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Buenos Aires 2015 ISSN 0328-2325
Revisión de modelos de
mineralización vinculados a fallas
en ambiente de rifting
Eduardo O. Zappettini, Sabrina Crosta, Nora Rubinstein y Susana J. Segal
Revisión de modelos de mineralización vinculados a fallas en ambiente de rifting | Implicancias metalogenéticas relacionadas al rifting mesozoico en Argentina
Implicancias metalogenéticas
relacionadas al rifting mesozoico
en Argentina
Modelo de tipos de depósitos vinculados a falla en ambiente de rifting
Serie Contribuciones Técnicas
Recursos Minerales N° ?????
REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN
VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE
DE RIFTING
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS
RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO
EN ARGENTINA
Eduardo O. Zappettini, Sabrina Crosta, Nora Rubinstein y Susana J. Segal
BUENOS AIRES 2014
SERIE CONTRIBUCIONES TÉCNICAS RECURSOS MINERALES N° XX
ISSN 0328-2325
ES PROPIEDAD DEL INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y RECURSOS MINERALES – SEGEMAR
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
BUENOS AIRES - 2015
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Esta publicación debe citarse como:
Zappettini, E.O., Crosta, S., Rubinstein, N. y Segal, S.J., 2015. Re-
visión de modelos de mineralización vinculados a fallas en ambiente
de rifting. Implicancias metalogenéticas relacionadas al rifting
mesozoico en Argentina. Instituto de Geología y Recursos Minera-
les, Servicio Geológico Minero Argentino. Contribuciones Técnicas,
Recursos Minerales N° XX. Buenos Aires.
SERVICIO GEOLÓGICO MINERO ARGENTINO
Presidente Ing. Jorge Mayoral
Secretario Ejecutivo Lic. Pedro Alcántara
INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y RECURSOS MINERALES
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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 1
2. MINERALIZACIONES RELACIONADAS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING ........... 2
2.1. Modelos de depósitos .......................................................................................................... 2
2.1.1. Depósitos de Mn .................................................................................................... 2
2.1.2. Depósitos polimetálicos ricos en Se ....................................................................... 3
2.1.2.1. Vetas de U-Se (-Cu-Co-Ni)...................................................................... 3
2.1.2.2. Vetas epitermales ricas en Se y Ag .......................................................... 3
2.1.2.3. Vetas epitermales con Se, Au y EGP ....................................................... 5
2.1.3. Depósitos polimetálicos de U-Ni-Co-As-Ag con Bi-Cu-Pb-Zn
subordinados (depósitos de cinco elementos) ........................................................ 5
2.1.4. Depósitos polimetálicos simples de Pb-Ag-Zn ....................................................... 5
2.1.5. Cu-Au en zonas de fallas de despegue .................................................................. 7
2.1.6. Depósitos de fluorita .............................................................................................. 8
2.1.7. Depósitos epitermales de baritina .......................................................................... 8
2.2. Características de los fluidos mineralizantes ....................................................................... 9
2.2.1. Generalidades ......................................................................................................... 9
2.2.2. Temperatura y salinidad ......................................................................................... 9
2.2.3. Características isotópicas....................................................................................... 10
2.2.4. Alteraciones hidrotermales asociadas .................................................................... 11
2.2.5. Fuente de metales y aniones .................................................................................. 13
2.3. Modelo metalogenético regional .......................................................................................... 14
3. EXTENSIÓN DEL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA E IMPLICANCIAS
METALOGENÉTICAS ..................................................................................................................... 17
3.1. La extensión mesozoica: principales características ........................................................... 17
3.1.1. Fase extensional triásico-jurásica ........................................................................... 17
3.1.2. Extensión cretácica ................................................................................................ 22
3.2. Depósitos minerales asociados a ambiente de rift............................................................... 24
3.2.1. Depósitos de Mn .................................................................................................... 24
3.2.2. Depósitos polimetálicos ricos en Se ....................................................................... 26
3.2.2.1. Vetas de U-Se (-Cu-Co-Ni)...................................................................... 27
3.2.2.2. Vetas con Se y Ag .................................................................................... 28
3.2.2.3. Vetas con Se, Au y EGP........................................................................... 30
3.2.3. Depósitos polimetálicos de U-Ni-Co-As-Ag con Bi-Cu-Pb-Zn subordinados...... 34
3.2.4. Depósitos polimetálicos simples de Pb-Ag-Zn ....................................................... 37
Godeas
3.2.5. Depósitos de fluorita .............................................................................................. 40
3.2.6. Depósitos epitermales de baritina .......................................................................... 45
3.3. Potencial metalogenético ..................................................................................................... 46
3.3.1. Actividad hidrotermal sin relación directa con actividad magmática...................... 46
3.3.2. Actividad hidrotermal relacionada con actividad magmática ................................. 48
4. ANEXO. TÉCNICAS ANALÍTICAS ............................................................................................... 49
5. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 51
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 1
1. INTRODUCCIÓN
Las mineralizaciones vinculadas con sistemas de
fallas extensionales en ambiente continental, no rela-
cionadas a actividad magmática, han sido reconoci-
das como tales recientemente, e individualizadas con
modelos genéticos propios, ya que en el pasado no
habían sido diferenciadas de otras mineralizaciones
epitermales. Un grupo de este tipo de depósitos ha
sido agrupado por el Servicio Geológico de Estados
Unidos bajo el modelo de «Mineralizaciones relacio-
nadas a fallas de despegue» (Long, 1992a y b). En
este modelo, las fallas de despegue (fallas normales
de bajo ángulo relacionadas a extensión regional) se-
paran un bloque inferior caliente con evidencias de
milonitización asociada y un bloque superior en el que
se han desarrollado fallas lístricas y planas normales
que limitan cuencas de hemigraben. Las
mineralizaciones asociadas a estas estructuras (fig.
1) se presentan como reemplazos masivos, stockworks
y vetas de óxidos de cobre y hierro, vetas de sulfuros
polimetálicos, vetas de baritina y/o fluorita y vetas de
óxidos de manganeso. También se vinculan a este
ambiente mineralizaciones de manganeso estratoligado
formadas en ambiente lacustre.
El objetivo del presente trabajo es analizar los
diversos tipos de mineralizaciones hidrotermales vin-
culadas a ambientes extensionales, sin relación di-
recta con actividad magmática, con el fin de:
1. Completar la tipología de depósitos minerales en
ambientes extensionales en general.
2. Ampliar la tipología de depósitos relacionados con
el modelo descripto por Long (1992a y b).
3. Analizar la extensión del rifting mesozoico en la
República Argentina y las mineralizaciones que
se interpretan vinculadas al mismo, de modo de
evaluar su relación con el modelo ampliado pro-
puesto y postular hipótesis genéticas para varios
de los depósitos minerales.
4. Proponer un nuevo modelo metalogenético de
tipo regional que sirva como base para analizar
la potencialidad minera de áreas afectadas por
rifting y orientar la prospección en términos de
los metalotectos definidos. En particular, se es-
pera contribuir con la evaluación de la
prospectividad del territorio a partir de la revi-
sión y nuevos estudios presentados en esta pu-
blicación sobre los depósitos minerales relacio-
nados a rifting, distinguiendo el tipo de
mineralizaciones hidrotermales estudiadas de
aquellas que son consecuencia de actividad
magmática tanto en ambiente de arco como en
ambientes extensionales.
Para cumplir con estos objetivos se analizan los
antecedentes sobre mineralizaciones vinculadas a
rifting a escala global, que son características de los
diversos tipos de depósitos analizados, de manera de
establecer una síntesis en cuanto a las caracterísitcas
de los fluidos mineralizantes y al origen de los ele-
mentos. Desde un punto de vista local se sintetiza el
conocimiento sobre los procesos de rifting acaeci-
dos entre el Triásico y el Cretácico en el territorio
argentino, se describen mineralizaciones relaciona-
das con esta etapa en el Noroeste argentino,
Precordillera, Cordillera Frontal, Bloque de San Ra-
fael, Sierras Pampeanas y Macizo Nordpatagónico,
se aporta nueva información geocronológica,
isotópica y geoquímica que permite precisar la rela-
ción entre mineralizaciones, magmatismo y fuente
de fluidos, así como acotar la edad de los depósitos
Fig. 1. Ubicación estructural de mineralizaciones relacionadas con fallas de despegue (de Long, 1992a)
2REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
estudiados y, finalmente, se dan pautas para estable-
cer la potencialidad económica del metalotecto.
2. MODELOS DE MINERALIZACIÓN
VINCULADOS A FALLAS EN
AMBIENTE DE RIFTING
Los depósitos minerales son concentraciones
naturales de metales o minerales que, en condicio-
nes favorables tienen valor económico. Su localiza-
ción y distribución es determinada por los procesos
geológicos que les dieron origen y, por lo tanto, se
encuentran asociados y agrupados en zonas o regio-
nes donde estos procesos han sido predominantes.
La distribución de los depósitos también está deter-
minada por el tiempo o época en que se formaron y
en muchos casos está condicionada por episodios
tectónicos. Si se considera el ambiente tectónico de
formación, los procesos metalogenéticos involucrados,
el origen de los fluidos y de los metales y elementos
químicos, se pueden precisar modelos conceptuales
de formación y la relación entre estos y los procesos
geológicos y episodios tectónicos con los que se vin-
culan.
El reconocimiento de la existencia de depósitos
minerales no relacionados con actividad magmática
y formados en un ambiente extensional dio origen al
modelo de mineralizaciones relacionadas a fallas de
despegue (Long, 1992a y b), que involucra
mineralizaciones de Mn, Ba, F y polimetálicos de Cu-
Fe-Pb-Ag-Au. Otros yacimientos no considerados
en esta clasificación pero que responden al mismo
ambiente geológico y tectónico han sido reconocidos
como modelos independientes. Tal es el caso de los
depósitos polimetálicos de U-Ni-Co-As-Ag con Bi-
Cu-Pb-Zn subordinados o depósitos de cinco ele-
mentos (Lefebure, 1996); un subtipo particular de
este último modelo correspondiente a los depósitos
polimetálicos ricos en Se en sus diversas variedades
y los depósitos polimetálicos simples de Pb-Ag-Zn
(Beaudoin y Sangster, 1992). A continuación se des-
criben los modelos de depósitos antes citados, sus
características generales y ejemplos de los principa-
les distritos a escala global.
2.1. MODELOS DE DEPÓSITOS
2.1.1. DEPÓSITOS DE Mn
Los depósitos de Mn relacionados a fallas de
despegue y estructuras asociadas (Long, 1992a y b)
se caracterizan por alteración propilítica,
brechamiento asociado en zona de vetas, presencia
de metasomatismo potásico extensivo que general-
mente precede la formación de los depósitos y no
siempre está espacialmente asociado a las
mineralizaciones.
Las mineralizaciones se presentan por lo gene-
ral como vetas, pero también se observan niveles
estratoligados en las secuencias sedimentarias sin-
rift. El mecanismo general para la formación de los
depósitos ha sido sintetizado por Spencer (1991) quien
sugirió que los fluidos hidrotermales asociados a los
depósitos metalíferos en los niveles de despegue,
retienen el Mn por sus características ácidas. La
neutralización de estos fluidos por interacción con
aguas meteóricas resulta en el consecuente depósito
de Mn con una mineralogía característica de am-
bientes altamente oxidantes. El Mn se deposita di-
rectamente en sedimentos no consolidados o como
venas cercanas a la superficie. Es común la presen-
cia en las menas de anomalías en Ba, Pb, K y Sr, en
tanto que los elementos característicos de los am-
bientes epitermales relacionados a magmatismo (As,
Sb, Hg, Tl) ocurren en proporciones muy bajas, por
lo general correspondientes al fondo geoquímico
(Derby, 2012).
Los niveles estratiformes alcanzan varios cen-
tenares de metros de extensión y sus espesores en
general no superan los 20 metros. La mineralogía
incluye psilomelano, romanechita, criptomelano
potásico, ramsdellita y pirolusita. Las leyes de Mn
son bajas, por lo general entre 4 y 14%.
Los depósitos vetiformes tienen leyes de hasta
40% Mn, pero son de pequeño tonelaje si se los com-
para con los depositos estratiformes. En el caso de
rocas de caja estratificadas es común las asociación
de las vetas con los depósitos estratiformes. La
mineralogía comprende criptomelano, hollandita,
coronadita, psilomelano, romanechita y ramsdellita
(Tabla 1). Entre los minerales de ganga se destacan
calcita y calcedonia/ópalo. Hay asociadas venillas
de baritina. Se destaca para este tipo de
mineralizaciones, por contraste con aquellas relacio-
nadas con sistemas epitermales vinculados a
volcanismo de arco en ambiente continental, que en
profundidad no pasan a mineralización de ambiente
reductor (rodocrosita). Por el contrario, se observa
una desaparición de la paragénesis de Mn, la que es
reemplazada por otra en la que predominan los óxi-
dos de Fe, asociados a cuarzo y, eventualmente,
fluorita y baritina (e.g., Leal et al., 2008).
Los datos de inclusiones fluidas son muy varia-
bles, siendo indicativas de fluidos con salinidades
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 3
entre 0 y 35% eq. NaCl y temperaturas de hasta
400ºC.
Es común la presencia de basaltos alcalinos, que
subyacen a los depósitos de Mn y que, localmente,
pueden canalizarse a través de fallas y removilizar
mineralizaciones estratiformes (Derby, 2012).
2.1.2. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS RI-
COS EN Se
Si bien hay numersos trabajos relacionados con
la mineralogía y características de los fluidos que die-
ron origen a este grupo de depósitos, su identifica-
ción como un modelo específico de depósitos no re-
lacionados a actividad magmática recién fue postu-
lado por Zappettini (1999b) al analizar la tipología de
yacimientos minerales de la República Argentina. En
este trabajo, se sintetiza la información sobre este
modelo de depósitos y sus subtipos, a partir de la
información de yacimientos tipo a escala mundial y,
en la sección 3 de esta publicación se analizan las
mineralizaciones que, en Argentina, son adscriptas
al modelo.
2.1.2.1. Vetas epitermales con Se, U, Cu,
Co y Ni
Consisten en vetas con seleniuros de Cu, Co y
Ni y uraninita formadas por soluciones hidrotermales
oxidantes. El ejemplo tipo es Niederschlema –
Alberola, Alemania.
Las mineralización polimetálica selenífera en
Niederschlema – Alberola se formó durante el
Jurásico (paragénesis uraninita-coffinita-seleniuros),
cuando soluciones hidrotermales oxidantes alteraron
las vetas uraníferas pérmicas relacionadas con
granitoides varíscicos e introdujeron elementos tales
como Mg, Se, Pb, Cu, Ag en las vetas a partir de la
lixiviación de rocas de caja metamórficas. Durante
el Cretácico, por disolución parcial y reemplazo se
originó una nueva paragénesis que incluyó metales
nativos, arseniuros de Co-Ni-Fe y sulfuros de Bi
(Förster et al. 2003; 2004). Es común la asociación
de las vetas uraníferas con diques de lamprófiro.
A partir de las relaciones de estabilidad de la
umangita (Förster y Tischendorf, 2001) y datos de in-
clusiones fluidas (Thomas y Tischendorf, 1987) se
estimó que la mineralización de seleniuros en la región
de Niederschlema – Alberola, se formó a temperatu-
ras entre 90° y 140°C. La presencia de umangita en
la paragénesis sugiere una baja fugacidad de azufre
logf(S2) (~–22.5) (Simon y Essene, 1996).
Otro ejemplo es el depósito de Rožná, República
Checa, que se formó en multiples episodios. Se de-
terminaron para la mineralización de U portadora de
Se, temperaturas de homogeneización de inclusio-
nes primarias entre 152 y 174ºC y salinidades varia-
bles entre 3,1 y 23,1% NaCl eq. (Kribek et al., 2009).
Es significativa la hematitización pre-mineralización
derivada de la circulación profunda de fluidos super-
ficiales oxidantes y la presencia de salmueras
cuencales. La mineralización se relaciona con la for-
mación de grabens transtensionales en el Macizo de
Bohemia (Pešek et al. 2001) y fue removilizada como
consecuencia de la etapa de rifting inicial en la re-
gión de Tetis-Atlántico Central durante el Triásico
medio a superior. La circulación de los fluidos estu-
vo controlada por gradientes de presión y tempera-
tura en la etapa inicial de formación del graben y
cesó por inversión tectónica (Kribek et al., 2009).
En el caso de Pøedboøice, República Checa
(Johan, 1989; Paar et al., 2005), las vetas con calci-
ta-hematita-seleniuros-arseniuros son más jóvenes
que aquellas con calcita o calcita-cuarzo y uraninita.
Los ejemplos mundiales más importantes de este
subtipo de depósitos polimetálicos ricos en Se y sus
características se indican en la Tabla 2.
2.1.2.2. Vetas con Se y Ag
Vikre (2005) ha descripto depósitos epitermales
ricos en Ag con presencia dominante a subordinada
Tabla 1. Ejemplos mundiales de depósitos epitermales de Mn
4REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
de Se en distritos mineros del sector norte del Great
Basin, en el suroeste de Idaho, Estados Unidos. Este
autor, del que se sintetiza la información que sigue,
indica que comprende seleniuros de Ag (naumannita,
aguilarita), seleniuros de Hg -Pb- Sb- Cu (tiemannita,
clausthalita, antimonselita, berzelianita), y selenio. Los
depósitos se formaron c.16-14.5 Ma, coincidiendo
con una época en la que se desarrolló una tectónica
de tipo extensional a la que se asoció un volcanismo
bimodal (basalto-riolita). Es común la presencia de
estas asociaciones cerca de la superficie y en sinters.
Los seleniuros pueden ocurrir asociados con
sulfatos y óxidos de minerales en depósitos termales
relativamente oxidados, en tanto los sulfuros, excep-
to el cinabrio son inestables. En efecto, los seleniuros
en fase acuosa (H2Se; HS-) a 300 y 100 ° C son
estables a fO2 más altas que los sulfuros en fase
acuosa, y pueden coexistir con sulfatos, alunita y
hematita. En Buskside Mountain, un alto gradiente
térmico y elevada relación Se/S en el fluido
hidrotermal enfriado, tal como sugiere la
microtermometría de inclusiones fluidas y el fraccio-
namiento de isótopos de S, facilitaron el transporte
de cantidades significativas de Ag, Au y otros meta-
les hacia la paleosuperficie, aparentemente como
seleniuros complejos. Aunque la posterior depresión
de la napa freática causó la ebullición de fluidos,
exsolución de H2S y oxidación a H2SO4, lixiviación
del sinter y de los depósitos volcaniclásticos y la for-
mación generalizada de alunita de reemplazo y
crustiforme, las fases de seleniuros primarios se con-
servaron.
Tabla 2. Ejemplos mundiales de vetas con uranio y seleniuros. En negrita, se resaltan aquellos minerales para los cuales el
yacimiento representa su localidad tipo.
