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Si las mujeres mandasen. Zarzuela, prensa y feminismo en España en la primera mitad del siglo XX

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Abstract

El 9 de diciembre de 1931 se aprobó por primera vez en España el sufragio universal. Ese día, un periodista aseguraba que Clara Campoamor no había descubierto “ningún Mediterráneo”, pues la idea había sido “preconizada en zarzuelas tan viejas como Si las mujeres mandasen”. Como veremos, desde el estreno de Gigantes y Cabezudos en 1898, la jota “Si las mujeres mandasen” se convirtió en la metáfora más popular del feminismo en España, desde el reinado de Alfonso XII hasta la Segunda República, pasando por la dictadura de Primo de Rivera. Así lo demuestran más de un centenar de notas de prensa publicadas durante cuatro décadas, que incluyen toda suerte de crónicas, reportajes, artículos, noticias, chistes, viñetas, anécdotas, publicaciones satíricas y hasta antropológicas. En este artículo presentamos este episodio como un ejemplo único de las involucraciones entre música, prensa y feminismo en el siglo XX.
DOI 10.20504/opus2022.28.12
MARTÍN SÁEZ, Daniel. Si las mujeres mandasen. Zarzuela, prensa y feminismo en España en la
primera mitad del siglo XX.
Opus
, v. 28, p. 1-31, 2022.
http://dx.doi.org/10.20504/opus2022.28.12
Recebido em 7/7/2021, aprovado em 16/6/2022
Daniel Martín Sáez
(Universidad de Salamanca, España)
Resumen: El 9 de diciembre de 1931 se aprobó por primera vez en España el sufragio universal.
Ese día, un periodista aseguraba que Clara Campoamor no había descubierto “ningún
Mediterráneo”, pues la idea había sido “preconizada en zarzuelas tan viejas como
Si las mujeres
mandasen
”. Como veremos, desde el estreno de
Gigantes y Cabezudos
en 1898, la jota “Si las
mujeres mandasen” se convirtió en la metáfora más popular del feminismo en España, desde el
reinado de Alfonso XII hasta la Segunda República, pasando por la dictadura de Primo de Rivera.
Así lo demuestran más de un centenar de notas de prensa publicadas durante cuatro décadas,
que incluyen toda suerte de crónicas, reportajes, artículos, noticias, chistes, viñetas, anécdotas,
publicaciones satíricas y hasta antropológicas. En este artículo presentamos este episodio como
un ejemplo único de las involucraciones entre música, prensa y feminismo en el siglo XX.
Palabras clave: Si las mujeres mandasen.
Gigantes y Cabezudos
. Feminismo. sica. Sufragio
universal.
Si las mujeres mandasen. Zarzuela, Press and Feminism in Spain in the First Half of the 20th
Century
Abstract: On December 9, 1931, universal suffrage was approved for the first time in Spain. On
that day, a journalist said that Clara Campoamor had not discovered “any Mediterranean”, since
the idea had been “advocated in zarzuelas as old as
Si las mujeres mandasen
”. As we shall see,
since the premiere of
Gigantes y Cabezudos
in 1898, the jota “Si las mujeres mandasen” became
the most popular metaphor for feminism in Spain, from the reign of Alfonso XII to the Second
Republic, passing through the dictatorship of Primo de Rivera. This is evidenced by more than
one hundred pieces of news presented in this article. They were published over a period of forty
years, including all kinds of reports, articles, jokes, vignettes, anecdotes, satirical notes and even
anthropological publications. In this article we present this episode as a unique case of the
involvement of press, music and feminism in the 20th century.
Keywords: Si las mujeres mandasen.
Gigantes y Cabezudos
. Feminism. Music. Universal Suffrage.
Si las mujeres mandasen. Zarzuela, prensa y feminismo en España en la primera
mitad del siglo XX
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 2
l 30 de noviembre de 1898, un día después de que Miguel Echegaray y Manuel Fernández Caballero
estrenaran
Gigantes y Cabezudos
en el Teatro de la Zarzuela, dos periódicos madrileños destacaron
el éxito de sus jotas
1
. Mariano Barber escribía en
La Época
que le había gustado “Grandes para los
reveses”, juicio que compartía su colega Juan Palomo, asegurando en
El Globo
que en ella “brilla en
todo su esplendor la inspiración del maestro”. Sobre la jota destinada a convertirse en la más célebre de la
zarzuela, “Si las mujeres mandasen”, Barber se limitaba a afirmar que “llamó la atención”, mientras Palomo la
definía como una “escena musical de mucho efecto” (BARBER, 1898: 1-2. PALOMO, 1898: 2).
Nada hacía presagiar que esta jota iba a convertirse en una de las más famosas de la historia de
España, ocupando el interés de la prensa durante cuatro décadas, pasando por el reinado de Alfonso XII, la
dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República como la gran metáfora del feminismo contemporáneo.
Así lo demuestran las decenas de artículos, noticias, reportajes, anécdotas, chistes, viñetas, publicaciones
satíricas y hasta antropológicas que presentamos en este artículo, un ejemplo sin parangón sobre las
involucraciones entre prensa, música y feminismo. En concreto, los versos más conocidos fueron los cuatro de
su primera copla: “Si las mujeres mandasen, / en vez de mandar los hombres, / serían balsas de aceite / los
pueblos y las naciones”, que pudieron escucharse en los más diversos contextos
2
. Además de su estreno y sus
múltiples reposiciones, la jota se cantó en numerosos conciertos y fue una de las primeras que se escuchó en
la radio, sirviendo de título a otra zarzuela, a una película extranjera y a varias fallas, a todo lo cual hemos de
sumar su difusión oral, de la cual presentamos aquí varios testimonios.
Aunque existen estudios sobre la crítica musical en este periodo
3
, sobre las ideas de mujer
desarrolladas en ciertos géneros teatrales
4
, o sobre música y feminismo en general
5
, apenas se ha investigado
cómo recibieron sus coetáneos las ideas feministas de ciertas obras musicales, o hasta qué punto la música
pudo contribuir a la difusión del feminismo en España, algo en lo que “Si las mujeres mandasen” constituye un
caso único
6
. Como veremos, la jota sirvió como símbolo de los avances del feminismo mundial y de su
implantación en España, sobre todo durante los periodos electorales y durante los debates sobre el sufragio
universal. Aunque a menudo se trata de menciones satíricas o puramente anecdóticas, su presencia en los
periódicos durante cuatro décadas permite analizar una gran cantidad de fenómenos diversos y de una enorme
riqueza cultural.
En concreto, la copla gozó de una amplia difusión en un número ingente de periódicos de la
época liberal, sin apenas distinción entre los diversos tipos de prensa o sus ideales políticos (véase la Tabla 1).
Las publicaciones incluyen desde los diarios generalistas más leídos, como
La Correspondencia de España
(1860-1925),
El Imparcial
(1867-1933),
El Globo
(1875-1932),
El Liberal
(1879-1939),
El Día
(1881-1908),
1
Sobre la popularización de la jota a partir del siglo XIX, entendida como forma tradicional de danza y canto, tanto en
España como en Hispanoamérica, véase Barreiro (2021).
2
En las ediciones del libreto se lee “si las mujeres mandaran” en lugar de “mandasen”;
e. g
., Echegaray (1898: 25. 1905:
25. 1914: 24. 1918: f. 15), Fernández Caballero (2008). Sobre el compositor véase Blanco Álvarez (2015).
3
Véase Cascudo y Palacios (2012).
4
Sobre el género chico, véase Maíllo Salgado (2007).
5
Véase Machado (1998) y Ramos (2003).
6
Sobre el feminismo español en general véase Scanlon (1986), Folguera (2007) y Caballé (2013).
E
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
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El País
(1887-1921),
El Heraldo de Madrid
(1890-1939),
El Correo español
(1892-1921),
ABC
(1903-
presente),
La Libertad
(1919-1939) o
La Voz
(1920-1939), hasta semanarios satíricos como
El Mentidero
(1913-1922) y
Buen humor
(1921-1931), pasando por revistas ilustradas como
Nuevo mundo
(1895-1933)
y
Estampa
(1928-1938), o periódicos especializados en fenómenos como la radio (
Ondas
, 1925-1935), la
economía (
La Ilustración financiera
, 1908-1935), y el mundo político-militar (
La Correspondencia militar
, 1897-
1932), por no hablar de otros periódicos imprimidos en Hispanoamérica. En este sentido, podemos afirmar
que la difusión de la jota tuvo un carácter marcadamente popular.
Periódicos (orden alfabético)
Noticias
1
ABC
, Madrid
13
2
Ahora
, Madrid
1
3
Blanco y Negro
, Madrid
3
4
Buen humor
, Madrid
1
5
Caras y caretas
, Buenos Aires
2
6
Castilla
, Madrid
1
7
El Adelanto
, Salamanca
1
8
El Arte del teatro
, Madrid
1
9
El Correo español
, Madrid
2
10
El defensor de Córdoba
, Córdoba
1
11
El Día
, Madrid
3
12
El Diario
, Ciudad de México
4
13
El Diario del Hogar
, Ciudad de México
1
14
El Eco de la construcción
, Madrid
1
15
El Fígaro
, Madrid
1
16
El Fusil
, Madrid
1
17
El Globo
, Madrid
5
18
El Heraldo de Madrid
, Madrid
8
19
El Imparcial
, Ciudad de México
2
20
El Imparcial
, Madrid
7
21
El Informador
, Ciudad de México
1
22
El Liberal
, Madrid
7
23
El Mentidero
, Madrid
1
24
El País
, Madrid
3
25
El Radical
, Madrid
1
26
El Reclam
, Valencia
2
27
El Siglo del futuro
, Madrid
1
28
El Sol
, Madrid
1
29
El Tiempo
, Ciudad de México
1
30
Estampa
, Madrid
1
31
Iris
, Barcelona
2
32
Juan Rana
, Madrid
1
33
Justicia y Caridad
, Gandía
1
34
La Acción
, Madrid
1
35
La Concordia
, Cáceres
1
36
La Correspondencia de España
, Madrid
8
37
La Correspondencia militar
, Madrid
5
38
La Época
, Madrid
6
39
La Iberia
, Ciudad de México
3
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
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40
La Ilustración financiera
, Madrid
2
41
La Información
, Ciudad de México
1
42
La Libertad
, Madrid
5
43
La Nación
, Madrid
3
44
La Patria
, Ciudad de México
1
45
La Voz
, Madrid
5
46
Las Noticias
, Barcelona
1
47
Mundo gráfico
, Madrid
3
48
Nuevo Mundo
, Madrid
3
49
Ondas
, Madrid
5
50
Revista contemporánea
, Madrid
2
51
Tararí
, Madrid
1
138
Tabla 1. Periódicos consultados y número de noticias citadas por periódico
A su vez, el éxito de esta copla resulta de utilidad para comprender la influencia social de la jota
y del género chico en España, tanto por lo que se refiere a la difusión de ideas y costumbres, como a su
conexión con la prensa de la época. Como es sabido, los periodistas solían resaltar en sus crónicas los números
más aplaudidos de las zarzuelas chicas, caracterizados por formas melódicas sencillas, fácilmente cantables y
con música pegadiza, que en gran medida conformaron la música popular de su tiempo. En la propia prensa
existen testimonios sobre la difusión de estos números de forma oral, a menudo por cantantes callejeros y
organilleros que influyeron en la vida diaria de Madrid, pero también en sus fiestas, celebraciones y verbenas.
