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REVISTA CHILENA DE NUTRICIÓN
Rev Chil Nutr 2024; 51(1): 86-93.
DOI: 10.4067/s0717-75182024000100086
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© 2024 Sociedad Chilena de Nutrición, Bromatología y Toxicología. Este es un artículo open access bajo la licencia CC BY-NC-ND. Publicado por
Artículo de revisión
Evidencias del efecto del grano integral en las enfermedades
crónicas no transmisibles
Evidence of the effect of whole grains on chronic non-communicable diseases
Autores
Luis Valladares1 , Fernando Vio1*
1. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Universidad de Chile, Santiago, Chile.
Fecha de recepción: 26/09/2023
Fecha de aceptación: 21/12/2023
Fecha de publicación: 29/02/2024
*Correspondencia: Fernando Vio. Email: fvio@inta.uchile.cl
Resumen
Los cereales integrales son una categoría de alimentos fundamental para la dieta humana y representan una fuente invaluable de carbohidratos,
proteínas, bras, toquímicos, minerales y vitaminas. Muchos estudios han demostrado que el consumo de cereales integrales está relacionado con
un menor riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, varios de sus efectos positivos para la salud parecen desaparecer cuando
se renan los cereales. La pregunta de investigación es cuál sería el efecto de los cereales integrales en la prevención de enfermedades crónicas no
transmisibles. Este artículo describe los efectos positivos del consumo de cereales integrales en la prevención de estas enfermedades. Para ello, se
realiza una descripción narrativa que revisa los antecedentes disponibles sobre: a) situación epidemiológica en Chile y su relación con la alimentación;
b) consumo de cereales integrales en el mundo y en Chile; y c) el efecto del consumo de cereales integrales en la reducción del riesgo de enfermedad
cardiovascular. obesidad, diabetes tipo 2 y cáncer. Los antecedentes generales son muy alentadores sobre el efecto positivo del consumo de cereales
integrales sobre determinadas enfermedades, especialmente las de origen metabólico. Sin embargo, la incertidumbre de algunas asociaciones
negativas merece mayor atención.
Palabras clave: Granos integrales. Fibra dietaria. Obesidad. Diabetes 2. Enfermedades cardiovasculares.
Abstract
Whole grains are a fundamental food category for the human diet and represent an invaluable source of carbohydrates, proteins, bers, phytochemicals,
minerals and vitamins. Many studies have shown that consumption of whole grains is linked to a lower risk of chronic non-communicable diseases.
However, several of its positive health effects seem to disappear when grains are rened. The research question is what would be the effect of whole
grains in the prevention of Chronic Non-Communicable Diseases. This article describes the positive effects of whole grain consumption in these
diseases.To this end, a narrative description is made that reviews the available background on: a) epidemiological situation in Chile and its relationship
with diet; b) consumption of whole grains in the world and in Chile; and c) the effect of whole grain consumption on reducing the risk of cardiovascular
disease. obesity, type 2 diabetes, and cancer. The general background is very encouraging for a positive effect of whole grain consumption on certain
diseases, especially those of metabolic origin. However, the uncertainty of some negative associations deserves further attention.
Keywords: Whole grains. Dietary ber. Obesity. Diabetes 2. Cardiovascular diseases.
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L. Valladares et al. Evidencias del efecto del grano integral en las enfermedades crónicas no transmisibles
Introducción
La obesidad y las Enfermedades Crónicas No Transmisibles”
(ECNT) se han incrementado en forma importante en los
últimos años, en Chile y en el mundo. Según el Atlas Mundial
de Obesidad 2023, en el mundo había 2.603 millones de
personas con sobrepeso y obesidad de acuerdo al Índice
de Masa Corporal o IMC (indicador de estado nutricional
que se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos,
por el cuadrado de su estatura en metros) de más de 25
kg/m2, de los cuales 988 millones eran obesos (IMC>
30 kg/m2). Las proyecciones de sobrepeso y obesidad
al año 2035 son de 4.005 millones y de obesidad 1.914
millones de personas1. La diabetes es hoy día uno de los
principales problemas de salud pública a nivel mundial,
con 529 millones de personas, estimándose un aumento
a 2.310 millones el año 20502. Las enfermedades
cardiovasculares siguen siendo la principal causa de
muerte en el mundo, y el cáncer continúa aumentando,
pasando a ser la primera causa de muerte en países como
Chile en la última década3. En todas estas enfermedades,
la alimentación aparece como un factor fundamental junto
a otros riesgos ambientales y ocupacionales, como son
el consumo de tabaco, alcohol, baja actividad física, lo
que constituye un ambiente obesogénico y de alto riesgo
para las ECNT que afecta a la mayor parte de los países.
