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Año 13 - Nº 22
Ushuaia, Tierra del Fuego
Edición Semestral
ISSN 1853-6743 (versión impresa)
ISSN 2796-7360 (versión electrónica)
Material de distribución gratuita
ÍNDICE
LECCIONES DEL
INCENDIO
CORAZÓN DE
LA ISLA
ZORRO
COLORADO
FUEGUINO
RAYADITO
ESTROMATO
LITOS
MÁS
ALLÁ DEL
HORIZONTE
2
13
23
34
46
EDITORIAL
LECCIONES DEL INCENDIO DEL CORAZÓN DE LA ISLA
artículo principal
LOS DINO… FLAGELADOS SON MÁS FAMOSOS
DE LO QUE SE IMAGINAN
breves
EL TURÍSMO ANTÁRTICO
ensayo
ZORRO COLORADO FUEGUINO
ciencia en foco
TURBERAS
TIPOS DE TURBERAS EN TIERRA DEL FUEGO SEGÚN SU FLORA
artículo principal
EL REFUGIO SUECIA EN CERRO NEVADO
Y EL ESFUERZO ARGENTINO DETRÁS DE SU CONSERVACIÓN
breves
CHINGOLO | COMESEBO ANDINO | DIUCÓN
ilustración científica
RAYADITO
ficha científica
UN CAPÍTULO OCULTO DE UN LIBRO CONOCIDO DE ARNs
Y SECRETOS GUARDADOS EN ANILLOS
ciencia argentina
ARQUEOBOTÁNICA
LAS PLANTAS A TRAVÉS DE LA ARQUEOLOGÍA
artículo principal
ESTROMATOLITOS EN TIERRA DEL FUEGOCHILE
artículo principal
TESTIMONIOS SILENCIOSOS DE LA VIDA EN LA TIERRA
breves
DIÓXIDO DE CARBONO:
EL MALO EN LA PELÍCULA DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
breves
PROYECTO HAIL MARY
libro
MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE:
EXPLORANDO LAS AGUAS DEL AMP YAGANES
diario de campo
1ER CONGRESO CIENTÍFICO PROVINCIAL SOBRE ANTÁRTIDA
secretaría de ciencia y técnología
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FOTO DE TAPA.
Bola de boleadora en supercie
en laguna Grande.
Foto:
Fernando Santiago, 2017.
Estas personas, instituciones y empresas hacen posible la realización de esta revista:
Hacer divulgación cientíca no es sencillo, los motivos son varios: la falta
de fondos especícos para su realización; los artículos de divulgación
no son considerados como publicaciones de valor cientíco dentro del
sistema de evaluaciones, con su concomitante falta de interés por parte
lxs cienticxs para generar este tipo de contenido; la competencia con
las lecturas rápidas que proponen las redes sociales; la dicultad de
explicar procesos complejos de una manera adecuada y amena; la falta
de formación de la mayoría de lxs integrantes del sistema cientíco para
redactar artículos de comunicación pública de la ciencia; lo laborioso
de gestionar fondos para una actividad que muchxs hacemos como
un trabajo distinto a nuestra trayectoria dentro de la investigación.
Y también notamos un aumento del desinterés por el conocimiento
cientíco, y una tendencia a la dispersión rápida de noticias falsas ¿Por
qué como sociedad podría parecer que dejamos de creer en la ciencia?
Estamos convencidxs que este es el momento de hacer más y
mejor divulgación, nuestro instrumento es La Lupa, porque así el
conocimiento cientíco no se queda encerrado en un “paper”, tampoco
entre las paredes de las instituciones dedicadas a la investigación.
Somos testigxs de cómo los contenidos de nuestra revista se propagan
a un ritmo fabuloso en el ámbito provincial, pero también en el local e
internacional.
¡En esta oportunidad les presentamos el Número 22!
Como ya es tradición, tenemos cuatro artículos principales, dos de ellos
nos cuentan desde el área de agrarias dos cuestiones importantes para
el presente de nuestra provincia: en primer lugar, las tristes lecciones
que nos dejaron los incendios en el Corazón de la Isla; en segundo lugar,
las características de las turberas y sus servicios ecosistémicos. Los otros
dos nos transportan al pasado desde el presente: ¿que nos cuentan
los restos vegetales en los sitios arqueológicos? ¿Y los estromatolitos?
También tenemos varios artículos breves, los temas son tan variados
como siempre: cambio climático, el refugio Suecia en Cerro Nevado,
los dinoagelados, entre otros. Asimismo, presentamos una segunda
edición de la sección Ensayo y también los clásicos: diario de campo,
ciencia argentina, ilustración cientíca y la reseña de un libro.
¡Lxs invitamos a seguir leyendo nuestra revista, porque tenemos la rme
convicción de que la ciencia es para todxs!
Comité Editorial de La Lupa.
EDITORIAL
Es una publicación del
Publicación semestral Año 13
Número 22 - Julio 2023
ISSN 1853-6743 (versión impresa)
ISSN 2796- 7360 (versión electrónica)
CADIC - CONICET
Director: Gustavo A. Ferreyra
Vicedirector: Atilio Francisco J. Zangrando
secretaria@cadic-conicet.gob.ar
Bernardo Houssay 200
(CPV9410CAB)
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COMITÉ EDITORIAL CADIC
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Jimena Elizabeth Chaves
Maria Paz Martinoli
Editores asistentes
Damián A. Fernández
Cecilia Inés Gutiérrez
María Constanza Maluendez Testoni
Victoria Mosqueira González
Paula Rodríguez
Fernando C. Santiago
Asesores informáticos
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Rodrigo Leandro Gauna
Colaboradores
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Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina
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Contacto
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Colección La Lupa
@coleccionlalupa
coleccionlalupa
página
1
ARTÍCULO PRINCIPAL
Lecciones del incendio del
Corazón de la Isla.
Autor: Matt Ruggirello.
La Lupa Nº 22 Julio 2023, 2-7, 2796-7360.
CÓMO EVITAR QUE SUCEDA
UN INCENDIO FORESTAL IMPORTANTE
EN LAS INTERFASES NATURALES-URBANAS
DE TOLHUIN Y USHUAIA
PORTADA.
El incendio en el Corazón de la Isla consumió aproximada-
mente 10.000 hectáreas de bosque nativo en Tierra del Fuego
en la primavera y verano de 2022-2023, pero sin destruir
ninguna casa ni tomar ninguna vida humana.
Foto: Alfonso Lavado.
2
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FIGURA 1.
Incendio en Las Golondrinas (Lago Puelo) que causó pérdida
de vidas humanas y destrucción total de viviendas, iniciado el
9 de marzo de 2021.
Foto: Pablo Alcorta, Brigadista del Servicio Provincial de
Lucha Contra Incendios, Río Negro.
El incendio en la Reserva Forestal Cora-
zón de la Isla, aunque fue una tragedia
para las casi 10.000 ha de bosque que
se han quemado (PORTADA), no fue
una tragedia en lo que respecta a la pérdida de
vidas humanas. Siempre se puede mejorar la
organización de cómo se combate un incendio,
pero es importante reconocer y agradecer el
trabajo de los brigadistas en proteger los hoga-
res y las vidas humanas. En muchos casos, no se
logra evitar la pérdida de hogares y vidas durante
un incendio forestal, como ha ocurrido en varias
oportunidades en el norte de Patagonia (FIGU-
RAS 1 Y 2) y en Chile. Es importante considerar
que, si el incendio en el Corazón de la Isla hubiera
empezado unos 20 km más al este, bajo las mis-
mas condiciones, se tendría que haber evacua-
do a lxs residentes de Tolhuin, y posiblemente
estaríamos contando casas y vidas humanas
perdidas. Lo mismo podría pasar en Ushuaia si se
produce un incendio en la zona de Bahía Cuchari-
ta o en los barrios altos de la ciudad, lo cual tiene
antecedentes históricos a comienzos del siglo XX,
y uno actual en octubre de 2022 con un incendio
forestal en el Barrio Dos Banderas. Afortunada-
mente, este último fue controlado rápidamente
con la ayuda de un cambio favorable en el clima.
Para evitar una tragedia aún más grave, es impor-
tante aprender las siguientes lecciones de lo que
pasó en el Corazón de la Isla:
Cuando un incendio se inicia en condiciones
de sequía prolongada, junto con vientos fuer-
tes (como sucedió a nes de noviembre de 2022),
hay muy poco que se puede hacer para contro-
larlo por completo después de los primeros días,
o, en algunos casos, las primeras horas después
de que se prende. Esto no quiere decir que no
debemos pedir más y mejores recursos para los
brigadistas o que el combate del fuego no debe
ser mejor organizado (para que no tengan que
asistir los civiles, lo cual pone en riesgo tanto
sus vidas como la de los brigadistas). Sin embar-
go, la mayoría de los incendios grandes no son
apagados exclusivamente por los brigadistas o
los hidroaviones, sino sólo con la ayuda de cam-
bios favorables en las condiciones climáticas. Con
condiciones favorables, los brigadistas y los exca-
vadores pueden poner líneas de cortafuegos más
ecaces y usar fuego intencional para intentar
dirigir y controlar un incendio, pero, por lo gene-
ral, no lo pueden apagar
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3
FIGURA 2.
Incendio que causó la evacuación de El Hoyo en el verano de 2022-2023.
Foto: Melisa Paez, CONICET-UNRN.
directamente cuando llegue a grandes dimensio-
nes. Tampoco un hidroavión (o 10) puede apagar
un incendio grande. De todos modos, Tierra del
Fuego debe contar con alguno de estos aviones
de buena calidad, ya que funcionan en sincronía
con los brigadistas para “comprarles” tiempo para
hacer sus operativos.
Lxs que son directamente responsables del
incendio en el Corazón de la Isla no son lxs políti-
cos, ni lxs brigadistas, ni lxs forestales; son lxs que
prendieron el fuego que se escapó. Las personas
que realmente nos pusieron en la situación que
enfrentamos con el incendio fueron lxs que hicie-
ron fuego en una época en la que no estaba per-
mitido, en una zona no habilitada, y que además
lo mal-apagaron/abandonaron. En otras partes
del mundo, hay graves consecuencias legales y
económicas en el caso de iniciar incendios fores-
tales por negligencia.
Ushuaia y Tolhuin son ciudades de la interfa-
se natural-urbana (WUI por sus siglas en inglés)
y por ende están en zonas de riesgo de incen-
dios forestales. No obstante, no estamos prepara-
dos para enfrentarlos. Es impactante cuando un
incendio quema miles de hectáreas de bosque
y asusta cuando amenaza a una pequeña comu-
nidad, un aserradero, o el casco de una estancia,
pero cuando un incendio forestal amenaza a una
ciudad de miles de personas puede tener conse-
cuencias inconmensurables, como pasó en la ciu-
dad de Paradise, California, EEUU, y en Grecia en
2018 donde se perdieron muchas vidas y comu-
nidades enteras (FIGURA 3). El incendio en el
Corazón de la Isla podría haber sido mucho peor.
Es probable que, en algún momento, un incendio
forestal grave amenace directamente a Tolhuin
o Ushuaia y hay muchísimo por hacer para pre-
pararnos para ese momento. Tenemos que usar
el incendio en el Corazón de la Isla para apren-
der todo lo posible e implementar estrategias
para prevenirlos y, en el peor de los casos, poder
evacuar efectivamente. Algunas de las cosas que
necesitamos son: 1) un sistema de SMS de emer-
gencia para avisar a la gente cuando tengan que
prepararse para evacuar; 2) planes de evacuación
para los barrios en peligro; 3) mapas de zonas de
riesgo en los tejidos urbanos y sus alrededores;
4) líneas de cortafuegos estratégicas en las inter-
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4
FIGURA 3.
Alrededor del 95% del pueblo de Paradise, California, EEUU, que tenía más de 25.000 habitantes al momento del incendio, quedó
destruido y 85 personas murieron en el “Camp Fire” de 2018. Foto: Noah Berger, AP.
fases al norte y oeste de Tolhuin y Ushuaia
(FIGURA 4), y; 5) mejor control de las fogatas en
épocas de riesgo con consecuencias legales y
económicas para lxs que prendan fuego ilegal-
mente.
Para lxs que siguen conmovidos por la situación
en el Corazón de la Isla, es el momento de
enfocar la atención en la situación post-fuego.
