Content uploaded by Federico Gerardo Zúñiga Bravo
Author content
All content in this area was uploaded by Federico Gerardo Zúñiga Bravo on Feb 22, 2024
Content may be subject to copyright.
Content uploaded by Federico Gerardo Zúñiga Bravo
Author content
All content in this area was uploaded by Federico Gerardo Zúñiga Bravo on Feb 01, 2024
Content may be subject to copyright.
PRODUCTOS
TURÍSTICOS
CULTURALES
~Casos de estudio
Diana Castro-Ricalde | Omar Trejoluna Puente | Ismael Rodríguez Herrera
Coordinadores
PRODUCTOS TURÍSTICOS CULTURALES:
CASOS DE ESTUDIO
Diana Castro-Ricalde
Omar Trejoluna Puente
Ismael Rodríguez Herrera
Coordinadores
Prólogo
Agustín Santana Talavera
Para garantizar la calidad, pertinencia académica y cientíca de esta obra, el manuscrito
fue sometido a un riguroso arbitraje por medio de dictaminado a doble ciego, emitido
por académicos especialistas en la materia, avalados por la Academia Mexicana de In-
vestigación Turística.
Primera edición, 2023.
D.R. © 2023, Academia Mexicana de Investigación Turística
Francisco King 210, Col. Esterito
La Paz, Baja California Sur, México.
CP. 23020
Imágenes de portada: Shutterstock /José de Jesus Churion Del, Yolka,
NightEyez, nastykrause
Diseño editorial: Santi Ediciones
ISBN: 978-1-66640-689-4
Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico
ÍNDICE
Prólogo ................................................................................................9
Introducción ........................................................................................ 13
ASPECTOS GENERALES ......................................................................21
Productos turísticos culturales en el ámbito rural. Tendencias
para su desarrollo a corto y mediano plazo .........................................23
Maribel Osorio García
CASOS DE ESTUDIO ...........................................................................53
Ecología de saberes en los productos turísticos rurales desde
el programa de servicios ambientales culturales ................................. 55
Rebeca Osorio-González
Víctor Manuel López-Guevara
Carlos Rubén Aguilar-Gómez
Cultura, turismo y adaptación al cambio, en la Ruta Moche-Perú ......91
Elena Zapata Mendoza
La gestión del patrimonio del Centro Histórico: retos
y oportunidades del turismo cultural pospandemia en
Zacatecas, México ................................................................................ 125
María Guadalupe Alicia Navarro Flores
Celia Torres Muhech
María Lorena Salas Acevedo
Las capillas de indios en San Miguel de Allende, Guanajuato,
una oportunidad de desarrollo regional .............................................. 141
Rocío Esquivel Ríos
Araceli Martínez Sánchez
Casas y haciendas rurales de Jalisco, una propuesta de rescate
de la cultura regional a través del turismo ..........................................165
Carlos Gauna Ruiz de León
Alfonso Zepeda Arce
Lorena Trinidad Medina Esparza
Red de recintos culturales de Manzanillo: una iniciativa
de puesta en valor del capital cultural portuario .................................193
Carlos Ramírez Vuelvas
Rafael Covarrubias Ramírez
El Tianguis de Domingo de Ramos en Uruapan, Michoacán, como
producto turístico. Estrategias de gestión, promoción y consumo
cultural del patrimonio artesanal........................................................215
Federico Gerardo Zúñiga Bravo
Turismo y mezcal en el Estado de México. Un análisis exploratorio
de su promoción en páginas electrónicas institucionales ...................247
Gerardo Novo Espinosa de los Monteros
Conclusiones .......................................................................................275
215
u
El Tianguis de Domingo de Ramos en
Uruapan, Michoacán, como producto
turístico. Estrategias de gestión, promoción
y consumo cultural del patrimonio artesanal1
Federico Gerardo Zúñiga Bravo
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Introducción
Desde nales del siglo XIX y principios del XX la producción artesanal de
pueblos y comunidades indígenas-campesinas se volvió objeto de interés en
diversos ámbitos académicos, institucionales y artísticos2. Muestra de ello
fue la primera Exposición Nacional de Arte Popular, inaugurada el 19 de
septiembre de 1921 como parte de los festejos por el centenario de la Inde-
pendencia de México, a iniciativa del antropólogo Miguel Othón de Mendi-
zábal con el propósito de “regenerar las artes e industrias indígenas” (Novelo,
1 Este trabajo forma parte de los avances de investigación del proyecto “Turismo cultural
y gestión del patrimonio territorial en el estado de Michoacán”, nanciado y adscrito al
Sistema Institucional de Proyectos INAH, con folio 35556.
2 Por ejemplo, Las artes populares en México, obra del pintor y escritor Gerardo Murillo, mejor
conocido como el Dr. Atl, publicada en 1922, la cual le fue encomendada como parte del catá-
logo mencionado líneas arriba, destaca la calidad e importancia de la creatividad y talento de
los pueblos indígenas en el manejo de técnicas y materiales para la producción artesanal.
216
2015, p. 32), no solo se logró un reforzamiento de la identidad mexicana a
partir del rescate de rasgos y tradiciones emanadas de dichas comunidades,
sino que la producción artesanal se constituyó como el artíce cultural de la
nación y, en el marco de la historia del arte mexicano, un referente para que
artistas plásticos integraran a sus repertorios iconográcos un vocabulario
estético que distinguiera su trabajo. Además de ser considerada un posible
polo de desarrollo del comercio y la pequeña industria.
A partir de esta premisa, el tema de la cultura y las artes populares –entre las
que están consideradas las expresiones de los pueblos indígenas y campesinos,
categorizadas también como artesanías– ha sido estudiado en México desde
una perspectiva histórica tomando como punto de partida los estereotipos
(populares)3 y rasgos que moldearon la identidad (González, 2017), producto
del nacionalismo posrevolucionario e impulso al indigenismo como política de
Estado que pretendía integrar a los pueblos indígenas al desarrollo nacional.
Sin embargo, un giro importante en la apreciación y valoración de dichos
estereotipos ligados al espacio rural4, la cultura y el arte popular ocurre de
manera paralela con el desarrollo turístico del país. Ejemplo de ello es México/
this month, (México/Este mes) revista editada por la antropóloga y periodista
Anita Brenner entre 1955 y 1971. Publicación a través de la cual se buscó
fomentar y enriquecer el diálogo intercultural, político y económico entre
México y Estados Unidos por medio de un turismo informado, enfocado en
la cultura y las artes, además de impulsar las tradiciones artesanales y exaltar
las festividades rituales como el Día de Muertos.
Si se considera que la promoción turística de México se sostuvo, prin-
cipalmente en el extranjero, sobre un imaginario basado en las diferentes
formas de retratarlo en términos de tradición y como contenedor de valores
estéticos y espirituales que exaltaban la riqueza cultural del pueblo mexicano
(Ettinger, 2010), cabe resaltar que este aparece con fuerza en las primeras
décadas del movimiento nacionalista posrevolucionario y se aanza a me-
diados de siglo a través de numerosas manifestaciones literarias5, incluyendo
obras de cción de escritores extranjeros, textos que documentan las artes
3 Sobre los estereotipos culturales-populares, y su vínculo con el nacionalismo, véase Pérez
Montfort (1994; 2007; 2019).
4 En términos visuales, además de los paisajes exóticos y en aquello que se denominó como
la “naturaleza misteriosa” de las ciudades prehispánicas, México se pensaba como un país
formado por indígenas y mestizos, aunque también se difundió la imagen del ranchero
o charro que llamaba la atención por su peculiar indumentaria, por su trato y su alegría
festiva. Por lo que el charro se convirtió en la imagen del México rural.
5 Aunque ya existen antecedentes de estos registros desde el siglo XVI hasta nuestros días
(siglo XXI), como ha documentado el historiador José N. Iturriaga (2018).
217
y las artesanías, representaciones grácas y plásticas y publicaciones especia-
lizadas, enfocadas a orientar al turista con el propósito de conocer los lugares
más representativos del país (guías para viajeros). De manera que:
El ujo de extranjeros a México ha sido tan grande como la fuerza de atracción
de nuestro país, verdadero imán a lo largo de cinco siglos. Varios de los viaje-
ros dejaron sobre el papel relatos, diarios de viaje, investigaciones, informes,
poemas, novelas, cartas, escritos en los que es frecuente la alusión a nuestro
arte popular en cualquiera de sus manifestaciones. (Iturriaga, 2018, p. 17)
Lo que propició la presencia de varios fotógrafos, artistas e intelectua-
les, mayoritariamente de Estados Unidos (Frances Toor, Katherine Anne
Porter, René d’Harnoncourt y Edward Weston, entre otros), que ayudaron a
crear una nueva apreciación de la cultura mexicana, particularmente de las
tradiciones indígenas y el arte popular; contribuyendo de esta manera a la
consolidación de la identidad artística y cultural mexicana del siglo XX.
Esta inuencia se debe también al libro de Anita Brenner “Ídolos tras los
altares”, editado en 1929 e ilustrado con fotografías de Edward Weston y Tina
Modotti, obra que contribuyó a edicar un imaginario sustentado en una
nueva visión de “lo mexicano” y que retomaba la obra de los fotógrafos viajeros
decimonónicos, como el fotógrafo norteamericano William Henry Jackson.
De forma paralela, como resultado de esta apreciación y valoración del
arte y la cultura popular mexicana numerosos estados, regiones y poblacio-
nes del país6, comenzaron a adquirir notoriedad como incipientes destinos
turísticos, a partir de su promoción y difusión mediante diferentes estrate-
gias propagandísticas impresas y otros medios de comunicación (guías de
viajero, aches, revistas especializadas7, notas de prensa, además de otras
representaciones visuales8). Aunado a la organización de excursiones para
6 De acuerdo con Mercado (2021), a través de la prensa escrita entre 1886 a 1945 se pueden
identicar algunos de los destinos turísticos más importantes de la época: las playas de
Cuyutlán, el Lago de Pátzcuaro, Morelia, Uruapan, Mazatlán, Santiago Miramar, Colima,
Mazatlán, Ciudad de México, Teotihuacán, Guadalajara, el Salto de Juanacatlán, Chapala,
Barra de Navidad, el Volcán de Colima, las Grutas de Cacahuamilpa, Veracruz, Cuerna-
vaca, Cuautla, así como los balnearios del estado de Morelos, o las ciudades de Puebla,
Oaxaca, Mérida y Acapulco, entre otros sitios.
