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Media Education 13(2): 43-53, 2022
Firenze University Press
www.fupress.com/me
ISSN 2038-3002 (print) ISSN 2038-3010 (online) | DOI: 10.36253/me-13417
Citation: A. Sánchez-Aragón (2022) Tec-
nología digital y nuevas formas de
evaluar el apoyo social en la mento-
ría de menores. Media Education 13(2):
43-53. doi: 10.36253/me-13417
Received: July, 2022
Accepted: November, 2022
Published: December, 2022
Copyright: © 2022 A. Sánchez-Aragón.
This is an open access, peer-reviewed
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declare(s) no conict of interest.
Tecnología digital y nuevas formas de evaluar el
apoyo social en la mentoría de menores
Digital technology and new ways to assess social support in
youth mentoring
A S-A
Social & Business Research Laboratory (SBRlab), Universitat Rovira i Virgili, 43002 Tar-
ragona, España
annamaria.sanchez@urv.cat
Abstract. is article presents the experience of implementing in a formal mentoring
service a digital application that instantly connects mentors and social workers/educa-
tors. In order to improve scientic research and evaluation methods of youth mentor-
ing programs, it was designed a data monitoring and synchronization system that pro-
vides real-time information about meetings. e so-called Messagenes app was tested
with 130 couples mentor-mentee during their participation in the Nightingale project,
a community-based mentoring programme whose objective is to facilitate social, cul-
tural and linguistic cohesion of foreign minors. e results demonstrate the benets of
adopting technologies in order to assess the social support oered to youth who face
adversity.
Keywords: mobile apps, digitalization, social mentoring, digital social work.
Resumen. Este artículo presenta la experiencia de implementar en un servicio for-
mal de mentoría una aplicación digital que conecta de forma instantánea a mentores
y trabajadores/educadores sociales. Con el n de mejorar la investigación cientíca y
los procesos de evaluación continua de los programas, se diseñó un sistema de recogi-
da y sincronización de datos que ofrece información en tiempo real con respecto a los
momentos de encuentro. La aplicación Messagenes se probó con 130 parejas de men-
toría durante su participación en el proyecto Ruiseñor, un servicio formal de mentoría
basado en la comunidad cuyo objetivo es favorecer la cohesión social, cultural y lin-
güística de menores de origen inmigrante. Los resultados obtenidos muestran los bene-
cios de la adopción tecnológica para evaluar el apoyo social ofrecido a jóvenes que
soportan adversidades.
Palabras clave: aplicaciones móviles, digitalización, mentoría social, trabajo social
digital.
44 Anna Sánchez-Aragón
INTRODUCCIÓN1
En los últimos años, son muchas las iniciativas de
mentoría que están surgiendo en Europa para promover
la cohesión social, cultural y lingüística de los menores
de origen inmigrante (Preston et al., 2019). El objetivo es
diseñar programas que brinden un contexto seguro para
el desarrollo de unas relaciones de apoyo entre adultos
y jóvenes, que sirvan a estos últimos como recurso para
hacer frente a la adversidad en su vida. El requisito típico
es que se reúnan semanalmente durante un mínimo de
doce meses con la intención de que, con el tiempo, surja
una amistad que contribuya positivamente al desarrollo
social y emocional del menor.
Recientemente, la mentoría ha recibido mucha aten-
ción en la bibliografía cientíca. Por lo general, las eva-
luaciones de estos programas indican que existe un efec-
to signicativo, aunque modesto, para los menores en
las áreas conductual, socioemocional y académica (con
valores de la g de Hedges entre 0.18 a 0.21; Raposa et al.,
2019 y DuBois et al., 2011, 2002a). Por ejemplo, algunos
trabajos han demostrado el impacto positivo de la men-
toría para fortalecer la salud mental de los menores en
situación de riesgo (Barry et al., 2018; Erdem et al., 2016;
Bowers et al., 2015), incluyendo un aumento de la autoes-
tima (Alarcón et al., 2021; Marino et al., 2019; Lee et al.,
2015; Karcher, 2008) y una mejora de la percepción que
tienen éstos de las relaciones con sus padres, sus iguales
y otros adultos (Chan et al., 2013; Karcher, 2005; DuBois
et al., 2002b; Rhodes et al., 2000). Otros estudios también
sugieren que puede disminuir los problemas de compor-
tamiento externalizantes —como el uso de la violencia
(Jollie y Farrington, 2008) o el consumo de sustancias
(Erdem y Kaufman, 2020)—, mejorar el rendimiento
escolar (Herrera et al., 2011) y favorecer la implicación en
redes locales (Raithelhuber, 2021; Shier et al., 2018; Stan-
ton-Salazar, 2011; Erickson et al., 2009). Sin embargo, la
investigación indica que hay considerables variaciones en
la ecacia de las intervenciones, pudiendo llegar algunas
a tener efectos iatrogénicos o negativos (Christensen et
al., 2020; Raposa et al., 2019; DuBois et al., 2002a).
