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Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
Resumen
Palabras clave
Hábitat popular y organización comunitaria
en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19*
Fecha de recepción: 29 de agosto de 2022 | Fecha de aprobación: 8 de noviembre de 2022 | Fecha de publicación: 15 de mayo de 2023
Sandra Valeria Ursino
Universidad Nacional de La Plata,
Argentina Orcid: https://orcid.org/0000-0002-6136-5105 sandraur@hotmail.com
Mariana Paola Vila
Universidad Nacional de La Plata,
Argentina Orcid: https://orcid.org/0000-0003-1872-2493
María Eugenia Durante
Universidad Nacional de La Plata,
Argentina Orcid: https://orcid.org/0000-0001-5827-8812
En este artículo se presentan avances del proyecto de investigación “Atención primaria del
hábitat en barrios populares del Gran La Plata”, cuyo objetivo es elaborar un diagnóstico
de las condiciones de criticidad del hábitat popular durante la pandemia por Covid 19,
fortaleciendo el nexo entre necesidades sociales y políticas públicas. Se utiliza una meto-
dología basada en herramientas cualitativas y cuantitativas con estrategias de recolección
de datos múltiples —datos ociales, entrevistas y focus group— en dos barrios del Gran
La Plata (Argentina): Las Palmeras y Villa Progreso, como casos ejemplicadores respecto
de las dicultades y lógicas de organización que experimentaron ciertos sectores sociales
signados por la precariedad habitacional y la vulnerabilidad socioeconómica. Los resulta
-
dos del trabajo exponen cómo estas estrategias desplegadas interpelan las formas en que
se planican las ciudades desde el urbanismo tradicional, mostrando por medio de la or-
ganización territorial y comunitaria de estos barrios otras formas de habitar las periferias.
hábitat popular, criticidad, organización comunitaria, Gran La Plata
(Argentina), COVID 19
Cómo citar este artículo: Ursino, S. V., Vila, M. P., y Durante, M. E. (2023). Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata
- Argentina ante COVID 19. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 16. https://doi.org/10.11144/Javeriana.cvu16.hpoc
* Artículo de investigación científica
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Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
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CUADERNOS DE VIVIENDA Y URBANISMO. ISSN 2145-0226. Vol.16, enero-diciembre 2023 - DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.cvu16.hpoc
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En marzo del año 2020, Argentina inició la estra-
tegia de aislamiento social preventivo y obligato-
rio (ASPO) ante los primeros casos de COVID
19 (virus que se propaga globalmente desde di-
ciembre de 2019). Estas medidas sanitarias del
Ejecutivo nacional tuvieron un fuerte impacto en
la cotidianeidad de los sectores populares, quie-
nes se encontraron con menores posibilidades de
cumplir algunas de las principales disposiciones
de salud sancionadas, tales como el aislamiento
obligatorio y las medidas preventivas generales:
la utilización de tapabocas en espacios compar-
tidos cerrados y abiertos, la ventilación de los
ambientes en forma adecuada y constante, y la
higiene asidua en las manos. Según el “Releva-
miento del impacto social de las medidas del ais-
lamiento dispuestas por el PEN”, del Conicet en
2020, las principales dicultades en los barrios
populares para el cumplimiento de las medidas
sanitarias se pueden agrupar en dos tipos: por
condiciones del hábitat y por razones laborales.
Entre las primeras se destacan el hacinamiento,
la carencia de servicios básicos y, en particular,
la falta de agua potable, mientras que entre las
segundas se resaltan fuertemente las dicultades
derivadas del trabajo cuentapropista y el temor
a la pérdida del empleo.
En esta dirección, se destaca que los barrios peri-
féricos de nuestra región presentan condiciones
habitacionales de extrema vulnerabilidad, con
predominio de viviendas precarias, de chapa o
madera, en algunos pocos casos con pisos de ce-
mento, y sin baños al interior de la vivienda. En
las áreas con mayoría de viviendas de material, las
situaciones de hacinamiento son mayores. Todas
registran numerosos problemas de infraestruc-
tura y acceso a servicios: sin cloacas, con calles
intransitables, conexiones eléctricas decientes,
un defectuoso acceso al agua potable corriente o
con abastecimiento por pozo y una casi inexis-
tente recolección municipal de residuos (Assusa
y Kessler, 2020). Estas características constituyen
una de las principales razones por las cuales las
medidas sanitarias por COVID 19 en el país se
redirigieron desde los mismos sectores poblacio-
nales más vulnerables a “quedarse en el barrio”,
en reemplazo del lema extendido referido a “que-
darse en casa”, ya que esta situación resulta ex-
tremadamente difícil de sostener y se vuelve aún
más riesgosa. La adaptación de la medida surgió
como una estrategia de cuidado desde la propia
comunidad y de las organizaciones sociales de
base territorial, quienes fueron las que brindaron
asistencia permanente en estos barrios.
La reorientación de la medida ocial, que reem-
plaza la casa por el barrio, pone de maniesto
características preexistentes referidas al hábitat po-
pular y las realidades socioeconómicas de las pe-
riferias urbanas en el país. Fundamentalmente, se
señala que la llegada de la pandemia a Argentina
signicó no solo un momento de dislocación del
orden social y la vida cotidiana en la población,
sino que, además, puso al descubierto un con-
junto de desigualdades históricas referidas al des
-
empleo, las carencias materiales, el fuerte décit
de viviendas o las condiciones deplorables de sus
hogares, ya sea por su baja calidad constructiva,
la falta de servicios o el hacinamiento, entre las
principales problemáticas (Marcos etal., 2018).