7 Ejemplo de ello es Mexican Folkways, editada por Frances Toor. Publicación especializada
en difundir la cultura mexicana y las artes populares como forma de exaltar los elementos
más representativos de lo que se identicaba con el estereotipo de lo “auténticamente
mexicano”, en términos de folclor.
8 Al respecto, se puede consultar el compendio gráco “México. Tierra del encanto”. Obra
que compila alrededor de 400 impresos: libros, revistas folletos, carteles, postales, calen-
218
visitantes nacionales y extranjeros con el n de apreciar el patrimonio arqui-
tectónico de diferentes periodos de la historia nacional, paisajes naturales
y poblaciones tipicadas como folclóricas y distintivas del “ser mexicano” en
el ámbito rural.
La importancia en señalar estas estrategias de promoción se debe a que
fueron parte del proceso de internacionalización del turismo en los países
que apostaban por esta actividad como vía de desarrollo, a partir de la bús-
queda y desplazamiento hacia lugares exóticos (Zizumbo, 1987), y México no
fue la excepción. Basta referir las excursiones promovidas por asociaciones
como la:
[… Press Association, encabezada por el ex gobernador de California W.
Richardson; así como tres grandes contingentes procedentes de Chica-
go que visitarían Guaymas, Mazatlán, Guadalajara, Pátzcuaro, Uruapan,
Cuernavaca, Orizaba, Guanajuato y León. (El Informador, 7 de febrero de
1936, p. 3, citado en Mercado, 2021, p. 377)
Además de corporaciones internacionales como Sunset Magazine, Better
Homes & Gardens, National Geographic y American Airlines (Zizumbo,
1987).
Como se puede apreciar, entre esos incipientes destinos turísticos a prin-
cipios del siglo XX conviene destacar la mención de poblaciones como More-
lia, Pátzcuaro y Uruapan, ubicadas en el estado de Michoacán, al occidente
de México. Lo que permite atestiguar la relevancia que hasta el día de hoy
mantienen como parte de los principales referentes en materia de turismo
cultural en dicha entidad.
La turisticación, o producción del espacio turístico, en Michoacán es un
proceso histórico continuo, cuyo mayor auge se produjo en la región Lacustre
de Pátzcuaro y la Meseta Purhépecha (Kemper, 1987). Ejemplo de ello es la
creación de un “Pátzcuaro típico” durante el gobierno del Gral. Lázaro Cár-
denas del Río como parte de las políticas artísticas y culturales propuestas
en su gestión en calidad de presidente de la República (1934-1940), y en el
contexto del nacionalismo posrevolucionario, aunque este impulso también
se dio en otros municipios urbanos como Morelia y Uruapan.
darios, efemérides, entre otros, el cual se puede considerar un recorrido visual por las
imágenes que denieron al México posrevolucionario, periodo histórico en el que se buscó
una iconografía propia que atrajera la visita de turistas norteamericanos, además de
exhibir la riqueza narrativa y estética expresada en la producción gráca de una época que
buscaba rearmar la identidad nacional (López y Oles, 2022).
219
Esta iniciativa, creada desde la política nacional y estatal, tuvo como
propósito hacer de Pátzcuaro un modelo a escala regional que contribuyera
a estimular la economía de Michoacán, al tratar de convertir la población en
un centro de recreación para gente adinerada. Para lo cual fue fundamental la
incorporación del patrimonio arquitectónico, la creación ex profeso de vistas
panorámicas (hacia el lago de Pátzcuaro), monumentos y espacios “tradiciona-
les” como los mercados, entre otros elementos paisajísticos y manifestaciones
étnico-culturales de los pueblos purhépechas asentados en la ribera de la zona
lacustre, que terminaron por conformar el principal inventario de recursos tu-
rístico-patrimoniales a promover (Jolly, 2018). De manera que la suma entre
arte y turismo, como parte de este experimento gubernamental en términos de
políticas culturales y turísticas se puede considerar uno de los antecedentes del
actual programa Pueblos Mágicos, que opera en la actualidad a nivel nacional.
Es por lo que, hoy en día todavía se considere a las ciudades de Morelia,
Pátzcuaro y Uruapan como los grandes ejes económicos y de servicios de la
región (Plan Estratégico Ruta Don Vasco 2010-2025), a lo cual se suman nu-
merosas estrategias para su posicionamiento como destino preferencial de
turismo cultural, a partir de la creación de lugares para consumo turístico, el
fortalecimiento e incremento de ferias, festivales, eventos masivos, museos
y rutas temáticas. Estrategias que se han constituido como las principales
acciones en términos de infraestructura cultural y turística, aunado a la am-
pliación de la oferta de productos y servicios vinculados a la gestión y puesta
en valor del patrimonio arquitectónico-histórico, cultural y natural.
Muestra de ello es la producción artesanal de las diferentes regiones en
la entidad, cuyo principal escenario –visto como espacio de promoción, con-
sumo, exhibición, y comercialización– es el Tianguis Artesanal de Domingo
de Ramos en la ciudad de Uruapan.
Por consiguiente, el objetivo de este trabajo es mostrar la transformación
del tianguis artesanal, cuyos orígenes se remontan a 1959 –de acuerdo con
los testimonios de los integrantes del Consejo de la Crónica y la Historia del
Municipio de Uruapan y del ingeniero y promotor cultural Benjamín Apan–
el cual ha trascendido hasta la actualidad (2023), al situarse como uno de los
eventos artesanales más importantes a nivel estatal por su impacto econó-
mico, sociocultural e identitario para este municipio michoacano.
Y que forma parte de un proceso histórico-cultural de larga duración que,
como producto turístico contribuye, por un lado, en la diversicación de la
oferta turística a nivel regional-estatal en el marco del turismo cultural. Por el
otro, en la gestión de las tradiciones artesanales –signicadas como parte de
las “tradiciones estéticas indígenas” (Izaguirre, 2015)– de las comunidades
productoras, asentadas en las diversas regiones que conforman a la entidad.
220
Si bien no es un ejercicio exhaustivo, a grandes rasgos se busca ilustrar la
conversión del tianguis como espacio de comercialización, promoción y con-
sumo del patrimonio artesanal de las comunidades productoras en el estado
de Michoacán, y como herramienta de gestión desde el marco de las políticas
económicas, turísticas y culturales estatales. Además de la relevancia que ha
adquirido, como parte de su puesta en valor en calidad de producto turístico
cultural-patrimonial.
En términos metodológicos, se acude a la revisión de fuentes bibliográ-
cas, hemerográcas y cibergrácas para explicar el desarrollo histórico del
tianguis en el contexto de las festividades religiosas de Semana Santa en
Michoacán y la ciudad de Uruapan. Lo que se complementa con el registro
etnográco-netnográco y entrevistas semiestructuradas, mediante las cua-
les se identica la diversidad de actores, instituciones y acciones que inter-
vienen en su consolidación como producto turístico cultural al ser catalogado
como uno de los espacios más importantes de Latinoamérica en materia de
gestión, difusión, comercialización y consumo turístico-cultural del arte
popular de los pueblos indígenas de la entidad.
Artesanías, consumo cultural y turismo
A partir de las aportaciones de Victoria Novelo para tratar de explicar el
concepto de artesanías –concepto nacido en la etapa de desarrollo del capita-
lismo mexicano– (Novelo, 2015), que comprende las producciones manuales
con un valor de uso en la vida doméstica y ritual del campesinado, funda-
mentalmente indio, que destacan por un “plus” de tipo estético como valor
añadido que va de la mano de estilos locales o regionales, el cual contribuye
a legitimar esas hechuras que se expenden para turistas o en los museos de
arte popular bajo la denominación “artesanías mexicanas” (Novelo, 2015), es
menester subrayar que la distinción entre artesanía o arte popular lleva una
fuerte carga ideológica.
Lo enunciado con anterioridad conlleva, desde el posicionamiento y es-
pecialización de diferentes actores que las denen, reexionar sobre aquello
que es llamado arte y es conceptualizado a través de procesos de legitimación
propios de su campo y desde categorías y tradiciones occidentales (Izaguirre,
2015). Lo que se contrapone a las obras de creadores no occidentales bajo
diversas denominaciones (arte popular, arte primitivo, artesanía, arte indí-
gena, arte étnico, entre otros), pero menos “arte” a secas.
De ahí que la diferencia entre ambas (arte y artesanía) “no debe implicar
la subalternidad desde la que los creadores y sus obras se ven obligados a
221
relacionarse con la cultura hegemónica” (Izaguirre, 2015, p. 143). Es por lo
que, en el caso de este trabajo, se usarán ambos (arte –popular o indígena–
y artesanía), además del concepto de patrimonio artesanal para hablar de
las creaciones de las comunidades –en su mayoría purhépechas– provenien-
tes de los cuatro pueblos indígenas de Michoacán que asisten a la ciudad de
Uruapan para comercializar su producción. Cuyas ventas les permiten sub-
sistir buena parte del año.
Respecto a esto último, desde una perspectiva económica de las arte-
sanías, la creciente demanda de bienes simbólicos, cuya carga identitaria,
cultural y étnica es cada vez más apreciada por diversos sectores de consumi-
dores (entre los que destacan coleccionistas, museos, galerías y turistas me-
diante la adquisición de piezas de arte popular-artesanal) da cuenta de que
estos procesos productivos están inmersos en la lógica del capital global, lo
que inuye en la reconguración de su producción y canales de circulación y
consumo (Aguilar, 2003). Aunado a su papel en la construcción de la imagen
y consolidación de un destino turístico (De Mello y Ciliane, 2015).
Lo anterior conlleva conciliar lo identitario y lo comercial (Benedetti,
2014) con las numerosas estrategias emprendidas por los creadores cultura-
les (artesanas y artesanos en este caso) para que la elaboración de artesanías,
signicadas como patrimonio artesanal, arte popular, arte indígena, etnoar-
tesanías o etnomercancías9 (Comaro y Comaro, 2011; Escalona, 2016)
sigan contribuyendo –en términos de etnomarketing (Páramo, 2005) y como
factor de competitividad social (etnocompetitividad) (Lugo, Ramírez, Nava-
rro y Estrella, 2008)– a la subsistencia de las unidades domésticas donde se
producen. Además de que esto garantice su venta y permita la continuidad de
la reproducción social y económica de los talleres familiares.
