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ISSN 2173-125X
Cómo citar:
Bareiro Gardenal, Florencia (2023). Entramado de actores en la problemática habitacional: Estado, organizaciones
de la sociedad civil y la comunidad del municipio de La Matanza. Hábitat y Sociedad, (16), 267285.
https://doi.org/10.12795/HabitatySociedad.2023.i16.11
Florencia Bareiro Gardenal
Universidad Nacional de La Matanza
fbareiro@unlam.edu.ar
0000-0002-6682-936X
Resumen Estudiar la problemática habitacional en La
Matanza implica tener en cuenta algunos factores
relacionados a sus dimensiones territoriales, ya que su
población representa el 15,38% del total de habitantes de la
provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina. En
este porcentaje el décit habitacional afecta a 331.420 de sus
hogares. Además, se destaca por el desarrollo de
organizaciones que surgen como estrategia para lograr
procesos de ocupación y asentamientos populares. Existen
411 Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en este partido.
Teniendo en cuenta las características mencionadas, este
artículo propone conocer las relaciones que se producen
entre las organizaciones de la sociedad civil, el Estado y la
comunidad de La Matanza en la implementación de
intervenciones habitacionales en este territorio. Para esto
consideramos un abordaje cualitativo, retomando entrevistas
en profundidad realizadas a integrantes de OSC que trabajan
en algún aspecto la problemática habitacional en este
municipio. Vimos que existe una heterogeneidad entre las
actividades que realizan las organizaciones principalmente
interesadas en mejorar las condiciones del hábitat urbano y
las condiciones de la vivienda. Casi todas las organizaciones
tienen personería jurídica y se concentran principalmente en
el segundo y tercer cordón, siendo González Catán, Virrey del
Pino y Ciudad Evita las localidades en las que más se
encuentra el trabajo territorial de las OSCs.
Palabras claves organizaciones de la sociedad civil,
problemática habitacional, La Matanza, Argentina.
Abstract Studying the housing problem in La Matanza is
relevant due to its territorial dimensions, since its
population represents 15.38% of the total inhabitants of
the province of Buenos Aires, the most populated province
in Argentina. The housing decit affects 331,420 households.
It is also notable for the development of organisations that
have emerged as a strategy to achieve occupation
processes and popular settlements. There are 411 Civil
Society Organisations (CSOs) in this district. Considering
the aforementioned characteristics, this article aims to
understand the relationships between civil society
organisations, the state and the community of La Matanza
in the implementation of housing interventions in this
territory. To this aim, we considered a qualitative approach,
using in-depth interviews with members of CSOs that work
on some aspect of the housing problem in this municipality.
We found that there is a heterogeneity between the
activities carried out by organisations that are mainly
interested in improving urban habitat and housing
conditions. Almost all of the organisations have legal
status and are concentrated mainly in the second and third
sector, with González Catán, Virrey del Pino and Ciudad
Evita being the cities where most of the CSOs’ territorial
work is to be found.
Keywords civil society organisations, housing problem, La
Matanza, Argentina.
Entramado de actores en la problemática
habitacional: Estado, organizaciones de la
sociedad civil y la comunidad del municipio
de La Matanza
FRAMEWORK OF ACTORS IN THE HOUSING PROBLEM: THE STATE, CIVIL SOCIETY
ORGANISATIONS AND THE COMMUNITY IN THE DISTRICT OF LA MATANZA
Recibido: 30-06-2022
Aceptado: 14-08-2023
F B G
Hábitat y Sociedad (ISSN 2173-125X), n.º 16, noviembre de 2023, Universidad de Sevilla,
pp.267-285. https://doi.org/10.12795/HabitatySociedad.2023.i16.11268
1. Introducción
Argentina cuenta con una población de 46.044.703 habitantes y con 17.805.711 viviendas
según los resultados provisionales del último censo nacional (INDEC, 2023). Por su
parte, La Matanza es el municipio más poblado del Gran Buenos Aires1 (GBA), sumando
1.837.774 habitantes y con un total de 577.276 viviendas particulares (INDEC, 2023).
Teniendo en cuenta esta cantidad, su población supera a la de varias provincias del
país sólo quedando por debajo de la provincia que integra, Buenos Aires (con 17.569.053
habitantes) que es la más poblada de Argentina, de Córdoba (3.978.984 habitantes),
Santa Fe (3.556.522 habitantes), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (3.120.612 habitantes)
y Mendoza (2.014.533 habitantes).
Además, tomando los datos del censo 2010, La Matanza presenta un índice de
Necesidad Básicas Insatisfechas (NBI) de 15,6% (INDEC, 2010) siendo este más alto que
el total del país, de 9,13%, y el de la provincia de Buenos Aires, de 8,15%. Su extensión
territorial es de 325,71 km2 y tiene una densidad poblacional de 5438,15 habitantes
por km2. Su población representa el 15,38 % del total de habitantes de la provincia
de Buenos Aires. Está conformado por 16 localidades que presentan características de
ciudades urbanas, semirurales y rurales. La localidad con mayor extensión es Virrey del
Pino, pero a la vez es la menos densamente poblada (ACUMAR, 2014). En este territorio,
y Serrati, 2019) y dentro del mismo es mayor la cantidad de viviendas que presentan
irrecuperables). Nos interesa recuperar estos datos para comenzar a delinear la
problemática habitacional en el partido de La Matanza entendiendo al acceso a una
vivienda como una de las partes que lo integran.
