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Monitoreo electrónico fetal: predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico

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Abstract

Introducción: el monitoreo electrónico fetal (MEF) durante el trabajo del parto puede contribuir a la prevención de crisis epilépticas neonatales; su validez en embarazos de bajo riesgo está aún por investigarse. Objetivo: estimar la validez del MEF como predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico. Metodología: estudio de validación de test diagnóstico. La población estuvo constituida por 412 gestantes con embarazo a término en labor de parto que acudieron a un hospital de tercer nivel de atención en Cuenca – Ecuador, año 2020. Se usó una ficha de recolección de datos fue validado por juicio de expertos. El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS 25 con medidas de frecuencias y dispersión central. Para determinar el valor predictivo del MEF se utilizaron sensibilidad (S), especificidad (E), valor predictivo positivo (VPP), valor predictivo negativo (VPN) y curva ROC. Resultados: el MEF en pacientes con riesgo obstétrico alto, como predictor del compromiso de bienestar fetal al minuto, tuvo una S = 30%, VPP = 5%, E = 80.94% y valor VPN 94.93%. Asimismo, el MEF tuvo valor pronóstico bajo, sin significancia estadística (AUC= 0.5537; IC95% 0.4020 – 0.7054; p= 0.0774) para predecir compromiso del bienestar fetal. Conclusiones: el MEF tiene una baja sensibilidad para predecir compromiso de bienestar fetal en embarazos de alto riesgo y su uso en embarazos de bajo riesgo debe evaluar el aumento de intervenciones y el potencial beneficio.
25
Monitoreo electrónico fetal: predictor
de compromiso de bienestar fetal en
embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Electronic fetal monitoring: predictor of compromised fetal well-
being in low- and high-risk obstetric pregnancies.
Chávez Webster Jaime Adrián1, Salazar Torres Zoila Katherine2,
Sandoya Maza Kimberly Nicolé3, Ramírez Morales Hernán Alejandro4
RESUMEN
Introducción: el monitoreo electrónico fetal (MEF) durante el trabajo del
parto puede contribuir a la prevención de crisis epilépticas neonatales; su
validez en embarazos de bajo riesgo está aún por investigarse.
Objetivo: estimar la validez del MEF como predictor de compromiso de
bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Metodología: estudio de validación de test diagnóstico. La población
estuvo constituida por 412 gestantes con embarazo a término en labor de
parto que acudieron a un hospital de tercer nivel de atención en Cuenca –
Ecuador, año 2020. Se usó una cha de recolección de datos validado por
juicio de expertos. El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS
25, con medidas de frecuencias y dispersión central. Para determinar el
valor predictivo del MEF se utilizaron sensibilidad (S), especicidad (E),
valor predictivo positivo (VPP), valor predictivo negativo (VPN) y curva
ROC.
Resultados: el MEF en pacientes con riesgo obstétrico alto, como predictor
del compromiso de bienestar fetal al minuto, tuvo una S = 30%, VPP = 5%,
E = 80.94% y valor VPN 94.93%. Asimismo, el MEF tuvo valor pronóstico
bajo, sin signicancia estadística (AUC= 0.5537; IC95% 0.4020 0.7054;
p= 0.0774) para predecir compromiso del bienestar fetal.
Conclusiones: el MEF tiene una baja sensibilidad para predecir
compromiso de bienestar fetal en embarazos de alto riesgo y su uso en
embarazos de bajo riesgo debe evaluar el aumento de intervenciones y el
potencial benecio.
Palabras Clave: monitoreo fetal, epilepsia benigna neonatal, frecuencia
cardiaca fetal, sufrimiento fetal.
FECHA DE RECEPCIÓN: 30/05/2022
FECHA DE APROBACIÓN: 11/01/2023
FECHA PUBLICACIÓN: 17/01/2023
1. Hospital Vicente Corral Moscoso
Especialista en Ginecología y
Obstetricia.
Cuenca - Ecuador
2. Doctora en Medicina y Cirugía.
Especialista en Obstetricia
y Ginecología. Magíster en
Investigación de la Salud.
Cuenca - Ecuador
3. Médica. BIOMED
Guayaquil - Ecuador
4. Médico en libre ejercicio.
Guayaquil - Ecuador
VOLUMEN 40 | N° 2 | AGOSTO 2022
Artículo
original Original
Article
Correspondencia:
jemme89@hotmail.com
Dirección:
Buenos Aires - Sayausí
Código Postal:
010112
Celular:
0987201652
Cuenca - Ecuador
https://doi.org/10.18537/RFCM.40.02.04
Volumen 40 | N° 2 | Agosto 2022 | Págs. 25-34
Revista de la Facultad de Ciencias Médicas Universidad de Cuenca
ISSN: impreso 1390-4450 digital 2661-6777
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ABSTRACT
Introduction: electronic fetal monitoring (EFM)
during labor can contribute to the prevention of
neonatal epileptic seizures; its validity in low-risk
pregnancies must be investigated.
Objective: to estimate the validity of electronic fetal
monitoring (EFM) as a predictor of compromised
fetal well-being in pregnancies with low and high
obstetric risk.
Methodology: A diagnostic test validation study
was carried out. The population consisted of
412 pregnant women with full-term pregnancy
in labor who attended a tertiary care hospital in
Cuenca - Ecuador, period 2021. A data collection
form validated by expert judgment was used. The
statistical analysis was performed with the SPSS
25 program with the measures of frequencies and
central dispersion. To estimate the predictive value
of EFM, sensitivity (S), specicity (E), positive
predictive value (PPV), negative predictive value
(NPV), and ROC curve were used.