En el caso de “Si las mujeres mandasen”, muchas de estas noticias son útiles para comprender la difusión del
feminismo desde una perspectiva popular, pero también puede afirmarse lo contrario: el éxito de esta jota sirve
para mostrar cómo el feminismo contribuyó a la difusión de la zarzuela, no solo por la vinculación explícita que
se establece en la prensa entre ambos fenómenos, sino también porque las propias feministas llegaron a utilizar
la jota de forma reivindicativa. El hecho de que la difusión de “Si las mujeres mandasen” finalice con la aparición
del franquismo, como veremos, tiene que ver con la desaparición de estos periódicos de corte liberal, pero
también con la consolidación de nuevas formas de entretenimiento y un nuevo contexto ideológico en el que
el feminismo desapareció de la opinión pública.
La doble lectura de la copla: reivindicación e ironía
El título de la zarzuela,
Gigantes y Cabezudos
, hace referencia a la fiesta homónima celebrada en
numerosas localidades españolas, pero también a la testarudez legendaria de los aragoneses. La acción se
desarrolla en Zaragoza y narra la historia de amor entre Pilar y Jesús. En ausencia de este último, que lucha
como soldado en la Guerra de Cuba, un sargento intenta enamorar a Pilar haciéndole creer que Jesús se ha
casado y no va a volver. Sin embargo, Pilar se empeña en casarse con Jesús de todas formas. Esta misma
situación se produce cuando Jesús vuelve de la guerra. El sargento intenta convencerle de que Pilar se ha
casado, pero Jesús insiste en casarse con ella, hasta que al final todo se descubre y se produce el reencuentro
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
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entre ambos. Pero lo interesante ocurre en un segundo plano ya en el primer cuadro de la zarzuela. En la
primera escena aparecen varias vendedoras, entre ellas Pilar, discutiendo con una clienta que pretende
regatearlas, cuando entra Timoteo, el guardia municipal, y les informa del aumento de los impuestos, que las
autoridades competentes intentarán cobrar en la décima escena. En ese momento, las mujeres declaran la
guerra a los hombres, negándose a pagar el impuesto con la famosa jota, precedida por los siguientes versos:
“No nos asusta /nada en la tierra. /Guerra les gusta, /pues haya guerra. /Los hombres todos /son muy bribones.
/¡Ea! A ponerse los pantalones. /Dinero quieren, /pues ni una perra. /Guerra les gusta, /pues guerra, ¡guerra!”.
Es importante subrayar que el mensaje de la jota “Si las mujeres mandasen” recibió desde su
estreno dos lecturas opuestas, ambas previstas en la propia zarzuela y que no dejan de repetirse durante
estos años. Por una parte, se interpretó desde una perspectiva feminista, según la conclusión pacifista de la
primera copla, cuando se afirmaba que, al mandar las mujeres, “no habría nunca /guerras odiosas, /que a
concluir esas guerras irían /madres y esposas, /y aun siendo muchos y muy valientes, /en un día acababan con
ellos /con uñas y dientes. La imagen de las mujeres que se oponen a la guerra, remontable a la comedia
Lisístrata
de Aristófanes, adquirió un sentido nuevo con la aparición del feminismo, aún ligado a la condición
de las mujeres como madres y esposas de los militares, que las dotaría de una sensibilidad especial contra los
horrores de la guerra. Una década antes del estreno de la zarzuela, por ejemplo, Mortimer Collins había
afirmado que la mujer “ha de obtener la primacía sobre el hombre y abolir todas las prácticas malvadas, que
nunca existirían si las mujeres gobernasen el mundo” (COLLINS, 1873: 45). A esto se sumaba el contexto de
la Guerra de Independencia cubana (1895-1898) y el denominado desastre del 98, que también aparece en la
zarzuela. Como veremos, las connotaciones militaristas de la jota reaparecerán varias veces durante las
sucesivas guerras internacionales y españolas de la primera mitad del siglo XX.
Un ejemplo de lectura feminista, aunque bastante tímido, aparece ya en 1899, cuando
Iris. Revista
semanal ilustrada
publica el artículo “Música y papeles”
7
. Allí se subraya la existencia de un nuevo tipo de mujer
dedicada a “nuevas actividades” que “han reclamado su inteligencia o sus manos”, celebrando “que las mujeres
lean y adquieran ideas generales y particulares”, pues “el saber no estorba nunca, por bonita que sea una hija
de Eva, y es muy digno de alabanza el hojear revistas ilustradas”. El artículo, acompañado por la imagen de
una mujer leyendo, incluye esta referencia a la zarzuela de Echegaray y Caballero:
Hay que reconocer que no es por falta de ganas, muchas veces, si las mujeres no se lanzan a
hacer tanto y más que nosotros; anhelo expresado poética y armoniosamente en
Gigantes y
Cabezudos
, en aquellos inspirados versos de:
Si las mujeres mandasen
(KECK, 1899: 12).
Por otra parte, sin embargo, la copla se interpretó como una ironía o una burla, siguiendo las
interlocuciones negativas de Timoteo en la zarzuela: “Valiente lío, si ellas mandaran /¡vaya un congreso de
diputadas!”. En este caso, se presupone la idea de las mujeres como sexo débil, esencialmente ligadas a la
belleza y a su papel como esposas, madres e hijas, que las incapacitaría para ocuparse de la política. Una ironía
de este tipo se encuentra en Enrique Luque Méndez Vigo el año en que se estrenó la zarzuela; tras informar
7
Sobre el feminismo y su conexión con la educación en este periodo véase De Gabriel (2018: 489-525), donde se hallará
bibliografía actualizada; sobre prensa dirigida a mujeres véase Perinat y Marrades (1980).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
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sobre la celebración de una recepción diplomática en Madrid, el dramaturgo asegura que hubo “un conflicto
con faldas” entre las esposas de dos consejeros, e imagina a ambos soñando al día siguiente con los versos
de la copla de
Gigantes y Cabezudos
(MÉNDEZ VIGO, 1899: 1). Este tipo de escenas reflejan tensiones típicas
de la época, que a menudo se resuelven a través del humor. El 3 de abril de 1862, por ejemplo, el ministro de
Gobernación José de Posada Herrera, refiriéndose a las ideas feministas, recordaba una idea que había leído
en los diálogos de François Fénelon, según la cual uno debía defender “el Gobierno de las hembras, porque
cuando reinen las mujeres mandarán los hombres”, y “cuando reinan los hombres mandan las mujeres”
(DIARIO, 1862: 1822).
La popularización de la jota: de la vida cotidiana al teatro
A partir de 1899 son numerosas las noticias que demuestran la popularidad de la jota. El 5 de
julio,
La Correspondencia de España
recoge una representación de la zarzuela en Zaragoza (donde está
ambientada la trama de la obra) con la presencia del compositor y el libretista. La noticia asegura que “el éxito
ha sido colosal” y que “el entusiasmo mayor” ha recaído sobre “la jota de ‘Si las mujeres mandasen’, el coro
de los repatriados y la jota de los gigantes”, recibiendo los autores grandes ovaciones (NOTICIAS, 1899: 2).
El 13 de agosto, un periodista incluso nos ofrece un primer testimonio sobre la difusión oral de la jota,
asegurándonos que ha escuchado desde su balcón a un borracho cantándola, seguido por una serenata de
guitarras y bandurrias que le amenizaron la noche con otro número de la zarzuela:
Si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres
Esto viene cantando un borracho que al llegar frente a mi balcón se recuesta contra la pared
y exclama:
- Niña, ¿te gusta el vino? Baja, morena, que te voy a convidar.
- Soy un moreno.
- Pues así revientes, condenado.
Y para dar más expresión a la frase me enseña los puños y concluye por gritar:
- ¡Viva el gobierno!
El hombre está borracho perdido.
*
Los ecos de una música turban el silencio. Son guitarras y bandurrias.
Ya supondrán ustedes lo que tocan: la jota de los repatriados de
Gigantes y Cabezudos
.
Llegan a lo alto de la calle, y allí me dan una serenata, ni más ni menos que si fuese una
notabilidad.
Yo ni les doy las gracias. O somos o no somos (DE LUSTENÉ, 1899: 1).
El 20 de agosto, “Si las mujeres mandasen…” sirve también para titular una crónica (hecho que
se repetirá muchas veces a partir de ahora) publicada en
La Época
, donde se describe otra escena callejera,
firmada por el escritor Cristóbal de Castro, que asegura haber visto a “una gentil criada” cantando la copla, al
tiempo que una madre y su hija se encontraban con su padre, un albañil borracho que recibía una bronca de
su mujer, quien al escuchar a la criada cantarla respondió: “¡Las mujeres!... Ya, ya…” (DE CASTRO, 1899: 1).
Que la jota también fue importante para sus artífices lo demuestra una noticia del 22 de agosto,
publicada en
La Correspondencia de España
, donde se recoge la celebración de un banquete en honor a
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 7
Echegaray y Caballero en San Sebastián. Allí, el compositor habría hablado de la jota, asegurando que “me
obligó a desarrollar más de veinte motivos y todos los deseché hasta dar con uno que fue de mi agrado”
(AGUILAR, 1899: 1). La copla, de hecho, también parece haber sido del gusto de los cantantes. Según una
noticia de
El Liberal
, publicada el 23 de enero de 1900, acerca de los ensayos de
La Tempranica
de Gerónimo
Giménez y Julián Romea, mientras este último estaba aleccionando a los cantantes sobre la importancia de
lograr una buena interpretación, alguien empezó a cantar “Si las mujeres mandasen”; de acuerdo con este
testimonio, “todos los circunstantes dieron un paso atrás y cayeron de rodillas” (EL INDISCRETO, 1900: 1).
La popularidad de la copla explica también que pronto surgiera la idea de realizar una zarzuela
con este título. El 12 de septiembre de 1899, leemos en
La Época
que dos conocidos autores han terminado
una zarzuela titulada
¡Si las mujeres mandasen!
, que se estrenará en la próxima temporada de invierno en uno
de los teatros de esta corte (DIVERSIONES, 1899: 4); la noticia llega incluso a México (ESPECTÁCULOS,
1899: 3). Aunque no volveremos a tener noticias de una obra con ese título hasta 1908, cuando se estrena la
fantasía lírica de Luis Pascual Frutos y Manuel Fernández de la Puente, con música de Luis Foglietti y Vicente
Lleo (LLEO; FOGLIETTI, 1911), de la que hablaremos más adelante, un periodista atribuye este primer proyecto
a Salvador María Granés y Eduardo Montesinos, lo que demuestra el interés generalizado por realizar una obra
con este título (UN ‘RURRINCHE’, 1901: 3; la misma atribución llega a México en AGENCIA, 1901: 3).
Las primeras notas feministas: Gimeno de Flaquer y Martínez Viérgol
La convergencia entre la copla y el feminismo español, explícitamente vinculada a una de sus
activistas, también es bastante temprana. Se puede constatar ya en 1901 en la madrileña
Revista
contemporánea
, en una reseña de la segunda edición de los
Evangelios de la mujer
de la periodista Concepción
Gimeno de Flaquer, donde esta ofrecía numerosos argumentos sobre la igualdad entre hombres y mujeres,
tanto históricos como religiosos
8
. La reseña reconoce la “altísima consideración y el mucho aprecio que a las
mujeres se debe”, pero considera que podría ser perjudicial otorgarles el poder, pues si se demostrara que no
es cierto lo que afirma la copla, podrían acabar “doblemente martirizadas” (BOLETÍN, 1901: 446). La idea
de que el feminismo se pondrá a prueba cuando lleguen al poder las mujeres, como si estas debieran demostrar
que su forma de gobierno es mejor que la masculina, es recurrente en la prensa y anticipa ciertas ideas del
feminismo de la diferencia, también presente en la obra de Flaquer (
e. g.
, cuando afirma que la mujer “no es
inferior ni superior al varón, es diferente, en GIMENO DE FLAQUER, 1900: 37).
Por fin, el 27 de abril de este mismo año, el libretista y periodista Antonio Martínez Viérgol utilizó
el primer verso de la copla como título de un extenso artículo defendiendo la “emancipación de la mujer”. Bajo
el pseudónimo de El Sastre Campillo, Viérgol afirmaba que la mujer ya había mostrado sobradamente su
libertad e independencia, achacando su inferioridad en ciertos ámbitos a la falta de instrucción y oportunidades.
