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Abstract

Se examinan las estrategias metadiscursivas empleadas en libros de autoayuda para gestionar el compromiso con sus lectores y alcanzar los propósitos comunicativos del género. La indagación se fundamenta en el modelo metadiscursivo. Sigue un diseño descriptivo y exploratorio de carácter deductivo˗inductivo. Se concluye que la estrategia predominante para comprometerse con los lectores es la referencia al lector, seguida de las directivas y la apelación al conocimiento compartido. Se establecen vínculos con el lector mediante preguntas y comentarios personales.
Letras 74 (2023), ISSN 1409-424X; EISSN 2215-4094
DOI: http://dx.doi.org/10.15359/rl.2-74.5
www.revistas.una.ac.cr/index.php/letras
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Estrategias metadiscursivas en los
libros de autoayuda1
(Metadiscursive Strategies in Self-help Books)
Lourdes Ángela Díaz Blanca2
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Mérida, Venezuela
María Susana Harringhton Martínez3
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Turmero, Venezuela
Resumen
Se examinan las estrategias metadiscursivas empleadas en libros
de autoayuda para gestionar el compromiso con sus lectores y
alcanzar los propósitos comunicativos del género. La indagación se
fundamenta en el modelo metadiscursivo. Sigue un diseño descriptivo
y exploratorio de carácter deductivo˗inductivo. Se concluye que
la estrategia predominante para comprometerse con los lectores
es la referencia al lector, seguida de las directivas y la apelación
al conocimiento compartido. Se establecen vínculos con el lector
mediante preguntas y comentarios personales.
AbstRAct
An analysis is provided of the metadiscursive strategies used in self-
help books to handle the commitment with their readers and reach
the communicative purposes of the genre. The inquiry is based on
the metadiscursive model. It follows a descriptive and exploratory
design with an inductive-deductive character. It was found that the
prevailing strategy to commit with the readers is the reference made
to the reader, followed by directive strategies, and the appeal to shared
1 Recibido: 4 de abril de 2023; aceptado: 27 de abril de 2023.
2 Lengua y Literatura, Docencia. Correo electrónico: ludiblan40@gmail.com; https://orcid.
org/0000-0003-2709-883X.
3 Investigación, Departamento de Pedagogía e Investigación. Correo electrónico: susanhm23@
gmail.com; https://orcid.org/0000-0002-8807-1326.
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María Susana Harringhton Martínez
knowledge. Ties with the reader are established by using questions
and personal comments.
Palabras clave: libros de autoayuda, metadiscurso, compromiso, lector
Keywords: self-help books, metadiscursive, commitment, reader
Introducción
Anclada en el conjunto de pulsiones e intereses que denen
el quehacer de esta época, la «cultura terapéutica»4 o «cultura de
autoayuda»5 es un movimiento que procura la autosuperación del
dolor, angustia, confusión e infelicidad del individuo, a través de la
autoobservación, autodiagnóstico y autocomprensión de pensamien-
tos, sentimientos y acciones, y de la aplicación de herramientas para
alcanzar su propio bienestar. Se basa en nociones popularizadas de
distintos tipos de psicología y neurociencias, así como también en
una amplia variedad de terapias alternativas, saberes tradicionales,
creencias y supuestos de la Nueva Era que tienden al cuidado de sí
mismo. Incluso, forma parte de esta tendencia la información cientíca
puesta al servicio de las estrategias publicitarias6.
Uno de los dispositivos de consumo masivo de esta cultura
lo constituyen los libros de autoayuda (LA), llamados también
«biblioterapia»7 aunque esta es una metodología aplicada en psicote-
rapia, «soportes terapéuticos»8 o «decálogos para el buen vivir»9. Este
4 Vanina Andrea Papalini, «Literatura de autoayuda: una subjetividad del Sí-Mismo enajena-
do», La trama de la comunicación 11 (2006): 331-342. https://www.redalyc.org/articulo.
oa?id=323927061004.
5 Eva Illouz, Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo. Trad. Joaquín Ibarbouru
(Buenos Aires: Katz Editores, 2007).
6 Vanina Andrea Papalini, «Libros de autoayuda: Biblioterapia para la felicidad», Athenea digital.
Revista de pensamiento e investigación social 19 (2010): 147-169. https://www.redalyc.org/arti-
culo.oa?id=53719730008.
7 Papalini (2010).
8 Vanina Belén Canavire, «Del diván y la lectura: a propósito de los libros de autoayuda como sopor-
tes terapéuticos», Razón y Palabra 85 (2013-2014): 335-352. https://www.revistarazonypalabra.
org/index.php/ryp/article/view/436.
9 Rossana Reguillo, «Saber y poder de representación: la(s) disputa(s) por el espacio interpretativo»,
Comunicación y sociedad 9, (2008): 11-33. DOI: https://doi.org/10.32870/cys.v0i9.2023.
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género discursivo, cuya temática central es la dimensión subjetiva,
tiene como ejes estructurales la propuesta de problemas típicos en
áreas cargadas de conictividad (sentimental, laboral, económica) y
las soluciones estereotipadas que se cristalizan por medio de prescrip-
ciones, reglas prácticas y técnicas terapéuticas con el n de mejorar
la acomodación del individuo a las situaciones existenciales, agenciar
la felicidad, obtener éxito y conquistar la autorrealización.
Estos libros llegan a un público diverso y según motivos intrínse-
cos o impuestos por las instituciones10. Se puede acceder a ellos debido
a circunstancias biográcas transcendentales, como una «ocasión para
el sentimiento»11 o una «lectura en crisis»12, a pesar de los prejuicios y
estigmas que se ciernen a su alrededor, sean como bienes de consumo
u objetos de análisis. Y aunque abrir estos libros «no es una operación
intelectual, sino emocional o sentimental…»13, mediante esa suerte de
destilación que supone la lectura atenta, aoran intereses desde distintas
vertientes. Hay estudios psicológicos, sociológicos, pedagógicos, críti-
cos y retórico-discursivos. En general, se plantea que los LA son clases
de textos que apelan a la emocionalidad del lector para crear un efecto
de empoderamiento derivado del reconocimiento y superación de sus
problemas, por lo tanto, se le proporcionan pautas de reexión o acción,
cuestionarios que apuntan al autodescubrimiento, narraciones para generar
identicación y se insiste en que el poder de cambiar las circunstancias
de vida reside en el receptor, en su propia gestión mental14.
10 María Alicia Peredo Merlo, «La identidad lectora y los pensamientos que se activan durante la
lectura de los textos de autoayuda», 6º Congreso Internacional de la Promoción de la Lectura y el
Libro, Buenos Aires, 2 al 4 de mayo de 2003.
11 Karin Littau, Teorías de la lectura. Libros, cuerpos y bibliomanía (Buenos Aires: Editorial Manan-
tial, 2008).
