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Compiladora: Daniela Torres Morimitsu
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Perspectivas de salud
mental y comunicación
de JÓVENES INVESTIGADORES
Compiladora: Daniela Torres Morimitsu
Pereira, Colombia, 2022
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Perspectivas de Salud Mental y Comunicación de Jóvenes Investigadores
Compiladora: Torres Morimitsu, Daniela.
Autores
María Camila Idarraga López, María Antonia Londoño Cortes, Byron Camilo Guzmán
Duque, José Julián Javela González, Julián Páez Valdez, Mariana Cruz Luna, Margarita
Rosa Rojas Torres, Laura Camila Sandoval Camacho, Sarah Ospina Cano, Eliana Quiroz
González, Angélica Barros.
- - 1 a. ed. - - Colombia: Pereira. xx p.
ISBN: 978-958-8487-96-0 (Electrónico).
1. Violencia. 2. Photoboy. 3. Mindfulness. 4. Feminismo. I. Daniela Torres
Morimitsu. II. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. III. Universidad
Católica de Pereira.
CDD: 300 - Ciencias sociales
Catalogación en la publicación – Universidad Católica de Pereira.
Primera edición 2022
Universidad Católica de Pereira
Rector: Pbro. Behitman Alberto Céspedes De los Ríos
Vicerrector Académico: Nelson Londoño Pineda
Directora de Investigaciones e Innovación: María Luisa Nieto Taborda
Coordinadora de Gestión de la Investigación: Daniela Torres Morimitsu
Diagramación:
GRÁFICAS BUDA, SAS.
Calle 15 No. 6-23 PBX: 335 72 35
Pereira – Risaralda - Colombia
Reservados todos los derechos
© Universidad Católica de Pereira, 2020
Carrera 21 No. 49-95 Pereira
Teléfono 312 40 00
ucp@ucp.edu.co
www.ucp.edu.co
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el pensamiento de la Universidad Católica de Pereira, ni genera su responsabilidad frente
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Pereira, Colombia
Diciembre de 2022
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
CONTENIDO
Prólogo ............................................................................................................... 5
Capítulo 1 Medición de la agresión, la violencia y la ira: un estado del arte ........ 7
Tabla 1. Características y diferencias de la ira, agresión y violencia .................... 16
Tabla 2. Instrumentos encontrados para medir ira, agresión y violencia ............. 18
Figura 1. Patrón de Búsqueda Bibliográfica ......................................................... 27
Gráfica 1. Población de aplicación de instrumentos de artículos encontrados ....... 28
Gráfica 2. Categorías temáticas de los artículos encontrados ............................... 29
Gráfica 3. Instrumentos más utilizados para medir ira, agresión y violencia
encontrados en la bibliografía .............................................................. 30
Capítulo 2 Photoboy: ¿La pedagogía en medios digitales
es una buena opción para las campañas de prevención
de consumo de tabaco y/o cigarrillo? ................................................ 52
Figura 1. ¿Alguna vez ha fumado? (Población: bachillerato) ................................ 60
Figura 2. ¿Está bien fumar? ................................................................................. 60
Figura 3. ¿El tabaco provoca cáncer de pulmón en fumadores? ........................... 61
Figura 4. ¿Alguna vez ha visto campañas sobre el consumo de tabaco? ................ 61
Figura 5. ¿Cree que es difícil dejar de fumar? ...................................................... 62
Figura 6. ¿Está bien fumar? ................................................................................. 66
Figura 7. ¿El tabaco provoca cáncer de pulmón en fumadores? ........................... 67
Figura 8. ¿Considera que lo aprendido en Photoboy podría ser útil a futuro? ...... 67
Figura 9. ¿Cuál cree que es el formato más adecuado para una campaña? ............ 68
Imagen 1. Cartilla Photoboy Primaria - Secundaria .............................................. 63
Imagen 2. Canal YouTube Photoboy .................................................................... 65
Imagen 3. Evento “Laboratorio Photoboy” ........................................................... 65
Imagen 4. Actividad línea digital .......................................................................... 69
Capítulo 3 Mindfulness: orientaciones para el cuidado
de los trabajadores de la salud ........................................................... 75
Tabla 1. Programa de Promoción de la Salud Basado en el Mindfulness ............ 84
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Prólogo
“Nada tiene tanto poder para ampliar la mente
como la capacidad de investigar de forma sistemática
y real todo lo que es susceptible de observación en la vida”
Marco Aurelio
La Universidad Católica de Pereira, en concordancia con su visión de aportar
al cambio de la sociedad y el mundo y en su búsqueda constante de consolidar y
proyectar las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación institucionales, así
como lograr la apropiación social del conocimiento, ha contribuido articuladamente
con los diferentes actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
(SNCTeI) en la transformación y desarrollo del país desde el ámbito social, económico,
ambiental y científico, con perspectiva humana y ética, con rigor académico y alto
potencial de impacto científico. Lo anterior en el marco de los cinco focos estratégicos
priorizados según las capacidades y trayectoria académica y científica institucional: i.
Construcción de paz, ii. Salud Mental, iii. Desarrollo territorial y sostenibilidad, iv.
Desarrollo empresarial e innovación y v. Ambientes educativos, desarrollo humano y
trascendencia.
En los últimos años desde la Universidad han surgido diferentes productos de
investigación en el marco de las estrategias de los Grupos de Investigación, con el
fin de hacer aportes significativos para la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y la
Apropiación Social del Conocimiento. En este sentido, la participación y formación
de talento humano, especialmente de Jóvenes Investigadores, ha tomado gran
importancia y se ha convertido en un proceso desde donde se ha abordado el desarrollo
de proyectos desde los focos estratégicos institucionales y diferentes perspectivas,
dando cuenta que se construye sociedad trabajando en conjunto desde los diferentes
niveles sociales y académicos.
De esta manera, para el desarrollo de este libro se contó con la participación de
jóvenes investigadores de Psicología y Comunicación Social – Periodismo, junto con
sus tutores, en el marco de proyectos internos y externos de la Universidad. Se podrán
encontrar específicamente las siguientes temáticas: 1. Medición de la agresión, la
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violencia y la ira: un estado del arte, 2. Photoboy: ¿Es la radio una buena alternativa
para las campañas de prevención al consumo de tabaco y/o cigarrillo?, 3. Mindfulness:
orientaciones para el cuidado de los trabajadores de la salud, 4. Pedagogía en medios
digitales para la promoción y prevención de consumo de tabaco.
Así, este libro se obtiene como resultado de investigación, con el fin de contribuir a
los retos prioritarios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) y Apropiación
Social del Conocimiento (ASC) del país, a través de un trabajo orientado a la
solución de desafíos enmarcados en los focos estratégicos institucionales priorizados,
cooperando en el incremento de la calidad de la investigación y la transferencia de
los resultados, con el fin de aportar positivamente y de manera multidisciplinar al
desarrollo regional y contribuir a los problemas apremiantes del país y la región.
Daniela Torres Morimitsu
Coordinadora de Gestión de la Investigación
Universidad Católica de Pereira
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1. El presente capítulo es resultado del proyecto denominado: Relación entre la conducta agresiva
y la conducta autolesiva (CA) en adolescentes de la ciudad de Pereira (CI-022-04), financiado
por Convocatoria Interna de Investigaciones e Innovación N.º 021 de 2021.
Medición de la agresión,
la violencia y la ira:
un estado del arte1
Measurement of aggression,
violence and anger:
a state of the art
Para citar este capítulo: Idárraga López, M. C., Londoño Cortés, M. A., Guzmán Duque, B. C.,
Javela, J. J., (2022). Medición de la agresión, la violencia y la ira: un estado del arte. Perspectivas
de salud mental y comunicación de jóvenes investigadores (p.p. 7-51). Pereira. Editorial Universidad
Católica de Pereira.
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Autores
María Camila Idárraga López2
Universidad Católica de Pereira
María Antonia Londoño Cortés3
Universidad Católica de Pereira
Byron Camilo Guzmán Duque4
Universidad Católica de Pereira
José Julián Javela González5
Universidad Católica de Pereira
Universidad Complutense de Madrid
2 Psicóloga de la Universidad Católica de Pereira. Miembro del grupo de investigación Clínica y
Salud Mental.
Contacto: camila.idarraga@ucp.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0502-7096
3 Psicóloga de la Universidad Católica de Pereira. Miembro del grupo de investigación Clínica y
Salud Mental.
Contacto: maria3.londono@ucp.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0998-9372
4 Psicólogo de la Universidad Católica de Pereira. Miembro del grupo de investigación Clínica y
Salud Mental.
Contacto: camilo.guzman@ucp.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8088-4867
5 Doctor en Neurociencias de la Universidad Complutense de Madrid. Magíster en Psicobiología
de la Universidad Complutense de Madrid. Psicólogo de la Universidad Surcolombiana. Docente
Asociado de la Universidad Católica de Pereira. Miembro del grupo de investigación Clínica y
Salud Mental. Contacto: jjavela@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2484-722
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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Resumen
El presente capítulo abarca el estado del arte frente a los
instrumentos existentes que miden la agresión, ira y violencia;
debido al impacto social de la agresión, la ira y la violencia en
la sociedad, diversas disciplinas como la psicología, la genética,
la sociología, la criminología, la neurología, la filosofía, entre
otras, estudian cómo poder explicarlas y predecirlas. A partir
de la lectura de texto completo y considerando los criterios de
inclusión y exclusión, se seleccionaron N=115 artículos por
relevancia temática a través del método PRISMA. Se encontró
que los instrumentos más utilizados son el Cuestionario de
agresión de Buss y Perry, Cuestionario de agresión reactiva y
proactiva-RPQ, STAXI-2, Conict Tactics Scale y herramientas
cualitativas como entrevistas y grupos focales. Los principales
hallazgos demuestran que la violencia, la agresión o la ira no se
evalúan como constructos unificados, sino que se encuentran
conformados por diferentes componentes. Cabe resaltar que
el empleo de instrumentos de medición de otros constructos
que se relacionan con la violencia, ira y agresión también
aportan teóricamente, lo que posibilita que los programas
de intervención puedan estar mejor guiados y orientados
dependiendo de su especificidad. Por otro lado, se sugieren
directrices a la hora de establecer programas de prevención,
como por ejemplo en el caso de violencia de pareja íntima,
violencia de género o violencia doméstica, es posible modificar
el sistema de valores y representaciones sociales acerca de su rol
social.
Palabras clave: Instrumentos, ira, violencia, agresión, impacto
social.
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Perspectivas de salud
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Abstract
is chapter covers the state of the art against existing
instruments that measure aggression, anger and violence; Due
to the social impact of aggression, anger and violence in society,
various disciplines such as psychology, genetics, sociology,
criminology, neurology and philosophy, among others, study
how to explain and predict them. From the reading of the
full text and considering the inclusion and exclusion criteria,
N=115 articles were selected by thematic relevance through the
PRISMA method. It was found that the most used instruments
are the Buss and Perry Aggression Questionnaire, Reactive and
Proactive Aggression Questionnaire-RPQ, STAXI-2, Conflict
Tactics Scale and qualitative tools such as interviews and focus
groups. e main findings show that violence, aggression or
anger are not evaluated as unified constructs, but rather are
made up of different components. It should be noted that
the use of measurement instruments of other constructs that
are related to violence, anger and aggression also contribute
theoretically, which allows intervention programs to be better
guided and oriented depending on their specificity. On
the other hand, guidelines are suggested when establishing
prevention programs, such as in the case of intimate partner
violence, gender violence or domestic violence, it is possible to
modify the system of values and social representations about
their role Social.
Keywords: Instruments, anger, violence, aggression, social
impact.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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Introducción
El objetivo final de todas las ciencias es describir, explicar y predecir los fenómenos que
estudia, dentro de las que se encuentra la psicología; para lograr este objetivo, se deben recoger
y comparar datos que permitan fundamentar sus teorías, siendo la medida el componente
esencial de este proceso (Aragón, 2004). Por tal motivo, resulta de gran relevancia crear
instrumentos específicos para los diferentes constructos, con el fin de medirlos con mayor
exactitud es recomendable identificar la variable con la mayor precisión posible y expresarla
en función de sus indicadores o manifestaciones más significativas (Mejía, 2005).
En este orden de ideas, la agresión, la violencia y la ira han implicado un reto dentro
de la investigación científica, siendo a su vez un tema necesario y relevante, pues constituye
un medio para la predicción (Harris & Rice, 2007), el establecimiento de procedimientos
en los que se pueda evaluar la probabilidad de ocurrencia de la violencia y la agresión, que
puede ser funcional para diferentes contextos, como podría ser el jurídico-penal (Pueyo y
Echeburúa, 2010; Pueyo y Redondo, 2007). También puede facilitar la toma de decisiones
en los contextos jurídicos en los que se puede discernir entre la probabilidad de reincidencia,
el grado de tratamiento, entre otros (Echeburúa y Fernández Montalvo, 2009; Redondo,
Pérez y Martínez, 2007).
Por ello, hay que destacar que a lo largo de las últimas décadas la investigación
científica ha aportado enriquecimiento teórico en torno a la definición de la violencia, la
agresión y la ira (Castellano y Castellano, 2012), sin embargo, hasta la actualidad dichos
constructos cuentan con poca claridad conceptual, lo que ha ocasionado dificultad para la
evaluación de los mismos (Martínez, 2016; Carrasco, 2006; Fremouw, 2001). Por dicha
razón, el constructo de la agresión es evaluado a través de instrumentos de ira, hostilidad o se
intenta medir otros constructos como la empatía, la conducta prosocial, entre otros (Javela
J. et al., 2022; Londoño Cortés et al., 2022)., no obstante, aunque exista una relación con
la agresión, estas herramientas de medición no evalúan adecuadamente dicho constructo
(Carrasco, 2006; Torregrosa et al., 2011). Ahora bien, con el creciente reconocimiento del
aumento de la agresión y la violencia, y su papel nocivo para la salud pública, la evaluación
de la violencia y la agresión es objeto de estudio con el fin de mejorar las técnicas de medición
y así mismo aportar a su marco teórico (Caselman & Curzo, 2014; Yanez et al., 2019).
Agresión
La agresión es un constructo complejo y heterogéneo, por lo que interesa identificar
subtipos o clases de agresión para su estudio (Stahl, 2014). Dicho término se refiere a que
un sujeto tiene toda la voluntad e intención de hacer daño (Anderson y Bushman, 2002;
Spielberger et al., 1983; 1985), también definida por Bandura (1973) como una conducta
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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que se aprende por una serie de reforzadores, que producen consecuencias perjudiciales.
Así mismo, se afirma que la agresión puede ser física: cuando busca hacer daño físico a la
persona; verbal: cuando se quiere herir a través de las palabras; relacional: cuando se busca
hacerle daño a las relaciones que tiene la otra persona o al estatus social que tiene en su
grupo, entre otras (Chaux, 2003).
Así mismo, al hablar de agresión resulta relevante aclarar que ésta se divide en dos
tipos: la primera es la reactiva, también denominada impulsiva, y la proactiva o instrumental
(Alcázar, 2011; Kockler et al., 2006; Raine et al., 1997; Stanford et al., 2003; Weinshenker
y Siegel, 2002; Woodworth y Porter, 2002; Ortega Escobar y Alcázar Córcoles, 2016). En
cuanto a la agresión reactiva, se encuentra relacionada con las conductas que ante un evento
de amenaza generan reacciones de impulsividad, oposición y dificultades para procesar
la información requerida para el evento estresor (Chan, Raine, Lee, 2010; Raine et al.,
2006). Por otro lado, la agresión proactiva se caracteriza por ser planeada, organizada e
instrumental, es decir, que está controlada, y relacionada con la ausencia de activación o
sentimientos de ira (Raine et al., 2006) y con ello la activación autonómica se ve disminuida
(Mirsky y Siegel, 1994).
No obstante, uno de los problemas que acompañan a la evaluación de la agresividad,
que claramente se refleja en el estudio de los instrumentos diseñados para tal fin, es la
falta de claridad conceptual de este constructo y la ausencia de un marco teórico único
para su comprensión entre los investigadores (Carrasco, 2006). Las técnicas utilizadas para
la evaluación de la agresión han incluido desde investigación de archivos, observación,
entrevistas y técnicas proyectivas, hasta autoinformes (Baron y Richardson, 1994; Suris et
al., 2004; Carrasco, 2006) con el fin de poder comprender y predecir dicho constructo.
Dentro de los instrumentos que buscan medir la agresión, encontramos el Cuestionario de
Agresión Reactiva y Proactiva: un instrumento de medida de la agresión en adolescentes
(Raine, Dodge, Loeber, Gatzke-Kopp et al., 2006). También el Cuestionario de Agresividad
Física y Verbal - AFV (Caprara y Pastorelli, 1993; Pastorelli, Barbaranelli, Cermak, Rozsa
y Caprara, 1997), La Escala Infantil de Tendencias a la Acción - CATS (Deluty, 1979), el
Cuestionario de Agresión - AQ (Buss y Perry, 1992), el Cuestionario BULL (Cerezo, 2000,
2001) elaborado para evaluar la agresividad en el contexto escolar, la vida en la escuela
(Smith y Sharp, 1994) es un listado de elementos para el despistaje de la identificación del
agresor (bullying) en la escuela.
Por su misma ambigüedad teórica a la hora de definir el constructo de agresión, muchas
veces se utilizan cuestionarios que miden variables que, aunque puedan llegar a tener relación
con la agresión, no la miden como tal, por ejemplo, la ira, las situaciones problemáticas, la
conducta antisocial y delictiva y la adaptación, utilizando cuestionarios como el Inventario
de Expresión de Ira Estado Rasgo - STAXI (Spielberger, 1999), Taxonomía de las Situaciones
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Perspectivas de salud
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Sociales Problemáticas para Niños - TOPS (Dodge, McClaskey y Feldman, 1985), Batería
de Socialización Conducta Antisocial - BAS (Silva y Martorell, 1987), Cuestionario A-D de
Conductas Antisociales y Delictivas (Seisdedos, 1988) y Test Evaluativo Multifactorial de
Adaptación Infantil - TAMAI (Hernández, 1990).
Ahora, más allá de todo lo anterior, es conveniente resaltar las diferentes dimensiones
que se tienen para tratar de explicarla, ya que la agresión en sus múltiples y variadas formas de
expresión, es considerada como uno de los problemas sociales y de salud más preocupantes en
la actualidad (OMS, 2002). En primer lugar, por las graves consecuencias que en términos de
daños, lesiones y sufrimiento ocasiona en las víctimas. En segundo lugar, porque la agresión
se ve comúnmente asociada a otros graves problemas de adaptación y funcionamiento social
como, por ejemplo, la delincuencia, el abuso de drogas, la conflictividad familiar, la violencia
de género, el rechazo de los pares o el absentismo escolar (Andreu et al., 2009), por ello el
avance en su investigación trae consigo beneficios para la sociedad en general.
Ira
La ira constituye un “estado emocional” consistente en sentimientos que varían en
intensidad, desde una ligera irritación o enfado, hasta furia y rabia intensas, los cuales surgen
ante acontecimientos desagradables y no están dirigidos a una meta, se da de acuerdo a un
rol social y cumple una función en ese sistema social (Spielberger et al., 1983; Averill, 1982).
Es denominada como una condición natural, psicobiológica y humana, la cual incluye
sentimientos subjetivos negativos que varían en intensidad. Esta experiencia es una reacción
emocional transitoria y fluctúa en un periodo de tiempo como función de frustraciones,
percepciones de afrontamiento al estrés, amenaza o provocación (Moscoso & Spielberger,
1999a).