De acuerdo con la Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM), en
2014, las artesanías10 contribuyeron con el 20.3 % del producto interno
bruto (PIB) del sector de la cultura, esto es, el 0.6 % del PIB nacional, lo que
produjo $ 91,612 millones de pesos del producto interno bruto, cifra mucho
9 Aquellas mercancías (objetos y prácticas) que son producidas bajo ciertas características
culturales y cómo estas mismas especicidades culturales les insertan otro tipo de valores
para posicionarlas en mercados particulares, donde se enarbolan como “auténticas”. En
consecuencia, la producción de estos objetos y su signicado de autenticidad adquiere un
valor simbólico extra, que antes no tenía.
10 Alfarería y cerámica; bras vegetales y textiles; madera, maque y laca, instrumentos mu-
sicales y juguetería; cartón y papel, plástica popular, cerería y pirotecnia; metalistería,
joyería y orfebrería; lapidaria, cantería y vidrio; talabartería y marroquinería; y alimentos
y dulces típicos. Todo ello es lo que está considerado en el rubro de “Artesanía”, en el marco
de la Cuenta Satélite de la Cultura de México (Inegi, 2014).
222
mayor a lo que generaron en su conjunto las artes escénicas, espectáculos,
artes plásticas e industria editorial. Es decir, respecto al gasto que realizan
los hogares en bienes y servicios culturales, el monto destinado a la adqui-
sición de artesanías asciende a $ 157,654 millones de pesos, esto es 44 de
cada 100 pesos del gasto total de los hogares en consumo cultural. Gasto
que es 13 veces mayor al que realizan los visitantes extranjeros por el mismo
concepto (Inegi, 2014). Lo que se puede interpretar como gasto efectuado en
el contexto de la actividad turística nacional (consumo interno).
A partir de que las artesanías han sido incorporadas a la noción de pa-
trimonio cultural (Unesco, 2004) como resultado del cúmulo de técnicas,
tecnologías, materiales, utensilios, conocimientos, modos de producción,
contextos socioculturales en las que son elaboradas y transmitidas de una
generación a otra, la Ley de Fomento de Desarrollo Artesanal del Estado de
Michoacán de Ocampo, en su Capítulo 1., Artículo 3, señala que las artesa-
nías originarias del estado serán consideradas como parte de su patrimonio
y relevantes en su historia, identidad y cultura.
Sin embargo, conviene señalar que su patrimonialización (categoría vista
como valor agregado) por instituciones nacionales e internacionales ha in-
ducido por igual a su integración al mercado del turismo (cultural), al ser la
adquisición de arte popular (patrimonio artesanal) una de las actividades de
mayor interés para los turistas11. Es por lo que, en un esfuerzo por atraer al
turismo, algunas ciudades recurren a eventos culturales para crear o apoyar
nuevas marcas de ciudades, parte de una tendencia que exige que estas se di-
ferencien en función de sus ofertas culturales, y como forma de competir con
otros destinos. Lo que ha propiciado una mayor inversión en la preservación,
gestión y difusión de los recursos patrimoniales (Lyck, Phil y Allon, 2012).
En ese sentido, las estrategias más frecuentes para la promoción, gestión
y comercialización de las artesanías son ferias, exhibiciones, concursos y
eventos masivos, al considerarlas parte de la oferta cultural y estrategia de
marketing de los destinos donde ocupan un lugar preponderante como parte
de la marca-ciudad. De manera que los festivales y eventos, en todas sus ca-
tegorías y dimensiones, cuentan con una funcionalidad turística importante,
lo que ha inuido a que en diversas ciudades a nivel global haya un creciente
interés en la creación de eventos y festivales con el n de mejorar su imagen,
estimular su desarrollo urbano y atraer visitantes e inversiones (Richard
y Wilson, 2014, citado en Richard y Ruiz, 2017).
11 Las otras dos actividades más relevantes que realizan los turistas son: consumir la gastro-
nomía local y recorrer centros históricos (Rivera y Peralta, 2016).
223
En consideración de lo anterior, en el marco de las políticas públicas
contemporáneas (turísticas y económicas), entre las acciones emprendidas
por parte del Estado mexicano conviene mencionar el Acuerdo Nacional por
el Turismo (2011), propuesto en la administración del político michoacano
Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012). Iniciativa gubernamental y sectorial
en la que se buscó una:
[…] mayor difusión y promoción de las creaciones de artesanías como un
atractivo de calidad para el turismo, involucrando directamente así a las
comunidades a partir de […] diseñar una estrategia de diferenciación de
productos artesanales de calidad para fortalecer la identidad de las locali-
dades turísticas12. (Gobierno Federal, 2011, p. 20)
Así, mercados artesanales como el de la Ciudadela (creado en la década de
1960) y San Juan en la Ciudad de México13, el tianguis artesanal de Tonalá,
Jalisco, la creación de Corredores Turísticos Artesanales propuestos por el
Fondo de Fomento Artesanal para las Artesanías (Fonart) y la Secretaría de
Turismo Federal (Sectur)14, la planeación y diseño de rutas para visibilizar
la producción artesanal –como la Ruta Mágica de las Artesanías en Oaxaca,
o la Ruta Don Vasco en Michoacán, compuestas por numerosos municipios
y comunidades–.
Asimismo, su inclusión en la oferta de Pueblos Mágicos que se distinguen
por ser poblaciones productoras de artesanías (como ocurre con los Pue-
blos Mágicos de Michoacán: Tzintzuntzan, Santa Clara del Cobre, Paracho,
Tlalpujahua y Pátzcuaro); además de las diferentes modalidades turísticas
(turismo cultural, turismo rural, agroturismo, turismo de base comunitaria,
turismo indígena) que las integran a sus repertorios de actividades y recur-
sos para ofrecer al visitante dan cuenta de la potencialidad que el patrimonio
12 Estrategia que estaría a cargo de la Secretaría de Turismo en colaboración con otras de-
pendencias, como el Consejo de Promoción Turística de México, Fonart y la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (hoy INPI).
13 Sin olvidar el Centro Artesanal Buenavista, desaparecido en 2011. Se ubicaba a un costado
de la Biblioteca Vasconcelos y en las cercanías de la antigua estación de Ferrocarriles, el
cual llegó a ser considerado como uno de los espacios más importantes para la adquisición
de piezas artesanales procedentes de todo el país.
14 Cuyo n es permitir al turista conocer y visitar los espacios dedicados a la elaboración
y comercialización de artesanías, consideradas parte de la identidad de un pueblo y que
pueden encontrarse en el mismo o sus alrededores. Actualmente existen alrededor de
33 corredores turísticos artesanales en diversos estados de la república (Aguascalientes,
Campeche, Chiapas, Colima, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Pue-
bla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas).
224
artesanal ocupa para las comunidades receptoras y productoras. Mientras
que, para los turistas, son motivo de interés como actividad complementaria
del paseo y la compra de recuerdos (Varisco y Campoliete, 2014), en calidad
de souvenirs.
Respecto al término souvenir es menester apuntar, de acuerdo con Hitch-
cock (2005), que este es un recuerdo de un lugar u ocasión, algo que literal-
mente es una fuente de evocación con base en la autenticidad de los artículos
de consumo como las artesanías, los alimentos y las artes del espectáculo
para el turismo. Lo que, junto a los procesos de patrimonialización, turisti-
cación y mercantilización de la cultura, resulta en una “souverinización” de
la cultura material e inmaterial y alimentaria. Por tanto, no es casual que la
activación patrimonial de artesanías, cocinas populares-tradicionales, festi-
vidades cívico-religiosas, danzas y culturas musicales se constituyan como los
principales recursos del turismo cultural y otras modalidades que ven en el
patrimonio vinculado a pueblos indígenas y campesinos su primordial fuente
de atractivos, como parte del consumo de nuevas experiencias de viaje.
En efecto, los ejemplos en México, como en otras latitudes de Latinoa-
mérica (Baquero y González, 2016; Cuevas, 2007; De Mello y Ciliane, 2015;
Montenegro, 2014; Rivera, Teja y Trueba, 2015; Rotman, 1992) y Europa
(Roseman, 2003) se multiplican y tienen impactos diversos (políticos, econó-
micos, sociales, culturales, patrimoniales y ambientales, entre otros) en las
comunidades productoras, regiones y destinos donde la actividad artesanal
ocupa un lugar preponderante en el desarrollo socioeconómico y turístico de
los territorios. Y Michoacán es muestra de ello.
La producción artesanal en Michoacán
Michoacán es uno de los estados del país con mayor diversidad artesanal
(Izaguirre, 2015). Si se toman en cuenta las evidencias arqueológicas y fuen-
tes etnohistóricas sobre la producción de artesanías en Mesoamérica, tras la
caída del imperio tarasco (1521-1530) el caso michoacano sobresale a partir
de la gura de Vasco de Quiroga, Oidor de la Segunda Audiencia y primer
Obispo de Michoacán, por considerar que organizó un sistema de especia-
lización de las comunidades productoras por ocios, técnicas y materiales,
y que formó parte también de las estrategias de diversicación económica y
comercial durante la Colonia. De la cual todavía existen resabios en el ámbito
productivo y tradicional.
Como resultado de este sistema, en numerosas poblaciones (purhépechas,
mazahuas, otomís, nahuas y mestizas) existe una especialización de la actividad
225
artesanal. Al respecto, la Ley de Fomento Artesanal y Desarrollo Artesanal
del Estado de Michoacán de Ocampo considera 16 ramas y subramas que, al
sumarlas arrojan un aproximado de 33. Y, en la mayoría de los casos,
[…] cuentan con diversas tradiciones comunitarias de resolución y rasgos
tan propios que permiten diferenciar, como marca colectiva […]. A esta
diversidad hay que sumar otra, la de los distintos campos de circulación de
las obras que pueden darse en una misma comunidad artesanal, campos
ligados también a las diferentes formas de producción y organización del
trabajo. (Izaguirre, 2015, p. 139)
De manera que, al transitar por algunas poblaciones enclavadas en la
Zona Lacustre, Meseta Purhépecha o Cañada de los Once Pueblos que se
promocionan por estar integradas en rutas turísticas, el viajero encontrará
diversos tipos de textiles, alfarería y cerámica, muebles de distintos mate-
riales y estilos, entre otras expresiones, técnicas y materiales (Ibarra, 2015).