La problemática habitacional se puede expresar como aquella que afecta al conjunto
vivienda, la protección ambiental, el espacio, la seguridad, la privacidad y la identidad
(Yujnovsky, 1984). También se encuentra vinculado con el derecho al espacio urbano, cómo
ligadas a la localización de la vivienda o la infraestructura económica como la educación,
la recreación, la fuente de trabajo, la atención de la salud, el transporte o los servicios
desigual las posibilidades de acceso van a variar correspondientemente (Oszlak, 2017)
Esto último está relacionado con el concepto de segregación socioespacial que,
población de una comunidad donde los mismos se hallan concentrados en una zona
1. El Gran Buenos Aires se dene como un conglomerado de 24 partidos que rodean a la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (CABA) y junto a ella conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que es
la región de mayor envergadura a niveles demográcos y socioeconómicos así como de heterogeneidad
respecto a los índices de pobreza y desigualdad social de la Argentina.
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distingue dos tipos de segregación, vinculadas entre sí: socioeconómica y sociocultural.
Mientras que la primera mide variables como el nivel de ingreso, el nivel de instrucción
y condiciones materiales de vida, para la segunda se utilizan mayoritariamente
indicadores como el idioma, nacionalidad, religión y etnia. En esta línea, Cervio (2020)
diferenciación, la desigualdad y los desencuentros entre clases como dinámicas sociales
ordenamiento espacial, incidiendo en la distribución diferencial del acceso a bienes y
servicios urbanos.
En La Matanza existe una profunda segmentación y segregación socioespacial que
divide al territorio en tres zonas o cordones diferenciados en cuanto a sus características
sociohabitacionales, económicas, ambientales y culturales, donde a medida que se aleja
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se presentan mayores condiciones de
vulnerabilidad y precariedad (PELM, 2005, De Sena, 2019).
El primer cordón, incluye las localidades de San Justo (como cabecera del partido
y sede administrativa), Ramos Mejía, Villa Luzuriaga, Lomas del Mirador, Aldo Bonzi,
Tapiales, La Tablada, Villa Madero y Villa Celina. Es la zona limítrofe a CABA donde los
habitantes tienen mayores posibilidades de acceder a servicios básicos como agua
potable y cloacas, así como a infraestructura urbana. Cinco de sus localidades son
las que presentan mayor densidad poblacional. Esta zona es parte del primer anillo
del conurbano bonaerense, que, junto con CABA, conforman los territorios donde se
encuentran las villas de emergencia como urbanizaciones informales predominantes.
La suma de sus villas asciende a 37 con 16.922 familias que viven allí según los datos del
Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP, 2018).
Por su parte, en el segundo cordón de La Matanza se ubican las localidades de Isidro
Casanova, Ciudad Evita, Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere. Esta zona presenta una
situación intermedia, en la que si bien en los últimos años se amplió la cobertura de
servicios básicos, aún hoy continúa sin tenerlo en su totalidad. Este territorio presenta
26 asentamientos con un total de 7.726 familias (RENABAP, 2018).
El tercer cordón se ubica en la zona más alejada de CABA, con González Catán, Virrey
del Pino y 20 de junio como las únicas tres localidades que lo integran. Este territorio
es el que presenta las mayores situaciones de vulnerabilidad y precariedad respecto al
acceso a los servicios básicos, la infraestructura de los barrios y a las externalidades
ligadas a la lejanía de fuentes de trabajo y hospitales o centros de salud. Sólo sus dos
ciudades principales juntan la cantidad de 66 asentamientos con 31.965 familias siendo
el número más alto del partido que en total reúne 122 villas y asentamientos informales
retomando los datos del Registro Nacional de Barrios Populares (2018).
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Además, La Matanza se destaca por el desarrollo de organizaciones de base y
movimientos populares que surgen como estrategia para lograr procesos de ocupación
y asentamientos populares (Manzano, 2007). Existen 411 Organizaciones de la Sociedad
Civil2 (en adelante OSC) en este partido que se encuentran presentes en barrios
populares, villas y asentamientos donde llevan adelante una variedad de actividades
que van desde la alimentación y el apoyo escolar, hasta el mejoramiento urbano. Se han
vuelto un componente importante de las comunidades de excluidos y se constituyen
como parte de las estrategias de supervivencia de numerosos hogares (Forni, 2004).
Las OSCs están presentes en el territorio en tanto actores que participan en la
gestión de las políticas sociales y en la constitución de instancias multiactorales de
formulación y/o seguimiento de políticas ya que están en relación con la esfera pública,
aunque no forman parte estrictamente del Estado, pero que se proponen intervenir en
cuestiones que interesan al conjunto de la comunidad y que pueden vincularse con el
Estado (o no) de diversas formas (Rofman, González Carvajal y Anzoategui, 2010).
Teniendo en cuenta las características mencionadas, este artículo propone conocer
las relaciones que se producen entre las organizaciones de la sociedad civil, el Estado
y la comunidad de La Matanza en la implementación de intervenciones habitacionales
en este territorio. Para esto consideramos un abordaje cualitativo, retomando algunas
entrevis tas realizadas a integ rantes de OSC que trabajan en algún aspec to la problemática
habitacional en este municipio3. La estructura de la indagación tomara por un lado el
vínculo de las OSC con el Estado y por otro el vínculo de las OSC con la comunidad.
La es trategia argument ativa será l a siguiente: primero, se desarroll a un apartado teórico
tanto actores involucrados en la en la problemática habitacional. Luego, presentaremos
un apartado metodológico donde aclaramos algunos aspectos relevantes al momento
Posteriormente, esbozaremos algunos resultados enfocándonos en los vínculos
que tienen las OSCs con el Estado y con la comunidad en relación a la problemática
2. Algunas definiciones conceptuales sobre las
organizaciones de la sociedad civil (OSCs)
la crisis económica y de la sociedad salarial que llevó a “la desprotección social y el
empobrecimiento de amplios sectores sociales, la desvertebración y exclusión social,
2. Según el relevamiento del Observatorio del Conurbano Bonaerense de la Universidad Nacional de
General Sarmiento al año 2020 http://observatorioconurbano.ungs.edu.ar/?page_id=8341
3. El trabajo de campo se realizó en el marco de una tesis de Maestría.
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paso a un nuevo modo de abordaje de lo social (Rosanvallon, 1995; Castel, 1997) donde se
instala un nuevo actor como agente de cambio y articulación entre el Estado-Mercado
y la Sociedad: las Organizaciones de la Sociedad Civil, organizándose el denominado
“quasi mercado” (De Sena, 2016)
La noción de quasi mercado supone una hibridación del sector público y privado que
permite la promoción del denominado tercer sector a través de las Organizaciones de la
del Estado y concretizándose una “tercerización hacia las Organizaciones de Sociedad
Civil de los servicios sociales no rentables” (De Sena, 2016, p.42).