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 5
2.1.2.3. Vetas con Se, Au y EGP
Estos depósitos fueron usualmente referidos
como vetas teletermales o apomagmáticas porque
suelen alojarse en rocas sedimentarias de diversas
edades, sin conexión aparente a cuerpos ígneos.
Lindgren (1928) se refirió a ellos como pertenecien-
tes a la clase epitermales de Au-seleniuros para di-
ferenciarlos de aquellos epitermales que contienen
sulfuros. Simon et al. (1997) las agrupó en el modelo
de vetas teletermales de seleniuros.
En general, consisten en pequeñas vetas, venas
o venillas de carbonatos (± cuarzo, baritina), con
abundante hematita, seleniuros de Cu, Co, Ni, Pb,
Hg y EGP, pocos sulfuros, oro y EGP, especialmente
paladio. Las características de los fluidos
mineralizantes y las condiciones de precipitación han
sido descriptas por Sheperd et al. (2005). La asocia-
ción mineralógica indica precipitación a partir de flui-
dos oxidados o salmueras con elevado contenido de
cloruros. Las temperaturas de mineralización varían
entre los 100 y 300°C. Las condiciones de baja tem-
peraturas, bajo pH, alta fO2 y altos contenidos de
cloruros favorecen el transporte del oro y de los EGP
en forma de complejos clorurados. La precipitación
de los mencionados metales se vincula a la desesta-
bilización de los complejos clorurados ya sea por
mezcla con fluidos cálcicos, dilución con aguas
meteóricas o interacción con litologías reductoras.
La génesis de los depósitos de Tilkerode y Trogtal,
Alemania, ha sido vinculada con la mezcla de sal-
mueras cuencales (Cabral et al., 2012) reductoras y
oxidantes en un ambiente de cuenca de rift permo-
triásica (Shepherd et al., 2005) con formación de
mienralizaciones epigenéticas.
Los principales ejemplos de este subtipo de de-
pósitos polimetálicos ricos en Se y sus característi-
cas se describen en la Tabla 3. A excepción de los
yacimientos de Serra Pelada y Mina Gerais que fue-
ron explotados por oro, raramente constituyen depó-
sitos económicos.
2.1.3. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS DE
U-NI-Co-As-Ag CON Bi-Cu-Pb-Zn
SUBORDINADOS (DEPÓSITOS DE
CINCO ELEMENTOS)
Las mineralizaciones asignadas a este modelo
se relacionan, según Lefebure (1996), a sistemas
hidrotermales en el que los fluidos ascendien por fa-
llas desarrolladas en un ambiente de extensión cortical,
y depositan los metales entre 1 y 4 km de profundi-
dad. Los fluidos son salmueras con temperaturas
entre 150º y 250º C, originadas tanto a partir de eta-
pas tardías en la diferenciación de magmas como
por circulación convectiva de aguas en las rocas del
entorno de los yacimientos. La fuente de los metales
involucrados puede encontrarse en niveles
estratigráficos ricos en sulfuros y en lutitas carbonosas
intercalados en la secuencia estratigráfica.
El ambiente geotectónico se corresponde con el
de un rift intracratónico o una zona de tracción-
elongación de trasarco, en corteza continental en la
que generalmente se forman post-tectónicamente
(Lefebure, 1996). Kissin (1992) propuso un modelo
genético general en el que, en un ambiente de rift, se
produce un flujo calórico anómalo, con generación
de temperaturas del orden de los 400 ºC a 10km de
profundidad. Estas condiciones favorecen la movili-
zación de salmueras formacionales y otras aguas
connatas que migran siguiendo las fallas
extensionales. La alta salinidad y temperatura favo-
recerían la migración de Co, Ni y Ag. Las variacio-
nes mineralógicas son consecuencia de las modifi-
caciones de las condiciones de óxido-reducción y de
la mezcla con aguas meteóricas.
Las menas de estos depósitos se caracterizan
por una asociación paragenética compleja en la que
son característicos los arseniuros de Ni-Co,
sulfarseniuros de Co, Ni, Fe y Sb, minerales de Bi y
Ag, uraninita. En general el oro está ausente. Las
texturas más comunes son de relleno de espacios
abiertos. En algunos depósitos la uraninita constitu-
ye un mineral de mena importante (Lefebure, 1996).
Los ejemplos en el mundo de este tipo de yaci-
mientos se describen en la Tabla 4.
2.1.4. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS
SIMPLES DE Pb-Ag-Zn
En esta categoría se incluyen a los yacimientos
vetiformes de metales base (Pb-Ag-Zn) no portado-
res de oro, que se alojan en secuencias metase-
dimentarias clásticas.
El modelo fue definido por Beaudoin y Sangster
(1992) de quienes se sintetizan sus características
esenciales. Están asociados a zonas de falla subsi-
diarias de fallas corticales mayores y se localizan en
ambientes orogénicos con o sin presencia de
magmatismo de arco. Son tardío-tectónicos en rela-
ción con la historia orogénica y están vinculados a
procesos extensionales. En este contexto se origina
una corteza adelgazada con ascenso del manto su-
perior, y se produce un consecuente desequilibrio
térmico, generación de fracturas profundas y rota-
ción de bloques que dan lugar a convección de flui-
6REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Tabla 3. Ejemplos mundiales de depósitos de vetas epitermales con Au, EGP y seleniuros. En negrita se resaltan aquellos
minerales para los cuales el yacimiento representa su localidad tipo.
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 7
dos que originan un ambiente geodinámico favorable
a la formación de mineralizaciones. En este modelo
las zonas de falla corticales profundas son conside-
radas canales de primer orden para la circulación de
fluidos hidrotermales, que conectan reservorios pro-
fundos con reservorios someros y se genera así una
mezcla de fuentes para el Pb, el S y los fluidos, lo
que se ve reflejado en las características isotópicas
de los minerales. El rol del metamorfismo se relacio-
na con la generación de fluidos por deshidratación o
intercambio agua/roca a alta temperatura. La
mineralogía de los depósitos comprende galena y
esfalerita en una ganga de siderita, cuarzo, dolomita
o calcita. La alteración hidrotermal es de tipo fílica y
está restringida a las inmediaciones de las vetas.
Presentan relaciones Pb/(Pb+Zn) entre 0,51 y 0,72
y ausencia o muy bajo contenido en Au.
Ejemplos mundiales de yacimientos de esta
tipología, así como sus características, se indican en
la Tabla 5.
Beaoudoin y Sangster (1992) destacaron la pre-
sencia de otras mineralizaciones vetiformes asocia-
das a este modelo en alguno de los distritos tipo, y
citaron la presencia de vetas de F-Ba y del tipo «cinco
elementos» en el distrito Freiberg, si bien descarta-
ron una relación entre ellas.
2.1.5. Cu-Au EN ZONAS DE FALLAS DE
DESPEGUE
Este modelo de depósito ha sido descripto de
manera sinóptica por Long (1992 a y b). Comprende
yacimientos polimetálicos en los que la mena princi-
pal contiene Cu y Au y se presentan como reempla-
zos masivos, stockworks y vetas en zonas de fallas
de despegue. Son característicos de ambientes
extensionales y el ambiente de formación a escala
regional corresponde a hemigrabens y cuencas
hidrográficamente cerradas formadas de manera
sintectónica con la deformación extensional por en-
cima de las fallas de despegue. Este tipo de depósi-
tos presenta afinidades con el modelo IOCG (Iron
Oxide Copper Gold) relacionado con fluidos de ori-
gen evaporítico (Barton, 2014, figura 1b).
Los yacimientos mejor estudiados se localizan
en el extremo oriental de California y en el suroeste
Tabla 4. Ejemplos mundiales de depósitos polimetálicos de cinco elementos
Tabla 5. Ejemplos mundiales de depósitos polimetálicos simples de Pb-Ag-Zn
8REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
de Arizona, Estados Unidos. Las principales carac-
terísticas de los depósitos tipo se sintetizan en la Ta-
bla 6.
2.1.6. DEPÓSITOS DE FLUORITA
El modelo de depósitos de vetas epigenéticas de
F-Ba fue sintetizado por Hora (1996a). Correspon-
de a vetas alojadas en zonas de brecha y cizalla a lo
largo de fallas que se localizan esencialmente en
ambientes tectónicos en los que subyace una corte-
za siálica. En cinturones orogénicos se relacionan
con intrusiones postectónicas o con rocas alcalinas
asociadas a rifts, son próximas a zonas de sutura,
rifts tensionales, grabens y lineamientos. Los cuer-
pos mineralizados son tabulares o lenticulares y pue-
den superar los 1000 m de longitud con espesores de
hasta 20 metros. En muchos casos la fluorita es el
único mineral, o bien está acompañada por cuarzo,
calcedonia, baritina, carbonatos de Ca-Fe-Mg. Hay
sulfuros subordinados, tales como galena, esfalerita,
calcopirita y pirita y silicatos como adularia y
feldespato potásico.
Este modelo constituye la principal fuente de flúor
a escala mundial. Como ejemplos típicos Van Alstine
(1976) indicó más de 45 distritos localizados a lo lar-
go del graben Río Grande, en el oeste de los EEUU,
con una extensión que supera los 800 km (e.g.
Browns Canyon, Northgate, Poncha Springs) así
como la zona de rift de Baikal, de más de 3000 km y
en la que se localizan más de 200 depósitos de fluorita
(e.g. Bor Undur y Urgen, Mongolia). En todos los
casos las mineralizaciones se emplazan en fallas nor-
males o en echelon, asociadas a los sistemas de rift
(Tabla 6).
2.1.7. DEPÓSITOS EPITERMALES DE
BARITINA
Este modelo abarca vetas epitermales constitui-
das esencialmente por baritina, alojadas en fallas,
fracturas y zonas de cizalla. Está comprendido en el
modelo general de vetas de baritina definido por Clark
y Orris (1991) que abarca este tipo de
mineralizaciones para variados ambientes tectónicos.
En la clasificación presentada por Hora (1996b) las
vetas tienden a localizarse en y cerca de los márge-
nes de cuencas de rift tanto en ambiente continental
como de margen continental. Su emplazamiento está
controlado por fallas de alto ángulo y, localmente, la
mineralización se presenta como cuerpos irregula-
res y estratoligados. Tienen una extensión que pue-
de superar 1 km, potencias de hasta 20 m y son ex-
plotadas hasta profundidades de 500 metros. Estu-
Tabla 6. Ejemplos tipo de depósitos de Cu-Au en zonas de despegue.
Tabla 6. Ejemplos mundiales de depósitos de fluorita vinculados a rifting
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 9
dios de inclusiones fluidas indican temperaturas de
homogeneización entre 160 y 300 ºC (Jessey 2010)
y corresponden a fluidos salinos (10 a 16% eq. NaCl).
Es común la presencia de múltiples episodios de
mineralización (Hora, 1996b). En la tabla 7 se indi-
can las características principales de algunos de los
distritos típicos de este modelo de mineralización.
2.2. CARACTERÍSTICAS DE LOS
FLUIDOS MINERALIZANTES EN
AMBIENTES DE RIFT
2.2.1. GENERALIDADES
Las condiciones de rifting dan lugar a procesos
mineralizantes de dos tipos: (a) originados por la cir-
culación de fluidos sin relación con magmatismo en
zonas de anomalías térmicas y (b) vinculados a la
actividad magmática. En el primer caso, que corres-
ponde al objeto de análisis de esta publicación, don-
de hay una fuente favorable, los fluidos colectan de-
terminados elementos produciéndose una especiali-
zación mineralógica distrital con inhomogeneidades
en la distribución de los tipos de mineralización a lo
largo de la región afectada por rifting.
El mecanismo de formación de los depósitos
involucrados en ese modelo implica un proceso de
metamorfismo retrógrado en el bloque inferior calien-
te que da origen a mineralizaciones de sulfuros, y la
circulación de salmueras derivadas de las cuencas
sintectónicas a lo largo de las fallas de despegue ha-
cia las fallas normales del bloque superior que origi-
nan las mineralizaciones de sulfuros u óxidos, depen-
diendo de las condiciones de óxido-reducción locales
(fig. 1). El movimiento de los fluidos estaría vinculado
al calor derivado del bloque inferior o a la presencia
de magmatismo sintectónico (Reynolds y Lister, 1987).
Los datos isotópicos y de inclusiones fluidas de
los diversos grupos de depósitos analizados permiten
definir aspectos genéticos y características de los
fluidos portadores de las mineralizaciones, así como
las relaciones que existen entre los submodelos ana-
lizados.
2.2.2. TEMPERATURA Y SALINIDAD
Los datos compilados a partir de las publicacio-
nes citadas para los yacimientos tipo (descriptos en la
sección 2.1.), permiten acotar las temperaturas de
homogeneización de los diversos modelos de depósi-
tos analizados así como sus rangos de salinidad. Una
síntesis de la información se muestra en la figura 2.
Los campos identificados reflejan la información dis-
ponible de un importante número de distritos
mineralizados para cada modelo de depósito, pero sus
límites no deben considerarse estrictos sino indicati-
vos de las características de los fluidos mineralizantes.
Esta compilación pone de manifiesto el impor-
tante rango de temperaturas y salinidades que abar-
ca el conjunto de modelos analizados, que se agrupa
en un campo (A en la figura 2) delimitado por rangos
de valores de temperatura de homogeneización en-
tre 60º y 430 ºC y salinidades entre 0 y 27% NaCl
equivalente.
Las características y comportamiento de los flui-
dos en el ambiente de fallas de despegue y fallas
directas asociadas han sido analizados por Reynolds
y Lister (1987) y explica adecuadamente las varia-
ciones observadas entre los diversos tipos de
mineralización analizados, a partir de la formación
de dos sistemas de fluidos: un sistema profundo mo-
vilizado por convección en las partes profundas de la
zona de cizalla y un sistema en el bloque superior en
el que predominan aguas meteóricas y connatas a
presiones hidrostáticas. Los desplazamientos norma-
les en la zona de despegue yuxtaponen rocas afec-
tadas por los diferentes sistemas y permiten la su-
perposición de ambos (fig. 3). En efecto, de acuerdo
Tabla 7. Ejemplos mundiales de depósitos epitermales de baritina
10 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
con los datos presentados por Baatartsogt (2006) para
las vetas de fluorita, de baritina y de Pb-Ag-Zn del
distrito Schwarzwald, Alemania, los fluidos origina-
les, correspondientes a salmueras profundas a tem-
peraturas del orden de los 350 ºC, se mezclaron en
su ascenso con aguas meteóricas de baja salinidad.
La mezcla de ambos fluidos se habría visto facilitada
en épocas de incremento de la actividad tectónica y
como resultado de esa mezcla se tiene la depositación
de las mineralizaciones.
2.2.3. CARACTERÍSTICAS ISOTÓPICAS
Desde el punto de vista de los isótopos estables,
los rangos de valor para los isótopos de O, S y D se
sintetizan en la tabla 8, y se indica, para cada caso, el
Fig. 2. Diagrama temperatura de homogeneización vs salinidad (% en peso NaCl eq.), ilustrando la distribución esquemática de
los principales tipos de yacimientos considerados en este trabajo y de otros modelos de depósitos para comparación. El campo
A. indica los rangos de T y salinidad de los fluidos para las mineralizaciones asociadas a fallas en ambiente de rifting. Datos
tomados de las fuentes citadas en esta publicación y de Wilkinson (2001).
Fig. 3. Modelo de flujo de fluidos en zonas de despegue (de Reynolds y Lister, 1987)
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 11
origen de los datos. En conjunto, los valores son con-
sistentes con fluidos porales cuencales derivados de
aguas meteóricas sometidas a condiciones de P-T
diversas en un ambiente de fallas activas.
Los valores isotópicos de d34S indican en gene-
ral salmueras formacionales y mezcla progresiva con
aguas meteóricas.
Los datos de d18O y dD están dentro del rango
de los fluidos metamórficos y de las aguas
meteóricas, lo que sugiere un intercambio progresi-
vo de O por interacción fluido-roca en el basamento
durante su ascenso, considerando que en su origen
las salmueras de las cuencas corresponden a aguas
meteóricas o de mar (Baatartsogt 2006).
En cuanto a los isótopos radiogénicos, los datos
de Pb muestran composiciones relativamente homo-
géneas para cada distrito considerado y dispersión
entre ellos lo que indica diversidad en las fuentes. En
general los datos se agrupan entre las curvas de cor-
teza inferior y corteza superior de Zartmann y Doe
(1981) en el diagrama 207Pb/204Pb vs. 206Pb/204Pb
(fig. 25). Esto sugiere que el Pb deriva de mezcla de
rocas alojadas en la corteza superior por un largo
periodo de tiempo con rocas formadas y deforma-
das en ciclos orogénicos repetidos (Beaudoin y
Sangster, 1992), con un aporte de Pb de la corteza
inferior y aún del manto (Paiement et al., 2012).
Es de destacar que los datos isotópicos del con-
junto de mineralizaciones consideradas se disponen
según el «Arreglo Mesozoico» definido por Paiement
et al. (2012) para los yacimientos de Purcell Basin y
Coeur d’Alène, y que interpretan como el resultado
de episodios de mezcla isotópica de Pb durante el
Mesozoico y aún el Cenozoico. El diseño es ancho lo
cual responde, según los autores señalados, a varias
fuentes sedimentarias.
2.2.4. ALTERACIONES HIDROTERMALES
ASOCIADAS
La circulación de fluidos a lo largo de los pla-
nos de falla que acompañan a las zonas de despe-
Tabla 8. Características isotópicas de los depósitos vinculdos a zonas de rifting
Fig. 4. Comparación de composiciones isotópicas de Pb en diversos modelos de depósitos asociados a ambientes extensionales
(datos de Beaudoin y Sangster, 1992; Sizaret et al., 2009; López, 2011). Se indica la orientación del «Arreglo Mesozoico»,
modificado de Paiement et al. (2012).
12 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
gue, a diversas condiciones de Eh, pH y P-T, pro-
ducen alteración hidrotermal en las rocas
involucradas, la que ha sido descripta y sintetizada
por Michalski et al. (2007) (fig. 5). Las rocas del
bloque inferior se encuentran por lo general
brechadas (hasta 300 m por debajo de la zona de
despegue –Long, 1992b), con una alteración de tipo
propilítica (clorita-epidoto-calcita) relacionada con
la acción de fluidos calientes reductores, en tanto
en el bloque superior es común el metasomatismo
potásico de baja temperatura (que se extiende has-
ta dos kilómetros por encima de la zona de despe-
gue –Long, 1992b), con formación de adularia y
enriquecimiento en potasio en la biotita, en relación
con fluidos meteóricos oxidantes calientes. Los
modelos de alteración hidrotermal en el sistema
dependen de la permeabilidad y reactividad de las
rocas. La liberación de elementos químicos de in-
terés (metales, bario) se produce en relación con la
circulación de los fluidos y la consecuente altera-
ción en las rocas involucradas. En este caso, la
cantidad de metales liberados por este mecanismo
es suficiente para la formación de depósitos mine-
rales sin necesidad de requerir una fuente cortical
profunda (Michalski et al., 2007).
