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Laboratorios urbanos
Crisis, controversias
e incertidumbres en la gestión
del conocimiento
Francisco Javier de la Torre Galindo
María Esther Sánchez Martínez
(Coordinadores)
Universidad Autónoma Metropolitana
Rector General
Dr. José Antonio de los Reyes Heredia
Secretaria General
Dra. Norma Rondero López
Unidad Azcapotzalco
Rector de la Unidad
Dr. Oscar Lozano Carrillo
Secretaria de la Unidad
Dra. Yadira Zavala Osorio
Director de la División de Ciencias
y Artes para el Diseño
Mtro. Salvador Ulises Islas Barajas
Secretaria Académica de la División
de Ciencias y Artes para el Diseño
Mtra. Areli García González
Jefe del Departamento de Evaluación
del Diseño en el Tiempo
Dr. Luis Jorge Soto Walls
Jefa del Área de Estudios Urbanos
Dra. María Esther Sánchez Martínez
Integrantes del Consejo Editorial
Dra. Gloria María Castorena Espinosa
Coordinadora
Mtra. Irma López Arredondo
DCG. Laura Elisa León Valle
Dr. Francisco Gerardo Toledo Ramírez
Mtro. Saúl Vargas González
Integrantes del Comité Editorial
Dra. Luisa Regina Martínez Leal
Presidenta
Dra. Gloria María Castorena Espinosa
Dra. Elizabeth Espinosa Dorantes
Dra. Ma. Itzel Sainz González
Dr. Fernando Rafael Minaya Hernández
Mtra. Adriana Acero Gutiérrez
Dr. Fausto Rodríguez Manzo
Coordinación y cuidado de la edición:
Francisco Javier de la Torre Galindo
María Esther Sánchez Martínez
Diseño de portada:
D.C.G. Tzindehé Jiménez Corredor
Fotografía de portada:
Agustín Méndez Pérez
ISBN:
978-607-28-2650-2 [versión impresa]
978-607-28-2637-3 [versión digital]
Fecha de publicación:
noviembre de 2022
Lugar de publicación:
Ciudad de México
[5]
Contenido
Introducción
Francisco Javier de la Torre Galindo y
María Esther Sánchez Martínez .................................. 7
PRIMERA PARTE
COMPLEJIDAD Y CONTEXTO DE LOS LABORATORIOS URBANOS
Crisis de la ciencia de las ciudades ante la transición socioecológica
Salomón González Arellano .................................... 17
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano
José Antonio Huitrón Mendoza ................................. 27
SEGUNDA PARTE
POSTURAS EN CONSTRUCCIÓN DE LOS LABORATORIOS URBANOS
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos de estudio:
transdisciplina e incertidumbre en la toma de decisiones
Yosune Miquelajauregui, Luis. A Bojórquez-Tapia
y Erik. A. Hernández ......................................... 49
Elementos para construir el espacio: Laboratorio de Información
Geográfica y Análisis Regional y Territorial (LIGART)
Adela Calderón Franco, Rosalía Camacho Lomelí, Raúl Enríquez Valencia,
Édgar Talledos Sánchez y Ramsés Cruz Arenas ....................... 69
Las narrativas socioambientales como estrategia para la resignificación
del territorio: la experiencia del Laboratorio Socioambiental Ciudadano
como espacio digital de diálogo en la Sierra de Guadalupe
Elsa Antonia Pérez-Paredes y Líber Antonio Sosa Martínez .............. 95
TERCERA PARTE
(AUTO)PRODUCCIÓN DE LABORATORIOS URBANOS
El laboratorio de Sistemas de Información Geográfica de la Universidad Nacional de
General Sarmiento. Datos geoespaciales del Conurbano Bonaerense
Nicolás Caloni y Marina Miraglia ................................ 117
Aproximaciones a la propuesta de creación del Laboratorio Universitario Nacional
GEOUAM 3.0
Alfonso Chávez Muñoz ....................................... 139
Laboratorio de la Forma Urbana. Elementos para su planificación
Felipe Gerardo Ávila Jiménez, Francisco Javier de la Torre Galindo, María Esther
Sánchez Martínez ........................................... 157
CUARTA PARTE
RELATORÍAS
Laboratorios urbanos y sus objetos de estudio
Clara Ortega García .......................................... 169
Gestión de la información en los laboratorios urbanos
Felipe Gerardo Ávila Jiménez ................................... 177
Funcionamiento interno y vinculación externa de los laboratorios urbanos
Adela Calderón Franco ........................................ 187
Prácticas e impacto de los laboratorios urbanos en el territorio
Leonel Alcántara Hernández .................................... 207
Consideraciones e insumos para la construcción de agendas de trabajo colectivo
Francisco Javier de la Torre Galindo y María Esther Sánchez Martínez 219
Los laboratorios y los autores .................................... 227
[7]
Introducción
Francisco Javier de la Torre Galindo*
María Esther Sánchez Martínez*
Laboratorios urbanos. Crisis, controversias e incertidumbres en la gestión del
conocimiento es una compilación de memorias resultado del esfuerzo colecti-
vo desarrollado en el seminario Laboratorios Urbanos ante la pandemia que se
celebró vía remota entre el 14 de septiembre y el 5 de octubre de 2021.1 La or-
ganización estuvo a cargo de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad
Azcapotzalco, la División de Ciencias y Artes para el Diseño, el Departamento
de Evaluación del Diseño en el Tiempo a través del Área de Estudios Urbanos.
En él confluyeron laboratorios de distintas latitudes y algunas organizaciones
sociales, quienes en esta edición dejan testimonio de su participación.2
* Área de Estudios Urbanos. Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco.
1 Las conferencias y las mesas de trabajo se pueden ver en el canal de YouTube: Área de Estu-
dios Urbanos UAM (https://www.youtube.com/channel/UCGZE8g0I9JCb_xu8heWBEBA)
2 Participantes: Centro de Estudios de Desarrollo Regional y Urbano Sustentable (CEDRUS-UNAM);
Laboratorio Nacional de Geointeligencia (GEOINT-CENTROGEO); 06600 Plataforma Vecinal y
Observatorio de la Colonia Juárez; Colectivo Claudia Cortés; Laboratorio de Análisis Socio-
territorial (LAST-UAM-C); Laboratorio de Información Geográfica y Análisis Territorial (ITO);
Centro de Investigación Urbes-Lab; Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad
(LANCIS-UNAM); Laboratorio de SIG para el Análisis Territorial y Urbano (UDG); Programa de
8 Laboratorios urbanos
La jornada académica se realizó en un contexto inusitado para nuestras
generaciones, el segundo año de la pandemia. El 11 de febrero de 2020 la Or-
ganización Mundial de la Salud anunció que el nuevo coronavirus sería deno-
minado COVID-19. Desde entonces, el mundo afronta un nivel de complejidad
que ha exigido un aceleramiento en el trabajo científico y ha revelado la ne-
cesidad de estar cada vez más conectados. En este contexto global, lo urbano
se caracteriza por dos condiciones en tensión. Por un lado, está el avance en
la interconexión, es decir, el flujo de información y conocimiento, junto con
el movimiento de las variables científicas y sus aplicaciones tecnológicas. Lo
anterior refiere al proceso de globalización y afecta de manera diferenciada a
regiones, naciones y ciudades. Por el otro, la acumulación de crisis en diver-
sas dimensiones (ambiental, económica, social, cultural) se ha vuelto a eviden-
ciar con la pandemia. Tal contexto obliga a revisar las formas y los procesos
de los espacios de producción y gestión del conocimiento sobre la ciudad y el
territorio, con el fin de compartir y generar pistas para el ajuste en las agen-
das de trabajo.
El seminario se propuso como un espacio de discusión en torno al papel, la
estructura y el funcionamiento de los laboratorios urbanos frente a las trans-
formaciones actuales en las ciudades. En principio, la noción de “laboratorio
urbano” se utilizó para hacer referencia a la diversidad de espacios dedicados
a la gestión de información sobre ciudades y territorios, que pueden ser ob-
servatorios, programas, colectivos, etcétera. De modo específico, el seminario
buscó activar vínculos de colaboración entre instituciones y espacios de siste-
matización y generación del conocimiento para revisar la posibilidad de crear
agendas de trabajo colectivas. De manera complementaria se planteó produ-
cir insumos para el proceso de fortalecimiento del Laboratorio de la Forma
Urbana (LFU) de la UAM Azcapotzalco, con el propósito de insertar al LFU como
un nodo en la red de espacios de gestión de información urbana desde el cual
Investigación en Estudios Metropolitanos (PIEM); Laboratorio de Ecología Urbana (UNED); La-
boratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables (UNAM, US, UDG, UACJ, UACH);
Laboratorio Socioambiental Ciudadano; Laboratorio Hábitat Social: Participación y Género
(LAHAS-UNAM); Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica (IC-UNGS); Observatorio
das Metrópoles; Laboratorio de la Forma Urbana (LFU-UAM-A).
Introducción 9
se promuevan vínculos de reciprocidad con otros laboratorios insertos dentro
de instituciones académicas y organizaciones sociales.
El seminario se estructuró en cuatro ejes temáticos distribuidos en cuatro
sesiones, divididas cada una de ellas en dos grandes rubros. El primero corres-
pondió a las conferencias magistrales que abrieron cada jornada con el obje-
tivo de colocar aspectos, factores y consideraciones, tanto propositivos como
críticos, para delinear un primer mapa sobre el tema correspondiente. En el
segundo se desarrollaron las mesas de trabajo que dieron continuidad a los
planteamientos de cada conferencia magistral y se conformaron como espa-
cios de discusión de los laboratorios o grupos de investigación participantes.
En cada mesa coincidieron representantes de laboratorios de la Universidad
sede, de organizaciones de la sociedad civil, de otras instituciones académicas
mexicanas, de Latinoamérica y de laboratorios nacionales Conacyt.
3
De mane-
ra general, se buscó que las discusiones de cada mesa arrojaran insumos para
la construcción de una agenda de trabajo ante las complejas condiciones urba-
nas estructurales (desigualdad, segregación, fragmentación, desplazamiento,
etcétera) en una fase prolongada de crisis sanitaria.4 Los ejes que guiaron las
jornadas de trabajo partieron de las siguientes interrogantes:
Eje temático 1. Laboratorios urbanos y sus objetos de estudio. Con este eje
se buscó reconocer los procesos con los cuales los laboratorios delimitan los
fenómenos y procesos que se proponen estudiar. ¿Quiénes y cómo delimitan
el objeto de estudio del laboratorio? ¿Cómo se establecen los abordajes y en-
foques metodológicos al objeto de estudio? ¿Interesa la innovación metodoló
-
gica? ¿Hay una postura teórica de base? ¿Hay una mirada interdisciplinaria
al objeto de estudio?
3 La definición de Laboratorio Nacional para Conacyt se puede consultar en el sitio: https://
conacyt.mx/conacyt/areas-del-conacyt/desarrollo-cientifico/laboratorios-nacionales/
4 Un insumo para la discusión es lo que la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordena-
miento Territorial y Desarrollo Urbano (2016), en su artículo 8, señala sobre la construcción
del Sistema de Información Territorial y Urbano, y que el Programa Nacional de Ordena-
miento Territorial y Desarrollo Urbano 2021-2024 retoma en su Estrategia prioritaria 1.5 so-
bre la generación, sistematización y difusión de información de la materia. En este mandato
destaca la necesidad de potenciar la capacidad de gestión de información sobre el territorio,
pero también abre interrogantes sobre la tutela y el aprovechamiento de esa información.
10 Laboratorios urbanos
Eje temático 2. Gestión de la información en los laboratorios urbanos. El
propósito de este eje fue traer a la luz los procesos de recuperación, almace-
namiento, sistematización y generación de información, así como su relación
con los objetivos y funciones de cada laboratorio. ¿Qué tipo de información
interesa? ¿Cómo se recupera, almacena y sistematiza la información? ¿Se
produce nueva información? ¿Qué formas se utilizan para la difusión de la in-
formación? ¿Para quién y para qué se recupera, se produce y se difunde la in for-
mación? ¿Existe postura o enfoque que define el uso de la información? ¿Cuál
es el papel de la tecnología para la gestión de la información?
Eje temático 3. Funcionamiento interno y vinculación externa de los la-
boratorios urbanos. En este eje exploró los mecanismos institucionales y ad-
ministrativos que permiten la operación de los laboratorios. ¿Se planifica la
operación del laboratorio? ¿Quién y cómo administra el laboratorio? ¿Quiénes
y con qué perfil y condiciones operan el laboratorio?
¿Qué recursos requiere y cómo los obtiene? ¿Genera recursos? ¿Desarro-
lla sus actividades con transparencia y rendición de cuentas? ¿Cuáles son las
lógicas y los mecanismos de comunicación del laboratorio? ¿Qué interés tie-
ne la vinculación para el laboratorio? ¿Cómo se establece el alcance y el im-
pacto de la labor del laboratorio? ¿Cómo se relaciona con otros laboratorios,
organizaciones e instituciones? ¿Existe apertura a sujetos y grupos sociales?
Eje temático 4. Prácticas e impacto de los laboratorios urbanos en el te-
rritorio. El eje propuso hacer énfasis en la vinculación real y posible entre la
gestión de información y los territorios, sus procesos y actores, con énfasis en
la postura y el interés por incidir en la realidad.
En esta compilación se presentan dos de las conferencias magistrales que
se impartieron, seis textos de los laboratorios participantes y cuatro relatorías
que dan cuenta de las discusiones que se generaron a lo largo de las distintas
jornadas.
5
Si bien todos los textos muestran elementos reflexivos sobre la ges-
tión de información, el funcionamiento, la vinculación y los impactos de los
laboratorios, esta publicación propone cuatro apartados que permiten hacer
5 En las relatorías se pueden encontrar elementos que no aparecen en los capítulos, pero tam-
bién algunos puntos que sí mencionan los autores de las conferencias y los otros capítulos. El
propósito de esto es permitir que los lectores, si así lo deciden, puedan acudir directamente
a las relatorías para recuperar las ideas clave del seminario.
Introducción 11
énfasis en los aportes de cada texto para la posible conformación de agendas
de trabajo colectivo.
La primera parte, Complejidad y contexto de los laboratorios urbanos, pre-
senta las dos conferencias con las cuales se exponen aspectos de fondo y
de contexto sobre la complejidad en la formulación, definición y operación de
un laboratorio urbano.
En la “Crisis de la ciencia de las ciudades ante la transición socioecológi-
ca”, Salomón González Arellano del Laboratorio de Análisis Socioterritorial
(LAST) de la UAM Cuajimalpa, ofrece una reflexión en torno a las nociones de
incertidumbre y crisis en el contexto académico y de los laboratorios urbanos.
Para ello plantea dos preguntas que serán el hilo conductor de su texto: “¿qué
indicios deberíamos tomar en cuenta quienes estamos en la academia, aque-
llos que intentamos hacer ciencia en las universidades y cuya tarea es observar
la realidad o lo que pasa en el mundo?, o bien, ¿cómo podemos darles sentido
a estas transformaciones?” La crisis de la ciencia tiene distintas aristas, como
señala el autor: una relativa a la confianza y transparencia, otra la gobernanza
y otra, no menos importante, epistémica. Es cada vez más frecuente que el
objeto de estudio, la ciudad, se analice no sólo desde la óptica del urbanismo
o de la arquitectura sino desde distintas disciplinas, lo anterior como conse-
cuencia de su complejidad.
“Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio Urba-
no” de José Antonio Huitrón Mendoza del Centro de Estudios de Desarrollo
Regional y Urbano Sustentable (CEDRUS) de la UNAM, es un texto que centra el
análisis en la temática de la gestión de la información. El autor hace una dis-
tinción entre un laboratorio urbano que parte de datos que no están confeccio-
nados con fines científicos y otro donde es posible hacer experimentos donde
se mantiene el control de las variables. A lo largo del desarrollo se centra en el
tipo de información que se produce en un laboratorio urbano y los elementos
estructurales y coyunturales que intervienen en el análisis de los problemas.
La segunda parte, Posturas en construcción de los laboratorios urbanos, se
compone de tres textos en los cuales, desde la experiencia propia de los auto-
res y los espacios a los que pertenecen, se exponen los retos e implicaciones en
la delimitación de los objetos de estudio de los laboratorios urbanos.
12 Laboratorios urbanos
“Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos de estudio: trans-
disciplina e incertidumbre en la toma de decisiones” de Yosune Miquelajaure-
gui, Luis A. Bojórquez- Tapia y Erik A. Hernández del Laboratorio Nacional de
Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la UNAM, es un texto
en el que se hace un repaso de los fundamentos teóricos y analíticos que se re-
quieren para la comprensión y estudio de los sistemas socioecológicos. Para
lograr lo anterior, se exponen las características del objeto de estudio y se in-
troducen algunas categorías de análisis y metodologías.
En “Elementos para construir el espacio: Laboratorio de Información Geo-
gráfica y Análisis Regional Territorial (
LIGART
)”, Adela Calderón Franco, Rosalía
Camacho Lomelí, Raúl Enríquez Valencia, Edgar Talledos Sánchez y Ramsés
Cruz Arenas del Instituto Tecnológico de Oaxaca, exponen la forma en que está
organizado este laboratorio, la manera en cómo se proveen recursos humanos
y financieros para su funcionamiento, además de los proyectos que realizan.
De manera especial, destacan el enfoque y la postura de su trabajo con lo que
lo técnico adquiere una dimensión política.
“Las narrativas socioambientales como estrategia para la resignificación
del territorio: dos experiencias del Laboratorio Socioambiental Ciudadano”
de Elsa Antonia Pérez-Paredes y Líber Antonio Sosa Martínez, se centra en la
relevancia que adquiere la resignificación del territorio a través de nuevos re-
latos y muestran las consecuencias que se derivan de ahí. Entre ellas está la
posibilidad de establecer nuevos puentes de comunicación entre autoridades,
actores sociales en territorios poco estudiados.
La tercera parte, (auto) Producción de laboratorios urbanos, se compone de
tres textos que muestran los procesos internos de formación de laboratorios
en tres tiempos: en pasado con la consolidación de un laboratorio; futuro con
el planteamiento de una estrategia de articulación de laboratorios; y presente
con el trabajo para el fortalecimiento de otro laboratorio.
El texto “El Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica de la Uni-
versidad Nacional de General Sarmiento. Datos geoespaciales del conurbano
bonaerense” de Nicolás Caloni y Marina Miraglia, es una colaboración que re-
lata el origen de su laboratorio, además de los proyectos en los que han parti-
cipado desde su creación hasta la actualidad.
Introducción 13
A manera de proyecto, “Aproximaciones a la propuesta de creación del
Laboratorio Universitario Nacional GEOUAM 3.0” de Alfonso Chávez Muñoz
del Programa de Investigación en Estudios Metropolitanos (PIEM) de la UAM,
examina la relevancia de la información, su distribución y su uso en el ámbito
geográfico para la producción de una red de espacios con carácter de Labo-
ratorio Nacional.
El último capítulo es una contribución que viene de los organizadores del
Seminario e integrantes de un Laboratorio en la UAM Azcapotzalco. Titulado
“Laboratorio de la Forma Urbana. Elementos para su planificación”, el tex-
to plantea la continuación de los trabajos para el fortalecimiento del espacio,
ahora con la presentación de las ideas rectoras para la conformación de su
plan de trabajo.