Por lo general, la gente quiere ayudar y actuar
durante un incendio, pero los momentos claves
para ayudar son a menudo antes (prevención y
organización comunitaria, aumento de recursos)
y después (restauración, cambios políticos). La
restauración post-fuego no sólo incluye plantar
plantines, sino en controlar y exigir que no entre
ganado ni caballos al área quemada. Todos
hemos visto lo que pasó después del incendio
del ’78 entre Tolhuin y Ushuaia donde ingresa-
ron vacas del lado del Fagnano: donde entra la
vaca post-fuego, pisotea y ramonea la regene-
ración arbórea y fomenta el establecimiento y la
expansión de pastos que no permiten que
germinan semillas de árboles nativos.
Sin embargo, una política de prohibición comple-
ta de fuego hasta 2024, es muy posible que sea
contraproducente: en vez de hacer fuego en luga-
res habilitados, prestando atención a los índices
de riesgo de incendio actualizados, esta políti-
ca incentiva que la gente se interne más adentro
del bosque, para poder hacer fuego sin ser vistos,
lo que resulta en mayor riesgo de incendio y peor
acceso al área para combatirlo. Una prohibición
total del uso de fuego por un tiempo tan largo no
tiene precedencia en el resto del mundo. Lo más
común y ecaz es movilizar recursos y comunida-
des para implementar prohibición total del uso
del fuego por tiempos más cortos que coinciden
con momentos de alto riesgo de escape de fuego.
Lo ocurrido en el Corazón de la Isla no fue un fra-
caso en la política sobre el uso del fuego, si no en
la implementación de la ley que ya existe: hacer
fuego en esa área no estaba habilitado, a lo que
se le sumó que los índices de riesgo de fuego
eran elevados en esa época (lo cual ya implica-
ba una prohibición del uso de fuego en toda la
zona). Por ende, cambiar la ley para que haya una
prohibición total e indenida del fuego no hubie-
ra evitado ese incendio.
página
5
FIGURA 4.
Una comunidad de interfase natural-urbana típica de los
Andes Argentinos (A) sin ningún tipo de tratamiento forestal,
ni línea de cortafuegos hecha. Estas condiciones densas están
presentes en la mayoría de los bosques en las afueras de
Ushuaia (B) y Tolhuin, y tienen un alto riesgo de quemarse.
Bosques de lenga y guindo raleados (C) tendrán mayor
resistencia a los incendios catastrócos.
Foto A: Pablo Alcorta, Fotos B y C: Matt Ruggirello.
Cabe mencionar que Ushuaia, Río Grande, y
Tolhuin están en zonas climáticas distintas. Suele
haber riesgo elevado de incendios en Tolhuin y
Rio Grande mucho más seguido que en Ushuaia,
y no tiene respaldo cientíco agrupar estas tres
zonas distintas de la provincia bajo una sola polí-
tica de uso de fuego. En otras partes del mundo,
las ciudades que se encuentran del lado de una
cordillera que recibe más precipitación tienen
permitido el uso de fuego muchos más días al
año que las ciudades que caen al lado más seco
de las montañas. Viviendo en un clima hostil, es
un benecio que nos mejora la calidad de vida
Soy ingeniero forestal, especialista
en raleos para prevenir incendios.
También, trabajé en apoyo a los
brigadistas de incendios forestales
con mapeo de GIS y monitoreo de
fuego en campo. Me formé y trabajé
en los EEUU (Arizona, Washington,
Colorado), en áreas donde incendios
>100.000 ha que destruyen casas
y matan a personas son comunes
todos los años.
Desde fines del siglo XIX hasta la
década de 1950, los incendios fores-
tales alrededor de Ushuaia eran
comunes, desatados por el descui-
do de la población local y por chis-
pas de la locomotora del presidio en
épocas de fuertes vientos
(FIGURA 5). Estos incendios resulta-
ron en la pérdida de vidas, edifi-
cios quemados y evacuaciones.
Actualmente se conserva evidencia
de algunos de estos eventos en las
colinas de la parte este de la ciudad
(incendio de 1917) y en el monte
Susana (1921/22).
A
B
C
6
página
RALEO: la selección para corte de algunos árboles en un bosque según
un criterio específico que puede ser comercial o para hacer menos ho-
mogéneo el bosque, lo que puede reducir el riesgo de incendios severos
o ataques de insectos.
GIS: programa de datos georreferenciados que se usa para crear mapas
de incendios, entre otros usos.
LÍNEA DE CORTAFUEGO: camino de largo y ancho variable que se puede
hacer a mano, con palas y otras herramientas o con máquinas y motosi-
erras. Se saca toda la vegetación de esta línea con el objetivo de que el
fuego no la cruce.
FUEGO INTENCIONAL: fuego prendido por brigadistas capacitadxs para
reducir la carga de material combustible. Este fuego proactivo puede
calmar un incendio fuera de control cuando llegue, ya que reduce el ma-
terial disponible para consumo.
INTERFASE NATURAL-URBANA: zona donde linda la población humana
con una masa vegetativa: bosque, pastizal, turba, u otro ecosistema.
GLOSARIO
C MATT RUGGIRELLOC
CADICCONICET
mruggi3@gmail.com
hacer fuego en un fogón cuando el riesgo de
fuego es bajo (que es la mayor parte del año),
y no habría que sacar ese benecio todo el año
para toda la provincia. En su lugar, hay que mejo-
rar la difusión de los índices de riesgo de incen-
dio que ya existen; señalizar mejor los lugares
que están habilitados para hacer fuego; indicar
mejor dónde encontrar esta información, y mejo-
rar la implementación de leyes que ya existen.
Con la rabia que sintió la población de la pro-
vincia durante el incendio en el Corazón de la
Isla, era difícil tener una perspectiva más global:
fuimos afortunados que el incendio no ocurrió
más cerca de Tolhuin. No tendremos la misma
suerte cada año. Lamentamos el bosque que se
ha perdido. Sabemos lo que le va a costar a ese
bosque recuperarse y si se introduce ganado
probablemente nunca volverá a su estado ante-
rior. Igualmente, para prevenir que un desastre
ecológico se convierta en una tragedia humana,
tenemos mucho trabajo por hacer en nuestras
comunidades.M
FIGURA 5.
Los presos y guardias trabajando al lado de la línea del
ferrocarril que causó varios incendios forestales. En el fondo
de la imagen los presos posiblemente tienen un pequeño fuego
prendido.
página
7
Muchos de estos organismos unicelula-
res acuáticos suelen producir sustan-
cias tóxicas, capaces de matar peces y
otras formas de vida marina, como por ejemplo
moluscos bivalvos (almejas, mejillones, ostras)
o gasterópodos (caracoles de mar), que luego
pueden ser consumidos por humanos y causar
graves intoxicaciones. La mayoría de especies
productoras de estas toxinas son de color pardo/
rojizo y producen mareas de estos colores.
Los dinoagelados pertenecen al reino Protista.
Su nombre proviene del griego dinos que sig-
nica “girar” o “dar vueltas” y del latín agellum
o “agelo” nombre que se le da a los apéndices
celulares móviles. Los dinoagelados habitan en
diversos cuerpos de agua, mayormente se en-
cuentran en aguas marinas mientras que algunos
pocos viven en cuerpos de agua dulce como ríos,
hielos o lagunas. Preeren las áreas bien ilumina-
das por el sol, aunque se han encontrado espe-
cies en zonas muy profundas. Presentan distintos
mecanismos de alimentación, unas especies son
parásitas y otras heterótrofas, pero la gran mayo-
ría producen su propio alimento a través de la fo-
tosíntesis, es decir, son autótrofas. Es por eso que
constituyen el nivel tróco primario en la cadena
alimentaria acuática junto a las diatomeas y otros
grupos de toplancton. Además, estos microor-
ganismos giratorios se encuentran en nuestro
planeta desde hace cientos de millones de años.
Se caracterizan principalmente por poseer dos
agelos que le permiten moverse por toda la
LOS DINO… FLAGELADOS
¡Son más famosos
de lo que se imaginan!
BREVES
columna de agua, tienen un agelo transversal
en forma de cinta ondulante que le permite pro-
pulsarse y rotar, y otro longitudinal que cumple la
función de darle dirección al dinoagelado, como
ocurre con “el timón de un barco”.
Muchos de estos dinoagelados, forman quistes
(dinoquistes) de distintas formas como parte de
su ciclo de vida (FIGURA 1) y son característicos
de cada especie. Esto sucede ante una modica-
ción en el ambiente en el que viven, como por
ejemplo cambios en la salinidad o en la tempe-
ratura del agua. Algunos de estos dinoquistes
son como “casitas/refugios de resistencia” de un
componente orgánico llamado dinosporina. Esta
sustancia es muy similar a la esporopolenina, un
compuesto orgánico altamente resistente que
forma parte de las paredes del pólen y las espo-
ras que producen las plantas. Gracias a la compo-
sición de estos dinoquistes es que se preservan
como fósiles, cuando “caen” al fondo del cuerpo
de agua, y se depositan junto con el sedimento.
Las asociaciones de quistes de dinoagelados
y las condiciones de agua marina (temperatura,
salinidad, disponibilidad de nutrientes, profun-
didad de las masas de agua), están fuertemente
relacionadas. Es por eso que, el estudio de estos
microfósiles es de gran utilidad, ya que sus va-
riaciones en el registro fósil son interpretadas en
función de los cambios oceanográcos y atmos-
féricos que ocurrieron en el ambiente marino que
habitaban. M
BREVES
Los DINO… Flagelados.
Autora: Pamela Daniela Alli.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 8-9,
2796-7360.
8
página
FIGURA 1.
Dinoquiste de Selenopemphix quanta.
Foto:
Gentileza de la Dra. María Soledad
Candel, Laboratorio de Geomorfología
y Cuaternario.
PAMELA DANIELA ALLI.
CADIC / UNTDFIDEI
pamealli86@gmail.com
página
9
Motivaciones, sueños y nuestro viaje
para conocer el continente blanco
A
mil kilómetros de Ushuaia, la península Antártica es un viaje de ensueño para muchas personas.
Con el turismo antártico, más de 60 mil personas cumplen este sueño cada año. La mayoría de
ellos viaja al desolado continente en barco. Ushuaia es uno de los puertos más australes del
mundo y por eso, carga con mucho tráco de cruceros. La península antártica, la región del continente
que se extiende hacia Sudamérica, recibe visitas turísticas de forma creciente cada año. Según un estudio
de 2019 realizado por la Dra. Marisol Vereda, docente investigadora de la Universidad Nacional de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el turismo antártico ha crecido signicativamente en la última
década. Entre 2010-2020, hubo aproximadamente 375 mil visitantes, y 2100 viajes a Antártida. El turismo
antártico comenzó en la década de 1950. La mayoría de los viajes turísticos se han realizado desde el año
2000 en adelante, representando el 89% de todas las visitas turísticas al continente.
PORTADA.
Grupo de 14 estudiantes universitarios de Estados Unidos que
hicieron un programa del intercambio en Ushuaia con SIT
Study Abroad Argentina.
ENSAYO
El turísmo Antártico: motivaciones, sueños
y nuestro viaje para conocer el continente
blanco.
Autores: Julia Tilton y Henry Hodde.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 10-12, 2796-7360.
EL TURÍSMO ANTÁRTICO:
ensayo
10
página
Plata, un estrecho con vistas hermosas
(FIGURA 1). Llegamos a la península Antártica
para explorar la Base Brown, un centro de inves-
tigación polar argentino. La Base está ubicada en
la Bahía Paraíso, un nombre apropiado para este
maravilloso mundo invernal. Estaba nevando
fuertísimo cuando dimos nuestros primeros pa-
sos en el continente. Juntos con los otros turistas,
hicimos un breve camino cerca de la base
(FIGURA 2) desde donde avistamos un pingüi-
no aislado en el medio del hielo (FIGURA 3).
Terminamos los 10 días increíbles en las Islas sin
Nombre, un grupo de tierras que parecían coni-
tos grandes de dulce de leche, con nieve encima.
Acá, tuvimos la suerte de ver una ballena joroba-
da a sólo 5 metros en una puesta de sol especta-
cular llena de color (FIGURA 4).