La mentoría no funciona para todos los menores y,
como cualquier relación humana, también guarda espa-
cio para la decepción (Sánchez-Aragón et al., 2022).
El porcentaje de parejas mentor-mentorado que rom-
pen antes de alcanzar el compromiso mínimo de un
1 Este trabajo forma parte del parte del Proyecto RECERCAIXA2017U-
DG, «APPlying Mentoring: Innovaciones sociales y tecnológicas para
la inclusión social de la población inmigrante y refugiada», nanciado
por el programa RecerCaixa, con el impulso de la Obra Social “la Caixa”
y la colaboración de la Asociación Catalana de Universidades Públicas
(ACUP).
año oscila entre el 30% y el 50% (DuBois y Keller, 2017;
Herrera et al., 2013). Cuando la mentoría termina pre-
maturamente, ésta es menos efectiva y puede acarrear
consecuencias perjudiciales para el menor como, por
ejemplo, una disminución de la autoestima y peores
resultados académicos (Spencer et al., 2017; Kupersmidt
et al., 2017; Grossman y Rhodes, 2002). Ante este pano-
rama, han aparecido numerosas voces apuntando a la
necesidad de ampliar la investigación sobre este tipo de
intervenciones (Pryce et al., 2021; Sánchez-Aragón et al.,
2021; Brumovská y Seidlová, 2020; Rhodes et al., 2017),
así como a la conveniencia de diseñar nuevas herramien-
tas que ayuden a comprender mejor cómo se desarrollan
en la práctica las relaciones entre adultos y menores en
la comunidad (Deutsch y Spencer, 2009), cuyos encuen-
tros tienen lugar fuera del horario escolar, alejados de la
observación directa del personal del programa.
Una innovación reciente es el desarrollo de siste-
mas de soware diseñados para dar respuesta a necesi-
dades clave de comunicación, seguimiento y evaluación
en la implementación de proyectos de mentoría social.
Por ejemplo, el soware MentorCore Youth, desarrollado
por CiviCore y MENTOR: e National Mentoring Part-
nership, permite realizar una supervisión rigurosa de las
parejas de mentoría mediante informes ad hoc, encuestas
performateadas y notas de casos que introducen los men-
tores (CiviCore, 2019). Las organizaciones del tercer sec-
tor se encuentran inmersas en un proceso de reinvención
de los modelos y sistemas que pueden implementarse en
el ámbito de los servicios sociales. En España, por ejem-
plo, destaca el uso de aplicaciones interactivas, basadas en
la comunicación «peer-to-peer» (de igual a igual) como
estrategia complementaria a la práctica habitual del traba-
jo social (Eito-Mateo et al., 2021; Arriazu y Fernández-Pa-
checo, 2013). En el contexto de la provisión de servicios a
los jóvenes, la Coordinadora de Mentoría Social ha con-
tribuido en el desarrollo de una nueva versión de Tellfy,
la aplicación de comunicación instantánea que protege la
privacidad de sus usuarios, diseñada especícamente para
proyectos de mentoría. Esta nueva versión crea un entor-
no digital seguro que permite el seguimiento de las rela-
ciones, la comunicación con sus participantes y la obten-
ción de datos acerca de los encuentros (Tellfy, 2022).
La pandemia por COVID-19 y los periodos de con-
namiento impuestos en países de todo el mundo han
acelerado el proceso de transformación digital que ya
estaba en marcha en casi todas las disciplinas relaciona-
das con los servicios humanos o sociales (Chan y Holos-
ko, 2016). El desarrollo de las TIC y la masicación del
uso de herramientas digitales, ligado a un contexto de
emergencia, ha dado un impulso renovado al trabajo
social digital, un área de especialización en las socieda-
45
Tecnología digital y nuevas formas de evaluar el apoyo social en la mentoría de menores
des contemporáneas, que congura un nuevo espacio
social de interacción en el que es posible realizar los pro-
cesos de intervención mediante el uso de Internet (López
Peláez et al., 2021). Este avance en la profesión permite
redenir las metodologías tradicionales llevadas a cabo
para atender a la población y mejorar la práctica profe-
sional ante circunstancias determinadas, como diculta-
des en la comunicación o problemas de movilidad y des-
plazamiento (Aaslund, 2021).