8
Concepción Gimeno de Flaquer (1850-1919) fue una importante defensora del feminismo, tanto en España como en
México, desde una perspectiva católica (véase PINTOS, 2016). En estos años llegó a definir el feminismo como una “santa
doctrina elocuentemente predicada por el divino Crucificado” (véase GIMENO DE FLAQUER, 1900).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 8
Como ejemplo, citaba el caso de Murray Hall, un exitoso hombre de negocios que estaba causando conmoción
en la prensa estadounidense de aquellos años, pues al fallecer en enero se descubrió que se trataba de una
mujer (MARTÍNEZ VIÉRGOL, 1901: 3)
9
.
Mujeres que mandan: cantantes, matarifes, batallones y motines
Entre 1901 y 1905 se publican nuevas noticias vinculadas a la copla sobre mujeres que gozaron
de algún tipo de poder, empezando por el teatro. El poeta y crítico Ricardo Catarineu recordaba en mayo de
1901 el argumento de la zarzuela
La isla de San Balandrán
(1862), que llevaba a escena un gobierno de
mujeres (véase PICÓN; OUDRID, 1862), y comparaba su argumento con los “versos malos” de la copla “Si las
mujeres mandasen”. Catarineu, que firma como Caramanchel, se refiere a la jota con displicencia: “Sí, señor; si
las mujeres mandasen, estaríamos todos
al pelo
”, y subraya que, de hecho, las mujeres ya mandan en “todas
las compañías francesas, todas las de Italia” y en la propia zarzuela española (LA ISLA, 1901: 2).
En marzo del año siguiente, Rafael Mesa de la Peña publica en
La Correspondencia militar
un
artículo titulado “Hembras bravas”, donde recoge el caso de una cordobesa que se enfrentó a un ladrón
disparándole con una escopeta. El autor elogia la “virilidad de la mujer española” que se echa la escopeta a
la cara y mata a un hombre como el matarife tumba un cerdo asestándole una certera cuchillada”, pero su nota
supone una crítica explícita al poder de las mujeres:
En toda clase de empresas siempre me ha parecido la mujer más resuelta que el hombre, por
lo mismo que sus actos los impulsa la ignorancia, la irritación de un sistema nervioso
fácilmente conmovible y siempre tan dispuesto para el bien como para el mal según la cuerda
que se toca que
Si las mujeres mandaran...
Dios nos libre de esa poco verosímil metamorfosis (DE LA PEÑA, 1902: 1).
También el periodista zaragozano Mariano Francisco de Cavia y Lac se refiere a la copla en su
artículo de junio, vinculándola de nuevo a
La isla de San Balandrán
, y se pregunta retóricamente si acaso no
hay mujeres en el gobierno, asegurando que “tantas hay, que casi sobran”. Respecto a darles más poder,
bromea con la idea de introducirlas en “cualquier gobierno nuevo, fuese monárquico, fuese republicano, o bien
de nuestro ilustre Canalejas”. El regeneracionista Canalejas había sido ministro de Gracia y Justicia, cargo que
a su modo de ver no podría ocupar una mujer, como escribe dirigiéndose a las lectoras en tono paternalista:
“porque de gracia, estáis muy bien; de justicia, muy mal, de igual modo que no podrían ocupar el ministerio
de Guerra, pues “bastante guerra dais a domicilio” (DE CAVIA, 1902: 1).
Este mismo tono se observa en otra noticia del mismo mes, publicada en
La Correspondencia de
España
, sobre un batallón de solteras en Siracusa (Estados Unidos). El periodista recoge cómo varias mujeres
salen cada día a maniobrar “con fusiles, cañones y demás pertrechos militares”, concluyendo que “cuando las
9
Esta misma nota de Viérgol aparece recogida en Noticias… (1901: 3). Sobre este famoso episodio, véase Gearhardt
(2019: 26-47).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 9
mujeres campan por sus respectos son peores que el mismísimo diablo”. Tras reproducir la copla de “Si las
mujeres mandasen”, añade esta nota mordaz:
¡Balsas de aceite! Que se lo pregunten a los habitantes de Siracusa, los cuales, no pudiendo
aguantar el jaleo que arman ellas, han acudido en queja a las autoridades de allí,
amenazando con formar otro batallón de solterones (EN OTROS, 1902: 3).
A este tipo de noticias se suman nuevas escenas domésticas, como la que se publica el 15 de
julio en la
Revista contemporánea
, describiendo una caótica escena familiar donde aparecen, junto a “cuñadas
hablando con los novios”, un “cuñado borracho” y “chicos pequeños jugando a la pelota”, una “suegra, loca,
en cuclillas en un rincón, cantando aquello de: Si las mujeres mandasen’…” (EL TEATRO, 1902: 529).
Pero las noticias más interesantes surgen en torno a un motín de mujeres acaecido en Villaviciosa
de Odón, donde se nos informa que las mujeres utilizaron la copla de
Gigantes y Cabezudos
de forma
reivindicativa, para oponerse a la elección de varios concejales. Así lo explica
La Correspondencia militar
el 8
de septiembre de 1903:
Doscientas hembras asaltaron el Ayuntamiento, y cantando aquello de
Si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres
,
se opusieron a que unos concejales fueran repuestos en sus cargos.
El motín tomó caracteres serios, y como se trataba de mujeres, los guardias civiles salieron a
la calle armados, pero no hubo ninguna carga, y eso que no hubiera sido extraño tratándose
de Villaviciosa.
Por fin todo se arregló, pero los concejales aún no se han repuesto del susto (NAZARÍN,
1903: 3).
Los periodistas, sin embargo, tratan el episodio de un modo más bien negativo. En la misma
fecha, la noticia se recoge en
El Día
con el título “Si las mujeres mandasen…”, asegurando que el motín se
disolvió cuando el gobernador recomendó al alcalde “que dijese a los papás y a los maridos de las señoras
protestantes que, si estas no abandonaban el edificio, ellos serían responsables de lo que ocurriera”. Según
parece, esto causó un efecto inmediato, lo que despierta la sorna del periodista: “¡Con que si las mujeres
mandasen…!” (SI LAS MUJERES, 1903: 2).
El 1 de diciembre,
La Correspondencia militar
informa de otro motín de mujeres. Tras citar los dos
primeros versos de la copla, se nos informa sobre una protesta de cigarreras en la Fábrica de Tabacos debido
a la “mala calidad” del producto. Aunque el periodista pide “brindar por esta mitad del género humano”,
sostiene que es vergüenza que sean las mujeres las que abogan por lo nuestro”, asegurando que otro grupo
de mujeres regeneradoras “nos van a
poner las peras a cuarto
el día que se reúnan en un mitin”. La noticia
concluye con la broma de que eso es “fruta prohibida, y ya saben ustedes que por la pícara frutilla se perdió
el mundo” (EL-BRIGA, 1903: 1).
Un último ejemplo se halla en
ABC
el 16 de junio de 1905, donde se recoge la elección de una
mujer como alcaldesa en Szepes, en la actual Eslovaquia. El periodista lo achaca a que todos los individuos
mayores del sexo masculino han emigrado a América, introduciendo una significativa reserva lingüística sobre
cómo nombrar su cargo: “la nueva alcalde” le parece preferible, pues “llamarla la alcaldesa no parece propio”.
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 10
Una vez más, el tono es burlesco. El periodista se pregunta si allí reinará el silencio, pues “nadie lo creería
tratándose de un pueblo de mujeres solas”, y culmina con la citada importancia de poner a prueba la conclusión
de la jota: “lo que hay que esperar es a que nos digan si se cumple allí la sentencia que encierra la copla que
Lucrecia Arana canta en
Gigantes y Cabezudos
(AEMECÉ, 1905: 8-9).
El feminismo en el mundo y las elecciones generales de 1907
Aunque las disputas sobre el voto femenino han de esperar a los años treinta para alcanzar una
relevancia política incuestionable, la idea de que las mujeres pudiesen gobernar empezó a discutirse mucho
antes. El 3 de marzo de 1903, un periodista publica un artículo titulado “Políticos con faldas”, donde reconoce
que “el feminismo avanza” y elogia a feministas como Concepción Arenal
10
, Emilia Pardo Bazán
11
y Casilda
Antón del Olomet
12
, pero critica a las mujeres que “olvidan el sagrado ministerio de la maternidad, por los
abstrusos silogismos de filosofía”, pretendiendo mandar como afirma la copla de
Gigantes y Cabezudos
(POLÍTICA, 1903: 1; otra noticia del estilo en LEÓN, 1903: 2). Del mismo modo, el 6 de noviembre de 1903,
Jaime Balmes y Foradada recoge en el diario
ABC
los avances que se están realizando en países como Inglaterra,
Nueva Zelanda, Rusia y Francia, donde “ya hay mujeres con profesiones universitarias”. El periodista lam enta
la situación de España en este punto, criticando que “a la mujer no le hemos concedido otro medio de resolver
el problema del vivir que el matrimonio”, aunque reconoce que “el feminismo se impone” y que España no
tendrá más remedio que “elevar el nivel intelectual de las mujeres”. Sin embargo, esto no le parece suficiente
para comprometerse con el feminismo, pues considera que las mujeres tienen obligaciones “naturales”, como
la maternidad, incompatibles con el poder. Su nota culmina con el acostumbrado tono irónico:
No quiere esto decir, sin embargo, que debamos trasladarnos a la isla de San Balandrán,
confiriendo a las damas nuestro gobierno: nada de eso. Y no porque yo crea que, si las
mujeres mandasen, lo harían peor que los hombres, que harto mal lo hacen, sino porque al
lado de los derechos cívicos tienen obligaciones naturales incompatibles con algunos de ellos.
Tal vez, andado el tiempo, lleguen a sentarse las señoras en los escaños de las Cámaras
legislativas.
Entonces habrá que poner tasa a los discursos como a los telegramas. Y entonces sí que se
protegerán las uniones matrimoniales con la sanción más severa.
Al soltero impenitente, garrote vil.
Al casado infiel, suegra de por vida y reclusión perpetua.
Al viudo mal conservado que se niegue a reincidir, extrañamiento y costas.
Entonces, entonces andaremos derechitos los célibes (BALMES; FORADA, 1903: 2).
10
La escritora Concepción Arenal Ponte (1820-1893) está considerada una pionera del feminismo católico español (véase
CABALLÉ, 2018).
11
La escritora Emilia Pardo Bazán (1851-1921), conocida sobre todo por su novela
Los pazos de Ulloa
(1886), llevó a
cabo varias iniciativas para defender el feminismo en España, como la Biblioteca de la Mujer o sus numerosos escritos sobre
la mujer y su educación (véase BURDIEL, 2019).
12
Casilda de Antón del Olmet (1871-1954) es una importante escritora y periodista, que años después escribiría una obra
titulada
Feminismo cristiano
(1931).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 11
Esta conclusión reformula a su modo el feminismo de la diferencia implícito en la zarzuela, según
el cual la mujer gobernaría de un modo distinto, una idea que también encontramos en el feminismo católico
de la época. Así puede comprobarse en la obra del carlista Juan Vázquez de Mella, de quien un periodista llegó
a sostener que
si las mujeres mandasen
, Vázquez de Mella sería presidente del Consejo o acaso rey”,
definiéndolo como “el único político que defiende en nuestro país el voto de las mujeres” (recogido en DE
MELLA Y FANJUL, 1932: 336). Pero el ejemplo más interesante ocurre poco antes de las elecciones generales
de 1907, cuando el proyecto de la Ley de asociaciones religiosas ocupó el centro del debate
13
. El 3 de
diciembre de 1906,
ABC
informa sobre una reunión de mujeres organizada por la duquesa de Bailén,
presentada por ellas mismas como “una gran manifestación católica”, cuyo propósito declarado era “regenerar
el país todas unidas”, aunque “no con absurdos feminismos, sino penetrándose de la altísima misión de educar
bien a sus hijos, los hombres de mañana”. Las mujeres católicas se oponían así a la ley, al entender que destruía
“la libertad de educar a nuestros hijos en colegios de religiosos y religiosas”. El periodista asegura que
abandonó la reunión tarareando la copla de la zarzuela y concluye que “indudablemente, si mandasen las
mujeres estaría para siempre desechado el proyecto de ley de Asociaciones (INTERVIU, 1906: 4; la noticia
se recoge después en México en INTERVIEW, 1907: 1).
