Content uploaded by Urko Santamaria
Author content
All content in this area was uploaded by Urko Santamaria on Jul 17, 2023
Content may be subject to copyright.
09
Arqueología y Prehistoria del
Interior Peninsular
2023
Esther Navajo Samaniego (Editora)
ARPI 09
Publicación: 2023
ISSN: 2341-2496
Dirección: Primitiva Bueno Ramírez (UAH)
Comité editorial: Manuel Alcaraz Castaño
(Universidad de Alcalá); Miriam Cubas
Morera (Universidad de Alcalá); Francisco
Martínez Sevilla (Universidad de Alcalá);
Marta Francés Negro (Universidad de
Alcalá); Alia Vázquez Martínez (Universidad
de Santiago de Compostela -Universidad de
Alcalá); Esther Navajo Samaniego
(Universidad de Alcalá); Marina Vegara
Riquelme (Universidad de Alcalá de
Henares); Rosa Barroso Bermejo
(Universidad de Alcalá).
Comité Asesor: Rodrigo de Balbín
(Prehistoria-UAH); Margarita Vallejo (Historia
Antigua- UAH); Lauro Olmo (Arqueología-
UAH); Leonor Rocha (Arqueología –
Universidade de Évora); Enrique Baquedano
(MAR); Luc Laporte (Laboratoire
d'Anthropologie, Université de Rennes);
Laure Salanova (CNRS).
Editora del número 09 de ARPI 2023:
Esther Navajo Samaniego
Entidad editorial: Área de Prehistoria (UAH)
Foto portada: Abrigo do Buraco da Pala (Joana
Castro Teixeira)
SUMARIO
Editorial
03-25
El Paleolítico en la montaña palentina: estado de la cuestión y nuevas
aportaciones
Cañete Gómez, Marta; Medina Luque, Eusebio Jesús; Caro Gómez, José
Antonio; Álvarez García, Genaro; Valle Gómez, Ángeles
26-42
A arte rupestre da Serra de Passos/Santa Comba—Garraia (Portugal) no
contexto da península ibérica. Un projeto de investigação para
doutoramento
Castro Teixeira, Joana
43-62
Paisajes megalíticos en contexto: el papel de la litología en la construcción
de arquitecturas funerarias en el Guadiana medio
Navajo Samaniego, Esther
63-79
Tendencias en el estudio de la cerámica: principales enfoques y técnicas de
análisis.
Santamaria Diaz, Urko; Quevedo Semperena, Izaro; Lozano López,
Néstor
80-102
Propuesta metodológica para el estudio de las cerámicas con decoración
campaniforme del Cerro de la Virgen (Orce, Granada)
Pinillos de la Granja, Paula
103-119
Le epigrafía honorífica femenina y el poder: las inscripciones de la
emperatriz Aelia Eudoxia y Anicia Juliana
Grigoryan, Sirun
63
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
TENDENCIAS EN EL ESTUDIO DE LA
CERÁMICA: PRINCIPALES ENFOQUES
Y TÉCNICAS DE ANÁLISIS
TRENDS IN THE STUDY OF POTTERY: MAIN
APPROACHES AND ANALYTICAL TECHNIQUES
Urko Santamaria-Díaz (1)
Izaro Quevedo-Semperena(2)
Néstor Lozano-López (3).
Resumen:
El estudio de la cerámica en arqueología es fundamental para comprender las sociedades del
pasado. Los estudios analíticos de la cultura material han ido cambiando en paralelo a las novedades
técnicas en otras ciencias, pero también en función de los distintos marcos teóricos predominantes en
cada época. En este contexto, nos proponemos explorar las principales técnicas de análisis aplicadas al
material cerámico en relación con los nuevos enfoques y preguntas de investigación.
Palabras clave: Cerámica, Metodología, Técnicas de análisis
Abstract:
The study of pottery in Archaeology is crucial to carry out the reconstruction of past societies.
Analytical studies of material culture have changed in concordance to technical developments in other
sciences, but also according to the different theoretical frameworks predominant in Archaeology at
different times. In this context, we explore the main analytical techniques applied to ceramic studies in
connection with new approaches and research questions.
Keywords: Pottery, Methodology, Analytical techniques
1Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea. usantamaria.diaitz@gmail.com
2 Universidad de Valladolid-Sociedad de Ciencias Aranzadi– Aranzadi Zientzia Elkartea. izaroquevedosemperena@gmail.com
3 Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). nestor.lozano.lopez@gmail.com
64
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
1. INTRODUCCIÓN
Desde el comienzo de los estudios en
arqueología, la cerámica ha sido uno de los
materiales que ha marcado la trayectoria de la
investigación. Su buena conservación en la
mayor parte de los yacimientos arqueológicos
la ha convertido en uno de los materiales más
abundantes en las distintas cronologías,
ofreciendo información de gran relevancia para
la comprensión de las sociedades del pasado. La
variabilidad de sus formas, la diversidad de sus
decoraciones, las materias primas empleadas
en su manufactura y su utilización para la
sistematización cronológica de las distintas
fases de ocupación humana la convierten en
uno de los documentos arqueológicos más
complejos a la hora de llevar a cabo su estudio
en diversos ámbitos: economía, ritual,
simbolismo o como marcador cultural. Sin
embargo, la complejidad de su proceso
tecnológico de elaboración requiere de la
aplicación de diferentes metodologías y
técnicas de análisis con el objetivo de
comprender la procedencia de la materia prima,
los procesos de manufactura o las técnicas de
modelado y decorativas.
Los estudios analíticos de la cultura
material han ido cambiando en paralelo a los
avances técnicos en otras disciplinas científicas,
pero también en función de los distintos marcos
teóricos predominantes en la arqueología en
cada época. En este contexto, nos proponemos
explorar esta relación y exponer las novedades
que se han ido desarrollando en los últimos
años, todo ello enfocado hacia uno de los
elementos más emblemáticos de la cultura
material: la tecnología cerámica.
2. BREVE HISTORIA DE LOS
ESTUDIOS CERÁMICOS
Se pueden apreciar diferentes fases a
lo largo de la historia de los estudios cerámicos.