(OSCs) o a la sociedad civil como un concepto complejo, ambiguo o al menos difícil de
lucro”, desde sus componentes, sus públicos y su relación con otros actores siendo una
característica principal la autonomía ya que se encuentran desvinculadas del Estado,
del sistema político, así como también del mercado y de los intereses económicos.
y autoconstitución” (p.54). En la misma línea, De Piero (2020) remite a una noción de
sociedad civil que se construye a partir de la conformación de grupos o movimientos
plurales y autónomos de las acciones estatales y del mercado cuyo objetivo principal no
es la dominación política ni la acumulación de capital.
política y económica (lo que para el autor no deja de ser cuestionable) sigue sin quedar
claro qué es lo que presupone la dimensión de sociedad civil ya que dichos grupos o
asociaciones no se encuentran en un solo nivel:
el tamaño, la lógica, la magnitud temporal y espacial y el papel político de los grupos
informales, las asociaciones voluntarias, las organizaciones de especialistas y
profesionales, los grupos de presión, entre otros aspectos, son diferentes. Y éstos a
conformación de su identidad y la necesidad de autoexpresión, etcétera. (Arato, 2001: 121)
espacial y política desde los cuales surgieron los llamados movimientos sociales
urbanos que pasaron a ser interlocutores de las políticas urbanas y objeto de interés del
análisis social. Pero, la represión política y los gobiernos militares y/o autoritarios que
se implantaron en los años setenta, tendieron a su desintegración. A pesar de ello, los
mismos fueron un embrión político importante cuando se reestructuraron los sistemas
políticos y se dio una apertura democrática, ya que fueron proveedores de líderes
sociales como “los nuevos intermediarios” ya que son un componente fundamental en la
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producción del espacio urbano latinoamericano, particularmente en aquellas ciudades
en las que vive un elevado número de familias de las clases populares en forma precaria:
Las organizaciones y movimientos urbanos de favelados, colonos, villeros, pobladores,
han demostrado su capacidad para enfrentar la adversidad en el medio urbano a
través de: l) organizar el trabajo colectivo para la autoconstrucción y la introducción
de servicios básicos; 2) actuar como intermediarios y gestores ante las autoridades
competentes; 3) ser un espacio para la formación y desarrollo de líderes populares.
no gubernamentales”, etc., constituyen instituciones que se caracterizan por ser no
se distingue de las otras en cuanto a su origen, naturaleza, contexto de aparición (por
ejemplo: movimiento de desocupados, organizaciones en defensa de los derechos
trabajan, y el tipo de prestación que brindan. Asimismo, en el interior de las organizaciones
suelen existir agrupaciones de madres de familia con demandas de alimentos, escuelas,
guarderías, de colonos sin casa, de pobladores que requieren regularizar sus tierras, etc.
Sus interlocutores son, por lo general, las instituciones gubernamentales, tanto de nivel
central como local, según el tipo de demanda.
de apelar a diferentes recursos les ha permitido sobrevivir en la adversidad” (p.196).
Existe una amplia gama de intermediarios sociales que poseen legitimidad ante
las instituciones gubernamentales, las organizaciones comunitarias de base (OCB),
las organizaciones naturales (vecinales, políticas, sociales), y las ONG. Además, la
autora señala alguno de los papeles en los que se desempeñaron las organizaciones
relacionadas a las políticas sociales urbanas como:
(…) su contribución para desarrollar el potencial de la gente; su capacidad para mejorar
su vivienda y sus barrios para satisfacer sus necesidades sociales, económicas y
culturales básicas; sus esfuerzos para contribuir al desarrollo democrático que respete
los derechos humanos, entre los cuales se destaca el derecho a un lugar donde vivir con
de políticas y estrategias relativas a los asentamientos humanos, a partir de considerar
los aprendizajes que se desprenden de las acciones realizadas por la gente, las ONG y
En suma, la organización social se considera un recurso, un capital social importante,
en particular para que los grupos más vulnerables de la población hagan frente a sus
(2012) ubica a mediados de 1990 el momento en el que un importante número de
organizaciones de diferentes tipos se involucró en la gestión del hábitat de interés social.
Estas experiencias se orientaron hacia la construcción de vivienda, el reordenamiento
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de villas, la provisión de lotes con servicio, la construcción de redes de agua y cloacas,
la capacitación y el asesoramiento constructivo, la regularización dominial, entre otras
cosas. Estas organizaciones sociales fueron contempladas por algunos programas
sociales del Área Metropolitana de Buenos Aires para que actúen como organismos
responsables de su implementación.
como intervenciones compartidas, donde las organizaciones sociales se constituyen
fundamentalmente mediado por las capacidades de gestión que hayan adquirido las
organizaciones a lo largo del proceso de constitución. De este modo, las OSCs, a través
de sus intervenciones, también se incorporan a las redes de las familias de menores
ingresos. Las organizaciones sociales centraron sus actividades en la promoción
y la administración de proyectos, y en la asistencia técnica y social a la población
de cooperación (Di Virgilio, 2012)
acción, a los grados de institucionalización y si surgen del territorio (internas) o no
(externas). Respecto a los tipos de acciones que desarrollan las organizaciones en
informales, existen aquellas que impactan de manera directa e indirecta. Respecto a
las que son directa, se destacan las siguientes actividades: tareas de saneamiento del
barrio, construcción o mejoramiento progresivo de la vivienda, dotación de algún servicio
como luz, agua, desagües, etc., entre otros (Mosso, 2013). Por otro lado, las indirectas
de formación, etcétera.