Otras noticias surgen en torno a la movilización feminista de Bilbao de 1906 causada por el
asesinato de Jesusa Pujana a manos de su maltratador. El 26 de octubre encontramos una extensa reflexión
sobre el feminismo en
El Adelanto
de Salamanca, firmada con el pseudónimo de Silvio Suplicio que, tras citar
la primera copla de
Gigantes y Cabezudos
, comienza así: “Resumiremos todas las discusiones feministas en
pocas palabras: si las mujeres mandasen, el mundo no estaría peor que está actualmente”. Allí se refiere a la
recogida de firmas en favor de Pujana y a su condena, reconociendo que las leyes perjudican especialmente a
las mujeres, pues las leyes las hacen los hombres, los jurados se componen de hombres, y es natural que con
este monopolio las mujeres resulten perjudicadas” (SUPLICIO, 1907: 1).
Las referencias a la copla vuelven a aparecer al año siguiente, con la reforma de la Ley Electoral
de 1907 del gobierno de Maura, donde se debatió la posibilidad de otorgar el voto a la mujer, y la enmienda
presentada en 1908 por Francisco Pi y Arsuaga, que proponía conceder el voto administrativo a las mujeres.
El 14 de febrero de ese año, Abel Imart informa en
El Día
sobre los altercados de las sufragistas londinenses,
que al grito de “¡Abajo los hombres!” pretenderían tomar el poder. El periodista considera que las mujeres
desean “ser dueñas absolutas de todo”, algo en lo que las españolas aventajarían a las inglesas, pues “ellas
mandan, ellas reinan, ellas gobiernan sobre nuestros corazones”, mientras los hombres “son humildes y
sencillas ovejas que no hacen donde estén, sea en la calle, en casa, en la oficina, en el taller o en el teatro y
aun en la iglesia, otra cosa que lo que ellas quieren”. De aquí deduce cínicamente que las inglesas deben ser
“una especie de cero a la izquierda dentro del hogar y por eso arman esos ruidos y esas peleas callejeras en
demanda del voto femenino”; en España, por el contrario, dar el voto a la mujer supondría mermar “su
ascendiente sobre el hombre”, pues tal como están “lo mangonean todo y son las verdaderas amas del cotarro”.
El periodista modifica entonces la copla de
Gigantes y Cabezudos
, invirtiendo su sentido:
13
Sobre el feminismo en este periodo véase Aguado y Ortega (2011).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 12
¡Si las mujeres mandasen en vez de mandar los hombres serían más venturosos los
hombres y las naciones!. Eso reza el cantable de una aplaudida zarzuela; pero esas hipótesis
de teatro resultarían tristes realidades en la práctica (IMART, 1908: 1-2).
Con este tipo de noticias, la lectura feminista de la zarzuela se hace cada vez más evidente. Este
mismo año, la copla se utiliza para comentar otros altercados, como un episodio ocurrido en Florencia, donde
las mujeres de un pueblo han decidido negarles el contacto a sus maridos hasta que abandonen el estanco y
la taberna (TEDESCHI, 1908: 4), o el caso de una empresaria de Zaragoza que ha hecho grandes negocios; el
periodista afirma que si las mujeres mandasen, la señora llegaría a ministro de Hacienda, por lo menos”
(DOÑA, 1908: 1), aunque otro periódico nos informa de que se trataba de una estafadora, concluyendo que
“si las mujeres mandasen serían, por lo menos, igual de malas que los hombres” (62 SEMANA, 1908: 3-4).
El 27 de octubre encontramos de nuevo una noticia vinculada al feminismo en
ABC
, según la cual seis diputados
franceses han propuesto suprimir del Código Civil el artículo 213, según el cual “el marido debe protección a
su mujer” y “la mujer debe obediencia al marido”. El articulista se mofa de la decisión llegando a justificar el
maltrato contra la mujer:
Cuando una mujer no obedece al marido, hay dos caminos que seguir, y que la práctica ha
enseñado: o tomar la puerta y salir en busca de fresco, o tomar una resolución muy enérgica,
que, generalmente, acaba en gritos y lágrimas. Esto en todas partes es muy sensible, pero
más en países donde existe el divorcio. Se enteran los vecinos y luego van a declarar ante el
tribunal en favor de la esposa.
Lo más probable es que no haya leyes en el mundo para reducir a la obediencia a la mujer
que quiere mandar. Puede que fuesen balsas de aceite los pueblos y las naciones si las
mujeres mandasen, como dice la copla popular; pero no suelen serlo muchas cosas donde
mandan (A TRAVÉS, 1908: 7).
El estreno de
¡Si las mujeres mandasen!
Y la influencia de los curas
No parece casualidad que el 1 de diciembre de este mismo año de 1908, cuando la propuesta
del voto femenino había estado tan cerca de producirse, se estrene la zarzuela
¡Si las mujeres mandasen!
14
.
Entre esa fecha y junio del año siguiente se suceden las crónicas en diversos periódicos
15
.
Como ocurre con
Gigantes y Cabezudos
, la mayoría de los críticos de esta zarzuela fueron ajenos
al feminismo. De hecho, la aparición de las actrices en escena se interpretó sobre todo desde una perspectiva
visual de tipo sexual, destacando el número de las trompeteras. El 3 de diciembre, por ejemplo, una crónica
del diario republicano
El País
se refiere al “don profético” de la poesía, capaz de anticipar “el saladísimo
14
La obra se preanuncia en Por esos (1908: 3), Teatro (1908a: 5), Teatros (1908: 1), Teatro (1908b: 3), De Souza
(1994) cita como primera la representación del 2 de diciembre, pero Espectáculos (1908: 3) da cuenta del estreno un
día antes.
15
Véase Espectáculos (1908: 5), Crónica (1908: 1), Diversiones (1908: 7), Para Leer (1909: 7) y Espectáculos
(1909a: 3). La obra también se estrena en México, donde adquiere una fama insólita en el Teatro Principal durante dos
años (entre las varias decenas de noticias de este año baste citar EL ESTRENO, 1909: 1. EN EL PRINCIPAL, 1909: 8.
SEMANA TEATRAL, 1909: 16. TEATRO PRINCIPAL, 1909: 5. PRINCIPAL, 1909: 5). También la encontramos en el Teatro
Manuel Briseño (véase POR EL, 1909: 8. DIRECTORIO, 1909: 7). Aún en el año 1910 se sigue representando en el
Principal, a veces en sesiones de tarde y noche: baste citar Espectáculos… (1910: 2); volvemos a encontrarla en el Principal
en 1917 (véase PRINCIPAL, 1917: 4) y en 1927 (véase TEATRO PRINCIPAL, 1927: 3).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 13
problema feminista” incluso “antes de existir en el mundo”, pero interpreta la obra en términos “satíricos” y se
mofa de la idea de un “Consejo de
ministras
”. De hecho, alerta al lector del peligro de un gobierno de mujeres:
“pensad con terror lo que representarán erigidas en amas indiscutibles del cotarro social”. Al final, lo que más
interesa de la obra es la belleza de las artistas, destacando el citado numerito marcial”. El resto de la obra,
nos cuenta, pasó “sin pena ni gloria” (POR LOS, 1908: 3). En efecto, esta parece haber sido la interpretación
generalizada, como demuestra otra noticia de ese día en
ABC
, presentando la zarzuela como “una caricatura
de la invasión del feminismo”. Lo interesante para el redactor es que “al final triunfa el amor, y las mujeres se
rinden a la amable tiranía del sexo masculino”. De nuevo, se destaca el número de “las alegres trompeteras”
(NOTAS, 1908: 7), que otro periodista resume como “un desfile de hembras que... mandan en realidad por
lo lujosas y guapas” (ASTROP, 1909: 3). Significativamente, este número adquirió cierta fama como obra
independiente (ESPECTÁCULOS, 1909b: 4. ESPECTÁCULOS, 1909: 3. BAILE, 1909: 3), y todavía en 1911
podemos hallarlo como el favorito de los críticos (LOS TEATROS, 1911: 5).
La paradoja de un tema feminista al servicio de ideales antifeministas nos sirve para introducir
otro tema característico de este periodo: la idea del feminismo como un obstáculo para la emancipación de la
mujer. Las discusiones se anticipan varias décadas a los debates de los años treinta. Por ejemplo, la sugerencia
de que el voto femenino sería manipulado por los frailes aparece este mismo año de 1908 en el número de
diciembre de
La Ilustración financiera
, en un artículo que toma el título de la nueva zarzuela de ese año: “¡Si
las mujeres mandasen…!”. Allí se narra cómo el jesuita Vicent de Sevilla se ha mostrado partidario del voto
femenino, algo que el redactor interpreta como una vuelta “a los tiempos aquellos de la Edad Media, cuando
las mujeres tomaban parte en las Asambleas populares”. Una vez más, esto le hace recordar el gobierno “tan
donosamente ridiculizado en
La Isla de San Balandrán
”, añadiendo a las quejas habituales el argumento de
que los sacerdotes influirían en el voto de las mujeres: “Que la mujer vote y vaya luego al confesionario… ¡qué
bonito!” (SI LAS MUJERES, 1908: 240-241).
Las nuevas profesiones y la oposición a la I Guerra Mundial
Entre 1909 y 1915, aparecen varios artículos sobre mujeres que destacan en su profesión, y
sobre el sufragio en el mundo, donde se utiliza la copla de
Gigantes y Cabezudos
. Son los años en que Emily
Davison fallece en el Derby de Epsom (1913) y la policía detiene a Emmeline Pankhurst (1914), provocando
que Mary Richardson acuchille la
Venus del espejo
de Velázquez. Todo ello ocupó la prensa mundial de la
época, pero la copla española se vincula sobre todo a los avances más positivos
16
. Ángel María Castell, por
ejemplo, publica en
Blanco y Negro
una crónica sobre la princesa Valdemar, María de Orleans, a quien vemos
en una fotografía vistiendo el uniforme de bomberos; tras compararla con una amazona, el periodista concluye
que hay momentos en la vida en que insensiblemente se llega a pensar lo de la copla popular”, citando el
verso “Si las mujeres mandasen” (CASTELL, 1909: 11-12). De igual modo, el 27 de enero de 1910,
Nuevo
16
Sobre la prensa en general véase Delap, Dicenzo y Ryan (2006) y Baxter (2018).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 14
Mundo
publica un reportaje sobre una mujer contratada como repartidora de correos en Francia, admitiendo
que la idea de la jota empieza a “convertirse en realidad”:
El ministro debió de conocer la famosa copla, según la cual si las mujeres mandasen - en vez
de mandar los hombres - serían balsas de aceite - los pueblos y las naciones (así, con ripio
y todo); y se dijo para su capote: Si en vez de repartidores, ponemos repartidoras, se
acabaron los conflictos, y aquí paz y después gloria (SI LAS MUJERES, 1910a: 29).