12 Canavire (2014).
13 Thomas Abraham, La empresa de vivir (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2010): 396.
14 Papalini (2006); Lourdes Ángela Díaz Blanca, «Libros de autoayuda: de la identidad social a la
identidad individual» [Ponencia]. VI Reunión Cientíca de Docentes del Departamento de Caste-
llano y Literatura, 14 de noviembre de 2014. Universidad Pedagógica Experimental Libertador,
Maracay, Venezuela; Isabel Cristina Gutiérrez Giraldo, «Construcción discursiva del éxito y el
fracaso en textos de superación y autoayuda utilizados en el aula universitaria», Nexus 20 (2016):
146-169. DOI: https://doi.org/10.25100/nc.v0i20.1839; Javier Pizarro Romero, Todo está en la
mente: el caso del discurso y la práctica de la autoayuda en el Perú, tesis de maestría. Ponticia
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Debido a que los autores de los LA acuden a estrategias retóricas
para fundar relaciones solidarias con los lectores, satisfacer sus expec-
tativas y persuadirlos sobre la necesidad de superarse personalmente,
creemos que el enfoque analítico del metadiscurso podría aportar
información valiosa al respecto; pues alude al compromiso social y
comunicativo del escritor con su audiencia, la proximidad que establece
con esta y su proyección en el texto15. Este modelo metadiscursivo16 se
ha convertido en una herramienta útil para el análisis de artículos de
investigación17, exámenes universitarios orales nales de pregrado,18
trabajo nal de grado19 y editoriales20. Sin embargo, quizás por ser un
género no académico, al menos en esta revisión no se hallaron estudios
de los LA enmarcados en el metadiscurso. En tal sentido, el objetivo
de este artículo es examinar las estrategias metadiscursivas empleadas
por los autores de libros de autoayuda para gestionar el compromiso
Universidad Católica del Perú, 2016. http://hdl.handle.net/20.500.12404/8103; Geilson Fernandes
de Oliveira y Marcília Luzia Gomes da Costa Mendes, «A felicidade é logo aqui: discurso e poder
na literatura de autoajuda». Ação midiática – estudos em comunicação, sociedade e cultura 0
(2018): 72-93. DOI: http://dx.doi.org/10.5380/am.v0i0.58929; y Gastón Julián Gil, «Autobiogra-
fías, divulgación y autoayuda. Los discursos del running en la Argentina contemporánea», Revista
latinoamericana de estudios sobre cuerpos, emociones y sociedad 12, 34 (2021): 51-62. https://
dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7749726.
15 Ken Hyland y Polly Tse, «Metadiscourse in Academic Writing: A Reappraisal». Applied Linguis-
tics 25, 2 (2004): 156-177. DOI: http://dx.doi.org/10.1093/applin/25.2.156; Ken Hyland, «Postura
y aliación: un modelo de interacción en el discurso académico». Estudios del discurso, 7, 2
(2005b): 173-192; y Ken Hyland, «Metadiscourse: Mapping Interactions in Academic Writing».
Nordic Journal of English Studies 9, 2 (2010): 125–143. DOI: http://doi.org/10.35360/njes.220.
16 Ken Hyland, «Disciplinary Discourses: Writer Stance in Research Articles», Writing: Text, Proces-
ses and Practices, H. Candlin y K. Hyland, Eds. (Londres: Logman, 1999) 99-121. DOI: https://
doi.org/10.4324/9781315840390; Hyland y Tse; y Ken Hyland, Metadiscourse: Exploring Inte-
raction in Writing (Londres: Continuum International, 2005a).
17 Rebecca Beke, «El metadiscurso interpersonal en artículos de investigación», Signos 38, 47,
(2005): 7-18. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=157013764001.
18 Patricia Baeza Dufy y Enrique Sologuren Insúa, «Funciones del metadiscurso en la co-construc-
ción identitaria en exámenes universitarios orales nales de pregrado: un estudio de caso». Cali-
doscópio 15, 2, (2017): 269-283. DOI: doi: 10.4013/cld.2017.152.05.
19 Manuela Álvarez Álvarez y Alba Naroa Romero González, «Descubriendo qué estrategias de dia-
logicidad y posicionamiento se emplean en las introducciones y conclusiones de trabajos n de
grado», CLAC 90 (2022): 21-33. DOI: https://doi.org/10.5209/clac.81302.
20 Yosely Briceño Velazco, «“Aparentemente usted”: postura y compromiso en editoriales de dos
revistas venezolanas de gerencia». Signo y pensamiento XXXIII, 65 (2014): 84-102. DOI: https://
doi.org/10.11144/Javeriana.SYP33-65.aupc.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
con sus lectores y alcanzar los propósitos comunicativos del género.
El fundamento de esta indagación lo constituye el modelo metadis-
cursivo de Hyland21, que contempla las dimensiones interpersonales
de postura y compromiso o aliación.
Aun cuando los elementos de una y otra dimensión se sobrepo-
nen, solo nos centramos en la segunda, a partir de la cual se analizó un
corpus exploratorio de seis libros de autoayuda, dado que su propósito
es persuadir a la audiencia de los planteamientos realizados e incitarla
a reexionar sobre sus problemas y actuar de la manera deseada con
la orientación de fórmulas como «el poder está dentro de ti», «si tú
quieres, tú puedes» o «tú tienes la decisión de cambiar». Por otra parte,
cabe destacar que el interés por el compromiso también responde a lo
expresado por Hyland22 en cuanto a la existencia de vacíos o menos
estudios acerca de las estrategias de involucramiento del lector en el
discurso, a diferencia de aquellos en los cuales se explica el posicio-
namiento del escritor.
Referentes teóricos
Caracterización de los libros de autoayuda
Los orígenes de los libros de autoayuda se remontan a media-
dos del siglo xix, en plena era victoriana, con la obra del británico
Samuel Smiles (1812-1904) Self-help (Ayúdate a ti mismo), que tuvo
amplia difusión editorial en distintas lenguas, y aún hoy se edita. En
su contenido subraya la inclusión de biografías para demostrar que sí
es posible obtener el éxito basado en trabajar con tesón, perseverancia
y carácter particular para afrontar el devenir de la existencia23.
21 Hyland (2005b).
22 Hyland (2005b).
23 Isabel González Gil, «Retórica de los libros de autoayuda». 452ºF. Revista de teoría de la litera-
tura y literatura comparada, 19, (2018): 195-214. https://revistes.ub.edu/index.php/452f/article/
view/21427; y Thiago Barbosa Soares, «Literatura de autoajuda: uma análise discursiva dos efei-
tos do sucesso na obra “O sucesso está no equilíbrio”». Revista humanidades e inovação 8, 36,
(2021): 20-30. https://revista.unitins.br/index.php/humanidadeseinovacao/article/view/3162.
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Los LA muestran conictos típicos ubicados en distintos «cam-
pos de la psicoterapia masiva»24: relaciones interpersonales, roles y
desempeño personal, autocontrol y bienestar físico y mental, en los
que se tratan frecuentemente temas como perdón, amor, autoestima,
asertividad, vida, cuerpo, salud, sabiduría, etc. La homología temáti-
ca y los problemas habituales perlados favorecen la creación de un
contexto de intimidad en el cual los lectores reconocen sus propias
experiencias y sus aicciones superan el arco autobiográco, puesto
que instituyen espacios simbólicos para la comunión con el otro y
permiten la inserción en los esquemas de grupo. En otras palabras,
sus estados críticos cobran sentido y pueden ser nombrados porque
se asumen como naturales25. Al plantearse expresa o tácitamente que
tales problemas no hallan cobijo en la realidad social, sino que son
responsabilidad individual, se enmascaran los grandes problemas
sociales como salud, desempleo, violencia de género, rol de la mujer
y obesidad. El otro se ha difuminado (identidad social) y en su lugar
se instala el individuo (identidad individual). «Así, la literatura de
autoayuda tiene un componente de desmovilización social, ya que
desconecta a los individuos de la realidad en la que viven»26.