La ira también es entendida como “un paquete complejo de sentidos, comportamientos,
normas y prácticas sociales que coexisten y se forman alrededor de emociones primordiales”
(Lindner, 2006, p. 3). Por ende, es entendida como una emoción moral, la cual aparecen
ante la interacción con otros sujetos y se ha ligado al bienestar de las sociedades, se encarga
de la regulación del comportamiento frente a eventos que incluyen a otros agentes, a partir
de la representación de sí mismo en un ambiente social (Andrade, 2019; Damasio, 2010;
Martínez et al., 2011; Ostrosky, 2008; Adolphs, 2003). Se propone que la ira surge ante
situaciones de frustración, injusticia o cuando se obstaculizan las metas (Saavedra et al., 2015),
siendo componentes importantes de la ira la cultura y los valores personales. Estos aspectos
caben dentro del dominio de los procesos cognitivos que dependen de diversos factores,
incluyendo cómo el individuo percibe, procesa la información, la evalúa, la almacena, la
recuerda, aprende, resuelve problemas y toma decisiones. También está formada por valores
personales, reglas y preferencias culturales, y el contexto social (Butts, 2007).
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Ahora bien, se ha evidenciado que un problema muy común con los instrumentos
psicométricos de evaluación de la ira, disponibles en el área clínica y de investigación, radica
en la falta de un marco conceptual preciso y que reconozca claramente estas distinciones
operacionales (Moscoso y Pérez Nieto, 2003), esto ha dificultado que existan pruebas
psicométricas que cumplan con la validez para medir la ira, sin embargo, en los últimos
años, el Inventario de Expresión de Ira Estado Rasgo (STAXI-2), el Inventario Multicultural
de la Expresión de la Ira y Hostilidad (IMIHOS) y el Inventario de Personalidad Estado-
Rasgo, forma revisada (STPI/R) de Spielberger, han sido validados para la evaluación de la
Ira.
Spielberger et al. (1985) afirman que la ira puede estudiarse a partir de dos dimensiones:
ira-estado e ira-rasgo. La primera consiste en una experiencia temporal de sentimientos
subjetivos de tensión, enfado, irritación o furia como consecuencia de una serie de eventos,
normalmente se encuentra acompañada de diversos aumentos en la activación fisiológica.
Por otro lado, la ira-rasgo se refiere a la disposición a experimentar episodios de ira de
forma frecuente y pronunciada, la cual se puede presentar por la percepción de un amplio
rango de situaciones como provocadoras, por la predisposición a experimentar conflictos y
situaciones negativas más intensas o debido a la interacción de ambos factores.
Violencia
La investigación de la violencia abarca diferentes dimensiones (Martínez, 2016;
Sánchez, 2014). Se estudia el origen de la violencia que parte de una explicación multicausal
basada en varios factores y niveles que se encuentran divididos por dos modalidades de
violencia: activa y reactiva; la violencia activa es aquella que una persona ejerce sobre otra con
el objetivo de la dominación física, emocional, sexual o psicológica e incluye la dominación
sobre sus bienes materiales (Kaplan, 2006); por otro lado la violencia reactiva es aquella
que ejerce una persona ante la percepción del dolor hacia otra persona que ha causado la
activación de ese dolor (Martínez, 2016). Ahora bien, de acuerdo a la modalidad de violencia
se ubica el nivel de causalidad que puede presentarse, según un contexto social determinado
en el que le pertenece una raíz sociohistórica y, de igual forma, las causas contextuales en las
que se detonó el acto violento (Garrido, 2003; Jiménez, 2012).
Así mismo, la violencia adquiere diferentes formas y dinámicas que dependen de
otras instancias que pueden estar referidas a los contextos sociales que modelan la manera
concreta de expresar la conducta violenta, esto refiere a estar expuesto a violencia en el hogar
o en la comunidad, factores de estrés socioeconómico en la familia o pertenecer a una etnia
-desventaja social- (Alcázar, 2011; Siegel y Victoroff, 2009), Ahora bien, cada una de estas
formas y tipologías conllevan una serie de dinámicas relacionales que son comportamientos
característicos en las relaciones de violencia, estas dinámicas conducen lo que se conoce
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
como espiral de violencia, con tres formas: “emulación” que se denomina a los actos de
violencia que no son restringidos ni castigados y pueden reproducirse a través del tiempo
por otros agentes, “ reforzamiento” cuando un acto de violencia produce como resultado
reforzar otros actos violentos y de “acción-reacción” que es el acto de ejercer daño a otra
persona y esta responda con otro comportamiento violento (Jaén y Dyner, 2005; Bergman,
2012; Barreira, González y Trejos, 2013; Martínez, 2016).
Cabe destacar que el abordaje desde una dimensión multidisciplinar posibilita
comprender la violencia desde diferentes focos de análisis, lo cual permite precisar sobre las
formas, tipos, dinámicas, las causas, de manera que a la hora de realizar la evaluación de la
violencia se acceda a una forma de medición más exacta y puntual, dependiendo del campo
de investigación de la violencia, sin dejar de lado su complejidad.
Para la evaluación y medición de la violencia existen diversas herramientas apropiadas
para la recolección de datos, en el caso de la evaluación personal los inventarios, cuestionarios
y escalas permiten evaluar la dimensión cognitiva y emocional, recoger información personal
en muy corto tiempo y la posibilidad de obtener puntuaciones que facilitan la interpretación
de los resultados (Torregrosa et al., 2011). Por otro lado, las técnicas de observación,
autoinforme, entrevista, de grupos de discusión permiten recolectar información para
evaluar el funcionamiento interpersonal y, así mismo, la conducta violenta específicamente
(Fernández, 2002; Torregrosa et al., 2011).
Se encontró que para evaluar violencia en adolescentes de manera general se emplean
cuestionarios, por ejemplo, “Cuestionario de agresión AQ” (Santisteban y Alvarado, 2009),
“Cuestionario de agresión reactiva y proactiva RMQ” (Andreu et al., 2009), entre otros,
en los que se destacan cuestionarios que evalúan la agresión. Por otro lado, una revisión
sistemática de instrumentos que evalúan la violencia en el noviazgo halló que diversas
pruebas se encuentran estandarizadas y validadas en Iberoamérica, como el Cuestionario de
Experiencias de Violencia en las Relaciones de Pareja y Familia en Estudiantes Universitarios
- CEV-RPF (Jiménez y Vázquez, 2012); el Cuestionario de Maltrato en el Noviazgo - CMN
(Osorio et al., 2012); el Cuestionario de Violencia Psicológica en el Cortejo - PDV-Q (Ureña
et al., 2015); el Cuestionario de Violencia entre Novios - CUVINO-R (Rodríguez et al.,
2016). Se aprecia que para la evaluación existen diversos enfoques que pretenden medir la
violencia, cuya evaluación depende de la especificidad que se le da al constructo.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
IRA AGRESIÓN VIOLENCIA
Innata Innata No es innata
Inevitable Inevitable Evitable
Emoción básica Reacción provocada por la
ira
Respuesta intencional
Biológica Biológica No biológica
Respuesta fisiológica/emo-
cional
Respuesta conductual, la
cultura puede inhibirla
Respuesta desadaptada de la
conducta agresiva, resultado
de la evolución cultural.
El impacto social de la agresión y la violencia en las sociedades destruye los lazos
sociales de confianza, afecta el bienestar tanto emocional y psicológico como físico de la
población, y posibilita el surgimiento de nuevas formas de violencia, así mismo convierte la
población infantil en un blanco para ser parte en conductas de riesgo (abuso de sustancias,
pertenecer a pandillas, agresión, entre otras) que pueden darse a lo largo de su adolescencia
y vida adulta (Concha, 2002).
En este sentido, diversas disciplinas, como la psicología, la genética, la sociología,
la criminología, la neurología, la filosofía, entre otras, estudian cómo poder explicarlas,
predecirlas y, lo más importante, poder prevenirlas; de esta manera la creación de
instrumentos que logren evaluar la violencia y sus tipos, la agresión y la ira, aportan a
la compresión teórica y la definición de factores de riesgo psicosocial. También surge la
importancia de la adaptación de instrumentos a diferentes tipos de población (adolescentes
con y sin antecedentes de violencia, población infantil con y sin antecedentes, mujeres
maltratadas, hombres maltratadores, población psiquiátrica, entre otros) con el fin de poder
desarrollar medidas con mayor exactitud, así mismo, posibilita comprender la correlación
entre diferentes constructos como las funciones cognitivas entre diferentes poblaciones,
conductas de riesgo, historia infantil, antecedentes familiares, trastornos de la personalidad
y la conducta, entre otros; todo ello, como se mencionó anteriormente, para lograr prevenir
estas conductas que son nocivas para las sociedades.
El presente trabajo tiene como objetivo analizar los instrumentos y técnicas de
medición existentes para dichos constructos.
Tabla 1. Características y diferencias de la ira, agresión y violencia.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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Método
La presente investigación pretende determinar el estado del arte frente a los
instrumentos existentes que miden la agresión, ira y violencia, para ello se ha realizado
una revisión sistemática empleando el método prisma (Urrútia & Bonfill, 2010; Riaño
Hernández et al., 2015).
Inicialmente se tomó en cuenta el enfoque PICO, en el cual la búsqueda de artículos
fue realizada a través cinco bases de datos: Scopus, ScienceDirect, Web of Science, SAGE
Journals y Scielo; se emplearon los términos “ira”, “agresión”, “violencia” e “instrumentos”
en español, así mismo, los términos “anger”, “aggression”, “violence” e “instruments” en
inglés.
Tras la selección por palabras clave en las bases de datos, se procedió a realizar la
selección por lectura de título y resumen, algunos trabajos fueron eliminados por duplicados
mediante Mendeley en formato bibTex; luego de este procedimiento, se procedió a realizar
una lectura completa, con la cual fueron excluidos otros artículos debido a la baja relevancia
temática; la información fue consignada en la matriz para análisis, la matriz fue de elaboración
propia siguiendo el método prisma.
Los artículos arrojados de la búsqueda fueron revisados e incluidos a partir de los
siguientes criterios: a) Artículos desde el 2015 al 2021, b) Artículos de instrumentos de
aplicación realizados en humanos, c) Artículos de acceso abierto y d) Artículos de validación
de instrumentos. Por otro lado, los criterios de exclusión para el desarrollo del presente
estudio fueron: a) Artículos de revisión de literatura y b) Artículos de aplicación en animales
no humanos.
Resultados
A partir de la investigación realizada en el presente artículo, se encontraron en las
diferentes bases de datos como se muestra más adelante en la figura 1 las siguientes cifras:
SAGE Journals n=146, Scielo n=85, Scopus n=83, Web of Science n=74 y ScienceDirect
n=97. Tras la revisión por título y resumen se seleccionaron 204 artículos distribuidos en
las cinco bases de datos: SAGE Journals n=52, Scielo n=37, Scopus n=42, Web of Science
n=35 y ScienceDirect n=38. A partir de la lectura de texto completo y considerando los
criterios de inclusión y exclusión, se seleccionaron 143, el total de artículos seleccionados
para discusión por relevancia temática fue N=115.
18
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
AUTOR
INSTRUMENTO NOMBRE
INSTRUMENTO CONSTRUCTO DEFINICIÓN
Spielberger
(1999) STAXI-2. Ira estado-rasgo El STAXI-2 evalúa las características
de la ira y sus efectos en la salud mental
y física. Sus objetivos son: determinar
los componentes de la ira con vistas a la
evaluación precisa de la personalidad,
normal y anormal, y proporcionar un
instrumento para medir las contribuciones
de los diversos componentes de la ira en
la evolución de determinados problemas
de salud. Ofrece una evaluación que
distingue los diferentes componentes de la
ira: Experiencia, Expresión y Control, así
como de sus facetas Estado y Rasgo (TEA).
Cano y Tobal
(1996) C.D.E. - Inventario
de afrontamiento
de emociones
negativas “Control,
Defensa y
Expresión” - CDE.
Ira Evalúa la frecuencia con la que el sujeto
reacciona con diferentes tipos de respuesta
(de control, de expresión, etc.) ante
un estado de: 1) ansiedad 2) ira y 3)
depresión. Las escalas que lo forman son
seis: Ocultación-Defensa (O-D), Intento
de Control (I.C.), Control Percibido
(C.P.) Altruismo (Altr.), Expresión Externa
(E.E.): mide el grado en que el individuo
expresa sus emociones a los demás, tanto
de forma voluntaria como involuntaria;
y Recreación Interna (R.I.). Estas escalas
se calculan de forma diferenciada para la
ansiedad, la ira y la depresión, y de forma
total sumándolas.
Siegel
(1986) Multidimensional
Anger Inventory
(MAI).
Ira Consta de 38 ítems puntuados en una
escala de cinco tipo “likert”. Mide ira
interna con rumiaciones, ira externa con
rumiaciones, ira provocada por situaciones
y actitudes hostiles.
Harburg, Erfurt,
Chape, Hauenstein,
Schull y Schork
(1973)
Harburg Anger In/
Anger Out Scale. Ira La escala consiste en ciertas series de
situaciones interpersonales hipotéticas
que pueden generar ira. Tiene dos
escalas dimensionales: ira hacia adentro
e ira hacia fuera, al mismo tiempo que
pueden informar sobre resentimiento y
razonamiento.
Knight
(1985) Subjective Anger
Scale (SAS). Ira Mide la propensión de los pacientes a sentir
ira, a través de nueve situaciones diferentes
y cuatro escalas de respuesta de ira.
Novaco
(2003) Novaco Anger
Inventory. Ira Este es un inventario de 80 ítems sobre
situaciones que provocan ira y se ha
mostrado especialmente útil para encontrar
diferencias significativas entre población
psiquiátrica y población normal.
Tabla 2. Instrumentos encontrados para medir ira, agresión y violencia
19
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Pastorelli,
Barbaranelli,
Cermak, Rozsa y
Caprara
(1997), adaptado al
castellano por Del
Barrio, Moreno y
López (2001)
Cuestionario de
Agresividad Física
y Verbal.
Agresión Es un instrumento específico para la
evaluación de la agresión física y verbal
en niños y adolescentes. Se trata de
un instrumento de 20 elementos que
describen conductas agresivas tanto físicas
como verbales, la escala proporciona una
puntuación total y dos puntuaciones por
factor: agresión física y agresión verbal. El
instrumento puede ser utilizado de forma
autoinformada.
Deluty
(1979) Escala Infantil de
Tendencias a la
Acción (CATS).
Agresión Esta escala está diseñada para niños de
6-12 años, evalúa las respuestas agresivas,
asertivas o sumisas en un total de 30
situaciones problema. Ante cada una
de estas situaciones, el niño ha de elegir
una de las cuatro respuestas alternativas
presentadas: agresión física, agresión
verbal, aserción o sumisión.
Hernández
(1990) Test Evaluativo
Multifactorial de
Adaptación Infantil
(TAMAI).
Agresión Este cuestionario busca evaluar la
inadaptación personal, social, escolar y
familiar, así como las actitudes educadoras
de los padres desde los 8 hasta los 18
años. Consta de 175 ítems de verdadero
o falso, que pueden ser aplicados de
forma autoinformada, individual o
colectivamente. En todos los niveles de
edad, aparece un factor de inadaptación
social que posee una escala de agresividad
social (conflicto con las personas) y otra de
disnomia (conflicto con la norma). Ambas
pueden ser de utilidad para la medida de la
agresividad.
Cerezo
(2000; 2001) Cuestionario
BULL. Agresión Evalúa la agresividad en el contexto escolar,
permite obtener información sobre la
dinámica agresor-víctima -bully-victim-
(situaciones de abuso, características del
agresor y la víctima, representación social
que el grupo tiene del aula) y sobre las
variables de aceptación-rechazo (situación
sociométrica, incidencia “agresor-víctima
en el grupo”, repercusión de ésta, estructura
del grupo y nivel de cohesión del mismo).
Consta de dos formas, una para los alumnos
y otra para los profesores, cada una de ellas
con 10 preguntas cortas.
Buss y Perry
(1992) Cuestionario de
Agresión (AQ). Agresión Es un autoinforme que consta de 52 ítems
distribuidos en cuatro escalas: agresión
física, agresión verbal, ira y hostilidad. La
totalidad de las escalas han mostrado una
adecuada consistencia interna y una buena
estabilidad en el tiempo, la población de
aplicación es de 18 años en adelante.
20
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Hathaway y
Mckinley (1999),
versión española
adaptada por Ávila
Espada y Jiménez
(1999)
Inventario de
Personalidad
Multifásico de
Minnesota (MMPI-
II).
Agresión/Ira Contiene diferentes escalas relacionadas
con la conducta agresiva: una escala clínica
básica, desviación psicopática (Pd), una
suplementaria, escala O-H de Hostilidad
excesivamente controlada, y dos escalas
de contenido: la escala ANG de hostilidad
(problemas con el control de la ira) y la
escala de conductas antisociales.
Polaschek, Collie y
Walkey
(2004)
Escala de Actitudes
Criminales hacia la
Violencia (CAVS).
Violencia Esta escala consta de 20 ítems, los cuales
miden la relación de las actitudes con la
conducta, haciendo de esta medida, además
de un buen predictor del comportamiento
futuro violento, una buena herramienta
para identificar aquellas actitudes y
creencias susceptibles de ser modificadas
en una intervención.
Fresán, Apiquian, de
la Fuente Sandoval,
García Anaya y
Nicolini
(2002)
La Escala de
Percepción de la
Agresión (POAS).
Agresión La Escala OAS (Overt Agression Scale)
o Escala de Agresividad Manifiesta es un
cuestionario heteroaplicado de 20 ítems,
que evalúa objetivamente la agresividad.
Raine, Dodge,
Loeber et al. (2006),
adaptado por J. M.
Andreu (2009)
Cuestionario de
Agresión Reactiva-
Proactiva (RPQ).
Agresión El cuestionario original consta de 26
ítems, un número igual de reactivos (13) y
proactivos (13).
Naomi Sadeh,
Arielle Baskin-
Sommers
(2017)
Cuestionario de
Conducta de
Riesgo, Impulsivo
y Autodestructivo
(RISQ).
Agresión Cuestionario de 38 ítems con un modelo
bifactorial con un factor general y ocho
factores específicos de dominio (medición
del uso de drogas, agresión, autolesiones,
juego, comportamiento sexual de riesgo,
alimentación impulsiva, consumo excesivo
de alcohol y comportamiento imprudente).
Gobierno de los
Estados Unidos
(1971)
Encuesta Nacional
sobre el Uso de
Drogas y la Salud
(NSDUH).
Violencia Autoinforme sobre el intento de suicidio
(autodirigido) y atacar a alguien con
la intención de causar una lesión grave
(dirigido a otros), la violencia se clasificó
en cuatro categorías: ninguna, solo
autodirigida, solo dirigida a otros y
combinada autodirigido/dirigido por
otros.
Grupo de
Psiquiatría Forense
de la Academia
Sahlgrenska
La medida de
agresión ajustada a
la prisión (PAMA).
Agresión El PAMA es una versión adaptada de
la escala LHA, en la que se pide a los
sujetos que califiquen la aparición de
comportamientos agresivos y antisociales
durante el último mes (y, como tal, es
más parecido a la agresión estatal, medida
estandarizada de conductas agresivas que se
puede administrar como medida primaria
o secundaria de resultado en ensayos
controlados futuros de tratamientos
potenciales -como fármacos, psicoterapia
y fisioterapia- o tratamientos alternativos
como nutrición y yoga).
21
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Coccaro et al.
(1997) Historia de vida de
agresión (LHA). Agresión Evalúa el nivel de comportamientos
agresivos y antisociales en una perspectiva
de por vida y, como tal, es principalmente
una medida del rasgo de agresión.
Martínez González,
Piqueras y James
Bodfish
(2019)
Escala de
Conductas
Controladoras
Revisada (CBS-R).
Violencia Evalúa el control de los comportamientos
dentro de un continuo de violencia y abuso
por parte de la pareja íntima.
Orpinas &
Frankowski
(1996)
La Escala de
Agresión Agresión Consta de 11 ítems diseñados para medir
conductas agresivas autoinformadas entre
estudiantes de secundaria (sexto, séptimo y
octavo grado).