Results: the EFM in patients with high obstetric
risk, as a predictor of compromised fetal well-being
at minute, had S = 30%, PPV = 5%, E = 80.94%
and NPV value 94.93%. Likewise, the EFM had a
low prognostic value, without statistical signicance
(AUC = 0.5537; 95% CI 0.4020 - 0.7054; p = 0.0774)
to predict compromised fetal well-being.
Keywords: fetal monitoring, epilepsy benign
neonatal, heart rate fetal, fetal distress.
INTRODUCCIÓN
El MEF se ha utilizado ampliamente en el trabajo
de parto para prevenir cuadros de encefalopatía
neonatal y parálisis cerebral en la mayoría de
casos con poco éxito1. Proporciona un registro
no invasivo de la frecuencia cardíaca fetal (FCF).
Es el estudio más difundido en la práctica clínica
que permite la grabación y el análisis de FCF a
través de técnicas ultrasonográcas. Los índices
obtenidos de las señales cardiotocográcos
permiten estudiar la actividad del sistema nervioso
autónomo durante la vida intrauterina, tanto en
condiciones siológicas como patológicas2.
Los períodos de sueño fetal pueden llevar a
pruebas falsamente no reactivas y aumentar el
riesgo de intervención obstétrica innecesaria.
Los intentos de despertar al feto o en un ciclo de
reposo-actividad incluyen: cambio en la posición
materna, actividad física, ingesta de glucosa,
estimulación del sonido, estimulación de la luz y
manipulación fetal. Los únicos estímulos que han
provocado respuestas en fetos normales son los
acústicos y vibrotáctiles3.
Los patrones de MEF a menudo son marcadamente
diferentes en la primera y segunda etapa del trabajo
de parto; ésta última es el período de mayor riesgo
de hipoxia, afectando al feto por la mayor presión
intrauterina4. El MEF se asocia con una alta tasa
de falsos positivos (60%), lo que aumenta el riesgo
de intervenciones innecesarias como cesáreas
de emergencia o partos vaginales quirúrgicos sin
ningún benecio signicativo; D’Elia5 en Inglaterra
reportó variación en el porcentaje de cesáreas de
urgencia entre 14.9% a 32.1%.
La aplicación generalizada del MEF en el trabajo
de parto sigue siendo incierto, a pesar de que un
patrón normal del MEF sea tranquilizador sobre
la condición fetal, el valor predictivo de un patrón
anormal es bajo. En la mayoría de los estudios,
el uso del MEF se asocia con un aumento en el
monitoreo del trabajo de parto y la cesárea, pero
sin pruebas claras de benecio; el MEF mejora
su precisión y conabilidad cuando se usa en
combinación de la señal Doppler durante el período
intraparto3. El muestreo de sangre fetal es la técnica
asociada más útil para minimizar la intervención
innecesaria; pero no está clara la relación entre
frecuencia cardíaca fetal con los cambios en el pH
de la sangre fetal y los resultados a largo plazo6.
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Monitoreo electrónico fetal: predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Chávez Webster Jaime Adrián, Salazar Torres Zoila Katherine, Sandoya Maza Kimberly Nicolé, Ramírez Morales Hernán Alejandro
Los principales problemas con el MEF se
relacionan con la lectura e interpretación de los
trazados, dado que el patrón de la frecuencia
cardiaca es principalmente una expresión de la
actividad del control por el sistema nervioso central
y periférico sobre la hemodinámica cardiovascular;
por consiguiente, en otras especialidades como
neonatología, el MEF y la visualización gráca de
los patrones de frecuencia cardíaca no han tenido
una gran aceptación entre los clínicos3.
Aunque el MEF estuvo disponible hace medio siglo,
su interpretación diere entre las instituciones y los
países por factores como: variaciones en protocolos
de estudio, criterios de inclusión, guías clínicas
de manejo, uso de muestras de sangre fetal,
inconsistencias en el manejo de datos de ensayos
clínicos aleatorios (ECA)3.
Su precisión diagnóstica necesita mejoras y
adaptarse a las necesidades locales; en esta
perspectiva el estudio tiene como propósito
responder a la pregunta ¿Cuál es la validez del
monitoreo electrónico fetal como predictor de
compromiso de bienestar fetal en embarazos de
bajo y alto riesgo obstétrico?
METODOLOGÍA
Estudio de tipo validación de test diagnóstico. La
investigación se desarrolló en el Centro Obstétrico
del Hospital Vicente Corral Moscoso de la ciudad
de Cuenca, durante el período enero a diciembre
del 2020. La muestra fue censal, se trabajó con
todas las historias clínicas de gestantes con
embarazo a término con/sin riesgo obstétrico que
ingresaron en labor de parto durante el periodo
señalado, a quienes se les realizó un MEF.
Fueron seleccionadas 412 historias clínicas que
cumplieron los criterios de inclusión: historias
clínicas de gestantes con embarazo ≥30 semanas
con labor de parto, registro y reporte del MEF, con/
sin antecedentes de riesgo obstétrico, nota pre
quirúrgica de la cesárea; previamente se vericó la
validez del contenido de la cha de recolección de
datos, por la técnica de juicio de expertos (Imagen
N°1).