Cada una de ellas refleja una influencia del
ambiente de investigación y su correspondiente
enfoque teórico. En líneas generales, la
aplicación de metodologías y técnicas de
análisis específicas se han vinculado a estos
marcos teóricos concretos y a sus objetivos de
investigación. Distintos autores han
sistematizado la historia del estudio de la
cerámica de diferentes formas. En este artículo
adoptamos la clasificación elaborada por O rton,
Tyers y Vince (1997), quienes identificaron tres
Figura 1. Síntesis de las aproximaciones a las diferentes fases en los estudios cerámicos.
65
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
amplias fases: una primera histórico-artística,
una segunda tipológica y una tercera contextual
(Orton et al., 1997), en la que nosotros
añadimos la fase tecnológica, la fase de
arqueología biomolecular y la fase ecléctica
(Fig. 1). En cualquier caso, esta clasificación tan
sólo pretende servir de ayuda para comprender
la historia de los estudios cerámicos llevados a
cabo en Europa, principalmente. Estas fases,
con sus cambios metodológicos e ideológicos
en el estudio cerámico, no se han producido de
la misma manera en todas las regiones, ni en
todas las etapas. Las nuevas ideas de cada fase
se han ido mezclando con las previas, a veces
contradiciendo a las anteriores, a veces
ampliando el enfoque de estudio.
2.1. Fase histórico-artística
Los primeros estudios cerámicos
estuvieron relacionados con los anticuarios que,
aunque pueden remontarse a la Edad Media, se
vieron claramente impulsados en los siglos XVIII
y XIX, ligados al coleccionismo artístico. La
primera descripción de recipientes cerámicos la
encontramos en el siglo XV y trata sobre las
ollas prehistóricas encontradas en Stockerau
por Ebendorfe en 1464, descritas como objetos
manufacturados por el ser humano (Sklenář,
1983). En los siglos posteriores se publicaron
diferentes descripciones de recipientes
prehistóricos e históricos hallados en Europa.
Sin embargo, habrá que esperar hasta el XVIII,
con el auge del coleccionismo de los
anticuarios, para que se empiece a admirar el
arte y las técnicas de manufactura, así como a
interpretar las escenas representadas en los
recipientes, tanto en el ámbito europeo como
en los otros continentes. Es en esa época
cuando empezó un interés hacia los recipientes
de porcelana oriental de Japón y China por parte
de los coleccionistas europeos, y el comienzo de
los primeros estudios cerámicos en el
continente americano. Estos últimos se
generalizan a mediados del siglo XIX. Estos
primeros estudios marcaron una primera fase
histórico-artística, en la que el principal objetivo
era la búsqueda de piezas completas y con
motivos decorativos destacados (Orton et al.,
1997).
2.2. Fase tipológica
Hasta finales del siglo XIX y comienzos
del siglo XX no comenzaron los primeros
estudios sistemáticos en cerámica arqueológica
ligados a la escuela histórico-cultural. El
aumento del número de excavaciones en
Europa incrementó la cantidad de objetos
arqueológicos, entre ellos la cerámica, por lo
que fue necesario clasificar todo este material.
Los primeros trabajos tipológicos fueron
llevados a cabo por Smith, con su clasificación
de tipos y formas de la terra sigillata (Rhodes,
1979 en referencia a Smith); Pitt-Rivers en 1876
(Pitt-Rivers, 1906), en relación con varios tipos
de artefactos; los de Plique para clasificar las
cerámicas de tipo terra sigillata (Plique, 1887) en
Leoux; y los hermanos Siret (Siret y Siret, 1887)
con la cerámica argárica, entre otros. Durante
esta fase, se otorga especial importancia a los
estudios que relacionaban la cerámica con la
secuencia estratigráfica, para poder usarla
como fósil guía (Petrie, 1891), y a la definición
de áreas culturales utilizando los tipos
propuestos (véase, por ejemplo, Childe, 1929
66
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
para el caso del Neolítico europeo). En este
último caso, aunque se tenían en cuenta otras
clases de artefactos, la cerámica tuvo gran
importancia. Este enfoque teórico se mantiene
vigente en la actualidad, aunque ha ido
variando a lo largo del tiempo puesto que
genera dinámicas propias y se ve influido por
otras escuelas posteriores. La escuela histórico-
cultural otorga una gran importancia al análisis
tipológico, en el que las formas de los
recipientes, los patrones decorativos y las
diferentes técnicas decorativas se describen en
detalle y son la base del establecimiento de los
morfotipos y estilos decorativos.
2.3. Fase contextual
Los estudios tipológicos han seguido
desarrollándose y progresando en el siglo XX,
llegando hasta nuestros días. Es importante
mencionar que a partir de las décadas de 1950 y
1960 se dio gran importancia a los aspectos
tecnológicos y al origen de la materia prima en
la manufactura cerámica. Así mismo, se
desechó en parte la consideración de las
tradiciones alfareras como grupos o entidades
culturales de marcado carácter etnicista. El
trabajo de Shepard (1956) es un claro ejemplo y,
además, unificó los aspectos más comunes en
los estudios cerámicos de aquella época:
tipología, origen de la materia prima y
desarrollo tecnológico, tanto en el aspecto
práctico como teórico (Shepard, 1956). A partir
de la década de 1960 los estudios cerámicos se
diversifican, abarcando diferentes enfoques:
por un lado, continúan los estudios tipológicos;
por otro lado, aparecen diversos estudios con
enfoques más materialistas con el objetivo de
conocer la procedencia de la materia prima y las
elecciones tecnológicas llevadas a cabo en la
manufactura cerámica.
Por otra parte, debemos mencionar la
filosofía marxista, que ha tenido una
importante influencia en la arqueología a lo
largo de la historia. La primera Arqueología
Marxista se desarrolló en la Unión Soviética, de
ahí que en muchas ocasiones se le haya
denominado Arqueología Soviética. Después
de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1950-
1960, se expande por el resto de Europa. Este
enfoque teórico parte del evolucionismo
cultural y de una filosofía materialista, que
considera que la economía determina la
ideología y la cultura. Por lo que los objetivos
principales de la Arqueología Marxista se han
centrado en la comprensión de los medios de
producción y las relaciones que se dan
socialmente en torno a la producción y
economía en las sociedades del pasado. Existen
múltiples trabajos que posteriormente
influyeron en los estudios cerámicos (Carandini,
1979; Mannoni y Giannichedda, 1996). Esta
aproximación también ha influido en los
estudios cerámicos (Mannoni y Sfrecola, 1990;
Clop, 2007; García-Porras, 2013).
