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La desobediencia civil. Una mirada filosófica al movimiento Fridayforfuture

Authors:

Abstract

El presente trabajo titulado “La desobediencia civil. Una mirada filosófica al movimiento Fridayforfuture”, pretende analizar si el movimiento Friday For Future liderado por Greta Thunberg constituye un caso de desobediencia civil. Teniendo en cuenta que Friday For Future es un movimiento que principalmente pugna por la protección ambiental y generar cambio frente al caso omiso y pasividad de los gobiernos mundiales en la aplicación de políticas y leyes amparen medio ambiente, su activismo ambiental lo manifiestan protestando cada viernes, llamando la atención internacional, e inspirando a estudiantes, jóvenes y demás personas a lo largo del mundo, a secundar su iniciativa y a participar en huelgas y protestas. Por lo tanto, las características del movimiento Friday For Future cumple con las condiciones necesarias para que ser un claro ejemplo de desobediencia civil, ya que, es una acción colectiva, pública, ilegal, pacífica, en contra de un orden jurídico específico injusto e inmoral y busca el cambio de los gobiernos mundiales en la aplicación de políticas y leyes que realmente protejan el ambiente. En este contexto en el presente artículo se abordan como principales puntos de discusión 1.- La desobediencia civil; 2.- Breve repaso histórico; 3.- Greta thunberg: concienciación de masas y desobediencia civil. Fridayforfuture; 4.- Greta thunberg: un año para cambiar el mundo, el documental. La metodología utilizada fue la cualitativa al realizarse un análisis teórico sobre el tema objeto de estudio y se consultó la bibliografía relacionada con la temática, con la finalidad de alcanzar mayor comprensión del tema e interpretar adecuadamente los diferentes conceptos utilizados.
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V7-N6-1 (nov) 2022, pp. 197-207 | Recibido: 29 de junio de 2022 - Aceptado: 30 de septiembre de 2022 (2 ronda rev.)
La desobediencia civil. Una mirada
losóca al movimiento Fridayforfuture
Paulina Del Carmen Barona-Villafuerte1
Universidad Tecnológica Indoamerica - Ecuador
paulinabarona@uti.edu.ec
Civil disobedience. A philosophical look
at the Fridayforfuture movement
1 Magister en Ciencias Internacionales, Mediadora certicada por el Consejo de la Judicatura. Docente investigadora en la
Universidad Tecnológica Indoamerica
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0272-8244
doi.org/10.33386/593dp.2022.6-1.1231
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El presente trabajo titulado “La desobediencia civil. Una mirada losóca al movimiento Fridayforfuture”,
pretende analizar si el movimiento Friday For Future liderado por Greta Thunberg constituye un caso
de desobediencia civil. Teniendo en cuenta que Friday For Future es un movimiento que principalmente
pugna por la protección ambiental y generar cambio frente al caso omiso y pasividad de los gobiernos
mundiales en la aplicación de políticas y leyes amparen medio ambiente, su activismo ambiental lo
maniestan protestando cada viernes, llamando la atención internacional, e inspirando a estudiantes,
jóvenes y demás personas a lo largo del mundo, a secundar su iniciativa y a participar en huelgas y
protestas. Por lo tanto, las características del movimiento Friday For Future cumple con las condiciones
necesarias para que ser un claro ejemplo de desobediencia civil, ya que, es una acción colectiva, pública,
ilegal, pacíca, en contra de un orden jurídico especíco injusto e inmoral y busca el cambio de los
gobiernos mundiales en la aplicación de políticas y leyes que realmente protejan el ambiente. En este
contexto en el presente artículo se abordan como principales puntos de discusión 1.- La desobediencia
civil; 2.- Breve repaso histórico; 3.- Greta thunberg: concienciación de masas y desobediencia civil.
Fridayforfuture; 4.- Greta thunberg: un año para cambiar el mundo, el documental. La metodología
utilizada fue la cualitativa al realizarse un análisis teórico sobre el tema objeto de estudio y se consultó
la bibliografía relacionada con la temática, con la nalidad de alcanzar mayor comprensión del tema e
interpretar adecuadamente los diferentes conceptos utilizados.