En esta compilación de memorias no fue posible incluir todas las participa-
ciones, de modo que, en la cuarta parte, Relatorías, se deja constancia de todas
las discusiones a través de síntesis de los asuntos más importantes abordados.
Se trata de: “Eje temático 1: Laboratorios urbanos y sus objetos de estudio”
a cargo de Clara Ortega García; “Eje temático 2: Gestión de la información
en los laboratorios urbanos” desarrollada por Felipe Gerardo Ávila Jiménez;
“Eje temático 3: Funcionamiento interno y vinculación externa de los labora-
torios urbanos” por parte de Adela Calderón Franco. “Eje temático 4: Prácti-
cas e impacto de los laboratorios urbanos en el territorio” de Leonel Alcántara
Hernández. En complemento y como último aporte del libro, se incorpora un
texto con “Consideraciones e insumos para la construcción de agendas de tra-
bajo colectivo” que espera ser el elemento que estimule la continuidad de las
reflexiones colectivas.
Finalmente, estimamos que la valía de este texto radica en la exposición de
los problemas que atañen a nuestro siglo y la manera en cómo los laboratorios
urbanos desarrollan formas y mecanismos para abordarlos. Hay distintos ma-
tices de reflexión que abarcan desde los problemas a investigar, al cuestiona-
miento de las disciplinas académicas, hasta los problemas que se tienen para
el financiamiento y funcionamiento de los espacios.
PRIMERA PARTE
Complejidad y contexto
de los laboratorios urbanos
[17]
Crisis de la ciencia de las ciudades
ante la transición socioecológica*
Salomón González Arellano**
* Laboratorio de Análisis Socioterritorial (LAST). Universidad Autónoma Metropolitana, Cua-
jimalpa.
** Agradecemos especialmente a Perla Lorena Olarte Gómez por el apoyo en la transcripción de
la conferencia.
Resumen
Ante las transformaciones urbanas en el contexto actual, el texto propone una
reflexión sobre el sentido y función de un laboratorio urbano. La condición de
crisis se coloca como el punto de partida, para enseguida fortalecer la idea de la
complejidad en lo urbano y la relevancia de la multi y la transdisciplina para
afrontar los procesos de transición y la condición de incertidumbre.
Palabras clave: crisis, incertidumbre, transición socioecológica.
El propósito de esta charla es contribuir a la discusión en torno a la relevan-
cia de los laboratorios urbanos en el contexto de la pandemia actual. Quisiera
plantear algunas pistas y una reflexión inicial. Aunque no hablaré de la pande-
mia como tal, lo cierto es que ésta me permite abrir el espectro para pasar de
18 Laboratorios urbanos
la idea de crisis a la de incertidumbre. Dicho de otro modo, hoy estamos frente
a una pandemia, mañana será otra cosa, o bien continuaremos en una situa-
ción parecida a la actual. Entonces, ¿qué indicios deberíamos tomar en cuenta
quienes estamos en la academia, aquellos que intentamos hacer ciencia en las
universidades y cuya tarea es observar la realidad o lo que pasa en el mundo?,
o bien, ¿cómo podemos darles sentido a estas transformaciones?
Tratemos de ubicar la idea de laboratorio en el contexto de la pandemia
que afrontamos, incluso más allá de ella. Se trata de revisar la idea de crisis en
las ciencias de las ciudades. Dentro un contexto más amplio que rebasa la no-
ción de crisis, quisiera exponerlo a partir de un contexto de transición, el cual
estimo que nos permite familiarizarnos más con nuestros marcos de referen-
cia, nuestras posiciones en el mundo y la propia existencia.
Es seguro que muchos de los que estamos vinculados con la academia y
las universidades, percibimos que la ciencia y el sistema científico –que son
distintos– están experimentando una crisis. Y aunque tales crisis han sido do-
cumentadas de diversos modos, no está de más preguntarse ¿en qué consiste
esta crisis de la ciencia?
Se suele asumir que la ciencia es estable, sólida, robusta. No obstante, ha
corrido mucha tinta sobre el tema de la crisis en la ciencia, y eso ha suscitado
mi interés. De ahí que pueda identificar tres grandes asuntos:
i.
La crisis de la ciencia está referida al tema de la conanza y de la
transparencia. Al respecto existe un gran debate, ampliamente docu-
mentado dentro de la comunidad cientíca, que se centra sobre la re-
productividad de los experimentos, de los datos generados, además de
los fraudes o malas interpretaciones. Más aún, la pérdida de la conan-
za en la ciencia se ha visto reejada en la sociedad, basta poner como
ejemplo el tema de las vacunas. En este contexto se ha cuestionado la
autoridad, la veracidad y la credibilidad de la ciencia, y de los cientí-
cos, esto es para mí una señal de crisis.
ii.
La crisis de gobernanza de la ciencia se da en dos grandes niveles: local
y global. La ciencia es una actividad de la humanidad con sus particu-
laridades locales, es un hecho social y responde a esto. Ambos niveles,
local y global, están relativamente interconectados y coordinados, pese
Crisis de la ciencia de las ciudades... 19
a ello hay problemas de gobernanza. Lo atestiguamos quienes estamos
en la ciencia o pertenecemos a la academia en México, un ejemplo
de ello son las controversias que se han dado alrededor del Sistema
Nacional de Investigadores del Conacyt. La discusión ha adquirido
distintos matices, desde los político-administrativos, pasando por los
relacionados con la inversión hasta llegar al tipo de ciencia que que
-
remos hacer y el tipo de libertad y responsabilidad en la investigación
con nanciamiento público. Lo anterior es muestra de un debate que
no existía antes y resulta muy productivo, al mismo tiempo deja ver
que hay una crisis de gobernanza en el sistema cientíco.
iii.
Una más, quizá la más importante y menos evidente, es una crisis de
carácter epistémico. Parte de los debates gira en torno a la manera
en cómo evoluciona la ciencia; esta no puede ser la misma de hace
50 años, hay paradigmas que tienen caducidad y han sido reempla
-
zados por otros. El asunto es parte del debate actual. Estimo que los
laboratorios urbanos se insertan en esta discusión, en tanto que son
dispositivos de producción cientíca, como dirían algunos o de hechos
cientícos como dirían otros. Los laboratorios tienen bien delimitado
quiénes trabajan, cómo trabajan y qué se espera de sus actividades
cientícas. Por ejemplo, las corporaciones de interés privado hacen
investigación y cada vez más organizaciones sociales, ONG, etcétera,
se están encargando y están tomando riendas en construir el conoci
-
miento. Todos ellos son, aunque no se llamen así, laboratorios como
unidades de producción de conocimiento. En medio de esta crisis hay
que ubicarnos para el diseño de un proyecto de un laboratorio, no sólo
para montarlo sino para darle seguimiento. Laboratorios hay muchos
y de diversos tipos, no conciernen sólo a la ciencia; bien pueden estar
asociados a una universidad, a un centro de investigación o en otro
contexto no necesariamente académico. El hecho de que no sólo par-
ticipe el mundo de la academia en la creación de los laboratorios ha
propiciado, en parte, la crisis de la que he hablado. La ciencia no está
hecha solamente por cientícos, sino que intervienen muchos actores,
que por fortuna tienen más canales de comunicación entre ellos.
20 Laboratorios urbanos
Para efectos de este seminario, nos enfrentamos a un campo relativamente
bien definido vinculado con lo urbano o la ciudad, al mismo tiempo, podemos
advertir que en el estudio de lo urbano y de la ciudad ha habido una evolución
que puede ser sintetizada de la siguiente manera: “la ciudad es demasiado com-
pleja, interesante e importante para dejarla en las manos de los urbanistas y
de los arquitectos”. Hoy día, además de arquitectos y urbanistas, vemos cada
vez más antropólogos, sociólogos, politólogos, informáticos, físicos, físicos de
la atmósfera, agricultores, etcétera, quienes se interesan por la ciudad. Todo
esto es un buen ejemplo de interdisciplina y transdisciplina, en un ámbito don-
de el objeto requiere, dada su complejidad, la convergencia y divergencia, los
conocimientos y las capacidades metodológicas y técnicas. Esto es así porque
las sociedades le dan un papel más relevante a las metrópolis.
Vale la pena revisar lo que Neil Brenner explora sobre el tema de la transi-
ción urbana, pues esto nos lleva a reconocer que estamos ante una metanarra-
tiva de lo urbano. En documentos que no tienen que ver directamente con lo
urbano generados, por ejemplo, por la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de la Organización Mundial para
la Salud (OMS) o de la UNESCO sobre la educación ya se encuentra presentes
apartados dedicados a analizar la importancia que tienen las ciudades, pese a
que no son reportes estrictamente sobre temas urbanos.
Por otro lado, podemos observar que hay una gran confianza en la dimensión
tecnocientífica del urbanismo. Ejemplo de esto es el paquete de estrategias y
soluciones en el tema relacionado con la sustentabilidad urbana. Detrás de esto
hay una agenda y una preocupación creciente sobre las megaciudades. Lo cual
para algunos autores podría ser considerado como la segunda oleada urbana.
Este urbanismo definitivamente no es el mismo urbanismo que hace 100
años; hay transiciones importantes y la categoría “urbano” es una categoría
dominante, lo vemos en muchos aspectos dentro y fuera de la academia. Es
una categoría discriminante, no sólo en términos de política pública, metodo-
lógica, sino discriminante incluso al señalar quién es urbano y quién no lo es,
es decir, hay una connotación peyorativa.
Las condiciones de lo urbano son cambiantes y emergen nuevas; estudia-
mos la estructura y la geografía urbanas. Al mismo tiempo advertimos que hay
nuevas geografías y escalas de lo urbano, lo mismo que configuraciones espa-
Crisis de la ciencia de las ciudades... 21
ciales; han surgido innovaciones y términos fragmentados en los últimos años.
Hay un gran interés por entender este patrón espacial de lo urbano, cada vez le
damos más importancia a la métrica de conectividad. Estamos ante realidades
insólitas, un ejemplo de ello es el coworking y el trabajo fuera de casa, inclu-
so puede emerger un co-schooling, es decir, escuelas donde los chicos puedan
conectarse y tener clases.
En ese sentido, podemos observar la emergencia de innovaciones invero-
símiles, la gente de hace un siglo se sorprendería de verlas. Estas nuevas reali-
dades se normalizan para nuestras generaciones. Pero si tomamos distancia,
las ciudades, en este caso, se han hecho más complejas y surgen nuevas geo-
grafías, nuevas temporalidades, nuevas gobernanzas, vale la pena preguntar-
se ¿cómo gobernarlas?
Hace tiempo la gobernanza de las ciudades estaba orientada, de manera
enfática, a suministrar servicios, vivienda, atender inundaciones; hoy día ex-
plotan las demandas de exigencia de diversa índole, entre ellos los derechos.
Lo anterior se deriva de las nuevas geografías de tales gobernanzas. Es inte-
resante, también, los cambios de regímenes espacio-temporales de la ciudad,
por ejemplo, el zoning que nos enseñaron cuando éramos estudiantes, el cual
era la estrategia clásica de gobernar a la ciudad considerando principalmente
la dimensión espacial. En la actualidad, existe la gobernanza del espacio y del
tiempo, la cual será cada vez más importante, en la medida en que se convier-
ta en un recurso para domesticar la complejidad de las ciudades.
El tema de los laboratorios es fascinante, hace tiempo estuve siguiendo el
desarrollo de algunos observatorios muy articulados con temas territoriales y
urbanos. De hecho, aquí en México tenemos algunos laboratorios y, a veces, la
frontera entre unos y otros no es muy clara. La observación es una actividad
propia de los laboratorios.
Y esto me da la pauta para hablar del libro La vida en el laboratorio de Bruno
Latour y Steve Woolgar (1979). El texto plantea la construcción del hecho cien-
tífico como una construcción social. Bien puede ser una teoría, una hipótesis,
un artículo de investigación, una patente, una metodología, etcétera, pero todos
ellos responden a las instituciones, a los presupuestos, al prestigio académico, a
las interacciones entre las personas que conviven en los laboratorios y la capaci-
dad de negociación que estas tengan. En este sentido la discusión es importante.
22 Laboratorios urbanos
A propósito de esto, en un seminario reciente donde participaba toda la
UAM, sobre el tema de la ciencia, el arte y la ciudadanía, se planteaba el asunto
de las disciplinas como si estas fueran cuasi personajes o entes monolíticos,
cuando es un proceso de institucionalización.
Lo mismo ocurre con los laboratorios, estos también se insertan en un
proceso de institucionalización; explicado de manera sencilla, se inicia cuan-
do se consigue un espacio o se pelea por este, cuando se obtiene la primera
computadora, o bien cuando llega el primer asistente o becario o cuando se
cuelga el letrero sobre la puerta que señala “Laboratorio de…”, todos ellos en
su conjunto son pequeños gestos y acciones que van configurando institucio-
nalmente este proceso.
Ahora se gana la credibilidad científica, académica, social, institucional
de los laboratorios a través de estos hechos, que como advierte Bruno Latour,
tienen cierta credibilidad en la producción. El término de la ciencia de los la-
boratorios, en el sentido purista, alude a la observación de hechos en campo o
gabinete, a la realización de informes o reportes, a la producción de modelos,
entre otros. Los cuales permiten ganar y construir un capital de credibilidad
vinculado con la pertinencia social y el rigor científico, ahora en contextos
como el mexicano y de las universidades públicas.
Regresando a la idea de ciudad como un objeto inter y transdisciplinario,
como queramos llamarle según el grado de complejidad, estimo que es impor-
tante ver hacia dónde van las actividades que se llevan a cabo dentro de los la-
boratorios. Además, si revisamos nuestras narrativas, derivadas del espíritu
uamero, estas tendrían que ser colaborativas e interdisciplinarias. Esto tiene
que ver con nuestros componentes de conocimientos, los cuales son conver-
gentes y divergentes en el sentido de compartir, por un lado, un conjunto de
conceptos base y por el otro, una serie de conocimientos especializados. Un
gran conocedor de muchas cosas no es suficiente, ser especialista de una sola
tampoco lo es, la demanda es poca.
Otro elemento para considerar es el grado de independencia en nuestra
actividad científica, una independencia que bien puede ser en aislamiento o
en colaboración con otros. Parafraseando a Andersen (2016) que sostiene que
el que trabaja solo y es totalmente experto en un tema muy delimitado le lla-
man una leyenda disciplinaria. También está el genio omnisapiente. Estas dos
Crisis de la ciencia de las ciudades... 23
figuras están en vías de desaparecer, sin embargo, han sido necesarias. Luego
tenemos la división del trabajo por disciplina, después de manera interdisci-
plinaria, estimo que en estos dos ámbitos es donde trabajan los laboratorios
en el sentido de que son espacios colectivos para trabajar, aquí hay que saber
moverse entre divergencia y convergencia.
Estamos en el contexto de la pandemia, del cambio climático o cualquier
otra situación de carácter más urgente o traumática, lo cierto es que estamos,
como la llaman algunos, en una fase de transición significativa a la que se le
denomina “transición socio-ecológica”. ¿A qué se refiere este concepto? Al
respecto podemos encontrar múltiples definiciones, a pesar de ser un tema
relativamente emergente, tiene que ver con una especie de cambio de un ré-
gimen socio-ecológico relativamente estable, pasando por una fase inestable
o caótica, para llegar a otro régimen socio-ecológico con relativa estabilidad.
Los teóricos y la literatura en torno al tema identifican en el régimen so-
cio-ecológico tres grandes transiciones o regímenes socio-ecológicos: la pri-
mera de ellas la de cazadores-recolectores, luego la agrícola, pasando por la
transición psicológica que da paso a la industrial. Eso no implica que hayan
desaparecido los regímenes anteriores, cada uno de ellos es un ajuste del an-
terior. Cada uno de estos tiene su componente alimentario, de gobernanza, de
comunicación y territorial o geográfico, quizá es aquí donde los urbanistas,
geógrafos o arquitectos nos interese.
Cada transición transforma al régimen espacio-temporal y, aunque resulta
obvio, el régimen espacial-temporal de hoy día es muy distinto al del pasado,
es decir, al que nos tenía acostumbrado el régimen industrial.
Hay señales de transformación para la necesidad de gobernanza del tiem-
po, en el que nuestras categorías científicas y administrativas no se ajustan
mucho a las nuevas realidades territoriales. Estas transformaciones generan
interrogantes como ¿qué es lo urbano cuando rebasa el ámbito de las ciudades?
¿Qué nuevas designaciones le ponemos? Todo esto en su conjunto es muestra
de la transición, no son manifestaciones aisladas porque de manera paralela
está la transición energética, alimentaria, demográfica, además de la epide-
miológica, entre otras.
La transición alimentaria tiene un componente territorial, espacial relevan-
te; la literatura sobre la transición socio-ecológica en este aspecto está marcada,
24 Laboratorios urbanos
hay un auge y existen teorías, métodos desde el punto de vista de la academia,
lo cual no invalida un componente normativo prescriptivo y lo podemos ver en
algunas manifestaciones de activistas, militantes de manera enfática en Euro-
pa, con ese nombre o un nombre diferente sobre la idea de transitar.
Algunas derivaciones de la idea de transición socio-ecológica están en las
teorías de la transición. Esta última es la que puede detonar el interés en el
ámbito de la arquitectura, del urbanismo, del diseño, de la ingeniería para la
tran sición, la gobernanza de la transición. Y surgen preguntas como ¿cómo
transitamos?, ¿a quién protegemos?, ¿debemos cambiar?, ¿qué no debemos
cambiar? En este proceso es el componente normativo el que se vincula con el
managment de la transición. De manera paralela hay otros instrumentos que
empiezan a discutirse como la desvinculación sociológica, la resiliencia, el de-
crecimiento, las teorías del colapso. Esto está estrechamente vinculado con la
ciudad y la forma urbana, si el crecimiento de las urbes no para, entonces el
componente material, no sólo espacial, también continuará intensificándose
y su impacto será relevante en términos de las transiciones.
Marc Swilling, otro teórico de las transiciones encuentra dos grandes es-
cuelas de pensamiento: las desarrollistas y las del post desarrollo, podemos
estar a favor o en contra de una o de otra, lo cierto es que la pandemia vino a
poner sobre el tapete de la discusión el tema del desarrollo.
Se empieza a ver este futuro normativo deseable de una sociedad, un mun-
do poscapitalista, posdesarrollo, pospatriarcal, poscarbono, poscolonial. Es
una transformación importante en términos normativos, es decir, es el esce-
nario en que muchos quisiéramos que se orientaran los hechos, y la narrativa
va en ese sentido.
