Content uploaded by Daniel Herrera Arenas
Author content
All content in this area was uploaded by Daniel Herrera Arenas on Aug 31, 2022
Content may be subject to copyright.
Miguel Ángel Poblete Piedrabuena*, Salvador beato bergua*,
JoSé luiS Marino alfonSo**, daniel Herrera arenaS*
*Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo. **Consejería de Educación del Principado de Asturias
Geoturismo con realidad aumentada en la zona volcánica
del Campo de Calatrava (Ciudad Real, España)1
reSuMen
Se diseña y elabora una georruta con realidad aumentada en la zona
volcánica del Campo de Calatrava, con el objetivo no solo de dar a co-
nocer y difundir a la sociedad el relevante valor de su patrimonio geo-
morfológico, sino también con la nalidad de contribuir a su desarrollo
sostenible a través de un geoturismo interesado por el conocimiento
y deleite del paisaje volcánico, tanto de sus aspectos naturales como
culturales. La metodología empleada ha consistido básicamente en el
trabajo de campo, la selección de los volcanes más representativos y la
elaboración de los recursos de realidad aumentada. Como resultado se
propone una georruta que consta de 7 paradas, en la que se muestra la
amplia variedad de formas, depósitos y tipos de volcanes, tales como
conos piroclásticos (cinder cones) y maares (formados en basamento
paleozoico y en sedimentos terciarios), así como manantiales termales.
El itinerario propuesto estimula la divulgación cientíca y el apren-
dizaje, fomenta el respeto y conservación del patrimonio y sirve de
base para la difusión y desarrollo del proyecto de Geoparque Mundial
Unesco Volcanes de Calatrava-Ciudad Real.
réSuMé
Géotourisme à la réalité augmentée dans la zone volcanique de Campo
de Calatrava (Ciudad Real, Espagne).- Une géoroute avec réalité aug-
mentée est conçue et élaborée dans la zone volcanique de Campo de
Calatrava, dans le but non seulement de faire connaître la valeur de
son patrimoine géomorphologique, mais aussi de contribuer au déve-
loppement durable par le biais du géotourisme. On remarque l’intêret
de connaître et apprécier les aspects naturels et culturels du paysage
volcanique. La méthodologie utilisée a consisté essentiellement en un
travail de terrain, la sélection des volcans les plus intéressants et repré-
sentatifs et l’élaboration de ressources graphiques en réalité augmen-
tée. En conséquence, une géoroute composée de sept points d’intérêt
est proposée, montrant la grande variété de formes, de dépôts et de
types de volcans, tels que les cônes de cendres, les maares formés dans
le sous-sol paléozoïque et dans les sédiments tertiaires, ainsi que les
sources thermales. L’itinéraire stimule la diffusion scientique et l’ap-
prentissage, favorise le respect et la conservation du patrimoine et sert
de base à la diffusion et au développement du projet géoparc mondial
de l’Unesco Volcanes de Calatrava-Ciudad Real.
abStract
Geotourism with augmented reality in the Campo de Calatrava vol-
canic eld (Ciudad Real, Spain).- A georoute with augmented reality is
designed and elaborated in the volcanic zone of Campo de Calatrava,
with the aim not only of disseminating to society the relevant value of
its geomorphological heritage, but also contributing to its development
sustainable through geotourism in volcanic landscape. The method-
ology used has basically consisted of eld work, the selection of the
most interesting and representative volcanoes and the elaboration of
augmented reality graphic resources. As a result, a georoute consisting
of seven points of interest is proposed, showing the wide variety of
forms, deposits, and types of volcanoes, such as cinder cones, maars
formed in Paleozoic basement and in tertiary sediments, as well as ther-
mal springs. The itinerary stimulates scientic dissemination and learn-
ing, fosters respect and conservation of heritage, and serves as the basis
for the dissemination and development of the Unesco Global Geopark
Volcanes de Calatrava-Ciudad Real project.
PalabraS clave/MotS clé/KeywordS
Geoturismo, georruta volcánica, realidad aumentada, desarrollo soste-
nible, Campo de Calatrava.
Géotourisme, géoroute volcanique, réalité augmentée, développement
durable, Campo de Calatrava.
Geotourism, volcanic georoute, augmented reality, sustainable devel-
opment, Campo de Calatrava.
Volumen 2022-1. Año XLII, pp. 73-98
1 Este artículo forma parte de la difusión de los resultados del proyecto de
investigación I+D titulado «La realidad aumentada como herramienta para la ex-
plicación de paisaje. Aplicaciones a la docencia y al turismo (CSO2017-84623-R)»
del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
74 ERÍA
I. INTRODUCCIÓN
El geoturismo es un concepto relativamente reciente
dentro del ámbito de la industria del turismo, que
toma cuerpo en el año 2002, en Estados Unidos, mer-
ced a la actuación que llevan a cabo la Travel Industry
Association y la National Geographic Traveler Magazi-
ne. Posteriormente, el 5 de julio de 2008 cinco agencias
gubernamentales de los Estados Unidos y la National
Geographic Society asumen formalmente los principios
del geoturismo basados en la sostenibilidad ambiental.
En efecto, denen el geoturismo como un tipo de turismo
que ayuda a sostener o realzar el carácter geográco de
un lugar, su medioambiente, cultura, estética, patrimonio
y bienestar de sus residentes (Moffet y Moody, 2008).
Se trata, en denitiva, de un turismo sostenible que ha de
preservar el patrimonio natural y geomorfológico a las
futuras generaciones.
En las dos últimas décadas, se ha incrementado no-
tablemente el interés por el geoturismo, incluyendo el
turismo cientíco, basado no solo en el conocimiento del
patrimonio geológico y geomorfológico, sino también de
otros recursos naturales y culturales, así como en el dis-
frute de la belleza y la participación en su conservación
(dowling y newSoMe, 2018). Dicho impulso obedece,
entre otras razones, a que el geoturismo se ha convertido
en un recurso fundamental para el desarrollo sostenible
de territorios deprimidos económicamente y/o afectados
por el despoblamiento. En particular, hay una abundan-
te literatura académica que analiza el geoturismo como
estrategia para el desarrollo sostenible (eagleS y otros,
2002; HiwaSaKi, 2003; dowling y newSoMe, 2006;
xHoSe, 2007; Panizza y Piacente, 2008; dowling,
2009; burlando y otros, 2011; farSani y otros, 2011;
duarte y otros, 2020), así como el papel que las georru-
tas y los itinerarios desempeñan en la difusión y com-
prensión de los contenidos de una manera amena y didác-
tica (góMez ortiz, 1985; SÁncHez, 1995; garcía de
la vega, 2004; beato y otros, 2020; Marino y otros,
2021a, 2021b).
La actividad volcánica es, sin duda, uno de los fenó-
menos geológicos más deslumbrante, llamativo y peli-
groso de la naturaleza que desde siempre ha fascinado
y atraído la atención de los seres humanos (KatHarine
y otros, 2008; viraMonte y incer-barquero, 2008).
Las erupciones volcánicas, en especial, las de estilo ex-
plosivo permiten contemplar la rápida liberación de la
energía latente en el interior de la Tierra, merced a la
mutación de la energía térmica en cinética mediante la
propagación de los gases. Si bien al principio tales fenó-
menos produjeron el pánico de las personas y fueron mi-
ticados al considerarlos demostraciones de la ira de los
dioses, no obstante, a partir de la Ilustración despertaron
el interés cientíco y el inicio de las primeras observacio-
nes sistemáticas (ver, por ejemplo, el informe de William
Hamilton denominado Campi Phlegraei sobre las erup-
ciones del Vesubio en el siglo xviii o ya en el xix la obra
de HuMboldt, 1826). A partir del siglo xx, los volcanes
activos se han convertido en paisajes muy atractivos que
suscitan el interés y la mirada curiosa de los viajeros y
de los turistas en general (erfurt-cooPer, 2011, 2014;
dóniz-PÁez, 2012). Por esta razón, el turismo volcánico
y los destinos geotermales se han potenciado al amparo
del geoturismo. Las cifras de 2020 son muy elocuentes
del interés que promueven los volcanes en los geoturis-
tas (pese a los efectos negativos que la pandemia del co-
vid-19 y las restricciones han causado en la movilidad),
así lo ratican, por ejemplo, los más de 3 millones de
turistas que recibe el Parque Nacional del Teide al año2 y
los 3,8 millones de visitantes de la caldera resurgente de
Yellowstone; 1,1 millones de turistas en el estratovolcán
Mount Rainier, 670 mil turistas en la caldera de Crater
Lake, 589 mil turistas en los volcanes escudo de Hawaii,
1,3 millones de turistas de los balnearios de Hot Springs3.
Las líneas de investigación centradas en el análisis
del patrimonio volcánico, esto es, en la valoración y
diagnóstico de los geositios volcánicos es bastante re-
ciente (Heggie, 2009; Joyce, 2009; coSta, 2011; reo-
lid y otros, 2013; becerra-raMírez, 2013; HenriqueS
y neto, 2015; Martí y PlanaguMà, 2017; néMetH y
otros, 2017; PlanaguMà y Martí, 2018; PlanaguMà
y Martí, 2020; dóniz-PÁez y otros, 2020; becerra-
raMírez y otros, 2020), al igual que también los trabajos
que abordan el geoturismo en áreas volcánicas mediante
el diseño de georrutas que fomentan la exploración de ta-
les territorios (dóniz-PÁez y otros, 2011, 2019; arMie-
ro y otros, 2011; galaS y otros, 2018; Pérez-uMaña y
otros, 2019). Las zonas volcánicas inactivas pueden jugar
un papel fundamental pues, debido a la falta de riesgos
potenciales sobre la integridad y la salud de las personas,
facilitan la enseñanza didáctica de las claves fundamenta-
les del origen y dinámica de tales paisajes. Esto suscita el
interés del público por conocer y visitar los volcanes, que
han incrementado su popularidad merced a la creación
de geoparques volcánicos (néMetH y otros, 2017). Ade-
2 Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográco. Red de
Parques Nacionales.
3 United States National Park Service Visitor Use Statistics, <https://irma.
nps.gov/STATS/>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 75
más, la realidad aumentada, basada en la combinación
de elementos reales y virtuales a través del empleo de
dispositivos móviles e informáticos, es una herramienta
esencial de apoyo para la didáctica y la divulgación tanto
en ámbitos turísticos como educativos y cientícos (del
Moral y villaluStre, 2013; leiva y Moreno, 2015;
cózar y otros, 2015; del Moral y otros, 2016).
Si bien la zona volcánica del Campo de Calatrava es
conocida dentro del ámbito nacional e internacional de
la volcanología, sin embargo, apenas es apreciada por
el público en su conjunto, de ahí la necesidad imperiosa
de divulgar a la sociedad, y a la comunidad en general,
el valor paisajístico de su patrimonio volcánico. Actual-
mente hay multitud de trayectos que atraviesan la zona
volcánica de Calatrava consistentes en rutas, senderos
ociales y vías verdes con paneles informativos in situ
y folletos interpretativos disponibles en internet (como,
por ejemplo, las rutas PR-CR-1, 2, 4, 11, 12 y 13 y GR-
114 tramo 9 y 10 o Camino Natural del Guadiana). En el
año 2011 la Junta de Comunidades de Castilla-La Man-
cha desarrolló un proyecto para enlazar algunos monu-
mentos naturales volcánicos con el pueblo más cercano
mediante itinerarios con carteles y mapas que hoy en día
presentan un estado de conservación muy lamentable. En
cuanto a las georrutas enfocadas desde una óptica cien-
tíca y didáctica, estas han tenido cierto desarrollo en
las últimas décadas (ver, por ejemplo, Poblete, 1991a;
eScobar y gonzÁlez, 2010; Poblete y otros, 2014;
Portero, 2016; gonzÁlez y otros, 2017a, 2017b; bea-
to y otros, 2018a), si bien no han contemplado en su
diseño el empleo de la realidad aumentada para facilitar
el aprendizaje.
El objetivo principal de este trabajo es dar a cono-
cer las singularidades geomorfológicas y el atractivo
paisaje de la zona volcánica del Campo de Calatrava,
en especial, la variedad de formas y depósitos tanto de
origen magmático como freatomagmático. Para ello se
propone una interesante georruta fundamentada tanto
en criterios formativos como educativos, en la que la
realidad aumentada juega un papel fundamental como
herramienta interpretativa. De esta manera no solo se
estimula el aprendizaje cientíco y la cooperación en el
mantenimiento del patrimonio natural, sino que además
se fomenta el geoturismo como recurso para el desarro-
llo sostenible de esta comarca y sienta las bases para el
proyecto Geoparque Mundial Unesco de los Volcanes de
Calatrava-Ciudad Real, cuya solicitud está siendo prepa-
rada por la Diputación de Ciudad Real con la supervisión
de un nutrido grupo de cientícos.
II. ÁREA DE ESTUDIO
El Campo de Calatrava es, junto con los de Montes
de Toledo, Montes de Ciudad Real, La Mancha, el Valle
del Ojailén y el Valle de Alcudia, una de las seis zonas o
comarcas naturales que integran la llamada Región Vol-
cánica Central de España (rvce), denominación emplea-
fig. 1. Mapa de localización de
la Región Volcánica Central de
España. Elaboración propia a partir
de Poblete y otros (2014) y del
MDT05 del IGN.
76 ERÍA
da, por vez primera, por Eduardo Hernández-Pacheco en
1927 y posteriormente por su hijo Francisco en 1932 para
referirse a todo el conjunto eruptivo situado en la provin-
cia de Ciudad Real (Fig. 1). En concreto, el Campo de
Calatrava atesora el mayor número de volcanes, en torno
a 200, y es, además, por la diversidad de tipos de edicios
volcánicos y la variedad de formas estructurales y depó-
sitos volcánicos, la zona volcánica de mayor importancia
e interés de toda la rvce.
El Campo de Calatrava, situado en el centro de la pro-
vincia de Ciudad Real, entre los Montes de Toledo al nor-
te, el Valle del Ojailén al sur y los Montes de Ciudad Real
y La Mancha, al oeste y este respectivamente, tiene un
extensión aproximada de 2.500 km2 y se caracteriza por
un paisaje de gran belleza y sencilla orografía que se re-
suelve mediante la alternancia de pequeñas llanuras sedi-
mentarias de edad terciaria, donde aún priman los cultivos
tradicionales de olivo, vid y cereales, y las serratas paleo-
fig. 2. Mapa geológico de la Región Volcánica Central de España realizado por Francisco Hernández-Pacheco en 1932, <http://www.observatorio-
delterritorio.es/rarv/calatrava/regvol/pacheco.html>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 77
zoicas de cuarcitas que se yerguen sobre ellas, las cuales
albergan las escasas manchas de vegetación mediterránea
formadas mayoritariamente por encinares y chaparrales
de carrasca. Por último, los volcanes, las formas de relieve
más singulares y emblemáticas de la región, se disponen
por encima tanto de las pequeñas llanuras terciarias como
sobre las serratas cuarcíticas, congurando un relieve pos-
tizo que enriquece e interere ambas unidades estructura-
les, y cuyo origen es evidentemente más reciente.