En la tabla 9 se indican los tipos de alteración
hidrotermal observados en los diversos modelos de
mineralización formados en este ambiente y que re-
flejan los diferentes niveles de formación de las aso-
ciaciones paragenéticas, con las consecuentes dife-
rencias de presión, temperatura y condiciones de
óxido-reducción.
Las asociaciones de alteración hidrotermal de
manera individual no se diferencian de las alteracio-
nes vinculadas con fluidos hidrotermales relaciona-
dos a actividad magmática. Sin embargo, el esque-
ma regional de distribución lateral y en profundidad
permite su discriminación (cf. fig. 5).
Fig. 5. Modelo idealizado de los tipos de alteración hidrotermal asociados a una zona de falla de despegue (modificado de
Michalski et al., 2007). Zonificación de los tipos de alteración: K: metasomatismo potásico, I: sericitización, Ca: carbonatización,
Ce: celadonita, He: hematititzación, S: silicificación, Cl: cloritización
Tabla 9. Tipos de depósitos y alteración hidrotermal asociada
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 13
2.2.5. FUENTE DE LOS METALES Y
ANIONES
Metales base
Los estudios geoquímicos de pelitas de las se-
cuencias sedimentarias marinas indican que estas se
encuentran en general enriquecidas en elementos
metálicos y puede constitur rocas fuente para la ge-
neración de fluidos mineralizantes ricos en metales
(e.g. Ruffell, 1998). La cuenca marina ordovícica en
el noroeste argentino presenta, coincidentemente,
altos contenidos en Ba, Cu, Ag, Pb, As, Ni, Co, Zn y
U, por lo que constituye una fuente potencial de es-
tos metales (e.g. López, 2011).
Los datos isotópicos de Pb en los distritos ca-
racterísticos del modelo de depósitos polimetálicos
simples de Pb-Ag-Zn sugieren que este metal es de
origen cortical y proviene de la lixiviación de rocas
sedimentarias con contribuciones variables de la cor-
teza inferior (Beaudoin y Sangster, 1992; Paiement
et al., 2012). En el caso de los distritos Pumahuasi y
Santa Victoria, Argentina, Sangster (2001) llegó a
conclusiones similares, lo cual refuerza el modelo de
una fuente cortical desvinculada de actividad
magmática para este metal.
Manganeso y Hierro
El Mn es el segundo elemento de transición más
abundante en la suprficie terrestre, donde es natu-
ralmente movil en condiciones oxidantes. Esta movi-
lidad ocurre en un gran rango de temperaturas y
ambientes químicos, pudiendo originar depósitos
vetiformes y estratoligados, en los cuales son comu-
nes los contenidos anómalos en Sr, Ba y As.
Las mineralizaciones de Mn y Fe asociadas a
ambiente de rift con desarrollo de cuencas marinas
restringidas tienen un origen volcanogénico, relacio-
nado a un magmatismo de tipo bimodal.
En el caso del Mn epitermal en vetas donde no
hubo desarrollo de secuencias marinas y por ende
sin actividad hidrotermal submarina, se ha interpre-
tado que la fuente del Mn y del Fe fue el magmatismo
básico alcalino relacionado con el rifting (e.g. Leal
et al., 2008).
El estudio de las mineralizaciones del Distrito
Artillery Mountains (Arizona, Estados Unidos) per-
mitió establecer un modelo de removilización de
Mn a partir de secuencias sedimentarias, si bien
no se descarta su relación con basaltos cuya quí-
mica es consistente con una fuente posible de Mn.
En este contexto, la presencia de metasomatismo
potásico de baja temperatura, vinculable con sal-
mueras alcalinas, podría constituir un mecanismo
para la liberación y movilización del Mn (Derby,
2012).
Selenio
Hay limitados estudios relacionados con la dis-
ponibilidad y mecanismos de liberación del selenio
en un medio fluido a partir de fuentes geológicas. La
similitud del Se y el S resulta en el reemplazo de
parte del S por Se en rocas con sulfuros (Matamo-
ros-Veloza et al., 2011), el cual puede ser lixiviado
como resultado de la oxidación de los sulfuros, es-
tando los mecanismos de liberación del Se favoreci-
dos en medio alcalino (Dixon, 2007).
En agua de mar, se determinó que el 80% del Se
disuelto se concentra como seleniuros orgánicos a
menos de 300 m de profundidad (Cutter y Bruland,
1984). Estos datos están de acuerdo con la concen-
tración de Se en lutitas negras de cuencas marinas
con enriquecimiento en metales, donde se han medi-
do valores de 40 ppm (Región Daba, China, Kunli et
al., 2003) y hasta 300 ppm (Formación Phosphoria,
Western Phosphate Resource Area, Estados Uni-
dos, Ryser et al., 2005). En estos sedimentos el Se
se encuentra asociado tanto a materia orgánica como
a sulfuros de hierro, estos últimos con contenidos de
hasta 0,2% Se (Ryser et al., 2005).
Asimismo se ha identificado Se como selenito y
selenato que forma complejos de adsorción en óxi-
dos de Fe y en arcillas, siendo esta fuente la más
fácilmente lixiviable (Ryan y Dittrick, 2001).
Flúor
La determinación de la fuente del flúor ha sido
materia de debates y se han propuesto diferentes
orígenes para explicar la formación de grandes dis-
tritos fluoríticos en el mundo.
En ambientes de rift el flúor se presenta en con-
centraciones anómalas y Van Alstine (1976) ha desta-
cado en este contexto su relación con sistemas volcáni-
cos ácidos involucrando magmatismo alcalino, si bien
se ha demostrado la diferencia temporal entre el
volcanismo ácido y la edad de las mineralizaciones. Por
otra parte se ha demostrado la coincidencia cronológica
de mineralizaciones de flúor con episodios de
magmatismo básico alcalino (Seager et al., 1984).
Los estudios geoquímicos de Plumlee et al.
(1995) indican que la incorporación de flúor en los
fluidos mineralizantes sólo pudo ocurrir por adición
de HF, a partir de los cuales se deposita la fluorita.
Otros autores han propuesto fuentes alternativas para
el flúor, tales como la fluorita y la apatita de rocas
del basamento, lixiviadas por fluidos ácidos calientes
(McLemore et al., 1998; Sizaret et al., 2009).
14 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Tropper y Manning (2007) realizaron estudios de
solubilidad de fluorita que indican que la solubilidad
de este mineral es baja a moderada en H2O por en-
cima de los 600ºC y muy soluble en el sistema H2O-
NaCl, lo que sugiere que en ambientes metamórficos
e ígneos en la corteza inferior, los fluidos salinos pre-
sentes pueden enriquecerse en flúor a partir de
fluorita.
Por otra parte, datos isotópicos de inclusiones
fluidas en fluorita indican la presencia de Cl de ori-
gen astenosférico (Partey, 2004). Considerando que
el Cl y el F tienen un comportamiento químico simi-
lar y van apareados durante la degasificación de los
magmas (Thordarson et al., 1995), se asume una
fuente mantélica para el flúor, en coincidencia con el
modelo planteado por Plumlee et al. (1995). En efec-
to, la escasa profundidad de soterramiento de las
volcanitas ácidas en las secuencias de rift y las con-
diciones de P-T requeridas para solubilizar la fluorita,
permite descartar a estas como fuente, al menos prin-
cipal, del flúor.
Bario
El bario, en el tipo de depósitos analizado, se atri-
buye a la lixiviación de las secuencias sedimentarias
marinas y, eventualmente, de volcanitas asociadas
que constituyen la roca de caja. En las sedimentitas
marinas el Ba se encuentra asociado a varias fases,
incluyendo materia orgánica, carbonatos, ópalo,
oxihidróxidos de Fe-Mn, silicatos terrestres y otros
materiales detríticos (Dehairs et al., 1980). En este
ambiente es importante el aporte de Ba a partir de
surgencias frías localizadas en escarpas de fallas, en
proporciones equivalentes al Ba biogénico (Torres
et al., 2002).
Los fluidos, de origen meteórico, evolucionan
químicamente en profundidad, produciendo salmue-
ras ricas en sulfatos. Este proceso facilita la movili-
zación del bario, el plomo y otros metales (McLemore
et al., 1998). No se descarta en algunos casos la
mezcla con aguas formacionales y aún con fluidos
de origen magmático (McLemore et al., 1998). Es-
tudios isotópicos, de inclusiones fluidas y estructura-
les permiten descartar en varios distritos la relación
del Ba con una fuente de tipo exhalativo (Kontak et
al., 2006).
2.3. MODELO METALOGENÉTICO
REGIONAL
Las zonas de despegue son fallas extensionales
con desplazamientos que pueden alcanzar varias
decenas de kilómetros. Han sido explicadas como
producto de la evolución de zonas de cizalla de bajo
ángulo que controlaron procesos litosféricos
extensionales a niveles corticales altos (Wernicke
1981; Spencer y Reynolds 1989). En estas zonas
son comunes los procesos asociados de
brechamiento, metamorfismo retrógrado en el blo-
que inferior y su yuxtaposición con rocas
supracorticales no metamorfizadas. Es común su
asociación en niveles superficiales con complejos
de pull-apart y conjuntos de fallas normales poco
espaciadas (Davis y Lister 1988), con desarrollo
de rifts.
Se pueden identificar esencialmente dos ambien-
tes geotectónicos diferentes, de interés metalogené-
tico, en el que se desarrollan fallas extensionales aso-
ciadas en profundidad a zonas de despegue:
1. Extensión continental en ambiente de
retroarco (fig. 6): se produce en un contexto
tectónico de roll-back negativo, lo que favorece
un ascenso astenosférico a niveles superficiales
del manto y genera una fuente potencial de calor
que puede producir fusión en la litósfera (Lips,
2002). Ejemplos de este tipo de ambiente son las
cuencas Shadow Valley, Chemehuevi y Artillery
en el sudoeste de la Cordillera de Estados Unidos,
las islas Cícladas, el Mioceno en el norte del Mar
Egeo y las Islas de Entrecasteaux (Friedmann y
Burbank, 1995). En el retroarco del arco mag-
mático Gondwánico de América el Sur la geome-
tría del rift es usualmente controlada por la
reactivación de estructuras más antiguas. Tal es
el caso de la Cuenca Cuyana, desarrollada sobre
la sutura Chilenia-Cuyania (Ramos y Kay, 1991).
Es común la presencia de volcanismo de tipo
bimodal, en el que predominan ignimbritas riolíticas-
riodacíticas y lavas andesíticas-basálticas (ejem-
plo: secuencias precuyanas en el basamento de la
Cuenca Neuquina; Franzese, 2007). También son
comunes los diques basálticos (cuenca Cuyana;
Ramos y Kay, 1991). En este ambiente, en niveles
someros, se presentan mineralizaciones polimetá-
licas ricas en Se, polimetálicas de Pb-Ag-Zn,
polimetálicas de cinco elementos, de baritina y de
fluorita. En la etapa de colapso del orógeno se
desarrolla un magmatismo ácido por fusión cortical
(ej. Ciclo Magmático Choiyoi). Fuentes magmá-
ticas alcalinas profundas vinculadas con el rifting
que sigue al colapso del orógeno pueden ser el
origen de F y Mn que, una vez colectados por flui-
dos que circulan en fallas directas asociadas a la
zona de despegue, generan vetas epitermales de
estos elementos.
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 15
2. Extensión con desarrollo de rift y gene-
ración de corteza oceánica en un margen conti-
nental pasivo: Las etapas tempranas de ruptura
continental (abortadas o no) (fig. 7) están caracteri-
zadas por fallamiento normal y desarrollo de siste-
mas de rift, de escaso ancho (30 a 60 km), flancos
empinados y subparalelos, al que se relacionan di-
ques y coladas basálticas toleíticas y alcalinas, aso-
ciaciones magmáticas bimodales y, localmente ro-
cas magmáticas sódicas, potásias y carbonatíticas.
Dos mecanismos pueden dar origen a este tipo de
rifting (Ruppel, 1995): a. un mecanismo activo en el
que plumas mantélicas calientes o diapiros inician el
rifting, y al que se asocia un extenso volcanismo pre-
dominantemente alcalino; tal es el caso del Rift del
Este Africano; b. un mecanismo pasivo relacionado
con extensión litosférica; en este caso los rift tien-
den a ser asimétricos e involucran escala litosférica
una falla de despegue; tal es el caso del Graben del
Rin, en Europa. Incluye mineralizaciones de Pb-Zn,
manganeso, fluorita y baritina.
En la etapa previa a la ruptura del continente la
corteza continental sujeta a esfuerzos extensionales
se adelgaza y se forman hemigrabens vinculados
entre sí por una zona de despegue. Son comunes las
reactivaciones de las fallas así formadas. La exten-
sión acompañada por un desplazamiento a lo largo
de una zona de despegue mayor genera una exten-
sión no uniforme de la corteza y del manto litosférico
(Becker et al., 2014), con una consecuente asime-
tría y comportamiento diferente entre ambos márge-
nes (fig. 8), tal como ha sido observado al comparar
la región austral de América del Sur (margen
epicontinental argentino) y el margen sudafricano
(Lister et al., 1991; Ciciarelli, 1990). En este am-
biente se desarrolla un extenso magmatismo riolítico
de origen cortical (e.g. Formación Marifil en el mar-
gen epicontinental argentino; Provincia Volcánica
Fig. 6. Extensión y desarrollo de fallas de despegue en el retroarco, vinculadas a un proceso de roll-back con tasa de
subducción mayor que la tasa de convergencia, con generación de hemigrabens y volcanismo asociado (de Mpodozis y Ramos,
2008)
Fig. 7. Tipos de rift en un ambiente intracontinental (de Ruppel, 1995)
16 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Whitsunday en el margen pasivo de Australia orien-
tal -Bryan et al., 2000). Hay asociadas mineraliza-
ciones de fluorita y de manganeso.
A partir del análisis realizado en este trabajo so-
bre los depósitos minerales vinculados a fallas en un
xontexto extensional, junto con los datos
preexistentes, se propone agrupar los yacimientos, a
modo de síntesis, en tres ambientes. Los tres tienen
en común la ausencia de relación directa entre flui-
dos hidrotermales y procesos magmáticos:
1. Mineralizaciones en el entorno de las fa-
llas de despegue: Comprenden depósitos
polimetálicos de Cu-Fe y de Pb-Ag-Zn vetiformes,
en stockwork y de reemplazo.
2. Mineralizaciones asociadas a las fallas di-
rectas de alto ángulo:
a. En relación con hemigrabens:
i. En áreas en que el bloque superior está ca-
racterizado por magmatismo ácido (e.g. riolítico do-
minante): Vetas de fluorita. Vetas de Mn. Asocia-
do: epitermales auríferos de baja sulfuración.
ii. En áreas en que el bloque superior y la se-
cuencia sedimentaria que rellena los hemigrabens tie-
nen asociado magmatismo básico (diabasas, basal-
tos toleíticos): Vetas polimetálicas ricos en Se. Ve-
tas polimetálicas simples de Pb-Ag-Zn.
b. En áreas de fallas directas sin evidencias de
depósitos en hemigrabens:
i. En áreas en que el bloque superior está ca-
racterizado por basamento sedimentario o
metasedimentario: vetas polimetálicas cuya compo-
sición está condicionada por la disponibilidad de ele-
mentos que son extraídos por circulación de fluidos
metamórficos o metamórfico-sedimentarios: vetas
polimetálicas de cinco elementos (con y sin U),
vetas polimetálicas simples de Pb-Ag-Zn, vetas de
baritina.
3. Mineralizaciones asociadas a las secuen-
cias sedimentarias de relleno de los hemigrabens:
a. Depósitos de Mn lacustre.
b. Depósitos estratoligdos de baritina.
Los diversos tipos de depósitos enumerados re-
presentan diferentes niveles de exposición.
El ambiente de rift analizado queda entonces
caracterizado desde el punto de vista metalogenético
por un grupo de modelos o submodelos de depósitos
bien diferenciados, cuya presencia puede, a su vez,
ser elemento de juicio para la identificación de este
tipo de ambiente. La paragénesis de los diversos
yacimientos está condicionada por el nivel de expo-
sición del sistema y por la litología involucrada en el
bloque inferior, el bloque superior y el relleno de las
Fig. 8. Modelo de extensión durante la ruptura de Gondwana y desarrollo de hemigrabens en el margen epicontinental argentino
(modificado de Ciciarelli, 1990).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 17
cuencas. Asimismo, el grado de desarrollo del rift y
el contexto geotectónico en el que se genera condi-
ciona la presencia o no de magmatismo asociado y
sus características, con las consecuentes implicancias
metalogenéticas. En la figura 9 se sintetiza el mode-
lo metalogenético conceptual que se define a partir
de los parámetros analizados.
3. EXTENSIÓN DEL RIFTING
MESOZOICO EN ARGENTINA E
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS
3.1. LA EXTENSIÓN MESOZOICA:
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
3.1.1. FASE EXTENSIONAL
TRIÁSICO-JURÁSICA
Los procesos extensionales durante el Triásico-
Jurásico (fig. 10) afectaron una faja paralela al mar-
gen occidental de Gondwana, de orientación NNO-
SSE y marcaron el inicio de la fragmentación de este
supercontinente (Gust et al, 1985). De acuerdo con
Ramos y Aleman (2000), el fallamiento relacionado
a extensión se inició en el Pérmico tardío en las áreas
septentrionales de Argentina, en tanto es más joven
hacia el sur, alcanzando el Jurásico en Patagonia.
Durante esta etapa se desarrolló un extenso
magmatismo ignimbrítico riolítico a lo largo del límite
Fig. 9. Modelo ampliado de tipos de depósitos vinculados a fallas en ambiente de rifting. 1. Polimetálicos simples de Pb-Ag-Zn. 2.
Epitermales de Mn y Mn lagunar. 3. Polimetálicos ricos en Se. 4. Epitermales de fluorita. 5. Epitermales de baritina. 6.
Estratoligados de baritina. 7. Polimetálicos de cinco elementos con U. 8. Polimetálicos de cinco elementos. 9. Reemplazos de
CO3Ca. 10. Vetiformes y reemplazos de Cu-Au-Fe.
Fig. 10. Extensión del rifting triásico-jurásico en el extremo sur
de América del Sur y magmatismo asociado. Posición de
África a los 160 Ma (modificado de Uliana y Biddle, 1987;
Uliana et al., 1989; Ramos y Aleman, 2000; Sempere et al.,
1998; Franzese y Spalletti, 2001; Figari, 2005; y referencias
allí citadas)
18 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
entre los terrenos Pampia-Antofalla-Arequipa y
Cuyania-Chilenia, que acompañó al sistema de rifts,
rellenos por sedimentos continentales, con presencia
local de interdigitaciones de rocas volcánicas bimodales.
Las evidencias más antiguas, correspondientes al
Pérmico superior-Triásico, se presentan en la Cordillera
Oriental de Perú y se extienden en Bolivia en el Triásico
Superior hasta el Jurásico Medio (Sempere et al., 2002).