Tan solo en 38 municipios, de los 111 que conforman el territorio michoa-
cano se elaboran artesanías, mientras que el Plan Estratégico 2010-2015. Ruta
Don Vasco (Gobierno del Estado de Michoacán–Sectur 2010), reere que hoy
en día se producen artesanías en más de 200 comunidades dispersas en las
regiones de la entidad. Lo que representa el 38 % del total de la composición
estatal, según datos de la Ley de Fomento y Desarrollo Artesanal del Estado
de Michoacán de Ocampo (Gobierno del Estado de Michoacán, 2015).
A partir de los trabajos de Novelo (1976), García Canclini (1982), Dietz
(1994), entre otros autores, hablar de la producción, organización del trabajo
en las unidades familiares, políticas de fomento, industrialización e inserción
en el capitalismo contemporáneo, entre otros temas, Michoacán ha gurado
como universo de estudio15 para analizar el fenómeno de las artesanías y sus
implicaciones en la organización social económica y política de productoras
y productores (Dietz, 1994). Esto debe a que “la estructura del sector artesa-
nal en Michoacán se encuentra ligada con procesos históricos que han dado
forma a las comunidades y a sus relaciones con las instituciones del Estado”
15 Aunque el propio García Canclini (1982) señala que Michoacán representó temprana-
mente objeto de estudio para antropólogos mexicanos y extranjeros desde la década de
1940 en cuanto a la producción artesanal destacan los trabajos de Piere Lissem, “Las arte-
sanías y pequeñas industrias en el estado de Michoacán”, CREFAl, 1964; Ina R. Dinerman,
“Los Tarascos, campesinos y artesanos de Michoacán”, SepSetentas, 1974, y María Luisa
Horcasitas de Barros, “La artesanía de Santa Clara del Cobre”, SepSetentas, 1973, por
mencionar algunos.
226
(Ibarra, 2015, p. 7), lo cual es una muestra de la complejidad y magnitud
del sector artesanal en México, que se podría aplicar por igual al contexto
latinoamericano.
Es por lo que, en materia de política pública, la Ley de Fomento y Desa-
rrollo Artesanal del Estado de Michoacán de Ocampo (2015), cuyo principal
objetivo es “fomentar, proteger y promover el desarrollo de la actividad
artesanal y mejorar el nivel de vida de los artesanos michoacanos” (Cap. 1,
Art. 1, p. 1), ha delegado en Casa de Artesanías (CASART)-Instituto del
Artesano Michoacano (IAM) –fundada en 1972– en colaboración con otras
instancias gubernamentales (Secretaría de Cultura, Secretaría de Turismo
y Secretaría de Desarrollo Económico) y civiles, como la Unión Estatal de
Artesanos de Michoacán (UNEAMICH), estas tareas con el n de atender las
necesidades de capacitación, asesoramiento técnico y legal para la constitu-
ción de marcas colectivas (denominaciones de origen), nanciamiento, equi-
pamiento, comercialización, promoción, difusión, participación en muestras
y concursos e investigación del sector artesanal.
Por otro lado, se debe considerar también la Ley de Desarrollo Cultural
para el Estado de Michoacán de Ocampo (2016), al destacar entre sus propó-
sitos promover –en colaboración con la Secretaría de Turismo– la celebración
de ferias, festivales, eventos culturales artísticos y tradicionales en la capital
del Estado, municipios y regiones, con el propósito de difundir las manifes-
taciones culturales, además de impulsar y fomentar el conocimiento de las
diferentes riquezas naturales, arquitectónicas, arqueológicas, artesanales,
artísticas y populares estatales en todos sus géneros del Estado, a través de
los diferentes medios de que dispone. Lo que da cuenta de la importancia del
patrimonio artesanal como recurso turístico e identica a estos actores insti-
tucionales como los principales gestores e intermediarios culturales (cultural
brokers) entre el Estado y los creadores y portadores culturales (artesanas
y artesanos), en cuanto a sus demandas y necesidades.
A su vez, conviene subrayar que esta gestión del IAM, en colaboración con
las instancias antes mencionadas, se traduce en la aparición de numerosas
convocatorias regionales y estatales a lo largo del año, algunas de las cuales
coinciden con las fechas de las celebraciones patronales de municipios y po-
blaciones que guran como potenciales destinos turísticos, para que artesanas
y artesanos participen en los concursos, ferias y muestras. Por ejemplo, el
Programa Institucional Artesanal 2017-2021 del IAM contempló alrededor de
cincuenta actividades de este tipo (concursos, ferias, muestras y exposiciones)
distribuidas en diversos municipios y localidades durante todo el año, algunas
de las cuales llevan poco más de cuatro décadas realizándose exitosamente en
términos de participación y derrama económica para los municipios.
227
Por tanto, lo enunciado líneas arriba puede considerarse en términos de
gestión cultural y política pública parte de las estrategias fundamentales
para fomentar y difundir la creatividad y calidad del trabajo artesanal en la
entidad; además de representar un importante escaparate para la comerciali-
zación de la producción de numerosas comunidades.
De ahí que el Concurso Estatal de Artesanías de Domingo de Ramos y la
Muestra de Exposición y Artesanía de Domingo de Ramos se lleven a cabo en
el contexto de la celebración católica de la Semana Santa y de las actividades
del Tianguis Artesanal en la ciudad de Uruapan, con el n de gurar en la
oferta cultural y turística que atrae a miles de visitantes cada año. Tan solo
en la edición pasada (2022), se inscribieron al concurso 2,567 piezas en dife-
rentes categorías, técnicas y materiales.
Mientras que en la edición de este año (2023) la venta de piezas inscritas en
el LXII Concurso Estatal de Artesanías de Domingo de Ramos creció un 26 %,
es decir, cerró con un monto de 5’358,995.76 pesos, en comparación con los
4’237,772 pesos del año pasado (Diario ABC de Michoacán, 2023). Lo que da
cuenta de la importancia de los concursos como espacio de comercialización y
difusión del trabajo de las creadoras y creadores artesanales, además de obte-
ner cierto prestigio y remuneración económica de quienes resulten ganadores
en las diversas ramas a participar.
Orígenes del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos
Desde la fundación de los nueve barrios que dieron origen al otrora Pueblo
de San Francisco Uruapan, por el franciscano Fray Juan de San Miguel, hace
490 años, diversos acontecimientos históricos y sociales han situado a esta
cabecera municipal como la segunda ciudad más importante de Michoacán
en términos históricos, socioeconómicos16 y demográcos17 después de Mo-
relia, capital del estado.
16 La economía uruapense, que ha tenido un crecimiento vertiginoso que oscila, principal-
mente, en torno a las agroindustrias. Desde los $ 1,074’131,893 a que ascendió el valor
de la producción agrícola en 2003, se ha llegado a $ 4,729’000,000 en 2020 (Sistema de
Información Agroalimentaria y Pesquera, 2021). De este total, la fracción correspondiente
a la producción del aguacate representa el 95.4%, principal cultivo en el municipio.
17 De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en Uruapan habitan 356,786 per-
sonas, de las cuales 299,523 (el 84 %) residen en la cabecera municipal, en tanto que el
resto se halla disperso en 231 comunidades adicionales. En términos lingüísticos, en el
municipio habitan 20,228 personas (5.7% del total poblacional) que hablan alguna lengua
indígena, en tanto que 5,731 personas (1.6 % del total) consideran ser afrodescendientes.
228
Aunado a esto, por su ubicación geográca18 entre las zonas de transición
de la Tierra Caliente y la Tierra Fría (Meseta Purhépecha) –lo que la sitúa
como el hinterland entre ambas regiones–, sus condiciones climatológicas e
hidrográcas que favorecieron el cultivo de café, hortalizas y frutales, esto le
mereció el distintivo de Perla del Cupatitzio o Paraíso Michoacano, debido a
que es aquí donde se origina la Cuenca del río Cupatitzio.
Por consiguiente, la historia de Uruapan no se puede disociar de este
importante cuerpo de agua, al delegar en él buena parte de su desarrollo te-
rritorial, económico y social, pues la historia de esta cuenca es, ante todo, la
de los uruapenses que han vivido vinculados a sus ríos y arroyos (Mendoza,
Gómez, Bobadilla y Guevara, 2020). Lo que ha contribuido a la construcción
de un paisaje cultural que hoy en día también es aprovechado como atractivo
para el turismo de naturaleza, pues representa uno de los más importantes
recursos hídricos (abastecimiento de agua potable para la ciudad) y turísticos
por estar situado prácticamente al interior de la ciudad, en el espacio deli-
mitado como Parque Nacional Barranca del Cupatitzio. Y con ello favorecer
su pronto desarrollo económico y social en las postrimerías del siglo XIX,
gracias al comercio entre estas regiones y los caminos de arriería que atrave-
saban el municipio.
Es por esto que:
[…] en esta ciudad, importante punto estratégico y comercial por ser lugar
de conuencia entre la sierra y la tierra caliente, se reunían antaño los
indígenas para intercambiar por medio del trueque sus productos en un
famoso tianguis. (Dávila y Gómez, 2002, p. 127)
De ahí que, gracias a esta agitada actividad comercial la auencia de la po-
blación indígena proveniente de la Meseta Purhépecha y la Zona Lacustre de
Pátzcuaro para comerciar sus mercancías y adquirir otros productos, pronto
llamaron la atención de los numerosos viajeros en su paso por la Perla del
Cupatitzio.
El grueso de las personas que hablan alguna lengua indígena, principalmente purhépecha,
habita en 4 comunidades (Angahuan, Capácuaro, San Lorenzo, Caltzontzin) y la cabecera
municipal.
18 Uruapan se localiza en el centro-occidente michoacano, en las coordenadas 19º25’ de la-
titud norte y 102º03’ de longitud oeste, a una altura promedio de 1,620 metros sobre el
nivel del mar. Sus límites municipales son, al norte, Charapan, Paracho y Nahuatzen; al
este, Tingambato, Ziracuaretiro y Taretan; al sur, Gabriel Zamora; al oeste, Nuevo Paran-
garicutiro, Peribán y Los Reyes. Su distancia a la capital del Estado es de 95 km, aunque
por carretera el tramo a recorrer se amplía a 108 km.