En perspectiva histórica, diversos autores (Ca-
tenazzi, 2011; Clichevsky, 2000; Curtit y Sgroi,
2018; González, 2010; Marcos et al., 2018;
Merklen, 2010, entre otros) señalan que las
Introducción
Abstract
Keywords
Resumo
Palavras-chave
Popular Habitat and Community Organization
in Peripheral Neighborhoods of Gran La Plata - Argentina before COVID 19
is article presents advances of the research project “Primary attention to habitat in pop-
ular neighborhoods of Gran La Plata”, whose objective is to elaborate a diagnosis of the
critical conditions of the popular habitat during the Covid 19 pandemic, strengthening
the nexus between social needs and public policies. A methodology based on qualitative
and quantitative tools is used with multiple data collection strategies -ocial data, in-
terviews and focus groups- in two neighborhoods of Gran La Plata (Argentina): Las
Palmeras and Villa Progreso, as exemplary cases regarding the diculties and organiza-
tional logics experienced by certain social sectors marked by housing precariousness and
socioeconomic vulnerability. e results of the work show how these strategies question
the ways in which cities are planned from traditional urbanism, showing through the
territorial and community organization of these neighborhoods other ways of inhabit-
ing the peripheries.
popular habitat, criticality, community organization, Gran La Plata (Argentina),
COVID 19
Hábitat popular e organização comunitária
em bairros periféricos de Gran La Plata - Argentina perante o COVID 19
Neste artigo apresenta-se o andamento do projeto de pesquisa “Atenção primária do há-
bitat em bairros populares do Gran La Plata”, cujo objetivo é elaborar um diagnóstico
das condições de criticidade do hábitat popular durante a pandemia pelo Covid 19, for-
talecendo o nexo entre necessidades sociais e políticas públicas. Foi utilizada uma meto-
dologia baseada em ferramentas qualitativas e quantitativas com estratégias de coleta de
dados múltiplos —dados ociais, entrevistas e focus group— em dois bairros do Gran
La Plata (Argentina): Las Palmeras e Villa Progreso, como casos exemplares quanto as
diculdades e lógicas de organização vivenciados por certos setores sociais marcados pela
precariedade habitacional e pela vulnerabilidade socioeconômica. Os resultados do traba-
lho expõem como essas estratégias desfraldadas questionam as formas em que as cidades
são planejadas desde o urbanismo tradicional, mostrando através da organização territo-
rial e comunitária destes bairros, outras formas de habitar as periferias.
hábitat popular, criticidade, organização comunitária, Gran La Plata
(Argentina), COVID 19
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CUADERNOS DE VIVIENDA Y URBANISMO. ISSN 2145-0226. Vol 16. enero-diciembre de 2023: 1-16
Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
dicultades de acceso y de calidad de las vivien-
das se han intensicado en las últimas décadas
en Argentina, con la aparición creciente de urba-
nizaciones informales —villas, loteos irregulares,
asentamientos— en las periferias de las principa-
les ciudades, lo cual representa nuevas estrategias
de supervivencias y modalidades de producción
del hábitat con un gran impacto en las identi-
dades territoriales de los sectores populares. Los
estudios muestran que la problemática del há-
bitat permanece como un asunto pendiente que
las políticas focalizadas desarrolladas por el Es-
tado no han logrado revertir, congurando un
problema estructural de desigualdad que pade-
cen los sectores populares en el país.
Por tanto, como hipótesis principal, se consi-
dera indispensable analizar el diagrama y diseño
de medidas dirigidas a abordar las problemáti-
cas más urgentes del hábitat. Mientras que el ur-
banismo tradicional no contempla espacios que
son indispensables para la vida cotidiana de es-
tos sectores, como centros comunitarios, centros
de salud, comedores, etc., el estudio sobre la cri-
ticidad del hábitat popular se instala como una
herramienta central en este aspecto, en tanto que
aporta comprensión y visibilidad sobre aquellas
problemáticas socio-habitacionales vinculadas a
las condiciones físicas de la vivienda, las situa-
ciones socioeconómicas y culturales de los hoga-
res, el acceso a servicios básicos, la condición de
espacios comunes, movilidad e infraestructuras
de salud, educativas y socio-comunitarias. Prin-
cipalmente, porque garantizar el hábitat digno
implica asignar y fortalecer derechos básicos ta-
les como la vivienda, la alimentación, la educa-
ción, la salud y el trabajo.
Atendiendo a la problemática de estudio, se
presentan avances del proyecto de investigación
“Atención primaria del hábitat en barrios popula-
res del Gran La Plata, ante la emergencia sanitaria
del COVID- 19”, desarrollado por el equipo de
investigación del CIEC/FAU/UNLP en el marco
del Programa de Articulación y Fortalecimiento
Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecno-
logía COVID-19 nanciado por el Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina.
Por medio del estudio de casos colectivo y utili-
zando métodos cualitativos y cuantitativos con
estrategias de recolección de datos múltiples —
datos ociales, entrevistas y focus group—, se ex-
ponen aspectos neurálgicos sobre el barrio Las
Palmeras (La Plata) y el barrio Villa Progreso (Be-
risso), en cuanto unidades de análisis que gra-
can situaciones concretas de la precariedad en la
que viven los sectores de bajos recursos de las pe-
riferias en Gran La Plata.
Marco teórico
El hábitat popular en la Argentina
contemporánea
Los asentamientos urbanos son un fenómeno
histórico que se profundiza en Argentina a me-
diados del siglo XX. Los sucesivos gobiernos mi-
litares en el país y sus políticas de erradicación
de las villas de la ciudad de Buenos Aires expul-
saron a muchos de estos sectores hacia las demás
ciudades del Gran Buenos Aires, multiplicándose
imprevistamente nuevas formas de ocupación or-
ganizada de tierras como estrategia de acceso al
suelo (Clichevsky, 2000). Frente a los procesos
de empobrecimiento y desaliación, los asenta-
mientos emergen como una nueva modalidad de
producción del hábitat en defensa ante una iden
-
tidad amenazada (Merklen, 2010).
Entre estas auto-urbanizaciones de carácter in-
formal guran los asentamientos informales, las
villas, los loteos irregulares y clandestinos, y los
fenómenos de intrusión de edicios y espacios
bajo autopistas, entre otras. Las personas se asien-
tan sobre tierras “olvidadas”, poco interesantes
para el mercado, o zonas degradadas o no aptas
de las periferias, sean aquellas abandonadas (en
ocasiones sujetas a la especulación del aumento
del valor del suelo) o las que no reúnen con-
diciones ambientales y de seguridad necesarias
para entrar en la oferta del mercado (en bordes
de arroyos, aledañas a canteras y basurales, pre-
dios inundables, vías de ferrocarril, etc.). El ac-
ceso a esas tierras se gesta mediante el mercado
informal del suelo, o mediante ocupación, in-
cluyendo situaciones de tenencia, localización y
construcción extralegales más otras estrategias de
asociación y cogestión del hábitat ante la necesi-
dad (Catenazzi, 2011; Clichevsky, 2000).