Hay que admitir las grandes diferencias de este desarrollo colonial o pos-
colonial; hacer un salto de un régimen a otro genera incertidumbre, a los que
se han mudado de una ciudad a otra, de un trabajo a otro, o cualquier cambio
drástico genera incertidumbre. De algún modo esto se vincula con lo que se-
ñalé al principio de este trabajo: la ciencia ha buscado disminuir las incerti-
dumbres. Derivado de esta transición socio-ecológica, sería limitado pensar
que, si esta cambia los regímenes energético, político, territorial, ¿por qué no
habría de cambiar a la ciencia o a la episteme? De ahí que la idea de crisis que
comentaba al principio, el desajuste entre sociedad y ciencia, y el papel de la
Crisis de la ciencia de las ciudades... 25
ciencia en la sociedad, habría que esperar que cambiaran también los mar-
cos epistémicos de la ciencia. Por tanto, la incertidumbre va a aumentar en
los referentes teóricos, los modelos con los que contamos ya no van a cuadrar
totalmente como antes con la realidad, se pondrá de manifiesto un desajus-
te. Entonces, hay que entender dónde está la incertidumbre, esta no es regu-
lar, varía de un sistema a otro, hay niveles distintos y de naturaleza diferente.
Para Seurat y Tatri (2021: 28) una controversia puede ser una situación en
la cual un diferendo o desacuerdo entre varias partes –cada parte compuesta
de saberes especializados– no se resuelve porque ninguna alcanza a imponer
certidumbre. Entonces, la controversia se caracteriza por la sobreposición de
diversos asuntos, hechos y valores.
Si la incertidumbre está dentro de nuestros marcos cognitivos o si son
parte del desajuste entre nuestros marcos cognitivos y la realidad, hay que in-
corporarlos a nuestro quehacer. Un laboratorio debería habituarse a trabajar
sobre controversias y entrenar a sus integrantes para la inmersión en este tipo
de trabajo. Las controversias pueden ser objetos de estudio, esta es una buena
contribución para llevar a cabo. Una controversia académica no resuelta es la
relativa a las disposiciones clásicas de la forma urbana, la cual se enriquece
cuando sale de este ámbito y llega a la esfera pública. Este hecho la convierte
en algo más relevante y pertinente para examinar.
Hay una transformación, vemos un pivoteo entre una ética antropocéntri-
ca y una descentrada de los humanos, donde la ecología adquiere una impor-
tancia significativa. Inmersos en este contexto están los laboratorios urbanos
y no pueden no cambiar, hay que reconocer que lo urbano ha sido terriblemen-
te antropocéntrico. Estas tensiones van a transformar a la ciudad espacial y
temporalmente, aquí vale la pena que los laboratorios observen y construyan
hechos científicos, para entablar una nueva relación con el mundo.
Tal vez la pregunta que debiéramos hacernos es si los laboratorios están
listos para observar esto. Y luego ¿cómo podemos contribuir a esta nueva re-
lación?
Para ir concluyendo mi intervención, me gustaría retomar lo que en otro
trabajo he propuesto. Considero que nos dirigimos hacia una especie de rena-
cimiento 2.0, en alusión al renacimiento italiano donde hubo grandes trans-
formaciones que propiciaron el cambio del teocentrismo al antropocentrismo,
26 Laboratorios urbanos
donde cambiaron la ciencia, las artes, la política. Ahora, habrá que dar paso
al eco-centrismo. Solo me resta añadir que hay una luz al final del túnel y con
estas ideas pretendo contribuir a la discusión y el debate de los laboratorios.
Referencias
Andersen. H. (2016). Collaboration, interdisciplinarity, and the epistemology of
contemporary science in Studies in History and Philosophy of Science, 56,
pp. 1-10.
Seurat, C., Tatri, T. (2021). Controveses mode d’emploi, SciencePo Les Presses,
Paris.
[27]
Producción, difusión y acceso a la información
en un laboratorio urbano
José Antonio Huitrón Mendoza*
Resumen
En este trabajo se presenta una reflexión sobre aspectos relacionados con los
procesos de utilización, sistematización y generación de información en los la-
boratorios urbanos, el punto de partida es hacer una distinción sobre las par-
ticularidades del trabajo en este tipo de laboratorios en contraste con aquellos
en donde los datos provienen de un diseño experimental, se abordan también
cuestiones sobre el tipo de información que es de interés en los laboratorios
urbanos, sus procedimientos de recuperación, almacenamiento y la forma en
que se organiza, sobre cómo se producen nuevos datos, las formas de difu-
sión del trabajo en los laboratorios, los sujetos de interés de la misma, el en-
foque bajo el cual se realizan estas tareas y el papel que tiene la tecnología en
todos estos aspectos. El principal resultado de este trabajo radica en describir
sistemáticamente cómo es que opera un laboratorio urbano en términos de
* Centro de Estudios de Desarrollo Regional y Urbano Sustentable (CEDRUS). Universidad Na-
cional Autónoma de México (UNAM).
28 Laboratorios urbanos
entenderlo como una unidad de utilización, procesamiento y generación de
información de interés social.
Palabras clave: laboratorios urbanos, gestión de información, almacenamien-
to de datos.
Introducción
Este trabajo se enmarca en las actividades del Seminario 2021: Laboratorios Ur-
banos ante la Pandemia, particularmente en el eje de gestión de la información
en los laboratorios urbanos. El objetivo central del documento es presentar una
reflexión basada en las preguntas detonadoras utilizadas como guía para el se-
minario. En la primera parte se expone cómo la información en un Laboratorio
Urbano (LU) tiene un origen fundamentalmente en datos que no están diseña-
dos con fines científicos, en contraste con los laboratorios en los que es posible
el diseño de experimentos y el control de las condiciones en las que se desarro-
llan los fenómenos de estudio. Enseguida se abordan los temas que correspon-
den con el tipo de información que es de interés en los laboratorios urbanos,
sus procesos de recuperación, almacenamiento y sistematización, sobre cómo
se producen nuevos datos, las formas de difusión del trabajo en los laborato-
rios, los sujetos de interés de la misma, el enfoque bajo el cual se realizan estas
tareas y el papel que tiene la tecnología en todos estos procesos.
El trabajo y la validación en el laboratorio
La información entendida como ese conjunto de datos y mensajes codificados
que se producen en distintos ámbitos amerita al principio una reflexión sobre
las peculiaridades que puede tener un Laboratorio Urbano (LU), en compa-
ración con un laboratorio tradicional (por ejemplo, un laboratorio químico,
biológico, clínico, físico, entre otros). Esto porque la producción científica
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 29
proveniente de un LU tiene la particularidad de que los datos que utiliza, en lo
general, no son recolectados a partir de un diseño experimental. Los objetos o
sujetos de estudio son entidades que no es posible poner bajo las mismas con-
diciones una y otra vez en el momento de validar los resultados. Se confía en
los resultados en el entendido de que provienen de fuentes estadísticas con-
fiables que utilizan metodologías e instrumentos validados previamente, pero
rara vez un equipo de trabajo ubicado en ciencias sociales realiza la réplica
de los procedimientos empleados en una investigación. Esto es un problema al
que nos enfrentamos, la lectura de los estudios que involucran problemas so-
ciales tradicionalmente se concentra o limita a la lectura de los indicadores
de significancia estadística; tal asunto está ampliamente expuesto en Ziliak y
McCloskey (2008).
Un laboratorio es, en un sentido amplio, un espacio donde se elabora un
trabajo de investigación o se realiza experimentación. Pero no es exactamente
lo mismo un laboratorio en el que se pueda tener el control de las condiciones
de un experimento determinado para obtener datos que conducen a resul-
tados, en comparación con otro donde los datos provienen de objetos de estu-
dio sociales y son abordados por los mismos sujetos de estudio. Las ciencias
sociales usan como fuente esencial de información encuestas, censos, son-
deos, que si bien están realizados bajo criterios de representatividad estadís-
tica. Esto incide directamente en la validación de los estudios, las fuentes de
datos implican resultados que asumen un carácter de inapelable toda vez que
es imposible replicar las condiciones de observación de los fenómenos o la re-
petición de los procesos de levantamiento, dado el tamaño de las muestras o
censos. Además, debe considerarse que la mayoría de la información que se
utiliza en estudios de ciencias sociales, derivada de fuentes estadísticas insti-
tucionales, no es recolectada con fines científicos desde su origen (Leontief,
1985), sino con otros objetivos como la elaboración de registros administra-
tivos y evaluación de algunos aspectos de la vida social, incluido el desempe-
ño del gobierno.
30 Laboratorios urbanos
Figura 1. Semiespejo de formas de trabajo en los laboratorios experimentales y no experimentales
Fuente: elaboración propia.
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 31
En comparación con la forma en que se lleva a cabo el trabajo en un labora-
torio experimental pueden reconocerse algunas insuficiencias en la manera
en que puede operar un laboratorio cuyos temas están basados en cuestiones
sociales, muchas de estas no son del todo deliberadas, sino determinadas por
los objetos de estudio, particularmente en los procesos de diseño metodoló-
gico, los datos, la forma de construir los resultados y la discusión es donde se
identifican los puntos críticos. Identificar y reconocer las limitaciones en la
información es un elemento fundamental en el campo de las ciencias sociales
que inclusive puede hacer más robustos los resultados. Exponer los alcances
en la información significa un avance en el abordaje de las problemáticas de
estudio, porque pone de relieve el hecho de que, la realidad social, además
de cambiante asume un carácter de observación parcial. Esto es, depende del
enfoque teórico, el diseño de los instrumentos estadísticos y la temporalidad
de recolección de los datos lo que sea posible conocer del objeto de estudio y
en ese sentido siempre estará sujeta a algún tipo de sesgos.
También resulta indispensable avanzar en la transparencia de los estudios;
publicar la historia (forma en la que fueron obtenidos y tratados) los datos de
otras fuentes y los propios, se convierte en un imperativo ético, porque cual-
quier estudio puede tener fuertes implicaciones sociales si es que son utilizados
como sustento en la elaboración de políticas públicas, por ejemplo. Así mismo,
fomentar la cultura del debate y la controversia como un ejercicio insustitui-
ble de progreso científico; en este aspecto tiene un papel determinante la dis-
cusión sobre la forma en la que se trabaja y presenta la información en un LU.
1. ¿Qué tipo de información interesa en un laboratorio urbano?
La primera idea en torno a esta pregunta se plantea alrededor del propio con-
cepto de información; de acuerdo con Belkin (1978: 12), esta es: “[...] una co-
lección de signos estructurados con un fin determinado por un remitente; con
la intención de cambiar la estructura de las imágenes de un receptor; es la in-
formación entonces, […] la estructura de todo texto capaz de cambiar la es-
tructura de las imágenes de algún receptor.” Estamos hablando de un conjunto
de mensajes que inciden, de algún modo, en la percepción de la realidad de
32 Laboratorios urbanos
quién recibe los mensajes. El grado en el que se modifique la forma en la que
se comprende un fenómeno X una vez recibida la información dependerá de
la capacidad de análisis y asimilación de la misma e inclusive del contexto
de quien está en contacto con esta.
La pregunta sobre qué tipo de información interesa se relaciona con una
problemática adicional: en teoría cualquier tipo de información puede ser de
interés para el trabajo de un laboratorio urbano, toda vez que los problemas re-
lacionados con la vida social son igualmente diversos. El problema radica en rea-
lidad en cómo es que se jerarquizan y priorizan los problemas, con base en qué
criterios científicos, teóricos, éticos y sociales. La relevancia y pertinencia de la
información está subordinada entonces a elementos de carácter estructural y co-
yuntural, aunque en un sentido amplio, la realidad contextual es la que promue-
ve ese ordenamiento, incluso las agendas políticas tienen un papel fundamental.
Cuadro 1. Ejes principales en los Planes Nacionales de Desarrollo de los
gobiernos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador
PND Enrique Peña Nieto PND Andrés Manuel López Obrador
I. México en paz
II. México incluyente
III. México con educación de calidad
IV. México próspero
V. México con responsabilidad global
I. Honradez y honestidad
II. No al gobierno rico con pueblo pobre
III. Al margen de la ley, nada, por encima de
la ley nadie
IV. Economía para el bienestar
V. El mercado no sustituye al Estado
VI. Por el bien de todos primero los pobres
VII. No dejar nadie atrás, no dejar nadie
fuera
VIII. No puede haber paz sin justicia
IX. El respeto al derecho ajeno es la paz
X. No más migración por hambre o
violencia
XI. Democracia significa el poder del pueblo
XII. Ética, libertad, confianza
Fuente: elaboración propia con base en los Planes Nacionales de Desarrollo 2013-2018 y 2019- 2024.
El cuadro anterior muestra cómo es que la agenda política es cambiante de-
pendiendo de factores como cuál es el partido en el gobierno y su visión sobre
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 33
la sociedad. Esto podría dirigir las necesidades de información de un LU en
el supuesto de que en los distintos niveles de gobierno esto influye en los pro-
yectos que podrían desarrollarse, los laboratorios a menudo ajustan los temas
que tratan en función de la política que implementan los gobiernos, pues es-
tos funcionan también como una fuente de debate político y evaluación de las
acciones de los gobiernos en todos los niveles.
Dependerá de las agendas de investigación de los laboratorios y de cómo
se adapten al contexto social, organizar la jerarquía en los temas que traten;
por ejemplo, un laboratorio cuya inclinación sea el estudio de temas relacio-
nados con la dinámica laboral, evidentemente dará un mayor peso a cualquier
tipo de estadísticas sobre el empleo en contraposición con un laboratorio en
el cual el objeto de estudio sea el espacio público o la dinámica inmobiliaria o
la pobreza, la lista puede ser bastante extensa.
Otro determinante del tipo de información se puede encontrar en la na-
turaleza del laboratorio, esto es, el contexto en el que está inserto: académico
(público o privado), iniciativa privada, asociación sin fines de lucro, solo por
mencionar algunas de las posibles figuras, pues estas pueden mezclarse.
Depende del objetivo y las líneas de investigación de cada laboratorio el
tipo de información que utiliza o produce. Pero si se hace un análisis de ma-
yor profundidad, el interés en la información debe centrarse en su calidad, la
cual estará determinada al menos por los siguientes aspectos:
a)
La identicación de las problemáticas y la teoría mediante la que se
abordan
b) Las fuentes de origen de los datos
c) Los procedimientos metodológicos utilizados
d) El conjunto de técnicas estadísticas con las cuales se tratan
e) El análisis
f) Los mecanismos de comunicación de esa información
g) El nivel de transparencia con la que se comunica la información
El interés estaría centrado en la validez de los datos de cualquier tipo que se
genere en los laboratorios y del nivel de consenso que haya en la comunidad
usuaria sobre los mismos. En todos los campos disciplinarios suele haber dis-
34 Laboratorios urbanos
tintas perspectivas teóricas sobre un mismo problema, regularmente es el pa-
radigma dominante en una disciplina el que, en un aparente juego de mayoría,
impregna de mayor validez cierto tipo de información y en ese mismo sentido
su relevancia y pertinencia.
2. ¿Cómo se recupera, almacena y sistematiza la información?
Estos procedimientos pueden variar en cada laboratorio dependiendo de sus
objetivos, sus capacidades humanas y sus bases tecnológicas, también de qué
tan diversos son los métodos y técnicas de análisis de los problemas que tratan.
Sin embargo, si se pudiera proponer algún mecanismo estandarizado, habría
que pensar en un esquema como el que se propone a continuación.
Figura 2. Proceso estándar de recuperación, almacenamiento, sistematización y
publicación de información en un laboratorio urbano-social
Fuente: elaboración propia.
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 35
Comentemos punto por punto el esquema que se presenta en la figura. La
realidad que se estudia dentro de un laboratorio urbano está fundamental-
mente construida por un conjunto de hechos sociales que tienen una varie-
dad compleja de aristas, hechos económicos, demográficos, salud, seguridad,
infraestructura, vivienda, espacios públicos, servicios, entre otros. Estas pro-
blemáticas dan lugar a una agenda de investigación. El siguiente paso corres-
ponde a subprocesos de recuperación o recolección de información (estadística
y documental). Después se explican las tareas de almacenamiento y consulta
interna de esos elementos, idealmente debe contarse con un estándar y la for-
mulación de metadatos para que los integrantes del laboratorio puedan tener
acceso a la misma como parte del proceso de investigación. Finalmente, el co-
nocimiento generado debe seguir normas de difusión y publicación. Los pasos
descritos deben entenderse como un macroproceso en el laboratorio que tie-
ne por objetivo final ofrecer explicaciones sobre aspectos de la realidad social
en la cual están insertos.
Si volvemos al punto de partida del macroproceso, las necesidades de in-
formación están explicadas por fenómenos de carácter estructural y coyuntu-
ral. Es por medio de estos como se motiva la investigación. Los hechos sociales
se transforman en temas y problemas de investigación, en el siguiente cuadro se
describen ejemplos de temas estructurales y coyunturales, la relevancia de los
temas estará en función del impacto social que tienen cada uno de ellos, la vi-
gencia está determinada por el contexto en el que se realiza la investigación y
la propia vigencia del problema de estudio.
Cuadro 2. Problemas estructurales y coyunturales en las urbes
Ejemplos de hechos estructurales Ejemplos de hechos coyunturales
• Desigualdad en la distribución del ingreso
• Migración (interna, internacional)
• Desempleo asociado a la tecnología
• Cambio climático
• Pandemia COVID-19
• “Desastres naturales” (inundaciones,
temblores, etc.)
• Escasez de combustibles
Estudios de más largo alcance y con mayor
vigencia.
Estudios de menor alcance temporal y que
pueden convertirse en “moda” (Popper, 1960).
Fuente: elaboración propia.
36 Laboratorios urbanos
La formación de una agenda de investigación está acotada a los saberes de
quienes conforman los laboratorios, los objetivos de éstos y se adapta o evo-
luciona dependiendo de la compatibilidad de cada área de especialidad con
los propios hechos sociales, así como la flexibilidad que tenga el tema y ob-
jetivo del laboratorio con eventos de carácter estructural o coyunturales. Por
ejemplo, la pandemia COVID-19 sabemos que trastocó prácticamente todos los
aspectos de la vida, entonces desde cualquier enfoque disciplinario se puede
abonar en el estudio de sus consecuencias, además de ello, la filiación teórica
desde la que se abordan los temas igualmente acota y construye dicha agenda.
La recuperación de información es un punto relevante en todo el proceso
descrito, tanto la información estadística como documental finalmente deben
ser entendidos como datos crudos. Dependerá del tratamiento metodológico,
estadístico y el análisis derivado que se les aplique, el nuevo conocimiento que
pueda generarse. Idealmente se debe trabajar con información oficial que pro-
viene de organismos gubernamentales; está también la posibilidad de contar
con levantamientos propios, pero este punto siempre estará acotado a la dispo-
nibilidad de tiempo y recursos económicos ya que, como sabemos, las encues-
tas que son estadísticamente representativas muchas veces implican contar
con una cantidad de recursos considerable. Otra fuente proviene de organis-
mos internacionales que puede tener un gran valor desde el punto de vista de
su rigor metodológico. Finalmente tenemos acceso a información no oficial,
que puede ser de acceso libre desde internet o que puede construirse median-
te el uso de técnicas y algoritmos de cómputo. Los Sistemas de Información
Geográfica son un gran ejemplo de esto, actualmente por medio de este tipo
de técnicas es relativamente sencillo generar nuevos datos sobre muchos fe-
nómenos de estudio.