La situación de crisis sanitaria ha puesto de relieve
la urgente necesidad de acelerar el proceso de digitali-
zación de la atención social (Méndez y Castillo de Mesa,
2021). En los servicios formales de mentoría es funda-
mental que las parejas mentor-joven cuenten con el res-
paldo de un profesional con quien ponerse en contacto
si surge algún problema (MENTOR: e National Men-
toring Partnership, 2015; Sipe, 2002). Mediante la super-
visión, el trabajador/educador social puede ayudar ante
cualquier dicultad y garantizar que la relación evolu-
ciona con seguridad para ambos. La pandemia ocasio-
nada por la COVID-19, unida a las situaciones de con-
namiento e imposibilidad de llevar a cabo encuentros
presenciales, ha implicado la reorganización de la res-
puesta de los servicios de mentoría. En concreto, ha pro-
vocado el diseño de nuevas herramientas que, además de
permitir la comunicación bidireccional entre el personal
del programa y las parejas de mentoría, abren camino a
nuevas formas de evaluar el apoyo social ofrecido a los
menores. En el contexto italiano, por ejemplo, la evalua-
ción del programa Mentor-UP realizada por Marino et
al. (2022) durante la fase más restrictiva de la pandemia,
demuestra los benecios del apoyo en línea y de modo
continuado a los voluntarios.
En este artículo se presenta el desarrollo de una apli-
cación digital que hace posible el seguimiento remoto
y en tiempo real de los encuentros. En primer lugar, se
realiza una descripción de la herramienta y del sistema
de sincronización de datos. A continuación, tras expo-
ner la metodología de investigación empleada, se mues-
tran los resultados que se desprenden de la experiencia
de implementar la aplicación digital Messagenes en un
servicio formal de mentoría. En concreto, se recogen
algunos indicadores de seguimiento que han permitido
realizar una primera valoración de la herramienta. Para
nalizar, se discuten los resultados de la investigación y
se recogen las principales conclusiones.
2. MESSAGENES Y SISTEMA DE SINCRONIZACIÓN DE
DATOS
A n de mejorar los procesos de supervisión y eva-
luar el apoyo ofrecido a los menores, se diseñó un sis-
tema de recogida y sincronización de datos al instante
—o crowdcasting (Salganik, 2018)— conectado a la apli-
cación digital Messagenes, cuya funcionalidad se ase-
meja a la de una red social. La herramienta cuenta con
una Newsroom o espacio virtual donde los mentores
comparten experiencias de su relación de mentoría en
forma de texto y vivencias multimedia. Cada publica-
ción en esta Newsroom recibe el nombre de «tarjeta de
historias» y es accesible al personal del programa, lo que
aumenta la transparencia de los encuentros y contribu-
ye a una mayor exibilidad en la estrategia de evalua-
ción de las parejas de mentoría. Para facilitar la lectura,
la aplicación contiene criterios de ltrado que permiten
al usuario segmentar las publicaciones por zona geográ-
ca o mentores de un proyecto concreto, lo que agiliza el
acceso a la información y favorece la detección de par-
ticipantes inactivos. Dentro de la Newsroom, el equipo
técnico también puede publicar avisos y comunicacio-
nes, así como materiales de apoyo, sobre cuestiones que
afecten a los participantes y jarlos en la parte superior
de la página para que estén visibles en todo momento.
Cuando el mentor envía una «tarjeta de historias», la
aplicación le solicita rellenar una «tarjeta de datos» —o
datacard— en forma de cuestionario sobre aspectos con-
cretos de su último encuentro con el menor. Los datos
generados, compilados por defecto en resúmenes grá-
cos y tablas, pueden ser descargados por el personal téc-
nico de los programas en distintos formatos. Esta pres-
tación permite el ahorro en tiempo y personal necesario
para realizar tareas de registro de información —data
entry— como la codicación o tabulación, ya que se rea-
lizan de forma automática y simultánea por el soware
de la aplicación. De este modo, el proceso de sincroniza-
ción de datos ofrece grácos de series temporales sobre
el progreso de las relaciones y la posibilidad de hacer
benchmarking con otros programas.
La herramienta digital también cuenta con un botón
de incidencias que, si se acciona, permite reportar de
forma inmediata al coordinador del programa un pro-
blema o queja. Este botón se encuentra disponible en la
tarjeta de datos y posibilita a los mentores registrar con
carácter urgente los incidentes ocurridos durante los
encuentros. El acceso instantáneo a esta información por
parte del personal del servicio de mentoría permite a la
organización abordar las situaciones de conicto.
3. METODOLOGÍA
3.1. Diseño de la app
La herramienta fue diseñada en el marco del proyec-
to de investigación «APPlying Mentoring: Innovaciones
46 Anna Sánchez-Aragón
sociales y tecnológicas para la inclusión de las personas
inmigrantes y refugiadas», en el que participaron cientí-
cos sociales, programadores informáticos y trabajado-
res/educadores sociales de cinco regiones españolas, con
la idea de aumentar la efectividad de la mentoría social
y diseñar una aplicación digital que mejorase el segui-
miento de las relaciones en el contexto de un programa
formal. La aplicación Messagenes se probó con cien pare-
jas mentor-mentorado durante su participación —siete
meses— en el proyecto Ruiseñor de la Universidad de
Gerona (España), basado en la acción voluntaria de estu-
diantes universitarios que, durante un curso académico,
actúan como mentores de niños y adolescentes inmigran-
tes con el propósito de apoyarlos en su proceso de adap-
tación a la escuela y a la sociedad de acogida (Feu, 2015).