De acuerdo con estos autores, la reconstrucción del sis-
tema de rift, permite identificar dos ramas al sur de los
19º L.S., una que se extingue en el ámbito de las Sierras
Subandinas, hacia el límite de Bolivia-Argentina y otra
que alcanza Argentina en la zona limítrofe entre la Puna
y La Cordillera Oriental (fig. 11).
El desarrollo del rift en Perú está evidenciado por
depósitos sin-rift que constituyen el Grupo Mitu (Pan-
ca y Breitkreuz 2011), en tanto en Bolivia tiene aso-
ciado el emplazamiento de diques básicos y filones
capa. La extensión en territorio argentino de este epi-
sodio queda evidenciada por la existencia de filones
capa en secuencias ordovícicas en su momento con-
siderados parte de una secuencia volcanosedimentaria
de esa edad (Coira, 2008) y que fueron datados a los
fines de este trabajo en 232,9±3,6 Ma (U-Pb
SHRIMP). Estos filones capa, corresponden a rocas
básicas espilitizadas, cuya composición y química es
similar a la de las volcanitas asociadas al Grupo Mitu
(Kontak et al., 1985) y tienen similar edad, por lo que
Fig. 11. Extensión de rift Pérmico superior-Triásico en Perú y Bolivia y su continuación en la Puna argentina (modificado de
Sempere et al., 2002).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 19
en este trabajo se los considera equivalentes. En Bo-
livia, en las áreas de Tarabuco (al este de la ciudad de
Sucre) y Entre Ríos (al este de Tarija), Bertrand et al.
(2005) dataron basaltos toleíticos vinculados a este
sistema de rift por el método Ar/Ar, y obtuvieron eda-
des entre 194,6±0,7 y 203,7±4,1 Ma. A este episodio
se asignan también los diques de aillikitas y de diabasas
toleíticas que se localizan en el extremo norte de la
Cordillera Oriental de Argentina (cabeceras del río
Santa Cruz, al norte de Santa Victoria Oeste) descriptos
por Rubiolo (2003) y datados por el método K/Ar en
224±8 y 224±12 Ma. Estos cuerpos son testimonio de
la extensión de estas estructuras en el norte argentino
y posiblemente forman parte, junto con los aflorantes
en el área del río Piedras, a un mismo episodio
magmático, si bien Méndez et al. (1979) asignaron
estas rocas originalmente al Carbonífero.
Los depósitos de Pb-Zn(-Ag) localizados en la
Cordillera Oriental de Bolivia, siguen el eje principal
oriental del sistema de rift triásico y su formación en
profundidad en relación con este sistema fue postu-
lada por Sempere et al. (1998). Los yacimientos
estratoligados de Pb-Zn(-Ag) emplazados en el Gru-
po Pucará de edad Triásico superior-Liásico en Perú
estarían vinculados también a este sistema (Rosas y
Fontboté, 1995).
En el sector centro del territorio argentino el rifting
triásico ha sido responsable del desarrollo de las cuen-
cas Cuyana, de Beazley e Ischigualasto entre otras
(fig. 12). Su geometría (fig. 13) fue controlada por la
fábrica del basamento y en general siguió las suturas
previas de acreciones paleozoicas tales como las de
los terrenos Cuyania y Chilenia (Ramos y Aleman,
2000).
Fig. 12. Depocentros de rift triásicos a eojurásicos y su marco
tectónico (de Mpodozis y Ramos, 2008)
Fig. 13. Ambiente tectónico y geometría de los hemigrabens de la Cuenca Cuyana (Ramos y Kay, 1991)
20 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
En territorio chileno, si bien el magmatismo
mesozoico y terciario han obliterado los aspectos
geométricos de las cuencas, éstas han sido identifi-
cadas a partir de los 26º S y en general sus rellenos
sedimentarios engranan con volcanitas bimodales
(Mpodozis y Ramos, 2008). En estas unidades se
han obtenidos edades entre 235 y 200 Ma (Martin et
al., 1999).
Para el volcanismo reconocido en la Cuenca
Cuyana se determinaron edades entre 240 y 230 Ma
(Spalletti et al., 2008). Ávila et al. (2006) determina-
ron una edad U-Pb (SHRIMP) de 243±5 Ma para
una ignimbrita intercalada en una facies sedimentaria
basal de la secuencia Cacheuta. En el depocentro
Rincón Blanco Barredo et al. (2012) obtuvieron eda-
des U-Pb (SHRIMP) de 239,5±1,9 Ma en bancos
tobáceos de la Formación Corral de Piedra y de
230,3±1,5 Ma en la Unidad Marachemill.
Coetáneamente con estos eventos se desarro-
llaron hacia el margen oceánico proto-Pacífico, en el
actual territorio chileno, pequeñas cuencas de rift
oblicuas al margen continental en un régimen tectónico
de transcurrencia (Ramos y Aleman, 2000).
En el ámbito de la Cordillera Principal, se han
reconocido estructuras triásicas extensionales al oes-
te de la cordillera del Espinacito (Alvarez y Ramos,
1999), que se extienden hasta el oeste de Malargüe
(Manceda y Figueroa, 1995).
En el Bloque de San Rafael la secuencia sin-rift
formada en esta época está representada por la For-
mación Puesto Viejo en la que se intercalan basaltos y
andesitas levemente alcalinos así como ignimbritas
riolíticas (Spalletti 1998, Kleiman y Salvarredi, 2001).
De acuerdo con el registro fósil de la unidad, esta tie-
ne una edad Anisiana (Bonaparte 1966) en tanto las
edades K-Ar de las ignimbritas arrojan valores entre
251 y 225 Ma (Valencio et al., 1975). Ottone et al.
(2013) obtuvieron una edad U/Pb SHRIMP de 235,8
± 2.0 Ma en una ignimbrita de la misma unidad.
La geoquímica de las rocas de la Formación
Puesto Viejo, estudiada por Kleiman y Salvarredi
(2001) muestra para los basaltos valores similares a
los del basalto de Paraná, lo que junto con los conte-
nidos en diversos elementos traza sugiere su origen
a partir de una fuente enriquecida tipo OIB, con evi-
dencias de contaminación cortical. Por su parte las
ignimbritas riolíticas de la unidad tienen similitudes
químicas con los granitos tipo A (asociación
anorogénica) consistente con una fuente exclusiva-
mente cortical. El conjunto constituye una asocia-
ción bimodal cuyas características geoquímicas, jun-
to con el fallamiento directo identificado en el Blo-
que de SanRafael durante el Triásico sugiere su
emplazamiento en un ambiente tectónico de rifting.
En efecto, el modelo más adecuado para explicar
esta secuencia bimodal corresponde a un subplacado
basáltico en un regimen extensional que, junto con
un gradiente geotérmico muy alto, dieron lugar a la
fusión de una corteza joven y caliente (Kleiman y
Salvarredi, 2001). También en relación con el
gradiente geotérmico excepcionalmente alto se ha-
bría producido, de acuerdo con los autores mencio-
nados, una actividad hidrotermal de carácter regio-
nal, dando lugar a la formación de abundantes yaci-
mientos de fluorita. La baja relación inicial 143Nd/
144Nd (0,512182) en fluoritas del Bloque de San Ra-
fael obtenido en este trabajo (ver Tabla 9 más ade-
lante) sugiere una fuente de manto enriquecido y por
ende la participación de la corteza en su génesis
(Rollinson, 1993).
El rifting se desarrolló durante el Triásico tam-
bién en la región patagónica extraandina donde han
sido descriptas secuencias de rift, como por ejemplo
en El Tranquilo (Di Persia, 1965).
En el ámbito de la Cuenca Neuquina, entre los 30º
y 40º L.S., la extensión comenzó hacia el Triásico su-
perior y se extendió aproximadamente unos 30 Ma
hasta el Jurásico inferior (Gust et al., 1985; Franzese
y Spalletti, 2001). Esta extensión dio origen a una se-
rie de grabens y hemigrabens orientados NO-SE a los
que se asocian secuencias volcanoclásticas y
piroclásticas, restringidos niveles de sedimentitas con-
tinentales y localmente marinas y lavas e intrusiones
bimodales, agrupados en el denominado Ciclo
Precuyano (fig. 14). Como en otros ámbitos en los
que se han desarrollado estructuras extensionales, en
este sector las mismas han sido controladas por es-
tructuras previas tales como el desarrollo de la faja
orogénica carbonífero-pérmica (Franzese y Spalletti,
2001). En estas secuencias se localizan mineraliza-
ciones subácueas de hierro bandeado volcanogénico
(BIF tipo Algoma) y de manganeso volcanogénio
(Zappettini et al., 2012).
Las cuencas originadas hacia el Jurásico infe-
rior al sur del río Colorado, en la región patagónica
(fig. 15), mantienen una orientación NO y se extien-
den en la plataforma continental, abarcando la Cuenca
de San Julián y el Plateau de las Malvinas (Ramos,
1999). Concomitantemente se produce la efusión de
riolitas (Formación Marifil) en el Macizo de
Somuncurá, con edades entre 188 y 169 Ma
(Pankhurst y Rapela 1995, Alric et al. 1996). Hacia
el Jurásico medio, en coincidencia con un cese de la
subducción y la implantación de una extensión gene-
ralizada, se produce una nueva efusión de extensos
mantos ignimbríticos acompañados por el emplaza-
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 21
miento de cuerpos subvolcánicos, que constituyen la
provincia de Chon Aike (Kay et al., 1989), con eda-
des entre 172 y 162 Ma (Riley et al., 2001). Este
volcanismo, que algunos autores adscriben a los efec-
tos térmicos de la pluma mantélica de Karoo (Rapela
et al., 2005) es predominantemente riolítico aún cuan-
do se observa algún grado de bimodalidad entre riolita
y andesita/andesita basáltica (Pankhurst et al., 1998);
su emplazamiento estuvo vinculado al desarrollo de
hemigrabens orientados en dirección NNO a NO
(Gust et al., 1985). La provincia riolítica de Chon
Aike es interpretada como una LIP (Large Igneous
Province) silícea (Pankhurst et al., 2000; Bryan,
2007). Desde un punto de vista global, durante esta
etapa de extensión generalizada, las riolitas de la
Patagonia formaron parte de un evento magmático
de gran magnitud y asimetría composicional, que in-
cluyó, hacia el este, los basaltos de Serra Geral en
América del Sur, de Karoo en Africa y de Ferrar en
la Antártida (Page y Page, 1990).
Fig. 14. Modelo de relleno de sin-rift Precuyano (secciones inferior, media y superior) en la Sierra de Chacaico, Neuquén
(Franzese, 2007)
Fig. 15. Cuencas de rift triásico-jurásicas en Patagonia y magmatismo asociado (Mpodozis y Ramos, 2008).
22 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
A esta etapa se asignan los hemigrabens que han
controlado el desarrollo de las cuencas de Cañadón
Asfalto y equivalentes (fig. 16), rellenas por secuen-
cias clásticas y volcaniclásticas a las que se asocian
lavas básicas, con edades entre 170 y 160 Ma, y
sedimentos lacustres (Figari y Courtade, 1993; Figari,
2005).
Durante los primeros estadios de la extensión,
las cuencas en la región patagónica eran aisladas,
en tanto hacia el Jurásico superior, la expansión del
fallamiento normal dio lugar a que se interconectaran
parcialmente (Uliana et al., 1989). El estudio y la
interpretación de perfiles gravimétricos y datos
geológicos permitieron postular a Ciciarelli (1990)
para el Macizo Nordpatagónico un modelo estruc-
tural de hemigrabens basculados al oeste, de acuer-
do con el modelo geológico originalmente propues-
to, entre otros, por Lapido y Page (1979). A este
sistema de fallas normales se asocian fallas de
transferencia de rechazo con componente de rum-
bo orientadas transversalmente a los hemigrabens,
dando lugar a un comportamiento transtensional de
la región en el marco del desarrollo de un sistema
extensional (Ciciarelli, 1990). Este marco tectónico
ha controlado el emplazamiento de numerosos de-
pósitos de fluorita, especialmente asociados a la
Formación Marifil, los cuales constituyen las prin-
cipales reservas de este mineral en la República
Argentina.
3.1.2. EXTENSIÓN CRETÁCICA
La extensión cortical desarrollada en la
Patagonia durante el Jurásico culminó con la apertu-
ra del oceáno Atlántico en el Cretácico inferior
(Rabinowitz y LaBrecque, 1979; Malumián y Ra-
mos, 1984; Gust et al., 1985)). La ruptura de la cor-
teza continental también se verificó en el SO de la
Patagonia, en la región de Última Esperanza (Chile)
donde los complejos ofiolíticos de Sarmiento y Tor-
tuga representan el desarrollo de corteza oceánica
en relación con un brazo abortado del Mar de Weddell
(Mpodozis y Ramos, 2008).
Durante el Cretácico los procesos
extensionales, vinculados con la separación de
América del Sur de África, persistieron tanto en
la región andina (extensión de retroarco asociada
al desarrollo de una zona de subducción tipo
Marianas) como en el área intracratónica (siste-
ma de rift pampeano central desarrollado sobre el
margen occidental del Cratón del Río de la Plata)
(fig. 17).
Se generaron cuencas de rift y se emplazaron
volcanitas y cuerpos subvolcánicos.
La extensión cretácica está caracterizada en
Bolivia y el norte de Argentina por depósitos conti-
nentales con basaltos alcalinos asociados a los que
siguen depósitos marinos someros y lacustres acu-
mulados en un ambiente de SAG.
Fig. 16. Modelo estructural de la Cuenca Cañadón Asfalto (Fígari, 2005). Las fallas normales jurásicas se reactivaron como
fallas inversas en el Cretácico y Terciario
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 23
En la región andina la localización de las fa-
llas cretácicas está controlada por antiguas
suturas y fallas triásicas que sufrieron una
reactivación.
En la plataforma continental la extensión dio ori-
gen a las cuencas aulacogénicas del Colorado y el
Salado, así como a hemigrabens desarrollados de
manera conjugada con el margen (Ramos, 1999). Las
cuencas en general constituyen rifts intracratónicos
profundos y estrechos que contienen varios miles de
metros de sedimentos (por ejemplo las cuencas de
General Lavalle y Macachín) (Chebli et al., 1999).
En algunas cuencas, como por ejemplo en la cuenca
del Colorado, hay evidencia de un episodio extensional
del Cretácico superior que reactivó fallas normales
preexistentes (Logering et al., 2013).
Desde el punto de vista metalogenético debe des-
tacarse que en el noroeste de Argentina el fallamiento
normal de edad cretácica controló el emplazamiento
de intrusiones cenozoicas relacionadas con el arco así
como las mineralizaciones asociadas. Las fallas
extensionales y brechas relacionadas constituyeron
zonas de debilidad que favorecieron la circulación de
fluidos y la depositación mineral. Durante el Cenozoico
las fallas extensionales se formaron también en rela-
ción con fenómenos de apilamiento tectónico y con-
trolaron la emisión de ignimbritas y la erupción de flu-
jos de basaltos (Seggiaro, 2009).
Fig. 17. Extensión del rifting cretácico en el extremo sur de América del Sur (Modificado de Uliana y Biddle, 1987 y Ramos y
Aleman, 2000) y magmatismo asociado (Chebli et al., 1999; Lagorio y Vizán, 2011). Posición de África a los 120 Ma.
24 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
3.2. DEPÓSITOS MINERALES ASOCIA-
DOS A AMBIENTE DE RIFT
El análisis de la región afectada por el rifting
mesozoico en el territorio argentino permite desta-
car la presencia de una serie de mineralizaciones que
no tienen vinculación directa con actividad magmática
y cuya edad ha sido previamente atribuida, de mane-
ra general, al Mesozoico (Zappettini, 1999a). Estas
incluyen depósitos epitermales de Mn, polimetálicos
simples de Pb-Ag-Zn, polimetálicos seleníferos,
epitermales de fluorita y de baritina. En territorio ar-
gentino no han sido aún definidos depósitos del tipo
reemplazos masivos, stockworks y vetas de óxidos
de cobre y hierro, que se emplazan en las zonas pro-
fundas de despegue.
A continuación se describen los yacimientos indi-
viduales que responden a los modelos de depósito men-
cionado y que son vinculados genéticamente a un am-
biente de rift y cuya edad puede ser acotada al lapso
triásico-cretácico a partir de información
geocronológica o por relaciones estratigráficas. Asi-
mismo se incluyen, a modo de hipótesis, depósitos y
distritos cuyas características son afines a los mode-
los descriptos, cuyas carácterísticas genéticas respon-
den a una génesis vinculada con un ambiente de rift
pero que requieren datos adicionales para corroborar
su edad.
La identificación de las mineralizaciones asocia-
das al ambiente de rift es más sencilla allí donde se
han preservado las rocas formadas en conexión con
el desarrollo de los hemigrabens, tanto las secuen-
cias sedimentarias como las volcánicas asociadas que
los rellenan. En este caso es más evidente la rela-
ción, tal el caso de las mineralizaciones polimetálicas
ricas en Se (ej. Los Llantenes, Cacheuta), vetas de
Pb-Ag-Zn (Cacheuta, Paramillos de Uspallata),
fluorita (Agua Escondida, Macizo Nordpatagónico).
La ausencia de registros que testimonien el de-
sarrollo de cuencas extensionales, por los niveles de
erosión alcanzados y/o por la falta de clasificación
de las fallas durante el mapeo geológico, o bien por
la presencia de fallamiento asociado a extensión sin
desarrollo de secuencias sedimentarias, dificulta la
asignación de mineralizaciones al ambiente analiza-
do. La presencia de rocas magmáticas propias de un
ambiente extensional en la región considerada para
una época determinada, puede resultar clave para el
reconocimiento de fallas directas que pueden haber
sido posteriormente reactivadas como fallas inver-
sas (situación característica en el Noroeste, e.g.
Seggiaro, 2009) y con las que se asocian minerali-
zaciones del modelo estudiado. En este escenario
podemos incluir algunas de las mineralizaciones de
Pb-Ag-Zn del Noroeste argentino (Pumahuasi, par-
cialmente el distrito de Santa Victoria), de cinco ele-
mentos (Purísima-Rumicruz, La Niquelina) y de ba-
ritina (parcialmente el distrito Santa Victoria).
3.2.1. DEPÓSITOS DE Mn
Se asignan a la tipología mencionada en Argen-
tina los depósitos epitermales de Mn de la Sierra de
Ambargasta y Sierra Norte, provincias de Santiago
del Estero y Córdoba respectivamente (Leal et al.,
2008), así como los del Distrito Agua Escondida, pro-
vincia de Mendoza (Mallimacci et al., 2010). Ambas
mineralizaciones se vinculan con estructuras de rift
de edad cretácica y su edad ha sido precisada me-
diante dataciones radimétricas (Brodtkorb y
Etcheverry, 2000 y Mallimacci et al., 2010).