Chile no es una excepción a esta situación con un alto
consumo de pan hecho con harina de trigo blanca, que ha
sido un componente esencial de la dieta de los chilenos,
que consumen más de 90 kilos por habitante al año de
pan4. La harina más consumida en Chile es la harina de
trigo blanca o panadera, con 140 kilos por habitante al
año y la mitad es importada de Argentina, Estados Unidos
y Canadá. Es la base para la elaboración de muchos
productos alimenticios, como pan, pasteles, galletas, entre
otros. El pan con harina de trigo blanca es el producto más
consumido en Chile5.
En Chile, el consumo de harina integral es muy bajo y no
aparece en los registros de ODEPA. De ahí la necesidad
de conocer los benecios del grano integral (entero) y su
efecto positivo en la salud. Se entiende por grano integral
o entero el grano intacto de cereales, molido, partido o en
copos, que incluye el salvado, el germen y la parte más
interna del grano (el endospermo)6.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio es describir los
efectos positivos del consumo de granos integrales en la
prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles
(ECNT). Para este estudio, todos los materiales para la
revisión se buscaron en Pub Med y Google Schoolar en
el primer semestre del 2023, con las siguientes palabras
claves en inglés y en español, de acuerdo a los términos
Me SH: granos enteros, cereales integrales, dieta y
enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades
cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 y cáncer.
Además, se consideró el contenido disponible en libros,
informes o publicaciones de organismos nacionales e
internacionales reguladores y controladores de la salud
humana
Situación epidemiológica de Chile y su relación con la
dieta
En la década del 80 había desnutrición en Chile, agravada
por la crisis económica 1982-1986, la que disminuyó
rápidamente a nes de 1980, para desaparecer en los
inicios de la década de 1990, acompañado de un aumento
explosivo de la obesidad7.
Durante la crisis económica el pan fue el alimento principal
de las familias más vulnerables, llegando a consumirse
120 kilos por habitante al año en 1982-19838. Al disminuir
la desocupación y con un mayor ingreso, las personas
de nivel socioeconómico medio y bajo incrementaron
el consumo masivo de alimentos con alto contenido de
grasas, azúcar y sal, en especial de alimentos procesados,
disminuyendo levemente el consumo de pan blanco.
Lo anterior coincide con el cambio en el patrón de
consumo a nivel mundial hacia alimentos industrializados
en un mundo cada vez más global, lo cual inicia el aumento
de la obesidad en todo el mundo. Como consecuencia,
además de los alimentos procesados, se agrega la llegada
de cadenas de comida rápida que implantaron en Chile el
modelo de “dieta occidental” o “Western diet”9 que cambió
los hábitos de muchos países en el mundo, como fueron
los Latinoamericanos, China y la ex Unión Soviética, que en
pocos años dejaron de alimentarse de acuerdo a hábitos
ancestrales y comenzaron a hacerlo con los nuevos
patrones provenientes del modelo norteamericano.
El dato más antiguo del incremento de la obesidad es del
mapa nutricional del primer año básico de la Junta Nacional
de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) que muestra una
obesidad de un 7,5% en 1987; de 14,4 en 1996, de un 19,4
el año 2006 para llegar hasta un 24% el año 201910. Con la
pandemia de coronavirus, el aumento de la obesidad en
primer año básico fue aún mayor, ascendiendo a un 28%
el 202011 y a un 35% el 202112 (Figura 1), lo cual pone en
riesgo la salud futura del país por sus consecuencias en
las ECNT.
En adultos, los primeros datos nacionales se obtuvieron con
las Encuestas Nacionales de Salud 2003 que demostró un
23% de obesidad, que aumentó a 29% el 2010 y a un 34% el
2017 (Figura 2). En esas mismas encuestas la diabetes 2
se incrementó de 6% a 9% y a 12% ciento, respectivamente
en las tres encuestas (Figura 3). La hipertensión arterial
se mantuvo estable, pero con un desplazamiento a mayor
edad, en que un 74% de los mayores de 65 años presenta
hipertensión arterial13. Además, el cáncer en todas sus
formas pasó a ser la primera causa de muerte en el país 3.
La mayor parte de las ECNT están relacionados con la
dieta, donde llama la atención en Chile el bajo consumo de
frutas, verduras, legumbres, pescado y grano integral.