229
Muestra de ello es que, en 1925,
[…] un enviado especial de la revista National Geographic relata que en
el mercado de la plaza Fray Juan de San Miguel, además de ser un lugar
de diversión pueblerina fue un centro de concentración de sus habitantes
y fuereños, ‘el más típico de la ciudad es donde se coloca a los vendedores
en puestos en el suelo y es el lugar de esparcimiento de los indígenas, y de
los arrieros que llegan de la sierra o de tierra caliente a entregar sus pro-
ductos y artesanías’. (Diario ABC de Michoacán, 2023)
Otro caso es el de Marian Storm, escritora, periodista y poeta estadouni-
dense, quien en su obra Enjoying Uruapan. A book for travelers in Michoacán
(1945) narra con mayor detalle la presencia de estos comerciantes y artesa-
nos purhépechas en los días que se llevaba a cabo el tianguis:
Las familias que han caminado durante días para llegar a la plaza de Urua-
pan antes del anochecer del sábado de tianguis se despojan de cargas pesa-
das. Tres hombres de Paracho, va cada uno con una pila de ocho sillas en la
espalda, los alfareros de los pueblos alrededor del lago arrastran fardos casi
tan altos como ellos: cajas de madera que contienen docenas de platos de
barro que se rompen fácilmente, empacados en heno. La familia alfarera,
cansada, saca el heno para que sea su lecho y se acuesta entre sus cántaros.
Pronto la oscuridad se vuelve fría, y aquellos que no pueden permitirse el
lujo de dormir en los mesones se envuelven en cobijas o sarapes gastados
y empujan sus cuerpos en el ángulo entre la pared y la acera para descan-
sar hasta que los gallos canten, mientras aún guardan lo que han llevado a
vender: una red que contiene ollas caseras, una gavilla de hierbas silvestres,
un saco de cebollas o camotes. ¡Ah! ¿qué les depara mañana después del es-
fuerzo de cargar sus mercancías? ¿Se irán a casa con unos pocos centavos de
ganancia cuando termine el domingo de tianguis? (pp. 466-469)
Años después, para nes de la década de 1950, esta llegada de comerciantes y
artesanos a Uruapan durante las actividades religiosas del nal de la Cuaresma
dio pie a lo que se llegó a conocer como la Feria del barro, Tianguis Comercial
de Loza o Mercado de las ollitas, el cual se menciona que tenía una duración de
dos o tres días y se instalaba en la calle Melchor Ocampo (guras 1):
[…] el mencionado tianguis de origen precortesiano se siguió instalando en
uno de los barrios cercanos al centro de la ciudad, entre las actuales calles
de Florentino Mercado y 16 de septiembre. La fecha señalada para la oca-
sión giraba en torno al Domingo de Ramos. (Dávila y Gómez, 2002, p. 129)
230
Figuras 1. Comerciantes y artesanos purhépechas
en calles y la plaza principal de la ciudad de Uruapan
Fuente: México en Fotos (2023). Fotos antiguas de Uruapan, Michoacán. México en fotos.
https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/michoacan/uruapan/4
Sin embargo, “a raíz del incremento en el tránsito vehicular, los comer-
ciantes fueron desplazados hacia la calle 16 de septiembre […]” (Gobierno
Municipal de Uruapan, 2018, pp. 5-6). En esta cita textual conviene apuntar
que, aunque se reere que los comerciantes y artesanos fueron reubicados a
calles cercanas como consecuencia del incremento en el tráco de automoto-
res, existen otros motivos que no se señalan en las guías turísticas, folletos
y trípticos promocionales sobre los orígenes del tianguis artesanal. Y por los
cuales fueron retirados de esta importante calle que circunda la plaza princi-
pal de la ciudad (Plaza Morelos).
231
Dicho de otra manera, el promotor cultural Benjamín Apan Rojas, uno de
los principales impulsores de este evento artesanal desde hace más cuarenta
años, relata algunas de las causas:
La presencia de los artesanos era sólo durante la Pascua, pues además del
comercio de artesanías elaboraban las cruces de palma que se llevaban
a bendecir a la iglesia. Por ello se alojaban en la Huatápera19, que era el
corazón de la ciudad. Por lo que reconocían el centro de Uruapan como
su lugar.
A partir de eso, nos remontamos a nes de los años cincuenta, cuando un
grupo de uruapenses, entre ellos mi padre, el señor Arturo Apan, y otros
personajes ilustres de la sociedad de aquel entonces, como Elena Román,
el arquitecto Arturo Macías, el pintor y grabador Manuel Pérez Coronado,
Bertha Hernández, Rodolfo Paz Quiroz, entre otras guras públicas, preo-
cupados por el tejido social y la valoración de las tradiciones culturales de
los purhépechas lograron su traslado de vuelta a la plaza principal, frente
a la Huatápera, por considerar que los habían marginado y relegado al
moverlos a la calle 16 de septiembre para que no molestaran y dieran mala
imagen por estar instalados en la plaza principal. Es por lo que cada año la
presencia y número de artesanos se reducía cada vez más.
Por ello decidieron hablar con el presidente municipal en turno, Eduardo
Martínez López, sobre la importancia de regresar a los artesanos al pri-
mer cuadro de la ciudad (el centro) y de esta manera dignicar su presen-
cia. Además de solicitarle que no se les cobrara el derecho de plaza.
Fue entonces cuando también le sugirieron que ellos convocarían al pri-
mer concurso de artesanías –denominado como ‘Primer Encuentro de
Artesanos’– y que sería nanciado con recursos propios de la Asociación
Cultura Purhépecha, de la cual mi padre era el presidente, evento que pos-
teriormente se convirtió en una grandiosa feria. (B. Apan, comunicación
personal, 4 de noviembre de 2022)
Conviene agregar que, además del concurso artesanal, para 1983 se efec-
túa el primer concurso de indumentaria tradicional de ceremonias y danzas
19 Vocablo purhépecha: Uandajperakua (región meseta) o Uantajperakua (región cañada y
lacustre), que signica “lugar de reunión” o “sitio donde se puede reunir o llegar”. Y con el
cual se conoció a las construcciones coloniales emprendidas por los frailes franciscanos en
Michoacán, cuyas funciones fueron servir de albergues y hospitales para los indios.
232
de Michoacán y los encuentros de comida y medicina tradicional purhépe-
cha, estos últimos bajo la organización y coordinación de la Unidad Regional
de Culturas Populares –en el que, hasta el día de hoy, participan cocineras de
diversas comunidades y regiones (Meseta Purhépecha, Cañada de los Once
Pueblos y Zona Lacustre): Angahuan, San Lorenzo, Ahuiran, Janitzio, Zacán,
San Ángel Zurumucapio, Paracho, Caltzontzin, Tarerio, Capacuaro, San Juan
Nuevo, entre otras comunidades–. Con lo cual se amplió la oferta de activi-
dades en el marco del tianguis.
El tianguis artesanal como producto turístico cultural
Como forma de contextualizar el proceso de turisticación en Michoacán,
y del tianguis artesanal en Uruapan, se puede decir que ocurre simultánea-
mente con la creación de la Feria Nacional del Cobre en otro municipio mi-
choacano: Salvador Escalante, mejor conocido como Santa Clara del Cobre,
a mediados de la década de 1960. Feria que tendría como motivo principal
la producción artesanal mediante la técnica de la orfebrería (García, 2019).
Lo que se puede interpretar como una tendencia a incrementar la oferta tu-
rística de Michoacán, resultado de las estrategias que se impulsaron a nivel
nacional en aquellos años.
Ejemplo de ello es el primer Plan Nacional de Desarrollo Turístico (1960),
en el cual se plantearon acciones como la ampliación de la red nacional de
caminos, el mejoramiento y construcción de algunas ciudades receptoras,
la remodelación y estudio de las zonas arqueológicas y monumentos arqui-
tectónicos coloniales y la creación de circuitos turísticos. Lo que tenía como
objetivo principal el poner al alcance de los mexicanos y extranjeros los re-
cursos históricos, culturales y artísticos del país.
De esta manera, el recorrido del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos
desde sus orígenes hasta la actualidad (2023), lo coloca como uno de los even-
tos más esperados a lo largo del año para los habitantes de la cabecera munici-
pal de Uruapan –y para los artesanos de todas las regiones–, por las numerosas
actividades culturales y de entretenimiento que atraen un considerable ujo
de visitantes en el periodo vacacional de Semana Santa. Donde se entremezcla
la religiosidad popular católica con el ocio, lo lúdico y experiencial.
Como parte del ejercicio etnográco, de ello da cuenta el siguiente testi-
monio:
Pues sí, viene a mi memoria esos días tan singulares de la semana mayor
en mi Uruapan. Vaya que eran días de guardar, de ir a la iglesia, observar
233
el viacrucis y respetar la vigilia; pero también de disfrutar y recorrer con
tranquilidad nuestro famoso tianguis artesanal catalogado a nivel inter-
nacional como el más grande de Latinoamérica; un verdadero disfrute
a nuestros sentidos en especial a nuestra vista por todos los materiales
que se exhiben, como el barro, el cobre, la madera y bras naturales en su
máxima expresión convertidas por las mágicas manos de nuestros artesa-
nos en piezas invaluables e inolvidables para nosotros.
En especial, viene a mi mente el recuerdo de mi niñez de los años seten-
tas, donde era un verdadero regocijo adquirir en miniatura el bracerito,
el comal, el metate, el molcajete, innidad de ollitas, platitos y cazueli-
tas de barro que guardábamos con mucho cariño […] así como el adquirir
un cántaro en donde el agua sabe diferente y muy refrescante; caminar
preguntando precios y observando el hermoso colorido de nuestra plaza
principal que se viste de alegría y felicidad. (Canseco, 2023)
La narración anterior, busca ilustrar lo que se ha transformado ya en
una tradición representativa de la ciudad de Uruapan, en el contexto de las
celebraciones religiosas de la Pascua. Es por ello que, dos días antes de que
se lleven a bendecir las palmas, la algarabía y colorida presencia de la llegada
de los artesanos a la ciudad marca el inicio ocial del Tianguis Artesanal
con el desle de todas las comunidades participantes. Muestra de ello es que
el año pasado (2022) participaron 52 comunidades, con un total de 1,500 ar-
tesanos censados, de acuerdo con la información obtenida en la Dirección de
Turismo Municipal algunas semanas después de haber concluido el tianguis.