En paralelo a la Arqueología Marxista,
a un mismo tiempo, surgen diferentes enfoques
y teorías en el ámbito americano y anglosajón
que dieron lugar a la escuela procesual, también
materialista, conocida como Nueva
Arqueología. La Arqueología Procesual es
funcionalista y ve la cultura y la economía
determinadas por el medio ambiente. Estos
nuevos planteamientos tienen sus
antecedentes en arqueologías materialistas
67
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
ecológicas previas (Steward, 1955; Willey,
1958). El procesualismo estuvo vinculado a las
novedades que se estaban produciendo en
paralelo en otras ciencias y permitieron la
aparición de nuevos avances metodológicos y
técnicos aplicados a la arqueología. En cuanto a
los estudios cerámicos, surgió el concepto de
Ecología cerámica (Matson, 1965), que estudia la
relación entre el medio ambiente físico y la
tecnología cerámica. Este enfoque implicó un
mayor interés por los estudios sobre el
aprovisionamiento de materias primas y la
manufactura cerámica en relación con la
adaptación al medio ambiente. Se trata de un
enfoque contextual, en el cual el investigador
trata de situar la información de los rasgos
tecnológicos en un contexto ecológico y
sociocultural, relacionando los recursos
naturales con la manufactura y uso de los
recipientes cerámicos (Rice, 1987; Kolb, 1989).
El nuevo enfoque teórico motivó el estudio de la
manufactura cerámica desde una perspectiva
de la ecología cultural ante las aproximaciones
tipológicas, por lo que se empezaron a aplicar
decenas de técnicas de análisis (petrografía,
difracción y fluorescencia de rayos X, ICP-MS,
etc.) para responder a los nuevos objetivos que
se plantean.
A partir de 1950 se acentuó la
relevancia de los trabajos etnográficos, en el
marco de la Nueva Arqueología. Los estudios
cerámicos de comunidades indígenas en el
continente americano comenzaron bastante
antes que en Europa, a finales del siglo XIX, y se
incrementaron a partir de los años 1920 (Orton
et al., 1997). En la fase contextual, la
etnoarqueología cobró impulso con el objetivo
de ayudar a los arqueólogos a comprender los
procesos existentes entre los materiales
recuperados en los contextos arqueológicos y
las poblaciones que los elaboraron y utilizaron
(Orton et al., 1997). Estudios como el de Arnold
(1988) enlazan la etnografía con algunos de los
principales planteamientos de la ecología
cultural, como la importancia de los factores
medioambientales, que permiten la
interpretación de la cerámica arqueológica
(Arnold, 1988).
Los estudios etnográficos se emplean
con múltiples objetivos: mejorar las
interpretaciones sobre el registro cerámico;
crear colecciones de referencia para mejorar los
protocolos de análisis en materiales
arqueológicos; comprender las interrelaciones
entre las manufacturas cerámicas, la identidad
de las personas alfareras, la gestión de las
materias primas y las redes de intercambio de
objetos e ideas, etc. Además, su combinación
con técnicas de análisis mineralógicas y
químicas puede ayudarnos a comprender mejor
el procesado de las materias primas, las
elecciones tecnológicas y los procesos de
manufactura en los materiales arqueológicos
(Cauliez et al., 2017).
Como reacción al determinismo
ambiental propio de las arqueologías
procesuales, a partir de la década de 1980
surgieron nuevos enfoques teóricos, dentro de
lo que se llamó la Arqueología Postprocesual.
Algunos de estos enfoques ejercieron una
fuerte crítica a las corrientes procesuales. Los
trabajos sobre cerámica publicados en el marco
de los postulados postprocesuales no son muy
abundantes. Sin embargo, esta corriente
68
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
teórica sí que influirá en los postulados
interpretativos de la comunidad científica y, por
lo tanto, también en los estudios cerámicos.
Estos estudios, aparte del contexto ecológico,
dan mayor importancia al contexto social
dentro del proceso de manufactura cerámica,
considerando los recipientes cerámicos como
productos sociales (Shanks y Tilley, 1987), que
responden a unas pautas culturales concretas
que deben ser interpretadas (Cobas Fernández
y Prieto-Martínez, 2001).
2.4. Fase de estudios tecnológicos
El objetivo de los estudios tecnológicos
en cerámica consiste en conocer la secuencia de
manufactura. Se trata de describir, analizar e
interpretar las distintas fases de elaboración
cerámica para observar las elecciones
tecnológicas del producto cerámico. En
ocasiones, ciertas técnicas comienzan a
aplicarse en estudios arqueológicos mucho
antes de que se hagan predominantes décadas
después, bajo un marco teórico concreto. Así,
por ejemplo, los primeros estudios
petrográficos para conocer la procedencia de la
materia prima (Fouqué, 1879; Nordienskiöld,
1893) se llevaron a cabo a finales del siglo XIX,
pero no fue hasta la década de 1980 cuando se
generalizan por la influencia de la arqueología
procesualista. Esto se debe a que la irrupción de
la llamada Nueva Arqueología modificó los
objetivos y las preguntas arqueológicas que se
habían planteado en la mayoría de los estudios
de finales del siglo XIX y de la primera mitad del
siglo XX. Los trabajos de Cresswell (1976) y
Lemonnier (1983) fueron fundamentales para el
desarrollo de los estudios tecnológicos en
cerámica adaptando la cadena técnica
operativa a la secuencia de manufactura
cerámica. A partir de la década de 1980 y, sobre
todo, de 1990 se comenzaron a publicar gran
cantidad de estudios tecnológicos: como Rice,
1987; Quinn, 2013.