Entre los años 2000 y 2002 se incrementaron
en Argentina los niveles de pobreza (del 33,4%
al 52%) y de indigencia (del 9% al 24%). Ya
desde 2003 se implementaron distintos progra-
mas como Mejor Vivir (para mejoramiento y/o
completamiento del parque edilicio existente) y
Villas y Asentamientos Promeba (que apunta al
mejoramiento integral de barrios para población
con necesidades básicas insatisfechas) y Prosofa
(que provee equipamiento social y/o infraestruc-
tura de servicios para pequeñas localidades de
frontera), los cuales contribuyeron a reducir es-
tos indicadores (pobreza al 33,8% e indigencia al
12,2%) recién para el segundo semestre de 2005.
Actualmente están vigentes: Plan Inquilinos, Casa
Propia, Plan Nacional para Trabajadores Sindi-
calizados y PRO.CRE.AR, que no consiguen
dar respuesta al problema del hábitat, el cual
prevalece y se complejiza. Esto se verica en las
estadísticas, en donde se observa un aumento ex-
ponencial del crecimiento y la aparición de nue-
vas villas y asentamientos, así como también un
gran número de tomas de tierras.
Esas políticas mantienen grandes limitaciones
ligadas a la escasa participación de los/as bene-
ciarios/as en los proyectos barriales y a la elec-
ción de áreas degradadas (dado el alto valor de
suelo urbanizado), optando por sectores caren-
tes de equipamiento social y accesibilidad a los
centros urbanos. A su vez está el hecho de cons-
truir unidades habitacionales individuales y ais-
ladas, las cuales requieren una cantidad de suelo
que promueve la expansión de la mancha urbana
(Birche y Jensen, 2019) y, por consiguiente, de-
mandan la expansión de redes, además de que,
en el caso particular de La Plata y Berisso, con-
sumen suelo productivo y absorbente.
El recorrido por la problemática del hábitat en el
país nos muestra que las dicultades en el acceso
y calidad de vivienda siguen constituyendo un
asunto pendiente que las políticas focalizadas de-
sarrolladas por el Estado hasta el presente no han
logrado suplir. Esto deja entrever entonces que,
si bien las distintas políticas habitacionales han
puesto en agenda los derechos sociales y resultan
instrumentos de activación económico-laboral y
de compensación social, el haber privilegiado la
atención de las necesidades habitacionales, des-
conociendo las formas de producción social del
hábitat y el accionar de organizaciones y movi-
mientos sociales, revela un problema estructural
de desigualdad en el acceso al suelo que dista de
ser resuelto. A su vez, el Estado es responsable de
su ausencia ante la regulación del suelo, dando
espacio al mercado inmobiliario para su expan-
sión (González, 2010).
Interesa aquí comprender la complejidad de fac-
tores relacionados que conguran estas condicio-
nes de hábitat de los sectores populares, puesto
que no se trata de un mero problema habitacio-
nal, sino de situaciones de precariedad y margina-
lidad multidimensional, en donde el problema de
la vivienda es solo un factor más entre otros tan-
tos que conforman el hábitat popular (Curtit y
Sgroi, 2018). Por ello, se vuelve capital reorientar
las políticas públicas urbanas tomando en cuenta
los aspectos centrales que hacen a la criticidad del
hábitat, y hacer foco sobre las dimensiones que lo
abarcan, tales como las problemáticas socio-ha-
bitacionales vinculadas a las condiciones físicas
de la vivienda, las condiciones socioeconómicas
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Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
y culturales de los hogares, el acceso a servicios
básicos, las condiciones de los espacios comunes,
la movilidad y las infraestructuras de salud, edu-
cativas y socio-comunitarias.
La conguración socio-territorial
de las periferias locales
El Gran La Plata está integrado por las ciudades
de La Plata, Ensenada y Berisso, siendo la sexta
aglomeración urbana en Argentina, después de
Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y Tu-
cumán. La ciudad de La Plata, fundada en 1882,
fue pensada para ser la capital administrativa de
la provincia de Buenos Aires, con un plan inicial
de “cuadrado perfecto” que manifestó, desde sus
comienzos, la conguración de una periferia des-
igual (Di Croce Garay y Paggi, 2018). La frag-
mentación y segmentación del territorio de La
Plata data desde su fundación, constituyéndose
una ciudad con una fuerte polarización social en-
tre su expansión noroeste y la sureste/suroeste.
Las transformaciones del mercado de trabajo y
la estructura social se reejan en la estructura
urbana de la ciudad y sus periferias (Durante,
2019; Frediani, 2008).
La fundación de Berisso, en 1879, registra el mo
-
mento en que se inicia la actividad saladeril y
portuaria en la zona. Junto a la ciudad vecina
de Ensenada se conformó un área de atracción
industrial y portuaria que se vincula con otras
zonas de la Región Metropolitana de Buenos
Aires. La estructura social de estas ciudades se
vio afectada por la implementación del modelo
privatizador de los años noventa, que afectó el
funcionamiento de grandes empresas del Estado
como YPF, y de empresas privadas en las que sus
trabajadores tuvieron que reorganizarse principal-
mente por la pérdida de trabajo. La infraestruc-
tura fabril inutilizada, las actividades ilegales, la
precariedad laboral y habitacional crecieron sig-
nicativamente en ese momento (Ursino, 2020).
Todo el Gran La Plata no fue ajeno a las políti-
cas neoliberales, dado que “la crisis del régimen
de convertibilidad acentuó los niveles de desocu-
pación y precarización laboral que se instauraron
en los `90 y provocaron un fuerte incremento de
la pobreza” (Adriani et al., 2011). La crisis de
2001 se reejó en el incremento de las villas y
asentamientos en la periferia sureste y suroeste.
Los elevados costos de los lotes céntricos, en re-
lación con los ingresos medios por familia, y los
“loteos económicos” en la periferia, fueron con-
solidando un territorio fragmentado socialmente.
Según los datos del Registro Nacional de Barrios
Populares (Renabap), los barrios populares en el
aglomerado ascienden a 129 en La Plata, 17 en
Ensenada y 18 en Berisso. Datos obtenidos en
el relevamiento del año 2016 del Gran La Plata
muestran que los barrios populares contienen
unas 60.000 personas, con una densidad de 3,24
personas por vivienda. El 23% de la población
tenía hasta 9 años, el 21 % entre 10 y 19 años,
el 51% entre 20 y 59 años y cerca del 5% más
de 60 años. Teniendo en cuenta la situación la-
boral de las personas de 16 años y más, el 22%
no tenía trabajo y el 21% trabajaba “en negro”.