Desde el punto de vista geográco, dispone de un rico
patrimonio volcánico tal y como se ha puesto de mani-
esto en los análisis geomorfológicos y sobre el estado
de los volcanes calatravos en la actualidad (Poblete y
otros, 2019b) e incluso en las propuestas de valoración de
geomorfositios (becerra-raMírez, 2013), biogeográ-
cas (goSÁlvez, 2012) y de usos y aprovechamientos
en torno a los materiales volcánicos (eScobar, 2016).
En efecto, se trata de una extensa área con un amplio
elenco de recursos paisajísticos y turísticos, buenas cone-
xiones de transporte e infraestructuras adecuadas para el
desarrollo de georrutas como la propuesta. No obstante,
también hay que mencionar algunos aspectos negativos
como la desaparición de elementos patrimoniales vol-
cánicos por las explotaciones mineras y la existencia de
numerosos cotos de caza particulares vallados y ncas
ganaderas que impiden el acceso a muchos volcanes.
El descubrimiento cientíco de este territorio volcá-
nico, tras su hallazgo por el ilustrado irlandés Guillermo
Bowles en 1775, apenas despertó el interés entre los geó-
logos y naturalistas extranjeros, por lo que la exploración
fue realizada exclusivamente por españoles, en concreto,
por los ingenieros de la Real Academia de Almadén y
la Comisión del Mapa Geológico, sobresaliendo los tra-
bajos de Felipe Naranjo, Francisco de Luxán y Daniel
de Cortázar (Poblete y beato, 2016; Poblete y otros,
2018a). Finalmente, la investigación más exhaustiva y
profunda, en la que se revelan las características volca-
nológicas, fue obra de tres geólogos de la Universidad
de Madrid, a saber, de Francisco Quiroga, autor de la pri-
mera tesis doctoral sobre la zona, Eduardo Hernández-
Pacheco y, en especial, de su hijo Francisco, artíce de la
representación cartográca más moderna y detallada de
la primera mitad del siglo xx (Fig. 2).
III. CONTEXTO VOLCANOLÓGICO
Y GEOMORFOLÓGICO
Desde el punto de vista geológico, el Campo de Ca-
latrava se localiza en el extremo suroriental de la Zona
Centro-Ibérica del Macizo Hespérico, cerca de los secto-
res externos de la Cordillera Bética Alpina, conguran-
do una ligera depresión tectónica formada a nales del
Cenozoico, entre los relieves seudoapalachenses de los
Montes de Toledo, al norte, y de Sierra Morena, al sur
(Poblete, 1994, 2003) (Fig. 3). El basamento paleozoi-
co, compuesto mayoritariamente por cuarcitas armorica-
nas (Ordovícico inferior), areniscas (Ordovícico medio-
superior) y pizarras (Silúrico), se articula en torno a una
serie de grandes estructuras plegadas orientadas de NO-
SE a E-O y NE-SO, al haber sido afectadas por dos fases
de la orogenia varíscica (roiz, 1979). Este sustrato pa-
leozoico está cubierto discordantemente por sedimentos
lacustres carbonatados y depósitos de abanicos aluviales
siliciclásticos de edad respectivamente mio-pliocenos,
así como por depósitos uviales cuaternarios. Además,
las coladas de lava y depósitos PDC (corrientes piroclás-
ticas de densidad) diluidos se intercalaron con abanicos
aluviales y sedimentos lacustres de las cuencas de dis-
tensión (Mioceno tardío-Cuaternario), dando lugar a la
formación de un conjunto muy completo de ambientes
sedimentarios deposicionales (Herrero-HernÁndez y
otros, 2012, 2015), que acontecieron después de la com-
presión Bética del Serravaliense-Tortoniense.
El Campo de Calatrava, junto con la Zona Volcánica
Catalana (zvc), es una de las regiones volcánicas alca-
linas cuaternarias de España pertenecientes al Sistema
Europeo de Rift Cenozoico. Se caracteriza por un vol-
canismo intraplaca de naturaleza básica y monogénico,
aunque con evidencia de comportamiento policíclico de
algunos volcanes (Mesa del Villar y Columba) (Poble-
te, 2002; becerra-raMírez, 2013) articulados en torno
a líneas estructurales de dirección ONO-ESE a NO-SE,
las principales, y de ENE-OSO a NE-SO, las secunda-
rias; siguiendo, en denitiva, fracturas de orden regional
que sesgan el zócalo hercínico (ancocHea y brändle,
1982; ancocHea, 1983; cebriÁ, 1992; lóPez-ruiz y
otros, 1993; cebriÁ y otros, 2011) (Fig. 4).
Desde el punto de vista petrológico, las rocas vol-
cánicas son muy homogéneas, siendo su composición
química de naturaleza básica y ultrabásica. La caracte-
rística más singular de esta litología es que adopta una
distribución espacial peculiar, al situarse los basaltos y
basanitas en el centro según una banda dispuesta en di-
rección NNO-SSE, mientras que nefelinitas y melilititas
olivínicas ocupan áreas externas y marginales respectiva-
mente (HernÁndez-PacHeco, 1932; ancocHea, 1983,
2004). Este reparto del roquedo reeja elmente la dis-
posición e intensidad de la anomalía térmica del manto,
muy acentuada en el interior de la zona eruptiva y ate-
78 ERÍA
nuada en la externa (ancocHea, 1983). También cabe
destacar la presencia de rocas ultraalcalinas, en concreto,
de leucititas olivínicas que, aunque minoritarias, son las
únicas existentes en toda Europa (ancocHea, 2004). La
mayoría de las rocas de la serie basáltica de Calatrava
proceden de magmas primarios, poco evolucionados,
formados a partir del distinto grado de fusión parcial de
una misma fuente astenosférica enriquecida y uniforme
(ancocHea, 1983; cebriÁ y lóPez-ruiz, 1995), cuya
homogeneidad isotópica es similar a las del manto aste-
nosférico europeo (wilSon y downeS, 1991). No obs-
tante, recientemente se ha inferido a partir del análisis
de depósitos piroclásticos, xenolitos del manto y, en es-
pecial, de tobas volcánicas con abundante matriz carbo-
natada, la posible naturaleza carbonática del magma de
Calatrava (bailey y otros, 2005; HuMPHreyS y otros,
2010; StoPPa y otros, 2012).
La génesis del volcanismo en el Campo de Calatra-
va suscita actualmente una interesante controversia con
propuestas geodinámicas basadas en cuatro modelos
principales: 1) el volcanismo se relaciona con un régi-
men tectónico extensional o de rift abortado originado
en dos etapas. Una primera fase llamada diapírica en la
que el magma asciende rápidamente a la supercie. Du-
rante este episodio se produce el abombamiento y adel-
gazamiento de la corteza. Finalmente, en la segunda fase
tras los esfuerzos compresivos alpinos de dirección NO,
que pliegan el Arco Prebético hacia el borde sudeste del
Macizo Hercínico, se produce un fenómeno de disten-
sión que desencadena la formación de un incipiente rift
(ancocHea, 1983, 2004; lóPez-ruiz y otros, 1993;
cebriÁ y lóPez-ruiz, 1995; doblaS y otros, 1991);
2) un modelo de deformación neotectónico, contrario al
origen extensional, partidario de una exura litosférica
en régimen compresivo débil, mediante el cual el manto
asciende descomprimiéndose y fundiendo parcialmen-
te (vegaS y rincón-calero, 1995; rincón-calero,
1999). Los recientes modelos gravimétricos de la litos-
fera de Calatrava descartan un adelgazamiento cortical
y se decantan por esta interpretación (Sentre y otros,
2014; granJa bruña y otros, 2015); 3) un modelo liga-
do a los movimientos de la compleja megafalla sinestral/
extensional que recorre el bloque mediterráneo europeo
desde Marruecos hasta el norte de Europa, dando lugar
fig. 3. Mapa geológico de la
Región Volcánica Central de
España. Elaboración propia a partir
de Poblete y otros (2016a) y el
MDT05 del IGN.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 79
al volcanismo basáltico alcalino del Macizo de Bohemia,
Macizo Renano, Macizo Central Francés, Olot, Campo
de Calatrava, Marruecos (lóPez-ruiz y otros, 2002); 4)
también ha sido vinculado, a partir de pruebas de origen
profundo (Hoernle y otros, 1995), a un hot nger o ba-
by-plume desprendido de una megapluma activa, la cual
se extiende desde el Atlántico Oriental hasta Europa Cen-
tral y el Mediterráneo Occidental (StoPPa y otros, 2012).
En cuanto a la edad de la actividad volcánica, cuyo
desarrollo en el tiempo es discontinuo, se han distingui-
do mediante dataciones radiométricas de K-Ar de coladas
lávicas dos grandes etapas: la primera y menos impor-
tante desde el punto de vista geomorfológico, pues solo
edica el volcán de Morrón de Villamayor, se inicia en
el Mioceno superior (de 8,74 a 6,4 Ma) y tiene carácter
ultrapotásico, formando únicamente leucititas olivíni-
cas (ancocHea, 1983); la segunda de mayor capacidad
morfológica, y de composición alcalina y ultraalcalina,
se prolonga desde el Plioceno inferior (4,7 Ma) hasta el
Pleistoceno inferior (1,75 Ma) (ancocHea y giuliani,
1979; ancocHea, 1983; bonnadona y villa, 1986;
bogalo y otros, 1994). Con posterioridad, el periodo de
actividad de la segunda etapa se prolonga notablemente,
en concreto, hasta 0,7 Ma, esto es, hasta el Pleistoceno
medio, a través del análisis magnetoestratigráco de la
serie volcanosedimentaria situada al suroeste de la loca-
4 Una reciente revisión de Ancochea y Huertas (2021) precisa la edad más
antigua entre 7,4 y 7,1 Ma.
lidad de Poblete (gallardo-MillÁn y otros, 2002; ga-
llardo, 2004). Sin embargo, Poblete (1994, 1997, 2002,
2016) y Poblete y otros (2019a), a partir de análisis vol-
canoestratigrácos y dataciones de OSL de terrazas u-
viales y radiocarbono de paleosuelos, hemos identicado
cuatro etapas volcánicas. En concreto, durante el proceso
de sedimentación pliocena se producen tres etapas. La
etapa volcánica 1 transcurre entre el Mioceno superior
y el Plioceno inferior (entre 7,2 y 4,8 Ma), antes de que
tuviese lugar la formación de las calizas ruscinienses. Se
caracteriza por el predominio de mecanismos eruptivos
de tipo freatomagmático, formándose depósitos de PDC
diluidas y húmedas que fosilizan una formación detríti-
ca basal (compuesta por abanicos aluviales), cuya edad
incierta puede atribuirse como muy reciente al Mioceno
superior. Los depósitos PDC se hallan bien conservados
en las subcuencas de Poblete, Corral y Alcolea de Cala-
trava. De esta etapa freatogmagmática, sin embargo, no
se conservan estructuras volcánicas en forma de maares
solo depósitos PDC diluidos interestraticados en la serie
sedimentaria prepliocena. La etapa volcánica 2 acontece
una vez nalizada la sedimentación de las calizas rusci-
nienses, concretamente, en la transición del Plioceno in-
ferior al superior, pues tiene lugar antes de la deposición
de las calizas y margas del Plioceno superior (< 3,6 Ma).
Se distingue, como la anterior, por la homogeneidad de la
dinámica eruptiva, al consistir en erupciones explosivas
freatomagmáticas. Como resultado de estas explosiones
freatomagmáticas se originan 7 maares labrados en las
fig. 4. Mapa estructural de la zona
central volcánica del Campo de
Calatrava (modicado a partir de
Poblete y otros, 2016a).
80 ERÍA
calizas ruscinienses. Se trata de los maares de Las Higue-
ruelas (con yacimiento paleontológico del Villafranquien-
se inferior-medio), Benavente, Galiana, Cantarranas, Los
Corrales (en el término municipal de Ciudad Real), La En-
comienda (Corral de Calatrava) y la Hoya de los Muertos
(Calzada de Calatrava). Estos maares se formaron en la
transición del Plioceno inferior al superior a partir de una
explosión freatomagmática seguida de una subsidencia
volcanotectónica de la diatrema y del borde del cráter que
produce el buzamiento periclinal y convergente de las ca-
lizas del Rusciniense del borde de la depresión. La tercera
etapa volcánica, que cierra el proceso de sedimentación
pliocena, está caracterizada por mecanismos eruptivos de
tipo estromboliano que originan, con certeza, los volcanes
Cabezo del Moro y Juan de la Puerta, los cuales arrojan
piroclastos en el interior del maar de Las Higueruelas,
fosilizando el elenco faunístico allí instalado, constituido
por Anancus avernensis, Hipparion rocinantis, Gazella
sp., Cervus cf. cusanus y perrieri. Por tanto, esta tercera
etapa eruptiva tuvo lugar en el Villafranquiense inferior-
medio, aproximadamente hace unos 3,5 Ma (bonadon-
na y villa, 1986; Mazo, 1993; badiola y otros, 2007).
Se pone así n a las explosiones freatomagmáticas que
ocurrieron en las subcuencas endorreicas pliocenas y el
paso a la actividad volcánica pleistocena.
La cuarta etapa volcánica se desarrolla durante el
Pleistoceno superior y la transición al Holoceno y se
caracteriza por una gran diversidad de estilos eruptivos.