Palabras clave: activismo Ambiental; desobediencia civil;, fridayforfuture; protección ambiental
This paper entitled "Civil disobedience. A philosophical look at the Fridayforfuture movement", aims
to analyze whether the Friday For Future movement led by Greta Thunberg constitutes a case of
civil disobedience. Taking into account that Friday For Future is a movement that mainly ghts for
environmental protection and to generate change in the face of the disregard and passivity of world
governments in the application of policies and laws that protect the environment, their environmental
activism is manifested by protesting every Friday, calling international attention, and inspiring students,
young people and others throughout the world to support their initiative and to participate in strikes and
protests. Therefore, the characteristics of the Friday For Future movement meet the necessary conditions
to be a clear example of civil disobedience, since it is a collective action, public, illegal, peaceful, against
a specic unjust and immoral legal order and seeks to change world governments in the implementation
of policies and laws that really protect the environment. In this context, the main points of discussion in
this article are 1.- Civil disobedience; 2.- Brief historical review; 3. Greta Thunberg: a year to change the
world, the documentary. The methodology used was qualitative, as a theoretical analysis of the subject
of study was carried out and the bibliography related to the subject was consulted, with the purpose of
reaching a better understanding of the subject and adequately interpreting the dierent concepts used.
Key words: environmental activism; civil disobedience; fridayforfuture; environmental protection
RESUMEN
ABSTRACT
Cómo citar este artículo en norma APA:
Barona-Villafuerte, P., (2022). La desobediencia civil. Una mirada losóca al movimiento Fridayforfuture . 593 Digital Publisher CEIT,
7(6-1), 197-207 https://doi.org/10.33386/593dp.2022.6-1.1231
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Civil disobedience. A philosophical look at the Fridayforfuture
movement
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Introducción
La desobediencia civil ha sido definida
por el autor John Rawls como: “Un acto público
no violento, consciente y político, contrario a
la ley, cometido habitualmente con el propósito
de ocasionar un cambio en la ley o en los
programas de gobierno” (Rawls, 1979). Siendo
considerada en sentido general, como todo acto
con el que desacate una norma de la que se tiene
obligación de cumplimiento, con la finalidad
de introducir cambios sociales concretos.
El estudio de temáticas relacionadas con
la desobediencia civil resulta de gran interés en
la doctrina jurídica moderna, por cuanto a través
de esta pueden activarse principios legitimadores
del orden democrático. Por un lado, contribuye
al desarrollo de la soberanía popular y por otro
lado permite la ampliación de derechos y el
reconocimiento del derecho a tener derechos.
Partiendo de esta base, y teniendo
en cuenta diversas teorías y experiencias
en desobediencia civil, analizaremos el
caso de la activista medioambiental Greta
Thunberg. Determinando si la acción de
Greta puede considerarse dentro del concepto
(en sentido extenso) de desobediencia civil.
Por lo que, el objetivo que se persigue en
el presente artículo es analizar si el movimiento
Friday For Future liderado por Greta Thunberg
constituye un caso de desobediencia civil.
Teniendo como antecedente que Thumberg
comenzó en 2018 una serie de protestas ante
el parlamento sueco y una prolongada huelga
estudiantil. En ese momento ella cursaba noveno
grado y teniendo en cuenta que la escolarización
es obligatoria hasta ese mismo grado, se
podría considerar la suya como una acción de
desobediencia civil entendida esta en un sentido
amplio. Ya que la joven, menor de edad entonces,
usaba para su acción los medios y métodos
de la desobediencia civil que su condición de
“no adulta” le permitían a esa edad: desafiar
al sistema escolar y con ello a la sociedad.
Pudiendo considerarse sus acciones dentro del
marco teórico-práctico de la desobediencia civil.
Consideración aparte tendría (y no lo
trataremos aquí) la responsabilidad subsidiaria
de sus padres como responsables de su
escolarización y las consecuencias legales que
en teoría les pudiera suponer el consentimiento
implícito a la acción de desobediencia de su hija.
Dejando este punto aparcado, nos
centraremos en el análisis de la acción de
Greta, de sus objetivos, métodos, resultados
y consecuencias, a la luz de la teoría, práctica
e historia de la desobediencia civil. Con lo que
se realizarán aportes teóricos que permitan
a los estudiantes de Derecho y juristas
interesados en la temática, profundizar en
el estudio de la desobediencia civil, desde
su definición y características hasta su
comprensión como forma para salvaguardar
derechos y fortalecer la democracia.
Desarrollo
La desobediencia civil
Más allá de la diversidad de estudios
generados sobre la desobediencia civil a lo largo
de la historia de dicho concepto, y de las diversas
apreciaciones y análisis, que éste comporta,
podemos ofrecer una definición concisa sobre ella,
entendida como la negación de ciertos aspectos de
la legalidad vigente (alcanzando su punto álgido
en sociedades democráticas) por ciudadanos
individuales o en grupos, en aras de superar
situaciones de injusticia a ojos de sus defensores.