El almacenamiento de la información tiene que ver mucho con los volú-
menes generados y los objetivos que esta tenga, pero en un sentido estándar
es el cómputo colaborativo, el personal y los servidores lo que nos hace pensar
en cómo la organizamos para uso interno y para su difusión. Desde el punto
de vista de su distribución deben cumplirse los siguientes criterios: fácil acce-
so, que la información estadística sea transparente, esto es, que los paquetes
de archivos cuenten con metadatos y notas metodológicas. El punto de cómo
organizar la información es fundamental para que esta pueda ser utilizada
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 37
por usuarios internos y externos al laboratorio; puede ser por temas o por su
prioridad de atención de acuerdo con el contexto de investigación. Idealmen-
te debe ser publicada mediante el uso de cómputo libre, las plataformas de
publicación deben tener la característica de ser de acceso abierto, restringir la
producción y publicación de la información a paquetes de licencia o privati-
vos limita en muchos sentidos la difusión del conocimiento.
Un punto de convergencia entre los laboratorios, independientemente de
su orientación temática y objetivos, sería contar con una norma estandarizada
de almacenamiento y publicación de información en internet. Si los estudios
están avalados por especialistas y órganos colegiados, asociados a procesos
de publicación de revisión por pares o procedimientos que validan los resulta-
dos, entonces podría ser un mecanismo para generar nueva información que
además tendría un respaldo institucional múltiple, esto porque la mayoría de
los laboratorios urbanos están dentro de una universidad pública o privada
con reconocimiento.
3. ¿Se produce nueva información?
Esto se hace en atención a la última parte del proceso que describe la figura 2,
los laboratorios sí cumplen con la labor de generar más información en tanto
que la investigación persigue la generación de nuevo conocimiento. Productos
como artículos científicos, libros, informes, boletines y documentos de traba-
jo, fundamentalmente sustentados en evidencia estadística necesariamente
conducen a la producción de nueva información, donde es necesario centrar
la atención es en los puntos que se consignan en el siguiente cuadro.
Cuadro 3. Tipos de repositorios y sus características en los laboratorios urbanos
Tipo de repositorio Características de difusión
Documental
• Organización temática
• Tipos de acceso (a veces puede ser restringido, aunque no
es deseable)
38 Laboratorios urbanos
Tipo de repositorio Características de difusión
Estadístico
• Organización temática
• Disponibilidad de metadatos a cada tabla o base asociada
• Identificar la vigencia de la información
• Disposición de documentos metodológicos
• Uso de plataformas de libre acceso
Algoritmos y procesos
computacionales
• Publicación de código computacional
• Transparencia en la construcción de algoritmos
• Eventualmente la publicación de videos donde se
expliquen los procedimientos
• Uso de software no privativo (idealmente)
Estos elementos implican la disposición científica al
escrutinio de los resultados.
Fuente: elaboración propia.
Otro punto que comentar dentro de esta parte de la reflexión es la implica-
ción política de la información que genera un laboratorio. En algunas oca-
siones las investigaciones, por la propia naturaleza de los objetos de estudio,
generan el fenómeno que se conoce como impacto mediático, los cuales tie-
nen la virtud de dimensionar problemáticas que de otra forma no podrían
conocerse. A eso se concatena el uso político que puede darse a la informa-
ción publicada; ahí radica justamente la pertinencia de difundir con todos
los elementos de transparencia posible el conjunto de datos generados por
un laboratorio, pues pondría de manifiesto el grado de objetividad con el que
estos están construidos.
Hay ejemplos en donde no se revelan las fuentes de financiamiento de
los estudios, cuando eso tiene una implicación fuerte en términos del fondo
real de los objetivos y las conclusiones de los estudios. Por mencionar algu-
no, podemos encontrar que recientemente empresas productoras de bebidas
azucaradas financian estudios científicos que tienen por objetivo encontrar
explicaciones alternativas a los problemas de obesidad (O’Connor, 2015; Sin
Embargo, 2021). Esto sería una muestra de cómo los objetivos del interés cien-
tífico se distorsionan por intereses económicos para encontrar justificaciones
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 39
no objetivas a problemáticas sociales, lo cual se convierte hasta en un punto
de discusión de ética y conductas no deseables en la comunidad científica.
En el caso del estudio de Aguilar, Gutierrez y Seira (2021) se hace una va-
loración de la efectividad de los impuestos a las bebidas azucaradas; ahí se en-
contró que realmente aquéllos no tienen un impacto, pues los consumidores
“buscan” otras fuentes de calorías. En el artículo señalan que los apoyos fun-
damentales son la asociación ConMexico, la cual es financiada por empresas
que producen los bienes en cuestión, entonces la ciencia también puede verse
involucrada en conflictos de interés.
4. ¿Qué formas se utilizan para la difusión de la información?
Antes de la masificación del internet, elementos como el libro, el artículo, ga-
cetas, todos impresos, eran al menos los tres medios fundamentales para di-
fundir la información generada, igualmente estaban los medios periodísticos
especializados en la divulgación de productos científicos.
Una vez que el internet comenzó a tener un lugar más activo en la vida so-
cial comenzaron a abrirse espacios de más fácil acceso. La web 1.0 era, hasta
cierto punto, privativa para labores de difusión de información porque se ne-
cesitaban conocimientos avanzados de programación para poder construir
un sitio. La web 2.0 como la describe Pérez-Salazar (2011: 58) “comprende un
amplio y relativamente vago conjunto de aplicaciones que usa a la World Wide
Web (www) como interfase y amplía considerablemente las posibilidades in-
teractivas de este entorno de internet”. Y, aunque esas características fueron
desarrolladas con un objetivo básicamente económico (publicidad, por ejem-
plo), el internet se ha convertido en gran medida en un espacio de generación
y distribución de conocimiento.
En el marco de los laboratorios pueden encontrarse los siguientes medios
de difusión:
• Páginas web
• Blogs
• Canales de video (YouTube, Vimeo)
40 Laboratorios urbanos
• Enlaces a los portales de revistas especializadas
• Repositorios de documentos (libros, artículos, documentos de traba-
jo, boletines)
• Repositorios de estadísticas
• Publicación de rutinas computacionales (GitHub, RPubs)
• Redes sociales dirigidas a toda la comunidad (Facebook, Twitter, Ins-
tagram)
•
Redes sociales científicas (ORCID, academia.edu, DivulgaRed, LabRoots,
Loop, Mendeley, MethodSpace, My Science Work, Research Gate, Scho-
lar Universe)
Las plataformas siguen en constante desarrollo y cada vez es relativamente
más sencillo hacer las labores de difusión. Sin embargo, hay que considerar
que también esto sigue pautas procedimentales, lo que implica ser cautos con
la infodemia y las fuentes. Partir de un nivel de dominio de las políticas que
siguen las herramientas y de sus funcionalidades facilita estas tareas. Final-
mente, la divulgación debe estar enfocada en dos perfiles de comunidad: la
especializada y la no especializada. En ese sentido resulta pertinente pensar
en estrategias de comunicación porque la información que se produce en los
laboratorios puede ser del interés para cualquier integrante de la sociedad. En
la medida de que somos objetos y sujetos de estudio un reto radica en cómo
un laboratorio debe establecer normas para difundir información y datos ex-
ternos a los que por sí mismo genera, ello con el objetivo de que esta tenga la
mayor calidad posible además de utilidad para la sociedad.
5. ¿Para quién y para qué se recupera, se produce
y se difunde la información?
En un sentido general, los tres procesos, recuperación, producción y difusión,
están dirigidos a un ente social, pues los temas que están desarrollados en un
laboratorio urbano son de interés de un conjunto de habitantes que pueden
estar involucrados directamente en las problemáticas. Por ejemplo, un trabajo
sobre movilidad que tenga conclusiones y propuestas para mejorarla merece
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 41
la atención de cualquier miembro de la comunidad, lo mismo podríamos decir
en temas de economía, seguridad, servicios urbanos, entre otros.
La diferencia en cada uno de estos procesos radica entonces en el papel
que tiene cada usuario de la información, el para quién en la recuperación den-
tro de un proceso de investigación tiene que ver primero con los directamen-
te involucrados en las tareas de estudio, investigadores, técnicos y asistentes.
Al igual que el punto anterior, en principio, la información se produce
para el grupo involucrado en el estudio, pues es el primer interesado en pro-
cesarla con la intención de generar nuevo conocimiento el cual se materiali-
za en nuevos datos o información de tipo documental. El proceso de difusión
es una etapa integradora con la comunidad objetivo; todos los involucrados,
objetos y sujetos de la investigación son a quienes va dirigida esa información
nueva. Aunque podría hacerse una diferenciación si nuevamente se considera
la esfera de acción política, muchas veces los estudios y datos derivados son
sustento de estrategias de política. En muchos niveles ahí es donde la infor-
mación cumple una función determinante pues se transforma en el soporte
de intervenciones sociales.
6. ¿Existe postura o enfoque que define el uso de la información?
Los datos provenientes de fenómenos sociales tienen la característica de ser
información de carácter público y de interés general. La única restricción que
podría encontrarse para su utilización y difusión es cuando por el nivel de de-
talle, pudiera significar una infracción a alguna norma de confidencialidad.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en instrumentos esta-
dísticos, por ejemplo, como los Censos de Población y Vivienda o los Censos
Económicos, no hace públicos los datos sino hasta cierto nivel de desagrega-
ción geográfica porque a niveles de manzana o empresa la publicación de es-
tos significaría que pudiéramos conocer aspectos específicos de una familia o
una empresa. Lo anterior podría ser un enfoque que en general define el uso
de información, es decir, cuando se trate en los laboratorios con información
sensible sobre miembros de la sociedad o de carácter específico, se deben adop-
tar pautas de anonimato y discrecionalidad.
42 Laboratorios urbanos
7. ¿Cuál es el papel de la tecnología para la gestión
de la información?
Aquí es preciso iniciar con la exposición del concepto de gestión. Según la Real
Academia Española (RAE), desde el punto de vista más general la palabra se
refiere a la manera en la que se conduce un proyecto, en el ámbito organiza-
cional se refiere a un conjunto de actividades dirigidas a la administración,
organización y funcionamiento de una empresa, actividad económica u orga-
nismo. Así también puede definirse como un conjunto de operaciones que se
llevan a cabo para dirigir y administrar un proyecto.
Cuadro 3. Conceptualización de la gestión en relación con su dimensión
documental, de información y del conocimiento
Gestión Gestión documental Gestión de
información
Gestión del
conocimiento
Hacer que un conjunto
de decisiones se
ejecute con el objetivo
de obtener resultados,
esto involucra el uso
de proposiciones
teóricas que explican
el uso de unas reglas,
procedimientos y
operaciones que
permiten obtener un
resultado.
Michel Roberge
(2006):
“el conjunto de
operaciones y
técnicas relativas
a la concepción,
al desarrollo, a
la implantación
y a la evaluación
de los sistemas
administrativos
necesarios, desde
la creación de los
documentos hasta
su destrucción o su
transferencia a los
archivos”.
Gloria Ponjuan (2004):
“proceso mediante
el cual se obtienen,
despliegan o utilizan
recursos básicos
(económicos, físicos,
humanos, materiales)
para manejar
información
dentro y para la
sociedad a la que sirve.
Tiene como elemento
básico la
gestión del ciclo de
vida de este recurso
y ocurre en cualquier
organización. Es
propia también
de unidades
especializadas que
manejan este recurso
en forma
intensiva, llamadas
unidades de
información”.
La información
por sí misma no es
conocimiento:
“una colección
de datos no es
información,
una colección de
información no
es conocimiento,
una colección de
conocimiento
no es sabiduría y una
colección de sabiduría
no es necesariamente
la verdad”.
Conocimiento
tácito: se gestiona
por medio de chats,
foros de discusión,
comunidades virtuales,
(falta trabajar en
normas estandarizadas
o protocolos
para la gestión
en la transmisión
de este tipo de
conocimientos).
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 43
Gestión Gestión documental Gestión de
información
Gestión del
conocimiento
Conocimiento
explícito: bases
de datos, bases
documentales, p.
ej., en intranets y
extranets.
Fuente: elaboración propia con base en (Gauchi, 2012).
La definición puede ser aún más específica en el ámbito de la información y
su relación con la tecnología. La primera idea que tenemos hoy al respecto del
tema es indudablemente en relación con el cómputo y el internet. Sin embar-
go, la historia es muy larga, al menos antes de estos elementos nos podemos
remitir a lo siguiente: bibliotecas, archivos, máquinas de escribir, medios de
difusión impresos, el auditorio como espacio de exposición, retroalimenta-
ción y debate, entre otros.
De acuerdo con la definición asociada a la gestión de información, un labo-
ratorio urbano es una unidad de información, esto porque para su funciona-
miento es necesario el despliegue de recursos humanos y materiales. Además,
el objetivo fundamental es finalmente la difusión de los resultados del trabajo
donde participan todos esos elementos los cuales son sistematizados en da-
tos y documentos para la generación de nuevo conocimiento en los sujetos re-
ceptores y que la comunidad usuaria adquiera nuevos elementos cognitivos
sobre la realidad.
En concreto, la tecnología es un medio que juega un papel de transversa-
lidad en el uso y generación de información en un laboratorio. Esto porque
está presente en todas las etapas, desde la formación de la agenda de inves-
tigación, su sistematización y procesamiento, hasta la difusión. El papel que
juega la tecnología es determinante pues es una herramienta imprescindible
en la propia razón de ser de un LU, si este se entiende por sí mismo como una
unidad que utiliza, procesa y genera información.
44 Laboratorios urbanos
Consideraciones finales
La información en un laboratorio urbano tiene la particularidad de que, al es-
tar relacionada con la vida social, está generada en su mayoría a partir de pro-
cesos no experimentales, esto implica tomar en cuenta que la validación de los
resultados tiene algunas limitaciones que dependen de los enfoques teóricos,
las metodologías y las herramientas estadísticas que se utilicen.
Los hechos sociales estructurales y coyunturales son los que acotan la for-
mación de las agendas de investigación en los laboratorios. Así mismo influye
determinantemente el contexto político y las propias capacidades humanas y
tecnológicas de estos para generar datos nuevos que derivan de las investiga-
ciones que realizan. De forma ideal estas deben estar ceñidas a criterios éti-
cos, pues los objetos de estudio son elementos de las poblaciones a las cuales
pertenecen.
Es preciso generar estándares de recuperación, almacenamiento, sistema-
tización y publicación dentro de los laboratorios urbanos. De manera que las
propuestas que surjan de sus investigaciones y los datos puedan ser de acceso
libre para todos los miembros de la comunidad, especializada y no especiali-
zada, con la intención de que los laboratorios compartan información entre sí.
Los laboratorios urbanos deben ser entendidos como unidades de gestión,
producción y formulación de nueva información, en la medida en que operan
de esa manera pueden también generar conocimientos nuevos sobre las so-
ciedades que estudian y sus procesos. La manera en que estos comunican esos
elementos informativos es fundamental para incidir en la formación de nuevas
agendas y la observación de problemas sociales. La tecnología juega en todo el
marco de trabajo de los LU un papel predominante pues está presente en todas
las etapas en las que se adquiere, sistematiza, almacena, analiza información
y hasta que se genera información nueva.
Resulta preciso avanzar, de manera conjunta, en la proposición de una nor
-
ma de control, producción y comunicación del trabajo de investigación de un
laboratorio urbano. Es necesario considerar elementos tales como las bases de
datos, metadatos, procedimientos computacionales, por mencionar algunos.
El fin es contribuir en la consolidación de redes científicas lo que permitiría
Producción, difusión y acceso a la información en un laboratorio urbano 45
que el saber generado en los LU se consolide como un aspecto que incida en la
formación de grupos de trabajo cooperado.
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SEGUNDA PARTE
Posturas en construcción
de los laboratorios urbanos
[49]
Los sistemas socio-ecológicos como objetos
epistémicos de estudio: transdisciplina e
incertidumbre en la toma de decisiones
Yosune Miquelajauregui,*
Luis. A Bojórquez-Tapia* y Erik. A. Hernández**
* Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (Lancis). Instituto de Ecología.
Universidad Nacional Autónoma de México.
** Posgrado en Ciencias de la Sostenibilidad, Universidad Nacional Autónoma de México.
Resumen
Los sistemas socio-ecológicos son sistemas complejos, dinámicos y multies-
calares, con propiedades emergentes que surgen de la interacción de sus com-
ponentes biofísicos, sociales y políticos. La noción de sistema socio-ecológico
cumple una función cognitiva como objeto epistémico, es decir, una cosa
o cuestión que se puede y desea conocer. Por su complejidad, los sistemas so-
cio-ecológicos deben ser abordados mediante enfoques y metodologías nove-
dosas desarrolladas dentro y fuera de la academia. El trabajo transdiciplinario
surge como una respuesta a la necesidad de reintegrar los fragmentos de lo que
constituye dicha complejidad en una sola unidad de conocimiento. Así, su pro-
pósito radica en incorporar las prioridades y las normas de los agentes socia-
les fomentando que el conocimiento se comparta entre todos ellos de manera
equitativa y justa. A diferencia de la investigación disciplinaria, la investiga-
50 Laboratorios urbanos
ción transdisciplinaria conlleva la co-producción de conocimiento y su vincu-
lación con el proceso de toma de decisiones.
Palabras clave: sistemas socio-ecológicos, incertidumbre, transdisciplina.
Introducción
Los sistemas socio-ecológicos poseen propiedades que requieren ser analiza-
das según la teoría de la complejidad. Estas propiedades incluyen, entre otras,
el comportamiento no lineal (se presentan cambios súbitos y sorpresivos), las
retroalimentaciones (positivas y negativas), la autoorganización, las propie-
dades emergentes y la dependencia del contexto y la historia. En su calidad
de objetos epistémicos, los sistemas socio-ecológicos se caracterizan por ser
complejos y altamente inciertos. Debido a su naturaleza, el estudio de los siste-
mas socio-ecológicos requiere del diseño, desarrollo e implementación de mé-
todos e instrumentos que permitan disminuir la brecha entre las limitaciones
del conocimiento disponible y la urgencia de resolver los grandes problemas
sociales, económicos y ambientales que enfrenta la humanidad.
El objetivo principal de este texto se centra en ofrecer algunos de los fun-
damentos básicos, tanto teóricos como analíticos, para entender y estudiar a
los sistemas socio-ecológicos. El texto se encuentra organizado en cinco sec-
ciones. En la primera sección, se describen los sistemas socio-ecológicos como
objetos de estudio y se explican sus elementos, propiedades e interacciones
básicas. En la segunda sección, introducimos el concepto de vulnerabilidad
como propiedad emergente de los sistemas socio-ecológicos y profundizamos
sobre los componentes que la constituyen. En la tercera sección, se exponen
y elaboran los distintos tipos de incertidumbre inherentes a los sistemas so-
cio-ecológicos y se presentan algunas técnicas analíticas exploratorias para
la incorporación de dicha incertidumbre en los procesos de toma de decisio-
nes para la sostenibilidad. En la cuarta sección, se introduce la investigación
transdiciplinaria, su alcance y enfoques, para el estudio de los sistemas so-
cio-ecológicos. En esta sección, se explican conceptos básicos asociados a la
investigación transdisciplinaria como lo son la co-producción de conocimiento,
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 51
la creación de capacidades y el aprendizaje social. Asimismo, se elabora sobre
el papel de las organizaciones y objetos de frontera como catalizadores para
la transformación hacia la sostenibilidad. Finalmente, en la última sección,
presentamos los principales retos y barreras asociados a los procesos transdi-
ciplinarios brindando además algunas estrategias para allanarlas.