En efecto, se producen erupciones muy variadas entre
las que destacan las estrombolianas, efusivas y freato-
magmáticas que originan una mayor tipología de edi-
cios (Poblete, 1994): cinder cones, acumulaciones lá-
vicas con forma de domo, maares y pequeños volcanes
de lava5. Las dataciones de OSL de las terrazas uviales
de los ríos Jabalón y Ojailén fosilizadas por depósitos
PDC y coladas lávicas nos han permitido fechar la edad
máxima de las erupciones de los siguientes volcanes: Las
Cuevas (< 75,08±5,17 ka BP) (Poblete y otros 2019a),
Cuelgaperros (< 34,45±2,2 ka BP) (Poblete y otros,
2016b) y La Quintería-Mesa del Villar (< 64,6±5,5 ka)
(Poblete y otros, 2021). A partir de la datación de la ma-
teria orgánica contenida en paleosuelos fosilizados por
coladas lávicas hemos podido establecer la cronología de
las erupciones de los siguientes volcanes: La Halconera
5 Otras clasicaciones morfológicas y morfogenéticas aplicadas en el Campo
de Calatrava (Gosálvez, 2012; Becerra-Ramírez, 2013; Escobar, 2016) son las
basadas en los trabajos de Dóniz-Páez (2004) y Kereszturi y Németh (2012) para
campos monogénicos basálticos, diferenciando entre volcanes de génesis magmá-
tica (conos de escoria o de spatter), hidromagmática (maares y conos de tobas) o
mixta (combinación de los edicios anteriores).
(17,8-15,4 cal ka BP) y Zurriaga (21,3-20,4 cal ka BP)
(Poblete y otros, 2021). El caso del volcán Columba es
el más complejo y hemos empleado ambos métodos de
datación: radiocarbono (paleosuelo) y OSL (las coladas
lávicas están fosilizadas por la terraza uvial +9 m) para
conocer la evolución cronológica completa. El volcán
Columba comienza su actividad con una fase estrombo-
liana alrededor de 33,9±2,36 ka BP, seguido por un largo
periodo de inactividad entre 24,9-23,2 cal ka y 14-13,5
cal ka BP, durante el cual se forma el antedicho paleosue-
lo. Posteriormente, la actividad volcánica se reactiva con
una fase freatomagmática seguida por otra estromboliana
en la que las coladas lávicas cruzaron y represaron el río
Jabalón, forzando así la deposición de la terraza uvial
+9 m del río Jabalón por encima de ellas, hace alrededor
de 6,27±4,28 ka BP. Así pues, el volcán Columba es un
buen ejemplo de comportamiento eruptivo policíclico en
un campo volcánico monogénico, cuya última erupción
aconteció entre el Pleistoceno superior y el Holoceno
(gonzÁlez y otros, 2007, 2010; becerra-raMírez,
2013; Poblete, 2016; Poblete y otros 2019a).
Desde el punto de vista geomorfológico distinguimos
en Calatrava 6 tipos de volcanes siguiendo las clasica-
ciones propuestas por Poblete (1994) y Poblete y otros
(2018b): maares con subsidencia volcanotectónica dia-
trémica y pericratérica, maares encajados en cuarcitas
sin borde anular, maares con borde anular, cinder cones,
pequeños volcanes de lava y acumulaciones de lava con
forma de domo. Los tres primeros tipos de volcanes son
de origen freatomagmático con erupciones muy explosi-
vas producidas por el contacto entre agua y magma. El
resultado morfológico de tales erupciones son volcanes
de tipo maar. Los maares son formas volcánicas que
constan de una depresión cratérica excavada por deba-
jo de la supercie topográca preeruptiva, resultante de
explosiones freáticas y/o freatomagmáticas. Las formas
y dimensiones de tales depresiones u hondonadas son
muy diversas, esto es, de planta circular, semicircular,
elípticas o en herradura, con fondo plano o en embudo,
desde varias decenas a varias centenas de kilómetros de
diámetro y de decenas a varias centenas de profundidad.
Los otros tres tipos de volcanes son resultado de erupcio-
nes volcánicas magmáticas, aunque en ocasiones pueden
producirse pequeñas fases explosivas freatomagmáticas
sin conguración morfológica.
1. Maares con subsidencia volcanotectónica diatré-
mica y pericratérica. Son, junto con Morrón de Villama-
yor, los volcanes más antiguos de Calatrava. Los bordes
de los cráteres están formados por retazos circulares de
calizas ruscinienses (cuya parte central ha sido destruida
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 81
por explosiones freatomagmáticas), los cuales se hallan
además inclinados entre 20 y 40º y con buzamientos pe-
riclinales hacia el centro de la depresión. Tales bascula-
mientos son debidos a la subsidencia volcanotectónica
experimentada por el borde del cráter y de la diatrema
tras la distensión poseruptiva, como consecuencia de la
apertura de fracturas anulares y la diagénesis de las bre-
chas de explosión y depósitos PDC diluidos que rellenan
el conducto volcánico (Poblete, 1991b). El interior de
las depresiones cratéricas está colmatado de sedimentos
poseruptivos correspondientes al Plioceno superior y
carecen de borde anular. Los únicos maares de Calatra-
va pertenecientes a esta tipología son Las Higueruelas,
Benavente, Galiana, Cantarranas, Los Corrales, La En-
comienda y la Hoya de los Muertos.
2. Maares encajados en sierras cuarcíticas con ver-
tientes verticalizadas. Estos maares carecen de borde
anular y están excavados en el basamento paleozoico
compuesto principalmente de cuarcitas armoricanas (Or-
dovícico inferior), areniscas (Ordovícico medio-superior)
y pizarras (Silúrico). Tienen forma circular o subcircular
con diámetros comprendidos entre 1 y 2 km y una pro-
fundidad superior a un centenar de metros. La forma del
fondo suele ser plana pues están colmatados de brechas de
explosión, bombas colior y accesorios líticos derivados
del basamento paleozoico. En ocasiones alojan en su inte-
rior una laguna estacional. Los ejemplos más representa-
tivos de esta modalidad de maares son La Posadilla, Hoya
de Cervera, Corchuelos, La Alberquilla, etcétera.
3. Maares con borde anular y laderas suaves. Estos
maares están modelados sobre rocas blandas, esto es,
sedimentos terciarios y cuaternarios. Se caracterizan
morfológicamente por tener un borde anular con laderas
suaves con una inclinación inferior a 10º. Se distinguen
por tener una forma circular, semicircular y semielíptica
con apenas unas decenas de metros de profundidad y fon-
do llano colmatado de brechas de calizas y esquistos, así
como de bombas volcánicas y lapilli acreccionarios. En-
tre los ejemplos más representativos de esta modalidad
de maares debemos mencionar a Cuelgaperros, Hoya del
Mortero, El Pardillo, Los Espejuelos, etcétera. Carecen
en su mayoría de lago instalado en el cráter.
4. Conos piroclásticos (Cinder cones). Son volcanes
en forma de cono sin cráter o cono truncado con cráter
circular en su cima o en forma de herradura compuestos
por bombas, escorias y lapilli. Se originan a partir de fa-
ses eruptivas estrombolianas, en las cuales pueden emi-
tirse pequeñas coladas lávicas que se encauzan por los
valles adyacentes. Entre los cinder cones más destacados
debemos mencionar a Columba, Cerro Pelado, Conejera,
Yezosa, Zurriaga, Peñarroya, Cabeza Parda, Cabeza del
Rey, etcétera.
5. Pequeños volcanes de lava. Se componen mayo-
ritariamente de lavas muy uidas que se extienden, des-
de el punto de emisión (vent), en abanico abarcando una
amplia supercie adquiriendo una forma en escudo. Tales
coladas lávicas son emitidas durante erupciones efusivas
muy tranquilas, sin apenas fases explosivas. Por esta ra-
zón, los materiales piroclásticos son muy escasos y ori-
ginan pequeñas acumulaciones de lapilli y cenizas inter-
caladas entre las coladas. A esta tipología corresponden
Cabezo de la Plata, La Halconera, Negrizal de Cañada
de Calatrava y el Enebrillo, entre otros. El Cabezo de la
Plata es un pequeño volcán de lava compuesto exclusi-
vamente por coladas lávicas que se extienden en forma
de escudo. La dinámica eruptiva es muy efusiva y en ella
se emiten lavas muy uidas y de morfología pahoehoe.
6. Domos de lava o exógenos6. Se originan a partir de
la extrusión de lavas que apenas se desplazan varios me-
tros del punto de emisión. Se distinguen dos modalidades
locales llamadas «cabezos» y «castillejos». Los primeros
se caracterizan por la extrusión de un número importante
de coladas que se acumulan y superponen sobre el punto
de emisión. El resultado nal es un volcán cupuliforme
y perl convexo compuesto por espesas coladas que se
superponen en forma de peldaños de escalera. Tales co-
ladas lávicas se alternan con depósitos de PDC diluidos
que indican pequeñas fases explosivas freatomagmáti-
cas. Este tipo de acumulaciones lávicas cupuliformes se
desarrollan frecuentemente sobre las planicies sedimen-
tarias pliocenas. Pertenecen a este grupo de domos de
lava en forma de cúpulas los volcanes Cabezo Galiana,
Cabezo de los Pescadores, Cabezo del Hierro, Cerro de
las Moreras y Cerrajón de La Puebla. Los segundos, por
contra, se sitúan en las cumbres y laderas de las sierras
paleozoicas y adoptan una conguración en forma de pi-
náculos o torreones. Se originan también a partir de lavas
que se solidican rápidamente; no obstante, las primeras
se desplazan ladera abajo unos metros, mientras que las
últimas de menor caudal se amontonan caóticamente so-
bre el punto de emisión adoptando la forma de pequeños
torreones. A esta categoría corresponden los domos Los
Tontos, La Atalaya I y II, Peñas Negras, Cerro de las Hi-
gueras, Ciruela y Cerro Negro.
6 El concepto de domo se atribuye a áreas volcánicas de magmas ácidos,
muy viscosos, al contrario de lo que ocurre en el Campo de Calatrava, una re-
gión de volcanismo monogénico basáltico, es decir, formado, en principio, por
lavas uidas. No obstante, es indudable la presencia de acumulaciones lávicas
en Ciudad Real apuntadas, con forma de domo o pirámide, debido a la escasa
movilidad de las lavas en algunos casos concretos.
82 ERÍA
IV. METODOLOGÍA
La metodología empleada se fundamenta básicamente
en la utilizada ya en los itinerarios didácticos y georrutas
con realidad aumentada de Beato y otros (2020) y Mari-
no y otros (2021a, 2021b). En tales trabajos la metodo-
logía se articula en torno a tres fases: la primera consiste
en el análisis y selección de los lugares o geositios de
mayor interés y singularidad; la segunda se centra en el
diseño del itinerario indicando las paradas que presentan
las mejores condiciones de observación y accesibilidad;
por último, en la tercera se elabora toda la información
cientíca, se realiza la interpretación geográca y se in-
corporan los materiales a la herramienta de la realidad
aumentada.
Así pues, la primera fase del trabajo consistió en el
estudio geográco de las formas volcánicas, de las se-
cuencias morfoeruptivas y la cartografía geomorfológi-
ca, enfocado a la selección de los geositios, en este caso,
edicios volcánicos y manantiales termales de mayor
interés y representatividad. Los análisis efectuados in-
cluyeron también una amplia revisión bibliográca y se
basaron en las aportaciones recientes de los trabajos de
Poblete (2016) y Poblete y otros (2016a, 2019a, 2019b,
2021). Se obtuvieron una veintena de volcanes integra-
dos por cinder cones, maares y domos de lava exógenos
situados en el centro y borde oriental de la zona volcá-
nica del Campo de Calatrava, de los cuales nalmente
se seleccionaron un total de 8 y 2 manantiales termales,
a tenor no solo de criterios cientícos (formas volcáni-
cas, estilo eruptivo, secuencia morfoeruptiva, productos
resultantes) sino también culturales (valor paisajístico
y estético, interés pedagógico, etc.) y de uso y gestión
(accesibilidad, condiciones de observación, servicios y
equipamientos, potencial turístico, etc.) siguiendo las
propuestas de valoración cientícas aplicadas en la zona
(becerra-raMírez, 2013; beato y otros, 2018b). En
concreto, de los 8 volcanes seleccionados (Yezosa, Cerro
Gordo, Barondillo, Columba, Hoya de Cervera, Cuelga-
perros, Corchuelos y La Posadilla-El Portillo) dos están
protegidos bajo la gura de Monumento Natural y otro
está musealizado, lo que realza aún más si cabe el interés
y valor no solo natural sino también didáctico de estos
geositios. La segunda fase estribó en un exhaustivo traba-
jo de campo en el que se recorrieron las carreteras, pistas
asfaltadas y senderos para asegurar la accesibilidad de
las paradas. De este modo se dispuso de la información
básica y precisa para el diseño del recorrido, eligiéndose
para punto de partida la atractiva y turística villa de Al-
magro y como nal de ruta la pequeña aldea de Valverde
(Ciudad Real). Se priorizó en todo momento el acceso
rodado, aunque en ocasiones también se transita por pis-
tas y senderos.
Por último, en la tercera fase se procedió a la explica-
ción e interpretación de cada una de las paradas, en este
caso, de los volcanes seleccionados, en concreto, de los
rasgos morfológicos más característicos, estilos erupti-
vos, evolución dinámica y productos expelidos siempre
de manera amena y didáctica. Con la nalidad de pro-
mover y motivar el aprendizaje e incluso hacerlo más
interactivo, se elaboró documentación complementaria
(fotográca y cartográca) que se despliega a través de la
aplicación de la herramienta de realidad aumentada. De
esta manera, los materiales elaborados están disponibles
de forma abierta para todos los usuarios en el portal de
internet del Observatorio del Territorio del Departamento
de Geografía de la Universidad de Oviedo (<http://www.
observatoriodelterritorio.es/rarv/calatrava/calatrava.
html>). En efecto, los contenidos se obtienen fácilmente
online mediante cualquier dispositivo que tenga acceso a
internet. Se trata fundamentalmente de material gráco
y multimedia, esto es, modelos tridimensionales, vídeos,
fotografías y mapas geológicos antiguos, además de car-
tografía geomorfológica reciente, que va acompañado
de sus correspondientes textos interpretativos. A esta
información hay que añadir otros recursos interactivos
como modelos digitales de elevación (Mde) o de super-
cies (MdS) construidos a partir de datos lidar del ign,
elaborados mediante qgiS, y también disponibles en la
plataforma Sketchfab7. Por tanto, para acceder a los con-
tenidos interactivos pude optarse por dos vías:
Por un lado, mediante el hipervínculo que da acceso
a la web <www.observatoriodelterritorio.es/rarv/calatra-
va/calatrava.html>, donde se encuentran los contenidos
interactivos.