Consumo de granos integrales en el mundo y en Chile.
Latinoamérica
En un estudio transversal multicéntrico que incorpora
ocho países latinoamericanos (ELANS) que incluye a
Chile14, la ingesta de alimentos de grano entero representa
una parte sustancial de la dieta de la población (ingesta
Rev Chil Nutr 2024; 51(1): 86-93.
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media de 318 g/día o >10,5 porciones, considerando 30
g como una porción estándar de un producto alimenticio
de grano)15. Sin embargo, la ingesta de los alimentos de
grano que contienen grano integral fue extremadamente
baja en todos los países evaluados. Menos del 5% de
la ingesta total de alimentos de grano (14.7 g/día, <0.5
porciones) provino de alimentos que contenían grano
integral. En general, consumieron más grano entero los
participantes de edades más tempranas, los hombres y
las personas de niveles socioeconómicos más bajos. Sin
embargo, para los alimentos que contenían grano integral
se observó un patrón inverso, al ser más consumidos por
los participantes de mayores edades, mujeres y de niveles
socioeconómicos más altos.
Los granos enteros son el grupo de alimentos más
recomendado por las guías dietéticas basadas en
alimentos de América Latina, y también se incluye en las
representaciones visuales de las directrices de muchos
países16,17. Tortillas de maíz fritas, burritos y tacos, por
ejemplo, se ilustran en el caso mexicano, representaciones
visuales paraguayas y uruguayas, mientras que la quinua y
el amaranto estuvieron representados en el arco boliviano
de la alimentación18.
La mayoría de las directrices fomentan el consumo
de alimentos de grano en su forma de grano integral.
Sin embargo, las recomendaciones siguen siendo
predominantemente cualitativas, sin cuanticar las
cantidades que se requieren. Es difícil para la población
ser consciente de la cantidad de grano integral que se
necesita para lograr benecios para la salud. Además, la
ingesta de grano integral es el resultado de granos como
avena y quinua, y productos en base de cereales, por
ejemplo, pan integral y galletas de trigo, que contienen una
mezcla de diferentes granos y otros ingredientes. A pesar
Figura 1. Prevalencia (%) Obesidad primer año básico (6 AÑOS)
1987-2022. Mapa nutricional JUNAEB
Figura 2. Obesidad total en mayores de 15 años en Chile en tres encuestas nacionales de salud (2003, 2009-2010 y 2016-2017) de MINSAL
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L. Valladares et al. Evidencias del efecto del grano integral en las enfermedades crónicas no transmisibles
de los esfuerzos realizados para establecer un consenso
mundial sobre la cantidad de grano integral que debe
contener un alimento para ser etiquetado como integral,
esta denición depende de la legislación de cada país19,20.
Los resultados del estudio ELANS 14 indican que la ingesta
de alimentos que contienen grano integral en los países
de América Latina fue de aproximadamente 15 gramos
por día en 2015, muy por debajo de las recomendaciones
mínimas de 70 gramos al día de los países europeos21.
Un aspecto para mejorar la ingesta de granos integrales
en América Latina es que los alimentos que los contengan
sean más accesibles. Existen desigualdades dietéticas y
la evidencia apunta al precio más alto de estos alimentos
en comparación con las opciones equivalentes22-26. Esto se
apoya en que la literatura muestra que los participantes
en el nivel socioeconómico más bajo consumieron menos
alimentos con grano integral en comparación con aquellos
de niveles socioeconómicos más altos.
Resto del mundo
Las recomendaciones sobre la ingesta diaria de productos
integrales varían entre países. La Guía de Alimentos de
Canadá recomienda reemplazar los granos renados
con granos integrales, y en los Estados Unidos las guías
dietéticas recomiendan un nivel de consumo óptimo para
los productos integrales de un mínimo de 85 g por día.
El Centro Europeo de la Ciencia también hace hincapié
en la importancia del consumo de grano entero. Dentro
de la Unión Europea, los diferentes países, sin embargo,
tienen directrices distintas. La Agencia Nacional Sueca de
Alimentos, por ejemplo, recomienda un consumo diario de
aproximadamente 70 g para mujeres, mientras que para
hombres se recomienda 90 g. En Noruega, un consumo
diario de cereales integrales debe alcanzar de 70 a 90 g/
día21. Según la investigación hecho por Micha y otros27,
a nivel mundial, el consumo promedio de granos enteros
fue de solo 38 g/día. En general solo 23 de 187 países
mostraron un consumo promedio de granos integrales
superior a 2,5 porciones (~50 g) por día. El estudio indicó
que, a escala mundial, los niveles de consumo de granos
enteros están muy por debajo de los niveles recomendados
(al menos 2,5 porciones/día).