Hay que aclarar que, si bien todo acto de
desobediencia civil es un acto de desobediencia
a la ley, no todo acto de desobediencia a
la ley es un acto de desobediencia civil
(Dworkin, 1993). Siguiendo a Alvarado
Pérez, para que se dé la desobediencia civil
se deben dar las siguientes condiciones:
Generalmente se ejerce por personas
comprometidas, conscientes con la
sociedad, críticas y activas frente a las
decisiones políticas convertidas en ley. Y
conlleva un activismo llevado a cabo con
intensidad más allá de los canales habituales
de creación y ejecución de la voluntad
política.
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El activismo de estos grupos o ciudadanos
no está motivado por el individualismo ni por
el egoísmo social, sino que aspira a mejorar
la sociedad mediante la universalización de
propuestas que a su entender conduzcan a un
cambio beneficioso para todos. Esto no quiere
decir que no puedan coincidir intereses particulares
de sus practicantes con intereses colectivos.
Pero la fuerza que consolida el movimiento
es siempre colectiva, si el interés colectivo
o general no se consolidaría el movimiento.
En consecuencia, los miembros que la
practican sienten orgullo de ello y constituye
un deber cívico para con la ciudadanía y
la sociedad, en base a sus convicciones.
Por todo lo anterior, evidentemente
ha de ser una actividad pública, con
el objetivo también de hacer ver a los
demás la justicia de sus reclamaciones.
La práctica de la desobediencia civil,
por consiguiente, no vulnerará derechos que
se engloben dentro del mismo corpus legal
que aquellos derechos que reclaman con
la acción. Sin embargo, si negará aquellos
que sean opuestos al carácter democrático o
mantengan privilegios no democráticos. De
esto se deriva que la desobediencia civil se
ejerza siempre de forma pacífica, alejándose
desde su génesis de las teorías que abogan por
la violencia para la resolución de conflictos.
Con su ejercicio, no pretenden una
transformación total del orden jurídico-
político, ni alterar sus fundamentos ni
bases, sino instar o forzar el cambio de
todos aquellos aspectos legislativos que
dificulten el crecimiento de grupos sociales
discriminados o vulnerables (o vulnerados) y/o
de la sociedad al completo (Alvarado, 2009).
Esta serie de condiciones diferencia la
desobediencia civil de otras formas de acción
para la resolución de conflictos relacionadas con
la negación de la legislación vigente o la legalidad
existente. Mediante la desobediencia civil no
se busca la obtención de meros “privilegios”
individuales, sino de “derechos” colectivos.
Se diferenciaría por tanto de las acciones
de desobediencia criminal (que contradiría la
primera característica) ni tampoco se podría
comparar con la desobediencia “conspirativa”
(que contradiría la cuarta característica); y
ni mucho menos sería una manera suave de
describir procesos revolucionarios al uso,
ya que contradiría la sexta característica.
Por otro lado, el hecho de que esta
metodología reivindicativa se dé eminentemente
y de forma más “propia” en contextos
democráticos, no quiere decir que no se use, y se
haya usado en contextos no democráticos o pre
democráticos (p.e. Ghandi, Thoreau, M.Luther
King, Tolstoi, etc. han usado la desobediencia
civil en situaciones pre o pseudo democráticas).
De este modo, la desobediencia
civil podría definirse como: “la manera más
responsable de incumplir una ley en democracia
y su existencia sería una prueba del grado
de tolerancia y de salud de una democracia
avanzada y dinámica (Habermas, 1988, p.49).
La diferencia entre contextos democráticos
o no, y dichas formas de incumplimiento de la ley
a través de su negación, son útiles para distinguir
prácticas similares en otros contextos históricos
remotos y explicados por autores clásicos.
Por último, cabe destacar que los
ciudadanos que participan en actos de
desobediencia civil deben por coherencia,
atenerse a un estricto cumplimiento de las leyes
elaboradas por procedimientos estrictamente
democráticos. Si bien es cierto que esta
regla básica puede obviarse de forma leal si
se dan las condiciones antes mencionadas.
Para Alvarado:
La desobediencia civil es un acto
de lealtad para con una democracia
dinámica con pretensiones integradoras
que busca romper los mecanismos
oligopólicos de fabricación de consensos
y la disputa entre sus partidarios sobre si
ha de ser pasiva -incumplimiento de la
parte preceptiva de la ley y aceptación
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de la pena que acarrea tal acto- o activa
-incumplimiento de las partes preceptiva
y punitiva de la ley- da buena prueba de
ello (Alvarado, 2009).
Para Marcone, la definición de
desobediencia civil más comúnmente aceptada,
fue elaborada por Bedau en 1961 y retomada por
Rawls diez años después, en 1971 (Rawls, 1997),
y por Habermas en 1985 (Habermas, 2002).