La mayoría de los trabajadores, un 40%, lo ha-
cía en la construcción, y al momento del releva-
miento un 35% buscaba trabajo. Por su parte,
un 58% de la población menor de 18 años per-
cibía la asignación universal por hijo (AUH).
Innumerables problemáticas intereren en el
acceso al hábitat digno, como las condiciones
ambientales de las zonas donde estos barrios in-
formales se localizan, caracterizadas por ser de
baja calidad ambiental, cerca de arroyos y ríos
contaminados, áreas inundables, de suelos de-
gradados, en viejas cavas que pasan a ser recin-
tos de depósitos enormes de basura, en terrenos
abandonados antes de uso ferroviario y/o sobre
terrenos productivos o en tierras siempre aleja-
das de las áreas de centralidad (Catenazzi, 2011;
Rotger, 2022). La escasa accesibilidad, que im
-
pide el ingreso de carros de recolección de ba-
sura, ambulancias, transporte público, etc., es
una constante en la mayoría de estos barrios. El
46% de los asentamientos informales carece de
calles pavimentadas. A su vez, la precariedad de
los servicios públicos es muy elevada. El 59% de
los asentamientos informales del partido de La
Plata no cuenta con ningún servicio básico (agua
corriente, red de gas y red cloacal), sumado a la
falta de luminaria pública, veredas, etc.
Los asentamientos informales en La Plata se
presentan con mayor concentración en las lo-
calidades de Melchor Romero, Villa Elvira, Los
Hornos, San Carlos y Altos de San Lorenzo. Los
ejes sudeste y sudoeste se identican como los
más relegados, en términos ambientales, econó-
micos, de crecimiento urbano, accesibilidad y
servicios, en comparación con el centro del casco
urbano y el eje norte, vinculado más estrecha-
mente con el área metropolitana y la ciudad de
Buenos Aires a través de la autopista Buenos Ai-
res-La Plata. Dentro de estos ejes, los asentamien-
tos informales se localizan relativamente cercanos
al casco urbano fundacional de la ciudad de La
Plata, en búsqueda de accesibilidad al transporte
y a los servicios que ofrecen las vías principales
que conectan con el casco urbano, formando el
segundo desborde de la mancha urbana (Frediani,
2010; Rodríguez Tarducci et al., 2020).
Metodología
La metodología comprende un diseño exible
(Valles, 1999), con articulación de métodos cua-
litativos y cuantitativos, así como recolección de
datos múltiple a través de datos censales, registros
ociales, entrevistas y focus group online denomi-
nadas “mesas de diálogo interactoral”, buscando
la heterogeneidad social de los habitantes de los
barrios de la periferia de Gran La Plata.
Se propone como herramienta de investigación el
estudio de caso colectivo (Stake, 1994) de cinco
barrios del Gran La Plata, seleccionados con base
en sus características paradigmáticas o ejemplares
(Marradi et al., 2007) respecto a la criticidad del
hábitat popular. Para su selección, se tuvieron en
cuenta los siguientes criterios: 1) la cantidad de
casos de COVID 19, 2) el nivel de organización
política, 3) la criticidad habitacional, 4) los ni-
veles de conictividad habitacional, y 5) la acce-
sibilidad al trabajo de campo en los barrios. En
esta oportunidad, se expondrán los registros so-
bre el barrio Las Palmeras de La Plata y el barrio
Villa Progreso de Berisso, ambos radicados en el
Gran La Plata, Buenos Aires, Argentina.
El desarrollo y análisis del caso es resultado de
un uso múltiple de herramientas de recupera-
ción de datos (Sautu et al., 2005), enriquecido
por los aportes obtenidos de datos censales, es-
tadísticas y fuentes ociales (base de datos del
Renabap, Registro Provincial de Villas y Asen-
tamientos y Censo Nacional de Población, Ho-
gares y Viviendas de 2010), en conjunto con la
recuperación de testimonios a partir de entrevis-
tas y el uso de la técnica focus group, realizada so-
bre una muestra intencional de múltiples actores
centrales en el tejido barrial, en el contexto de la
pandemia en el país.
Resultados. El Gran La Plata y sus
periferias: barrios Las Palmeras
y Villa Progreso
El barrio Las Palmeras (gura 1) toma su nom-
bre en referencia a dos grandes ejemplares exis-
tentes en el barrio. Se conforma a partir de un
asentamiento de cuatrocientas familias que, con
el impulso de encontrar un lugar propio donde
vivir, llegaron a la zona sur de Los Hornos hace
unos doce años y comenzaron a asentarse sobre
manzanas ya delimitadas, rellenándolas y conso-
lidando sus viviendas (Tellechea y Zárate, 2018).
El barrio está integrado por las manzanas com-
prendidas entre las calles 70 a 73 y las calles 143
a 148, abarcando aproximadamente 25 hectá-
reas sobre una planicie de inundación. Su ubi-
cación, en cercanías al casco urbano en una zona
semiurbanizada (en particular en sus lados NO,
NE y SO), presenta relativamente buena acce-
sibilidad por medio de las avenidas 143 y 72 y
en cercanía a la avenida 66 donde pasa el trans-
porte público. El uso del suelo es en su mayoría
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residencial, con viviendas de baja y mediana ca-
lidad, y algunos comercios sobre la avenida 72
hasta la 143.
En cuanto a la composición de la población, se-
gún el reporte del Renabap realizado entre 2016
y 2020, 670 familias habitan el barrio (alrededor
de 160 hab./ha), aunque se estima que este nú-
mero asciende a más de 900 familias. El rango
poblacional mayoritario es entre los 5 y 10 años
y entre los 30-34 años, reduciéndose progresi-
vamente en relación con el aumento de edad.
La mitad de la población (50,32%) trabaja en la
construcción de manera informal, siendo en su
mayoría hombres, mientras que un alto número
de mujeres (64,32%) percibe la AUH y hay
más de doscientos indocumentados/as, siendo
el 60% extranjeros/as provenientes de Paraguay
(Reporte Renabap de 2016-2020). La situación
laboral de los habitantes, según las categorías del
Renabap de 2016-2020 y excluyendo trabajo in-
fantil, se muestra en los siguientes porcentajes:
“trabajo independiente, familiar, cooperativas y
programas sociales” (31,07%), “tareas en el ho-
gar sin sueldo” (18,34%), “empleados en negro”
(16,17%), “no trabaja” (14%), “empleados en
blanco” (13,81%) y un leve porcentaje de jubi-
lados o pensionados (2,37%).
