beneficiado del pago de escolaridad. Estos
esfuerzos fueron bien recibidos, pero también se alzaron voces del lado de la población haitiana
y de los migrantes internacionales para denunciar la falta de transparencia del gobierno, y más
específicamente del manejo de estos fondos. Los dos organismos encargados de recaudar el
monto de los impuestos, el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel siglo en francés)
y el Banco de la República de Haití (BRH), en particular, son objeto de cuestionamiento sobre
las sumas que declaran haber recaudado.
Además, en varias ocasiones, se informó de la falta de fondos y el gobierno no pudo
financiar las tasas de escolaridad. Por lo tanto, algunos creen que este programa es solo otro
mecanismo para malversar dinero. De 2011 a 2018, se llegó hasta 107 millones de dólares
(Durandis, 2013; Isabell, 2012). Este gravamen se describió en la circular como tasas de
prueba, certificación, uso e inspección. Esta decisión, que entró en vigor en junio de 2011, fue
criticada por más de uno (BRH, 2019).
Sin embargo, la financiación innovadora incluye una gama de iniciativas y mecanismos
destinados a movilizar financiación para el desarrollo. Estas son nuevas fuentes de
financiamiento que complementan el apoyo presupuestario del Estado. Se basan en varios
mecanismos, como asociaciones público-privadas e impuestos a las transacciones. En cuanto a
estos últimos, Haití no es el único país que los ha probado, países como Costa de Marfil o
incluso Francia han recurrido a modelos de impuestos a las transacciones
16
.
La educación haitiana no pudo beneficiarse al 100% de esta gran iniciativa a pesar de
la creación del Fondo Nacional de Educación (FNE) que tenía como objetivo recaudar fondos
de los impuestos sobre las remesas. Este déficit se debe en particular a la corrupción de Haití.
Lo más importante (Isabelle, 2012), a pesar de la irregularidad, es que más de un millón de
niños en el país han encontrado el camino de regreso a la escuela gracias a las remesas de los
haitianos migrantes.
Con aproximadamente US $20 mil millones en remesas a Haití durante la última década
(BRH, 2020), los gravámenes de esa suma deberían haber permitido que la educación diera un
salto adelante. Al final, poder deducir que este mecanismo de financiación era loable, aunque
otros actores hayan pervertido lo que los iniciadores (gobiernos) se han encargado de montar
echando mano de estos fondos en detrimento de un sistema educativo siempre en alza cuando
existía un potencial económico real que podía impulsar a la educación haitiana y a todo el país
por el camino del desarrollo económico y social.
En su perspectiva, el Plan Operativo de Reforma del Sector Educativo 2010-2015 aboga
por una modernización del sistema de financiación de la educación basada en mecanismos
innovadores y que debe servir de palanca para orientar, ordenar, reestructurar y promover la
calidad, el acceso y la gobernabilidad en el nivel del sector. Para hacerlo mejor, para sustentar
los resultados de la iniciativa estratégica que representa el PSUGO y sobre todo para responder
de manera más amplia a las necesidades educativas del país, las autoridades nacionales se han
embarcado en la creación del Fondo Nacional de Educación.
Es decir, el Estado haitiano ha decidido crear un mecanismo específico para el
financiamiento de la educación a través de la Ley de creación, organización y funcionamiento
del Fondo Nacional de Educación (FNE) publicada en el Moniteur Spécial N° 30 en septiembre
16
Forum mondial sur la Migration et le Développement (2014), « Tripartite Partnerships (CIDA) », Genève :
Forum mondial sur la Migration et le Développement.
de 2017. Este sistema no sólo recomienda dotar de recursos al sector educativo, pero también
está llamado a jugar un papel decisivo en la consecución de los grandes objetivos educativos
perseguidos. El FNE sirve tanto como lugar de recaudación o recepción de gravámenes en
beneficio del sector como canal de redistribución de los recursos recaudados o recibidos.
Por lo tanto, en cuanto a los efectos de las remesas en la educación en los países de
origen, los resultados sugieren que los flujos migratorios y las remesas pueden agregar valor al
capital humano local y asegurar una mejor asistencia escolar y un mejor éxito académico (De
Haas, 2007). Una comparación entre ciertas regiones de México muestra una fuerte correlación
positiva entre el número promedio de miembros del hogar con educación secundaria y la
recepción de remesas internacionales (Ratha, 2013).
Según Mara et al. (2012), las remesas tienden a reducir las restricciones de liquidez de
los hogares, permitiéndoles aumentar su gasto en educación. Adams (2011) también encuentra
que la buena parte de los hogares que reciben remesas internas e internacionales gastan
significativamente más en educación que los hogares que no las reciben. Como señala De Haas
(2007), estas inversiones de largo plazo de las remesas en educación son de gran interés porque
funcionan como estrategias de aseguramiento para los hogares y familias que no tienen acceso
a esquemas formales de seguridad social.
Por otro lado, se ha argumentado que las remesas no conducen necesariamente a
inversiones a largo plazo, ya que los migrantes y sus familias suelen gastarlas en consumo o
inversiones básicas, es decir, rara vez invierten en empresas a largo plazo y de gran escala. Si
bien las remesas tienen el potencial de sacar a las personas de la pobreza o mejorar las
condiciones de vida, no necesariamente las convierten en emprendedoras, ya que las remesas
cumplen principalmente un papel estratégico de seguridad social para las familias y no tienen
fines de inversión. Además, la calificación de una inversión como “productiva” o no depende
de las consideraciones socioculturales y económicas de cada país; por ejemplo, en algunas
comunidades no se considera que inversiones como la compra de inmuebles aumenten el
capital social de los beneficiarios, mientras que en otras puede ser lo contrario.
Sin embargo, se han realizado varios estudios citados anteriormente sobre los resultados
educativos de los miembros de la familia y cómo se ven afectados por las remesas y la
experiencia migratoria. Una corriente de literatura ha demostrado que hay un aumento en los
resultados educativos de los miembros de la familia debido al levantamiento de las restricciones
de liquidez. Al relajar las restricciones de liquidez de los hogares, las remesas permiten la
inversión en educación.
Una corriente opuesta, si bien acepta el potencial de las remesas para aliviar las
restricciones crediticias y, por lo tanto, aumentar el nivel educativo de los niños, argumenta
que la migración de un miembro de la familia, es decir, la ausencia de los padres puede tener
efectos negativos en la escolarización de los niños. Examinado otros aspectos del efecto de las
remesas en la escolarización de los niños, incluidos los incentivos o desincentivos
proporcionados por la migración o las remesas en la educación de los familiares que
permanezcan en el país.
Recordando que esta teoría se conoce como la teoría económica estándar que sugiere
que, al eliminar las restricciones de liquidez, las remesas de los inmigrantes haitianos deberían
aumentar las inversiones en el capital humano de los miembros del hogar, particularmente en
Haití como los países pobres de bajos ingresos. Aunque las escuelas públicas a menudo son
financiadas con fondos de Estado, los alumnos a menudo tienen que pagar sus libros, a veces
sus uniformes, suministros, transporte y, a veces, incluso los salarios de los maestros.
Además, la asistencia a la escuela impone costos adicionales a la familia debido a las
reducciones concomitantes en el ingreso monetario o la producción del hogar por parte del
alumno. Dada la competencia entre la escuela y el trabajo, las remesas, que a menudo
representan una gran fracción de los presupuestos de los hogares, tienen el potencial de aliviar
las restricciones de liquidez de los hogares y aumentar la inversión de capital humano.
2.5 Vínculo entre remesas y capital humano
El capital humano es el conjunto de capacidades productivas de un individuo (o de un grupo).
Esto incluye habilidades ocupacionales tales como conocimientos generales o específicos,
conocimientos y experiencia en el ejercicio de un oficio, así como otras inversiones de tiempo
que la familia hace por los hijos (Gazier, 1993). Es un stock constituido, utilizable y que posee
dos características esenciales. Consta de elementos intangibles como la experiencia y las
capacidades. De hecho, es el conocimiento que las personas han acumulado a través de las
instrucciones y el entrenamiento que han recibido.
Este capital humano incluye también la forma en que el individuo demuestra su
competencia para acumular y/o crear riqueza con el fin de contribuir al desarrollo y bienestar
individual y colectivo. Mencionando que la tasa de retorno del capital invertido en capacitación
se estima sobre la base de las diferencias salariales entre mano de obra no calificada y
calificada. De hecho, es el ingreso adicional (diferencias en formación) o el aumento esperado
en el ingreso nacional o retorno social neto, es decir, la generación de externalidades y
elementos no de mercado.
En esta perspectiva, comprender la dimensión de las externalidades positivas que
produce en la sociedad en general y en Haití en particular, debe ponerse al servicio del bienestar
colectivo del servicio público donde se acumula este capital. Para muchos haitianos, la
migración se ha convertido en la única solución, incluso a riesgo de sus vidas. Los hogares
creen que mejorar la productividad a través de la educación y una buena cantidad de inversión
a través de las remesas y otros factores importantes de mejora económica, son un requisito
previo para el desarrollo social y económico.
Además, Stiglitz (2003) muestra que el desarrollo de habilidades juega un papel clave
a nivel de formación para explicar las diferencias en las tasas de expansión. Así, el autor escribe
que el aumento del capital humano es una de las principales fuentes de mejora económica y
social. Existe consenso en que el vínculo entre capital humano y crecimiento es real. (Keeley,
2009) señaló lo siguiente: si el tiempo promedio dedicado por cada persona a la educación
aumenta en un año, la producción económica per cápita del país debería aumentar en un 4-6%
a largo plazo.
En Haití, para que el capital humano se convierta en fuente de capacidad productiva y
crecimiento, la estructura concreta de oportunidades de empleo debe ser capaz de absorberlo y
mantenerlo en el país. La productividad es el salario generado por los hogares al crear riqueza.
En términos más generales, depende en gran medida de las sumas que el hogar y el Estado-
nación hayan decidido invertir en educación y formación profesional. Así, cuando los
individuos invierten dinero y tiempo en capacitarse, estos últimos lo hacen para mejorar sus
habilidades y capacidades, y por ende su productividad, al hacerlo, contribuyen a incrementar
sus ingresos. El economista Becker (2010) muestra que las capacidades laborales de un
individuo pueden ser consideradas como capital humano, uno de cuyos elementos
fundamentales es la formación.
2.5.1 Remesas y su vínculo con el desarrollo socioeconómico
En los últimos años, las remesas han recibido una atención considerable por parte de
instituciones supranacionales, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y académicos
(Stefoni, 2019; Joachim, 2017; Joan, 2013). Este interés está motivado, en gran medida, por su
importancia socio-económica y por el crecimiento exponencial que han experimentado en los
últimos años a nivel mundial. Así, en paralelo con el crecimiento de las remesas, han surgido
nuevos discursos y enfoques teóricos que enfatizan las oportunidades que la migración presenta
para el desarrollo a través de los envíos de dinero, como el denominado paradigma de las
remesas para el desarrollo socioeconómico (Herrera, 2005; Faini, 2007; De Haas, 2007; Engels,
2006).
A pesar del papel cada vez más evidente de la migración haitiana en la dinámica
económica y social del país de origen (Doura, 2012), los efectos de la dispersión internacional
del pueblo haitiano en la mejora de las condiciones de vida en el mediano y largo plazo son
complejos, ambivalentes y sujetos a múltiples y contradictorias interpretaciones (Docquier,
2007; Dubois, 2018). En un país con recursos económicos y profesionales insuficientes ante la
enorme demanda social, es ampliamente percibido como un obstáculo para el desarrollo
cuantitativo de estructuras colectivas que permitan mejorar las condiciones de vida a largo
plazo en Haití.
Sin embargo, se señaló que la relación entre remesas y desarrollo socioeconómico es
parte del debate mientras las remesas comiencen a ganar notoriedad económica, social e incluso
política (Canales, 2007-2008; Castles, 2007). Una parte importante de esta relación se llevó a
cabo en Haití, por la importancia que está tomando la migración de este país a otros países de
residencia y muy reciente en México, pero también por la adecuada atracción socioeconómica
entre dichos países una promoción y transformación que fomente el desarrollo socioeconómico
de los beneficiarios.
Según diversos autores como Fleurima (2019), Braz (2010), Bourdieu (2000), Binford
(2002) y Delgado e Márquez (2007), lejos de alcanzar un desarrollo, la vida haitiana se ha visto
imposibilitada de retener a su población, la que año tras año busca en otros países una
posibilidad de trabajo.
Además, y en línea con este renovado interés por las remesas, se han acuñado un
número importante de nuevos términos que hacen referencia a diferentes tipos o usos de las
remesas, lo que en ocasiones genera confusión en cuanto a su propia definición. La gran
capacidad heurística del término remesas ha hecho que en los últimos años haya aparecido un
conjunto de nombres que, teniendo como referencia común las transferencias que se producen
en el contexto de la migración (Vázquez y Abad, 2013), intentan reflejar realidades muy
diferentes de manera parcial revisión de la literatura sobre remesas, identificando al menos
algunos usos del término
17
remesas.
En tanto, la mayoría de los enfoques en el campo de las remesas son sobre en su
dimensión económica, y se han producido muchos menos enfoques para determinar los efectos
sociales y políticos que tienen en los contextos de origen. El desarrollo socioeconómico es un
fenómeno histórico que se da en países o estados-nación que lideran su revolución capitalista
y se caracteriza por un aumento sostenido de la productividad o del ingreso per cápita (Doura,
2012; Glick Schiller y Levitt, 2004), acompañado de un proceso sistemático de acumulación
de capital y incorporación de progreso técnico. Una vez iniciado, el desarrollo socioeconómico
tiende a ser relativamente automático o autosuficiente, ya que los mecanismos de mercado del
sistema capitalista implican incentivos para el aumento continuo del acervo de capital y
conocimiento técnico.
Luego, esto no significa que las tasas de desarrollo sean las mismas para todos a nivel
de transformación social: por el contrario, variarán considerablemente según la capacidad de
las naciones para utilizar sus respectivos estados y su principal institución económica para
promover bienes y servicios. A largo plazo, es difícil retroceder, porque la acumulación de
capital en una economía social basada en la dinámica de las remesas de los migrantes
internacionales haitianos es menos competitiva (Kurien, 2008; Peet y Hartwick, 2015). El
destino de desarrollo está lejos de estar asegurado por una productividad comparativamente
cuantificable como la de la prosperidad durante el siglo XX.
Los dos factores fundamentales que determinan directamente el desarrollo
socioeconómico son la tasa de acumulación de remesas en relación con el producto nacional
de transformación individual y colectiva, y la capacidad de integrar el progreso técnico en la
producción del desarrollo social (Portes, 2007; Solimano, 2009; Ros, 2004). El principal factor
que determina la mayor o menor aceleración del desarrollo es la existencia o no de una
estrategia de desarrollo familiar. En la medida en que los migrantes en el país de destino
demuestren suficiente cohesión en sus remesas, haciendo un mejor uso de los recursos para
garantizar el bienestar de las familias receptoras disponibles para desarrollarse a nivel
económico y social (Sen, 2010; Souza, 2012).
17
Según los dos autores Joan Lacomba Vázquez y Jesús Sanz Abad (2013) que ciertas comprensiones del concepto
de remesas como: remesas económicas, monetarias y financieras; remesas productivas e improductivas; remesas
para el consumo, la inversión y el emprendimiento; remesas materiales tangibles e inmateriales intangibles;
remesas formales e informales; remesas directas e indirectas; remesas hacia origen, hacia destino (inversas) y
hacia terceros países; remesas internas y externas; remesas individuales, familiares, colectivas y comunitarias;
remesas sociales, religiosas, políticas, culturales y tecnológicas; remesas como capital social en educación y en
salud; o remesas emocionales (p. 48).
Sin embargo, el crecimiento de la productividad de un país depende directamente de la
acumulación de capital y la integración del progreso técnico en la producción, pero las remesas
de los migrantes también facilitan el cambio y el progreso social del país. Las remesas
vinculadas al desarrollo socioeconómico dependen a su vez, en general, de la finalidad de estos
recursos formales (prácticas sociales o transformaciones económicas) que adopte cada familia.
Cuando una sociedad es capaz de configurar recursos económicos como las remesas para que
adquieran el carácter de una estrategia nacional sustituta, la tasa más alta de desarrollo
económico y social aumenta a nivel nacional.
El gran enfoque para analizar la relación entre remesas y desarrollo socioeconómico es
el estructuralista (Leyva, 2014), que dominó la discusión entre los años 70 y mediados de los
80. En esta perspectiva, los efectos de las remesas, principalmente en los países de origen, se
describen, vinculados a la inflación que experimentan los precios de la tierra y ciertos bienes
como el alquiler de viviendas. Otro tipo de efecto de las remesas, fundamental en esta
perspectiva, son las diferenciaciones sociales que se dan dentro de la sociedad por quién recibe
y quién no; y en la reducción de la fuerza laboral y la falta de estímulo para que los jóvenes
trabajen para desarrollar sus habilidades.
Según los autores como Leyva (2014), Souza (2012) y Stefoni (2019) que escriben en
esta perspectiva proponen la emergencia de un círculo vicioso que perpetúa las condiciones de
rezago estructural de los lugares de origen, lo que termina alimentando el proceso migratorio,
relegando a los destinados a simples exportadores de fuerza de trabajo. Si las remesas permiten
elevar el nivel de vida y consumo de la población, para mantenerlos, es necesario recurrir
constantemente a la movilidad del capital humano (Becker, 1964; Stiglitz, 2003), pues no
existen otras fuentes de ingresos comparables a remesas a las comunidades. En comunidades
originarias como Haití se produjo lo que Doura (2012) llamó una cultura de dependencia de las
remesas, es decir, la única forma de mantener el consumo familiar y la escasez de actividad
económica es enviar a uno de sus miembros al exterior.
2.4.1 Remesas y codesarrollo
El Consejo de Europa en 2007 definió el codesarrollo como el vínculo que une a los migrantes
18
a través de sus remesas, gobiernos y otros organismos públicos y privados en torno a un
18
Ver el Memorando Explicativo de la Recomendación CM / Rec (2007) 10 del Comité de Ministros a los Estados
miembros sobre el codesarrollo y los migrantes que trabajan por el desarrollo en su país de origen, adoptado por
proyecto colaborativo destinado a contribuir al desarrollo del país de origen de los migrantes
El codesarrollo es uno de los medios más eficaces para hacer de la migración una nueva forma
de cooperación entre países ricos y pobres. La noción de codesarrollo apareció en Francia a
principios de la década de 1990 para teorizar y promover el papel de las organizaciones de
migrantes en los países en desarrollo con el objetivo de movilizar las remesas a favor de su país
de origen y reconocer a los migrantes como actores del desarrollo social y económico (Weil,
2002; Nair, 1998).
Estos nuevos paradigmas migratorios insisten en fortalecer la cohesión social y el
codesarrollo entre países migrantes. El Consejo de la UE se pronunció explícitamente a favor
del codesarrollo por primera vez en la reunión de Tampere (Finlandia) en octubre de 1999. La
Comunicación de la Comisión de noviembre de 2000 al Consejo y al Parlamento Europeo
titulada una política sobre migración recomienda esta misma orientación de la asociación y los
beneficios compartidos para los países de origen y destino de los migrantes. La noción de
codesarrollo es importante para la cohesión territorial.
Teniendo en cuenta el proceso de remesas y codesarrollo se involucran los siguientes
actores: asociaciones de migrantes que aspiran a transformar su sociedad de origen y luego
beneficiarios de remesas que llegan al país de origen, para canalizar recursos hacia las
necesidades de desarrollo social y económico, incluyendo asociaciones en el país de destino
capaces de brindar apoyo en términos de financiamiento (Weil, 2002), capacitación,
formalización de proyectos con ingresos localizados a través de remesas.
La política de remesas y codesarrollo es ahora una realidad, involucrando a los
migrantes como actores dinámicos en el desarrollo socioeconómico, y basada en una mayor
cooperación entre países de origen y destino. Ambos se basan en la capacidad de los migrantes
para moverse y dominar tanto el contexto de su país de origen como las posibilidades de
acceder a los recursos en su país de destino (Nair, 1998).
En 2007, el Consejo de Europa estableció los diversos medios, para los países de origen,
para aprovechar al máximo el codesarrollo y las remesas, en particular un mejor acceso a los
documentos legales, también un mejor uso de las remesas y sus inversiones financieras en el
país de origen. Ambos también son más beneficiosos para los países de destino, especialmente
en el mercado laboral, demográficamente y en otra área como el desarrollo (Skeldon, 2005).
el Comité de Ministros el 12 de julio de 2007, en la 1002a. reunión de los diputados de los ministros, Consejo de
Europa.
Sin embargo, la dualidad entre remesas y codesarrollo son las prácticas que,
relacionadas y para poder perfeccionarse aún más, y sus propios fundamentos deben redefinirse
(Skeldon, 2005). Entre los grandes desafíos a asumir en esta área, la creación de una perspectiva
de gestión conjunta de proyectos en el país de origen y sistemas bilaterales, incluso
multilaterales entre la movilidad migratoria, el establecimiento de procesos racionales y
rentables, o la implementación de sistemas para evaluar y eventualmente modificar proyectos
implantados en los países de origen de los migrantes.
Por lo tanto, migración y desarrollo se centran en las consecuencias económicas y
sociales de los flujos migratorios (las remesas), se debe prestar más atención a los efectos de
la migración y el bienestar de los propios migrantes. El cuarto Foro Económico Mundial de la
OCDE, celebrado en Delhi en 2012, se centró en el tema del “desarrollo y el bienestar”. Para
evaluar el bienestar de los migrantes, se creó la Encuesta Mundial Gallup
19
con el objetivo de
evaluar factores como el nivel de ingresos, las condiciones de vivienda y empleo, así como las
percepciones, sentimientos y niveles de satisfacción de los migrantes con su vida en el país de
destino.
Recordando la importancia del bienestar destacada por las Naciones Unidas (UN
DESA, 2012), Gallup indicó que la calidad de vida de los migrantes es crucial ya que determina
su capacidad para participar plenamente en el país de destino y adquirir habilidades y
conocimientos que puedan ser de utilidad en caso de retorno al país de origen, así como tener
efecto en su posible traslado. En la misma línea, subrayar desde la OIM sobre el bienestar de
los migrantes (2013) que la necesidad de enfocarse en el bienestar y la calidad de vida de los
migrantes, más que en las remesas y los efectos de la migración en la economía de las familia
e intercambios comerciales.
19
La encuesta mundial de Gallup rastrea los temas más importantes del mundo, como el acceso a los alimentos,
el empleo, el desempeño del liderazgo y el bienestar. Desde la creación de World Poll en 2005, Gallup ha realizado
encuestas en más de 160 países que comprenden el 99 % de la población adulta mundial. Los científicos senior
de Gallup asesoran sobre el desarrollo de un conjunto común de estadísticas que Gallup recopila de todos los
países del mundo. La encuesta World Poll incluye más de 100 preguntas globales, así como elementos específicos
de la región. Gallup hace las mismas preguntas a personas desde Australia hasta Pakistán, cada vez, de la misma
manera. Esto permite realizar un seguimiento de las tendencias de los datos de un año a otro y realizar
comparaciones directas entre países.
Capítulo 3
Perfil histórico y socioeconómico de la migración haitiana
3.1 Cuatro grandes flujos migratorios
Desde principios del siglo XX hasta hoy, los procesos de migración internacional haitiana se
pueden resumir en cuatro grandes flujos en diferentes momentos. Algunos territorios como
República Dominicana, Cuba, Estados Unidos, Francia, Canadá, recientemente de los países
latino-americanos como Brasil, Chile, México y ciertas islas del Caribe (Bahamas, Martinica,
Guadalupe) y Guyana Francesa tienen una permanencia importante en estas distintas
configuraciones migratorias (Mathieu, 2016; Audebert, 2017; Coulange, 2020). Además, el
alcance de la dispersión internacional del pueblo haitiano en la actualidad parece difícil de
pensar en el destino del país sin tener en cuenta la realidad de la dicha migración
20
.
Las fuentes difieren sobre el número de haitianos y descendientes que viven en el
extranjero. Algunos, como International Crisis Group, estiman que una cuarta parte de la
población total de Haití es de alrededor de 2,5 millones de personas. Según Audebert (2012) y
Alfred Pierre (2014), además de sus descendientes, 1,5 millones de haitianos residen en el
extranjero, o el 21% de la población de Haití de una población de 11,5 millones en 2019. Por
en otros, hay más de 3,5 millones de haitianos fuera de Haití. Dependiendo de si se cuentan los
cubanos de ascendencia haitiana, la migración haitiana puede parecer aún más fuerte en este
momento.
La migración haitiana adquirió gradualmente una dimensión estructural a partir de la
década de 1960 (Audebert, 2012; Marcelino, 2014). Fue un período notablemente en el que, de
una manera sin precedentes, la migración internacional se extendió a todos los estratos sociales
y regiones del país. La dispersión geográfica se ha convertido en una característica importante
del fenómeno. El impulso se está ampliando y generalizando, y ahora afecta a la sociedad
haitiana en su conjunto.
20
Vale la pena señalar que, en el siglo XIX, luego de la independencia de Haití, hubo un proceso de migración en
el país de personas de diferentes nacionalidades, particularmente afroamericanos que se trasladaron de los Estados
Unidos a Haití bajo el presidente Jean Pierre Boyer. Entre estos últimos, algunos regresaron a América del Norte
debido a problemas socioculturales con los haitianos. Durante este período, cuando Haití era considerado la Perla
de las Antillas, algunos dominicanos cruzaron la frontera para trabajar en Haití, salieron de Dajabón (República
Dominicana) para dirigirse a la ciudad fronteriza Ouanaminthe, ubicada en el norte de Haití (Etienne, 2007).
Las principales líneas teóricas que surgen sobre los flujos migratorios internacionales
haitianos. Múltiples medidas, como la creación de un Ministerio de Haitianos Residentes en el
Exterior (MHARE) o la consideración de un undécimo departamento geográfico simbólico y la
constitución reformada de 1987 reconociendo por primera vez la nacionalidad múltiple, se
encuentran en la misma dinámica, ya que Haití contiene diez departamentos geográficos. Hacer
balance de un siglo de migración haitiana para comprender in situ la actualidad de los debates.
Las teorías que marcan las cuatro oleadas principales de la dinámica estructural de las
migraciones y los flujos migratorios haitianos en todo el mundo.
Figura 3.1: Causas de la migración internacional haitiana
Fuente: Elaboración propia con información de Fleurima (2022)
Sin embargo, la migración haitiana experimentó:
El primer (1) flujo importante hacia países extranjeros durante el período en que las
fuerzas armadas estadounidenses ocuparon Haití (1915-1934) y la República Dominicana
(1912-1924) simultáneamente. Como desde fines del siglo XIX y principios del XX, el
Intereses especiales de sustitución Poder arbitrario y exclusivo
Múltiples rivalidades e
intolerancia política Sin derechos Intervención militar en la vida
política antes de 1994
Sin consenso político nacional
La violencia política
Inseguridad multifacética y permanente
Migración Internacional
Individualismo Político
crecimiento de las industrias de la caña de azúcar estadounidense en el Caribe (Castor, 1988;
Seguy y René, 2014), particularmente en Cuba y República Dominicana, había producido una
escasez de mano de obra para la trabajando en las plantaciones de ambos países, este vacío fue
llenado en gran parte por campesinos haitianos que formaban parte de políticas específicas y
temporales:
Entre 30.000 y 40.000 haitianos, llamados braceros, migraron temporalmente a Cuba
cada año entre 1913 y 1931 (Manigat y Louis-Juste, 2007).
En 1928 se prohibió legalmente traer más trabajadores haitianos a las plantaciones, pero
continuaron llegando hasta 1961 a la provincia de Oriente, en Cuba, para trabajar en las
plantaciones de café. En 1944, se estimaron en más de 80.000, la mayoría de ellos originarios
del sur del país (Handerson, 2017).
En República Dominicana, los censos afirman que habia un total de 28.258 haitianos
en 1920 y 52.657 en 1935 (Docquier, 2007; Barthelemy, 2009; Bazile, 2016). El proceso
migratorio hacia estos países caribeños debe entenderse en el contexto de la coyuntura
geopolítica de la ocupación estadounidense en ambos países. Además, por la Primera Guerra
Mundial y el hecho de que Haití era, en ese momento, un lugar estratégico para evitar el
asentamiento alemán en la región, dada la fuerte presencia económica que tenía Alemania en
el país caribeño.
Sin embargo, la República Dominicana comparte la frontera con Haití y recibe un gran
flujo de migrantes haitianos. La regulación de los flujos es casi inexistente por la imposibilidad
de controlar la frontera y evitar las entradas desde Haití, pero también porque los líderes de los
dos estados han encontrado su interés económico durante décadas.
En 1937, la xenofobia dominicana tuvo su expresión más violenta, cuando el dictador
Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961) ordenó a los militares matar a miles de ciudadanos
haitianos, pero hasta el día de hoy no se sabe, de hecho, cuántos fueron asesinados, estimándose
entre 6.000 a 30.000. La masacre fue claramente racista y antihaitiana
21
(Louis-Juste, 2007;
Casimir, 2009; Corten, 2011).
21
Las relaciones entre ambos países empeoraron desde 1986, cuando el gobierno de Joaquín Balaguer asumió la
presidencia, autorizando la deportación de todos los haitianos indocumentados, menores de 16 y mayores de 60
años. Aproximadamente 35.000 fueron repatriados, además de los que se marcharon solos por miedo a ser
deportados. El Gobierno dominicano ha sido denunciado en varias ocasiones por organismos internacionales como
Americas Watch, ACNUR, Organización Internacional del Trabajo (OIT); por instituciones religiosas,
asociaciones de migrantes y la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) por violaciones a los derechos
humanos, particularmente por las precarias condiciones de trabajo, vida y la cuestión de nacionalidad de los
descendientes de migrantes haitianos indocumentados nacidos en territorio dominicano, sin derechos nacionalidad
reconocida por el Gobierno, aunque garantizada por la Constitución del país. Sobre la discriminación contra los
haitianos en República Dominicana, particularmente en el batey (plantaciones de azúcar), ver los trabajos de
La ambición hegemónica Alemania en rápido ascenso y el deterioro de la situación en
Haití solo justificaron las preocupaciones estadounidenses para intervenir. En cuanto que Haití
era uno de los países más ricos de la región en esa época.
Por lo tanto, la ocupación estadounidense fue consecuencia del colapso del Estado y
sociedad haitiana. Explicando el motivo de su injerencia, después de 111 años de
independencia (1804-1915), las élites políticas haitianas no habían logrado dotar al país de un
estado moderno. Como ha mencionado, internamente, han demostrado ser incapaces de
abordar los problemas sociales y económicos que dan lugar a agudas tensiones, crisis y
conflictos socio-políticos.
Externamente, no lograron gestionar adecuadamente las presiones y amenazas
inherentes al sistema Estatal competitivo, y modernizar las estructuras arcaicas y atrasadas del
país, de acuerdo con los avances técnicos y las innovaciones tecnológicas de la época, para
adecuarlo a la dinámica del sistema capitalista mundial.
Además, la no integración de las masas populares y campesinas y la no racionalización
de la dominación política habían hecho que la legitimidad y el consenso entre las élites políticas
fueran nociones vacías. Por tanto, la violencia es la base del sistema político haitiano.
Sin embargo, al no tener un ejército profesional y eficiente o una administración pública
moderna, el estado haitiano tuvo que perder el monopolio de la restricción física legítima y el
de los impuestos durante su fase de desintegración, lo que condujo a una inestabilidad crónica.
La guerra civil, el caos, la anarquía, la crisis económica, financiera y monetaria, estructural y
cíclica, han llevado a la quiebra total y, en última instancia, al colapso del Estado.
Este vacío estatal consagró el colapso del Estado haitiano, abriendo así la puerta a la
implementación de la política intervencionista de los Estados Unidos, en un contexto
internacional, debido al hecho mismo de la Primera Guerra Mundial en Europa, favorable al
establecimiento de la Pax Americana. La intervención militar estadounidense y la ocupación
de Haití, la construcción de un estado moderno pero débil, la modernización económica y los
consiguientes cambios sociales.
El segundo (2) flujo de migración haitiana se abre cuando Estados Unidos se ha vuelto
más familiar en el universo haitiano. Socialmente, en el gobierno de Lescot (1941-1946), el
inglés se volvió obligatorio en el sistema educacional del país y las iglesias protestantes
estadounidenses crecieron significativamente (Antonin, 1979; Castor, 1988). En la década de
Coulange S. Méroné (2017), Mickens Mathieu (2016), Handerson Joseph (2015), Franck Seguy (2014), Jean Anil
Louis-Juste (2007) y otros.
1950, la élite haitiana envió a sus hijos a estudiar a Estados Unidos y algunos de los agricultores
que anteriormente habían residido en Cuba o República Dominicana vieron a Estados Unidos
como una nueva posibilidad de migración, En 1940, había alrededor de 5.000 haitianos,
especialmente en Nueva York (Castor, 1988).
Sin embargo, era una práctica común en ese momento solicitar una visa de turista
cuando no era posible obtener una visa de migrante y luego extender la estadía indocumentada
en los Estados Unidos. Su principal destino siguió siendo Nueva York en las décadas de 1960
y 1970, y en menor medida Boston, Chicago y Montreal. Pero luego afectó a Miami, ya que
gran parte de la migración haitiana de Nueva York se estableció en Florida ya en la década de
1970 (Mathieu, 2016; Audebert, 2017).
La autoproclamación de presidente vitalicio por Duvalier en 1964 asustó a los
intelectuales y la clase media negra como médicos, abogados, profesores que no estuvieron
mucho tiempo en el exilio. Entre 1957, el año en que llegó al poder y 1963, 6.800 haitianos
fueron a Estados Unidos con visa de migrante y otros 27.300 con visa temporal (Gary, 1991;
Gerard-Pierre, 1999). Entre el año de la autoproclamación en 1964 y el año de su muerte en
1971, los servicios de migración de Estados Unidos registraron a 40.100 migrantes y 100.000
no migrantes de Haití (Fortuné, 1976).
Además, la dirigencia política de Haití, sus antiguos presidentes y demás
personalidades de las fuerzas partidistas de la era pre duvalierista tuvieron entonces que buscar
a migrar en otros países y desde estos lanzar ofensivas diplomáticas buscando convencer a la
opinión pública mundial acerca de los excesos del gobierno de Duvalier, las reiteradas
violaciones a los derechos humanos y los métodos antidemocráticos que venía implementando
contra cualquier manifestación de inconformidad de la oposición (Fortuné, 1976; Gary, 1991;
Louis-Juste, 2007). Desde enero de 1959, el triunfo de la revolución contra el gobierno de
Fulgencio Batista en la vecina isla de Cuba permitió que el nuevo gobierno provisional de
Manuel Urrutia, permitiera la llegada de algunos de las figuras connotadas de Haití.
Entonces, en las décadas de 1960 y 1970, la mayoría de ellos eran profesionales e
intelectuales instalados en Nueva York (Audebert, 2012; Seguy, 2014; Handerson, 2015).
Luego, la presencia haitiana con este perfil se extendió a Boston, Chicago, Miami, Montreal y
Quebec en Canadá
22
y en países africano francófono, particularmente Senegal, Benin y
22
Desde la década de 1930, algunos estudiantes haitianos, en particular seminaristas y agrónomos, han ido a
Quebec para realizar sus estudios. Durante la década de los cincuenta y principios de los sesenta se produjeron
cambios en el perfil migratorio: fueron los músicos los que llevaron los ritmos antillanos al lugar. En la segunda
mitad de la década de 1960, hubo un gran éxodo de haitianos a Canadá, particularmente a Quebec, que huían de
la dictadura. Según Sauveur Pierre Etienne (2007) e Gerard-Pierre Charles (1991), muchos fueron invitados a
República del Congo. La instalación de la dictadura tuvo un doble efecto: 1) el surgimiento de
una represión política generalizada en áreas urbanas y rurales con la creación de la milicia de
Voluntarios de Seguridad Nacional, popularmente conocida como Tontons Macoutes
23
; 2) el
marcado deterioro de las condiciones de existencia de todos los estratos sociales de la
población.
Con respecto a la región del Caribe, según Cogo (2014) y Lauvergnier (2016): La
migración haitiana a las Bahamas comenzó a mediados de la década de 1940, cuando las
empresas agrícolas y madereras comenzaron a contratar para atender la escasez de mano de
obra en estos sectores laborales. Después de los esfuerzos iniciales de contratación, los
trabajadores haitianos comenzaron a migrar por su cuenta.
En la década de 1950, los pescadores del norte y noroeste de Haití llegaron a Bahamas,
Grand Turck y Caicos por breves períodos en embarcaciones precarias construidas por los
propios viajeros. En los años sesenta y setenta, mucha gente del campo, de la clase baja,
comenzó a asentarse en las islas del Caribe que se convirtieron en espacios migratorios
haitianos.