MEF patológico
Presente (n = 3)
Ausente (n = 7)
Total (n = 10)
Pacientes con riesgo obstétrico
n = 254
Pacientes elegibles
n = 412
Pacientes sin riesgo obstétrico
n = 158
Apgar < 7 Apgar > 7 Apgar < 7 Apgar > 7
MEF no patológico
Presente (n = 47)
Ausente (n = 197)
Total (n = 244)
MEF patológico
Presente (n = 1)
Ausente (n = 7)
Total (n = 8)
MEF no patológico
Presente (n = 19)
Ausente (n = 13)
Total (n = 150)
Imagen No 1
Diagrama de selección de participantes
Para el análisis estadístico se ingresaron los datos
al programa SPSS versión 25. Se presentó los
resultados con tablas y grácos. Se utilizó para las
variables cualitativas frecuencia y porcentaje; para
las variables cuantitativas media (x
) o mediana (Me).
Se aplicó pruebas de normalidad de Kolmogórov-
Smirnov considerando diferencias estadísticamente
signicativas una p<0.05, dependiendo de los
resultados se estableció pruebas paramétricas
o no paramétricas. Se calculó: Sensibilidad (S),
Especicidad (E), Valor Predictivo Positivo (VPP),
Valor Predictivo Negativo (VPN) y curva ROC para
estimar el valor predictivo del MEF. En relación
a los aspectos bioéticos, el manejo de los datos
recolectados fue condencial, se utilizó códigos
en lugar de los nombres. El acceso a la base
de datos y formularios fue únicamente para los
investigadores; con base a diseño y naturaleza del
estudio, no hubo riesgos para las participantes, los
datos fueron seleccionados de historias clínicas.
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RESULTADOS
Se revisaron 412 historias clínicas de pacientes
que acudieron en labor de parto al Hospital
Vicente Corral Moscoso en el 2020, encontrando
que la mayoría de las pacientes tienen entre 25 a
34 años (4 por cada 10 pacientes); siete de cada
10 gestantes tenían como estado civil unión
libre y soltera; así como instrucción secundaria y
residencia rural (Tabla No 1).
Tabla No 2
Características obstétricas de las 412 gestantes participantes del estudio
Variables n=412 %
Grupos de edad gestacional
Prematuro 66 16.02
A término 341 82.77
Pos-término 5 1.21
Paridad
Nulípara 167 40.53
Primípara 119 28.88
Multípara 126 30.58
Finalización del embarazo Parto 202 49.03
Cesárea 210 50.97
Riesgo obstétrico alto e inminente Si 254 61.65
No 158 38.35
Tabla No 1
Características socio-demográcamente a la población de estudio
Variables n = 412 %
Grupos de edad
Adolescentes (10 hasta 19 años) 77 18.69
Plena juventud (20 hasta 24 años) 129 31.31
Adulta joven (25 hasta 34 años) 160 38.83
Adulta madura (35 hasta 64 años) 46 11.17
Estado civil
Soltera 116 28.16
Casada 105 25.49
Divorciada 7 1.70
U. libre 184 44.66
Instrucción
Primaria 85 20.63
Secundaria 302 73.30
Superior 21 5.10
Ninguna 40.97
Residencia Urbano 121 29.37
Rural 291 70.63
*Edad, media = 20.50
*Edad gestacional, media = 38.6
La mayoría de las participantes cursaba un
embarazo a término (≥37 semanas de gestación)
(8 de cada 10 gestantes); asimismo, seis de cada
10 han tenido un antecedente de parto; pero la
nalización de la gestación actual fue por cesárea
en la mitad de las participantes; seis de cada 10
participantes al ingreso tuvieron un diagnóstico de
riesgo obstétrico alto o inminente (Tabla No 2).
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Monitoreo electrónico fetal: predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Chávez Webster Jaime Adrián, Salazar Torres Zoila Katherine, Sandoya Maza Kimberly Nicolé, Ramírez Morales Hernán Alejandro
En pacientes con riesgo obstétrico alto e inminente
que tuvieron un MEF patológico, se observó tres
casos de RN con Apgar < 7 al minuto; sin embargo,
en aquellos que no obtuvieron un MEF patológico
se evidenció en siete RN un Apgar < 7 al minuto. En
este análisis se determinó que la MEF en pacientes
con alto riesgo obstétrico, tiene una S = 30%
para diagnosticar compromiso del bienestar fetal
(sufrimiento fetal agudo) o para indicar un estado
fetal no alentador; asimismo, con un VPP del 5%
para el MEF indica que esta prueba no conrma un
SFA; pero en cambio, la MEF tiene un valor alto de
E = 80.94%, lo que sugiere que el método, cuando
es normal, indica un buen estado fetal, como lo
demuestra igualmente el valor VPN 94.93% (IC95%
90.90 – 98.45) (Tabla No 3).
Con relación a las mujeres sin riesgo obstétrico que
se realizaron un MEF, solo una tuvo un resultado
no alentador de bienestar fetal y con Apgar < 7, no
obstante, hubo siete casos de Apgar <7 con MEF
con registro normal, y con valores S = 12.50% y
E=87.33; es decir, que la MEF en mujeres con
riesgo obstétrico bajo o sin ningún riesgo, no es una
herramienta adecuada para detectar un mal estado
fetal, pero si para indicar lo contrario (Tabla No 3).