Daffern & Ogloff
(2014) Evaluación
Dinámica de
la Agresión
Situacional -
Versión para
jóvenes (DASA-
YV).
Agresión El DASA-YV consiste en una herramienta
de evaluación de riesgos de 11 ítems que
toma aproximadamente 5 minutos para
completarse.
Kim, S. C., Ideker
K., Todicheeney-
Mannes, D.
(2012)
Herramienta
de evaluación
de riesgos de
comportamiento
agresivo (ABRAT)
Agresión Es una lista de verificación de 10 elementos
en formato de respuesta que prediga
pacientes potencialmente agresivos en
entornos hospitalarios médico-quirúrgicos
de cuidados agudos. Los elementos de la
lista de verificación incluyen agitación,
ansiedad, confusión/deterioro cognitivo,
gritos, historial de agresión física, historial
de manía, amenaza física, amenaza con
irse, mirar fijamente y murmurar.
Perlman C. M. &
Hirdes, J. P.
(2008)
Escala de
Comportamiento
Agresivo (ABS).
Agresión El ABS evalúa la frecuencia del
comportamiento agresivo exhibido durante
los siete días anteriores en una escala de
cuatro puntos, que va de 0 (no exhibido)
a 3 (ocurrencia diaria). Consta de cuatro
elementos: comportamiento verbalmente
abusivo, comportamiento físicamente
abusivo, comportamiento socialmente
inapropiado y resistencia al cuidado.
Taylor (1967) Paradigma de
Agresión de Taylor
(TAP).
Agresión El TAP está diseñado para provocar y medir
objetivamente la agresión de las personas en
respuesta a la provocación de un oponente.
La agresión se mide como la duración
o la gravedad de los estímulos nocivos
administrados por el participante contra el
oponente, se utilizan dos tipos diferentes
de estímulos nocivos: descargas eléctricas
administradas a través de electrodos
conectados a la mano de un participante
o explosiones de ruido enviadas a través de
auriculares.
22
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Gerger, H., Kley,
H., Bonner, G. &
Siebler, F.
(2007)
Escala de
aceptación de mitos
modernos sobre
agresión sexual
(AMMSA).
Agresión Es tipo autoinforme y consiste en 30
reactivos que evalúan las creencias más
comunes acerca de la agresión sexual. Los
participantes indican su nivel de acuerdo
o desacuerdo en una escala con respuesta
tipo Likert, la cual va desde el 1 (totalmente
en desacuerdo) hasta el 7 (totalmente de
acuerdo).
Murray, A. L.,
Eisner, M.,
Ribeaud, D. &
Booth, T
(2019)
Evaluación
Ecológica
Momentánea
(EMA) en agresión
(ES-A).
Agresión Es una medida de agresión de cuatro ítems
diseñada específicamente para los estudios
de la EMA, la cual es una colección de
métodos que nos permiten recoger datos
que posibilitan capturar información,
utilizando una recolección repetida de
experiencias, cogniciones y conductas en el
momento en que suceden.
de Melo, Cavalcante
Valença Fernandes,
Tassitano, &
Randau
(2017)
Cuestionario
para identificar
situaciones de
violencia en las
relaciones afectivas
en la adolescencia.
Violencia Instrumento capaz de relevar datos sobre
violencia, considerando cuestiones que
surgen en el día a día de los adolescentes
dentro de sus relaciones afectivas, que no
siempre son reconocidas como violencia;
involucra abordajes de la violencia física,
sexual y psicológica en un reducido número
de ítems que permite ser autoaplicado por
los adolescentes de manera clara y rápida.
Taylor & Smith
(2019) Verbal Aggression
Survey–Teacher
(VAS-T).
Agresión El VAS-T se compone de 36 elementos
en nueve secciones: información personal,
educación y experiencia, actual asignación,
prevalencia, actitudes y creencias, y
estrategias e intervenciones.
Stanford et al.
(2018) Escala de Agresión
Impulsiva/
Premeditada
(IPAS).
Agresión Cuestionario de autoinforme de 30 ítems
diseñado para evaluar formas de agresión
impulsivas y premeditadas.
Arnetz
(2015) Formulario de
Incidente Violento
(VIF).
Violencia Un cuestionario que consta de 18 ítems,
con respuestas binarias (sí o no) o de opción
múltiple, que investigan la violencia en los
entornos de atención de la salud.
Herta Herzog, -
Robert K. Merton
& - Paul Lazarsfeld
(1998)
Grupos focales. Violencia La técnica de grupos focales es un espacio
de opinión para captar el sentir, pensar
y vivir de los individuos, provocando
auto explicaciones para obtener datos
cualitativos.
Almstierna &
Wistedt (2018) Staff Observation
Aggression Scale –
Revised (SOAS).
Agresión Formulario para informar incidentes
agresivos en un entorno de hospitalización
psiquiátrica a los entornos de atención
primaria de salud de emergencia.
23
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Grisso & Barnum
(2014) Angry–Irritable
(AI). Ira La escala de IA está diseñada para
evaluar la preocupación de un joven
por la ira o la venganza y una tendencia
general hacia la frustración, la tensión
o la irritabilidad que se han durante los
últimos meses, La escala incluye nueve
ítems.
OMS
(2013) Workplace Violence
in the Health
Sector Country
Case Study
Questionnaires
(WPVHS).
Violencia Instrumentos de investigación de estudios
de caso de países acerca de violencia en el
lugar de trabajo, en el sector de la salud.
OMS
(2016) Workplace
Aggression (WHO)
Questionnaires.
Agresión Cuestionario de encuesta que pretende
medir la violencia en el lugar de trabajo, en
el sector de la salud.
Taylor & Bogan
(1984) Entrevista. Ira Conjunto de reiterados encuentros cara a
cara entre el entrevistador y sus informantes,
dirigidos hacia la comprensión de las
perspectivas que los informantes tienen
respecto a sus vidas, experiencias o
situaciones.
Straus, Hamby,
Boney-McCoy &
Sugarman
(1996)
Escala de Tácticas
de Conflicto
(CTS2).
Agresión El CTS2 tiene ocho ítems para medir
la perpetración y agresión psicológica,
también diferencia entre niveles leves y
graves.
Rodríguez Franco
et al.
(2017)
Cuestionario de
violencia en el
noviazgo (DVQ).
Violencia Cuestionario de 42 ítems que mide la
victimización en las relaciones románticas
entre jóvenes, a través de ocho escalas
interrelacionadas que evalúan el desapego,
la humillación, la coerción, el castigo
emocional, la violencia de género, sexual,
física e instrumental.
Loza
(2005) El Cuestionario
de Autoevaluación
(SAQ).
Violencia El Cuestionario de Autoevaluación (SAQ)
es un autoinforme que predice el riesgo
de violencia y reincidencia y proporciona
información relevante sobre las necesidades
de tratamiento de las poblaciones
encarceladas.
Grisso & Barnum
(2017) Anger -irritability
subscale of the
Massachusetts
youth screening
instrument
(MAYSI-2).
ira- predictor de
comportamiento
en niños
Los ítems de esta escala describen un
enfoque excesivo en emociones como la
ira o la venganza, así como una tendencia
general a responder a situaciones con
irritabilidad, frustración e ira relacionada
con el estrés.
Deffenbacher et al.
(2016) Driving Anger
Scale (DAS). Ira, riesgo que la
impulsa Es una escala Likert de 5 puntos (1 =
Nada y 5 = Mucho) que evalúa el rasgo
que impulsa la ira, midiendo el nivel de
ira que experimenta un conductor en las
situaciones que describen los ítems. El
DAS está asociado con tendencias agresivas
al volante.
24
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Korea Commission
on
Youth Protection
(2020)
Attitudes toward
school violence. Violencia escolar El instrumento mide las actitudes hacia el
acosador/víctima de la violencia escolar, la
actitud positiva hacia la violencia escolar y
la actitud de afrontamiento de la violencia
escolar.
Wang et al.
(2012) e Workplace
Violence Scale
(WVS).
Violencia y mujer
trabajo La escala cuenta con cinco dimensiones
que incluyen agresión física (PA), abuso
emocional (EA), amenaza (T), acoso sexual
verbal (VSH) y agresión sexual (SA).
Raymond
Damadian
(1972)
Resonancia
magnética. Violencia
de pareja -
resolución
emocional
biológica
La resonancia magnética (RM) es una
técnica de imágenes médicas que utiliza
un campo magnético y ondas de radio
generadas por computadora para crear
imágenes detalladas de los órganos y tejidos
del cuerpo.
Dinic´, Sokolovska,
& Kodzˇopeljic
(2014)
Peer violence
and victimisation
questionnaire.
Violencia y
empatía Este cuestionario tiene dos partes, cada una
con 14 ítems, que brindan puntajes por
ser una persona violenta y ser una víctima
durante el último año escolar.
Waschgler, Ruiz
Hernández, Llor
Esteban &
García Izquierdo
(2016)
e Healthcare-
Worker’s Aggresive
Behaviour Scale-
Users (HABS-U).
Adaptación
instrumento
violencia en el
lugar de trabajo
Se trata de un instrumento adaptado que
evalúa la violencia de los usuarios de baja
y media intensidad hacia los profesionales
del área de atención especializada.
Margolin, Burman,
John & O’Brien
(1990)
Physical and
Psychological
Partner Abuse
Scales (PPPAS).
Violencia de
pareja íntima Es un cuestionario de autoevaluación
que mide tanto el tipo (es decir, físico o
psicológico) como la prevalencia de la VPI.
Se basa en ítems de la Escala de Tácticas
de Conflicto (CTS; Straus, 1979) y la
Escala de Conflicto Doméstico (DSD) o
Inventario de Conflictos (CI; Margolin et
al., 1990).
Prochazka & Ågren
(2001) Aggression
Questionnaire–
Revised Swedish
Version (AQ-RSV).
Violencia de
pareja íntima Es un cuestionario de autoevaluación que
mide diferentes expresiones de agresión,
divididas en cuatro subescalas que se
resumen en una puntuación de escala de
agresión total: agresión física, agresión
verbal, ira y hostilidad. Los ítems se
responden en una escala tipo Likert de
5 puntos que va de 1 (“extremadamente
diferente a mí”) a 5 (“extremadamente
característico de mí”) y se suman para crear
una puntuación para cada subescala.
Gavita et al.
(2011) Parent Anger Scale
(PAS). Ira y agotamiento Se usa para evaluar la excitación de la
ira, las cogniciones, los motivos y los
comportamientos. Hay 30 ítems y dos
subescalas: expresión de ira y experiencia
de ira.
25
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Forth et al.
(2016) Psychopathy
Checklist: Youth
Version (PCL: YV).
Validez Es una escala de calificación de constructo
de síntomas de 20 ítems, diseñada para
evaluar a los jóvenes de 12 a 18 años en
varias características de comportamiento y
personalidad asociadas con la psicopatía.
Cada ítem se puntúa en una escala de 3
puntos de 0 (ausente), 1 (parcialmente o
posiblemente presente) Y 2 (presente), con
posibles puntuaciones que van de 0 a 40.
Jesness
(1988) JI Scales. Validez.
Inventario Jesness Son inventarios de personalidad
autoinformados, destinados a la evaluación
y planificación del tratamiento con jóvenes
involucrados en conductas delictivas.
Marshall
(1992) Severity of Violence
Against Women
Scale (SVAWS).
Violencia de
pareja y uso de
alcohol
Es una escala de 46 ítems para evaluar la
frecuencia y severidad de la agresión física
contra las mujeres por parte de sus parejas
masculinas.
Felitti et al.
(2008) e Adverse
Childhood
Experiences (ACE).
Violencia sexual Es una herramienta de autoinforme que
consta de 10 ítems dicotómicos (sí/no) que
arrojan una puntuación total que va de 0
a 10.
Plutchick & Van
Praag
(1993)
Past Feelings and
Acts of Violence
(PFAV).
Ira, violencia,
impulsividad y
suicidio
Es un cuestionario estandarizado de
autoinforme diseñado para medir el riesgo
de participar en actos de violencia basados
en comportamientos violentos pasados,
uso de armas y sentimientos de ira.
Boman, Curtis,
Furlong & Smith
(2002)
Multidimensional
School Anger
Inventory–Revised
(MSAI–R).
Ira El MSAI-R de 36 ítems se desarrolló para
medir los componentes psicológicos/
afectivos, cognitivos y conductuales
de la ira, con ítems que se refieren
específicamente al entorno escolar.
Clark et al.
(2010) Exposure to
Political Violence
Inventory.
Violencia política Medir la exposición de los encuestados y la
familia al conflicto, incluidos los verbales,
físicos, sexuales, reubicación, secuestro y
pérdida de vidas.
Borum, Bartel &
Forth
(2020)
e Structured
Assessment of
Violence Risk in
Youth (SAVRY).
Violencia y
trastorno de
personalidad
Es un instrumento diseñado para
diagnosticar las dificultades en los procesos
de rehabilitación psicosocial de ACL. Una
de sus funciones es evaluar a los sujetos y,
en función de ello, planificar y reorientar
los procesos de tratamiento.
Wistedt et al.
(1990) e Social
Dysfunction and
Aggression Scale
(SDAS).
Agresión y
biología Es una escala de observador que mide la
gravedad del comportamiento agresivo
real. Consta de nueve ítems que miden la
agresión externa y dos ítems que miden
la agresión interna. Los ítems se puntúan
en una escala Likert de 4 puntos, siendo
0 = ausente y 4 = de muy presente a
extremadamente presente.
26
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Pressman
(2012) VERA. Riesgo de
violencia Es una ‘guía’ de SPJ como resultado de un
examen de los resultados de la investigación
sobre la violencia, la predicción de la
violencia y discusiones con médicos
forenses experimentados.
Lloyd & Dean
(2015) ERG. Riesgo de
violencia Las evaluaciones de ERG se utilizan para
contribuir a determinar la categorización
de seguridad de los presos, la fianza, la
liberación y los programas de intervención
específicos. Una ERG se lleva a cabo
inicialmente al ingresar un preso al servicio
penitenciario y en ese momento para
identificar retrospectivamente los factores
que contribuyeron al delito original.
Posteriormente, la herramienta se utiliza
con intervalos regulares para medir el
desarrollo de una persona y para identificar
áreas de preocupación y una mayor
intervención.
Wong, Olver,
Nicholaichuk &
Gordon
(2018)
e Violence
Risk Scale–Sexual
Offender (VRS-
SO).
Violencia sexual Es una herramienta de planificación del
tratamiento y evaluación del riesgo de
delincuentes sexuales, desarrollada para
evaluar el riesgo de violencia sexual,
identificar los objetivos de intervención
y evaluar los cambios en el riesgo del
tratamiento u otros agentes de cambio.
El instrumento se compone de 7 ítems
estáticos (es decir, históricos, generalmente
invariables) y 17 dinámicos (es decir,
variables vinculadas al riesgo de violencia
sexual que potencialmente pueden
cambiar).
Fuente: Elaboración propia.
27
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Figura 1. Patrón de Búsqueda Bibliográfica
Fuente: Elaboración propia.
28
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Gráfica 1. Población de aplicación de instrumentos de artículos encontrados
Fuente: Elaboración propia.
Del total de los artículos analizados (115) las poblaciones que predominan en las
investigaciones acerca de violencia, ira y agresión son: mujeres víctimas de violencia, está
presente en investigaciones de violencia de pareja (VPI) y violencia doméstica, destacando la
construcción de instrumentos para VPI en población femenina; seguido de la población de
estudiantes con un porcentaje de 17,6%, enfocada para la evaluación de violencia de pareja
intima, violencia escolar y violencia sexual, así mismo, para agresión y psicopatología, en esta
población se evidencia la importancia de adaptación de instrumentos en población infantil;
seguidos por hombres violentos con un 13% para evaluación en agresión y psicopatología,
agresión y abuso de alcohol, y violencia de pareja intima, además este grupo de población
ha sido evaluada para validar instrumentos de agresión. Para el grupo de adultos infractores
presentes en un 13% de las investigaciones, posteriormente se encuentran adolescentes
infractores con un 12,2%, encontrando que se evalúa la violencia sexual, agresión y
psicopatología, evaluando psicopatía y trastornos de la personalidad; por otro lado hombres
y mujeres sin antecedentes violentos ni psiquiátricos con un porcentaje cada uno del 12,2%,
se encontraron como población control para estudios de ira y agresión y, finalmente, entre
los adultos se encuentran los pacientes psiquiátricos con un 7,6%, en el que han sido
evaluados para medir trastornos de la personalidad, depresión y su correlación la expresión
de la violencia; por último, la población infantil con un 6,9%, en el que se evalúan la
violencia doméstica y la violencia escolar.
29
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Gráfica 2. Categorías temáticas de los artículos encontrados
Fuente: Elaboración propia.
Del total de los artículos analizados (115), las temáticas investigativas para la evaluación
de la violencia, ira y agresión, predomina la violencia con un 63%, dentro del campo de
violencia surgen diferentes tendencias investigativas, como: violencia de pareja íntima, que
es la que presentó mayor investigación, seguida de violencia sexual, violencia doméstica y,
por último, violencia escolar; así mismo la adaptación y validación de instrumentos. En el
caso de la agresión, un 21% de las investigaciones exploraron la psicopatología y la agresión,
la agresión y su componente biológico y la validación de instrumentos cuantitativos. La ira
se presenta en un 16%, encontrando que se correlaciona con la medición del constructo de
impulsividad.
30
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Gráfica 3. Instrumentos más utilizados para medir ira, agresión y violencia encontrados en
la bibliografía
Fuente: Elaboración propia.
Cabe destacar que los instrumentos que más se repiten en las investigaciones
encontradas para este artículo son: el Cuestionario de agresión de Buss y Perry (17) y el
cuestionario de Agresión Reactiva-Proactiva - RPQ (11), los cuales, como su nombre indica,
están diseñados para medir la agresión, aunque también fueron utilizados en investigaciones
sobre ira y violencia. En cuanto a la medición de violencia, debido a que es un constructo
más social, se repitieron herramientas cualitativas como entrevistas (10) y grupos focales (7),
aunque también se aplicaron instrumentos cuantitativos para su medición como Conflict
Tactics Scale (6) y, por su parte, el STAXI-2 (7) para la medición de la ira, aunque también
fue utilizado en investigaciones sobre violencia; los demás artículos presentados en la Tabla
1 no se repitieron.
Discusión
1. Violencia
Las investigaciones alrededor de la violencia se denominan a partir de los diferentes
tipos de violencia que surge según el actor y dinámica, lo que permite el análisis de diferentes
herramientas de medición que surgen a partir de las diferentes manifestaciones, que pueden
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ser ejercidas por una diversidad de actores, en múltiples contextos con diferentes víctimas
(Martínez, 2016), por tal razón, se hace conveniente clasificarla en las siguientes categorías
de investigación.
1.1 Violencia en el trabajo
La violencia laboral se genera en las relaciones sociales en el trabajo y está mediada
por relaciones sociales de clase, género y etnia, tiene relación con prácticas sociales
discriminatorias, a la vez que responde a formas de organización del trabajo, orientadas
a influir sobre el rendimiento del trabajo (Acevedo, 2012; Eyasu & Taa, 2019). Gran
parte de las investigaciones realizadas en este tema, se han enfocado en el personal de la
salud, refiriendo que la violencia en el lugar de trabajo es un problema ocupacional grave
entre las enfermeras de los servicios de urgencias (Hernández et al., 2016). Un estudio
realizado por Noorana Zahra y Feng (2018) tenía como objetivo examinar las experiencias
de incidentes violentos por parte de enfermeras en los departamentos de emergencia de
hospitales, para ello utilizaron el cuestionario estructurado de la Organización Mundial de
la Salud sobre violencia laboral en el sector de la salud, encontrando que el diez por ciento
de las enfermeras de emergencia informó haber experimentado violencia física, perpetrada
principalmente por pacientes Así mismo, en otro estudio de violencia en el lugar de trabajo
que experimentan las enfermeras de triaje, utilizando el Formulario de incidentes violentos y
los datos cualitativos, de 3 grupos focales, se encontró que el 96% de las enfermeras de triaje
habían sufrido un episodio de violencia durante el año anterior (Ferri et al., 2020). Dando
así cuenta de la problemática que sufre el personal de enfermería, debido a la violencia por
parte de pacientes y familiares, lo cual puede llegar a tener una afectación no solo física sino
también psicológica y emocional, lo cual ha incrementado además su estudio a partir de la
pandemia.