Sierra de Ambargasta-Sierra Norte
Los depósitos de esta región constituyen la prin-
cipal acumulación de Mn epitermal de la República
Argentina. Comprende un conjunto de más de no-
venta vetas agrupadas en distritos, alojadas en rocas
granodioríticas y riodacíticas eopaleozoicas (fig. 18).
Han sido objeto de múltiples estudios, entre los que
se destacan los trabajos de síntesis de Brodtkorb y
Miró (1999) y Leal et al. (2008) de los que se ex-
traen los principales conceptos.
Las vetas están distribuidas en un área de 70
km en sentido N-S y 30 km en sentido E-O y su
geometría es el resultado de un sistema de cizalla
dextral relacionada a lineamientos N-S. Se han iden-
tificado cuatro estadios de mineralización, de los cua-
les en los tres primeros se han depositado los mine-
rales de Mn. Estos consisten en especies oxidadas
(Mn4+): hollandita, pirolusita, ramsdellita, romanechita
y criptomelano, asociadas a goethita y hematita (fig.
19). Los minerales de ganga más comunes son cal-
cita, ópalo y baritina, y cantidades subordinadas de
fluorita, cuarzo y calcedonia. Los estudios de inclu-
siones fluidas indican soluciones acuosas de baja
salinidad y temperaturas del orden de los 150 ºC, en
tanto los estudios de isótopos estables en calcita y
baritina muestran el predominio de aguas meteóricas
en los fluidos hidrotermales.
Se estableció la edad de la mineralización me-
diante la datación K/Ar de criptomelano del distrito
Aguada del Monte, obteniéndose un resultado de
134,5±3 Ma (Brodtkorb y Etcheverry, 2000). Esta
edad ha permitido relacionar los yacimientos de man-
ganeso con el sistema de rift cretácico, evidenciado
en las Sierras Pampeanas de Córdoba por la presen-
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 25
cia de basaltos alcalinos de esta edad y hacia el este
por depósitos sedimentarios que rellenan el sistema
de rift central pampeano (Chebli et al., 1999).
Región Agua Escondida
Los depósitos de Mn de este distrito están loca-
lizados en el sector sur del Bloque de San Rafael,
provincia de Mendoza y se encuentran alojados en
la sección superior del Grupo Choiyoi. Están con-
centrados en dos distritos: Santa Cruz y Ethel. Se
han calculado reservas totales del orden de las
390.000 toneladas (Zanettini y Carotti, 1993). La
mineralización se presenta en cuerpos tabulares y
lenticulares con longitudes de hasta 600 m y espeso-
Figura 18. Geología de los distritos de Mn del norte de Córdoba y sur de Santiago del Estero (de Brodtkorb y Miró, 1999)
26 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
res de hasta 7 metros, de rumbo NO, NE y EO
(Mallimacci et al., 2010).
La mineralización consiste en psilomelano,
criptomelano (fig. 19) , hollandita, coronadita, pirolu-
sita y cantidades subordinadas de jacobsita,
manganita, groutita, ramsdellita, todorokita,
hausmannita y calcofanita en ganga de óxidos de hie-
rro, calcita, ópalo, calcedonia y cuarzo. En la roca de
caja hay desarrollada alteración argílica (illita/
smectita) y en menor proporción silicificación. Son
comunes las anomalías de Pb, Zn y Mo.
Se dató la mineralización en mina Dos Marías
(Grupo Ethel), obteniéndose una edad K/Ar de 71±3
Ma, por lo que se la asigna al Cretácico Superior
(Mallimacci et al., 2010).
Otros yacimientos
Se asigna al modelo epitermal de Mn el yaci-
miento Arroyo Lagañoso, provincia de San Juan.
Este depósito se localiza en las márgenes del arro-
yo homónimo, afluente del río de Los Patos, en la
Cordillera del Tigre, provincia de San Juan, en el
ámbito de la Cordillera Frontal. Fue estudiado por
Barrionuevo (1948) y, posteriormente, constituyó
una de las áreas de reserva del Pan Cordillerano,
habiendo sido estudiada por Mezzetti (1968). De
estos autores se sintetiza la información que si-
gue.
Está constituido por varias vetas con orientación
NO-SE, con afloramientos continuos que superan los
500 m y potencias de hasta 20 metros emplazadas
en un pórfiro riolítico asignado al Grupo Choiyoi. Se
ha identificado pirolusita y psilomelano en ganga de
cuarzo y limonitas. Los minerales de Mn forman
venillas e impregnaciones en una matriz brechosa
constituida por cuarzo y clastos de pórfiro. Los
muestreos efectuados indican contenidos variables
entre 4,53 y 44,75 % Mn y entre 1,7 y 6,54% Fe. La
ley promedio obtenida para el yacimiento es de
23,35% Mn.
La morfología y asociaciones mineralógicas y
características geoquímicas de las vetas son simila-
res al modelo descripto para los distritos de Agua
Escondida y de Sierra de Ambargasta-Sierra Norte,
por lo que se propone una génesis similar. Falta pre-
cisar la edad de la mineralización, si bien las relacio-
nes estratigráficas (sistema vetiforme alojado en la
secuencia superior del Grupo Choiyoi y ausencia de
magmatismo más joven en el área) sugieren su vin-
culación con las etapas finales del Ciclo Gondwánico.
En el Distrito Valcheta, provincia de Río Negro,
Bernabo et al. (1984) describen manifestaciones de
manganeso de escasa importancia económica
(Chanquín, Doña Margarita, Marcelina) que consti-
tuyen depósitos vetiformes constituidos por óxidos
de manganeso con fluorita y calcedonia, alojados en
fracturas de rumbo preferencial NE-SO en caja de
pórfiros riolíticos correlacinados con la Formación
Marifil. Por su carácter epitermal y mineralogía son
asignables al modelo genético aquí descripto y, en
cuanto a su edad los autores mencionados lo asignan
al Jurásico inferior.
En e Distrito Sierra Grande, se localiza el yaci-
miento Coronel Lebrero, ubicado 40 km al NNO de
Sierra Grande. Fue descripto por Sgrosso (1946),
quien indica que está constituido pot dos vetas con
potencias entre 0,4 y 1 m, alojadas en rocas graníticas,
intruidas por diques de pórfiro cuarcífero, relaciona-
dos con la Formación Marifil. En el contacto de las
vetas el granito está caolinizado con abundante pre-
sencia de hematita y limonita. Las vetas consisten
en psilomelano, pirolusita y hematita en ganga de
cuarzo. En las salbandas se observa baritina. El con-
tenido de Mn varía entre 15 y 26,64% y el de Fe
entre 6,3 y 11,5%. Este yacimiento también es clasi-
ficado en el modelo de Mn epitermal. Por sus rela-
ciones estratigráficas y considernado los aspectos
metalogenéticos regionales analizadas por Malvicini
y Vallés (1984), puede ser vinculado con la etapas
finales de Ciclo Gondwánico.
3.2.2. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS
RICOS EN Se
En Argentina, los primeros antecedentes sobre
la presencia de seleniuros datan del siglo XIX; la pri-
mera mención fue hecha por Domeyko (1866) en
referencia a las vetas con seleniuros de plata y plo-
mo del cerro Cacheuta, Mendoza.
Posteriormente, se conocieron las manifestacio-
nes con umangita (Klockmann 1891) y klockmannita
Fig. 19. Agregado colloforme-botroidal de óxidos de Mn (grupo
cripto - psilomelano) en la mina Ethel.
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 27
(Ramdohr 1928) del cerro Cacho, provincia de La
Rioja, antiguamente referidas a las de la Sierra de
Umango (Brodtkorb y Crosta, 2010).
Bodenbender (1902) comunicó la existencia de
umangita en muestras provenientes de un lugar al
oeste de Tinogasta, Catamarca; y posteriormente, en
1912, reportó el hallazgo de umangita y clausthalita
en una veta cerca de Piedra Parada, en la sierra de
Sañogasta, La Rioja.
Angelelli (1941) realizó la primera mención so-
bre los depósitos de seleniuros del distrito Los
Llantenes, al norte del distrito cerro Cacho. Siguie-
ron los estudios mineralógicos de Olsacher et al.
(1960), Ramaccioni y Olsacher (1962),
Butschkowskyj et al. (1963), Toselli y Aceñolaza
(1971), Brodtkorb et al. (1990) y Paar et al. (1996a).
En el marco del Plan Cordillera Norte, Guerrero
(1969 a y b) llevó a cabo el estudio geológico minero
más detallado a la fecha de los distritos cerro Cacho
y Los Llantenes.
En los depósitos de Cerro Cacho y Los Llantenes,
se reconocieron fases mineralógicas portadoras de
metales preciosos y Pd (Paar et al. 2000, 2004 a, b y
c). En el yacimiento epitermal de baja sulfuración de
Don Sixto, Mendoza, de edad pérmica superior,
Townend (2005) describió la presencia de
fischesserita y naumannita asociados a goethita y
electrum respectivamente y Mugas Lobos et al.
(2012) detectaron enriquecimiento en selenio en
acantita y polibasita. Márquez-Zavalía et al. (2008)
mencionó la presencia de polibasita selenífera en el
yacimiento argentífero Mina Martha. Hedenquist
(2012) reportó la presencia de naumannita en el ya-
cimiento Casposo, en la provincia de San Juan.
3.2.2.1. Vetas epitermales con Se, U, Cu, Co
y Ni
Depósitos en Argentina
Talampaya
El distrito minero de baritina en la zona de
Talampaya se ubica 170 km al SO en línea recta de
la ciudad capital de La Rioja. Desde allí, se accede
por la ruta nacional 38 hasta la localidad de Patquía,
donde hay que desviarse hacia al oeste por la ruta
provincial 26 hasta el Km 140. De allí hay que tomar
una huella hacia el este de uso exclusivo del Parque
Nacional Talampaya y recorrer 32,5 km para acce-
der al distrito vetiforme de baritina-fluorita.
La mineralización consiste en vetas de baritina-
fluorita con minerales de selenio, cobre y, ocasional-
mente, uranio. Se aloja en rocas graníticas corres-
pondientes a la Formación Ñuñorco, de edad
ordovícico-silúrica.
Petrelli (1979) identificó 9 cuerpos vetiformes,
generalmente tabulares, con rumbo dominante NO-
SE y ocasionalmente NS, con buzamientos cercanos
a la vertical, y remarcó que existió un marcado con-
trol estructural. Los minerales presentes en las ve-
tas son baritina y fluorita de color verde que en sec-
tores pasa a violeta. En pequeñas proporciones se
presenta celestina, óxidos de hierro y, ocasionalmen-
te, minerales de cobre y de uranio.
La veta La Descubridora tiene un rumbo N 345°
e inclinación de 70° al este, una longitud reconocida
a partir de las labores de 500 metros y una potencia
variable entre 1,2 y 2 metros. La mineralización co-
rresponde a una asociación de baritina-fluorita con
umangita, klockmannita (fig. 20) y clausthalita. Los
seleniuros forman venillas de 4 a 5 cm de ancho en
la veta principal. Dos análisis químicos efectuados
sobre las venillas con seleniuros indican que en estas
predomina Cu y Se y que contiene Ag de manera
subordinada (Tabla 10).
Se realizaron determinaciones isotópicas del par
Sm-Nd sobre fluorita a partir de la cual se calculó la
edad modelo para este mineral y se obtuvo un valor
de 1,2 Ga (Tabla 11); esta edad se interpreta como el
tiempo en que el mineral se separó del manto del
cual se originó.
La mineralización es característica del modelo
general para polimetálicos ricos en Se. Por su posi-
ción tectónica en el ámbito en el que se desarrolla-
ron las cuencas de rift gondwánicas se plantea su
posible vinculación con los episodios de rift triásicos,
hipótesis que deberá ser sustentada a futuro mediante
estudios complementarios.
Tabla 10. Datos geoquímicos de la mena de la veta
Descubridora. Análisis por ICP, salvo Au, Ag y Hg que fueron
determinados por espectrometría de absorción atómica.
28 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Otros yacimientos
Se asignan al modelo de mineralizaciones
epitermales polimetálicas de Se con U-Cu-Co-Ni los
yacimientos Santa Brígida y San Francisco, provin-
cia de La Rioja.
La mina Santa Brígida se encuentra localizada
cerca de Sañogasta, sierra de Famatina, más preci-
samente sobre el faldeo oriental del cordón Ñuñorco
Sañogasta, en el sector centro meridional de la sie-
rra, a 1450 m sobre el nivel del mar.
La mineralización se hospeda en las metamorfitas
de la Formación Negro Peinado, de edad ordovícica.
La geología del entorno se completa con granitoides de
la Formación Ñuñorco (Ordovícico-Silúrico) y dacitas
de posible edad terciaria (Brodtkorb 1999a). Los mine-
rales primarios son «pechblenda», bornita, calcopirita,
umangita, clausthalita, tiemannita, onofrita, eucairita, oro
nativo, plata nativa y fischesserita; los secundarios son
covelina, idaíta, berzelianita, selenio nativo y numerosos
oxidados de uranio y cobre (Brodtkorb 1999a). La roca
hospedante presenta una débil alteración propilítica y
oxidación (hematita – jarosita).
El yacimiento San Francisco está localizado 5
km al norte de la localidad de Puerto Alegre, sobre el
faldeo occidental de la Sierra de Famatina.
La geología del área se caracteriza por la pre-
sencia de sedimentitas marinas metamorfizadas per-
tenecientes a la Formación Negro Peinado
(Ordovícico) intruidas por un cuerpo granítico asig-
nado a la Formación Ñuñorco (Ordovícico-Silúrico).
La mineralización vetiforme de cobre y selenio
en ganga de calcita y cuarzo se encuentra en el con-
tacto entre las sedimentitas y el granito. En la Tabla
12 se indican los valores obtenidos para elementos
de interés metalogenético en una muestra de veta.
Los minerales primarios son umangita,
clausthalita, naumannita, eucairita, ferroselita y los
secundarios klockmannita, kasolita, atacamita, entre
otros. La ganga es calcita (Brodtkorb et al. 1996).
En ambos yacimientos se carece de datos que
permitan una ubicación cronológica de la
mineralización, salvo que por relaciones de campo
son post-ordovícicas. Por similitud con otras
mineralizaciones polimetálicas seleníferas a escala
regional y por su pertenencia al modelo genético in-
dicado más arriba se plantea como hipótesis de tra-
bajo su asignación al rifting mesozoico.
3.2.2.2. Vetas con Se y Ag
Cacheuta
El depósito aquí aludido fue estudiado en el siglo
XIX y desde entonces ha sido infructuosa su locali-
zación, correspondiendo los estudios efectuados con
posterioridad a muestras de museo. Esta manifesta-
ción, localizada en el faldeo sur del cerro Cacheuta,
consistía en venillas irregulares y discontinuas, de 1
a 4 cm de espesor que podían reconocerse hasta
aproximadamente los 12-14 m de profundidad y que
Fig. 20. Fotomicrografia de sección pulida de la veta Descubridora; con y sin analizador, respectivamente. Agregado de umangita
(Um) con menor cantidad de klockmannita (Kl), dispuesto entre granos de fluorita y carbonato
Tabla 11. Relaciones isotópicas para la determinación de la edad modelo de la fluorita de la veta Descubridora, Talampaya
Tabla 12. Elementos de interés metalogenético determinados por espectrometría de emisión atómica por plasma inductivo (ICP),
salvo Au, Ag y Hg que fueron determinados por espectrometría de absorción atómica. Valores en ppm.
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 29
presentaban zonación vertical con más Ag cerca de
superficie y con más Pb a mayor profundidad
(Domeyko 1866). Stelzner (1885) describió el depó-
sito e indicó que estaba constituido por dos vetas
principales con rumbo N30°O y N50°O e inclinación
40-45°SO que se alojaban en una roca porfírica. La
última mención corresponde a Zuber (1889) quien
mencionó una venilla de seleniuros, casi vertical y
con rumbo N-S, que se hallaba en un «meláfiro» que
constituye la falda meridional del cerro Cacheuta.
Cabe destacar que el mencionado autor, también hizo
referencia a una mina de plata constituida por vetas
de cuarzo con galena argentífera que se alojan en la
Formación Villavicencio, en cercanías de la cumbre
de 2095 metros del mencionado cerro, dejando en
claro que ambos depósitos son diferentes en cuanto
a su localización y paragénesis.
El ambiente geológico consiste en las sucesio-
nes triásicas del rift de la Cuenca Cuyana (forma-
ciones Potrerillos, Cacheuta y Río Blanco) deposita-
das por encima de las capas silúrico-devónicas y de
los intrusivos ácidos del Grupo Choiyoi (fig. 21).
En el ambiente donde estaba localizada la
mineralización se presenta una volcanita básica, co-
rrespondiente al «meláfiro» al que hizo referencia
Zuber (1889), que ha sido en parte explotada para la
extracción de áridos, mediante el desarrollo de una
cantera, lo que explica la desaparición de las ocu-
rrencias seleníferas.
La volcanita básica está emplazada estratigrá-
ficamente entre las riolias del Crupo Choiyoi y las
sedimentitas de la Formación Potrerillos (figura 20).
Rocas equivalentes han sido datadas en 235 Ma
aproximadamente a través de métodos geocronológi-
cos, datos paleomagnéticos y relaciones estrati-
gráficas (Ramos y Kay, 1991). Es una roca de color
gris oscuro, porfírica, con abundantes geodas y amíg-
dalas, que se encuentra afectada por fracturas verti-
cales que alojan venillas de carbonato, cuarzo y cal-
cedonia (fig. 22), probablemente de génesis similar y
coetáneas con la mineralización original de seleniuros.
Al microscopio, se observan fenocristales de plagio-
clasa con alteración leve a moderada a calcita y pe-
netrados por microvenillas de limonitas; ocasional-
mente pueden aparecer fenocristales de un mineral
máfico alterado a cloritas, mineral opaco y calcita.
La pasta está constituida por tablillas entrecruzadas
de plagioclasa, a la que acompañan clinopiroxeno u
olivina alterada a serpentina e iddingsita, agregados
de cloritas, mineral opaco u agujas y prismas de
apatita. En algunas muestras, se identificaron en la
pasta granos anhedrales de posible nefelina que in-
cluyen poikilíticamente a la plagioclasa y al mineral
máfico por lo que, modalmente, estas rocas clasifi-
carían como basaltos alcalinos (posible tefrita).
La paragénesis mineral de la mineralización
selenífera fue inicialmente descripta por Bertrand
(1882) quien indicó la presencia de selenita,
Fig. 21. Esquema geológico del faldeo sur del cerro Cacheuta (modificado de Morel, 1994 y Cingolani et al., 2012)
30 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
calcomenita, molibdomenita y cobaltomenita en gan-
ga de calcita y escaso cuarzo. También describió un
poliseleniuro, «cacheutita», especie mineral que lue-
go fue desacreditada por Olsacher (1928), quien con-
cluyó que se trataba de una mezcla de clausthalita,
naumannita, berzelianita y achavalita (FeSe). Recien-
temente Brodtkorb y Paar (2013) determinaron
naumannita, umangita, eskebornita, klockmannita y
clausthalita, junto a krutaíta, bornhardtita-tyrrelita y
trogtalita, a partir de muestras provenientes del Mu-
seo de Historia Natural de Londres, así como
clausthalita, eskebornita, klockmannita, calcopirita y
bornhardtita-tyrrelita, junto a diversos minerales se-
cundarios en una muestra procedente de la colec-
ción mineralógica de la Universidad de Philadelphia,
EEUU.