Tabla No 3
Validez de MEF como predictor de compromiso bienestar fetal según Apgar al minuto del recién nacido
de gestantes con alto riesgo obstétrico
Variable Apgar <7 al min. Sᵃ,Eᵇ,
VPPᶜ, VPNᵈ
Si No Total
n% No % n(%)
Riesgo
obstétrico
alto e
inminente
Si MEF**
Patológico
Si 3 0.73 47 11.41 50
(12.14)
S = 30
(IC95% 0.00 – 63.40)
E = 80.74
(IC95% 75.58 – 85.89)
VPP = 6
(IC95% 0.00 – 13.58)
VPN = 96.57
(IC95% 93.83 – 99.31)
No 7 1.70 197 47.82 204
(49.52)
Total 10 2.47 244 59.23 254
(61.66)
No MEF
Patológico
Si 1 0.24 19 4.61 20
(4.85)
S = 12.50
(IC95% 0,00 – 41.67)
E = 87.33
(IC95% 81.68 – 92.99)
VPP = 5
IC95% 0.00 – 17.05)
VPN = 94,93
IC95% 90.90 –
98.45%)
No 7 1.70 131 31.80 138
(33.85)
Total 8 1.94 150 36.41 158
(38.85)
ᵃS = sensibilidad
ᵇE = especicidad
ᶜVPP = valor predictivo positivo
ᵈVPN = valor predictivo negativo
*IC95% = intervalo de conanza del 95%
**MEF: Monitoreo Electrónico Fetal
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30 Volumen 40 | N° 2 | Agostol 2022 | Págs. 25-34
El test de Apgar utilizado como prueba de oro
para la validez de pruebas diagnósticas, es mejor
aplicarlo con los valores al minuto de vida del
RN, pues a los 5 minutos no es factible obtener
valores de sensibilidad, especicidad, valor
predictivo positivo, valor predictivo negativo; en
la Tabla N°4 se observan aquellas pacientes con
riesgo obstétrico alto que presentaron un MEF
patológico, los RN no tuvieron un Apgar < 7 a los
5 minutos de vida; en cambio, las gestantes con
bajo riesgo, sin MEF patológico, hubo un caso de
un RN con un Apgar <7 a los 5 minutos.
Tabla No 4
Validez del MEF como predictor de compromiso bienestar fetal según Apgar a los 5 minutos del recién
nacido de gestantes con alto riesgo obstétrico
Apgar <7 a los 5 minutos
Variables Si No Total
n%n% n(%)
Riesgo obstétrico
alto inminente
Si MEF
Patológico
Si 0 0.00 49 11.92 49 (11.92)
No 0 0.00 204 49.64 204 (49.64)
No MEF
Patológico
Si 0 0.00 20 4.87 20 (4.84)
No 1 0.24 137 33.33 138 (38.57)
El Test de Apgar a los <7 al minuto, representado
en la Imagen No 2 encontró tres casos como
verdaderos positivos y 197 como verdaderos
negativos; se evidenció, además, un área bajo la
curva (AUC) de 0.5537 (IC95% 0.4020 0.7054;
p = 0.0774) para MEF patológico con riesgo
1-Especialidad
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Curva ROC
Sensibilidad
Imagen Nº 2
Curva ROC, según MEF patológico, riesgo obstétrico alto e inminente vs test de Apgar < 7
obstétrico alto e inminente. Lo que indica que el
55% de los RN con Apgar <7, pueden tener un
MEF no satisfactorio. Sin embargo, esta área
signica que la prueba (con ese corte) tiene una
baja exactitud con test diagnóstico.
Volumen 40 | N° 2 | Agosto 2022 | Págs. 25-34 31
Monitoreo electrónico fetal: predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Chávez Webster Jaime Adrián, Salazar Torres Zoila Katherine, Sandoya Maza Kimberly Nicolé, Ramírez Morales Hernán Alejandro
De las 254 pacientes con riesgo obstétrico alto e
inminente, el 25.73% (n = 106) no tuvieron un MEF
patológico y terminaron en cesárea; a diferencia de
47 pacientes (11.41%) con MEF patológico con alto
riesgo obstétrico que concluyeron en cesárea. En
este grupo hubo más casos de cesáreas que partos
(49.52%). De las pacientes sin riesgo obstétrico, sin
MEF patológico, el número de cesáreas también
fue mayor (n = 38/57 casos de cesáreas) (Tabla
N°5).
Tabla N° 5
Frecuencia de cesáreas por un trazado no tranquilizador en embarazos con y sin riesgo obstétrico
Finalización del embarazo
Variables
Cesárea Parto Total
n=210 50.97% n=202 49.03% 412 (100%)
Riesgo
obstétrico alto
inminente
Si MEF*
Patológico
Si 47 11.41 3 0.73 50 (12.14)
No 106 25.73 98 23.79 204 (49.52)
No MEF
Patológico
Si 19 4.61 1 0.24 20 (4.85)
No 38 9.22 100 24.27 138 (38.34)
DISCUSIÓN
Espósito2 en un ensayo clínico aleatorizado con 200
participantes que fueron divididos en dos grupos:
grupo A, con MEF, 100 participantes; grupo B, con
valoración segmento ST del ECG fetal (ECG-F)
(100 pacientes), observó que la tasa de parto por
cesárea fue la misma en ambos grupos (26%), y la
tasa de parto quirúrgico debido al compromiso del
bienestar fetal no dirió signicativamente (38%)
en el grupo MEF frente a 39% en el grupo ECG-F.
En cuanto a los resultados neonatales no hubo
diferencias signicativas entre los grupos en el
pH neonatal (7.27 [7.23–7.29] y 7.25 [7.21–7.27]),
resultados similares a los obtenidos en el estudio.