1.2 Validación de instrumentos de violencia
Se encontraron diversos estudios de validación de instrumentos cuyo propósito ha sido
evaluar si presentan valores de confiabilidad y validez aceptables, indicando que sí miden
objetivamente el constructo que pretenden medir, como es el caso del artículo realizado
por Whitman et al., (2020) en el cual se evaluó la validez predictiva del Inventario de
personalidad multifásico de Minnesota (MMPI-2) en un programa de intervención contra
la violencia de pareja íntima, encontrando que incrementaron las predicciones del abandono
del tratamiento y diversas variables de reincidencia, más allá de las variables de admisión,
contribuyendo así a prevenir la deserción de los tratamientos y, a su vez, la reincidencia en
VPI.
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Perspectivas de salud
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De acuerdo con Murray et al. (2016), las ideas violentas representan un factor de riesgo
esencial para poder predecir la violencia y se presentan como un objetivo importante en un
contexto terapéutico, pues son un factor de riesgo candidato en la predicción de la violencia
y son un objetivo potencial para la intervención terapéutica, por tanto, se desarrolló la
“Escala de Ideaciones Violentas”, la cual mostró unidimensionalidad, pequeñas diferencias
de medición entre hombres y mujeres (adolescentes) y una fuerte relación con la violencia
criminal.
El Cuestionario de violencia en el noviazgo (DVQ) también mostró valores
satisfactorios de consistencia interna en confiabilidad y validez, en este caso aplicada a una
población de estudiantes chilenos que estuvieran en una relación de pareja (Lara y López
Cepero, 2018) siendo así un instrumento confiable para medir la violencia en el noviazgo.
Así mismo, el Cuestionario de Autoevaluación (SAQ) muestra valores satisfactorios de
confiabilidad y validez, predice objetivamente el riesgo de violencia y reincidencia en
poblaciones encarceladas, además de permitir evaluar las necesidades de tratamiento para
poblaciones penitenciarias (Rodríguez et al., 2016). Por otro lado, de Melo et al., (2018)
realizaron una validación del cuestionario sobre violencia en las relaciones afectivas, con el
fin de contribuir a la investigación e identificación de la violencia en las relaciones de pareja
en la adolescencia, encontrando valores aceptables de confiabilidad y validez para dicho
instrumento, haciéndolo idóneo para medir el constructo de violencia en las relaciones
afectivas.
Si bien, como lo revela la búsqueda de artículos, la categoría más predominante es
“Violencia de pareja íntima”, es importante destacar que es una temática que ha adquirido
gran relevancia en el campo de la investigación, por ejemplo, en un estudio arrojó datos
acerca de que el 68% de adolescentes participaron en violencia psicológica hacia su pareja
(Fernández & Sánchez, 2019). Asimismo, este fenómeno social se da a nivel mundial por
el contexto actual que atraviesa la población, el reporte de casos de violencia de pareja va en
aumento, encendiendo alarmas a nivel mundial, no obstante, tampoco hay que desconocer
que esta siempre ha estado presente como una realidad en las sociedades (Lorento, 2020),
de hecho, actualmente se ha adquirido una nueva forma de ejercer este tipo de violencia por
medio de las plataformas digitales que acentúa aún más esta problemática (Brochado et al.,
2017).
Ager (2017) realizó un estudio con víctimas de violencia de pareja íntima (VPI) con
el fin de desarrollar un instrumento con base en la conceptualización de la Teoría Cognitivo
Conductual acerca de la VPI, que posibilite a los terapeutas indicar claves para su prevención,
por ejemplo, la Escala de Tácticas de Conflicto aporta para explicar la predisposición existente
en los agresores, hallando que en gran parte los modelos sociales y culturales acerca del rol
masculino y femenino enfatizan en la predominancia de la violencia como un mecanismo
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que refuerza la masculinidad y la subordinación en el caso de las mujeres (Medina et al.,
2021). De hecho, un estudio realizado mediante resonancia magnética revela que no se
activan las áreas cerebrales morales, como lo es la corteza prefrontal ventromedial, en el caso
de los que agreden a su pareja, enfatizando en la ausencia de dilema moral a la hora de llevar
a cabo acciones en las que, según la norma social, se ve frágil la masculinidad (Morales et
al., 2020).
Por otro lado, las Escalas como método de evaluación fueron empleadas para evaluar
la correlación de violencia con variables como el uso de alcohol y el sexismo; se halló que
el uso abusivo del alcohol se correlaciona como un factor de riesgo para cometer violencia
física y psicológica con la pareja íntima, así también el sexismo hostil y benevolente que se
logró identificar como característica en las personas alcohólicas que maltratan a su pareja
íntima, la Escala de gravedad de la violencia contra las mujeres y Escalas tácticas de conflicto
permitieron puntualizar acerca de los factores más influyentes para la presencia de violencia
física y psicológica, incluso revelan la desregulación emocional como factor predictor de la
violencia física (Lynch & Renzetti, 2017; Grom et al., 2021; Dewall, 2015; Eckhardt et al.,
2020; Williams et al., 2017).
Para la teoría investigativa de la violencia, el empleo de instrumentos cualitativos
como la entrevista a profundidad, entrevistas narrativas, grupos focales, entre otros, pueden
resultar pertinentes para la aplicación en población infantil. En un estudio realizado por
Miranda, León & Crockett (2020) evidenciaron el papel activo en sus propias experiencias
como observadores de violencia de pareja, mediante la entrevista narrativa se facilitó
explorar una variedad de acciones y estrategias desde su percepción subjetiva para potenciar
estrategias de afrontamiento ante estas situaciones. Por otro lado, las investigaciones aportan
para visibilizar otros tipos de violencia, como la política por ejemplo, lo cual permite abarcar
temas macros, como la relación entre la violencia política y la violencia de pareja o de género,
estas han revelado que para la mayoría de mujeres que atraviesan por procesos judiciales
ante su agresor, las instituciones que garantizan los derechos se encuentran ineficientes y
ausentes, lo que aumenta los niveles de violencia, reflejados en países en donde el conflicto
armado legítima la misma violencia (Mootz et al., 2019; Dhunna et al., 2018; Wilpert et al.,
2015; Ferreira & Buttel, 2014; Emelianchik et al., 2021; Katz, Courtney & Sapiro, 2017;
Pansini, 2020).
También se encuentra que para evaluar la Violencia de Pareja Íntima se emplean
mediciones en ira, hostilidad, agresión y rasgos de personalidad psicopática con el objetivo
de evaluar la gravedad y la función de cada variable, lo cual aporta a la sustentación teórica
y, así mismo, a la compresión de este complejo fenómeno (Sjödin, 2017).
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Perspectivas de salud
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Grulla et al. (2018) desarrollaron “una breve herramienta de detección de la VPI”
para evaluar los factores de riesgo de la violencia en pareja, la cual se divide en cuatro ítems,
logrando encontrar diferencias entre los sujetos violentos y no violentos en la pareja, además
se destaca la consistencia interna de los elementos de detección que fueron aceptable en
todas las muestras.
Otro tipo de violencia importante a resaltar es la violencia doméstica que, al igual
que la violencia de pareja íntima, puede darse hacia la pareja, pero en la doméstica puede
perpetuarse también hacia otros miembros de la familia, ya sea un niño, un pariente mayor
u otro miembro que compone la familia (Cantera, 2010). Bajo el contexto de matrimonio
suele denominarse violencia doméstica, por ejemplo, Sheikhbardsiri et al. (2017), en su
estudio realizado con mujeres iraníes, encontraron que hay una relación estrecha entre el
matrimonio forzado, los ingresos económicos del esposo, el historial de violencia de la pareja
con la presencia de diferentes tipos de violencia contra la mujer, el estudio revela que la más
común es psicológica/verbal (58%), seguida de la violencia física (29,25%) y sexual (10%),
respectivamente. En la violencia doméstica los niños son víctimas indirectas, también
la mujeres por su rol de “madres buenas”, los hombres emplean técnicas instrumentales
para ejercer poder y control sobre los miembros de la familia. Estos autores mencionan la
importancia del desarrollo de instrumentos para comprender las medidas socioculturales
que predominan en la presencia de violencia doméstica en las sociedades (Heward, 2017;
Wareham et al., 2017; Wistow & Westmarland, 2016).
Para la evaluación de la violencia sexual, Craig, Kingston, Nicholaichuk & Wong
(2016) construyeron la validación de la Escala de riesgo de violencia - versión para
delincuentes sexuales (VRS-SO), en la cual tuvieron en cuenta las puntuaciones de tres
factores (desviación sexual, criminalidad y sensibilidad al tratamiento), Los resultados
proporcionaron evidencia de la validez, cumpliendo con el objetivo de medir los constructos
psicológicos que se relacionan con el riego del actos violento sexuales en la población de
delincuentes. Así mismo, fue comprobada la validez convergente y predictiva del inventario
Jesness en una muestra de delincuentes juveniles, donde se compararon con calificaciones
en tres escalas clínicas forenses estandarizadas: nivel de servicio para jóvenes/inventario de
administración de casos, lista de verificación de psicopatía (versión para jóvenes) y escala de
riesgo de violencia (versión para jóvenes). El índice social del inventario Jesness y los subtipos
de nivel de madurez interpersonal conformista, orientado a grupos y activos subsocializados
(nivel I), demostraron el patrón más fuerte de convergencia y la reincidencia predicha de
manera más consistente. El índice social no predijo de forma incremental la reincidencia
después de controlar las puntuaciones en las escalas clínicas forenses estandarizadas (Olver
& Stockdale, 2016).
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Perspectivas de salud
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Además de esto, en las investigaciones se ha encontrado que las experiencias adversas
en la infancia están relacionadas directamente con conductas asociadas con la violencia
sexual, se evidencia el empleo del instrumento e Adverse Childhood Experiences, que
señala características de abuso físico y emocional, violencia doméstica y violencia sexual
experimentadas en la niñez, lo cual señalan como factores de riesgo para la presencia de
comportamientos violentos en la adultez (Kahn et al., 2020; Morash et al., 2017). Por ello,
el desarrollo y la adaptación de instrumentos a población infantil es de vital importancia para
posibilitar el conocimiento de la cognición implícita que aun durante la infancia no se tiene
consciencia, pero que juegan un papel decisivo en comportamientos posteriores e incluso
la presencia de depresión, ansiedad interpersonal y diferentes patrones psicopatológicos
que pueden presentarse como valor predictivo que se puede medir durante la infancia y
adolescencia (Kanters et al., 2014; Apatinga & Tenkorang, 2020; Caamano et al., 2018 ).
Por otro lado la estigmatización de los roles de género aumenta la invisibilización de
las problemáticas de violencia no solo sexual, sino también de pareja, doméstica y de género;
así lo revela una investigación que se basó en las violencia que atraviesan los hombres y
los efectos psicológicos y emocionales que conllevan a su silenciamiento por el ideal de
“masculinidad”, esto mediante las entrevistas a profundidad las cuales logran establecer
narrativas que evidencian cómo los discursos culturales acentúan la violencia tanto para
el género femenino como para el masculino (Emezue & Udmuangpia, 2020; Selepe et al.,
2020).
2. Agresión
En cuanto a la agresión, se encontraron diversas categorías temáticas en los estudios,
por ejemplo, el Cuestionario de Agresión Reactivo-Proactivo (RPQ) fue estudiado en las
formas de victimización entre pares y los estilos de crianza autoritarios, encontrando así que
la crianza autoritaria, el uso de la hostilidad verbal por parte de los padres, la victimización
verbal por parte de los compañeros, la manipulación social y los ataques a la propiedad
por parte de los compañeros, contribuyeron significativamente a la variación en la agresión
reactiva (Chan et al., 2018). Por otra parte, se encontró en un estudio con población
psiquiátrica que los pacientes con intento de suicidio presentaban alta puntuación en el
Cuestionario de Agresión Reactiva-Proactiva, así mismo con pacientes psiquiátricos que
presentan depresión mayor (Ray et al., 2016; Lui & Cole, 2021). Por otra parte, en un
estudio realizado por Siyez & Baran (2017) encontraron que el 79,7% de los estudiantes
que practican juegos agresivos tienen al menos una conducta de agresión proactiva y baja
empatía cognitiva.
Así mismo, dentro del constructo de agresión se encontró un estudio en el cual se
investigó la utilidad de la Herramienta de Evaluación de Riesgos de Comportamiento Agresivo
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Perspectivas de salud
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(ABRAT) y la Escala de Comportamiento Agresivo (ABS) para predecir comportamientos
agresivos futuros en hogares de cuidados geriátricos a largo plazo, teniendo como resultado
una sensibilidad y especificidad satisfactorias en la predicción de comportamientos agresivos
(Brigette Berry et al., 2017), lo cual contribuye a prevenir dichos comportamientos y así
mejorar la seguridad y la calidad de la atención en los hogares de cuidados a largo plazo..
Por otro lado, se encontró un estudio sobre la agresión sexual mediante la Escala de
Aceptación de Mitos Modernos sobre Agresión Sexual (AMMSA) utilizada para medir la
Aceptación de los Mitos de la Violación (ARM), encontrando que la comparación de las
puntuaciones entre el grupo clínico (hombres con antecedentes de abuso conyugal) y los
estudiantes masculinos y femeninos mostró diferencias, mientras que no hubo diferencias de
género significativas en el grupo no clínico (Courtois, Schlegel, Bonhommet et al., 2021),
lo cuál puede ser de gran utilidad para comprender, tratar y disminuir los casos de agresión
sexual hacia las mujeres.
2.1 Agresión y psicopatología
A la hora de evaluar agresión, suele ser recurrente encontrar que también se están
empleando instrumentos para la evaluación de otras variables que se correlacionan con su
incidencia y sus características (Castillo, 2006), así lo demuestran las investigaciones que
apuntan a que la agresión ha estado de manifiesto en algunos trastornos psicopatológicos
a lo largo de la infancia y adolescencia, como los trastornos por déficit de atención, de
conducta y de personalidad (Raine et al., 2006; Brugman, 2018) en donde la agresión
conlleva a dificultades para adaptarse al cambio y el funcionamiento social, especialmente
en un déficit en el proceso inhibitorio de la conducta, de acuerdo a los estudios sobre
trastornos caracterizados por la desinhibición, se encuentra la impulsividad, la psicopatía y
la personalidad antisocial en la adolescencia y trastornos del eje I, como la depresión.
Cabe apuntar que la psicopatía se señaló como un factor de correlación con la agresión
física, sexual y psicológica, predominando instrumentos de evaluación acerca de la psicopatía
con población juvenil y delincuentes sexuales (Jambroes et al., 2018; Wang et al., 2015;
Flexon, 2015). Algunas investigaciones recientes, que estudian los vínculos entre la psicopatía
y el Cuestionario de Agresión (AQ) de Buss y Perry, han encontrado fuertes asociaciones
positivas entre los rasgos psicopáticos y la agresión física, asociaciones positivas moderadas
entre los rasgos psicopáticos y la ira, y asociaciones positivas de pequeñas a moderadas entre
los rasgos psicopáticos y la agresión verbal y la hostilidad (Fanti et al., 2016; Sellbom et al.,
2018; Garofalo et al., 2020) En otro estudio, realizado en pacientes con esquizofrenia, se
concluyó que los sujetos con un diagnóstico de este trastorno psiquiátrico tienen un mayor
riesgo de expresión de comportamiento agresivo en comparación con los controles sanos
(Sabic Dzananovic et al., 2016), lo anterior abre el camino hacia una comprensión más
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Perspectivas de salud
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amplia no solo de la agresión, sino también de su relación con la psicopatología. De este
modo, el estudio de Bjerrum Moeller, Gondan & Novaco (2016) examinó si su imaginación
de la violencia está relacionada con el comportamiento agresivo en el hospital, encontrando
que los pacientes que imaginan la violencia, en comparación con los que no lo hacen, tienen
más angustia psicológica y mostraron actos más agresivos, de este modo el tratamiento para
prevenir la agresión puede mejorar si se concentra en la violencia imaginaria.
2.2 Validación de instrumentos de agresión
Se hallaron diversos estudios que tenían como finalidad validar los instrumentos por sí
mismos o en poblaciones específicas, de este modo, en un estudio realizado por Pechorro et
al. (2017), se afirma que los resultados apoyan el uso del Cuestionario de Agresión Reactivo-
Proactivo (RPQ) en población infractora de ley, debido a su consistencia interna, validez
convergente, validez discriminante y validez de grupos conocidos; además, se encontraron
asociaciones significativas con diversas variables relacionadas con el criterio, como la edad
de inicio del delito, la edad del primer problema con la ley, el trastorno de conducta, la
gravedad del delito, los delitos violentos y el consumo de alcohol y drogas (Pechorro et al.,
2017).
La validación de instrumentos resulta de gran relevancia para tener claridad de que
se está evaluando el constructo que se pretende, de esta manera, en la investigación de
Naomi Sadeh & Arielle Baskin-Sommers (2016) se desarrolló y validó el instrumento
Cuestionario de Conducta de Riesgo, Impulsivo y Autodestructivo (RISQ), en el cual se
encuentran medidas de agresión hacia otros y agresión hacia uno mismo, encontrando que
los indicadores de la consistencia, así como la validez de constructo fueron fuertes, indicando
que efectivamente sí mide el constructo esperado; los artículos de validación contribuyen a
evaluar la concordancia de instrumentos que pretenden medir el mismo constructo, como
es el caso del artículo realizado por Chester y Lasko (2018) el cual, además de validar el
instrumento Paradigma de Agresión de Taylor (TAP), afirma que las puntuaciones de TAP
mostraron concordancia con otras medidas de agresión de laboratorio, lo cual es un buen
indicio de la validez y confiabilidad de algunos de los instrumentos existentes para dicho
constructo, haciendo más objetivo y seguro el estudio de la agresión y contribuyendo a su
comprensión y tratamiento, como es el caso de la Escala de Agresión Impulsiva/Premeditada
(IPAS), la cual demostró validez y, además, mostró ser un instrumento clínicamente útil
para diferenciar entre subtipos de comportamiento agresivo, para apoyar evaluaciones de
riesgos, decisiones previas al juicio y mejores estrategias de tratamiento y rehabilitación en
delincuentes y muestras clínicas relevantes (Cruz, Castro Rodrigues, Rundle, Berrios Torres,
Gonçalves, Barbosa & Stanford, 2019).
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Perspectivas de salud
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La Evaluación Ecológica Momentánea (EMA) ofrece a los investigadores la
posibilidad de recopilar datos en un contexto ecológico, casi en tiempo real, siendo de
gran relevancia para la agresión. Murray, Eisner, Ribeaud & Booth (2020) realizaron la
validación de una medida diseñada específicamente para abordar la necesidad de medidas
de agresión que hayan sido desarrolladas y validadas para su uso en contextos de EMA: la
Agresión-ES-A, teniendo como resultado el apoyo para la validez factorial, confiabilidad y
validez concurrente en muestras comprobadas en la comunidad.
Del mismo modo, se encontró en otro estudio que es la versión china de la Escala
de Percepción de Agresión (POAS), es una herramienta válida y confiable para examinar las
actitudes de las enfermeras hacia la agresión del paciente (Wai Kit Wong & Wai Tong Chien,
2017), encontrando la agresión del paciente como un comportamiento negativo indeseable.