Según el Renabap, un 96,03% de las familias
encuestadas aseguraron una tenencia propia de
su vivienda (aunque no sea formal), es decir que
esta pudo haber sido adquirida por medio de
un boleto de compraventa o por toma de la tie-
rra, entre otros, quedando solo un 3% prestada
y un 1,13% alquilada, dato que se reitera en el
porcentaje de familias encuestadas reejado en
el Gran La Plata.
Como en la mayoría de los barrios de la perife-
ria, se identicaron múltiples problemáticas re
-
feridas a la infraestructura presente en el barrio
y en el área. La carencia de servicios es muy alta
y el acceso a los mismos se da, en su mayoría, de
manera informal, lo que resulta un riesgo para
los/as habitantes. La mitad del acceso a la ener-
gía eléctrica domiciliaria y al agua corriente se
da de manera irregular autogenerada, la primera
con conexiones precarias de baja tensión prove-
nientes desde la cárcel de mujeres (sobre la calle
148). En el 93% de los casos, los desagües cloa-
cales son a pozos absorbentes y si bien el área
está cubierta hasta las calles 70 y 143, no llegan
a abastecer al barrio; lo mismo ocurre con el gas
natural, que a pesar de que la zona está servida
(sobre la calle 72), no se ha extendido al barrio,
por lo que el suministro se realiza través de garra-
fas. El alumbrado público es muy escaso (12%)
y solo la calle 72 cuenta con este servicio. Las ca-
lles son de tierra (85%), a excepción de la 70 y
la 72, siendo esta última pavimentada en 2015;
se encuentran en mal estado, sin desagües plu-
viales ni zanjas necesarias, y en un 64% sin ve-
redas. Por otra parte, la recolección de residuos
es casi nula (97% sin servicio formal de recolec-
ción). En relación con las viviendas, de madera
y chapa y/o mampostería, la mayoría presenta
condiciones precarias (Renabap, 2016, 2020).
Con respecto a su emplazamiento, el barrio es
lindero al curso de agua del arroyo, estando atra
-
vesado por uno de sus auentes, lo que produce
anegamientos, especialmente en las zonas más cer-
canas. Cada vez que llueve se desbordan las aguas,
inundando las viviendas y obligando a los/as ve-
cinos/as a autoevacuarse, con gran riesgo para la
salud, ya que el arroyo se encuentra contaminado
y hay ausencia de obras hidráulicas y de tareas de
saneamiento en la zona (Vila et al., 2020).
En el año 2015 se declaró para el barrio la Ley
de Expropiación (Ley 14722 de la Provincia de
Buenos Aires), que declaró “de utilidad pública
y sujeto de expropiación las chacras que confor-
man el asentamiento Las Palmeras, ubicado en
el barrio de Los Hornos, partido de La Plata”,
constituyendo así una oportunidad para la regu-
larización dominial de las tierras. Sin embargo,
en mayo del presente año la ley dejó de tener vi-
gencia, sin siquiera haberse ejecutado la primera
parte que la misma contempla (acciones de ne-
gociación y compra de terrenos), inhabilitando
la posibilidad de iniciar las obras de infraestruc-
tura necesarias.
En torno a su entramado social, se registra la
presencia de numerosas organizaciones sociales
desde hace años: Espacio Vecinal Las Casitas,
Frente Territorial Ellas Hacen, La Cooke, Escue-
lita Eva Duarte, Movimiento Evita, Construi-
mos, Barrios de Pie y TECHO 15, que buscan
motorizar la organización colectiva en el barrio
(Vila et al., 2020).
Por su parte, el barrio Villa Progreso (gura 2) se
localiza en el partido de Berisso y pertenece a La
Franja, una zona límite con el partido de La Plata.
Se asienta en la planicie costera del Río de La Plata
(Bañado Maldonado) y presenta suelos anegados.
Villa Progreso, junto con El Carmen y Villa Argüe
-
llo, son barrios surgidos de la autoconstrucción y
promoción colectiva de la urbanización. Está con-
formado por una extensa comunidad paraguaya
y peruana. Limita con el barrio El Carmen, que
es una zona de asentamientos que creció fuerte-
mente en los últimos años. Se sitúa entre las calles
13 a 16 y 128 hasta 131, aproximadamente, en
una zona semi-urbana, con varias calles asfaltadas
y en crecimiento. Sin embargo, es un barrio que
presenta deciencias, principalmente por la falta
de cloacas, dado que el 80% del municipio no
cuenta con este servicio, además de que tiene pro
-
blemas de electricidad y de agua. Es también una
zona inundable por deciencias en obras aledañas,
principalmente por las zanjas tapadas de basura.
Cuenta por último con zonas de terrenos baldíos
y presencia de casillas (Bozzano y Carut, 2005).
Según datos del Renabap (2020), en la actuali-
dad el barrio está conformado por 70 familias
que ocupan aproximadamente una supercie de
8,27 ha, con una densidad poblacional de 15,84
hab./ha y una mayor composición poblacional
Figura 1. Sector delegación Los Hornos - La Plata. Ubicación y dimensión barrios populares
Fuente: elaboración propia con base en datos del Renabap
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CUADERNOS DE VIVIENDA Y URBANISMO. ISSN 2145-0226. Vol 16. enero-diciembre de 2023: 1-16
Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
infanto-juvenil (menores de 14 años), que alcanza
el 39,69% respecto de una franja poblacional
geronte (mayor de 60 años), la cual solo ocupa
el 2,29% del total. A su vez, en lo referente a la
cuestión laboral, el barrio Villa Progreso registra:
solo un 20,61% de trabajadores/as en blanco;
un 15,27% de trabajadores/as informales; un
0,76% de jubilados/as; un 4,58% de trabajado-
res/as en tareas de hogar; un 3,05% de trabaja-
dores/as de cooperativas/programas sociales; un
sector importante de 44,27% entre quienes no
perciben sueldo, por lo cual el trabajo no aplica,
y otro amplio grupo que no trabaja y alcanza el
11,45% de la población del barrio.