Michaeli7 en el año 2021 determinó en 154
gestantes, con un promedio de edad de 28.98
(DS± 5.62) años; una media de 3.19 partos (DS±
2.47); con promedio 39.0 SG (DS± 1.55); y el
35.8% de las gestantes terminaron en cesárea
por hipoxia fetal; a pesar de ser poblaciones de
distintas regiones se evidencian pocos casos que
comprometieron el bienestar fetal por un MEF.
Brocato8 evaluó en los Estados Unidos la obesidad
versus MEF en 337 pacientes; aquellas con IMC ≥
40 tenían una edad promedio de 26 años, IMC de
30 a 39.9, la media de la edad fue 24 años, y con
IMC < 30 tuvieron un promedio de 23.28 años; en
los tres grupos la edad gestacional fue 39 semanas,
y todas nulíparas; en la investigación la mayoría
tuvo antecedente de un parto, probablemente la
diferencia de resultados se deba a la mayor tasa
de partos en Latinoamérica.
Kale9 determinó los casos de cesáreas por MEF
no satisfactoria en 32.338 pacientes, el grupo de
edad más frecuente fue de 20 a 29 años (59.9%),
con edad gestacional de 37 a 42 SG (82.6%) y solo
el 11.5% se conrmó verdadero SFA del 40.4% de
cesáreas realizadas por MEF patológico. Datos
que se comparan con el estudio en relación con el
grupo de edad, edad gestacional y la frecuencia de
cesáreas, a pesar de ser regiones distintas.
En la investigación el MEF en pacientes con alto
riesgo obstétrico obtuvo una sensibilidad del 30%
para diagnosticar compromiso del bienestar fetal o
para indicar un estado fetal no alentador; un VPP
del 5% para el MEF signica que esta prueba no
conrma un SFA; pero en cambio una E = 80.94%,
sugiere que el método es conable para indicar un
buen estado fetal, como lo demuestra el VPN de
94.93% (IC95% 90.90 – 98.45). Con relación a las
Revista de la Facultad de Ciencias Médicas Universidad de Cuenca
ISSN: impreso 1390-4450 digital 2661-6777
32 Volumen 40 | N° 2 | Agostol 2022 | Págs. 25-34
mujeres sin riesgo obstétrico o con riesgo obstétrico
bajo, por tanto, no es una herramienta adecuada
para detectar un mal estado fetal.
El Test de Apgar <7 al minuto encontró 3 casos
como verdaderos positivos y 197 como verdaderos
negativos; con un área bajo la curva de 0.5537
(IC95% 0.4020 0.7054; p = 0.0774) para MEF
patológico con riesgo obstétrico alto e inminente.
Lo que indica que el 55% de los RN con Apgar <7,
pueden tener un MEF no satisfactorio. Sin embargo,
esta área signica que la prueba (con ese corte)
tiene una baja exactitud con test diagnóstico.
Salazar10 revisó los historiales clínicos de 880
pacientes a quienes se les realizó MEF; observó
una S = 21.7%, E = 84.4% con un VPP = 50%,
VPN = 60%. Concluye que el MEF no es una
herramienta adecuada para identicar SFA, pero un
registro normal indica un bienestar fetal adecuado.
Similares valores fueron reportados por Ekengård
y colaboradores11 con un total de 296 casos y 592
controles. Estimó la S = 50% y una E = del 88% del
MEF en la detección de fetos con acidosis.
Para Arnold y colaboradores12 la monitorización fetal
electrónica continua se desarrolló para detectar
signos de encefalopatía hipóxico-isquémica,
parálisis cerebral y muerte fetal inminente durante el
trabajo de parto; la monitorización fetal electrónica
continua tiene una tasa de falsos positivos del 99%
y el uso generalizado ha aumentado los partos
quirúrgicos sin mejorar los resultados en la salud
neonatal. La investigación concuerda en armar
que las tasas de cesáreas por MEF no satisfactorio
se ven en aumento por falsos positivos.
Raghuraman13, observó riesgo aumentado de
parto vaginal operatorio y cesárea con MEF
continuo. En cambio, el estudio de Reddy14 en 11
108 participantes, 2 251 tuvieron un MEF alterado
tipo II y, luego de la intervención (oxígeno materno,
bolo de líquido intravenoso, amnioinfusión o
administración tocolítica) mejoraron a tipo I dentro
30 a 60 minutos; solo el 3.4% se sometió a cesárea
y el 4.1% a un parto vaginal quirúrgico por estado
fetal no tranquilizador dentro de los 60 minutos
posteriores a la intervención. Esta investigación
diere mucho de los resultados obtenidos,
posiblemente por las medidas complementarias
realizadas en las unidades de salud ante un MEF
no tranquilizador.
Pese a diferencias entre regiones y características
de las pacientes, los resultados de este estudio
se comparan con los obtenidos en otras
investigaciones, determinando la baja predicción
de compromiso de bienestar fetal con el MEF.
No obstante, vale la pena apreciar el valor de
especicidad, para identicar fetos sanos cuando
el MEF tiene un trazo satisfactorio.
Las limitaciones del monitoreo electrónico fetal
patológico es que tiene una validez pronostica
condicionada (baja sensibilidad) para predecir el
compromiso del bienestar fetal; se sugiere, una
combinación con la auscultación intermitente con
el sistema Doppler, y pruebas complementarias
como el pH de cuero cabelludo fetal que tiene
una sensibilidad mayor para el diagnóstico de
sufrimiento fetal agudo.
La propuesta inicial de la investigación fue recolectar
los datos de manera mixta (historias clínicas y
entrevistas), por situaciones de pandemia COVID
19, solo se utilizó el registro de las pacientes, que
pudo provocar un sesgo en recolección de datos.