Según una investigación de Daniela Cajiao, que
fue fundadora de la IAATO, hay cuatro razones
principales que motivan a las personas a viajar a
Antártida: experiencia y aprendizaje, vinculación
social, aventura y “viaje de una vida”. Durante
nuestro viaje, interactuamos con los otros turis-
tas sobre sus motivaciones y deseos en relación
a este viaje. En nuestro barco, había turistas de
Argentina, Uruguay, Irlanda, España, Canadá y los
Estados Unidos, entre otros. Como se expresa en
la investigación de Cajiao, algunos mencionaron
que les gustaba visitar lugares exóticos y extra-
ños, o que Antártida fue un sueño por muchos
años. Sin embargo, otro tema central para los
pasajeros de nuestro barco fue la oportunidad de
llegar al “séptimo continente''. Cuando llegamos
a la península vimos una docena de personas
sacándose fotos en frente de una bandera que
decía “mi séptimo continente” arriba de una
marca de vericación y un mapa de Antártida.
Para nosotros, los estudiantes del intercambio,
este objetivo nunca cruzó nuestra mente, y
bromeamos que algunos de nosotros hemos
visto Antártida antes que Europa. Finalmente,
había otros turistas que estaban en medio de
viajes largos alrededor del mundo por seis meses
o un año. Decidieron añadir Antártida a su viaje
porque estaban más cerca que nunca. En cual-
quier caso, todos disfrutaron el viaje a su manera
y encontraron cosas especiales para agradecer
en esta tierra extranjera. Regresamos con gran-
des sonrisas, cuentos especiales y recuerdos que
nunca olvidaremos.M
Después del declive turístico generado por el
COVID-19, el turismo antártico ha repuntado y
en la temporada 2022-2023 la IAATO (Asociación
Internacional de Operadores Turísticos Antárti-
cos) reportó que 71.258 turistas desembarcaron
en el continente blanco y que 32.730 lo visitaron
en crucero. Gran parte de estos barcos salen del
puerto de Ushuaia.
Este semestre, los dos autores formamos parte de
un grupo de 14 estudiantes de Estados Unidos
en un intercambio universitario en Ushuaia con
un enfoque en ciencias ambientales y cambio
climático en Patagonia y Antártida (PORTADA).
Pasamos ocho semanas en clases, estudiando
biología, ecología y geología de la región y las in-
teracciones entre los humanos y la naturaleza. En
el marco del programa de intercambio tuvimos
la suerte de realizar una pasantía en la editorial
La Lupa y entre otras tareas aprovechamos para
relatar la experiencia única que tuvimos al viajar
al continente blanco.
La navegación a la Antártida es agitada. Para
llegar desde Ushuaia es necesario cruzar el
Pasaje de Drake, conocido por sus grandes olas y
tormentas impresionantes, debido a la Corrien-
te Circumpolar que rodea el continente. En un
día típico, las olas pueden alcanzar entre 3 y 12
metros de altura y la velocidad del viento puede
tener entre 15-24 nudos (28-45 km/h). Por lo cual,
el cruce en barco puede ser bastante peligro-
so. Nosotros mismos experimentamos un viaje
con algunos inconvenientes: el barco tuvo que
regresar antes de llegar a la Antártida porque una
pasajera sufrió un grave accidente al caerse por
un movimiento inesperado de la embarcación.
Por suerte tuvimos una segunda oportunidad y
volvimos a embarcarnos dos semanas después.
El viaje hasta el continente blanco es extremo y
como tal merece respeto y precaución.
Después de cruzar exitosamente el Pasaje de
Drake, hicimos el primer desembarco en las Islas
Shetland del Sur, donde vimos a los pingüinos
Papúa y Adelia en el famoso “penguin highway”.
También observamos focas de Weddell nadan-
do en aguas congeladas y glaciares gigantes en
los valles de montañas que alcanzan los 2000
metros. Continuamos nuestro viaje hacia el conti-
nente propiamente dicho, navegando alrededor
de icebergs de 10 metros de altura en el Canal de
11
página
CJULIA TILTONC
SCHOOL FOR INTERNATIONAL TRAINING SIT
juliatilton@gmail.com
CHENRY HODDEC
SCHOOL FOR INTERNATIONAL TRAINING SIT
hodde.henry@gmail.com
FIGURA 1.
Iceberg de 10 metros de altura.
FIGURA 3.
Pingüino en el medio del hielo.
FIGURA 4.
Ballena jorobada.
FIGURA 2.
Turistas caminando hacia la Base Brown.
12
página
Zorro
colorado
fueguino
CIENCIA EN FOCO
Ejemplar de zorro colorado fuegui-
no (Lycalopex culpaeus lycoides).
Es el segundo cánido más grande
de Sudamérica. Esta subespecie
es endémica de la Isla Grande de
Tierra del Fuego y se encuentra
amenazada y aislada geográfica-
mente por la interacción con cáni-
dos introducidos, como el zorro gris
(Lycalopex gymnocercus) y el perro
asilvestrado (Canis lupus
familiaris).M
EMILIANO ARONA.
CADICCONICET
emi.arona18@gmail.com
CIENCIA EN FOCO
Zorro colorado fueguino.
Autor: Emiliano Arona.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 13, 2796-7360
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TIPOS DE TURBERAS
EN TIERRA DEL FUEGO SEGÚN SU FLORA
Esta historia comienza hace miles de años,
cuando la Tierra comenzó a calentarse. Esto
trajo muchos cambios en los paisajes, como
el derretimiento de los glaciares, que al retro-
ceder dejaron expuestos largos valles entre las
montañas. En dichos valles se formaron depresio-
nes o concavidades que, debido a su baja per-
meabilidad, impidieron la pérdida de agua hacia
las napas por inltración, ayudando a que el sue-
lo se sature en agua. Además, estas concavidades
contaban con pocos euentes que permitieran
la evacuación del agua recibida por lluvia o por
deshielos, por lo que quedaba retenida, aunque
con poca profundidad. Luego, estos pequeños
cuerpos de agua fueron colonizados por plantas
hidrólas (es decir, plantas que crecen solamente
en lugares muy húmedos). Muchas de estas plan-
tas tienen gran capacidad de retener humedad
en sus tejidos y, de a poco, todas estas condicio-
nes permitieron que se formaran los ecosistemas
que hoy conocemos como TURBERAS (FIGURA 1).
ARTÍCULO PRINCIPAL
Tipos de turberas en Tierra del Fuego según su flora.
Autora: Eliana Peralta.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 14-19, 2796-7360.
FIGURA 1.
Figura 1. Turberas en el Valle Carbajal.
Los cambios en los paisajes sucedían en toda la
provincia, pero las condiciones climáticas a las
que eran sometidas cada parte de la isla fueron
muy diferentes. Como consecuencia, se formaron
ecosistemas muy distintos que hoy podemos
separar como ecorregiones, con regímenes
especiales de sus recursos hídricos, que a su vez
formaron los grandes grupos de cuencas hídricas.
En la parte terrestre de la Isla Grande podemos
observar los cuatro tipos de cuencas hidrográ-
cas o cuatro ecorregiones: Estepa, Transición
(ecotono), Cordillera y Turberas (FIGURA 2). Es
importante destacar que a pesar de que en toda
la isla se formaron turberas, el 75% de estos hu-
medales se concentran en Península Mitre, lo que
da el nombre a la Ecorregión de turberas.
página
14
FIGURA 2.
Mapa de cuencas hidrográcas de Tierra del Fuego.
FIGURA 3.
Mapa de distribución de tipos de turberas en la Isla Grande de
Tierra del Fuego.
• TIPOS DE TURBERAS
Las turberas de Tierra del Fuego son un paisaje
único en Argentina. En esta provincia se con-
centran más de 90% de estos humedales, de los
cuales se distinguen tres tipos: turberas minero-
trócas, esfagnosas y pulvinadas. El 10% restante
se encuentra en el norte de la Patagonia Argen-
tina, en Chubut y Santa Cruz, donde se observan
turberas minerotrócas.
Según el régimen hidrológico que poseen y el
clima donde se encuentren, las turberas van
variando de formas, texturas y colores, formando
3 grandes grupos, que se detallan a continuación
(FIGURA 3).
Tuberas minetrócas Turberas esfagnosas Turberas pul vinadas
Cuenca de Estepa
Cuenca de Transición
Cuenca de Cordillera
Cuenca de Turberas
•ZONA NORTE
Turberas minerotróficas:
Las turberas de la zona norte de la isla parecen
grandes pastizales húmedos de color amarillo o
verde, debido a que se encuentran conformadas
por plantas de las familias de las juncáceas, gra-
míneas y ciperáceas, llamadas comúnmente
“pastos”. Se alimentan tanto del agua de lluvia
como subterránea y de escorrentía, por lo que
poseen muchos nutrientes y minerales, lo que les
da el nombre de “minerotrócas”. Suelen medir
menos de dos metros de profundidad. La condi-
ción de poseer buenos nutrientes disponibles,
hace que el ecosistema sea más propicio para
el establecimiento de plantas vasculares, tales
como los pastos (en lugar de musgos). Se pueden
observar en toda la isla, pero predominan en la
zona norte, siendo el grupo con más presencia en
el ecotono y la estepa fueguina (FIGURA 4).
Listado de la ora más representativa de turberas
minerotrócas, aunque la riqueza botánica de
estos humedales es mucho más extensa. Entre
paréntesis se indica el nombre vulgar:
REFERENCIAS
página
15
•ZONA CENTRO Y SUDOESTE
Turberas esfagnosas:
En esta zona observamos turberas rojizas do-
minadas por musgos, mayormente del género
Sphagnum. Se formaron ocupando fondos de
valle y se alimentan sólo de agua de lluvia, lo que
las vuelve pobres en nutrientes, con un pH ácido,
y por lo tanto un lugar poco propicio para mu-
chas especies, pero no para el Sphagnum
(FIGURA 5). Si bien encontramos varios ejempla-
res con ores y frutos, la acidez y falta de nutrien-
B
C
A
FIGURA 4.
a) Turbera con Carex magellanica (Cyperaceae)
b) Ejemplares de Marsippospermum grandiorum
(Juncaceae) c) Turbera minerotróca con juncos y
gramíneas en el ecotono.
FLORA PRINCIPAL FLORA ACOMPAÑANTE
Pastos Plantas que forman alfombras: Flores: Árboles que toman un porte
de arbustos en las turberas:
Marsippospermum
grandiorum (junco)
Bolax gummifera (yareta) Gentianella magellanica Nothofagus antarctica (ñire)
Rostkovia magellanica
(junquillo globoso)
Azorella lycopodioides Primula magellanica Nothofagus betuloides (guindo)
Carex magellanica Abrotanella emarginata Caltha sagittata Chiliotrichum diusum (mata
negra)
Carex canescens Colobanthus quitensis Empetrum rubrum (murtilla)
Schoenus antarcticus
Luzula alopecurus
Poa spp.
tes, hace que las plantas vasculares desarrollan
un porte mucho menor en comparación a cuan-
do se encuentran en otros tipos de ecosistemas,
¡por eso vemos los mini-ñires!
Las turberas esfagnosas las podemos encontrar
en toda la zona centro y sur de la isla, desde
Tolhuin hasta Ushuaia. Estas turberas pueden
superar los diez metros de profundidad, aunque
en la zona de Tolhuin el promedio ronda los tres
metros.
página
16
C
Listado de la ora más representativa de turberas esfagnosas. Si bien predominan los musgos, estos
siempre están acompañados de otras especies:
B
A
FIGURA 6.
Manzanitas en la turbera.
a) Gaultheria antarctica b) Gaultheria pumila c) Nanodea muscosa d) Myrteola nummularia e) Empetrum rubrum.
FLORA PRINCIPAL FLORA ACOMPAÑANTE
Musgos Manzanitas en la turbera
(FIGURA 6):Pastos: Árboles que toman un porte
de arbustos en las turberas:
Sphagnum magellanicum Gaultheria antarctica Marsippospermum grandiorum
(junco)
Nothofagus antarctica (ñire)
Sphagnum mbriatum Gaultheria pumila Rostkovia magellanica
(junquillo globoso)
Nothofagus betuloides (guindo)
Polytrichum spp Empetrum rubrum Carex magellanica Chiliotrichum diusum
(mata negra)
Myrteola nummularia Carex canescens
Nanodea muscosa Carex decidua
FIGURA 5.
a) Caminando en la turbera de Sphagnum b) Turbera
de Sphagnum magellanicum en Península Mitre c)
Turbera de Sphagnum magellanicum en el Valle de
Andorra.
página
17
• ZONA SUDESTE
Turberas pulvinadas:
Estas turberas del extremo oriental de la isla poseen un paisaje muy particular, de un verde claro y un
suelo compacto, muy diferente a las turberas de las otras zonas (FIGURA 7). Esto sucede porque domi-
nan las especies Astelia pumila y Donatia fascicularis, las cuales se agrupan en cojines pulvinados, que
es lo que le da el nombre al grupo. Estas turberas ocupan miles de hectáreas en lo que hoy, con mucha
alegría, podemos llamar Área Natural Protegida Península Mitre, y representan el mayor sumidero de
carbono de Argentina, pudiendo superar los diez metros de profundidad de turba. Al igual que las
minerotrócas, se alimentan de agua de lluvia, subterránea y de escorrentías, lo que hace que sea un
suelo apto para la predominancia de las plantas vasculares.