2.5. Fase Arqueología Biomolecular
La Arqueología Biomolecular se centra
en el análisis de las moléculas biológicas
(Ligninas, lípidos, nucleótidos etc.) conservadas
en el registro arqueológico. Tradicionalmente,
se ha interpretado la funcionalidad de las
cerámicas arqueológicas a partir de su forma, su
contexto de recuperación, etc. Sin embargo, en
las últimas décadas se han desarrollado
ampliamente los análisis de residuos orgánicos
conservados en los poros de la matriz arcillosa,
especialmente los lípidos, en el marco de la
llamada arqueología biomolecular (Brown T. y
Brown K., 2011). Esto nos permite conocer una
amplia gama de productos que fueron
cocinados y consumidos en los recipientes. De
esta forma, es posible conocer el uso de los
recipientes y explorar la paleodieta de las
comunidades humanas en el pasado, es decir,
saber en gran medida qué alimentos
almacenaban y cocinaban en estos recipientes,
lo que nos permite ampliar el marco
interpretativo en la funcionalidad de los
recipientes cerámicos. Se trata de una nueva
aproximación al uso de las vasijas más allá de las
interpretaciones realizadas a través de la
clasificación en tipos o a partir de la
documentación histórica (documentos,
ilustraciones, imágenes, etc.). La Arqueología
Biomolecular aplicada a los estudios cerámicos
69
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
supuso un avance en las interpretaciones
funcionales de las cerámicas. A partir de finales
de la década de 1970 se empiezan a realizar
análisis orgánicos de los lípidos conservados en
los poros de las cerámicas (Condamin et al.,
1976). Pero no es hasta principios del siglo XXI
cuando este tipo de análisis comienza a
generalizarse (Craig et al., 2005; Evershed,
2008; Regert, 2011; Cubas et al., 2020). Los
análisis de contenido de los lípidos aportan
información de gran relevancia para la
reconstrucción de las prácticas culinarias de las
sociedades del pasado.
2.6. Fase ecléctica
A partir de principios del siglo XXI se
empieza a observar cierto eclecticismo en los
estudios cerámicos. Si bien es cierto que la gran
mayoría de los trabajos publicados hasta
entonces combinaban planteamientos
metodológicos, no es hasta las últimas dos
décadas cuando esto se generaliza. Esta
convergencia teórica ha generado diferentes
estudios de conjuntos cerámicos con enfoques
alternativos con mayor peso del contexto social
e identitario (Jervis, 2014; Aranda, 2010;
Blanco-González, 2016; Alarcón y García, 2019)
dentro de planteamientos típicos de la fase
contextual (materialista) e historicista
(tipología) y añadiendo los planteamientos
teóricos de la arqueología del paisaje (Prieto-
Martínez, 2005; Michelaki et al., 2015).
3. PRINCIPALES TÉCNICAS DE
ANÁLISIS APLICADAS A LA
CERÁMICA
Las principales metodologías para el
estudio cerámico que se emplean hoy día se
pueden realizar a través de diferentes
aproximaciones como las mineralógicas, por
clasificación macroscópica, mediante una
caracterización físico-química etc. Para cada
una de estas aproximaciones metodológicas se
utilizan diferentes técnicas de análisis. En
cualquier caso, es importante definir la unidad
de análisis: el fragmento cerámico o el
recipiente cerámico. En las cerámicas
prehistóricas es habitual tomar el fragmento
cerámico como unidad de análisis, puesto que lo
más habitual es que los restos cerámicos
aparezcan fragmentados como consecuencia
de los procesos postdeposicionales. La
metodología utilizada para el estudio cerámico
debe estar en consonancia con los objetivos que
se pretenden conseguir.
3.1. Análisis Macroscópico
Se trata de una caracterización del
conjunto cerámico que se puede realizar de visu
o con la ayuda de una lupa binocular. La
información obtenida variará en función de los
objetivos (aproximación tecnológica,
morfodecorativa, funcional, etc.) y se clasifica
en diferentes apartados: información
contextual del recipiente o fragmento
(yacimiento, unidad estratigráfica, sigla,
coordenadas, etc.), tamaño del objeto, color,
característica tecnológica (tipo de manufactura,
tratamiento superficial), morfología e
70
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
información de los rasgos o técnicas
decorativas.
3.2. Análisis tipológicos
Los estudios tipológicos describen
diferentes atributos, en base a los cuáles se
definen distintos tipos en la cerámica. Estos
tipos se interpretan como indicadores
culturales. Además, la relación con la secuencia
estratigráfica permite realizar una
aproximación cronológica relativa. Por lo tanto,
la tipología es un análisis morfo-decorativo que,
a través de una descripción primaria, clasifica
las diferentes vasijas o fragmentos cerámicos
en base a patrones de similitud. Estas variables
pueden ser tanto cualitativas (color,
tratamiento de la superficie, tipo de atmósfera,
etc.) como cuantitativas (grosor, altura, etc.).
En los estudios tipológicos, los análisis
decorativos son fundamentales. Se pueden
identificar los patrones decorativos y observar
sus variaciones en el espacio y en el tiempo.
Estos estudios buscan en los patrones
decorativos un reflejo de las interacciones
sociales y simbólicas de las sociedades
involucradas en la manufactura y uso de los
recipientes cerámicos.
3.3. Análisis tecnológicos
Las técnicas vinculadas a los estudios
tecnológicos pueden llevarse a cabo tanto a
través de métodos no destructivos como
destructivos. En los primeros se puede usar la
lupa binocular, la cual es muy accesible y tiene
Figura 2. Vasijas donde se aprecia el modelado a rollos (Berg, 2008).
71
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
un bajo coste, permitiendo realizar un análisis
macroscópico centrado en la información
tecnológica. Por otro lado, el análisis
radiográfico, poco accesible y con un coste
elevado, permite identificar la técnica de
modelado que se utilizó (Fig.2). Para ello, se
introduce el fragmento o recipiente en el equipo
de rayos X para observar el tipo de modelado
(Rye, 1977; Berg, 2008).
Los métodos destructivos pueden
ofrecer mucha información sobre la tecnología
y el origen de la materia prima empleada en la
manufactura cerámica, pero tienen el
inconveniente de destruir total o parcialmente
los fragmentos cerámicos. Por ello, es preciso
realizar una selección de las cerámicas que
serán analizadas. Lo ideal es que este muestreo
abarque toda la variabilidad morfológica,
decorativa, tecnológica y contextual del
conjunto cerámico. De esta forma no es
necesario destruir todos los fragmentos o
recipientes para maximizar la información
obtenida.