Respecto al grado o nivel de institucionalización o formalización se diferencian
aquellas que tienen una forma jurídica de actuación y en base a esto ubicamos por
un lado a las organizaciones admitidas por su vía legal, es decir, organizaciones que
cuentan con la formalidad como un aspecto fundamental. Éstas son asociaciones civiles
y fundaciones, entidades de bien público y mutuales, entre otras. Y, por otro lado, se
presencian ciertas organizaciones donde la formalidad no resulta esencial para su
desarrollo. En efecto, las mismas no cuentan con una estructura legal, pero si una lógica
de distribución organizativa interna. Aparecen aquí las asociaciones barriales, grupos
asociados por algún interés en particular, etc. A la vez, existen aquellas organizaciones
que se ubican en el medio de los dos grupos anteriores, es decir que cuentan para
ciertos temas con formalidades y para otros no, dependiendo de caso en particular
(Mosso, 2013).
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“organizaciones internas” (comisiones o juntas vecinales, clubes de madres) en tanto
las mismas son el producto de una acción colectiva emprendida por los propios
habitantes de estos asentamientos. Esta perspectiva no invalida la posibilidad de
que estas organizaciones sean impulsadas por pobladores que posean experiencias
previas y externas (sindical, política) o que en algún momento de su historia sea
posible encontrar la incidencia de otros agentes sociales. Por otro lado, ubica a las
“organizaciones externas” las cuales son promovidas por las instituciones del Estado
o de la sociedad civil y constituyen representaciones de éstos en el territorio de estos
asentamientos. Estas organizaciones asistencialistas se articulan y se superponen con
las organizaciones internas.
retomaremos algunas de estas nociones que servirán para orientar la mirada respecto
a nuestras unidades de análisis y la heterogeneidad que presentan en relación a sus
actividades. Luego de este recorrido teórico presentaremos la metodología con la que se
llevó a cabo el estudio, enfocándonos en la técnica de la entrevista en profundidad y en
las consideraciones a tener en cuenta al elegir una estrategia metodológica cualitativa.
3. Metodología
Parte del trabajo de campo presentado en este trabajo se realiza en el marco de una
tesis de doctorado en la cual se propone una articulación de estrategias de indagación
cualitativas, en virtud de comprender el sentido que los actores les dan a sus prácticas,
en relación con el acceso a la vivienda en su vida cotidiana donde lo que nos interesa
que posee una representación global de la sociedad (Mejía Navarrete, 2004; De Sena, Del
Campo, Dettano, García Acevedo, Saenz Valenzuela, 2012).
Dentro de las estrategias cualitativas elegidas se combinó algunas de indagación
observación no participante). En este trabajo haremos foco en algunos resultados
que pudimos encontrar a partir de las entrevistas semiestructuradas presenciales.
desarrollando un discurso conversacional continuo con una línea argumental acerca del
modo de acceder a las diversas problemáticas que se encarnan en actores concretos.
Por eso se utiliza para conocer la perspectiva de los actores, cómo ellos interpretan sus
experiencias en sus propios términos y las miradas, perspectivas, el marco de referencia
a partir del cual las personas y actores organizan y comprenden sus entornos orientando
sus comportamientos (Piovani, 2018; De Sena, et al, 2012).
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La entrevista en profundidad cuenta con un guion de posibles temas a tratar que
orden, sino que funcionan como temas ordenadores de la interacción y que tienen como
sustrato, los supuestos teóricos en los cuales la investigación se asienta (De Sena, et al,
2012). Siguiendo a las autoras, en la entrevista se establece un pacto de cooperación con
sus reglas e infracciones, donde las pers onas es tán “cerca” físicamente pero no es posible
asegurar que también lo sea simbólicamente, esta proximidad posibilita comprender
los supuestos teóricos de la que depende. La característica de la exhaustividad del
encuentro genera cierta “obligatoriedad” en donde la conversación debe agotar y/o
saturar el tema objeto del diálogo, esto se plasma tanto en el guion como en la escucha
activa y el habla con metas de conocimiento.
los participantes de acuerdo al tema de investigación y debe permitir al/la entrevistado/a
tener en cuenta que la persona entrevistada es la verdadera experta en el tema por lo
que la función principal de la entrevista es escuchar al otro y a su propio lenguaje. De
Senna et al. (2012) mencionan que el momento de hacer una entrevista es algo más que
el inter juego de preguntas y respuestas porque nos vamos a insertar en el mundo del
entrevistado/a generando una relación atravesada por sentimientos y emociones de
ambas partes que sólo es posible comprender en el hacer.
