Alfabetización Digital en las Prácticas Educativas del Siglo XXI y la Importancia del Liderazgo Docente

Abstract

El impacto de los dispositivos tecnológicos en los modos de leer y entender el mundo es innegable pues se han modificado los modos de reorganizan estructuras, cambiar percepciones, moficar esquemas, entre otros. Debido a ello, no podemos ser meros observadores y testigos de los acontecimientos que van sucediendo a nuestro alrededor, ajenos a los cambios.

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ISBN: 978-84-1122-631-8
CAPÍTULO 14
ALFABETIZACIÓN DIGITAL EN LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS DEL
SIGLO XXI Y LA IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO DOCENTE
Katerin Concepción Pérez Sánchez1, William René Reyes Cabrera1, Jesús
Enrique Pinto Sosa1, Blanca Berral Ortiz2
1Universidad Autónoma de Yucatán
2Universidad de Granada
Email: a15002011@alumnos.uady.mx
1. INTRODUCCIÓN
La presencia de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la
sociedad ha influenciado las formas en las que las personas interactúan y realizan sus
actividades diarias, lo que implica el desarrollo de habilidades que permitan adquirir
habilidades y competencias digitales ocasionando que la educación fuera replanteada de
acuerdo con las necesidades que presenta la sociedad actual (Pérez-Escoda et al., 2016).
La organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
menciona que desde finales del siglo pasado y a principios de este, los cambios
tecnológicos, políticos, sociales y económicos, han sido una constante en la sociedad
actual. Estos cambios se deben principalmente a las innovaciones en los distintos
ámbitos de la actividad humana como los productos, servicios, procesos, organizaciones
y marketing; lo que incide en formar individuos cuyas competencias sean más
tecnificadas, con habilidades digitales de búsqueda y procesamiento de la información
(OECD & Eurostat, 2018).
Sin embargo, existe diferencias entre los grupos con capacidades para entender y
emplear la tecnología adecuadamente, a lo que comúnmente se le llama brecha digital,
que va más allá de tener acceso a dispositivos tecnológicos. Para Sepúlveda-López y
Ramírez- Castañeda (2018) el factor que se debe combatir en la brecha digital es el
desarrollo de habilidades intelectuales y socio afectivas que permitan a los individuos
explorar las fuentes de información, herramientas tecnológicas y sus características
personales y grupales esto con la finalidad de adquirir información verídica y confiable
para su utilización, así como el uso de manera eficiente las diversas herramientas
tecnológicas

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Para reducir estas brechas digitales, las instituciones y gobiernos a nivel
internacional se plantean la necesidad de introducir conocimientos relacionados con las
competencias digitales, al desarrollo de dichas competencias se le denomina
Alfabetización Digital (AD). Por lo que se ha tenido que diseñar sistemas educativos
que brinden habilidades digitales para poder competir en un mundo más globalizado,
inmerso en el uso de las TIC y formar ciudadanos digitales, así como punta de lanza
para enfrentar a la cuarta revolución industrial (Castañeda et al., 2018).
En el marco de lo planteado, hablar sobre alfabetización digital en las prácticas
educativas, conlleva desarrollar habilidades en el cuerpo docente. En esta línea, sonde el
liderazgo recobra importacia para poder enfrentar con éxito las exigencias de la
sociedad en lo relativo a ambientes de aprendizaje virtuales o digitales
2. LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL Y SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN
El concepto de alfabetización se popularizó con Paulo Freire en los años 60,
puso como centro del proceso educativo estar alfabetizado para potencializar el
desarrollo político, social y cultural de los individuos mediante el dominio del lenguaje
escrito, la lectura y la escritura (Castañeda-Vallejo & Fino-Garzón, 2010). Sin embargo,
en los años noventa del siglo pasado este concepto tuvo que adaptarse agregando lo
digital por la necesidad de aprender a utilizar permanentemente la tecnología ante los
cambios estructurales y avances tecnológicos; por lo que la alfabetizació incluye
habilidades como el uso de la tecnología y el manejo de la información.
Esto ha generado que no exista una definición única para la AD, ya que en cada
modificación se atribuyen nuevas características y nuevos términos de acuerdo con las
necesidades que se presentan (Avello-Martínez et al., 2013). Tal es así que, debido a los
cambios sociales que se han presentado, el término de la alfabetización comienza a
presentar transformaciones relacionadas con:
a) el código, debido a que en la actualidad la mayoría de la información y
comunicación se presenta por medio de contenido multimedia;
b) el soporte, pues ya no se requiere de elementos tangibles para acceder a la
información debido al contacto con cualquier pantalla y