Listado de ora en turberas pulvinadas:
B
C
FLORA PRINCIPAL FLORA ACOMPAÑANTE
Flores: Pastos: Árboles que toman un porte
de arbustos en las turberas:
Astelia pumila Caltha appendiculata Rostkovia magellanica Nothofagus antarctica (ñire)
Donatia fascicularis Caltha dionaeifolia Juncus scheuchzerioides Nothofagus betuloides (guindo)
Drosera uniora Tetroncium magellanicum Chiliotrichum diusum
(mata negra)
Gentianella magellanica Marsippospermum grandiorum Berberis ilicifolia (michay)
Gunnera lobata Carex magellanica Empetrum rubrum (murtilla)
Gunnera magellanica
Myrteola nummularia
A
FIGURA 7.
a) Turbera de Astelia pumila b) Turbera de Donatia
fascicularis c) Cojín de Donatia fascicularis.
página
18
Como podemos observar en los listados, hay
varias especies que se repiten en todos los tipos
de turberas. Esto demuestra la adaptabilidad que
tienen dichas especies a vivir en distintos tipos
de humedales.
En el caso particular de los Nothofagus, que sole-
mos ver en los bosques aledaños como árboles
de gran porte, apreciamos un crecimiento limita-
do debido a las pobres condiciones de nutrientes
en la turbera.
Recordando algunos servicios ecosistémicos
de las turberas:
Ayudan a luchar día a día contra el cambio
climático, por considerarse como uno de los
ecosistemas que más almacenan carbono en el
mundo.
Son sostén de biodiversidad de especies
nativas y endémicas.
Poseen un registro paleoambiental muy
importante.
Tienen un importante rol como reguladoras
de los recursos hídricos, al ser un gran reservorio
de agua.
Mejoran la calidad de las aguas.
Ayudan a mitigar eventos como las
inundaciones o sequías.
Favorecen el suministro de agua a las
poblaciones urbanas y rurales.
Posibilitan el avistaje de aves y otras
actividades de recreación.
Son ecosistemas representativos del paisaje
regional que fomentan el turismo natural y
paisajístico.
• ACOMPAÑANTES PELIGROSAS
Plantas insectívoras en las turberas
fueguinas.
En las turberas fueguinas podemos encontrar dos
especies de plantas insectívoras, Drosera uniora
(Rocío de Sol) y Pinguicula antarctica (Campanita
de la turbera) (FIGURA 8).
A Drosera uniora podemos observarla en todas
las turberas pulvinadas, también aparece en tur-
beras de musgos en el Parque Nacional Tierra del
Fuego, aunque no es común que habite turberas
esfagnosas.
Por su parte, Pinguicula antarctica, aparece en
turberas de altura que sean pulvinadas o minero-
trócas es común observarla entre los 200 a 500
msnm en toda la zona sur de la Isla Grande.M
ELIANA PERALTA.
SECRETARÍA DE AMBIENTE GOB TDF
eperalta@tierradelfuego.gob.ar
• Iturraspe, R. (2010). Las turberas de Tierra del Fuego y el cambio
climático global. Buenos Aires, Argentina. Fundación Humedales / Wetlands
International.
• Oro, N., Dieguez, H. ., Mansilla, R., Seltzer, L., & Paredes, N. (2013). Conociendo
la Isla Grande de Tierra del Fuego: Un paseo por las regiones ecológicas.
La Lupa. Colección Fueguina De divulgación científica, (4), 2–7. Recuperado
a partir de https://www.coleccionlalupa.com.ar/index.php/lalupa/article/
view/306
LECTURA
SUGERIDA
A
B
FIGURA 8.
a) Drosera uniora
b) Pinguicula antarctica.
página
19
L
a isla Cerro Nevado es un lugar peculiar
dentro de la Antártida Argentina, debido
a las dicultades de acceso que impone
el hielo marino en el mar de Weddell. El Refugio
Suecia instalado en la isla, es una cabaña de ma-
dera construida en febrero de 1902 por la Primera
Expedición Antártica Sueca liderada por el geó-
logo Otto Nordenskjöld (PORTADA). Este utilizó
el refugio como estación invernal para explorar el
área, junto a otros cuatro expedicionarios suecos
y al teniente José María Sobral, de la Armada Ar-
gentina, quien fue el primer argentino en invernar
y realizar trabajos cientícos en la Antártida. El
grupo del refugio logró realizar valiosos trabajos
cientícos con descubrimientos en los campos de
geología, zoología y paleontología. Además, esta-
blecieron un observatorio magnético, exploraron
en busca de fósiles y comenzaron a cartograar
la isla junto con las enormes plataformas de hielo
del sur del mar de Weddell.
El REFUGIO SUECIA EN CERRO NEVADO
Y EL ESFUERZO ARGENTINO
DETRÁS DE SU CONSERVACIÓN
BREVES
PORTADA.
Foto actual del
Refugio Suecia en
Cerro Nevado.
BREVES
El refugio Suecia en Cerro
Nevado y el esfuerzo argentino detrás de su
conservación.
Autora: María Pía Harboure.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 20-21, 2796-7360
Los expedicionarios pretendían permanecer allí
por un año, pero el naufragio del buque de la
expedición “Antarctic”, a principios de 1903, los
obligó a quedarse un año más. Ante la falta de
noticias se organizaron expediciones de rescate,
siendo la primera en llegar y rescatar a los inver-
nantes y náufragos la expedición argentina de la
corbeta ARA Uruguay, comandada por el teniente
Julián Irizar.
El refugio es hoy un museo protegido a través del
Sistema de Tratados Antárticos, inscripto como
HSM 38. Los elementos del patrimonio cultural
pertenecen a las naciones involucradas en la ex-
pedición: Suecia, Noruega, Gran Bretaña y Argen-
tina. Las primeras acciones de salvaguarda fueron
realizadas en 1953 por militares argentinos. En la
década de 1980 se iniciaron trabajos de conserva-
ción por iniciativa del Instituto Antártico Argenti-
no (IAA), entre ellos, se retiraron grandes bloques
de hielo del interior del refugio, se reinstaló su
cubierta exterior de papel asfáltico y se restaura-
ron variados objetos de la expedición (FIGURA 1).
página
20
FIGURA 1.
Restos del Observatorio Astronómico original montado por la
expedición sueca.
FIGURA 2.
a) Vista del campamento montado por la campaña Argentina 2022-23 de conserva-
ción en Cerro Nevado. b) De izquierda a derecha, el equipo de la campaña actual
(2023) de conservación en Cerro Nevado, Antártida. Gonzalo Nicolás Saracco, Teo
Salvarrey, Sargento Primero Nicolás Orsingher, Lucas Cammilleri y Pablo Fontana.
MARÍA PÍA HARBOURE.
Fotógrafa e instructora de fotografía
a bordo del Sylvia Earle para Aurora Expeditions.
piharboure@gmail.com
El paisaje se ha transformado en los últimos 30
años debido a los efectos del cambio climático. El
suelo se encuentra desestabilizado por el des-
hielo del permafrost, la erosión provocada por el
agua de deshielo, el aumento de las precipitacio-
nes y la subida del nivel del mar. Existe el riesgo
de que el Refugio Suecia se pierda en un futuro
próximo, por lo que las campañas de conserva-
ción en Cerro Nevado, solo posibles en verano,
son de gran valor para la investigación, el patri-
monio histórico, el turismo cultural y la colabo-
ración internacional (FIGURA 2). Actualmente, el
IAA se encuentra cooperando con diversas insti-
tuciones cientícas suecas para lograr salvar esta
pieza única. Cada verano el refugio es visitado
por miles de turistas, al ser unos de los pocos que
sobreviven de la era heroica (1895-1920) de la
Antártida, caracterizada por famosas expedicio-
nes de carácter épico, como las que alcanzaron el
Polo Sur. M
A
B
página
21
CHINGOLO | COMESEBO ANDINO | DIUCÓN
ILUSTRACIÓN CIENTÍFICA
Chingolo.
(Zonotrichia capensis)
EN: Rufous-Collared Sparrow
El chingolo está presente en todo el
país. Pasa la mayor parte del tiempo en
arbustos y árboles y baja al suelo a buscar
su alimento: principalmente semillas e
insectos. Habita zonas tanto urbanas como
suburbanas y se lo ha observado a 1800
metros sobre el nivel del mar.
Comesebo Andino.
(Phrygilus gayi)
EN: Gray-Hooded Sierra Finch
Frecuentemente asociado a roquedales,
anida en arbustos o entre piedras en el
suelo. Se lo puede ver posado en pastos,
arbustos o postes desde el noroeste de Ar-
gentina y el norte de Chile hasta Tierra del
Fuego. Se alimenta de insectos, semillas
y frutos.
Diucón.
(Xolmis pyrope)
EN: Fire-Eyed Diucon.
Se lo puede observar posado en las ramas
más altas de árboles y arbustos desde el
centro-norte de Chile y Argentina hasta Tie-
rra del Fuego. Se alimenta principalmente
de insectos que caza en vuelo o lanzándo-
se al suelo.
ILUSTRACIÓN CIENTÍFICA
Chingolo | Comesebo Andino | Diucón.
Ilustrador: Martín Mak.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 22, 2796-7360.
MARTÍN MAKC
www.martinmakilustracion.com
contacto@martinmakilustracion.com
instagram: martin_mak_ilustracion
página
22
R AYA DI TO
Aphrastura spinicauda
REINO
CLASE:
FAMILIA:
PHYLUM:
ORDEN:
GÉNERO:
Animalia
Aves
Furnariidae
Chordata
Passeriformes
Aphrastura
FICHA CIENTÍFICA
FICHA COLECCIONABLE: Rayadito - Aphrastura spinicauda
Rayadito posado sobre
una rama de ñire
alimentándose de una
larva de lepidóptero.
Foto: Esteban Daniels.
FICHA CIENTÍFICA
Rayadito - Aphrastura spinicauda.
Autora: Julieta Benitez.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 22, 2796-
7360.
DESCRIPCIÓN Y COMPORTAMIENTO
El Rayadito (Aphrastura spinicauda, Gmelin 1789)
es un ave pequeña (altura: 13-14 cm y peso: 10-13g),
residente y abundante en los bosques de la provincia.
Presenta una cabeza negra con una ancha ceja de co-
lor ocre que va desde la frente a la nuca. La garganta, el
pecho y el abdomen son blancos, mientras que las alas
presentan coloración ocrácea con manchas acaneladas
(FIGURA 1 Y 2). Su cola está formada por plumas ne-
gras y rojizas que terminan en espinas, lo que le da el
nombre a la especie. No presenta dimorsmo sexual, lo
que signica que tanto la hembra como el macho son
morfológicamente similares. Es una especie muy activa,
acrobática y curiosa, por lo que es fácil de ver. Además,
es muy bulliciosa, una de sus voces es un “trrrrrreeeeet”
corto y repetitivo, mientras que el “tic tic tic” muy agudo
y acelerado lo utiliza como llamado de alarma. Duran-
te la época reproductiva suele verse en pareja o banda-
da, mientras que en el invierno forma bandadas mixtas
junto a otras especies (por ejemplo, con el comesebo
patagónico y el picolezna). Se ha observado que, tanto
durante la época reproductiva como cuando forma ban-
dadas mixtas, presenta un comportamiento anti depre-
dador (mobbing), el cual consiste en acercarse al depre-
dador (ej. búhos) emitiendo fuertes llamadas de alarma.
FIGURA 1.
Aphrastura spinicauda posado sobre rama.
Foto:
Marcelo De Cruz.
FIGURA 2.
Ala y cola de un Aphrastura spinicauda capturado para medi-
ción, anillado y seguimiento en el Parque Nacional Tierra del
Fuego.
DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
Esta ave es endémica de Argentina y Chile, típica de los
bosques andino patagónicos, aunque también puede
encontrarse en matorrales en el ecotono con la estepa
(FIGURA 3). En Argentina, esta especie se distribuye
desde Neuquén hasta Tierra del Fuego, mientras que
en Chile se encuentra desde Coquimbo hasta Cabo de
Hornos. En cuanto a la altitud, se puede observar desde
el nivel del mar hasta los 2000 m s.n.m. Esta especie es
residente permanente de nuestros bosques, lo que signi-
ca que pasa todo el año en la zona, sin realizar grandes
desplazamientos (no es migratoria).
REPRODUCCIÓN
Durante la época reproductiva, entre octubre y marzo,
es muy territorial. Hace sus nidos dentro de huecos de
árboles ya existentes, por lo que se lo considera un nidi-
cador de cavidades secundario (FIGURA 5 Y 6). Estas
cavidades pueden encontrarse a nivel del suelo o hasta
los 15 metros de altura. Coloca musgos, raíces, pelos y
plumas en su nido donde suele poner entre 3 y 6 huevos
ovoidales de color blanco que son incubados por ambos
padres durante 12-16 días. Se dice que los pichones de
esta especie son nidícolas, ya que luego de la eclosión
permanecen en el nido donde son alimentados por sus
padres varios días (22 días en el caso de esta especie).
Durante esta época, la disponibilidad de alimento es
muy importante para que los pichones sobrevivan.
CONSERVACIÓN
Si bien no se conoce la población total de esta especie,
se le ha asignado la categoría de preocupación menor
(Unión Internacional para la Conservación de la Natu-
raleza) debido a que presenta un área de distribución
grande y la tendencia de la población parece ser estable.
En Tierra del Fuego se realizaron estudios en los que
se ha observado que el rayadito soporta algún grado de
disturbio. Por ejemplo, no se ha visto que su densidad
varíe entre bosques de lenga con cortas (tratamientos
de retención variable donde se extrae sólo una parte del
bosque y se dejan grupos de árboles dispuestos de dife-
rente manera) y sin cortas. Mientras que, en bosques de
ñire con ganadería, la frecuencia de observación (por-
centual) es similar, ya sea que se apliquen o no raleos
(técnica silvicultural que reduce la cantidad de árboles).
Por otro lado, en la ciudad de Ushuaia se han observado
con menor frecuencia en bosques muy urbanizados y
periurbanos respecto a los de fuera de la ciudad, lo cual
también ha sido reportado en otras ciudades con otras
especies insectívoras de bosque. M
Figura 3.
Distribución de la especie Aphrastura spinicauda.
Fuente: www.birdsoftheworld.org
FIGURA 4.
Aphrastura spinicauda alimentándose de un díptero.
Foto: Gustavo Marasco.
DIETA
Los rayaditos son insectívoros, es decir que se alimentan
de insectos u otros artrópodos (FIGURA 4), especial-
mente lepidópteros (mariposas), larvas, arañas, dípte-
ros (como mosquitos) e himenópteros (como avispas).
Aunque también se lo ha visto consumir frutos de plan-
tas (de los géneros Berberis o Ribes). Suele alimentarse
sobre el follaje y moverse sobre troncos y ramas, es muy
inquieto. El consumo que realiza de larvas defoliadoras
(son aquellas que se alimentan de hojas) la convierte en
una especie de importancia para el control de plagas en
estos bosques.
JULIETA BENITEZC
CADICCONICET
j.benitez@conicet.gov.ar
• Alvarado RL. (2019). Aves de Tierra del Fuego, Isla Grande e islas
adyacentes. Ed: Editora Cultural Tierra del Fuego, Ushuaia. 368 p.
• EcoRegistros. 2023. Rayadito (Aphrastura spinicauda) - Ficha
de la especie. https://www.ecoregistros.org/ficha/Aphrastura-
spinicauda
• Ippi S y Trejo A. (2003). Dinámica y estructura de bandadas
mixtas de aves en un bosque de lenga (Nothofagus pumilio)
del Noroeste de la Patagonia argentina. Ornitología Neotropical
14: 353-362.
LECTURA SUGERIDA
BOSQUES
ANDINO
PATAGÓNICOS
(ARGENTINA Y
CHILE).
DISTRIBUCIÓN
Ave pequeña, movediza
y bulliciosa. Cabeza
negra con una ancha
ceja de color ocre que va
desde la frente a la nuca.
Artrópodos como
mariposas, larvas y arañas.
Controlador de plagas
de insectos.
CARACTERÍSTICAS
ENTRE OCTUBRE Y MARZO.
Nido en cavidades de árboles.
Pone entre 3-6 huevos que son
incubados 12-16 días. Los pichones
salen del nido luego de 22 días.
REPRODUCCIÓN
ROL CLAVEDIETA ROL CLAVE
FIGURA 5.
Aphrastura spinicauda sobre el borde del hueco del nido en un
ñire.
Foto: Esteban Daniels.
FIGURA 6.
Aphrastura spinicauda saliendo del hueco ubicado en una
horqueta de un árbol de ñire.
Foto: Esteban Daniels.
UN CAPÍTULO OCULTO
DE UN LIBRO CONOCIDO
DE ARNs Y SECRETOS GUARDADOS EN ANILLOS
cienci
CIENCIA ARGENTINA
Un capítulo oculto de un libro
conocido. De ARNs y secretos
guardados en anillos.
Autora: Giuliana Di Mauro.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 27-28,
2796-7360.
FIGURA 1.
27
página
Si hablamos de ARN, seguramente se nos viene
a la mente algún recuerdo oscuro de la pan-
demia, o en el mejor de los casos alguna clase
lejana de la secundaria. Lo cierto es que muchos
de nosotros sabemos lo que signica ARN, como
esas canciones que se nos pegan en la infancia y
repetimos sin saber en qué parte de la memoria
se guardó. “Ácido ribonucleico!”, a coro. Pero…
¿para qué sirve?
El ARN es una molécula que surge de un proce-
so llamado transcripción, en el que un conjunto
amplio de proteínas “lee” el ADN, el reservorio
de nuestra información genética, y crea, se-
gún lo que leyó, a nuestra molécula estrella de
hoy. Sabemos que el ADN está compuesto por
genes, que luego de la transcripción forman un
ARN mensajero, y su traducción genera una pro-
teína. Pero eso es sólo una parte de la historia.
Lo que quizás no escuchaste nunca es que no
todo el ADN está compuesto por genes que for-
man ARNs mensajeros que originan proteínas.
De hecho, sólo el 1% de la información genética
codica proteínas. Suena un poco sospechoso
que el resto del ADN no cargue información
para nada. Entonces… ¿qué hay escrito en ese
99% restante?
La respuesta a nuestra pregunta es que hay
muchos tipos de ARN que se pueden generar a
partir de leer el ADN. Una clasicación dentro
de esos tantos es la de ARNs no codicantes
(ncARN). Como su palabra lo indica, no van a ser
fuente de información para crear una proteína,
sino que ellos mismos ejecutan una determina-
da acción.
Nuestro laboratorio está dedicado a la neuro-
ciencia y trabajamos con un tipo de ncARN,
llamado ARN circular (circARN). Para ayudar
a visualizarlo, imaginémonos a esta molécula
circular como un "anillo". Es un tipo de ARN que
fue descubierto hace relativamente poco, por
lo tanto no se conocen sus funciones. Lo que
sí se sabe es que no todos los circARN harán lo
mismo: algunos podrán regular el ADN, otros la
acción de los ARN mensajeros o proteínas, etc.
Hoy en día hay pocos descriptos, y en el labora-
torio estamos intentando descubrir la función
de varios circARN que nos resultan interesantes.
Creemos que la desregulación de determinados
tipos de circARNs está relacionada con pato-
logías neurodegenerativas o psiquiátricas, por
lo cual el campo de estudio es relevante tanto
para el área biológica como médica. A través
de técnicas de edición del ADN, marcación de
moléculas con uorescencia y microscopía de
avanzada, que luego analizamos con programas
que nos ayudan a medir parámetros neurona-
les (FIGURA 1), infección con virus diseñados
por nosotros, registros eléctricos de neuronas
(FIGURA 2), entre otras, intentamos llegar como
detectives al fondo del asunto. Quizás también
puedan estar asociados a procesos de memoria
y aprendizaje. Y quién te dice… ¡hasta podría-
mos tener en frente a los culpables de acordar-
nos de aquella canción que hablamos al princi-
pio del artículo!M
FIGURA 2.
Setup de electrosiología, en el que se realizan mediciones de
eléctricas de neuronas vivas para conocer su siología.
C GIULIANA CONSTANZA DI MAURO C
IBIOBAMPSPCONICET
giulidimauro@gmail.com
página
28
ARQUEOBOTÁNICA
LAS PLANTAS A TRAVÉS DE LA ARQUEOLOGÍA
En los sitios arqueológicos se pueden recu-
perar gran diversidad de restos naturales y
culturales que posteriormente se analizan
en el laboratorio. Sabemos que en estos sitios
aparecen materiales de piedra, fragmentos óseos,
pero ¿qué hay de las plantas? ¿Se puede hacer
arqueología con las plantas?
A pesar de que la mayoría de estos restos suelen
ser pequeños o estar fragmentados, la respues-
ta es sí, las plantas pueden contarnos mucho
sobre el pasado. Las especies vegetales aportan
información del paisaje, el entorno de los sitios, y
también sobre los usos de estos vegetales: para
quemar, construir, alimentarse, curarse, confec-
cionar herramientas, etc. Las plantas de los sitios
arqueológicos sirven para entender el modo de
vida de las sociedades del pasado y cómo el uso
de las distintas especies transformó el paisaje. Ac-
tualmente, en muchos proyectos arqueológicos
intervienen especialistas en arqueobotánica.
ARTÍCULO PRINCIPAL
Arqueobotánica. Las plantas a
través de la arqueología.
Autora: Anna Franch Bach.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 29-33,
2796-7360.
•¿QUÉ ES LA ARQUEOBOTÁNICA?
Los vegetales fueron fundamentales para el
desarrollo de las sociedades del pasado, y por
dicha razón, su investigación se ha convertido en
una disciplina dentro de la arqueología denomi-
nada arqueobotánica. Concretamente, esta rama
se encarga del análisis de los restos vegetales
que se recuperan en sitios arqueológicos, lo cual
permite abordar el estudio de la relación entre las
plantas y los seres humanos.
La arqueobotánica analiza materiales vegetales
de diferentes tamaños:
• Los macrorrestos vegetales son aquellos visibles
al ojo humano. Estos restos son, generalmente,
los más frecuentes en los sitios arqueológicos, y
se trata principalmente de fragmentos de ma-
dera, semillas y frutos recuperados en diferentes
estados, por ejemplo secos o carbonizados. Sin
PORTADA.
Carbón de Nothofagus pumilio,
imagen de microscopio de corte
transversal.
página
29
embargo, se pueden recuperar otras partes de
las plantas como los tallos, las raíces, la corteza o
los bulbos. El análisis de la madera se denomina
xilología, el de carbones se llama antracología, y
el de semillas y frutos, carpología.
• Los microrrestos por su parte, son restos muy
pequeños que se pueden ver únicamente a tra-
vés de un microscopio. Entre ellos se destacan el
polen y las esporas que se analizan a través de la
palinología.
•¿DÓNDE Y CÓMO SE RECUPERAN
LAS PLANTAS EN LOS SITIOS AR-
QUEOLÓGICOS?
Las condiciones necesarias para la conservación y
recuperación de macrorrestos vegetales en sitios
arqueológicos dependen de varios factores. Se
pueden preservar gracias a la desecación, carbo-
nización o en ambientes saturados en agua. Lo
más frecuente es recuperar fragmentos de leños
en forma de carbón y semillas o frutos también
carbonizados, ambos tipos se asocian a fogones.
El proceso de carbonización se produce como
consecuencia de una combustión interrumpida
que impide que las plantas se transformen en
ceniza. La combustión incompleta es muy fre-
cuente: en todos los fogones suelen encontrarse
fragmentos de carbón mezclados con la ceniza.
Lo interesante es que a través de este proceso, se
pueden conservar las estructuras de la madera o
de las semillas, permitiendo identicar la especie
a la cual pertenecen los fragmentos, además de
facilitar que se preserven mucho tiempo. Cada
especie tiene una estructura interna y externa ca-
racterística, y su análisis tiene valor taxonómico,
lo que es usado por la antracología y la carpolo-
gía para identicar las especies utilizadas en los
sitios estudiados.