1. Los sistemas socio-ecológicos como objetos de estudio
Durante las últimas décadas, el concepto de sistemas socio-ecológicos (
SSE
) se
ha vuelto central en el discurso de las Ciencias de la Sostenibilidad. El térmi-
no sistemas socio-ecológicos (también llamados sistemas socioambientales)
se emplea para referirse a una teoría general sobre la relación entre el medio
ambiente y la sociedad, así como a un cuerpo de conocimiento y marco analí-
tico-metodológico que se utiliza para integrar los componentes ambientales,
sociales y económicos. El concepto de SSE reconoce que la frontera entre la
dimensión social y la natural es arbitraria cuando se trata de resolver los gra-
ves problemas socio-ecológicos que enfrenta la humanidad. De esta manera,
el enfoque de sistemas socio-ecológicos permite la reflexión crítica y rigurosa
acerca de las interacciones entre los componentes ecológicos y los componen-
tes sociales (Eakin et al., 2017).
Los sistemas socio-ecológicos son sistemas complejos, dinámicos y mul-
tiescalares (Fischer et al., 2015; Reyers et al., 2018). Los SSE combinan, en un
todo organizado, un conjunto de factores sociales (subsistema sociopolítico)
y un conjunto de factores ecológicos (subsistema biofísico) que interactúan y
evolucionan a través del tiempo (figura 1, Eakin et al., 2017; Reyers et al., 2018;
Bojórquez-Tapia et al., 2020). El subsistema biofísico tiene que ver con los atri-
butos y procesos del entorno natural como el clima y el tipo de cobertura. El
subsistema socio-político comprende tanto a la infraestructura suave como la
dura (Hirsch, 1996; Eakin et al., 2017; Tellman et al., 2018). La infraestructura
suave o “invisible” incluye la estructura de relaciones sociales formales (es de-
cir, las reglamentadas oficialmente) e informales (que emergen de las estructu-
ras de poder; por ejemplo, el acceso a recursos, la capacidad de organización,
el clientelismo político, etcétera), las reglas, valores y normas que hacen que
52 Laboratorios urbanos
un sistema social funcione, mientras que la infraestructura dura tiene que ver
con el entorno construido (ej. edificios, calles, drenaje; figura 1).
Figura 1. Diagrama de los sistemas socio-ecológicos acoplados mostrando
los atributos y procesos más importantes que caracterizan a los subsistemas
biofísico y sociopolítico, así como las propiedades que emergen de la interacción
entre ellos
Fuente: modificado de Hummel et al. (2011).
Del marco teórico de los sistemas socio-ecológicos acoplados se desprenden
tres grandes vertientes de estudio. La primera se centra en las configuraciones
institucionales que determinan cómo las relaciones de un conjunto de elemen-
tos sociales se ven alteradas por sus interacciones con los elementos biofísi-
cos del entorno. La segunda concibe a los sistemas socio-ecológicos como
conjuntos de agentes sociales y biofísicos que interactúan a múltiples escalas
espaciales y temporales y así conforman sistemas adaptativos complejos. La
tercera enfatiza el papel de los sistemas socio-ecológicos como objetos fron-
terizos (ej. productos interactivos, como mapas, en los que el conocimiento
generado es comprensible para todos los actores involucrados, independien-
temente de su formación). La noción de sistema socio-ecológico como objeto
fronterizo resalta su función como herramienta intelectual. Esta función es
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 53
esencial para el análisis de hechos, la generación y la organización de ideas, el
contraste de argumentos, la comparación de condiciones y el establecimien-
to de inferencias acerca del sistema en estudio. En este sentido, el sistema so-
cio-ecológico no sólo es una manera pragmática de estimular la traducción,
comunicación y mediación de conocimiento, sino que, a la par, cumple una
función cognitiva como objeto epistémico, es decir, una cosa o cuestión que
se puede y desea conocer.
El concepto de sistema socio-ecológico es necesario, por ejemplo, para
analizar cómo la expansión urbana modifica el ciclo hidrológico en las cuen-
cas en las que ocurre la recarga hídrica. La expansión urbana es resultado de
procesos sociales y económicos autónomos. La modificación del ciclo hidro-
lógico incrementa el escurrimiento superficial que conlleva el aumento de los
encharcamientos y las inundaciones en las zonas bajas. Así, el entrelazamien-
to de las relaciones causa-efecto entre los factores sociales, económicos e hi-
drológicos queda de manifiesto: la tendencia a la urbanización en las cuencas
alrededor de la ciudad afecta al ciclo hidrológico y conduce a un aumento de
la vulnerabilidad a inundaciones o encharcamientos, que a su vez inciden en
la salud pública. Este ejemplo sirve para esclarecer dos características funda-
mentales del enfoque de sistemas socio- ecológicos: la retroalimentación entre
los compo nentes sociales y ecológicos, y los límites o umbrales de comporta-
miento. Con una mayor expansión urbana, la incidencia de inundaciones y
encharcamientos continúa hasta que impide el funcionamiento normal de la
ciudad. En ese momento se produce el colapso del sistema socio-ecológico,
porque su comportamiento original ya no es compatible con su nueva condi-
ción. Así, la expansión urbana impide el funcionamiento de la ciudad, lo cual
termina por frenar dicha expansión. Esto es lo que se entiende como un umbral
de comportamiento. En este caso se cruza un umbral indeseable, no porque la
ciudad deje de crecer, sino porque la ciudad deja de funcionar.
Este ejemplo no sólo muestra la utilidad del enfoque de sistemas so-
cio-ecológicos en la planeación y la gestión pública, sino que también enfa-
tiza su aspecto transdisciplinario. Dado que este enfoque ayuda a identificar
umbrales de comportamiento, hace posible diseñar acciones para reducir
la susceptibilidad de un sistema socio-ecológico a sufrir cambios súbitos e
indeseables.
54 Laboratorios urbanos
2. La vulnerabilidad como propiedad emergente de los sistemas
socio-ecológicos
En el sentido más básico, la vulnerabilidad se entiende como la susceptibili-
dad de un sistema al daño ocasionado por la exposición a un factor estresante
asociado con cambios ambientales y sociales (Eakin & Luers, 2006). El deba-
te en torno a los conceptos y evaluaciones prácticas de la vulnerabilidad han
surgido principalmente de tres escuelas o linajes intelectuales: (1) los enfo-
ques basados en aspectos biofísicos o en los riesgos/peligros, (2) la aplicación
de marcos conceptuales de la ecología política y/o economía política, y (3) los
estudios de la vulnerabilidad basados en el concepto de resiliencia. La diver-
sidad de marcos teóricos y enfoques analíticos pone en evidencia la compleji-
dad del concepto de vulnerabilidad, a cuyo estudio se le suman también temas
relacionados con la justicia social y la equidad (Eakin & Luers, 2006). La vul-
nerabilidad, definida entonces como las condiciones sociales, tecnológicas y
ambientales que generan resultados indeseables para la población y para los
sistemas bajo condiciones de estrés (Eakin & Luers, 2006), es un producto de
interacciones dinámicas, multiescalares y acopladas.
De acuerdo con la teoría de los sistemas socio-ecológicos acoplados, la
vulnerabilidad y la adaptación a ella son resultado de los patrones dinámicos
generados por la interacción de los elementos del subsistema biofísico (ej. cam-
bio climático) y el socio-político (ej. las decisiones que toman los actores en el
sistema) (Eakin & Bojórquez-Tapia, 2008; Eakin et al., 2017). Lo anterior im-
plica que su estudio no puede limitarse simplemente a evaluar la probabilidad
de eventos biofísicos tales como las lluvias extremas, sino que debe conside-
rar la interacción de los procesos sociales, políticos, tecnológicos y biofísicos.
Turner y colaboradores (2003) sugieren que “la vulnerabilidad no se registra
únicamente por la exposición a los peligros (perturbaciones y tensiones), sino
que también reside en la sensibilidad y la capacidad de recuperación del siste-
ma que experimenta tales peligros (resiliencia)”. La exposición, sensibilidad
y capacidad adaptativa son entonces los tres componentes fundamentales de
la vulnerabilidad.
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 55
Islam & Winkel (2017) proponen el siguiente ejemplo para comprender la
vulnerabilidad y sus tres componentes. La evidencia científica sugiere que una
de las consecuencias del cambio climático es el aumento de las inundaciones.
Sin embargo, la exposición a éstas es desigual, es decir, que ciertas poblacio-
nes humanas son más propensas que otras a sufrir inundaciones. Aunado a
la exposición desigual de riesgos, existen ciertas poblaciones que son además
más susceptibles (sensibilidad) a los daños derivados de las inundaciones (ej.
sus casas quedan completamente arrasadas o se dañan gravemente debido a
los materiales con los que fueron construidas). De igual manera, ciertas po-
blaciones pueden tener capacidades limitadas (ej. recursos para adquirir un
seguro) para hacer frente, responder eficazmente y recuperarse de los daños
causados por las inundaciones, lo que a su vez provocará una mayor pérdida
de sus activos (figura 2).
Figura 2. La vulnerabilidad como propiedad emergente de las interacciones
de los subsistemas biofísico y socio-político de los sistemas socio-ecológicos
acoplados mostrando los tres componentes: la exposición, la sensibilidad
y la resiliencia o capacidad adaptativa
Fuente: elaboración propia.
56 Laboratorios urbanos
3. Incertidumbre asociada a los sistemas socio-ecológicos
La incertidumbre involucra el grado en el cual los elementos, mecanismos y
resultados asociados a una decisión o situación son parcial o totalmente desco-
nocidos (Brugnach et al., 2008). Los sistemas socio-ecológicos funcionan en un
contexto de múltiples incertidumbres (Quinn et al., 2017). Las incertidumbres
pueden ser de distintos tipos: ontológicas, epistémicas, lingüísticas, normati-
vas entre otras (Cuadro 1; Bojórquez-Tapia et al., en revisión). La incertidum-
bre surge del conocimiento limitado y controvertido sobre la interacción de
los distintos componentes de los
SSE
, sus límites, disyuntivas, las probabilida-
des de los parámetros que definen el sistema, así como el estado de las princi-
pales fuerzas de cambio (ej. el crecimiento de la población, la disponibilidad
de agua, la demanda de energía; Moallemi et al., 2020). A esta condición se le
ha conceptualizado como incertidumbre profunda (Bankes, 1993; Lempert &
Collins, 2007; Marchau et al., 2019).
La toma de decisiones bajo incertidumbre profunda (DMDU, por sus siglas
en inglés) es un campo de conocimiento relativamente nuevo que ofrece una
variedad de marcos teóricos y herramientas analíticas que ayudan a explorar
el comportamiento de un sistema complejo y altamente incierto (Lempert et
al., 2006; Groves & Lempert, 2007). Algunos ejemplos de estas herramientas
son la planeación adaptativa (Haasnoot et al., 2013), la modelación explora-
toria (Bankes, 1993) y el descubrimiento de escenarios (Groves & Lempert,
2007; Bryant & Lempert, 2010). Estas herramientas analíticas se basan, en su
mayoría, en la construcción de experimentos computacionales que capturan
el efecto de las distintas suposiciones acerca del funcionamiento de los
SSE
, las
múltiples alternativas de decisión y las principales incertidumbres asociadas
a los mismos (Lempert et al., 2006; Groves & Lempert, 2007). La implementa-
ción de estas técnicas presupone la capacidad de cómputo para simular tra-
yectorias detalladas a largo plazo en función de las distintas alternativas de
decisión evaluadas bajo múltiples “estados del mundo” (Bankes, 1993; Mar-
chau et al., 2019).
Por ejemplo, la modelación exploratoria es un enfoque dentro del campo
de conocimiento de DMDU, que se ocupa específicamente de abordar la incer-
tidumbre profunda y la complejidad (Bankes, 1993; Lempert et al., 2006). La
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 57
idea central de la modelación exploratoria es dejar de lado el ideal de un mo-
delo como herramienta predictiva que convierte el mejor conocimiento dispo-
nible en una mejor estimación y abandonar la noción de que un buen modelo
proporciona una predicción precisa de los valores más probables (Kwakkel &
Haasnoot, 2019).
Cuadro 1. Tipos de incertidumbre presentes en los sistemas socioecológicos
Incertidumbre Descripción
Knightiana Surge de la imposibilidad de saber toda la información que se
necesita para establecer probabilidades precisas de los posibles
resultados. Implica tanto la falta de acuerdo de las partes
interesadas sobre las posibles soluciones al problema, como también
que el conocimiento científico este puesto a debate y sujeto a
cambios.
Ontológica Se refiere a la ignorancia de las entidades y sus relaciones en
el mundo real. Se manifiesta en los supuestos ocultos de las
representaciones científicas de los sistemas socioambientales.
Políticamente
inducida
Es la ignorancia deliberada de las agencias públicas que al
enfrentarse con situaciones precarias y controversiales limitan
intencionalmente el alcance de las evaluaciones que se necesitan.
Incertidumbre
profunda
Falta de conocimiento o desacuerdo sobre la idoneidad de la
estructura y composición de los modelos, así como la idoneidad de
las distribuciones de probabilidad de los parámetros.
Epistémica Imperfección del conocimiento sobre un sistema o diferentes
interpretaciones sobre el mismo cuerpo de conocimiento.
Lingüística Se relaciona con la naturaleza inexacta de las interacciones
discursivas que involucran términos polisémicos y expresiones
inexactas para caracterizar la evidencia cualitativa.
Normativa Es la imposibilidad de conocer la evolución de los valores éticos
hacia el futuro con respecto a cursos de acción alternativos en el
presente.
Ambigüedad Presencia simultánea de múltiples marcos de conocimiento que
transmiten una diversidad de interpretaciones sobre la deseabilidad
de los estados futuros del mundo.
Fuente: modificado de Bojórquez-Tapia et al.
58 Laboratorios urbanos
Bajo este paradigma, un modelo dinámico y exploratorio es una herramienta de
apoyo para la reflexión iterativa dentro de los procesos de toma de decisiones,
cuyo objetivo es capturar las incertidumbres relevantes enumerando una gama
de posibles supuestos y explorando sistemáticamente las implicaciones de estos
supuestos a través de un gran número de experimentos computacionales y la
generación de escenarios. De esta forma, las técnicas
DMDU
pueden conceptua-
lizarse como instrumentos de planeación que permiten evaluar e identificar los
cursos de acción más robustos y satisfacientes, y al mismo tiempo seleccionar
aquellos que fortalezcan las capacidades de adaptación y que conduzcan a los
SSE a estados sostenibles y resilientes (figura 3; Haasnoot et al., 2013).
Figura 3. Diagrama que ejemplifica las distintas trayectorias de vulnerabilidad
en función de las alternativas de decisión y las incertidumbres exógenas. Los
nodos representan los umbrales asociados a una única variable que maximiza
la disimilitud entre ellos. En color rojo las trayectorias que aumentan la
vulnerabilidad y en verde aquellas que las disminuyen
Fuente: modificado de Haasnoot et al. (2013).
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 59
4. Herramientas transdisciplinarias para el análisis
de los sistemas socio-ecológicos
Los enfoques disciplinarios no son suficientes para hacer frente a la compleji-
dad e incertidumbre de los grandes problemas sociales, económicos y ambien-
tales que enfrenta la humanidad en la actualidad (Lang et al., 2012; Scholz &
Steiner, 2015). Las Ciencias de la Sostenibilidad ofrecen las bases teóricas y
metodológicas para enfrentar estos retos mediante el diseño e implementación
de esquemas de investigación transdisciplinaria (Kates, 2011). La transdisci-
plina se extiende desde las Ciencias Naturales y Sociales, hasta las humanida-
des y el conocimiento tradicional. Como proceso científico, el objetivo de la
transdisciplina es lograr que el conocimiento se genere de forma colaborativa,
interdisciplinaria y reflexiva, y que se oriente a la toma de decisiones. A dife-
rencia de la investigación disciplinaria tradicional, la investigación transdisci-
plinaria se dirige a la resolución de problemas que no se pueden aislar dentro
de disciplinas específicas, ni en estructuras universitarias típicas.
A través de los enfoques de investigación transdisciplinaria se capturan los
valores, intereses y saberes de los actores sociales involucrados en los procesos
de toma de decisiones, así como las diversas narrativas relacionadas a la forma de
describir y entender una realidad compleja (Bojórquez-Tapia et al., 2020). Lo
anterior implica el reto de incorporar las dinámicas sociales, ambientales y
económicas dentro de esquemas de investigación-acción generadas dentro y
fuera del ámbito académico (Pohl, 2008; Scholz & Steiner, 2015; Scholz, 2017).
Por consiguiente, la investigación transdisciplinaria representa una actividad
social que se vincula con los ciclos de toma de decisión. Los procesos trans-
disciplinarios reflejan entonces cómo la actividad científica se encuentra em-
bebida dentro de instituciones normativas, dinámicas colectivas, identidades
sociales y estructuras de poder, es decir, dentro de contextos socio-políticos
locales y regionales específicos que la determinan (Jasanoff, 2004). Así, la in-
vestigación transdisciplinaria pretende capturar e integrar las prioridades y
las normas de los actores sociales promoviendo que el conocimiento se com-
parta entre todos ellos de manera equitativa y justa. Esto es fundamental para
conducir a los sistemas socio-ecológicos hacia estados más sostenibles (Wise
et al., 2014; McGreavy et al., 2013; figura 4).
60 Laboratorios urbanos
Figura 4. Conceptualización de las trayectorias de adaptación integrado por una
serie de ciclos adaptativos de decisión que interactúan de manera dinámica
a través del tiempo. Algunas de estas trayectorias conducen a los sistemas
socio-ecológicos hacia espacios adaptativos mientras que otras hacia
espacios no adaptativos
Fuente: Modificado de Wise et al. (2014).
El trabajo transdiciplinario es impulsado a través de las organizaciones de
frontera; entidades formales diseñadas para facilitar la colaboración entre di-
versos actores: las organizaciones de frontera proveen oportunidades e incenti-
vos para dar solución a los problemas de sostenibilidad a través de la creación
de objetos de frontera (Lee, 2007; Guston, 2001). Los objetos de frontera son
aquellos artefactos científicos, modelos conceptuales, sistemas de clasificación o
incluso instituciones que permiten a los miembros de diferentes comunida-
des interactuar y coordinarse, fomentando la comunicación, colaboración y
negociación dentro de espacios plurales, incluyentes y participativos (McGre-
avy et al., 2013). Así, la investigación transdisciplinaria representa un proceso
efectivo hacia prácticas iterativas e interactivas entre la academia y los acto-
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 61
res sociales que contribuye a la co-producción de conocimiento, la creación y
fortalecimiento de capacidades para la sostenibilidad y el aprendizaje social
(Cash et al., 2003; Pohl, 2005; Hirsch et al., 2006).