A finales de la década de 1960, en Francia, según Audebert (2012) y Barrenechea
(1977), los haitianos se estimaban en 100 personas y, en la primera mitad de la década de 1970,
el número aumentó a 400, entre ellos, El 70% eran estudiantes. Según los autores mencionados,
tanto estos estudiantes como el resto de las profesionales e intelectuales que huyeron del
régimen de François Duvalier, eran originarios de la burguesía o de la clase media del entorno
urbano del país de origen (Casimir, 2009). El número aumentó significativamente en la década
siguiente y, en 1982, los censos del INSEE estipulaban más de 5.000 haitianos, llegando a más
de 20.000 en la década de 1990 (Barthelemy, 2009).
El fenómeno boat people
24
tuvo su pico en este segundo flujo migratorio de 1977 a
1981 cuando de 50.000 a 70.000 haitianos llegaron vivos a la costa de Florida, muchos de los
ocupar cargos importantes debido a la gran expansión de los servicios sociales, de salud y educativos. [...] Había
más de doscientos médicos haitianos en Quebec y casi mil profesores. En la década de 1980, un programa especial
del Gobierno de Quebec otorgó el estatus de inmigrante a 4.000 haitianos que ya estaban allí. En 2001, la
población de origen haitiano se estimó en 90 mil, lo que constituye el 90% de la presencia haitiana en Canadá.
23
Cuerpo paramilitar disuelto por el nuevo Gobierno provisional de Haití, eran la encarnación más palpable de la
dictadura haitiana y se convirtieron en símbolo del Duvalierismo. Su creación se remonta a los primeros tiempos
del régimen de Frangois Duvalier, Papá Doc, que necesitaba un cuerpo armado de su confianza como contrapeso
al Ejército de Haití, del que no se fiaba. El régimen celebraba cada 29 de julio el aniversario de la creación, en
1958, de los tontons macoutes, que después recibieron el nombre, más civilizado, de Voluntarios de la Seguridad
Nacional, ya en tiempos de la presidencia del hijo de Papá Doc, Jean-Claude Duvalier.
24
La mayoría Boat people salió del norte y noroeste del país en embarcaciones precarias, improvisadas y
construidas por los propios navegantes. Boat people se refiere a los viajeros haitianos que se embarcan hacia
Miami o las islas del Caribe como Bahamas, Grand Turck, incluida Cuba, entre otras, para llegar a Miami. Cuando
las Bahamas se independizaron en julio de 1973, el gobierno del país inició una campaña para expulsar a los
cuales murieron al mismo tiempo en alta mar. Las embarcaciones se hundieron por problemas
técnicos y, en otros casos, los propios agentes norteamericanos hundieron las embarcaciones
matando a miles de haitianos que intentaban llegar a Miami (Etienne, 2007; Audebert, 2017).
En este contexto, se inserta la movilización de varios militantes e instituciones
religiosas, políticas y asociativas por los derechos humanos de estos sujetos, como el National
Council of Churches (organización religiosa en Estados Unidos), el Black Caucus
(organización que representa a los afroamericanos en el Congreso) (Wasem, 2010).
Sin embargo, este período crucial en la historia migratoria de Haití también aparece
como de la constitución de los primeros flujos migratorios internacionales del país. Como parte
de la división internacional de la economía del Caribe, se produjeron importantes movimientos
migratorios desde Haití hacia el extranjero y posteriormente hacia otros destinos recientes
como el Brasil, Chile y México. Cada uno de estos movimientos acompañado del desarrollo de
flujos migratorios que fortalecen los vínculos entre una región particular de Haití y los países
de destino.
Además, la migración internacional haitiana se considera sobre todo una consecuencia
difícil de la situación económica y social del país. Una vez establecidos los flujos migratorios,
las fluctuaciones en la demanda de mano de obra de los países de destino tuvieron poca
influencia en la evolución de los flujos migratorios haitianos, que se mantuvo relativamente
fuerte (Manigat y Pierre, 2012; Marcelin 2017; Fleurima, 2019).
Así, el panorama de la migración internacional haitiana durante la era moderna se
mantiene, como el de todas las sociedades insulares del Caribe, basado en un hecho migratorio
prolongado, de gran escala y con orígenes geográficos variados. Vinculada al proyecto colonial
europeo para el desarrollo de la economía, la movilidad transcontinental de poblaciones parece
ser tanto la causa como la consecuencia directa de los grandes trastornos económicos y
políticos históricos que ha experimentado Haití durante la era moderna.
El hecho migratorio ha permeado profundamente las estructuras sociales de este país,
así como la ideología de su población. Tanto en un contexto colonial como poscolonial, la
migración haitiana ha sido una crisis socioeconómica sin precedentes y útil.
Un tercer (3) flujo de la migración haitiana se inició en la primera mitad de la década
de 1990. La esperanza de acabar con la inestabilidad política nunca ha sido mayor entre la
población que en diciembre de 1990, fecha de las primeras elecciones libres y democráticas
haitianos y las políticas de inmigración se volvieron cada vez más restrictivas. Durante este período, algunos
abandonaron el lugar y aprovecharon para llegar a Miami en embarcaciones precarias, como los boteros.
conquistadas por el sacerdote Aristide
25
(Hurbon, 1987). Pero, enajenando la confianza del
parlamento, las clases dominantes y los militares. Debido a la virulencia de su palabra, fue
víctima de un golpe de Estado el 30 de septiembre de 1991 y se exilió.
Una vez más, las esperanzas del pueblo haitiano se habian desvanecido y el país regresó
a uno de los períodos más dramáticos de su historia. Los elementos conservadores han
retomado el control violento de la vida política y los elementos progresistas han sido
severamente reprimidos (Audebert, 2012; Handerson, 2017). Durante el golpe de tres años,
fueron asesinados entre 3.000 y 5.000 partidarios de Aristide. Esta situación sirvió de
catalizador para la reanudación del flujo de embarcaciones migratorias haitianas hacia Florida,
pero fueron interceptados más de 20.000 boat people e hicieron una estancia en la base
estadounidense de Guantánamo en Cuba (Docquier, 2007; Marcelin, 2017).
Según Hurbon (1987) y Wasem (2010) buena parte de la migración haitiana siempre ha
estado vinculada a las opciones socioeconómicas de los distintos presidentes del Estado
haitiano, lo que atestigua una combinación de política y economía que mató lentamente a los
campesinos haitianos. Puede ver que las opciones económicas del estado haitiano fueron
desfavorables para la oferta y contratación de mano de obra en el país, principalmente con
miras a crear condiciones sociales de trabajo inadecuadas para una fuerza laboral. Trabajo
calificado y absolutamente precario para trabajadores no calificados.
Pero las consideraciones económicas no son ajenas al inicio de esta nueva ola
migratoria: el embargo que afectó duramente a Haití en la primera mitad de la década de 1990
ha revelado el vínculo entre los acontecimientos políticos y las dificultades económicas y
sociales para explicar la migración al mundo exterior (Casimir, 2009; Bazile, 2016). Para
castigar al régimen militar que derrocó al presidente Aristide y condujo a la restauración de la
democracia, la Organización de Estados Americanos (OEA) encabezada por Estados Unidos
impuso un embargo.
La motivación de Estados Unidos fue doble: 1) en el contexto de la posguerra fría, quiso
instaurar la democracia en todo el mundo estadounidense para aislar a la dictadura cubana; 2)
querían retrasar el éxodo de personas en barco o al menos promover la democracia en Haití de
manera sostenible para que sus ciudadanos no gocen de la condición de refugiados políticos en
su territorio.
25
Jean-Bertrand Aristide es un sacerdote indigente y un estadista haitiano. Fue varias veces presidente de la
República de Haití: en 1991, apoyado por una amplia coalición de fuerzas de centro e izquierda, fue elegido frente
al candidato pro estadounidense Marc Bazin con el 67,7% de los votos en la primera torre. Por primera vez, la
participación, aunque impugnada, supera el 60%. 1993-1994, después de 1994-96 y finalmente 2001-2004 antes
de su salida al exilio el 29 de febrero de 2004 tras un golpe de Estado.
Finalmente, el presidente Aristide regresó al poder en 1994; temiendo por su seguridad,
recurre al terror para eliminar a los adversarios de su poder. Fomentó las prácticas paramilitares
en forma de organizaciones de apoyo de base y promoción para fortalecer el objetivo de generar
miedo entre la población. Luego procedió a reemplazar oficialmente al ejército haitiano por la
Policía Nacional Haitiana (PNH). Ante los excesos criminales de las organizaciones de apoyo
popular que giran en torno al poder de Aristide, la impotencia de la nueva Policía Nacional y
la impunidad que caracterizó al sistema de justicia.
Así, los haitianos de los estratos más desfavorecidos siguen viviendo con el sentimiento
de injusticia del Estado hacia ellos. Los secuestros y asesinatos aumentaron sin precedentes en
la década de 2000. Por lo tanto, la tentación de la justicia es permanente entre la población,
debido a la fuerza de la policía nacional y las fuerzas de seguridad de las Naciones Unidas que
controlan los grupos armados que aterrorizó a la población.
Así, la sensación de inseguridad pública, económica y social es ahora uno de los
principales factores de la migración internacional haitiana. Si la antigua migración se realizó
en la perspectiva de una respuesta temporal a la violencia institucional del Estado, se registra
desde 1986 en un contexto de pérdida de esperanza para el ciudadano haitiano en un futuro
mejor para su país.
Sin embargo, en 2004 se produjo una nueva crisis política en el país, que culminó con
la salida del presidente Aristide por segunda vez y el establecimiento de un gobierno provisorio,
encargado, entre otras funciones, de promover nuevas elecciones (Lozano e Franc, 2011;
Fleurima, 2019). Debido a que Haití todavía se posiciona como el país más pobre América, los
ciudadanos haitianos ven sus oportunidades reales de progreso social fuera del país.
Por tanto, la migración internacional haitiana es una de las expresiones del problema
económico y social. Para nosotros, los determinantes clave de la migración haitiana son
socioeconómicos y políticos. Analizar la migración haitiana como una de las expresiones
citadas es optar por comprender las desiguales relaciones económicas y políticas que se
establecen en el país y comprender las manifestaciones de la élite política en Haití (Kurien,
2008; Pierre, 2014; Joachim, 2017). Debido a la falta de análisis de este aspecto teórico
fundamental, es importante reflejar la migración internacional de Haití como expresión del
desarrollo socioeconómico.
El cuarto (4) registro del flujo migratorio internacional haitiano se inició en 2010.
Frente a diferentes tipos de inseguridad: pública, política, socioeconómica, educacional,
incluyendo el área de salud y saneamiento básico, todas ellas por la situación de pobreza y
precaria de Haití, agravada por la tragedia provocada por el terremoto de enero de ese año, la
migración haitiana cobró especial significado, volumen y crecimiento en nuevos temas y
circuitos en el espacio migratorio internacional.
Sin embargo, nunca en la historia de Haití un desastre natural ha hecho a la sociedad
tan vulnerable como la tragedia del 12 de enero de 2010. El caos, la destrucción, la
desesperación y el trauma psicológico causado por este terremoto de magnitud 7.3 en la escala
de Richter son profundos.
3.2 Esfera migratoria haitiana en México de 2004-2015
Hasta antes del 2010, la migración entre México y Haití era relativamente poco significativa y
ordenada. Al respecto la organización Sin Fronteras IAP explica que los primeros haitianos
atendidos en 2007 por Sin Fronteras IAP fueron solicitantes de asilo que habían dejado su país
por ser disidentes políticos o por trabajar como funcionarios de gobierno (Merari y Sandoval,
2018). A partir del segundo semestre de 2007 fue cuando este flujo se incrementó en el país.
Todo indica que México representaba una opción para ellos debido a que era más sencillo
conseguir una visa de turista para este país que para Estados Unidos.
Esta migración a diferencia de otras como la centroamericana (Caicedo, 2008), se
caracterizó por ser una migración relativamente ordenada, estructurada y con bajos riesgos en
el tránsito la mayoría de los haitianos llegaban en un vuelo directamente de Haití a la ciudad
de México algunos ya tenían conocimiento de la organización y se acercaban un par de días
después del arribo.
A partir de 2007, el número de haitianos atendidos en Sin Fronteras IAP no solamente
aumentó gradualmente, sino que mostró un cambio significativo de tal forma que, de haber
recibido únicamente a uno en 2004, en 2009 se recibieron a 174 (de 2007 a 2009 el número se
había triplicado), no obstante, fue en 2010 cuando esta cifra se disparó tras el terremoto de
Haití (Rodríguez et al., 2014; Coulange, 2017; Merari y Sandoval, 2018; Eduardo y Mariscal,
2020).
Sin embargo, el panorama del reciente flujo migratorio haitiano en América Latina se
basa en la complementariedad de las funciones migratorias (tránsito, instalación o ambas) de
cada país. La diversidad de las políticas migratorias estatales encarna distintos enfoques del
origen mismo de la migración haitiana. Si bien algunos países tienen diferentes enfoques de
política migratoria que toman en cuenta la vulnerabilidad multidimensional del país de origen
en el caso del enfoque humanitario de Brasil y México para mejorar las condiciones
socioeconómicas, otros países de destino como el Perú y Chile han adoptado un enfoque
económico sobre todo para estos movimientos migratorios.
3.2.1 Migración haitiana en México desde 2016 hasta 2022
Desde Brasil o Chile, los haitianos deben cruzar varios países antes de llegar a México. Este
viaje puede durar desde algunos meses hasta algunos años, dependiendo de los recursos de los
migrantes, el tiempo que pasen en los centros de detención, escalas para trabajos temporales o
conexiones con traficantes. Hay que mencionar que la parte físicamente más exigente y
peligrosa del viaje es cruzar la frontera entre Colombia y Panamá, en un área conocida como
Darién Gap. Los migrantes deben atravesar la selva de 150 kilómetros (93 millas), lo que suele
demorar entre cuatro y 11 días, durante la temporada de lluvias. Los migrantes con frecuencia
se quedan sin alimentos, son asaltados, arrastrados por los ríos en inundaciones repentinas o
resultan heridos de alguna otra manera mientras cruzan (Margaria, 2021; moreno, 2018).
En 2016
26
, el territorio mexicano fue el escenario de la transición y el de un grupo
haitiano derivado de un reciente flujo migratorio en los países de América del Sur como Brasil
y Chile pos-2010, lo que provocó el desbordamiento de migrantes en las zonas fronterizas de
Tijuana y San Diego (Coulange y Castillo, 2020). Al igual que otros migrantes en tránsito por
el país, los haitianos aspiraban a cruzar la frontera norte de México e ingresar a Estados Unidos
por mejores condiciones socioeconómicas.
Aunque los datos muestran un aumento significativo en la migración haitiana
inmediatamente después de las recientes crisis política, socioeconómica y humanitaria, estos
eventos sirven como telón de fondo que puede haber influido en las decisiones de los migrantes
que ya se encuentran en América Central y del Sur en busca de nuevos destinos.
Sin embargo, es probable que la migración haitiana aumente en los meses y años
venideros, extendiéndose a países de las Américas donde los migrantes pueden tener familias,
26
La cantidad exacta de haitianos que llegaron a Tijuana durante 2016 es difícil de determinar, ya que una parte
cruzó a Estados Unidos. Hay variaciones considerables, en un rango que va de los 11 000 a los 20 000. En estudios
académicos como el Informe especial. Migrantes haitianos y centroamericanos en Tijuana, Baja California 2016-
2017. Políticas gubernamentales y acciones de la sociedad civil (p. 111), se habla de 20 000 haitianos; la cantidad
coincide con lo expresado en diarios locales: Laura Bueno Medina, “Más de 4 mil haitianos permanecen en Baja
California”, en El Sol de Tijuana, 20 de diciembre de 2020; disponible en: elsoldetijuana.com.mx/mas-de-4-mil-
haitianos-permanecen-en-baja-california-6157020.html. En cambio, en algunos reportajes periodísticos y diarios
de circulación nacional, la cifra es más conservadora: Mathieu Tourliere, “Un albergue llamado Tijuana”, p. 30-
31, habla de 11 000 haitianos. A su vez, en “¿Qué pasó con los migrantes haitianos en Tijuana?”, publicado en El
Heraldo de México el 27 de octubre de 2018, se afirma que llegaron a Tijuana, en ese mismo año, 17 078 haitianos;
disponible en: heraldodemexico.com.mx/tendencias/2018/10/27/que paso con los migrantes haitianos en Tijuana
62705.html.
amigos u oportunidades laborales para mejorar las condiciones de vida de las familias que
permanecen en Haití. A medida que continúe esta migración, será importante distinguir entre
las olas recientes y anteriores de migración haitiana. Los análisis del movimiento de haitianos
también deben adoptar una perspectiva regional que tenga en cuenta esta década de migración
hemisferio y las dinámicas y desafíos únicos de los migrantes haitianos.
Según Coulange y Castillo (2020), la situación es diferente para los haitianos que llegan
a otros países, cuyo trasfondo de origen idiosincrásico es diferente y que, antes de la ola de
2016, tenían redes limitadas de compatriotas en México. En este sentido, los migrantes
haitianos plantean un desafío mayor en cuanto a su integración a la sociedad mexicana, y
ofrecen una oportunidad inusual para analizar la integración de personas con antecedentes
culturales diferentes a los que imperan actualmente en México.
Pocos años después el gobierno mexicano, ante la necesidad de mano de obra, ofreció
facilidades de empleo a los haitianos, notoriamente los de Brasil y Chile, y algunos otros
otorgaron facilidades para migrar, como Venezuela o Ecuador. Con el tiempo, las crisis
económicas golpearon a estos países, o bien, sus condiciones políticas se complicaron, lo que
motivó que el empleo se precarizara aún más o que no hubiera más contratos que ofrecer.
Si bien el éxodo de haitianos puede explicarse en gran parte por las desfavorables
condiciones estructurales y económicas que han afectado a su país (Braz, 2010; Fleurima,
2019), para entender la ola que llegó a México, los flujos migratorios de ciertos países de
América del Sur, en gran parte los dos posibles receptores de migrantes haitianos de Brasil y
Chile.
De hecho, tras las secuelas del terremoto de enero de 2010 en Haití, estos países
implementaron políticas de puertas abiertas hacia los migrantes haitianos, otorgándoles
facilidades de entrada, regularizando a quienes se encontraban en situación irregular en su
territorio, o facilitar la reunificación familiar, entre otras medidas (Merari y Sandoval, 2018).
Un gran número de haitianos aprovechó estos arreglos conciliatorios para migrar a diferentes
países de dicha región.
Así, las nuevas configuraciones de movilidad a escalas supranacionales constituyen una
forma de abrir las fronteras nacionales. Existe un discurso internacional sobre estas
circulaciones. Al mismo tiempo, parece más fácil salir del lugar de origen (nuevo fenómeno de
la modernidad), pero se vuelve más difícil entrar en algunos países, una especie de gobernanza
global de la circulación de personas.
Tales globalizaciones están inscritas en un registro contradictorio. Los Estados reducen
y controlan el número entradas y aumentan el número de recursos económicos estatales en las
fronteras, ante el costo socioeconómico de la migración. Quizás, esta paradoja nunca ha sido
más evidente, como en el período de crisis económicas globales de los migrantes.
Así, muchos haitianos consideraron a México como un país accesible y una alternativa
a los destinos tradicionales, cuyas políticas migratorias y laborales son conocidas por ser más
restrictivas. Sin embargo, al final de las caravanas de migrantes en 2017, los haitianos se
estimaban en alrededor de 12.000
27
y con el estallido de la crisis económica y política en Brasil
en 2014, los haitianos que vivían en este país se encontraron en un contexto socioeconómico
marcado por la desaparición de miles de puestos de trabajo y por las recurrentes turbulencias
socio-políticas (TRT World, 2017). Ante esta situación, comenzaron a buscar nuevas
alternativas migratorias en la región, reorientándose principalmente hacia Chile.
A principios de 2016, estas nuevas circunstancias provocaron el estancamiento de un
número considerable de migrantes haitianos en México, específicamente en zonas fronterizas
(Merari y Sandoval, 2018). Las organizaciones de la sociedad civil, a principios de año,
estimaron más de 4.000 haitianos varados en México durante la contingencia migratoria (Yee
Quintero, 2017).
La mayoría fueron atendidos por instituciones civiles o simplemente por individuos y
familias animados por la voluntad de ayudar, luego del largo viaje viniendo principalmente de
Brasil y Chile para llegar a la frontera entre Estados Unidos. Muchos han agotado sus recursos
financieros.
Particularmente las cifras de 2016 fueron captadas en la ciudad fronteriza de Tijuana,
lo que significa una alta concentración de migrantes haitianos en esta ciudad, lo cual implica
un grado de complejidad mayor para estas urbes, pues lo cierto es, que ya sea permaneciendo,
los migrantes haitianos demandan bienes y servicios y condición socio-económica adecuada.
27
Hay un consenso más o menos generalizado respecto a la cifra de los migrantes haitianos que se quedaron en
Tijuana hacia finales de 2016: 3 000, de acuerdo con Tonatiuh Guillén López, “La política pública y la migración
haitiana en México”, en Informe especial. Migrantes haitianos y centroamericanos en Tijuana, Baja California
2016-2017. Políticas gubernamentales y acciones de la sociedad civil, María Dolores París Pombo
(coordinadora), Tijuana, Comisión Nacional de Derechos Humanos (cndh) - El Colegio de la Frontera Norte (El
Colef), 2018, p. 14; disponible en: https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/Informe-
Migrantes-2016-2017. De acuerdo con Schwarz Coulange Méroné y Manuel Ángel Castillo, “La reciente ola de
haitianos a México: ¿tránsito prolongado o formación de un nuevo destino migratorio?”, en Prontuario sobre
poblaciones migrantes en condiciones de vulnerabilidad, Óscar Ortiz Milán y Roberto Lara Caravantes
(directores), México, Secretaría de Gobernación, 2018, p. 58, fueron 4 000 los haitianos que se quedaron (incluyen
a Tijuana y Mexicali). Por otra parte, en el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias 2016, México, Unidad de
Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, 2016, se registran, por cada mes, las entradas de haitianos a
México, pero solamente de aquellos que lo hicieron por avión: hacia 2016 entraron a México: 2 817 haitianos.
Las entradas por vía terrestre no están especificadas por nacionalidad; se engloban en una amplia categoría la de
“extranjeros no residentes en México”. Para el caso de la ciudad de Tijuana, se contemplan cinco puntos de
internación: 1) Aeropuerto Internacional Gral. Abelardo L. Rodríguez (aéreo), 2) Chaparral (terrestre), 3) Mesa
de Otay (terrestre), 4) Puerta México (terrestre) y 5) San Diego (terrestre).
También traen con ellos una problemática social, como la barrera idiomática, demanda de
trabajo, servicios públicos y que necesita ser atendida con prontitud y eficacia.
A partir de ese momento, una parte de los que aún se encontraban en el sur del país optó
por ir a la Ciudad de México, para evitar la contingencia que vivían con otros migrantes (Merari
y Sandoval, 2018). Son estas circunstancias y estas dinámicas las que han dado lugar a la
instalación actual de las poblaciones haitianas tanto en Tijuana como en Mexicali, así como
buena parte de las ubicadas en la Ciudad de México (Coulange y Castillo, 2020).
Destacando que la reciente oleada de migración haitiana a México, iniciada en 2016
hasta el segundo semestre de 2018. Antes de esa fecha, los migrantes haitianos del país se
caracterizaban por la formación de una pequeña comunidad, conformada por la situación
multifacética, así como por la inseguridad social y económica. Y se caracterizaron por un cierto
grado de dispersión en México.
A pesar del papel cada vez más evidente de la migración haitiana en la dinámica socio-
económica del país, los efectos de la movilidad internacional del pueblo haitiano en la mejora
de las condiciones de vida en Haití en el mediano y largo plazo son complejos, ambivalentes a
interpretaciones múltiples y contradictorias. En un país con recursos económicos y
profesionales insuficientes frente a la enorme demanda social de necesidades educativas y
médicas, el éxodo de competencias se percibe ampliamente como un freno al desarrollo
socioeconómico de las estructuras colectivas que permiten la mejora de las condiciones de vida
en el largo plazo en Haití.
Es cierto que el país está atravesando un verdadero desastre: una gran cantidad de
haitianos con nivel de educación universitaria han migrado a países extranjeros (Docquier,
2007; Baeninger, 2013 y Bazile, 2016), ante la estrechez de los mercados laborales (Caicedo,
2010), la falta de una institucionalidad estatal que permita el desarrollo de sus competencias, y
la debilidad de las oportunidades que promueven una buena condición de vida.
El potencial económico y social de la migración es de hecho un campo considerable de
oportunidades para Haití, tanto para las exportaciones de productos y servicios culturales a las
empresas de los países de destino, como para las inversiones de la migración en el país de
origen.
En el campo de la transmisión de información, transferencia de conocimientos y
habilidades, derecho comercial y cooperación técnica, la migración haitiana es probablemente
la que mejor puede desempeñar el papel de intermediario entre el país de origen y mercados de
los países de destino. Dado que encarna la transferencia de una parte sustancial del potencial
humano haitiano al exterior, el peso económico que representa hoy constituye una nueva
apertura para Haití.
La migración internacional haitiana ha ocupado un lugar cada vez más esencial en la
historia de Haití durante más de medio siglo, al punto que la dispersión espacial migratoria de
parte de la población más allá de las fronteras genera una funcionando en redes en las que se
integra una parte creciente de la sociedad origen y hoy aparece como una dinámica estructural
de dicha sociedad.
La evolución se puede leer y experimentar en todas las escalas y en todos los ámbitos
de la vida social haitiana: cambios en los patrones de consumo y la calidad de la vivienda para
las familias que reciben transferencias de dinero y bienes, surgimiento de nuevos modelos
culturales y nueva transformación de la economía nacional y formas de expresión identitaria
de la migración, intensificación del comercio informal de productos importados, cuya compra
se financia en parte con transferencias de migrantes, incorporación de nuevas formas de
descentralización en el surgimiento de iniciativas de desarrollo impulsadas del exterior por
flujos migratorios.
Sin embargo, el recurso a este último nos acerca a los factores estructurales y
procedimentales que dan contenido y forma al fenómeno de la migración internacional haitiana
en la faceta actual, al mismo tiempo que coloca como preludio de su futuro desarrollo a nivel
socioeconómico. En esta perspectiva y considerando que Tijuana representa uno de los ámbitos
territoriales donde más ha evolucionado el fenómeno migratorio reciente en México.
Está consagrado en la literatura sobre migración internacional en caso de los haitianos
que, una vez que se ha iniciado un flujo hacia un país y que no se realiza ninguna acción
preventiva en este movimiento, y más (Baeninger, 2013; Ariza, 2014), en el mantenimiento de
los factores que contribuyeron a la salida del migrante de su país y quienes los atrajeron al país
de destino, la tendencia es que esta migración continúe y que se establezcan redes de apoyo
social que faciliten aún más la migración.
Luego, con el tiempo, los migrantes se integran a la sociedad de destino (Castles y
Miller, 2009; Lozano, 2011). Al observar la migración de haitianos hacía en México, se puede
apreciar que este proceso se encuentra en su etapa inicial. Los factores de atracción y expulsión
que iniciaron el proceso siguen presentes y las diferencias en las condiciones de vida entre
países aún hacen atractiva la migración. Además de este aspecto, hay que considerar el casi
cierre de fronteras para los haitianos impuesto por otros países específicamente de los Estados
Unidos.
Los destinos habituales como Estados Unidos, Canadá y Francia se vuelven cada día
más difíciles debido a las nuevas dificultades creadas para la entrada de migrantes,
principalmente de países subdesarrollados (Soufrant, 1974; Saint-Hubert, 2012). Otro destino
habitual de los haitianos, República Dominicana, ha restringido sistemáticamente los derechos
de los migrantes haitianos en ese país y el Estado impulsa una política clara de desalentar la
migración, de rechazar a los migrantes, buscando evitar la llegada y permanencia de haitianos
en su territorio.
Estos factores, entre otros, transforman la opción de migrar a Brasil, Chile, Argentina
y recientemente a México como la más lógica y hasta puede decir la más viable, desde la
perspectiva de los migrantes, ya que ven a estos países como un espacio de destino y
oportunidades económicas y sociales, además de expresar sistemáticamente su simpatía por
estos países.
3.3 Transmigración haitiana
Las incomparables consecuencias humanas y sociales del terremoto del 12 de enero de 2010 y
los recientes desastres naturales lo convierten en una tragedia plural en el destino de Haití.
Testimonian la extrema vulnerabilidad de una sociedad marcada por la inseguridad de las
condiciones de vida de la mayoría de su población; una sociedad desorientada por los
profundos cambios contemporáneos vinculados a esta inseguridad multifacética (Cohen, 2012;
Charles y Green; 2012).
Este cataclismo actuó como espejo y amplificador de las razones estructurales que
empujaron a los haitianos a abandonar su país durante varias generaciones y hasta el día de
hoy. La magnitud de la dispersión internacional del pueblo haitiano ha sido tal durante medio
siglo que ahora parece difícil pensar en el destino del país sin tener en cuenta la realidad de sus
migrantes.
La migración haitiana aún se consideraba un epifenómeno a principios del siglo XX a
pesar de su ya considerable importancia hacia Cuba y la vecina República Dominicana, y
paulatinamente adquirió una dimensión estructural a partir de la década de 1960 (Marcelino,
2013; Handerson, 2017). La migración internacional se ha extendido a todos los estratos
sociales y regiones del país, la dispersión geográfica se ha convertido en una de las principales
características del fenómeno. Por lo tanto, la dinámica ha seguido ampliándose y
generalizándose, gracias a una historia problemática. Ahora concierne a la sociedad haitiana
en su conjunto.
Aunque cualquier estimación sigue siendo arriesgada al respecto, los dos millones de
haitianos representarían el equivalente al 20% de la población que permanece en el país
(Audebert, 2012, p. 178), mucho más si incluimos a las generaciones nacidas fuera y muchas
de las cuales tienen una conexión afectiva con Haití. También es relevante esta cuestión de las
siguientes generaciones, que por definición no son migrantes, y de la diversidad de sus caminos
de vida.
Las representaciones ambivalentes a las que se refieren los migrantes en Haití dan
testimonio de su inclusión en el centro de los problemas sociales de este país. Al enfoque las
limitaciones que pesan sobre el desarrollo y el progreso social (Castor, 1988), así como no
tener en cuenta el efecto de la migración constantemente renovada de recursos humanos
calificados desde la década de 1960.
Al mismo tiempo, como entender la diversificación de los migrantes de las estrategias
de sobrevivencia familiar ante la precariedad desarrollado sin tomar en cuenta que en promedio
las remesas de los inmigrantes representan una buena parte de los ingresos de las familias
permanecen en Haití. La opción migratoria resulta ser el último recurso ante las precarias
condiciones de vida y la inseguridad económica que aqueja a una parte creciente de la
población haitiana.
En un contexto altamente repulsivo, responde a la necesidad de los haitianos de
sobrevivir como colectivo, pasando de una lógica de proximidad social y geográfica a la de
una reticularidad transnacional que caracteriza a cada vez más familias. Ante la ausencia de
justicia, libertad y perspectivas de futuro, la migración expresa la resistencia de un pueblo que
proyecta sus solidaridades sociales y fundamentos socioculturales más allá de las fronteras
nacionales (Magarita, 2021), en lugares dispersos y contextos más o menos favorables a la
expresión de un colectivo identidad.
La perspectiva de Haití parece basarse en una nueva articulación entre las relaciones
sociales locales dentro del país de destino y el desarrollo de redes más allá de las fronteras, una
de cuyas funciones es precisamente la reproducción del vínculo social local. Comprender el
funcionamiento y la dinámica de la migración haitiana es un requisito previo para resaltar esta
articulación y, en última instancia, esta nueva forma de ser haitiano basada en el vínculo entre
la localidad y globalizado (Margarita, 2021; Glick-schiller, 2001).
En el contexto de relaciones históricas asimétricas de tipo poscolonial, se debe tomar
en consideración el efecto de las representaciones colectivas muchas veces fantaseadas en la
estructuración de estos espacios sociales transnacionales y en su articulación entre unos y otros.
En efecto, permitiendo una mejor comprensión de la lógica y el significado de la experiencia
de la migración haitiana tanto a los llamados países ricos como a los vecinos del Caribe y ahora
en los de América del Sur (Cohen, 2012; OCDE, 2015; Taylor, 2001; Glick-Schiller, 2001;
Skeldon, 2005).
Teniendo en cuenta los contextos económicos, geopolítica e históricos globales y
locales, cuya diversidad solo es igualada por la de las sociedades de tránsito y asentamiento
múltiple, dentro de las cuales florecen los espacios sociales transnacionales, arroja luz sobre la
función de estas representaciones míticas en la dinámica de migración. Los mitos que subyacen
al acto migratorio se nutren de la distancia geográfica, la fuerza de las imágenes transmitidas
y la diferencia cultural de los lugares enlazados. Al mismo tiempo, son puestos a prueba por la
realidad de un contexto de seguridad que nunca ha sido realmente favorable para los migrantes
haitianos.
Poder entonces saber sobre la función de la lucha permanente por el reconocimiento de
su integración en los países de destino en la construcción de una conciencia migratoria y
solidaria. Así, la fuerza del mito radica en el sueño de movilidad social encarnado en la figura
de los migrantes. En el imaginario colectivo, el espacio migratorio se convierte en un lugar casi
fantasmal donde los sueños, percibidos como inalcanzables en Haití, a veces se proyectan en
la realidad.
El éxito de la noción de migración dentro de la sociedad civil haitiana desde hace unos
treinta años, para designar tanto a las comunidades de migrantes como a los individuos que las
animan, se explica por tanto por el fuerte significado simbólico del éxito social, incluso este
concepto se invierte a los ojos de aquellos quienes permanecieron en el país en un contexto de
deterioro de sus condiciones de vida (Docquier, 2007). Por otro lado, el creciente recurso a esta
noción por parte del propio Estado haitiano está más en línea con una lógica de
instrumentalización política a los efectos de la política exterior y el control de las comunidades
migrantes, en particular desde el retorno de los migrantes a partir del exilio de Aristide en 1994.
En los lugares de migración, el uso del término migra ayisyen
28
parece más bien
responder a la necesidad de identificación por parte de los propios migrantes en contextos
nacionales donde la noción está cargada de un significado positivo. Respondiendo a la
necesidad de la expresión de la comunidad de destino a pesar de la dispersión espacial, los
inmigrantes invirtieron la noción de un sentido político en un contexto de lucha contra la
28
El término criollo de Migran Ayisyen en masculino (migrante haitiano) se refiere en Haití al individuo de origen
haitiano residente en el país exterior. Además de este significado geográfico, también tiene una dimensión social:
la del éxito económico encarnado por el individuo en cuestión.
dictadura duvalierista durante tres décadas, mientras reclamaban sus derechos en las sociedades
de instalaciones.
Sin embargo, se piensa entonces la génesis del espacio migratorio internacional haitiano
como parte de la integración de Haití a la división internacional del trabajo de los países de
destino y también a través de los efectos de las políticas migratorias sobre la composición y
dirección de los flujos. Una geodinámica, para usar la expresión de Cédric Audebert (2012), se
esboza las redes migratorias haitianas para captar su evolución en el tiempo y sus articulaciones
espaciales desde la escala regional a la transnacional, con énfasis en la lógica de los actores.
3.3.1 Redes migratorias haitianas y transnacionalización
Las redes transnacionales están animadas por la movilidad de los individuos que visitas de los
migrantes en el país, de la familia a los migrantes o entre lugares de los migrantes y por
intercambios de todo tipo, tangibles e intangibles, que forjan relaciones duraderas entre
espacios (Chami y Fullenkamp 2013).
Massey (1988) define la red migratoria como un conjunto de lazos interpersonales que
vinculan a los migrantes, futuros migrantes y no migrantes con los lugares de origen y el país
de destino a través de lazos familiares, de amistad y de origen comunitario compartido. En un
contexto desfavorable al establecimiento de la migración haitiana y a rígidos mecanismos de
control, los migrantes desfavorecidos sujetos a los vaivenes de la situación social y económica
afirman (Audebert, 2012), una configuración geográfica insular que multiplica el riesgo
vinculado a la migración, estereotipos en Haití, rápido aumento de los flujos en los países
anfitriones que parece al menos inesperado.
Es difícil entender la perpetuación de estas corrientes migratorias sin tener en cuenta la
solidaridad social establecida a través de las fronteras. La geografía de los flujos migratorios
nos recuerda que además de las consideraciones estructurales de carácter esencialmente
económico, existe un nivel de análisis intermedio entre la macro y micro teorías políticas,
económicas y culturales, que destaca los valores y recursos individuales. Este nivel intermedio
destaca los lazos y el capital sociales implementado en el contexto de las redes migratorias
(Baraldi, 2014; Audebert, 2012).