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c) la estructura de los documentos, señalando que ya no se utilizan textos
lineales precisamente por las facilidades que ha presentado la tecnología (Avello-
Martínez et al., 2013).
En el año 2006 el Parlamento Europeo propuso la definición de Alfabetización
Digital en los siguientes términos:
[…] el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la
Información para el trabajo, el tiempo libre y la comunicación. Apoyándose en
habilidades TIC básicas: uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar,
producir, presentar e intercambiar información, y para comunicar y participar en
redes de colaboración a través de Internet (European Parliament, 2006, p. 6).
Existen otros términos que se vinculan con la Alfabetización Digital (AD en
adelante) se destaca: la alfabetización informacional, que hace referencia al acceso y
dominio de la información en cualquier medio y/o soporte (García-Ávila, 2017); la
alfabetización informática, que se refiere a localizar, seleccionar, analizar y reconstruir
información; la alfabetización multimedia, referida al empleo de diversos formatos y
lenguajes utilizando la tecnología; la alfabetización tecnológica, la cual está centrada en
enseñar el uso del hardware y software; y, por último, la multialfabetización que
consiste en el empleo de todos los alfabetismos mencionados (Area, 2014).
En relación con las dimensiones que la AD debe abarcar, autores como Cabero y
Palacios (2021) señalan dos pricipales: la dimensión tecnológica y la dimensión
educativa, que están íntimanente relacionadas con la formación de ciudadanos
competentes; también se mencionan otras dimensiones como la instrumental, la
cognitiva/intelectual, la sociocomunicacional, la axiológica, y la emocional, las cuales
aportan elementos adicionales en la habilitación de una ciudadanía digital (Area &
Guarro, 2012; Area-Moreira & Ribeiro-Pessoa, 2012; Guillén-Rascón et al., 2016).
Para el logro de estas dimensiones, organismos internacionales como la
International Society for Technology in Education (ISTE) (2021), el Consejo de la
Unión Europea (2018) y la UNESCO (Butcher, 2019) coinciden en estandarizar lo que
se entiende por AD y las competencias digitales a desarrollar, como el aprendizaje
empoderado, ciudadano digital, constructor de conocimientos, diseñador innovador,
pensador computacional, comunicador creativo y colaborador global.

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En este contexto, existen diversos marcos de competencia digital que se enfoca
en diversos aspectos de la labor docente, la formación de la ciudadanía y el desarrollo
de sus competencias y actitudes hacia la tecnología. Destacan el Marco Europeo de
Competencia para la ciudadanía, DigComp 2.2 (Vuorikari et al., 2022), los estándares
de competencia digitial de la ISTE (Crompton, 2017) y el Marco Común de
Competencia Digital Docente del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de
Formación del Profesorado (INTEF) del Ministerio de Educación de España (INTEF,
2017), que son los referentes a nivel internacional para el diseño de los programas
nacionales de AD en el mundo.
Al hilo de lo anterior, el Marco Común de Competencia Digital Docente como
su propio nombre indica es un marco para la mejora y el diagnóstico de las
competencias digitales del profesorado. Estas competencias digitales se definen como
capacidades que los docentes del siglo XXI deben desarrollar en las prácticas educativas
para el desarrollo profesional continuo y para mejorar la práctica educativa (INTEF,
2017).
Este se compone de cinco áreas competenciales: información y alfabetización
informacional, comunicación y colaboración, creación de contenido digitales, seguridad
y resolución de problemas (Imagen 1). Asimismo, veintiuna competencias

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estructuradas en seis niveles competenciales, de manejo. Cada una de las competencias
ofrece una detalla descripción y descriptores basados en términos de actitudes,
conocimientos y capacidades. La base del Portfolio de la Competencia Digital Docente
es dicho Marco, instrumento digital de INTEF para la acrecitación de las competencias
citadas.
Figura 1. Áreas competenciales
Al realizar la comparación de estos tres marcos, se observa algunas similitudes
en sus elementos, en la siguiente tabla se presenta las competencias que aborda cada
uno de ellos.
Tabla 1. Competencias y Dimensiones de los tres principales marcos de
competencia digital
Marcos y estándares de competencia digital
DigComp 2.2
ISTE
INTEF
Información y
alfabetización digital
Diseñador
Información y
alfabetización digital
Comunicación y
colaboración
Aprendiz
Comunicación y
colaboración
Creación de contenido
digital
Ciudadano
Creación de contenido
digital
Seguridad
Colaborador
Seguridad
Solución de problemas
Diseñador
Resolución de problemas
Facilitador
Analista
Nota. Elaboración propia a partir de los marcos analizados.
Como se puede observar, el marco común de competencia digital y el Digicomp
2.2 son similares, por su parte el ISTE tiene un enfoque diferente. Sin embargo, estos
tres marcos presentan dos dimensiones claras: la tecnológica y la educativa (Cabero-
Almenara & Palacios-Rodríguez, 2021).
2.1. Liderazgo docente para afrontar los desafíos del aprendizaje digital
En el marco de la alfabetización digital, si se considera que alguien tiene dichas
habilidades, implica que no solo domina el texto, sino también la pantalla, el teclado, las
imágenes, y todo lo que ello supone. La capacidad para leer textos multimedias y
navegar cómodamente en los contextos virtuales. Ante estas situaciones, Contreras
(2016) reconoce la complejidad del liderazgo, accediendo a su previa visualización