Dentro de estos métodos podemos
incluir los análisis químicos, los cuales sirven
para conocer la estructura atómica de los
elementos que componen la cerámica. Es muy
útil como aproximación a los estudios de la
materia prima en la elaboración de la cerámica,
y su comparación con muestras geológicas del
entorno del yacimiento donde fue
documentada o con otros recipientes. Existen
diferentes técnicas de análisis químico: la
fluorescencia de rayos X (FRX) y la
espectroscopia de dispersión de energía de
rayos X (EDX). Son técnicas relativamente
accesibles al estar disponibles en la mayoría de
las universidades y como servicio en
laboratorios de empresas privadas, pero tienen
un coste algo elevado. La técnica EDX se suele
utilizar en muchas ocasiones junto a
microscopía electrónica de barrido (MEB)
(Vasilache, Kavruk y Tencariu, 2020). Esta
última es posible utilizarla también para
analizar las inclusiones no plásticas de una
lámina delgada ya preparada. En ocasiones,
ciertas inclusiones mineralógicas están muy
alteradas y no es posible reconocerlas a través
de un microscopio petrográfico, por lo que es
posible identificarlas mediante MEB-EDX, sin la
necesidad de una preparación previa de la
lámina delgada ni de destruir la misma. La
espectrometría de masas con plasma de
acoplamiento inductivo (ICP-MS) tiene un coste
muy elevado y no es muy accesible. Se trata de
una técnica muy útil y precisa en los estudios de
materia prima. Además, la variante de esta
técnica con ablación láser (LA-ICP-MS) (Fig.3)
es más representativa en cerámicas
prehistóricas que el uso de FRX o EDX (Gehres y
Querré, 2018), puesto que permite conocer los
elementos traza y su porcentaje en las
inclusiones mineralógicas de la muestra
cerámica y, así, compararla con los elementos
traza de los minerales de las muestras
geológicas cercanas o no al yacimiento. De esta
forma, se puede realizar un acercamiento a las
materias primas utilizadas para la elaboración
cerámica.
72
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
Los estudios mineralógicos más
habituales en el ámbito de la cerámica son el
análisis petrográfico, con un coste
relativamente baj o y accesible, y la difracción de
rayos X (DRX), con un coste más elevado,
aunque también accesible. Con frecuencia se
combinan ambas técnicas para una mejor
aproximación a la identificación mineralógica
(Quinn, 2013). El análisis petrográfico es una
técnica muy completa, sobre todo para el
estudio de cerámicas realizadas a mano, puesto
que permite identificar la mayoría de las
inclusiones no plásticas de un cierto tamaño,
pudiendo interpretarse el origen de la materia
prima utilizada, así como la adición o no de
desgrasantes (Fig.4). Asimismo, en ocasiones,
se pueden conocer las técnicas de modelado a
través de la observación en la orientación de los
poros (Quinn, 2013). La técnica de DRX puede
indicarnos el tipo de fases minerales lo que
puede caracterizar las arcillas utilizadas y la
posible temperatura de cocción de la cerámica.
3.4. Análisis biomoleculares
El primer análisis del contenido
realizado en cerámica arqueológica fue en 1976,
con el objetivo de conocer si una determinada
tipología de ánfora romana contenía aceite de
oliva (Condamin et al., 1976). Los análisis de
residuos orgánicos se han ido perfeccionando
hasta el punto de poder diferenciar los lípidos
absorbidos durante el uso de la vasija de
aquellos absorbidos en los procesos
postdeposicionales. Además, se pueden
distinguir cada vez más productos consumidos,
como los biomarcadores marinos (Evershed et
al., 2008) y la miel a través de la identificación
de la cera de abeja (Roffet-Salque et al., 2015).
Desde ese primer trabajo se han ido realizando
múltiples investigaciones sobre el análisis de los
lípidos contenidos en las cerámicas (Evershed,
2008; Regert, 2011; Roffet-Salque et al., 2015;
Cubas et al., 2020).
Figura 3. Equipo de espectrometría de masas con plasma de acoplamiento inductivo con ablación láser
(LA
-ICP-
MS) en el (CReAAH (Centre de Recherche en Archéologie Archéosciences Histoire) de la
Université de Rennes 1.
73
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
4. NUEVOS ENFOQUES EN LOS
ESTUDIOS CERÁMICOS
Muchas de las técnicas expuestas
anteriormente se siguen considerando
novedosas en ocasiones, pese a que algunas de
ellas se llevan utilizando más de 40 años. Todas
las técnicas aportan información y nos ayudan a
aproximarnos al pasado. Lo importante es la
coherencia entre las preguntas de
investigación, los objetivos y la metodología a
aplicar. En las últimas décadas no ha habido
grandes cambios metodológicos y en las
técnicas analíticas, pero sí, en cambio, en el
enfoque en cómo se aproxima a los estudios
cerámicos. Además, algunas de las técnicas han
pasado de un uso marginal en los estudios
arqueológicos a convertirse en análisis
frecuentes y casi cotidianos. A continuación,
explicaremos brevemente algunos enfoques
novedosos de la última década.
La microtomografía computarizada de
rayos X (micro-CT) se ha desarrollado
rápidamente en las últimas décadas y cuenta
con la ventaja de ser un método no destructivo.
Esta técnica permite la detección y medición de
las vasijas, sus uniones, así como la inspección
visual de la orientación de los poros e
inclusiones en secciones finas virtuales 2D y
representaciones 3D ilimitadas. De esta forma,
se ha podido comprobar la correlación entre la
orientación de los poros y las inclusiones con las
técnicas de modelado (rollo, placas y espiral).
Los primeros estudios realizados con la técnica
micro-CT siguen siendo su referencia estándar
(Kahl y Ramminger, 2012; Karl et al., 2014;
Machado et al., 2013; Bernardini et al, 2020; Coli
et al, 2022).