Los migrantes desarrollan sistemas transaccionales relacionales reales (Simon, 2008;
Solimano, 2009), desarrollando estrategias que a menudo son arriesgadas, para sortear los
obstáculos políticos de las rutas migratorias permanentes y en evolución. En el contexto de las
redes de migración haitiana, el papel de la familia está en el centro de este proceso. El acceso
al estatus de regularización y la libertad de prácticas espaciales compatibles con el proyecto de
vida son las principales perspectivas de estas estrategias (Coulange y Torre, 2020).
Así, la estructuración del campo de las migraciones transnacionales haitianas se
advierte constantemente, las cuales dependen de rutas articuladas, lugares de tránsito y cruces,
cruces y puntos de partida e implementación en diferentes niveles transnacionales. Con la
maduración de las redes, las dinámicas espaciales también revelan una articulación más
evidente entre la red migratoria.
Es importante resaltar una definición más estrecha y concreta del uso más general de
las redes migratorias. Para el autor como Kelly (1995), se centra en algunas de las funciones
sociales de las redes, considerándolas como grupos de individuos que tienen contacto
recurrente entre a través de relaciones profesionales, familiares, culturales o afectivas.
Además, son formaciones complejas que canalizan, filtran e interpretan información, articulan
significados, asignan recursos y controlan comportamientos (Kelly, 1995).
En cualquier caso, el uso del término redes, en su sentido más estricto o amplio, intenta
poner de relieve el hecho de que muchos individuos han decidido migrar tras ser informados
de las oportunidades y/o dificultades con inmigrantes anteriores. Estos podrían proporcionar
tanta información sobre perspectivas laborales, vivienda y recursos iniciales a través de
remesas que podrían financiar y permitir viajes. En este sentido, es importante destacar el papel
activo de los migrantes en la sociedad de origen para influir en el comportamiento de nuevos
migrantes potenciales, estimulando o limitando proyectos, expectativas e inversiones futuras
(Dias y Silveira, 2005; Coulange y Torre, 2020).
En cuanto a la cuestión de la información en el caso de los migrantes haitianos, se trata
de una red circulatoria entre migrantes cuya forma se difunde. Este proceso suele diseñarse a
través de redes cuya escala puede variar considerablemente. También existen redes que se
circunscriben a las familias, pero más importantes que transmiten información a una
comunidad e incluso que llegan a toda una microrregión.
En la misma línea, otro punto importante en las relaciones de los migrantes haitianos
con los países de destino es la confiabilidad atribuida a esta, lo que subraya la importancia de
las llamadas relaciones primarias. La persona o familia que contempla migrar tendería a
depender más de la información proporcionada, ya sea directamente o por carta, de un familiar,
vecino o amigo, que en folletos distribuidos por un agente de viajes (faktè en criollo) cuyos
beneficios dependen únicamente de la cantidad de futuros migrantes que pueden esperar por
su boleto de avión.
Así, los contactos personales se han vuelto más importantes, ya que son más confiables
que la información no personal. Por otro lado, los haitianos que desean migrar desarrollan lazos
de hermandad que unen diferentes redes muy sólidas como familias para otros miembros o
líderes de iglesias que ayudan a llegar al destino final. Relata Audebert (2012), luego de haber
identificado ciertos criterios de las redes sociales en el origen del movimiento migratorio
haitiano, en general, es a través de las redes que se transmiten informaciones y opiniones a
favor de la migración.
Las redes de migración haitiana generalmente pueden explicar el vínculo de parentesco,
amistad o incluso religión, pero que son esenciales para planificar la llegada de futuros
migrantes haitianos a los países de destino, principalmente para contribuir al bienestar
económico y social. En estos términos, siempre es práctico distinguir las redes de información
de las de redes migratorias, siendo las primeras preexistentes ya veces alimentando a las
segundas.
Así, poniendo en perspectiva pudiendo explicar en muchas ocasiones, ciertos flujos
migratorios se prolongan o perpetúan aun cuando los cambios en las condiciones económicas
y sociales deberían en principio limitarlos. De hecho, Audebert (2006) afirma que las redes de
migración haitiana pueden alimentar a todos los nuevos migrantes para reducir el costo para
sus amigos y familiares (Coulange y Torre, 2020).
Las redes de migración haitiana vinculan a los migrantes con los no migrantes a través
del tiempo y el espacio. Una vez iniciados, los flujos migratorios se vuelven autosustentables,
ya que reflejan el establecimiento de conexiones y redes de información, asistencia y
obligaciones que se desarrollan entre los migrantes en los países de acogida, así como entre
amigos y familiares que permanecen en Haití. La migración internacional haitiana provoca un
proceso social que depende en gran medida de las experiencias individuales que, a su vez,
ayuda a fomentar a los futuros migrantes.
Además, las redes migratorias haitianas generan redes sociales, existen varias lógicas
familiares (fanmi yo
29
) en el mundo social de la movilidad. En algunas familias haitianas se
utilizan varias estrategias para decidir quién viaja y el orden de los futuros migrantes. Algunos
son elegidos sobre otros para viajar. Este proceso no es una construcción mecánica
unidimensional. Tomar tal decisión depende de quienes financian el viaje.
29
La palabra criolla haitiana para parentesco y familia, los dos conceptos analíticos son Fanmi. Con variaciones
entre clases, entre haitianos y migrantes, la familia (fanmi) es el principal referente que define el universo y la
identidad de las personas. Por extensión, también se refiere a varios niveles de cercanía y familiaridad -en la
práctica, con la posibilidad de englobar ciertas formas de relacionalidad social, como vecindad, relación, amistad,
comunidad o incluso.
En este sentido, según Karen (2005) plantea que la estrategia de largo plazo de la familia
para la seguridad colectiva diferencia a los que van a migrar de los que se van a quedar, pueden
esperar que quede atrás un hijo o hija considerado generoso y obediente que estas cualidades
parecen definir al migrante ideal, mientras que el otro es visto como incierto, tal vez en el que
invertir para irse. Una vez que los migrantes haitianos comienzan a construir su condición
social y económica personal, necesitan personas dispuestas a permanecer en el país para
mantener sus inversiones y cuidar a los niños que dejaron atrás hasta que ellos también puedan
migrar.
Este conjunto de cuerpos sociales se moviliza para obtener la decisión de quién debe
salir. El grado de parentesco del individuo que manifiesta el deseo de migrar, sus bienes
personales, sus recursos sociales e intelectuales, su comportamiento, su honestidad, su carácter,
entre otros, y el hecho de que el futuro migrante llegue a los países de destino (lòtbò dlo),
podrían ayudar a todos los que están en Haití (Handerson, 2015). En ocasiones un familiar
viene a cobrar (voye chèche), es una forma de reducir la carga económica (del que envía dinero)
a los que se quedan y al nuevo migrante para hacerse cargo de la manutención de ciertos
familiares en Haití.
Las redes migratorias haitianas provocan un proceso de capitalización de las
experiencias a quien sea considerado como futuro migrante, pues, el estatus social juega un
papel importante en determinadas condiciones, quién y cuándo se realiza el viaje.
Al final, la familia transnacional haitiana aparece tanto más eficaz en el logro de sus
objetivos de ascenso social cuanto que se basa en una geografía de dispersión y circulación
material como las remesas e inmaterial que puede jugar en los diferenciales de vida estándares,
oportunidades económicas, medidas regulatorios más o menos favorables según el país de
destino.
3.3.2 Existencia de políticas migratorias haitianas
La mayoría de las políticas migratorias haitianas se enfocan en la importancia de los migrantes
haitianos y su potencial para el desarrollo del país. Antes de 2010, las contribuciones de los
haitianos en el exterior estaban fragmentadas y no institucionalizadas, ya que la mayoría de los
miembros de la migración evitaban pasar por agencias gubernamentales (Mickens, 2016,
Manigat, 2012; Barthelemy, 2009).
La migración haitiana cobra mucha más importancia y ha comenzado a desempeñar un
papel central, a pesar de las controversias que en ocasiones suscita, en los debates sobre la
recuperación, el desarrollo socioeconómico del país. La magnitud de la destrucción provocada
por el terremoto obligó a los actores nacionales e internacionales a dejar (temporalmente) la
desconfianza mutua para trabajar en la recuperación y mejora de las condiciones de vida de las
familias. Los desastres naturales han podido estructurar y amplificar la movilización de la
migración (Seguy, 2014).
Si bien la contribución de la migración al desarrollo del país ha aumentado, las
capacidades para diseñar, implementar y apoyar las medidas necesarias siguen siendo débiles
debido a la fragilidad del gobierno (Canales, 2008; De Haas, 2007; Joachim, 2017; Klabunde
et al., 2016), la rotación de los líderes políticos y la dependencia de Haití con respecto a la
ayuda internacional.
Las reflexiones presentadas en el capítulo 2 para gravar las remesas de los migrantes
han sido adoptadas por el gobierno actual para aprovechar los recursos de la migración. Este
último refleja la importancia de las remesas y el capital financiero de los haitianos residentes
de los países de destino. Además, lo que atestigua los esfuerzos por institucionalizar la
participación de la migración en los asuntos del país, puede tener consecuencias loables para
el desarrollo económico y social de los hogares.
3.4 Migrantes haitianos: una elección individual y económica
Las premisas de un modelo teórico de decisión migratoria ya pueden ser identificadas por
Smith (1776) y Friederich (1882) pero a menudo están de acuerdo en considerar las leyes del
geógrafo Ravenstein (1988) como el primer intento explícito de teorizar las causas de la
migración interna a partir de la observación de la migración internacional.
En este contexto, Ravenstein menciona muchos factores como productores o haber
producido migraciones: de malas leyes o leyes opresivas, altos impuestos, un entorno social
desfavorable uncongenial social surroundings, eventos que obligan a migrar compulsión, un
clima poco atractivo, a los demás. El factor más importante son las motivaciones económicas
(Ravenstein, 1889).
Según el enfoque neoclásico resultante de estas premisas, la migración es una acción
racional que conduce a la maximización de la utilidad económica. Comparar la satisfacción
que obtienen de su ubicación actual con la que podrían obtener de un desplazamiento y la
insatisfacción residencial genera movimiento.
La migración aparece, así como una estrategia entre otros cambios en las opciones
laborales y familiares, permitiendo al individuo reaccionar ante la insatisfacción. Por lo tanto,
al considerarse que otorgan principalmente una utilidad a los bienes y servicios que pueden
adquirir, los factores explicativos de una migración se aproximan por tanto a las diferencias
salariales.
La agregación de decisiones individuales explica entonces los movimientos
migratorios. Una propiedad central del modelo neoclásico es que considera la migración como
un factor de equilibrio de las diferencias geográficas, ya que los migrantes se trasladarán de
países de bajos ingresos a países de altos ingresos y, por lo tanto, modificarán la oferta y la
demanda, trabajando en áreas periféricas.
Insistir en los comportamientos individuales en la elección y decisión. Desde este punto
de vista explicando en la figura 3.2, las nociones de preferencias, utilidad y elección son
interdependientes. Las opciones proporcionan información esencial sobre las preferencias
individuales. Las preferencias se expresan sobre las características de las alternativas de
elección y se traducen numéricamente en funciones de utilidad (Varian, 2010).
Figura 3.2: Elección de migrantes con perspectivas en los países de destino
Fuente: Elaboración propia con las informaciones de esta investigación (2022)
Contexto sociocultural
Países, religiones y lengua
Factor individual y colectivo
Decisión, elección y migrar
Calidad de vida
Evaluación de la
calidad de vida del país
de destino, de la
situación de la vivienda
y del sistema de salud.
Elección de la toma
de decisiones para
migrar
Familia
Estado civil, calidad de
las relaciones y
familiares y apoyo
familiar
Redes
Red familiar, red
migratoria e
información básica
Factores económicos
Nivel económico, satisfacción
con los recursos, confianza en el
futuro económico.
Contexto político
Satisfacción con las
instituciones, el sistema
político.
Contexto de actividad
rentable
Remesas, creación de
empresas y satisfacción
económica
El pluralismo teórico permite dar cuenta de la evolución temporal de los fenómenos
migratorios y de su carácter auto sostenible o cíclico (Carrard, 2008; Piquet, 2021). Así, los
factores explicativos de la fase inicial de la migración pueden acercarse a la teoría neoclásica
del diferencial económico, pero las redes formadas a lo largo del tiempo pueden luego
reemplazar las variables económicas y asegurar la perpetuación del fenómeno incluso si se
produce una convergencia económica de los espacios de salida y llegada manifestado mientras
tanto.
Más allá de las características de los individuos, se interesó por las propias motivaciones
(Carrard, 2008). Al distinguir así tres tipos de motivaciones para migrar: la preservación, esto
implica la búsqueda de la seguridad, el desarrollo personal, así como la permanencia de la
familia en el país de origen y el materialismo, es decir, mejora financiera y desarrollo
socioeconómico. Muestran que estas motivaciones varían y se articulan con los valores y la
personalidad de cada individuo en un contexto socio-histórico determinado. Paradójicamente,
los migrantes tienen preferencias en términos de elección para algunos de los países más
atractivos en términos de empleo, facilitando cambios en las condiciones de vida, remesas para
sus familias y mejorando el bienestar individual y colectivo.
Mientras tanto, el primer marco de referencia que ha inspirado estudios sobre el proceso
de toma de decisiones en el campo de la migración es el de la toma de decisiones conflictivas,
es decir, la problemática social como juegos desarrollados en este trabajo. Pretende identificar
ciertas dimensiones socioeconómicas que podrían contribuir a la explicación de las diferencias
de comportamiento de los individuos frente a ponderaciones de intereses conflictivas,
basándose en la idea de que la migración es un acto voluntario y racional. Al diferenciar así
ciertas etapas en la toma de decisiones que, ante el problema de la elección, buscan las
diferentes posibilidades, examinan los factores de elección como oportunidades de manera
rentable, se involucran en la decisión racional y preferible y se apegan a la decisión a pesar de
las opiniones contrarias en la comunidad de referencia.
La utilidad de una opción se deriva de las características del individuo, las preferencias
expresadas por el individuo por un conjunto de atributos y las características de la propia
opción. Se supone que la elección es la expresión de estas preferencias, incluso si no es
reducible a ellas y no las traduce por completo, en particular porque se expresa bajo
restricciones sociales. La decisión individual tiene lugar en el espacio y colectivamente resulta
en modificaciones espaciales.
Los enfoques discutidos hasta ahora han establecido un vínculo relativamente directo
entre la migración y una serie de factores personales y contextuales. El gran interés del modelo
de comportamiento planificado y la toma de decisiones resultante del modelo de acción
razonada es distinguir, por un lado, la intención influida por una primera serie de
consideraciones y limitaciones y por otro lado el comportamiento en sí mismo influenciado por
otros factores y limitaciones.
Sin embargo, uno de los primeros enfoques explicativos de la migración internacional
se centró en la toma de decisiones individual. Antes de que los migrantes tomen la decisión de
abandonar su país de origen, se examinan los costos y beneficios asociados a la posible
movilidad. Este enfoque se asocia a menudo con los estudios de Piché (2012) y Piguet (2021),
en los que se propusieron identificar los costos y beneficios y determinar el retorno de la
inversión resultante de la migración.
De hecho, los autores consideran la migración como una inversión que aumenta la
productividad de los recursos humanos, una inversión que tiene costos, pero también
beneficios. Los costos son tanto monetarios como no monetarios (Piguet, 2021). La
contribución más significativa de un autor como Sjaastad (1962) es sin duda la introducción de
la noción de capital humano en la teoría de la migración para sortear la dificultad asociada con
la estimación de beneficios. Por lo tanto, dice, es particularmente útil emplear el concepto de
capital humano y ver la migración, la formación y la experiencia como inversiones en el factor
humano.
El enfoque de Sjaastad es explícito sobre la premisa básica de que el análisis de los
costos y beneficios individuales solo es válido en el caso de la migración voluntaria que, en
una economía competitiva, busca una asignación óptima de recursos. El estudio de Sjaastad
allanó el camino para el marco general del desarrollo comunitario considerando las redes
migratorias, que serán centrales a partir de la década de 1980. Lo bueno se basa en
características individuales para explicar el volumen, así como los flujos migratorios. Asume
que la migración es el resultado de un cálculo individual basado en factores de atracción (país
de destino) y factores de empuje (país de origen).
Uno de los grandes méritos del modelo Sjaastad es introducir el concepto de
oportunidades intermedias entre el país de origen y el país de destino. Precisa que no son tanto
las características objetivas como las percepciones individuales de los países de origen y
destino las que provocan la migración. Entre los factores que intervienen en el proceso
migratorio, el autor menciona los contactos personales, redes y fuentes de información
existentes en el país de destino.
Capítulo 4
Procedimiento metodológico de la investigación
El propósito de esta Tesis es presentar la metodología general que fue aplicada para llevar a
cabo la investigación del estudio de los haitianos migrantes en México, específicamente en
Tijuana, con especial énfasis en el análisis de los factores asociados a las remesas a Haití para
la transformación de las condiciones de vida de las familias receptoras. A partir de la discusión
teórica, fue estudiado el fenómeno como un proceso de desarrollo socioeconómico, es decir,
como un factor potencial en Haití.
Según Leyva et al. (2019), el acercamiento a la realidad que el investigador constituye
como objeto de estudio se lleva a cabo partiendo de las dimensiones ontológica, epistemológica
y metodológica, desde las cuales logra aprehenderla (p. 102). Este enfoque metodológico es la
ruta para la búsqueda de dicho conocimiento, comprensión y el acercamiento a los hechos o
fenómenos migratorios haitianos, este proceso fue enmarcado por las posturas teóricas desde
las que se explican y comprenden sus construcciones y manifestaciones en los países de
destino.
Sin embargo, la metodología también incluye la revisión teórica sobre la migración
haitiana y estudio empírico de su presencia en México, con base en los resultados de esta tesis
existente, fuentes de datos administrativos y trabajos de campo que se realizaron en las
ciudades de Tijuana, más específicos para el centro y sus periferias.
Así, las remesas no solamente se pueden medir utilizando instrumentos estadísticos
predefinidos; es también una cuestión cualitativa en la que el universo de emociones, opiniones,
participaciones, representaciones de uno mismo y del otro y experiencias vividas, entre otras,
juegan un papel importante. Por lo tanto, el estudio de las remesas de los haitianos emisores en
Tijuana y el desarrollo socioeconómico, puede interpretarse en dos dimensiones, por un lado,
las opiniones, emociones sentidas respecto al desarrollo o bienestar de las familias y por otro
se encuentran las reales, un conjunto de variables, teóricamente fundamentadas, sobre el
desarrollo.
Este estudio es cualitativo, además de la documentación teórica, el instrumento de
recolección que se desarrolló fue una entrevista semiestructurada que analizó las dos
dimensiones, en las familias haitianas receptoras específicamente en Puerto Príncipe y en los
emisores de remesas en Tijuana, por otro lado se utilizó el programa ATLAS T para la
sistematización y análisis de la información, se considera que estas herramientas
metodológicas, y analíticas, son el método correcto para concretar los objetivos planteados.
4.1 Autor de la investigación
El autor de esta investigación de Tesis es Economista de formación, quien vino a México para
realizar estudios en el programa de Doctorado en Estudios de Desarrollo Global de la Facultad
de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Baja California a
través de una oportunidad de beca ofrecida por el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias
y Tecnologías - CONAHCYT, también fue a Brasil en 2017-2019 luego de obtener una maestría
en el programa de posgrado en Desarrollo Regional de la Universidad Federal de Amapá-
UNIFAP, los dos estudios de posgrados internacionales entre México y Brasil se realizaron a
través del Programa Alianzas para la Educación y el Desarrollo de Capacidades (PAEC),
también a través de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Grupo Coímbra de
Universidades Brasileñas (GCUB).
Así mismo aprovechando esta oportunidad para escribir su proyecto de investigación
en el programa de Posgrado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Estatal de Haití
(UEH), en la Facultad de Etnología (FE). Así, siendo estudiante investigador, reflexionar sobre
el fenómeno de las remesas y la migración internacional haitiana, más particularmente en los
países de destino, revela un carácter simbólico que envuelve memorias, ausencias, emociones,
entre otros.
El autor parte así de un punto fundamental: antes de ser investigador, es hijo de
campesinos, que vivió la dura realidad social, política y económica de este territorio que existe
en Haití, pero que también está en él. Así, esta investigación tuvo un carácter personal, en
referencia a lo vivido por el autor en estos tres diferentes territorios políticos y jurídicos: Haití,
Brasil y México. Por lo tanto, requiere una formación académica para que, en la reflexión de
su obra, el lenguaje utilizado por el autor sirva para calificar como persona, para que pueda
presentarse y resaltar su dimensión de sentimiento y de pensamiento.
Como menciona Martinelli (1999), no podemos pensar que hemos llegado a una
búsqueda como “una bolsa vacía”. ¡No! ¡Tenemos vida, tenemos historia, tenemos emoción!
[...] no podemos pensar que para mantener la objetividad debemos esconder la emoción. No
hay vida sin emoción. No se puede ocultar el sujeto, ni el investigador ni lo buscado, ambos
saturados de historia, están llenos de posibilidades e inspiran ciertas motivaciones.
Existe la motivación que se vincula con la baja producción académica dada la magnitud
actual de la migración haitiana hacia México durante la observación de la investigación de
campo. Pensando que es necesario contribuir con reflexiones profundas sobre esta magnitud
de la migración, a través de un estudio que tenga como referencia fundamental las concepciones
y las razones constituidas por los haitianos en México a partir de las ideas y conceptos traídos
por ellos desde su país de origen.
También es fundamental comprender el proceso de resignificación y construcción de
las relaciones sociales que vivieron en el nuevo territorio, de forma relacional con el país de
origen. Otra motivación se debe a los requisitos académicos como estudiante de posgrado en
Doctorado de Estudios del Desarrollo Global de la Universidad Autónoma de Baja California
y maestro en Desarrollo Regional de la Universidad Federal de Amapá y también investigador
en el programa de maestría en Ciencias del Desarrollo de la UEH, siendo este trabajo el
modesto aporte a la comunidad científica. Con él, el autor espera que esto pueda servir para
ampliar y diversificar los campos de estudio del desarrollo en su totalidad en México, Brasil,
Haití y el resto del mundo.
4.2 Métodos
A través de las remesas, este estudio analizó, desde un punto de vista teórico y práctico, una
parte importante de las implicaciones de los haitianos migrantes en México, específicamente
en Tijuana. El análisis se sitúa en el contexto más amplio de la influencia que tienen las remesas
en las condiciones de vida del país de origen Haití, en particular como país menos avanzado, y
apunta a sugerir medidas de interés nacional e internacional. Para lograr estos objetivos,
recurriendo a la literatura relevante de autores singulares y colectivos con responsabilidad y
competencia en el área migratoria. El BM, INEGI, BID, OIM, BRH, OCDE y la UE son
algunas de las fuentes privilegiadas.
Los estudios bibliográficos se dividen en tres frentes y dialogan entre sí, en primer
lugar, una retrospectiva de estudios que abordaron el tema de las remesas y migración
internacional haitiana, su relación con el factor de desarrollo familiar que repercute a nivel
comunitario. A este enfoque se suma un enfoque que contempla a México en términos de
migración y movilidad y, finalmente, sobre la migración haitiana y la historia de Haití.
En la revisión bibliográfica, el hecho de que el autor no fue el primer investigador en
este tema, algunas investigaciones estaban relacionadas con las remesas de los migrantes
haitianos y el desarrollo socioeconómico, fueron seleccionadas, estudiadas y consultadas
mediante artículos, monografías, tesis, disertaciones, informes de investigación, libros, entre
otros, producidos por autores mexicanos y otros, así como intelectuales haitianos y otros
estudios que han realizado organismos internacionales, sobre la utilidad e importancia
relevante de las remesas en Puerto príncipe.
En México, en este caso el país de destino, y en Haití, país de origen de los migrantes
emisores y familias receptoras de remesas, las fuentes de información más importantes son los
institutos nacionales de estadística y los bancos centrales. Además de fuentes nacionales e
internacionales, se realizaron encuestas, una a partir de los interlocutores vía de sus remesas en
el país de origen, la otra en el país de destino en Tijuana, sobre el perfil de los migrantes, los
canales utilizados, el costo de los envíos, implicaciones y las principales aplicaciones de los
envíos. Luego, la metodología consiste en consultar la literatura relevante, en ambos países,
análisis de documentos y realización de encuestas por muestreo.
Como se mencionó anteriormente, esta investigación fue aplicada como un método,
semiestructurado, en la que se pasa de una secuencia cualitativa utilizando las metodologías,
porque tiene como objetivo adelantar lo que piensan los interlocutores sobre la importancia de
las remesas de lo que se busca, no solo fue mi visión como investigador sobre la relación del
problema, sino que también fue lo que los interlocutores tendrán que decir al respecto.
Además, las prácticas cualitativas basadas en percepciones subjetivas favorecen el
análisis a nivel microeconómico. Cabe señalar que esta subjetividad no es solo su principal
característica sino también su principal límite (Creswell y Plano, 2018), pues este tipo de
abordajes no cuenta y no busca lograr la representatividad en el sentido estadístico ampliado.
Además de elegir el método y el instrumento, y en consonancia con el objetivo
planteado, es necesario determinar un elemento fundamental: ¿a qué tipo de persona busca
entrevistar? Esto es relevante porque cada interlocutor interpreta el mundo de una manera
única, cada uno tiene su propia experiencia, motivaciones, creencias, percepciones, puntos de
vista, etc., que llevan a una interpretación de una manera particular (Corbetta, 2007; Leyva,
2013).
Asimismo, cada uno de ellos se ve afectado directa o indirectamente por un hecho o
problema de forma diferente y, por tanto, aporta información valiosa y relevante a su posición
donde se encuentran. Las técnicas y los instrumentos deben cumplir con criterios de calidad:
validez, fiabilidad y objetividad; además, llevar a cabo la triangulación de técnicas es
enriquecedor al momento de darle veracidad a la información obtenida (Leyva et al., 2019).
Además, el enfoque empírico de la migración haitiana a través de trayectorias implica
un desafío, especialmente desde un punto de vista cualitativo, ya que existen pocos datos sobre
la situación que viven los haitianos migrantes en el país de destino. En consecuencia, se
propendió una metodología cualitativa, que fue justificada por el nivel de profundidad que
implica el conocimiento de ciertos elementos de la trayectoria migratoria como la motivación
para migrar, la transformación de las condiciones de vida de los haitianos migrantes en Tijuana
y las familias receptoras de las remesas.
Este aspecto cualitativo de la investigación permitió identificar y resaltar la
comprensión y motivación de los interlocutores a través del contacto directo y presencial con
ellos que sea en Tijuana y vía la comprensión de los que viven en Puerto príncipe. La
metodología que fue utilizada no solamente fue cualitativa, sino que también fue organizada a
través de investigaciones bibliográficas, documentales y de actualidad relevantes en la
perspectiva de la comunicación de la observación participante de los interlocutores objetivos.
4.2.1 Investigación cualitativa
En la investigación cualitativa, fue centrada en elementos de transformación que, por su
naturaleza, no pudieron abordarse cuantitativamente, es decir, las prácticas de desarrollo
humano en sentido social individual y colectivo basadas en el consumo, la educación básica y
superior. Para ello, fueron utilizados técnicas cualitativas adaptadas al estudio de los elementos
en los que se quiere profundizar.
La perspectiva de la investigación cualitativa tuvo diferentes herramientas analíticas,
incluidas las entrevistas. Münch y Ángeles (2007) subrayan que existen dos dimensiones
fundamentales para clasificar este instrumento: el grado de libertad y el nivel de profundidad.
Con base en esto y las ventajas que se presentaron a continuación, se eligió la entrevista
semiestructurada como herramienta para lograr el objetivo propuesto.
En este tipo de técnica cualitativa, el entrevistador tuvo un escenario o un marco, que
consiste en una secuencia de temas y preguntas que se le sugirió abordar a lo largo de la
conversación con los interlocutores, a través de los cuales se recogieron los objetivos de la
investigación (Sierra, 2005; Corbetta, 2007). Es por esto por lo que la investigación
cualitativa
30
favorece el uso de un enfoque en el que el contacto del investigador con los
interlocutores o participantes es muy importante a partir de las entrevistas.
De manera diferente, el procesamiento de información recuperada desde los estudios
cualitativos, en su intención de comprender los significados y las razones de las acciones
sociales y de interpretar los fenómenos o sucesos desde la experiencia de los interlocutores
haitianos que los viven, debe dar sentido y orden a la multitud de información que puede
contener.
Esto es llevar a cabo un proceso de sistematización: descripción, organización, análisis,
reflexión y conceptualización o teorización (Leyva, et al., 2019), “a partir de construir una
matriz o un esquema que integre los elementos, aspectos y atributos que conforman las
categorías de análisis que se estudian en la investigación” (p. 130).
Según Leyva et al. (2019), esta técnica de investigación por excelencia en proyectos
cualitativos es la entrevista; se considera muy útil y se define como una conversación con un
propósito específico que permite obtener información completa y en profundidad, ya que
permite aclaraciones al momento.
Inicialmente, la presencia haitiana en Tijuana estaba vinculada a una situación que
favorece el desarrollo socioeconómico como los necesidades básicos y busca la oportunidad
de bienestar social y transformación de las condiciones de vida a nivel individual y colectivo,
a diferencia del consecuente agravamiento de las restricciones migratorias en destinos
consolidados de Estados Unidos, Canadá y Francia, sobre todo, reorientando el flujo de la
migración haitiana hacia México, especialmente en Tijuana donde la búsqueda de
oportunidades y sus remesas se ven facilitada por un flujo migratorio constante, en determinada
localidad del país, como Tijuana.
Además, las remesas a Haití por parte de los migrantes emisores pueden condicionar la
redefinición de los destinos migratorios preferenciales y orientarlos como redes, especialmente
después de la reciente crisis económica en Brasil en 2014, incluyendo algunos otros posibles
destinos de la migración haitiana, Chile y actualmente el México. En otras palabras, las remesas
de los migrantes pueden ser consideradas, en el aspecto global, como un elemento potencial de
desarrollo socioeconómico con aspecto comunitario, así como la influencia de las familias
receptores desde la dinámica migratoria.
30
El enfoque cualitativo parte de las premisas de la sociología comprensiva de Max Weber, quien, al introducir
el término Verstehen, o comprensión, entendimiento, establece que para entender los fenómenos sociales se deben
considerar los significados subjetivos y la comprensión del contexto; esto es, la comprensión racional de las
motivaciones para los actos, el propósito, la intención de la acción humana (López et al., 2019, p. 104).
También, esta fase fue utilizada analíticamente que permite calcular los porcentajes de
envíos de las remesas por migrantes emisores, comparar y analizar los niveles que presentan
las diferentes actividades realizadas en determinadas zonas clave del país, destacando las
similitudes y diferencias entre los distintos sectores.
Si bien existen técnicas de análisis (cualitativas) que permiten en buena parte de las
diferencias entre inmigrantes haitianos en Tijuana de Baja California, otros aspectos como
experiencias, trayectorias, percepciones, estrategias individuales y grupales y otros elementos
cualitativos que forman parte de este proceso requieren un tipo diferente de enfoque
metodológico.
Con esta estrategia metodológica, se espera reflejar mejor la integración a nivel de las
actividades lucrativas de los inmigrantes haitianos para cumplir con los requisitos específicos
que son distintos a las remesas de Tijuana a Puerto príncipe.
4.3 Procedimiento y técnica de análisis de datos
Según Leyva et al, 2019, existen varios tipos y técnicas de investigación presentes en el ámbito
académico, y cada una de ellas requiere de sus propios instrumentos para realizar
adecuadamente la recolección de datos. Por eso es de fundamental importancia que los
investigadores tengan cierto conocimiento sobre los tipos de investigación que existen, para
poder elegir con seguridad los instrumentos que utilizaron, buscando garantizar el éxito de la
investigación a realizar.
Entre las diversas técnicas de investigación existentes en las ciencias sociales, la
investigación de campo
31
fue una opción importantísima para esta Tesis, pero esta técnica de
investigación de campo ampliamente utilizada en la actualidad. Entonces, investigación se fue
a aclarar algunos puntos sobre de está.
31
En la definición de investigación de campo propuesta por Corbetta, el hecho de que el autor explique que lo
que diferencia a la investigación de campo de otros tipos de investigación es lo mismo, consiste en observar
hechos y fenómenos tal como ocurren de manera espontánea, es decir, cuando el investigador opta por la
investigación de campo, tiene la oportunidad de experimentar los hechos investigados. Puede comprender mejor
el origen de los hechos, porque además de recopilarlos, presencia, observa, convive con el objeto a estudiar, y
esto permite una mayor veracidad de los hechos investigados. Al referirse a la importancia de la investigación de
campo, afirma que este tipo de investigación es de fundamental importancia en el estudio de individuos, grupos,
comunidades, instituciones y otros campos, con el objetivo de comprender diversos aspectos de la sociedad. Por
tanto, el autor, al defender la investigación de campo, afirma que esta técnica de investigación tiene grandes
ventajas, sin embargo, también existen desventajas, en cuanto a su uso (2007).
Típicamente, el estudio de campo enfo en una comunidad de migrantes en Tijuana y
familias receptores que viven en Puerto príncipe, que no necesariamente fueron categorizadas
en un campo de actividad específico, pero pueden ser una comunidad de trabajo o centrarse en
todas las actividades que realizaron los migrantes.
La investigación de campo realizó mediante dos técnicas, la observación participante y
entrevistas con guion semiestructurado, con la población de haitianos residentes en el
municipio de Tijuana y conocimiento de las familias residentes en Puerto príncipe según los
interlocutores, más particularmente en el barrio periférico de la ciudad, según información
recopilada a partir de los escritos mientras ya que aún no existe el estudio de campo, por el
titular de Pastoral dos Migrantes e Instituciones Mexicanas, ambas vinculadas a la
Arquidiócesis Metropolitana de Tijuana, también a las cocinitas haitianas y en mercados libres
son los lugares donde se concentran buena parte de haitianos.
La observación que fue realizada en los discursos con los migrantes percibe una forma
de organización interna para socializar en la iglesia y ciertas cocinitas haitianas y en los
espacios públicos dedicados a dichos migrantes. Es decir, mediante observación participante y
según las propias referencias de los entrevistados. Cada uno de los migrantes que fue
entrevistado tienen diferentes perfiles, por ejemplo, edad, estado civil, perfil académico, sexo
y lugar de nacimiento. Sin embargo, algunos de ellos probablemente fueron cruzado varios
países para llegar a México.
Dado que en esta parte de metodología se buscó también recuperar la percepción que
tuvieron los interlocutores sobre el panorama socioeconómico y la calidad de vida a partir de
sus propias remesas, se consideró pertinente apoyarse en el enfoque cualitativo, pues como
señala Leyva et al. (2019) la elección del método de análisis depende en gran medida de la
naturaleza de las fuentes, de su disponibilidad, así como de las necesidades y objetivos de la
investigación.
Básicamente, esta investigación también se desarrolló a través de la observación directa
de las actividades de los interlocutores estudiados y entrevistas con ideas para capturar sus
explicaciones e interpretaciones de lo que sucede en los individuos. Estos procedimientos
generalmente fueron combinados con muchos otros, como análisis de documentos, audios y
fotografías.
El uso de esta perspectiva metodológica permitió, como afirman Creswell y Plano
(2018), pasar de la descripción y explicación de fenómenos y situaciones sociales, al uso de
frecuencias y correlaciones, al análisis e interpretación subjetivos de las personas según su
discurso. Es decir que no se busca el exterior del comportamiento humano, sino la lógica de su
interioridad. Como subrayan Corbetta (2007) y Leyva (2013), ya no se trata de explicar sino
de comprender.
La recopilación de información a través de entrevistas con interlocutores ofrece la
posibilidad de comprender la mayor parte de la situación de desarrollo comunitario como la
red a partir de sus remesas.
Además, los interlocutores de la investigación, considerados personas objetivas por las
actividades que fueron realizadas a las que pertenecen, también fueron sido elegidos
intencionalmente para contestar las entrevistas. La muestra de investigación intencional fue
con migrantes haitianos. Las identificaciones de los destinatarios se fueron realizado mediante
contacto durante el trabajo de campo. Así, el cuadro 4.1 muestra el rango de edad por
interlocutores de ambos sexos y el período aproximado vivido en Tijuana.
Tabla 4.1: Informaciones de los interlocutores
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
Se reservó la confidencialidad respecto a la identificación, con el fin de garantizar el
anonimato de cada uno y respetar los principios de la ética de la investigación. En este sentido,
los nombres reales han sido reemplazados para el anonimato.
Sin embargo, la importancia de la entrevista semiestructurada radica en su apertura en
cuanto a cambiar la secuencia y formular las preguntas, en función de la situación de los
interlocutores y de los intereses del investigador (Münch y Ángeles, 2007). En este caso, el
orden en el que se manejan los problemas y como se planteó la conversación se dejó a la
decisión y evaluación del investigador. En la misma línea, Leyva et al., (2019) destacan que el
orden de los sujetos incluidos en la entrevista depende de la iniciativa de los interlocutores o
de la interacción en cada situación particular.