Según Marcone:
Para estos autores, la desobediencia
civil puede denirse como una acción
de protesta colectiva, moralmente
fundamentada, pública, ilegal, consciente
y pacíca que, violando normas jurídicas
concretas, busca producir un cambio
parcial en las leyes, en las políticas o en
las directrices de un gobierno (Marcone,
2009).
Marcone destaca la palabra “parcial”
justamente para distinguir la acción
revolucionaria, caracterizada por el recurso
a la violencia y el cuestionamiento general
del orden legal, de la desobediencia civil, en
la que se desobedece únicamente de manera
simbólica con la pretensión de incidir en la
esfera pública y en las decisiones políticas.
Según dicha autora, la desobediencia civil
puede ser omisiva o comisiva (esto es, puede dejar
de hacer lo estipulado por la ley —omisiva— o
viceversa, hacer aquello que está prohibido por
la ley —comisiva—), y directa o indirecta (o sea
que afecte directamente la ley o política contra la
que se despliega la desobediencia —directa—,
o bien que se desobedezcan leyes o políticas
distintas a las que se contraponen, con el fin de
llamar la atención pública sobre los motivos de la
protesta —indirecta—). Pero en todos los casos,
se trata de una acción que, aunque es ilegal (pues
viola normas jurídicas), es pacífica (no recurre
a la violencia —incluso supone la aceptación
de la sanción determinada por la autoridad—)
y pública (pues no busca esconder la violación
de la ley como sucede con los delincuentes
que cometen un delito; al contrario, el objetivo
es hacer pública la desobediencia). Se trata
también de una acción colectiva, no individual.
Sin embargo, sostiene Marcone, quienes
desobedecen la ley con fundamentos morales,
pero de manera individual, como lo hizo
Mohamed Ali al negarse a pelear en la guerra
de Vietnam, son considerados “objetores de
conciencia”, pues, como ella misma afirmaba
anteriormente, la desobediencia civil se
refiere a una acción colectiva, no individual.
Y más aún, esta acción colectiva debe tener
fundamentos morales. Un grupo de delincuentes
que públicamente desobedezcan la ley para
obtener beneficios personales no constituye
ningún ejemplo de desobediencia civil. La
desobediencia civil supone que la colectividad
desobediente ofrece razones morales a la
sociedad para justificar su violación a la ley. Por
ello, y coincidiendo con Alvarado, todo acto de
desobediencia civil es un acto de desobediencia
a la ley, pero no todo acto de desobediencia
a la ley es un acto de desobediencia civil.
Breve repaso histórico
Antes de comenzar este repaso histórico
de la desobediencia civil, es necesario destacar
que la desobediencia a la ley, como resistencia
a la autoridad, ha tomado diversas formas
históricamente. Durante tiempo se les llamó
“rebeldes” “disidentes” “resistencia” o incluso
“revolucionarios” a quienes practicaban la
desobediencia. No obstante, con los años fueron
sustituidos y concretados dichos términos por
“desobediencia civil”. Y se dejaron el resto de
términos para las situaciones de confrontación
con la ley que ameritan dicho uso. Pasándose
a la situación opuesta hoy en día, usándose
el término desobediencia civil (tanto por
políticos como por el resto de actores sociales,
intelectuales, etc.) en sentido laxo o amplio
incluso para situaciones que no son tal, si nos
atenemos a las condiciones que hemos expuesto
en el apartado anterior, se usa para calificar
indiscriminadamente todo tipo de protesta social
y política llevada a cabo tanto por individuos,
grupos, o movimientos de más amplio abasto.
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El primer referente de desobediencia
civil como tal que encontramos repasando la
bibliografía histórica corresponde a Henry
D. Thoreau. Thoreau se negó en 1846 a pagar
impuestos al gobierno de EEUU como protesta
contra la esclavitud y contra la guerra con
México. Fue encarcelado por unos días. Luego
de esto, en 1849 publicó una serie de escritos
sobre sus acciones contra la guerra bajo el
título: Resistencia al gobierno civil. Libro
más conocido con posterioridad bajo el título
Desobediencia Civil, que fue el título dado a
una antología de sus obras publicada dos años
después de su muerte en 1866. En esta obra,
Thoreau puso las bases de la desobediencia
civil moderna: “la justificación del rechazo
público, consciente, colectivo y pacífico a acatar
leyes o políticas gubernamentales consideradas
injustas o inmorales (Thoreau, 1989, p.85).
Sin embargo, no es hasta
1913, con Mahatma Gandhi, cuando
el concepto de “desobediencia civil”
se universaliza como reacción ante las
fuerzas coloniales inglesas en India.
Casi medio siglo después, década de los
sesenta, Martin Luther King, lidera la lucha por los
derechos civiles de los negros en EEUU, y toma
también la estrategia de la desobediencia civil.