En cuanto a los estudios de los lípidos
conservados en las cerámicas, se han aplicado
nuevos enfoques en esta técnica para poder
conocer la movilidad y conectividad de las
comunidades del pasado. Los análisis
isotópicos de los ácidos grasos (δ13C) extraídos
de las vasijas arqueológicas son un reflejo de la
dieta consumida por los animales y, por lo
tanto, pueden proporcionar información sobre
el entorno del que proceden (Copley et al.,
2003). De esta forma, los amplios rangos de
valores de δ13C observados en los ácidos grasos
extraídos de las vasijas de cerámica pueden
proporcionar información sobre prácticas
pastoriles como la trashumancia (Dunne et al.,
2012). En los últimos años, se están
desarrollando nuevos métodos para la datación
directa del carbono que constituyen los
principales átomos de lípidos conservados en
los artefactos arqueológicos (Fig.5). El objetivo
es obtener cronologías de gran precisión
(Berstan et al., 2008; Casanova et al., 2020).
Esta técnica proporciona dataciones del uso de
las vasijas y puede ayudar a comprender los
cambios de prácticas tecnológicas y
Figura 4. Fragmento de roca ígnea observado
mediante microscopio petrográfico.
74
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
decorativas. Además, sirve de datación fiable
en yacimientos en los que los materiales
orgánicos como el carbón vegetal y los restos
óseos están ausentes del registro arqueológico.
En el estudio de las formas cerámicas
también se están produciendo novedades,
como la aplicación de las técnicas de
morfometría geométrica mediante
aproximaciones de análisis geométrico basado
en 3D, que permiten ir más allá de las
limitaciones de las clasificaciones a simple vista
en conjuntos muy homogéneos. Los resultados
de los análisis estadísticos de información
morfométrica pueden combinarse con análisis
físico-químicos (Travé, 2022).
5. CONCLUSIONES
Cada técnica de análisis es
consecuencia de un planteamiento
metodológico, y éste a su vez parte de un
enfoque teórico. En la actualidad, la con vivencia
de múltiples técnicas refleja una ampliación de
los objetivos de investigación que no ha
supuesto la desaparición de la mayor parte de
las preguntas que se planteaban en décadas
pasadas. Así, por ejemplo, se siguen elaborando
tipologías cerámicas, pero al mismo tiempo se
realizan análisis petrográficos o químicos para
comprender las estrategias de captación de las
materias primas y la secuencia de manufactura
cerámica, o se llevan a cabo análisis de los
lípidos conservados en los poros de las
cerámicas para comprender la funcionalidad de
los recipientes y las prácticas culinarias de las
sociedades del pasado. En muchas ocasiones,
los estudios aúnan todas las propuestas
metodológicas con sus respectivas técnicas,
elaborando un discurso heterogéneo
teóricamente, pero consistente en sus
resultados. Estas confluencias metodológicas y
analíticas siempre se han dado en la historia de
los estudios cerámicos y arqueológicos, pero es
en la actualidad cuando se ha convertido en una
tendencia. Todo esto es consecuencia de la
convivencia y eclecticismo teórico existente en
la actualidad. Lo más importante es lograr una
coherencia entre los objetivos a alcanzar y las
metodologías aplicadas al estudio cerámico.
Figura 5. Distribuciones de probabilidad de las
dataciones de los lípidos de los recipientes
(Casanova et al., 2020).
75
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
AGRADECIMIENTOS
Este artículo se enmarca en el proyecto
de investigación “Pottery technology in the
Atlantic coast of the Iberian Peninsula during
the Late Prehistory (ca. 6000-3000 cal BC) –
AtCoast” PID2019-104247RA-I00- (IP: Miriam
Cubas), financiado por el Ministerio de Ciencia e
Innovación. La investigación de Urko
Santamaria está financiada por el Programa
predoctoral del Departamento de Educación,
Política Lingüística y Cultura del Gobierno
Vasco. Este estudio también ha contado con el
apoyo del Grupo Consolidado de Investigación
Prehistórica de la Universidad del País Vasco
(IT-1435-22). La investigación de Izaro
Quevedo-Semperena está financiada por la
Junta de Castilla y León y Fondo Europeo a
través del contrato predoctoral Orden
EDU/601/2020. La investigación de Néstor
Lozano-López está financiada por el Ministerio
de Universidades a través del contrato
predoctoral FPU19/02409. Agradecemos a
Miriam Cubas todo su apoyo, consejos y ayuda
para la realización de este trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
Alarcón, E. G. & García, A. 2019. Las
producciones cerámicas argáricas.
Entre la vida cotidiana y la muerte
anda el juego. Treballs d'Arqueologia,
23, 283-309.
Aranda, G. J. 2010. Entre la tradición y la
innovación: el proceso de
especialización en la producción
cerámica argárica. Menga: Revista de
prehistoria de Andalucía, (1), 77-98.
Arnold, D. E. 1988 Ceramic theory and cultural
process. Cambridge: Cambridge
University Press.
Bernardini, F., Vinci, G., Prokop, D., Barro
Savonuzzi, L., De Min, A., Lenaz, D.,
Cocca, E., Kasztovszky, Zs., Szilágyi,
V., Harsányi, I., Tuniz, C. & Cattani, M.
2020. A multi-analytical study of
Bronze Age pottery from the UNESCO
site of Al-Khutm (Bat,
Oman). Archaeological and
Anthropological Sciences, 12, 1-22.
Berg, I. 2008. Looking through pots: recent
advances in ceramics X-radiography.
Journal of Arch aeological Science, 35(5),
1177-1188.
Berstan, R., Stott, A. W., Minnitt, S., Ramsey, C.
B., Hedges, R. E., & Evershed, R. P.
2008: Direct dating of pottery from its
organic residues: new precision using
compound-specific carbon isotopes.
Antiquity, 82(317), 702-713.
Blanco González, A. 2016. Microhistorias de la
Prehistoria Reciente en el interior de la
Península Ibérica. Trabajos de
prehistoria, 73(1), 47-67.
Brown, T. A. & Brown, K. 2011: Biomolecular
archaeology: an introduction. John
Wiley & Sons.
Carandini, A. 1979. Archeologia e cultura
materiale. Lavori senza gloria
nell’Antichità classica, Bari.
Casanova, E., Knowles, T.D.J., Bayliss, A.,
Dunne, J., Barański, M. Z., Denaire, A.,
76
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
Lefranc, P., di Lernia, S., Roffet-
Salque, M., Smyth, J., Barclay, A.,
Gillard, T., Claßen, E., Coles, B., Ilett,
M., Jeunesse, C., Krueger, M.,
Marciniak, A., Minnitt, S., Rotunno, R.,
van de Velde, P., van Wijk, I., Cotton, J.,
Daykin, A. & Evershed. R. P. 2020.