Del mismo modo, por causa del COVID 19, el
número de participantes del estudio se redujo.
CONCLUSIONES
El MEF tiene una baja sensibilidad para predecir
compromiso de bienestar fetal en embarazos de
alto riesgo y su uso en embarazos de bajo riesgo
debe evaluar el aumento de intervenciones y el
potencial benecio.
ABREVIATURAS
MEF= Monitoreo Electrónico Fetal
S = sensibilidad
E = especicidad
VPP = valor predictivo positivo
VPN = valor predictivo negativo
IC95% = intervalo de conanza del 95%
SFA = sufrimiento fetal agudo
ECA = estudios clínicos aleatorizados
ASPECTOS BIOÉTICOS
La información que se obtuvo durante la realización
del estudio fue manejada con absoluta reserva y
de uso exclusivamente investigativo. El estudio fue
Volumen 40 | N° 2 | Agosto 2022 | Págs. 25-34 33
Monitoreo electrónico fetal: predictor de compromiso de bienestar fetal en embarazos de bajo y alto riesgo obstétrico.
Chávez Webster Jaime Adrián, Salazar Torres Zoila Katherine, Sandoya Maza Kimberly Nicolé, Ramírez Morales Hernán Alejandro
aprobado por el Comité de Bioética de Investigación
del Área de la Salud, la Universidad de Cuenca
(COBIAS-UCuenca) con el código 2019-271EO-
PAT-GN y autorizado por la dirección del Hospital
Vicente Corral Moscoso.
AGRADECIMIENTOS
Un agradecimiento a las autoridades que
conforman parte de la institución de salud (Hospital
Vicente Corral Moscoso), por permitir llevar a cabo
la realización de este estudio.
INFORMACIÓN DE LOS AUTORES
- Chávez Webster Jaime Adrián. Médico.
Especialista en Ginecología y Obstetricia.
Hospital Vicente Corral Moscoso. Cuenca-
Azuay-Ecuador.
e-mail: jemme89@hotmail.com.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1038-8945.
- Salazar Torres Zoila Katherine. Doctora en
Medicina y Cirugía. Especialista en Obstetricia
y Ginecología. Magister en Investigación de la
Salud. Universidad Católica de Cuenca. Cuenca-
Azuay-Ecuador.
e-mail: zsalazart@ucacue.edu.ec.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7663-8049.
- Sandoya Maza Kimberly Nicolé. Médica.
BIOMED. Guayaquil-Guayas-Ecuador.
e-mail: drakimsandoya@gmail.com.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5660-6915.
- Ramírez Morales Hernán Alejandro. Médico en
libre ejercicio. Guayaquil-Guayas-Ecuador.
e-mail: hernan.ramirez.morales@hotmail.com.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2794-0791.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES
Los autores declaran haber contribuido de manera
similar en la concepción de la idea, revisión
bibliográca, recolección y análisis de datos,
redacción y aprobación nal del manuscrito.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores exponen la no existencia de conicto
de intereses.
FUENTES DE FINANCIAMIENTO
Autonanciado.
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Article
Full-text available
Background: Neonatal hypoxic-ischemic encephalopathy (HIE) in term infants, is a major cause of neonatal mortality and severe neurologic disability. Objectives: To identify in labor fetal monitoring characteristic patterns and perinatal factors associated with neonatal HIE. Study design: Single-center retrospective case-control study between 2010 and 2017. Cases clinically diagnosed with neonatal HIE treated by therapeutic hypothermia according to strict criteria (HIE-TH) were compared to a group of neonates born in the same period, gestational age-matched diagnosed with fetal distress according to fetal monitoring interpretation that was followed by prompt delivery, without subsequent HIE or therapeutic hypothermia (No-HIE). The primary outcome of the study was the electronic fetal monitoring (EFM) pattern during 60 min prior to delivery; the secondary outcome was the identification of perinatal associated factors. Results: 54 neonates with HIE were treated by therapeutic hypothermia. EFM parameters most predictive of HIE-TH were indeterminate baseline heart rate OR = 47.297, 95% (8.17-273.76) p < 0.001, bradycardia OR = 15.997 95% (4.18-61.18) p < 0.001, low variability OR = 10.224, 95% (2.71-38.45) p < 0.001, higher baseline of the fetal heart rate calculated for each increment of 1 BPM OR = 1.0547, 95% (1.001-1.116) p = 0.047. Rupture of a previous uterine cesarean scar and placental abruption were characteristic of the HIE-TH group 14.8% vs. 1% p < 0.05; and 16.7% vs. 6% p < 0.05, respectively. Adverse neonatal outcomes also differed significantly: HIE-TH had a higher rate of neonatal seizures 46.2% vs. 0% p < 0.001 and mortality 7.7% vs. 0% p < 0.001. Conclusions: Characteristic fetal monitoring pattern prior to delivery together with acute obstetric emergency events are associated with neonatal HIE, neurological morbidity, and mortality.