Los restos arqueobotánicos se caracterizan por
ser de pequeño tamaño, por lo que es necesario
aplicar técnicas de muestreo apropiadas para
extraer los restos del sedimento en el que se en-
cuentran. Para esto la tierra del sitio arqueológico
se recupera y procesa en el campo o en el labora-
torio, donde se usan dos técnicas para colectar el
material vegetal: la otación y el tamizado.
• La otación de sedimentos se basa en el prin-
cipio de diferencia de densidad de los restos
vegetales, la tierra y el agua. Las muestras de
sedimento/tierra se introducen en una máquina
de otación, donde se separa lo pesado de lo
liviano. Posteriormente, el agua junto a los restos
carbonizados cae sobre una columna de tamices
donde se separan por tamaños (FIGURA 1A).
• El tamizado o cribado consiste en utilizar za-
randas por donde pasa el sedimento. En estas
quedan todos los materiales superiores al tama-
ño de abertura de la zaranda; puede hacerse con
el sedimento seco o con agua (FIGURA 1B).
FIGURA 1.
a) Máquina de otación utilizada para recuperar restos
arqueobotánicos, y b) Tamizado en agua en la excavación de
CSP2017.
B
A
página
30
Una vez procesado el sedimento mediante
alguna de estas técnicas, se seleccionan y clasi-
can los restos arqueobotánicos entre carbones,
semillas o frutos y otros restos.
•¿CÓMO SE ANALIZAN LOS RESTOS
DE PLANTAS QUE SE RECUPERAN EN
LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS?
Las semillas y frutos se observan mediante lupas
binoculares (FIGURA 2A), estos instrumentos
permiten ver de cerca los materiales. La madera y
los carbones se analizan a través de microscopios
(FIGURA 2B), los que permiten observar en deta-
lle los elementos que son demasiado pequeños
para hacerlo a simple vista, en este caso los teji-
dos de los leños. A través de la lupa binocular o el
microscopio se pueden visualizar características
especícas de cada especie para identicar cada
fragmento de leño, semilla o fruto. También se
puede denir la parte de la planta aprovechada e
incluso el estado de degradación de estos antes
de su uso por parte de las sociedades humanas
del pasado. Todos estos datos mejoran nuestro
conocimiento sobre cómo vivían los grupos hu-
manos, hasta tan atrás como las primeras eviden-
cias del uso del fuego.
Antes de empezar a analizar cualquier resto
arqueobotánico es necesario crear una colección
de referencia. Para crear estas colecciones se
seleccionan las diferentes partes de las especies
vegetales que se van a analizar y que pertene-
cen al área de estudio, además de un herbario. A
través de la observación de los leños, semillas, etc.
se crean descripciones de las características de
cada especie y se toman fotografías, empleando
microscopio o lupa binocular, con los cuales se
identicarán los fragmentos que aparecen en los
sitios arqueológicos. Para estudiar los sitios de
Tierra del Fuego se ha elaborado una colección de
referencia de maderas, carbones, semillas y frutos,
para comparar con los restos arqueobotánicos y
lograr su correcta identicación (FIGURA 3).
FIGURA 2.
a) Lupa binocular empleada para la observación de semillas y
frutos, y b) Microscopio utilizado para la observación de los
carbones (GIATMA CADIC-CONICET).
B
A
página
31
•¿EN TIERRA DEL FUEGO
SE REALIZAN ESTOS ANÁLISIS?
En Tierra del Fuego hay varios sitios arqueoló-
gicos donde se han llevado a cabo este tipo de
estudios, principalmente a lo largo del canal
Beagle y en la zona central de la Isla Grande. En
esta última, hasta la fecha se han estudiado los
macrorrestos vegetales (semillas, frutos y carbo-
nes) de seis sitios arqueológicos. Uno de estos
sitios es Cabo San Pablo 2017 (CSP2017), un sitio
arqueológico fechado en 650 años antes del pre-
sente, en donde se recuperaron gran diversidad
de materiales arqueológicos: líticos (instrumentos
confeccionados en roca), faunísticos (restos óseos
animales) y botánicos.
El análisis antracológico de CSP2017 ha permiti-
do identicar 3 especies que fueron las maderas
utilizadas por el ser humano: Nothofagus antarti-
ca/betuloides (ñire o guindo), Nothofagus pumilio
(lenga) y Ribes magellanicum (zarzaparrilla). En
Tierra del Fuego Nothofagus spp. está representa-
do por tres especies, dos de las cuales no se pue-
den diferenciar a nivel taxonómico a través de la
madera, por dicha razón se expresa en conjunto
como N. antartica/betuloides, ya que los fragmen-
tos pueden pertenecer a ñire o guindo.
Por su lado, el análisis carpológico identicó 11
especies diferentes, entre las cuales la más desta-
cada es Empetrum rubrum (murtilla), un arbusto
AB
FIGURA 3.
a) Fotografía de microscopio de Nothofagus pumilio (lenga), y b) Fotografía de lupa binocular de una semilla y fruto de
Empetrum rubrum (murtilla).
rastrero que produce frutos comestibles.
Gracias a estos análisis ahora sabemos que las
personas que vivieron en Cabo San Pablo utiliza-
ban principalmente ramas grandes o troncos en
buen estado de conservación de lenga y ñire para
mantener sus fogones encendidos. También sabe-
mos que comían frutos de murtilla y los que no se
consumían eran arrojados al fuego como forma
de limpieza del espacio en el que vivían.
Estas fotos arqueológicas (FIGURA 4 Y 5) son la
de las mismas especies que las de la colección de
referencia, ¿Puedes ver la semejanza? M
• Selk'nam. En J Oría y AM Tivoli (Eds.), Cazadores de mar y tierra. Estudios
recientes en arqueología fueguina: 335-359. Editora Cultural Tierra del Fuego.
• Franch A, ME Mansur, V Parmigani, H De Angelis, MC Alvarez Soncini, ML
Ciampagna y A Capparelli. (2020). El bosque como fuente de combustible:
análisis antracológico de los sitios de la faja central de la Isla Grande de
Tierra del Fuego. Revista del Museo de Antropología 13 (3): 335–350.
• Parmigiani V y MC Alvarez Soncini. (2014). Arqueología puerta adentro.
Colección fueguina de divulgación científica 5: 8-13.
LECTURA
SUGERIDA
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32
C ANNA FRANCH BACH C
CADICCONICET
anna.franch5@gmail.com
FIGURA 5.
a) Fotografía de lupa binocular de Empetrum rubrum
(murtilla), y b) Fotografía del Empetrum rubrum.
FIGURA 4.
a) Fotografía de microscopio de un carbón de Nothofagus
pumilio (lenga), y b) Fotografía del Nothofagus pumilio.
TAXONOMÍA: Clasificación de un grupo de restos que tienen unas carac-
terísticas comunes.
MUESTREO: Técnica empleada para seleccionar un conjunto de restos
que sea representativo.
GLOSARIO
A
A
BB
página
33
PROTAGONISTAS DE LA VIDA EN EL PLANETA
ESTROMATOLITOS
EN TIERRA
DEL FUEGO-CHILE:
PORTADA.
Paisaje con Estromatolitos hoy en la laguna de Los Cisnes,
observado probablemente en varias partes del planeta en el
pasado.
ARTÍCULO PRINCIPAL
Estromatolitos en Tierra del
Fuego-Chile: Protagonistas
de la vida en el planeta.
Autor: Alejandro Núñez Guerrero.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 34-38,
2796-7360.
página
34
• ESTROMATOLITOS
EN TIERRA DEL FUEGO
En el margen y en el interior de la laguna de los
Cisnes, ubicada cerca de la ciudad de Porvenir en
Chile, nos encontramos con unas formaciones
que a simple vista parecen rocas con formas de
domos de base elíptica o alargadas. Estas torres
pueden alcanzar una altura de hasta 80 cm, un
ancho de 100 cm y un largo de más de 500 cm
(PORTADA). Ahora bien, lo que a simple vista pa-
rece roca, en su interior y con una lupa de mano
revela lamentos de algas verdes compuestas
por cadenas de cianobacterias lamentosas. Se
trata de depósitos órgano-sedimentarios que se
denominan estromatolitos y existen en pocos
mares y lagos salinos del mundo (FIGURA 1 Y 2).
Son producto del primer organismo vivo en la
vida de la Tierra, fechados en 3.400 millones de
años -no particularmente los de esta laguna- que
podrían pertenecer al Holoceno (entre 10 a 12
mil años). Solo se conocen 14 lugares en el mun-
do que contengan estromatolitos aún activos, lo
cual vuelve la laguna de los Cisnes un ambiente
con elevado valor de conservación. A continua-
ción, el objetivo es comprender cuál fue el rol cla-
ve de estos organismos en la evolución de la vida
en el planeta y qué rol cumplen hoy por hoy en el
ambiente lacustre de la laguna de los Cisnes.
• LOS ESTROMATOLITOS
Y SU ROL CLAVE EN LA TIERRA
La Tierra se formó hace aproximadamente 4.500
millones de años. Las primeras evidencias claves
de vida son fósiles de estromatolitos, que han
sido fechados en aproximadamente 3.400 mi-
llones de años. Durante el Eón Arqueano (2.500
a 4.000 millones de años atrás) el ambiente de
la Tierra fue extremo: la atmósfera era caliente
y polvorienta, y al igual que los mares, rica en
gases volcánicos tóxicos y carente de oxígeno.
Los estromatolitos formados por cianobacterias
(bacterias fotosintéticas) se adaptaron a vivir en
los márgenes de los océanos. Dichas bacterias
fotosintéticas capturaron parte del dióxido de
carbono (CO2) de la atmósfera primitiva y fueron
las responsables principales de incrementar el
oxígeno, cambiando de este modo la composi-
ción de la atmósfera y los océanos a lo largo del
tiempo geológico. Con el aumento de oxígeno
fue posible la evolución de las diversas formas de
vida que conocemos en el presente.
FIGURA 1.
Estromatolito con parte superior de color rojizo, por
reacción al contacto del agua, en la laguna de los Cisnes.
FIGURA 2.
Se puede observar el proceso de formación de los estromato-
litos por las cianobacterias existentes en el lugar (contenido
gelatinoso que luego se va endureciendo).
página
35
Gracias a la nueva oportunidad que nos ofrecen
los avances tecnológicos de exploración espacial,
podemos buscar evidencias de vida en el sistema
solar y quizás también fuera de él, en planetas
extrasolares. Investigaciones revelan que en
Marte y en la luna Europa de Júpiter, uidos y ga-
ses están presentes en condiciones sicoquímicas
extremas. Estos hallazgos revelan la posibilidad
de la existencia de vida extraterrestre, para la cual
los mejores candidatos serían bacterias extremó-
las similares a las que se encuentran en la Tierra.
• SU ROL ACTUAL EN LA LAGUNA
DE LOS CISNES, CHILE
Estas colonias de estromatolitos forman un eco-
sistema único para otros organismos presentes
en la laguna de los Cisnes. En su interior viven
y se alimentan las artemias que son crustáceos
braquiópodos que han evolucionado escasamen-
te su morfología desde el Triásico (250 millones
de años atrás). Al mismo tiempo, las artemias son
consumidas por otras aves, como por ejemplo,
el amenco chileno, un residente migratorio que
visita la laguna al menos dos veces al año
(FIGURA 3). También se encuentran gran canti-
dad de aves playeras como el cormorán
(FIGURA 4), y en especial el chorlo de Magalla-
nes, un ave exclusiva de la laguna, muy codiciada
por los observadores de aves (FIGURA 5).
FIGURA 4.
Cormoranes sobre los estromatolitos al interior de la laguna.
FIGURA 5.
Chorlitos buscando alimento al borde la laguna.
FIGURA 3.
Flamencos, cisnes y otras aves
alimentándose de artemias en la laguna
de los Cisnes.
36
página
FIGURA 6.
Círculos de Piedra ubicados en la
península que cruza la laguna.
37
página
37
• TODAVÍA QUEDA MUCHO
POR CONOCER
La laguna de los Cisnes aún no ha sido caracte-
rizada en detalle y ofrece un sitio de categoría
mundial para investigar diversos temas que com-
prenden los campos de la biología, biotecnología
y demás, pudiendo incluso fomentar un turismo
cientíco y de conservación. Esperamos en un
futuro postular a un proyecto entre Universidad
de Magallanes, Corporación laguna de Los Cisnes
y la Fundación Ciudadanos y Clima, que permita
resolver los siguientes aspectos:
Impulsar la caracterización físico-químico e
hidrogeológica de la laguna.