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desde un modo integral, amplio y sistemático, essto posibilita explicar la participación
en base a modelos y teorías que integran aspectos como la diversidad cultural, la
globalización, la incertidumbre, la innovación, el emprendimiento, los cambios sociales
y, principalmente, la incorporación de tecnologías a los procesos de comunicación,
interacción y vinculación humana que están presentes en todos los procesos
organizacionales.
Al hilo de lo anterior, el docente es un factor decisivo para posibilitar los nuevos
procesos de enseñanza y aprendizaje que se producen en el aula, pues todos los
estudiantes requieren un mínimo de competencias digitales pero, evidentemente, para
ello se necesita que los docentes tengan previamente adquirido dicha competencia
digital. El alfabetismo implica formas nuevas de transmitir los conocimientos de un
modo organizado, planeado, dirigido y evaluado para guiar la navegación en las redes
hacia un conocimiento más justo e integral.
El liderazgo docente se enfrenta a estos entornos, donde se confronta con el
liderazgo tradicional en formas de educación formales en contextos relativamente
organizados y autoritarios en torno a presentaciones magistrales del docente al alumno.
Todas las confrontaciones se deben a que la realidad ha cambiado, precisamente porque
la sociedad y las interacciones sociales exigen la integración de las competencias
digitales.
3. COMPETENCIAS DIGITALES PARA LA MEJORA EDUCATIVA
Como se ha observado, desarrollar adecuadamente las competencias digitales
impacta de manera directa en los procesos de enseñanza – aprendizaje, lo que favorece
al desarrollo de entornos educativos innovadores y generadores experiencias de
aprendizaje significativos (Area & Adell, 2021). En este contexto, el nivel de AD juega
un papel fundamental para el mejoramiento de la educación, debido a que permite a los
ciudadanos estar mejor capacitados para enfrentar los retos que implica estar en una
sociedad hipermediatizada e hiperconectada, por lo que es crucial que en las programas
educativos cuenten con programas de AD en sus currículos.
Algunos de estos ejemplos se pueden observar en países como Corea, Uruguay,
Singapur, Finlandia y España, donde la inserción de programas de AD han potenciado
sus sistemas educativos, alcanzando de este modo que los estudiantes que egresan sean

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competentes en el uso de las TIC y con competencias digitales bien desarrolladas,
contribuyendo de manera significativa en tener una mejores condiciones económicas,
crecimiento sostenido y estabilidad social (Mateo-Berganza Díaz et al., 2022).
La inclusión de las TIC y las competencias digitales en las instituciones
educativas, principalmente en la educación básica; pues es la etapa perfecta para
introducir las herramientas digitales; permiten mayores oportunidades de acceso y
condiciones propicias para contar con un ciudadanos competentes en el ámbito digital,
incoporando dichas competencias en su vida cotidiana y en su futuro profesional,
otorgándoles herramientas útiles para desenvolverse adecuadamente (Lustosa et al.,
2021).
5. CONCLUSIONES
El impacto de los dispositivos tecnológicos en los modos de leer y entender el
mundo es innegable pues se han modificado los modos de reorganizan estructuras,
cambiar percepciones, moficar esquemas, entre otros. Debido a ello, no podemos ser
meros observadores y testigos de los acontecimientos que van sucediendo a nuestro
alrededor, ajenos a los cambios.
Cada estadio de la evolución tecnológica implica la oportunidad de un
aprendizaje diferente y se han propuesto alfabetizaciones imprescindibles para
afrontarlas. Las tecnologías no deben observarse únicamente como objeto de estudio,
atendiendo a las herramientas digitales por sí misma y sus potencialidades, sino como
recursos o medios para completar la educación. Por ello, se hace necesario conocer las
tecnologías y a la par adquirir nuevas habilidades, actitudes y competencias que nos
posibilitan aprovecharlas para integrarlas a nuestros modos de proceder y pensar en un
contexto que demanda una mayor participación de todos.
Al marco de lo anterior es donde se presenta la necesidad de alfabetizaciones
múltiples que nos posibiliten crecer como seres humanos de un modo colaborativo,
participativo y en comunión con nuestros iguales para hacer de este mundo un mejor
lugar. También, se debe atender a las diferencia entre los conocimientos de los
estudiantes y de los docentes en cuando a competencias digitales, debido a la brecha
generacional. Independientemente de los motivos, resulta indispensable atender, a la
formación permanente del profesora por medio de la flexibilidad y la accesibilidad

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propiciando el uso de las TIC en charlas, cursos virtuales, trabajos colaborativos en
redes y, sobre todo, nuevos modos de evaluación y estímulos que promuevan el uso.
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