El depósito es asignable al modelo epitermal
selenífero rico en Ag descripto en la sección 2 de
este trabajo. Si bien no se puede precisar su edad, su
emplazamiento en el basalto alcalino triásico y la
ausencia de rocas magmáticas más jóvenes en la
región permiten sugerir su formación a partir de flui-
dos movilizados por la actividad magmática básica.
En consecuencia se le asigna tentativamente una edad
triásica superior.
3.2.2.3. Vetas con Se, Au y EGP
Distrito Llantenes
El distrito se encuentra a 50 km al oeste de la
localidad de Jagüé, desde donde se accede por hue-
llas para vehículos de doble tracción y luego por sen-
das de herradura.
Los depósitos se distribuyen en un recorrido de
aproximadamente 5 km en dirección NNO y a 3000-
3600 m sobre el nivel del mar; los más conspicuos
son el grupo San Pedro, La Ramada (se explotó en
los años 60) y El Portezuelo.
El estudio geológico-minero más detallado del
distrito fue efectuado por Guerrero (1969a), quien
mapeó todos los cuerpos mineralizados, establecien-
do su relación con las unidades geológicas de la re-
gión. En general, la mineralización (fig. 23) se aloja
en fracturas que intersectan los esquistos del Com-
plejo Metamórfico Río Bonete, de edad ordovícica,
o en el contacto de estos con conglomerados del
Paleozoico superior (Formación Guandacol), así
como en fracturas que intersectan a diques básicos
asignados a la Formación Vaquerano de edad triásica
medio a superior (Fauqué y Caminos, 2006). A dife-
rencia de los otros depósitos del distrito, la mina La
Ramada se emplaza en el denominado Mármol Las
Damas (Martina y Astini 2009).
La mineralización consiste en una paragénesis
formada por tiemannita, umangita, clausthalita,
eucairita, eskebornita, ferroselita, stilleita?, nauma-
nnita, berzelianita, onofrita, cinabrio, metacinnabarita,
oro, plata, calcopirita, bornita y otros sulfuros, en
ganga de calcita y cuarzo (Brodtkorb et al., 1990).
En El Chire, al SE del distrito, la mineralización
de seleniuros se distribuye en la ganga de calcita
como como capas de hasta 2 cm de espesor, pods
de formas irregulares y tamaños variables, así como
diseminada. La roca de caja consiste en areniscas,
arcosas, conglomerados y lutita carboníferas, que
cerca de la mineralización se encuentran hematiti-
zadas. La paragénesis mineral está conformada por
tiemannita, naumannita y clausthalita predominantes,
y escasos umangita, klockmannita, eucairita,
berzelianita, aguilarita, oro y plata mercurífera. Tam-
bién se hallaron chrysstanleyita y su análogo
cuprífero, jagüeita (Paar et al. 2004b).
Brodtkorb et al. (1990) relacionó la minerali-
zación del distrito con la actividad post-magmática
del Ciclo Gondwánico, en acuerdo con la propuesta
de Guerrero (1969a) y Angelelli (1984) quienes vin-
cularon las vetas a los cuerpos hipabisales básicos
que afloran en las minas La Ramada, Luis, El
Portezuelo, San Pedro y Rossi. Toselli y Aceñolaza
Fig. 22. Afloramiento del «meláfiro» en Cacheuta, donde
puede observarse la estructura amigdaloide y la presencia de
venillas con carbonatos o sílice
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 31
(1971) habían propuesto que la mineralización esta-
ba asociada a la intrusión de la Andesita Cerro
Chuscho, a la que atribuían edad carbonífera; esta
hipótesis queda descartada dado que la unidad fue
reasignada al Ordovícico (Formación Chuscho,
Fauqué y Villar 2003) y es clara la relación estructu-
ral de las vetas con los diques básicos triásicos.
Se realizaron análisis químicos de elementos
mayoritarios y elementos traza para caracterizar a
los cuerpos hipabisales básicos (Tabla 13), conside-
rando la relación espacial entre este magmatismo y
las mineralizaciones seleníferas y no habiendo evi-
dencias de actividad magmática más joven en la re-
gión analizada (Fauqué y Caminos, 2006).
Los cuerpos básicos de la Formación Vaquerano
consisten en diques verticales o levemente inclina-
dos con potencias que varían desde centímetros a
varias decenas de metros con corridas cortas e inte-
rrumpidas. Se encuentran afectados por
fracturamiento y fallas de desplazamiento que, en
algunos casos, como en la minas San Pedro, Rossi y
San Luis, fueron aprovechados para el emplazamiento
de la mineralización portadora de seleniuros. Al mi-
croscopio, los cuerpos hipabisales presentan textu-
ras porfíricas a ofíticas con labradorita y minerales
máficos (probable olivina y piroxeno) totalmente al-
terados a carbonato y óxidos de hierro, en pasta
pilotáxica con incipiente alteración sericítica y arci-
llosa (Guerrero 1969a). En base a las relaciones
estratigráficas y su correlación con los miembros
basálticos del magmatismo bimodal localizado más
al oeste en el ámbito de la Cordillera Frontal, Fauqué
y Caminos (2006) le asignaron edad triásica media a
superior, criterio que aquí se comparte. Los diques
fueron tambien descriptos por Toselli y Durand
(1996), junto con cuerpos equivalentes en los ámbi-
tos de la Sierra de Vilgo y Cerro Negro, con edades
K/Ar de 223±4 Ma y 225±26 Ma para esta última
localidad (Thompson y Mitchell, 1972).
En correspondencia con la observación
petrográfica que indica presencia de carbonato y al-
teración arcillosa, se observa una importante pérdi-
Fig. 23. Esquema geológico del distrito minero Los Llantenes. Modificado de Guerrero (1969a)
32 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
da por calcinación (hasta 14,6%), por lo que la clasi-
ficación de las rocas se realizó mediante diagramas
de elementos traza inmóviles. En el diagrama Zr/Ti
versus Nb/Y de Pearce (1996) las muestras tienden
a agruparse en el campo de los basaltos, con varia-
ciones composicionales a andesitas basálticas y ba-
saltos alcalinos (fig. 24a).
En el diagrama de discriminación de ambiente
tectónico de emplazamiento propuesto por Pearce y
Norry (1979) (fig. 24b) las muestras correspondien-
tes a los diques básicos tienden a agruparse en el
campo de los basaltos de intraplaca (WPB), lo que
está de acuerdo con el carácter bimodal de la unidad
(Formación Vaquerano) a la que fueron asignados
por Toselli y Durand (1996) y Fauqué y Caminos
(2006).
En el diagrama multielemento normalizado a
manto primitivo (McDonough y Sun, 1995), se ob-
serva un enriquecimiento en elementos LILE (Large
Ion Litophile Elements: Rb, Ba, Th) y en tierras
raras livianas (ETRL) evidenciando un patrón de dis-
tribución similar al de los basaltos tipo OIB (fig. 25),
característico de ambiente de intraplaca (Green y
Falloon, 2005). La distribución de tierras raras nor-
Tabla 13. Composición química de los pórfiros básicos del Distrito Llantenes analizados según sus elementos mayoritarios (en
%), menores y trazas (en ppm). N.D.: no determinado
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 33
malizadas a condrito (Boynton, 1984) muestra un
enriquecimiento de ETRL respecto a las ETRP (fig.
26); el fraccionamiento de ETRL respecto de las
pesadas ETRP expresado según la relación (Ce/Yb)N
varía entre 11 y 31. El enriquecimiento en Pb, así
como las variaciones en los contenidos de Rb y Ba
se asigna a la alteración hidrotermal que afecta a las
rocas en el distrito mineralizado.
En la figura 26, se muestran los patrones de dis-
tribución de tierras raras correspondientes a mues-
tras de mena de las minas San Pedro y La Ramada
en comparación con los de los diques básicos. Se
destaca la similitud en las pendientes y en las varia-
ciones de concentraciones de ambos grupos. Consi-
derando el escaso contenido de fluidos del
magmatismo básico y la importante alteración
hidrotermal que afecta a estas rocas, los valores su-
gieren que los fluidos que dieron origen a la
mineralización selenífera, si bien no era cogenéticos
con ese magmatismo y probablemente eran propios
de la cuenca de rift, fueron movilizados como conse-
cuencia de la actividad magmática y colectaron por
lixiviación hidrotermal los ETR de los cuerpos bási-
cos replicando su patrón de distribución.
La edad y caracterización geoquímica de los di-
ques como rocas de intraplaca con una patrón distri-
bución de elementos traza tipo OIB, las relaciones
de campo entre los cuerpos hipabisales básicos y las
mineralizaciones, así como las características y si-
militud de los patrones de ETR de ambos permiten
proponer la vinculación de tanto de los diques como
de los depósitos con el ambiente de rift desarrollado
hacia el Triásico medio a superior (Fauqué y Cami-
nos, 2006). Este ambiente es compatible con el mo-
delo genético asignado a las mineralizaciones
seleníferas de Los Llantenes.
Fig. 24. Diagramas de clasificación de los cuerpos hipabisales básicos de Los Llantenes. a. Zr/Ti versus Nb/Y (Pearce, 1996) y
b. diagrama de discriminación tectónica Zr/Y – Zr de Pearce y Norr (1979).
Fig. 25. Diagrama multielemento normalizado a manto primitivo
(McDonough y Sun, 1995) de las muestras de diques básicos
del distrito Llantenes. Se indican las relaciones para OIB,
MORB y PM.
Fig. 26. Diagrama de tierras raras normalizado a condrito
(Boynton, 1984); las muestras en rojo corresponden a los
diques básicos y en negro a muestras de mena del distrito
Llantenes.
34 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Distrito Cerro Cacho
La zona de los yacimientos se ubica a aproximada-
mente 35 km al SSO de Jagüé, a alturas cercanas a los
3.500 m y en el faldeo oriental de la sierra de Cacho.
Los depósitos están distribuidos en una franja
aproximada N-S de 20 km de largo. Las manifesta-
ciones seleníferas se presentan como guías de esca-
so espesor (2-3 cm) en vetas de calcita de potencias
variables entre 5 y 30 cm, alojadas principalmente
en planos de falla de orientación NE a E-O, de poco
rechazo y escasa extensión por lo que las venillas
tienen exiguo desarrollo tanto de potencia, como de
corrida y profundidad (Guerrero 1969b; Angelelli
1984; Brodtkorb y Crosta 2010).
De acuerdo con Brodtkorb y Crosta (2010), las
manifestaciones se pueden agrupar en tres sectores:
Norte (Las Pichanas y Tumiñico), Medio (El Que-
mado, El Tolar, Vega del Tolar y Las Asperezas) y
Sur (El Hoyo, Portezuelo del Hoyo, Quebrada del
Yagon y La Millonaria). Los laboreos más importan-
tes se realizaron en Las Asperezas y La Millonaria.
Algunos de los depósitos están emplazados en
esquistos, en tanto otros se ubican en lentes de cali-
zas generalmente asociadas a jirones de anfibolitas.
Este basamento de edad grenviliana (Formación
Espinal) se encuentra intruido por granitos y diques
pegmatíticos del Carbonífero superior (Granito Los
Guandacolinos) que están cubiertos en discordancia
angular por las areniscas y limolitas de la Formación
Guandacol (Fauqué y Caminos, 2006). Estas últimas
y las series anteriormente citadas están atravesadas
por diabasas como las que se observan en la mina
Tumiñico (Guerrero, 1969b), las que son asignadas a
la Formación Vaquerano, asignada al Triásico medio
a superior (Fauqué y Caminos, 2006).
La mineralogía de las especies mayoritarias es
en general sencilla con presencia de umangita,
klockmannita, tiemannita, eucairita y clausthalita, en
ganga de calcita, y los sulfuros de cobre, calcopirita,
bornita, calcosina, digenita e idaita. Minerales secun-
darios son carbonatos y seleniatos de cobre como
ser azurita, malaquita, calcomenita, schmiederita,
además de atacamita, paraatacamita y óxidos de hie-
rro. Localmente, la mineralogía se hace más com-
pleja. En Tumiñico, Paar et al. (2002) hallaron como
minerales dominantes umangita, klockmannita y
berzelianita, y como accesorios pequeños granos
generalmente no mayores de 50 ìm de ferroselita,
eskebornita, eucairita, naumannita, tiemannita,
clausthalita, tyrrellita, miembros de la serie trogtalita-
krutaita-penroseita, bellidoita, crookesita, chameanita,
bukovita, cadmoselita, hakita y brodtkorbita. En Las
Asperezas se halló merenskyita asociada a umangita,
klockmannita, eucairita, berzelianita, naumannita, oro
y fischesserita (Paar et al., 1996; 2004a) (fig. 27).
Guerrero (1969b) estableció que la mineralización
fue depositada en dos etapas: una primera en la que
precipitaron los sulfuros (bornita» calcopirita»
calcosina); y una etapa de baja temperatura repre-
sentada por la cristalización de seleniuros en ganga
de calcita. Asimismo, estableció un mismo modelo
genético para las mineralizaciones de cerro Cacho y
del Distrito Los Llantenes y vinculó los fluidos
hidrotermales con los cuerpos básicos asignados a la
Formación Vaquerano (ver Distrito Llantenes). Si bien
faltan estudios geocronologicos, la similitud de las
mineralizaciones de ambas áreas, que comparten el
mismo ambiente geológico, así como la presencia de
cuerpos hipabisales básicos asociados a los depósi-
tos, permiten postular la extensión del modelo esta-
blecido para el Distrito Los Llantenes al Distrit Ce-
rro Cacho.
3.2.3. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS
DE U-Ni-Co-As-Ag CON Bi-Cu-Pb-Zn
SUBORDINADOS (DEPÓSITOS DE
CINCO ELEMENTOS)
En el noroeste de Argentina, se relacionan a este
modelo los yacimientos La Purísima-Rumicruz
Fig. 27. Mina Las Asperezas, distrito Co. Cacho; sin y con analizador respectivamente. Asociación de umangita (Um),
klockmannita (Klk) y eucairita (Eu), rodeadas por malaquita (Ml).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 35
(Jujuy), La Niquelina (Jujuy) y Esperanza (Salta), que
fueron asignados de manera general al Mesozoico, y
se los ha vinculado en primera instancia con la ex-
tensión jurásico-cretácica (Lurgo Mayón, 1999). En
efecto, estos depósitos se habrían formado en el
marco de una tectónica extensional ocurrida durante
el Mesozoico, con adelgazamiento cortical notable
(Rubiolo, 2003). Este tipo de mineralización ha sido
descripta también en el ámbito de la Sierras
Pampeanas Noroccidentales (San Santiago,
Brodtkorb, 1999b) y en Precordillera (Carrizal,
Rubinstein y Morello, 2006).
Distrito polimetálico Purísima-Rumicruz
El distrito Purísima-Rumicruz se localiza en el
sector sur del cerro Colorado de Cobre, en el límite
de las provincias geológicas Puna y Cordillera Orien-
tal, en la provincia de Jujuy. Comprende un conjunto
de vetas polimetálicas ricas en cobre y plomo aloja-
das en metasedimentitas de bajo grado asignadas a
la Formación Acoite de edad ordovícica inferior.
Ramallo (1975) estimó una ley media de 4% Cu,
de 1 a 7% Pb y de 0,03 a 0,1% Ni. El yacimiento fue
explotado entre las décadas de 1940 y 1970 median-
te galerías, piques y chiflones.
La mineralización fue estudiada inicialmente por
Chomnales et al. (1960) y por Brodtkorb (1973).
Lurgo Mayón (1999) la asignó al modelo de depósi-
tos de cinco elementos.
López (2011) realizó un exhaustivo análisis del
distrito y de él se sintetiza la información que sigue.
El área comprende esencialmente dos grupos de
vetas polimetálicas y una serie de vetas de cuarzo y
de baritina asociadas (fig. 28).
La paragénesis (fig. 29) está constituida por ga-
lena, pirita, calcopirita, fahlore rico en cinc, calcosina,
niquelina, gersdorffita, gersdorffita cobaltífera,
ullmanita, pechblenda, calcosina, bornita, digenita y
millerita. La ganga consiste en ankerita, dolomita,
siderita, baritina y escaso cuarzo.
Las determinaciones de inclusiones fluidas, pre-
sentadas por López (2011) indican temperaturas de
homogeneización entre 150º y 250º C y una salinidad
entre 5 y 12% de NaCl equivalente para el cuarzo.
Los estudio isotópicos de C, O y S indican una fuen-
te sedimentaria/metamórfica para los fluidos y la
Formación Acoite como una posible fuente para los
metales. Los isótopos de Pb en tanto sugieren una
fuente cortical somera y permitieron establecer una
edad modelo de 235 Ma (Triásico Medio) aún cuan-
do el autor sugiere la vinculación de la mineralización
con el rifting jurásico-cretácico inferior.
Carrizal
El área de Carrizal se ubica en el sector austral
de la sierra de Volcán, en el sector occidental de la
Precordillera, provincia de San Juan. Comprende una
zona de alteración hidrotermal que afecta rocas
Fig. 28. Geología del distrito Purísima-Rumicruz (de López, 2011).
36 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
sedimentarias carboníferas y dos mineralizaciones
genéticamente desvinculadas (fig. 30). La primera
corresponde a la parte superior de un sistema
porfírico vinculado a una apófisis subvolcánica asig-
nada al magmatismo gondwánico (Rubinstein, 1995)
que fue datada en 261±22 Ma (Rubinstein y
Koukharsy, 1995). La segunda paragénesis, asigna-
da al modelo de cinco elementos, consiste en una
mineralización de tipo vetiforme no aflorante, de
orientación N-S que fue explorada por la Comisión
Nacional de Energía Atómica mediante sondeos por
la presencia de concentraciones uraníferas (Moreno
Peral, 1986). Esta mineralización fue descripta por
Rubinstein y Morello (2006) de quienes se extractan
los datos que siguen.
La paragénesis primaria comprende rammels-
bergita, gersdorfita y pechblenda, y de manera su-
bordinada, pirita, niquelina y bismutinita. La
mineralización se localiza en una brecha lítica que
afecta a la roca de caja sedimentaria y tiene asocia-
da una alteración de tipo carbonática dolomítica. Se
ha reconocido además annabergita. Los datos de la
química mineral indican una temperatura de forma-
ción entre 200º y 300º C. La edad del depósito calcu-
lada a partir del parámetro ao de celda de la
pechblenda del depósito arrojó un valor de 205 Ma
Fig. 29. Veta Purísima. Calcopirita (cp), bornita (Bn) fahlore (Fh) y gersdorfita (Gsd) rodeados de pechblenda(Pch) y niquelina
(Nk) (de López, 2011).