Por otro lado, los recursos virtuales del presente ar-
tículo pueden visualizarse mediante técnicas de realidad
aumentada, dichos contenidos se superpondrán sobre las
imágenes del propio artículo
que funcionan como marcado-
res o activadores. Para ello es
necesario acceder mediante un
dispositivo móvil al siguien-
te enlace web <https://studio.
onirix.com/exp/lD51dL> o es-
caneando el siguiente código
QR (Quick Response)
7 <https://sketchfab.com/danielOT/models>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 83
Una vez abierta la aplicación móvil se activará la
cámara del dispositivo y solo tendrán que enfocar unos
segundos a las guras que tienen el siguiente logo
para que la Realidad Aumentada se active. Tam-
bién es posible visualizar estos contenidos me-
diante enlaces web que se han incorporado en los pies de
dichas guras.
V. RESULTADOS
La georruta parte de la localidad de Almagro, sede
desde el siglo xiii de la Orden de Calatrava, y en la actua-
lidad capital de la comarca. En este pueblo renacentista
de gran atractivo turístico (donde aún se conserva activo
el Corral de Comedias, el teatro más antiguo de Europa
construido en 1628) tomaremos la CM-412 en dirección
a Moral de Calatrava, a n de emprender el recorrido de
los volcanes más representativos de la zona volcánica de
Calatrava. Efectivamente, la georruta tiene una longitud
total de 60,5 km y consta de 7 paradas que coinciden con
los edicios volcánicos que hemos seleccionado, según
los criterios indicados anteriormente en la metodología.
En concreto, se inicia la visita en el volcán Yezosa, trans-
curre después por Cerro Gordo, Barondillo, Columba,
Hoya de Cervera, Cuelgaperros, Corchuelos y termina en
La Posadilla-El Portillo, esto es, en la Sierra de Medias
Lunas.
1. volcÁn yezoSa
Situado a solo 5 km al SE de Almagro, Yezosa con
una altitud de 856 m s. n. m. es uno de los volcanes más
llamativos y destacados que se alzan sobre la Sierra de
Granátula-Moral (Fig. 6). Se accede a él a través de la
antigua CM-412 hasta la CTR de Almagro, donde se cruza
la CM-45 y se toma la pista asfaltada que conduce hasta
fig. 5. Georruta propuesta (elaboración propia; fuente Modelo Digital de Elevaciones; MTN 1:25.000, Instituto Geográco Nacional), <http://www.
observatoriodelterritorio.es/rarv/calatrava/calatrava.html>.
84 ERÍA
la cantera de la Alemana. Se trata de un excelente ejem-
plo de cono piroclástico o cinder cone, que se emplaza
150 m sobre la sierra de cuarcita armoricana de Graná-
tula de Calatrava que delimita por el sur la subcuenca
terciaria de Almagro. En concreto, está situado sobre una
línea de fractura de dirección ENE-OSO, que se extiende
a lo largo de 17 km, y que congura la alineación volcá-
nica integrada por los volcanes Cerro Gordo, maar de Ba-
rondillo, la Sima, Cuevas Negras, Coscoja (también co-
nocida como La Cornudilla) y maar de Hoya de Cervera.
Yezosa es un cinder cone formado a partir de una ac-
tividad eruptiva estromboliana, en la que se distinguen,
al menos, dos fases: una inicial explosiva, que edica el
cono piroclástico, y una fase terminal efusiva caracteri-
zada por la emisión de coladas lávicas. Dichas coladas
muy uidas, formadas por melilitas olivínicas, fueron
emitidas desde el cráter en herradura, de 500 m de diáme-
tro, situado en el extremo suroccidental del cono. Desde
dicho cráter se han emitido varias coladas lávicas que se
bifurcaron en dos ramales: uno hacia poniente —denomi-
nado Cuesta de Banderas— retenido por las crestas cuar-
cíticas; y otro en dirección meridional, designado Cuesta
de los Gatos, que desborda el umbral cuarcítico expan-
diéndose en forma de abanico hacia la cuenca de Graná-
tula de Calatrava. En las canteras situadas en el km 28 de
la CM-45, hoy en día ocupadas por una planta de recicla-
je de residuos sólidos urbanos, las lavas adoptaban una
disyunción columnar de 15 m de espesor (Fig. 7), de gran
belleza, sobre la que reposaba un paleosuelo rojo, un ni-
vel de cenizas volcánicas, costras calcáreas y nalmente
un coluvión de cuarcitas (Poblete, 1991a). El volcán de
Yezosa es objeto de una intensa explotación minera, en
concreto, se extraen piroclastos en varias canteras aún
hoy activas para la fabricación de cementos puzolánicos
(Poblete y otros, 2019b), las cuales ponen en peligro
la conservación de la forma del cono y, en especial, del
cráter en herradura a punto de ser destruido.
2. volcÁn cerro gordo y Maar de barondillo
Cerro Gordo, situado a 3 km al SO de Valenzuela de
Calatrava, se emplaza a una altitud de 832 m s. n. m.
sobre las crestas cuarcíticas de la Sierra de Granátula de
Calatrava, que separan las subcuencas terciarias de Al-
fig. 6. Volcán de Yezosa visto desde el norte. Se aprecian las canteras
mineras que explotan sus materiales piroclásticos y ponen en riesgo su
conservación, <https://skfb.ly/oopRW>.
fig. 7. Fotografía tomada en
1990 de la disyunción columnar
de las coladas lávicas del volcán
de Yezosa, hoy en día ocultas
por la instalación de una planta
de reciclaje de residuos sólidos
urbanos.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 85
magro y de Moral de Calatrava. Al igual que la Yezosa,
consta de un excelente y bello cinder cone de 102 m de
altura relativa (Fig. 8).
Sin embargo, se ha originado como resultado de fases
eruptivas estrombolianas y freatomagmáticas. Durante
la primera fase de actividad estromboliana tuvo lugar la
formación de un cinder cone, desde cuya base se emitie-
ron dos coladas lávicas de nefelinitas olivínicas que se
desplazaron hacia el noroeste un 1,5 km. Posteriormente,
una vez construido el cinder cone se emitió de nuevo una
pequeña colada lávica de solo 700 m de longitud que se
desplazó, en esta ocasión, desde la cima del volcán ladera
abajo, abriendo un pequeño canal al suroeste del cono.
Casi al mismo tiempo, una intensa actividad de fuente
de lava se desencadena en un pequeño cráter circular, de
140 m de diámetro, situado en el extremo sureste de la
cima (38º49’55.85’’- 3º44’30.87W), originando una acu-
mulación de capas de spatter densamente soldado en la
ladera suroriental del cono (becerra-raMírez, 2013;
Sarrionandia y otros, 2019). Se trata, por tanto, de la
acumulación de salpicaduras de lava formadas a partir
de una fuente de lava típicamente hawaiana. Finalmen-
te, la dinámica volcánica experimenta un cambio brusco
al concluir con una intensa actividad explosiva de tipo
freatomagmática, en la cual se han distinguido dos fa-
ses explosivas (gonzÁlez y otros, 2008), que origina
la formación del maar de Barondillo, excavado sobre la
sierra de cuarcitas de La Sima y la base suroriental del
cinder cone de Cerro Gordo. Se trata, en concreto, de una
depresión cratérica de 560 m de diámetro y 50 m de pro-
fundidad, de fondo completamente plano (Fig. 9). Los
depósitos PDC diluidos y las facies laháricas de hasta 4 m
de espesor se extienden fundamentalmente hacia el norte,
superponiéndose a los depósitos piroclásticos emitidos
inicialmente (gonzÁlez y otros, 2008). Tales depósitos
fueron explotados mediante canteras a cielo abierto por
la empresa francesa Lafarge para la fabricación de ce-
mentos puzolánicos (eScobar, 2016).
Hoy en día, tales canteras conocidas como mina de
San Carlos tienen un sector paralizado que se ha con-
vertido en un recurso museográco al aire libre que
promueve el geoturismo sostenible. La musealización
de las canteras del volcán fue promovida conjuntamen-
te por el Ayuntamiento de Granátula de Calatrava y la
Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava
(Plan de Gestión Turística del volcán Cerro Gordo). El
proyecto se inició en 2011 con la cesión por parte de la
empresa Lafarge-Holcim de 2.000 m2 de la mina de San
Carlos al Ayuntamiento de Granátula de Calatrava. En
la actualidad, el volcán-museo de Cerro Gordo dispone
de un aparcamiento, un pequeño centro de recepción y
de una pasarela que recorre el interior de las canteras, la
cual se acompaña de 13 paneles cientíco-didácticos que
facilitan la comprensión de las etapas eruptivas acaecidas
(Fig. 10). Desde su inauguración el 15 de abril de 2016
ha sido visitado por más de 30.000 personas (Lanza Di-
gital, 13 junio 2019) atraídas, además por otros recursos
etnográcos de las inmediaciones como la arquitectura y
los ingenios populares (norias, carapuchetes, refugios),
las terrazas agrarias o los yacimientos arqueológicos (La
Encantada) articulados por una red de caminos, en algu-
nos casos incluidos en la red de senderismo (becerra-
raMírez, 2013).
Al volcán-museo se accede desde Yezosa por la CM-
412 en dirección a Moral de Calatrava y continuando por
la CM-4128 hacia Granátula de Calatrava. Antes de llegar
a dicha población, nos desviaremos por la CM-413 en di-
fig. 8. Volcán de Cerro Gordo desde La Sima. A la izquierda se aprecia
el canal lávico, en la parte central el cráter circular que actuó de fuente
lávica y, a la derecha, los depósitos de spatter, <https://skfb.ly/oopRQ>.
fig. 9. Maar de Barondillo encajado en las cuarcitas armoricanas de la
Sierra de La Sima.
86 ERÍA
rección a Almagro, para posteriormente coger la bifurca-
ción que lleva a Valenzuela y a la altura del km 13 tomar
la pista de tierra de Bocapucheros.
3. volcÁn coluMba
El volcán Columba se halla situado a 4,5 km al su-
roeste de Granátula de Calatrava, en la margen izquierda
del río Jabalón dentro de la subcuenca terciaria de Moral
de Calatrava. Para acceder a él desde el volcán-museo
de Cerro Gordo tomaremos la CM-423 en dirección al
pueblo de Granátula de Calatrava, una vez cruzada dicha
población nos detendremos en el kilómetro 14, donde es-
tacionaremos a mano derecha cerca del camino que con-
duce hasta la nca de Paloma.
Columba es un volcán estromboliano que consta
de un pequeño cono piroclástico o cinder cone de 100
m de altura relativa, coronado por un cráter circular de
200 m de diámetro, del cual salieron diversas coladas
lávicas muy uidas y de naturaleza basáltica (Fig. 11).
Tiene un enorme interés volcanológico debido a que es
el volcán de edad más reciente del Campo de Calatrava,
cuya última erupción tuvo lugar entre 14 cal ka y 6,2 ka
BP (Poblete y otros, 2019a) y según González y otros
(2007, 2010) en torno a 5,5 cal ka BP. Otra singularidad
relevante es que es de los pocos volcanes monogénicos
que ha tenido un comportamiento eruptivo policíclico
(becerra-raMírez, 2013). En efecto, pese a sus mo-
destas dimensiones y sencillez morfológica, es un edi-
cio de dinámica policíclica, pues se originó como resul-
tado de dos ciclos eruptivos claramente diferenciados. El
primer ciclo eruptivo tuvo lugar en torno a 33,9±2,36 ka
BP y el segundo, tras un periodo de inactividad de más de
20.000 años, se sitúa entre una edad máxima de 14-13,5
cal ka BP y una mínima de 6,27±4,28 ka BP, es decir, en-
tre el Pleistoceno Superior-Holoceno (MIS 1) (Poblete
y otros, 2019a).
Las primeras coladas lávicas fueron emitidas desde la
base del cono y se desplazaron hacia al oeste y noroes-
te, fosilizando la terraza uvial +15 m del río Jabalón.
Conviene llevar a cabo un recorrido a pie de este sector
occidental del volcán, puesto que se trata de lavas muy
masivas de morfología supercial pahoehoe que con-
guran un frente lávico de 30 m de potencia y adoptan
además una estructura en forma de disyunción columnar,
que ha quedado al descubierto al construirse sobre ellas
en 1992 la presa de la Vega del Jabalón. Posteriormen-
te, desde el cráter culminante del cono de Columba se
emitieron dos coladas lávicas basálticas muy uidas y de
morfología pahoehoe que descendieron por la ladera en
dirección norte y nordeste, en sentido perpendicular al
río, atravesando el cauce del río Jabalón y obstruyendo la
corriente hídrica. Por tanto, tales coladas lávicas actuaron
como barreras naturales que represaron por dos veces el
río Jabalón, dando lugar a la formación de las terrazas
uviolacustres +20 y +9 m. La interferencia del volcán
Columba sobre el río Jabalón ha contribuido a incremen-
tar el comportamiento uviolacustre de su hidrodinámi-
ca, originando sedimentaciones forzadas y dando lugar a
la inversión cronológica de las terrazas uviales. Esto se
plasma en que las terrazas que aparecen a altitudes más
altas (aguas arriba de las lavas que actúan de barreras na-
turales o presas) tienen una cronología más reciente que
fig. 10. Panel informativo núm. 4 del volcán-museo de Cerro Gordo en
Granátula de Calatrava. También cuenta con una audioguía que explica
el panel y es descargable con código QR en la web del centro <https://
volcancerrogordo.es/> o a través de Play Store.
fig. 11. Volcán Columba visto desde el nordeste. Es un cinder cone
coronado por un cráter circular de 200 m y con un comportamiento
eruptivo policíclico, <https://skfb.ly/oopRP>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 87
las terrazas uviales situadas a una altura menor aguas
debajo de las mencionadas barreras (Poblete y otros,
2019a).
Otro lugar muy interesante que hay que visitar en el
volcán Columba se halla en la trinchera del punto kilo-
métrico 16+500 de la CM-413, en la que se conserva un
paleosuelo de origen volcánico en perfecto estado. En di-
cha trinchera se observa de muro a techo la siguiente se-
cuencia de depósitos: una colada lávica de morfología aa
cuyo espesor oscila entre 0.5 m y 5 m; sobre ella reposa
un paleosuelo adaptado a la topografía de la colada lávica
formado a partir de piroclastos de caída muy alterados,
pero donde todavía se conservan pequeñas escorias y la-
pilli. Tiene un espesor de 40 cm y se caracteriza por pre-
sentar estructura poliédrica y una tonalidad marrón, con
abundancia de materia orgánica y moldes de pequeñas
plantas herbáceas (Fig. 12). La edad de este paleosuelo
se sitúa entre 24,9-23,2 cal ka BP, 18,9-17,9 cal ka BP y
nalmente 14,0-13,5 cal ka BP, lo que indica que la edafo-
génesis del paleosuelo tuvo lugar tras un largo periodo de
inactividad o reposo que se prolongó durante unos 10.000
años (Poblete y otros, 2019a). Por encima del paleosue-
lo yace un depósito de PDC diluida de 4 m de potencia
con una estructura horizontal muy marcada, originado a
partir de una pulsación freatomagmática. Y, por último,
un depósito de estructura caótica y masiva formado por
una gran abundancia de materiales piroclásticos, en es-
pecial, de bombas esferoidales y escorias empastados en
una abundante matriz de naturaleza arcillosa, que se co-
rresponde con una ignimbrita basáltica o PDC densa (Po-
blete y otros, 2019a), también descrita como el depósito
producido por un lahar (gonzÁlez y otros, 2010).