Interlocutores
Rango de edad
Período
vivido en
Tijuana
Número
de
entrevista
Porcentaje %
Sexo
Hombres
25-50
2016-2021
18
60
Mujeres
12
40
Total
≈ 25 años
5 años
30
100
Por lo tanto, cuando se realizaron múltiples entrevistas, no necesariamente tuvo que
haber una coincidencia en el orden en que se discuten los temas o en que se hacen las preguntas.
Así, el guion debe ser flexible para poder ser modificado, adaptándose a diferentes
personalidades, además de permitir la plena libertad de expresión de los interlocutores que
utilizaron su propio idioma, el criollo o el francés en el caso de los interlocutores haitianos
(Leyva et al., 2019).
En este sentido, y dado que la entrevista carec de estandarización y pretende en cierto
momento lograr o construir la representatividad estadística, la elección de los interlocutores no
se había hecho al azar, sino que se basó en características específicas relevantes para la
entrevista. Los criterios para la selección de interlocutores, que en este caso fueron los haitianos
inmigrantes en Tijuana.
Las entrevistas semiestructuradas fueron orientadas de la siguiente manera, se
diseñaron los cuestionarios que permitieron recoger las diferentes percepciones y significados
de los interlocutores haitianos. La guía de entrevistas contiene los mismos temas o líneas
principales de investigación (remesas, migración, factores socioeconómicos, calidad de vida,
utilidad y número de las remesas regulares, etc.), pero las preguntas se formularon de manera
diferente e individual; es decir según los interlocutores y la información que se busca obtener.
Las entrevistas se realizaron en el lugar de encuentro con inmigrantes en Tijuana,
algunos de ellos en espacios públicos como el centro de Tijuana. Todas las entrevistas fueron
transcritas íntegramente, a partir de las cuales se seleccionó y analizó información, cuyos
resultados se presentaron en el próximo capítulo.
Además, al utilizar la entrevista como método de investigación se debe recordar que no
existe regla fija sobre la forma de realizar la entrevista ni la conducta del investigador. Pero
toda entrevista fue el producto del proceso interlocutorio que no se puede reducir a una
contrastación de hipótesis y al criterio de falsificación, y los resultados de la entrevista por sí
mismo no tienen posibilidad de generalización indiscriminada ni mucho menos de
universalización (Setúbal, 1999).
Así, la entrevista sólo puede ser juzgada, como cualquier otra práctica cualitativa, por
sus resultados finales y por el carácter heurístico de las producciones discursivas que allí se
atendieron. Sin embargo, la entrevista de investigación se construye con un discurso
principalmente enunciado por el interlocutor, pero que comprende también las intervenciones
del investigador. Se distinguen tres (3) niveles relacionales de entrevista que determinan el
sentido del discurso.
1) el contrato comunicativo, constituido por parámetros que representan los saberes
mínimos compartidos por los interlocutores sobre lo que hay en juego y los objetivos del
dialogo;
2) la interacción verbal, la interacción se fundamenta en la apertura de los interlocutores
a la comunicación y a la aceptación de sus reglas. Se puede distinguir entre la interacción no
focalizada, intercambio de mensajes orales o visuales sin proyecto común, y la focalizada, en
la que las dos personas se reúnen y cooperan en mantener un único centro de atención
generalmente por turno;
3) el universo social de referencia, en este punto hay que considerar que la entrevista
tiende a producir una expresión individual.
4.4 Instrumento de recolección de datos: trabajo de campo
Utilizando el cuestionario que fue desarrollado específicamente para este estudio con el
objetivo de recolectar información para suplir cualquier déficit de información y conocer la
realidad sobre los beneficiarios y destino de las remesas. Ya existe información significativa
sobre migrantes y remesas. Sin embargo, falta información de carácter socioeconómico y la
dualidad de las condiciones de calidad de vida.
El contacto de la investigación entre el investigador y sus interlocutores o participantes
es muy importante: es, por tanto, otra comprensión, donde se privilegiaron los instrumentos
que superen el cuestionario, la forma y que concentren más sobre el relato narrativo.
El cuestionario con las preguntas abiertas y cerradas consta de unas partes posteriores,
la recopilar información sobre el perfil del migrante, la relacionada con las causas del deseo de
migrar y las remesas. Y se centra las preguntas sobre el uso de las remesas y su implicación en
las condiciones de vida.
Capítulo 5
Resultados de la investigación de campo
Hablar de la migración haitiana a Tijuana es reconocer uno de los flujos migratorios
socialmente más importantes de los últimos cinco años (Margarita, 2021). Hay un fenómeno
muy particular de integración sociocultural y económica, que ni siquiera se presenta con las
mismas características en la frontera de Haití y República Dominicana. Esta peculiaridad lo ha
convertido en el modelo de integración más efectivo de las últimas dos décadas y, a diferencia
de los grupos migratorios centroamericanos, los haitianos han optado por instalarse en Tijuana
e insertarse en un proceso de integración sociocultural que no estuvo exento de limitaciones
sociales.
Cabe señalar que, este trabajo de tesis no tiene como meta evaluar la cantidad de dinero
que envían los migrantes haitianos desde Tijuana en su conjunto, ya que no existe una
estimación oficial de ambas partes de ninguna de las instituciones públicas o privadas en los
dos países, es decir Haití y México. Las estimaciones generalmente se basan en datos
proporcionados por trabajo de campo realizado con migrantes haitianos individualmente para
ver la utilidad y la finalidad de las remesas
32
en las familias beneficiarias.
Sin embargo, este capítulo está dedicado a los resultados y análisis de datos, del perfil
de desarrollo socioeconómico a partir de las remesas enviadas. Este es un trabajo con enfoque
cualitativo, con una investigación de campo realizada en la zona periférica de Tijuana, donde
se encuentra buena parte de los migrantes haitianos.
32
En la mayoría de los casos, una transferencia TFTM (Transferencia de Fondos de Trabajadores Migrantes)
implica una transacción de divisas, generalmente la conversión de la moneda del país de origen a la del país de
destino. Para conocer el costo total de la transferencia, el mandante debe saber qué tipo de cambio se aplicará, los
proveedores de servicios pueden utilizar diferentes tarifas que, además, pueden cambiar día a día. En la práctica,
los proveedores de servicios generalmente cobran al cliente una tasa de cambio superior a la tasa intercambia o la
tasa del mercado mayorista vigente. El margen así generado puede explicarse, en parte, por la incertidumbre a la
que se enfrenta el proveedor del servicio. Muchos proveedores solo procesan cantidades relativamente pequeñas
de moneda y se ven obligados a recurrir a un banco u otro intermediario para obtener la moneda. También es
posible que el proveedor del servicio desconozca el tipo de cambio que será aplicable al adelantar los fondos; por
lo tanto, un margen le proporciona cierta protección contra una fluctuación desfavorable en el tipo de cambio. Sin
embargo, esta protección podría tomar la forma de una comisión claramente marcada en lugar de un margen. El
margen es, por lo tanto, esencialmente, una especie de comisión que no es fácil de evaluar para el originador que
no conoce la tasa actual del mercado intercambio.
Con base en esta encuesta, profundizando la reflexión sobre las remesas de los
migrantes a sus familias en Haití, particularmente a Puerto Príncipe, se busca asociarlas con
algunas de las categorías discutidas en este capítulo, como la dependencia de las familias
receptoras en Puerto Príncipe y el desarrollo. Se presentan tres conceptos operativos
importantes para pensar la migración internacional haitiana en este trabajo de tesis: el apoyo a
las remesas, la presencia de migrantes haitianos en Tijuana y el desarrollo socioeconómico a
partir de las remesas. Finalmente, usando estos conceptos para analizar de manera práctica la
relación entre la migración internacional, las remesas y el desarrollo socioeconómico en Haití,
presentando entendimientos sobre el análisis que se ha llevado a cabo en los capítulos
anteriores.
Sin embargo, la importancia del fenómeno migratorio es real y en esta tesis se aborda
su dimensión económica y social, particularmente en cuanto a las remesas, tema fundamental
en la cuestión migratoria y, sobre todo, por sus implicaciones en el desarrollo económico y
social. Las remesas de los migrantes haitianos a Puerto príncipe están atrayendo un interés
creciente, como lo demuestra la proliferación de investigaciones dedicadas al tema en los
últimos años.
La implicación de estas remesas ahora se toma en cuenta en todos los países en
desarrollo y específicamente en Haití, porque constituyen un flujo importante de
financiamiento internacional para la mayoría y afectan directamente a buena parte de la
población haitiana. A pesar del creciente interés por el tema de las remesas y la mayor
popularización del concepto entre investigadores o académicos, aún no existe un consenso de
conceptualización rigurosa para la comprensión única del fenómeno de las remesas. No existen
conceptos claros del término que den cuenta de su complejidad y variedad en términos de
remesas.
5.1 Remesas de los haitianos de Tijuana.
Los polos de recepción de migrantes haitianos están fragmentados y son diversos en el
continente americano. La movilidad migratoria asocia a menudo países de origen, terceros y
de destino en un verdadero sistema de movimientos que reúne diferentes puntos del espacio
americano. Los países de destino involucrados en esta multipolaridad vinculan las regiones o
localidades de partida a través de diversos flujos humanos y financieros.
Es en este marco de flujos migratorios se ubican las remesas desde Tijuana hacia Puerto
Príncipe. Así, defendiendo la tesis de que, por un lado, más allá del trabajo, el salario y la
condición socioeconómica de migrantes, los proyectos de integración y/o reintegración
33
de los
migrantes determinan la ubicación en el espacio urbano receptor y el comportamiento en
materia de remesas, y que, por otro lado, la multipolarización de los flujos migratorios y sus
redes de transferencias de dinero crea una jerarquía y una interacción de las escalas meso de
los territorios transnacionalizados.
Para aclarar este concepto, es necesario distinguir los tipos de remesas que propone,
clasificación que puede ser útil para el análisis de las remesas (Samuel, 2001), en la tabla 5.1
lo cual se puede apreciar.
Tabla 5.1: Clasificación de las remesas familiares
Remesas potenciales
Que son los ahorros están disponibles para el migrante una vez que
se han pagado todos los gastos en el país de destino. Este es el
máximo que el migrante puede transferir en un momento dado.
Remesas fijas
Consisten en el mínimo que el migrante debe trasladar para
satisfacer las necesidades básicas de su familia y demás
obligaciones efectivas. Junto con ellos, constituyen el nivel de las
remesas reales.
Remesas discrecionales
Son transferencias que exceden las remesas fijas, es decir,
constituyen una remesa adicional a las remesas fijas, en ocasiones
motivadas por un tipo de cambio o tasas de interés más atractivas.
Remesas ahorradas o
(ahorro retenido)
Estos recursos se acumulan a través de ahorros, los cuales pueden
ser utilizados para complementar las remesas vigentes en una fecha
determinada. Este monto ahorrado es el resultado de la decisión de
cartera de un migrante y corresponde a los recursos que podría
destinar al desarrollo socioeconómico de su comunidad de origen.
Fruente: Elaboración propia con los datos de Wendell (2001)
Se debe considerar el corredor de remesas establecida entre Tijuana y Puerto príncipe,
con especial énfasis en: a) migrantes haitianos en Tijuana; b) características del mercado de
remesas y cómo afectan tanto a los emisores como a los receptores en Haití; c) el marco legal
y regulatorio de las remesas en Haití.
33
Entendemos por integración o reintegración en los países de destino o de origen una dinámica de intercambio
y solidaridad, una participación de cada uno en todas las actividades de la sociedad.
Haití merece especial atención debido al grado de dependencia de las familias haitianas
de las remesas. En 2019, por ejemplo, las remesas representaron hasta el 32% del PIB de Haití.
Otro elemento a tener en cuenta, Haití mantiene una relación privilegiada con México y en
particular con la provincia de Baja California a través de buena parte de las remesas
provenientes de Tijuana, una ciudad importante de la dicha provincia (BRH, 2019).
El envío de remesas al país de origen es una práctica generalizada entre la migración
haitiana de Tijuana. Las remesas no solo son importantes para las personas que las reciben,
sino que también tienen un efecto crucial en la buena parte de la comunidad en general. Además,
no existe una estimación oficial a ambos lados de los dos países estudiados del tamaño de los
flujos de remesas formales que llegan a Haití desde Tijuana y las estimaciones generalmente
se basan en datos proporcionados por entrevistas realizadas entre migrantes seleccionados de
la comunidad haitiana.
5.2 Tijuana de Baja California
En el área metropolitana de Tijuana que da la bienvenida a poblaciones de diversos orígenes,
con redes sociales y recursos financieros adquiridos, la competencia en el mercado laboral y
por los recursos locales es ciertamente favorable a los migrantes (Ramírez, 2020). A pesar de
la notable diversidad de orígenes sociales, capital cultural y competencias profesionales de la
migración haitiana, la inserción de gran parte de los migrantes en el nivel socioeconómico de
la metrópolis parece ser una constante (Dolores, 2018).
Percibiendo que el bajo nivel de educación, la falta de calificación profesional, la
proporción más limitada de graduados o la dificultad para muchos de que sus certificados de
formación profesional sean reconocidos en los países de destino, las dificultades para dominar
el idioma y obtener un estatus legal, esto en sí mismo no les impide encontrar trabajos y nuevas
oportunidades económicas.
La concentración de migrantes haitianos, especialmente los más recientes, en los
trabajos menos calificados refleja el peso relativo de los trabajadores no calificados. En Tijuana,
la diversidad de oportunidades en términos de empleo y sectores de actividad para los
migrantes haitianos y sus hijos se explica por el abanico de oportunidades que ofrece una
economía industrial diversificada y, sobre todo, por la selectividad migratoria puesta en marcha.
Los haitianos están bien representados en sectores tan variados como la producción industrial
y el comercio minorista (Ramírez y Moreno, 2022).
El haber decidido utilizar la perspectiva de las redes sociales e identificar la naturaleza
y alcance de ciertas estructuras que la comunidad haitiana ha logrado instaurar en México, al
tratarse de una comunidad de migrantes cuyas características varían según el momento de
llegada, es fundamental diferenciar las oleadas de llegada y a partir de estos momentos estudiar
la supervivencia económica y el funcionamiento de ciertos mecanismos de intercambio entre
miembros de la primera, segunda e incluso terceras oleadas, (Ramírez, 2020).
El estudio de las relaciones sociales en el emprendimiento productivo no es nuevo. Las
redes sociales permiten identificar múltiples vínculos que configuran prácticas y decisiones
como se menciona en las secciones posteriores. Viniendo de la antropología, el Análisis de
Redes Sociales
34
(ARS) permite identificar sistemas complejos de interacción y explicar
estructuras sociales, tipos de estructuras y sistemas complejos de organización social. Tampoco
se aleja del trabajo inicial sobre las redes sociales, que a principios del siglo XX jugaron un
papel importante en la recuperación de la estructura familiar, los sistemas de parentesco, los
roles y el estatus social
35
.
En cuanto al grupo de hombres y mujeres que han creado negocios personales para
generar ganancias y empleos en Tijuana, son algunos de los primeros flujos migratorios que
llegaron a México. Su presencia es un descubrimiento en sí mismo ya que es creadora de nuevas
estructuras relacionales dentro y fuera de la localidad (Ramírez, 2020). Estos migrantes
haitianos se distinguen no solo por reajustar sus expectativas en Tijuana, sino por obtener sus
propios ingresos y ayudar a los familiares que permanecen en Haití. Posteriormente, fueron un
punto de referencia para los recién llegados (Ramírez & Moreno, 2022).
34
En un principio, teóricamente, la ARS contemplaba ir más allá de la división conceptual de sistemas económicos,
sociales y políticos, pero esta posibilidad resultó ser incoherente. Al respecto, las reflexiones de González y
Molina (2003) señalan que el análisis de las redes sociales permite superar los problemas derivados de las
dicotomías clásicas de la teoría social clásica, en la medida en que su flexibilidad permite captar el mundo de las
redes sociales. interacciones.
35
Basta con referirse a la obra antropológica clásica de Mauss (1967) y Malinowsky (1961). Han intentado explicar
las formas y funciones del intercambio y cómo determinados objetos han adquirido un papel significativo en la
organización de los grupos. Para Mauss, los regalos ofrecidos en las Islas Andamán estaban asociados a formas
de intercambio en las que los roles de quien recibía y de quien daba estaban totalmente definidos, dando así
coherencia a la organización social de la comunidad. Socialmente, las formas de intercambio pueden adquirir un
sentido de obligación y/o voluntad propia. El ritual de intercambio descrito por Mauss (1967), conduce
implícitamente a la idea de poder, donde su expresión más objetiva son las jerarquías que establecen los individuos
para diferenciar su participación en las estructuras comunitarias. Por su parte, Malinowski (1961) en una isla en
el Pacífico Occidental, acercándose a formas de intercambio comercial entre los habitantes de la región, así como
formas de matrimonio, funerales y ceremonias de iniciación. Como resultado de este enfoque, se han destacado
formas de intercambio relacionadas con los símbolos y el poder, que encuentran sentido en la definición y
mantenimiento de las jerarquías sociales, así como en la herencia de la comunidad.
El municipio de Tijuana es una de las ciudades más pobladas de Baja California, con
aproximadamente 2.000.000
36
de habitantes, aunque la capital del estado es Mexicali (INEGI,
2020). Tijuana, junto con las ciudades de Rosarito y Tecate y San Diego en California, Estados
Unidos, forma parte del área metropolitana transnacional más grande del mundo, con
aproximadamente 5.000.000 de habitantes (figura 5.1).
Figura 5.1: Una de las zonas transnacionales más grande del mundo
Fruente: Mapa elaborado por Itzel Govea Vargas a partir de información cartográfica realiza da por
el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Información (INEGI).
Así, la migración de haitianos a la ciudad fronteriza de Tijuana fue abordada como un
proceso regional ya que la gran mayoría procedían de Brasil, Chile y Venezuela, países donde
habían residido previamente, según los interlocutores en las entrevistas realizados. En estos
largos viajes migratorios, Tijuana era el último tramo para llegar a la meta final antes de pensar
en ingresar a Estados Unidos. Sin embargo, ante los obstáculos y filtros de la política migratoria
estadounidense, miles de haitianos se encontraron en esta ciudad. Cinco años después del éxodo
36
En el Censo de Población y Vivienda 2020, publicado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística
(INEGI), se refiere la cantidad de 1 922 523 habitantes para el municipio de Tijuana, Baja California:
inegi.org.mx/programasccpv/2020/Tabulados.
masivo, ya hay una comunidad haitiana residente y, al mismo tiempo, un flujo incesante de
migrantes haitianos sigue llegando a Tijuana.
Tijuana se ha convertido en la puerta de entrada de migrantes extranjeros,
específicamente haitianos, durante los últimos cinco años. La población migrante de origen
haitiano tenía como objetivo no solo llegar a la frontera norte de México para cruzar a Estados
Unidos, sino también trabajar y ayudar a sus familias en Haití.
En sentido laboral, una vez otorgado el permiso de residencia temporal por parte de las
autoridades migratorias mexicanas, los haitianos se incorporan a actividades productivas en
todas las zonas periféricas de Tijuana. El Instituto Nacional de Migración (INM) les facilita
obtener el Registro Federal de Causantes (RFC) para acceder a empleos formales que les
permitan gozar de un salario y beneficios sociales que incluyen días de descanso, aguinaldos,
vacaciones, servicios médicos y fondos para acceder a crédito, así como vivienda, pensiones
de vejez, ahorro, entre otros (Margarita, 2021; Excélsior, 2018). Hasta el día de hoy, algunos
de los haitianos tienen un empleo formal con sus ventajas sociales.
De hecho, es necesario mencionar la explicación de algunos interlocutores durante el
trabajo de campo, los haitianos salieron de su país con la idea de buscar las mejores condiciones
de vida. Chile y Brasil no lograban cubrir sus necesidades básicas; es por esto que eligieron a
México como espacio de destino para poder llegar a Estados Unidos. Durante este viaje
cruzaron primero las fronteras de países como Brasil y Chile, después de Perú, Ecuador y
Colombia. De allí caminaron a Panamá, donde permanecieron unas semanas en un albergue,
luego continuaron hacia Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.
Finalmente llegaron a territorio mexicano, a Tapachula, y de allí continuaron hasta Tijuana.
Cabe añadir que fue un itinerario, de varios meses de duración, que provocó la muerte
de muchos de ellos. Según algunos interlocutores entrevistados, existe una nueva ruta para
ingresar a México, es de Haití a República Dominicana en avión para aterrizar en Panamá y
cruzar su frontera a Belice, todas estas rutas solo para poder cruzar a México.
Cabe señalar que en la tabla 5.2 menciona a continuación, al igual que la respuesta de
los interlocutores obtenida durante la investigación de campo que inciden en el efecto de las
remesas en Puerto Príncipe, se puede vincular a los siguientes temas como motivaciones:
transformación de las condiciones de vida, reducción de la pobreza y bienestar individual e
colectivo, efecto de las remesas en la comunidad receptora, efecto en el empleo, la
productividad y el crecimiento, el papel de las remesas en la cobertura de los déficits
comerciales y de cuenta corriente. El peso de las remesas es importante, pero lo decisivo es su
uso más o menos productivo. Pero para país subdesarrollo como Haití, los migrantes haitianos
son componentes de la realidad del hogar receptor, más dinámicos que el flujo de inversión
extranjera directa.
Tabla 5.2: Remesas para las famílias a Puerto príncipe
Motivaciones
Número de personas que enviaron
dinero
Porcentaje %
Apoyo familiar
8
26.67
Inversión educativa
5
16.67
Construcción casa
3
10
Sin respuesta
1
4.55
Consumido
12
40
Inversión en tienda
1
4.55
Total
30
100.00
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
Las remesas pueden destinarse a múltiples usos. De acuerdo con la variable remesas del
cuestionario de las entrevistas correspondientes al polo Tijuanense del campo migratorio, las
personas que viven en barrios periféricos constituyen la mayoría de las personas que realizan
transferencias regulares. Las motivaciones, como se destacó en la tabla 5.2, por las cuales las
remesas de los migrantes haitianos siempre corresponden a la forma en que son utilizadas por
los familiares receptores. Al respecto, entrevistar a migrantes haitianos residentes en Tijuana
que les permitió dar múltiples respuestas.
Señalando que, de un total de 30 migrantes haitianos entrevistados en la ciudad de
Tijuana y su periferia, su motivación para las remesas se destina en gran medida al consumo
final de las familias beneficiarias en Puerto Príncipe y representa el 40 % (12 casos de 30). En
tanto, el segundo porcentaje más alto de su motivación es 26.6 % (8 casos de 30) por el apoyo
familiar, lo que representa un valor importante para la familia beneficiaria. En cuanto a la
inversión en pequeñas empresas, hay pocas, solo 4,5 % (1 caso de 30). No migraron para
invertir sino preferentemente para apoyar y atender a las necesidades básicas de sus familias
que permanecieron en el país de origen.
Se advierte que, en los casos citados, teniendo como destino las remesas, el consumo
final y el sustento familiar, hay una frecuencia de 40% y 26,6% respectivamente. Y cuando se
agrupan las categorías, parece que la mayoría de los interlocutores utilizan las remesas para el
consumo final y el sustento familiar, para la educación y los gastos de construcción de vivienda
que son un aporte a dos sectores clave para la familia beneficiaria. Las tres categorías más
expresivas son consumo final (40%), apoyo familiar (26,6%) y educación (16,6%). Esto
muestra el predominio del apoyo a la satisfacción de las necesidades familiares básicas y la
inversión en capital humano.
Los tramos de edad de los interlocutores se sitúan entre los 25 y 50 años y llevan
alrededor de seis años en Tijuana. Entre los encuestados, alrededor del 40% son mujeres y el
60% son hombres. Las mujeres migrantes haitianas envían tantas remesas como los hombres.
Entre los encuestados que dicen enviar dinero y/u otros
37
hay hombres y lo mismo para las
mujeres.
Los interlocutores están mayoritariamente en pareja. Sin embargo, esta información
debe usarse con cuidado, porque es muy común que los migrantes haitianos vivan como si
estuvieran casados (de hecho, es una unión libre), y socialmente lo están, pero se declaran
casados, lo cual también es legalmente falso. En cuanto a la educación, muy pocos de los
interlocutores son analfabetos, tienen más o menos educación básica, es decir primaria
completa (4 a 6 años), alguno tiene formación secundaria o técnica. Por una ligera diferencia,
los hombres tienen un mayor nivel de educación.
Los cambios en la estructura de la migración haitiana a Tijuana, que indican una mayor
presencia de hombres, y el hecho establecido ambos son mucho más riesgosos que las
conociendo las trayectorias para llegar a Tijuana, sugieren una respuesta positiva con los
cambios que se dan en el contexto de la ciudad de destino. Sin embargo, según Diego Badillo
(2021), en los últimos años el número de haitianos ha aumentado considerablemente dejando
a dos países como Chile y Brasil que tenían la mayoría. La situación descrita coincide con las
cifras reportadas por Comar, según las cuales la avalancha de migrantes haitianos en México.
37
Otros, como productos alimenticios, aparatos electrónicos y ropa usada.
Tabla 5.3: Número de los haitianos migrantes en México
Años
2016
2017
2018
2019
2020
2021
Total en 2022
Numero de los haitianos
cruzaron en México
17,000
5,000
3,900
6,500
7,300
22,000
61,700
Fuente: Elaboración propia con ciertos datos de Comar (2022)
Al observar los registros, llama la atención que, durante los últimos seis años, los
hondureños fueron quienes encabezaron la lista de migrantes que llegaron a México (Dolores,
2018). Sin embargo, desde el año pasado, la llegada de haitianos ha aumentado
considerablemente. Actualmente son el segundo grupo más grande, pero también son el que ha
crecido considerablemente más que cualquier otro. Hoy triplica el número que llegó el año
pasado (Comar, 2022).
Mediante esta información, uno de los interlocutores Mathilde Robert
38
afirmó que
salió de Puerto príncipe principalmente para apoyar y ayudar a las personas a su cargo.
Siempre he escuchado que Tijuana es una ciudad llena de oportunidades y por eso vine.
Estuve en Brasil y nunca había estado en otro país, después de salir de allí fui directamente
aquí, pero me di cuenta de que esa era la realidad. Todos los meses al menos encontraba un
salario para enviar a mi familia, especialmente a mi madre, porque aún no tengo hijos, la
gente aquí en Tijuana es hospitalaria y está dispuesta a ayudarme a encontrar trabajo.
Alguna persona aquí no necesita conocerte para ayudarte, me parece muy interesante.
(Mathilde Robert, 25 años, llegó a Tijuana en 2018).
Un buen número de los migrantes haitianos entrevistados respondieron a la pregunta
sobre las remesas y dijeron que eran solo para mantener a sus familias. No hubo respuesta
indicando el propósito de comprar una propiedad, un automóvil o iniciar un negocio en Puerto
príncipe.
Según Jean Ricot Romelus: desde que llegué a Tijuana siempre he tenido trabajo, hace tres
años que tengo mi propio negocio y gano un ingreso totalmente considerable en mi
38
El nombre de Mathilde Robert y los demás nombres de los interlocutores citados en esta investigación de campo
son ficticios para preservar su anonimato por cuestiones de ética de la investigación.
negocio en la ciudad. Lo que resta, era necesario gastar cada mes para poder solventar mis
actividades, es posible hacer una transferencia que le pueda llegar a mi familia en Haití. Al
hacer esto, sé lo importante que lo de está para las necesidades básicas de mi familia. Por lo
tanto, es una prerrogativa hacerlo. (Jean Ricot Romelus, 42 años, llegó en 2016).
Estas remesas de la migración haitiana y el desarrollo socioeconómico comparten un
enfoque revisionista, marcado por una reevaluación aún más optimista y positiva de las remesas
y la migración misma. El enfoque anterior responde esencialmente a una adaptación de la
visión funcionalista, dejando fuera de su marco analítico las categorías propias del enfoque
histórico-estructural, como la dependencia de las remesas (Canales, 2007).
Un aspecto central de este enfoque revisionista es la negación de la posibilidad de que
las remesas puedan tener efectos sociales y económicos perversos, como los ya descritos. Si no
es así, el análisis de los efectos productivos que pueden ofrecer las remesas es obvio: incluso
en condiciones en las que la mayoría de las remesas se utilizan para el consumo corriente
(Baeninger, 2013 & Magalhães, 2017), sus efectos sobre la productividad también estimulan
el comercio, la sector servicios, el sistema bancario de la región, etc.) pueden conducir al
desarrollo económico y social, incentivando a los pequeños ahorradores, no necesariamente
receptores de remesas, a invertir en actividades productivas. Finalmente, este enfoque abre el
debate sobre la relación entre consumo e inversión en el uso de las remesas.
Tengo 2 hijos aquí en Tijuana, vivo con mi familia, antes viví en Venezuela desde 2010,
razones políticas y económicas me obligaron a venir a Brasil desde 2015. Sigo en contacto
con mis padres en Haití, mi padre murió, pero no puedo olvidarlo, mi responsabilidad es por
mi madre que es viuda, nací del departamento de Artibonite pero viví en Puerto Príncipe.
(Venise Michaud, comerciante de 38 años, llegada desde 2018, residente en Tijuana).
Mi llegada a Tijuana fue motivada por varias razones, Haití no tiene muchas oportunidades.
Un día tuve una conversación con mi padre, me dijo: “hijo mío, mira cuánto tiempo que hay
elecciones en Haití, yo voté y sigo votando por una transformación económica y social que
nunca va a suceder. Entonces, si te quedas en Haití, te encontrarás con las mismas realidades
que yo, he visto a muchas personas yendo a Brasil, Chile y otros países y ahora que ya están
comenzando a ayudar a sus familias dentro de unos meses, creo que sería mejor para que te
vayas también. Me tome el tiempo, finalmente, me di cuenta que era la decisión correcta para
, hice el viaje que podría destruir mi vida, pero escuché los consejos de mi padre. De hecho,
hoy, gracias a Dios, les envié algo de dinero y ayudé a pagar la universidad de mi hermana.
(Delisson Fritz de 38 años, llegó a Tijuana en 2017, residente en Tijuana).
A menudo, nuestra experiencia con los interlocutores durante la investigación de campo
explica la parte buena de sus emociones cuando tienen dinero para enviar a Haití. La
satisfacción de poder ganar dinero durante el mes, respondiendo, es un compromiso en
mismo de participar activamente en contribuir al desarrollo socioeconómico de las familias.
Habiendo notado también que algunos migrantes haitianos están interesados en la
escolarización de sus familias.
Sin embargo, según la definición de Sayad (1998) quien relaciona: para ser considerado
como migrante, es esencialmente como fuerza de trabajo temporal o provisional y en tránsito.
Según Sayad, esto permite comprender una de las dimensiones del éxito socioeconómico de
los migrantes, pero no quiere decir que sean los argumentos de trabajo de todos los procesos y
movilidades migratorias. Además del trabajo, el estudio también era central en su condición de
movilidad, ya que en Haití las oportunidades de realizar sueños económicos son más o menos
difíciles para las personas más vulnerables.
Es importante señalar que la interpretación es solo para identificar las condiciones bajo
las cuales se efectúan las implicaciones socioeconómicas o cambian las condiciones de vida de
las familias beneficiarias, es para contextualizar los efectos de las remesas. Esto significa que
la difusión de encuestas por parte de los migrantes que no comprometan la formación práctica
de estos recursos, por ejemplo, estudios que interpretan el concepto de implicaciones
socioeconómicas, especialmente en el análisis por remesas (Fleurima, 2019), sin pensarlo, sin
embargo, cuán útiles y adheridos han sido. Este procedimiento es la continuación de la prueba
de nuestras inquietudes teóricas y metodológicas: la migración internacional haitiana es un
proceso social, sus remesas de participación también están socialmente condicionadas.
Conozco a muchos haitianos que han trabajado aquí con un buen salario, pero ya sabes
lo que siempre pensaron, desde que oyen hablar de viajes, se han vuelto locos. Hay haitianos
que conozco que se van a Estados Unidos, solo para viajar: pero también hay otros porque la
vida allá es en dólares, que se van en busca de una vida mejor pero aquí en Tijuana también
tengo una vida mejor y el futuro de mis hijos en Puerto príncipe están asegurados ya que
trabajo y gano dinero. (Tichard Milor de 35 años, llegó a Tijuana en 2019).
A los haitianos les encanta viajar y su familia también se enorgullece cuando un miembro va
a un país blanco (país extranjero). Muchos haitianos pasan por Chile o Brasil, con el fin de
satisfacer este deseo de transformar su condición socioeconómica a la de sus familias. Hice
travesías difíciles para llegar a Tijuana, pero la verdad no estoy decepcionado ya que mis
sueños se han cumplido, ya he traído a 2 de mis hijos solo queda uno en Puerto Príncipe.
Aquí trabajo muy bien aun cuando mis salarios no son demasiado, pero gracias a Dios
encuentro los medios necesarios para vivir mejor. (Moralès Charité de 31 años, llegó a
Tijuana en 2017).
En particular, la relación socioeconómica entre los migrantes y sus familias pasan por
transformaciones sociales y económicas a través de la mano de obra en el país de destino,
además, sujetas a ganancias económicas a partir de una revisión encaminada a colocar el tema
de remesas como parte de una teoría necesaria de la migración haitiana. Las ideas relatadas en
este marco de un conjunto de elementos entre la relación de las migraciones internacionales y
el desarrollo socioeconómico no son por tanto de suponer que solo se mencionen sobre
remesas, sino que poseen una pléyade de realidad que entra en juego (Fleurima, 2021).
Hay más determinantes económicos y sociales que explican las salidas de los haitianos,
también los hay políticos. Viajar es un elemento esencial en la representación cultural haitiana.
Es difícil encontrar una familia haitiana que no tenga uno o dos miembros en el extranjero.
La movilidad haitiana es una característica inherente al ser humano y actualmente
estaría en el centro de las prioridades de la política migratoria. Sin embargo, el vínculo entre la
migración internacional haitiana y el desarrollo socioeconómico a menudo se pasa por alto, se
olvida o incluso se desconoce, a menudo se le da menos importancia que a otros elementos
considerados más urgentes en la gestión de la migración. La contribución de los migrantes al
desarrollo económico y social en el país de origen y los países de destino se destaca
formalmente por el proceso de modificación de las condiciones de vida colectiva en ambos
lados.
Según uno de los interlocutores, hoy, las dificultades encontradas aquí en Tijuana, para
mí es un éxito ganarme la vida, no solo para mí sino para muchos haitianos. Cuando un haitiano
ha dejado su país en busca de una vida mejor, encuentra la satisfacción, porque es el momento
de sonreír especialmente para mi familia que se quedó en Puerto Príncipe.
Pasé muchos años sin trabajar en Haití, porque fue el más doloroso de mi vida y para mi
familia. Compañeros haitianos, muchos se fueron de Chile a Estados Unidos. En mi país, hay
escasez de puestos de trabajo. Los camaradas y yo, por lo tanto, vinimos aquí para encontrar
trabajo. Cuando llegu, las situaciones están totalmente mejoradas y todos los que llegaron,
los migrantes están satisfechos, es una forma de éxito para nosotros, declaró. (Anne Moise,
42 años, llegó a Tijuana en 2016).
No volveré a Haití, porque mi país no está listo para recibirme, cada día las cosas empeoran.
Vivo aquí en Tijuana, trabajar para recolectar dinero y enviarlo a la familia es lo mejor para
mí. Usted puede ver que soy muy joven, mi familia estaba allí. Desde el terremoto, mi padre
ha pasado dos años en la Guayana Francesa. Como me explicó que era difícil quedarse allí
por la validez de sus documentos, se vio obligado a regresar a México. Esta vez
definitivamente vive, no tiene prisa por nadie más. Hoy, me siento muy bien aquí en mis
actividades comerciales. Ves la diferencia entre estos dos países, Haití y México. Mi papá
tiene siete años aquí y yo desde hace casi 4 años, hacemos muy bien las actividades “isit nap
brase trè byen” en criollo. (Guens Vilner, 32 años, llegó a Tijuana en 2018).
Una gran parte de los haitianos se fue de Haití especialmente después del terremoto,
porque ya hemos escuchado hablar de Tijuana casi todos los días diciendo: vente a
Tijuana, las condiciones de trabajo han mejorado completamente. Como siempre
nuestra preocupación es buscar oportunidades. Pero cuando llegué aquí, fue una
transformación social y económica total, “tande ak se 2” escuchar y ver son dos cosas
diferentes. Créanme, cuando llegamos yo tenía trabajo sin perder tiempo y mi familia en
Haití estaba muy contenta porque es fundamental, pero hoy tengo la oportunidad de hacer
grandes compras. (Mario Alciné de 29 años, llegó a Tijuana en 2019).