El tejido social del barrio Villa Progreso resulta
bastante escaso, dada su pequeña dimensión, pero
su emplazamiento se ha ido nutriendo de sus
barrios aledaños y de toda la zona de La Franja:
Villa Argüello, Villa Progreso, Villa Progreso II,
Progreso II, Néstor Kirchner y El Carmen. El en-
tramado con estos barrios le permite contactar
con varios comercios de diferentes rubros, una
sala de primeros auxilios, espacios educativos de
cercanía, una delegación municipal con un área
especíca de género y diversidad, de niñez y ado-
lescencia y de juventud, una ocina de la Admi-
nistración Nacional de la Seguridad Social de la
República Argentina (ANSES) y un cajero au-
tomático de proximidad.
Los lazos y organizaciones sociales presentes en
la zona de La Franja se han ido construyendo
históricamente a lo largo de las última décadas,
desde la emergencia de los movimientos de tra-
bajadores desocupados de Berisso y el impulso
del centro cultural Mansión Obrera en la calle
Nueva York (que fue traccionando vínculos con
diferentes proyectos autogestionados y cultura-
les locales), así como por la presencia directa en
Villa Progreso de organizaciones como Barrios
de Pie y Nuestra Patria, que asisten con come-
dor y apoyo escolar a los habitantes del barrio.
Impactos del COVID 19 y lógicas de
organización comuni taria en los barrios Las
Palmeras y Villa Progreso
A continuación, se recuperan los tópicos centra-
les que surgieron en las mesas de diálogo interac-
toral de los barrios Las Palmeras y Villa Progreso,
realizadas la primera en diciembre del 2020 y la
segunda en diciembre del 2021, para dar cuenta
de cómo se vivió la pandemia y la ASPO en dos
barrios populares del Gran La Plata.
Ambas reuniones se realizaron de modo virtual, y
en la mesa del barrio Las Palmeras expusieron: un
representante de las instituciones/clubes que in-
tegró tanto el Comité de Crisis Municipal como
el Comité Popular, una referenta barrial de Las
Palmeras, una referenta que coordinó el opera-
tivo sanitario en el barrio, el secretario de Hábi-
tat del movimiento Evita UTEP, el coordinador
de gestión comunitaria de TECHO y una repre-
sentante del espacio vecinal Las Casitas. Por su
parte, la reunión con los participantes del barrio
Villa Progreso estuvo compuesta por un repre-
sentante vecinal, un referente de la organización
social Nuestra Patria y otro de Barrios de Pie.
La información proporcionada por los partici-
pantes aporta el siguiente estado de situación
y de acciones comunitarias llevadas a cabo por
parte de los actores de ambos barrios. Respecto a
la acción político-institucional, para la mesa del
barrio Las Palmeras, la respuesta ante la pande-
mia por parte de los actores territoriales fue más
rápida que la dada por los organismos sectoria-
les de la política pública. En este caso fueron di-
ferenciadas las acciones del Estado nacional, el
gobierno provincial (principalmente la región sa-
nitaria XI), la Universidad Nacional de La Plata
y el municipio. Este último tuvo un accionar
casi nulo, situación que se mantiene en relación
a aspectos como el mantenimiento de espacios
públicos (desagües) y la limpieza de basurales,
entre otros, pese a los reiterados reclamos reali-
zados. Según el secretario de Hábitat del movi-
miento Evita UTEP:
El Estado [haciendo referencia a Nación] “está em-
pezando a reaccionar”, surgieron algunos programas,
como “El barrio cuida al barrio”, acompañado por mo-
vimiento Evita, que proponía en vez de quédate en tu
casa, “quédate en tu barrio”, y a través del programa se
puso en funcionamiento una posta sanitaria.
En la mesa de Villa Progreso, los referentes tam-
bién remarcaron que fue más rápida y efectiva la
respuesta de las organizaciones sociales que la del
Estado, aunque destacaron que actualmente hay
mayor presencia de este que en periodos ante-
riores, mencionando programas como Potenciar
Trabajo e Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Otros hechos de trascendencia para la vida co-
tidiana de los/as vecinos/as fue la puesta en va-
lor de la delegación de Berisso en el barrio, dado
que ello signicó mayor acceso a trámites y acti-
vidades municipales como la apertura de las áreas
de género y diversidad, niñez, adolescencia y ju-
ventud de la municipalidad, y de una ocina de
ANSES. También se destacó la preparación de las
escuelas para el inicio del periodo escolar 2022
y la instalación de un cajero automático móvil.
En lo que reere a las organizaciones sociales de
base territorial, en la mesa de Las Palmeras se
plantearon “reacciones espasmódicas” del sector
público, quedando las posibilidades de enfren-
tar la situación en manos de los actores locales y
las capacidades de cada territorio. El territorio de
Los Hornos, que cuenta con numerosos barrios
populares, entre ellos Las Palmeras, se destaca por
contar con cierta dotación de equipamiento co-
munitario como los clubes, los cuales operaron
como lugares que nuclearon acciones frente a las
consecuencias de la pandemia y del ASPO, con
equipamiento sanitario como la unidad de aten-
ción primaria de la salud N° 6, y con numero-
sas organizaciones con activa militancia popular.
Figura 2. Sector delegación La Franja - ciudad de Berisso. Ubicación y dimensión barrios populares
Fuente: elaboración propia con base en datos del Renabap
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CUADERNOS DE VIVIENDA Y URBANISMO. ISSN 2145-0226. Vol 16. enero-diciembre de 2023: 1-16
Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
Esto se reeja en el siguiente relato dado por un
referente de clubes:
En la pandemia se gestionaron actividades, con el Re-
nabap se coordinó la venta de garrafas, porque se hi-
cieron encuestas en las cuales los vecinos comentaron
que las recibían en malas condiciones y a precios poco
accesibles. Y se usó el salón, coordinado en conjunto,
para asesorías legales, un espacio en el que se consul-
taba desde problemas en el trabajo, de dominio de te-
rreno, de ANSES, que tuvo una demanda zarpada, y
pidieron que se siga haciendo.
En la mesa de Villa Progreso se planteó que las
acciones del gobierno municipal fueron más
coordinadas con el Estado nacional, pero tam-
bién se destacó la presencia previa de organizacio-
nes sociales, dado que la zona de La Franja está
compuesta por varios barrios populares que pre-
sentan muchas necesidades y que se han expan-
dido territorialmente, por ello el área en general
cuenta con el equipamiento social y comunita-
rio que generan las organizaciones, y a nivel es-
tatal con la sala de primeros auxilios como nodo
de salud relevante para el lugar, desde donde se
re-armaron los equipos profesionales y se sumó
personal a los centros de salud. Sin embargo, se
priorizó la campaña contra el COVID, mien-
tras que los turnos para otros temas (por ejem-
plo, campañas bucales) no se hicieron más, por
el distanciamiento, o se hicieron con menor ha-
bitualidad. A este equipamiento se suma la gran
presencia de comedores y espacios comunitarios
precarios, que en la ASPO fueron los primeros
en cubrir la emergencia alimentaria.