Como en la mayoría de los casos, el periodista culmina destacando las diferencias entre hombres
y mujeres, asegurando que el nuevo oficio le parece adecuado, pues “esta es la única arma con que las mujeres
pueden vencer al hombre: la paz y la mansedumbre” (SI LAS MUJERES, 1910a: 29). También
ABC
publica
entonces varias noticias sobre el avance del feminismo utilizando los versos de la copla. Una primera noticia
versa sobre la elección de consejeros en Londres, entre los cuales “hay dos mujeres”. Sin embargo, el tono
sardónico vuelve a imponerse y el periodista subraya que “ambas son muy jóvenes y muy bonitas”, lo cual le
parece preocupante: “¿Distraerán a sus colegas en las discusiones, o les dominarán por la fuerza de sus
atractivos físicos?”. También comenta así que otras tres mujeres hayan sido derrotadas: “¡Qué lástima, porque
tampoco son feas!”. Finalmente, se alegra de que en España las mujeres no gobiernen, pues considera que ya
son demasiado “mandonas” y habría que dejar de cantar aquello de “Si las mujeres mandasen” (HARMER,
1910: 3-4).
Dos meses después,
ABC
recoge la aprobación del sufragio en Noruega. El periodista destaca
que allí se ha alcanzado este logro “sin discusiones violentas ni desplantes masculinos”, frente a lo que sucede
en Inglaterra. Tras fantasear con la idea de que las mujeres lleguen a ser mayoría, propone cambiar la copla
española por “Si los varones mandasen…” (SI LAS MUJERES, 1910b: 11). En abril le llega el turno a Francia,
en otro artículo titulado “Si las mujeres mandasen” de José Juan Cadenas. El dramaturgo asegura que “los
muros de París están llenos de proclamas sufragistas”, pero nuevamente se limita a realizar comentarios
sarcásticos sobre la poca belleza de las candidatas, que le parecen “patronas de casas de huéspedes o
comadronas”, para concluir que “si las candidatas fueran bonitas tendríamos una garantía” (CADENAS, 1910:
3).
Sobre la política española, un periodista de
ABC
comenta en junio que está agitada, pero que le
reconforta ver que “aquí no hay sufragistas, como en Inglaterra”, aunque existan “temperamentos belicosos
que dan que pensar en que
si las mujeres mandasen
…” (MADRID, 1910: 5). Algo similar ocurre en
Nuevo
Mundo
, donde Agustín Rodríguez Bonnat nos ofrece otro ejemplo de humor paternalista:
Yo no a dónde vamos a parar con que la mujer pueda dedicarse a todo, porque el día
menos pensado vamos a seguir por la calle a una rubia encantadora pensando que no ha
pasado del bordado con o sin lentejuelas y nos encontraremos con que estamos haciendo el
amor al guardia de orden público 875 que aquel día estaba de paisana (RODRÍGUEZ BONNAT,
1910b: 7; esta noticia se repite en RODRÍGUEZ BONNAT, 1910a: 4).
Este artículo refleja también la tensión con el ideal de masculinidad, cuando Bonnat imagina que
las nuevas profesiones femeninas acabarán forzando nuevos trabajos para los varones, como planchar, cuidar
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 15
niños o ser ama de llaves, entonando este lamento: “Triste sino el que le espera al hombre” (RODRÍGUEZ
BONNAT, 1910b: 7).
Otras noticias responden al sensacionalismo de la prensa internacional, como ocurre con la muerte
del periodista Gaston Calmette, asesinado de un disparo por Henriette Caillaux, la mujer del político Joseph
Caillaux, por publicar las cartas de este a su amante (BERENSON, 1992). Un periodista de
El Mentidero
considera que no debió matarlo, pero al mismo tiempo alaba la valentía de la mujer para defender su honra,
concluyendo que “empezamos a creer que no andaríamos mal / si las mujeres mandasen, / en vez de mandar
los hombres” (SI LAS MUJERES, 1914: 3-4).
Durante la I Guerra Mundial siguen apareciendo noticias sobre el avance del feminismo. Aparte
de las referidas a los altercados de las sufragistas (SI LAS MUJERES, 1913: 2), destaca por su novedad una
noticia sobre el descenso del consumo de alcohol en Noruega desde que gobiernan allí las mujeres. El enfoque
del periodista de
ABC
, el 8 de julio de 1914, resulta especialmente positivo:
Los que niegan la capacidad de la mujer para la política y sus condiciones excepcionales para
sanear el ambiente social de un pueblo, cuando se les da poder para ello, deberían venir a
Noruega y estudiar de cerca el problema. Creo que esos juzgan a la mujer por algunos
ejemplares que ofrece la vida mundana y superficial de las grandes ciudades. Si las mujeres
mandasen... (OLAF, 1914: 4).
Pero la noticia más interesante es la publicada el 15 de julio de 1915 en
Blanco y Negro
por el
periodista Ángel María Castell, donde se relata la oposición de las mujeres suecas a la I Guerra Mundial:
Ya lo cantaron en una zarzuela muy popular y muy española:
¡Si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres…!”
Viene a cuento la copla a propósito de lo sucedido en Suecia, donde las mujeres, constituidas
en formidable asamblea pacifista, y previo consentimiento de los ministros, que, ¡alabado sea
Dios!, no obstante ser esclarecidos hijos de aquel país, no se han hecho los suecos, se
congregan, bullen, discursean y, en suma, piden que, en beneficio del género humano, se
haga la paz a todo trance y a costa de todo sacrificio de amor propio (CASTELL, 1915: 23-
24).
Castell se muestra convencido de que otras mujeres habrán apoyado a las suecas “en espíritu”,
incluyendo “muchos millones de francesas, alemanas, inglesas, austriacas, rusas, otomanas, serbias, italianas,
montenegrinas y, ¡para qué andar en denominaciones!, las mujeres todas del universo mundo” (CASTELL, 1915:
23-24). Los dos últimos versos de la copla, como habían propuesto tantos periodistas anteriormente, parecen
haberse puesto a prueba con éxito.
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 16
Las elecciones de 1916, el fin de la I Guerra Mundial y la Guerra del Rif
En general, la copla siguió interpretándose en un sentido negativo en los años sucesivos. El caso
más señalado ocurre al día siguiente de las elecciones generales de 1916, cuando diversos periódicos recogen
lo ocurrido en Casar de Cáceres (EN CÁCERES, 1916: 3. LAS ELECCIONES, 1916b: 1. LAS ELECCIONES,
1916a: 1), donde un concejal, tras vender decenas de votos, habría cambiado de distrito, motivando con ello
la oposición de las mujeres que contaban con el dinero prometido a sus maridos. Uno de los periodistas narra
que las mujeres “se amotinaron” e “invadieron airadas los colegios, imposibilitando la elección” y llegando a
destrozar “las urnas y los documentos”. Esto hace cuestionarse al periodista quién decide realmente los votos,
si el hombre o la mujer: “¿Quién persuadirá a una pobre mujer a que no venda la papeleta electoral del marido,
si con ella sabe que puede asegurar durante una semana el pan de sus hijos y llevar algo de bienestar y de
alivio a su miserable vivienda?” (LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 1916: 5). Un día después, Luis Astrana
Marín empieza su crónica con la copla de
Gigantes y Cabezudos
, asegurando que “en España mandan sobre
los hombres las mujeres”, algo que considera para descerrajarse un tiro”. Afirma además que también en
Madrid se han vendido votos y recuerda que “todo lo traducen las mujeres en dinero”, asegurando que “mujer
y pedir son una misma cosa”, y que “toda España es un Casar, en el que no se ven sino mujeres, padrinos y
curas; pero en donde los hombres y los maridos no aparecen por ninguna parte” (ASTRANA MARÍN, 1916: 1).
Otro periodista va aún más lejos al suponer que cualquier donjuán podrá comprar los votos a las mujeres a
través de la seducción (J. L., 1917: 13).
En los años sucesivos siguen apareciendo artículos contra el voto de la mujer donde se citan los
versos de la zarzuela. Uno de ellos refleja las palabras de la feminista católica María de Echarri en una de sus
charlas
17
. Aparece en
La Acción
el 26 de febrero de 1917, donde Echarri se distancia del feminismo de Pardo
Bazán y de Martínez Sierra
18
, asegurando que está de acuerdo en pedir educación para la mujer, pero que
nunca aceptaría “un feminismo que alejase a la esposa, a la hija o a la madre de sus obligaciones primordiales”,
mientras la acerca a “cargos que son y deben ser para los hombres”. Echarri habría dicho que “aquello de que
‘si las mujeres mandasen…’ no pasa de ser una copla” y que, aunque podrían hacerlo muy bien”, su conclusión
es que “no deben probar” (DE ECHARRI, 1917a: 2). En efecto, Martínez Sierra mantenía justo lo contrario, como
relata la propia Echarri en abril comentando una de sus conferencias en tono irónico, citando los versos de
Gigantes y Cabezudos
:
[Martínez Sierra] reclamó no sólo el voto femenino, sino la elección como
diputadas y
concejalas
, diciendo que si las mujeres mandasen España no hubiera llegado a la decadencia
en que se encuentra, y estarían las calles y las poblaciones más limpias, y en fin que
serían
balsas de aceite los pueblos y las naciones
... (DE ECHARRI, 1917b: 178).
17
María de Echarri (1878-1955) fue una destacada defensora del feminismo católico en España y de los derechos laborales
de las trabajadoras (véase VELO FABREGAT, 2021).
18
Se trata en realidad de María de la O Lejárraga (1874-1974), importante pionera del feminismo en España que firmaba
sus trabajos utilizando los apellidos de su marido, el empresario teatral Gregorio Martínez Sierra (véase RODRIGO, 2005).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 17
Un caso opuesto lo representa el periodista y escritor Rogelio Pérez Olivares, que comienza uno
de sus artículos informando sobre la carta de una aragonesa que lamentaba “haber nacido mujer”. Olivares
propone dar “representación en las cortes” a las mujeres y “meditar con reposo el problema feminista”. La
copla de la zarzuela aparece en su artículo como un ideal esperanzador: “¡Ay, si pudiera ser verdad aquel grato
eufemismo de la popular zarzuela de Caballero que decía en una lírica exclamación briosa /¡Si las mujeres
mandasen /en vez de mandar los hombres...!” (PÉREZ OLIVARES, 1917: 21).
El mismo año en que se aprueba en Inglaterra la Ley de 1918 sobre la representación popular, y
en España se crea la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), el periódico
ABC
informa que una falla
titulada “Si las mujeres mandasen…” ha ganado el tercer premio, incluyendo una fotografía de la misma (LAS
FALLAS, 1918: 5). No sabemos qué opinaron de ella los periodistas para quienes “en ninguna parte como
en España es tan esclava la mujer”. Así lo afirma un redactor de
El Fígaro
el 18 de diciembre de 1918,
añadiendo que “no ha habido en España todavía una poderosa corriente feminista, aunque la copla de la
zarzuela le parece una puerta a la esperanza: “no reiremos con aquello que hizo lebre el plebeyo cantar
zarzuelero ‘¡Si las mujeres mandasen...!’, que nos pareció un sueño, pero que debe ser una realidad” (SI LAS
MUJERES, 1918: 3). León de Toledo vuelve a esta idea el 31 de diciembre de ese año, subrayando que los
avances del feminismo británico podrán probar pronto “si Miguel Echegaray tuvo o no razón para escribir
aquella célebre jota que empezaba diciendo: /Si las mujeres mandasen, /en vez de mandar los hombres” (DE
TOLEDO, 1918: 1).
En otros casos, las noticias reflejan una enorme preocupación por el poder que las mujeres
parecen estar ganando en el mundo. En 1920, apenas terminada la I Guerra Mundial, un periodista llega a
sostener que, debido al número de varones fallecidos, las mujeres son mayoría respecto a los hombres, lo cual
podría ser catastrófico de producirse un avance del feminismo, pues este aumentaría los divorcios y con ello
podría disminuir la natalidad. De este modo, la I Guerra Mundial podría llegar a ser “un partido de
football
comparada con la que se iba a armar”, pues las mujeres podrían llegar a intentar vengarse “de la inferioridad
en que los hombres le han tenido”. Esto le hace concluir que las balsas de aceite de la copla podrían llegar a
ser “balsas de aceite hirviendo” (SI LAS MUJERES, 1920: 2).