Article
Full-text available
Objective: The objective of this study is to evaluate the impact maternal obesity has on the percentage of unmonitored electronic fetal monitoring (EFM). Study design: Women undergoing induction of labor at term were categorized into three groups: Group 1 (body mass index (BMI) < 30 kg/m²), Group 2 (30 < BMI < 40 kg/m²), and Group 3 (BMI ≥ 40 kg/m²). External EFM tracings were reviewed from the time of induction of labor until amniotomy; the percentage of time off of EFM was calculated. Statistical analysis was performed using commercially available software. Results: Three hundred and thirty-seven patients were stratified into the following groups: 104 patients in Group 1, 156 patients in Group 2, and 77 in Group 3. No significant differences were found between groups when analyzed for gestational age, bishop score, parity, race, and 5 min APGAR less than 7 or admission to the NICU. The mean percentage unmonitored by EFM was 5% for Group 1, 7% for Group 2 and 11% for Group 3. There was a significant association between percent of time unmonitored by EFM and BMI (r = 0.344 p < .0001). Conclusion: At term gestation, the fetuses of obese women spend more time unmonitored by external intrapartum EFM than non-obese women. This represents a disparity among a high-risk group that may result in poor pregnancy outcomes if fetal distress is present.
Article
Full-text available
Twenty years after its widespread introduction, the role of continuous fetal heart rate and contraction monitoring in labour (cardiotocography, CTG) remains uncertain. Although a normal pattern is very reassuring about fetal condition, the predictive value of an abnormal pattern is low. In most studies the use of CTG has been associated with an increase in intervention in labour, particularly caesarean section, without clear evidence of benefit. Fetal blood sampling is the most useful associated technique for minimizing unnecessary intervention. The relationship between fetal heart rate, fetal blood pH changes and long-term outcome remains obscure and further work to clarify this relationship is urgently needed.
Article
The delivery of healthy babies is the primary goal of obstetric care. Many technologies have been developed to reduce both maternal and fetal risks for poor outcomes. For 50 years, electronic fetal monitoring (EFM) has been used extensively in labor attempting to prevent a large proportion of neonatal encephalopathy and cerebral palsy. However, even key opinion leaders admit that EFM has mostly failed to achieve this goal. We believe this situation emanates from a fundamental misunderstanding of differences between screening and diagnostic tests, considerable subjectivity and inter-observer variability in EFM interpretation, failure to address the pathophysiology of fetal compromise, and a tunnel vision focus. To address these suboptimal results, several iterations of increasingly sophisticated analyses have intended to improve the situation. We believe that part of the continuing problem is that the focus of EFM has been too narrow ignoring important contextual issues such as maternal, fetal, and obstetrical risk factors, and increased uterine contraction frequency. All of these can significantly impact the application of EFM to intrapartum care. We have recently developed a new clinical approach, the Fetal Reserve Index (FRI), contextualizing EFM interpretation. Our data suggest the FRI is capable of providing higher accuracy and earlier detection of emerging fetal compromise. Over time, artificial intelligence/machine learning approaches will likely improve measurements and interpretation of FHR characteristics and other relevant variables. Such future developments will allow us to develop more comprehensive models that increase the interpretability and utility of interfaces for clinical decision making during the intrapartum period.
Article
Objective: To evaluate intrapartum resuscitation interventions and improvement in category II fetal heart rate (FHR) tracings. Methods: This secondary analysis of a randomized trial of intrapartum fetal electrocardiographic ST-segment analysis included all participants with category II FHR tracings undergoing intrauterine resuscitation: maternal oxygen, intravenous fluid bolus, amnioinfusion, or tocolytic administration. Fetal heart rate pattern-recognition software was used to confirm category II FHR tracings 30 minutes before intervention and to analyze the subsequent 60 minutes. The primary outcome was improvement to category I within 60 minutes. Secondary outcomes included FHR tracing improvement to category I 30-60 minutes after the intervention and composite neonatal outcome. Results: Of 11,108 randomized participants, 2,251 (20.3%) had at least one qualifying intervention for category II FHR tracings: 63.7% improved to category I within 60 minutes and 50.5% improved at 30-60 minutes. Only 3.4% underwent cesarean delivery and 4.1% an operative vaginal delivery for nonreassuring fetal status within 60 minutes after the intervention. Oxygen administration was the most common intervention (75.4%). Among American College of Obstetricians and Gynecologists-defined subgroups that received oxygen, the absent FHR accelerations and absent-minimal FHR variability subgroup (n=332) was more likely to convert to category I within 60 minutes than the FHR accelerations or "moderate FHR variability" subgroup (n=1,919) (77.0% vs 63.0%, odds ratio [OR] 2.0, 95% CI 1.4-2.7). The incidence of composite neonatal adverse outcome for category II tracings was 2.9% (95% CI 2.2-3.7%) overall; 2.8% (95% CI 2.0-3.8%) for improvement to category I within 60 minutes (n=1,433); and 3.2% (95% CI 2.1-4.6%) for no improvement within 60 minutes (n=818). However, the group with improvement had 29% lower odds for higher level neonatal care (11.8% vs 15.9%, OR 0.71, 95% CI 0.55-0.91). Conclusion: Nearly two thirds of category II FHR tracings improved to category I within 60 minutes of intervention with a relatively low overall rate of the composite neonatal adverse outcome. Funding source: Funded in part by Neoventa Medical.