Sobre esto último, conviene mencionar que la creación de este desle fue
idea del luchador social uruapense Salvador Olivo Alejo, quien buscó apoyar
a los artesanos con el propósito de organizarse y mejorar las condiciones de
comercialización de su producción. Por lo que a mediados de la década de
1970 logra que la estancia de los artesanos en la ciudad se prolongue por
más días, mientras que para inicios del decenio de 1990 logra constituir
la unión de artesanos con más miembros adscritos de todas las regiones de la
entidad –hoy reconocida por el gobierno michoacano como la Unión Estatal
de Artesanos de Michoacán (Uneamich)–, organización ya mencionada en
líneas anteriores. De manera que para 1994, una vez conformada la Unea-
mich, por primera vez se lleva a cabo el desle de artesanos con la nalidad
de representar a todas las comunidades productoras e invitar a la ciudadanía
uruapense a conocer las diversas técnicas, materiales y diseños elaborados
por ellos.
Así, el punto más álgido de actividades del tianguis es el primer n de
semana en el que se celebran el mencionado desle, el Concurso Estatal
234
de Artesanías de Domingo de Ramos, la Muestra de Exposición y Artesanía
de Domingo de Ramos y el Concurso de Indumentaria Tradicional, cuya
sede principal es la Huatápera, hoy Museo de los Cuatro Pueblos Indígenas
de Michoacán, mientras que la mayoría de los artesanos y sus mercancías
son distribuidos en las inmediaciones de las plaza Morelos y Mártires de
Uruapan (gura 2). Ese espacio referido por el promotor cultural Benja-
mín Apan que es reconocido simbólicamente por los purhépechas como el
corazón de la ciudad –en el que se realiza el acto protocolario donde los
actores institucionales intervienen y los contingentes de participantes
adquieren notoriedad durante la exhibición y premiación de los concursos–
al que asisten el gobernador del estado y todo un séquito de funcionarios
del sector turístico y cultural de la entidad.
Figura 2. Distribución espacial de las comunidades de artesanos
en las plazas Morelos y Mártires de la ciudad de Uruapan
Fuente: Uruapan Virtual (2009). Tianguis Artesanal. Uruapan Virtual. http://www.uruapan-
virtual.com/acerca.php?item=tianguis-artesanal
Respecto a la oferta cultural y turística del tianguis artesanal, vale la pena
mencionar también la recuperación de la ceremonia ritual de las aguadoras,
a mediados de 1997, como expresión identitaria y cultural de los barrios
tradicionales de Uruapan. La cual se integra por igual, de manera indirecta,
235
al catálogo de atractivos en el contexto de la Semana Santa (Pérez y Apan,
2022). Aunado a que, en los últimos años, como forma de reconocimiento
de la diversidad cultural y étnica de Michoacán destaca la inclusión de par-
ticipantes provenientes de la costa (comunidades nahuas) y de la Región
Oriente del estado (comunidades mazahuas y otomís) en los concursos, a la
par del otorgamiento de espacios para la venta de artesanías.
Como resultado por sus dimensiones y número de asistentes (185 mil visi-
tantes y turistas), participantes (1,500 artesanos en esta última edición), acti-
vidades, duración (15 días) y derrama económica (28 millones de pesos para el
sector artesanal, de acuerdo con datos del Instituto del Artesano Michoacano),
el Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos es considerado en su género uno
de los tianguis artesanales más grandes e importantes de Latinoamérica. En
consecuencia, es visto como uno de los principales productos turísticos para
promover el turismo cultural en Michoacán, por lo que hoy en día recibe apoyo
institucional de los tres niveles de gobierno (Secretaría de Turismo Federal,
Fonart y del Instituto del Artesano Michoacano) (guras 3 y 4):
Figura 3. Cartel promocional de la Bendición de Palmas
Fuente: Gobierno del Estado de Michoacán (2022, abril 9). Secum participa en tradicional des-
le del Tianguis Artesanal de Uruapan. Secretaría de Cultura Gobierno de Michoacán. https://
cultura.michoacan.gob.mx/noticias/secum-participa-en-tradicional-desfile-del-tianguis-
artesanal-de-uruapan/
236
Figura 4. Carteles del Concurso Artesanal y Concurso de Indumentaria Tradicional
Fuente: Gobierno del Estado de Michoacán (2022, abril 9). Secum participa en tradicional des-
le del Tianguis Artesanal de Uruapan. Secretaría de Cultura Gobierno de Michoacán. https://
cultura.michoacan.gob.mx/noticias/secum-participa-en-tradicional-desfile-del-tianguis-
artesanal-de-uruapan/
Incluso, el tianguis artesanal ya gura en la cronología de hechos históri-
cos del municipio, como se puede constatar en Plan Municipal de Desarrollo
2021-2024. Lo que da cuenta de su relevancia en la historia económica, social
y cultural de la ciudad y el municipio.
Conclusiones
A lo largo de este trabajo, con base en la revisión de fuentes bibliográcas,
cibergrácas, documentales y el trabajo de campo, de manera sucinta se ha
buscado ilustrar desde una perspectiva histórica el papel del patrimonio ar-
tesanal como elemento que contribuyó, en un primer momento, a conformar
una identidad nacional emanada de los movimientos artísticos y culturales
posrevolucionarios. A la par de la creación de imaginarios y lugares de inte-
rés turístico por ser considerado, por un lado, un elemento importante en la
creación de narrativas que inspiraron y motivaron la presencia de visitantes
237
en estos incipientes destinos. Y, por el otro, al constituirse en un recurso im-
portante para el turismo en calidad de souvenir y signo distintivo de muchos
de estos destinos, como estrategia de promoción.
A su vez, en términos de consumo cultural y políticas públicas, en relación
con las estrategias que sustentan su fomento, gestión y puesta en valor en
el marco de la actividad turística, cabe resaltar que es, fundamentalmente, a
través de rutas, mercados, ferias, concursos, exposiciones y eventos masivos
que se transforma en un soporte para las economías locales-regionales y las
unidades domésticas donde se manufacturan, o donde tienen cabida como
parte de diversos nichos de consumo. Tal y como sucede en Michoacán, y de
manera particular en Uruapan.
A partir de considerar como vía de análisis los cambios en los procesos
productivos, la mercantilización del patrimonio artesanal, el papel de las
instituciones y actores que han intervenido en su gestión y puesta en valor,
y en las políticas de fomento y comercialización que han marcado la con-
formación histórica de la producción artesanal en el estado, la conversión
del Tianguis de Domingo de Ramos como producto turístico sobresale como
parte de estos fenómenos. Desde el punto de vista del consumo cultural, el
tianguis artesanal de Uruapan es el principal punto de referencia para la ges-
tión, promoción y comercialización del patrimonio artesanal de las regiones
del estado donde se encuentran las comunidades productoras.
Por otro lado, se puede situar también como uno de los productos turísti-
cos culturales mejor consolidados en Michoacán, y a nivel nacional, respecto
al número total de participantes, ujos turísticos –nacionales e interna-
cionales– duración, oferta de actividades culturales y derrama económica
para artesanos, municipio, prestadores de servicios turísticos, comercios
en general y las nanzas estatales. Lo que permite armar –en términos de
Lash y Urry (1998)20– que el tianguis se constituye en un espacio económico
local-global donde circulan objetos –en este caso, la producción artesanal
valorada y signicada como patrimonio, artesanía o arte popular– donde los
signos de identidad étnica y cultural se maniestan en los sujetos –artesanas
20 De acuerdo con ambos autores, de las cuatro formas de capital intervienen en los proce-
sos de circulación (capital dinero, mercancías, medios de producción y fuerza de trabajo),
desplazándose en el espacio y operando en temporalidades que dieren y cambian. De
manera que tres de estas formas del capital –dinero, capital productivo y mercancías– son
objetos que circulan en un espacio global, mientras que la cuarta –capital variable o fuerza
de trabajo– es un sujeto. Por consiguiente, los circuitos del capital son, simultáneamente,
circuitos de objetos y sujetos, aunque es cada vez más complicado distinguir unos de otros
por la velocidad a la que circulan (Lash y Urry, 1998).
238
y artesanos– portadores de los conocimientos tradicionales que dan forma a
esas creaciones que son consumidas bajo la forma de souvenir.
Lo anterior, conlleva reexionar sobre el turismo como forma de consumo,
por lo que su estudio debe tratar de explicar la manera en que la cultura y el
patrimonio son objetivados para los nes del mercado global, puesto que el
proceso de mercantilización del turismo es un proceso de intercambio donde
las personas no son pasivas, sino agentes activos de la economía simbólica
(Meethan, 2003).
En resumen, analizar la artesanía como proceso en el que se articulan no
solo las etapas de la producción, la resignicación de las artesanías bajo cri-
terios de autenticidad, circulación y consumo, sino en el que también entran
en juego las dimensiones socioculturales, políticas y económicas que involu-
cran una gran diversidad de actores es menester, para el caso aquí analizado,
destacar a las comunidades productoras, las uniones de artesanos con cierta
liación político-partidista –como UNEAMICH–, instituciones del gobierno
estatal (Casa de las Artesanías, Instituto del Artesano Michoacano, Secreta-
ría de Cultura, Secretaría de Turismo, Secretaría de Desarrollo Económico)
y del gobierno municipal de Uruapan que, en términos de gestión y control
cultural, contribuyen a la transformación del tianguis artesanal en un pro-
ducto turístico consolidado que busca obtener mayor relevancia y prestigio
al buscar que se incluya en las Listas Representativas del Patrimonio Cultural
de la Unesco. Iniciativa propuesta por el gobierno municipal como proyecto
estratégico de la actual administración (Gobierno Municipal de Uruapan.
(2021), y apoyada por los niveles de gobierno estatal y federal.