Accurate compound-specific 14C
dating of archaeological pottery
vessels. Nature 580, 506–510.
Cauliez, J., Manen, C., Ard, V., Caro, J., Bocquet-
Lienard, A., Bruxelles, L., Cantin, N.,
Savary, X., Convertini, F., Borgen, V., &
Amara, A. B. 2017. Technical traditions
and pottery craftsmanship among the
Woloyta and Oromo groups in Ethiopia.
Actualist references for refining
prehistoric ceramic analytical protocols,
materials acquisition and processing in
Early Neolithic pottery productions.
Proceedings of the workshop of Namur
(Belgium), 29-30 may 2015.
Childe, V. G. 1929. The Danube in prehistory.
Oxford: Clarendon Press.
Clop, X. 2007. Materia prima, Cerámica y
Sociedad. La gestión de los recursos
minerales para manufacturar
cerámicas del 3.100 al 1.500 ANE en el
noreste de la Península Ibérica. BAR
International Series, 1660. 393 págs.
Hadrian Books Ltd.
Cobas-Fernández, I. & Prieto, M. P. M. 2001. La
cadena tecnológica operativa como
una herramienta teórica y
metodológica. Una perspectiva desde
los planteamientos de la arqueología
del paisaje. Cuadernos de estudios
gallegos, 48(114), 9-27.
Coli, V. L., Gomart, L., Pisani, D. F., Cohen, S.,
Blanc-Féraud, L., Leblond, J., & Binder,
D. 2022. Microcomputed tomography
for discriminating between different
forming techniques in ancient pottery:
New segmentation method and pore
distribution
recognition. Archaeometry, 64(1), 84-
99.
Condamin, J., Formenti, F., Metais, M. O.,
Michel, M., & Blond, P. 1976. The
application of gas chromatography to
the tracing of oil in ancient
amophorae. Archaeometry, 18(2), 195-
201.
Copley, M.S., Berstan, R., Dudd, S.N., Docherty,
G., Mukherjee, A.J., Straker, V., Payne,
S., & Evershed, R.P. 2003. Direct
chemical evidence for widespread
dairying in prehistoric Britain. Proc.
Natl. Acad. Sci. U. S. A. 100, 1524–
1529.
Craig, O.E., Chapman, J., Heron, C.P., Willis,
L.H., Bartosiewicz, L., Taylor, G.,
Whittle, A., & Collins, M.J. 2005. Did
the first farmers of central and eastern
Europe produce dairy foods? Antiquity
79 (306), 882–894.
Cresswell, R. 1976. «Techniques et culture: les
bases d’un programme de travail»,
Techniques & culture, 191 (1), Marseille,
pp. 7-59.
Cubas, M., Lucquin, A., Robson, H. K., Colonese,
A. C., Arias, P., Aubry, B., Billard, C.,
Jan, D., Diniz, M., Fernandes, R.,
77
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
Fabregas Valcarce, R., Germain-
Vallée, C., Juhel, L., Lombera-
Hermida, A., Marcigny, C., Mazet, S.,
Marchand, G., Neves, C., Ontañón-
Peredo, R., Rodríguez-Álvarez, X. P.,
Simões, T., Zilhão, J. & Craig, O. E.
2020. Latitudinal gradient in dairy
production with the introduction of
farming in Atlantic Europe. Nature
communications, 11(1), 1-9.
Dunne, J., Evershed, R.P., Salque, M., Cramp,
L.J.E., Bruni, S., Ryan, K., Biagetti, S.,
& di Lernia, S. 2012. First dairying in
green Saharan Africa in the fifth
millennium BC. Nature 486, 390–394.
Evershed, R.P. 2008. Organic residue analysis in
archaeology: the archaeological
biomarker revolution. Archaeometry
50 (6), 895–924.
Evershed, R.P., Copley, M.S., Dickson, L., &
Hansel, F.A. 2008. Experimental
evidence for the processing of marine
animal products and other
commodities containing
polyunsaturated fatty acids in pottery
vessels. Archaeometry 50, 101–113.
Fouqué, F. 1879. Santorin et ses éruptions. The
Johns Hopkins University Press,
Baltimore.
García Porras, A. 2013, Los estudios de cerámi ca
medieval en España. Puntos de
partida, líneas, enfoques y
perspectivas de investigación. En F.
Sabaté, J. Brufal (dirs.), Arqueologia
Medieval V. Recerca avançada en
Arqueología Medieval, Lleida, pp. 53-79
García Rosselló, J. & Calvo, M. 2013. Making
Pots: el modelado de la cerámica a
mano y su potencial interpretativo. BAR
International Series.
Gehres, B., & Querré, G. 2018. Analysis of mica
inclusions using LA-ICP-MS: A new
approach for sourcing raw material of
ceramics. Journal of Archaeological
Science: Reports, 21, 912-920.
Jervis, B. 2014. Pottery and Social Life in
Medieval England: Towards a
Relational Approach. Oxbow Books.
Kahl, W. A., & Ramminger, B. 2012. Non-
destructive fabric analysis of
prehistoric pottery using high-
resolution X-ray microtomography: a
pilot study on the late Mesolithic to
Neolithic site Hamburg-Boberg.
Journal of Archaeological Science, 39(7),
2206-2219.
Karl, S., Jungblut, D., Mara, H., Wittum, G., &
Krömker, S. 2014. Insights into
manufacturing techniques of
archaeological pottery: industrial X-
ray computed tomography as a tool in
the examination of cultural material.
En: Martinón-Torres, M. (Ed.), Craft
and Science: International Perspectives
on Archaeological Ceramics.
Bloomsbury Qatar Foundation, Doha,
pp. 253–261.
Kolb, C. C. 1989. Ceramic ecology in retrospect-
a critical-review of methodology and
results. In American Journal of
Archaeology (Vol. 93, No. 2, pp. 252-
252). 135 William st, New York, NY
78
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
10038-3805: archaeological inst.