El soware fue diseñado conjuntamente por el equipo
de investigación y el personal técnico de seis programas
de mentoría, que trabajan con más de 300 menores en 25
localidades y 40 centros educativos. Después de realizar
una prueba piloto durante el curso académico 2017-2018,
se organizó un taller participativo de tres horas con 15
mentores y 15 mentorados sobre cómo se podría mejorar
el cuestionario, reducir la información irrelevante y fomen-
tar la usabilidad de la aplicación digital. La versión nal
de las datacards se utilizó en la edición 2019-2020 del pro-
grama Ruiseñor y la experiencia de implementación en la
Universidad de Gerona es la que se presenta en este estu-
dio. Finalizada esta primera prueba, se llevaron a cabo dos
seminarios con técnicos de seis programas de mentoría
para debatir una serie de interpretaciones posibles de los
datos sobre aspectos clave de las relaciones: por ejemplo,
sobre el aumento o disminución de incidencias durante
la vigencia del emparejamiento, sobre la percepción de la
calidad general de las relaciones o sobre el grado de con-
versaciones signicativas con los menores. En este artícu-
lo, sólo se recogen aquellas variables en las que hubo un
consenso generalizado y explícito acerca de las causas que
explicaban sus uctuaciones a lo largo del tiempo.
3.2. Muestra
La muestra estuvo compuesta por 131 mentores y
132 mentorados. Éstos últimos (59.1% chicas) tenían
entre 8 y 16 años (M = 20.24, DT = 1.26) y reportaron
procedencias muy diversas, si bien la mayoría era de
Marruecos, Honduras, Colombia, China o Gambia. En el
caso de las personas mentoras, éstas eran casi todas estu-
diantes universitarias, principalmente mujeres (84.8%)2.
2 La adscripción voluntaria en programas de mentoría para jóvenes sue-
le ser mayor entre las mujeres (Raposa et al., 2017), llegando a superar
en ocasiones el 70% (por ejemplo, Herrera et al., 2011).
El 38.9% estudiaba Ciencias Sociales y de la Educación
y el 28.2% Ciencias, Enfermería o Medicina. El resto de
participantes cursaba otras carreras universitarias como
Filosofía, Derecho, Turismo, Biología, Ciencias Ambien-
tales o Comunicación.
La aplicación se probó durante el curso escolar 2019-
2020 (siete meses). Para realizar el seguimiento de su
uso, se recogieron los consentimientos informados de
los padres/madres y/o los tutores legales, así como de las
propias personas que participaron directamente en la
mentoría.
3.3. Variables de análisis
Índice de calidad de la relación (Rhodes et al.,
2017). Mide la calidad de la relación de mentoría auto-
percibida por el mentor mediante ocho ítems. La mitad
de estos ítems están formulados en sentido negativo e
indican dicultades en la relación con el menor: «Algu-
nas veces no sabemos de qué hablar»; «Tengo diculta-
des para conciliar la mentoría con otras actividades»; «A
veces me siento frustrado/a porque no veo cambios en
mi mentorado/a»; «Tengo la sensación de que mi mento-
rado/a podría estar haciendo otra actividad que le moti-
vara más». El resto de ítems están formulados en sentido
positivo e indican que la relación de mentoría es satis-
factoria: «Los encuentros se me están haciendo cortos»;
«Me siento cercano/a a mi mentorado/a»; «Estoy disfru-
tando de la experiencia de ser mentor/a»; «Mi mentora-
do/a ha hecho mejoras desde que comenzamos». Cada
respuesta positiva equivale a 1 punto y cada respuesta
negativa a −1, con un rango de posibles puntuaciones
que oscila entre −4 y +4 (−4 = relación de mentoría pro-
blemática; +4 = relación de mentoría excepcional). Para
simplicar la interpretación de los datos, éstos se estan-
darizaron en una escala de 0 a 1, donde 0 es el peor índi-
ce de calidad de la relación y 1 el mejor.
Número de incidencias semanales. Uno de los mar-
cos teóricos más citados en la bibliografía de investiga-
ción es el modelo de relaciones de mentoría de Rhodes
(2005), según el cual las relaciones que más apoyo brin-
dan son cercanas, durables y caracterizadas por la reci-
procidad. A este conjunto de rasgos, DuBois y Neville
(1997) añaden la desprovisión de conictos en la pareja
mentor-joven, como pudieran ser las discusiones o los
desacuerdos. Sobre esta base, después de cada encuentro,
se les preguntó a los mentores qué valoración hacían de
su reunión con el menor. Éstos podían elegir entre cinco
alternativas de respuesta: «Fue muy mal»; «No fue muy
bien»; «Ni bien, ni mal»; «Bien»; «Muy bien». Las dos
primeras —«Fue muy mal» y «No fue muy bien»— fue-
ron registradas por la aplicación digital como inciden-
47
Tecnología digital y nuevas formas de evaluar el apoyo social en la mentoría de menores
cias. A continuación, los mentores debían responder si
habían sufrido dicultades para reunirse con el menor.