A lo largo de esta parte del análisis, se destaca que el empleo presentó un carácter
transversal en las respuestas de los interlocutores haitianos y mencionan las cantidades en la
tabla 5.4. La cuestión del empleo, en general en el caso de la mayoría de los migrantes
haitianos, es el elemento fundamental de la construcción del estatus y transforma una vida
digna en sentido social y económico.
Tabla 5.4: Montos enviados en dólares por haitianos desde Tijuana a Puerto Príncipe
Montos enviados
Número de personas que enviaron dinero
Porcentaje %
100 a 200 dólares
7
23.33
200 a 300 dólares
10
33.33
300 a 400 dólares
3
10
400 a 500 dólares
3
10
500 dólares y más
4
13.33
Sin respuesta
1
4.55
1.000 dólares
2
9.1
Total
30
100.00
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
Quienes aspiran a realizar proyectos como la construcción de una casa o la compra de
un terreno en el país de origen transfieren sumas de dinero que superan a 500 dólares y
representan más del 13,33% (4 casos de 30) del número de personas que transfirieron dinero.
Solo el 10% (es decir, 3 casos de 30) transfiere 1.000 dólares e incluso mucho más.
Cabe señalar que las mayores sumas de remesas se destinan con mayor frecuencia a un
proyecto de inmigración donde la mayor parte de la nómina mensual a menudo se destina al
país de origen. En gran medida, los envíos de dinero que varían de 100 a 200 dólares por un
lado y de 200 a 300 dólares por el otro son preferentemente parte de una lógica de solidaridad
entre miembros muy cercanos de la familia que viven en uno u otro de los polos del campo
migratorio. Estas remesas generalmente se destinan a gastos de mantenimiento del hogar y
consumo doméstico.
Es importante mencionar que los montos transferidos de más de 500 dólares en
ocasiones se utilizan de dos formas en el día a día: una parte significativa puede ser utilizada
para la construcción gradual a largo plazo de una casa y pago de estudios, siendo la parte
restante dedicada al consumo de la familia del inmigrante que permanece en Puerto Príncipe.
Según Jean Rosemond, “nací en la ciudad de Léogane, Oeste de Haití, había vivido en
Chile hace dos años, pero mi familia todavía está en Haití y yo tengo cuatro hijos. Me gusta
aquí en Tijuana, porque era mi pasión vivir, pero también hay tantos otros haitianos, yo, desde
que estoy aquí, trabajo para asumir mi responsabilidad y ayudar a mi familia. Todos los meses
enviaba dinero, a veces dos veces dependiendo de la necesidad, no me acomplejo para hacer
ningún tipo de trabajo, a veces trabajé como técnico y así como albañil en obras de construcción
en Tijuana. Te puedo decir amigo, Tijuana es una ciudad que amo mucho. Aquí trabajo día y
noche para ganar dinero y ayudar a mi familia. Muchas veces he enviado 200 dólares al mes e
incluso dos veces, cuando el peso baja frente al dólar, me disminuye considerablemente, pero
es un compromiso esencial para enviar dinero a mi familia ya que mi esposa está en Puerto
Príncipe.
Pero, francamente, me gustaría tomar la nacionalidad mexicana para encontrar un montón
de privilegios, me gustaría entrar y contactarme con el proceso de naturalización, no necesito
ir a los Estados Unidos a trabajar porque estoy muy bien en Tijuana. Voy a traer a toda
mi familia aquí, mi vida y mi participación como migrante cambia totalmente. No sé sobre los
demás. (Jean Rosemond de 43 años, llegó a Tijuana en 2019).
Desde al principio, Estados Unidos, Canadá, República Dominicana y Francia son las
principales fuentes de remesas de los migrantes haitianos, dada la importancia de sus
comunidades haitianas. De todos los haitianos que viven en el extranjero, se estima que más de
1,2 millones. Según el Banco Mundial (2020), los volúmenes de remesas y los medios de
transferencia obviamente varían de un país de origen a otro. Sin embargo, en años anteriores,
tanto Canadá como Estados Unidos generaron remesas superiores al promedio y dependieron
proporcionalmente más de los canales de transferencia formales. En la República Dominicana,
parece que se prefieren los canales informales, tanto por razones geográficas como culturales.
Según esta investigación realizada de 2021 al año de 2022 con los interlocutores
haitianos en Tijuana, las remesas siguen siendo una práctica común en la comunidad haitiana
local, con casi el 100% de los interlocutores que han enviado remesas al menos una vez al mes
entre 2016 y hoy. Cabe señalar que estos montos promedio son superiores a los montos de las
remesas de los migrantes a otros países del Caribe (Banco Mundial, 2020), en ocasiones se
transfieren montos mucho mayores a Haití, y estos se explican muchas veces por el deseo del
migrante de adquirir una casa o comprar un terreno antes de regresar a casa.
Estoy en Tijuana desde el 2016, antes trabajaba en una empresa, ahora hago negocios
vendiendo cosméticos no solo en Tijuana sino también en Tapachula. Ya he construido mi
casa en Haití, pero sobre todo en la ciudad de Dessalines, en lo personal estoy avanzando
mucho en Tijuana ya que llevo a mi esposa y mis 4 hijos. No necesito a los Estados Unidos,
cualquiera que quiera llegar puede hacerlo, pero yo no. Me siento exitoso aquí en Tijuana.
(Moise Daniel, 38 años).
La frecuencia de los pagos varía mucho de un hogar a otro, pero, en promedio, los
haitianos tienden a hacer una transferencia por mes, salvo emergencias. Tradicionalmente, las
remesas aumentan durante las festividades religiosas u otras festividades como navidad y el
día de la madre, o en otras épocas del año cuando los hogares receptores incurren en gastos
adicionales. Estos períodos pueden corresponder al inicio del año escolar, o la renovación de
un contrato de alquiler, que también tiene lugar al inicio del año, véase también la tabla 5.4.
Mencionar los tres factores principales parece tener un efecto sobre la frecuencia y el
volumen de las remesas a Haití:
- Perfil del migrante/residente y tiempo de permanencia en el país de destino: El estatus
de migrante temporal
39
estacional o residente permanente parece tener un efecto en los patrones
y tendencias de las remesas. Los migrantes estacionales tienden a trasladarse con más
frecuencia durante su estadía que los residentes permanentes. Los migrantes que tienen los
residentes permanentes terminan enviando cada vez menos a medida que sus lazos con Haití
se reducen, a medida que sus beneficiarios mueren o se mudan, y a medida que forjan nuevos
lazos familiares y amistades en su país de destino.
- Ingreso: Parece existir una correlación positiva entre el ingreso del migrante emisor y
el monto / frecuencia de las remesas hasta cierto nivel de ingreso. Las remesas de los hogares
en 2020 revelaron el banco mundial que el monto enviado aumenta anualmente para los
hogares con ingresos de hasta alrededor de US$ 3 mil millones, lo que corresponde a la
capacidad financiera de los migrantes para enviar más remesas. Sin embargo, más allá de este
nivel de ingresos, la cantidad de remesas cae, lo que probablemente sugiere que los hogares
haitianos de mayores ingresos están vinculados a miembros más favorecidos de la población
haitiana (Banco Mundial, 2020).
- Dinámica de generación de migración nueva/anterior: la edad también es un factor
determinante de los flujos de remesas. Los miembros de la migración haitiana opinan que las
generaciones más jóvenes tienden a estar menos involucradas en las remesas como remitentes.
De manera similar, un estudio de 2019 de Banco de la República de Haití realizado entre
hogares revela que el monto promedio de las transferencias realizadas recientemente aumentó
con la edad de los migrantes (2019).
Como tenía que decir Molina Jacques, cuando estaba en Puerto Príncipe, intenté todo para
mantenerme. Pero en general, Haití no tiene suficientes hospitales, trabajos y escuelas
públicas, razones válidas que me obligaron a salir de Haití. Hice jugo para vender, pero
no fue suficiente para ayudar a mis hijos ya mi madre que es viuda. Llegué a Tijuana es
otra realidad, puedo enviar dinero a mi familia, trabajo diariamente aquí y en los
39
Las tres categorías de migrantes temporales son: residentes temporales, estudiantes y trabajadores temporales,
es decir, la categoría con mayor probabilidad de estar involucrada en actividades de remesas.
tianguis, hago otras actividades lucrativas. (Molina Jacques, de 42 años, llegó a Tijuana en
2017).
Subrayado por uno de los interlocutores, en Puerto Príncipe, una de las mayores dificultades
es el empleo, terminé mis estudios preparatorios hace años, pero nunca entré a la universidad
ni siquiera a trabajar, es una cuestión de “moun pa” (una traducción de clientelismo en
criollo). El Estado en Haití no trabaja a favor de la población. Las acciones están dirigidas al
grupo de personas bien elegido. Aunque tengas una titulación requerida no puedes trabajar,
por eso viajé buscando otras oportunidades porque tengo una familia esperándome y que tiene
esperanza económica en mí. Ahora trabajo y he ayudado a mi esposa ya muchos otros que me
esperan en Haití. A finales de este año llevaré a mi esposa a México ya que tuve que hacer
todos los tramites. Estoy enojado con Haití. (Meron Fleury, 39 años, llegó a Tijuana en 2018).
Como investigador haitiano, el autor observa los hechos que rodean esta perspectiva de
reconocimiento. La mayoría de los haitianos que han dejado su país es para encontrar una
mejora en el nivel socioeconómico, pero también en las necesidades básicas sociales,
educativas y de otro tipo. Algunos interlocutores dijeron que sus condiciones de vida habían
mejorado completamente luego de realizar el viaje a Tijuana. Otros antes de migrar estaban
desempleados y su futuro desesperado, razones que les permitieron salir de Haití con mayor
facilidad. Son situaciones que se repiten por los interlocutores a lo largo de la investigación de
campo, pues los efectos han involucrado todo en el desarrollo socioeconómico y facilitan la
transformación económica y social de sus familias beneficiarias en Puerto Príncipe.
En tal contexto de la comunidad haitiana, la familia desempeña un papel crucial en el
proceso de integración socio-económica de los recién llegados. Sin embargo, aun tomando
como criterio el ingreso familiar medio, una mayor capacidad entre las distintas comunidades
dentro de la ciudad y su periferia de Tijuana destaca la inserción de la escala socio-económica
de gran parte de la comunidad haitiana. El cambio en el ingreso afecta proporcionalmente más
a los migrantes haitianos que a la población general en Haití.
Mostrando el número de solicitudes de residencia, tanto para la solicitud de empleo en
la categoría económica como para trabajadores temporales y se ve que el número de solicitudes
realizadas por trabajadores temporales es mucho mayor que antes. Es interesante notar que la
tasa de aprobación para las solicitudes de residencia de visitantes es mucho más alta que la de
las solicitudes de visas temporales (UPM, 2020).
Como se mencionó a lo largo de esta investigación, uno de los principales efectos de la
migración haitiana es el envío de remesas a su familia residente en el país de origen (Stefoni,
2019; Ratha, 2011; De Haas, 2007). Las remesas pueden volverse sumamente importantes para
el sustento de una familia, generando dependencia incluso a nivel municipal, estatal y nacional.
De ahí la importancia de estudiar los montos, las condiciones para su transferencia y el uso que
se hace de estos recursos. En este capítulo se presentan métricas relacionadas de dónde
provienen las remesas, así como a dónde se destinan, el canal de recepción, los costos de envío,
su uso y el grado de dependencia que generan en los lugares de recepción como Puerto Príncipe
(Banco Mundial, 2021).
La atracción en las áreas metropolitanas de Tijuana y la forma en que organizan el
espacio migratorio haitiano se basan en las especificidades de su economía local y su inserción
en las redes geo-económicas y geo-políticas de la globalización. Las experiencias sociales de
los haitianos migrantes y su situación económica en los diferentes espacios se transmiten en el
país de origen a través de la circulación de información dentro de la familia y las comunidades
locales. Influye, por tanto, en sus representaciones migratorias, que asignan a cada polo un
significado y un valor específico en la jerarquía de sus preferencias.
La percepción social de los migrantes desde el punto de vista de la sociedad de origen
contrasta notablemente con la de las sociedades de asentamiento. Si el estatus social de los
migrantes haitianos en los países de destino contribuye a la construcción de la imagen de un
tipo homogéneo de migración ante los ojos de los no haitianos en estos países, los haitianos
que han permanecido en el país tienen una visión más compleja de este tipo de migración. La
diversidad de la posición social de sus compatriotas en los distintos polos de inmigración
observable a distintas escalas parece darles la razón.
Los haitianos migrantes son conscientes de estas diferencias contextuales y las tienen
en cuenta en su elección, incluso si el principal elemento de decisión en la orientación
geográfica de una primera migración sigue siendo la presencia o ausencia de familias en el
lugar potencial de destino. Tijuana conserva la imagen de una ciudad muy abierta a la
inmigración de todo el mundo, lo que a su vez contribuye al dinamismo y diversificación de su
economía y su política migratoria. Destaca también por el contexto favorable que ofrece para
montar una empresa y por la amplia oferta que ofrece su sistema de empleo. Para buena parte
de los haitianos migrantes y de todos los estratos sociales, es la ciudad por excelencia de todas
las oportunidades.
Gozando también de una imagen favorable basada en su función como centro de
comando regional y nodo de conexión de América del Norte con el Caribe y América Latina
(Audebert, 2012; Handerson, 2017). Tiende a fortalecer su peso relativo dentro del espacio
migratorio internacional haitiano, mientras que el de otros municipios se encuentra en declive.
Sin embargo, el flujo de información entre los migrantes y Haití apunta a una gama más amplia
de oportunidades en Tijuana que en otros municipios para los haitianos que soportan la peor
parte de la competencia con los hispanos en el mercado laboral.
Las representaciones espaciales diferenciadas de la migración que influyen en la
elección de la orientación geográfica de los migrantes también se basan en las características
objetivas de los mercados laborales de los centros urbanos. El origen social del potencial
migrante (nivel educativo básico, aspiraciones profesionales, capital económico disponible,
redes sociales) entra entonces en juego en la valoración de tal o cual destino según la forma en
que cree que puede encajar en el mercado laboral local. De hecho, las oportunidades en la
industria manufacturera están más abiertas en la gran ciudad de Tijuana (Ramírez, 2022;
Dolores, 2018).
Las percepciones diferenciadas también se aplican a Tijuana como sociedades
posindustriales. Se basan en la posición socioeconómica media que los migrantes han adquirido
allí, pero también en las características sociales de las oleadas migratorias que varían según el
lugar de destino. Habiendo demostrado previamente que el perfil social y el origen geográfico
de los migrantes haitianos a otros países se habían separado de los migrantes que se habían
mudado a los Estados Unidos y Canadá.
Por lo tanto, para comprender cabalmente las lógicas de los migrantes haitianos que han
transferido dinero y los montos transferidos (Cuadro 5.5), es importante asociarlas al ritmo de
las remesas que expresa implícitamente las opciones de integración y/o reintegración. La
integración, por tanto, va más allá de la cuestión de la inmigración y el origen o la pertenencia
de los haitianos. Concierne a la sociedad en su conjunto, se refiere al bien común ya la
integridad general.
Tabla 5.5: Remesas de Tijuana a Puerto Príncipe: ritmos de envíos
Ritmos de envios
Número de personas que enviaron dinero
Porcentaje %
Quinzenal
4
13.33
Mes
19
63.33
2 meses
5
16.67
Trimestre
1
4.54
4 meses
1
4.54
Semestre
-
-
Total
30
100.00
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
*El guión (-) indica que la cantidad es nula o insignificante
Esta tabla muestra que la frecuencia de las remesas es más mensual (alrededor del
63.3% o 19 casos) que quincenal (13.3% o 4 casos) o bimestral (16.6% o 5 casos). Además, el
monto transferido y la frecuencia de las remesas pueden variar dependiendo de los lazos
sociales que unen al inmigrante a su país, como familiares cercanos, familiares extensos o
amigos.
Las remesas mensuales corresponden a una variedad de lógicas. Una parte de los
migrantes que envían dinero desde Tijuana al centro de la capital de Haití específicamente a
Puerto Príncipe mensualmente apoyan a las personas más vulnerables y otra parte lo hace tanto
para ayudar a la familia, como para invertir en educación, pago de renta, construcción de
viviendas o, muy poco, en actividades comerciales. Además, este ritmo mensual resulta de la
combinación de tres factores: la estrechez del mercado laboral en Tijuana, el monto del salario
mínimo (alrededor de 9.000 pesos mensuales y más) y el nivel salarial más alto en Tijuana que
en el resto de México. Más de 400 a 500 dólares americanos al mes sería un aporte interesante
para equilibrar el presupuesto de la parte de la familia que permanece en el país de origen.
Elva Joseph, una haitiana de 33 años, vive en Tijuana desde hace tres años y ocho meses y
dijo que era difícil para mí vivir separada de mi familia, pero las consecuencias económicas
adversas en Haití me obligan. Para el apoyo de algunas personas en Tijuana cuando
llegué fue fundamental para el tiempo que aún no he conseguido el trabajo, pero no hago
nada antes. Muchos de nuestros hermanos y hermanas tienen que ayudar de esta manera
porque es difícil vivir aquí sin trabajo. La gente de Tijuana que me ayudó mucho y me siento
feliz de vivir aquí a pesar de la situación de inseguridad, pero hay que decirlo antes no fue
así. (Elva Josephde 33 años, llegó a Tijuana en 2018).
Ahora planeo traer a mi familia a Tijuana ya que envío dinero todos los meses, gasto mucho
más por el distanciamiento físico con mi familia. Mi esposa todavía está en Puerto Príncipe y
estoy haciendo todo lo posible para traerla. Entonces traeré a mis hijos.
Los inmigrantes que se esfuerzan por enviar dinero mensual o quincenalmente
mantienen fuertes y muy estrechas relaciones sociales con sus familiares que se han quedado
en Haití. Por otro lado, quienes transfieren dinero en forma trimestral o semestral
preferentemente tienen un vínculo familiar débil o extenso con Haití, a menos que sea la
persistencia del desempleo lo que los obligue a ser una sola transferencia para ambos períodos.
La ciudad de Tijuana que reflejan una perspectiva ya sea de una instalación definitiva,
o de una forma temporal de esperar una oportunidad para cruzar a Estados Unidos, se
correlaciona con los montos enviados que pesan diversamente en el presupuesto de los
haitianos que migran a Tijuana. Este estallido de flujos migratorios muestra que las remesas de
los migrantes haitianos provienen de diferentes países del espacio americano, aunque Tijuana
sigue siendo por mucho el lugar más importante en términos de remesas a Haití, especialmente
a Puerto Príncipe. Sin embargo, queda una interrogante sin respuesta respecto al monto real
anual transferido al hogar de origen desde el polo Tijuanense del campo migratorio en
comparación con otros campos migratorios del espacio americano.
Las remesas mensuales de Tijuana a Puerto Príncipe son significativas en número, pero
dados los salarios recibidos y la estrechez del mercado laboral de Tijuana, aquellas, también
mensuales y regulares, provenientes de otros países de migración de Norteamérica (Estados
Unidos y Canadá) que son más ricos y tener una población mayoritariamente haitiana más
educada que la Tijuanense, aunque minoritaria, podría superar los envíos que se hacen desde
Tijuana a Puerto Príncipe.
Sin embargo, según el Banco Mundial (2022), informa que las remesas a América
Latina y el Caribe aumentaron a 131 mil millones dólares americanos en 2021, un 25,3% más
que en 2020, debido a la fuerte recuperación laboral en los Estados Unidos para los trabajadores
nacidos en el extranjero. Los países con tasas de crecimiento de dos dígitos son Guatemala
(35%), Ecuador (31%), Honduras (29%), México (25%), El Salvador (26%), República
Dominicana (26%), Colombia (24%), Haití (21%) y Nicaragua (16%).
Los flujos registrados hacia México incluyen las remesas recibidas por los migrantes
en tránsito desde Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Venezuela, Cuba y otros países.
Las remesas son una fuente importante de divisas para varios países donde estos flujos
representan al menos el 20% del PIB, incluidos El Salvador, Honduras, Jamaica y Haití. En
2022, se espera que las remesas de migración aumenten un 9,1 %, pero persisten los riesgos a
la baja. El precio promedio por enviar 200 dólares a la región se mantuvo casi sin cambios en
5.6% en el cuarto trimestre de 2021 en comparación con el año anterior (Banco Mundial, 2022).
Si bien ha identificado los diferentes lugares desde donde parten las remesas hacia Haití,
no ha ponderado ni analizado críticamente el peso de los diferentes centros de migración. Así,
una breve comparación, por ejemplo, entre algunos de estos países y Tijuana permitiría
comprender mejor el peso de la complexidad de los flujos migratorios en las remesas de los
haitianos migrantes.
Sin embargo, también en el tramo posterior donde se ubican los canales de remesas, es
un tema sensible para ambas partes, para el migrante, que pierde parte de sus remesas al banco,
y para el banco, que tiene derecho a que le facturen servicios prestados. Las comisiones suelen
ser, junto con la falta de conocimiento sobre el funcionamiento de los bancos, uno de los
factores que tienden a incentivar las remesas a través de canales informales. Si el sistema
bancario piensa en ganar, no por las remesas que envía, sino por el total de las remesas, ganando
al por mayor en lugar de al por menor, y así reducir las tarifas, la cantidad de migrantes que
envían a través de los bancos, ya que el costo binominal a la seguridad, proporcionado por el
sistema, es imbatible.
5.3 Canales de remesas
La comunidad haitiana utiliza tres medios principales para las remesas a Haití: Operadores de
remesas o, como se les llama en Haití, casas de transferencia, transferencias de bolsillo, es
decir, transporte físico de efectivo de una frontera a otra y transferencias en especie de remesas
en forma de bienes especialmente la comida, pero esto cada vez es menos frecuente. En cuanto
a las remesas a Haití, hay que mencionar que los bancos comerciales no han jugado un papel
tan importante en Tijuana como mecanismo de transferencia. No obstante, los bancos
comerciales parecen estar cada vez más interesados en brindar servicios de remesas a Haití.
- Casas de transferencia: O oficinas de transferencia, agencias de transferencia son el
medio preferido de remesas, ya que ofrecen rapidez, seguridad y accesibilidad a ambos lados
del corredor. Los migrantes haitianos a menudo están dispuestos a pagar tarifas adicionales por
seguridad y accesibilidad. Las necesidades financieras de la mayoría de los beneficiarios de
fondos en Haití a menudo requieren que estos pagos se realicen rápidamente, y casas de
transferencia generalmente puede garantizar el pago en horas o menos. No es raro ver a
migrantes haitianos en Tijuana haciendo su transferencia mientras hablan por teléfono con el
destinatario, esperando que la transferencia se ejecute en tiempo real.
Recuerde que algunos de los migrantes haitianos no cuentan con documentos legales
para transferir dinero a Haití, los bancos en Tijuana o las casas de transferencia han requerido
pasaporte vigente, es decir que no esté vencido. Aun así, en realidad no lo poseían, o se
perdieron viniendo a México cuando cruzaron las fronteras para llegar aquí a Tijuana y aquellos
que lo tienen pueden haber vencido. Otro aspecto importante es que del mismo de los migrantes
haitianos no tienen la capacidad de saber las condiciones requeridas para las remesas, ya que
los bancos que hacen las transferencias exigen un monto que no debe exceder los 1.000 dólares
americanos pero muchas veces los migrantes no sabían. Se ven obligados a sufrir una sanción
de no poder realizar una transferencia hasta que tengan otro pasaporte válido.
Uno de los interlocutores durante el trabajo de campo: mi amigo me gustaría hacer de las
remesas, tengo un hijo de mi hermano en Puerto Príncipe que está hospitalizado y está muy
grave. No tengo pasaporte para hacerlo, venció hace dos años por favor ayúdeme a regresar
Dios le bendiga. Deposité el pasaporte en la oficina del representante de la Embajada de
Haití en México, que se encuentra en Tijuana, pero lamentablemente nunca lo encontré.
(Mainise Accéus de 48 años, residente a Tijuana desde 2017).
Sin embargo, hay un problema muy serio para los migrantes haitianos en extranjero,
pero lamentablemente los que están en México específicamente en Tijuana no se salvan. La
Embajada de Haití en México no hace ningún esfuerzo por resolver la irregularidad de los
pasaportes de los migrantes que tanto sufren por sus pasaportes. Pagaron una gran suma
40
de
dinero como contribución para tener su pasaporte vencido por casi un año, pero nunca lo
recibieron. Visto una nota publicada por Wisly Désir el 30 de mayo de 2022 en su página de
Facebook y WhatsApp como representante de la Embajada de Haití en México desde Tijuana
de la siguiente manera: No es necesario venir a la oficina ubicada en Tijuana, es decir los
migrantes que están esperando sus pasaporte, ya que aún no llegan los pasaportes y no son de
nuestra responsabilidad sino de preferencia de la embajada de la capital de México, explicó a
los migrantes haitianos que esperan desde hace meses sus pasaportes.
En un país donde las áreas rurales carecen de infraestructura financiera y donde el
transporte a las áreas urbanas a veces es complicado y costoso, la accesibilidad es
particularmente importante. Los cajeros automáticos en la gran ciudad de Puerto Príncipe, por
40
El costo del pasaporte para los haitianos que migren a México es de US $ 150. Montos muy disputados por los
migrantes ya que pagaron, pero no pueden recibirlo por irregularidad y falta de servicio por parte de los
funcionarios de la Embajada de Haití en México.
ejemplo, son raros y, a menudo, están fuera de servicio. Para repararlos, generalmente es
necesario traer técnicos especializados de República Dominicana, a un costo exorbitante. La
seguridad también es un factor clave, dado el alto nivel de inseguridad de Haití. Los
destinatarios de las remesas que salen de los bancos o casas de transferencia son presa fácil de
los ladrones y, por lo tanto, muchos clientes prefieren utilizar los bancos que brindan servicios
de depósito en efectivo en su cuenta.
Reflexiona por el autor de esta investigación durante el trabajo de campo, estos factores
explican la aparente diferencia entre las tarifas de remesas cobradas en Tijuana y las cobradas
en Haití, que oscilan entre el 6% y el 10% para una transferencia de US $ 200 en Haití. Las
tarifas de remesas a Haití han aumentado en los últimos años, pero el hecho es que las casas de
transferencia haitianas continúan incurriendo en costos más altos que en otros lugares. Estos
altos costos se deben a los costos de transporte, la baja dispersión de puntos de venta y una
infraestructura financiera subdesarrollada, y estos costos, como se esperaba, se trasladan al
cliente beneficiario.
Durante esta investigación, buena parte de los migrantes haitianos que no tienen
documentos para las remesas, pagan montos exagerados en comparación con los que se deben
cobrar. Se visitó las casas de remesas para poder ayudar a ciertos migrantes que no tenían los
documentos requeridos para remesas. Los migrantes haitianos generalmente envían remesas
mensualmente ya que la mayoría las recibe semanal o quincenalmente y sus familias en Puerto
príncipe. Por su falta de capacidad profesional y vulnerabilidad económica, no han controlado
las tarifas que cobran las casas de remesas.
Además, el corredor de remesas de Tijuana a Puerto Príncipe todavía parece carecer de
transparencia. Aunque a menudo se anuncian comisiones mínimas, todavía no es una práctica
común para los transportistas, especialmente aquellos con sede en el Caribe, anunciar su lista
de tarifas completa al cliente promedio. Las solicitudes de visibilidad de las comisiones
cobradas por diferentes montos de transferencia de 500 a 1.000 dólares estadounidenses a
menudo han levantado sospechas, ya que los operadores en realidad temen revelar información
a los competidores en lugar de a los beneficiarios.
Para que los destinatarios en Puerto Príncipe tomen decisiones informadas basadas en
el valor de las transferencias, se necesita hacer mucho más para educarlos y mejorar la
transparencia del operador. No solo se debe exigir a los operadores que divulguen su lista de
tarifas, sino que también deben proporcionar información sobre los tipos de cambio diarios a
los destinatarios que esperan recibir sus remesas de manera regular.
Las oficinas de transferencias o agencias de transferencias activas más concurridas y
solicitadas en Tijuana y Haití siguen uno de dos modelos comerciales. El primer grupo incluye
casas de transferencia internacionales que es Western Unión y que son entidades
independientes, y el segundo, como MoneyGram, incluye sucursales propias o controladas.
Para este último grupo, algunos bancos haitianos ofrecen servicios de remesas a través de sus
sucursales.
Señalando que las casas de transferencia en Haití están sujetas al nuevo decreto que rige
los servicios de remesas no bancarias y el Banco de la República de Haití es el encargado de
supervisarlas. El BRH creó recientemente una pequeña unidad especial responsable de analizar
el mercado de las remesas de los trabajadores migrantes. Su objetivo es mejorar su
conocimiento del funcionamiento del mercado y fortalecer la supervisión de las casas de
transferencia.
Por lo tanto, las transferencias de bolsillo, que simplemente involucran el transporte
físico de dinero en efectivo, como ya se mencionando, todavía están en uso. En la gran tradición
haitiana, los “carteros” son personas que recaudan fondos dentro de una comunidad específica
en el extranjero y luego entregan personalmente el dinero recaudado a los destinatarios
designados. Recientemente, sin embargo, la rápida expansión de las redes de casas de
transferencia ha llegado a competir con los carteros al brindar una entrega en mano más segura,
incluso en las áreas más remotas.
- Las remesas en especie, una alternativa a las remesas en efectivo, generalmente vienen
en dos formas. En uno, los migrantes compran uno o más barriles vacíos. Estos se pueden
comprar en tiendas de conveniencia en vecindarios étnicos con precios que van desde US $ 15
a US $ 50 según el volumen, o de la compañía de envío que elija. Luego, los migrantes llenan
el barril con mercancías y lo envían a Haití a un costo promedio de US $ 100. En el otro, la
casa de transferencia ofrece una selección de productos desde alimentos hasta teléfonos
móviles y créditos de llamadas que se pueden comprar para las familias beneficiarias.
También, las pequeñas agencias familiares haitianas y los descuentos de la mano a la
mano, son estos últimos con diferencia los más habituales. El hecho de que este canal informal
sea más riesgoso no lleva a los haitianos a cambiar de operador. El predominio de este modo
de transferencia limita en sentido metodológico el trabajo de medir los flujos y stocks de dinero
transferido a sus familias en Haití.
El circuito de Western Unión es muy utilizado debido al origen socio-espacial urbano
de los migrantes haitianos en Tijuana. Mientras que las familias inmigrantes viven en áreas
remotas en el centro de Puerto Príncipe, a veces sin servicios públicos básicos, Western Unión
requiere una dirección específica, número de teléfono, nombre de la persona que envía el
dinero, dónde se encuentra en México y que envía un mensaje escrito sobre el giro postal. Sin
embargo, en las áreas rurales haitianas, los hitos son más bien orales y geográficos: líneas de
vías fluviales, senderos, iglesias y el mercado público. Las condiciones urbanas y modernas
que permiten la identificación de una persona y su residencia en un espacio determinado no
existen en el campo de Haití.
Si la ciudad
41
de Puerto Príncipe, haitiano promedio cumple no o sin dificultad los
criterios anteriores, en el campo no funcionan. Además, en Tijuana los inmigrantes haitianos
son en su mayoría analfabeta o tienen baja calificación profesional, lo que complica la apertura
de una cuenta bancaria y utilizan muy poco la escritura como medio de comunicación. Esto
explica por qué en los círculos de migrantes haitianos han surgido otros circuitos de
transferencia que llevan dinero directamente a áreas remotas.
Los haitianos de Tijuana se diferencian de los haitianos de grandes ciudades de
Norteamérica como Nueva York, Miami y Montreal, donde ciertos bancos haitianos con sus
propios servicios de transferencia conectan las capitales departamentales de Haití con las
metrópolis estadounidense y canadiense. Junto a los bancos haitianos, existen agencias
privadas de transferencia de dinero, que facilitan y canalizan el dinero a sus familias
beneficiarias.
En cuanto a los canales formales, las agencias de transferencia son el canal preferido y
más rápido para los migrantes y las familias beneficiarias, pero para evitar los costos de envío
en ocasiones han utilizado otros medios de transferencia. Estas sucursales ya concentran más
porcentaje de los canales formales, seguidas de correos, transferencias de bolsillo, bancos y
efectivo solo aparecen en último lugar. Las agencias presentan un proceso de envío/recepción
mucho más simplificada y por tanto el aumento de su peso en el total.
Algunos de los migrantes dominan claramente la situación en los circuitos informales.
De hecho, la gran mayoría de los interlocutores consultados mencionaron haber utilizado el
canal de las agencias de transferencia, ya sea solos o con el apoyo de otros migrantes con
documentos válidos. Por ello, las remesas mencionadas son necesariamente inferiores a las
realmente enviadas.
Observando en la Tabla 5.6 que los sectores del mercado laboral que más tienen
trabajadores migrantes haitianos en Tijuana son los de fábrica, pero en el período de
41
En Haití, la ciudad generalmente incluye el centro de la ciudad en una comuna administrativa y sus secciones
rurales y el centro de la ciudad en una capital de departamento y sus comunas. La sección comunal rural es una
unidad territorial que se compone de viviendas.
investigación de campo, se observaron todas las actividades comerciales de los migrantes,
siendo las más comunes la venta de cosméticos, bebidas alcohólicas y alimentos haitianos, casi
todos de los Estados Unidos, así como zapatos y ropa.
Tabla 5.6: Sector de actividades de los haitianos en Tijuana
Sectores económicos
Número de personas que enviaron dinero
Porcentaje %
Restaurantes
4
13.33
Venta de autos
4
13.33
Comercio
7
23.33
Empelados
12
40
Barbería
3
10
Total
30
100.00
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
En cuanto al sector de actividad en el que han ejercido los migrantes haitianos en Tijuana, el
de trabajar en fábricas representa aproximadamente el 40%, pero más del 23% de los migrantes
ha invertido en sus negocios, sobre todo de manera informal. El sector de la cocinita haitiana
es el tercer sector rentable con más del 13%. Los sectores de venta de automóviles y muchos
otros servicios ocupan el cuarto lugar con un 13% respectivamente.
Así, el comercio informal haitiano se ha internacionalizado al jugar inicialmente con el
diferencial de ingresos en Tijuana, en particular con la venta de ropa y productos alimenticios.
Con la acumulación de capital, los comerciantes haitianos han complejizado las redes al
diversificar sus lugares de abastecimiento y venta, así como los productos intercambiados. Los
enclaves comerciales se han convertido en las principales áreas de abastecimiento de prendas
de vestir, productos y accesorios de belleza, joyas, productos electrónicos y electrodomésticos.
Los bienes son vendidos o en las áreas de asentamiento de la migración haitiana
específicamente en Tijuana, haciéndose la opción por tal producto y tal destino de acuerdo con
el nivel de vida promedio, supuestamente alto, del territorio de que se trate y la oportunidad
del desarrollo socioeconómico de la actividad informal. La comercialización de prendas de
vestir, accesorios de belleza y productos alimenticios se desarrolla particularmente en todos de
los tianguis de Tijuana.
El desarrollo de una red de venta de alimentos al venir a Tijuana se ve facilitado por la
presencia de una fuerte comunidad haitiana y, en general, a través de las calles y los tianguis.
Al mismo tiempo, la doble función de zona franca industrial y comercial y la de polos urbanos
de Tijuana y especialmente en la periferia son aprovechados por los migrantes haitianos para
convertirlos en polos de su comercio informal como compra, venta y redistribución.
Durante el trabajo de campo, uno de los migrantes haitianos está convencido de que
tuvo tres razones principales para elegir la localidad de su asentamiento en Tijuana. El primero
“tenía información sobre esta ciudad”, el segundo “conocía gente allí”, y el tercero “hay más
oportunidades de trabajo”. La elección de la ciudad depende esencialmente de las redes de
inmigrantes y sus conocidos en el extranjero. Esto les permite obtener información valiosa
sobre este destino en términos de oportunidades laborales, posibilidad de contratación y salario.
Por lo tanto, se desarrollan redes comerciales informales en todo el Caribe para
responder a las dificultades de integración económica de los migrantes en sus respectivos
contextos sociales. Sin embargo, si fueran imaginadas para relativizar los efectos ambivalentes
de la división internacional del trabajo y la geografía selectiva de las inversiones que están
vinculadas a ella, estas redes de comercialización reproducen los patrones geográficos
preexistentes apoyándose en las ventajas disfrutadas en Tijuana, donde en los barrios de
asentamiento de inmigrantes haitianos que albergan actividades comerciales en desuso y de
bajo costo tienden a transformarse en depósitos para el comercio informal. Los depósitos
haitianos en el tianguis se convierten en los lugares de almacenamiento de las mercancías
adquiridas a bajo precio para ser revendidas.