Article
Continuous electronic fetal monitoring was developed to screen for signs of hypoxic-ischemic encephalopathy, cerebral palsy, and impending fetal death during labor. Because these events have a low prevalence, continuous electronic fetal monitoring has a false-positive rate of 99%. The widespread use of continuous electronic fetal monitoring has increased operative and cesarean delivery rates without improved neonatal outcomes, but its use is appropriate in high-risk labor. Structured intermittent auscultation is an underused form of fetal monitoring; when employed during low-risk labor, it can lower rates of operative and cesarean deliveries with neonatal outcomes similar to those of continuous electronic fetal monitoring. However, structured intermittent auscultation remains difficult to implement because of barriers in nurse staffing and physician oversight. The National Institute of Child Health and Human Development terminology is used when reviewing continuous electronic fetal monitoring and delineates fetal risk by three categories. Category I tracings reflect a lack of fetal acidosis and do not require intervention. Category II tracings are indeterminate, are present in the majority of laboring patients, and can encompass monitoring predictive of clinically normal to rapidly developing acidosis. Presence of moderate fetal heart rate variability and accelerations with absence of recurrent pathologic decelerations provides reassurance that acidosis is not present. Category II tracing abnormalities can be addressed by treating reversible causes and providing intrauterine resuscitation, which includes stopping uterine-stimulating agents, fetal scalp stimulation and/or maternal repositioning, intravenous fluids, or oxygen. Recurrent deep variable decelerations can be corrected with amnioinfusion. Category III tracings are highly concerning for fetal acidosis, and delivery should be expedited if immediate interventions do not improve the tracing.
Article
Aim: The early-onset intrauterine growth restriction (IUGR) is associated with severe placental insufficiency and Doppler abnormalities. The late-onset IUGR is associated with mild placental insufficiency and normal Doppler velocimetry. The computerized cardiotocographic (cCTG) monitoring is used to evaluate the fetal well-being in pregnancies complicated by IUGR. Our aim was to investigate the cardiotocographic characteristics of IUGR fetuses and to identify every cCTG difference between Healthy and IUGR fetuses. Methods: Four hundred thirty pregnant women were enrolled starting from the 28th week of gestation until the time of delivery: 200 healthy and 230 IUGR fetuses. Fetal heart rate (FHR) baseline (FHR), short-term variability (STV), long-term irregularity (LTI), delta, interval index (II), approximate entropy (ApEn), high frequency (HF), low frequency (LF), movement frequency (MF), LF/(HF + MF) ratio (LF/(HF + MF)) and number of decelerations were examined. Newborn baby data were also collected. Results: The parameters of short- and medium-term variability discriminate between IUGR and healthy fetuses before 36 weeks including FHR, STV, LTI and delta discriminate between each subgroup of IUGR were compared to each one of the other two (P < 0.05). Conclusion: cCTG is a useful tool for the evaluation of chronic hypoxemia, which causes a delay in the maturation of all components of the autonomic and central nervous system. However, cCTG requires integration with fetal ultrasound and Doppler vessels evaluation to improve the ability to predict the neonatal outcome.
Article
Limited data are available on fetal monitoring during non-obstetric surgery in pregnancy. We performed a systematic review to evaluate the incidence of emergent cesarean delivery performed for non-reassuring fetal heart rate patterns during non-obstetric surgery. Electronic databases were searched from their inception until October 2018 without limit for language. We included studies evaluating at least five cases of intraoperative fetal heart rate monitoring -either with ultrasound or cardiotocography- during non-obstetric surgery in pregnant women at ≥22 weeks of gestation. The primary outcome was the incidence of intraoperative cesarean delivery performed for non-reassuring fetal heart rate monitoring. Non-reassuring fetal heart rate monitoring was defined by attendant personnel, meeting NICHD criteria for category II or III patterns. Data extracted regarded type of study, demographic characteristics, maternal and perinatal outcomes. Statistical analysis was performed for continuous outcomes by calculating mean and standard deviations for appropriate variables. Of 120 studies identified, 4 with 41 cases of intraoperative monitoring met criteria for inclusion and were analyzed. Most (66%)surgeries were indicated for neurological or abdominal maternal issues and were performed under general anesthesia (88%)at a mean gestational age of 28 weeks. Minimal or absent fetal heart variability was noted in most cases and a 10–25 beats per minutes decrease in fetal heart rate baseline was observed in cases with general anesthesia. No intraoperative cesarean deliveries were needed. The incidence of non-reassuring fetal heart rate monitoring was 4.9% (2/41)and were limited to fetal tachycardia during maternal fever. Two (4.9%)cases of non-reassuring fetal heart rate monitoring were noted within the immediate 48 h after surgery, necessitating cesarean delivery. A single case of intrauterine fetal demise occurred four days postoperatively in a woman who had neurosurgery and remained comatose. In conclusion, limited data exist regarding the clinical application of fetal heart rate monitoring at viable gestational ages during non-obstetric surgical procedures. Fetal heart rate monitoring during non-obstetric surgery at ≥22 weeks was not associated with need for intraoperative cesarean delivery, but two (4.9%)cesarean deliveries were performed for non-reassuring fetal heart rate monitoring within 48 h after surgery.
Article
To examine the effects of vibroacoustic stimulation (VAS) on fetal heart rate (FHR) in term human fetuses by computerized carditocography system. FHR was analyzed 20 min before and 30 min after vibroacoustic stimulation using the Oxford Sonicaid System 8002 for computerized FHR measurement. Recordings were made in 31 uncomplicated pregnancies at 36-42 weeks' gestation. Vibroacustic stimulation of the fetus evoked a significant increase in all the parameters evaluated (number of fetal movements, of accelerations above 10 and 15 bpm, in high- and low-variability episodes, and in short-term variations). Concerning the effect of behavioural states on the response to VAS, some changes (FHR, high-variability episodes) occurred independently of behavioural states, while other parameters (accelerations >10 and 15 bpm: short-term variation) underwent statistically significant changes only for behavioural states 1F and 2F. Our study supports the hypothesis of a significant fetal response in normal term pregnancy, as clearly shown by computerized cardiotocography. The immediate response occurred independently of behavioural states, although some differences were present (mainly for F1 and F2 states) if the evaluation was extended in time.