Muestra de ello fue la visita el año pasado (2022) de la Secretaría de Cultura
Federal del Gobierno Mexicano –Alejandra Frausto– y de Frédéric Vacheron,
representante de Unesco en México, a la ciudad de Uruapan, en el marco
del tianguis, por invitación de las autoridades municipales para conocer con
mayor detalle las actividades de este evento. Lo que conrma el interés de su
patrimonialización, ya que contribuiría de forma signicativa a su prestigio
no solo como patrimonio, sino también a su posicionamiento como producto
turístico. Y a Uruapan como destino de turismo cultural (gura 5):
239
Figura 5. Nota periodística sobre la intención de incluir en las Listas
Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Unesco al Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos
Fuente: Simón, B. y Cerda, L. (2022, abril 7). Tianguis Artesanal de Uruapan, será Patrimonio
Cultural de la Humanidad. Diario ABC de Michoacán. https://diarioabcdemichoacan.com.mx/
lasnoticias/tianguis-artesanal-de-uruapan-sera-patrimonio-cultural-de-la-humanidad/
En suma, más allá del valor cultural, identitario y recreativo que repre-
senta este tianguis para diversos sectores de la ciudadanía uruapense, desde
la perspectiva de los artesanos este es visto como un espacio en el que es
posible comercializar su producción y mejorar sus ingresos. Por considerarlo,
en comparación con otras ferias, festivales y eventos de la entidad, como uno
de los mejores lugares para vender dentro y fuera de Michoacán.
Al mismo tiempo, para los prestadores de servicios turísticos, autoridades
estatales y municipales, comerciantes ambulantes y aledaños a las inmedia-
ciones de la plaza Morelos representa un evento exitoso debido a la derrama
económica que genera, como señalaron constantemente los actores entre-
vistados. Lo que ha permitido ampliar su oferta de actividades culturales y
recreativas, además de engrosar el inventario de festivales, eventos y recur-
sos buena parte del año y que permitan a Uruapan continuar como parte de
240
los destinos más importantes de la entidad21. Aunado a que el tianguis de
Domingo de Ramos mantenga su estatus de “el tianguis artesanal más grande
e importante de Latinoamérica”, como ha sido calicado por diversos actores
institucionales, empresariales y promotores turísticos y culturales.
Paradójicamente, lo que iniciara como una propuesta para dignicar la
estancia de los artesanos durante la celebración religiosa de la Semana Santa
a nes de la década de 1950, casi 62 años después ha terminado por conver-
tirse en un referente para ubicar a Uruapan en el mapa de los destinos turís-
ticos más importantes de Michoacán, a la par de gurar como un importante
escaparate de exhibición, promoción y comercialización de la diversidad
artesanal que caracteriza al estado. Si se toman en cuenta los antecedentes
históricos y culturales enunciados a lo largo del texto.
Sin embargo, a pesar de la introducción de artesanías de manufactura
china y de otros países, como ha sido denunciado en ediciones anteriores del
tianguis y en esta última, el objetivo principal de mejorar las condiciones de
vida de las creadoras y creadores culturales y portadores de la tradición es
una tarea que continúa pendiente ya que, más allá de mejorar, como lo hizo
saber en su momento la antropóloga Victoria Novelo hace 46 años, siguen
empeorando.
Finalmente, esto también se constata en una serie de contradicciones
o ambigüedades: se valora lo vistoso, el objeto acabado y exhibido, como
ocurre en los concursos y exposiciones, mientras que se invisibiliza o poco
interés causa conocer el quehacer de quienes están detrás de su manufactura
(los conocimientos, técnicas y habilidades de las y los artesanos que los pro-
ducen), lo cual se pudo constatar en el conversatorio “Diálogo con artesanos
del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos, Uruapan 2023”. Evento orga-
nizado por el Consejo de la Crónica y la Historia del Municipio de Uruapan,
en la Plaza Izazaga –mejor conocida como La plaza de la ranita– en el que se
invitó a la ciudadanía a escuchar las experiencias, demandas y necesidades
21 Como parte de la promoción económica, cultural y turística del municipio, al tianguis
artesanal se suman: el Festival de Velas, que se realiza en el marco de la celebración de
Noche de Muertos (1 y 2 de noviembre), la Feria Internacional del Libro de Uruapan
(se suele efectuar en los primeros quince días de mayo), el Festival Internacional de las
Artes Barranca del Cupatitzio (conocido también como el Barranca Fest, se lleva a cabo a
mediados del mes de noviembre).
Destaca también el Uruapan Fest (evento con actividades musicales, culturales y gastro-
nómicas), el Festival Gastrocervero, que se lleva a cabo también durante Semana Santa y
es una alternativa que complementa las actividades del tianguis artesanal, el Festival de la
Charanda y la Feria del Atole Purhépecha. Además de que se planea organizar el Festival
del Aguacate durante la administración municipal actual.
241
de las creadoras creadores artesanales, pero con escasa participación de la
sociedad local.
Esto último plantea uno de los principales retos para el turismo cultural,
el de representar una herramienta ecaz para el desarrollo económico y so-
cial de los destinos donde tiene cabida y, en este caso, para las comunidades
artesanas de Michoacán. Desde una perspectiva sostenible y sustentable.
Referencias
Documentos ociales
Gobierno Federal (2011). Acuerdo Nacional por el Turismo. Secretaría de
Turismo. [Archivo PDF]. https://cedocvirtual.sectur.gob.mx/janium/
Documentos/11252.pdf
Gobierno del Estado de Michoacán (2015). Ley y de Fomento y Desarrollo Artesanal
del Estado de Michoacán de Ocampo. Congreso de Michoacán [Archivo PDF].
http://congresomich.gob.mx/le/LEY-DE-FOMENTO-Y-DESARROLLO-
ARTESANAL-REF-12-ABRIL-DE-2017.pdf
Gobierno del Estado de Michoacán (2016). Ley de Desarrollo Cultural para el Estado
de Michoacán de Ocampo. Congreso de Michoacán [Archivo PDF]. http://
congresomich.gob.mx/le/Ley-de-Desarrollo-Cultural-para-el-Estado-de-
Michoac%C3%A1n-de-Ocampo-1.pdf
Gobierno del Estado de Michoacán–Secretaría de Turismo (Sectur) (2010). Plan
Estratégico 2010-2015. Ruta Don Vasco. Secretaría de Turismo.
Gobierno Municipal de Uruapan (2018). Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos.
Tradición de Michoacán para el mundo. Boletín de información turística.
Gobierno Municipal de Uruapan (2021). Plan de Desarrollo Municipal 2021-
2024 [Archivo PDF]. https://implanuruapan.gob.mx/wp-content/
uploads/2021/12/Version-preliminar-del-Plan-Municipal-de-Desarrollo-
de-Uruapan.pdf
Instituto del Artesano Michoacano (2017). Programa Institucional Artesanal 2017-
2021. Gobierno de Michoacán [Archivo PDF]. http://laipdocs.michoacan.
gob.mx/?wpfb_dl=117826
Entrevistas
Apan, B. (2022, noviembre 4). El Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos, Ciudad
de México.
242
Tesis
Baquero, A. y González, M. (2016). Diseño de ruta turística artesanal, desde las
asociaciones en los municipios de Sincelejo, Morroa, Sampués y Coveñas
[Tesis de Maestría en Dirección de Empresas y Organizaciones Turísticas,
Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena].
Libros, capítulos y artículos
Aguilar, E. (2003). La cultura como recurso en el ámbito de la globalización: la nueva
dinámica de las industrias artesanas. En Bueno, C. y Aguilar, E. (Coords.),
Las expresiones de la globalización: México y España (pp. 405-423). Porrúa–
Ciesas–Universidad Iberoamericana.
Benedetti, C. (2014). La diversidad como recurso. Producción artesanal chané destinada
a la comercialización e identidad. Antropofagia.
Comaro, J. y Comaro, J. (2011). Etnicidad S. A. Katz.
Cuevas, A. (2007). Turismo y consumo artesanal en Tlaquepaque, Jalisco, México en
tres etapas del siglo XX. Estudios sobre las culturas contemporáneas, 13(26),
103-125. https://www.redalyc.org/pdf/316/31602606.pdf
Dávila, C. y Gómez, O. (2002). Domingo de Ramos en Uruapan. Tradición y
sincretismo cultural. En J. N. Guzmán (Ed.), Uruapan. Paraíso que guarda
tesoros enterrados, acordes musicales y danzas de negros (pp. 123-152).
UMSNH–Morevallado.
De Mello, C. y Ciliane, C. (2015). El souvenir artesanal y la imagen del lugar turístico.
Estudios y Perspectivas en Turismo, 24(2), 188-204. https://dialnet.unirioja.
es/servlet/articulo?codigo=5215626
Dietz, G. (1994). Entre industrialización forzada y autogestión comunal: balance
de medio siglo de fomento a la alfarería en Michoacán. Relaciones. Estudios
de historia y sociedad, 15(57), 147-227.https://www.colmich.edu.mx/
relaciones25/les/revistas/057/GuntherDietz.pdf
Escalona, J. L. (2016). Etnomercancía y sobrefetichización. Ensayo de mirada
estereográca. Relaciones. Estudios de historia y sociedad, 34(148), 259-288.
https://www.revistarelaciones.com/index.php/relaciones/article/view/
REHS148_11
Ettinger, C. (2010). México en los ojos de los extranjeros. Guías de turismo de la
primera mitad del siglo XX. Topolia, 2(1).
García, I. (2019). La Feria Nacional del Cobre. Del nacionalismo al turismo en Villa
Escalante (Santa Clara del Cobre), Michoacán. En Pérez, R. y De Teresa, A.
P. (Coords.), Cultura en venta (pp. 147-179). Debate.
García Canclini, N. (1982). Las culturas populares en el capitalismo. Nueva imagen.
González, V. (2017). La Exposición de Arte Popular o del surgimiento de la
vanguardia, México 1921. Historias, (90), 59-80. https://revistas.inah.gob.
mx/index.php/historias/article/view/11006
243
Hitchcock, M. (2005). Souvenirs: autenticidad material e inmaterial. Revista Cultura
y Desarrollo, (4), 36-46.
