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miradas
latinoamericanas
AMÉRICA LATINA Y LA HISTORIA GLOBAL:
REPENSAR EL MUNDO
coordinación
por
.
siglo
veintiuno
editores
siglo xxi editores, méxico
cerro del agua 248, romero de terreros, 04310, ciudad de méxico
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siglo xxi editores, argentina
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primera edición, 2022
© siglo xxi editores, s. a de c. v.
isbn 978-607-03-1205-2
derechos reservados conforme a la ley.
prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio.
ÍNDICE
REPENSAR EL MUNDO Y LA HISTORIA GLOBAL
DESDE AMÉRICA LATINA
por
I. UNA COLONIALIDAD GLOBAL
MOVIMIENTOS EN DISPUTA: LOS NOVOHISPANOS
ANTE LA FORMACIÓN DE LAS CONEXIONES GLOBALES
por
PANAMÁ Y LA REAL HACIENDA AMERICANA:
GLOBALIZANDO LA ECONOMÍA EN EL SIGLO XVII
por .
II. PROBLEMAS GLOBALES EN EL CAMBIO DE SIGLO XIXXX
EL COMERCIO ATLÁNTICO DE ESCLAVOS
COMO FENÓMENO GLOBAL
por
CENTROAMÉRICA EN LA HISTORIA GLOBAL
por
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
DESDE AMÉRICA LATINA
por
HISTORIA GLOBAL, TURISMO Y CENTROAMÉRICA:
ESPACIOS CULTURALES DE VIAJE
por a
MECANISMOS DE ADAPTACIÓN E INSERCIÓN
A LA DINÁMICA GLOBAL A PRINCIPIOS
DEL SIGLO XX: UNA MIRADA PERIFÉRICA
por
472
III. LATINOAMÉRICA EN LA GUERRA FRÍA:
INTERCONEXIONES GLOBALES
LOS TRABAJADORES ARGENTINOS EN EL MUNDO?
LA PARTICIPACIÓN SINDICAL EN LA ORGANIZACIÓN
INTERNACIONAL DEL TRABAJO, TRAMAS GLOBALES
Y REPRESENTATIVIDAD LOCAL
por
VENEZUELA Y EL MODELO CEPALINO
EN EL CONTEXTO LATINOAMERICANO
Y GLOBAL
por
PLANES MODERNIZADORES GLOBALES
EN EL ESPACIO ANDINO DEL NORTE GRANDE
CHILENO: EL PARADIGMA DEL DESARROLLO
EN EL DECENIO DE 1960
por ,
LA CAMPAÑA CONTRA EL FRENTE AMPLIO
DE URUGUAY. IMÁGENES Y ANTICOMUNISMO
EN LA GUERRA FRÍA
por
ECUADOR Y AMÉRICA LATINA EN EL MARCO
DE LA GUERRA FRÍA, 19801984
por
IV. EL MUNDO GLOBALIZADO Y SUS LÍMITES
ARCHIVO DIGITAL EN AMÉRICA LATINA
A ESCALA GLOBAL
por
NEOLIBERALIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
INSTITUCIONAL EN AMÉRICA LATINA
A FINALES DEL SIGLO XX
por
LOS AUTORES
[69]
PANAMÁ Y LA REAL HACIENDA AMERICANA:
GLOBALIZANDO LA ECONOMÍA EN EL SIGLO XVII
.
Panamá se ha encontrado en el pleno centro de la globalización
desde el siglo .1 A partir de la conquista y la colonización de
Castilla del Oro, este espacio articuló a su vez la expansión hispa-
na en Nicaragua y el Perú. El desarrollo de la minería industrial
en esta última zona, así como el crecimiento de la economía en
todo el ámbito Pacíco, convirtió a Panamá en el punto de con-
tacto entre el Mar del Norte y el Mar del Sur. Una feria comercial
fue creada rápidamente en nombre de Dios, misma que a nales
del siglo sería trasladada a Portobelo. Los comerciantes ma-
yoristas de Sevilla acudían a negociar en la feria, con sus pares que
transitaban por el Pacíco desde Perú. El tránsito por el Atlántico
era posible gracias a la Carrera de Indias, un sistema de otas ma-
rítimas reguladas por el imperio español desde la península. A su
vez, los peruleros transportaban las mercancías europeas adquiri-
das en Portobelo por medio del istmo y por el Pacíco, con la -
nalidad de negociarlas en las partes del interior andino.2
1 En este capítulo se entiende la primera globalización como la mundiali-
zación del mercado ocurrido fundamentalmente a comienzos del siglo , a
partir de la incorporación de los territorios americanos a los imperios español y
portugués. Para un análisis de la posición de Panamá en este proceso: Bethany
Aram, “¿Entre dos mares? Reexiones a partir de la Historia Atlántica y ha-
cia tres conceptos de la Historia Global”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, núm.