Consumo de granos integrales en Chile
El consumo de granos integrales en Chile es muy bajo
y solo se consume algo de quinoa, arroz integral y trigo
integral, pero ni siquiera están consignados en datos de
ODEPA del Ministerio de Agricultura, que solo describe
trigo blanco o panadero, que es el 80 por ciento del total,
y trigo candeal, que es un 20 por ciento5. El ELANS mostró
un bajo consumo en América Latina, incluido Chile, de
menos de 15 gramos por persona al día14.
En Chile las Guías Alimentarias nunca han considerado
recomendaciones para granos integrales, por ser su
disponibilidad muy baja y priorizar otros productos
saludables, como frutas y verduras, legumbres, pescados
y lácteos 28.
Efecto en las ECNT
Obesidad
La obesidad se ha asociado con una amplia gama
de enfermedades metabólicas, enfermedades
cardiovasculares, diabetes 2 y varios tipos de cáncer.
En general, la obesidad es actualmente la enfermedad
metabólica más común, aunque la prevalencia varía
ampliamente entre los diferentes países1.
Se reconoce ampliamente el efecto de la dieta inadecuada
en la génesis de la obesidad. Estudios epidemiológicos han
indicado que el uso regular de granos integrales conduce
a un menor riesgo de desarrollar obesidad29. Un estudio
transcultural de 16 cohortes de siete países demostró que
el IMC y el grosor del pliegue cutáneo subescapular fueron
asociados en forma inversa con el consumo total de bra
dietética, lo cual sugiere que la reducción de la ingesta
de bra es un factor clave en la acumulación de grasa
corporal30.
Durante un período de seguimiento de 12 años, un gran
estudio prospectivo en 74.091 mujeres indicó que el
consumo de granos enteros y el salvado reduce el
Figura 3. Diabetes Mellitus tipo 2 en mayores de 15 años en Chile en tres encuestas nacionales de salud (2003, 2009-2010 y 2016-2017)
Rev Chil Nutr 2024; 51(1): 86-93.
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riesgo de obesidad y aumento de peso en un 19% y 23%,
respectivamente31. En otro estudio prospectivo en 26.082
hombres, comparando el menor consumo con el mayor
consumo de granos enteros y salvado, el mayor consumo
llevó a un riesgo 23% menor de aumento de peso en un
período de seguimiento de más de 8 años32.
Según un estudio a corto plazo, el consumo de bra
dietética soluble de β-glucanos puede mejorar la
sensación de saciedad postprandial y reducir el peso
corporal y la ingesta de calorías. Los β-glucanos son
polisacáridos formados por cadenas de D-glucosa, unidas
por enlaces glucosídicos tipo beta. Las fuentes principales
de β-glucanos son cereales como avena, cebada, centeno
y trigo.
Los autores encontraron que el consumo de β-glucanos
de fuentes de cereales reduce signicativamente el peso
corporal. La capacidad de formación de gel de glucanos
solubles y otras bras solubles, así como la inuencia
de aumento de volumen de las bras insolubles, puede
estar relacionada con la saciedad prolongada33. Del
mismo modo, en estudios observacionales prospectivos
a largo plazo, la cantidad de ingesta de granos integrales
diariamente puede contribuir a una circunferencia de
cintura más pequeña, un IMC más bajo y menores niveles
de grasa corporal34,35.
Varios factores podrían explicar el efecto de los granos
enteros en el control del peso corporal. Los alimentos
integrales pueden mejorar la saciedad debido a su alto
volumen, baja densidad energética y menor palatabilidad.
La saciedad, que es el retraso en el retorno de apetito
después de una comida, producida por granos enteros,
puede demorar hasta varias horas después de comer.
Granos con alto contenido de bras solubles (tales como
la avena y la cebada) mejoran la viscosidad intraluminal,
prolongan el vaciamiento gástrico e inhiben la absorción
de nutrientes en el intestino delgado36.