Ibarra, L. (2015). La artesanía y las marcas colectivas en Michoacán (Col. Cuadernos
de Divulgación Cientíca y Tecnológica del Consejo Estatal de Ciencia,
Tecnología e Innovación de Michoacán, núm. 6). Consejo Estatal de Ciencia,
Tecnología e Innovación de Michoacán https://icti.michoacan.gob.mx/wp-
content/uploads/2019/07/6.-la-artesani%CC%81a.pdf
Iturriaga, J. (2018). Miradas forasteras al arte popular mexicano. Siglos XVI al XXI,
extranjeros de 22 países. Secretaría de Cultura.
Izaguirre, E. (2015). La artesanía como forma de expresión de tradiciones estéticas
indígenas. El caso purhépecha. En S. Pérez (Ed.), Artesanías y saberes
tradicionales (pp. 139-160). El Colegio de Michoacán.
Jolly, J. (2018). Creating Pátzcuaro, creating Mexico. Art, Tourism, and Nation Building
under Lázaro Cárdenas. University of Texas Press.
Kemper, R. (1987). Urbanización y desarrollo en la región tarasca a partir de 1940.
En De la Peña, G. y Acheson, J. (Comps.), Antropología social de la región
purhépecha (pp. 67-96). El Colegio de Michoacán.
Lash, S. y Urry, J. (1998). Economía de signos y espacio. Amorrortu.
López, M. y Oles, J. (2022). México. La tierra del encanto. Editorial RM.
Lyck, L. Phil, L. y Allon, X. (2012). Tourism, Festivals and Cultural Events in Times of
Crisis. Copenhagen Business School Publications.
Lugo, D., Ramírez, J., Navarro, H. y Estrella, N. (2008). Etnocompetitividad del
sistema artesanal textil Mitla, el papel del territorio y la innovación.
Economía, Sociedad y Territorio, 7(28), 981-1006. https://est.cmq.edu.mx/
index.php/est/article/view/224/572
Mendoza, J. M., Gómez, I., Bobadilla, L. y Guevara, B. (2020). El río Cupatitzio. Sitios
históricos y aprovechamiento de su caudal en los siglos XIX y XX. UNAM.
Mercado, E. (2021). El turismo en la provincia mexicana. Notas de prensa 1886-
1945. Pasos. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 19(2), 368-381. Doi:
10.25145/j.pasos.2021.19.024
Meethan, K. (2003). Tourism in Global Society, Place, Culture, Consumption. Palgrave.
Montenegro, M. (2014). Patrimonialización, propiedad cultural y mercados
culturales. El caso de Expoartesanías y la Feria de las Colonias. En Chaves,
M., Montenegro, M. y Zambrano, M. (Comps.), El valor del patrimonio:
mercado, políticas culturales y agenciamientos sociales (pp. 101-132). ICANH.
Novelo, V. (1976). Artesanías y capitalismo en México. Ciesas-INAH.
Novelo, V. (2015). De eso que llaman artesanía mexicana. En S. Pérez (Ed.), Artesanías
y saberes tradicionales (pp. 29-45). El Colegio de Michoacán.
Páramo, D. (2005). Ethnomarketing, la dimensión cultural del marketing. Revista
Pensamiento & gestión, (18), 177-206. https://rcienticas.uninorte.edu.co/
index.php/pensamiento/article/view/3600
244
Pérez, R. (1994). Estampas de Nacionalismo popular mexicano. Ensayos sobre cultura
popular y nacionalismo. Ciesas.
Pérez, R. (2007). Expresiones populares y estereotipos culturales en México. Siglos XIX y
XX. Diez ensayos. Ciesas.
Pérez, R. (2019). Nacionalismo y expresión popular en México y América Latina:
siglos XIX y XX. En Pérez, R. y De Teresa, A. P. (Coords.), Cultura en venta
(pp. 597-651). Debate.
Pérez, M. L. y Apan, B. (2022). Las aguadoras de Uruapan. Ritual de vida y esperanza.
Juan Pablos.
Richard, G. y Ruiz, A. (Coords.) (2017). Experiencias turísticas de festivales y eventos
(vol. 17). Pasos, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural.
Rivera, R. y Peralta, A. (2016). Turismo cultural en México. Universidad Anáhuac.
Reporte Anáhuac de Investigación Turística, 1(4). https://www.anahuac.
mx/mexico/EscuelasyFacultades/turismo/sites/default/les/inline-les/
Reporte04TurCultural.pdf
Rivera, M., Teja, R. y Trueba, A. (2015). Artesanías, turismo rural y desarrollo
sustentable en Santa Catarina del Monte, Texcoco, Estado de México. En.
Pérez, S. (Ed.), Artesanías y saberes tradicionales (pp. 527-544). El Colegio de
Michoacán.
Roseman, S. (2003). Poniendo la artesanía gallega y el turismo rural gallego en el
mapa global: políticas administrativas y propuestas locales. En Bueno, C. y
Aguilar, E. (Coords.), Las expresiones de la globalización: México y España (pp.
381-404). Porrúa–Ciesas–Universidad Iberoamericana.
Rotman, M. (1992). La producción artesanal urbana. Reproducción social y
acumulación de capital. Cuadernos de Antropología Social, (6), 81-95. Doi:
10.34096/cas.i6.4827
Storm, M. (1945). Enjoying Uruapan. A book for travelers in Michoacán. México.
Zizumbo, L. (1987). Pátzcuaro: el turismo en Janitzio. En Herrejón, C. (Coord.),
Estudios Michoacanos I (pp. 151-169). El Colegio de Michoacán.
Recursos electrónicos
Canseco, A. (2023, abril 3). Viene a mi memoria esos días tan singulares de la
semana mayor en mi Uruapan. Facebook. https://www.facebook.com/
groups/163541597469940/permalink/1545057925984960
Diario ABC de Michoacán (2023, marzo 30). Tianguis de Artesanías de Domingo de
Ramos: de las “ollitas”, a Patrimonio Cultural de la Humanidad. Diario ABC
de Michoacán. https://diarioabcdemichoacan.com.mx/lasnoticias/tianguis-
de-artesanias-del-domingo-de-ramos-de-las-ollitas-a-patrimonio-cultural-
de-la-humanidad/
245
Gobierno del Estado de Michoacán (2022, abril 9). Secum participa en tradicional
desle del Tianguis Artesanal de Uruapan. Secretaría de Cultura Gobierno de
Michoacán. https://cultura.michoacan.gob.mx/noticias/secum-participa-
en-tradicional-desle-del-tianguis-artesanal-de-uruapan/
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) (2014). Cuenta
Satélite de la Cultura de México. Inegi. http://www.inegi.org.mx/est/
contenidos/proyectos/cn/cultura/default.aspx
Mestizo, R. (2023, abril 14). Ascendió a 5.4 mdp la venta de piezas participantes
en el Concurso Estatal de Artesanías. Diario ABC de Michoacán. https://
diarioabcdemichoacan.com.mx/lasnoticias/ascendio-a-5-4-mdp-la-venta-
de-piezas-participantes-en-el-concurso-estatal-de-artesanias/
México en Fotos (2023). Fotos antiguas de Uruapan, Michoacán. México en fotos.
https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/michoacan/uruapan/4
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
(2004). La artesanía: Patrimonio vivo de nuestras culturas. [Archivo PDF].
http://observatoriocultural.udgvirtual.udg.mx/repositorio/bitstream/
handle/123456789/193/laartesaniapatrimoniovivodenuestrasculturas.
pdf?sequence=1&isAllowed=y
Simón, B. y Cerda, L. (2022, abril 7). Tianguis Artesanal de Uruapan, será
Patrimonio Cultural de la Humanidad. Diario ABC de Michoacán. https://
diarioabcdemichoacan.com.mx/lasnoticias/tianguis-artesanal-de-
uruapan-sera-patrimonio-cultural-de-la-humanidad/
Uruapan Virtual (2009). Tianguis Artesanal. Uruapan Virtual. http://www.
uruapanvirtual.com/acerca.php?item=tianguis-artesanal
Varisco, C. y Campoliete, L. (2014). Evaluación turística de las ferias de artesanos
[Archivo PDF]. http://nulan.mdp.edu.ar/2665/1/varisco-campoliete-2014.
pdf
PRODUCTOS TURÍSTICOS CULTURALES:
CASOS DE ESTUDIO
Se terminó de editar en diciembre de 2023
por Santi Ediciones (Rosario Ivonne Lara Alba),
Nance 1370, Col. del Fresno,
Guadalajara, Jalisco, México. 44900
www.santiediciones.com
Visibilizar la problemática y reflexionar en torno a los retos que enfren-
tan los productos turísticos culturales en el contexto latinoamericano es
el propósito de este libro. Para ello, se ofrecen diversos casos de estudio
que permiten identificar aspectos vulnerables y posibles estrategias de
fortalecimiento en los productos turísticos de cara al “viroceno”, término
empleado para denominar una etapa histórica caracterizada por la
presencia de pandemias virales, las cuales se prevé continúen ocurriendo
de forma aleatoria a nivel global, alterando todos los ámbitos de actua-
ción, en especial el del turismo.
En este marco pospandemia, a través de nueve capítulos, se dan a conocer
diversos productos turísticos culturales, presentándolos como aquellos
bienes materiales o inmateriales con capacidad de atracción situados en
un destino específico, estrechamente vinculados con el patrimonio cultu-
ral y que pretenden generar experiencias integrales en turistas
y visitantes por medio de recursos, atractivos y actividades para favorecer
el desarrollo local y regional.
En dichos acápites destaca la oferta de turismo rural maximizada por la
covid-19, y la necesidad de implementar estrategias y programas para
fortalecer el consumo del patrimonio de manera responsable, ética
y sustentable, priorizando el bienestar de las comunidades locales. Accio-
nes como el encadenamiento de inversiones y empleos; la incorporación
de tecnologías de información y comunicación en los procesos adminis-
trativos; el desarrollo de atractivos complementarios; la implementación
de acciones de capacitación a los prestadores, y la mejora de la calidad de
los servicios.
Asimismo, resalta la exigencia de una eficiente planificación y gestión de
rutas turísticas innovadoras en las que se respeten y valoren el territorio,
las tradiciones y la identidad de los colectivos, y se enfatiza, además, la
obligación que tenemos los actores involucrados de emprender acciones
integrales en pro de una oferta y consumo consciente de productos
culturales turísticos más auténticos.
PRODUCTOS TURÍSTICOS CULTURALES
~Casos de estudio