Lemonnier, P. 1983. «L’étude des systèmes
techniques, une urgence en
technologie culturelle», Techniques &
culture, Les Éditions de l’EHESS.
Machado, A.C., Freitas, R., Calza, C.F.,
Carvalho, D.D., Gaspar, M.D., Lopes,
R.T., & Lima, I. 2013. Characterization
of ceramic archaeological by high
resolution X-ray microtomography.
En: 2013 International Nuclear Atlantic
Conference – INAC 2013. Recife, PE,
Brazil, November 24-29, 2013.
Mannoni, T., & Sfrecola, S. 1990. Circolazione
dei prodotti ceramici sulla base delle
analisi mineralogico-petrografiche. En
Le commerce maritime romain en
Méditerrannée occidentalel: colloque
International tenu à Barcelone du 16 au
18 mai 1988 (pp. 313-318). Conseil de
l'Europe.
Mannoni, T. & Giannichedda, E. 1996.
Archeologia della produzione. Einaudi.
Matson, F.R. 1965. Ceramic ecology: An
approach to the study of the early
cultures in the near east In Ceramics
and man, ed. F.R. Matson, 202–217.
Chicago: Aldine.
Michelaki, K., Braun, G. V., & Hancock, R. G.
2015. Local clay sources as histories of
human–landscape interactions: a
ceramic taskscape perspecti ve. Journal
of Archaeological Method and Theory,
22, 783-827.
Nordenskiöld, G. 1893. The Cliff dwellers of the
Mesa Verde, southwestern Colorado:
Their pottery and implements. Royal
Print. Office.
Orton, C., Tyers, P., & Vince, A. 1997. La
cerámica en arqueología, Crítica (1ª
ed.), Barcelona, 309 pp.
Petrie, W. M. F. 1891. Tell el Hesy (Lachish).
Committee of the Palestine
exploration fund.
Plique, A. E. 1887. Étude de céramique averno-
romaine, Caen.
Pitt-Rivers, A. H. L. F. 1906. The evolution of
culture: and other essays. Clarendon
Press.
Prieto-Martínez, M. P. 2005. La cerámica
neolítica en Galicia. Estudio de síntesis
desde la perspectiva de la Arqueología
del Paisaje.
Quinn, P. S. 2013. Ceramic petrography: the
interpretation of archaeological pottery
& related artefacts in thin section.
Archaeopress Publishing Ltd.
Regert, M. 2011. Analytical strategies for
discriminating archeological fatty
substances from animal origin. Mass
Spectrom. Rev. 30 (2), 177–220
Rhodes, M. 1979. Methods of cataloging pottery
in inner London: an historical outline.
Medieval Pottery Research Group.
Rice, P. M. 1987. Pottery analysis: a sourcebook.
University of Chicago press. Chicago.
Roffet-Salque, M., Dunne, J., Altoft, D. T.,
Casanova, E., Cramp, L. J., Smyth, J.,
Whelton, H. L. & Evershed, R. P. 2017.
From the inside out: Upscaling organic
residue analyses of archaeological
79
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 09– 2023
ceramics. Journal of Archaeological
Science: Reports, 16, 627-640.
Roffet-Salque, M., Regert, M., Evershed, R. P.,
Outram, A. K., Cramp, L. J., Decavallas,
O. Dunne, J., Gerbault7, P., Mileto, S.,
Mirabaud, S., Pääkkönen, M., Smyth,
J., Šoberl, L., Whelton, H. L., Alday-
Ruiz, A., Asplund, H., Bartkowiak, M.,
Bayer-Niemeier, E., Belhouchet, L.,
Bernardini, F., Budja, M., Cooney, G.,
Cubas, M., Danaher, M., Diniz, M.,
Domboróczki, L., Fabbri, C., González-
Urquijo, J. E., Guilaine, J., Hachi, S.,
Hartwell, B. N., Hofmann, D., Hohle, I.,
Ibáñez, J. J., Karul, N., Kherbouche, F.,
Kiely, J., Kotsakis, K., Lueth, F.,
Mallory, J. P., Manen, C., Marciniak, A.,
Maurice-Chabard, B., Mc Gonigle, M.
A., Mulazzani, S., Özdoğan, M., Perić,
O. S., Perić, S. R., Petrasch, J.,
Pétrequin, A., Pétrequin, P., P oensgen,
U., Pollard, C. J., Poplin, F., Radi, G.,
Stadler, P., Stäuble, H., Tasić, N.,
Urem-Kotsou, D., Vuković, J. B. Walsh,
F., Wolfram, S., Zapata-Peña, L. &
Zoughlami, J. 2015. Widespread
exploitation of the honeybee by early
Neolithic farmers. Nature, 527(7577),
226-230.
Rye, O. S. 1977. Pottery manufacturing
techniques: X-ray studies.
Archaeometry, 19(2), 205-211.
Shanks M. & Tilley C. Y. 1987. Social theory and
archaeology. Polity in association with
Blackwell.
Shepard, A. O. 1956. Ceramics for the
Archaeologist (Vol. 609). Washington,
DC: Carnegie Institution of
Washington.
Siret, H., & Siret, L. 1887. Les premiers âges du
métal dans le sud-est de l'Espagne:
Résultats des fouilles faites par les
auteurs de 1881 à 1887 (Vol. 1).
Sklenář, K. 1983. Archaeology in Central Europe:
the first 500 years. Burns & Oates.
Steward, J. H. 1955. Theory of cultural change;
The methodology of multilinear
evolution. Urbana, University of Illinois
Press.
Travé, E. 2022. Statistical Analysis of
Morphometric Data for Pottery Formal
Classification: Variables, Procedures,
and Digital Experiences of Medieval
and Postmedieval Greyware
Clustering in Catalonia (Twelfth-
Nineteenth Centuries AD), Open
Archaeology, 8(1), pp. 1269–1285.
Vasilache, V., Kavruk, V., & Tencariu, F. A. 2020.
OM, SEM–EDX, and micro-FTIR
analysis of the Bronze Age pottery
from the Băile Figa salt production site
(Transylvania, Romania). Microscopy
Research and Technique, 83(6), 604-
617.
Willey, G. R. & Phillips, P. 1958. Method and
Theory in American
Archaeology. University of Chicago
Press, Chicago.