El embalse y el río Jabalón sobre los que se alza el
Columba conguran un paisaje de alto valor patrimonial,
además de ser enclaves regionales para el ocio y el espar-
cimiento. No muy lejos del volcán podemos encontrar los
tradicionales elementos de la arquitectura tradicional ya
mencionados (norias, bocapucheros), así como el yaci-
miento arqueológico de Oreto y Zuqueca, la ruta turística
del Quijote o la cañada de Añavete. Por el mismo edicio
volcánico transcurre la Vereda de Castellanos incluida en
parte en la red ocial de senderismo de la Diputación de
Ciudad Real (becerra-raMírez, 2013) y el itinerario
didáctico propuesto por González y otros (2017b).
4. Maar de la Hoya de cervera
El maar Hoya de Cervera está situado a 7,5 km al
noroeste del volcán de Columba, en el término munici-
pal de Almagro, entre las localidades de Aldea del Rey
y de Ballesteros de Calatrava. Se llega a la Hoya de
Cervera desde Aldea del Rey siguiendo la carretera CM-
411 en dirección a Ciudad Real hasta llegar al kilómetro
18+300 m, donde giraremos a la izquierda en dirección a
la Encomienda de Cervera.
La peculiaridad del maar Hoya de Cervera reside en
que se halla excavado sobre el roquedo paleozoico del
Macizo de Calatrava, en concreto, en la sierra de cuarci-
tas armoricanas del Arzollar, separando las subcuencas
terciarias de Ciudad Real, Almagro y Moral de Calatrava.
Consiste en un maar de grandes dimensiones y de una no-
table belleza, muy bien conservado al estar protegido por
la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desde
octubre de 1999 bajo la gura de Monumento Natural.
Consta de una depresión de forma elíptica de 1,3 km de
eje mayor y de 790 m de diámetro menor y una profundi-
dad de 147 m. El fondo del cráter es completamente pla-
no y se halla colmatado de materiales expelidos durante
la erupción freatomagmática (Poblete, 1991a, goSÁl-
vez, 2012) (Fig. 13).
El origen del maar de la Hoya de Cervera está asocia-
do a una explosión muy violenta de origen hidromagmá-
tico, producida por el contacto entre el agua y el magma,
en la que el ujo piroclástico resultante se desplazó en-
cauzado en dirección norte, adoptando una forma dirigi-
da. Los materiales expelidos durante la erupción freato-
magmática están constituidos por depósitos PDC diluidos
que se extienden por toda la nca de la Encomienda de
Cervera, donde se halla situado el maar. En la actualidad,
la mayor parte de estos depósitos de PDC, constituidos
mayoritariamente por cuarcitas pulverizadas, se hallan
fig. 12. Detalle del paleosuelo volcánico situado entre una colada lá-
vica y un depósito de PDC diluido correspondiente a la secuencia mor-
foeruptiva del volcán Columba (p. k. 16+500 de la CM-413).
88 ERÍA
recubiertos por glacis de acumulación y coluviones for-
mados con posterioridad a la erupción, por lo que no
asoman directamente en supercie. No obstante, algunos
aoramientos de los depósitos PDC expelidos desde el
maar de la Hoya de Cervera pueden reconocerse en la
margen izquierda del valle del río Jabalón, en concreto,
en el km 18+450 de la CM-4111.
La Encomienda de Cervera, nca donde se localiza el
maar, fue fundada en el año 1758 y tiene una extensión
de 1.200 ha, dedicadas al cultivo de cereales, viñedos y
olivares. Se recomienda la visita guiada de sus instala-
ciones, en especial, la bodega de nales del siglo xix y
la almazara del siglo xviii. Hasta allí se puede acceder a
través de una pequeña ruta que va desde el aparcamiento
hasta el borde del maar, con carteles informativos sobre
la génesis de este.
Desde la Encomienda de Cervera pueden visitarse
también los manantiales termales de Fuensanta y Villa-
franca situados en las proximidades. Tales manantiales se
caracterizan por sus aguas ferruginosas y bicarbonatadas,
con un alto contenido de dióxido de carbono de origen
magmático que se desprende en forma de burbujas, de
ahí que popularmente sean conocidos como hervideros
(Poblete, 1992).
Los manantiales termales de Fuensanta se localizan en
el km 12+300 de la CM-4111 en dirección a Ciudad Real,
antes de cruzar el río Jabalón. Alcanzaron la categoría de
baños públicos a mediados del siglo xviii, merced a las
obras impulsadas por el infante de España Gabriel de Bor-
bón, hijo de Carlos III y hermano de Carlos IV. No obs-
tante, el balneario alcanza renombre merced a su sobrino
el infante Carlos María Isidro de Borbón quien en 1818
encarga obras de mejoras al arquitecto Isidro Velázquez,
discípulo de Juan de Villanueva. Posteriormente, en 1855
pasa a manos del insigne cartógrafo Francisco Coello, lo-
grando su mayor esplendor como así lo acreditan los pre-
mios obtenidos en la Exposición Universal de París y en la
de Mineralogía de Madrid. En la actualidad, el balneario es
una quintería, esto es, una nca agrícola, de manera que no
conservan los edicios del balneario y únicamente puede
contemplarse, en estado calamitoso, la antigua marquesina
modernista que protegía del sol al gran hervidero. A esca-
sos metros se halla el hervidero pequeño que albergó en
el siglo xix una pequeña planta embotelladora artesanal,
cuyas aguas eran expendidas en las farmacias de Madrid.
Los manantiales termales de Villafranca se hallan
a 2,5 km al oeste del antiguo balneario de Fuensanta y
se integran en la misma fractura tectónica de dirección
ENE-OSO que desde los manantiales termales de Villar
del Pozo se extiende hasta los de Fuensanta y San Cris-
tóbal. Se compone de dos pozas que aoran en supercie
y tienen planta circular: una de 10 m de diámetro y otra
más pequeña de 86 cm de diámetro. Entre las cualida-
des químicas más sobresalientes de estas aguas destaca
fig. 13. Maar de la Hoya de
Cervera vista desde el norte. Fue
declarado Monumento Natural
por la Junta de Comunidades
de Castilla-La Mancha en 1999,
<https://skfb.ly/oopRM>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 89
la alta proporción de bicarbonatos (536,9 ppm), anhídri-
do carbónico y el alto contenido de hierro en suspensión
(48 ppm) (Poblete, 1992) (Fig. 14).
5. Maar de cuelgaPerroS
Cuelgaperros está situado a 2,5 km al ONO de La
Puebla, entre los domos de lava de El Cominal y del Ce-
rro de las Moreras, al cual se llega cogiendo el camino
que sale de dicha localidad y bordea la margen derecha
del río Jabalón hasta la quintería de Cantagallos. Cons-
tituye uno de los maares más singulares y de mayores
dimensiones de la subcuenca terciaria de Ciudad Real,
al estar formado por un cráter con forma semielíptica,
abierto al oeste, con 1,5 km de diámetro mayor y una
profundidad de 50 m (Fig. 15).
El maar de Cuelgaperros se origina como resultado
de dos fases explosivas hidromagmáticas. Una primera
fase, de menor magnitud e intensidad, produce la apertu-
ra de la diatrema volcánica, emitiendo gran cantidad de
brechas de explosión de cuarcitas y esquistos proceden-
tes del sustrato paleozoico. Esta primera fase es simul-
tánea a la formación de una costra calcárea situada en
el extremo meridional del maar, de lo que se inere un
ambiente lacustre. A esta fase explosiva freatomagmática
inicial sucede un periodo de calma, en la que se produce
la sedimentación, sobre la costra calcárea meridional, de
un depósito de terraza uviolacustre que se corresponde
con el nivel +15-20 m del río Jabalón, cuya edad es de
34,7±2,5 ka (Poblete y otros, 2016b). Posteriormente,
se reanuda la actividad explosiva con una segunda fase
freatomagmática muy enérgica, en la que se excava el
cráter de Cuelgaperros. Se trata, en efecto, de una ex-
plosión muy intensa debido a la gran interacción agua-
magma que ocasiona la destrucción y fragmentación del
sustrato paleozoico y de gran parte de la costra calcárea
y de la terraza uvial +15-20 m. Además, la explosión
freatomagmática desencadena la formación de una nube
eruptiva base surge, la cual no adopta la típica forma
anular, sino que se expande más bien en abanico o dirigi-
da hacia el nordeste y sureste. Por esta razón, el borde to-
báceo adopta una forma semielíptica y no anular como es
más habitual y frecuente en este tipo de manifestaciones
explosivas hidromagmáticas. Por otro lado, este borde
tobáceo fosiliza el nivel de terraza uvial +15-20 m del
río Jabalón, de lo cual se deduce que la segunda fase fre-
atogmagmática tiene una edad máxima de 34,7±2,5 ka,
en tanto que la primera fase tiene una edad mínima de
34,7±2,5 ka (Poblete y otros, 2016b).
6. Maar de corcHueloS
El maar de Corchuelos está situado en la Sierra del
Despeñadero, alineación cuarcítica que congura una
bóveda anticlinal, que se extiende de E a O a unos 2 km
al NO de la villa de Poblete, muy cerca de la quintería
de Villadiego. En las inmediaciones también se locali-
zan los edicios volcánicos del Arzollar y Cerro Negro.
Desde el punto de vista morfológico constituye una de-
presión semicircular de 500 m de diámetro mayor y 80 m
de profundidad con respecto a la cima del Despeñadero
y fondo completamente plano (Fig. 16). Aunque se trata
de un maar excavado en sustrato paleozoico cuenta con
fig. 14. Manantial termal o hervidero pequeño de Villafranca, en el que
se aprecia la salida del CO2 y la deposición de los residuos ferruginosos.
El acceso debería acondicionarse pues actualmente está muy abandona-
do, <http://www.observatoriodelterritorio.es/rarv/calatrava/bal/balnea-
rio.html>.
fig. 15. Maar de Cuelgaperros, <https://skfb.ly/oopRL>.
90 ERÍA
un pequeño retazo de depósitos de PDC diluidos y hú-
medos situados en el extremo septentrional, a 500 m de
distancia. Estos depósitos de PDC diluidos y húmedos se
caracterizan por su escaso espesor y reposan por encima
de las cuarcitas armoricanas que denen el anco septen-
trional de la estructura anticlinal, por lo que ni siquiera
contornean la hondonada cratérica.
La formación de esta gran depresión cratérica en
el anticlinal del Despeñadero está ligada a una potente
erupción freatomagmática, la cual tuvo lugar merced a la
presencia de una fractura de desgarre NE-SO que atravie-
sa dicha alineación. Dicha fractura, que sesga el zócalo
paleozoico, permitió tanto el ascenso del magma como
también la ltración y el connamiento de agua, resul-
tando del contacto y de la interacción entre ambos una
erupción freatomagmática. La explosión fue tan violenta
e intensa que destruyó y partió a la mitad la bóveda anti-
clinal del Despeñadero, excavando una depresión cratéri-
ca de 80 m de profundidad (Poblete, 1994).
Durante la explosión freatomagmática se originó
un ujo piroclástico que se desplazó hacia el norte. En
efecto, los depósitos PDC diluidos y húmedos formados
durante la erupción se hallan acumulados en la zona sep-
tentrional, recubriendo sin solución de continuidad una
distancia de 2 km hasta llegar a el km 301 de la CN-420,
en el tramo comprendido entre Ciudad Real y Valverde.
El interior del cráter tiene forma plana pues se halla
relleno de brechas de explosión cuarcíticas de tamaño
heterométrico y formas muy angulosas, así como bom-
bas colior con abundantes xenolitos de cuarcitas de pe-
queño tamaño. Las brechas de explosión y las bombas
colior fueron emitidas balísticamente durante la fase
inicial de la erupción, en la que tuvo lugar la apertura de
la diatrema volcánica.
En los últimos años se está desarrollando un proyecto
de divulgación del patrimonio volcánico en el entorno
de Poblete con Realidad Aumentada (<https://poblete.es/
mirador-maares>). Así, el mirador del volcán Cabeza del
Rey (denominado Mirador de los Maares) se ha dotado
de paneles, códigos QR, fotografías y grácos 3D con
recreaciones virtuales de todos los volcanes y las erup-
ciones que conguraron este enclave. Además, desde
Poblete hay una ruta hacia el cercano yacimiento arqueo-
lógico de Alarcos, englobado en un Parque Arqueológico
conformado por el yacimiento citado y el de Calatrava
La Vieja, en los municipios de Carrión de Calatrava y
Ciudad Real. Igualmente, se puede conocer «Una batalla
entre volcanes» a través de la ruta virtual por el sitio his-
tórico de la batalla de Alarcos de Poblete.
7. Maar de la PoSadilla y el Portillo
Se accede al maar de La Posadilla tras cruzar el puente
de Alarcos y dejar la CN-430 a la altura del km 297+500,
y tomar el desvío a Valverde a través de la CR-P-4127.
Una vez llegados a Valverde tomaremos la senda que
conduce a La Posadilla, a la cual llegaremos después de
un corto paseo de apenas 3 km en dirección norte.
El maar de La Posadilla se sitúa en la ladera septen-
trional del anco meridional del domo de Ciudad Real,
que desde el punto de vista morfoestructural constituye
el frente de la cresta de cuarcitas armoricanas de la Sie-
rra de Medias Lunas. El vocablo de La Posadilla procede
del nombre de la nca en la que se halla emplazado, el
cual despierta reminiscencias de la antigua trashumancia
ganadera, dada la proximidad de la Cañada Real Soriana
que bordea la laguna volcánica de Las Maestras (Alcolea
de Calatrava), en su tránsito hacia el Valle de Alcudia.