La asistencia prometida por los LA «se instaura en la ruina
del sujeto moderno… que precisa de ayuda externa para poder re-
cuperar el autocontrol e incluso para recuperar la motivación para el
autocontrol»27. De esta manera:
El esquema enunciativo de los libros de autoayuda tiene como cons-
tante la presencia de dos guras arquetípicas: el yo del guía (y sus
múltiples máscaras: terapeuta, instructor, maestro espiritual son
24 Eduardo Apodaka, «La autoayuda y el consumo de dispositivos psíquicos en el caso de la innova-
ción». Arbor 187, 752 (2011): 1103-1118. DOI: https://doi.org/10.3989/arbor.2011.752n6007.
25 Canavire (2014).
26 María Medina Vicent, «La difusión del lenguaje terapéutico a través de la literatura gerencial y de
autoayuda». Ágora: Papeles de Filosofía 39, 2, (2020): 33-58 (40). DOI: https://doi.org/10.15304/
ag.39.2.5910. González Gil, 202.
27 Apodaka, 1106.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
algunas de las más frecuentes), (…) se dirige a un tú lector-guiado
(paciente, discípulo, alumno o cliente)28.
Según Díaz Blanca,29 este género discursivo cumple varias funcio-
nes. Da forma y sentido a las experiencias, pues mediante la recurrente
ejemplicación, el lector descubre que sus vivencias son semejantes
a las de otros (función identicadora). La lectura es una instancia
de reexión que promueve el cambio (función reexiva). El lector
encuentra consejos, sugerencias o prescripciones que lo persuaden
para actuar sobre sí mismo, mejorar su comportamiento en el ámbito
privado y conseguir bienestar en los diferentes campos de actuación
(función conminativa). En consecuencia, al menos temporalmente,
pareciera redenir su proyecto de vida, sus creencias, costumbres y
comportamientos, incluso el estilo de habla, el vocabulario empleado,
el vestuario, etc. (función reguladora). La crisis desencadena el cambio
y este, a su vez, atrae la felicidad.
Para Ampudia de Haro, los LA se componen «de preceptos,
consejos y recomendaciones, programas de regulación conductual y
emocional de carácter reexivo conducentes a una hipotética mejora
psíquica del individuo y su adecuada adaptación al entorno en el que
vive»30. Estructuralmente, se disponen con la exposición inicial de
problemas que requieren ser resueltos y la subsiguiente formulación de
recetas con alternativas de abordaje y solución. Desde el punto de vista
lingüístico y discursivo, este género se caracteriza por el empleo de la
segunda persona de singular y el «nosotros» inclusivo, redundancia de
las ideas medulares expuestas en los textos, presentación de ejemplos
y testimonios basados en casos reales, y diagnosis mediante test.
28 González Gil, 202.
29 Lourdes Ángela Díaz Blanca, «Las lecturas del alma» [Ponencia]. Foro: Lectores de textos elec-
trónicos: navegantes, exploradores y conquistadores, 13 de abril de 2015. Universidad Pedagógi-
ca Experimental Libertador, Maracay, Venezuela.
30 Fernando Ampudia de Haro, «El logro del éxito: la dimensión social de la literatura de autoayuda»,
RES. Revista Española de Sociología 13 (2010): 11-30 (14).
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El estudio de los libros de autoayuda
Las obras centradas en el campo de la autoayuda han despertado
el interés de los investigadores por la masicación en su uso, y hasta
han llegado a ser un referente de los valores culturales del mundo
occidental31. El alto consumo y tirajes de ventas conrman su popu-
laridad32, particularmente en el contexto de la pandemia Covid-19 las
cifras aumentaron de forma exponencial al punto de calicarse como
una explosión33. Peredo Merlo arma que la tendencia a profundizar
en este género es evidente en tres grandes escuelas, a las que podemos
llamar también áreas disciplinares. Según la autora, estas son: «la
sociología de la cultura, la psicología y los estudios de crítica litera-
ria y de la recepción»34. A partir de esta clasicación, se organiza el
producto de la revisión bibliográca en la cual se prioriza el campo
discursivo por ser el centro de esta investigación.
Entre los estudios culturales que entroncan con lo losóco o so-
ciológico, existen aproximaciones a los LA fundamentadas en el análisis
crítico del discurso (ACD) que adjudican la existencia, divulgación y
masicación de este tipo de literatura a corrientes como el capitalis-
mo, el neocapitalismo o la ideología neoliberal. Estas contribuciones
sugieren que en los LA se mercantiliza a las personas35, la felicidad
es vista como un imperativo36 y las tecnologías del yo propuestas por
31 Javier Manjón González, «La autoayuda y el consejo como procedimientos psicoterapéuticos».
Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría 34, 122, (2014): 283-300. DOI: https://
dx.doi.org/10.4321/S0211-57352014000200004.
32 María Alicia Peredo Merlo, «En busca de la felicidad. Los libros de autoayuda», Intersticios So-
ciales 4, (2012): 1-31. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=421739496004; y Vanina Belén Ca-
navire, «Consumo y cultura masiva: reexiones a propósito de la literatura de autoayuda y sus
lectores», Comunicação & Informação 18, 1 (2015): 55-75. DOI: https://doi.org/10.5216/32623.
33 Jesús Ruiz Mantilla, La autoayuda explota en pandemia. El País, España, 23 de septiembre de
2021; consulta: 12 de diciembre de 2022, <https://elpais.com/cultura/2021-09-24/la-autoayuda-
explota-en-pandemia.html>.
34 María Alicia Peredo Merlo, «Lectores de Literatura de autoayuda en dos contextos universita-
rios contrastantes: urbano y rural», Alabe 20 (2019): 1-16 (3). DOI: http://dx.doi.org/10.15645/
Alabe2019.20.1.
35 Medina Vicent.
36 Leonardo Brito-Alvarado, Nelly Guamán Guadalima y Paola Capito Álvarez, «El imperativo de la
felicidad en la literatura de autoayuda. La cosicación del sujeto moderno», Question/Cuestión 1,
65 (2020). DOI: https://doi.org/10.24215/16696581e241.
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Foucault37 se convierten en una vía para la transformación del sujeto
desde la creencia de que todo se tramita a partir de la mente38.
Por su parte, Abreu Pereira y Rodrigues de Souza39 proponen
una lectura psicoanalítica de los LA en la que se privilegian las
estrategias de sugestión consideradas poco apropiadas dentro de la
corriente freudiana y se analizan las claves del éxito de este tipo de
libros. Desde este planteo, los autores revisan el texto de Louise Hay
Você pode curar sua vida para establecer la prevalencia de la suges-
tión como herramienta que conduce al lector hacia el éxito, pero este
camino solo lo puede transitar con las directrices proporcionadas por
el autor del texto, quien se erige como una gura de autoridad que
limita la autonomía del lector.
Con una orientación retórico-discursiva, ámbito especíco de
este estudio, se hallan algunas aportaciones que informan las estrate-
gias discursivas manejadas por los autores para ubicar textualmente
al lector. Así, Díaz Blanca40 determinó cuatro movidas retóricas que
contribuyen con el establecimiento del contenido global del género:
a) el autoacercamiento (introducción); b) el conocimiento, el recono-
cimiento y la reexión (desarrollo del tema); c) la decisión de cambiar
(propuestas de acción); y d) el cambio ha tenido lugar (conclusión). En
cada uno de estos movimientos se observa la presencia de problemas
característicos de las esferas personal-familiar, laboral y económica,
comunes a cualquier ser humano, con los cuales el lector podría sen-
tirse identicado. Como estrategias discursivas para fundar vínculos
identitarios con la audiencia, se reconocen el empleo de pronombres
de segunda persona, las preguntas retóricas, las narraciones y los test
o encuestas que comprometen al lector en la coparticipación textual.