Desde aquello, diferentes grupos
y movimientos sociales han hecho
llamamientos a la desobediencia civil
para la defensa de causas muy diversas.
Como recoge Julieta Marcone:
En Estados Unidos, contra la guerra de
Vietnam; en Checoslovaquia, frente a la
invasión soviética; en Alemania, contra
la instalación de armas nucleares. En
Argentina, a nes de los años noventa,
se calicó de desobediencia civil a las
ruidosas manifestaciones sociales con
cacerolas y a los “piquetes” destinados
a bloquear el tráco con el propósito de
exigir empleo, comida o subsidios. En
Brasil también se denominó desobediencia
civil a las acciones del Movimiento de
los Sin Tierra. También en los últimos
años se denominó desobediencia civil
al movimiento de “los parados” y a las
protestas de los inmigrantes en Francia, a
las movilizaciones y protestas en Seattle,
Génova y Cancún frente a la Organización
Mundial de Comercio, a las acciones
de los movimientos ecologistas como
Greenpeace y OXFAM, a algunas de las
acciones del Foro Social Mundial, a las
manifestaciones contra la guerra de Irak
en los Estados Unidos y en otras partes
del mundo y a la oposición a la revolución
bolivariana de Chávez. Todos estos son
ejemplos de expresiones colectivas que
han apelado a la desobediencia civil como
estrategia para reivindicar derechos,
para cuestionar las leyes y las políticas
gubernamentales o para confrontar a las
corporaciones transnacionales (Marcone,
2009).
Y podríamos añadir este largo listado de
acciones de desobediencia civil, el movimiento
del Friday For Future iniciado por Greta Thunberg
y sus seguidores en todo el mundo con sus
huelgas estudiantiles, sentadas, manifestaciones
y protestas ante los foros climáticos y los
parlamentos, organismos y líderes mundiales.
Greta thunberg: concienciación de masas y
desobediencia civil. Fridayforfuture
El 20 de agosto de 2018, Greta Thunberg,
quien cursaba entonces noveno grado, del
sistema educativo sueco, decide -a raíz de
una intensa ola de calor y los consiguientes
incendios forestales- emprender una acción de
ausentismo escolar consciente y voluntario,
acompañada de una plantada a las puertas del
Riksdag (parlamento sueco) hasta las elecciones
generales suecas del 9 de septiembre de 2018,
su petición: la reducción de las emisiones
de carbono por parte del gobierno sueco en
cumplimiento de lo estipulado en el Acuerdo de
París. Así de este modo, empieza a viralizarse la
imagen de una niña sueca, de apariencia frágil,
sentada todos los días en jornada escolar, con
un cartel (que ya le ha acompañado en todas sus
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manifestaciones) que dice en sueco: «Skolstrejk
för klimatet» («Huelga escolar por el clima»).
Luego de estas elecciones, continúa
protestando cada viernes, llamando aún más la
atención internacional, e inspirando a estudiantes
y jóvenes a lo largo del mundo, a secundar su
iniciativa y a participar en huelgas y protestas
estudiantiles, desafiando al mundo “adulto” a dejar
de comportarse como “niños” irresponsables en
lo que concierne a la defensa del medio ambiente.
Entre el negacionismo climático, el
adultocentrismo y la burocratización de los
asuntos del planeta, las voces de la juventud se
han levantado contra la inacción de los políticos
denunciando su lavado de cara e hipocresía
en lo que a la emergencia climática se refiere.
En diciembre de 2018, más de veinte mil
estudiantes realizaron manifestaciones en más
de 270 ciudades en varios países, incluyendo:
Alemania, Andorra, Argentina, Australia, Austria,
Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Colombia,
Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia,
Italia, Japón, México, Países Bajos, Reino
Unido, Suiza y Uruguay. En Australia, miles de
estudiantes inspirados por Thunberg decidieron
protestar los viernes, ignorando las palabras
del primer ministro Scott Morrison, sobre “más
aprendizaje en las escuelas y menos activismo”.
En julio de 2019, como parte de una
colaboración con la banda de rock británica The
1975, Greta declaró: “Estamos ante un desastre de
sufrimientos acallados para enormes cantidades
de personas, y ahora no es el momento de hablar
cortésmente o centrarse en lo que podemos o no
podemos decir. Ahora es el momento de hablar
con claridad (...) ahora es tiempo de desobediencia
civil. Es hora de rebelarse” (Snapes, 2019).
El 15 de marzo de 2019, millones de
personas en todo el mundo realizaron una
huelga mundial, como rechazo a la pasividad
de los gobiernos mundiales en la aplicación
de políticas y leyes que velen realmente por
el medio ambiente y hacer caso omiso a los
efectos que ha propiciado el cambio climático,
tales como una mayor probabilidad de desastres
naturales, temperaturas extremas y escasez
hídrica. La huelga fue ideada y encabezada por
el movimiento FridaysForFuture [viernes por el
Futuro], bajo el liderazgo de Greta Thunberg.