Impulsar la caracterización logenética y
bioquímica de los organismos microbianos que
habitan la laguna y conforman las colonias de
microbialitas.
Explorar las lagunas vecinas a la laguna de los
Cisnes para investigar si existen otras colonias.
Gestionar una protección efectiva de los
márgenes y del ecosistema lacustre. Denir para
esto un polígono de protección a lo largo del
margen costero de la laguna.
Incluir la laguna de Los Cisnes dentro de los
geositios regionales de SERNATUR y postular al
catastro nacional de geositios de la Sociedad
Geológica de Chile.
Diseñar y construir el geositio, para que sea
inserto en el circuito regional, el cual incluya info-
grafía, plan de manejo e infraestructura adecua-
da, estrategia de difusión nacional e internacional
para extender el conocimiento a la comunidad y
aportar a la educación ambiental.
M
ALEJANDRO NÚÑEZ GUERREROC
CORPORACIÓN LAGUNA DE LOS CISNES,
FUNDACIÓN CIUDADANOS Y CLIMA Y OFICINA DE LA UNIVERSIDAD DE MAGALLANES EN
TIERRA DEL FUEGO
alejandro.nunez@umag.cl
PROCARIONTES: organismos unicelulares que no poseen núcleo celular,
por ejemplo las bacterias.
CIANOBACTERIAS: bacterias que contienen clorofila, lo que les permite
realizar fotosíntesis.
MICROBIALITAS: estructuras calcáreas formadas por las cianobacterias.
GLOSARIO
Además, se pueden ver distintas aves rapaces de
paso, como el halcón peregrino y el perdiguero.
Dos especies de cisnes, cisne de cuello negro y el
cisne coscoroba, frecuentan la laguna en grandes
bandadas, donde se alimentan de toplancton
y algunos invertebrados. Todo esto junto con el
paisaje fueguino, la estepa, el viento y el silencio,
entregan un momento especial y único a quienes
tienen la oportunidad de conocer este lugar.
Además de ser hogar para toda esa biodiversi-
dad, la laguna de los Cisnes comprende un lugar
valioso a nivel arqueológico. Recientemente, el
descenso del nivel del agua ha permitido des-
cubrir sitios arqueológicos que revelan que en
el pasado este fue un lugar propicio para que el
pueblo originario de Tierra del Fuego (Sélk'nam)
pudiera posiblemente cazar estas aves o buscar
sus huevos y plumas, así como también celebrar
ceremonias ancestrales (FIGURA 6).
El valor de este ecosistema es evidente, tanto por
su relevancia para la ciencia y la biotecnología,
como también por su potencialidad para el turis-
mo sustentable. En 1982 el Parque de los Estro-
matolitos ha adquirido calidad de Monumento
Natural, lo que reere a su protección contra
actividades que puedan causar daño a su ecosis-
tema. Sin embargo, es importante continuar con
el trabajo de investigación y puesta en valor de
sus recursos biológicos, históricos y culturales.
página
38
Testimonios
(silenciosos)
de la vida en la Tierra
BREVES
BREVES
Testimonios (silenciosos)
de la vida en la Tierra.
Autoras: Sabrina Labrone y
Pamela Alli.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 39-40,
2796-7360.
¿Sabías que existe un número extraordinario de “pistas” en nuestro planeta
que nos permiten recolectar información sobre los acontecimientos de la vida en la Tierra?
A través de los restos fósiles y restos culturales podemos reconstruir innidad de historias.
Pero, ¿qué son y por qué son tan importantes?
PORTADA.
Fosil de Ammonite. Molde externo.
39
página
FIGURA 1
Bola de boleadora en supercie en Laguna Grande.
Foto: Fernando Santiago, 2017.
PAMELA ALLI.
CADICCONICET; IDEIUNTDF
pamelaalli@cadic-conicet.gob.ar
SABRINA LABRONE.
CADICCONICET; ICSEUNTDF
slabrone@cadic-conicet.gob.ar
Podemos toparnos con restos fósiles o cultura-
les sobre la supercie de un terreno o debajo
de potentes capas de sedimento. ¿Qué harías si
encontraras alguno de ellos?
Tanto los fósiles como los restos arqueológicos
están protegidos por la Ley Provincial N°370 y
por la Ley Nacional N° 25743. Estas leyes tratan
sobre la “Protección del Patrimonio Arqueológico
y Paleontológico”. Si encontrás, por ejemplo, una
punta de echa o una impronta fósil, es impor-
tante que no lo recolectes ni los exhibas y ante
el hallazgo des aviso al organismo de aplicación
que corresponda. También podés acercarte a tu
museo más cercano y ellos sabrán qué hacer.
Te dejamos a continuación las instituciones
responsables:
- Ley provincial 370/1997 (http://www.legistdf.
gob.ar/lp/leyes/Provinciales/LEYP370.pdf ) “Ré-
gimen del patrimonio cultural y paleontológico
provincial”: La Dirección Provincial de Museos y
Patrimonio Cultural, que depende de la Secreta-
ría de Cultura, se encarga de realizar los trámites
correspondientes.
- Ley Nacional 25743/2003 (https://www.argenti-
na.gob.ar/normativa/nacional/ley-25743-86356)
“Protección del Patrimonio Arqueológico y
Paleontológico”: El Museo Argentino de Ciencias
Naturales “Bernardino Rivadavia” (materia paleon-
tológica) y el Instituto Nacional de Antropología
y Pensamiento Latinoamericano (materiales
arqueológicos) son los encargados.
Los restos fósiles y arqueológicos forman par-
te del patrimonio natural y cultural de nuestro
planeta. Es responsabilidad de todas las personas
conocerlo, cuidarlo y protegerlo, ya que alterarlos
los despoja de su valor.
Si querés conocer más sobre las historias que nos
cuentan te invitamos a que nos escribas a:
slabrone@cadic-conicet.gob.ar / pamelaalli@
cadic-conicet.gob.ar. M
Los fósiles son restos de organismos (plantas,
animales, hongos, algas) que habitaron nuestro
planeta hace miles a millones de años atrás
(PORTADA) y que, junto a las evidencias de su
actividad, quedaron preservados en sedimento,
hielo o ámbar, gracias a una serie de cambios físi-
cos y químicos, además de condiciones ambien-
tales muy precisas. Los hay de enormes tamaños
a tan pequeños que solo podemos verlos a través
de un microscopio. Los fósiles son herramientas
muy valiosas, ya que nos permiten interpretar y
conocer cómo era la vida en el pasado. La ciencia
que los estudia es la Paleontología.
Los restos culturales son vestigios materiales (de
rocas, hueso, cerámica, entre otros); (FIGURA 1)
producto de la actividad humana del pasado,
desde aproximadamente 2,6 millones de años
atrás hasta tiempos históricos, que nos ayudan
a comprender cómo fueron las formas de vida
que nos precedieron. Los grupos humanos que
vivieron en Tierra del Fuego hace miles de años
tuvieron una dinámica distinta a la de hoy en
día: se movían por el paisaje constantemente y
trasladaban sus pertenencias con ellos. Cuando
alguna de estas dejaba de ser útil la descartaban,
en algunos casos, sin un lugar preferencial para
su desecho. Por esto, diversos restos materiales
se encuentran dispersos por todo el territorio. La
ciencia que estudia estos restos es la
Arqueología.
página
40
DIÓXIDO DE
CARBONO:
¿EL MALO EN LA PELÍCULA
DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
BREVES
CO2H2O CH4
FIGURA 1.
Efecto invernadero: ciertos gases
(dióxido de carbono, metano, etc.) y el
vapor de agua, permiten la penetración
atmosférica de la energía solar, pero
atrapan selectivamente la radiación
infrarroja que emite la Tierra. Este
fenómeno calienta el planeta y permite
que las condiciones sean adecuadas
para sostener las distintas formas de
vida que encontramos en él.
BREVES
Dióxido de carbono: ¿el malo en la película
del cambio climático?.
Autoras: Eloísa Mariana Giménez y María
Eugenia Lattuca.
La Lupa, Nº 22 Julio 2023, 41-44, 2796-7360.
41
página
FIGURA 2.
2
2
2-
2 procedente
42
FIGURA 3.
Emisiones GEI( Gt CO2 eq /año)
+2.0%/año
+1.4%/año
1980-90
+0.6%/añ o
1990-00
+2. 2%/ año
2000-10
HFC + PFC + SF6
N2O
CH4
CO2 selvicultura y otros
usos del suelo
CO2 combustibles fósiles
y procesos industriales
40
50
30
20
10
0
1970 1975 1985 1995 2005
1980 1990 2000 2010
página
42
página
42
43
página
Dióxido de carbono, efecto invernadero,
calentamiento global (intensicado) son
palabras que nos resultan familiares y
asociamos al cambio climático. Pero… ¿cómo se
relacionan todos estos conceptos?
La vida en la Tierra es posible gracias a la energía
que recibimos del sol. Sus rayos atraviesan la
atmósfera y calientan la supercie terrestre, la
cual a su vez emite calor. Pero existen algunos
gases en la atmósfera que atrapan este calor y
lo devuelven a nuestro planeta. Este fenómeno
natural es lo que conocemos como efecto inver-
nadero (FIGURA 1). Entonces el calentamiento
global producido por el sol es un proceso natural
y necesario para generar las condiciones climáti-
cas adecuadas para sostener todas las formas de
vida.
Los principales gases de efecto invernadero (GEI)
son el vapor de agua, el dióxido de carbono
(CO2), el metano, el óxido nitroso y los halocar-
bonos. Estos gases dieren en su concentración
y tiempo de residencia en la atmósfera y en su
eciencia para absorber la radiación. Algunos de
ellos no constituyen algo ‘malo’ de por sí ya que
son emitidos naturalmente por los océanos y la
tierra. El problema deviene cuando aumentan
considerablemente en la atmósfera en un corto
período de tiempo. Este aumento conlleva a la
acumulación del calor en la atmósfera y la Tierra,
provocando un calentamiento global intensica-
do, lo cual está sucediendo desde hace unos 200
años con el inicio de la revolución industrial. Los
niveles de GEI en general, y el CO2 en particular,
han aumentado considerablemente debido a las
distintas actividades antrópicas (generadas por el
hombre), principalmente la quema de combusti-
bles fósiles (FIGURA 2).
Dicho esto, podemos abordar el concepto de
cambio climático, que es la variación signicativa,
importante, en el estado y los componentes de la
atmósfera, que sucede durante un período largo
de tiempo. A lo largo de la historia geológica han
ocurrido numerosos cambios en las condiciones
ambientales de nuestro planeta, ya que el clima
es un sistema dinámico que varía constantemen-
te. Pero la diferencia con los anteriores cambios
es que el actual está ocurriendo de manera acele-
rada y es consecuencia de las enormes emisiones
antrópicas de GEI.
¿Y qué sucede hoy en el planeta con relación al
cambio climático? El aumento del CO2 atmosfé-
rico está produciendo un aumento de la tempe-
ratura en las supercies terrestres y oceánicas,
que no es parejo, sino que es más intenso a altas
latitudes. Este incremento de la temperatura
provoca también el derretimiento de la nieve y
los hielos polares, causando un aumento del nivel
del mar. Por otro lado, también se ven intensi-
cados los eventos climáticos extremos como
el aumento de precipitaciones, inundaciones y
sequías (FIGURA 3).
El océano es un gran regulador del clima, y como
tal absorbe calor y CO2. Cuando este gas se di-
suelve en el agua de mar provoca la disminución
de su pH, proceso que se conoce como acidi-
cación. Junto con el calentamiento y la acidica-
ción, también se produce la estraticación de sus
aguas (las capas superiores se calientan y las de
abajo permanecen frías) y su desoxigenación, ya
que la solubilidad del oxígeno disminuye a medi-
da que aumenta la temperatura.
El cambio climático constituye un proceso con
impactos mayormente negativos sobre los dis-
tintos organismos que habitan el planeta. Debe
ser considerado, entonces, un problema global e
intergeneracional y compete a todas las personas
contribuir a disminuir sus efectos. M
MARÍA EUGENIA LATTUCAC
CADIC CONICET
elattuca@gmail.com
ELOÍSA MARIANA GIMÉNEZC
CADIC CONICET
eloisamgimenez@gmail.com
página
44
PROYECTO HAIL MARY
LIBRO
MARTINA GALARZA.