El maar de La Posadilla dispone de una depresión
cratérica, de forma circular y fondo llano, de aproxima-
damente 1 km de diámetro, excavada en la ladera sep-
tentrional de Medias Lunas, razón por la cual exhibe
una marcada disimetría entre los bordes septentrional y
meridional, presentando el primero un escarpe suave, de
apenas 40 m de desnivel, y el segundo más acentuado y
vertical de 140 m (Fig. 17).
El origen de este maar está ligado ineludiblemente a
una fractura de desgarre de dirección E-O, de alrededor
de 12 km de longitud, que corta la Sierra de Medias Lu-
nas, y en la que se articula un conjunto de cinco maares:
La Posadilla, El Portillo, El Paso, Medias Lunas, Laguna
fig. 16. Maar de los Corchuelos con la bóveda anticlinal desventrada
de la Sierra del Despeñadero, al fondo, <https://skfb.ly/oopRJ>.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 91
de las Maestras o de Peñarroya (Poblete, 1993, 1994).
De todas ellas el tándem de La Posadilla-El Portillo es
el más relevante, tanto morfológica como volcanológica-
mente, merced a los cambios experimentados durante las
dinámicas eruptivas y las formas resultantes.
Para efectuar una correcta interpretación de la secuen-
cia morfoeruptiva acontecida en el maar de La Posadilla
tenemos que tomar en consideración dos aspectos bási-
cos: por un lado, la presencia de coladas lávicas potentes
y de gran extensión situadas en la ladera meridional de
Medias Lunas, cubiertas en parte por gran cantidad de
bombas volcánicas y de xenolitos de cuarcitas; y, de otro,
los depósitos de PDC diluidos y densos que se extienden
sin solución de continuidad desde el cráter hasta Valver-
de. Se trata, en efecto, de depósitos PDC de tipo diluidos
y densos que se asemejan a depósitos de lahares, forma-
dos en su mayoría por fragmentos de cuarcitas, pizarras
y esquistos, y en menor medida de materiales volcánicos,
entre otros, megacristales de augita de tonalidad oscura.
Los depósitos PDC diluidos y las coladas lávicas están
asociados a diferentes fases del mecanismo eruptivo que
origina este edicio volcánico.
Según Poblete (1993) la dinámica morfoeruptiva
del maar de La Posadilla incluye, al menos, cuatro fa-
ses principales: una primera de estilo estromboliano que
edica el cinder cone Malos Aires; seguida de una ex-
plosión freatomagmática que origina el maar de La Po-
sadilla. Por último, tiene lugar la formación del maar de
El Portillo resultante de una pequeña pulsación de índole
freática que culmina con una con una fase de actividad
muy efusiva (Poblete 1993, 1994)8. La actividad vol-
cánica se inicia en Malos Aires, esto es, en la cima de
la Sierra de Medias Lunas, a través de una fase eruptiva
estromboliana, en concreto, con una explosión que ori-
ginó la formación de la boca eruptiva y el lanzamiento
de gran cantidad de bombas volcánicas y la efusión de
coladas lávicas. Como resultado se formaría un cinder
cone de pequeñas dimensiones, del cual se emitieron dos
grandes coladas lávicas que descendieron rápidamente
por la ladera meridional hasta detenerse en la parte ba-
sal, cerca de la margen derecha del río Guadiana. La pri-
mera colada es bastante uida, de naturaleza basáltica,
y congura un escarpe frontal de pequeñas dimensiones
y bastante deslavazado, la cual reposa sobre margas y
calizas pliocenas de Vahondo. Presenta una morfología
externa pahoehoe y como mayor singularidad cabe des-
tacar la gran cantidad de xenolitos de cuarcita que en-
globa, de tamaño comprendido entre 1 y 4 cm y de bor-
des angulosos. Tales xenolitos de cuarcita son resultado
de la explosión estromboliana que logra la abertura de la
boca eruptiva, a partir de la cual se producirán después
8 Otras interpretaciones de la actividad eruptiva de este enclave pueden con-
sultarse en Gosálvez (2012) y Escobar (2016).
fig. 17 Vista oriental del maar de
La Posadilla y, al fondo, Sierra de
Medias Lunas, <https://skfb.ly/
oo7MD>.
92 ERÍA
las proyecciones balísticas de bombas volcánicas y las
emisiones lávicas.
La segunda colada lávica, dispuesta sobre la primera,
se compone de nefelinitas olivínicas. Esto signica que
proviene, tras la evacuación de la primera emisión, de un
magma más profundo o hipomagma y que debió de trans-
currir cierto periodo de tiempo en la descarga entre ambas.
Esta colada, al igual que la anterior, es muy uida, con
formas externas superciales lisas y suaves, propias de
lavas pahoehoe, aunque contiene también gran cantidad
de xenolitos de cuarcitas de tamaño centimétrico y bordes
angulosos. No obstante, dispone, a diferencia de la prime-
ra colada, de un gran espesor que supera los 20 m y con-
forma dos frentes muy abruptos, con estructura esferoidal
en el tramo oriental. Otro rasgo característico de esta co-
lada lávica es la presencia de dos suras de distensión, a
través de las cuales la parte central de la colada lávica se
ha desplomado, merced al asentamiento de estas enormes
masas lávicas. Recubriendo esta segunda colada lávica
puede apreciarse la abundancia de bombas esferoidales y
piriformes entre 50 cm y 1 m de longitud, que contienen
numerosos xenolitos cuarcíticos. Por tanto, puede inferir-
se que el volcán de Malos Aires resultado de una dinámica
de estilo estromboliano, que emite al mismo tiempo cola-
das lávicas y arroja piroclastos, cesa su actividad volcá-
nica con una pequeña fase explosiva en la que proyecta
materiales balísticos en forma de bombas volcánicas.
Una vez formado el volcán estromboliano de Malos
Aires, cuya morfología sería muy similar a la del volcán
Peñarroya situado a 4 km al oeste sobre el Cerro de las
Loberas, acontece un cambio en su actividad eruptiva,
produciéndose una explosión freatomagmática de gran
magnitud que destruye no solo el cinder cone sino tam-
bién las crestas de cuarcitas armoricanas de la Sierra de
Medias Lunas, labrando una gran depresión cratérica en
la ladera septentrional. Dicha explosión freatomagmáti-
ca se origina como resultado del contacto del magma y
agua, a través del desgarre que corta la Sierra de Medias
Lunas de oeste a este. Es una interacción tardía que acon-
tece tras la formación de Malos Aires, una vez que se
ha producido el vaciamiento del magma más supercial,
lo que lleva consigo una reacción más profunda y solo
después de la disminución de la presión del conducto.
Como consecuencia de la potente explosión freatomag-
mática se desencadena un ujo piroclástico dirigido, que
no adopta la disposición anular como es habitual, sino
que se movilizó lateralmente encauzada hacia el norte,
por cuanto que en el borde meridional se hallaba la Sierra
de Medias Lunas, en cuya cumbre se había formado el
volcán de Malos Aires (Poblete, 1993, 1994). En con-
creto, el ujo piroclástico dirigido se desplazó alrededor
de 4 km adaptándose al fondo de valle de Valverde hasta
llegar a la orilla del río Guadiana, fosilizando la terraza
aluvial +6 m de dicho río. Así pues, el fondo de valle
de Valverde se halla cubierto de depósitos PDC diluidos
formados por una gran cantidad de líticos accidentales y
heretométricos de cuarcitas y pizarras muy angulosos y
rotos, además de bombas armadas y de tipo colior, así
como de megacristales de anfíboles. La matriz na de
los depósitos de PDC se compone de arenas de cuarzo y
cuarcitas pulverizados por la explosión de los bancos de
cuarcitas armoricanas de la Sierra de Medias Lunas.
El maar de El Portillo se halla emplazado en la cum-
bre de la Sierra de Medias Lunas, a menos de 50 m al E
de La Posadilla, justo en la cumbre de la Sierra de Medias
Lunas. En efecto, la cumbre de Medias Lunas está rota
por una pequeña hendidura de apenas 100 m de diámetro
y 5 m de profundidad fruto de una pequeña explosión
freática, esto es, de baja energía, que se materializó en el
lanzamiento de brechas de explosión de grandes dimen-
siones (Fig. 18). Por tanto, este maar no es una depresión
cratérica al uso, sino una simple escotadura horadada en
la cumbre del crestón cuarcítico. Tras esta primera explo-
sión freática se produjo un cambio en el comportamiento
de su dinámica eruptiva, al expulsar dos coladas lávi-
cas que se deslizan hacia el norte y hacia el sur. Ambas
son coladas de morfología externa lisa y suave, es decir,
pahoehoe, y están compuestas de nefelinitas olivínicas,
destacando la localizada en la ladera meridional pues ter-
mina en un escarpe frontal de 20 m. Se trata, por tanto,
de un pequeño maar cuya secuencia es inversa a la de
La Posadilla, al iniciarse con una fase freática de poca
fig. 18. Fotografía del Maar de El Portillo en los años noventa, excava-
do en la cumbre de cuarcitas armoricanas de la Sierra de Medias Lunas.
Se trata de un enclave de gran valor pedagógico y paisajístico que, sin
embargo, actualmente se encuentra en proceso de matorralización y po-
blado de vallados que impiden un acceso fácil.
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 93
intensidad que cambia nalmente a una actividad efusiva
de cierta consideración, si nos atenemos a la cantidad de
lavas emitidas (Poblete, 1993, 1994).
VI. CONCLUSIONES
El geoturismo y, en particular, el turismo volcánico
es un sector en auge y con una enorme proyección de
futuro, que puede jugar un papel crucial en los territo-
rios rurales sometidos a una pertinaz crisis económica y
a un intenso despoblamiento, al generar oportunidades
económicas, expectativas laborales y fuentes de ingresos
adicionales. En efecto, las zonas volcánicas, tanto activas
como extinguidas, reciben grandes cantidades de turistas
atraídos por los recursos geomorfológicos, biogeográ-
cos y paisajísticos en torno a los volcanes. Así pues, el
conocimiento de las formas de relieve volcánico y los
materiales resultado de esta actividad geodinámica facili-
tan la enseñanza y divulgación del origen, procesos y di-
námicas de estos paisajes tan fascinantes y, por supuesto,
su disfrute; lo cual ha de ser aprovechado para fomentar
el desarrollo sostenible de estas áreas deprimidas.
En realidad, el geoturismo fomenta el desarrollo eco-
nómico local apoyado en tres fundamentos básicos: la di-
vulgación de los conocimientos cientícos y cualidades
paisajísticas del territorio (a partir de la elaboración de
mapas, guías de divulgación, georrutas, itinerarios, etc.),
el compromiso de las poblaciones locales y la aplicación
por las autoridades políticas de medidas de gestión y pla-
nicación encaminadas a la preservación del patrimonio
natural y, concretamente, el geomorfológico.
Este trabajo se centra en el primero de los pilares del
geoturismo, esto es, la difusión de los contenidos volcá-
nicos fruto de una extensa labor de campo y de interpre-
tación, la cual se plasma en el diseño de una georruta,
esto es, un recurso cientíco y pedagógico fundamental
para dar a conocer y desvelar las características geomor-
fológicas de esta zona volcánica del Campo de Calatrava
y también para el disfrute de los visitantes. A lo largo
de un recorrido de 60,5 km y a través de 7 paradas, re-
forzadas por el uso de la realidad aumentada, se dan a
conocer al lector las claves para comprender la amplia
gama de estilos y dinámicas eruptivas, variedad de mor-
fologías y tipos de aparatos volcánicos. Entre los detalles
más relevantes cabe destacar la divulgación del carácter
policíclico del volcán Columba y la edad reciente de su
actividad volcánica, pues se originó como resultado de
dos ciclos eruptivos claramente diferenciados. El prime-
ro tuvo lugar en torno a 33,9±2,36 ka BP y el segundo,
tras un periodo de inactividad de más de 20.000 años, se
sitúa entre una edad máxima de 14-13,5 cal ka BP y una
mínima de 6,27±4,28 ka BP, es decir, entre el Pleistoceno
Superior-Holoceno (MIS 1).
El segundo pilar del geoturismo, a saber, el com-
promiso de las poblaciones locales, se proyecta en Ca-
latrava en la Asociación para el Desarrollo del Campo
de Calatrava, creada en el año 2000 e integrada por 15
municipios del territorio, la cual agrupa no solo a las ins-
tituciones públicas, sino también a los agentes sociales y
económicos del territorio. Entre los nes de la asociación
cabe destacar: dinamizar y revalorizar los recursos huma-
nos de la comarca; potenciación de la identidad cultural;
recuperar los valores culturales, patrimoniales etnográ-
cos y naturales del Campo de Calatrava; impulsar y fo-
mentar la investigación; elaboración, diseño y aplicación
de programas integrales de desarrollo turístico.
El tercer pilar del geoturismo es la política medioam-
biental, esto es, las medidas de planicación y gestión
encaminadas a la protección de los volcanes. En este
sentido debemos señalar que de los trece Monumentos
Naturales de naturaleza volcánica protegidos por la Junta
de Comunidades de Castilla-La Mancha, doce se hallan
en Ciudad Real y seis de ellos precisamente en el Campo
de Calatrava (La Posadilla, Hoya del Mortero, Hoya de
Cervera, Macizo Volcánico de Calatrava, Volcán y Lagu-
na de Peñarroya y Morrón de Villamayor). En la actuali-
dad, la Diputación de Ciudad Real está tramitando, bajo
la supervisión de un grupo de cientícos, la solicitud de
la declaración de la antedicha comarca como Geoparque
Mundial de la Unesco de los Volcanes de Calatrava-Ciu-
dad Real, cuya concesión puede signicar el espaldarazo
para convertirla en uno de los referentes del volcanismo
peninsular. Por esta razón, es aún más incomprensible
entender que la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha se haya resistido a proteger, desde hace ya mu-
cho tiempo, este relevante patrimonio geomorfológico
bajo la gura de Parque Natural, lo cual hubiera supuesto
la paralización de las explotaciones mineras que ponen
en peligro su conservación y que comenzaron en 1911,
hace más de un siglo.
BIBLIOGRAFÍA
ancocHea, e. (1983): Evolución espacial y temporal
del volcanismo reciente de España central, Universi-
dad Complutense de Madrid, Madrid, 675 pp.
— (2004): «La región volcánica del Campo de Calatra-
va», en J. A. Vera (ed.): Geología de España, Socie-
94 ERÍA
dad Geológica de España-Instituto Geológico y Mi-
nero de España, Madrid, pp. 676-677.