La marcha se hizo en varias ciudades de
123 países alrededor del mundo, en un total de
2000 manifestaciones, la mayoría realizadas de
forma organizada y pacífica. En total, la marcha
15-M congregó entre 1,5 y 2 millones de personas
en todo el mundo y contó con el apoyo de 12.000
científicos alemanes, suizos y austríacos.1920
El 23 de septiembre de 2019, Thunberg
ofreció un discurso en la sede de Naciones
Unidas en Nueva York, donde había sido invitada
para participar en la Cumbre sobre la Acción
Climática ONU de 201921. En su discurso,
Thunberg ofreció cifras sobre los efectos del
calentamiento global y añadió comentarios
como: «Estos datos son demasiado incómodos y
ustedes no son lo suficientemente maduros para
decirlo tal y como es» y «Nos están fallando,
pero los jóvenes están empezando a entender su
traición. Si eligen fallarnos, yo les digo: nunca les
perdonaremos. El cambio viene les guste o no».
El 13 noviembre de 2019, Greta Thunberg
partió del puerto de Hampton (Virginia) hacia
Madrid para participar en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de
2019 (también conocida como COP25). Lo hace
a bordo del catamarán La Vagabonde, propiedad
de Riley Whitlum y Elayna Carausu, quienes le
acompañaron junto con su padre y la tripulante
profesional británica Nikki Henderson. Thunberg
llegó a Lisboa el 3 de diciembre de 2019. Desde la
capital portuguesa viajó a Madrid en tren, donde
llegó el 6 de diciembre. En la capital española
participó en la llamada «Marcha por el Clima»
y ofreció un discurso en la mencionada COP25
en el que aseguró que “la esperanza no vendrá de
los Gobiernos ni de las grandes corporaciones,
sino de las personas, que están empezando a
despertar”. La diplomacia gubernamental no
ha sabido limitar el cambio climático, afirmó.
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mundo, el documental
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Durante el año 2019 Greta se dedicó a
recorrer el mundo para documentar la urgencia
del cambio climático, asistiendo a varias
cumbres y foros internacionales, siendo recibida
por numerosos mandatarios, organizaciones
y organismos nacionales e internacionales.
Todo ello quedó grabado en un documental
22 de la BBC para concienciar de la urgencia.
Hemos realizado un análisis exhaustivo del
mismo para apreciar y conocer de cerca los
objetivos de Thunberg en su cruzada activista
por el medioambiente y el cambio climático.
Algunos de sus mensajes son
demoledores y tienen la virtud de dar en el blanco
con gran acierto a juzgar por las reacciones de su
detractores y el uso que hacen de ciertas falacias
discursivas o figuras retóricas para desviar el
foco de atención del tema principal y centrar la
crítica a su forma de activismo y su persona, cosa
que ella intenta neutralizar constantemente, ella
es tan sólo la mensajera, es quien señala la luna
con el dedo, mientras sus detractores critican
el dedo para obviar la luna. Crean titulares del
estilo “Trump vs Greta” y viceversa, o focalizan
en las controversias con líderes como Putin,
mientras ella insiste: las cifras se han obviado
por completo y así no llegamos a ninguna parte.
En este sentido Greta
responde para contrarrestar:
Con palabras y frases contundentes:
Cuando alguien se atreve a
decirlo en voz alta, eso cambia algo
No hay nadie demasiado
pequeño para marcar la diferencia
La gente no quiere hablar
sobre el clima, así que hablan sobre
No quiero que me escuchen a
mí, quiero que escuchen a la ciencia
Vemos consecuencias una y
otra vez, pero nos cuesta ver la relación
Hay que seguir hasta el final, y no
frustrarse si no salen las cosas como uno quiere.
Las pequeñas victorias importan,
porque hacen que no se pierda fuerza y
demuestran que el activismo funciona. Y eso
motiva a la gente y quieren continuar. No es
en vano. No paso mucho tiempo especulando
si algo es posible o no. Y cada persona
cuenta. No podemos rendirnos sin intentarlo.
No podemos perder la esperanza, pero
ésta sólo surge de los hechos, no de las palabras.
Con estrategia:
Comunicativa: focalizando su mensaje y
sus documentales en explicaciones científicas y
evidencias reales de lo que ocurre, para desviar
el foco sobre la persona de Greta, que se oiga
el mensaje independientemente de quien lo
diga, aprovechar su viralización mediática
para que la escuchen y su mensaje llegue,
pero sin desviar la atención hacia su persona.