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES, UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO
marti.galarza.m@gmail.com
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Proyecto Hail Mary
AUTOR: Andy Weir
GÉNERO: Ciencia cción
TRADUCCIÓN: Javier Guerrero
AÑO: 2021
EDITORIAL: NOVA
¿Qué pasaría si de repente despertaras en una sala estéril, sin
recordar tu nombre, ni cómo llegaste allí? En esta situación nos
encontramos con el protagonista de la novela Proyecto Hail
Mary, de Andy Weir (El Marciano). Ryland Grace abre los ojos
y se encuentra con que no tiene memoria de su vida, aunque sí nociones
generales del funcionamiento del mundo, y un amplio conocimiento
cientíco.
Lentamente, y mientras recupera sus recuerdos, empieza a explorar el lugar
que lo rodea, intentando entender qué pasa. Junto con él, vamos descu-
briendo que la misión que lo llevó allí tiene que ver nada más y nada menos
que con la destrucción de la humanidad, la cual él tiene que evitar… de
alguna manera. Como una especie de sala de escape ambientada en un
laboratorio de alta gama. El sueño de todos nosotros, ¿no? Sin la parte de
apocalipsis inminente, por supuesto.
Con una narrativa que alterna entre el pasado y el presente, vamos
develando el misterio sobre la amenaza que se cierne sobre la humanidad,
y aprendiendo sobre el plan para salvarla. No por nada se llama “Proyecto
Hail Mary”, como una plegaria desesperada.
Es una novela que realmente cumple con una de las grandes metas de la
ciencia cción: poner al protagonista en una situación extrema e impen-
sada, para hablar sobre qué implica ser humano. Creo que a quienes nos
gusta navegar el mundo a través de preguntas nos resulta particularmente
atractiva porque nos recuerda un poco las razones de por qué nos acerca-
mos a la ciencia en primer lugar. Hay mucho de esa curiosidad y escozor que
nos genera un problema sin resolver. ¿Cómo averiguo esto? ¿Qué signica
esta información? ¿Puedo resolver esto con un oscilador armónico? Claro
que sí, qué bicho noble el oscilador armónico.
Otro de los temas fundamentales que toca es ¿cómo comunicamos la
ciencia? ¿Cómo hablamos de ciencia con quienes no la practican? ¿Podemos
crear un idioma en común? En estos tiempos la desinformación acecha in-
cansablemente. Es importante replantearnos de qué manera hablamos de
conocimiento cientíco, y cómo podemos relacionarnos con una sociedad
en la que, más que nunca, hace falta diálogo. M
-¿Cómo lo ha hecho? ¿Qué lo ha matado?
-He atravesado la membrana exterior con una nanojeringuilla.
-¿Lo ha pinchado con un palo?
-¡No! - dije-. Bueno. Sí. Pero ha sido un pinchazo cientíco con un palo muy cientíco.
-Ha tardado dos días en pensar en pincharlo con un palo.
Andy Weir, Proyecto Hail Mary
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Diario de Cpo
Más allá del horizonte:
Explorando las aguas del AMP Yaganes
¡En noviembre del 2022 comenzamos a vivir la campaña a bordo del Buque Oceanográco A Austral! Esta salida tuvo algo
especial, ya que fue la primera campaña que se realizó al Área Marina Protegida Yaganes (AMPY). Con mucha expectativa arran-
camos nuestro trabajo de campo que duraría 20 días navegando y conociendo más sobre el AMPY. Subimos en representación
del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vida Silvestre del Centro Austral de Investigaciones Cientícas, con el objetivo
de relevar aves y mamíferos marinos mediante observación directa y, para cetáceos, a través de registros acústicos utilizando hi-
drófonos.
En el año 2018, bajo la Ley Nacional N° 27.490, se creó la tercera área marina protegida, el AMPY. La misma se ubica en la región
subantártica, al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el Pasaje de Drake (Mar de Hoces) . Es un área de gran
importancia, tanto física como biológica, ya que al converger los océanos Pacíco y Atlántico es inuenciada por varias corrien-
tes oceanográcas, propiciando una gran productividad y, por ende, una gran diversidad marina por estudiar.
Realizamos los avistajes desde el puente de mando
, la parte superior del barco, donde la tripula-
ción gobierna al buque. Nos ubicamos una de cada lado, que
en términos náuticos se llaman bandas, para poder cubrir la
mayor área posible ¡y nada se nos pase por alto!
Los días se hacían largos, ya que 5:30 de la mañana nos levan-
tábamos para comenzar a observar desde las 6:00, quedándo-
nos hasta las 21hrs, cuándo ya oscurecía. Nos turnábamos
para las comidas y ahí descansábamos un poco de estar
mirando tanta agua.
FIGURA 1.
Pasábamos las horas escuchando música, charlando con la tri-
pulación y comiendo para mantenernos despiertas y no sacar
los ojos del mar. El resto de los cientícos tenían otros horarios,
supeditados a las estaciones oceanográcas, así que, si se encon-
traban libres, nos visitaban para compartir unos mates. Nuestro
tiempo libre lo aprovechábamos para compartir más con el res-
to de la tripulación y colegas, jugando a las cartas, charlando,
pero la actividad que más nos atraía era el ¡ping pong!, todo un
desafío jugar con el movimiento del barco.
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46
FIGURA 2.
comando.
FIGURA 4.
CONSTANZA ORDOÑEZC
CADIC CONICET
ordonezconstanza@gmail.com
MA. BELÉN TARTAGLIA GAMARRAC
CADIC CONICET
ibarbe@untdf.edu.ar
Teníamos mucha expectativa de encontrarnos con diferentes
mamíferos marinos, pero durante los primeros días se hicie-
ron rogar. En las comidas se repetía la pregunta por parte de la
tripulación y colegas: “¿Vieron algo?”. Un poco frustradas lle-
gamos al quinto día de navegación y, cuando las esperanzas se
estaban agotando, ¡habemus mamiferus! Un grupo de alrede-
dor de 10 delnes piloto (Globicephala melas) apareció en
una de las bandas del barco. Contentas y con las esperanzas
renovadas, los días siguientes tuvimos más encuentros con
delnes, como los australes (Lagenorhynchus australis) y oscu-
ros (Lagenorhynchus obscurus) , algunas ballenas
Sei (Balaenoptera borealis) y con un cachalote (Physeter
macrocephalus).
En muchos casos, los animales no se acercaron al barco. Se
encontraban muy lejos y sólo pudieron ser identicados a tra-
vés de los binoculares y con mucha paciencia para notar sus
rasgos característicos. Las que sí se acercaban al barco y nos
acompañaron elmente durante toda la campaña fueron las
aves marinas. Pudimos registrar diferentes especies como al-
batros de cabeza gris (alassarche chrysostoma), albatros
manto claro (Phoebetria palpebrata), y pingüino penacho
amarillo (Eudyptes chrysocome) , entre muchas
más.
Ya llegando al nal de esta aventura y experiencia, reexiona-
mos de la importancia de seguir conociendo cada rincón de
nuestro país para su conservación. El trabajo en equipo y el rol
de cada integrante de la tripulación y colegas hizo posible una
nueva campaña oceanográca. M
FIGURA 3.
Vista desde una
penacho
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En octubre de 2022, la Secretaría de Ciencia y Tecnología,
Gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur,
junto con expertos en el tema (Figura 1), organizaron el Primer
Congreso Cientíco Provincial sobre Antártida (Figura 2). Tuvo como
n promover la actualización del conocimiento cientíco y tecnoló-
gico vinculado al Departamento Antártida Argentina, y consolidar
así el carácter bicontinental de la Provincia, además de fortalecer a la
Antártida como un continente de ciencia y paz.
El encuentro se desarrolló entre el 19 y el 21 de octubre en la ciudad
de Ushuaia, y se llevó a cabo en modalidad híbrida, de forma presen-
cial y virtual simultáneamente. Asistieron un total de 326 personas.
Se contó con 85 expositores, de los cuales 47 estuvieron de manera
presencial y 38 en modo virtual. Las ponencias tuvieron como ejes de
interés tópicos relacionados con: a) cambio climático: desde las cien-
cias naturales, sociales y la tecnología se abordó el cambio climático
en la actualidad, en el pasado y hacia el futuro; b) bicontinentalidad
2050: se reexionó sobre los vínculos que relacionan a la Argentina
antártica y a la americana en base a las conexiones patrimoniales
e histórico-sociales; c) tecnología aplicada: se abordaron distintos
enfoques de las nuevas tecnologías utilizadas en el Continente
Antártico: monitoreo, aplicaciones móviles, inteligencia articial, etc.;
d) comunicación de la ciencia y medios audiovisuales: se promovió
un acercamiento a cómo se divulga la ciencia antártica, su impacto,
1er Congreso cientíco provincial sobre Antártida
SECRETARÍA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
las estrategias, adopción de nuevas tecnologías, uso de redes sociales;
e) educación antártica: se compartieron experiencias educativas
antárticas y sobre Antártida para la inclusión de la bicontinentalidad
en las currículas de los diferentes niveles educativos; y f) turismo
antártico: se reexionó acerca de la actividad turística en la Antártida
y su relación con Ushuaia como puerta de entrada marítima.
Este evento constituyó un espacio de promoción y discusión para
los diferentes agentes involucrados en el desarrollo del Continente
Antártico: investigadores, comunicadores de la ciencia, docentes,
estudiantes de grado y posgrado, agentes de turismo, entre otros.
Asimismo, participaron tres instituciones cientícas claves: Instituto
Antártico Argentino (IAA), Centro Austral de Investigaciones Cientí-
cas (CADIC-CONICET), Universidad Nacional de Tierra del Fuego AIAS
(UNTDF). El mismo concluyó con un discurso de clausura por parte del
Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Mg. Daniel Filmus.
Este encuentro, que ya es una tradición, se realizará nuevamente
el 27, 28 y 29 de septiembre de 2023 en la Ciudad de Ushuaia. El II
Congreso Cientíco Provincial será sobre Cambio Climático, esperamos
que se produzca un intercambio fructífero.
¡Les esperamos! M
FIGURA 2.
Logo del encuentro. El logotipo hace referencia a la silueta del cormorán antártico (Leucocarbo
branseldensis) con sus alas desplegadas. A su vez, representa la forma de los témpanos, cuerpos de
hielo que aportan singularidad y belleza al paisaje antártico. Las tonalidades anaranjadas hacen
alusión a los colores de los cielos de los atardeceres en la Antártida.
FIGURA 1.
Comité Organizador y Comité Cientíco.
ALEJANDRA MAN.
SECRETARÍA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
aman@tdf.edu.ar
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48
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Ficha técnica: descripciones referidas a especies correspondientes a la ora y fauna fueguina, detallando aspectos biológicos, ecológicos y
comportamentales de la especie en cuestión. Máximo 1000 palabras, e ir acompañado de cuatro a seis imágenes.
Orientación vocacional: reseña de las capacidades aprendidas en alguna profesión y de las posibles salidas laborales de la misma. Máximo
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fuentes de fácil acceso. Deben citarse en orden alfabético, con el siguiente formato:
Cita en el texto: nombre y año, si son mas de dos autores, colocar primer autor et al. y año. Ejemplo: Gutiérrez y Flores, 2014. Méndez et al.
2014.
Revistas: Riccialdelli L y MN Paso Viola (2012) Determinando la dieta de los mamíferos marinos. El uso de herramientas químicas: isótopos
estables. La Lupa. Colección fueguina de divulgación cientíca. 3: 12-16.
Libros: Orquera LA, EL Piana, D Fiore y AF Zangrando (2012) Diez mil años de fuegos. Arqueología y etnografía del n del mundo. Ed. Dunken,
Buenos Aires. 116 p.
Páginas web: Castilla F y MC Leone (2013) El cambio climático, un obstáculo para la producción de alimentos. http://www.conicet.gov.ar/
el-cambio-climatico-un-obstaculo-para-la-produccion-de-alimentos/
Además, se reciben contribuciones para la sección Ciencia Fugaz, la cual se presenta en la página de Facebook y página web. El texto no debe
exceder las 200 palabras y debe estar acompañado por una imagen (como mínimo) o un video breve.
Cormoranes sobre los
estromatolitos al interior
de la Laguna los Cisnes,
Chile.
Foto:
David y Enrique Couve.