Así mismo, un estudio determinó que el comportamiento agresivo de los pacientes jóvenes
hospitalizados en la unidad psiquiátrica se predice mejor con la Evaluación Dinámica de la
Agresión Situacional - Versión Juvenil (DASA-YV) frente al instinto, la cual presenta valores
aceptables de validez y confiabilidad (Holandés & Patil, 2018); así mismo, se encontró que
DASA tiene validez predictiva para su uso en la evaluación de pacientes de salud conductual
en el entorno de urgencias de un centro médico académico urbano (Connor et al., 2020).
Por otro lado, la Medida de Agresión Ajustada a la Prisión (PAMA) es una versión
adaptada de la Escala de Historia de Vida de Agresión (LHA), en la que se pide a los
sujetos que califiquen la aparición de comportamientos agresivos y antisociales durante el
último mes, encontrando que es una medida válida de diferentes tipos y dimensiones de
agresión (física y hostilidad) y tiene propiedades psicométricas aceptables. Por lo tanto,
podría ser potencialmente valiosa para su uso en los servicios penitenciarios que evalúan
las intervenciones de tratamiento de manejo de la agresión (Kerekes, Apelqvist, Fielding,
Anckarsäter & Nilsson, 2018).
El Cuestionario de Agresión de Buss-Perry (BP-AQ) ha sido de los más empleados
para medir la agresión, en el que ha habido varias versiones en competencia del BP-AQ. Un
estudio realizado con hombres y mujeres reclusas halló que las propiedades psicométricas de
las versiones de 12 ítems que miden agresión de Buss-Perry se encuentran con una medida
de confiabilidad aceptable. No obstante, en un estudio de Pettersen, Nunes & Cortoni
(2015) encontraron que el cuestionario de Buss- Perry, si bien es relevante para el riesgo de
reincidencia sexual, cuestiona la idoneidad de las subescalas establecidas y su interpretación
para los agresores sexuales.
Para la Evaluación de la Agresión Reactiva-Proactiva, en un estudio transcultural, se
tuvo como objetivo medir las propiedades psicométricas y la invariancia de factores del
Cuestionario de Agresión Reactiva-Proactiva, mostrando una estructura factorial congruente
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Perspectivas de salud
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en cinco países con población adulta (China, Estados Unidos, Serbia, Mauricio y Países
Bajos), no obstante, en el caso de agresión proactiva puede considerarse igual en todas las
muestras de Serbia, Estados Unidos y China, pero no de Mauricio y los Países Bajos (Dinić,
Raine, Vujić & Dongen, 2020). Desde otra perspectiva, para medir la agresión proactiva
se comprobó la validez del Cuestionario de Motivación por Interferencia/No Interferencia,
evidenciando que presenta buena consistencia interna, adecuada convergencia y validez
discriminante (Zhu, Wang & Xia, 2019).
Kroner, Lacey & Cashel (2018) realizaron un estudio en el que desarrollaron escalas
de atribución para evaluar los procesos antecedentes de delincuentes, evaluando agresión
proactiva, reactiva y delito adquisitivo, que pueden aportar al momento de la evaluación
psicológica y, así mismo, de la intervención, incluso en contextos jurídicos. Las validaciones
convergentes y discriminantes fueron demostradas por la Escala Proactiva con correlaciones
más fuertes con los ítems de planificación, la Escala Reactiva con correlaciones más fuertes
con los ítems afectivos y basados en la persona, y la Escala Adquisitiva con correlaciones más
fuertes con los motivos basados en otros.
3. Ira
En cuanto a la ira, también se encontraron diferentes categorías y poblaciones objeto
para medir dicho constructo, en el caso del estudio realizado por Jaramillo Sierra et al. (2016)
se examinó por medio de entrevistas cómo las mujeres jóvenes negocian reglas de género
para la ira en sus relaciones románticas y cómo tales negociaciones se asocian con el poder de
las mujeres en estas relaciones, los hallazgos de este estudio ofrecen una conceptualización
feminista de la ira de las mujeres en términos de reglas sociales para la experiencia y expresión
de la ira, fomentando así la comprensión de la ira dentro de las relaciones románticas con
perspectiva de enfoque de género.
Por otra parte, la relación de los estilos de crianza adversos recordados con los esquemas
de mala adaptación, el rasgo de ira y los síntomas de depresión y ansiedad, dieron como
resultado que rechazar la paternidad tuvo un efecto positivo directo en el rasgo de ira y
controlar la maternidad en los síntomas de depresión y ansiedad, lo cual resulta de gran
relevancia para la comprensión de factores sociales, culturales, adaptativos y familiares que
pueden hacer más propensa la ira (Shute & Angus McLachlan, 2019; Schwartz et al., 2017;
Erzar et al., 2018). Se ha encontrado que la ira y la impulsividad predicen la toma de riesgo
(Gambetti & Giusberti, 2015; Cao & An, 2019).
Un estudio frente a la ira evaluó cómo los delincuentes juveniles, al sufrir un trauma,
pueden provocar sentimientos de ira e irritabilidad, resultó necesaria la prevención de la
ira a través de programas de crianza temprana y terapias cognitivas para adultos, que se
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Perspectivas de salud
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basan en una amplia gama de esquemas (McCoy et al., 2019). A través de Subscale of the
Massachusetts Youth Screening y otras herramientas de evaluación, se evidenció que el sexo
y los problemas de ira-irritabilidad y los rasgos de insensibles-no emocionales son factores
predictores para el desarrollo de problemas de conducta (Habersaat, 2018).
Alrededor de la investigación de la ira han surgido nuevas investigaciones sobre un
tema relativamente nuevo, como lo son los predictores distales de la ira, un estudio reciente
encontró relaciones positivas y significativas entre la preocupación, la autosuficiencia, el
valor de la autoridad de los padres, su interferencia y el rasgo que impulsa la ira (Fernández
et al., 2020).
Conclusiones
Se destaca que una gran parte de las investigaciones se han enfocado en comprobar la
validez y fiabilidad de los instrumentos, siendo importante resaltar que han sido puestos en
práctica en diversas poblaciones, descubriendo cuáles medidas que evalúan violencia sexual
en adolescentes no cumplen con el criterio suficiente para ser evaluado en dicha población,
como sí puede ser evaluado, por ejemplo, en población adulta; estos hallazgos sugieren que
para medir un constructo se tienen en cuenta una variedad de aspectos, como son: el tipo de
población, las dinámicas de las relaciones en una sociedad en específico, las construcciones
culturales acerca de la violencia, la respuesta gubernamental ante diferentes comportamientos
de los sujetos y cómo lo han reportado las investigaciones; en este sentido, se resalta que
la violencia, la agresión o la ira no se evalúan como constructos unificados, sino que se
encuentran conformados por diferentes componentes que se constatan con los resultados
en cuanto a que se están midiendo diferentes constructos, los cuales se correlacionan
estrechamente con los anteriormente mencionado, por tal motivo, en las investigaciones se
emplean diferentes herramientas de medición.
En esta misma línea, se hace necesario resaltar el desarrollo de múltiples herramientas
de medición para los diferentes tipos de violencia que se tomaron como categoría de análisis,
lo que destaca la importancia y el enriquecimiento teórico que aporta a una medición
más exacta de cada constructo, mostrando el avance en las investigaciones, además que el
empleo de medición de otros constructos que se relacionan con la violencia, ira y agresión
también aportan teóricamente, lo que posibilita que los programas de intervención puedan
estar mejor guiados, dependiendo de su especificidad; se sugieren directrices a la hora de
establecer programas de prevención, como por ejemplo en el caso de violencia de pareja
íntima, de violencia de género o violencia doméstica, se puede modificar el sistema de valores
y representaciones sociales acerca de su rol social.
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Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
Por otro lado, según algunos autores se requiere más investigación sobre la cognición
implícita, lo que sugiere que se debe apuntar a la construcción de medidas en población
infantil, puesto que la cognición implícita, que son aquellos recuerdos que se tuvieron en la
infancia pero que en la adultez no son conscientes, puede estar implicado para la compresión
del delito sexual.
Ahora bien, en el caso de la investigación sobre la ira se encuentra que son muy limitadas
en las cuales se defina este constructo teórica y concretamente y, así mismo, se pueda medir
y evaluar, por tanto, se recomienda hacer más investigaciones sobre este constructo.
Limitaciones y recomendaciones
Para futuras investigaciones, se recomienda la adaptación de instrumentos para la
medición de dichos constructos en la población infantil, permitiendo así contribuir a la
investigación y prevención de los diferentes tipos de violencia, agresión e ira con efectos
perjudiciales para la sociedad.
Por otro lado, en la violencia escolar se han evaluado las competencias a nivel
interpersonal, subjetivo, psicológico y emocional, no obstante, los investigadores reportan la
carencia de instrumentos para la evaluación de la violencia escolar puntualmente, así mismo,
en contextos marginales en los que la violencia está presente cotidianamente (Ferreira,
2006); por lo que urge la necesidad de adaptación de diferentes instrumentos que aporten a
su enriquecimiento teórico y también alternativas de mitigación de la violencia entre pares
en contextos escolares (Sundaram, 2014; Lee, 2020; Olivier, Morin & Galand, 2021).
Además, se recomienda promover y desarrollar no solo investigaciones sino también
planes de acción, prevención y disminución de las cifras de violencia hacia las mujeres,
siendo esta la categoría con más investigaciones encontradas de los tres constructos y con las
cifras más elevadas, debido a la problemática de salud pública y por tanto social que acarrea;
la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los
derechos humanos en todo el mundo, este tipo de violencia tiene graves consecuencias a
nivel físico, económico y psicológico sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a
largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad, por
tanto, es necesario hacer políticas públicas y proyectos sociales que contribuyan a disminuir
y erradicar dicha problemática.
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1 Photoboy: ¿La pedagogía en medios digitales es una buena opción para las campañas de
prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo? / Photoboy: Is digital media pedagogy a good
option for tobacco and/or cigarette consumption prevention campaigns? Es un artículo que dará
a conocer los resultados encontrados en una de las líneas de trabajo del proyecto Photoboy, una
plataforma digital, colaborativa y transmedia para la promoción y prevención de enfermedades
ligadas al consumo de tabaco en niñas, niños y adolescentes del Eje Cafetero, el cual nace en el
semillero de investigación “Comunicación, Educación y Cultura” de la Universidad Católica
de Pereira. Esta investigación se desarrolló después de ganar la Convocatoria No. 874 de 2020:
“Convocatoria para el Fortalecimiento de Proyectos en Ejecución de CTeI en Ciencias de la Salud
con Talento Joven e Impacto Regional”.
Photoboy: ¿La pedagogía en
medios digitales es una buena
opción para las campañas de
prevención de consumo de tabaco
y/o cigarrillo?1
Photoboy: Is digital media
pedagogy a good option for
tobacco and/or cigarette
consumption prevention
campaigns?
Para citar este capítulo: Páez Valdez, J., Cruz Luna, M., Rojas Torres, M. R., Sandoval Camacho,
L. C., (2021). Photoboy: ¿La pedagogía en medios digitales es una buena opción para las
campañas de prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo? Perspectivas de salud mental y
comunicación de jóvenes investigadores (pp. 52-74). Pereira. Editorial Universidad Católica.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Autores:
Julián Páez Valdez2
Universidad del Rosario
Mariana Cruz Luna3
Universidad Católica de Pereira
Margarita Rosa Rojas Torres4
Universidad Católica de Pereira
Laura Camila Sandoval Camacho5
Universidad Católica de Pereira
2 Comunicador social y periodista, de la Universidad del Quindío; Magíster en ciencias humanas,
mención, información y comunicación de la Universidad Sorbonne Nouvelle, París. Doctor
en Ciencias de la información y de la comunicación, de la Universidad Sorbonne Nouvelle,
París. Profesor principal de carrera de la escuela de administración de la Universidad del Rosario.
Contacto: Julian.paez@urosario.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5874-5767
Google Scholar: https://bit.ly/339vZs0
3 Comunicadora social y periodista de la Universidad Católica de Pereira, Risaralda (Colombia).
Joven investigadora, vinculada al grupo de investigación “Comunicación, Educación y Cultura”.
Contacto: mariana.cruz@upc.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4379-9292
Google Scholar: https://bit.ly/3qTC7ws
4 Comunicadora social y periodista de la Universidad Católica de Pereira, Risaralda (Colombia).
Joven investigadora, vinculada al grupo de investigación “Comunicación, Educación y Cultura”.
Contacto: margarita.rojas@ucp.edu.co,
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8420-5422
Google Scholar: https://bit.ly/336kRMs
5 Comunicadora social y periodista de la Universidad Católica de Pereira, Risaralda (Colombia).
Joven investigadora, vinculada al grupo de investigación “Comunicación, Educación y Cultura”.
Contacto: laura.sandoval@ucp.edu.co,
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-9060-9140
Google Scholar: https://bit.ly/3pSixS1
54
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Resumen
Photoboy es un proyecto de investigación-creación, que se ha
realizado en dos fases, el presente artículo expondrá la segunda
fase del proyecto, en la cual se desarrollaron procesos de co-
creación y pedagogía en medios para la promoción y prevención de
enfermedades ligadas al consumo de tabaco y/o cigarrillo en niñas,
niños y adolescentes de 15 instituciones educativas, tanto públicas
como privadas, de zonas rurales y urbanas del Eje Cafetero.
Este proyecto implementó un método propio denominado “método
Photoboy”, método mixto conformado por dos partes: la primera
consta de encuestas (pre-test y post-test) de actitudes y conocimientos
previos sobre el tabaco y/o cigarrillo; y la segunda de una estrategia
de intervención colaborativa basada en tres enfoques participativos:
gráfico, sonoro y digital.
Los instrumentos aplicados fueron validados en la primera fase
de Photoboy, fase en la que se desarrolló un proyecto similar
al presentado en este artículo, pero solo en instituciones
educativas de la ciudad de Pereira y con un solo enfoque
participativo: la fotografía; los resultados de esta primera
fase se han publicado en diferentes revistas académicas como
Plumilla Educativa, La Tercera Orilla, entre otras.
Durante el proceso de la segunda fase se analizaron los impactos
de las campañas de prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo
que se han realizado a nivel regional y nacional en Colombia, en los
formatos: gráfico, sonoro y digital. Además, se observó la efectividad
que pueden tener las herramientas comunicativas para generar
campañas de prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo.
En este caso, se analizará el formato digital: el impacto que han
tenido las diferentes campañas a nivel nacional en los estudiantes y
las percepciones de estos a través del proyecto.
Palabras clave: Photoboy, tabaquismo, adolescente, niño, estudiante,
medios de comunicación.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Abstract
Photoboy is a research-creation project, which has been carried out in
two phases. is article will present the second phase of the project,
in which processes of co-creation and pedagogy were developed in
the media for the promotion and prevention of diseases linked to
Tobacco and/or cigarette consumption in girls, boys and adolescents
from 15 educational institutions, both public and private, in rural
and urban areas of the Coffee Region.
is project implemented its own method called the “Photoboy
method”, a mixed method made up of two parts: the first, surveys
(pre-test and post-test) of attitudes and previous knowledge about
tobacco and/or cigarettes, and the second, a collaborative intervention
strategy based on three participatory approaches: graphic, sound and
digital.
e applied instruments were validated in the first phase of Photoboy,
a phase that developed a project similar to the one presented in this
article, but only in educational institutions in the city of Pereira and
with a single participatory approach, photography; e results of
this first phase have been published in different academic journals
such as “Plumilla Educativa”, “La Tercera Orilla”, among others.
During the process of the second phase, the impacts of the tobacco
and/or cigarette consumption prevention campaigns that have been
carried out at the regional and national level in Colombia, in the
formats: graphic, sound and digital, were analyzed. In addition, the
effectiveness that communication tools can have to generate tobacco
and/or cigarette consumption prevention campaigns was observed.
In this case, the digital format will be analyzed: the impact that the
different campaigns at the national level have had on students and
their perceptions through the project.
Keywords: Photoboy, tabacco, teenager, child, student, media.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Introducción
Más del 80% de los 1.300 millones de personas que consumen tabaco a nivel
mundial viven en países de ingresos bajos o medianos, además, anualmente se presentan
alrededor de 8 millones de muertes por enfermedades ligadas al consumo de tabaco, según
afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021). En un estudio reciente la misma
organización informó que casi la mitad de los niños a nivel mundial “respiran habitualmente
aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos y 65 mil menores mueren cada
año por enfermedades atribuibles al humo ajeno” (Tabaco, 2021).
En Colombia, para el año 2018, el tabaquismo y las enfermedades asociadas a esta
práctica cobraban la vida de un colombiano cada 20 minutos, lo que arrojaba un panorama
de 88 decesos por día, según manifestó en su momento el exministro de Salud y Protección
Social Alejandro Gaviria Uribe (Minciencias, 2018).
Según el DANE, en su Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas
(ENCSPA), para el “2019 alrededor del 33,3% de la población entre los 12 y 65 años de edad,
sostuvo haber consumido alguna vez en su vida tabaco” (ENCSPA, 2019, P. 2). Además,
según expuso en el boletín de Prensa número 820 de 2020, la subdirectora de Enfermedades
No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, Nubia Bautista, afirmó que
“en el país el 82% de las personas no fuman, pero sigue existiendo un número importante
de muertes por enfermedades atribuibles al consumo del tabaco” (Minciencias, 2020, P. 1),
decesos que se encuentran entre los 34.800 anualmente.
En el caso del Eje Cafetero, región donde se centra el objeto de estudio del proyecto,
Caldas de acuerdo con el Sistema Único de Indicadores sobre Consumo de Sustancias
Psicoactivas (SUISPA) “presenta la condición de estar por encima del nivel de consumo
nacional en tabaco con un 45,4%” (SUISPA Caldas, 2012, P. 27); Risaralda por su parte,
con una prevalencia de vida de consumo de tabaco del 29,3%, se ubica por encima del
consolidado nacional que está en 24,3% (SUISPA Risaralda, 2012, P. 2) y Quindío, según
un estudio de Caracterización Regional de la Problemática Asociada a las Drogas, presenta
un indicador que demuestra que “el 44,3% de los encuestados, declaró haber fumado tabaco
alguna vez en la vida” (SUISPA, 2016, P. 37).
Por otro lado, “la edad promedio de inicio de consumo de tabaco en Colombia es
de 11,9 años” (León y Bonilla, 2011, P. 17) y en entornos educativos, según el Estudio
Nacional de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar en Colombia, del Observatorio de
Drogas de Colombia (ODC), concluyó que “el 50% de los escolares que han consumido
tabaco, lo hicieron por primera vez a los 13 años o menos, tanto hombres como mujeres”
(ODC, 2016, P. 43 - 44).
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Las cifras anteriores dan a conocer un panorama donde se debe reforzar la prevención
de consumo de tabaco y/o cigarrillo en niñas, niños y jóvenes, que desde temprana edad
se están iniciando en esta práctica en el país; pero, ¿cuál sería la mejor opción para generar
campañas de prevención de este tipo de prácticas en la población analizada?
Según la Carta de Ottawa para la Prevención de la Salud, firmada el 21 de noviembre
de 1986, uno de los requisitos fundamentales para promocionar la salud es la educación y
aunque la carta fue pactada para los retos que traería el año 2000, sin duda alguna sentó un
precedente donde la educación forma parte importante de los procesos preventivos; por tal
razón, las instituciones educativas se convierten en centros claves para promocionar estilos
de vida saludables, pues son el puente que permite desarrollar de una mejor manera con
niñas, niños y jóvenes campañas de prevención.