El asunto de la guerra y el feminismo vuelve a aparecer durante la Guerra del Rif. El 14 de
septiembre de 1921, un periodista de
La Época
informa de un festival benéfico organizado por la Sociedad
Artística María Guerrero en beneficio de los soldados de Marruecos, haciéndonos saber que, entre las piezas
musicales elegidas, se incluyen dos números de
Gigantes y Cabezudos
: “Si las mujeres mandasen” y el “Coro
de repatriados” (GRAN, 1921: 2. FESTIVAL, 1921: 2). Se trata de un ejemplo singular sobre el sentido
pacifista de la copla, que muestra hasta qué punto la propia música pudo formar parte de ciertas acciones
feministas.
Otra noticia de este estilo se publica poco antes de las elecciones del 29 de abril de 1923. El día
13, Antonio Zozaya publica en
La Libertad
el artículo titulado “¡Si votasen las mujeres!”, que comienza con un
resumen de
Gigantes y Cabezudos
en clave feminista. Zozaya considera que en estas elecciones España se
juega “una catástrofe de las más terribles que registra su historia”, en referencia a “esa aniquiladora guerra de
Marruecos”. El periodista se inclina por una intervención activa de las mujeres para acabar con ella:
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 18
Ahora sí que puede repetirse la frase de la zarzuela española por antonomasia: ¡Si las mujeres
mandasen! ¡Si las madres de los soldados muertos en Annual y en Dar-Drius tuviesen voto!
¡Si hubieran de fallar con su papeleta en las urnas el pleito de las responsabilidades españolas
a quienes se arrebata a sus hijos y las trabajadoras campesinas a quienes se roba su
mendrugo de pan! (ZOZAYA, 1923: 1)
Zozaya se niega a creer que las mujeres puedan apoyar la guerra o vender su voto “al marido o
al confesor”, y menos aún cuando se trata de salvar la vida a sus hijos: ¡Si las mujeres mandasen! Las mujeres
darían ejemplo de energía y de probidad (ZOZAYA, 1923: 1).
La dictadura de Primo de Rivera, los escaños de Madrid, el cine y la tribu
Ya pasadas las elecciones, en septiembre de ese año, da comienzo la dictadura de Primo de
Rivera, durante cuyo gobierno se suceden sin descanso las noticias sobre la copla y su vinculación al feminismo.
El 1 de noviembre de 1923 se publica una viñeta de Luis Bagaría titulada “Si las mujeres mandasen”, donde
una mujer aparece atacando a varios animales, a lo que responde un león: “¡Sálvese quien pueda!”. A esta
acompaña una nota donde podemos leer que “las mujeres han pedido el Directorio, el voto y poder ejercer
cargos públicos” (BAGARÍA, 1923: 1). En otra ocasión, una viñeta con el mismo título mostrará a un hombre
recibiendo órdenes de una mujer (SI LAS MUJERES, 1925a: 5).
Todo ello empieza a hacerse realidad en el mes marzo de 1924, cuando el gobierno de Primo de
Rivera permite el voto administrativo a la mujer, provocando varias noticias en las que la copla vuelve a gozar
de protagonismo
19
. El 23 de mayo, por ejemplo, José Pérez Bances acepta que las mujeres puedan votar, pero
no porque carezcan de poder, sino para que salga a la luz su influencia “entre bastidores”. Bances afirma que
“en la mayoría de los hogares españoles la mujer es el aspecto serio de la vida, y el hombre el aspecto travieso
y jacarero; mientras la mujer se especializa, el hombre “gusta de perseguir la aventura, y frente a su mujer,
que le trata con condescendencia maternal, adopta el gesto de chico tarambana y zalamero”. Si ya gobiernan
las casas, pregunta Bances, ¿por qué no podrían gobernar el Estado? (PÉREZ BANCES, 1924: 1). Por el
contrario, la periodista Teresa de Escoriaza
20
se opone al voto femenino apelando a la poca instrucción de la
mujer en un extenso artículo titulado “Si las mujeres mandasen”. La autora considera que la copla está destinada
a morir, pues “las mujeres van a mandar” antes o después, pero pide cautela, pues cree que la mujer “se guía
de los consejos que recibe del marido, del padre o del confesor”, y ha de gozar primero de una educación a la
altura de las circunstancias. Escoriaza lo ilustra con lo ocurrido en la Iglesia de San Luis, donde asegura que
un sacerdote invitó a las mujeres a pasar por la sacristía “para recibir instrucciones sobre el uso que acababa
de serlas otorgado” (DE ESCORIAZA, 1924: 1).
19
Sobre el feminismo en la época de Primo de Rivera baste citar Díaz Fernández (2005).
20
Teresa de Escoriaza y Zabalza (1891-1968) fue una destacada periodista y escritora feminista en España, aunque la
mayoría de sus publicaciones provienen de su etapa en Estados Unidos, desde donde colaboraba con el periódico
La
Libertad
, a menudo utilizando el seudónimo de Félix de Haro. También colaboró con
Mundo Gráfico
y fue corresponsal
durante la Guerra del Rif.
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 19
De nuevo, no es casualidad que este año se estrene la película
¡Si las mujeres mandasen!
, que los
periódicos presentan como una obra sobre el “voto de las mujeres” y, por tanto, como un tema “de gran
actualidad” (LAS EXCLUSIVAS, 1924: 6. PRODUCCIONES, 1924: 18)
21
. La propia Echarri se convierte en
noticia al ganar un escaño en el Ayuntamiento de Madrid, pese a haber sostenido que la copla no debía hacerse
realidad. Un periodista aplaude la nueva situación utilizando el primer verso de la misma, esperando que las
mujeres puedan “llevar la voz de las esclavas y de las irredentas” (SI LAS MUJERES, 1924: 7). Algo parecido
hace el político Eduardo Andicoberry, que nos remite una vez más a la prueba que supone para el feminismo
la llegada al poder: “Falta saber ahora si podrá confirmarse la parte segunda del famoso cantable; es decir: si
los pueblos serán balsas de aceite” (ANDICOBERRY, 1924: 2). José de Laserna vuelve a la idea propuesta por
Fénelon, afirmando que “cuando manden las mujeres, mandarán los hombres, al revés que hoy” (DE LASERNA,
1924: 3).
Mientras tanto, siguen apareciendo noticias sobre el feminismo internacional. Por ejemplo, en
1925 encontramos una mención al voto en Inglaterra, donde se recoge que la superioridad demográfica de las
mujeres hará realidad el primer verso de la copla, provocando una “lucha de sexos” (FABIO, 1925: 1). Otra
noticia, titulada “Si las mujeres mandasen”, se refiere a Miriam Ferguson como una de las primeras
gobernadoras de Estados Unidos. El periodista relata cómo “mamá Ferguson” ha impedido que se aplique la
pena de muerte a dos negros un domingo, como se hacía con los blancos, atrasándolo al jueves. Esto le lleva
a ironizar con la medida: “¡Lo que le habrán agradecido la atención los pobres negritos!” (SI LAS MUJERES,
1925b: 1). En otro periódico, se vuelve a citar la copla para subrayar que un tal Ferguson ha malversado dinero
y, tras anticipar retóricamente el daño que esto hará al feminismo, alerta de que “Ferguson” es en realidad el
marido de la gobernadora, quien ejercía las funciones del Gobierno en substitución de su cara mitad, pues
ésta tenía que atender a las labores propias de su sexo en el hogar conyugal (ELOGIO, 1925: 1).
También en España se producen ciertos avances, como la fundación del Lyceum Club Femenino
en 1926, presidido por María de Maeztu con Victoria Kent como vicepresidenta, que contó entre sus decenas
de miembros con María Lejárraga y Clara Campoamor
22
. Ese año se realizó la copla en algunos conciertos
(GIGANTES, 1926: 5) y encontramos otra noticia sobre el feminismo internacional ligada a la copla, en la que
se nos informa que la política Nancy Astor, conocida como la primera mujer que ocupaba un escaño en el
parlamento británico, “ha sido obsequiada con un gran banquete por la Liga de mujeres votantes”, proponiendo
en su discurso que algún día se presente una mujer como “candidato para la Presidencia de la República de
los Estados Unidos”. El título de la noticia, “Si las mujeres mandasen”, encaja con las ideas expuestas por Astor
sobre la virtud del gobierno femenino, afirmando que son ellas las que darán al traste con la inquietud y el
odio mundiales (SI LAS MUJERES, 1926b: 1).
21
Sobre la conexión entre cine y zarzuela véase Blanco Álvarez (2020: 29-41). Sobre
Gigantes y Cabezudos
, en concreto,
véase Encabo Fernández (2009: 205-215). Otras noticias de la película en Espectáculos (1925: 7) y Guia (1927: 7).
22
Tanto Victoria Kent (1891-1987) como Clara Campoamor (1888-1972), como veremos más adelante, llegaron a ser
miembros del Congreso de los Diputados durante la Segunda República. Sobre María de Maeztu (1881-1948), que dedicó
gran parte de su vida a la educación de las mujeres, véase Porto Ucha y Vázquez Ramil (2015).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 20
En cuanto al avance del feminismo en España, destaca en este período el nombramiento de varias
mujeres para ocupar una serie de escaños en la Asamblea Nacional Consultiva de la dictadura de Primo de
Rivera, entre las que se encontraba nuevamente María de Echarri (véase BENÍTEZ PALMA, 2021). Pero la
cuestión del voto sigue levantando toda suerte de críticas. En la prensa siguen apareciendo publicaciones sobre
la influencia que los sacerdotes ejercen sobre las mujeres, aportando incluso algunos testimonios sobre las
elecciones municipales que parecían confirmar la teoría. Así ocurre en un artículo de Francisco Ayala de 1927,
donde afirma que el “predicador de Covadonga” ha actuado como un “agitador electoral” intentando manipular
el voto de las mujeres. Ayala culmina su crónica con los dos primeros versos de la copla, a los que añade un
tercer verso: “¡Olé, los padres predicadores!” (AYALA, 1927: 4).
Ese mismo año se publica otra viñeta antifeminista firmada por “Dimanche Illustré”, en la que un
juez acusa a un hombre de golpear a su mujer con la escoba, respondiendo el acusado que “mis medios no
me permitían emplear para eso un junco de sesenta francos”. Junto a ella aparece otra en que un padre golpea
a su hijo, que le increpa: “¡Qué blanda tienes la mano, papaíto! Tendrás que tomar un entrenador”. En la misma
página aparece una mención a la copla, esta vez para referirse a lo ocurrido en la isla de Sark, donde acaba de
tomar posesión Sibyl Hathaway como Dama de Sark (LA ISLA, 1927: 14)
23
. Otra viñeta aparece al año
siguiente firmada por Ernesto Polo, donde se afirma que “si las mujeres mandasen, en vez de mandar los
hombres, en el ejército femenino no podrían de ninguna manera figurar las amas de cría”, pues “estarí a muy
feo que las amas de cría, al ir a la guerra, dieran el pecho al enemigo” (POLO, 1928: 9). Este tipo de humor
había aparecido también en la revista argentina
Caras y Caretas
, donde vemos a una mujer vestida de hombre,
mientras increpa a un hombre vestido de mujer: “¡Ustedes nos tiranizaron mucho tiempo con esos trapos
incómodos! ¿Por qué no hacérselos llevar a su turno?” (SI LAS MUJERES, 1926a: 10). También a este contexto
parece responder el interés por las sociedades matriarcales, como demuestran al menos dos crónicas
antropológicas: una de 1927 publicada en
El Liberal
, donde se habla de una tribu de amazonas (SI LAS
MUJERES, 1927: 5); y otra en
La Estampa
al año siguiente, según la cual en una tribu del Tíbet los hombres
se han sublevado contra las mujeres que los oprimían, pues estas son allí quienes “mandan, pero de verdad,
sin ningún eufemismo de zarzuela” (SI LAS MUJERES, 1928: 15).