En este caso, podían elegir entre cuatro opciones de res-
puesta: «No»; «Sí, él/ella llegó tarde»; «Sí, yo llegué tar-
de»; «Sí, ha sido muy difícil encontrarme con él». Esta
última se registró como incidencia.
Modelos de mentoría. Investigaciones recientes (por
ejemplo, Deutsch et al., 2017) demuestran los benecios
de combinar el modelo clásico de mentoría uno a uno con
actividades de grupo. Por este motivo, se añadió un ítem
al cuestionario sobre quién participó en el último encuen-
tro. Este ítem tiene cinco opciones de respuesta: «Sólo
nosotros dos»; «Hicimos una actividad conjunta con otros
mentores/as»; «Hicimos una actividad con alguno de sus
familiares»; «Participamos en una actividad organizada
por un equipo del programa»; «Hicimos una actividad
con gente de mi entorno (amigos/as o familiares míos)».
Grado de conversaciones significativas. La con-
anza y, más especícamente, las conversaciones signi-
cativas entre el mentor y el mentorado son indicadores
de éxito, pues no son sólo señal de una mayor cercanía
emocional, sino también de una mayor cantidad percibi-
da de apoyo (DuBois et al., 2002b). Con base en la evi-
dencia empírica y al objeto de calcular en qué grado la
pareja de mentoría mantuvo charlas signicativas sobre
las preocupaciones del menor, se añadió una pregunta en
formato tipo Likert de cinco alternativas de respuesta.
Cada una estima el tiempo dedicado durante el último
encuentro: 0 = No tuvimos en este encuentro; 1 = Menos
de la mitad del tiempo; 2 = La mitad del tiempo; 3 = La
mayoría del tiempo; 4 = Durante todo el encuentro. El
concepto de conversaciones signicativas que se emplea
en este trabajo es una adaptación de la medida utiliza-
da por Bayer et al. (2015) en su estudio sobre el efecto
moderador de la cercanía emocional en los resultados de
la práctica de la mentoría.
Temas de conversación. La investigación ha demos-
trado que el diálogo y la naturaleza de las conversaciones
son elementos clave para el éxito de las intervenciones
de mentoría, puesto que permiten trabajar los objetivos
declarados al principio de la relación (Monjaras-Gaytan
et al., 2021). A n de conocer qué cuestiones se trataron
durante los encuentros, se añadió un ítem con 8 opcio-
nes de respuesta sobre los temas de conversación que
mantuvo la pareja de mentoría en la última reunión: «De
sus intereses educativos y de futuro»; «De cómo se siente
aceptado/a en la escuela o en el entorno»; «De las dife-
rentes visiones culturales que existen, como hacer respe-
tar sus propias visiones así como las de los demás»; «De
las desigualdades y la injusticia social»; «De las desigual-
dades de género»; «De la relación con sus padres/tutores
o familiares»; y «Ninguno de los temas anteriores».
Actividades generadoras de capital social y cultu-
ral. El corpus de investigación sobre la mentoría indi-
ca que el desarrollo de una relación satisfactoria con el
menor puede favorecer redes de capital social y cultural
en el país de acogida (Raithelhuber, 2021; Shier et al.,
2018; Stanton-Salazar, 2011; Erickson et al., 2009). Con
el objetivo de conocer qué tipo de acciones se llevaron a
cabo para ayudar al menor a extender su red de apoyo
social, se incluyeron en las datacards los ítems siguien-
tes: «Identicación de los profesores/as que le pueden
ayudar en la escuela o en el instituto»; «Conversacio-
nes sobre cómo pedir ayuda a diferentes personas de
su entorno»; «Identicación de los objetivos educativos
y búsqueda de información»; «Visita a una persona que
trabaje o estudie en algo que le motive». A continua-
ción, a n de identicar las actividades realizadas para
promover la construcción de capital cultural, se añadie-
ron otros cuatro ítems: «Visitar un museo»; «Ir a un acto
cultural conectado con aquello que están estudiando en
la escuela o instituto»; «Ir a un acto cultural conectado
con los intereses del mentorado/a»; «Ir a la biblioteca»;
«Resolver dudas sobre deberes».
4. RESULTADOS
El sistema de recogida y sincronización de datos al
instante, a través del uso de la aplicación digital Mes-
sagenes, facilitó información sobre la percepción que
tenían los mentores de la calidad de su relación con el
menor (Gráco 1). El 0 indica una distancia emocional
con el mentorado, mientras que los valores próximos a
1 reejan el desarrollo de un vínculo cercano y una sen-
sación de conanza entre el adulto y el menor. Este dato
permitió detectar problemas en etapas muy tempranas
del emparejamiento, encarrilar las situaciones conic-
tivas hacia experiencias saludables o, en el peor de los
casos, actuar para minimizar los efectos negativos de
una ruptura temprana de la relación.