Enfermedades Cardiovasculares (ECV)
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa
de muerte en el mundo. Según la Organización Mundial
de la Salud, 17,9 millones de personas murieron por
enfermedades cardiovasculares en 2019, lo que representa
un 32% de todas las muertes mundiales. Investigadores
predicen que para 2030, las ECNT representarán más
de tres cuartos de muertes globales y las ECV por sí
solas representarán más muertes en los países de bajos
ingresos que otras enfermedades, lo cual está relacionado
con la mala alimentación existente en esos países, junto
con la inactividad física, consumo de tabaco y alcohol37.
Un estudio en profesionales de la salud31 examinó el
consumo de granos enteros en cereales, salvado y germen
en términos de riesgo de enfermedades cardiovasculares,
utilizando los datos sobre la frecuencia de consumo de
alimentos. Una revisión sistemática ha documentado una
relación inversa signicativa entre el consumo de cereales
integrales y el riesgo de ECV, cáncer y otras causas
especícas de mortalidad38. Además, un estudio de
cohorte en una población activa española evaluó la relación
entre el tipo de bra dietética y los factores de riesgo de
ECV39. Al analizar muestras de sangre, el estudio anterior
encontró una asociación negativa entre el consumo de
bra dietética insoluble, colesterol total y presión arterial.
Por el contrario, la ingesta de bra dietética soluble tuvo
una relación inversa con el contenido de triglicéridos.
Los β-glucanos de los cereales son uno de los tipos más
comunes de bras dietéticas solubles que afectan el
riesgo de ECV.
Después de revisar datos cientícos, la Administración
de Alimentos y Medicamentos de EEUU aprobó una
declaración de que las bras de granos enteros pueden
reducir el riesgo de enfermedades cardíacas40. Estos
hallazgos apoyan el consejo de que las personas coman
más granos integrales para mejorar su salud.
Basado en los estudios anteriores, los benecios para la
salud de los granos enteros están asociados con las bras
y los ácidos fenólicos, que se encuentran principalmente
en el salvado y la fracción germinal de los granos enteros.
Aunque los procesos subyacentes de estos efectos no
se comprenden completamente, es probable que estén
estrechamente relacionados con la actividad antioxidante
de los granos enteros41.
Los estudios prospectivos futuros pueden abordar la
cuestión de si la ingesta de cereales integrales está
directamente relacionada con las ECV y si las asociaciones
son principalmente por ácidos fenólicos, bras dietéticas
o algún otro aspecto relacionado con la dieta.
Diabetes 2
En el mundo el incremento de la diabetes junto a la
obesidad es alarmante, producido por la alimentación no
saludable con predominio de cereales renados, carnes
con grasas saturadas, azúcar y bajo consumo de frutas,
verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales,
lo que ha llevado a la pandemia de obesidad, junto a
cambios demográcos como es el envejecimiento42. Un
estudio de seguimiento de la salud de profesionales en
42.898 hombres encontró que aquellos que consumieron
aproximadamente tres porciones de cereales integrales por
día tuvieron un 37% menos probabilidades de desarrollar
diabetes 243. Los datos reunidos en estudios de cohorte
prospectivas muestran que la ingesta de granos enteros
reduce el riesgo relativo de diabetes 2 en un 30%44.
En la diabetes 2 grave, la patogénesis implica el
debilitamiento de las células de los islotes beta pancreáticos
o la resistencia a la insulina o ambas. La resistencia a la
insulina es la causa subyacente de la diabetes 2 y obesidad.
La sensibilidad a la insulina normalmente cambia durante
el ciclo de vida, como se muestra durante el embarazo,
pubertad y proceso de envejecimiento45.
La sobreexpresión de citoquinas, como interleucina-6 (IL-
6), IL-1, leptina, inhibidor del activador del plasminógeno-1
(PAI-1), proteína quimiotáctica de monocitos 1 (MCP-
1, angiotensina y factor de necrosis tumoral α (TNF-α)
brinógeno, causan inamación y junto a la acumulación
de lípidos está relacionada con la conexión entre la
resistencia a la insulina y la diabetes 2. Sin embargo,
teniendo en cuenta la ventaja nutricional de los granos
enteros sobre los granos renados, los granos enteros
deben recomendarse como parte de una alimentación
saludable para prevenir estos efectos46.