Por lo anterior, al analizar las cifras, al igual que el riesgo de inicio de consumo de tabaco
en los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, desde el proyecto de Investigación-
Creación: Photoboy, en su segunda fase, nace la necesidad de intervenir estos entornos
para trabajar con ellos campañas de prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo; por
tal razón, la estrategia más idónea para desarrollar lo mencionado anteriormente, teniendo
en cuenta la época en la que se desarrolla el proyecto que es digital, donde “los medios de
comunicación, y más recientemente las Nuevas Tecnologías, han modificado la manera de
construir el saber, el modo de aprender y la forma de conocer” (Morduchowicz, 2001,
p. 26.), se encontró que los medios de comunicación, desde el uso pedagógico, eran la
herramienta ideal para llegar de manera rápida y con mayor aceptación a la población que
se quería analizar.
Además, según las últimas cifras reportadas por el Ministerio de Tecnologías de la
Información y Comunicaciones (MinTIC, 2021), Colombia cuenta con “32’9 millones de
accesos a Internet móvil en suelo Colombiano”, lo que, según dicho Ministerio, implica
un aumento significativo en comparación con años anteriores, es decir, los colombianos
cada vez más adaptan estas nuevas tecnologías a sus estilos de vida, lo que significó una
gran ventaja al momento de desarrollar la metodología del proyecto, pues se encontró la
necesidad de crear modelos pedagógicos de prevención de consumo en medios digitales.
Durante el proceso investigativo, se pasó de un modelo de investigación clásico a
uno de investigación-creación, que le da a los niños, niñas y adolescentes, pertenecientes al
proyecto, una participación activa en el proceso. A su vez, se plantearon diferentes estrategias
que se desarrollaron en tres líneas: línea gráfica, línea sonora y línea digital, estrategias que
implementaron procesos educomunicativos y de co-creación.
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Perspectivas de salud
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En el caso de la línea digital, se realizaron actividades pedagógicas de manejo, cuidado y
aprovechamiento de las herramientas digitales, lo cual permitió que los estudiantes contarán
con las bases necesarias para crear campañas de prevención de consumo de tabaco, campañas
que posteriormente serían alojadas en la plataforma digital transmedia del proyecto, que
finalmente ayudarán en la promoción y prevención de enfermedades ligadas al consumo de
tabaco en niñas, niños y adolescentes del Eje Cafetero.
Metodología/Resultados
El proyecto se desarrolló en 15 instituciones educativas de tres departamentos del Eje
Cafetero: Caldas, Quindío y Risaralda; cinco planteles educativos por departamento, los
cuales debían estar ubicados en zonas rurales y/o urbanas, ser privados o públicos y que
contarán con primaria y secundaria, esto permitió tener un campo de acción más amplió
y poder analizar las diferentes percepciones de los estudiantes con diferentes características
demográficas.
Los municipios en los que se trabajó por departamento fueron los siguientes:
Caldas:
Manizales y Belalcázar.
Quindío:
Armenia, Circasia, Filandia y Pijao.
Risaralda:
Apia, La Celia, Pueblo Rico y Pereira.
En cuanto a los aspectos éticos, primero se entabló una comunicación y previos permisos
con los planteles educativos; posteriormente, en el trabajo práctico con los estudiantes, se
diligenciaron dos documentos por sus acudientes, uno fue el consentimiento informado
sobre el proyecto y otro la cesión de derechos y de imagen, ya que los productos que estos
realizaron se albergaron e hicieron públicos en una plataforma digital. Además, en algunas
instituciones se realizaron reuniones previas al proceso con los padres de familia, para que
estos conocieran de primera mano el trabajo que se iba a realizar con los estudiantes.
En total se logró trabajar con más de 1.000 alumnos entre los 8 y 18 años de edad,
entre los que se encontraban estudiantes pertenecientes a una comunidad indígena Embera
Chamí en el municipio de Pijao, Quindío, con ellos los permisos de trabajo se solicitaron
ante el líder de la comunidad.
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Perspectivas de salud
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Método Photoboy
Cinco fases son las que componen el método aplicado: pre-test, capacitaciones,
campaña colaborativa, post-test y premiación. Durante el desarrollo de estas etapas se
analizaron las actitudes previas y aprendizajes sociales que podían llegar a tener los estudiantes
frente al consumo y enfermedades ligadas al tabaco y/o cigarrillo, además de la recordación
que pudieran tener de algunas campañas de prevención de consumo de esta práctica. En el
proceso también se aplicó un modelo pedagógico en medios digitales, lo cual permitió crear
con la comunidad impactada, de manera colectiva y colaborativa, el material de promoción
y prevención que se alojó en la plataforma web del proyecto.
Conociendo: actitudes previas
El desarrollo del método comenzó con la realización de los pre-test (encuesta
previa), herramienta que permitió conocer de primera mano aspectos sociodemográficos,
conocimientos previos sobre el consumo de tabaco/cigarrillo, percepción mediática y
evaluación de campañas de prevención. Dicha encuesta se compuso de 28 preguntas de
opción múltiple para los grados cuarto, quinto y sexto; y 49 preguntas, también con múltiple
opción de respuesta, para los grados décimo y undécimo.
Debido a la situación actual que vivía el país por la pandemia de la Covid-19 y el paro
nacional, la ejecución de esta primera fase se realizó con la ayuda de las TIC, las encuestas se
resolvieron por medio de salas de Zoom, Meet o Microsoft Teams, grupos de WhatsApp e
incluso llamadas telefónicas con aquellos estudiantes que no contaban con un fácil acceso a
Internet, solo el pre-test realizado a los alumnos de la comunidad Embera Chamí se realizó
de manera presencial.
Durante esta etapa también se realizó material audiovisual (videos para redes sociales)
[https://www.youtube.com/watch?v=EUB9CZ8-yo8], que permitió dar a conocer, de
manera dinámica, a los estudiantes e instituciones educativas que se vincularon al proceso,
el proyecto Photoboy.
A continuación, se adjuntan algunos de los datos más relevantes que arrojó esta
primera encuesta realizada a 978 estudiantes, 18,45% de Caldas, 37,10% de Risaralda y
44,14% de Quindío. Es importante aclarar que los datos recopilados (tanto en el pre-test,
como en el post-test) fueron analizados a través de ecuaciones estructurales multivariables de
relaciones causales, los resultados se visualizan en el “Photoboy Data” publicado en Tableau
(link adjuntado en referencias).
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Figura 1. ¿Alguna vez ha fumado? (Población: bachillerato)
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 91,74% (900 personas) de los estudiantes encuestados, tanto
de primaria como secundaria, respondieron no haber fumado cigarrillo y el 7,85% (77
personas) respondió sí haberlo hecho; de este porcentaje, se encontró que entre los alumnos
de bachillerato (décimo y once) el 15,42% (77 personas) afirmó haber fumado, en el caso
de básica media (sexto) el 8,33% (2 personas) y en primaria (cuarto y quinto) el 0,62% (3
personas) afirmaron haber realizado esta práctica.
Figura 2. ¿Está bien fumar?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 89,19% (875 personas) del total de los alumnos encuestados (primaria,
básica media y secundaria) afirmaron que nunca estaría bien fumar, por otra parte, el 8,15%
(80 personas) de los estudiantes contestó que sólo después de los 18 años está bien fumar.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Figura 3. ¿El tabaco provoca cáncer de pulmón en fumadores?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 90,32% (886 personas) del total de los alumnos encuestados (primaria,
básica media y secundaria) afirmaron que el tabaco sí provoca cáncer de pulmón.
Figura 4. ¿Alguna vez ha visto campañas sobre el consumo de tabaco?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 53,41% (524 personas) de los alumnos encuestados, tanto de primaria
como de secundaria, afirmaron no haber visto campañas de consumo de tabaco. Mientras
el 46,18% (453 personas) respondió sí haber visto alguna vez campañas sobre el consumo
de tabaco.
Con respecto al tipo de campañas y dónde las han visto, se encontró que el 50,46%
(495 personas) del total de estudiantes encuestados ha visto campañas de prevención en
páginas de Internet, a su vez el 46,89% (460 personas) de los alumnos respondieron haber
visto estas campañas en Redes Sociales Digitales y el 39,04% (383 personas) del total de
alumnos respondieron no haber visto campañas de prevención en sus colegios, mientras el
40,98% (402 personas) afirmaron sí haberlas visto.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Figura 5. ¿Cree que es difícil dejar de fumar?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 67,28% (660 personas) de los alumnos encuestados, tanto de primaria
como de secundaria, afirmaron estar de acuerdo con que es difícil dejar de fumar. A su vez,
el 60,45% (593 personas) del total de estudiantes afirmaron tener una muy mala percepción
sobre el tabaquismo.
Experiencia Photoboy: manos a la obra
En este punto se comenzaron a implementar estrategias de comunicación pedagógica,
las cuales se desarrollaron bajo un modelo educomunicativo y de apropiación social del
conocimiento:
Por un lado, la educomunicación permite modelos de enseñanza donde se pueden
vincular diversos métodos de aprendizaje. Según Ismar de Oliveira Soares, líder de
movimiento investigativo de educomunicación en América Latina (Red Educom, 2016), la
educomunicación no es una lectura crítica sobre los medios, sino una práctica de la acción
comunicativa, que permite a los integrantes de un espacio, por ejemplo, una institución
educativa, trabajar conjuntamente utilizando instrumentos y recursos digitales a su alcance
para cumplir metas colectivas. Oliveira menciona además que la educomunicación es salir
a lo alternativo para contribuir a una formación responsable, participativa y crítica de las
personas.
Por su parte, Mario Kaplún, en su libro Una Pedagogía de la Comunicación, es
reincidente al mencionar que solo “se aprende de verdad lo que se vive, lo que se recrea, lo que
se reinventa y no lo que simplemente se lee y se escucha” (Kaplún, 1998, p. 51), lo anterior
es una de las bases fundamentales de la educomunicación, pues para que exista un verdadero
aprendizaje el sujeto debe ser un participante más activo de sus procesos educativos.
63
Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
Si se analiza a Kaplún y a Oliveira se puede obtener una definición más clara de lo
que es educomunicación, pues Kaplún específica que para adquirir conocimientos nuevos se
debe reinventar el modelo tradicional, dejar de lado el solo leer y escuchar, para ser sujetos
más participativos de la educación, a su vez, Oliveira resalta el aprovechamiento máximo
de todas las herramientas digitales, para así, por medio de la apropiación de los recursos de
la información y de la comunicación social, poder obtener una mayor capacidad crítica, de
creación y opinión.
Pero además, como lo menciona Coslado, la educomunicación es interdisciplinar y
transdisciplinar, pues logra abordar diferentes dimensiones y conceptos de la educación y
la comunicación y adaptarlas a diferentes profesiones o situaciones, la educomunicación es
“también conocida como […] alfabetización mediática o pedagogía de la comunicación, en
el contexto iberoamericano, y media literacy o media education, en el contexto anglosajón”
(Coslado, 2012, p. 157 - 175).
Por otro parte, las estrategias realizadas bajo un modelo de apropiación social del
conocimiento (Minciencias, s.f.) permiten que la “sociedad civil se empodere a partir del
conocimiento”, es decir, ser partícipes activos de diferentes procesos de formación donde no
solo sean receptores, sino también emisores y desarrolladores de ideas.
Al unir estos dos conceptos, educomunicación y apropiación social del conocimiento,
se logró que los estudiantes involucrados en el proyecto Photoboy pasarán de solo pertenecer
a la investigación a ser miembros activos y empoderados del proceso.
En esta etapa se realizaron las capacitaciones orientadas en las tres líneas del proyecto,
durante su desarrollo de manera virtual y presencial, se les brindó a los estudiantes las bases
necesarias para crear su producto de prevención; para esto se creó material didáctico (cartillas:
Imagen 1) que ayudó a los estudiantes en la comprensión de los temas tratados.
Imagen 1. Cartilla Photoboy Primaria - Secundaria
Fuente: elaboración propia.
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Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
En el caso de la línea digital, se capacitó a los estudiantes para comprender un poco
más conceptos como Internet o Redes Sociales, además, se les orientó sobre las ventajas de
las diferentes herramientas digitales, pero a su vez, los riesgos y cuidados que se deben tener
al momento de navegar en el ciberespacio o utilizar diferentes aplicaciones o plataformas
virtuales. En el proceso se realizaron un total de 49 capacitaciones en las diversas instituciones
que pertenecían al proyecto.
El resultado de estas intervenciones fueron los 61 vídeos (5 de Quindío, 24 de
Risaralda y 32 de Caldas) que entregaron los estudiantes, donde plasmaron su opinión
sobre el consumo de tabaco/cigarrillo, con los que a su vez participaron de la estrategia
denominada “Concurso Photoboy”, estrategia que buscó empoderar a los estudiantes en el
proceso, para que fueran estos los realizadores del material de prevención de consumo de
tabaco y/o cigarrillo, al final se concluyó esta etapa con la selección de los mejores productos,
los cuales fueron premiados.
Para la creación de los videos, los estudiantes debían poner en práctica las enseñanzas
y consejos dados durante la capacitación de la línea digital, para grabar o editar su producto
podrían utilizar aplicaciones vistas en la capacitación como Tik Tok o cualquier herramienta
digital que conocieran. Dentro de los vídeos más destacados, se encuentran los que apoyaron
su opinión con la realización de material didáctico (carteleras, dibujos, etc.), aquellos que
incluyeron a sus familiares o amigos para realizar dramatizados o consultar otras opiniones,
también se destacaron aquellos trabajos en los que sobresalió una investigación más profunda
sobre el tabaco y/o para construir una opinión más argumentada.
Los vídeos fueron recopilados y publicados en el canal de YouTube del proyecto:
Photoboy UCP (el enlace se encuentra en las referencias), esto con la finalidad de generar
retroalimentación entre todos los estudiantes participantes del proyecto. En el canal también
se albergarán videos generales de cada departamento e instrucción, donde se expondrá la
experiencia vivida por los estudiantes y docentes de cada plantel educativo.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Imagen 2. Canal YouTube Photoboy
Fuente: elaboración propia.
Campaña Colaborativa: prevención
En la recta final del proyecto se implementó la estrategia de “Campaña Colaborativa”,
los encuentros se desarrollaron entre la presencialidad y la virtualidad, y durante ellos los
estudiantes fueron quienes tomaron las decisiones.
Para este punto, los alumnos eran los responsables de decidir colectivamente el nombre
de la campaña de prevención de consumo de tabaco/cigarrillo que los representaría como
grado e institución en la plataforma digital transmedia y colaborativa (en las referencias se
encuentra el link de la página “Científicamente” donde se alberga la plataforma del proyecto
después del vencimiento del dominio), espacio que alberga todos los productos realizados
por ellos, donde se buscó transmitir un mensaje de estudiantes para estudiantes.
En este punto se crearon 44 campañas, se notó la creatividad, investigación y
apropiación de los alumnos para esta estrategia. En el proceso se destacaron las siguientes
campañas:
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Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
• Más estudio, menos tabaco.
• Si tus sueños quieres alcanzar, deja de fumar.
• Un soplido que viene, una vida que se va.
• No te fumes la vida.
• Si sano quieres crecer, el cigarrillo tienes que vencer.
• Para parchar no hay que fumar. El ambiente lo pones tú.
• Te cambio el cigarrillo por un bombón, porque el bombón te endulza la vida y el
cigarrillo te la amarga.
• Si a viejo quieres llegar, el cigarrillo debes dejar.
• Para ser Rockstar no tienes que perjudicar tu salud. ¡No al cigarrillo!
Culminando: actitudes posteriores
Finalmente, el desarrollo del método culmina con la realización de los post-test
(encuesta posterior/final), herramienta que, en este punto, permite comparar y analizar las
percepciones de los alumnos frente al consumo de tabaco y/o cigarrillo y las campañas de
prevención, después de haber sido parte de las diferentes fases del proyecto. Dicha encuesta
se compuso de 24 preguntas de opción múltiple tanto para primaria como para secundaria.
A continuación, se adjuntan algunos de los datos más relevantes que arrojó esta
segunda encuesta realizada a 697 estudiantes (en su mayoría de manera presencial), 28,69%
de Caldas, 28,98% de Quindío y 42,32% de Risaralda. Los datos recopilados fueron
analizados a través de ecuaciones estructurales multivariables de relaciones causales, sus
resultados se visualizan en el “Photoboy Data” publicado en Tableau (link adjuntado en las
referencias).
Figura 6. ¿Está bien fumar?
Fuente: elaboración propia.
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Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
Resultados: el 87,95% (613 personas) de los alumnos encuestados, tanto de
primaria como de secundaria, afirmaron que nunca estaría bien fumar, a su vez, el 9,61%
(67 personas) de los estudiantes contestó que solo después de los 18 años está bien hacerlo.
Por otra parte, el 66,43% (463 personas) de los encuestados afirmaron estar de
acuerdo con que es difícil dejar esta práctica. Además, se encontró que el 55,24% (385
personas) de los alumnos afirmaron tener una muy mala percepción sobre el tabaquismo.
Figura 7. ¿El tabaco provoca cáncer de pulmón en fumadores?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 93,26% (660 personas) del total de estudiantes encuestados (primaria,
básica media y secundaria) afirmaron que el tabaco sí provoca cáncer de pulmón.
Figura 8. ¿Considera que lo aprendido en Photoboy podría ser útil a futuro?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 85,80% (598 personas) de los estudiantes encuestados (primaria,
básica media y secundaria), afirmaron que lo aprendido en Photoboy, sí es útil para el futuro.
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Perspectivas de salud
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JÓVENES INVESTIGADORES
Figura 9. ¿Cuál cree que es el formato más adecuado para una campaña?
Fuente: elaboración propia.
Resultados: el 53,8% (375 personas) de los encuestados, tanto de primaria como
de secundaria, afirmaron que el formato más adecuado para una campaña de prevención de
consumo de tabaco es Internet y/o las Redes Sociales.
Al culminar la etapa de post-test, se realizó la premiación de la estrategia denominada
“Concurso Photoboy”, la cual dejó 24 ganadores en la línea digital que fueron premiadas con
kits escolares y diplomas; el criterio de selección de los ganadores se basó en sus opiniones,
recursividad, investigación y creatividad en sus productos digitales (videos para redes).
Laboratorio Photoboy
Al culminar las actividades en las instituciones, se implementó una última
estrategia denominada “Laboratorio Photoboy”; esta cumplió con el propósito de generar
retroalimentación entre los estudiantes vinculados al proyecto. La estrategia se desarrolló
en un evento con aforo controlado de personas debido a lo vivido por la pandemia de la
COVID - 19 y con la presencia de 6 instituciones educativas, de las 15 vinculadas al proceso.
Imagen 3. Evento “Laboratorio Photoboy”
Fuente: elaboración propia.
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Diversas actividades se ejecutaron durante la jornada, en el caso de la línea digital, los
estudiantes debían poner a prueba los conocimientos adquiridos durante todo el proyecto,
en especial, los vistos en los talleres impartidos y el material de las cartillas; además debían
trabajar en equipo, ser ágiles y creativos para ganar las actividades.
Imagen 4. Actividad línea digital
Fuente: elaboración propia.
El evento permitió además que los estudiantes culminaran el proceso interactuando
con otros alumnos de otras instituciones, lo que fortaleció el concepto del proceso colaborativo
al igual que las estrategias pedagógicas de prevención. Los estudiantes finalizaron Photoboy,
apropiándose de las diversas actividades e intercambiando opiniones sobre la prevención del
consumo de tabaco y/o cigarrillo con otros alumnos.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Conclusiones
Al culminar el proceso investigativo, después de la aplicación del pre-test y post-test,
las capacitaciones y diferentes actividades desarrolladas con los participantes del proyecto, se
pudo concluir que las campañas de prevención de consumo de tabaco y/o cigarrillo se han
desarrollado principalmente en el campo audiovisual y la mayoría de estas se han televisado.
Además, se pudo notar que, con la aparición de las nuevas tecnologías como Internet y las
diferentes herramientas digitales, algunas de estas campañas han migrado a plataformas
virtuales logrando tener recordación en estos formatos.