37 Rosario Ruiz Castro, El discurso de autoayuda como tecnología del yo, tesis de doctorado. Uni-
versidad de Granada, 2015. https://digibug.ugr.es/handle/10481/43302.
38 Pizarro Romero.
39 Mateus Abreu Pereira y Maurício Rodrigues de Souza, «Literatura de autoajuda, sugestão e con-
temporaneidade: uma leitura psicanalítica». Revista Polis e Psique 8, 2 (2018): 162-184. DOI:
https://dx.doi.org/10.22456/2238-152X.80294.
40 Díaz Blanca (2014).
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María Susana Harringhton Martínez
Medina Cárdenas41 sostiene que la autoayuda como práctica
discursiva promueve el gobierno de la felicidad, y se articula con las
proposiciones de la Psicología Positiva para aanzar la idea de que
la felicidad puede tener un asidero cientíco. A tal n, los autores de
LA se valen de guras retóricas, estrategias argumentativas, registros
de habla, mecanismos de construcción factuales que persiguen la
aceptación de las ideas presentadas. Otros asuntos relevantes aluden
a la estructuración en aspectos teóricos que posteriormente dan paso a
fórmulas a ser aplicadas para obtener la ansiada felicidad; a la oposi-
ción de dualidades luz/oscuridad y la constante referencia a términos
de valoración positiva (importante, excelente); así como al uso de un
lenguaje exento de tecnicismos y susceptible de llegar a una audiencia
más amplia. Para este autor, los cuatro LA analizados en su estudio
combinan un estilo persuasivo y prescriptivo que se vale del modo
imperativo y las instrucciones.
Gil compara los discursos sobre ser un corredor running enfo-
cados en promocionar un modo y estilo de vida que puede catalogarse
como una «terapéutica de la felicidad»42, a la cual solo tienen acceso
quienes son capaces de desprenderse de todo para mantener una ación
asumida como el culmen de la vida, y los libros de autoayuda basados
en el mérito personal y la autosuperación, muy al estilo de frases como
«el poder está en ti» o «tú tienes la decisión», entre otras, que validan
la primacía de la individualidad como fuente generadora del bienestar
físico y psicológico en contraposición a quienes no comparten ese
interés y, discursivamente, se anulan por ser «ojos» o «perezosos».
Con una visión similar a la anterior está el trabajo de Gutiérrez
Giraldo43 sobre el liderazgo en libros de autoayuda utilizados en estu-
dios universitarios del área gerencial. En estas obras las nociones de
éxito y fracaso se muestran como conquistas individuales inherentes
41 Omar Medina Cárdenas, «El gobierno de la felicidad. Análisis de los discursos de autoayuda de la
Psicología Positiva», Quaderns de Psicologia. International Journal of Psychology 21, 1 (2019):
1-16. DOI: https://doi.org/10.5565/rev/qpsicologia.1481.
42 Gil, 52.
43 Gutiérrez Giraldo.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
a quien se asume próspero, triunfador y decidido, es decir, a una élite
que forja su propio destino y cuyo fracaso solo es responsabilidad de
sí mismo; pues no ha sabido seguir las directrices que harán de él, el
sujeto de éxito que siempre ha soñado. El discurso apela a la emo-
cionalidad y también a dicotomías como éxito/fracaso para mostrar
que quien no ha llegado a la cima como líder es porque no tiene las
condiciones personales para ello. De tal manera que los actos de habla
en LA se construyen desde el pathos, con la intención de exaltar o
situar al receptor en una condición de minusvalía ante quienes tienen
todas las respuestas. Desde una postura crítica, la autora señala que
esta exacerbación de la individualidad desmerita el valor de lo social
y los lazos de convivencia cotidiana con los demás.
Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa Mendes44, por su
lado, analizan una obra de Augusto Cury y destacan el rol pedagó-
gico adoptado por el autor de LA quien se exhibe como dueño del
conocimiento, amigo, condente y médico, relación en la cual media
el saber y el poder en términos foucaultianos. Desde esa posición
de autoridad puede formular reglas y encauzar la existencia hacia la
felicidad, de allí la conformación de cada capítulo en torno a actos
directivos con verbos en innitivo para que al término del programa
de 12 semanas pueda Fazer da vida uma festa, uma grande aventura
(Cury)45. Asimismo, con el modo imperativo se invita al lector a que
Seja sincero! O Enfrente com dignidade suas dores, diculdades,
humor triste, pensamentos negativos, se visualice como el hacedor
de su vida y su destino después de identicar (mediante la resolución
de cuestionarios) sus fallas, corrija lo que supone está mal en su vida,
siga las orientaciones del experto y se supere a sí mismo en función
de los testimonios. Las relaciones intertextuales se maniestan por
la alusión a lósofos, psicólogos, religiosos y personajes relevantes
en distintas áreas para acercarse al discurso instituido y validar la
efectividad del programa de mejora propuesto por el autor.
44 Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa Mendes.
45 Augusto Cury, 12 semanas para mudar uma vida (Brasil: Editorial Planeta, 2007).
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Otra investigación destacada la efectúa González Gil46 quien se
interesa en la morfología de los LA y los recursos retóricos manejados en
estos. Parte de las contribuciones de Hadot y Foucault y señala que este
tipo de texto se corresponde con la paraliteratura, además, representan
una vía de actualización de antiguas visiones de la espiritualidad en las
que convergen la tradición grecolatina, el cristianismo y las corrientes del
mundo no occidental. La organización textual viene dada por la aparición
de dos arquetipos: el guía y el guiado. El guía se muestra como el mejor
ejemplo de la transformación, lo cual lo enviste de la autoridad suciente
para emprender el viaje iniciático con el guiado, quien amerita trascender
a ese estado de plenitud que ya el maestro ha obtenido. Con base en la
teoría de la recepción, el contenido de los LA entraña un pacto de lectura
concebido como una promesa de cambio.
Por tanto, los tres pilares retóricos aristotélicos muestran es-
trategias argumentativas basadas en la emocionalidad (pathos) que
conducen a que el lector asuma una forma de actuar (pathos) y se
apela también a su carácter (ethos) impulsado en algunos casos por
argumentos de orden racional (logos) 47.
El metadiscurso personal
En el marco del análisis crítico del discurso, Fairclough48 explica
que supone control y manipulación por parte del hablante al ubicarse
por encima y en la periferia del discurso, lo cual asegura la defensa y
preservación del poder. De allí que suela explotarse en aquellos textos
en los que el autor pretende demostrar su autoridad. Con una perspectiva
funcional y pragmática, el metadiscurso se fundamenta en la idea de
escritura como compromiso sociocomunicativo entre escritor y lector.
Esta noción permite demostrar que los escritores proyectan intenciones,
necesidades y percepciones en el texto y toman decisiones en cuanto a
los recursos idóneos no solo para guiar a los lectores en la comprensión
46 González Gil.
47 González Gil.
48 Norman Fairclough, Discourse and Social Change (Cambridge: Polity Press, 1992).
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
de los contenidos y hacerlos responsables de la co-construcción textual,
sino para persuadirlos y lograr los efectos deseados49.