Entre 1929 y 1930, varias noticias anuncian la aparición de la jota “Si las mujeres mandasen” en
la radio (RADIOTELEFONÍA, 1929a: 6. ONDAS, 1929: 9. RADIOTELEFONÍA, 1929b: 7. NOTAS MUSICALES,
1929: 13. NOTAS MUSICALES, 1930: 17. LEA, 1930: 16), lo que sin duda pudo contribuir a mantener su
fama, que llegaría intacta a la Segunda República. Una última noticia sobre el feminismo inglés, esta vez
publicada en
El Liberal
, afirma que la batalla de feministas como Pankhurst ha hecho que “la fantasía” de la
copla se haya transformado “en realidad”, insistiendo de nuevo en la oportunidad que esto supone para el
feminismo, pues “ahora veremos si son ‘balsas de aceite’ las naciones en un tiempo nada remoto, como
preconizaba hace tantos años la referida tonadilla escénica con un aire simpático de feminismo precoz”
(BENEYTEZ, 1929: 3).
23
Sibyl Hathaway (1884-1974) mantendría esta posición durante cinco décadas (véase HATHAWAY, 1961).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 21
La Segunda República, el debate feminista y las segundas fallas feministas
Esta idea aparecerá en la propia España cuando se proclame la Segunda República, tras la
aprobación del divorcio y el famoso debate sobre el sufragio universal entre las diputadas Victoria Kent y Clara
Campoamor. Como es sabido, Kent se oponía al voto de las mujeres acudiendo al viejo argumento de su
deficiente formación y su manipulación por parte de la Iglesia, hecho al que se oponía Campoamor
24
. El citado
Astrana Marín aprovecha la ocasión para afirmar que “ya mandan las mujeres” porque “no saben mandar los
hombres”, ridiculizando las opiniones de los feministas para quienes “las mujeres votarán a reaccionarios, curas
y frailes”. Astrana Marín se limita a sostener que las mujeres no deben votar y que si sacamos a las mujeres
del infierno”, como Orfeo intentó hacer con Eurídice, “tendremos el infierno con las mujeres” (ASTRANA MARÍN,
1931: 1). En esta misma línea, un periodista recoge en diciembre la “racional enmienda de doña Victoria Kent”,
asegurando que “la señorita Campoamor y sus colegas de defensa no han descubierto ningún Mediterráneo
con esa conquista ya preconizada en zarzuelas tan viejas como
Si las mujeres mandasen
y
La isla de San
Balandrán
(LA SITUACIÓN, 1931: 1). Otro periodista subraya que las mujeres ya mandan “en faldas y
pantalones” y que no por ello ha dejado de existir la pobreza. La aún minoritaria realidad de que las mujeres
puedan conducir despierta también el interés de la prensa. En la misma página se incluye la viñeta de una
mujer conduciendo, a lo que responde un hombre que acaba de ser atropellado por ella: “¡Vaya, mujer! ¿Te
has fijado, compañero?” (VILLANUEVA, 1931: 14).
La doble lectura irónico-reivindicativa persiste sin cambios durante la Segunda República. En
1932, un año antes de la aprobación del sufragio en España,
Blanco y Negro
publica una entrevista a la actriz
Olvido Rodríguez, titulada “Las mujeres bonitas”, donde se refiere a ella como una de “las mujeres fatales tan
en boga en nuestros tiempos”. Cuando el periodista le pregunta sobre el “problema político de España”, esta
se limita a responder: “Ah, si las mujeres mandasen”. El periodista le pregunta si no quiere añadir algo más,
pero ella le contesta: “¿Y le parece poco?” (LAS MUJERES, 1932: 155). No es casualidad que ese mismo año
vuelvan a realizarse unas fallas tituladas “Si las mujeres mandasen”. Un periódico informa que “el tema no es
nuevo”, pero sí “de mucha actualidad”, añadiendo con el recurrente tono paternal que “sobre esto nos podrían
hablar Victoria Kent y
Clarita
Campoamor” (ANTE, 1932: 16. LAS TRADICIONALES, 1932: 23; el subrayado
es mío).
Aparte de nuevas noticias sobre el avance del feminismo, encontramos en la prensa de entonces
algunas novedades. Teresa de Escoriaza, que se había opuesto al feminismo, destaca ahora que, si la mujer va
a mandar en la política, ha de renunciar a su “omnímoda y exclusiva autoridad” en el hogar. A continuación,
significativamente, incluye varios consejos “depilatorios” y sobre cómo “combatir las arrugas” y “las pecas y
lunares”, dirigidos a las mujeres (DE ESCORIAZA, 1932: 18). Algunas noticias inciden en que las mujeres
también han de poder practicar deportes como el fútbol (LA CENA, 1932: 1) y el hockey (AL CAPONE, 1935:
10), mientras otras recogen la aparición de nuevas profesiones ocupadas por mujeres, como pilotar aviones
(PUMAREGA, 1934: 25. MUJER, 1934: 9).
24
Sobre el debate entre ambas en torno al feminismo véase Capel Martínez (1992).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 22
Todo ello muestra que la copla siguió siendo utilizada como metáfora del feminismo,
contribuyendo a difundir un gran número de novedades en torno a la situación de la mujer en el mundo, que
a su vez sirvieron para mantener en la memoria de los lectores la zarzuela de
Gigantes y Cabezudos
. Una
noticia interesante en este sentido se publicó en
La Voz
el 22 de septiembre de 1933, donde encontramos de
nuevo una íntima trabazón entre la zarzuela y la vida cotidiana, tan solo un par de meses antes de las primeras
elecciones en que votó la mujer:
Esta mañana, a las diez y media, en la plaza de la Magdalena y en la calle de Prudencio, se
reprodujo la escena de
Gigantes y Cabezudos
.
Un guardia pretendió cobrar, cumpliendo su obligación, un recibo de arbitrios municipales a
las vendedoras, fijas y ambulantes, de verduras, hortalizas, etcétera, que tienen su punto en
dichos sitios. Indignadas las verduleras, cayeron sobre él, y lo zarandearon de un lado para
otro, arrojaron sobre su cabeza cuantos objetos tenían a mano y le destrozaron el uniforme.
El guardia pudo, a duras penas, refugiarse en una Casa de Socorro próxima, en donde le
apreciaron varias contusiones y erosiones de carácter leve. El guardia se llama Alejo Gimeno.
Algunos guardias restablecieron la tranquilidad en el mercado, y practicaron la detención de
cuatro de las verduleras más revoltosas (SI LAS MUJERES, 1933: 1).
En el mismo periódico, el 21 de junio de 1935, se nos relata otra situación que tuvo lugar en
Córdoba, donde una mujer consiguió “derribar al suelo” a su atracador “de un formidable puñetazo” (FEBUS,
1935: 1. EN ESPAÑA, 1936: 11-18. SI LAS MUJERES, 1937: 6. SI LAS MUJERES, 1938: 1), que nos
recuerda a la escopetera de principios de siglo, también cordobesa.
La desaparición de la copla durante el franquismo
No es casualidad que este tipo de escenas, junto a las noticias feministas, desaparezcan prácticamente
durante el franquismo, cuando se elimina en España la libertad de prensa y se produce la desaparición de casi todos
los periódicos tratados hasta ahora, a excepción del
ABC
25
, a lo cual se une el declive del género chico en España y el
surgimiento de nuevas formas de entretenimiento como la radio, el cine y la televisión
26
. Pero se trata también de una
cuestión ideológica, dada la persecución a la que fue sometido el feminismo, que preconizaba una idea de mujer
subordinada al varón e impedía el acceso de las mujeres a la política. Una prueba de ello se encuentra en una noticia
de
ABC
, publicada el 22 de diciembre de 1951. La copla aparece ahora en un anuncio de sombreros, donde la mujer
queda relegada a mera consejera de su padre, marido, novio o hermano:
¡Si las mujeres mandasen! ¡Oh! Si ustedes las mujeres mandasen e hiciesen a los hombres discurrir
como ustedes discurren (en muchos casos), no cabe duda que el hombre se beneficiaría. ¿Qué hacen
ustedes cuando llueve? ¡Cubrirse la cabeza! ¿Y por q se cubren sus cabezas? ¡Q sublime instinto
de conservación tiene la mujer! Por eso ninguna es calva. ¡Mujer! ¿No le aceptaría el papá, marido,
novio o hermano sus recomendaciones para comprarse un elegante e higiénico sombrero
Recambiable? Inténtelo, y ¡gracias, mujer! - Sombreros Padilla Crespo. Desengaño, 10, primero (detrás
de Sepu) (PARA LA, 1951: 42).
25
Para el estudio de la prensa en la época franquista véase Sinova (2006). Para la situación de la música en la prensa
véase Pérez Zalduondo (2013).
26
Para la comprensión musical de este periodo y la situación del género chico véase González Lapuente (2012).
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
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Con esta noticia culmina en gran medida el periplo de la jota más famosa del siglo XX en España.
Tras aparecer durante cuatro décadas en todo tipo de artículos, crónicas, reportajes y viñetas, sin exceptuar un
solo año entre 1898 y 1939, a partir del franquismo apenas encontramos publicaciones sobre ella. Se trata de
un testimonio sin par de la vinculación entre política, música y prensa, pero ante todo demuestra que el sentido
de la copla, más allá de la lectura irónica que siempre tuvo, resultaba inseparable de una interpretación
feminista que desafiaba el nuevo orden de la dictadura (BARRENQUERO TEXEIRA, 2010).
Conclusiones
La difusión de la jota “Si las mujeres mandasen” supone un caso único en la primera mitad del
siglo XX para estudiar la retroalimentación entre la zarzuela, la prensa y el feminismo. Desde el estreno de
Gigantes y Cabezudos
en 1898, la jota gozó de una insólita popularidad. La prensa nos permite observar su
difusión oral a través de escenas cotidianas ligadas al canto de borrachos, criadas, artistas y periodistas, pero
también en torno a reivindicaciones encabezadas por mujeres, como el motín de Villaviciosa de Odón, el festival
contra la Guerra del Rif de la Sociedad Artística María Guerrero o su utilización en clave feminista, a todo lo
cual hemos de sumar su aparición en la radio, el cine, en las viñetas cómicas e incluso en las fallas y en otras
zarzuelas.
Durante cuatro décadas, los versos de la copla se utilizaron para presentar avances en torno al
feminismo mundial, como la contratación de mujeres en profesiones consideradas masculinas, como
repartidoras de correos, aviadoras, empresarias o bomberos, pero también su presencia en la universidad, en
deportes como el fútbol y el hockey o en cargos políticos como damas, alcaldesas, ministras y diputadas, en
países tan diversos como Inglaterra, Francia, Noruega, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Rusia. Los versos de
“Si las mujeres mandasen” sirvieron también para reflejar la valentía de las mujeres a través de noticias que
cuestionaban la idea del sexo débil, como la mujer que se defendió de un ladrón a punta de escopeta, el
batallón de solteras de Siracusa, la protesta de las cigarreras, el asesinato de un periodista por Henriette
Caillaux, el motín de mujeres en Casar de Cáceres o el propio activismo sufragista de mujeres como Pankhurst.