La co-producción de conocimiento se entiende como un proceso colabo-
rativo y de negociación entre miembros dentro y fuera de la academia a través
del involucramiento continuo (Cash et al., 2003; Lemos et al., 2018; Norström
et al., 2020). El involucramiento continuo incrementa la probabilidad de que
el conocimiento co-producido sea creíble (con argumentos científicos robus-
tos), relevante (relevante a las necesidades de los integrantes involucrados en
el proceso) y legítimo (el grado con el que el conocimiento se percibe justo y
respetuoso), facilitando su vinculación con los procesos de toma de decisiones
(Clark et al., 2016). La co-producción de conocimiento involucra además la
integración y traducción de conocimiento a través de los objetos de frontera.
La interacción con estos objetos de frontera fomenta la creación y fortaleci-
miento de capacidades asociadas a las distintas funciones de los actores invo-
lucrados (ej. técnicas, temáticas, evaluativas y procedimentales), y aumenta la
capacidad de las organizaciones para aprender sobre el uso y la transformación
constante de los sistemas socio-ecológicos (Miquelajauregui et al., 2021). De
esta manera, el aprendizaje surge del intercambio de las distintas perspecti-
vas y maneras de concebir a los sistemas socio-ecológicos mediante esquemas
de involucramiento continuo los cuales fomenten la transformación hacia la
sostenibilidad (Scoones et al., 2020; Bojórquez-Tapia et al.).
5. Retos y oportunidades del trabajo transdisciplinario
En la teoría, el trabajo transdisciplinario implica un proceso de comunica-
ción-traducción de conocimiento entre la academia, la administración pú-
blica y los actores sociales. Idealmente, este proceso hace posible mantener
el equilibrio entre el rigor, la relevancia y la legitimidad que se requiere entre
la producción y la utilización del conocimiento (Pohl, 2008; Lang et al., 2012;
Scholz & Steiner, 2015). En la práctica, sin embargo, el esquema de involucra-
miento continuo puede verse obstaculizado por aspectos epistémicos, simbó-
licos, operativos, espaciales y temporales que pueden llevar a los participantes
62 Laboratorios urbanos
a espacios de incomodidad (cuadro 2; Bojórquez-Tapia et al., 2017; Freeth &
Caniglia, 2019). Para enfrentar estos obstáculos es indispensable definir estra-
tegias que se definan e implementen durante todo el proceso (Cuadro 2). Los
obstáculos relacionados con la dimensión epistémica tienen que ver con la di-
ficultad de conciliar las múltiples narrativas de los miembros del grupo de tra-
bajo respecto a la manera de representar la realidad y que puede presentarse,
en este caso, como la falta de consenso sobre el significado semántico de los
conceptos como vulnerabilidad y capacidad adaptativa, sus representaciones
geoespaciales y las herramientas analíticas instrumentadas para su análisis.
Cuadro 2. Barreras que potencialmente se pueden enfrentar durante el
desarrollo de una investigación transdiciplinaria y las estrategias para allanarlas
Dimensión Barrera Estrategia
Epistémica
Diferentes suposiciones y
entendimiento del sistema. Falta
de consenso en las definiciones y
procedimientos analíticos.
Objetos de frontera que permitan
elucidar narrativas, integrarlas
y generar acuerdos. Procesos
de facilitación plurales y
transparentes.
Simbólica Asimetrías de poder en la academia
como en los grupos no académicos.
Objetos de frontera que medien y
concilien las diferencias de poder.
Construir relaciones de confianza
que fomenten la colaboración.
Operativa Potencial falta de capacidades, así
como la gran cantidad de datos.
Fortalecimiento y creación de
capacidades enfocada a los roles y
funciones.
Temporal Fluctuaciones en la intensidad de
involucramiento.
Objetos de frontera contienen la
memoria de los procesos para el re-
enganchamiento.
Espacial Espacios que no promueven el
trabajo colaborativo.
Crear espacios (ej. teatros de
decisión) que fomenten la
colaboración.
Fuente: elaboración propia.
Los sistemas socio-ecológicos como objetos epistémicos... 63
Los objetos fronterizos brindan una oportunidad de conciliación y diálogo ya
que pueden adaptarse a los distintos roles y necesidades generando puntos de
partida comunes para el grupo de trabajo. Las barreras simbólicas están rela-
cionadas con las asimetrías de poder dentro de los grupos de trabajo y que se
manifiesta de manera implícita y explícita durante la colaboración. La cons-
trucción de relaciones de confianza que fomenten la colaboración y el co-di-
seño de objetos de frontera dirigidos a identificar las narrativas dominantes,
podrían allanar parcialmente esta barrera. Las barreras de tipo operativas es-
tán relacionadas, por una parte, con la conformación del grupo de trabajo y
por otra a la disponibilidad y manejo de los activos de información (ej. datos,
capas geográficas, software) pertinentes para los propósitos del proyecto. La
potencial falta de capacidades, así como la gran cantidad de datos que deben
procesarse, analizar e integrar, podría ocasionar retrasos en la generación de
los productos específicos comprometidos. La dimensión temporal está rela-
cionada con la participación fluctuante de los actores involucrados tanto en
los talleres como en las actividades de investigación, consecuencia en parte,
de una subestimación generalizada de la complejidad de la gestión de ac-
tivos de información en forma de bases de datos y cartografía digital. En este
sentido, los objetos de frontera contienen la memoria de los procesos de la
investigación y pueden fomentar el re-enganchamiento de los participantes.
Respecto a las barreras espaciales, éstas surgen a raíz de la falta de espacios
que promueven el trabajo colaborativo. Los teatros de decisión brindan una
oportunidad única para el entendimiento, desarrollo y puesta en marcha de
soluciones de problemas de sostenibilidad. En conclusión, la identificación de
las barreras que potencialmente se puedan enfrentar durante las investigacio-
nes transdisciplinarias permitirá realizar adecuaciones al programa de traba-
jo y generar estrategias de pronta intervención que garanticen el éxito de ésta.
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[69]
Elementos para construir el espacio:
Laboratorio de Información Geográfica
y Análisis Regional y Territorial (LIGART)
Adela Calderón Franco,* Rosalía Camacho Lomelí,** Raúl Enríquez
Valencia,** Édgar Talledos Sánchez*** y Ramsés Cruz Arenas**
Resumen
La propuesta teórico-metodológica y de investigación que se realiza desde
el Laboratorio de Investigación Geográfica y Análisis Regional y Territorial
(LIGART) del Instituto Tecnológico de Oaxaca parte de tres elementos centra-
les: el análisis etnográfico, bajo una idea de acción participativa; el trabajo
colaborativo con las comunidades originarias y la contextualización actual
del capitalismo trasnacional con el desarrollo de proyectos de gran escala. El
artículo presenta dos apartados, uno de reflexión teórica metodológica y otro
donde se describe cómo se entiende la cartografía, el mapa y las escalas en las
investigaciones regionales y territoriales de este laboratorio de investigación.
Finalmente, se colocan dos casos como ejemplos que refuerzan el argumento
de que la investigación acción participativa, el fuerte y concentrado trabajo
etnográfico, las representaciones cartográficas en un territorio pluricultural
* Laboratorio de Información Geográfica y Análisis Regional y Territorial (LIGART), Instituto
Tecnológico de Oaxaca.
** Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
*** El Colegio de San Luis, A. C.
70 Laboratorios urbanos
son necesarias y permiten entender la realidad regional de Oaxaca, además de
que abren camino en los diálogos colaborativos con las comunidades.
Palabras clave: cartografía; etnografía; acción participativa.
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo mostrar la propuesta teórica metodo-
lógica y de investigación que se realiza desde el Laboratorio de Investigación
Geográfica y Análisis Regional y Territorial (LIGART) del Instituto Tecnológico
de Oaxaca, y con ello evidenciar la relevancia de los procesos de investigación
que se impulsan desde este espacio de trabajo. La cartografía realizada juega
un papel fundamental y se considera como un tipo de representación más de
lo que se investiga, se encuentra intrínsecamente vinculada con el trabajo et-
nográfico, estadístico, colaborativo y en diálogo con las comunidades origina-
rias, afromestizas, mestizas y migrantes en el estado de Oaxaca.
Para ello se muestran tres de los principales elementos teórico-metodoló-
gicos en la construcción de los datos y el trabajo para la realización de investi-
gación dentro del laboratorio. Por un lado, se encuentra el análisis etnográfico
bajo una idea de acción participativa con la población urbana, campesina, así
como con las comunidades originarias. Por otro lado, se suma la visión del
actual contexto del capitalismo trasnacional y el desarrollo de proyectos de
gran escala en México y en Oaxaca, los que participan en gran medida de las
formas contemporáneas de construir al territorio, y con ello la expansión del
sistema capitalista y adaptación hacia diferentes regiones. Así como su cons-
tante introducción hacia nuevas actividades sociales, culturales y económicas
a lo largo de todo el planeta. Se suma también el trabajo colaborativo con las
comunidades originarias en Oaxaca, las cuales han solicitado al LIGART infor-
mes y cartografía para sus pueblos (por medio de acuerdos de colaboración y
tequio), lo que, dicho sea de paso, revela el carácter social que se impulsa des-
de el surgimiento del laboratorio.
Los ejemplos que se presentan son, en parte, resultado de estos tres proce-
sos, en donde se puede advertir el análisis académico, la investigación acción
Elementos para construir el espacio... 71
participativa realizada mediante la vinculación con los pueblos y comunida-
des originarias y campesinas de diversas regiones de Oaxaca, así como la de
elaboración de tesis de posgrado (maestría y doctorado) de estudiantes de las
regiones indígenas del estado.
El texto se encuentra dividido en cinco secciones, con su introducción y
conclusiones respectivas. En las dos primeras secciones se encuentran dos
puntos de reflexión teórica metodológica sobre cómo se puede dar contenido
a una entidad dispersa en el universo, en particular el oaxaqueño, en donde se
establecen los derroteros y conceptos por el cual el LIGART dirige y entiende la
investigación en un contexto de producción de espacio capitalista, pluricul-
tural y megadiverso. La tercera sección se aboca a describir cómo se entiende
la cartografía, el mapa y las escalas en las investigaciones regionales y territo-
riales de este laboratorio de investigación. En las secciones cuarta y quinta se
colocan dos ejemplos como bastidores de estas ideas teórico-metodológicas
que se han desarrollado. Con todo esto se concluye que la investigación acción
participativa, el fuerte y concentrado trabajo etnográfico, las representaciones
cartográficas en un territorio pluricultural son necesarias y permiten entender
la realidad regional de Oaxaca, además de que abren camino en los diálogos
colaborativos con las comunidades con las que se trabaja para transformar las
actuales condiciones territoriales desiguales presentes que afectan al estado.
1. ¿De qué forma podemos dar contenido
a una entidad dispersa en el universo?
En el marco de un espacio pluricultural como en el caso de Oaxaca debe plan-
tearse desde “la igualdad en la diferencia y la diferencia en la igualdad” (Krotz,
2002). Desde las ciencias sociales y humanas, la construcción social del espacio
implica una relación indisociable entre sujetos, objetividades y subjetividades
culturales contextualizadas en el devenir histórico, las cuales permiten signi-
ficar lo extraño, lo desconocido y domesticar la alteridad del espacio. Cuatro
elementos contextuales permean el horizonte del territorio plural oaxaqueño
en la construcción de conocimiento. En primer lugar, Oaxaca es sin duda algu-
na el estado más diverso de México; en segundo lugar, tiene la mayor riqueza
72 Laboratorios urbanos
pluricultural del país (Bartolomé, 2014: 86; Barabas, 2008). En tercer lugar, “la
entidad ocupa el tercer lugar a nivel nacional en pobreza de ingresos ya que el
ingreso de 63% de su población no es suficiente para adquirir la canasta bá-
sica” (Tourlier, 2019; Enríquez, Camacho & Velasco, 2019). En cuarto lugar,
este estado ha presentado una alta migración a las ciudades del centro, norte
y a Estados Unidos y Canadá, “entre 2015 y 2020, salieron de Oaxaca 133,583
personas para radicar en otra entidad” (
INEGI
, 2021). Adicional a toda la pobla-
ción originaria que ha arribado de Chiapas y las migrantes que han radicado
ya en esta entidad, provenientes de otros estados de la República Mexicana,
de Europa, Norteamérica y Sudamérica.
A todo esto, hay que agregar la pandemia por COVID-19 de la cual no han
sido aún calculadas sus implicaciones y consecuencias hacia el futuro. Se ha
vuelto un quinto elemento disruptor tanto en las formas en cómo ha afectado a
los pueblos y comunidades. También ha propiciado que estas mismas desplie-
guen toda una serie de respuestas, medidas comunitarias y territoriales para
enfrentar la pandemia por SARS-CoV-2, las que, en varios casos de la Sierra Sur
y Juárez, han resultado de gran ayuda para ponerle un cerco al avance del virus.
En la misma línea, vale la pena recalcar la importancia del problema de la
diversidad cultural en contextos específicos como Oaxaca, caracterizado por
profundas desigualdades sociales. Como bien lo ha señalado Giménez, la di-
versidad cultural,
[…] planteada en términos de diálogo entre iguales y sin tomar en cuenta sus con-
dicionantes sociohistóricos, tiende a encubrir las desigualdades culturales finca-
das en la desigual distribución de los recursos económicos y simbólicos […] las
culturas no sólo son diversas, sino desiguales en cuanto a su estatuto y valoración
(Giménez, 2019: 23).
En esta tesitura, las sociedades étnicas no son colectividades estáticas, sino que
las propias comunidades y pueblos se construyen de manera relacional, donde:
“las sociedades étnicas contemporáneas, con sus particularidades y comple-
jidades específicas revaloran o adaptan conocimientos del pasado a procesos
o circunstancias igualmente contemporáneos” (Urquijo Torres, 2011: 147).
Elementos para construir el espacio... 73
En concordancia con lo anterior, metodológicamente es fundamental ate-
rrizar los siguientes enfoques: la idea de límites y fronteras, la importancia
de la relación espacio-tiempo, la formas culturales y estructuras significantes
situados en complejos socio-simbólicos, organización política territorial, fi-
nalmente, la producción y el trabajo etnográfico. Lo cual obliga a un trabajo
documental previo, un diseño de estancia de campo, la realización del viaje
etnográfico, para culminar con la elaboración de un aparato textual y de es-
critura “que sea testigo de la fidelidad entre el hecho real y su legitimación an-
tropológica” (Pérez-Taylor, 2002: 141).
En estas circunstancias situar y construir el espacio configura necesaria-
mente la noción de límite y de frontera. Se trata de una construcción cultural
arbitraria, la cual marca un principio y un fin. De esta forma, el espacio se con-
forma como un lugar de certidumbre, como una entidad en movimiento trans-
mutable y que “logra su continuidad a través de condiciones históricas que lo
favorezcan” (Pérez-Taylor, 2002: 143). Por su parte, la construcción de un prin-
cipio y un fin remite “al tiempo como el elemento que circunscribe el despla-
zamiento del espacio por un universo cargado de enunciación” (Pérez-Taylor,
2002: 144). La narración es el guardián del tiempo. El carácter temporal de la
experiencia humana adquiere sentido sólo en el tiempo narrado, “el tiempo
se hace humano en cuanto se articula de modo narrativo” (Ricoeur, 2003: 39).
Por su parte, los sujetos y grupos sociales viven inmersos en estructuras
de significación socialmente establecidas, relaciones de poder, racializadas y
patriarcales. De ese modo las y los investigadores no realizan descripciones
realistas de una sociedad, más bien, lo que realizan son ficciones, interpreta-
ciones de segundo y tercer grado, es decir, dichas ficciones se fundan en la ver-
sión e interpretación que el nativo hace de su propia cultura (Geertz, 2003:
28). Las formas simbólicas y estructuras de significación se insertan en con-
textos socio-históricos donde el sujeto participa activamente con base en pro-
cesos de valoración simbólica, de esta manera recibe y comprende las formas
simbólicas (Thompson, 1998; Geertz, 2003; Segundo, 2018). Desde el enfoque
antropológico, el sentido de las formas simbólicas queda plasmado en la des-
cripción etnográfica. El lugar desde donde se construye el proyecto etnográ-
fico se devela a través del trabajo de campo y la carga ideológica de quien lo
realiza: diversas miradas y puntos de vista se materializan en discurso cientí-
74 Laboratorios urbanos
fico de posibles observables (Pérez-Taylor, 2002: 12). Un conjunto de activida-
des técnicas y procedimientos guían el trabajo etnográfico e interpretativo en
busca de significaciones (Geertz, 2003: 20). Hacer etnografía es interpretar y
desentrañar las estructuras de significación, hablamos de “una jerarquía es-
tratificada de estructuras significativas atendiendo a las cuales se producen,
se perciben y se interpretan” el valor y sentido social de las formas simbólicas
(Geertz, 2003: 22).
Bajo estas consideraciones es importante remarcar, que tanto el trabajo et-
nográfico, como todo el proceso de investigación en la construcción de datos e
información e interpretación del conocimiento, se encuentra en un ámbito de
disputas ideológicas y políticas, dentro de las aulas y fuera de ellas. Debido a
que en los territorios latinoamericanos y oaxaqueño, en particular, histórica-
mente el proceso de colonización de todo el continente ha llevado a diversos
procesos extractivistas y conflictos territoriales, donde no solo se lucha por
recursos, sino por bienes comunes entre diversos grupos sociales y empresa-
riales. En este sentido la misma ciencia y su construcción de información y
datos “se convierte en otro recurso que moviliza para su lucha” (Vargas Veláz-
quez, 2019: 12).
Bajo todas las consideraciones previas hay que decir que la construcción
teórica, los métodos y herramientas metodológicas forman parte de una idea
política teórica que toma partido en las formas metodológicas y con los suje-
tos con los cuales se colabora. Se afirma que se colabora porque la propuesta
de investigación del LIGART sostiene que: “ninguna ciencia puede salir de la red de
sus prácticas” (Latour, 2007: 48). Las prácticas de investigación se dirigen a
mantener una ética política y académica tanto dentro de las aulas y el labora-
torio. De forma paralela, en la manera en cómo se colabora con los pueblos y
comunidades originarios en Oaxaca. Los hechos y datos, mapas, diagramas,
estadísticas, censos, que se originamos son:
[…] producidos y representados en el laboratorio, en los escritos científicos, ad-
mitidos y autorizados por la comunidad naciente de los testigos. Los científicos
son los representantes escrupulosos de los hechos. ¿Quién habla cuando ellos ha-
blan? Los mismos hechos, sin duda alguna, pero también sus portavoces autori-
zados (Latour, 2007: 54).
Elementos para construir el espacio... 75
De esta manera, los sujetos, los pueblos, comunidades, mujeres, hombres, ni-
ñas, niños, ancianos y ancianas de Oaxaca, en sus territorios ancestrales, así
como los propios migrantes de toda América Latina, como Europa, forman
parte de esto. La idea de investigación se dirige a la acción participativa, como
el trabajo etnográfico mencionado. La desigualdad social, económica, el au-
toritarismo, el racismo y las relaciones patriarcales, coloniales y capitalistas,
son ejes fundamentales para analizar y considerar en un espacio pluricultu-
ral como Oaxaca, tanto para comprenderlos, como para impulsar y ayudar a
transformar esta realidad.