— y a. giuliani (1979): «Edades radiométricas K-Ar
del vulcanismo de la región central española», Estu-
dios Geológicos, 35, núm. 1, pp. 131-135.
— y J. l. brändle (1982): «Alineaciones de volcanes
en la región volcánica central española», Revista de
Geofísica, 38, pp. 133-138.
— y M. J. HuertaS (2021): «Radiometric ages and time-
space distribution of volcanism in the Campo de Calatra-
va Volcanic Field (Iberian Peninsula)», J. Iberian Geo-
logy, <https://doi.org/10.1007/s41513-021-00167-y>.
arMiero, v., P. PetroSino, l. lirer e i. alberico
(2011): «The GeoCaF project: proposal of a geosites
network at Campi Flegrei (Southern Italay)», Geoheri-
tage, 3, pp. 195-219, <https://doi.org/10.1007/s12371-
011-0033-1>.
badiola, E. R., A. V. Mazo y P. rodríguez ruiz
(2007): «El yacimiento de Las Higueruelas, Alcolea
de Calatrava (Ciudad Real): procesos diagenéticos y
volcanismo asociado», Estudios Geológicos, 63 (2),
pp. 67-86, <https://doi.org/10.3989/egeol.07632194>.
bailey, K., M. garSon, S. KearnS y a. P. velaSco
(2005): «Carbonate volcanism in Calatrava, central
Spain: a report of the initial ndings», Mineralogical
Magazine, 69, pp. 907-915.
beato, S., M. a. Poblete y J. l. Marino (2018a): «A
geoturistic route to discover the maars of the Medias
Lunas Range (Campo de Calatrava Volcanic Field,
Central Spain)», Abstracts Volume of 7th Internatio-
nal Maar Conference, Olot, pp. 214-215.
— (2018b): «Assessment of hydromagmatic geomor-
phosites in the Campo de Calatrava Volcanic Field
(Ciudad Real, Spain)», Abstracts Volume of 7th Inter-
national Maar Conference, Olot, pp. 212-213.
beato, S., M. a. Poblete, J. l. Marino, D. Herrera y
F. fernÁndez (2020): «Carreteras paisajísticas y reali-
dad aumentada en la Sierra del Aramo (Macizo Central
Asturiano)», Ería, 2020-2, año xl, pp. 145-166.
becerra-raMírez, R. (2013): Geomorfología y geo-
patrimonio de los volcanes magmáticos de la región
volcánica del Campo de Calatrava, tesis doctoral,
Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real.
— r. u. goSÁlvez, e. eScobar, e. gonzÁlez, M.
Serrano-Patón y d. guevara (2020): «Charac-
terization and Geotourist Resources of the Campo
de Calatrava Volcanic Region (Ciudad Real, Casti-
lla-La Mancha, Spain) to Develop a Unesco Global
Geopark Project», Geoscience, 10, 441, <https://doi.
org/10.3390/geosciences10110441>.
bogalo, M. f., M. l. oSete, e. ancocHea y J. J. villa-
lain (1994): «Estudio paleomagnético del volcanismo
de Campos de Calatrava», Geogaceta, 15, pp. 109-112.
bonnadona, f., e i. villa (1986): «Estudio geocrono-
lógico del volcanismo de las Higueruelas», Actas de
la I Reunión de Estudios Regionales de Castilla-La
Mancha, vol. iii, Albacete, pp. 249-253.
burlando, M., M. firPo, c. queirolo y a. rovere
(2011): «From Geoheritage to Sustainable Develop-
ment: Strategies and Perspectives in the Beigua Geo-
park (Italy)», Geoheritage, 3 (2), pp. 63-72.
cebriÁ, J. M. (1992): Geoquímica de las rocas basál-
ticas y leucititas de la región volcánica del Campo
de Calatrava, España, Universidad Complutense de
Madrid, Madrid, 314 pp.
— y J. lóPez-ruiz (1995): «Alkali basalts and leucitites
in an extensional intracontinental plate setting: The
late Cenozoic Calatrava Volcanic Province (central
Spain)», Lithos, 35, pp. 27-46.
cebriÁ, J. M., c. Martín-eScorza, J. lóPez-ruiz,
d. J. MorÁn-zenteno y b. M. Martiny (2011):
«Numerical recognition of alignments in monoge-
netic volcanic areas: examples from the Michoacán-
Guanajuato Volcanic Field in Mexico and Calatrava
in Spain», Journal Volcanology and Geothermal
Research, 201, pp. 73-82, <https://doi.org/10.1016/j.
jvolgeores.2010.07.016>.
coSta, f. l. (2011): «Volcanic geomorphosites as-
sessment of the last eruption, on April to May 1995,
within the natural park of Fogo Island, Cape Verde»,
GeoJournal of Tourism and Geosites, vol. 8, núm. 2,
pp. 167-177.
cózar, r., M. del valle de Moya, J. a. HernÁndez
y J. r. HernÁndez (2015): «Tecnologías emergen-
tes para la enseñanza de las Ciencias Sociales. Una
experiencia con el uso de Realidad Aumentada en la
formación inicial de maestros», Digital Education
Review, 27, pp. 138-155.
del Moral, M. e., y L. villauStre (2013): «Realidad
aumentada experimentando en el aula en 3D», en R.
Ron, A. Álvarez y P. Núñez (coords.): Smartphones y
tablets: ¿enseñan o distraen?: los efectos del marketing
digital en niños y jóvenes, eSic, Madrid, pp. 109-126.
del Moral, M. e., L. villauStre y M. d. neira-Pi-
ñeiro (2016): «Minors trapped in the magical world
of augmented reality, advergaming and social net-
works», Prisma Social, Revista de Ciencias Sociales,
núm. especial 1 (Teens and Ads), pp. 00-28.
doblaS, M., J. lóPez-ruiz, M. HoyoS, c. Martín y J.
M. cebriÁ (1991): «Late Cenozoic identation/escape
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 95
tectonics in the Eastern Betic Cordilleas and its con-
sequences on the Iberian foreland», Estudios Geoló-
gicos, 47, pp. 193-205.
dóniz-PÁez, F. J. (2004): Caracterización geomorfoló-
gica del volcanismo basáltico monogénico de la isla
de Tenerife, tesis doctoral, Universidad de La Laguna.
— (2012): Turismo volcánico. Canarias: productos tu-
rísticos y propuesta de itinerarios, eae, Alemania.
— r. becerra, e. gonzÁlez, c. guillén-Martín y
e. eScobar (2011): «Geomorphosites and Geotou-
rism in Volcanic Landscapes: the example of La
Corona del Lajial cinder cone (El Hierro, Canary Is-
lands, Spain)», Geojournal of Tourism and Geosites,
2 (8), pp. 185-197.
— r. becerra-raMírez y l. anceauMe-cHinea (2019):
«Ruta volcánica en el geoparque mundial Unesco de El
Hierro (Canarias, España): Geozona de Orchilla», en
E. Martín-González, J. Coello Bravo y J. Vegas (eds.):
Actas de la XIII Reunión Nacional de la Comisión de
Patrimonio Geológico, igMe, Madrid, pp. 111-116.
— e. beltrÁn-yaneS, r. becerra-raMírez, n. M.
Pérez, P. a. HernÁndez, w. HernÁndez (2020):
«Diversity of Volcanic Geoheritage in the Canary
Islands, Spain». Geosciences, 10 (10), 390, <https://
doi.org/10.3390/geosciences10100390>.
dowling, r. K. (2009): «Geotourism’s contribution to
local and regional development», en C. de Carvalho
y J. Rodrigues (eds.): Geotourism and local develop-
ment, Camara Municipal de Idanha-a-Nova, Idanha-
a-Nova, pp. 15-37.
— y d. newSoMe (2006): Geotourism, Elsevier, Oxford,
259 pp.
— — (2018): «Geotourism: denition, characteristics
and international perspectives», en R. Dowling y D.
Newsome (eds.): Handbook of Geotourism, Edward
Elgar, Cheltenham, pp. 1-22.
duarte, a., v. braga, c. MarqueS y a. a. SÁ (2020):
«Geotourism and Territorial Development: a Syste-
matic Literature Review and Research Agenda»,
Geoheritage, 12, 65. <https://doi.org/10.1007/s12371-
020-00478-z>.
eagleS, P. f. J., S. f. Mccool y c. d. HayneS (2002):
Sustainable tourism in protected areas: Guidelines
for planning and management, iucn Publications
Services Unit, Gland, 183 pp.
erfurt-cooPer, P. (2011): «Geotourism in volcanic
and geothermal environments: playing with re?»,
Geoheritage, 3 (3), pp. 187-193.
— (ed.) (2014): Volcanic Tourist Destinations, Springer,
Heidelberg, 384 pp.
eScobar, E. (2016): Aprovechamiento de los recursos
volcánicos: Mediterráneo Central (Italia Peninsu-
lar), Mediterráneo Occidental (Campo de Calatrava)
y entorno atlántico (Islas Canarias), tesis doctoral,
Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real.
— y E. gonzÁlez (2010): «Itinerarios por los hervi-
deros o cultura de los baños. Recurso didáctico para
el estudio y conservación del paisaje volcánico del
campo de Calatrava (Ciudad Real, España)», en M.
J. Marrón Gaite (coord.): Geografía, educación y
formación del profesorado en el marco del espacio
europeo de educación superior, pp. 287-298.
farSani, n. t., c. coelHo y c. coSta (2011): «Geotou-
rism and geoparks as novel strategies for socio-eco-
nomic development in rural areas», International
Journal of Tourism Research, 13, pp. 68-81.
galaS, a., a. Paulo, K. gaidziK, b. zavala y t. Ka-
licKi (2018): «Geosites and geoturistic attactions pro-
posed for the Project Geopark Colca and Volcanoes of
Andagua, Peru», Geoheritage, 10, pp. 707-729.
gallardo MillÁn, J. l. (2004): Evolución geodinámi-
ca de las cuencas neógenas del Campo de Calatrava
(Ciudad Real) y su relación con el volcanismo recien-
te, Universidad Complutense de Madrid, Madrid.
— e. ancocHea y a. Pérez-gonzÁlez, (2002): «Se-
cuencia magnetoestratigráca y edad de los materia-
les volcánicos y sedimentarios de Poblete (Ciudad
Real)», Geogaceta, 32, pp. 35-38.
garcía de la vega, A. (2004): «El itinerario geográ-
co como recurso didáctico para la valoración del pai-
saje», Didáctica Geográca, segunda época, núm. 6,
pp. 79-95.
góMez ortiz, a. (1985): «Los itinerarios pedagógicos
como recurso didáctico en la enseñanza de la Geo-
grafía en la E. G. B.», Didáctica Geográca, 14, pp.
109-116.
gonzÁlez, e., r. u. goSÁlvez, r. becerra-raMírez
y e. eScobar (2007): «Actividad eruptiva holocena
en el Campo de Calatrava (volcán Columba, Ciudad
Real, España)», en J. Lario y P. G. Silva (eds.): Con-
tribuciones al estudio del periodo Cuaternario, ae-
qua, Ávila, pp. 143-144.
— (2008): «facies laháricas en los depósitos de oleadas
piroclásticas del barranco Varondillo, Campo de Cala-
trava (España)», en J. Benavente, y F. J. Gracía (ed.):
Trabajos de Geomorfología en España 2006-2008, So-
ciedad Española de Geomorfología, Cádiz, pp. 25-28.
— (2010): «Evidencias de actividad hidromagmática
de edad holocena en el volcán Columba, Campo de
Calatrava (España)», en E. González, E. Escobar, R.
96 ERÍA
Becerra, R. U. Gosálvez y J. Dóniz (eds.): Aportacio-
nes recientes en Volcanología, 2005-2008, Centro de
Estudios Calatravos, Almagro, pp. 67-74.
gonzÁlez, M. e., r. becerra-raMírez, r. u. go-
SÁlvez, e. eScobar y f. J. dóniz-PÁez (2017a):
«Georruta por los volcanes de la alineación de Ca-
sas de Ciruela (Campo de Calatrava, España)», en L.
Carcavilla, J. Duque-Macías, J. Giménez, A. Hilario,
M. Monge-Garuzas, J. Vegas, y A. Rodríguez (eds.):
Patrimonio geológico, gestionando la parte abiótica
del patrimonio, Instituto Geológico y Minero de Es-
paña, Madrid, pp. 323-329.
gonzÁlez, M. e., r. becerra-raMírez, r. u. goSÁl-
vez, e. eScobar, f. J. dóniz-PÁez, M. Moreno y
M. c. becerra-raMírez (2017b): «Itinerario didác-
tico por el volcán Columba (Campo de Calatrava,
España)», en L. Carcavilla, J. Duque-Macías, J. Gi-
ménez, A. Hilario, M. Monge-Garuzas, J. Vegas y A.
Rodríguez (eds.): Patrimonio geológico, gestionando
la parte abiótica del patrimonio, Instituto Geológico
y Minero de España, Madrid, pp. 315-322.
goSÁlvez, R. U. (2012): Análisis biogeográco de las
lagunas volcánicas de la Península Ibérica. Bases
cientícas para su gestión, tesis doctoral, Universi-
dad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real.
granJa bruña, J. l., r. vegaS, M. a. Sentre doMin-
go, a. Muñoz-Martín y S. Sainz-Maza aParicio
(2015): «Gravity modeling of the lithosphere in the
Calatrava Volcanic Province (Spain): geodynamic
implications», Journal of Iberian Geology, 41, pp.
233-252, <http://dx.doi.org/10.5209/rev_JIGE.2015.
v41.n2.47617>.
Heggie t. w. (2009): «Geotourism and volcanoes: health
hazards facing tourists at volcanic and geothermal
destinations», Travel Medicine and Infectious Disea-
se, 7, pp. 257-261.
HenriqueS, M. H., y K. neto (2015): «Geoheritage at
the equator: selected geosites of Sao Tome Island
(Cameron Line, Central Africa)», Sustainability, 7,
pp. 648-667.
HernÁndez-PacHeco, f. (1932): Estudio de la Región
Volcánica Central de España, Memoria de la Acade-
mia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Madrid,
235 pp.
Herrero-HernÁndez, a., f. J. lóPez-Moro, f. gó-
Mez-fernÁndez y a. Martín-Serrano (2012):
«Interaction between intra-continental sedimentary
basins and small-volume monogenetic volcanism:
Argamasilla and Calzada-Moral basins, Campo de
Calatrava Volcanic Field, Spain», Journal of Ibe-
rian Geology, 38 (2), pp. 407-428, <https://doi.
org/10.5209/rev_JIGE.2012.v38.n2.40466>.