Psicológica: Uso de la psicología
interpersonal y de masas, así como
de la psicología de la comunicación
para comunicar el cambio climático.
Sociológica: somos animales
sociales y hemos nacido para interpretar
lo que hacen los demás, afirma Greta.
Positiva: Contar la verdad, con un mensaje
optimista y de esperanza, pero sin que nadie piense
que ya está todo bajo control ni solucionado.
El traje nuevo del
emperador o el rey desnudo
Tal y como ella misma afirma en el
documental, la emergencia climática lleva
ahí décadas, muchas, y ella sólo ha venido
a poner de manifiesto lo que todos sabían y
nadie se atrevía a gritar con suficiente fuerza
y repercusión. Compara su caso con el cuento
de “El Traje Nuevo del Emperador” o también
“El Rey Desnudo”, donde solo la mirada
inocente de un niño es capaz de gritar lo que
todos (adultos), ven, pero callan: el emperador
va desnudo. El reto es cómo movilizar a las
generaciones mayores, las nuevas generaciones
(el niño del cuento) han abierto los ojos.
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Greta opina que las alabanzas al traje del
emperador han de cesar, hay que contar la historia
de otra manera, y se pregunta a su vez si le ha
llegado a la gente el mensaje de la historia original,
porque la esperanza es decir las cosas como son,
la esperanza no es pensar que todo el mundo va a
estar bien, sino hacer lo posible porque lo estén.
Para Greta la esperanza es lo que te
hace sentir que algo importa y lo que hace que
te levantes y luches por lo que crees correcto.
Sabemos muy bien lo que hay que hacer, afirma,
la tecnología no es lo que lo frena, pero solo
cuando una jovencita sueca se planta y les dice:
¡ey! ¿qué están haciendo?, entonces decimos “ah
sí, es verdad”. Tal como sucede con el niño en
cuento del Emperador y su traje ficticio. Tal y
como afirma su padre en el documental, para
Greta el mundo está movido por el poder y la
arrogancia, y ella es todo lo contrario. Es frágil.
Y está orgullosa de ello, no tiene pena por estar
triste o deprimida, porque hay mucha gente que
lo está igual y significa que tienen empatía.
Según Greta, la pandemia ha demostrado
que, si nos enfrentamos a una emergencia, todo
puede cambiar de la noche a la mañana, no solo
las políticas, sino también la mentalidad de
la gente de un día para otro. Si no planeamos
ya la agenda, otros lo harán por nosotros.
Críticas y consecuencias del fenómeno “Greta
Thunberg”
Todo movimiento de desobediencia civil
tiene su contra movimiento o detractores, Greta
afirma en el documental: Si quiero concienciar
a millones de personas, debo aceptar esto,
una plataforma tan grande, conlleva mucha
atención y responsabilidad. Reafirmando una
de las condiciones que ya apuntaba Alvarado:
aceptación de las consecuencias derivadas de
la acción, en este caso sociales y personales.
Críticas que recibe:
- Reacciones personalizadas
desviando el foco: matar al mensajero
- No es una activista es
una marioneta de sus padres
- Es una niña muy confundida que está
siendo manipulada por gente sin escrúpulos
- Penalización por edad
- Penalización por ser mujer
- Penalización por ser autista
- Todo lo que hace es por dinero
- Acusan a los grupos radicales
de querer usarla como arma política
- Teorías conspirativas en torno a su figura
- Contraponer la economía al
medio ambiente. Progreso económico
vs frenar el cambio climático.
Consecuencias positivas
Greta responde: Estas cifras, estos datos,
no es la opinión política de nadie, es la mejor
ciencia de la que disponemos para enfrentarnos
al cambio climático. Greta Thumberg, un año
para cambiar el mundo. Documental BBC.
- Viralización de las reclamaciones
(pasa de manifestarse sola a movilizar a
millones de personas en todo el mundo)
- Posibilidad de aprovechar el potente
altavoz mediático (aprovechar que ahora la
escuchan antes de que se pierda el interés)
que le ofrece la viralización de su activismo.
- Llegar a los oídos de los líderes mundiales
y a quienes toman las grandes decisiones y políticas
- Poder de concienciación de la
población más joven, y de la población
en general en sus acciones cotidianas.
- Thunberg y Aminetu Haidar, apodada
la ‘Gandhi saharaui’, fueron distinguidas
por la fundación ‘Right Livelihood Award’
con el denominado Nobel Alternativo.
Fue propuesta para el Nobel de la Paz
Consecuencias negativas
- Generales
V7-N6-1 (nov)/2022 206
La desobediencia civil. Una mirada filosófica al movimiento Friday-
forfuture
| doi.org/10.33386/593dp.2022.6-1.1231
- Mitificación y focalización
viral del mensajero y pérdida del
mensaje original. Ruido mediático.