2. La producción social de espacio y el capital
en un laboratorio de investigación oaxaqueño
Un punto sustancial para considerar en la forma teórica y metodológica de
construcción de los datos y el trabajo con los sujetos sociales en el Laborato-
rio de Información Geográfica y Análisis Regional y Territorial (LIGART), es el
actual contexto del capitalismo trasnacional en México, y el desarrollo en Oa-
xaca de Proyectos de Gran Escala (Tren Maya, Autopistas a la Costa e Istmo de
Tehuantepec, Corredor Transístmico y Libramiento Sur). Además del impulso
del desarrollo inmobiliario y turismo que se dirigen a urbanizar cada vez más
pueblos, selvas, bosques, manglares y ríos, debido a la importancia del sistema
capitalista, su expansión y adaptación en diferentes épocas, hacia diferentes
regiones. Así como su constante introducción hacia nuevas actividades socia-
les, culturales y económicas a lo largo de todo el planeta, concreta sus diver-
sas contradicciones, disputas y desigualdades territoriales en Oaxaca, como
se puede ver en las oposiciones al desarrollo de los Proyectos de Gran Escala
por parte de diversos pueblos originarios.
De ese modo, una idea teórica adicional que sirve para comprender el es-
pacio social actual de Oaxaca es que el mismo espacio geográfico representa la
totalidad de las relaciones espaciales organizadas en mayor o menor grado en
patrones identificables, los cuales por sí mismos son expresión de la estructu-
ra y el desarrollo del modo de producción (Smith, 2006: 82), debido que existe
un proceso continuo donde viviendo, actuando y trabajando es como produ-
76 Laboratorios urbanos
cimos espacio (Smith, 2006). Si el espacio se entiende como producto de las
relaciones entre los elementos que lo constituyen, así como de las relaciones
de poder que ejercen los diferentes actores que en él participan, entonces el es-
pacio es un proceso que se encuentra en constante transformación de acuerdo
con las características de los periodos históricos, conformados por diferentes
modelos económicos, políticos y de organización social.
Por tanto, en la construcción social del espacio en Oaxaca se evidencia la
diversidad de formas, procesos de apropiación y dominación bajo los cuales
el capitalismo se ha adaptado a lo largo de diferentes periodos a través de la
producción de espacio, diversidad de paisajes, organización territorial de po-
blación originaria, mestiza y migrante (Harvey, 2007a; 2007b; 2008). Todo lo
anterior lo podemos observar en los territorios y ciudades de Oaxaca, donde
se marca la misma forma territorial, de tamaño y redes en ciudades produci-
das por los pueblos originarios y sus autoridades comunitarias. En el actual
proceso de capitalismo global es crucial el lugar de lo local en la dinámica del
capital, donde los mismos pueblos tienen y concretan sus demandas, en una
lucha con amplias desventajas, pero con una organización política local per-
manente y vital (Massey, 1994).
Lo anterior se deriva de la interacción de una variedad de flujos globales
en forma de capitales financieros, migraciones nacionales, internacionales e
información que tocan y modifican la organización espacial de lugares y regio-
nes. De esta forma, la categoría de lugar, territorio, paisaje, espacio y tiempo,
así como el proceso de producción presente en esa escala, permiten observar
y evidenciar la multiplicidad de economías y culturas donde se inserta el siste-
ma económico global, y con ello la reproducción del desarrollo geográfico des-
igual. Ahí la mezcla distintiva de todas las relaciones, prácticas, intercambios
que allí se entrelazan son permanentes. Podemos afirmar que el espacio-tiempo
se presenta como sitio de disputa y negociación continua, donde surgen rela-
ciones regionales, estatales e incluso de carácter global, a través de las cuales
se desempeñan estas geometrías del poder (Massey, 2004).
Bajo estas ideas, la escala social es un eje importante que representa un pro-
ceso activo, que al igual que la producción de espacio, es resultado de las rela-
ciones sociales (Smith, 2002) la cual se reestructura de acuerdo con el modo de
producción. Un ejemplo de esto se observa en la actividad turística contempo-
Elementos para construir el espacio... 77
ránea donde se lleva a cabo una intensa relación entre las escalas global y local,
con la llegada de cadenas hoteleras transnacionales a pequeñas comunidades
costeras. Esta relación global-local no elimina la interacción con la escala na-
cional o regional, pero si la transforma, en cuanto a los actores que intervie-
nen, la normatividad, el paisaje y organización del territorio que se produce.
Un ejemplo de esta transformación en las relaciones globales, nacionales
y locales es evidenciado por Harvey de la siguiente forma,
(se presenta) …una decreciente capacidad del Estado-nación para controlar los
flujos multinacionales de dinero, de modo que la inversión adopta cada vez más
la forma de una negociación entre el capital financiero internacional y poderes lo-
cales que hacen lo posible por maximizar el atractivo del espacio local como cebo
para el desarrollo capitalista (Harvey, 2007a: 369-370).
De esta manera las formas de apropiación del espacio de comunidades locales
se transforman al ritmo espacio-temporal de la llegada de una nueva actividad,
ya sea turística, minera, agroindustrial, etcétera. Esto implica el desarrollo de
nuevas formas de apropiación del espacio con el arribo de nueva infraestruc-
tura y dinámica socioeconómica en el espacio. Todo eso se puede observar en
el caso de Oaxaca, donde la migración y el turismo, por mencionar dos casos,
representan partes fundamentales de su economía y de las formas contempo-
ráneas de construir el territorio. Los cuales se asentaron desde hace más de
tres décadas con el desarrollo de las políticas neoliberales en todo México y en
particular en Oaxaca, donde el sector rural, el comercio local y las redes co-
merciales de mercados tradicionales fueron transformadas, dado que apare-
cieron nuevos sistemas de uso de la tierra, el transporte y las comunicaciones,
la organización territorial y nuevas modalidades de representación (Harvey,
2008: 247). Por ejemplo, la constante expansión del proceso de urbanización,
desarrollos inmobiliarios, la turistificación de zonas con valor patrimonial y
el consecuente desplazamiento de población local; como es el caso de las co-
munidades de la Costa y Valles Centrales de Oaxaca.
Es necesario sumar, a todo esto, que el uso de redes sociales y una variedad
de plataformas virtuales para la comunicación y compra de una diversidad de
productos se ha expandido de manera desigual y creciente, lo que también ori-
78 Laboratorios urbanos
gina nuevas formas de organización territorial. Dos ejemplos destacados son
el uso de aplicaciones de comida a domicilio y plataformas de la oferta de alo-
jamientos a particulares y turísticos como Uber eats y Airbnb, principalmente
en la ciudad de Oaxaca, tanto en el turismo, como en la venta de diversas mer-
cancías, artesanías y mezcales. Adicional a la patrimonialización del centro
histórico de la ciudad de Oaxaca, y la expansión de un mercado de arte y de
artesanías. Esta diversidad de circunstancias evidencia la necesidad de anali-
zar los actuales procesos ambientales, sociales, económicos y culturales que
constituyen la actual producción espacial de la región. Con una diversidad de
escalas de actuación, mediante la participación de actores locales, regionales,
nacionales y de carácter global. Todo esto, hace apremiantes formas de inves-
tigación-acción y trabajo etnográfico, además del diálogo teórico metodoló-
gico, en la región; en estas circunstancias que se inscribe el trabajo del LIGART.
Para ejemplificar estas aseveraciones teóricas-metodológicas que han sido
parte de los estudios de este laboratorio de investigación, se puede ilustrar
con el caso del turismo, debido a que es una actividad económica primordial
en México y Oaxaca, tan sólo en el país en 2018 dicho sector aportó el 8.7%
del Producto Interno Bruto (PIB) y la llegada de visitantes internacionales en
2019 registró un crecimiento anual de 0.9%. En ese mismo año la llegada de
pasajeros vía aérea superó los 102.5 millones de personas, nivel que representó
un incremento de 5.3% comparado con 2018. En 2019 se recibió un total de
8.9 millones de pasajeros en crucero, equivalente a un incremento del 13.5%
anual (Sectur, 2019). En el caso de Oaxaca es una actividad en crecimiento,
una muestra clara de esto se observa a través de la llegada de turistas en Oaxa-
ca a partir de la década de los noventa (ver gráfica 1).
Elementos para construir el espacio... 79
Gráfica 1. Llegada de turistas a Oaxaca
Fuente: elaboración propia con base en Sectur, 2019.
En Oaxaca se han puesto en marcha programas desde las instituciones de ca-
rácter federal y estatal. Uno de los principales proyectos turísticos en el estado
es el Centro Integralmente Planeado Bahías de Huatulco, creado por el Fon-
do Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a principios de la década de los
ochenta. Otro de los programas introducidos de escala federal es el Programa
de Pueblos Mágicos el cual se ha establecido hasta ahora en seis comunidades
en distintas regiones del estado. El primero en incorporarse fue Calpulálpam
de Méndez en 2007; en 2015 se integraron el resto de los pueblos, Huautla de
Jiménez, San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo Teposcolula, Mazun-
te y finalmente Santa Catarina Juquila en el 2020. En la gubernatura de Ga-
bino Cué (2011-2016) se creó el Programa de Rutas Turísticas, el cual incluye
a comunidades desde la Sierra Mixteca hasta el Istmo de Tehuantepec. Este
programa toma elementos tanto culturales como ambientales para nombrar
y conformar los paseos y rutas que se promueven, como son el mezcal, las ar-
tesanías y la producción de café.
80 Laboratorios urbanos
Mapa 1. Espacios, rutas y categorías turísticas institucionales en Oaxaca
Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2013; 2020; Sectur Oaxaca, 2020; Sectur, 2021.
A pesar de lo anterior, los principales destinos turísticos en el estado son la
ciudad de Oaxaca y los desarrollos turísticos en la costa. El actual gobierno de
Alejandro Murat ha denominado como “Riviera Oaxaqueña” a esta serie de lo-
calidades costeras, que van desde Bahías de Huatulco, hasta Puerto Escondi-
do y la Laguna de Chacahua. En 2019 la ciudad de Oaxaca, Bahías de Huatulco
y Puerto Escondido concentraron el 54% de las visitas registradas en la acti-
vidad hotelera de toda la entidad (Sectur Oaxaca, 2019). El auge del turismo
en Oaxaca se ha presentado, como actividad generadora de empleos y bienes-
tar económico y social. Sin embargo, su impulso a partir de la década de los
Elementos para construir el espacio... 81
noventa es una forma de apropiación y dominación del espacio que se lleva
a cabo mediante la mercantilización de una variedad de elementos del espa-
cio en función del turismo. Dentro de las principales problemáticas derivadas
de la actividad turística se puede señalar el cambio en el uso del suelo que ha
conducido hacia una expansión de la urbanización del territorio, el encareci-
miento en el valor del suelo por el arribo de inversiones y creación de nueva
infraestructura, así como el desplazamiento de población local por nuevos re-
sidentes con mayores ingresos económicos.
El otro caso es el del mezcal, debido al incremento en la producción mez-
calera en Oaxaca y la entrada de nuevos actores en su producción venta y dis-
tribución, lo cual ha representado una ampliación del capital hacia nuevos
territorios y actividades. Esta expansión hacia nuevos lugares y nuevas activi-
dades favorece la subordinación de los espacios locales en favor de los espacios
globales, el capital requiere que estos espacios se integren a la dinámica del
capital. El avance del capital transnacional como eje para imponerse sobre las
comunidades y bienes comunes para su apropiación y dominación, donde los
megaproyectos juegan un papel primordial en el periodo contemporáneo, no
solo incluyen obras de infraestructura, sino toda una serie de transformacio-
nes en las relaciones de poder, en los procesos socioeconómicos, así como ajustes
en las políticas y normatividad global y al interior de los espacios nacionales.
Sin embargo, esto no quiere decir que no se presenten formas organizadas de
pueblos, comunidades o colectivos que enfrenten estas condiciones de pro-
ducción y comercialización del mezcal en el mercado mundial. Existen varios
casos en donde se retoma todo un discurso territorial sobre la pertenencia, los
orígenes ancestrales y el trabajo de los campesinos para defender sus mezca-
les frente a las empresas tequileras (Desinformémonos, 2016).
3. El uso de la cartografía en un espacio pluricultural
En el examen de la construcción de todo el trabajo etnográfico, de datos y de
cartografía hay que considerar varios elementos. Primero el uso y elaboración
de cartografía es muy importante para los actuales procesos de investigación en
el LIGART, no obstante, hay que tener en cuenta, como afirma Harley, que el
82 Laboratorios urbanos
territorio no es el mapa. Segundo, en el laboratorio se considera al mapa como
una representación de lo que se investiga, es “un árbitro silencioso del poder”
(Harley, 2005: 205). En este sentido, la cartografía que se origina en el LIGART
tiene este sustento teórico metodológico propuesto por la cartografía crítica
de Harley que apunta a responder a las preguntas de para qué y para quién se
elaboran las representaciones cartográficas. Otro aspecto fundamental para
considerar en la confección de los mapas es la escala, referida a la escala so-
cial y cualitativa, “de ahí, que las diferencias de escala a pesar de ser, en apa-
riencia, cuantitativas, sean, en realidad, cualitativas. Un fenómeno dado sólo
puede ser representado en una escala dada. Cambiar de escala significa cam-
biar el fenómeno” (De Souza-Santos, 1991: 24).
Lo anterior no excluye que la misma cartografía y los usos de mapas, sean
elementos analíticos y de apoyo para la comprensión de las dinámicas sociales
en Oaxaca. La cartografía surgida del LIGART es resultado de procesos entre-
cruzados de análisis académicos, de elaboración de tesis de posgrado y de in-
vestigación en acción participativa con los pueblos, comunidades originarias o
campesinas de diversas regiones del estado. Las temáticas que se incluyen están
relacionadas con el problema del agua, el crecimiento urbano, la producción
mezcalera, los mercados tradicionales, la movilidad y el transporte urbano, la
producción agrícola y de traspatio, los procesos de turistificación, los conflic-
tos por tierras y la violencia hacia las mujeres, por mencionar algunas. A con-
tinuación, detallamos dos ejemplos, que sirven como bastidor de enunciado.
4. Los espacios y tiempos de las hierbas comestibles
en Ixtlán de Juárez1
El primer ejemplo trata sobre el intercambio de hierbas comestibles en Ixtlán
de Juárez, en la Sierra Norte de Oaxaca. Ahí se buscó analizar tres elementos
centrales: las hierbas comestibles que se ponen en circulación, los comercian-
tes que hacen posible este proceso, además de los mecanismos que se gene-
1 Los mapas 2 y 3 revisados en este apartado fueron publicados en Cruz, R., Cruz M. y Palma,
F. 2021.
Elementos para construir el espacio... 83
ran para su intercambio. Se acudió al menos una vez al mes, desde el segundo
semestre de 2018 hasta principios de 2020, al mercado de ese municipio. Se
documentaron y clasificaron el total de puestos, así como los principales gi-
ros comerciales encontrados. De los 43 puestos que expenden productos del
campo, se aplicaron encuestas en los 21 que contaban con algún tipo de her-
bácea comestible, de las que se documentaron 16. Además, se preguntó si son
sembradas o recolectadas, de dónde proceden y disponibilidad en el año; así
como el nombre que reciben en zapoteco. Se generó un perfil mínimo de los
vendedores, se establecieron las características de género, edad, instrucción
formal y lengua; se preguntó si son vendedores propios y el circuito de merca-
dos que cubren. La cartografía se usó en dos niveles, en el marco más general
para ubicar el lugar de estudio (mapa 2).
Mapa 2. Área de estudio en la que se muestra
los Valles Centrales, la Sierra norte y el municipio de Ixtlán
Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2013 y 2020.
84 Laboratorios urbanos
El segundo nivel es en el proceso particular de identificar tanto las localidades
proveedoras de hierbas comestibles, así como el número de vendedores y de
hierbas que proceden de esas localidades. El resultado fue que las plantas her-
báceas que se comercializan en el tianguis de Ixtlán proceden fundamentalmen-
te de once distintos lugares (mapa 3): Ixtlán (solo hay un vendedor que vende
cilantro, epazote, perejil y espinaca); La Trinidad (berro y mostaza); Nuevo Zo-
quiápam (berro); ciudad de Oaxaca (cilantro, epazote, perejil, espinaca); San
Jerónimo Tlacochahuaya (cilantro, epazote, perejil); San Juan Chicomezúchil
(cilantro, epazote, orégano, chepil, berro, perejil, guías de calabaza, verdola-
ga, hierbabuena, espinaca, mostaza y quintonil); San Juan Evangelista Anal-
co (berro, cilantro, chepil, epazote, espinaca, guías de calabaza, hierbabuena,
mostaza, orégano, perejil, quintonil, verdolaga,); San Miguel del Río (cilantro,
epazote, perejil, verdolaga); Santa Catarina Lachatao (cilantro, epazote, perejil,
espinaca); Santa María Yavesía (cilantro, epazote, perejil, quintonil); y Santa
Martha Latuvi (guías de calabaza, mostaza y quintonil).
La mayoría de estas comunidades se ubican en la Sierra Norte, con excep-
ción de Oaxaca y San Jerónimo Tlacochahuaya que corresponden a los Va-
lles. San Juan Chicomezúchil y San Juan Evangelista Analco son los pueblos
que abastecen de más herbáceas al mercado, son comunidades con una mar-
cada tradición en la producción y venta en la región de la Sierra Norte. Mien-
tras que lugares como la ciudad Oaxaca es de donde procede buena parte de
los productos de reventa, comprados en la Central de Abasto. Lo que el mapa
nos muestra, además, es que el tianguis es una expresión de diversidad por los
productos que se intercambian y por la diversidad de lugares de donde proce-
den. Pero también funciona como un mecanismo de articulación económica
regional, ya que en el tianguis son fundamentalmente personas de otros mu-
nicipios y comunidades los que venden en Ixtlán.
Elementos para construir el espacio... 85
Mapa 3. Localidades productoras y número
de especies herbáceas que aportan al mercado
Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2013; 2020 y Cruz, 2019.
5. Territorialidades extintas: la tradición mezcalera
en la Estanzuela, Soledad Etla, Oaxaca
La Estanzuela es una agencia del municipio de Soledad Etla, perteneciente
al distrito de Etla en la región de los Valles Centrales en el estado de Oaxaca.
Se encuentra a 17 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. La invitación del presi-
dente del comisariado de Bienes Ejidales del municipio de Soledad Etla, don
Pipino López Rojas (como parte de una colaboración de investigación acción
participativa para el ejido), nos permitió entrevistar a los hermanos don Adal-
berto Robledo y don José Robledo, originarios de la agencia La Estanzuela,
86 Laboratorios urbanos
perteneciente a este municipio. El encuentro tuvo lugar en el edificio del Co-
misariado ubicado en el centro del municipio en marzo de 2020. Ambos per-
sonajes compartieron información significativa hasta donde su memoria les
permitió rememorar.
Los hermanos Robledo se dedicaron a la elaboración de mezcal por apro-
ximadamente quince años. En su familia, ellos fueron la tercera y última ge-
neración que aprendió el proceso para la elaboración de mezcal. Ninguno de
sus descendientes aprendió a elaborar esta bebida y la tradición mezcalera
familiar se perdió.