Sin embargo, hay que señalar que hay una doble verdad sobre las remesas de la
comunidad transnacional haitiana. El primero según el Ministerio Economía y Finanzas - MEF
es a nivel nacional y analiza la contribución de las remesas a los beneficios económicos y al
desarrollo social (MEF, 2018). Estas remesas están valoradas en USD 3,200 millones para el
año fiscal 2017-2018 y representan más de un tercio del PIB (BRH, 2019; MEF, 2018). Según
datos oficiales de Haití recientemente, los migrantes haitianos en México se ubican como uno
de los rangos potenciales entre los mayores remitentes de dinero a Haití (BRH, 2020). Según
datos oficiales de México y el Banco Mundial, Haití es uno de los diez destinos más
importantes para las transferencias personales desde México y el monto anual ronda los USD
70 millones.
La segunda verdad se expresa en la toma de decisiones individuales o familiares que
conducen a la formación de comunidades haitianas transnacionales (Weil, 2002). El migrante
como potencial y miembro de la nueva comunidad transnacional examina los costos y
beneficios vinculados a su migración. Dichos costos y beneficios no son solo monetarios, sino
también no monetarios (Piché, 2013). Después de su migración, el migrante continúa
realizando varios tipos de valoraciones y cálculos monetarios y no monetarios en sus relaciones
con su familia de origen.
Esta idea encaja bien con la visión fundamental de sociología de la economía según la
cual los agentes y las instituciones sociales persiguen objetivos económicos sin estar
desvinculados de otros objetivos o condicionantes no económicos tales como: la política, la
sociabilidad, el prestigio, el estatus social, etc. (Bourdieu, 2017). Así, en las remesas no sólo
existe la circulación de dinero, sino también el mantenimiento o fortalecimiento de las
relaciones sociales y económicas con el país de origen: sociabilidad, reconocimiento, estatus
social y poder de los individuos y del grupo familiar. El aspecto no monetario de las remesas
también está en el flujo continuo de remesas sin ningún tipo de contrato u otro vínculo formal
entre los migrantes y sus familias. Sin embargo, el aspecto social y cultural de esta acción
económica no se explica en la literatura disponible sobre la migración haitiana a Tijuana.
Cabe señalar en la red social de mes de enero de 2022, el autor de esta tesis es el primero
investigador en Tijuana que aborda el tema para mostrar una relación de dependencia entre las
remesas de los migrantes y sus familias en Puerto Príncipe. Audebert (2019) y Fleurima (2019)
argumentan que las remesas son variables estructurantes y tienen una fuerte dependencia
económica y de ingresos para las familias receptoras. Investigadores exploran los aspectos
económicos de las remesas sin poner suficiente énfasis en las normas, reglas, prácticas
culturales y sociales que explican su integración en el mundo social.
En este sentido, las reflexiones sobre la acción económica de la práctica común de las
remesas deben también llevarse a cabo sobre los vínculos socioeconómicos y las disposiciones
normativas que rigen su organización social. ¿Cómo podemos explicar esta acción económica?
Al observar y estudiar esta acción económica a la luz de la sociología económica, que estudia
los hechos económicos considerándolos como hechos sociales, como relaciones sociales,
disposiciones, instituciones y representaciones económicas socialmente construidas (Bourdieu,
2017).
Buscando movilizar el conocimiento ya producido y los recursos teóricos necesarios
para tratar de demostrar que la acción económica de las remesas es, como dice Bourdieu, un
acto repetitivo de retribución sin el llamado cálculo económico racional (Bourdieu, 2003). Este
acto es constitutivo, se realiza en medio de las estrategias de reproducción social del grupo
familiar para reconvertir las formas de integración social y económica en Haití. Al buscar
revertir este proyecto familiar a los haitianos migrantes en Tijuana.
5.4 Remesas (Voye Kòb) una retribución sin cálculo económico
El dinero en circulación en el espacio transnacional haitiano se conoce como dinero del
migrante (lajan migran), definido como dinero transferido por haitianos que viven en el país
de destino y recibido en Haití en moneda extranjera: más común es el dólar estadounidense.
En otras palabras, lajan migran significa moneda fuerte. Sin embargo, encontrar que lajan
migran está ausente de las representaciones de los interlocutores, inmersos en la moneda
nacional mexicana: el peso.
La moneda mexicana se diferencia en las representaciones cuando los interlocutores se
ocupan del dinero en general y del dinero que envían en particular. En otras palabras, el dinero
tiene un significado, está jerarquizado, moldeado y remodelado por redes particulares de
relaciones sociales y sistemas de significados variables. Por tanto, la ausencia de referencia del
peso entre lajan migra permite entender esta moneda como inferior.
Acabo de hacer una transferencia para mis hijos que están en Puerto príncipe a pesar de que
el dinero que acabo de enviar es en pesos, pero lo reciben en dólares americanos. En Haití,
hay una diferencia entre el dólar y el gourde, que es la moneda nacional de Haití. Voye
lajan es una obligación para ya que mis hijos tienen que ir a la escuela, hacer
compras y hasta pagar la renta, compre un terreno, pero aún no está construido. Estoy muy
feliz de estar e Tijuana. (Verdieu Simon, 45 años, residente en Tijuana hace 5 años).
La comprensión de la noción de lajan migran en no se ha encontrado
académicamente, pero es una tradición léxica de los haitianos. En las entrevistas, los
interlocutores utilizaron: lajan, Kòb, tchotcho para referirse al dinero en general. Según los
interlocutores entrevistados, este nombre de lajan migran se designa como: lajan ameriken,
Kòb ameriken, dola ameriken, biyè vèt, fèy vèt y dola vèt, traducido literalmente como dinero
o dólar estadounidense.
En cuanto a las remesas, tampoco existe la noción de lajan migran en su campo léxico.
En un primer intento, queriendo utilizar el término lajan migran para traducir su realidad. Por
otro lado, siendo conscientes de que no está presente en su vocabulario. Las palabras o frases
más utilizadas por los interlocutores son: voye kòb, voye lajan, voye yon ti tchotcho o transfè,
traducidas literalmente como remesas o enviar de dinero. Los verbos enviar o transferir se
traducen como los verbos voye o transfere en criollo haitiano. Así, en el contexto de esta tesis,
preferir la noción de remesas voye kòb en criollo en lugar de lajan migran.
Según las observaciones del autor de esta investigación, las remesas o voye kòb es ante
todo una forma de retribución sin cálculo económico entre muchas otras formas posibles. Este
acto retributivo sin la lógica comercial de la ganancia, de la ventaja económica, el cálculo
utilitario está presente en las relaciones entre Tijuana y Puerto Príncipe, como también observó
Bourdieu con las familias campesinas de Argelia, en las que existe la negativa a calcular
intercambios entre miembros de una misma familia. Es por tanto negarse a obedecer al
principio económico de propensión y capacidad de ahorrar en lugar de dar sin contar (Bourdieu,
2003).
Además, a la luz de la observación de Bourdieu (2003) y nuestras entrevistas, utilizar
la noción de retribución sin cálculo económico como intercambios que no implican ganancias
y ventajas económicas, sino que refuerzan los lazos sociales en otras esferas de la sociedad.
Destacando que un razonamiento similar fue presentado por Polanyi cuando explicó los
principios de reciprocidad y redistribución a partir del análisis de los estudios etnográficos y
de la historia económica y política de las grandes civilizaciones (Polanyi, 2000).
Esta remuneración de la comunidad transnacional haitiana de Tijuana es el resultado de
una estrategia de inversión económica y social sin cálculo económico presentada en forma de
donación por miembros de una misma familia. El regalo es el inicio de una relación recíproca
(Bourdieu, 2017) entre la familia y su miembro que migrará.
Al tener que calificar esta noción de retribución sin cálculo económico porque el hecho
de que no esté solo el aspecto económico, esto no significa que los migrantes no hagan cálculos
económicos para planificar futuras llegadas como migrantes. Para algunas familias, ser
migrante es un recurso económico que les permite a los que se van a ayudar a los que se quedan
transfiriendo dinero (Cotinguiba, 2019). Sin embargo, la contrapartida que pueda surgir en un
tiempo más corto y ser calculada de forma explícita no se produce de forma inmediata.
Y, aun en un tiempo más corto, sucede en un contexto institucional y cultural ya
existente, es decir, el mismo contexto institucional y cultural que funda, que provoca la
retribución más típica de la economía del don y contra don. Con Polanyi, teniendo en cuenta
que el principio de reciprocidad, de retribución en otro momento, se da porque opera en un
contexto institucional relevante (Polanyi, 2000). En otras palabras, existe un espacio de valores,
normas, disposiciones constitutivas de la cultura haitiana a la que se vincula esta economía y
las relaciones de intercambio en diferentes intervalos de tiempo.
En este espacio, hay lo que se puede llamar sanciones negativas. Interpretando el
proverbio haitiano que traduce en criollo: El burro nace de los burros es poder descansar la
espalda o Bourik pitit se pou do l poze, diciendo que la ayuda no es simplemente una
expectativa o una utopía entre los haitianos, sino una certeza, un imperativo. Al interpretar más
ampliamente el proverbio: Aquí te apoyo, te protejo, te alimento y te llevo donde estés, ahora
debo ayudarte, es mi obligación moral, porque soy lo que soy y estoy donde estoy gracias a la
ayuda que recibí de la familia. Devolver la donación recibida a la familia. El que no devuelve
lo que ha recibido es un ingrato o un irresponsable, engra en criollo haitiano.
Mencionando que esta reflexión aún no analiza otras dimensiones de las sanciones en
las relaciones familiares del migrante. Pero eso va en la misma dirección que las remesas y por
sí solo. La retribución a través de la acción económica de las remesas o voye kòb es un valor
entre muchos otros valores que comparten las familias transnacionales haitianas. Cabe destacar
que los migrantes no están, en todos los casos, obligados a voye kòb. El migrante puede ser
llamado ingrato o engra si sugiere que su futuro migrante es un éxito y elige deliberadamente
abandonar a su familia. Entonces, algunos matices en el uso de engra, hay una relajación de
las sanciones negativas.
Otros enlaces pueden compensar la incapacidad de las remesas y la comunicación es
uno de ellos. WhatsApp, Facebook y otras redes sociales ayudan mucho a compensar la
imposibilidad de las remesas. En los dos años anteriores, el mundo atravesaba una crisis
económica sin precedentes a causa del covid-19 lo que dificultaba que los migrantes
encontraran buenos trabajos y las personas que estaban en Haití lo sabían. En este sentido, no
enviar una gran suma de dinero no es una fatalidad en la medida en que mantengamos los
vínculos a través de la comunicación u otras alternativas. Así lo explica Rosemond Jean-Pierre,
quien llegó a Tijuana en 2018 con los objetivos de trabajar y ayudar a su familia en Puerto
Príncipe que se encontraba en dificultades económicas. A mediados de 2020 ya no pudo
transferir la suma de dinero para su familia, pero relató:
Sigo comunicándome con mi familia a través de las redes sociales a través de Facebook y
WhatsApp y eso ya es suficiente para explicar la dificultad que genera el covid-19. Transfiero
poco dinero en comparación con antes de esta pandemia porque trabajo pocos días, es decir,
no todos los días de la semana en este momento. Tengo una gran responsabilidad con mi
mamá, que está en Puerto Príncipe, le expresé la idea de llevar a mi mamá conmigo aquí en
Tijuana. Últimamente me ofreció hacer esto, vendió todas sus propiedades para enviarme al
país extranjero, ahora es mi turno de ayudarla. (Rosemond Jean-Pierre de 32 años, llegó a
Tijuana desde 2018).
Las redes sociales, generalmente familiares, de amistad o incluso religiosas, son
importantes para explicar cómo los haitianos viajan al extranjero y, sobre todo, para ayudar a
reducir el impacto y el costo económico de la migración. Así, las redes sociales suelen apoyar
redes migratorias. Rosemond Jean-Pierre aún pensaba en mantener a su familia, especialmente
a su madre, y esto puede interpretarse como el reforzamiento de la estrategia de desarrollo
económico y social encaminada a transformar su condición económica y social a través de sus
remesas. Trabajando en una fábrica, tiene un proyecto a corto plazo que requiere que ahorre
dinero para ayudar a su madre. Esto explica la estrategia de desarrollo económico y social sin
cálculo económico por parte de esta familia.
Así, la migración internacional desde Haití provoca un proceso social que depende de
las experiencias individuales y que, a su vez, contribuye a las condiciones de viaje de los futuros
migrantes. La dinámica colectiva de las lógicas de movilidad merece atención. Además de las
redes sociales, existen varias lógicas familiares (fanmi yo
42
) en el mundo social de la movilidad.
Cuando trabajaba antes de la pandemia, solía enviar un promedio de USD 200 por mes. Envío
este dinero para cuidar a mi familia, es decir, comprar comida y pagar el alquiler. Mi madre
ador cuando me preocupo por ella. Pero para mí también es una obligación. Me siento muy
bien para enviarlo. Hay que decir que la buena parte de los haitianos no dejan a su esposa e
hijos en Haití sin ayudarlos. Las personas con niños y que trabajan regularmente envían para
cuidar de sus familias. Para mí es una necesidad porque mi madre solo tiene hijos además de
y por eso quiero apoyarla hasta alcanzar mis metas. Es un poco restrictivo, pero quiero
renunciar a este apoyo porque el objetivo es que venga a vivir conmigo. (Rosemond Jean-
Pierre de 32 años, llegó a Tijuana desde 2018).
Nadie actúa como ingrato si explica los problemas que frustran el monto de las remesas:
sigo en el trabajo. Mwen jwenn bèl bras, es decir, recibí un buen sueldo. Trabajo principalmente
para mi madre. En estas condiciones, los familiares no considerarán desagradecidos a sus
migrantes haitianos. Pero también hay sanciones positivas. Para comprender mejor la
recompensa sin cálculo económico, volviendo a las demás condiciones conducentes a su
cumplimiento. El desarrollo socioeconómico de los migrantes es una de las fases estratégicas
importantes de la reproducción social en la que los miembros de la familia movilizan los
42
La palabra criolla haitiana que significa parentesco y familia es Fanmi. Con variaciones entre clases, entre Haití
y la diáspora, la familia (fanmi) es el principal referente que define el universo y la identidad de los pueblos. Por
extensión, también se refiere a varios niveles de cercanía y familiaridad - en la práctica, con la capacidad de
abarcar algunas formas de relación social, como vecinos, conocidos, amigos, comunidad.
recursos necesarios para financiar su futuro migrante o viaje. Movilizando la teoría de dar
(Bourdieu, 2017) para ayudar a comprender mejor cómo las familias movilizaron recursos y
tomaron medidas para dar, recibir y recompensar.
De acuerdo con los datos recopilados y la comprensión de este análisis, se realizaron
cálculos económicos entre los miembros de la familia para movilizar los recursos necesarios
para el viaje. Por lo general, la familia primero evalúa los costos y hace un inventario de los
recursos a su disposición que pueden cubrir los costos del viaje. Algunas familias cuentan
primero con los recursos del seleccionado para el viaje, luego con la ayuda de personas que
están en Haití y, finalmente, con los que se dispersan en las comunidades haitianas
transnacionales. Después del inventario, las personas que quieren contribuir responden
positivamente al acto de dar.
Además, en algunas familias haitianas se utilizan varias estrategias para decidir quién
viaja y el orden de los candidatos para viajar. Algunos son elegidos sobre otros para viajar.
Este proceso no es una construcción mecánica unidimensional. Para llegar a tal decisión,
quienes financian el viaje toman en consideración una variedad de cuestiones.
En este sentido, Karen Richman (2005) relató que la familia:
Por tu seguridad, elige cuál de los miembros migrará, cabría esperar que un hijo o hija
considerado generoso y obediente sea el elegido para viajar, sin embargo, se deja atrás,
aunque estas cualidades parezcan define al migrante ideal, mientras que otro hijo o hija que
se percibe como inseguro puede ser en quien la familia invertirá. Una vez que los migrantes
comienzan a construir su estatus social y económico personal, necesitan a otros que estén
dispuestos a quedarse (en Haití) para mantener sus inversiones y cuidar a los niños que dejan
atrás hasta que ellos también puedan migrar.
Este cuerpo social se moviliza para decidir quién debe irse. Según Handerson (2015),
algunos aspectos influyen en la decisión: el grado de parentesco de la persona que expresa el
deseo de migrar, sus posesiones individuales, sus recursos sociales e intelectuales, su conducta,
su honestidad, su carácter, entre otros, y el hecho de que el individuo, al llegar al país extranjero
(lòtbò dlo), tendrá que ayudar a los que se quedan en Haití.
En ocasiones, algún familiar vendrá a buscar (voye chèche) la manera de reducir la
ayuda económica del que envía dinero a los que se quedan y al nuevo migrante, para cuidar la
manutención de ciertos miembros de su familia en Haití. Se consideran las vivencias del
candidato al viaje, así como su condición social juega un papel importante para quien va a
viajar y determina el momento de su salida. A partir de estos aspectos, cobra sentido la
observación de la lógica social y familiar de la movilidad.
Sin embargo, se comparte información sobre la perspectiva de la movilidad,
fundamentalmente entre los familiares más cercanos y lejanos, a veces entre amigos, etc. Las
reuniones, encuentros y conversaciones son recurrentes. Este es el momento en que los valores,
creencias y principios de la economía de reciprocidad operan, se renuevan, se refuerzan y se
fijan en el grupo. Según los datos de campo, los interlocutores eligen un aspecto particular del
viaje del potencial o futuro migrante. Como es recurrente en los discursos de ciertos familiares
se hacen cargo de los gastos de pasaporte, otros pagan ropa nueva y maletas mientras que hay
otros miembros que cubren los gastos de visa, pasaje y gastos de estadía o kòb pòch o lajan
pòch.
Para las familias que no cuentan con suficientes recursos económicos, el futuro
migrante moviliza los bienes muebles e inmuebles del núcleo familiar como terreno, casa,
vehículo, etc., como es recurrente en los discursos de Benoit Vitel de 49 años, que trabaja en
una fábrica. Para invertir en los viajes que conducen a Tijuana, familias con el perfil de la de
Benoit Vitel se vieron obligadas a hacer de la tierra un espacio sagrado y simbólico del
patrimonio familiar y objeto principal de varios tipos de transacciones económicas. Según las
entrevistas, hay tres tipos de transacciones económicas de tierras que, por lo tanto, aplican a
las familias para reunir los fondos suficientes para financiar los viajes: dejan sus parcelas en
aparcería, las alquilan o las venden temporalmente a otros agricultores a cambio del dinero.
Si en los actos de dar y recibir existe cierto cálculo económico para movilizar recursos
equivalentes a los gastos del viaje, este cálculo desaparecerá en la forma de pago. La retribución
no se realiza a partir del intercambio comercial de individuo a individuo sino entre y para
diferentes individuos. Además, hay un intervalo de tiempo que acompaña el proceso. La vida
de los migrantes no se limita únicamente al acto de pagar a quienes están en Haití,
especialmente en Puerto Príncipe. En algunas situaciones, hay quienes hacen donaciones para
facilitar el viaje de los futuros migrantes y sus familias.
Como es recurrente en los casos de Simonise Jérôme, los inmigrantes que han
participado en el proyecto de viaje de otra persona no serán recompensados económicamente
porque ya son inmigrantes que gozan de cierto prestigio social y económico. Esto no implica
que hagan donaciones gratuitas. Son especialmente recompensados socialmente porque el
grupo los reconoce como personas generosas con las que se puede contar.
A partir de ahí, los migrantes son recompensados con prestigio social o capital
simbólico. Es decir, en términos de economía de bienes e intercambios simbólicos, para que
exista el don y el contra don deben existir agentes dispuestos e inclinados. En otras palabras,
que tienen disposiciones duraderas a la generosidad que se constituyen socialmente por
inmersión en una economía de bienes simbólicos donde la regla tácita del juego es que es bueno
dar y que quien da se beneficia de un determinado tipo de ganancias simbólicas. Finalmente,
proponiendo introducir una economía de bienes simbólicos, es decir un orden económico donde
existen formas específicas de capital, es decir, hablando de capital simbólico, formas
específicas de ganancia o hablando de símbolos de ganancias y formas específicas de actividad
simbólica intenciones o disposiciones generosas (Bourdieu, 2017).
En este sentido, cuando un migrante se encuentra en condiciones favorables para enviar
dinero y otros bienes al país de origen, lo hace bajo la forma de un contra regalo anclado en
sus generosas disposiciones. El contra regalo del migrante fue diferido en el tiempo y devuelto
regularmente a la familia en forma de remesas continuas no calculadas de valor monetario
indeterminado. Así, para Wislet André, no solo está el aspecto económico de las remesas.
Comparto muy buenas relaciones no solo con los miembros de mi familia, sino también con
mis amigos que están en Puerto Príncipe. Para mí, es importante mantener este contacto. Los
lazos merecen ser fortalecidos a pesar de la distancia porque tengo amigos y familiares que
todavía me tratan con mucho respeto y que a veces están en necesidad financiera. Así que
hago transferencias de dinero sin esperar nada a cambio porque estas personas ya me han
ayudado a mejorar mi vida. Ya he dicho que no había encontrado trabajo cuando estaba en
Haití. Es gracias a esta gente que estoy aquí en un país extranjero, especialmente en Tijuana.
Nunca dejaré de transferir dinero para apoyarlos en circunstancias económicas, gracias a
estas remesas se resuelven algunas dificultades económicas. (Wislet André, 39 años,
residente en Tijuana desde 2018).
El caso de Wislet André demuestra que el mantenimiento de las relaciones no se limita
solo al espacio familiar porque también existen relaciones entre amigos. Monise Siméon
abordó el tema de las remesas de la misma manera que los demás interlocutores al hacer
entrevistas. Sin embargo, también comentó la situación de pocos haitianos que no transfieren
sumas de dinero grandes. En sus entrevistas, las remesas también son un tema de
reconocimiento. Aquel que está en condiciones de enviar grandes sumas y elige
deliberadamente enviar menos.
Mi última transferencia, la acabo de hacer y el fondo asciende a una equivalencia de 450
dólares americanos. Pero por lo general mis remesas son equivalentes a 500 y 600 dólares
americanos. En el tema de las remesas ya existe una especie de rutina en la comunidad
haitiana porque prácticamente todos hacen transferencias. Me cuesta imaginar que alguien
que no transfiere dinero para su familia se quede en Haití. Honestamente, creo que alguien
que no envía dinero no tiene familia. No tiene amigos. Está completamente solo en el mundo.
Yo hago transferencias para mi familia con cierta regularidad. Además, a veces envío dinero
a mis amigos, sobre todo en ocasiones especiales: las celebraciones de fin de año, por
ejemplo. Incluso me atrevería a decir que alguien que no envía dinero no es haitiano ni
haitiana. (Monise Siméon, 46 años, residente en Tijuana desde 2016).
Al encontrar la misma característica para todos los migrantes entrevistados de pensar
sin cálculos económicos de las remesas como la expresión de los fuertes lazos entre los
migrantes haitianos en Tijuana y su país de origen. Estas características dependen en primer
lugar del mantenimiento de los lazos a pesar de la distancia entre el lugar de destino y el país
de origen. En este sentido, cada uno explica su propia estrategia para mantener sus vínculos
familiares beneficiarios y especialmente en las regularidades de las remesas, ver en la tabla 5.7.
Tabla 5.7: Regularidad de los haitianos migrantes en Tijuana
¿Hay regularidad en las
remesas?
Número de personas que enviaron dinero
Porcentaje %
Menos de un mês
4
13.33
Cada mes
20
66.67
Sin respuesta
0
0.0
Cada 2 meses
6
20
Total
30
100.00
Fuente: Datos de investigación de campo (2022)
La consideración de la evolución de la regularización del flujo de remesas indica que el
envío de estas últimas a Haití está motivado por el altruismo y no por intereses personales que
puedan vincularse a la ayuda de su familia. Además, en esta tabla se menciona, estimando en
20%, el porcentaje promedio de las remesas a Haití (ver Tabla 5.7). Este porcentaje es
indicativo de la finalidad principal de las remesas: el consumo. Es el altruismo lo que parece
motivar a los migrantes a enviar dinero a Haití. Porque este porcentaje no refleja una
participación significativa de los migrantes en el emprendimiento. De hecho, según los
interlocutores en Tijuana, el 13.13% envía a menos de un mes mientras que el 66.67% envía
mensualmente.
Cuando existe la regularidad de las remesas, generalmente sirve para facilitar el
consumo, así como el acceso a ciertos servicios como educación, salud, etc... Pero el altruismo
se nota especialmente, en un momento determinado en que la tendencia de las remesas es a la
baja. Además, eventos adversos como la crisis financiera internacional y el terremoto que
azotaron a Haití han incrementado, aunque sea temporalmente, las remesas. Además, también
cabe señalar que durante los períodos de crisis que afectan socio-económicamente a los países
donde residen los migrantes haitianos, las remesas no tienden a disminuir. Este fue el caso
durante la crisis financiera internacional de 2008 y al comienzo de la pandemia de Covid-19,
dos crisis que aumentaron el desempleo en todo el mundo.
Si los migrantes estuvieran motivados por intereses personales relacionados en
particular con el retorno de la inversión en actividades empresariales, cuando Haití sufre crisis
que afectan negativamente el aspecto socioeconómico, las remesas disminuirían. Porque, en
tales circunstancias, los migrantes no esperarían un retorno positivo de sus inversiones. Sin
embargo, es importante resaltar que el interés personal de los migrantes haitianos puede estar
presente en la regularización de sus remesas. Porque puede haber arreglos, alguna forma de
contrato implícito, entre los migrantes y sus familiares. De hecho, a veces existen arreglos entre
un migrante y los miembros de su familia que se encuentran en su país de origen,
particularmente en vista de su posible futuro migrante.
Algunos migrantes han tenido que obtener un préstamo de sus respectivos familiares, e
incluso amigos, para financiar su viaje. Incluso cuando hayan terminado de pagar el dinero
prestado, pueden tener una deuda moral con familiares y amigos. Además, los migrantes que
planean regresar a vivir o pasar largas estadías en Haití cuando se jubilan en el extranjero,
pueden verse motivados a apoyar económicamente a sus familiares, para poder beneficiarse de
otras formas de apoyo al prepararse para su regreso al país de origen.
Mencionando otras formas de compensación sin cálculo económico aparecen
especialmente en el contexto de una crisis sanitaria en todo el mundo (Dalmaso, 2019). La
moneda mexicana se devalúa cada vez más mientras las familias reciben transferencias en
dólares estadounidenses: lo que pone a los migrantes en mayor o menor dificultad para enviar
una cantidad suficiente para cuidar a sus familias. Algunos eligen formas alternativas de
remuneración como, por ejemplo, recargar el teléfono de familiares en Haití, voye minit en
Kreyòl Ayisyen. Jacques Sonel describe su relación con su familia en Puerto Príncipe:
Hago transferencias para mi familia en Puerto Príncipe de manera regular y todos los meses.
Sin embargo, una obligación hacerlo. Las remesas son importantes, para mí es suficiente para
mantener todos los lazos entre la familia. Ya llevo tres años en Tijuana. Sin embargo, en 2021,
fui a Puerto Príncipe para las celebraciones de fin de año porque mi madre y mi padre estaban
construyendo una casa y mis amigos querían pasar un buen rato conmigo. ¿Por qué es una
obligación enviarles dinero? La razón es simple. Mi padre y mi madre tienen proyectos de
construcción, sería obvio para enviar mucho más dinero. Dios dame más fuerzas para
trabajar de día y de noche. Tuve que gastar mucho dinero para comprar un boleto de avión de
ida y vuelta para visitar a mi familia y amigos. (Jacques Sonel, 35 años, residente en Tijuana
desde 2019).
En esta remuneración, se encuentra pues la observación de otros elementos que se
anclan en los ámbitos de la familia o que se vinculan a toda una historia de vida (Dalmaso,
2019; Karen, 2005). Estos lazos se pueden anclar tanto en el universo familiar como a nivel
comunitario a través de lazos de amistad. Sin embargo, los migrantes no negaron la importancia
de las remesas en las necesidades básicas de las familias receptoras en Puerto Príncipe. La
mayoría de los interlocutores precisaron que las remesas se han convertido prácticamente en el
principal elemento que sostiene la canasta de alimentos y la educación de la mayoría de las
familias. Pero también que dejaron atrás a sus hijos a su esposo y esposa, todo lo cual los
motivó a enviar dinero con más regularidad.
A pesar de las dificultades encontradas durante los años de la pandemia, pero no me afectó
para hacer las transferencias, hay condiciones que requieren el sentido del sacrificio y que
obligan a las personas a transferir dinero a Puerto Príncipe. Mucha gente ha relatado que
hay ocasiones especiales y también responsabilidades familiares. En Haití no hay trabajo,
los jóvenes no trabajan, yo estaba en la misma situación, estas razones me empujan a
migrar, pero hay que decir que no me arrepiento ya que cuando llegué a Tijuana encontré
trabajo. Mi familia confió en desde el momento en que salí de Puerto Príncipe para
enviar dinero, el propósito de mi viaje es ayudar a mi familia en casa. (Fabrice Jean-Louis,
34 años, residente en Tijuana desde hace 4 años).
Efectivamente, envío dinero a Puerto príncipe. Pero no puedo decir con qué frecuencia porque
no hay una fecha especial para mis envíos, no pasa de dos meses. Nunca dejo pasar dos, tres
o cuatro meses antes de hacer una transferencia, mientras que en otras circunstancias envío
dinero una o dos veces al mes. Para mí el traslado no depende de la necesidad del momento.
Además, hay otros miembros de la familia que viven en el extranjero. El hecho de que haya
otros migrantes como yo no disminuye el peso de mi responsabilidad y fortalece el ingreso
familiar porque todos mandan dinero. En mi caso es aún más interesante porque tengo
hermanos que están en Estados Unidos que también cuidan de la familia. También debo
agregar que ellos son los que me apoyaron económicamente para hacer este viaje a Tijuana.
Si no envío, me siento culpable y habrá afectado los ingresos de mi familia, así como su
funcionamiento. En la mayoría de los casos, hago la transferencia como para proteger a mi
familia. Pero, de todos modos, es un poco como un deber cuidar de mi familia. En este punto,
no se puede descuidar en ningún caso.
Rituales, esos momentos en el calendario de la vida familiar haitiana como cumpleaños,
bodas, funerales y fiestas de fin de año, etc. y la sociedad en general son tiempos en que las
familias se unen, estrechan lazos, actualizan la reciprocidad, el reconocimiento, la jerarquía del
prestigio y el capital simbólico. Todo sucede como si la sociedad y la familia no dejaran su
reproducción a la voluntad de los individuos. Y sigue en Tijuana. Más allá de estos momentos
en y de la sociedad haitiana, se están creando otros nuevos momentos en las comunidades
transnacionales.
Habiéndose encontrado que, para las remesas, los migrantes tienen a su disposición
casas de transferencia únicamente en el centro de Tijuana y sus periféricos. Los haitianos
envían dinero constante y sistemáticamente a Haití. Con más frecuencia, al principio de los
meses. Los migrantes han construido un mundo social en el que la actividad de transferencia
de dinero se convierte en una especie de cita o ritual en la medida en que han transformado las
casas de transferencia de la capital en un lugar de encuentro para discutir tanto la política
haitiana como los problemas de su comunidad de origen o de Tijuana. También hacen de este
espacio un lugar de placer y conexión con las comunidades transnacionales de los municipios
de la región metropolitana de Tijuana.
Cabe de señalar, el sueño de la mayoría persona dispuesta a migrar de su país origen es
encontrar las condiciones económicas y sociales en las que pueda desarrollarse. Para eso, se
prepara a sacrificios inaceptables para la buena parte. Muchos de los migrantes tienen un bajo
nivel educativo y no conocen el idioma del país de destino en caso de los haitianos, pero están
dispuestos a enfrentarse a mentalidades diferentes y al trabajo duro.
Entonces, si se va solo, la preocupación es elevar el nivel de vida de la familia o regresar
con los recursos suficientes para abrir un negocio. Si viaja con la familia, busca ahorrar para
adquirir bienes en su propia tierra, donde sueña con regresar jubilado. Sus remesas, por
pequeñas que sean, son regulares y empiezan a contar para la familia e, indirectamente, irrigan
los ingresos personales, en general deprimidos.
Finalmente, lo que cuenta es una retribución social que apunte sobre todo a mantener
los vínculos entre la familia y su migrante. La retribución también mantiene un vínculo entre
los migrantes y una red más amplia que incluye a otros migrantes, haitianos en Puerto Príncipe,
amigos, parientes, etc., generaciones, grupos. También crea, mantiene y mejora el prestigio y
reconocimiento de las personas migrantes y sus familias, abre un espacio de posibilidad frente
al mal tiempo de la vida socioeconómica del país y, sobre todo, en el caso de las comunidades
analizadas, los límites de la reproducción social más conectados y asentados en Puerto Príncipe.
En otro lado, este capítulo acaba de analizar el flujo de remesas a Haití por los
migrantes. También considera sus principales características. El capítulo también estima la
proporción de remesas enviadas a Haití que son para necesidades básicas. También estima el
valor monetario de estas para familiares de migrantes a Haití. El enfoque de tabla se utiliza
para llevar a cabo estos análisis. Las series temporales, más concretamente las mensuales, que
se han utilizado en este capítulo proceden respectivamente del trabajo de campo y de las
entrevistas realizadas a los migrantes. Cubren el período de llegada de los flujos migratorios
haitianos a Tijuana.
Los resultados de los análisis también revelan que su uso principal es el consumo de
alimentos, no la inversión en negocios lucrativos. Las remesas a Haití están vinculadas con la
migración, siendo los principales países de destino de los migrantes haitianos los principales
países emisores de remesas a Haití. Si bien para México el vínculo entre migración y remesas
parece no ser muy explícito en comparación con países potenciales como Estados Unidos y
Canadá, nuestros análisis han demostrado que es posible que las remesas de este país estén
subestimadas en términos de inversión pero en términos de consumo, transformación social,
escolaridad y otros han desempeñado un papel importante para la familia receptora, por el gran
volumen que puede transitar hacia Haití a través de circuitos informales y formales.
Capítulo 6
Análisis y discusión de los resultados
El análisis y discusión del contenido de los resultados de este estudio, derivado a través de
entrevistas semiestructuradas, resultó en categorías de análisis fructíferos, que son y/o
presentados, discutidos por separado. Cada categoría de estos elementos de esta investigación
está compuesta por subcategorías que, a su vez, constan de unidades temáticas. Estas unidades
representan cadenas de significados similares, según la revisión de la literatura. La agrupación
en subcategorías más amplias contribuye a la comprensión de las categorías más amplias
relacionadas con los objetivos del estudio, gracias a la discusión detallada de cada una de las
unidades presentadas en la secuencia.
Por lo tanto, el continuo aumento de los flujos migratorios y la importancia que han
alcanzado a escala mundial y en algunos espacios fronterizos como Tijuana, sigue aumentando
el interés por el estudio de este fenómeno desde diferentes perspectivas y corrientes teóricas;
uno de ellos es el estudio de las remesas migratorias.
Actualmente existen dos corrientes teóricas sobre este fenómeno. Así, está la
perspectiva macro, que centra su aparato teórico en la importancia de las remesas en los países
de origen de los migrantes y su importancia para el desarrollo socioeconómico. Por otro lado,
las remesas también pueden analizarse desde un punto de vista micro, a nivel de los migrantes,
sus implicaciones familiares, sus características profesionales y personales. Se acuerda que la
mera remesa se refiere a la existencia y permanencia de vínculos y relaciones entre el migrante
y la familia del lugar de origen, ya determinadas relaciones económicas y sociales en las zonas
de llegada. Estas implicaciones apuntan a particularidades de los proyectos migratorios, que
son fundamentales en el estudio de las remesas (González, 2019).
Según la reflexión de Andrade y Coyoy (2022), González (2019) y Guillén (2017) la
consideración de estas posiciones para el estudio de la migración surge de las referencias a las
teorías neoclásicas, la nueva teoría de la migración laboral, la teoría de los mercados
segmentados, la teoría del capital social, la fuga de cerebros y la teoría de los sistemas
mundiales. Este tipo de literatura ayuda a explicar gran parte de las razones por las cuales las
personas migran a otros lugares en el contexto de la globalización y proceden a enviar remesas
a sus lugares de origen.
Por otro lado, parte de este espectro teórico indica que las causas se explican por los
vínculos que unen al migrante con la familia y la comunidad del lugar de origen, y cómo estos
vínculos condicionarán gran parte del comportamiento del migrante en el lugar de origen. Las
causas del movimiento migratorio se explican por la heterogeneidad de los mercados de trabajo
y los componentes de atracción y expulsión, por lo que están en función de la decisión
individual de comparar los costos y beneficios de la movilidad, que se derivan del diferencial
salarial entre zonas (Andrade y Coyoy, 2022; González, 2019; Guillén, 2017; Canales, 2008).
6.1 Análisis de los flujos de remesas a Haití
Las remesas de los migrantes son ahora un fenómeno importante a nivel internacional,
alcanzando un nivel récord de US 529 mil millones en 2018 y superando a la inversión
extranjera directa como el principal flujo financiero hacia los países en desarrollo (BRH, 2019).