En ambos barrios, uno de los principales proble-
mas fue la crisis alimentaria producto de la falta
de trabajo informal (la “changa”). En Las Palme-
ras, una de las organizaciones que atendió varias
demandas fue el centro cultural Las Casitas, que
vio incrementada su actividad ante las necesida-
des de la población, organizándose a partir de un
trabajo colaborativo con unas seis mujeres que se
autoconvocaron (se destaca el importante rol de
las mujeres en el trabajo barrial en general). Se
abrió una olla popular los sábados al mediodía,
mediante donaciones y actividades para conseguir
alimentos. Inicialmente llegaron a atender a 100
personas, cifra que aumentó hasta 250; recién en
noviembre empezó a disminuir la asistencia. Se
recibió apoyo alimentario de la cooperativa agrí-
cola San Roque y del frigoríco Pueblo Chico.
Tal como expresa la referenta del centro cultural:
El barrio igualmente se mantuvo muy activo en cuanto
a la organización comunitaria, abriendo muchos espa-
cios de ollas, en la que TECHO aportó mercaderías,
si bien los fondos suelen estar destinados a proyectos
comunitarios, se redireccionó al hambre, que era la
necesidad que había ante la situación de pandemia.
En Villa Progreso también se destacó la presencia
de organizaciones como Nuestra Patria y Barrios
de Pie, entre otras, que organizaron comedores
y ayuda escolar. A su vez, los referentes mencio-
nan la importancia y los problemas con la tar-
jeta Alimentar, que al principio tuvo resistencia
por los comerciantes, hasta que la comenzaron
a aceptar dado que si no la gente se iba a otro
lado a comprar, y que primero era solo para ali-
mentos, pero después se extendió a artículos de
limpieza y bebidas sin alcohol.
En relación a las acciones educativas y de re-
fugio por violencia doméstica, en Las Palmeras
el centro Las Casitas organizó clases de apoyo
por videollamadas para estudiantes que pudie-
ron continuar vinculados a la escuela, ya que no
todos pudieron hacerlo, entre otras cosas por las
dicultades para comunicarse y para acceder a los
cuadernillos. Esto hizo previsibles las dicultades
con las que se encontrarán las escuelas al inicio
del ciclo 2021, dada la heterogeneidad de situa-
ciones de vinculación de los alumnos con las es-
cuelas que se vivieron durante la pandemia. Es
necesario agregar a ello el registro de situaciones
de violencia en los hogares, dadas las dicultades
de las familias para la contención de los hijos/as,
lo cual expresa la necesidad de acompañamiento,
cuidado y contención de los hogares con niños/as
y adolescentes. El centro armó asimismo un ro-
pero comunitario y organizó para el Día del Niño
un festejo con los debidos recaudos y protocolos.
En palabras de la referenta del centro cultural
Las Casitas, “las mamás me pedían un espacio
o actividad para ellas porque no daban más”. La
sobrecarga de actividades domésticas en las muje-
res fue algo preocupante e invisibilizado, al igual
que en lo educativo:
Lo más complejo que nos plantearon los vecinos fue el
tema de educarse, porque no hay wi, no pueden estu-
diar desde la casa, sus padres quizás no fueron a la pri-
maria, entonces no pueden ayudar, no tienen espacio
en la casa para estudiar tranquilos, problemas que esta-
ban pero que se agudizan con la situación de pandemia.
En Villa Progreso también se manifestaron las
grandes dicultades que tuvieron que afrontar
con la conectividad y la virtualidad escolar. Al
respecto, el referente vecinal expresa: “No hay
mucha conectividad, el internet es malo y los
problemas se resuelven de manera lenta. El ce-
lular anda bien, pero se debe ir pagando. Fue
muy difícil la educación virtual en los barrios”.
En relación a la violencia de género, si bien en
la mesa de diálogo no surgió la problemática los
referentes sociales destacaron la importancia de
que en la delegación municipal se hayan abierto
las áreas de género y diversidad, de niñez, adoles-
cencia y juventud. Sin embargo, una de las preo-
cupaciones del referente vecinal es la cantidad de
chicos/as en la calle, dada la falta de presenciali-
dad y de espacios comunitarios en buen estado.
Respecto al acceso tecnológico y a los programas
sociales, un problema signicativo para la pobla-
ción de ambos lugares fue el acceso al cobro del
IFE, ya que muchos no pudieron obtenerlo, y
por otra parte hubo dicultad en las inscripcio-
nes, dado que se realizaron mediante internet y
no todos tuvieron acceso al sistema, además de
que muchos sufrieron embargos por las deudas
anteriores que habían contraído. A esto se suman
las dicultades de accesibilidad a cajeros automá-
ticos, aunque en el caso de Villa Progreso se ins-
taló un cajero móvil en la avenida principal 122.
En este último barrio se dio mucha importancia a
los planes Potenciar Trabajo, dado que desde las or-
ganizaciones sociales “los vinculamos a producción
siempre cerca del barrio, premoldeado, herrería y
carpintería, textil, panicadora, limpieza barrial
y recolección de residuos”. Se articuló el plan Po-
tenciar Trabajo con las cooperativas preexistentes
donde los municipios los aplican, generalmente
para las tareas de mantenimiento y limpieza.
En la mesa de Las Palmeras se destacó como po-
sitiva la organización social e institucional, con la
conformación de comités tanto populares como
municipales. Estos espacios permitieron una me-
jor vinculación con el Estado, y posibilitaron el
relevamiento de grupos de riesgo pertenecientes
a población que “no aparece si no se la busca”. La
organización comunal permitió fortalecer lazos
entre los actores comunitarios y conformar es-
pacios autogestionados que pueden operar como
piso sociocomunitario hacia la post pandemia.
En el caso de Villa Progreso en la ciudad Berisso
no se registró este tipo de organización, y cree-
mos en parte que esto puede deberse a que es una
ciudad media, con menos cantidad de habitan-
tes, que también por ello pudo realizar un regis-
tro más personalizado de los casos con COVID,
tal como expresó uno de los encargados del ope-
rativo de testeo.