El escritor gestiona la interacción con su audiencia mediante
dos mecanismos esenciales, postura y compromiso. La postura del
escritor o voz se relaciona con la forma en que se reeja en el texto y
su perspectiva hacia el lector, y consta de tres componentes: eviden-
cialidad (conabilidad de las proposiciones), afecto (actitud frente
al contenido) y presencia (proyección del escritor mediante atenua-
dores, intensicadores, marcadores de actitud y automenciones). El
compromiso perla las estrategias retóricas usadas para reconocer a
los lectores potenciales como actores reales en el discurso, situarlos
explícitamente en el texto y satisfacer sus expectativas; ajustar la prosa
a n de conectar y alinearse con ellos, guiar sus interpretaciones, ha-
cerlos partícipes del discurso y anticiparse a sus posibles objeciones 50.
Entre las estrategias de compromiso se encuentran las siguientes:
a) referencias al lector mediante pronombres de primera o segunda
persona, interjecciones y sintagmas que aluden al interlocutor; b) direc-
tivas que encaminan al lector a efectuar actividades textuales (remiten
a otra parte del mismo texto o a otros), físicas (orientan a realizar una
investigación o una actividad en el mundo real) y cognitivas (dirigen
a la consideración de un punto especíco y su comprensión de una
manera determinada); c) preguntas formuladas para con miras a captar
la atención del lector y enfocarlo en argumentos centrales del texto. Son
estrategias fundamentales de dialogicidad cuyo propósito es fomentar
la curiosidad y juicio de la audiencia más que esperar respuestas; d)
comentarios personales que interrumpen el ujo comunicativo para
incorporar breves notas parentéticas sobre lo dicho; y e) apelación al
conocimiento compartido para solicitar a los lectores que reconozcan
informaciones como familiares y las acepten 51.
49 Hyland (1997), Hyland (2005a).
50 Hyland (2005b); «Persuasion, Interaction and the Construction of Knowledge: Representing Self
and Others in Research Writing», IJES 8, 2, (2008): 1-23; y Hyland (2010).
51 Hyland (2005a), (2008) (2010).
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María Susana Harringhton Martínez
Metodología
La presente investigación se atiene a un diseño descriptivo y
exploratorio52 con el objetivo de examinar las estrategias metadiscur-
sivas aplicadas por los autores de libros de autoayuda para gestionar la
aliación con sus lectores y conseguir los propósitos comunicativos del
género, para lo cual se dispone de un corpus conformado por seis LA
descritos en la tabla 1, estos fueron escogidos al azar tras la revisión
de listas electrónicas de los más leídos. De ellos se seleccionaron los
dos o tres primeros capítulos, es decir, se contó con una extensión
que oscila entre 13 y 15 páginas por obra.
Tabla 1. Libros de autoayuda analizados
Libro Autor Código
Piense y hágase rico Napoleón Hill53 LANH1
Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo: La
alternativa cuántica al envejecimiento
Deepak Chopra54 LACh2
Cómo ganar amigos e inuir sobre las
personas
Dale Carnegie55 LADC3
Cuestión de dignidad Walter Riso56 LAWR4
Usted puede sanar su vida Louise Hay57 LALH5
Perdonar Robin Casarjian58 LARC6
El estudio tiene carácter deductivo˗inductivo puesto que se sus-
tenta en las categorías del modelo metadiscursivo de Hyland59: directiva,
apelación al conocimiento compartido, referencia al lector, comentario
52 Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio, Metodología de la
investigación (México: Mc Graw Hill, 2010).
53 Napoleón Hill, Piense y hágase rico. Trad. Aldo Lagrutta (San Francisco: HablaLibre Publishing, 2008).
54 Deepak Chopra, Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo: La alternativa cuántica al envejecimiento.
Trad. Edith Zilli (Barcelona: Vergara, 2002).
55 Dale Carnegie, Cómo ganar amigos e inuir sobre las personas. Trad. Román A. Jiménez (Barce-
lona: Edhasa, 2001).
56 Walter Riso, Cuestión de dignidad (Bogotá: Editorial Norma, 2012).
57 Louise Hay, Usted puede sanar su vida. Trad. Marta Isabel Guastavino (Barcelona, Círculo de
Lectores, 2008).
58 Robin Casarjian, Perdonar (Buenos Aires: Urano, 2008).
59 Hyland (2005b).
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
personal y pregunta. Con base en esta propuesta, se determinaron y
caracterizaron los marcadores metadiscursivos interpersonales de
aliación o compromiso presentes en el corpus.
Siguiendo a Álvarez Álvarez y Romero González60, el recono-
cimiento de las estrategias de compromiso se efectuó en atención a
la lectura reiterada de los extractos de los LA examinados. Se deter-
minaron recursos lexicogramaticales según su signicado contextual
y segmentos más amplios que mostraran la interacción autor-lector.
Se tuvo especial cuidado en contabilizar la primera persona de plural
alusiva a escritor y lector, pues los otros casos se consideran como
automenciones; así como en distinguir cuando una oración interrogativa
cumplía el papel de pregunta retórica o directiva, por ejemplo. Dbido a
la polifuncionalidad de las unidades metadiscursivas, estas se contaron
de acuerdo con las distintas funciones que desempeñaban en el texto.
Luego, los datos se registraron y organizaron por categorías en una
tabla de Excel. Finalmente, se procedió al cálculo de frecuencias y
porcentajes en los que se concurren los marcadores metadiscursivos.
Resultados
Se obtuvo que la estrategia predominante para comprometerse con
los lectores de los LA es la referencia al lector (64,59 %), seguidamente
aparecen las directivas por cognición, físicas y textuales (12,42 %), y
con un porcentaje cercano se encuentra la apelación al conocimiento
compartido (10,47 %). Igualmente, se procura instaurar alianzas con el
lector mediante preguntas (8,13 %) y comentarios personales (4,47 %).
La tabla 2 muestra estos resultados.
60 Álvarez Álvarez y Romero González.
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Tabla 2: Marcadores metadiscursivos interpersonales de compromiso en LA
Referencias al lector 64,59
Segunda persona (tú/usted)36,59
Desinencia segunda persona de singular 15,42
Plural inclusivo nosotros 18,58
Posesivo primera persona de plural 13,51
Posesivo segunda persona de singular 8,81
Desinencia primera persona de plural 5,14
Uno/Se/Las personas 2,20
Sintagma nominal (el lector/los lectores) 0,73
Estructura relativa: quien (el que) + verbo 0,44
Directivas 12,42
Directivas físicas
Imperativos
47,50
100,00
Directivas por cognición 43,29
Imperativo 30,65
Estructura modal (deber + innitivo, tener/haber que + innitivo)7,66
Estructura atributiva (es necesario, es importante)4,98
Directivas textuales 9,19
Imperativo 7,66
Innitivo 1,53
Apelación al conocimiento compartido 10,47
Cita y alusión 54,54
Narración, testimonio y ejemplo 45,45
Conocimiento general 4,54
Preguntas 8,13
Pregunta con expectativa de respuesta 59,06
Pregunta retórica 40,93
Comentarios personales 4,47
Expresión parentética 70,21
Oración o cláusula 29,78
Pasemos a analizar cada una estas estrategias y recursos mani-
pulados por los escritores para aliarse con los lectores. Se declara
que el resaltado en negrita en los ejemplos es nuestro.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
Referencias al lector
La implicación del lector en los LA es intensa, de allí que «la
adhesión del lector es el paso previo del impulso emulador que requie-
re de la acción volitiva para conrmarse. La dimensión perlocutiva
del mensaje es esencial, pues está destinada a producir efectos en el
receptor, a ser motor de acción»61. Los escritores se aproximan a su
audiencia, fundamentalmente, con la segunda persona de singular
(y sus variantes te, a ti) o la fórmula de respeto usted, no solo de
forma explícita (36,59 %) sino con el recurso de la concordancia
gramatical (15,42 %), el posesivo tu/tuyo o su/suyo (8,81 %) y el
sintagma nominal el lector (0,73 %). De esta manera se maniesta
el esquema enunciativo compuesto por el yo del guía que se dirige
al tú/usted lector guiado 62. Estas son las realizaciones más evidentes
de la participación del lector en el texto63 y, de hecho, la utilización
persistente de la segunda persona de singular se ha propuesto como
uno de los elementos distintivos de este género64; por ejemplo:
1. Usted ha sido así; todos hemos sido así (LALH5).
2. Si usted es de los que se han preguntado a menudo cómo se
han acumulado las grandes fortunas, esta historia de la crea-
ción de la United States Steel Corporation le resultará esclare-
cedora (LANH1).
3. Tu proceso de perdón es absolutamente tuyo (LARC6).
En (1) y (2), estas marcas indican situaciones y emociones
habituales en los lectores. En (3), resaltan que tanto los problemas
experimentados en los diferentes círculos de actuación como su re-
solución son absolutamente individuales, es decir, cada individuo es
responsable de lo que le sucede, cómo lo afecta y cómo lo resuelve65.
61 González Gil, 205.
62 González Gil.
63 Hyland (2005a).
64 Papalini (2006); Ampudia de Haro; y Díaz Blanca (2014).
65 Gutiérrez Giraldo; Barbosa Soares; Medina Vicent; y Gil.
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A este tenor, se genera un nexo afectivo de complicidad, conanza
y simetría social con la primera persona de plural inclusivo nosotros
(18,58 %), posesivos (13,51 %) o desinencia (5,14 %), tal como lo
observa Ampudia de Haro66, puesto que las actitudes, acciones, reac-
ciones y emociones del escritor y los receptores se asimilan. Veamos
estos casos:
4. Las creencias subyacentes y muchas veces inconscientes que
creemos sobre nosotros mismos y la naturaleza humana inu-
yen y, en último término, determinan la capacidad y la dispo-
sición que tenemos a arriesgarnos, conar, amar y perdonar
(LARC6).
5. Cuando somos asertivos, se reduce la discrepancia entre el
yo real y el yo ideal. Cada vez que ejecutamos una conducta
asertiva se genera una retroalimentación, que nos dice: «Fuiste
capaz». Sube el yo real (LAWR4).
Aunque en menor proporción, también se implica a la audiencia
con uno/se/las personas (2,20 %), el sintagma el lector/los lectores
(0,73 %) y la estructura relativa quien(es) o el que (los que) +verbo
(0.44 %), como se aprecia en los siguientes ejemplos:
6. Quienes lean esto creerán que jamás podrán pensar y hacerse
ricos, porque sus hábitos de pensamiento se han emparentado
con la pobreza, el deseo, la miseria, los errores y el fracaso
(LANH1).
7. …no se deje inuir por quienes menosprecian sus sueños. Para
lograr grandes cosas cambiantes en este mundo, uno debe cap-
tar el espíritu de los grandes pioneros del pasado…el espíritu
que infunde energía…en las oportunidades de usted y en las
mías… (LANH1).
66 Ampudia de Haro.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
Directivas
En el corpus examinado se hallan instrucciones que demandan
en el lector tres tipos de actividades: textuales, físicas o cognitivas67.
No obstante, imperan las que conminan al hacer y sentir mediante
acciones físicas (47,50 %). A manera de ilustración, tenemos:
9. Toma un objeto cualquiera; una silla plegable, por ejemplo
(…) Si la silla es roja, puedes hacer que parezca negra mirán-
dola a través de un cristal verde (…) «Allí afuera» solo hay, en
realidad, datos sin forma… (LACh2).
10. Quinto: escriba un enunciado claro y conciso de la cantidad
de dinero que se propone conseguir, apunte el tiempo límite
para esta adquisición, aclare lo que se propone dar a cambio
del dinero, y describa con exactitud el plan mediante el que se
propone formularlo… (LANH1).
11. Ahora busque otra hoja de papel, para profundizar un poco
más. ¿Qué otros mensajes negativos oyó usted de pequeño?
• De sus parientes
• De sus maestros
• De sus amigos
• De guras de autoridad
• De su iglesia
Escríbalos todos, tomándose su tiempo. Esté atento a las sen-
saciones corporales que vaya teniendo (LALH5).
Como se nota en (9-11), las instrucciones se conguran lin-
güísticamente a través de imperativos (30,65 %), predilección que ha
sido reportada en otras investigaciones. En ocasiones, estas directivas
superan la geografía textual para instalarse en el plano de la vida
real y proyectar un espacio de mayor intersubjetividad. Para ello, se
acompañan con listas de pasos denidos (9) y test o encuestas (10,
11) que permiten orientar un proceso o diagnosticar la situación del
67 Hyland (2005a).
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lector y evaluar sus progresos68. Llegan incluso a sugerir que se realice
el ejercicio con lápiz y papel en mano. Este contexto de intimidad
condiciona y exige la ayuda: si hay un problema, entonces se requiere
auxilio. La preeminencia de los directivos físicos probablemente se
deba a que «El texto llama permanentemente al lector a un fuera del
texto, a una modelización externa, a replicar el proceso»69.
Ese apoyo se materializa en tareas, actividades, armaciones,
procedimientos, técnicas, visualizaciones, pautas, prácticas, estrategias
o mecanismos congruentes con una acción principal prevista, sea en
el mundo textual o real, para movilizar a los lectores con la intención
de reducir o compensar las dolencias que viven diariamente y cuya
ecacia dependerá de la capacidad de resiliencia individual70. Mediante
los consejos, sugerencias o prescripciones se persuade al lector hacia
actuaciones sobre sí mismo (dicen qué hacer, y cómo hacer cosas con
uno mismo) enfocadas a mejorar su comportamiento en el espacio
privado y conquistar la felicidad analgésica derivada del éxito en los
distintos campos en los que se desenvuelve. «El propósito fundamental
es lograr que el lector consiga su propio bienestar a partir, general-
mente, de un proceso de reexividad»71.
Por otra parte, con un porcentaje relativamente cercano
(43,29 %), destacan las directivas por cognición, que se codican
en mayor medida con formas imperativas (30,65 %). En menor
grado, comparecen las estructuras modales como deber + innitivo
o tener/haber que + innitivo (7,66 %) y las atributivas es necesario,
es importante (4,98 %). Estos actos dirigen al lector hacia el análisis
y comprensión de ideas, entendimiento de acciones o reacciones de
las personas, reminiscencia de las situaciones vividas e imaginación
de aquellas susceptibles de ocurrir, autoobservación y autorreexión
68 Ampudia de Haro; Díaz Blanca (2014); y Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa Mendes.
69 González Gil, 205-206.
70 Peredo Merlo (2012); Canavire (2014); González Gil; y Gil.
71 Peredo Merlo (2012), 5.
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de la propia acción para la adecuada gestión de emociones, entre otras
directrices. Por ejemplo:
12. En ocasiones, estos tres pensamientos se entrelazan para crear
un esquema nuclear de restricción emocional y sometimiento
crónico... Analicemos en detalle cada uno de ellos por separa-
do (LAWR4).