La herramienta permitió al equipo técnico obser-
var semana a semana las percepciones cambiantes de
los mentores con respecto a su relación de apoyo y com-
parar esta información con la media de los seis progra-
mas que participaron en la recogida de datos. Como se
observa en el gráco 1, la aplicación reportó una dismi-
nución generalizada de la calidad percibida de la men-
toría durante las vacaciones escolares de Navidad, que
se prolongó hasta cuatro semanas. Los motivos de este
descenso, según el equipo técnico del proyecto Ruiseñor,
son dos: el primero, la dicultad de las parejas de mento-
ría para recuperar la conexión tras el período vacacional;
y el segundo, la disminución de la frecuencia de contacto
48 Anna Sánchez-Aragón
asociada a la época de exámenes de los estudiantes uni-
versitarios, que les di culta invertir tiempo y dedicación
a la práctica de mentoría.
Una manera que tenían los mentores de noti car
contratiempos durante la vigencia del emparejamiento
fue accionando el botón de incidencias (Grá co 2). Este
registro, a efectos de control y seguimiento, permitió una
gestión e ciente de los con ictos entre adultos y meno-
res. Cuando el mentor registraba una incidencia, el tra-
bajador/educador social contactaba con él para conocer la
situación problemática e intentar aportar soluciones. Las
parejas de mentoría que experimentaron más di cultades
fueron aquellas cuyos integrantes les llevó más tiempo
construir la con anza y bene ciarse de la relación.
La mayoría de las incidencias reportadas por los
mentores durante el inicio del programa respondieron
a malentendidos y di cultades de comunicación con los
familiares del mentorado/a. Cuando la situación negativa
se prolongó en el tiempo y el equipo técnico del progra-
ma detectó una falta de interés por parte del menor en
seguir participando, se buscó un sustituto. El botón de
incidencias también se accionó en los momentos en que
el menor no acudió a uno o más encuentros. En estos
casos, la falta injusti cada del adolescente afectó el esta-
do anímico del mentor, cuya motivación para continuar
la relación de mentoría se vio profundamente afectada.
La posibilidad de monitorear el grado de conver-
saciones significativas mediante la aplicación digital
Messagenes ayudó a reconocer si las parejas de mento-
ría estaban forjando una relación able y de con anza,
que contribuyera positivamente al desarrollo social y
emocional del menor. El grá co 3 muestra con qué fre-
cuencia se dieron estas charlas. El 0 indica que no hubo
y que, por lo tanto, la relación era más bien super cial;
mientras que el 4 denota que durante la mayor parte del
encuentro se habló en profundidad sobre temas de preo-
cupación para la pareja, especialmente para el menor.
La coyuntura de entablar una charla signi cativa
con el adolescente suele aparecer con el tiempo, en la
medida en que se desarrolla un lazo emocional fuerte
y una conexión adecuada; de este modo, la inexistencia
de conversaciones signi cativas en la pareja de mentoría
advirtió al personal del programa sobre la di cultad del
menor para «abrirse» en la comunicación con su mentor
y establecer la relación de con anza.
Por lo general, el papel del mentor consiste en desa-
rrollar una amistad que ayude al menor a superar la
situaciones adversas en su devenir cotidiano y que con-
tribuya positivamente a su desarrollo socioemocional.
De este modo, al inicio de la relación, el voluntario se
esfuerza por construir la con anza y establecer un nivel
de cercanía emocional en el que pueda sustentarse la
consecución de objetivos. El acceso a la información
sobre los temas de conversación que surgieron duran-
te los encuentros ayudó al equipo técnico a valorar si
las metas jadas al inicio de la relación —por ejemplo,
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
S01
S02
S03
S04
S05
S06
S07
S08
S09
S10
S11
S12
S13
S14
S15
S16
S17
S18
S19
S20
S21
S22
S23
S24
S25
S26
S27
S28
S29
S30
Ruiseñor Media de los programas
Grá co 1. Calidad de la relación autopercibida por el mentor.
Fuente: elaboración propia. Nota: Los puntos rojos signi can que
los datos reportados no llegan al 30% del total de parejas mentor-
mentorado. A partir de la semana 23 (marzo del 2020) los datos
reportados pueden haberse visto alterados por el con namiento
y las medidas de distancia social decretadas por la pandemia de
COVID-19.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
S01
S02
S03
S04
S05
S06
S07
S08
S09
S10
S11
S12
S13
S14
S15
S16
S17
S18
S19
S20
S21
S22
S23
S24
S25
S26
S27
S28
S29
S30
Sin problemas Incidencias Med ia de los programas
Grá co 2. Número de incidencias semanales del programa. Fuente:
la autora.
0
0,5
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3
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S28
S29
S30
Ruiseñor Media de los programas
Grá co 3. Grado de conversaciones signi cativas. Fuente: la autora.