Por ejemplo, se encontró que algunas de las campañas digítales con mayor recordación
son ¡Generación Más! - “No fumo, no quiero, porque me quiero” (2014); “Mi Colilla,
Nuestra Ciudad”, “Menos cigarrillo, más vida” (2015); “No fumar, es actitud” (2016) y
“Que, entre colores y sabores, el tabaco no te enamore” (2019-2020). Pero, a pesar de que
estas campañas pudieron llegar a tener impacto en su momento, de acuerdo a los resultados
analizados del instrumento y actividades presenciales desarrolladas con la comunidad
estudiantil, también se notó que son pocos los espacios digitales que ofrecen este tipo de
pedagogía de prevención frente al consumo de tabaco y/o cigarrillo en el país.
En los resultado del pre-test se encontró que aunque ya se ha iniciado un proceso de
prevención de consumo con diferentes campañas, falta reforzarlo en el entorno digital, un
espacio que cada vez más consumen las personas y en el que las niñas, niños y jóvenes se ven
inmersos casi que diariamente.
A su vez, se pudo analizar que más de la mitad (50,46%, 495 personas) de los alumnos
pertenecientes al proyecto afirmaron sí haber visto campañas de prevención en páginas de
Internet y que la mayoría de estas las han visto en Redes Sociales Digitales, lo que deja como
indicador que las redes sociales son una herramienta factible para desarrollar estrategias de
pedagogía digital en prevención; herramienta que se utilizó durante el proyecto Photoboy;
allí los estudiantes podían ver por medio de las historias el trabajo desarrollado en otras
instituciones, además en las publicaciones podían conocer datos de interés y avances del
proyecto, esto permitió generar una mayor cercanía con la comunidad impactada (link de
redes sociales adjunto en referencias).
Por su parte, al analizar las respuestas obtenidas en el indicador de percepción del
tabaco, se puede concluir que más del 60% (593 personas) de los alumnos encuestados tenía
una mala percepción sobre el tabaquismo; y con respecto a la pregunta “¿Le parece que el
tabaco lo hace ver mejor que las otras personas?”, la mayoría de alumnos respondió que esta
práctica no los hace ver mejor que otras personas, y se logró un incremento del 90% en el
pre-test a un 92% en el post-test, en las respuestas negativas a esta pregunta, lo que significó
71
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
que después de las actividades desarrolladas con la comunidad educativa, se logró impactar
de manera positiva y así cambiar la percepción de esta práctica.
Por último, al estudiar los resultados del instrumento aplicado, se concluyó que para
los estudiantes vinculados al proyecto de investigación-creación: Photoboy, más del 85%
(598 personas) considera que las herramientas brindadas, a lo largo del proceso, le serán de
utilidad para su vida. Sin dejar de lado que el 75% contempla que la campaña construida
con sus compañeros en los espacios colaborativos y de co-creación logra causar impacto de
manera local en sus instituciones o municipio, e incluso algunas puedes llegar a tener una
recordación regional.
Lo anterior, sin lugar a dudas, deja en evidencia la efectividad del proyecto, demuestra
que este tuvo una gran acogida por parte de los estudiantes, además denota la importancia
de seguir trabajando temas de prevención en espacios educativos, donde la pedagogía en
medios digitales puede ser una herramienta de gran utilidad para lograr todos los objetivos.
Finalmente, se concluye que las campañas de prevención de consumo de tabaco
y/o cigarrillo pueden llegar a tener gran impacto si se desarrollan con las herramientas y en
los espacios adecuados, teniendo muy claro el público al cual se quiere impactar. Además,
se encontró que con actividades de intervención, donde se le dé a conocer, en este caso
a los alumnos, un universo diferente que puede ser mucho más llamativo que el tabaco,
por ejemplo, todas las actividades desarrolladas en las líneas del proyecto, que son: digital,
sonoro y gráfico, donde los estudiantes fueron los protagonistas y creadores, se puede lograr
disminuir este hábito, no solo de manera momentánea sino a futuro, donde pueden tomar
la decisión consciente de alejarse de prácticas nocivas para su salud.
72
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
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UCUNmKlZxrpnmXQsaFX7RLwQ/playlists
75
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Para citar este capítulo: Ospina, Cano S., Quiroz, González E., Barros, A., (2022). “Mindfulness:
orientaciones para el cuidado de los trabajadores de la salud”. Perspectivas de salud mental y
comunicación de jóvenes investigadores (pp. 75-97). Pereira. Editorial Universidad Católica.
Mindfulness: orientaciones
para el cuidado de los
trabajadores de la salud
Mindfulness: guidelines
for the care of health workers1
1 El presente capítulo es producto de la convocatoria 874 de Minciencias 2020 para el
Fortalecimiento de Proyectos en Ejecución CTeI en Ciencias de la Salud con Talento Joven e
Impacto Regional.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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Autores
Sarah Ospina-Cano2
Universidad Católica de Pereira
Eliana Quiroz-González3
Universidad Católica de Pereira
Angélica Barros4
Universidad Tecnológica de Pereira
2 Sarah Ospina Cano. Psicóloga, Universidad Católica de Pereira, Colombia. Joven investigadora en la
Universidad Católica de Pereira. Estudiante de la Maestría en Salud Pública, 2020- actualidad en la
Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. Grupo de investigación Comunicación, Educación y
Cultura.
Contacto: sarah.ospina@ucp.edu.co
ORCIRD: https://orcid.org/0000-0003-1753-4968,
Google Académico: bit.ly/3b5GGAc
3 Eliana Quiroz González, Psicóloga, Universidad Católica de Pereira, Colombia. Especialista en Gerencia
del Talento Humano, Universidad de Manizales, Manizales, Colombia. Magíster en Gerencia del Talento
Humano, Universidad de Manizales, Manizales, Colombia. Grupo de investigación Comunicación,
Educación y Cultura.
Contacto: eliana.quiroz@ucp.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9061-8864
Google Académico: bit.ly/3PDAEpl
4 Angélica Barros, Psicóloga, Universidad de Manizales. Magíster en Educación y Desarrollo Humano,
Universidad de Manizales y CINDE. Instructora Certicada de MBHP.
Contacto: angelmbb@utp.edu.co
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Resumen
Las crisis y los continuos cambios en el sector salud impactan
las construcciones subjetivas y la salud mental de sus
trabajadores, a partir de esta realidad emerge la necesidad de
promover el bienestar del personal vinculado a este sector.
Las acciones dirigidas al cuidado de los trabajadores han
estado enfocadas en el asistencialismo, la prevención de la
enfermedad y la gestión de los riesgos psicosociales. Por su
parte, la Psicología Organizacional Positiva (POP) ofrece
caminos alternos, a través de intervenciones que propenden
por el funcionamiento humano óptimo. En el marco de la
POP, diferentes investigaciones muestran las contribuciones
de las Intervenciones Basadas en el Mindfulness (IBM) en
la salud. El objetivo de la revisión temática, es abordar el
mindfulness como una alternativa para fortalecer la salud
mental de los trabajadores del sector de la salud en Colombia,
desde las perspectivas de la POP y la Promoción de la Salud. La
revisión de antecedentes revela los beneficios del mindfulness
en el contexto del trabajo y permite el desarrollo de un diálogo
entre los conceptos de Promoción de la Salud y mindfulness.
Se concluye que el programa de Promoción de la Salud Basado
en Mindfulness es una intervención con soporte en la evidencia
científica que favorece la calidad de vida del talento humano
en salud. Por consiguiente, se sugiere a los tomadores de
decisiones en las organizaciones, tanto públicas como privadas,
integrar las IBM dentro de sus programas estratégicos.
Palabras clave: mindfulness, salud mental, Covid-19,
promoción de la salud, personal de salud.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Abstract
e crises and the continuous changes in the health sector
impact the subjective constructions and the mental health of
its workers. From this reality, the need to promote the well-
being of personnel linked to this sector emerges. Actions
aimed at caring for workers have been focused on welfare,
disease prevention and management of psychosocial risks.
For its part, Positive Organizational Psychology (POP)
offers alternative paths, through interventions that promote
optimal human functioning. Within the framework of
POP, different investigations show the contributions of
Mindfulness-Based Interventions (MBI) in health. e
objective of the thematic review is to address mindfulness
as an alternative to strengthen the mental health of workers
in the health sector in Colombia, from the perspectives of
POP and Health Promotion. e background review reveals
the benefits of mindfulness in the context of work, and
allows the development of a dialogue between the concepts
of Health Promotion and mindfulness.It is concluded that
the Mindfulness-Based Health Promotion program is an
intervention supported by scientific evidence that favors
the quality of life of human talent in health. erefore,
decision makers in both public and private organizations are
encouraged to integrate MBI into their strategic programs.
Keywords: mindfulness, mental health, Covid-19, health
promotion, health personnel.
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Introducción
La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha generado diversos efectos en el mundo
del trabajo y de las organizaciones, por ejemplo, la amenaza por la pérdida del empleo, las
presiones psicológicas hacia la productividad, la pérdida de confianza y la violación del
contrato psicológico, la instrumentalidad y el cinismo en las relaciones laborales (Alcover,
2020). Es necesario aceptar que esta crisis sanitaria ha generado un cambio en el mundo
(Gordon, 2020) y que, en consecuencia, las empresas, sus políticas, direccionamientos y,
sobre todo, el lugar de lo humano en las organizaciones de trabajo se debe transformar.
Frente a este panorama, es necesario gestionar la relación entre trabajadores y organizaciones
para evitar o para reducir dichas consecuencias negativas (Alcover, 2020). Además, emerge la
urgencia de buscar estrategias que promuevan la calidad de vida de los trabajadores (Ramos
& Peiró, 2014), de manera que también se fortalezcan las estructuras organizacionales que
permitan mayor competitividad (Salanova, 2020).
Esta emergencia sanitaria puso en evidencia el impacto de la situación laboral en
el cubrimiento de las necesidades básicas, el equilibrio económico y la salud mental y
física de las personas, por ejemplo, al 2021 la salud de los colombianos se caracterizó por
estados afectivos de nerviosismo y preocupación, soledad, tristeza, cansancio y dificultades
para dormir (DANE, 2021). Adicionalmente, las consecuencias en el contexto del trabajo
y de las organizaciones, no sólo están relacionadas con elementos de valor monetario o
productivo, puesto que también se han visto afectadas las condiciones organizacionales (las
horas de trabajo, la seguridad y salud, la remuneración) y las condiciones subjetivas de los
trabajadores (su satisfacción laboral, su percepción de salud y bienestar), que en su conjunto
forman la calidad de vida en el trabajo y son el medio para el desarrollo profesional y
personal (Segurado Torres & Agulló Tomás, 2002).
En el sector de la salud, los cambios en las dinámicas de trabajo, las constantes
demandas laborales, emocionales y físicas, han sido la causa de alteraciones psicológicas
que afectan el bienestar y el desempeño de los profesionales (Tamayo Giraldo & Restrepo
Soto, 2017). Por ejemplo, en los últimos años, diferentes estudios han reportado una alta
prevalencia del síndrome de Burnout en profesionales de la salud (Fuente Solana et al.,
2021; Jácome et al., 2019; Loaiza Gutiérrez & Quiroz González, 2016). Específicamente,
durante la pandemia, los trabajadores han reportado angustia emocional, miedo al contagio,
estrés laboral y preocupación por la familia (Heath et al., 2020). En este orden de ideas,
Juárez (2020) afirma que el personal de la salud, al atender en primera línea la emergencia
sanitaria, enfrenta altas exigencias psicosociales, por lo que constituyen uno de los grupos
con mayor afectación en su salud mental. Lo anterior deja una cuota importante a cumplir
desde la investigación de las organizaciones y del trabajo.
80
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Si bien las nuevas realidades de la salud mental derivadas del Covid-19 y las medidas
de salud pública han evidenciado la importancia de los trabajadores, es una oportunidad
para gestar nuevas teorías, metodologías y prácticas que puedan mirar más allá de la
psicopatología y la prevención, y se orienten a desarrollar nuevas formas de bien estar y
bien vivir en el mundo, nuevas prácticas y políticas que aporten a la dignidad y la salud
mental y física de las personas (Villalobos, 2020). Dentro de las estrategias del Plan Decenal
de Salud Pública de Colombia (PDSP, 2022), se proponen políticas e intervenciones para
la promoción de condiciones y estilos de vida saludable en el trabajo, no obstante, estas
estrategias están centradas en el abordaje de la prevención de riesgos psicosociales, por lo que
proponer alternativas orientadas al fortalecimiento de estados óptimos, eficaces y resilientes
en el mundo del trabajo y de las organizaciones resulta una apuesta innovadora y plausible.
Frente a estas necesidades, la Psicología Organizacional Positiva (POP) posibilita un
camino para aumentar el bienestar de los trabajadores, a través de intervenciones enfocadas en
emociones, cogniciones y comportamientos positivos (Coo Calcagni, 2020). Precisamente,
las Intervenciones Basadas en Mindfulness (IBM) (Coo Calcagni, 2020; Malinowski, 2013)
han demostrado ser un medio para la promoción de la salud y el desarrollo de recursos
propios para lograr calidad de vida. En este sentido, el objetivo de esta revisión temática es
abordar el mindfulness como una alternativa para fortalecer la salud mental de los trabajadores
del sector de la salud en Colombia, desde las perspectivas de la Psicología Organizacional
Positiva y la Promoción de la Salud.
Mindfulness y Promoción de la salud
El paso del concepto de prevención de la enfermedad a la promoción de la salud, se
dio en el marco de la Primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud,
en Ottawa, Canadá, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1986), a
partir de la cual se divulgó la llamada Carta de Ottawa, en donde yace un concepto de
salud que integra condiciones biológicas, elementos de orden social, económico, cultural,
educativo, político y ambiental. Desde allí, se establecieron como condiciones y recursos
fundamentales para la salud: la paz, la vivienda, la educación, la alimentación, el sustento
económico, los ecosistemas estables, los recursos sustentables, la justicia social y la equidad
(Fry & Zask, 2017).
En la Promoción de la Salud subyacen procesos políticos y sociales orientados tanto al
fortalecimiento de capacidades y habilidades de los individuos como a la reestructuración de
sus condiciones sociales, ambientales y económicas; lo cual implica generar oportunidades
que le permitan a las personas actuar sobre sus determinantes de la salud e incrementar la
influencia positiva en su bienestar (De La Guardia & Ruvalcaba, 2020). En este sentido, las
funciones de la Promoción de la Salud están dirigidas al desarrollo de aptitudes individuales
81
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
para la salud; el desarrollo de entornos favorables que incentiven contextos de trabajo y vida
estables y estimulantes; promover la acción comunitaria a través de la toma de decisiones;
fomentar en los servicios de salud acciones que puedan trascender las posturas asistencialistas
y, finalmente, propiciar la construcción de agendas públicas y políticas en el ámbito de la
Promoción de la Salud (De La Guardia & Ruvalcaba, 2020).
En concreto, desde esta perspectiva, se asume la salud como un proceso y no como
un resultado (continuo), que se centra en los recursos para la vida, la integración de la
autonomía para el control de los determinantes de la salud y las capacidades que posibiliten
disfrutar de una buena calidad de vida. Ubica en el centro de sus objetivos las acciones sobre
los determinantes o causas de la salud, teniendo en cuenta el contexto, la participación
individual, pública y política; promueve el cambio en las condiciones internas (autoeficiencia)
y externas (de vida y de trabajo) de las comunidades, y destaca el papel decisivo que tienen
los profesionales de la salud en el cumplimiento de dichos objetivos (Lindstrom & Eriksson,
2011).
Ahora bien, gracias a la amplia investigación desarrollada en torno al mindfulness
y su relación con la salud, es posible afirmar que los programas basados en la práctica del
mindfulness, tienen un impacto en todos los aspectos asociados a la promoción de la salud,
la calidad de vida y el bienestar de las comunidades (Demarzo & García Campayo, 2015).
De acuerdo con Kabat Zinn (2017), mindfulness es la actitud deliberada de prestar
atención al momento presente, que da como resultado un estado de consciencia caracterizado
por dos componentes: la autorregulación de la atención, que permite la experiencia de
observar en momento presente los estímulos internos y externos; y la orientación hacia las
propias experiencias, que se define como una actitud de apertura, curiosidad y aceptación
(Bishop et al., 2004). El entrenamiento en atención plena tiene como principio el desarrollo
de la autoeficacia y la autonomía en la salud de las personas, elementos fundamentales dentro
del concepto moderno de Promoción de la Salud, en especial en el campo del “desarrollo
de habilidades personales” (Fry & Zask, 2017). Adicionalmente, el mindfulness puede tener
un efecto en la autonomía en un sentido social, pues está orientado a mejorar las relaciones
entre las personas por medio del cultivo de una actitud consciente y empática (Bihari &
Mullan, 2012).
En las últimas décadas, la práctica del mindfulness se ha estructurado en programas
de intervención psicoeducativa con fines profilácticos y terapéuticos, que han sido llamados
genéricamente Intervenciones Basadas en Mindfulness (IBM). Al hacer referencia a las IBM,
se hace alusión a intervenciones psicosociales en las cuales las prácticas del mindfulness son
enseñadas de manera estructurada, con un contenido bien definido, direccionadas hacia un
82
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
objetivo específico que es el entrenamiento del estado de mindfulness, orientados a diferentes
psicopatologías y comunidades (Trombka et al., 2018).
El programa fundamento de todas las IBM es el Programa de Reducción de Estrés
basado en Mindfulness (MBSR – Mindfulness-Based Stress Reduction) (Kabat-Zinn, 1982),
desarrollado en la Universidad de Massachusetts en el año de 1970, que se orientó al trabajo
con pacientes con condiciones clínicas crónicas, particularmente con fibromialgia. De
acuerdo con el formato de este programa, en general, todos los programas de mindfulness se
desarrollan de forma grupal, a lo largo de 8 semanas, con una sesión presencial por semana
de aproximadamente 2 horas, durante las cuales son enseñados y practicados ejercicios de
mindfulness asociados a psicoeducación, para el gerenciamiento adecuado del estrés que trae
la vida cotidiana.
A partir del MBSR, se han desarrollado diversos programas basados en las prácticas de
la atención plena, orientados a públicos específicos, como el programa de Terapia Cognitiva
Basada en Mindfulness (MBCT – Mindfulness-Based Cognitive erapy) orientado a
pacientes con depresión mayor y con alto riesgo de recaídas (Williams & Swales, 2004),
MBRP (Mindfulness Based Relapse Prevention) para la prevención de recaídas en casos de
dependencia química (Witkiewitz et al., 2013) y el MB-EAT (Mindfulness-Based Eating
Awareness Training) para el manejo de sobrepeso, obesidad y trastornos de la conducta
alimentaria (Kristeller & Wolever, 2011). También se han realizado otros programas que se
inscriben en otras áreas de intervención, por ejemplo, en la educación y en deportistas de
alto rendimiento.
En el campo de la salud existen diferentes revisiones sistemáticas y meta-análisis que
verifican la eficacia de las MBI en una amplia gama de condiciones clínicas, en especial,
crónicas (Crowe et al., 2016) y no clínicas, como en el manejo del estrés y una mejor
calidad de vida (Khoury et al., 2015). Vale la pena destacar que, entre todos los estudios,
se reconoce que las IBM pueden ser consideradas opciones terapéuticas que no sustituyen
ningún tratamiento farmacológico o terapéutico, pero que sí coadyuvan al mejoramiento y
recuperación de la salud física y mental.
Programa de Promoción de la Salud basado en Mindfulness (MBHP – Mindfulness-
Based Health Promotion)
Con la intención de promover el aumento de la calidad de vida y el mejor
gerenciamiento del estrés, se presenta el MBHP como un programa de intervención basado
en mindfulness, inspirado en el modelo original de Jon Kabat-Zinn (MBSR) (Kabat-Zinn,
2017) y adaptado al contexto de la atención primaria en salud y la Promoción de la Salud.