Fig. 30. Geología del área de Carrizal con indicación de las zonas de alteración de la mineralización del tipo cinco elementos (de
Rubinstein y Morello, 2006)
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 37
(Triásico superior), asignable al regimen extensional
que afectó a la región para esa época.
3.2.4. DEPÓSITOS POLIMETÁLICOS
SIMPLES DE Pb-Ag-Zn
Distrito Pumahuasi
El distrito se localiza en el norte de la provincia
de Jujuy y comprende una serie de vetas que se dis-
tribuyen en una faja de 15 km en sentido N-S, con un
ancho de aproximadamente 3 kilómetros. Incluye,
entre otras, a las minas Pumahuasi, Sol de Mayo,
Bélgica, Pulpera y Cangrejillos. Los estudios inicia-
les corresponden a Beder (1928), y puede encon-
trarse una síntesis del conocimiento geológico en
Segal et al. (1999). Trabajos posteriores de explora-
ción en el distrito, efectuados por Minera Aguilar,
fueron sintetizados por Marquina (2008).
El distrito se emplaza en la Cordillera Oriental, la
mineralización se aloja en leptometamorfitas
ordovícicas de la Formación Acoite. No se han iden-
tificado evidencias de mineralización en las
sedimentitas cretácicas del Subgrupo Pirgua que
cubren discordantemente a la Formación Acoite en
el área. El relevamiento aerogeofísico no revela la
presencia de cuerpos intrusivos en profundidad con
los cuales eventualmente se pudieran relacionar las
mineralizaciones.
De acuerdo con Cosentino (1974) las vetas tie-
nen una orientación predominante N55º-80ºO, aun-
que hay escasas vetas de rumbo N40º-65ºE y sólo
una de rumbo N5ºE (mina San Marcial). Bassi (1990)
propuso un modelo de cizalla siguiendo el rumbo pre-
dominante del sistema mineralizado, con componen-
te sinestral, de acuerdo con el esquema planteado
por Lyons (1983). Posteriormente, Marquina (2008)
sugirió un modelo de cizalla de orientación NNO-
SSE, en el que las vetas ocupan el lugar de fallas
extensionales en un sistema de tipo Riedel sinistral
(fig. 31).
La mineralización en orden decreciente de abun-
dancia comprende galena, esfalerita (fig. 32),
calcopirita, arsenopirita, tetraedrita-tennantita,
covelina y digenita. Los minerales de ganga incluyen
cuarzo, baritina y siderita. Hay carbonatos secunda-
rios de Pb y Zn y limonitas.
Los análisis de isótopos de S y Pb de la
mineralización (Segal et al., 1999) indican una parti-
cipación de aguas circulantes que han extraído el
azufre de la secuencia sedimentaria que aloja a la
mineralización, en tanto las composiciones isotópicas
de Pb de las galenas sugieren que este elemento
Fig. 31. Esquema estructural del distrito minero Pumahuasi (Marquina, 2008)
38 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
deriva de una mezcla de fuentes: rocas derivadas de
la corteza superior y rocas formadas y deformadas
en ciclos orogénicos repetidos.
Sangster y Sangster (2001) indican que las
cractertísticas isotópicas de Pb de Pumahuasi difie-
ren significativamente de los datos del yacimiento
sedimentario exhalativo Aguilar, de 480 Ma (Gemmel
et al., 1992), por lo que descartan una vinculación
genética entre la mineralización de tipo Sedex pre-
existente y las vetas de Pumahuasi mediante proce-
so de removilización. De acuerdo con López (2011),
los datos isotópicos son similares a los del distrito
Purísima-Rumicruz.
El modelo genético se corresponde con el de vetas
polimetálicas simples alojadas en terrenos
metasedimentarios clásticos definido por Beaudoin
y Sangster (1992).
En cuanto a la edad de la mineralización, las rela-
ciones estratigráficas sólo permiten acotarla al lapso
post-Ordovícico - pre-Cretácico, en tanto los datos
isotópicos de Pb y por ende la edad sugieren similitud
con los del distrito Purísima-Rumicruz (López, 2011).
Mineralizaciones similares fueron descriptas en el sec-
tor austral de Bolivia, las que fueron asignadas al Triásico
(Sempere et al. (1998). Por todo lo indicado, se plantea
como hipótesis de trabajo la posibilidad de asignar la
mineralización de Pumahuasi al rifting mesozoico, plan-
teo que requerirá futuros estudios de detalle.
Distrito Santa Victoria
Está localizado en el norte de la provincia de Salta,
en la sierra homónima. Las mineralizaciones com-
prenden depósitos vetiformes de baritina y,
subordinadamente polimetálicos simples de Pb-Ag-
Zn. Las mineralizaciones están emplazadas predo-
minantemente en sedimentitas de los grupos Santa
Victoria, de edad ordovícica, y Mesón, de edad
cámbrica. Entre los depósitos se encuentran Santa
Victoria, Lopiara y La Ciénaga (Castillo y Alonso,
2006). La mineralogía comprende galena, esfalerita,
trazas de calcopirita, baritina y cuarzo.
Castillo (1999) propuso como modelo genético
para el distrito una fuente primaria en la secuencia
sedimentaria ordovícica y una concentración por cir-
culación de fluidos relacionados con metamorfismo
y deformación.
Los isótopos de Pb presentan composiciones di-
ferentes a las obtenidas en el distrito Pumahuasi, por
lo que Sangster (2001) sugirió que los fluidos
hidrotermales han extraído los metales de un basa-
mento más profundo y antiguo. Los datos isotópicos
de S que promedian +15.1‰ indican que este ele-
mento proviene de sulfuros de la secuencia
sedimentaria, originados por reducción directa de
sulfatos del agua de mar y formados en un sistema
cerrado y anóxico (Sangster, 2001).
El distrito se considera la continuación austral
del conjunto de mineralizaciones similares localiza-
das en la parte austral del territorio boliviano, que
Sempere et al. (1998) vincularon al rifting triásico.
No obstante hay evidencias en la región de episodios
de mineralización de diversas edades, la principal
relacionada con la orogenia oclóyica (Seggiaro, com.
verb.) lo que sugiere varias etapas de removilización
de metales y la necesidad de un análisis exhaustivo
de los diversos yacimientos del Distrito para su co-
rrecta discriminación y asignación cronológica.
Distrito Paramillos de Uspallata
Las antiguas minas de este distrito se encuen-
tran a 55 km al NO de la ciudad de Mendoza, en el
ámbito de la Precordillera (fig. 33).
Comprende más de 40 vetas de rumbo general
NO-SE y corridas de 400 a 600 m, al que se asocian
vetas de disposición E-O más extensas, que alcan-
zan los 2,5 km de sedimentitas continentales triásicas
con intercalaciones de diabasas (Grupo Cerro Co-
codrilo, Rolleri y Fernández Garrasino, 1979) y un
complejo magmático terciario, consistente en stocks,
filones capa y diques de composición mesosilícica.
Las vetas polimetálicas simples del distrito Paramillos
de Uspallata se restringen a la secuencia triásica, en
tanto se vinculan con el magmatismo terciario siste-
mas tipo pórfiro de Cu (Paramillos Sur, Paramillos
Norte, San Benicio), vetas polimetálicas auríferas (La
Negrita), mineralizaciones vetiformes, en stockwork
y diseminadas auríferas (Oro del Norte, Oro del Sur,
Crestón Amarillo, Agua del Jagüel, Cerro Canario)
(Lavandaio y Fusari, 1999).
Fig. 32. Venilla de minerales transparentes con textura de
relleno y reemplazo de esfalerita y galena en una agregado
masivo de galena de mina Pumahuasi
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 39
La mineralización consiste en galena, tetraedrita,
esfalerita, pirargirita, proustita, boulangerita,
freibergita, argentita, owyheeita, arsenopirita y mar-
casita en ganga de siderita manganífera, cuarzo, pi-
rita y escasa baritina (Garrido et al., 2001;
Carrasquero et al., 2013). Rayces (1949) calculó
leyes medias de 475 g/t Ag, 2,5% Pb y 3,5% Zn.
Sobre 29 vetas del distrito Lavandaio y Fusari (1986)
estimaron un potencial de 1,274 Mt de mena.
El análisis de inclusiones fluidas en cuarzo, side-
rita y esfalerita indica temperaturas y salinidades
entre 180º y 240 °C y entre 5 y 19% eq. de NaCl, en
tanto que los isótopos de O y S sugieren una mezcla
de fluidos magmáticos con aguas meteóricas, habién-
dose calculado que el emplazamiento del sistema
mineralizado fue cercano a la superficie, a menos de
200 m por debajo del paleo nivel freático (Garrido et
al., 2001).
Se realizó el análisis isotópico de Pb de una mues-
tra de galena. Los resultados se sintetizan en la tabla
14. El resultado obtenido se ploteó en el diagrama 207Pb/
204Pb vs. 206Pb/204Pb. Los valores obtenidos plotean en
el campo de los depósitos polimetálicos simples de Pb-
Fig. 33. Distrito polimetálico Paramillos de Uspallata (Lavandaio y Fusari, 1999)
40 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
Ag-Zn (Beaudoin y Sangster, 1992) y se superpone a la
línea que define el «Arreglo Mesozoico» (Paiement et
al., 2012), sugiriendo esta edad para la mineralización
(fig. 34). Los valores obtenidos se localizan, por otra
parte, entre las curvas del orógeno y la corteza superior
de Zartman y Doe (1981) lo que indica una fuente mix-
ta de Pb proveniente de rocas alojadas en la corteza
superior y otras afectadas por ciclos orogénicos repeti-
dos (Beaudoin y Sangster, 1992).
3.2.5. DEPÓSITOS DE FLUORITA
Bloque de San Rafael
Los depósitos se concentran particularmente en
el sector sur del Bloque de San Rafael, donde se los
encuentra preferencialmente alojados en la sección
superior del Grupo Choiyoi. Algunos de estos depó-
sitos fueron explorados entre principios de la década
de 1940´ y principios de la de 1980´, con leyes de
mena de hasta 90% CaF2 y reservas totales cerca-
nas a las 0,5 Mt (Gauna, 1978, 1979; Morón, 1968,
1977; Ingeniería Consultora, 1974; Minera Agua Es-
condida S.A., 1983). Constituyen los distritos 25 de
Mayo, sobre las márgenes del río Diamante y La
Escondida, en el sureste de la provincia de Mendoza.
Los cuerpos de mena son principalmente
lenticulares y localmente tabulares, con longitudes de
hasta 900 m y espesores de hasta 4 m (aunque rara-
mente exceden los 0,5m) y tienen orientación NNO y
E-O (Centeno et al., 2009; Mallimacci et al., 2010).
Contienen una o más generaciones de fluorita con tex-
tura coloforme, crustiforme, en cocarda y brechosa, y
colores violeta, verde, blanco y localmente amarillos.
La primera generación consiste en cristales de fluorita
gruesos, en tanto la segunda comprende agregados
de fluorita intercrecidos con cuarzo (fig. 35 a y b). La
ganga consiste principalmente en cuarzo y calcedonia
y proporciones menores de calcita y baritina. Las
temperaturas de homogeneización de las inclusiones
fluidas medidas en fluorita y cuarzo están en el rango
de 180-230ºC (Centeno et al., 2009; Mallimacci et
al., 2010). Hay presencia esporádica de pirita y
arsenopirita. Se identificaron anomalías de metales
base, en particular Zn (Mallimacci et al., 2010).
En la roca de caja, las vetas de fluorita desarro-
llan una alteración argílica extensa consistente en illita-
smectita (determinada por espectrometría de
reflectancia SWIR), silicificación, diseminación de
pirita y de fluorita.
Se realizaron análisis por isótopos de Sm-Nd en
cuatro muestras de fluorita de depósitos del Bloque
de San Rafael, emplazados en la sección superior
del Grupo Choiyoi (Tabla 15). Los resultados analíti-
cos fueron procesados mediante el Programa
Tabla 14. Análisis isotópico de una muestra de galena de Paramillos de Uspallata
Figura 34. Composición isotópica de Pb de la galena de Paramillosde Uspallata. Se indica el campo de los depósitos polimetálicos
simples de Pb-Ag-Zn asociados a ambientes extensionales (datos de Beaudoin y Sangster, 1992) y la orientación del «Arreglo
Mesozoico», de Paiement et al. (2012).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 41
ISOPLOT (Ludwig, 1999) y se obtuvo una isocrona,
ajustada con tres puntos, a partir de la cual se calcu-
ló una edad de la fluorita de 205±11 Ma (Triásico
superior-Jurásico Inferior) (Fig. 36). Se descartó la
muestra de la mina Arco Iris ya que era una fluorita
amarilla y, como indica Sanchez et al. (2010), este
tipo de fluoritas presentan contenidos de Sm anóma-
los por lo que no pueden ser utilizadas para obtener
una isocrona confiable.
Fig. 35. Distrito Agua Escondida. a. Fluorita de grano grueso de la primera generación (Fl1) rllenando espacio entre cristales de
calcite tipo blade reemplazada por calcedonia (Ccb); b. Fluorita de la primera generación (Fl1) rodeada por agregados finos de
fluorita de la segunda generación, intercrecidos con cuarzo (Fl2 + Qtz) cementados por agregados de cuarzo de la segunda
generación (Qtz2).
En tres muestras analizadas por isotopía Sm-Nd
se determinaron los contenidos en elementos traza y
tierras raras (ETR) (Tabla 16).
En general, muestran bajo contenido en elemen-
tos traza, particularmente Sr, Ba, La, Ce e Y, con un
contenido relativamente bajo en tierras raras totales
(~30-80 ppm).
El patrón de distribución de ETR normalizadas a
condrito es muy similar en las tres muestras. Están
Tabla 15. Análisis isotópicos Sm/Nd en fluorita (Sm y Nd expresado en ppm).
Fig. 36. Isocrona Sm/Nd para fluoritas de las minas Castaño Viejo, Tres Alejandros y Angélica.
42 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
enriquecidas en ETR pesadas en relación con las
livianas y muestran una leve anomalía negativa en
Ce y una marcada anomalía negativa en Eu (Fig.
37). Las anomalías en Ce sugieren altas fugacidades
de oxígeno en la fuente de los fluidos hidrotermales
con la resultante oxidación de Ce+3 e inmovilización
de Ce+4 (Constantopoulos 1988). Sin embargo, las
anomalías negativas más pronunciadas de Eu en la
muestra Arco Iris sugieren fugacidades de oxígeno
algo menores para este depósito, las cuales inhiben
la conversión de Eu+2 en Eu+3 (Constantopoulos
1988).
La sección superior del Grupo Choiyoi tiene una
notable actividad de flúor (aF) evidenciada por la
presencia de topacio y fluorita como minerales ac-
cesorios, en particular en las riolitas subvolcánicas
(Kleiman y Morello 2000).
El patrón de distribución de ETR no se corres-
ponde con el típico de precipitados de origen
magmático debido a los bajos contenidos en tierras
raras livianas (e.g. Hein et al., 1990). Por otra parte,
los contenidos en tierras raras de las fluoritas y de la
sección superior del Choiyoi son similares entre Eu y
Lu (Fig. 37) y una explicación alternativa del des-
acople en las ETRL ha sido presentada por Alderton
et al. (1980) quienes sugieren que puede deberse a
alteración argílica en las rocas de caja producida por
la actividad hidrotermal responsable de la
mineralización, ya que los filosilicatos formados pue-
den adsorber tierras raras livianas. Por otra parte no
se descarta que el enriquecimiento relativo de ETRP
respecto de las ETRL pueda deberse, también, a
variaciones en el comportamiento de complejante del
fluido hidrotermal en relación con tierras raras livia-
nas y pesadas (Möller y Morteani, 1983).
Considerando los datos de solubilidad y fuentes
posibles de flúor (ver capítulo 3.5.) que plantean que
este elemento es incorporado en los fluídos como HF
Tabla 16. Elementos traza en fluoritas del Bloque de San Rafael (contenidos expresados en ppm).
Fig. 37. Comparación de los contenidos en ETR en la sección superior del Grupo Choiyoi y de las fluoritas analizadas
normalizadas a condrito (Boynton, 1984).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 43
a partir de una fuente mantélica, así como la edad
triásica superior-jurásica inferior (205±11 Ma) esta-
blecida para la mineralización, se plantea un modelo
genético en el que el flúor fue aportado por fluidos
que circularon en un ambiente de rift luego de la acti-
vidad magmática representada por el Grupo Choiyoi
(281,4±2,5 a 251,9±2,7 Ma) (Rocha Campos et al.,
2011) y que, por lixiviación hidrotermal, colectaron
ETR al atravesar la sección superior del Grupo Choiyoi.
Un modelo similar, para un contexto geológico análo-
go fue propuesto por Partey (2004) para los depósitos
de fluorita del Rift Río Grande, Estados Unidos.
Yacimiento Chus Chus, La Rioja
Fue estudiado por Jutorán (1970), quien descri-
bió la presencia de vetas como relleno de fracturas
en metamorfitas, como relleno de fracturas y
diaclasas y como brechas mineralizadas, con leyes
de CaF2 entre 40 y 60%. La mineraliazción se en-
cuentra asociada a un sistemas de diques riolíticos
vinculados con la sección superior del Grupo Choiyoi.
Las vetas superan los 500 m de largo y tienen una
potencia de hasta 10 metros. La fluorita se presenta
asociada a cuarzo, calcita, baritina y limonitas, y tie-
ne coloraciones verde, violeta y blanco amarillenta.
En el área, se han cubicado 0,95 Mt de fluorita
(Jutorán, 1970). Actualmente, el yacimiento está en
explotación y se está explorando mediante perfora-
ciones para incrementar reservas.
La edad de la mineralización queda acotada por
su relación con los diques del Grupo Choiyoi. Por
similitud con los yacimientos del Bloque de San Ra-
fael se asigna tentativamente al Triásico-Jurásico.
Sierras Pampeanas de Córdoba
Las mineralizaciones de fluorita en la provincia
de Córdoba se agrupan en tres distritos: Cabalango,
Sierra de Comechingones y Guasapampa. Su explo-
tación se remonta a la década de 1940. La geología
de los principales yacimientos ha sido descripta por
Bonalumi et al. (1999), autores de los que se sinteti-
za la información que sigue.
Las vetas se emplazan en el basamento meta-
mórfico y en granitos de edad devónica (Achala y
Alpa Corral) y alcanzan hasta centenares de metros
de longitud, presentando estructura brechosa y
mineralización discontinua. Son comunes los reem-
plazos de tipo silíceo no mineralizado a lo largo de las
fracturas que controlan el emplazamiento de las ve-
tas. Por lo general la fluorita presenta coloración vio-
leta y, localmente, hay variedades verdes y amari-
llas. Está asociada con calcedonia, localmente cuar-
zo y escasa pirita.
El principal depósito corresponde a la mina Bubú,
localizada en la Sierra de Comechingones, en la que
se han establecido reservas del orden de las 500.000
toneladas.