13. Es necesario que entendamos que estaban haciendo lo mejor
que podían con la comprensión, la conciencia y el conocimien-
to que tenían en aquel momento (LALH5).
14. Cada vez que enfermamos, debemos buscar en nuestro cora-
zón qué es lo que necesitamos perdonar (LALH5).
15. Imaginemos que una persona inasertiva está haciendo una lar-
ga y aburrida cola y que un extraño, con el mayor descaro, le
quita el puesto (LAWR4).
Según Hyland72, estos son los actos más amenazantes porque
denen la perspectiva del autor. Ese rasgo intimidante se advierte en
(12), no así en (13-15), pues estos ejemplos dan cuenta de la atención
al lector y los benecios que pudiera obtener al seguir los consejos o
recomendaciones. Los verbos imaginar y pensar suelen usarse en los
actos directivos por cognición, lo cual puede obedecer a la presencia
de ejercicios de visualización en los LA.
Por último, con baja incidencia (9,19 %) concurren los actos
directivos textuales con formas en imperativo (7,66 %) o innitivo
(1,53 %) para conducir al lector en el mismo territorio textual, tal
como se ilustra a continuación:
16. Ser asertivo implica una toma de decisión en la que el sujeto
debe sopesar los pros y los contras, y resolver si se justica o
no, actuar asertivamente (ver la «Guía para organizar y pensar
la conducta asertiva», propuesta en el epílogo) (LAWR4).
72 Hyland (2005a).
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17. Veamos esta carta, escrita por el jefe de departamento de radio
de una agencia de publicidad que tiene sucursales en todo el
continente (LADC3).
Apelación al conocimiento compartido
Esta estrategia metadiscursiva se aprovecha para que los lectores
identiquen informaciones como familiares o consensuadas dentro
de una comunidad73. En el corpus estudiado, esta proximidad se ma-
niesta con la abundante ocurrencia de citas y alusiones (54,54 %) a
lósofos, psicólogos, psiquiatras, escritores, empresarios o cientícos
para desarrollar conceptos, describir prácticas terapéuticas, ideas que
sustentan los planteamientos del autor y les otorgan validez74. La
intertextualidad se evidencia en casos como:
18. Un sumiso feliz de que lo exploten, que haga gala del mayor
masoquismo y que se recree en la miseria humana, como los
personajes de Dostoyevski, sería una inasertivo egosintónico,
es decir, sintonizado con su deciencia y dichoso de ser como
es (LAWR4).
19. Emerson dijo: “Todo hombre que conozco es superior a mí
en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él”. Si así sucedía
con Emerson, ¿no es probable que lo mismo sea cien veces
más cierto en su caso, o en el mío? (LADC3).
En segundo lugar, según los resultados de otras investigaciones75,
se nota que los escritores de LA acuden a narraciones, testimonios
y ejemplos (45,45 %) de circunstancias propicias o adversas experi-
mentadas por los individuos (sufrimiento, angustia, miedo, rencor)
como estrategias de movilización afectiva que buscan establecer un
rapport interpersonal con los receptores y crear un área de inclusión
73 Hyland (2010).
74 Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa Mendes; y González Gil.
75 Papalini (2006); Ampudia de Haro; Díaz Blanca (2014); Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa
Mendes.
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
en el tejido social mediante casos más familiares a la audiencia. Es,
pues, un conocimiento compartido en la vida, en el mundo físico. En
estos relatos podemos encontrar al propio autor como protagonista o
testigo directo de los hechos. Por ejemplo:
20. Cuando yo tenía cinco años, mi madre se volvió a casar…En
el transcurso de ese mismo año me violó un vecino…Cuando
me convertí en adolescente, mi padrastro dejó de pegarme tan-
to, y en lugar de ello decidió meterse en mi cama (LALH5).
21. Una de mis experiencias más difíciles fue una violación que
sufrí a los veintiún años, cuando estaba en la universidad. El
violador, que me superaba con mucho en tamaño y fuerza, me
agredió con actitud hostil y amenazante (LARC6).
Probablemente las historias cobran certeza y generan mayor
conanza, pues que el experto haya pasado por situaciones proble-
máticas y las haya superado, ya es garantía de alcanzar el propio
éxito. En efecto, las mismas autoras, Louise Hay y Robin Casarjian,
rememoran esos episodios traumáticos que les originaron hambre de
amor, baja autoestima e incluso, cáncer de vagina a una y abrumadores
sentimientos de ira y miedo a la otra. Pero también, estas historias
provienen de amigos, familiares o pacientes (clientes, como se les
denomina) que conesan sus vivencias al autor del libro en consul-
torios, cartas, correos, viajes, transporte público, charlas, reuniones,
etc. Veamos algunos ejemplos:
22. Pablo era un hombre que nunca decía lo que pensaba, si ello
implicaba confrontación. Era solitario y muy reservado. Su
mujer, por el contrario, era ruidosa, exigente e hiperactiva…
Ella esperando el milagro de que su marido expresara emocio-
nes, y él, anhelando una sordera que le permitiera no escuchar
más las quejas de su mujer. Él asistió a mi cita porque su es-
posa le había dado un ultimátum (LAWR4).
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23. El desconocimiento del propio valor es otra forma de expresar
que no nos amamos a nosotros mismos. Tom era un pintor ex-
celente, y tenía algunos clientes adinerados que le pedían que
les pintase murales en sus casas. Sin embargo, no se sabía por
qué él siempre se quedaba corto en sus honorarios. Su factura
jamás llegaba a cubrir el tiempo que le había llevado el trabajo
(LALH5).
Estos relatos testimoniales, considerados como estrategias
retóricas evocadoras de intimidad y familiaridad, forman parte del
llamado «espacio biográco», cuya intención es «generar identica-
ciones inmediatas entre la situación narrada y el lector»76, por cuanto
comparten su experiencia personal (rabia, amor doloroso, pasividad,
falta de valor propio, desorden, ineciencia laboral, deudas, etc.) y
facultan el diagnóstico de sentimientos, emociones y estados de ánimo.
La ejemplicación de estas situaciones es uno de los recursos amplia-
mente utilizados en los LA con el objetivo de suscitar identicación,
persuadir al lector e investirlo de potestad para cambiar su vida77.
Preguntas
Las interrogantes en los LA constituyen una importante estrategia
metadiscursiva que incita al lector a convertirse en su propio centro de
interés e introspección emocional, gracias a la exploración de aquellas
áreas problemáticas desconocidas, encubiertas o que intuía, pero no
sabía cómo sondear. Es decir, focalizan la atención del lector con el
recurso de la interpelación continua78. Tales preguntas con expectativa
de respuestas del lector predominan en el corpus analizado (59,06 %),
tienen como n pulsar su situación de vida y llevarlo a consumar una
diagnosis sentimental. Por ejemplo:
76 Papalini (2010), 157.
77 Papalini (2006); Peredo Merlo (2012); Díaz Blanca (2015); y González Gil.
78 Díaz Blanca (2014).
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
24. ¿Te alegras cuando estás con él o ella? ¿Te hace falta? ¿La pa-
san bien juntos? ¿Se ríen? ¿Tienen de qué hablar? (LAWR4).