La importancia de estos flujos se puede observar en particular en Haití, donde la condición
socioeconomía de las familias se ha vuelto cada vez más dependiente de las remesas de los
migrantes durante los últimos 30 años.
De hecho, las remesas no correspondidas a Haití se multiplicaron casi por diez entre
1998 y 2018, mientras que su peso en relación con el PIB pasó del 8,8 % al más de 32,5 % en
el mismo período. Ahora son, con mucho, la principal fuente de divisas del país, es decir, 3,6
veces el valor de las exportaciones, 10 veces el de los flujos de ayuda al desarrollo y 37 veces
el monto de la inversión extranjera directa (BRH, 2019, p. 5).
Si bien su importancia va en aumento, las remesas de los migrantes se mencionan cada
vez más por su efecto positivo en el consumo de los hogares y los resultados del desarrollo
humano. Más específicamente, en el caso de Haití, se mencionan como una de las razones
detrás de la caída en la tasa de pobreza extrema de 31% en 2000 a 24% en 2012. Además, las
remesas de los migrantes ayudan a menudo a pagar la escolaridad y parecen haber favorecido
el aumento de la tasa de matriculación escolar del 80% en 2001 a más del 90% en la actualidad.
La experiencia también muestra que estas remesas se utilizan a menudo para el pago de gastos
médicos en un sistema de salud haitiano donde predominan los actores privados (BRH, 2019).
Esta sección se centra en el análisis de la estacionalidad de las remesas, remesas para el
consumo, tratando también su costo cobrado por el estado haitiano. Estos aspectos se
consideran por separado. De hecho, las remesas se consideran estacionales, ya que Haití es uno
de los países que sufre desastres naturales, crisis socioeconómica y política. Todos estos efectos
provocando un aumento de las remesas. Teniendo en cuenta el efecto del Covid-19, a pesar de
la pérdida de empleos en los países de origen de las remesas y, tienden a estancarse.
Demostrando que no todos los grandes eventos afectan la evolución anual de las
remesas a Haití. Durante la crisis financiera internacional de 2008 y el terremoto que asoló
Haití en 2010, hubo un ligero repunte, lo que indica un aumento de las remesas. Pero, estos
aumentos se notaron durante los períodos de crisis cuando la tendencia de las remesas fue a la
baja, solo duran el año del evento adverso. Presuntamente, ambas crisis aumentaron las remesas
anuales, medidas como porcentaje del PIB. Durante el período de crecimiento de las remesas,
el efecto del huracán Mathieu en 2016 apenas se notó.
6.1.1 Estacionalidad de las remesas
Las remesas a Haití son estacionales, particularmente en diciembre, el período de Semana
Santa y también cuando hay crisis. Al final del año, los migrantes haitianos tienden a enviar
dinero incluso para algunas personas que no son parientes cercanos, solo queriendo ayudarlos
a pasar bien esta temporada navideña. Cabe señalar que la tendencia en la evolución de las
remesas, que va en aumento, aun cuando el contexto socioeconómico es difícil en los países de
origen de migrantes, sugiere que las remesas a Haití por altruismo.
En cuanto al aumento de las remesas en el mes de marzo, se explica por el periodo de
Semana Santa que suele llegar en este mes o principios de abril. También es posible que las
remesas aumenten durante este período debido a las devoluciones de impuestos que reciben los
migrantes. Este aumento estacional de las remesas también podría explicarse por factores
distintos al desconocimiento. Enero es el mes en que las remesas son generalmente más bajas.
Esto podría explicarse por el hecho de que los migrantes hicieron un gran esfuerzo en
diciembre. Le cuesta incluso mantener el ritmo de los meses anteriores a diciembre. El
acostumbrado de los haitianos, el mes de enero es como un período de descanso después de las
exigencias hechos en diciembre. Es posible que las remesas que llegan en enero se destinen
generalmente a financiar necesidades urgentes.
6.1.2 Remesas para el consumo
En cuanto al uso de las remesas, un estudio realizado por la Federación Le Levier, que abarca
cinco departamentos de Haití, revela que los principales usos que hacen las familias receptoras
de remesas son para gastos diarios. Estos resultados son casi similares a la investigación de
tesis que indica que los alimentos representan el 80,9% del uso de las remesas. El consumo de
productos alimenticios es, por lo tanto, el uso principal. De hecho, para los hogares de bajos
ingresos, los gastos diarios se componen principalmente de gastos de alimentación.
Considerando, en el caso de esta investigación, la opinión de los interlocutores que
conocen las necesidades de sus familias y el comportamiento de los hogares, se advierte que
los alimentos y otras necesitas básicas son el principal uso que hacen los receptores de remesas
a Haití. De acuerdo con los resultados del trabajo de campo, los interlocutores de los diferentes
usos de las remesas, la alimentación se ubica en la primera posición. Así, de la opinión de los
interlocutores obtenido durante el trabajo de campo es consistente con los de los estudios
citados anteriormente. Los receptores de remesas las utilizan principalmente para el consumo
de alimentos.
Al aumentar el consumo de los hogares, las remesas contribuyen de alguna manera a la
reducción de la pobreza. De hecho, es el aumento de sus ingresos lo que les permite aumentar
su consumo de productos alimenticios. Y, el aumento de los ingresos generalmente contribuye
a fortalecer el ingreso. Sin embargo, comprender que los pobres que se benefician de las
remesas pueden seguir siendo vulnerables si no pueden aumentar sus otras fuentes de ingresos.
Porque, desde un punto de vista microeconómico, si la persona que generalmente hace las
remesas a un hogar no envía más, éste puede ver deteriorada su situación socio-económica.
Sin embargo, cuando las remesas se utilizan para financiar el acceso a la educación, su
efecto sobre la reducción de la pobreza puede ser duradero. Porque el acceso a la educación
puede contribuir a aumentar los ingresos de los pobres, pero también reduce la pobreza. La
mención del acceso a la educación gratuita es baja. Por lo tanto, los hogares están obligados a
invertir para acceder a la educación. Además, según el resultado por los interlocutores en el
contexto de este estudio, la educación se encuentra en la segunda posición, en cuanto al uso de
las remesas hacia Haití. Lo mismo ocurre con el estudio de Cadet (2022), que señala que el
efecto de las remesas en el acceso a la educación se explica por la reducción de las restricciones
presupuestarias que enfrentan los hogares pobres.
Al ayudar a aumentar el acceso a la educación, las remesas pueden contribuir a la
reducción de la pobreza. Sin embargo, esto debe matizarse considerando la calidad de la
educación a la que pueden acceder los pobres beneficiarios de las remesas. Dado que, en la
práctica, la educación no es gratuita en Haití, la calidad de la educación a la que tienen acceso
los pobres es baja, como lo revelan Gedro et al. (2021). Es posible que algunos beneficiarios
no puedan pagar una escuela que brinde una educación de mejor calidad a pesar de los fondos
recibidos de sus familiares migrantes.
Después de la educación, el pago de la renta es uno de los principales usos de las
remesas en Haití, según la opinión de los interlocutores entrevistados. Por otro lado, revelando
que la salud viene inmediatamente antes que la vivienda, en términos de jerarquizar los usos
de las remesas. Con respecto a los resultados, los interlocutores clasifican la salud
inmediatamente después de la renta. En todo caso, renta y Con respecto a la salud, sabiendo
que contribuye al fortalecimiento del capital humano.
Sin embargo, el nivel de capital humano contribuye al aumento de los ingresos de los
hogares. Al contribuir a un mayor acceso de los hogares a la salud, las remesas pueden
contribuir a la reducción de la pobreza. Olopade et al. (2019) se enfocan más en las medidas
preventivas, mostrando que la educación incide en el comportamiento preventivo de los
hogares. La educación y la salud son, por tanto, elementos complementarios a considerar en la
formulación de estrategias de reducción de la pobreza.
Cabe señalar que las remesas no siempre reducen la pobreza en Haití, como lo revela el
estudio de Cardozo et al. (2019). Pero los autores indican que las remesas contribuyen a la
reducción de la pobreza extrema en Haití mientras que este no es el caso de la pobreza
moderada. En cuanto al estudio de Gilbert (2013), revela que las remesas reducen en 17 puntos
la probabilidad de que un hogar se encuentre en situación de pobreza. Pero que el autor no
concluye que las remesas contribuyan a la reducción de la pobreza. Además, revela que los
ingresos de quienes reciben remesas son aproximadamente el doble que los hogares que no las
reciben. Entonces, si el estudio de Cardozo et al. (2019) revelan cierto efecto de las remesas en
la reducción de la pobreza en Haití, los de Gilbert (2013) indican que no son especialmente los
más pobres quienes reciben remesas.
En cuanto por el emprendimiento, aunque los autores Cardozo et al. (2019) y Gilbert
(2013) revelan cierta asociación lineal entre pobreza y remesas, al no poder verificar la
evidencia estadística de un vínculo causal entre estas dos variables. Pero también no haber
sumado las variables para las que se tienen pocos datos. Importante es el caso de los dos
indicadores de pobreza monetaria.
Si bien estas son las opiniones de los interlocutores, los resultados no revelan sorpresas
en cuanto a los primeros usos de las remesas. Son consistentes con los encontrados en la
literatura mencionada anteriormente. Además, la clasificación de emprendimiento y ahorro en
la parte inferior de la escala corresponde a los resultados de este trabajo de investigación que
revela que los inmigrantes haitianos en Tijuana (México) reconocen que las remesas a Haití no
se invierten en actividades lucrativas, indicando además que no se trata de la finalidad para los
receptores y las empresas.
6.1.3 Costos de las remesas
El costo de las remesas es lo que paga el remitente. Este último es un tomador de precios que
no puede influir en el. De hecho, el costo total es superior al costo pagado inicialmente por el
remitente de la remesa. En este sentido, el costo de las remesas también incluye el tipo de
cambio (Ratha, 2018). La autora señaló que este tipo de cambio a veces se fija con un margen
debido a su volatilidad. Este es el caso de Haití, pero el regulador ahora exige el pago de las
remesas a la tasa de referencia que publica diariamente. Si bien las casas de transferencia ya
no pueden establecer su propio tipo de cambio, este componente del costo aún existe. Porque
cuando el receptor de remesas recibe a la tasa de referencia del Banco de la República de Haití
(BRH), estando parcialmente dolarizada el servicio del país en su conjunto, para pagar un
servicio o un bien en dólares estadounidenses, esto tienen que lidiar con un tipo de cambio más
alto.
El gobierno haitiano exige que se muestre el cambio del dólar en gourdes (moneda
nacional), debido a la tendencia alcista del tipo de cambio, los tomadores de decisiones se
protegen calculando los precios que se muestran en gourdes a partir de un tipo de cambio
mucho más alto que los tipos que se muestran en los bancos. Aunque los precios se muestran
en gourdes, algunos de ellos permiten que los clientes paguen en dólares estadounidenses. Esto
representa una ventaja para quienes tienen dólares. Ilustración, con un ejemplo ficticio, pero es
realidad, de cómo el receptor de una remesa incurre en el coste relativo al tipo de cambio.
Alguien que reciba remesas por valor de $1 recibirá 145 gourdes si la tasa de referencia del
BRH es 145 HTG/USD.
Para adquirir un bien o servicio cuyo precio sea más de 150 gourdes, el comerciante le
ofrece la posibilidad de pagar $1. Entonces, el tipo de cambio establecido por los tomadores de
decisiones ronda los150 HTG/USD. Para pagar ese bien o servicio que cuesta $1, la familia
receptora de las remesas de $1 deberá sumar 20 gourdes a los 130 gourdes recibidos por
remesa. Por lo tanto, enfrenta un costo de 20 gourdes en el intercambio. Esta ilustración ayuda
a entender que el costo de las remesas está compuesto por el monto pagado por el remitente
(migrante) y el costo relacionado con el tipo de cambio. Pero, otro componente forma parte de
la estructura de costos de las remesas. Este es un impuesto del Estado haitiano.
De hecho, se agregó un elemento adicional al costo de las remesas a partir de junio de
2011 durante la presidencia de Michel Martelly. Esta es la tarifa de $1,50 que se aplicó a las
remesas, según lo indicado en la circular BRH 98, del 20 de mayo de 2011. Este valor
constituye un impuesto que aumenta el costo de las remesas a Haití. Con este impuesto, los
principales componentes de la estructura de costos de las remesas son: el precio fijado por la
casa de transferencia, el impuesto de $1.50 y el costo relativo al tipo de cambio.
Comprobando el efecto de este cambio en los costos sobre el volumen de las remesas. Al poder
calcular la elasticidad costo de las remesas a Haití. Sin embargo, teniendo solo una serie anual
a partir de 2011, para el costo promedio. Así, en 2011 corresponde al año en que se aplicó por
primera vez la tasa de $1.50. Mientras es posible medir la sensibilidad por la derivada parcial;
esto es lo que va a construir.
Denotando por S la sensibilidad del crecimiento de las remesas con respecto al costo,
sabiendo que S se mide por la derivada parcial. Entonces, si T es la notación para el crecimiento
del volumen de remesas (en dólares estadounidenses) a Haití, y si C es el costo promedio para
enviar remesas, la fórmula para calcular S es:
Cabe señalar que este cálculo se basa en el supuesto de que cualquier otra variable que
incide en la evolución de las remesas se vuelve constante. Entonces, suponiendo que sólo varía
el costo, entre las variables que inciden en el crecimiento de las remesas. Así, reescribiendo la
fórmula, sabiendo que los índices de 2011 y 2012 indican respectivamente el año de entrada
en vigor de la circular que autoriza la deducción de la tasa de $1,50, y el año para el que poder
verificar el nivel de sensibilidad de las remesas a Haití versus variación de costos.
Haciendo el mismo cálculo de sensibilidad para los años siguientes a la adición del
impuesto de $1.50, el crecimiento en el volumen de remesas no disminuye. El efecto negativo
del impuesto sobre el volumen de remesas parece transitorio (BRH, 2019). Al comparar el
costo promedio de las remesas a ciertos países de la región del Caribe como Cuba y Panamá,
en 2020 Haití se encuentra en la cuarta posición entre los países para los cuales los costos son
más altos. En cuanto a la República Dominicana, país con el que Haití comparte frontera
terrestre, se encuentra en la undécima posición, por lo que es relativamente menos costoso. De
hecho, en 2020, el costo promedio de las remesas fue de $7,22, mientras que para República
Dominicana fue de $5,92 (Cadet, 2022; González, 2019).
6.1.4 Adquisición financiera de fondos de migrantes
Algunas instituciones haitianas como el Ministerio de Comercio e Industria (MCI) y el
Ministerio de Haitianos Migrados en el Exterior (MHAVE, siglo en francés) habían iniciado,
en 2016, reflexiones en torno a la idea de emitir vales migrantes para financiar decenas de
micro parques distribuidos en los diez departamentos de Haití. De acuerdo con las primeras
reflexiones, un inversionista de migrantes tendría la posibilidad de elegir el micro parque en el
que realizaría sus inversiones, sabiendo que se inclinaría por invertir en el que se establecería
en su departamento de origen. Sin embargo, este método de financiación se quedó en la etapa
de idea.
El tema de los vales de migrante es una práctica que se ha intentado en Haití también
en otros países
43
. De hecho, generalmente son bonos emitidos por el Estado, a tasas de interés
fijas, inferiores a las que se pueden obtener en los mercados financieros, contando con el
43
Considerando las experiencias de emisión de vales por parte de los migrantes, indica que Israel e India son los
dos países para los cuales la experiencia ha resultado exitosa.
patriotismo de los migrantes y su apego a su país de origen. Es por eso que se dice que son
buenos emocionales. Esta es una forma de que los países en desarrollo se beneficien de los
migrantes calificados. Una de las lecciones aprendidas de la experiencia de emisión de estos
bonos es que el patriotismo no priva al inversionista migrante del deseo de rentabilizar sus
inversiones.
6.2 Motivos de las remesas
Comprender este motivo distingue entre el altruismo puro, el simple interés propio, los arreglos
tácitos con la familia que se permanece en el país de origen y las decisiones de gestión laboral.
De hecho, las remesas son excepcionalmente importantes para la estabilidad del desarrollo
socioeconómico de Haití y para el consumo de millones de familias que se benefician
directamente o indirectamente de ellas. Además, son fundamentales para las condiciones de
vida de las familias y para el bienestar de las poblaciones municipales, más concretamente en
Puerto Príncipe.
A pesar de los fuertes desequilibrios económicos, sociales y de creciente desigualdad
que existen en Haití (Cadet, 2022; Gedro et al. 2021), el factor nacional y local más poderoso
que permite un marco de estabilidad son las remesas familiares. Por ello, se han consolidado
como la red de protección social más importante, a una escala mucho mayor que cualquier
programa de gobierno (Andrade y Erick, 2022; González, 2019; Guillén, 2017; Canales, 2008).
De ahora en adelante, el Día Internacional de las Remesas Familiares debe servir no
solo para reconocer a los migrantes por el bálsamo que representan sus remesas, sino también
para motivar el análisis y la reflexión. Algunos especialistas como López Guillén y Juan
Hernández (2022) ven las remesas como un ejemplo de lo que aún queda por hacer para mejorar
las condiciones en los países de origen. En uno de sus artículos, Tonatiuh Guillén López,
extitular del Instituto Nacional de Migración de México, pone sobre la mesa algunos datos:
Para evaluar su pertinencia, considerando que todo el presupuesto federal de 2021 destinado a
educación representa apenas el 32.7% de las remesas que fueron enviado ese año.
Pensamientos como el de Tonatiuh son esenciales para comprender el efecto social y
económico de las remesas. En este sentido, las entidades subnacionales podrían hacer mucho
para promover el efecto multiplicador de las monedas. En Guanajuato, por ejemplo, el
gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo creó la Secretaría del Migrante y Enlace
Internacional para integrar y dignificar a los migrantes. Además, ha reforzado acciones
encaminadas a mejorar la calidad de vida de los guanajuatenses con la estrategia Contigo Sí,
que incluye, entre otros beneficios, descuentos para quienes pagan con remesas de hasta un
25% en farmacias.
Andrade y Coyoy (2022) y Canales (2008) Observando que las remesas generalmente
se han enfocado en las implicaciones desde una perspectiva socioeconómica, tanto macro como
microeconómica, enfatizando la contribución de las remesas al desarrollo de una nación, una
región o incluso local, como máximo, se ha analizado el rol de las remesas el entorno familiar
del migrante bajo diferentes aspectos como fuente de sobrevivencia frente a la pobreza, como
inversión, como fuente de emprendimiento familiar, o en su caso sobre el efecto de las remesas
en la educación de los miembros de una unidad familiar, las remesas como fuente de apoyo a
la salud de las familias residentes en el lugar de origen, etc.
Sin embargo, explorar las remesas según las condiciones de vida de los migrantes es
una ventana que se ha dejado de lado para su consideración. En gran medida, la dificultad para
investigarlas y comprenderlas radica en la complejidad de rastrear el destino de las remesas a
lo largo del curso de vida de un migrante determinado (Martínez, 2022). Asimismo, como se
demostró anteriormente, las remesas por solas no pueden generar condiciones para el
desarrollo socioeconómico en su conjunto, entendido como la mejora constante de los
indicadores económicos y sociales de las poblaciones a las que se destina (Castles y Delgado,
2007).
Según el motivo de los migrantes, las remesas aumentan por motivos profesionales o
económicos; por todos los motivos las probabilidades son más o menos inciertas; este último
es más pronunciado entre los migrantes de pensamiento dual. En cuanto a los planes a futuro,
los migrantes haitianos que planean quedarse en Tijuana, la propensión a enviar remesas
aumenta marcadamente ya sea que el migrante planee irse a otro país o que tenga un futuro
incierto tiende a enviar menos remesas.
O lo que según Kapur (2004) y Canales (2008) significaron el nuevo mantra del
desarrollo socioeconómico, es decir, a veces las remesas pueden canalizarse hacia inversiones
económicas capaces de revertir el subdesarrollo como el de Haití; donde se inventaron los
beneficios de las llamadas remesas sociales, que significaba aprender nuevas habilidades y
destrezas, así como que el ingreso de las remesas permitiría la migración de retorno o con
niveles de circularidad
44
. Situación que luego se analizó como mitos sobre el vínculo de las
migraciones como factor de desarrollo económico y social.
El origen del migrante de primera generación resultó ser una relación significativa. La
probabilidad de remesas al exterior es mucho menor para los migrantes de otras nacionalidades
en comparación con los haitianos según los residentes mexicanos quienes siempre afirman que
los haitianos son mucho más trabajadores que otros migrantes. En este caso, se puede deducir
que el lugar de origen afecta significativamente los objetivos de la migración a México, más
específicamente a Tijuana, muy probablemente porque se refiere a condiciones particulares en
el grado de filiación económica de la familia. dependencia, que facilita el mantenimiento de
vínculos, las características socioeconómicas de las zonas de origen, que inciden en la
transferencia de recursos económicos al exterior.
Al observar el conjunto de resultados anteriores referidos a las características del
movimiento migratorio, mostrando que el valor de las remesas aumenta a medida que aumenta
la permanencia en Tijuana; esta relación no es necesariamente significativa. Aunque la
magnitud indica solo para quienes superan un tiempo de residencia en el país. Esta observación
es congruente con los resultados encontrados en esta investigación, que indican que la
permanencia en las sociedades de destino es un factor esencial de integración en las mismas,
lo que conduce al fortalecimiento de los vínculos con los familiares en la zona de origen, ya
sea porque se consiguen los focos pactados o porque hay reagrupación familiar (Corona, 2008).
De acuerdo con Canales (2008) y Kapur (2004) el abordaje actual en la literatura del
tema, los motivos de la migración son esenciales para comprender las relaciones entre la familia
44
Como se ha indicado, las llamadas migraciones “circulares o de retorno” pueden darse cuando el país de origen
ejerce más poder de atracción que otros países (migraciones circulares), por el contrario, si el país de destino
inicial pierde su atractivo o cuando la intención inicial del migrante era permanecer en el país de destino por un
tiempo limitado (Sayad, 2000). En la medida en que cada individuo pertenece en principio a un grupo original,
seguido luego por varios otros grupos que se podrían calificar de “segundos”, pero no necesariamente secundarios,
en particular en el caso de la migración, donde uno es inevitablemente miembro, de alguna manera, de la sociedad
de la migración y de otros grupos, incluidos grupos de migrantes (del mismo origen o de diferente origen). Sayad,
discutiendo el retorno de los migrantes a su país de origen, que tal problema supone necesariamente diferentes
modos de relación - en el tiempo (pasado y futuro), con la tierra (nativa y nueva) y con el grupo: el que se fue
físicamente, pero que sigue cargando de una forma u otra, y aquella en la que entró y debe imponerse, para
aprender a conocer y dominar (Sayad, 2000). No hay aquí una adopción explícita de la perspectiva de la red, pero
es evidente la consideración de las relaciones sociales del migrante. La migración circular y de retorno promueve
el desarrollo socioeconómico de los países de origen siempre que estos migrantes lleven al uso de habilidades y/o
capital. Sin embargo, existe un requisito previo esencial para dicha movilidad circular y de retorno: el país de
origen (Haití) debe ofrecer oportunidades para la creación de empleo y riqueza. Si los países (receptores) desean
alentar a los migrantes a regresar a sus países de origen, deben tomar medidas explícitas y significativas para
mejorar las perspectivas económicas y laborales de los países de origen. Los países de acogida también deberían
considerar los posibles obstáculos al retorno voluntario y la migración circular en su legislación nacional. La
cuestión del retorno también coincide con la duración de la estancia de los migrantes. Cuanto más tiempo se
quedan, más se involucran los migrantes, pero se involucran en el país de acogida y cuanto más se adaptan a las
culturas extranjeras, más acompañados están por sus nuevos hijos en los países de destino.
dejada atrás y el migrante en el país receptor, y al mismo tiempo para comprender las remesas.
Dependiendo del motivo de la decisión de migrar, la probabilidad de recibir remesas es menor
para quienes se van por razones de estabilidad y calidad de vida, por reunificación familiar y/o
por otras razones, como educación y para quienes migran por razones económicas. Este
resultado indica el fuerte componente económico que favorece los enlaces de este tipo. Otra
lectura es que la reunificación familiar implica una firme intención de radicarse en el lugar de
destino y puede significar que ya no existan familiares directos en el lugar de origen, por lo
que desaparecen las responsabilidades del migrante.
Al ver que la gran tarea ya la cumplieron los migrantes haitianos durante años al generar
recursos que cambian la vida de sus seres queridos. Corresponde ahora a los distintos órdenes,
sectores económicos y sociales, así como a las organizaciones de la sociedad civil, también al
gobierno central de crear un terreno fértil para que las remesas sean un motor de desarrollo
comunitario nunca antes visto (Fleurima, 2021 y 2019).
6.2.1 Altruismo puro
Cadet (2022), Ratha (2018), Gilbert (2013) y Corona (2008) califican como altruismo el hecho
de que los migrantes se preocupen por el bienestar y las condiciones socioeconómicas
adecuadas de sus familias que permanecen en el país de origen. En efecto, el modelo altruista
considera que la satisfacción del migrante está ligada al bienestar de la familia que deja atrás.
Así, el modelo asume que los montos remitidos están positivamente correlacionados con los
ingresos del migrante y negativamente correlacionados con los ingresos de la familia del
migrante, es decir, las remesas tienden a aumentar con el incremento de los ingresos del
migrante.
Una vez que mejora el ingreso familiar, el migrante envía menos dinero. El modelo
también asume que las remesas disminuyen a largo plazo, ya que la estadía del migrante en el
país de destino es larga y los lazos familiares se aflojan con el tiempo, especialmente si el
migrante se establece permanentemente en el país de destino y repatria a su núcleo familiar.
Empíricamente, los migrantes haitianos que residen en los Estados Unidos y Canadá muestran
que las remesas están motivadas por el altruismo.
Además, la probabilidad de remesas por parte de los migrantes con hijos es menos
importante que la de los migrantes sin hijos, esta motivación es justificada por los altruistas.
Además, Lucas y Stark (1985) realizaron un estudio sobre África Meridional en Botsuana y
encontraron que un aumento del 1% en los ingresos de sus migrantes establecidos en el exterior
conduce a un aumento de entre 0,25% y 0,73% en los montos de las remesas de fondos (Ratha,
2011). Sin embargo, cuando se trata de la relación entre las remesas y el ingreso familiar en el
país de origen, el motivo no es insignificante. Llegaron a la conclusión de que el altruismo no
era el único factor que motivaba a los migrantes a enviar dinero.
6.2.2 ¿Simple interés personal?
El interés personal simple está representado por tres tipos de motivos. Primero, un migrante
puede enviar remesas para beneficiarse de la herencia familiar. Entonces, en la cultura haitiana,
un migrante que posee una propiedad en su país de origen tiene interés en remitir fondos a su
familia para que ellos los cuiden.
Además, las remesas de los migrantes haitianos son utilizadas en gran medida por sus
familias para cuidar sus inversiones y propiedades. Finalmente, la migración temporal del
migrante lo incentiva a remitir fondos a su país de origen para la compra o construcción de una
casa, y/o a invertir en activos financieros y bienes públicos, lo que le permite tener influencia
política y económica dentro de su territorio. familia y comunidad local a su regreso definitivo
a su país.
Las motivaciones de las remesas presentadas anteriormente se caracterizan por la
endogeneidad de la migración. Así, estas motivaciones se centran en los factores que animan a
los migrantes a transferir dinero, dependiendo estas remesas en gran medida de variables
microeconómicas. En la razón de decisiones de manejo de cartera, las remesas son
consideradas como un fenómeno exógeno a la migración y están influenciadas por factores
macroeconómicos tanto del país receptor como del país de origen, tales como la tasa de interés,
el tipo de cambio, la inflación y la tasa relativa. de retorno de los distintos activos financieros
y materiales.
En efecto, si los factores macroeconómicos relacionados con los países de salida son
favorables, el migrante podría transferir su capital que ha acumulado en su país de destino
(Ratha, 2003 y 2011). Como tal, las remesas son parte de una estrategia de gestión de cartera.
Además, a diferencia de los factores microeconómicos que afectan la decisión de remesas en
el largo plazo, los incentivos de gestión de cartera afectan las remesas solo en el corto plazo.
Sin embargo, los factores macroeconómicos en los países de origen de los migrantes influyen
en el canal a través del cual los migrantes envían su dinero, ya sea por el canal formal o informal
(Canal, 2007; Ratha, 2018).
6.3 Remesas y capital humano hacia éxodo de competencias
Las remesas globales se han quintuplicado en los últimos 20 años. Según el Banco Mundial,
en 2021 los flujos internacionales alcanzaron los 773 mil millones de dólares (7,6% más que
el año anterior), mientras que las proyecciones hechas para 2022 indicaron que las remesas
alcanzaron los $802 mil millones. En este crecimiento histórico que se ha dado a pesar de la
pandemia del covid-19 que afecta a todos los países del mundo, Haití ha superado con creces
a la vecina República Dominicana y se posiciona como uno de los países del Caribe que recibe
remesas, solo superado por Jamaica.
Keeley (2007) reporta que la reducción de las barreras migratorias conduce a un
aumento de la migración internacional, lo que genera un aumento en el flujo de remesas hacia
los países de origen de los migrantes, y afecta positivamente la inversión en educación. En este
caso, la migración y la inversión en educación son complementos. Haití puede mejorar la
productividad de su población a través de la educación, la salud y otros factores importantes,
condición necesaria para el desarrollo de la sociedad. Además, los análisis de la expansión de
habilidades mostraron el papel clave que desempeña el nivel de capacitación para explicar las
diferencias en las tasas de expansión. Así, Stiglitz (2003, p. 768) informa que el “aumento del
capital humano es una de las principales fuentes de mejora desarrollo socioeconómico. Existe
consenso en que el vínculo entre capital humano y crecimiento es real y significativo”.
El capital humano es el conjunto de capacidades productivas de un individuo (o de un
grupo). Esto incluye habilidades laborales, como conocimientos generales o específicos, como
conocimiento y experiencia en el ejercicio de un oficio, así como otras inversiones del tiempo
familiar en beneficio de los hijos (Gazier, 1993). El capital humano se acumula a lo largo de la
vida y tiene dos características generales esenciales. Consta de elementos intangibles como la
experiencia y las habilidades y es inseparable de la persona. Es el conocimiento que los
individuos han acumulado a partir de las instrucciones y el entrenamiento que han recibido.
Este capital humano también incluye el estado de salud, nutrición e higiene que contribuyen al
desarrollo y bienestar físico y mental de las personas.
La tasa de rendimiento del capital invertido en capacitación se estima con base en las
diferencias salariales entre mano de obra no calificada y calificada. Sin embargo, es el ingreso
adicional (diferencias de formación) o el aumento del ingreso nacional esperado o la
rentabilidad social neta, es decir, genera externalidades y elementos no de mercado. El capital
humano, precisamente por las externalidades positivas inducidas que produce en la sociedad
en general y en particular en Haití, debe ser puesto al servicio del bienestar colectivo del
servicio público donde se acumula este capital. Para muchos haitianos, la migración se ha
convertido en la única solución, aunque ponga en riesgo sus vidas.
Keeley (2007) señaló que, si el tiempo promedio dedicado por cada persona a la
educación aumenta en un año, la producción económica per cápita del país debería aumentar a
largo plazo, en un rango entre 4% y 6%. En Haití, para que el capital humano se convierta en
fuente de capacidad productiva y, por tanto, de crecimiento, la estructura concreta de
oportunidades de empleo de la economía haitiana debe ser capaz de absorberlas y mantenerlas
en el país. La productividad es el resultado del valor de mercado de los servicios (salarios) de
un individuo. Está determinada en gran medida por las sumas que el individuo, el país y el
estado-nación deciden invertir en educación, salud y formación profesional. Así, cuando los
individuos invierten dinero y tiempo en capacitación y salud, lo hacen para mejorar sus
habilidades y capacidades, por ende, su productividad, al hacerlo, contribuye a incrementar sus
ingresos.
Economistas como Becker (1964) muestran que las tasas de rendimiento de estos gastos
en educación, especialmente en el nivel primario, son particularmente altas. Gazier (1993)
también considera que las capacidades laborales de un individuo pueden ser consideradas como
capital humano y que los dos elementos fundamentales son la formación y la salud. Pronto, el
capital humano se acumuló en Haití, que es exportado a los países industrializados como
enclave, en los que no se aplica rentabilidad en el desarrollo socioeconómico. Así, en el
contexto de este desarrollo sociable haitiano, la acumulación de capital humano, que se asimila
al modelo económico del enclave, le permite al país tener alguna ventaja comparativa en
términos de costos de capacitación y calidad de la mano de obra para la exportación de este
capital humano para países industrializados y desarrollados.
El hecho de que la mano de obra altamente calificada del país se sienta atraída por las
condiciones de trabajo y de vida que ofrecen otros países plantea enormes dificultades para
Haití. Así, este capital humano se integra en el mercado interno o en el mercado mundial
capitalista, y es ahí donde se produce la rentabilidad del producto final y, por tanto, escapa al
control del país en el que se desarrolla la producción, formación y acumulación de capital
humano. se llevan a cabo (Olopade et al. (2019).
Desde el punto de vista de los estudios macroeconómicos, parece que la tasa de
migración promedio a la que se produce el éxodo de competencias se vuelve perjudicial para
el crecimiento, que puede estimarse conservadoramente en un 15% en los países en desarrollo.
Según Ratha (2011), la tasa de migración calificada (que maximiza los ingresos del país) es
probablemente entre 5% y 10%. Tenga en cuenta que el 23% de los países en desarrollo ha
perdido el 5% del capital humano que favorece 41% tiene un éxodo de habilidades de menos
del 10%.
Muchos de estos países incluidos la mayoría de los países grandes y medianos
normalmente se benefician de la movilidad de los trabajadores calificados. Por el contrario, la
mayor parte del África subsahariana y América están muy por encima de este umbral y sufren
una pérdida de capital humano. Sería importante un análisis profesional y sectorial para tener
en cuenta las necesidades específicas (Docquier, 2007; Canales, 2008).
Esta migración de estos trabajadores calificados es fomentada por los países
industrializados ya que es muy rentable. Los migrantes estimulan la economía a un costo
mínimo o nulo para el país receptor (PNUD, 2009). Este éxodo de competencias es alentado
aún más por grupos de interés industrial, como “empresas y universidades en países
desarrollados que han tenido que hacer entender a sus gobiernos que es necesario desbloquear
potenciales en sus economías para mantener alguna ventaja competitiva” (CNUCED, 2008).
El papel del nivel de formación en la explicación de la tasa de crecimiento es conocido
y cada vez más determinante en el éxito de los estados-nación. Hay que decir que, si bien la
inversión en capital humano que realiza y forma Haití es rentable para un país industrializado,
y por lo tanto no beneficia a Haití, es perjudicial y conlleva necesariamente un alto costo
económico para Haití.
La migración sigue siendo una importante red de seguridad social para muchos
haitianos. Sin embargo, se crean redes solidarias y transnacionales en los polos de los migrantes
entre sí, para sortear las barreras institucionales y la discriminación, con el objetivo de mejorar
el nivel de vida de los migrantes y permitirles satisfacer sus necesidades vitales y las de su
familia en Haití. Las estrategias de la familia pasan tanto por explotar rutas migratorias ya
abiertas como por ampliar el campo migratorio para responder a los intereses de la coyuntura
económica y las políticas migratorias de los países de residencia.
Al estructurarse, la migración haitiana adquiere gradualmente una dinámica interna
distinta del país de origen, como lo demuestran los circuitos migratorios y la especialización
funcional de los espacios migratorios y, en general, la movilidad de las personas. Este alto nivel
de graduados haitianos, que migran, ha afectado la vida interna y el mercado laboral,
especialmente porque este éxodo de competencias ha dejado un porcentaje relativamente
pequeño de personas calificadas en Haití, en comparación con las necesidades del país
(Fleurima, 2019; Audebert, 2012).
Incluso cuando no migran, trabajan en el servicio público, y muchos de ellos pueden
convertirse en consultores de agencias internacionales, iniciar sus propios negocios o unirse a
una organización no gubernamental (ONG), asegurando así un ingreso, financiado
principalmente por extranjeros. Más que regular el éxodo de competencias, es la participación
de las poblaciones de la migración en la construcción de una sociedad más estable, próspera y,
sobre todo justa, lo que constituye uno de los desafíos esenciales para el futuro. La negociación
de las modalidades de esta participación aparece, de hecho, como una gran dimensión del
desafío haitiano, que es responsabilidad del gobierno haitiano y de la migración.