Ahora bien, siguiendo a Scribano (2007) uno de los problemas más usuales en una
indagación cualitativa es la selección de la muestra donde la cuestión principal no
La muestra, según el autor, es una parte del universo de las unidades de análisis del
estudio que permite obtener información sobre esa totalidad. El proceso de selección
de la muestra es recursivo, dinámico y constructivo teniendo “forma de espiral que se
La estrategia a la que responde nuestro estudio respecto a la muestra es la máxima
variación: búsqueda de diversidad extrema entre grupos de unidades de análisis
(Scribano, 2007). Asimismo, entendemos que existen cuatro factores que intervienen
para sugerir el número de casos de una muestra cualitativa, estos son:
1. Capacidad operativa de recolección y análisis (el número de casos que puedan
manejarse de manera realista y de acuerdo con los recursos disponibles); 2. El
entendimiento del fenómeno (el número de casos que permitan responder a las
preguntas de investigación); 3. El hecho de que la nueva información o datos que se
agreguen ya no produzcan o aporten conocimientos novedosos o adicionales, lo que
más adelante se denominará saturación de categorías; 4. La naturaleza del fenómeno
bajo análisis (si los casos o unidades son frecuentes y accesibles o no, si recolectar
la información correspondiente lleva poco o mucho tiempo). (Hernández-Sampieri,
2018, p.427)
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Diversos autores concuerdan en que la muestra cualitativa busca la diversidad de
matices de la naturalez a de las relaciones sociales denominando a esto la he terogeneidad
estructural del objeto de estudio (Mejía Navarrete, 2000). De manera operativa se recurre
a ejes que organicen la muestra y estos pueden ser respecto al nivel socioeconómico
que destacan las relaciones de ocupación, clases sociales, educación, sexo, edad o
cultura; el nivel del espacio, que permite ubicar el asentamiento, distrito, zonas urbanas
o regiones; y el nivel del tiempo, el cual permite introducir las diferencias estructurales
por años o períodos de un proceso evolutivo (Mejía Navarrete, 2000).
Retomamos a Scribano (2007) y sus cuatros preguntas que recomienda tener en mente
a la hora de seleccionar las unidades de análisis y los procedimientos más utilizados
la pregunta sobre quiénes, la muestra estuvo orientada a encontrar organizaciones de
jerarquías y cultura (Hernández-Sampieri, 2018). Estas OSCs deben tener como requisito
que su campo de acción territorial sea en algún barrio del partido de La Matanza y tienen
que estar orientadas a vincularse, de alguna manera, con la problemática de acceso a la
vivienda y/o habitacional. Cómo vimos anteriormente respecto a la heterogeneidad de
las organizaciones, incluimos aquellas que tienen una estructura legal formal o informal
(personería jurídica o no) así como aquellas que son tanto internas (asociaciones/juntas
vecinales, agrupaciones de barrios) o externas a los barrios (ONGs que intervienen en
varios barrios más allá de los La Matanza). Asimismo, nos interesó representar por lo
menos una organización de cada cordón de La Matanza (primero, segundo y tercero) ya
que como nombramos al inicio de este artículo el partido presenta una segmentación
y segregación socioespacial que es de nuestro interés relevar respecto a las diferentes
características socioeconómicas y problemáticas habitacionales.
A esto sumamos una categorización de actividades y campo de acción de las OSCs
que encontramos en parte en el trabajo de Mosso (2013) dividida en tres grandes grupos.
“OSCs interesadas a mejorar las condiciones del hábitat urbano”
este incluye:
a) Facilitar el acceso al suelo urbano, tenencia segura. b) Dotar obras de infraestructura
o servicios básicos: agua, cloaca, electricidad. c) Dotar equipamientos comunitarios:
espacios públicos, educación, salud, seguridad. d) Conservar o mejorar el medio
ambiente. e) Protección de áreas vulnerables.
Por otro lado, engloba actividades como a) Mejorar progresivamente la vivienda;
b) Proveer de una nueva vivienda; c) Adecuar los estándares y considerar procesos
progresivos de construcción; en la categoría “OSCs interesadas a mejorar las condiciones
de la vivienda”.
Y en un último grupo denominado “OSCs interesadas a mejorar las dotaciones de
capital social y humano” aparecen actividades como a) Mejorar el acceso de los pobres
urbanos al empleo e ingresos estables; b) Promover campañas de concientización; c)
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construcción; d) Incorporación de actividades recreativas y/o culturales y la participación
ciudadana.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la muestra quedó conformada de la siguiente
manera: 8 organizaciones de la sociedad civil, 4 de ellas externas y 4 internas, solo
una informal y las demás 7 con una estructura legal formal respecto a la personería
jurídica; el lugar de actividad territorial se concentra principalmente en el segundo y
tercer cordón de La Matanza; y dentro de los tipos de actividades encontramos 1 OSC
interesada en mejorar las condiciones de la vivienda, 3 OSCs interesadas a mejorar las
condiciones del hábitat urbano, 1 OSC interesada en mejorar las dotaciones de capital
social y humano con campo de acción de los Derechos Humanos; 1 OSC interesada a
mejorar las condiciones de la vivienda y a mejorar las condiciones del hábitat urbano;
y 1 OSC interesada en mejorar las dotaciones de capital social y humano así como en
N°de
OSCs Localidades en las
que realizan sus
actividades
Cordón en el
que realizan sus
actividades
Tipo de estructura
legal Internas o
externas Tipo de actividades/campo de
acción
1Varias, principal-
mente San Justo Todos, princi-
palmente prim-
er y segundo
cordón
Formal Externa OSCs interesadas en mejorar las
dotaciones de capital social y
humano – Campo de acción de
los Derechos Humanos
2Virrey del Pino Tercero Formal – Asociación
Civil y merendero Interna OSCs interesadas en mejorar las
condiciones del hábitat urbano
3González Catán Tercero Informal – junta vecinal Interna OSCs interesadas en mejorar las
condiciones del hábitat urbano
4González Catán Tercero Formal – Asociación
Vecinal y merendero
con personería Jurídica
Interna OSCs interesadas en mejorar las
condiciones del hábitat urbano.
5Ciudad Evita y Vir-
rey del Pino Segundo y
Tercero Formal – ONG Interna-
cional Externa OSCs interesadas en mejorar
las condiciones de la vivienda. -
OSCs interesadas en mejorar las
condiciones del hábitat urbano.