25. ¿Pasas el día presionado por la falta de tiempo? ¿Padeces esos
síntomas de pánico y ahogo que provoca la ‘enfermedad del
tiempo’, traducida por el cuerpo en ritmo cardíaco acelerado
o irregular, ritmos digestivos distorsionados, insomnio y alta
presión sanguínea? (LACh2).
Las interrogantes desencadenan la conrmación de los problemas
personales y la reexión para comprenderlos, interpretarlos y superarlos,
al tiempo que fortalecen la relación del yo-tú y buscan desencadenar
un efecto de identicación primero y de empoderamiento individual
después, bajo la promesa de «tú puedes» porque, después de todo,
«querer es poder»79. De hecho, se origina un espejismo de interacción
que reproduce el posible diálogo, como se aprecia en este extracto:
26. ¿Conoce usted a alguien a quien desearía modicar, y regular,
mejorar? ¡Bien! Espléndido. Yo estoy en su favor. Pero, ¿por
qué no empezar por usted mismo? Desde un punto de vista pu-
ramente egoísta, eso es más provechoso que tratar de mejorar
a los demás (LADC3).
Además, en los LA aparecen las preguntas retóricas (40,93 %)
distinguidas, según Hyland80, por expresar aseveraciones u opiniones
en formato interrogativo para que el lector funja como juez, pero sin
la perspectiva de respuesta personal. Ciertamente, en muchos de los
casos, el autor enuncia y responde la pregunta de inmediato. A manera
de ilustración, tenemos:
27. ¿Cuáles son las causas de la demencia? Nadie puede respon-
der a una pregunta tan general…(LADC3).
79 Gil.
80 Hyland (2005b).
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28. ¿Cómo encontrar la salida de este enredo y la puerta hacia
una nueva manera de relacionarse? El perdón es la clave
(LARC6).
29. ¿Cómo balancear, entonces, la sensación de que soy social-
mente desconsiderado con la necesidad impostergable de no
dejarme explotar y/o manipular? De acuerdo con mi experien-
cia, para que el asertividad no genere esa mezcla fulminante
entre culpa y miedo, los individuos que intentan ser aserti-
vos deben profundizar y reexionar sobre tres principios
fundamentales: tolerancia, prudencia y responsabilidad
(LAWR4).
También queda abierta la posibilidad de que el lector reexione
al respecto y se produzca un diálogo interior consigo mismo y con el
autor; puesto que la gestión mental es la ruta expedita para la trans-
formación del sujeto81.
Comentarios personales
En los LA examinados se registraron comentarios personales,
principalmente, con expresiones parentéticas (70,21 %) que interrum-
pen el ujo discursivo de lo que se viene considerando y, en un bajo
porcentaje, por medio de oraciones o cláusulas (29,78 %). Por ejemplo:
30. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo provoca dolor.
(Cuando alguien que viene a consultarme se queja de mucho
dolor, sé que es una persona que carga con mucha culpa.) La
tensión que el miedo produce puede provocar afecciones como
la calvicie, úlceras e incluso llagas en los pies (LALH5).
31. No hablo de eliminarla (eso sería un atentado contra la salud
mental) sino de subir el umbral de tolerancia para facilitar el
contacto inicial con desconocidos. La mayoría de los asertivos
tiene pocos, pero buenos amigos (LAWR4).
81 Pizarro Romero.
Letras 74 (2023)
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Estrategias metadiscursivas en los libros de autoayuda
Estos apartes se emplean para enunciar una opinión (30) o incorporar
aclaraciones (31). Establecen un diálogo con los lectores, conectan con
ellos para ubicarlos en un mismo terreno82 y, sobre todo, crean vínculos
empáticos a partir del reconocimiento de la personalidad del autor.
Conclusiones
El objetivo de este artículo fue examinar las estrategias meta-
discursivas empleadas por los autores de libros de autoayuda para
gestionar el compromiso con sus lectores y alcanzar los propósitos
comunicativos del género. Con base en el modelo metadiscursivo
de Hyland83 se analizaron capítulos del desarrollo de seis LA. Esta
indagación arrojó que la estrategia metadiscursiva preferida para in-
teractuar con la audiencia es la referencia al lector (64,59 %), seguida
de las directivas (12,42 %), con favoritismo por los directivos físicos
y la apelación al conocimiento compartido (10,47 %). Igualmente,
se instauran nexos con el lector por medio de preguntas (8,13 %) y
comentarios personales (4,47 %).
Estas estrategias de compromiso o aliación permiten cumplir los
propósitos comunicativos de los libros de autoayuda. Las referencias al
lector y los comentarios personales favorecen la construcción de vín-
culos emocionales de identicación y cercanía entre lector y autor. Las
directivas y preguntas colaboran con la prescripción de reglas, pautas y
procedimientos para solucionar problemas, y con la reexión sobre los
modos de pensar, sentir, actuar y transformarse. Por su parte, el conoci-
miento compartido (ejemplos, narraciones y guras modélicas que dan
cuenta de la efectividad de los planteamientos expuestos) promueve la
identicación del lector con los problemas comunes a otros.
Si bien en el análisis se mantuvieron las categorías metadis-
cursivas propuestas en el modelo de Hyland84, se incluyeron otros
82 Hyland (2005b).
83 Hyland (2005b).
84 Hyland (2005b).
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Lourdes Ángela Díaz Blanca
María Susana Harringhton Martínez
recursos que responden a la naturaleza de los libros de autoayuda,
tales como las preguntas que reclaman respuestas del lector; los
ejemplos, narraciones y testimonios como mecanismos para apelar al
conocimiento compartido, o las estructuras impersonales. Las estrate-
gias metadiscursivas reportadas rearman que este género discursivo
se elabora con un objetivo claro de estimular la liación emocional
del lector con el contenido presentado por el autor, a diferencia de
los propósitos del discurso cientíco85. En este sentido, funcionan
como herramientas de sugestión86 y persuasión87 que conducen hacia
el autoconocimiento y superación de los problemas personales.
Los procedimientos de construcción textual se pueden consi-
derar efectivos en la medida en que el receptor asume que allí están
las respuestas necesarias para afrontar su vida, inicialmente desde
la creación del compromiso y luego dejándose guiar para cumplir
acciones que le allanen el tránsito de un estado primario de soledad
e invalidez a otro de empoderamiento. De este modo, se instauran
las guras arquetípicas del esquema enunciativo de los LA: el yo del
autor-guía que interpela al tú/usted lector-guiado88.
Además de preguntas y ejemplicaciones de situaciones reales,
se explotan metáforas como el viaje hacia su interior, pasar de oruga
a mariposa, erigirse en protagonista de su historia, así como referen-
tes intertextuales que convocan al lector a dar credibilidad a los LA,
dado que se fundamentan en guras de autoridad en el campo de la
religión, la ciencia, la psicología u otras89.
El compromiso se produce por la conanza, lo cual lleva implícito
que el lector asuma una obligación consigo mismo como la decisión más
importante, pero también entraña el pacto autor-lector de que va a recibir
acompañamiento en ese proceso de cambio y, a la vez, subyace la prome-
sa de obtener lo que el libro ofrece en función de la autoridad del autor.
85 Papalini (2006).
86 Abreu Pereira y Rodrigues de Souza.
87 Medina Cárdenas.
88 González Gil.
89 Abreu Pereira y Rodrigues de Souza; Fernandes de Oliveira y Gomes da Costa Mendes; y Gil.
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