A ello podemos sumar las noticias antropológicas sobre tribus de amazonas o sociedades
matriarcales, que sirvieron para imaginar el futuro de una sociedad gobernada por mujeres, coincidiendo con
hechos históricos como la entrada de mujeres en la Asamblea Nacional de Primo de Rivera, la aprobación del
divorcio o el debate sobre el sufragio universal durante la Segunda República. Esto explica también las
numerosas noticias sobre los efectos positivos del gobierno femenino, vinculado a hechos como el descenso
del consumo de alcohol en Noruega y, sobre todo, a la oposición que se esperaba de las mujeres contra la
realidad de la guerra. La coincidencia del estreno de
Gigantes y Cabezudos
con el desastre del 98 y la apelación
a la guerra en la jota se utilizó para condenar los desastres de la I Guerra Mundial y la Guerra del Rif, recordando
la conclusión positiva de la segunda copla, según la cual las mujeres acabarían con la guerra debido a su
sensibilidad como madres y esposas. Un periodista incluso imagina una hipotética unión internacional de las
mujeres contra la guerra, aunque esto también sirvió para exigir que el feminismo probara no solo que las
mujeres no podían hacer política como los hombres, sino que añadían algún tipo de ventaja.
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 24
En general, se percibe en la prensa una importante presencia de reivindicaciones feministas, sobre
todo ligadas a la necesidad de mejorar la educación de las mujeres y aumentar su presencia en la política. Pero
también hay un gran número de noticias que ridiculizan esta posibilidad, en sintonía con los comentarios
irónicos de la propia jota en boca del personaje de Timoteo. Así se puede observar en las publicaciones de
humor satírico, que reflejan especialmente bien las tensiones de la época en torno a la desaparición de los
roles sexuales. Muchos periodistas se mofan de la supuesta bondad de las mujeres e inciden en los peligros
que se ciernen sobre los varones. Hemos visto chistes sobre las amas de cría que dan el pecho al enemigo
durante la guerra, sobre hombres recibiendo órdenes de mujeres o sobre mujeres que atropellan a hombres
con sus coches, pero también sobre hombres que se ven obligados a planchar y a cuidar a sus hijos, una
situación que los periodistas presentan como ridícula, y que encaja con otras notas antropológicas también
ligadas a la copla, como aquella que presenta a los varones de una tribu del Tíbet oprimidos por las mujeres.
El propio Timoteo recurre al tópico de las mujeres caóticas e incapaces de guardar silencio, que
se dedicarían a discutir en un hipotético “congreso de diputadas”. Un periodista, como hemos visto, imagina
que las balsas de aceite de la copla son, en realidad, balsas de aceite hirviendo. En este sentido, es también
recurrente la crítica a la idea de la mujer bondadosa, para lo cual se recurre a ejemplos de mujeres estafadoras
o violentas, o se incide en los conflictos entre las mujeres y en la mala organización o infantilismo de sus
reivindicaciones, por no hablar de las noticias que llegan a justificar los malos tratos para oponerse al
feminismo. También hemos visto noticias que reducen la mujer a su belleza, según el tópico del sexo bello, que
se presenta como una distracción para los hombres, y que refleja sin duda ciertas costumbres de la época,
como es evidente en el caso de la zarzuela
¡Si las mujeres mandasen!
, cuyo número de las trompeteras despertó
en la prensa un interés esencialmente visual de tipo sexual, donde se ridiculizaba explícitamente la idea de un
“consejo de ministras”.
En último lugar, la jota se utilizó para difundir noticias sobre las diferencias entre las propias
feministas españolas, desde Concepción Gimeno de Flaquer hasta Clara Campoamor, pasando por Emilia Pardo
Bazán, Teresa de Escoriaza o Victoria Kent. En este contexto, resulta especialmente relevante la aparición del
feminismo católico, que preconiza una educación ilustrada para la mujer y un relativo acceso al poder, pero
que se opone a una total ecualización de los sexos, al entender que la mujer no ha de perder su rol como
madre y esposa. También resulta destacable la oposición al voto de la mujer, ya sea por estos motivos o por
razones más bien oportunistas ligadas a la educación femenina. Ya desde 1908 se insiste en la influencia de
la Iglesia sobre el voto de las mujeres, que en teoría beneficiaría a la derecha política y perjudicaría a las propias
mujeres, como vuelve a repetirse durante los debates sobre el sufragio de la Segunda República entre
Campoamor y Kent. Esta conexión entre la prensa, el feminismo y la jota de “Si las mujeres mandasen” solo
cambiará de un modo radical con el franquismo, cuando la mujer pierda el derecho a voto y la interpretación
feminista de la copla deje de tener cabida en España, coincidiendo con el control dictatorial de la prensa y la
defensa de un modelo de mujer tradicional, dedicada al hogar y a su familia.
MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 25
Referencias
Fuentes primarias
62 SEMANA maurista.
El Fusil
, Madrid, n. 502, p. 3-4, 18 abr. 1908.
A TRAVÉS de la frontera. La obediencia de las mujeres.
ABC
, Madrid, n. 1239, p. 7, 27 oct. 1908.
AL CAPONE. Aunque parezca mentira.
El Heraldo de Madrid
, Madrid, n. 15272, p. 10, 19 en. 1935.
AEMECÉ. A través de la frontera. Las mujeres mandando.
ABC
, Madrid, n. 157, p. 8-9, 16 jul. 1905.
AGENCIA teatral de Manuel Castro y Compañía.
El Diario del Hogar
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RAMOS, Pilar.
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MARTÍN SÁEZ. Si las mujeres mandasen
OPUS v.28, 2022 31
Daniel Martín Sáez es profesor ayudante doctor en la Universidad de Salamanca, donde trabaja en el área
de Musicología del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal . También ha
sido Profesor Ayudante Doctor en el Departamento de HH y CC de la Música de la Universidad de Granada,
profesor contratado doctor acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación
(ANECA) desde diciembre de 2020. Profesor sustituto en el Departamento de Musicología de la
Universidad de Granada (2019-2020, 2021-presente), ha sido profesor interino en el Departamento de
Filosofía de la Universidad de Oviedo (2020-2021), en el Doble Grado de Filosofía e Historia y Ciencias
de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid (2016-2017) y en el título propio (Nivel Experto) de
Poéticas de la Historia de la Universidad Complutense de Madrid (2014-2015). Doctor en filosofía,
Sobresaliente Cum Laude, por la Universidad Autónoma de Madrid, donde trabajó como FPI (2014 -2018)
en el Departamento de Filosofía, con la tesis
El nacimiento de la ópera. La legitimidad musical de la Edad
Moderna
(2018, 659 pp.). investigador del Proyecto I+D+i “Música y poder: el teatro con música durante
el reinado de Felipe V” (Musicología, UAM) y del Grupo de Investigación “Genealogías del Pensamiento
Contemporáneo” (Filosofía, UAM). Premio Jóvenes Investigadores (2021) de la Academia de Ciencias, Artes
y Letras de Huelva, Premio Internacional de Investigación Musical Otto Mayer Serra (2019) de la
Universidad de California Riverside y el CILAM, y I Premio de la Sociedad Española de Estudios d el Siglo
XVIII (2019). También fue becado por la Society for Seventeenth -Century Music (2018) por sus estudios
sobre el nacimiento de la ópera. VSRC en el Departamento de Música de la Universidad de Princeton (New
Jersey, EE. UU., 2017), ha realizado estancias en el Departamento de Estudios Humanísticos de la
Universidad de Ferrara (Italia, 2016), asistiendo al curso de Historia del Teatro Renacentista y Barroco de
la Universidad de Florencia (Italia, 2016) con Sara Mamone. Licenciado en Filosofía (UM) y licenciado en
Historia y Ciencias de la Música (UR), obtuvo el Grado Profesional de Música en la especialidad de clarinete,
el máster en Estudios Avanzados de Filosofía (UCM) y el máster en Formación del Profesorado (UM). Dita
y dirige la revista digital
Sinfonía Virtual. Revista de Música
desde el año 2006, y pertenece al Consejo de
Redacción de La Torre del Virrey. Revista de Estudios Culturales. evaluador en el Programa de Contratos
Tomás y Valiente del Madrid Institute for Advanced Studies (2018), también ha sido revisor para diversas
revistas especializadas de filosofía, música e historia. editor, traductor y prologuista de James O. Young,
Filosofía de la sica
(2017), y cotraductor de Eva Brann,
La sica de la República
(2015). Ha escrito
capítulos, reseñas, críticas, traducciones y artículos en diversas revistas de referencia. Ha participado en
congresos internacionales de historia, filosofía, musicología, literatura e historia de la ciencia en España,
Austria, Italia, Portugal, Brasil y China. Su último artículo se titula “La poética melodramática del Seicento:
Más allá del mito de la camerata del conde Bardi”,
Per Musi. Scholarly Music Journal
, nº 41 (2021), pp. 1-
22. danielmartin@usal.es
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María de Echarri y Dolors Monserdà fueron dos de las figuras más significativas del feminismo católico de principios del siglo XX. La prensa fue uno de los altavoces más importantes para la difusión de las ideas de ambas propagandistas sobre la situación laboral de las obreras, así como la defensa del catolicismo, que les valieron una relevancia social y política muy importante. En este trabajo se repasarán algunos de sus escritos publicados en la prensa que mostrarán su pensamiento social, con el objetivo de plasmar cuáles fueron sus ideas, adscritas a dos movimientos ideológicos: el feminismo conservador y el catolicismo social.
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En octubre de 1927 se constituyó la Asamblea Nacional de la Dictadura de Primo de Rivera, un órgano político de carácter consultivo que debía elaborar una nueva Constitución española. Dieciséis mujeres formaron parte de la Asamblea durante su período de funcionamiento (hasta el 15 de febrero de 1930), aunque sólo once participaron de manera activa en sus plenos y comisiones. El análisis de sus intervenciones y la realización de un balance de sus logros normativos permiten disponer de más datos para discernir si esta llegada de las primeras mujeres a la sede parlamentaria, pese a no haber sido votadas democráticamente, contribuyó de manera efectiva al avance de los derechos de las mujeres, o si por el contrario formaron parte de un engranaje estratégico de carácter propagandístico y electoralista.
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En la trayectoria de Emilia Pardo Bazán se percibe una preocupación persistente por los problemas educativos, especialmente los relacionados con las mujeres. Su intervención en el Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano (1892) supuso una inflexión en la forma de entender en España la educación de las mujeres. La primera parte de este artículo está dedicada al análisis de su ponencia, los debates que suscitó entre los congresistas y las repercusiones que tuvo en la prensa. En la segunda parte centraremos nuestra atención en la decisión del ministro Julio Burell de crear una cátedra de Literatura Contemporánea de las Lenguas neo-latinas, destinada a la escritora gallega, en el doctorado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central (1916). La adjudicación de la cátedra se realizaría mediante el procedimiento extraordinario regulado en la Ley Moyano, pero la candidata no obtuvo el apoyo de dos de las tres instancias llamadas a pronunciarse: la Real Academia Española y la propia Facultad de Filosofía y Letras. Solamente votó a favor el Consejo de Instrucción pública, del que ella formaba parte. A pesar de estas resistencias, el ministro siguió adelante con la propuesta y convirtió a doña Emilia en catedrática.
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Thesis (licenciatura en historia)--Universidad de Granada. Includes bibliographical references (p. [305]-324). Five hundred copies printed.
La obediencia de las mujeres. ABC, Madrid, n. 1239
  • A Través De La Frontera
A TRAVÉS de la frontera. La obediencia de las mujeres. ABC, Madrid, n. 1239, p. 7, 27 oct. 1908.
Aunque parezca mentira. El Heraldo de Madrid, Madrid, n. 15272
  • A L Capone
AL CAPONE. Aunque parezca mentira. El Heraldo de Madrid, Madrid, n. 15272, p. 10, 19 en. 1935.
La Correspondencia de España, Madrid, n. 15176
  • Aguilar. De La Corte
AGUILAR. De la corte. La Correspondencia de España, Madrid, n. 15176, p. 1, 22 ag. 1899.