- Personales:
- Ataques a través de las redes sociales
- Contra Manifestantes en sus acciones
- Exposición de la vida personal (foco
mediático incontrolable, cámaras, ruido,
presión) de una adolescente emocionalmente
vulnerable, aunque mentalmente fuerte. He
disfrutado siendo invisible, siendo yo misma.
Afirmó Greta tras su llegada a Portugal
después de semanas de travesía en el mar.
- Amenazas de muerte a ella y a su familia
(mensajes como “suicídate”). En palabras de
Greta, los insultos personales se aguantan,
afectan más los que van dirigidos a su familia.
Conclusiones
¿Es Greta Thunberg y su movimiento de
masas por el cambio climático, Friday For Future,
un caso de desobediencia civil? Después de
analizar la teoría al respecto de la desobediencia
civil de un lado, y de otro las acciones de
Greta Thunberg a través de sus publicaciones,
discursos y documentales, podemos concluir que:
Si bien es cierto, en una interpretación
restrictiva del concepto, que las acciones de Greta
no parecen a primera vista que conlleven acción
punitiva ante el inclumpliento de la ley, puesto
que su ausentismo escolar no tiene en la práctica
consecuencias legales (más allá de una posible
pérdida del curso) y que puede verse amparado
incluso por el derecho a huelga (en sentido
amplio) y por el derecho de manifestación y que
en todo caso serían sus padres como responsables
últimos (así como la administración pública como
responsable subsidiario) sobre los que pudieran
recaer las consecuencias legales de su ausentismo
escolar siendo menor y edad de escolarización
obligatoria cuando inició la protesta; también
es cierto que el aspecto tranquilo pero
“desafiante” de su protesta, extendida por todo
el mundo, ha causado los mismos efectos que
si de la violación explícita de una ley se tratara.
Pudiera parecer también que, en un
principio, la acción individual de Greta en
sus primeras acciones (sentarse sola delante
del parlamento sueco y mantener una huelga
estudiantil en solitario en sus inicios) se
encuadraría más dentro de una acción de
objeción de conciencia indirecta (no va la
escuela no para pedir cambios en la legislación
educativa sino en la medioambiental), y que
como ya hemos apuntado anteriormente, podría
reducirse al mero ejercicio de derechos y
libertades fundamentales (manifestación, huelga,
libertad de expresión, libertad política, etc.) esta
acción sin embargo, individual en su inicio,
buscaba y ha conseguido la concienciación
de masas y ha tenido repercusión mundial
siendo seguida por millones de defensores. Por
tanto, no es una acción meramente individual.
En un sentido más amplio del
término, los objetivos, principios, acciones,
y repercusión de la actividad reivindicativa
de Greta encajan en todas las condiciones que
hemos desarrollado en las primeras páginas.
Greta afirma en el documental: es un
deber moral como ser humano. Si los políticos no
hacen nada, no va a cambiar nada, podríamos ir
a la luna a manifestarnos que no cambiaría nada,
pero eso no significa que no vayamos a seguir.
Pero retomemos definiciones anteriores
¿Es la acción de Greta y el Friday For Future
una acción de protesta colectiva, moralmente
fundamentada, pública, ilegal, consciente y
pacífica que, violando normas jurídicas concretas,
busca producir un cambio parcial en las leyes, en
las políticas o en las directrices de un gobierno?
En strictus sensus también diríamos que no. Ya
que cuenta con todos los requisitos excepto con
uno básico: el incumplimiento de una norma, ya
que actualmente su activismo, siendo ya mayor
de edad y sin obligación de estar escolarizada,
no comporta la violación de ninguna normativa,
ni tan solo la de la escolarización obligatoria.
Pero no podemos fijarnos exclusivamente en
su acción individualizada: si tenemos en cuenta
que el movimiento suma más de 14 millones de
seguidores, de todas las edades, y que se inicia
cuando ella tiene 15 años de forma desafiante y
207
Civil disobedience. A philosophical look at the Fridayforfuture
movement
Paulina Barona-Villafuerte | pp. 197-207
apelando a un abandono consciente de las aulas
por parte de otros estudiantes también menores,
este desafío a la autoridad (paterna, política y civil)
bien puede servir para considerar el activismo de
Greta y el del Friday For Future un movimiento
de desobediencia civil sin lugar a dudas.
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  • Alvarado Pérez
Alvarado Pérez, Emilio "Desobediencia Civil". En Román Reyes (Dir): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Terminología Científico-Social, Tomo 1/2/3/4, Ed. Plaza y Valdés, Madrid-México 2009