6En varias En los tres
cordones, pero
en el segundo
Formal – parte de una
Organización a nivel
Nacional que tiene una
-
da a la construcción
Externa OSCs interesadas en mejorar las
dotaciones de capital social y
humano - OSCs interesadas en
mejorar las condiciones de la
vivienda.
7Ciudad Evita Segundo Formal – Asociación
Civil con personería
Jurídica
Interna OSCs interesadas en mejorar las
condiciones del hábitat urbano
– Campo de acción ligado a una
por la tierra.
8Ciudad Evita y Vir-
rey del Pino Segundo y
tercero Formal – Proyecto de
un grupo de profesio-
nales de la arquitectura
Externa OSCs interesadas en mejorar las
condiciones de la vivienda.
T 1
Clasicación de las OSCs
entrevistadas. Fuente:
elaboración propia.
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Hábitat y Sociedad (ISSN 2173-125X), n.º 16, noviembre de 2023, Universidad de Sevilla,
pp.267-285. https://doi.org/10.12795/HabitatySociedad.2023.i16.11278
4. Resultados principales
Ahora bien, nos interesa retomar algunos resultados que elaboramos a partir de una
entrevistas donde se dé cuenta de 1) el vínculo de las OSCs con el Estado y 2) el vínculo
de las OSCs con la comunidad.
4.1. Vínculo de las OSCs con el Estado
Dentro de las posibles articulaciones de las OSCs con el Estado encontramos diversas
formas de representar este vínculo desde lo que fue comentado por las personas
integrantes de OSCs entrevistadas. Obviamente estos vínculos no se dan sin la presencia
de los habitantes del territorio, quiénes, en varios casos son los que demandan algún
tipo de intervención o acompañamiento por parte de las organizaciones.
Respecto a esto último, retomamos una OSC que describió una situación en una
la Villa Palito, localizada en San Justo, primer cordón. En este fragmento de entrevista
podemos notar un primer vínculo de la organización con la comunidad, las personas que
tomaron estas tierras y fueron desalojadas pidiendo el acompañamiento desde lo legal:
el sábado estuvimos con Luis4 en Villa palito, en la parte de atrás que lo denominamos
“los hijos de Palito” que son la mayoría jóvenes no tan jóvenes que vivían en las
casas de Palito, al crecer formaron sus propias familias, pero seguían viviendo en el
mismo núcleo habitacional entonces era un hacinamiento terrible por el crecimiento
vegetativo. A raíz de eso decidieron tomar la parte de atrás, digamos de Villa palito, (…)
como esos terrenos son algunos del Estado Nacional otros de un sindicato de correo
de telecomunicaciones de Buenos Aires y otro que es del Instituto de la Vivienda en la
provincia de Buenos Aires, entonces ahí se extendieron y bueno, ahí vino el desalojo
con las fuerzas de seguridad y demás y a partir de esa situación pidieron nuestra
colaboración y empezamos a acompañar desde lo legal que sería tener reuniones con
este tipo de situaciones para ver qué se puede llegar a hacer (OSC N°1, 25-08-2022,
todos los cordones).
participaron, principalmente, en el censo que se les hizo a las familias de allí para
comprobar que “realmente necesitaban una vivienda”, argumentando que para la
organización quiénes se ocupan de realizar una toma es para vivir allí:
El hacinamiento que tenían las familias de origen se iba a reproducir en la nueva
toma entonces para evitar eso se hizo la “aireación”, se hizo un censo y acompañamos
a Desarrollo Social para hacer el censo, fuimos nosotros y otros compañeros. Para
ver si esas familias que estaban allí realmente necesitaban una vivienda o era por
4. Los nombres son cticios para mantener el anonimato de los integrantes de la organización.
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especulación porque mucha gente va, toma un lote, toma un terreno y después lo
venden, eso también. Nosotros siempre sostenemos la premisa que lo que se toma es
para vivir y porque no tenés otro lugar, nadie está en una toma porque tiene ganas,
es jodido resistir una toma, hay que pasar el día en una carpa sin agua sin nada con
condiciones paupérrimas, entonces quien toma la tierra es porque realmente la
necesitan, así que ahora estamos acompañando ese proceso junto a la Justicia y el
Estado Municipal. (OSC N°1, 25-08-2022, todos los cordones)
como interesada a mejorar las dotaciones de capital social y humano en el campo de
respecto a la problemática que presenta la ocupación de tierras. En este sentido sumamos
Encontramos otra organización que también pudimos englobarla dentro de las
actividades interesadas a mejorar las dotaciones de capital social y humano, también
en mejorar las condiciones de vivienda ya que, por medio de un programa estatal de
asistencia al empleo, el “Potenciar Trabajo”5, realizan los proyectos de construcción y
obras en los barrios. Aquí vemos un vínculo directo del Estado con la organización.
A mí me toca ser el responsable de la rama de construcción e integración urbana.
Entonces, los procesos son más previamente organizativos y después desde ahí se van
armando los proyectos para los barrios populares fundamentalmente para las villas,
los asentamientos y después lo que se venía haciendo también era mejoramiento de
algunas casitas con el potenciar trabajo que fundament almente es como la capacitación
de los compañeros para después pasar a obra grande. Entonces nosotros tenemos dos
instancias, la primera es en donde los compañeros se acercan al movimiento empiezan
a cobrar el Potenciar y empiezan a trabajar los que son albañiles obviamente o quienes
quieran también capacitarse en eso que trabajan tres veces en la semana mediodía y
en ese laburo lo que se va haciendo es en el caso que se construyan vivienda o mejoren
vivienda porque mucho tampoco se puede construir a través del Potenciar, se cambian
las cubiertas impermeabiliza, se hacen los pisos, se conecta el agua, cuestiones básicas
que podés hacer de a una o dos viviendas porque el presupuesto es bajo. Eso a través de
las obras del Potenciar, que nosotros le llamamos a eso “salario social complementario”
que es la ley que sale a través de la emergencia social en el 2016 entonces desde
ahí, nosotros vamos organizándonos para el trabajo y también adquiriendo, digamos
mejores niveles de profesionalización de las cuadrillas para después pasar a la obra
más grande, que pueden ser privadas o en la mayoría son en los barrios populares y en
esta última etapa con la SISU la Secretaría de Integración Social Urbana que depende
de desarrollo social6. (OSC N°6, 06-01-2023, todos los cordones)
5. Según la página ocial del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Programa Nacional de
Inclusión Socioproductiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo” tiene como objetivo contribuir a mejorar
el empleo y generar nuevas propuestas productivas a través del desarrollo de proyectos socio-productivos,
socio-comunitarios, socio-laborales y la terminalidad educativa, con el n de promover la inclusión social
plena para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social y económica.