Figura 1. Los hermanos Adalberto y José Robledo, maestros mezcaleros
de La Agencia la Estanzuela, Soledad Etla
Fuente: Consuelo Bernardino, Soledad Etla, Oaxaca, marzo de 2020. Técnica digital. Archivo de la
autora.
Elementos para construir el espacio... 87
Mapa 4. Mapa de diagnóstico sociodemográfico Soledad Etla, Oaxaca
Fuente: elaboración propia con base en INEGI 2010; 2017; 2018; 2019.
En La Estanzuela, varias familias se dedicaron por varias generaciones a la ela-
boración de mezcal, una de ellas fue la de don Adalberto y don José. Su padre
y abuelo también fueron maestros mezcaleros. Resulta importante conocer y
comprender la temprana extinción de la tradición en el Valle Eteco.
La tradición mezcalera en la familia de los hermanos Robledo inicia con su
abuelo don Basilio Robledo. Entre los 10 y 12 años don Basilio se incorporó al
trabajo en algún palenque familiar. Según se desprende de los datos proporcio-
nados por los hermanos Robledo, podríamos situar a don Basilio iniciando su
aprendizaje de la tradición mezcalera alrededor del año de 1893, si considera-
mos que habría nacido alrededor de 1881. Posteriormente, su padre don Mace-
donio junto con su tío Fernando aprendieron el oficio y también se dedicaron de
88 Laboratorios urbanos
lleno a la elaboración de mezcal. Como se mencionó, los niños se involucraban
a temprana edad en las actividades productivas, por tal motivo, tanto don Mace-
donio como don Fernando se iniciaron en la tradición alrededor del año de 1920.
Según recuerda don Adalberto durante su niñez y adolescencia, en La Es-
tanzuela ya se elaboraba mezcal, además de su padre, abuelo y tío, otras fa-
milias también se dedicaban a producirlo. La fábrica de mezcal se compartía
entre distintas familias. Los productores ocupaban el mismo palenque y com-
partían el horno para la cocción del maguey, los mazos de madera para macha-
car el maguey cocido, las tinas de madera para fermentar y las ollas de barro
para destilar. La gestión del palenque era familiar y comunitaria. En los mo-
mentos de mayor auge y producción de mezcal durante la primera mitad del
siglo XX, don José recuerda que en algún tiempo hubo dos lugares en donde
se producía mezcal, estos lugares se conocían como el “palenque de arriba” y
el “palenque de abajo”.
Con los conocimientos adquiridos de su padre y de su abuelo, los hermanos
Robledo se mantuvieron trabajando en el palenque mientras permanecieron
solteros. En esta época combinaban la labranza del campo con las actividades
del palenque. Don Adalberto habría iniciado su aprendizaje en el palenque al-
rededor de 1945, mientras que don José estaría involucrándose en el trabajo
del palenque en 1953, aproximadamente. En su familia, otros primos suyos
habrían aprendido también el proceso para elaborar mezcal, sin embargo, nin-
guno de sus hijos o sus sobrinos aprendieron a elaborar mezcal y después de
ellos nadie más en la familia fue mezcalero.
Una vez casados, don Adalberto (1960) y don José (1963) ya no se dedica-
ron a la elaboración de mezcal. Su principal ocupación a partir de entonces
y, a lo largo de su vida, fue la agricultura. Se dedicaron a la siembra de maíz y
frijol, esto les permitió sobrevivir y mantener a sus hijos. El hecho de que los
hermanos Robledo dejaran de trabajar en el palenque trajo como consecuen-
cia que sus hijos ya no aprendieran el oficio de mezcaleros, por lo que la tra-
dición familiar se truncó en esta generación.
De acuerdo con don José, la última vez que destilaron mezcal, habría teni do
lugar entre los años de 1960 y 1965. Entre los factores por los que dejaron de
producir mezcal se encuentran el cobro de impuestos desmedidos y abusivos,
la competencia de mezcal más barato procedente de Miahuatlán y la falta de
Elementos para construir el espacio... 89
materia prima que empezó a escasear en la región, lo que encareció el insumo
básico del proceso productivo. Los hermanos Robledo recuerdan que la ofici-
na de recaudación de rentas de Etla les cobraba altas cantidades por concepto
de impuestos. El palenque no producía lo suficiente para pagar, por lo que todos
los productores de mezcal decidieron dejar de producirlo. A mediados del si-
glo XX se comenzó a vender mezcal de Miahuatlán en gran cantidad y mucho
más barato; la gente del municipio optó por preferir el de menor precio. Otra
de las razones y, quizá la de mayor peso, fue la escasez de maguey. Sin la dis-
ponibilidad de materia prima en el área, los productores se veían obligados
a comprarlo de otros pueblos cercanos, lo cual no resultaba lucrativo dados
los impuestos que tenían que pagar y la competencia de mezcal foráneo a pre-
cios bajos.
Fue así como la tradición mezcalera familiar que se había transmitido en
por lo menos tres generaciones se perdió. Los depositarios de este saber tradi-
cional para la elaboración de mezcal, como don Adalberto y don José no pudie-
ron transmitirlo a sus hijos, quienes a la postre se dedicaron a otras actividades.
Algo semejante a la experiencia de los hermanos Robledo debió haberse vivido
en las distintas familias que se dedicaban a la producción de mezcal, eso expli-
caría la abrupta desaparición de la tradición mezcalera en La Estanzuela, Etla.
A través de la producción de mezcal en la agencia la Estanzuela durante
varias generaciones, la apropiación del espacio implicó su valoración simbó-
lica, imaginaria e instrumental, hablamos de un tipo de manejo, gestión, con-
trol y despliegue de los grupos sociales en el territorio. Cuando las condiciones
físico-biológicas del territorio impidieron un abastecimiento de la cadena de
valor maguey-mezcal, la valoración simbólica, material e imaginaria del te-
rritorio vinculada a la producción de mezcal cayó en desuso y desapareció. La
puntilla del proceso se combinó con la llegada de mezcal más barato y en abun-
dancia de otras regiones de los Valles Centrales de Oaxaca, principalmente de
Miahuatlán, donde la abundancia de la materia prima es, hasta la fecha, muy
importante. En esta coyuntura, la combinación compleja de distintas varia-
bles físico-biológicas y económicas impidieron la reproducción social, material
y familiar que combinaba la producción milpera y la producción de mezcal.
Llegado ese momento, la tradición mezcalera y su despliegue territorial en La
Estanzuela, Soledad Etla llegó a su fin.
90 Laboratorios urbanos
Reflexiones finales
El trabajo en el laboratorio ha permitido dar muestra de elementos que per-
manecen y resisten por parte de los pueblos originarios y sus autoridades co-
munitarias. En el caso de Ixtlán se muestra cómo el tianguis permanece como
una expresión de diversidad, a la vez que estos espacios dentro de la red de di-
námica social y económica de Oaxaca representan un mecanismo de articu-
lación económica regional, ya que permiten la participación de personas de
diferentes municipios y comunidades.
En el caso del mezcal en el Valle de Etla, se evidencia una organización del
territorio que por varias generaciones permitió una apropiación del espacio
mediante su valoración simbólica, imaginaria e instrumental. Sin embargo,
las nuevas condiciones sociales, económicas y de extracción de los recursos
naturales, terminaron con la reproducción material y familiar que permitía
dicha apropiación territorial y combinaba la producción milpera y la produc-
ción de mezcal.
Además de estos casos concretos que muestran la diversidad de condicio-
nes territoriales del estado, la gestión del territorio y las escalas de actuación
de diversas autoridades estatales o distritales (como el cobro por las autoridades
del distrito de Etla, por la elaboración de mezcal), se puede advertir la utilidad
tanto del trabajo etnográfico, las entrevistas semiestructuradas, el uso de las
fotografías y la elaboración de cartografía como resultado del análisis de fe-
nómenos sociales y territoriales estudiados. Los propios procesos muestran
su escala cualitativa, histórica y contemporánea donde se desarrollaron y se
presentan. Igualmente, se exhibe cómo la investigación acción participativa
en este caso, permite ahondar en detalles, y complejidades de los lugares en
sus diversos espacio- tiempos históricos. Lo anterior permite narrar las expe-
riencias y los relatos desde los campesinos y población originaria, esto lleva a
los investigadores y las investigadoras a comprender con mayor detalle y pro-
fundidad estos temas y problemáticas.
Un punto que es necesario mencionar es cómo en este trabajo de inves-
tigación la relación de diálogo y respeto con las autoridades locales, como
presidentes municipales, comisariados ejidales, permitió diversos diálogos y
conversaciones, recorridos de campo, revisión de archivos locales, fotografías,
Elementos para construir el espacio... 91
elaboración de cartografía. Igualmente propició abrir un diálogo permanente
con estas personas y autoridades en el entendimiento del estado y las regiones.
Lo anterior llevó también a considerar toda una discusión de cómo el capita-
lismo se concreta en estas regiones pluriculturales. Y como los propios pueblos
con sus autoridades locales ofrecen resistencias de diversas formas culturales
y políticas ampliamente organizadas. Esto no quiere decir que no existan pro-
blemas profundamente complicados por resolver (como el avance del turis-
mo y el desplazamiento de población por la enorme inflación en la ciudad de
Oaxaca o la contaminación del agua por la producción industrial de mezcal).
Un último aspecto para considerar es cómo el LIGART tiene dentro de sus
propios integrantes a estudiantes de varias regiones originarias de Oaxaca, en
conjunto con los estudiantes mestizos y otros estados del país, permiten tener
un crisol de oportunidades de investigación presente y futura, principalmente
en las pesquisas geográficas, regionales y territoriales.
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[95]
Las narrativas socioambientales como estrategia para
la resignificación del territorio: la experiencia del
Laboratorio Socioambiental Ciudadano como espacio
digital de diálogo en la Sierra de Guadalupe
Elsa Antonia Pérez-Paredes*
Líber Antonio Sosa Martínez**
* Instituto de Investigaciones Forestales (INIFOR), Universidad Veracruzana. Laboratorio
Socioambiental Ciudadano.
** Laboratorio Socioambiental Ciudadano y Doctorante CIIEMAD IPN Conacyt.
Resumen
El presente trabajo expone la importancia de resignificar el territorio a partir
de nuevas narrativas. Narrar el territorio con diversas estrategias permite es-
tablecer de manera participativa una nueva relación entre agentes, autorida-
des y poderes locales. Resignificar una política pública abre la ventana para
que la ciencia se involucre en el problema y allegarse de la información pro-
vista por diversas fuentes que vayan más allá de aspectos técnicos-científicos
y cuantificables. En las periferias urbanas aún hay grandes vacíos entre las
esferas de las academias, organizaciones sociales y autoridades locales. Es
ahí donde los Laboratorios Urbanos cobran relevancia porque pueden ser un
actor más que construyan puentes. El presente trabajo, expone cómo el La-
boratorio Socioambiental Ciudadano (LSC) está en la construcción de estos
puentes mediante las metodologías que se han diseñado desde las narrativas
socioambientales en el territorio de la Sierra de Guadalupe.
96 Laboratorios urbanos
Palabras clave: laboratorio urbano, narrativas sociodigitales, Sierra de Gua-
dalupe.
Introducción
Las nuevas formas de la pedagogía del quehacer científico aplicado al territorio
y el uso y reformulación de nuevos métodos y metodologías desde la perspecti-
va de innovación social a partir de abordajes interdisciplinarios e interseccio-
nales, ha permitido que se diseñen e implementen estrategias colegiadas que
han respondido a los fenómenos y problemáticas socioambientales alrededor
de la Sierra de Guadalupe. A través de las redes sociales y del conocimiento del
territorio, colectivos e individuos, han generado información de esta área na-
tural protegida con base en diversas fentes y se han abierto canales de comuni-
cación en las que cada agente ha aportado y problematizado el territorio desde
una mirada compleja orientada a la justicia ambiental.
En las periferias urbanas aún hay grandes vacíos entre las esferas de la aca-
demia, organizaciones sociales, autoridades locales, y, además, los medios de
comunicación tradicionales “narran” desde el estigma, los estereotipos racia-
lizados y el pensamiento hegemónico-centralista sobre los territorios de las
periferias urbanas. Es ahí donde los Laboratorios Urbanos cobran relevancia
porque pueden ser un actor más que construya puentes de diálogo. En este tex-
to se expone cómo el Laboratorio Socioambiental Ciudadano ( LSC) está en la
construcción de estos puentes mediante las metodologías que se han diseñado
desde las narrativas socioambientales en el territorio de la Sierra de Guadalupe.
En 2017 surge el Laboratorio Socioambiental Ciudadano ( LSC)1 como re-
sultado de conversaciones, intereses y sistematizaciones de diversos trabajos
de investigación aplicada entre investigadoras, consultores, docentes, activis-
tas y ciudadanos habitantes del norte de la Ciudad de México (alcaldía Gustavo
A. Madero) y del Estado de México (Atizapán de Zaragoza, Ecatepec, Naucal-
pan, Tlalnepantla y Coacalco).
1 Ver en: https://labsocioambiental.com/
Las narrativas socioambientales como estrategia... 97
La ubicación geográfica y las condiciones de habitabilidad de quienes in-
tegran esta iniciativa, su quehacer científico y las trayectorias pedagógicas
de trabajo comunitario desde las décadas de los años noventa, además de los
intereses interdisciplinarios actuales en los campos del cambio climático, te-
rritorio, políticas públicas, enfoque interseccional y de género en el medio
ambiente, apropiación de los bienes ambientales en las ciudades y sus perife-
rias, propiciaron la creación de un espacio digital y autogestivo donde se han
detonado visiones e inteligencias colectivas en un periodo en el que se tiene
la necesidad de conversar, interactuar e incidir a nivel local con nuevas for-
mas y estrategias.
El espacio virtual y presencial –comprendido como el espacio sociodigital–
de encuentro en el LSC se conforma de relaciones interdisciplinarias donde se
comparte una visión crítica de las lógicas hegemónicas que han influido en la
construcción de conocimiento, la generación de información, el sentido y ob-
jeto de la “ciencia”, la gestión de información y la constitución de las agencias.
El LSC ha incorporado desde la práctica y los proyectos aplicados e imple-
mentados digital y territorialmente, la perspectiva de la descolonización de
los saberes con una mirada crítica que las epistemologías del Sur (De Sousa,
2010) han orientado en la resignificación del conocimiento, los saberes y la
memoria. También el LSC ha reforzado la estrategia de articulación con otros
agentes locales y territoriales, el intercambio de iniciativas con otros colecti-
vos, los alcances de la incidencia en las políticas públicas locales y la perspec-
tiva de las políticas de abajo hacia arriba (Lascoumes y Le Galés, 2014) que
influyen en las agendas públicas socioambientales.
Por lo tanto, el presente trabajo expone la importancia de resignificar el
territorio a partir de nuevas narrativas ya que 1) narrar el territorio con diver-
sas estrategias permite establecer de manera participativa una nueva relación
entre agentes, autoridades y poderes locales; y 2) resignificar una política pú-
blica abre la ventana para que la ciencia se involucre en el problema y reciba
información de diversas fuentes que vayan más allá de aspectos técnicos-cien-
tíficos y cuantificables.
El documento se estructura en dos partes. La primera expone brevemente
la relevancia de la Sierra de Guadalupe como territorio de encuentro desde sus
cualidades y vulnerabilidades. En la segunda se presenta el funcionamiento
98 Laboratorios urbanos
del Laboratorio Socioambiental Ciudadano, en especial su propuesta meto-
dológica de las narrativas socioambientales.
La Sierra de Guadalupe como eje articulador de la reivindicación
de los bienes públicos ambientales
La defensa y deconstrucción de la habitabilidad en las periferias urbanas y
particularmente, las del “norte” de la Ciudad de México y el Estado de Méxi-
co, han partido de la reivindicación de “lo público” de los bienes públicos am-
bientales y de la defensa de sus habitantes.
La Sierra de Guadalupe constituye una zona sujeta a conservación ecoló-
gica que comparten la Ciudad de México y el Estado de México. La superficie
que comprende cuenta con 633.68 hectáreas, estableciéndose como una zona
prioritaria de preservación y conservación del equilibrio ecológico y en la que
diversos órdenes de gobierno están a cargo de su gestión y conservación (Ga-
ceta Oficial de la Ciudad de México, 2016).
Al igual que otras áreas naturales protegidas de la Ciudad de México,
aporta servicios ambientales esenciales para la vida en la Cuenca del Valle
de México. Por mencionar algunos: los servicios son de captación e infil-
tración del agua; hábitat de especies de flora y fauna; protección al suelo;
regulación del clima; almacenan y reciclan materia orgánica y nutrientes;
recreación y turismo; mejoran la calidad del aire; evitan deslaves y aluvio-
nes; entre otros (PAOT, 2009).
También la existencia de la Sierra de Guadalupe aporta a la mitigación y
adaptación al cambio climático (Chung, 2013). La pérdida de este suelo de
conservación debido a la deforestación y urbanización puede generar la mer-
ma de estos servicios ambientales, biodiversidad y ciclos biológicos, así como
cambios drásticos en los regímenes de temperatura y precipitación, modifi-
cación en los ciclos hídricos, aumento en la isla de calor, aumento en la evapo-
transpiración que puede desencadenar aumento en la frecuencia de incendios
forestales (Ordoñez, 2009).
Aunado a estos aspectos ambientales de la Sierra de Guadalupe, existen
las amenazas por acciones humanas como incendios provocados, tala de árbo-
Las narrativas socioambientales como estrategia... 99
les, saqueo e invasión de especies vegetales y animales, contaminación, asen-
tamientos irregulares, inseguridad, entre otras.
En suma, los problemas socioambientales rebasan los aspectos técnicos y
las responsabilidades administrativas, por lo que los diversos y múltiples co-
lectivos, organizaciones sociales en coordinación con las autoridades locales,
han aportado al cuidado, conservación y manejo de la Sierra de Guadalupe
mediante diversas estrategias y acciones que en su mayoría han sido diseña-
das e implementadas de manera autogestiva y sin financiamiento, pero han
aportado a mitigar algunas de las problemáticas señaladas, particularmente
los colectivos de la zona Cuautepec (Ciudad de México) y de Coacalco y Eca-
tepec (Estado de México) lo que evidencia una capacidad organizativa signi-
ficativa sostenida por una red de al menos 50 colectivos, incluido el LSC, que
está orientada a fortalecer dichas acciones de manera colaborativa o de ma-
nera individual.
Laboratorio Socioambiental Ciudadano:
sus estrategias situadas y localizadas de incidencia
La mediación comunitaria, los prototipos de innovación social, las iniciativas
comunitarias, los sistemas locales de información cualitativa y cuantitativa, los
encuentros sociodigitales, las acciones de incidencia, los talleres formativos y
los conversatorios que se han coordinado desde el LSC de manera colabo rativa,
han propiciado contar con una diversidad de voces desde el arte, la música, la
generación de información abierta y accesible, las políticas públicas, la tecno-
logía, la participación comunitaria y la incidencia, en las que se reconoce la
pertinencia de contar con políticas socioambientales diseñadas e implemen-
tadas de abajo hacia arriba y con alcance regional.
Los espacios sociodigitales promovidos han sido espacios de articulación
en los que se convoca a conversaciones colectivas para el intercambio de di-