En síntesis, la identicación de estos tópicos nos
permitió tener un diagnóstico inicial de la critici-
dad del hábitat popular en los barrios de estudio,
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CUADERNOS DE VIVIENDA Y URBANISMO. ISSN 2145-0226. Vol 16. enero-diciembre de 2023: 1-16
Sandra Valeria Ursino, Mariana Paola Vila y María Eugenia Durante. Hábitat popular y organización comunitaria en barrios periféricos de Gran La Plata - Argentina ante COVID 19
como también identicar variables que no fueron
abordadas, para reforzar con entrevistas en profun-
didad. En este sentido, un aspecto relevante que
pudimos observar en el transcurso de las mesas de
diálogo es cómo el tema de salud y COVID quedó
prácticamente soslayado ante la urgencia de paliar
los efectos de la ASPO en el espacio doméstico y
barrial. La necesidad de enfrentar la imposibili-
dad de salir a trabajar y hacer changas, así como
la de convivir en ambientes reducidos, con nece-
sidades básicas insatisfechas, sin infraestructura ni
servicios básicos, sin poder mandar a los/as hijos/
as a la escuela, sobrecargó las actividades cotidia-
nas —en las mujeres principalmente— y reforzó
la situación de marginalidad y pobreza que viven
las familias de este barrio. A su vez, se pudo re-
gistrar cómo todas las acciones realizadas durante
la pandemia permitieron dar respuesta a situacio-
nes coyunturales, pero encubrieron los problemas
estructurales de los barrios, que se asientan en la
continuidad de la organización territorial cen-
tro-periferia de La Plata y Berisso.
Conclusiones
En el transcurso de la investigación, hemos dado
cuenta de los rasgos centrales de la problemá-
tica de criticidad del hábitat popular en el país
y de su avance progresivo, con fuerte incidencia
en las cuestiones de vivienda, salud, trabajo, in-
fraestructura, entre otras, que padecen los secto-
res más vulnerables de la sociedad. No obstante,
los aspectos más salientes referidos a los impac-
tos y experiencias frente al COVID 19 en los
barrios abordados pueden resumirse en los si-
guientes puntos:
a) El hábitat y las viviendas del barrio previo al
contexto ya revelaban características críticas
que se reejan en datos que muestran la alta
carencia de servicios y de acceso a los mismos,
lo que se da en su mayoría de manera infor-
mal, resultando un riesgo para los/as habi-
tantes. En el caso de Villa Progreso, se puede
ver que su emplazamiento en la zona de La
Franja presenta una concentración creciente
de asentamientos informales, los cuales en-
cuadran dentro de la criticidad del hábitat
dado que ambientalmente se ubican lindando
el Bañado Maldonado, y porque en términos
de crecimiento urbano, accesibilidad y servi-
cios también se encuentran relegados terri-
torial y físicamente, sobre todo de la zona
central administrativa. En Las Palmeras, por
su parte, la falta de agua corriente, con un
93% de habitantes abasteciéndose de manera
irregular, puso al descubierto uno de los pro-
blemas centrales en la pandemia. Así, mien-
tras las políticas sanitarias exigían la higiene
permanente en los hogares, eran persistentes
las problemáticas ligadas a la falta de agua y
a la contaminación de la misma.
b) La acción político-institucional de todas las
esferas del Estado ante la pandemia mostró
una fuerte desarticulación, principalmente en
la escala municipal, como se puede ver en La
Plata. Ante ello surgieron los comités de crisis,
conformados por diferentes actores sociales:
organizaciones, instituciones y representan-
tes públicos. En el caso de Berisso no se con-
formaron estos comités, creemos en parte por
ser una ciudad de escala media, pero también
porque hubo un diálogo más uido entre or-
ganizaciones sociales y estado municipal.
c) Se pudo dar cuenta de una presencia fuerte
de organizaciones sociales de base territorial,
las cuales salieron a dar respuestas principal-
mente a las demandas de alimentos, apoyo
escolar y cuidado barrial, bajo el lema de “El
barrio cuida al barrio”.
d) A nivel socioeducativo, los centros culturales
funcionaron como apoyo a las familias para
realizar tareas, disponer de un espacio para
apoyo escolar y de acceso a internet o a algún
referente con datos móviles que pudiera socia-
lizar las actividades escolares. En estos secto-
res, sostener la conectividad educativa fue un
desafío, dado que implicó el manejo de recur-
sos económicos y de conocimiento de las he-
rramientas virtuales. Estos espacios barriales
también funcionaron como lugares de refu-
gio ante situaciones de violencia doméstica y
de sobrecarga de actividades de las mujeres a
cargo del hogar.
e) A nivel económico las posibilidades de acce-
der al IFE estuvieron también relacionadas al
manejo de la tecnología, dado que muchos no
sabían cómo inscribirse y fueron las organiza-
ciones sociales las que acompañaron ese pro-
ceso. Respecto a la precariedad laboral, por
la situación de pandemia la misma se agravó,
dado que la mayoría tienen trabajos infor-
males y muchas veces este es el único ingreso
por familia. Ante dicha situación se lanzó la
tarjeta Alimentar, que funcionó como palia-
tivo ante la emergencia alimentaria, y si bien
en sus comienzos los comercios del barrio no
la querían aceptar, prontamente lo hicieron
producto del negocio y la necesidad. Final-
mente, en la última etapa del aislamiento se
reactiva el programa Potenciar Trabajo y ello
ayuda a movilizar parte de la actividad eco-
nómica. Sin embargo, ninguno de ellos pudo
paliar los efectos que tiene la inación en este
sector social.
Este documento revela que la criticidad del há-
bitat popular es una problemática histórica en
los barrios populares de nuestro país, y del Gran
La Plata especialmente. Por medio de la meto-
dología implementada, que se apoyó en datos
cualitativos y cuantitativos, se expusieron datos
estructurales del décit habitacional, los cuales
en la pandemia se acrecentaron. Al remitirnos a
un estudio de caso colectivo en el que guran los
barrios Las Palmeras y Villa Progreso, mediante
las mesas de diálogo se pudo registrar cómo las
acciones realizadas principalmente desde las or-
ganizaciones sociales permitieron dar respuesta
a situaciones coyunturales de la emergencia sani-
taria. Sin embargo, es notoria la persistencia de
problemas estructurales en los barrios populares
en la región, donde la ausencia estatal refuerza la
fragmentación y la desigualdad socio-territorial.
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