6. Según el Informe de Gestión Anual de la SISU 2022, “la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU),
dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, es la encargada de llevar adelante una
política planicada de mediano y largo plazo, para dar respuesta a un problema estructural de nuestro
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Respecto a otra organización externa, formal, interesada en mejorar las condiciones
de vivienda y las condiciones de hábitat urbano, encontramos que dentro de su
modelo de trabajo buscan la articulación con otros actores, entre ellos el Estado, otras
organizaciones y la comunidad presente en los barrios:
Hoy es una realidad de la Sede Oeste, tenemos que estar trabajando más el año que
viene en construcción de viviendas en La Matanza, entonces ya sabemos que una
de las comunidades nuevas a trabajar con programas de construcción de viviendas
tiene que ser en La Matanza entonces ahí es un bueno, qué contactos tenemos en
La Matanza, tal organización, tal contacto en el municipio, tal contacto de referentes
mismos barriales donde ya estamos trabajando que nos puedan también decir (…) es
como esa articulación de decir salimos a buscar información de dónde puede llegar a
tener impacto nuestro trabajo. (OSC N°5, 23-09-2022, segundo y tercer cordón)
A partir de esto pasamos a un segundo aspecto en el que nos interesa profundizar
que es sobre los vínculos de las OSCs con la comunidad. De todas formas, como vimos en
los fragmentos de entrevistas precedentes el entramado de actores está en constante
diálogo buscando articular entre los tres (Estado, organizaciones, comunidad) para
abordar desde diferentes lugares a la problemática habitacional.
4.2. Vínculo de las OSCs con la comunidad
¿Cuáles son las problemáticas habitacionales que les plantean desde el barrio? Esta fue
veces no fue necesaria preguntarla ya que en la conversación con los integrantes de las
OSCs es una de las primeras cuestiones de las cuales se comienza a hablar. Nos parece
interesante recuperar algunas de las cuestiones relacionadas con la urgencia que se
plantea desde el barrio y desde el cual se actúa para resolverlo.
Por ejemplo, en una OSC de González Catán, interna, ya que surge como una
asociación vecinal, nos relataron que decidieron ocupar un lugar para construir un
espacio comunitario, que, ante la urgencia alimentaria, terminó destinándose a resolver
la demanda a través de un merendero, aunque este no era su objetivo principal.
Nosotros empezamos en este lugar físicamente estamos hace 7 años. Este lugar era una
calle lindera, un lugar a donde los chicos se juntaban a drogarse, a robar a la mañana.
Entonces con los vecinos decidimos tomar el espacio, igualmente funcionaba un basural
(…) decidimos tomar el espacio y.… y bueno, después de ahí siguió la construcción. La
construcción del lugar siempre fue planeada como una casa barrial, una casa cultural.
Muchos chicos no tenían libros. Si bien al rededor hay merenderos hay comedores. Pero
no, no era lo que nosotros soñamos para este espacio. Eh dijimos bueno vamos a armar
una casa barrial. Esa casa iba a ser de apoyo escolar, biblioteca popular, no sabíamos
bien, pero íbamos por el lado del estudio. Y de la noche a la mañana terminó siendo
país: el décit habitacional y las condiciones precarias en las que viven cerca de 5 millones de personas
en más de 5.687 barrios populares, registrados en el ReNaBaP”.
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un merendero, los chicos venían y demandaban lo que era la merienda, y después la
necesidad de esto de la comida… (OSC N°4, 30-08-2022, González Catán, tercer cordón)
Aquí vemos como la problemática habitacional está en conexión con otras como la
alimentaria. Asimismo, tanto el espacio comunitario como el barrio se construyó a partir
de una ocupación y la organización surge como recurso para resolver las necesidades
que tenían, principalmente respecto a la infraestructura del barrio:
Hace 30 años que vivo acá en el barrio. Les cuento que esto era una toma o sea no había
nada. Y.… bueno, con los mismos vecinos empezamos a ver la necesidad que teníamos,
no teníamos colectivos, no teníamos iluminación, no teníamos calle, no teníamos vereda.
Asique decidimos armar la junta vecinal. La junta vecinal empieza a trabajar a través
del estatuto replanteando cual era la necesidad de nosotros y bueno, cambiar nuestra
calidad de vida. Y a través de eso podemos lograr el asfalto, lo que es la iluminación,
los proyectos de vereda, entre otras cosas. La iluminaria no solo acá en el barrio sino a
donde nos llaman, nos avisan está el camión, tienen los recursos, los materiales y los
vamos a acompañar. (OSC N°4, 30-08-2022, González Catán, tercer cordón)
Conectamos el relato de esta entrevista con la noción de Producción Social del
por sectores de menores ingresos, desarrolladas como consecuencia de la persistente
brecha entre las características y alcances de la producción capitalista de vivienda y
hábitat en contraste con su demanda social (Di Virgilio y Rodríguez, 2013). Según las
autoras, la autoproducción abarca variantes que combinan los papeles jugados por los
“componentes individual-familiar y colectivo-organizado” en las distintas etapas del
ciclo del habitar, incluyendo como es en este caso, los asentamientos iniciados en tomas
de tierras. Esto surge con el objetivo prioritario de satisfacer las necesidades del habitar
donde “la toma de decisiones ligado al proceso productivo del hábitat queda en manos
de los productores/habitantes” (Di Virgilio y Rodríguez, 2013, p.10).