Dicho programa es desarrollado e investigado por el doctor Marcelo Demarzo, profesor de
83
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
la facultad de Medicina de la Universidad Federal de Sao Paulo (UNIFESP - Brasil) y su
grupo de investigación Centro Mente Aberta, el cual coordina, en compañía del profesor y
médico Javier García Campayo de la Universidad de Zaragoza (España) (Demarzo & García
Campayo, 2015).
Al igual que otros programas de mindfulness, el MBHP tiene como objetivo el
desarrollo del estado awareness por medio de las prácticas de mindfulness. Entendiéndose
awareness como el darse cuenta de los fenómenos internos (pensamientos, sentimientos,
emociones y sensaciones) y externos (sonidos, aromas, relaciones, actividades). La intención
es estar consciente de los fenómenos presentes en apertura y atención y, de esta manera,
generar posibilidades para tomar decisiones más conscientes y responder a las situaciones
con menor reactividad e impulsividad (Demarzo, 2018).
Con el fin de lograr su efectiva implementación en los servicios de atención primaria
en salud, el MBHP fue adaptado a sesiones más cortas que el modelo original MBSR.
Cuenta, además, con un currículum que establece una secuencia didáctica para facilitar el
aprendizaje de los contenidos del entrenamiento, por lo que facilita el proceso de formación
de los profesionales de la salud que participen en el mismo (Demarzo, 2018).
El MBHP está estructurado para llevarse a cabo a lo largo de 8 semanas (8 sesiones).
Durante este tiempo, los participantes se reúnen semanalmente por espacio de 2 horas,
en las que experimentan y aprenden las prácticas de mindfulness, para posteriormente ser
replicadas por sí mismos durante la semana que transcurre hasta el siguiente encuentro. Con
el fin de dar continuidad a su entrenamiento autónomo, se les ofrece a los participantes
actividades que puedan ser desarrolladas dos o tres veces al día, bien sea en el contexto
laboral o en casa, con una duración promedio de 15 a 20 minutos, para dar cumplimiento
a los 45 minutos diarios (Trombka et al., 2018).
Cada semana trae consigo una temática específica, para la cual se realiza una
práctica formal de mindfulness. Posterior a las vivencias de atención plena, se promueve un
espacio para compartir las experiencias directas (inquiry), resolver dudas y compartir las
comprensiones (insights). En cada sesión se tiene una dinámica de aula para ilustrar el tema
correspondiente, con el objetivo de progresar gradualmente en la práctica personal a lo largo
de las 8 semanas (Demarzo, 2018).
Los participantes son instruidos sobre la importancia de incorporar la experiencia de
mindfulness en sus vidas cotidianas, a través de las actividades llamadas prácticas formales
y prácticas informales. Las primeras se caracterizan por adoptar una postura cómoda y
sentada, implica delimitar un espacio para la meditación, llevar la atención al momento
presente, a través de diferentes técnicas que incluyen la respiración consciente o enfocándose
84
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
en un fenómeno que se esté manifestando, por ejemplo, dirigir la atención a las sensaciones
en diferentes partes del cuerpo, los sonidos o los pensamientos. Por su parte, las prácticas
informales son los momentos de toma de conciencia en las actividades cotidianas como, por
ejemplo, cepillarse los dientes, tomar un baño, comer, entre otras (Trombka et al., 2018).
Involucrar estas prácticas a las actividades cotidianas se convierte en una oportunidad
para activar el estado de presencia (awareness), de tal modo que sea posible salir del piloto
automático y ser plenamente conscientes de sí mismos (Trombka et al., 2018). La temática
y las prácticas por sesión, se describen en la Tabla 1.
Sesión Didáctica Prácticas Tarea
1. Mindfulness:
saliendo
del piloto
automático
Presentación y
objetivos.
Qué es y qué no
es mindfulness.
Características,
actitudes y
motivación.
Introducción a los
diarios de práctica.
Alimentación
consciente.
Escáner corporal.
Escaneamiento corporal
una vez por día.
Comer una de las comidas
del día conscientemente.
Registrar experiencia en el diario.
2. Mindfulness
de la
respiración
Desafíos de la
práctica.
Sufrimiento
primario y
secundario.
La respiración
como ancla
atencional.
Orientaciones
al momento de
practicar.
Identicar
sufrimiento
primario y
secundario.
Práctica de
escaneamiento
corporal.
Práctica de
respiración.
Respiración consciente.
Escaneamiento corporal.
Cepillar los dientes con
atención plena.
Cambiar de hábito.
Consciencia de eventos
placenteros.
Registrar experiencia
en el diario.
3. Mindfulness
en la vida
cotidiana
Importancia de
habitar el cuerpo.
Defusión
cognitiva.
¿Cómo trabaja la
mente?
Caminar
conscientemente.
Saludo al
pensamiento:
hola, gracias,
chao.
Respiración consciente.
Escaneamiento corporal.
Caminata con atención plena.
Conciencia de eventos no
placenteros.
Registrar experiencia
en el diario.
Tabla 1. Programa de Promoción de la Salud Basado en el Mindfulness
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
4. Extendiendo
las habilidades
de mindfulness
para situaciones
desaadoras
Identicar
dicultades en
la práctica de
Mindfulness.
Percibiendo
sonidos y
pensamientos.
Práctica de
atención plena a
los sonidos y los
pensamientos.
Práctica de los
3 minutos.
Práctica de
movimiento
consciente.
Práctica de los sonidos y
pensamientos.
Práctica de los 3 minutos.
Escaneamiento corporal.
Práctica de respiración consciente.
Tomar el baño mindfulness.
Registrar experiencia en el diario.
5. Mindfulness
de la mente
y los
pensamientos
Observación de
pensamientos.
Bienestar con
sentido.
Tratando las
dicultades con
aceptación.
Movimiento.
Movimientos
conscientes.
Práctica de
atención
plena a los
pensamientos.
Elegir práctica, en especial,
práctica de los sonidos
y los pensamientos.
Practica de 3 minutos en
situaciones desaadoras.
Registrar experiencia en el diario.
6. Silencio Todas las prácticas
se realizan en
silencio
Movimiento
consciente.
Caminata
consciente.
Escaneamiento
corporal.
Práctica de
respiración
consciente.
Alimentación
consciente.
Elegir práctica.
Procurar hacer 45
minutos de práctica al día.
Diálogos con atención plena a
las conversaciones difíciles.
Registrar experiencia en el diario.
7.Mindfulness y
compasión
Qué es la
compasión y
qué no es la
compasión.
Base biológica.
Maneras de
entrenar la
compasión.
Miedo a la
compasión en la
sociedad oriental.
Práctica de la
compasión para
sí mismo y para
los otros.
Práctica de la compasión.
Elegir práctica.
Atención plena para observar
momentos en los que se percibe
autocompasión.
8. Mindfulness
para toda
la vida
Atención plena
en la vida diaria.
Recomendaciones
para continuar
con la práctica de
mindfulness como
hábito de vida.
Conexión con
los valores
personales.
Práctica de la
compasión.
Práctica de autocompasión.
Práctica de bondad amorosa
por uno mismo y por los demás.
Fuente: Demarzo (2018).
86
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Mindfulness y psicología organizacional positiva
La psicología positiva se ha convertido en la subdisciplina de la psicología con el
crecimiento más acelerado en las últimas dos décadas (Martín del Río et al., 2021; van Zyl
& Salanova, 2022). Sus aplicaciones han permeado diferentes campos de estudio, dentro de
ellos se encuentra la Psicología Organizacional Positiva (POP), la cual tiene como propósito
“descubrir las características que definen una <vida organizacional plena> (...) conocer cómo
son los empleados, grupos, organizaciones y sociedades positivas” (Salanova et al., 2019, p.
41).
Esta mirada positiva lleva a una transformación en la manera tradicional en la que
se han asumido los espacios laborales, dado que la organización no es solo un espacio para
llevar a cabo un intercambio de índole productiva, sino que es, en sí mismo, un espacio de
vida (Salanova, Llorens & Martínez, 2016). Esto implica que, en el trabajo, pueden y deben
existir procesos de crecimiento personal y colectivo.
La POP busca la promoción de las fortalezas, virtudes y capacidades de los
trabajadores, por ello estudia fenómenos psicológicos como la eficacia, el engagement,
el optimismo, la satisfacción y la confianza, a la vez entiende que para que estos estados
psicológicos permanezcan se requiere de prácticas organizacionales saludables como el
liderazgo positivo, los equipos de trabajo positivos, la comunicación positiva, entre otros
(Salanova, Llorens & Martínez, 2019).
Al interior de la POP nace el modelo de Organizaciones Saludables y Resilientes
(HERO – Healthy and Resilient Organizations). Este modelo permite explicar fenómenos
psicosociales positivos, tanto a nivel individual como a nivel grupal, al estar conformado por
tres grandes ejes: 1) recursos y prácticas organizacionales saludables, 2) empleados saludables
y 3) resultados organizacionales saludables (Salanova et al., 2012).
El modelo HERO asume que la salud es un valor que debe ser promovido tanto en
los trabajadores como en las organizaciones, de manera que existan beneficios en ambas
partes; por tanto, si la organización tiene prácticas saludables (ej.: programas de conciliación
trabajo-familia, prevención del acoso), esto repercutirá en el mantenimiento de empleados
saludables (ej.: optimistas, autoeficaces) y generará organizaciones saludables (ej.: con
excelente rendimiento, reputación y relaciones comerciales) (Salanova & Schaufeli, 2009;
Salanova et al., 2019). Cabe agregar que las organizaciones saludables cuentan con mayores
recursos para superar las adversidades y crecer en tiempos críticos (Acosta, Cruz Ortiz,
Salanova & Llorens, 2015), también reducen la rotación del personal y el absentismo, a la
vez aumentan la productividad (DeJoy & Wilson, 2003).
87
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
Es necesario señalar que las prácticas organizacionales saludables tienen como
objetivo fortalecer la salud mental en el trabajo. Por lo anterior, en los últimos años se han
intensificado los esfuerzos por proponer intervenciones enfocadas en este propósito. En su
recorrido, se ha reportado que las IBM tienen diversos beneficios (Coo Calcagni, 2020) y
constituyen una de las intervenciones más significativas para potenciar el funcionamiento
humano óptimo (Coo & Salanova, 2018), por lo que se considera una práctica basada en la
evidencia con impacto positivo sobre el bienestar y las organizaciones saludables (Quiroz-
González et al., 2020). En este sentido, los programas de intervención basados en mindfulness
representan una práctica organizacional saludable.
Actualmente, se cuenta con evidencia sobre las IBM y los efectos que producen en las
personas (Trombka et al., 2021). Por ejemplo, se ha reportado que el mindfulness se relaciona
positivamente con la satisfacción laboral, la regulación emocional (Hülsheger et al., 2013),
el bienestar psicológico, la satisfacción vital (Oblitas et al., 2017), el apoyo organizacional
percibido (Chen & Eyoun, 2021) y las emociones positivas (Fredrickson et al., 2019); que
incluso en tiempos de crisis pueden ampliar el repertorio cognitivo, permitiendo enlazar
y construir pensamientos y acciones flexibles y adaptativas que se traducen en recursos
personales más duraderos (Fredrickson, 2000).
Además, en contextos cambiantes, los recursos psicológicos que se relacionan
positivamente con el mindfulness son: la resiliencia (Hwang et al., 2018), la autoeficacia, el
optimismo y la esperanza (Charoensukmongkol & Suthatorn, 2018; Malinowski & Lim,
2015). Recursos que, en su conjunto, constituyen el capital psicológico, definido por Luthans
& Youssef-Morgan (2017) como un estado de desarrollo psicológico caracterizado por la
confianza para cumplir demandas desafiantes (autoeficacia), contemplar el ahora y el futuro
desde una atribución positiva (optimismo), la capacidad de agencia y reorientación de los
logros y creencias (esperanza), y sobreponerse a la adversidad y aprender de ella (resiliencia).
Precisamente, la resiliencia ha demostrado ser mediadora de la asociación positiva
entre la atención plena y la autoeficacia (Charoensukmongkol & Suthatorn, 2018). Así
mismo, se evidencia que a través del entrenamiento en atención plena se pueden generar
estrategias de afrontamiento para mejorar el optimismo en los trabajadores (Heckenberg et
al., 2018). Adicionalmente, las IBM aumentan la esperanza, lo que influye a su vez en el
incremento del engagement en los trabajadores (Malinowski & Lim, 2015).
Discusión y conclusiones
Se ha propuesto el abordaje del mindfulness como una intervención alternativa
para la Promoción de la Salud, a través de la cual se expone una perspectiva salutogénica,
transgresora del enfoque psicopatológico y biomédico, y centrada en la gestión de los recursos
88
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
y competencias para lograr bienestar y calidad de vida (Lindstrom & Eriksson, 2011). La
teoría salutogénica se aproxima a comprender el proceso de la salud como un continuo,
donde no se dicotomiza entre bienestar y enfermedad; se centra en los procesos promotores
de la salud y en el conocimiento e intervención de los determinantes que influyen en la
misma (Lindstrom & Eriksson, 2011).
La Promoción de la Salud y el modelo HERO (con sus orígenes en la psicología
organizacional positiva) comparten propósitos, ya que tanto la Promoción de la Salud como
las organizaciones positivas se orientan por: a) promover la salud a través del desarrollo
de fortalezas, más que el abordaje de la prevención de la enfermedad, b) la búsqueda de
precursores para la salud y la identificación de sus causas, c) dan importancia al papel mediador
del contexto social y biográfico de la persona en su continuo de salud, d) se movilizan para
crear, fomentar y fortalecer los determinantes biopsicosociales que contribuyen al desarrollo
de las capacidades humanas para mantener un estado de bienestar, e) señalan la participación
de los recursos individuales, sociales y organizacionales en el fortalecimiento de la salud, así
como tienen en cuenta el impacto de las prácticas desde las áreas del talento humano para
su efectiva promoción en el contexto del trabajo (Salanova et al., 2013; 2019).
Ahora bien, el mindfulness, como una práctica dirigida al proceso de autocuidado
responsable y autónomo, se articula con la idea de sujeto activo y participativo que se
construye desde la promoción de la salud (Lindstrom & Eriksson, 2011), un sujeto dirigido
a la adquisición y uso de recursos para potenciar su bienestar y tener una buena calidad de
vida (OMS ,2009). No obstante, reconocer la capacidad de agencia humana en el sujeto
no relega el papel de los determinantes de la salud implicados en el mismo. Por tal razón, la
promoción de la salud se comprende como “[…] el proceso que permite a la persona ganar
control sobre sus determinantes de salud y de este modo mejorar su salud para llevar una
vida activa y productiva” (Lindstrom & Eriksson, 2011, p. 29).
El entorno laboral se estableció como determinante social de la salud gracias al cambio
en la comprensión de la salud basada en la prevención y la enfermedad, a una noción de
la misma, transversalizada por factores biológicos, físicos, ambientales, socioculturales y
políticos; se trata de un determinante que puede contribuir positiva o negativamente en el
curso del bienestar de las personas (CONPES, 2020). Desde este punto de vista, las IBM
pueden ser un medio para promover el bienestar y el funcionamiento humano óptimo (Coo
& Salanova, 2018) y aportar a la construcción de dicho determinante desde un enfoque
positivo y promotor de la salud.
Desde esta perspectiva, se reconoce que, si bien el ser humano tiene la capacidad de
autonomía para agenciarse, el marco de oportunidades que ofrecen las instituciones sociales
y políticas cumplen una función determinante en las posibilidades de alcanzar las metas que
89
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
configuran una vida digna y buena para el ser humano (Vélez Arango & Rodríguez, 2019).
Frente a esta idea, De Sousa Santos (2014) hace una crítica al fomento de la autonomía
como compromiso individual en un mundo donde se compite por los recursos, ya que las
condiciones para ejercerla son escasas y desiguales en la sociedad.
Consecuentemente, el estado, las instituciones y las organizaciones deben ser garantes
de una libertad positiva, donde se brinden las oportunidades físicas, económicas, políticas y
socioculturales que se encuentren en la realidad, para que las personas puedan desarrollar su
capacidad y funcionamientos que consideren valiosos para su vida (Restrepo Ochoa, 2013).
Así pues, la vida buena no tiene como fin último el bienestar o la felicidad, sino la capacidad
que tiene una persona para elegir un modo de vida que pueda valorar (Restrepo Ochoa,
2013). De allí emerge la necesidad de orientar estas reflexiones al campo de las agendas
públicas y políticas que puedan permear el contexto organizacional.
En este orden de ideas, en Colombia, el Plan Decenal de Salud Pública (PDSP)
incorpora el cumplimiento de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) y da lugar a la salud mental como un factor imprescindible que aporta y se asocia con
el trabajo decente y los procesos de igualdad social y económica (DANE, 2021). Además, el
Manual de Acreditación en Salud Ambulatorio y Hospitalario de Colombia tiene dispuesto
un grupo de estándares enfocados en la Gerencia del Talento Humano, donde se resalta la
importancia de articular las necesidades de las personas con el direccionamiento estratégico
de las instituciones. De manera específica, el estándar 115 indica que las organizaciones deben
promover, desarrollar y evaluar estrategias en pro de la calidad de vida de los trabajadores
de la salud. Lo anterior implica colocar en el centro de la gestión a las personas y trabajar en
el clima organizacional, el entorno personal/familiar y la salud ocupacional (Gobierno de
Colombia & MinSalud, 2018).
Sin lugar a dudas, las políticas de atención humanizada y los lineamientos para la
calidad de los servicios de salud (Gobierno de Colombia & MinSalud, 2018) deben aunar
esfuerzos en la integración de alternativas de promoción de la salud, que se orienten más allá
del establecimiento de condiciones preventivas (carga laboral justa, vinculaciones laborales
estables, distribución de tareas) y también al desarrollo de capacidades (Minsalud, 2021).
Así, integrar las IBM a las estrategias de gestión del bienestar de los trabajadores de la salud
permite cambiar el foco hacia el riesgo e invita a la promoción del autocuidado, el cuidado
mutuo e institucional, a fin de favorecer el capital social en el lugar del trabajo (PDSP, 2022).
Es importante agregar dos elementos que dan valor al MBHP. El primero está asociado
al contexto, pues es un programa diseñado para la intervención en salud en América Latina,
lo que indica que puede ser utilizado en Colombia. El segundo se relaciona con la ética y
la calidad, dado que en la búsqueda de prácticas que promuevan la salud de las personas en
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Perspectivas de salud
mental y comunicación de
JÓVENES INVESTIGADORES
los entornos laborales aparecen las “modas de gestión”, las cuales terminan por afectar a los
trabajadores, los equipos de trabajo y las organizaciones. Estas modas son el resultado de una
“pseudofilosofía managerial” (Alonso y Fernández, 2006), es decir, prácticas que se ejecutan
de manera indiscriminada en las organizaciones sin un sustento científico que las avale. Para
superar esta brecha, es necesario mantener una conversación permanente entre los grupos de
investigación, las organizaciones y las instituciones gubernamentales encargadas de dirigir
las políticas públicas en materia de salud mental en el trabajo.
Finalmente, el presente trabajo constituye una propuesta que aporta evidencia para
respaldar las decisiones que toman los directivos en las organizaciones y, de esta manera,
contribuir a la gestión de escenarios laborales dirigidos a la promoción del bienestar, el
desarrollo de habilidades y capacidades para el autocuidado del talento humano en salud
(Minsalud, 2021), el mejoramiento de la salud laboral y la sostenibilidad empresarial.
Se espera que las reflexiones y discusiones presentadas sean un insumo para que los
tomadores de decisiones en las organizaciones revisen las estrategias y tácticas de intervención,
lo anterior se presenta como una práctica de responsabilidad social, de sentido humano y
como una acción estratégica, en la medida que tiene implicaciones en la productividad, en
la salud mental y en el desempeño de los trabajadores.
91
Perspectivas de salud
mental y comunicación de
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