Herrero-HernÁndez, a., f. J. lóPez-Moro, J. l.
gallardo-MillÁn, a. Martín-Serrano y f. gó-
Mez-fernÁndez (2015): «Volcanism-sedimentation
interaction in the Campo de Calatrava Volcanic Field
(Spain). A magnetostratigraphic and geochronolo-
gical study», International Journal Earth Sciences,
104, pp. 103-122, <https://doi.org/10.1007/s00531-
014-1053-2>.
HiwaSaKi, l. (2003): «Tourism in Japan’s parks and pro-
tected areas: challanges and potential for sustainable
development», International Review for Environmen-
tal Strategies, 4, núm. 1, pp. 107-126.
HoSe, t. a. (2007): «Geotourism in Almeria province,
southeast Spain», Tourism: an international interdis-
ciplinary journal, vol. 55, núm. 3, pp. 259-276.
HuMboldt, A. (1826): Viaje a las regiones equinoccia-
les del nuevo continente, tomo 1, Rosa, París.
HuMPHreyS, e. r., K. bailey, c. J. HawKeSwortH, f.
wall, J. naJorKa y a. H. ranKin (2010): «Ara-
gonite in olivine from Calatrava, Spain-evidence
for mantle carbonatite melts from >100 km Depth»,
Geology, 38, pp. 911-914, <https://doi.org/10.1130/
G31199.1>.
Joyce, b. (2009): «Geomorphosites and volcanism», en
E. Reynard, L. Coratz y G. Regolini-Bissing (eds.):
Geomorphosites, Verlag Dr. Friedrich Pfeil, Múnich,
pp. 175-188.
KatHarine, v., S. caSHMan y J. cronin (2008): «Wel-
coming a monster to the world: Myths, oral tradition,
and modern societal response to volcanic disasters»,
Journal of volcanology and geothermal research, 176
(3), pp. 407-418.
KereSzturi, g., y K. néMetH (2012): «Monogenetic
Basaltic Volcanoes: Genetic Classication, Growth,
Geomorphology and Degradation», en Updates in
volcanology-new advances in understanding volca-
nic systems, InTechOpen, pp. 1-89.
Hoernle, K., Y. S. zHang y D. graHaM (1995): «Seis-
mic and geochemical evidence for large-scale mantle
upwelling beneath the eastern Atlantic and western
and central Europe», Nature, 374, pp. 34-39.
leiva, J. J., y n. Moreno (2015): «Tecnologías de geo-
localización y realidad aumentada en contextos educa-
tivos: experiencias y herramientas didácticas», Revista
Didáctica, Innovación y Multimedia, 31, pp. 1-18.
lóPez-ruiz, J., J. M. cebriÁ, M. doblaS, r. oyarzun,
M. HoyoS y c. Martín (1993): «Cenozoic intra-pla-
te volcanism related to extensional tectonics at Cala-
GEOTURISMO CON REALIDAD AUMENTADA EN LA ZONA VOLCÁNICA DEL CAMPO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL, ESPAÑA) 97
trava, central Iberia», Journal of the Geology Society,
150, pp. 915-922.
lóPez-ruiz, J., J. M. cebriÁ y M. doblaS (2002):
«Cenozoic volcanism I: the Iberian península», en
W. Gibbons y M. T. Moreno (eds.): The Geology of
Spain, Geological Society, Londres, pp. 417-438.
Marino, J. l., M. a. Poblete, S. beato y d. Herrera
(2021a): «Geotourism Itineraries and Augmented Re-
ality in the Geomorphosites of the Arribes del Duero
Natural Park (Zamora Sector, Spain)», Geoheritage,
13, <https://doi.org/10.1007/s12371-021-00539-x>.
— (2021b): «Itinerario geográco con realidad aumen-
tada a través del paisaje natural en los Arribes del
Duero zamoranos (Castilla y León, España)», Ería,
2021-1, año xli, pp. 5-28.
Martí, J., y l. PlanaguMà (eds.) (2017): La Garro-
txa Volcanic Field of Northeast Spain: Case Study
of Sustainable Volcanic Landscape Management,
Springer, 136 pp., <http://dx.doi.org/10.1007/978-3-
319-42080-6>.
Mazo, A. V. (1993): «Piedrabuena y las Higueruelas:
Aportación a la cronoestratigrafía del Villafranquien-
se del Campo de Calatrava (Ciudad Real)», Revista
Española de Paleontología, 8, pp. 133-139.
Moffet, b., y J. Moody (2008): «5 U.S. agencies sign
agreement to embrace geotourism, expanding con-
servation efforts», <https://www.doi.gov/sites/doi.
gov/files/archive/news/archive/08_News_Relea-
ses/080708.html>.
néMetH, K., t. caSadevall, M. r. Moufti y J. Martí
(2017): «Volcanic geoheritage», Geoheritage, 9, pp.
251-254.
Panizza, M., y S. Piacente (2008): «Geomorphosites
and geotourism», Revista Geográca Acadêmica,
vol. 2, núm. 1, pp. 5-9.
Pérez-uMaña, d., a. queSada-roMÁn, J. c. de JeSúS
roJaS, J. J. zaMorano-orozco, J. dóniz-PÁez y
r. becerra-raMírez (2019): «Comparative Analy-
sis of Geomorphosites in Volcanoes of Costa Rica,
Mexico, and Spain», Geoheritage, 11, pp. 545-559.
PlanaguMà, l., y J. Martí (2018): «Geotourism at
the Natural Park of La Garrotxa volcanic zone (Ca-
talonia, Spain): impact, viability, and sustainability»,
Geosciences, 8, 295, <https://doi.org/10.3390/geos-
ciences8080295>.
— (2020): «Identication, cataloguing and preservation
of outcrops of geological interest in monogenetic
volcanism elds: the case of La Garrotxa Volcanic
Zone Natural Park», Geoheritage, 12, <https://doi.
org/10.1007/s12371-020-00508-w>.
Poblete, M. A. (1991a): «Los volcanes del Campo de
Calatrava», en J. A. González y A. Vázquez (eds.):
Guía de los Espacios Naturales de Castilla-La Man-
cha, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha,
Toledo, pp. 499-517.
— (1991b): «Morfología de los cráteres explosivos plio-
cenos del Campo de Calatrava (Ciudad Real)», Ería,
26, pp.179-198.
— (1992): «Las últimas manifestaciones asociadas al
vulcanismo del Campo de Calatrava (Ciudad Real):
los manantiales termales», Vasconia. Cuadernos de
Sección. Historia-Geografía, 20, pp. 187-201.
— (1993): «Morfología y secuencia eruptiva del cráter
explosivo de La Posadilla (Campo de Calatrava, Ciu-
dad Real)», Ería, 30, pp. 51-59.
— (1994): El relieve volcánico del Campo de Calatrava
(Ciudad Real), Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha y Departamento de Geografía de la Universi-
dad de Oviedo, Gijón, 467 pp.
— (1997): «Evolución y características morfológicas
del sector central del Campo de Calatrava (Ciudad
Real)», en J. L. García y E. González (coords.): Ele-
mentos del medio natural en la provincia de Ciudad
Real, Ediciones de la Universidad de Castilla-La
Mancha, Cuenca, pp. 131-159.
— (2002): «Geomorfología volcánica y evolución erup-
tiva del bajo valle del Ojailén (Alto Jándula, Sierra
Morena Oriental)», en A. Pérez-González, J. Vegas y
M. J. Machado (eds.): Aportaciones a la Geomorfo-
logía de España en el inicio del tercer milenio, Publi-
caciones del Instituto Geológico y Minero de España,
Serie: Geología, núm. 1, Madrid, pp. 449-454.
— (2003): «The role of hydrothermal activitity in the ori-
gin of the ferruginous crusts in Calatrava (Guadiana
basin of Spain): a approach to the paleoclimatic con-
ditions», en M.ª B. Ruiz Zapata, M. Dorado, A. Val-
deolmillos, M.ª J. Gil, T. Bardají, I. Bustamante e I.
Martínez (eds.): Quaternary climatic changes and en-
vironmental crises in the Mediterranean Region, Uni-
versidad de Alcalá de Henares, Ministerio de Ciencia y
Tecnología e INQUA, Alcalá de Henares, pp. 161-167.
— (2016): «Geomorfología y cronología de la actividad
eruptiva pleistocena en la Región Volcánica Central
de España (Ciudad Real), en M.ª E. Arozena y C. Ro-
mero (coords.): Temas y lugares: homenaje a Eduar-
do Martínez de Pisón, Servicio de Publicaciones de la
Universidad de La Laguna, La Laguna, pp. 299-326.
— J. ruiz, S. beato, J. l. Marino y c. garcía (2014):
«Recorrido didáctico por los LIGs del Campo de Cala-
trava como recurso para la valorización y divulgación
98 ERÍA
de su patrimonio geovolcánico», en J. M. Mata-Perelló
(ed.): El Patrimonio geológico y minero como motor
del desarrollo local, SEDPGYM, Manresa, pp. 131-150.
Poblete, M. a., y S. beato (2016): «El descubrimiento
cientíco de la Región Volcánica Central de España
(1775-1932)», Ería, 99-100, pp. 41-69.
Poblete, M. a., S. beato y J. l. Marino (2016a):
«Land forms in the Campo de Calatrava Volcanic
Field», Journal of Maps, vol. 12, pp. 271-279, <http://
dx.doi.org/10.1080/17445647.2016.1195302>.
Poblete, M. a., S. beato, J. l. Marino y J. ruiz
(2016b): «Geocronología de la actividad hidromagmá-
tica del maar de Cuelgaperros (Campo de Calatrava,
Ciudad Real): nuevas aportaciones», en J. J. Durán, M.
Montes, A. Robador y A. Salazar (eds.): Compren-
diendo el relieve: del pasado al futuro, Madrid, Insti-
tuto Geológico y Minero, Madrid, pp. 423-430.
Poblete, M. a., S. beato y J. l. Marino (2018a): La
exploración cientíca de la Región Volcánica Central
de España (Ciudad Real), 1775-1932, Gijón, Univer-
sidad de Oviedo, 72 pp.
— (2018b): «A proposal for a classication of types of
hydrovolcanoes based on geomorphic criteria», Abs-
tracts Volume of 7th International Maar Conference,
Olot, pp. 64-65.
Poblete, M. a., J. Martí, S. beato y J. l. Marino
(2019a): «Geomorphological evolution and chronolo-
gy of the eruptive activity of the Columba and Cuevas
volcanoes (Campo de Calatrava Volcanic Field, Ciudad
Real, Central Spain)», Geomophology, 336, pp. 52-64,
<https://doi.org/10.1016/j.geomorph.2019.03.026>.
— (2019b): «The Deterioration of Geoheritage in the
Central Spanish Volcanic Region by Open-Pit Mi-
ning», Geoheritage, 11 (4), pp. 1903-1917, <https://
doi.org/10.1007/s12371-019-00405-x>.
Poblete, M. a., S. beato y J. l. Marino (2021): «Geo-
morphology of the Campo de Calatrava Volcanic
Field», en r. M. Reale (ed.): Recent Developments in
Geomorphology, Nueva York, Nova Science Publis-
hers, pp. 1-34.
Portero garcía, J. M. (2016): «TM138 Volcanismo
neógeno de Poblete», en Inventario Español de Lu-
gares de Interés Geológico (ielig), igMe, disponible
en <https://info.igme.es/ielig/>.
reolid, M., M. SÁncHez-góMez, i. abad, M. e. gó-
Mez-SÁncHez y J. de Mora (2013): «Natural monu-
ment of the volcano Cancarix, Spain: a case of lam-
proite phreatomagmatic volcanism», Geoheritage, 5,
pp. 35-45.
rincón-calero, P. J. (1999): Análisis de la deformación
incidente durante el periodo neotectónico en el ante-
país bético (España central): implicaciones morfoes-
tructurales y origen del vulcanismo reciente del Cam-
po de Calatrava (contrastación con otros entornos
ígneos), Universidad Complutense de Madrid, Madrid.
roiz, i. (1979): La estructura y la sedimentación hercíni-
ca en especial del precámbrico superior en la región
de Ciudad Real-Puertollano, Universidad Complu-
tense de Madrid, Madrid, 279 pp.
SÁncHez, A. (1995): «El trabajo de campo y las excur-
siones», en A. Moreno y M. J. Marrón (eds.): Enseñar
Geografía. De la teoría a la práctica, Síntesis, Ma-
drid, pp. 160-184.
Sarrionandia, f., M. carracedo-SÁncHez, J. erran-
donea-Martin, l. eguiluz y J. i. gil ibargucHi
(2019): «Morfología, petrografía y geoquímica del
spatter densamente soldado (lava-like) del volcán
Cerro Gordo (Campo Volcánico de Calatrava, Ciudad
Real)», Geogaceta, 66, pp. 83-86.
Sentre, M. a., J. l. granJa, r. vegaS y S. Sainz-
Maza (2014): «Análisis de anomalías gravimétricas
y modelación cortical 2D de la región volcánica del
Campo de Calatrava (Ciudad Real, España)», Geoga-
ceta, 56, pp. 43-46.
StoPPa, f., g. roSatelli, M. ScHiazza y a. tranqui-
lli (2012): Hydrovolcanic vs magmatic processes in
forming maars and associated pyroclasts: the Calatra-
va-Spain-case history, en F. Stoppa (ed.): Updates in
volcanology -a comprehensive approach to volcanolo-
gical problems, Tech-Open Access Publisher, pp. 3-26.
vegaS, r., y P. J. rincón-calero (1995): «Campos de
esfuerzos, deformación alpina y volcanismo neóge-
no-cuaternario asociado en el antepaís bético de la
provincia de Ciudad Real (España central)», Geoga-
ceta, 19, pp. 31-34.
viraMonte, J., y J. incer-barquero (2008): «Masa-
ya the «mouth of hell», Nicaragua: volcanological
interpretation of the myths, legends and anecdotes»,
Journal of Volcanology and Geothermal Research,
176 (3), pp. 419-426.
wilSon, M., y H. downeS (1991): «Tertiary-quaternary
extension-related alkaline magmatism in western and
central Europe», Journal of Petrology, 32, pp. 811-
849, <https://doi.org/10.1093/petrology/32.4.811>.
Recibido: 1 de julio de 2021
Aceptado: 16 de diciembre de 2021