49
Tecnología digital y nuevas formas de evaluar el apoyo social en la mentoría de menores
con respecto a los procesos de integración social del
menor—, se estaban trabajando en las reuniones sema-
nales. Como se observa en el Grá co 4, si bien las pare-
jas de mentoría hablaron en mayor medida de los inte-
reses educativos del mentorado y de asuntos familiares,
también hubo espacio para temas relacionados con la
aceptación personal y social o la diversidad cultural.
Los datos obtenidos a través de la aplicación digital
Messagenes, a partir del registro sistemático de actividad,
ofrecieron también información sobre los tipos de apoyo
que recibieron los menores. Durante la vigencia del empa-
rejamiento, como se observa en el Grá co 5, las parejas
de mentoría realizaron muy pocas actividades orienta-
das a favorecer las redes de capital social y cultural de los
menores inmigrantes. En su lugar, la mayoría de los adul-
tos adoptó un enfoque de apoyo basado en el desempeño
de actividades divertidas y ricas en acción como practicar
algún deporte, pasear por el pueblo/barrio, ir al parque,
acudir a una cafetería, ir al cine, jugar a un juego de mesa,
hacer manualidades o cocinar. Esta información, que se
obtiene del sistema de sincronización de datos, permitió
a los trabajadores/educadores sociales reorientar la estra-
tegia de apoyo de los mentores hacia la construcción de
redes y la plani cación para el futuro.
El modelo clásico de mentoría uno a uno, aunque
supone el establecimiento de una relación entre un adul-
to y un menor, puede combinarse con actividades de
grupo a n de extender la red local del mentorado. Esto
es especialmente bene cioso para los menores con per-
sonalidad introvertida, de modo que su relación de men-
toría les ofrece oportunidades de reducir su aislamiento
y ser más sociables. La información con respecto a los
tipos de encuentro que estaban viviendo las parejas fue
recogida por la aplicación digital, mediante el sistema
de sincronización de datos. En el grá co 6, las barras de
color negro indican el número de encuentros uno a uno
y las de color rojo, el peso de las relaciones grupales.
Al inicio del programa, la mentoría implicó un tra-
bajo de uno a uno, lo que permitió a las parejas men-
tor-mentorado cierto tiempo para hablar y conocerse;
si bien, en algunos momentos, las reuniones también
incluyeron la presencia de algún familiar o docente. Más
adelante, pasadas algunas semanas, los mentores organi-
zaron actividades de grupo. El acceso a tiempo real de
esta información favoreció la transparencia en relación
con la supervisión de las parejas de mentoría. El perso-
nal del programa, mediante el sistema de sincronización
de datos, pudo realizar un registro sistemático de activi-
dad, lo que respaldó la gestión de cada caso, permitien-
do reorientar a los mentores sobre aspectos concretos de
su trabajo. Asimismo, el equipo técnico pudo adecuar la
formación de sus recursos humanos —focalizada hasta
el momento en el modelo clásico de mentoría uno a uno
y en la organización de actividades individuales— a la
dinámica real de los encuentros, en los que también hay
espacio para los contactos grupales.
0
100
200
300
400
500
600
Intereses
educativos
Aceptación Diversid ad
cultural
Justicia socia l Género Familia Otros
Grá co 4. Temas de conversación surgidos durante los encuentros.
Fuente: la autora.
0% 10% 20% 30% 40% 50% 6 0% 70% 80% 90%
Ocio* Capital Soci al Capital Cult ural
Grá co 5. Actividades de ocio y actividades generadoras de capital
social y cultural (en %). Fuente: la autora. *Nota: Las actividades de
ocio están basadas en el juego y en pasatiempos personales que no
generan capital cultural. Este tipo de actividades vinculan sólo a la
pareja de mentoría y, por lo tanto, tampoco implican la creación de
redes (capital social).
0
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S30
Relación 1 a 1 Grupal
Grá co 6. Actividades de capital social y cultural (en %). Fuente: la
autora.
50 Anna Sánchez-Aragón
5. DISCUSIÓN
Esta investigación tuvo como objetivo el desarrollo
de una aplicación digital que, mediante un sistema de
recogida y sincronización de datos, permitiera el segui-
miento de las parejas a n de mejorar la calidad de las
relaciones. Los resultados de este estudio muestran cómo
la adopción de un soware especializado en la gestión de
datos mejoró la transparencia de los encuentros y, por
ende, la supervisión de los indicadores clave relacionados
con un mejor apoyo social. En concordancia con estu-
dios previos (Herrera et al., 2013), la evaluación riguro-
sa de la práctica de la mentoría hizo posible el abordaje
a tiempo de los obstáculos que estaban dicultando el
adecuado progreso de las parejas mentor-mentorado, de
modo que pudieron obtenerse resultados más coheren-
tes con los objetivos jados al inicio. Esto es especial-
mente importante para los modelos de mentoría abiertos
o poco estructurados, como suelen ser los programas
basados en la comunidad. Este tipo de iniciativas, si
bien pueden aplicarse en pleno sentido para apoyar a los
menores, tienden a funcionar peor que las intervencio-
nes de mentoría con un enfoque centrado en el problema
(Christensen et al., 2020).
