Situada sobre el Camino Portugués a Santiago de Compostela, Pontevedra es una ciudad con fuerte impronta jacobea (una de sus principales iglesias, de fachada curva característica del estilo barroco gallego, está dedicada a la Virgen Peregrina, imagen que aparece portando atributos compartidos con Santiago Apóstol, incluido el sombrero de ala ancha, la concha vieira y el bastón). El vecino poblado de Combarros integra el listado de Patrimonio Protegido de la UNESCO en virtud de su arquitectura de hórreos pintados y casas marineras. El paisaje costero al norte de la ría de Pontevedra incluye la turística isla termal de La Toja, la península de O´Grove, y el arenal de La Lanzada, con sus legendarias playas, sitios arqueológicos y antigua ermita que corona un escénico promontorio sobre las aguas del atlántico. Hacia el sur de la ría, en la llamada Costa da Vela, se destaca el Monte do Facho, que constituye uno de los paisajes arqueológicos más interesantes de Galicia, dotado en su base de petroglifos geométricos, en sus faldas de los basamentos de una villa medieval y en su cumbre, de una garita militar de vigilancia costera del siglo XVIII y ruinas de un castro pre-romano de la Edad del Hierro y santuario galaico-romano del siglo II DC. En esta ponencia se aprecia la conservación y utilización turística del patrimonio costero de Pontevedra teniendo en cuenta la dimensión simbólica de sus elevaciones más emblemáticas. El aporte se basa en observaciones realizadas por la autora en visitas a las Rías Baixas y estudios previos sobre otras montañas sagradas y santuarios de Galicia. Los casos de estudio sugieren la vigencia de creencias y ritos del sustrato celta -principalmente vinculados a la purificación y la propiciación de la fertilidad- en asociación con sitios arqueológicos en montes costeros y promontorios sacralizados (© María Constanza Ceruti).