91
L. Valladares et al. Evidencias del efecto del grano integral en las enfermedades crónicas no transmisibles
Cáncer
Según el informe 2021 de la Organización Mundial de la
Salud, el cáncer representó más de 10 millones de muertes
para 2020 y se considera una de las principales causas
de muerte en todo el mundo. Sus principales factores de
riesgo son el consumo de tabaco y alcohol, el alto IMC,
la falta de actividad física, y dieta por una baja ingesta de
frutas y verduras47. Numerosos estudios han encontrado
que hay una fuerte evidencia de un vínculo entre la ingesta
de granos enteros y un menor riesgo de enfermedades
cancerosas. El consumo de granos enteros puede prevenir
el cáncer debido a la microbiota intestinal, la síntesis de
ácidos grasos de cadena corta, reducción del tiempo de
tránsito, prevención de la resistencia a la insulina y actividad
antioxidante de los ácidos fenólicos que protegen uniendo
carcinógenos y modulando la respuesta glucémica. Este
efecto antioxidante se debe a sus ácidos fenólicos que
alivian el estrés oxidativo. Los ácidos fenólicos en el
grano entero afectan las vías de transducción de señales
celulares, y por lo tanto inuyen en el comportamiento de
las células cancerosas, como la proliferación, la apoptosis
e invasión48.
Un meta análisis de seis ensayos sobre granos enteros
encontró que tres porciones (90 g/día) de granos enteros
puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal en un 17%49.
Una revisión de 40 estudios sobre el cáncer gastrointestinal
reveló que aquellos que consumían grandes cantidades
de granos enteros tuvieron una reducción en el riesgo de
cáncer del 21%, en comparación con el 43% en los sujetos
con bajo consumo50.
Un meta análisis de más de 780.000 individuos que
combinan resultados de estudios realizados en los Estados
Unidos, el Reino Unido y los países escandinavos concluyó
que las personas que consumían 70 g de granos enteros al
día tenían un 22% de menor riesgo de mortalidad total, un
riesgo 23% menor de mortalidad por ECV y un riesgo 20%
menor de mortalidad por cáncer51.
Sin embargo, un estudio de 58.279 hombres52 no mostró
ningún vínculo entre la bra dietética y el cáncer colorrectal.
Otros estudios de cohortes han indicado una reducción en
la incidencia de cánceres, como colorrectal en mujeres53,
boca/garganta y tracto digestivo superior54 y cáncer de
endometrio55. En otro estudio de cohorte, se encontró que
consumir más granos enteros puede reducir la incidencia
de cáncer colorrectal en las mujeres en un 19%56.
A pesar de carecer del apoyo de los estudios clínicos, los
estudios preclínicos proporcionan un fuerte mecanismo
molecular para la actividad anticancerígena de los ácidos
fenólicos de los granos enteros. Por ejemplo, se encontró
que tanto el ácido ferúlico como el ácido p-cumárico
estaban asociados con la inhibición del crecimiento celular
mediante la modulación de las fases del ciclo celular en
las células de cáncer de colon57.
En un estudio preclínico58 se utilizaron líneas celulares
de cáncer de pulmón y de colon humano para demostrar
que el ácido cafeico, el ácido ferúlico o el ácido
p-cumárico inhiben la adhesión celular y migración, que
son mecanismos importantes en la metástasis tumoral.
Estos hallazgos preliminares indican los benecios para la
salud de los ácidos fenólicos en granos integrales en la
prevención del cáncer.
Conclusiones
Los antecedentes de la literatura indican que la ingesta de
cereales integrales aporta benecios sustanciales para
la salud humana. Llama la atención el bajo consumo en
Chile de granos integrales, así como también el de frutas,
verduras, legumbres y pescado, todo lo cual aumenta el
riesgo de las ECNT. Los resultados son bastante coherentes
y al menos para el cáncer colorrectal y diabetes 2, hay un
nivel convincente de pruebas que indican causalidad. La
contribución de los cereales integrales al aumento de
la ingesta diaria de bra parece ser crucial para explicar
los mecanismos biológicos que subyacen a estas
asociaciones. Las vinculaciones entre consumo de granos
integrales en ECV y obesidad son relevantes, pero menos
robustas y requieren más investigación. Un aspecto crítico
puede ser el cuidadoso cumplimiento de las deniciones
de cereales integrales y la cuanticación de la ingesta
especíca de ellos en los diferentes países.
En conclusión, una mayor ingesta de cereales integrales
totales se asocia con una reducción del riesgo de las ECNT,
especialmente cáncer y diabetes 2. Por lo tanto, promover
su consumo en nuestro país y reducir el consumo de harina
de trigo renada blanca, es una tarea pendiente.
Financiamiento
El presente artículo no ha recibido ninguna beca especíca
de agencias de los sectores público, comercial o con
ánimo de lucro.
Conicto de interés
Los autores declaran no tener conicto de interés.
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