Galindo et al. (1996) determinaron las edades de la
fluorita en las minas La Nueva y Bubú en 131±22 Ma y
117±26 Ma, respectivamente. Estas edades sugieren su
relación con procesos asociados al rifting cretácico. Los
autores mencionados postulan que la mineralización es-
taría vinculada con fluidos hidrotermales poco profun-
dos, propios de áreas extensionales con evidencias de
magmatismo básico alcalino.
Macizo Nordatagónico
Los yacimientos se distribuyen en las provincias
de Río Negro (distritos San Antonio, Valcheta, 9 de
Julio y 25 de Mayo) y Chubut (distritos Telsen y
Biedma). La estratigrafía de la región comprende un
basamento metamórfico y plutónico con edades
eopaleozoicas, una secuencia sedimentaria marina
silúrico-devónica, plutonitas neopaleozoicas y un im-
portante complejo volcánico y volcaniclástico desa-
rrollado entre el Triásico inferior y el Jurásico, desig-
nado Formación Marifil (Jurásico inferior a medio)
en el sector oriental y Formación Los Menucos
(Triásico) y Formación Garamilla (Jurásico) en el
sector centro-occidental (Llambías et al., 1984). Las
rocas de la Formación Marifil constituyen un plateau
riolítico que es interpretado como un episodio de fu-
sión cortical relacionado con la ruptura de Gondwana.
La estructura dominante del macizo correspon-
de a un sistema de hemigrabens, con orientación de
la extensión oblicua al margen continental (Uliana y
Biddle, 1987; Ciciarelli, 1990) (Fig. 38).
Cortés (1987) indicó que la mineralización de
fluorita está asociada con la Formción Marifil y uni-
dades equivalentes del Triásico y Jurásico. En parti-
cular, en el área de la Hoja 42h, Puerto Lobos, pro-
vincia del Chubut, destacó la coincidencia de los de-
pósitos Guanacote y Guanaquito con la Faja de
fracturamiento Guanacote, que interpretó como la
vía de ascenso de los fluidos mineralizantes.
Aliotta (1999) sintetizó los principales aspectos
relacionados con los diversos yacimientos de la re-
gión y de allí se extraen los aspectos esenciales de
estas mineralizaciones. El sistema mineralizado com-
prende más de 150 vetas, con corridas que alcanzan
los 1600 m y potencias que varían entre 0,1 y 10
metros. Predominan los rumbos E-O a N55ºE y ex-
cepcionalmente NO-SE. La mineralogía es simple y
consiste en fluorita, calcedonia y cuarzo y
subordinadamente calcita. Hay presencia local de
pequeñas cantidades de sulfuros (pirita, galena,
44 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
esfalerita y calcopirita). Se ha identificado puntual-
mente adularia, baritina, ceolitas y rodocrosita.
La alteración hidrotermal más común es la cuar-
zo-sericítica, que afecta a las volcanitas que consti-
tuyen la roca de caja, localmente se ha determinado
albitización, argilización y ceolitización.
En la figura 39, se muestra la distribución de ele-
mentos de tierras raras de diversos yacimientos, a
partir de los datos de Aliotta (1999) y para compara-
ción los contenidos en ETR de las formaciones
Garamilla (Benedini y Gregori, 2013), Marifil
(Pankhurst y Rapela, 1995) y Complejo Los Menucos
(Lema et al., 2009).
Si se comparan los resultados con los contenidos
en ETR del volcanismo triásico-jurásico (F. Garamilla,
Complejo Los Menucos y F. Marifil) se observa una
leve anomalía negativa en Eu y un desacople en el
contenido en ETR livianas respecto de los valores
observados en las volcanitas triásico-jurásicas. El
patrón de distribución es en general similar al obser-
vado en las fluoritas del Bloque de San Rafael, si
bien los contenidos en ETR son superiores y no hay
un enriquecimiento significativo en tierras raras pe-
sadas como el de esta última región. En cuanto al
desacople observado, también identificado en las
fluoritas del ámbito del Bloque de San Rafael, puede
explicarse por los mismos procesos detallados en la
sección correspondiente.
Desde el punto de vista estructural, Ciciarelli
(1990) definió para el ámbito del Macizo
Nordpatagónico el modelo de emplazamiento de los
sistemas vetiformes fluoríticos, estrechamente rela-
cionado con el desarrollo de hemigrabens en un am-
biente geotectónico en el que se instaló un regimen
de esfuerzos extensionales (fig. 40). Estas condicio-
nes dieron origen a un atenuamiento cortical, fusión
en la base de la corteza y generación de un abun-
dante magmatismo riolítico (cuyos productos volcá-
nicos y volcaniclásticos quedan incorporados a los
hemigrabens) respecto del cual la fluorita está aso-
ciada a la circulación de fluidos vinculados con su
desarrollo póstumo.
Figura 38. Depósitos de fluorita en el sector oriental del Macizo Nordpatagónico y su relación con la estructuración en
semigrabens definida por Ciciarelli (1990).
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 45
3.2.6. DEPÓSITOS EPITERMALES DE
BARITINA
Distrito Santa Victoria-Iruya-Zenta
Está localizado en el norte de la provincia de Salta,
en la sierra homónima. Las mineralizaciones com-
prenden depósitos vetiformes de baritina con conte-
nidos de minerales de Pb, Ag y Zn, en proporciones
variables desde subordinadas a depósitos poli-
metálicos simples de Pb-Ag-Zn con ganga de bariti-
na, descriptos en la sección correspondiente de este
trabajo. Las vetas se localizan en fracturas que afec-
tan a leptometamorfitas neoproterozoicas-cámbricas
de la Formación Puncoviscana y sedimentitas de los
Grupos Mesón, de edad cámbrica y Santa Victoria,
de edad ordovícica (fig. 41).
Entre los depósitos se destacan Mono Abra,
Poscaya y San Martín (Castillo, 1999). La mineralogía
comprende baritina y cuarzo, con cantidades subor-
dinadas de galena, esfalerita, calcopirita y óxidos de
Fe-Mn, lo que sugiere que constituyen un único dis-
trito junto con los depósitos polimetálicos simples de
Pb-Ag-Zn de la región.
Castillo (1999) propuso como modelo genético
para el distrito una fuente primaria en la secuencia
sedimentaria ordovícica y una concentración por cir-
culación de fluidos relacionados con metamorfismo
y deformación. Se los asigna al Triásico-Jurásico por
su asociación con los depósitos polimetálicos sim-
ples, constituyendo parte del distrito barítico-
polimetálico que, en Bolivia, fue también asignado a
este rango de edad (Sempere et al., 2002).
Fig. 39. Distritbución de elementos de tierras raras normalizados a condrito para muestras de fluorita del Macizo Nordpatagónico.
Comparación con el patrón de distribución en volcanitas de las formaciones Garamilla, Marifil y Compejo Los Menucos (datos de
Aliotta, 1999; Lema et al., 2009; Pankhurst y Rapela, 1995 y Benedini y Gregori, 2013)
Fig. 40. Modelo de emplazamiento de las vetas de fluorita en el Macizo Nordpatagónico (Ciciarelli, 1990)
46 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
3.3. POTENCIAL METALOGENÉTICO
3.3.1. ACTIVIDAD HIDROTERMAL SIN
RELACIÓN DIRECTA CON ACTIVIDAD
MAGMÁTICA
El rifting mesozoico se extiende en Argentina
desde el extremo norte del país hasta el ámbito de la
Patagonia. Este proceso extensional continúa inclu-
so durante el Cenozoico. En este contexto de exten-
sión generalizada tienen una amplia distribución los
diversos tipos de depósitos analizados. De manera
característica, donde el rifting afectó secuencias
Fig. 41. Geología de los distritos mineros baríticos Santa Victoria-Iruya-Zenta (de Castillo, 1999)
sedimentarias paleozoicas o más antiguas, se gene-
raron concentraciones de tipo polimetálico y de bari-
tina. En los casos en que el rifting afectó secuencias
volcánicas y volcaniclásticas ácidas de edad triásico-
jurásicas, los fluidos dieron lugar a mineralizaciones
de fluorita. En los casos en que hubo restringido
magmatismo básico asociado o por lixiviación de se-
cuencias volcánicas también se formaron
mineralizaciones de Mn.
En cuanto a la extensión de las áreas favorables para
la localización de los diferentes modelos de depósitos se
han identificado tres dominios principales (fig. 42):
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 47
Fig. 42. Modelo metalogenético regional para el Mesozoico: fajas metalogenéticas y metalotectos estructurales con indicación de
tipos de depósitos asociados (ver referencias en fig. 2). Límites de terrenos a partir de los datos de Chernicoff y Zappettini
(2004), Zappettini et al. (2010) y Chernicoff et al. (2012, 2013)
2. Cuenca triásica: conjunto de depocentros con
sedimentación continental y magmatismo básico aso-
ciado, que son la fuente de Se y otros metales, que
se emplazan en fallas extensionales y asociadas
como vetas polimetálicas ricas en Se.
3. Volcanismo ácido triásico-jurásico: com-
prende las volcanitas del Ciclo Magmático Choiyoi y
1. Cuenca ordovícica: constituye la fuente de
Pb, Ag, Zn, Ba, Co, As, Ni, Bi, entre otros elemen-
tos, los que removilizados a favor de estucturas
extensionales dan lugar a la formación de vetas
polimetálicas simples de Pb-Zn-Ag, vetas
epitermales de baritina y vetas polimetálicas de
cinco elementos.
48 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
el volcanismo subsecuente sin-rift y, en Patagonia,
las volcanitas de las unidades Los Menucos, Marifil
y Chon Aike. Se postula una fuente profunda
astenosférica, posiblemente un magma alcalino, para
el F que constituye vetas epitermales de fluorita y
volcanitas básicas alcalinas para el Mn que da ori-
gen a vetas epitermales de Mn, aun cuando los flui-
dos mineralizantes no se vinculan genéticamente con
el magmatismo.
La identificación o exhumación de niveles pro-
fundos en estos ambientes, con exposición de los ni-
veles de fallas de despegue contituyen el ambiente
favorable para la localización de mineralizaciones
vetiformes, de reemplazo y brechas de Cu-Au-Fe(-
Pb-Zn-Ag).
La potencialidad del ambiente analizado queda
evidenciada por la variedad de depósitos así como
los elementos metálicos y minerales industriales que
involucra.
En la tabla 17, se sintetizan los tamaños y leyes
promedio para los diversos modelos abarcados pro-
pios de sistemas de rift, de manera de dar parámetros
cuantitativos de la importancia que cada uno de ellos
tiene y acotar su potencialidad.
3.3.2. ACTIVIDAD HIDROTERMAL
RELACIONADA CON ACTIVIDAD
MAGMÁTICA
En este contexto, la existencia de una tectónica
de rift y su extensión, con una geometría definida
por elementos tectonoestratigráficos y
metalogenéticos constituye un contexto favorable para
la localización de otros tipos de yacimientos, en este
caso vinculados con actividad magmática.
La actividad magmática alcalina o con tenden-
cia alcalina en ambiente de rift, está caracterizada
por la presencia y enriquecimiento en flúor de los
fluidos asociados a cuerpos alcalinos, con presencia
de fluorita y/o topacio (e.g. Lacolito Compuesto de
Rangel, Zappettini 1989; sección superior del Grupo
Choiyoi, Kleiman y Morello 2000).
En este contexto, los yacimientos de fluorita,
manganeso y depósitos polimetálicos vinculados
a ambientes extensionales como los analizados
pueden estar asociados a mineralizaciones de me-
tales preciosos (Au-Ag) y a pórfiros molibde-
níferos, ante las evidencia de actividad magmá-
tica, por lo que su presencia puede ser utilizada
regionalmente como guía de exploración (e.g.
Wallace, 2010).
Entre los diversos yacimientos vinculados a acti-
vidad magmática relacionada a ambiente de rift de-
bemos destacar:
1. Vetas de Torio-Tierras Raras
2. Carbonatitas ricas en Tierras Raras
3. Depósitos epitermales auríferos asociados a
magmatismo alcalino
4. Pórfiros de Molibdeno rico en flúor (tipo Climax)
5. Depósitos epitermales auríferos de baja
sulfuración
6. Depósitos epitermales polimetálicos (Pb-Ag)
asociados a volcanismo en cuencas extensionales
7. Mn volcanogénico relacionado con volcanismo
bimodal en hemigrabens con evidencias de
ingesión marina
8. BIF tipo Algoma
9. Brechas de óxidos de Fe y vetas de Cu-U-Au(-
P-Ag)
10. Kimberlitas diamantíferas
Se pueden indicar como ejemplos de mineralizaciones
localizadas en territorio argentino, asignables a
los modelos antes mencionados los siguientes:
1. Vetas de Th-ETR: Distrito Rangel (Puna de Jujuy
y Salta, Cretácico; con una edad U-Pb SHRIMP
de 135±2 Ma, Zappettini y Santos, 2011)
2. Carbonatitas ricas en ETR: Probablemente Ro-
deo de los Molles en profundidad (Sierras
Pampeanas de San Luis, con una edad Rb/Sr de
174±2 Ma, Lira et al. 1999)
3. Epitermales auríferos en sistemas alcalinos: Al-
teración hidrotermal en Puesto La Peña
(Precordillera, Mendoza, Mioceno inferior)
(Zappettini et al., 2013)
4. Pórfiro molibdenífero: Mineralizaciones en
stockwork y vetiformes Elsiren y Germán (Bloque
de San Rafael, Mendoza, Pérmico superior-Triásico
inferior; Delpino, 1997 y Carpio et al., 2001)
5. Auríferos de baja sulfuración: El Pantanito (Blo-
que de San Rafael; Rubinstein y Gargiulo 2005)
y, de manera general, los yacimientos epitermales
de la Provincia del Deseado (Patagonia
extraandina, Santa Cruz, Jurásico; e.g. Fernández
et al. 2008 y referencias allí citadas)
6. Epitermales Pb-Ag: Navidad (Macizo
Nordpatagónico, Chubut, Jurásico; vinculada a un
episodio epitermal relacionada con el magmatismo
representado por los depósitos volcánicos y
piroclásticos, asociados a sedimentos bioquímicos
y epiclásticos depositados en una cuenca de
hemigraben que constituye la Formación Cañadón
Asfalto (e.g. Figari, 2005; Fernández et al., 2008)
7. Mn volcanogénico: La Casualidad (Sierra de
Chachil, Neuquen, Jurásico inferior; Zappettini
et al., 2012)
IMPLICANCIAS METALOGENÉTICAS RELACIONADAS AL RIFTING MESOZOICO EN ARGENTINA 49
8. BIF tipo Algoma: Colomichicó (Cordillera del
Viento, Neuquén, Jurásico inferior; Zappetini y
Dalponte, 2010)
Aún no se han identificado mineralizaciones de
los tipos 9 (brechas y óxidos de Fe y vetas de Cu-U-
Au[P-Ag]) ni kimberlitas damantíferas.
El ambiente de rift cretácico del Noroeste ar-
gentino constituye un dominio favorable para la lo-
calización de mineralizaciones de Th y ETR como
las del distrito de Rangel, Fundición y Hornillos.
El dominio definido por el magmatismo
postorogénico del Grupo Choiyoi es favorable para
la localización de mineralizaciones tipo pórfiro
molibdenífero.
En el caso de las mineralizaciones tipos BIF y
BIMF antes mencionadas, desde un punto de vista
regional puede definirse un dominio, señalado en la
figura 38 vinculado en este caso con actividad vol-
cánica en ambiente subácueo que corresponde a la
Cuenca Precuyana (Triásico superior-Eojurásico)
y comprende depocentros aislados con sedimenta-
ción y volcanismo de tipo bimodal. Donde hubo
ingresión marina la actividad volcánica dio lugar a
la depositación de mineralizaciones volcano-
génicas de hierro bandeado (BIF tipo Algoma) y
Tabla 17. Depósitos asociados a sistemas de fallas de despegue en ambiente extensional
Tabla 18. Depósitos asociados a magmatismo en ambiente extensional
50 REVISIÓN DE MODELOS DE MINERALIZACIÓN VINCULADOS A FALLAS EN AMBIENTE DE RIFTING
yacimiento de Precordillera, cuyo detalle se indica a
lo largo del trabajo. Todos los estudios se efectuaron
en los laboratorios de Actlabs, Canadá.
Para las determinaciones de isótopos de Sm-Nd
las muestras fueron disueltas en una mezcla de FH,
NO3H y CLO4H. Las tierras raras fueron separa-
das por técnicas convencionales de intercambio
catiónico, mediante extracción cromatográfica. La
precisión del método es de 0,5% (147Sm/144Nd -
±0.5% (2s)). Durante los análisis las relaciones143Nd/
144Nd del estándar JNd-1 fue de 0,5121049±0,000019.
Los estudios se realizaron con un espectrómetro de
masa multi-colector Triton.
El Pb fue separado mediante intercambio iónico
con Bio-Rad 1x8. Las composiciones isotópicas fue-
ron analizadas con un espectrómetro de masa
multicolector Finnigan MAT – 261. Las relaciones
medidas de isótopos de Pb fueron corregidas por
fraccionamiento de masa a partir de las mediciones
calculadas de los estándares NBS SRM – 982. La
reproducibilidad externa de las relaciones isotópicas
de Pb (206Pb/204Pb =0,1%, 207Pb/204Pb=0,1%, 208Pb/
204Pb=0,2%) a un nivel 2ó fue demostrada mediante
análisis múltiples del estándar BCR-1.
Se realizó el análisis U-Pb SHRIMP sobre cir-
cón de una muestra de basalto espilitizado de la Puna
de Jujuy, en la Curtin University of Technology
(Perth, Australia). Los procedimientos analíticos son
los descriptos por Santos et al. (2008).
de manganeso volcanogénico (BIMF). Estas
mineralizaciones son de interés per se pero, ade-
más, por ser indicadoras de la posible presencia de
yacimientos de tipo VMS (Zappetini y Dalponte,
2010).
El ámbito de la Cuenca Cañadón Asfalto (fig.
14) constituye un dominio favorable (faja metalo-
genética) para la localización de mineralizaciones
epitermales de Pb-Ag del tipo Navidad, si bien este
es un caso excepcional de concentración mineral en
el que aún cuando los procesos hidrotermales están
relacionados con el magmatismo de la Formación
Cañadón Asfalto (Williams, 2010), resta definir la
fuente de los metales.
En la tabla 18, se indican los tamaños y leyes
promedio para los distintos modelos de yacimientos
vinculados a magmatismo en ambiente de rift, para
dar elementos de juicio respecto de su importancia
relativa y potencial metalogenético.
4. ANEXO: TÉCNICAS ANALÍTICAS
Se analizaron muestras de diversos depósitos de
Precordillera y del Bloque de San Rafael por ele-
mentos mayoritarios y traza. Se realizaron determi-
naciones isotópicas Sm-Nd sobre muestras de fluorita
de cuatro yacimientos del Bloque de San Rafael y
de un yacimiento de Precordillera, y Pb-Pb de un
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