En estas condiciones, las actividades basadas en la asimilación y aplicación de los
descubrimientos tecnológicos en Haití están poco desarrolladas y el capital humano
acumulado, a costa de considerables esfuerzos, se ve afectado negativamente, ya sea por el
desempleo de los graduados o por su desviación hacia la renta búsqueda de actividades y éxodo
de competencias. Dada la escasez de tales recursos para el desarrollo socioeconómico, el hecho
de que el país no se beneficie de las inversiones realizadas en la formación de este capital
genera un costo de oportunidad altísimo para el país.
Haití también está experimentando un éxodo de competencias hace muchos años: uno
de los países que tiene una de las tasas de migración de personas calificadas más altas del
mundo, el 82% de los trabajadores calificados haitianos que han completado la educación
superior viven en países miembros de la OCDE (Docquier; Marfouk, 2006; Doura, 2010).
Según estos autores, más de 12.000 haitianos en promedio saldrían del país cada año. Esta tasa
de migración de graduados haitianos, particularmente la migración de médicos, es del 21,9%,
y el 11% de los médicos estadounidenses son de origen haitiano (Doura, 2010).
Miles de ejecutivos profesionales del país de donde migraron demostraron que las
inversiones que hacen las familias y el Estado haitiano subsidian la condición socioeconómica
de Haití. Estos profesionales son a menudo de nivel superior, mientras que el país podría
haberse beneficiado de sus competencias, se ven obligados a salir del ambiente hostil causado
por la inconsistencia de las políticas gubernamentales. El rendimiento es el resultado de
mayores ingresos obtenidos en los países de origen. También es una pérdida para la sociedad
haitiana, ya que el retorno no económico de la mejora del bienestar individual y la cohesión
social es tan importante como el efecto sobre los ingresos laborales y el conocimiento
económico.
6.3.1 Remesas de los migrantes calificados
Otro tipo de argumento enfatiza el papel de las remesas. Según el Banco Mundial (2019), los
efectos del éxodo de competencias se compensan en cierta medida con las remesas de los
trabajadores migrantes. También existe el volumen de remesas que tiende a aumentar con el
nivel de calificación. Sin duda, los migrantes calificados ganan más y, ceteris paribus, envían
más dinero a su país de origen. Sin embargo, la incompletitud deja muchas preguntas sin
respuesta. Rodríguez y Horton (1994) muestran que, en Filipinas, el nivel de calificación de
los migrantes no tiene efecto sobre el monto de las remesas. Es posible que los migrantes
calificados provengan de familias con altos ingresos y un mayor nivel de educación, y que los
incentivos para enviar dinero allí sean, por lo tanto, más débiles.
Así, pasan más tiempo en el extranjero, ya sea porque están más dispuestos a reunirse
con su familia en el país de desino, o porque encuentran menos dificultades para hacerlo. De
hecho, la característica de la literatura es que las remesas tienden a disminuir con la duración
de la migración (Lucas y Stark, 1985). Por lo tanto, incluso un efecto de la educación sobre el
monto de las remesas no puede constituir evidencia de que el éxodo de competencias esté
asociado con mayores remesas. De hecho, el efecto directo de las cualificaciones puede tener
una buena repercusión, pero el efecto general, que tiene en cuenta el hecho de que los migrantes
cualificados tienden a permanecer más tiempo en el país de destino, también puede ser
desfavorable.
Por lo tanto, gracias al programa mexicano de reunificación familiar, muchos migrantes
de Haití terminan invitando a sus cónyuges e hijos a unirse a ellos. Padres, hermanos y otros
parientes cercanos se convierten entonces en los principales receptores de remesas a Haití. En
Haití, la mayoría de las receptoras son mujeres jóvenes menores de treinta años, y tienen bajos
ingresos.
Las características de la vivienda de los migrantes en los espacios de habitación no son
sólo un factor material de posicionamiento, sino que constituyen uno de los elementos que más
vinculan al migrante con su nuevo entorno. En el caso de Tijuana, las condiciones precarias de
vivienda (cuartos, vivienda compartida con negocio o en negociación, firme, o local no
residencial) se vinculan con una mayor propensión de remesas al exterior que la observada
entre los migrantes que habitan en mejores viviendas condiciones en casa o en apartamentos.
A partir de la observación del trabajo de campo en Tijuana, las condiciones de vida
precarias pueden interferir con el ahorro de dinero para realizar transferencias de manera
regular. Si bien las condiciones de vivienda confortables indican una integración exitosa, con
vocación permanente, esto puede incidir en el debilitamiento de las remesas a los vínculos con
el lugar de origen.
La situación familiar del migrante también es fundamental en los proyectos migratorios
y en el proceso de integración y permanencia de los vínculos. Que vivan o no con sus hijos y
pareja determina en gran medida si envían o no remesas: demostrando que los migrantes que
no viven con pareja tienen una mayor propensión a enviar remesas al país de destino frente a
los que viven con pareja o hijos en el lugar de recepción; De la misma manera, quienes no
tienen hijos en el hogar reducen sus posibilidades de enviar remesas en comparación con
quienes tienen hijos viviendo en el hogar, es decir cuando el núcleo familiar no está agrupado.
Esta dimensión de las remesas se refiere a los vínculos, el manejo de los lazos afectivos, el
cuidado de los hijos y cónyuge; es decir, la formación de redes transnacionales de cuidado
familiar.
Faini (2006) presenta un modelo simple, en el que los migrantes eligen tanto el nivel de
remesas como el grado de reunificación familiar. La hipótesis principal es que la utilidad del
migrante es una función positiva de su propio consumo, el nivel de las remesas y el número de
familiares cercanos que se reúnen. Los familiares se dividen en dos grupos, según su grado de
proximidad con el migrante. En general, los migrantes envían relativamente más dinero a los
miembros más cercanos y son ellos quienes más desean ser alcanzados. Interesante el efecto
de un cambio en la composición de la migración, ahora compuesta por migrantes más
calificados y con mayores salarios.
En este caso, el aumento de los salarios tiende dos efectos contradictorios sobre las
remesas al país de origen: a) un efecto salario, donde mayores salarios se asocian con mayores
remesas a quienes permanecen en el país, b) un efecto de unificación, donde los salarios más
altos permiten que los migrantes reúnan a familiares cercanos, lo que tiene un efecto
inadecuado en el monto de las remesas. Por lo tanto, el efecto general de una migración más
calificada sobre las remesas es una cuestión empírica. Los hallazgos de Faini (2006) sugieren
que, en general, los migrantes más calificados se correlacionan con menores remesas.
6.3.2 Creciente importancia de las remesas
Las remesas están creciendo y desempeñando un papel cada vez más importante en el mundo
de la financiación del desarrollo socioeconómico. El crecimiento de las remesas se debe a
muchos factores. Como se señaló anteriormente, el aumento en el número de migrantes en la
mayoría de los países receptores se ha asociado con un crecimiento de las remesas. Sin duda,
la caída de los costos de transacción ha sido decisiva para convertir gran parte de los flujos
informales en remesas oficiales, más fácilmente detectables. La mayor atención de los
gobiernos de los países de destino sin duda ha llevado a un fortalecimiento de las capacidades
de seguimiento y recopilación de datos.
No es seguro que esta tendencia alcista continúe. Una mejor recopilación de datos y el
uso cada vez mayor de los procedimientos oficiales de remesas, por definición, conducen a un
aumento de las remesas registradas, lo que no necesariamente significa un aumento de las
remesas reales. Las políticas migratorias restrictivas adoptadas en los principales países de
acogida sin duda frenarán el crecimiento del número de migrantes sobre la evolución futura de
las remesas (Ratha, 2018, Olopade et al. (2019). Además, dado que las políticas migratorias
tienden cada vez más a favorecer la admisión de trabajadores altamente calificados, las remesas
podrían disminuir, como se sugiere en la sección anterior. Por otro lado, el desarrollo
socioeconómico de las condiciones de migración temporal, tanto para trabajadores calificados
como no calificados, debería conducir a un aumento de las remesas.
De cualquier manera, la mayoría de los países como Haití se beneficiaron de esta
afluencia de remesas, incluso como un porcentaje significativo del PIB. El aumento de la
participación de las remesas en el PIB es particularmente marcado en América Latina y, signo
de su creciente integración en las condiciones de vida de las familias, en algunos países
europeos en desarrollo. Sin embargo, no solo Haití, sino también los países africanos han visto
disminuir la participación de las remesas en su PIB. Cabe recordar que las tasas de migración
han disminuido en años anteriores. Por lo tanto, no es realmente sorprendente no encontrar una
tendencia al alza para las remesas.
Como ya visto en apartados anteriores, este modesto marco analítico puede
enriquecerse de varias formas. No es necesario asumir el altruismo de los migrantes. En el
modelo de reunificación familiar, las remesas forman parte de un acuerdo entre la familia y el
migrante que se encuentran en el país de destino, donde las motivaciones de este último pueden
explicarse por el deseo de heredar o la necesidad de asegurarse de que los bienes que quedan
en el país de origen se mantienen adecuadamente. Mientras que en el modelo altruista la caída
de los ingresos familiares conduce a priori a mayores remesas, en el marco de la reunificación
ya no es así, donde la caída de los ingresos familiares potenciales debería reducir las remesas,
ya que esto puede suponer una menor herencia o no tener ningún efecto.
Un aumento en los ingresos debería conducir a mayores remesas. Sin embargo, obtener
mayores ingresos en el país de destino puede permitir que los migrantes traigan a sus familiares
más cercanos, a quienes tienden a enviar relativamente más dinero. Por lo tanto, el monto total
de las remesas podría disminuir si, como se indicó anteriormente, el efecto de los salarios
tradicionales es más que compensado por el efecto de la reunificación familiar (Faini, 2006).
En todos los casos, el grado de calificación de los migrantes es sin duda un determinante
importante del nivel de las remesas.
6.4 Doble sentido de remesas entre Haití y México
Las entrevistas realizadas a migrantes haitianos en Tijuana confirman que las remesas han
adquirido una particular importancia en la experiencia migratoria y las motivaciones que la
acompañan, como también es el caso de la mayoría de los migrantes internacionales.
Constituyéndose como un logro central de las trayectorias migratorias y sociales, incluso antes
de salir de Haití. Por ellos, se puede decir que el desafío laboral que la estructura económica y
social plantea a las personas migrantes tiene un doble sentido ya que, en el caso de estos
migrantes, este sentido surge y se reconfigura siempre entre Haití y México. Recordando que
la inserción profesional es una construcción social en tres niveles: histórico, societario y
biográfico, se intenta a continuación describir las principales características estructurales de
estos significados de las remesas, tal como las definen los migrantes.
En Haití, según los migrantes entrevistados, las características de salir es el trabajo, lo
que surgiría principalmente de sus carencias y de la necesidad de migrar. El trabajo estaría
entonces directamente relacionado con el problema de la migración. Más bien su ausencia o la
insatisfacción que genera en el contexto haitiano. Y este hecho tiene raíces históricas, ya que
la entrada del país en la era de la migración masiva a principios del siglo XX estuvo ligada a
sus retrocesos en el desarrollo socioeconómico.
Las remesas de los migrantes haitianos corresponden a una tendencia a enfrentar el
desafío del trabajo diario a partir de una lógica de esfuerzo personal y una representación de sí
mismos como trabajadores. En general, el significado del trabajo no se cuestiona demasiado en
esta investigación de tesis, porque el trabajo es el foco principal de este tipo de migración. Si
bien ocupan un trabajo más o menos bien remunerado según el espacio geográfico en México
tras otro, la expectativa de una remuneración estable, considerada imposible en Haití, es un
tema recurrente en sus discursos, al igual que la necesidad de contribuir a la mejora
socioeconómica. desarrollo de sus familias en el país.
El significado que los migrantes le dan al trabajo es entonces marcado por el economista
(Doura, 2012), es decir, limitado a las remesas como beneficios materiales esperados.
Finalmente, la ausencia de crítica respecto a las determinaciones del mercado laboral se
enmarca en un modo de distanciamiento marcado por un imaginario de movilidad social propio
de la migración laboral concebida como temporal, que en muchos casos no admite ningún otro
apoyo económico (González, 2019; Guillén, 2017).
Las expectativas concretas en términos de éxito o reconocimiento económico y social
no son difíciles de describir porque el foco a mediano plazo es perseguir la movilidad
geográfica y social. Las remesas se convierten entonces en uno de los medios para emprender
la aventura migratoria. Pero eso no quiere decir que no exista un real involucramiento subjetivo
en el trabajo: se trata de valorar cada experiencia laboral, particularmente en México, incluso
las consideradas humillantes, como un terreno de aprendizaje migratorio. Si hay expectativas
de reconocimiento social, no se dirigen hacia la sociedad de instalación o de origen en el sentido
territorial, sino hacia un territorio de dispersión (Audebert, 2012), en constante referencia a
otro país donde hay más haitianos, sin saber muy bien cuál era, donde seguir adquiriendo
habilidades migratorias a partir de las remesas.
Así, a partir de las remesas de los migrantes, existe una forma única y correcta para que
los migrantes construyan sus perspectivas, y esta tipología pretende ser exhaustiva. La lógica
adoptada para contar con recursos económicos y crear condiciones favorables depende de las
experiencias pasadas de cada migrante, sus antecedentes antes de migrar a México, los recursos
específicos que tiene en el mercado laboral, entre otros. Visto que las formas de enfrentar las
remesas también dependen de diferentes factores estructurales que emergen tanto de la
sociedad de origen como de destino, haciendo que los migrantes se adapten a las
determinaciones específicas que encontraron en el mercado laboral mexicano, pero más
particularmente en Tijuana. Cada estrategia es una expresión singular de la autonomía del
migrante, una estrategia original para mantenerse como individuo y una perspectiva, en
evolución, pero siempre propia
45
.
Sin embargo, parece que no se aleja demasiado de su realidad concreta de remesas y
familia de origen. La capacidad de cada migrante en Tijuana para enfrentar individualmente
determinaciones objetivas que cultivan sus aspiraciones no se contradice con el hecho de que
existe una insuficiencia en su inserción profesional segmentada que afecta más colectivamente
a los migrantes haitianos, ayudando a formarlos en grupo (Olopade et al. 2019; Gilbert, 2013).
Es el proceso de colaboración histórica que tiene sus raíces en las relaciones y explica
por qué no se reconoce la singularidad de sus perspectivas individuales en relación con las
remesas. Entonces, como se mencionó anteriormente, las remesas son una de las dimensiones
centrales de la experiencia migratoria para facilitar el desarrollo económico y social (Andrade
y Coyoy, 2022). La participación de las remesas favorece las condiciones para la
transformación socioeconómica de los migrantes haitianos y parece aún más importante que la
permanencia de la familia en el país de origen (Fleurima, 2021).
45
Esta noción puede, en este sentido, caracterizar gran parte de las migraciones internacionales contemporáneas,
por lo que no es propio de la migración haitiana. Así, la individualización de las vivencias, la generalización de
una retórica del esfuerzo personal y la valoración del aprendizaje migratorio son temáticas también centrales en
los discursos de migrantes colombianos en Chile (Rhim Bianchi y Sharim Kovalskys, 2017).
Conclusiones
En los últimos años, la migración internacional y las remesas han planteado nuevos desafíos
para muchos países. Esta especial atención y desarrollo socioeconómico se explica por el
aumento considerable de migrantes internacionales y, por el aumento de las remesas
registradas, así como por las tendencias demográficas futuras. Es probable que el desequilibrio
entre la oferta y la demanda de trabajo en los países de origen y de destino, la importante brecha
salarial entre el norte y el sur y los conflictos políticos, guerra e inseguridad actuales aumenten
la presión migratoria. Los retos de las futuras políticas migratorias son, por tanto, importantes
para los países de origen y de destino, pero también para los propios migrantes y familias
beneficiarias.
Asociado a estos flujos migratorios, las remesas han aumentado significativamente en
las últimas décadas. Para algunos países en desarrollo y subdesarrollo como Haití, las remesas
han superado la asistencia oficial para el desarrollo y se han convertido en la segunda fuente
de flujos de divisas después de los fondos extranjeros directos. Dado que las remesas afectan
gran parte del desarrollo socioeconómico de los países de origen, el análisis de este efecto ha
estado condicionado durante años por la disponibilidad de datos o la falta de confiabilidad de
dichos datos.
Sin embargo, este estudio tuvo como objetivo analizar el flujo de remesas de los
migrantes haitianos, enviadas a Haití específicamente a Puerto Príncipe, para identificar sus
determinantes y su efecto en el desarrollo socioeconómico de las familias beneficiarias. El
estudio cubre el período desde que llegan los primeros flujos de migrantes haitianos a Tijuana.
Para llevar a cabo esta investigación, el principal enfoque metodológico que se ha adoptado es
la identificación de interlocutores entre las remesas y una serie de variables que facilitan el
desarrollo socioeconómico. Apoyándose también en un análisis de las tablas, en particular para
analizar la evolución y cantidad de los flujos de remesas. Los resultados de las entrevistas se
presentan en forma de discurso directo y los nombres ficticios de los interlocutores objetivo.
Si bien este estudio revela que los flujos de remesas de los migrantes haitianos tienen
un efecto sobre el desarrollo socioeconómico, al permitir que los hogares receptores tengan
acceso a alimentación, educación, vivienda y salud, no encontró vínculos directos con el
crecimiento del desarrollo socioeconómico de los haitianos en el país. Preferiblemente, los
resultados del estudio revelan un vínculo indirecto entre las transferencias y el PIB individual
de los beneficiarios. Sin embargo, los hallazgos de este trabajo de investigación confirman que
el envío de fondos al exterior por parte de los migrantes residentes en Tijuana es un proceso
complejo, influenciado por una amplia variedad de factores relacionados con el propio
migrante, su condición migratoria, su situación familiar, actividad económica y situación de
materialidad.
Primero, los resultados apuntan a asimetrías territoriales entre los migrantes de
remesadora. Gran parte de la población haitiana remesadora se concentra en el área
metropolitana de Tijuana. Las remesas de otras nacionalidades también se localizan en áreas
metropolitanas, concentrando estas últimas gran parte del negocio. Los haitianos que
mantienen vínculos de este tipo se ubican mayoritariamente en áreas metropolitanas.
Segundo aspecto, los resultados del trabajo de campo reflejan que el fenómeno de las
remesas está sujeto a las situaciones familiares ya los objetivos construidos por el migrante y
su núcleo familiar. Así, el motivo de la migración y los planes futuros o las características de
las condiciones de alojamiento del migrante en las áreas de recepción son significativos para
explicar la propensión al envío de remesas. Esto indica la existencia de acuerdos entre el
migrante y su familia que condicionan las remesas de recursos al exterior.
En tercer lugar, siguiendo observaciones directas, en la población migrante haitiana,
los hombres tienen un mayor compromiso económico con sus familiares en el país de origen,
así, las mujeres tienen lazos de pertenencia más fuertes. También se puede deducir que, en el
caso de las mujeres migrantes haitianas, el proceso migratorio se da con los hijos o el cónyuge,
lo que significa en una perspectiva lejana una reducción de los incentivos para el envío de
remesas. Lo cierto es que existen diferencias en la implicación de las necesidades del hogar y
las metas familiares. En cuanto a la edad, que está ligada a una determinada etapa del ciclo de
vida personal y familiar del migrante, los más jóvenes constituyen la población puramente
remesadora, a diferencia de los migrantes de los grupos de mayor edad. También resulta que
los migrantes haitianos menos educados tienen una probabilidad significativa de enviar
remesas.
Un cuarto aspecto a tener en cuenta en las remesas es el grado de integración del
migrante en la sociedad receptora. En la medida que pasa o se alarga el tiempo, las remesas
tienden a aumentar, lo que lleva a inferir que la larga permanencia favorece los vínculos de este
tipo de migrante con su familia en la zona de origen. Las condiciones materiales y de arraigo,
observadas a través de las condiciones de vida, confirman la hipótesis de que una mejor y
mayor integración económica en la sociedad receptora requiere una ruptura de los vínculos con
el país de origen.
Quinto, las características ocupacionales están asociadas con estos resultados. A nivel
general, en el caso de los migrantes haitianos que no tienen profesión pero con su fuerza de
trabajo y mano de obra, tienen pesos significativos y en magnitud positiva en todos los estratos
sociales y económicos de Tijuana que requieren de propuestas diferenciadas, aunque cuando
se discriminan las regresiones por tipo de migrante, destacando que los migrantes haitianos no
siguen el patrón de profesionalismo, ya que la probabilidad de mantener vínculos económicos
es alta para ocupaciones de servicios y comercio y manufactura. En contraste, con los
extranjeros de otras nacionalidades, la mayor probabilidad de remesas se da en ocupaciones
que requieren niveles de calificación medios.
Sin embargo, a través de esta investigación de tesis, conciliar la investigación realizada
sobre la migración haitiana a México, que es una primicia de gran envergadura, y los resultados
del trabajo de campo obtenidos para analizar el desarrollo socioeconómico de las remesas (voye
kòb) como acción inserta en lo social de familias beneficiarias. Al tomar en cuenta la noción
de una categoría específica de migrantes haitianos en su propia definición o la más amplia,
tratando de mostrar que los flujos migratorios haitianos hacia México no son resultado de la
casualidad o solo de desastres naturales o inseguridad: estando por tanto bien ubicados en un
contexto socioeconómico y ubicado en el tiempo para atender las necesidades específicas
primarias, secundarias y ostentosas de las familias haitianas, especialmente las de origen de la
ciudad metropolitana de Puerto Príncipe.
En el contexto haitiano, mostrar que la migración es el resultado de un conjunto de
estrategias de reproducción social implementadas por las familias para constituir la categoría
de migrantes económicamente estables. Estos últimos, a su vez, se convierten en los recursos
de las estrategias reproductivas de las familias. De hecho, analizando el contexto y la inversión
de las familias en la migración que pretende superar sus límites y condicionantes estructurales
que se han visto afectados por el crecimiento demográfico y por la saturación del abandono de
las áreas fértiles de los campos agrícolas como espacio de subsistencia. Como resultado, hubo
un éxodo masivo de haitianos profesionalmente calificados. Más recientemente, esta inversión
ha llevado a la reconstitución de una comunidad haitiana fuerte en Tijuana que mantiene
vínculos permanentes con su familia haitiana, especialmente a través de la acción económica
del voye kòb.
El aporte de las remesas al desarrollo socioeconómico es un acto repetitivo de
retribución sin cálculo económico que se realiza porque existe un sistema de valores, normas,
disposiciones que sancionan estas acciones en una vasta maraña de dádivas y contra dádivas
que involucran a personas, grupos, trayectorias, tiempos, espacios, movilidad, expectativas.
Existen sanciones para las familias del migrante que residen en los países de destino
que van desde las limitaciones de ser considerado ingrato si no contribuye a ser reconocido,
obtener prestigio, mantener lazos familiares, lazos de amistad, identidad, compatriota. Y
también hay un conjunto de rituales en el calendario de la vida familiar y la vida social más
general de la sociedad haitiana, en Tijuana y en otros lugares donde personas, familias y otros
grupos se vinculan y actualizan reciprocidades, reconocimientos, la prestigiosa jerarquía del
capital simbólico.
Por lo tanto, las remesas son un indicador focalizado con la intención de incrementar
los vínculos familiares en las regiones de origen, ya que estas remesas se convierten en un
seguro de acumulación para una transformación de las condiciones de vida en términos de
desarrollo socioeconómico. De esta estrecha relación se desprende que la perspectiva de
aumentar a medida que las relaciones sociales y económicas con el país de origen mejoren con
el tiempo, lo que puede conducir a un aumento, o incluso facilitar las remesas. También puede
ocurrir por un buen estado laboral o por no tener una vulnerabilidad laboral de calidad.
Por lo tanto, la estimación del valor monetario enviado por los migrantes a Haití y la
proporción de remesas destinadas a actividades empresariales revelan un interés de los
migrantes por hacer negocios en Haití. Su participación en los negocios podría ser una
estrategia para movilizar las remesas de los migrantes para financiar el desarrollo
socioeconómico de las familias beneficiarias. De hecho, esta investigación ha identificada
varias prácticas de movilización de remesas de los migrantes, algunas de las cuales ya son
experimentadas por la migración haitiana, para transformar las condiciones de vida y de
desarrollo socioeconómico. Sin embargo, enfatizar que ciertas condiciones, en particular la
seguridad de las personas en movimiento, son necesarias para el establecimiento de estrategias
para movilizar las remesas de los migrantes que se relacionan con el emprendimiento y la
inversión.
Cabe señalar, en Tijuana, frente a las casas de transferencia y en otros lugares, los
migrantes han construido un mundo social en el que la actividad del voye kòb se convierte en
una suerte de encuentro o ritual en el que encontrando esa negativa a hacer cálculos económicos
para mantener y estrechar lazos con el país de origen. Finalmente, todo sucede como si la
familia, la sociedad y las comunidades transnacionales haitianas no dejaran su dinámica y su
reproducción a merced de decisiones y voluntades estrictamente individuales.
Dados los límites, sería interesante, por lo tanto, en futuras investigaciones profundizar
el análisis utilizando datos más detallados, en particular, a nivel de los ingresos de los migrantes
y las familias beneficiarias. Por lo tanto, el efecto de las remesas en el bienestar social y
económico debe basarse en una comparación entre una situación con remesas y una en la que
no habría remesas. Esto permitiría determinar si las conclusiones destacadas en este trabajo se
verifican con datos relativamente explícitos a través del trabajo de campo. Entonces, debido a
la escala y creciente importancia de la migración, sería interesante estudiar el efecto de las
remesas realizadas en este contexto. Y, dados estos resultados, parece importante explorar en
profundidad los otros efectos de las remesas en la economía del país de origen, en particular su
efecto sobre el capital humano.
También, el reflejo del fenómeno de las remesas revela las posibilidades líneas de
investigación para ser abordadas en otros trabajos de investigación. La cantidad de remesas y
sus frecuencias deben introducirse en el análisis como variable dependiente, ya que los factores
que inciden positiva o negativamente en la propensión a enviar pueden cambiar de dirección al
tratar de explicar tanto la intensidad como el nivel de las relaciones económicas y sociales con
las remesas en zonas de origen. A pesar de que el volumen promedio de remesas es más o
menos bajo entre los migrantes, su recaudación permite vislumbrar la posible existencia de
proyectos de inversión productiva o de capitalización con miras a un retorno futuro o, por el
contrario, se trata de simples transferencias destinados al socorro y subsistencia de la familia
beneficiaria.
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ANEXO
Formulario de cuestionario para recolección de datos con los
migrantes
Las preguntas cerradas y abiertas
Anexo I: Cuestionario aplicado a los migrantes haitianos
en Tijuana
I- Perfil de los migrantes
1. Sexo M F
2. Edad menos de 24 25 a 35 36 a 46 más de 46
3. Estado civil soltero (a) casado (a) divorciado (a)/separado (a) viudo (a)
4. Escolaridad ningun primário secundário ensTécnico ens Superior
5. Zona de origen
6. Lugar de residencia en Tijuana ________________________
7. Profesión
Otros desempleado (a)
NE
NO
PC
OU
CH
AR
GD
SE
NP
Empleado (a)
industria
Empleado (a)
de servicios
Cuadro técnico,
Cuadro superior,
investigación
Empresario (a)
Domestico (a)
II- Migración
8. ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Tijuana?
1 ano 1 a 5 6 a 10 >10 anos
9. ¿Cuál es el principal motivo de tu venida?
Econ/emprego esudio familia otro
10. ¿Tenías ya un trabajo garantizado cuando llegaste a Tijuana?
no otro
11. ¿Cuál es su estatus como inmigrante?
12. ¿Estás pensando en irte a vivir a Haití?
sí no no sabe
13. ¿Tiene familia en Tijuana?
Cónyuge niños cónyuge e niño otro no tiene
14. ¿Piensa traer familia a Tijuana?
no ya está no sabe
Permiso de residencia
Permiso de estancia
Nacionalidad mexicana
Otro
III- Remesas
15. ¿Cuánto tiempo envía dinero / productos a Haití?
Por mes 1 a 3 4 a 6 7 a 10 no envía
16. ¿Cuántos dolares enviaron?
100 3 a 5 6 a 1000 no envía
17. ¿Por qué canales?
Oficial bancos agencias correos otros
No Oficial bancos agencias correos otros
18. Además de dinero, envía:
ropas viajeros artículos para venta nada
19. ¿Cuál es el motivo del envío?
apoyo a familia inversión deposito en banco salud educación otro
20. ¿Beneficiarios?
familia papás propio comunidad otros
21. ¿Cuál es la parte de su salario destinada al envío?
30% 31 a 40% 41 a 50% >50% no sabe
22. ¿Crees que tienes la oportunidad de contribuir al desarrollo de Haití con tus conocimientos, tus
técnicas y tus remesas?
sí, mucho sí, poco muy significativa no
23. ¿Crees que contribuyes al gobierno haitiano vía de tus remesas?
sí, mucho sí, poco muy significativa no
24. ¿Envías para inversión?
sí no
25. En caso sí, ¿en qué sector invertir?
restourante
Casas/terreno
hoteles
Otros
Anexo II: Cuestionario aplicado a los beneficiarios de
remesas en Puerto Príncipe
I. Perfil de los receptores
1. Sexo M F
2. Edad menos de 24 25 a 35 36 a 46 más de 46
3. Estado civil soltero (a) casado (a) divorciado (a)/separado (a) viudo (a)
4. Escolaridad ningun primário secundário ensTécnico ens Superior
5. Zona de origen
6. Lugar de residencia en Puerto Príncipe ________________________
7. Profesión
Empleado (a)
desempleado (a)
GD
SE
NP
OU
CH
AR
NE
NO
PC
Empresario (a)
Domestico (a)
Cuadro técnico,
Cuadro superior,
investigación
Empleado (a)
de servicios
Empleado (a)
industria
II. Migración
8. ¿Piensas en unirte a la familia / cónyuge o agregado en Tijuana?
sí no no sabe
III. Remesas
9. ¿Cuánto tiempo que recibe dinero / bienes de Tijuana?
Por mes 1 a 3 4 a 6 7 a 10 no envía
10. ¿Cuántos dolares recibieron?
100 3 a 5 6 a 9 1000 no envía
11. ¿Por qué canales?
Oficial bancos agencias correos otros
No oficial viajeros rabiosos amigos otros
12. Además de dinero, recibe:
ropas viajeros artículos para venta nada
13. ¿Para que sirve el dinero / bienes que recibe?
apoyo a familia inversión deposito en banco salud educación otro
14. ¿Beneficiarios?
familia papás propio comunidad otros
15. ¿Cuál es el peso de las remesas en el rendimiento familiar / agregado?
muy importante importante reducido no sabe
16. ¿El dinero que recibe también es por inversión?
si no
17. ¿Motivación por prioridad?
18. En caso sí, ¿en qué sector invertir?
19. ¿Sabes cuanto costo recibir el dinero?
sí crees mucho crees justo no sabe
Políticas de incentivos de gobierno
Buenas políticas de gobierno
Confianza en la economía
Otros
restourante
Casas/terreno
hoteles
Otros
Resumen de las preguntas abiertas
1- ¿Cuánto tiempo llevas migrando al extranjero (Tijuana)?
2- ¿Cuáles son sus razones para salir de Haití?
3- ¿Cuenta tu experiencia en Tijuana?
4- ¿Qué diferencia hace entre la condición de vida en Haití y la del Tijuana?
5- ¿Después de vivir en Tijuana ha mejorado su condición de vida y familiar?
6- ¿Crees que estás contribuyendo al desarrollo de Haití? Si es así, ¿cómo
contribuyes? ¿Qué tipo de aportes?
7- ¿Envía dinero a Haití? ¿Por qué canales? ¿Para quién?
8- Además del dinero, ¿qué otro bien enviaste?
9- ¿Cómo ayudó a los miembros de su familia en Haití?
10- ¿Por quién los enviaste? ¿Por contenedor o por agencias de viajes (faktè)?
11- ¿Crees que todos los migrantes haitianos también contribuyen al desarrollo?
12- ¿Tiene propiedades o negocios en Haití? ¿Si es así desde cuándo? ¿Los tiene
antes de salir de Haití o en Tijuana?
13- ¿Qué tipo de bienes o negocios?
14- ¿Son bienes o empresas colectivos o individuales?
15- ¿Contribuye al desarrollo o ayuda a la familia haitiana?
16- ¿Eres miembro de alguna asociación en el país donde resides?
17- ¿Contribuye esta asociación al bienestar social y económico de Haití?
18- ¿Cuál es su comprensión del Estado haitiano?
19- ¿Considera que el Estado haitiano debe realizar políticas públicas orientadas a
mejorar las condiciones necesarias de la población local?
20- En su opinión, ¿qué tipo de políticas públicas debería seguir el Estado haitiano
para encontrar una solución social, económica?
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Article
Full-text available
Esse presente trabalho da pesquisa seguiu a lógica do percurso histórico recente dos migrantes internacionais haitianos, desde sua vivência de transformação socioeconômica e política, passando pelas motivações de seu deslocamento para outros países, como República Dominicana, Estados Unidos, Canadá e Brasil, até sua permanência nesses países. O objetivo deste artigo é analisar a migração internacional haitiana nas relações de desenvolvimento socioeconômico do Haiti durante de 2005 a 2015. Trata-se de uma pesquisa de natureza qualitativa, tendo como amostras intencionais migrantes haitianos residentes em Manaus-AM. Os procedimentos metodológicos são: revisão bibliográfica, levantamento documental e pesquisa de campo, realizada por meio de entrevistas semiestruturadas. Os resultados obtidos evidenciaram uma transformação socioeconômica por que passa a família dos migrantes devido às intervenções e à expansão das remessas derivada da diáspora haitiana.
Article
Full-text available
This article analyzes the nascent process of incorporation of Haitian immigrants of the 2016 wave in Mexico, especially in Tijuana, Mexicali, and Mexico City. We are interested in integration into two key social spaces: the labor market and socio-affective relationships. Through a qualitative methodology, we document the existence of notable differences in labor insertion in the three cities, with a clear “advantage” for those who live in Tijuana and Mexicali. On the other hand, despite the recent settlement of Haitians and their socio-cultural differences with the Mexican society, there are already mixed marriages and families. Although there is still a lot to achieve, there is no doubt that an integration process is underway, but mostly supported by civil society organizations and the ingenuity of Haitian migrants.
Article
Full-text available
The migration policies of the Dominican Republic (DR in the hereafter) have restricted the access to Dominican citizenship for thousands of Haitian children brought to this country during childhood, as well as for minors born in the DR from Haitian parents; that is Dominico-Haitian children. However, parents have not passively accepted this situation. The goal of this paper is to analyze two strategies of Haitian parents living in the DR for their children, set to minimize the negative effects of anti-immigrant policies: 1) obtaining official DR citizenship documents for their children, and 2) ensuring the attendance of children to both Dominican and Haitian schools. Also, the current situation of Haitian- origin populations in the DR is set into historical and political context here.
Article
Education is among the critical needs besides the food, shelter and clothing in modern life. Quality education is an effective tool for minimizing poverty and joblessness, enhancing health and dietary standards, and attaining lasting growth. Hence, the study sought to determine the impact of poverty on the quality of education in Haiti. The study was a literature review based. The conclusions were based on reviewing previous studies. The study findings indicated that poverty influences the quality of education. The study noted the significance of education in developing countries could not be overstated. Quality education can be the catalyst needed to pull families and communities out of the cycle of poverty. Knowledge gives children the power to dream of a better future and the confidence required to pursue a complete education, which will help generations to come. The study further ascertained that education makes a significant difference for adults, particularly in day-to-day life, including nutrition, healthcare and gender equity. The poverty levels are potent in influencing the quality of education that the students will receive in the long run. The study recommended adequate mechanisms to ensure the government support children from a poor background. Addressing the academic difficulties children from deprived families will undoubtedly need a broader and bolder method to education policy than the current initiatives to reform schools. The government should make sure that school-age children are enrolled right into compulsory and free primary education. Given that education is a powerful device for minimizing poverty and joblessness, enhancing health and dietary requirements, and attaining sustainable advancement, the Haitian government must inject much more revenue in the education sector, mainly for the poor children to obtain a quality education. The government is required to make sure all learners within its nation have access to education both in rural and in metropolitan places. Keywords: Poverty, Quality of Education, Haiti
Thesis
Ce travail de recherche contribue à la compréhension du phénomène de la migration et des transferts de fonds des migrants, et de leur impact sur les pays d’origine en termes de croissance économique et réduction de la pauvreté. En premier lieu, cette thèse présente une revue de la littérature sur les transferts de fonds, leur importance, leur utilisation, et leur répercussion sur la croissance des économies d’origine. Ensuite, elle s’intéresse à la migration, les différents modes de transferts de fonds et leurs coûts, mais aussi à l’impact de ces transferts sur la pauvreté et l’inégalité de revenus au sein des ménages. Analysant cette question, en second lieu, cette thèse met en lumière les résultats des travaux les plus marquants, puis elle présente une étude empirique examinant les transferts des migrants burkinabè, leur utilisation et leur impact sur la consommation des ménages bénéficiaires, sur la pauvreté et sur l’inégalité des revenus.