Los resultados de este trabajo demuestran que el
uso de la aplicación digital Messagenes puede mejo-
rar la gestión de los programas que se desarrollan en la
comunidad, cuyos encuentros están fuera de la observa-
ción directa de trabajadores/educadores sociales. En este
estudio, el acceso instantáneo a la información sobre los
retos y problemas que suelen afrontarse en la práctica
de la mentoría constituyó un marco de evaluación muy
útil para reformular prácticas, promover estrategias que
reforzasen la ecacia de las intervenciones y, ante todo,
brindar apoyo al mentor para que él pudiese continuar,
a su vez, ofreciendo un apoyo similar al menor. En gene-
ral, la investigación indica que las parejas supervisadas
y apoyadas por una infraestructura adecuada son más
satisfactorias (Martin y Sifers, 2012), lo que conduce a
resultados más fuertes de la mentoría (Silke et al., 2019;
Herrera et al., 2013; DuBois et al. 2002a).
Otra ventaja de esta aplicación digital es que, al apo-
yarse en las funcionalidades comunes de las redes socia-
les, favorece la comunicación entre mentores y, por con-
siguiente, la oportunidad de intercambiar apoyo regu-
larmente. Autores como Arriazu y Fernández-Pacheco
(2013) ya manifestaban los benecios de diseñar el tra-
bajo social digital apostando por el uso de herramientas
comunicativas asíncronas como foros de discusión, listas
de correos o redes sociales que se convierten en un nuevo
y atractivo canal para mantener el contacto entre perso-
nas usuarias y mejorar la práctica profesional. Del mismo
modo, Castillo-de Mesa y Gómez-Jacinto (2020), en sin-
tonía con los resultados hallados en este estudio, sugie-
ren que la incorporación de las redes sociales online a la
intervención social mejora el intercambio de información
y cooperación entre profesionales y organizaciones.
6. CONCLUSIONES
La rápida proliferación de Internet y su uso exten-
dido permiten explorar nuevas metodologías de inter-
vención. Es por ello, y atendiendo al compromiso pro-
fesional de afrontar los cambios sociales, que el Trabajo
Social como disciplina debe reorganizar sus métodos e
implementar nuevas estrategias de trabajo, en el contex-
to de una sociedad cada vez más digitalizada. Los resul-
tados de este estudio ponen de maniesto el potencial
de las tecnologías para ejecutar y evaluar estrategias de
intervención social. Más en concreto, esta investigación
demuestra los benecios que las aplicaciones digitales
y herramientas TIC aportan a la práctica de la mento-
ría social, especialmente en el acompañamiento de los
mentores durante su relación con el menor. Desde la
perspectiva del apoyo social del voluntario, el monitoreo
a efectos de abordar los problemas que van aparecien-
do deviene crucial para ayudar a este adulto solícito a
mantener su compromiso con el programa, mejorar su
sentido de ecacia personal con respecto a la capacidad
de construir una relación positiva con el menor y salva-
guardarlo contra posibles episodios de provisión inade-
cuada de ayuda.
La evaluación de la calidad de las relaciones y del
apoyo social de la mentoría de menores presenta muchas
dicultades, más aun cuando se quiere documentar las
complejidades de este proceso; no obstante, el elevado
nivel de desarrollo en lo que se reere al uso de tecnolo-
gía móvil presenta un gran potencial para atender estas
brechas en la investigación. La amalgama de soluciones
y servicios que permite el seguimiento de forma remota
y en tiempo real de las parejas de mentoría contribuye
a mejorar los procedimientos de los programas. Es por
este motivo que cada vez están surgiendo nuevos sof-
tware de mentoría. Sin embargo, la investigación sobre
la aplicación de la informática y las comunicaciones en
este campo apenas se ha desarrollado. Si bien este tra-
bajo pretende contribuir a paliar este vacío, se destaca
la necesidad de contar con un abanico mayor de inves-
tigaciones que puedan informar mejor acerca de las nue-
vas herramientas digitales que, durante los últimos años
—especialmente a raíz del estallido de la pandemia—,
están poniendo en funcionamiento cada vez más servi-
cios sociales. En el contexto de los programas de men-
51
Tecnología digital y nuevas formas de evaluar el apoyo social en la mentoría de menores
toría, la información que se obtiene de estas herramien-
tas permite, por un lado, el seguimiento de las parejas a
efectos de abordar los retos que se afrontan en la prácti-
ca de la mentoría; y, por el otro, la evaluación de la cali-
dad del apoyo que reciben los menores durante su rela-
ción con el mentor.
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