La PSH es un concepto muy estudiado por diferentes académicos y tiene su raíz en un
contexto de interacción multiactoral, la Coalición Internacional para el Hábitat – América
de varios países de la región (Di Virgilio y Rodríguez, 2013). Este concepto tiene dos
modalidades diferentes que es importante resaltar: la autoproducción y la producción
por terceros (Ortiz Flores, 2011). La organización citada anteriormente (4) entraría dentro
control directo de sus propios usuarios, sea de manera individual, familiar, comunitaria
o colectiva organizada siendo una de sus variantes, la “colectiva organizada”:
promovida y realizada bajo el control de organizaciones sociales legalmente
constituidas para generar o mejorar la vivienda de sus miembros y otros componentes
del hábitat. Entre otras variantes comprende: cooperativas, mutuales, asociaciones
civiles, sindicatos y empresas sociales (urbanas o rurales) de diversa naturaleza. (Ortiz
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Por otra parte, dentro de la “producción por terceros” se ubican aquellos procesos de
mejora o construcción de viviendas y componentes del hábitat que realizan entidades
especializadas en resolver las necesidades habitacionales de la población que atienden.
El autor también agrega algunas variantes más respecto a las características de estas
entidades (públicas, sociales y privadas) ligadas a:
Mejoramiento y ampliación de viviendas y otros componentes del hábitat que se
encuentran en proceso de consolidación; producción de viviendas progresivas o
terminadas para la venta o para ser asignadas en propiedad individual o colectiva;
producción de vivienda de arrendamiento; construcción de equipamientos. En los
cuatro casos el proceso productivo puede ser conducido por: promotores individuales,
empresas inmobiliarias, constructoras o desarrolladores privados; organismos
no gubernamentales y sociales productoras, cooperativas matrices, organizaciones
se conecta con lo que sucede en el territorio y venimos observando a través de los
datos construidos a partir de las entrevistas. En el siguiente caso, retomamos a una
organización externa que, en palabras de Ortiz Flores, se involucra como una modalidad
de “producción por terceros” dentro de la PSH y se dedica al mejoramiento y ampliación
de vivienda y otros componentes del hábitat:
Nosotros tenemos un montón de cosas para ofrecer, para hacer, varios programas,
varias posibilidades de acompañamiento en cuanto a proyectos y demás, pero si hay
algo que es básico, es que no vamos a hacer nada en ningún barrio sin que el barrio
quiera o sin que el barrio esté enterado. Tenemos ese entendimiento de decir que
las problemáticas que pasan en el barrio, las personas con la mayor legitimación
para hablar de eso y pensar soluciones para eso son las personas que la vive. Y no
podemos dejar de entendernos como un actor externo que se involucra, que empatiza
y que quiere estar como facilitador de información, como nexo, como articulación,
pero a mí no se me vuela a una chapa cuando llueve o cuando hay una tormenta de
viento, entonces es como decir que toda decisión toda posibilidad de trabajo por toda
posibilidad de proyecto tiene que estar validada con las personas que viven en el
barrio. (OSC N°5, 23-09-2022, segundo y tercer cordón)
En el relato de la persona entrevistada vemos como se asume la posición de actor
externo, coincidiendo, en este caso con lo que venimos resaltando teóricamente. Nos
resulta interesante que discursivamente la organización expresa que tiene “cosas
para ofrecer” pero que tienen que “estar validadas” por los habitantes del territorio.
Asumiendo, por lo menos, una cooperación entre los dos actores para resolver las
necesidades habitacionales existentes.
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5. Conclusiones
El propósito de este artículo fue conocer las relaciones que se producen entre las
organizaciones de la sociedad civil, el Estado y la comunidad de La Matanza. En base
a este objetivo pudimos delimitar conceptualmente a qué nos referimos cuando
Argentina, muchas OSCs comenzaron a involucrarse en la problemática habitacional
con actividades ligadas a la construcción de viviendas, las tomas de asentamientos y
reordenamiento de villas y la provisión de servicios básicos como agua y cloacas.
Vimos que existe una heterogeneidad entre las actividades que realizan las
organizaciones muchas de ellas interesadas en mejorar las condiciones del hábitat
urbano y en algunos casos se suma el interés en mejorar las condiciones de la vivienda,
por un lado, y de las dotaciones de capital social y humano por otro. Casi todas las
organizaciones tienen personería jurídica y se concentran principalmente en el segundo
y tercer cordón, siendo González Catán, Virrey del Pino y Ciudad Evita las localidades en
las que más se encuentra el trabajo territorial de las OSCs.
Al observar los diferentes vínculos que tienen las OSC con el Estado y la comunidad,
a partir de los resultados construidos a través de las entrevistas en profundidad a sus
integrantes, encontramos que existe una búsqueda de diálogo y contacto desde las
organizaciones con el Estado y desde la comunidad con las organizaciones. Asimismo,
nos interesa resaltar el rol que tiene la comunidad al momento de organizarse y
“convertirse” en una organización formal-informal interna, conformando una asociación
vecinal, para poder comenzar a resolver necesidades básicas ligadas a mejorar sus
viviendas y la infraestructura del barrio que se encuentran en condiciones precarias.
Fue necesario, entonces, remitirnos a la noción de producción social del hábitat para
poder entender este proceso que seguiremos profundizando en próximos estudios.
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