Diversos trabajos (Battistessa 1976, Narvaja de Arnoux 1997, Blanco 2003, García Folgado 2010) han analizado la influencia de la tradición filosófica francesa en gramáticas escolares de la Argentina anteriores a la década de 1880; se trata, en general, de gramáticas (Senillosa 1817, Sánchez 1852) que provienen de autores vinculados con un ámbito político e intelectual altamente receptivo de las
... [Show full abstract] corrientes filosóficas de la Ilustración. Sin embargo, Calero Vaquera (2008) ha señalado que el primer registro de un tratado gramatical –publicado en Buenos Aires– que se dedica exclusivamente al análisis lógico y gramatical data de 1880: el Tratado lójico gramatical de la lengua castellana, de Vicente García Aguilera. Si bien en él se reúnen buena parte de los elementos de la tradición filosófica francesa que circulaban de manera inorgánica en las gramáticas escolares, no es sino hasta fines de la década de 1890 que estos contenidos se introducen oficialmente en el currículo escolar.
Las gramáticas de Ricardo Monner Sans (1893) y Juan José García Velloso (1897) aparecen como las únicas dos obras oficialmente autorizadas –según un decreto de 1898– para su utilización en los cursos de lengua castellana de los colegios nacionales y normales. Ambas incluyen secciones en las que se desarrollan contenidos propios de la corriente filosófica francesa: principalmente, la noción de gramática general, la teoría del verbo único y el análisis lógico y gramatical. Este cuerpo de doctrinas se despliega buscando distanciarse lo menos posible de la organización dispuesta por la tradición académica española. Consideramos que la inclusión de estos elementos en gramáticas claramente sesgadas por la influencia académica constituye un recurso pedagógico. Específicamente, entendemos que a través de este recurso, y con fines didácticos, se busca conciliar la visión normalizadora de la tradición académica –que concibe la gramática como el arte de hablar correctamente– y la visión descriptiva de la tradición filosófica –que concibe la gramática como una ciencia y postula un estrecho paralelismo entre lenguaje y pensamiento.