5, 2019, pp. 1-28. También Bartolomé Yun Casalilla, “Globalizaciones versus
imperios. Una perspectiva mundial sobre el nexo panameño en el siglo ,”
Nuevo Mundo Mundos Nuevos, núm. 5, 2019, pp. 1-23.
2 Carlos Álvarez Nogal, “Mercados o redes de mercaderes: el funcionamien-
to de la feria de Portobelo”, en Nikolaus Böttcher et. al. (coords.), Redes y nego-
70 .
En suma, abordar Panamá es hablar del proceso mismo de la
globalización. Sin embargo, la historiografía, hasta fecha recien-
te, se había centrado en los elementos que conectaron la zona al
mercado mundial.3 La aparición del istmo en las historias globa-
les se limitaba a señalar su importancia en la articulación del
mercado mundial, y dejaba de lado los efectos que el trasiego de
mercaderías, personas e información durante la era moderna
temprana fueron generando en la zona.4
A partir del siglo , cada una de las naciones que surgieron
del colapso del imperio español en América, desarrolló sus pro-
pios problemas de investigación y puso en valor diferentes as-
pectos de la estructura gubernamental y scal heredada. Pero
estas tradiciones cientícas han dialogado poco, y nuestra com-
prensión de las dinámicas estructurales del imperio español en
América se ha fragmentado por el desarrollo de las historiogra-
fías, que se han decantado por hacer análisis centrados mayor-
mente en el espacio nacional, y en el siglo de las Reformas
Borbónicas.5
Afortunadamente, en los últimos años, los investigadores han
puesto más atención en el desarrollo de las sociedades y las eco-
nomías latinoamericanas a escala local. El caso panameño no
cios globales en el mundo ibérico, siglos -, Madrid, Vervuert Iberoameri-
cana/El Colegio de México, 2011, pp. 53-86.
3 Pierre Chaunu, Sevilha e a América. Nos séculos e , São Paulo, Di-
fusão Editorial, 1977, pp. 155-169; Christopher Ward, Imperial Panama. Com-
merce and Conflict in Isthmian America, 1550-1800, Albuquerque, University of
New México Press, 1993.
4 Para una síntesis contemporánea de las corrientes historiográcas en Pa-
namá: Jorge Díaz Ceballos, Las comunidades urbanas de la Monarquía Hispáni-
ca y la construcción de los espacios políticos de Castilla del Oro, 1508-1573”, tesis
doctoral para la obtención del título de doctor, Universidad Pablo de Olavide,
2017, pp. 5-28
5 Para el caso panameño, véase la explicación del proceso en Ricaurte Soler,
Formas ideológicas de la nación panameña, Panamá, Ediciones de la Revista
Tareas, 1963.
71
escapa a esta tendencia.6 Precisamente, este capítulo presentará
una reconstrucción íntegra, en clave de red, de las conexiones
que estructuraron el sistema scal en América a principios del
siglo . A partir del mismo, se identicará el lugar ocupado
por Panamá en la red. El ejercicio, realizado con datos prove-
nientes de los archivos en España y América Latina, mostrará la
complejidad espacial del sistema, así como su capacidad para
proporcionar la estructura que permitió trasiego de moneda y
barras de plata, personal administrativo e información desde los
puntos más remotos del continente, vinculándose con los espa-
cios más conectados con el sistema-mundo, y proporcionando
elementos para la incorporación de espacios de mercado locales.
La globalización de la economía, acontecida en los siglos y
, se ha explicado fundamentalmente como una empresa pri-
vada en la cual las redes de mercaderes fueron responsables de
entretejer los mercados en el nivel planetario.8 Sin embargo, po-
6 Se debe mencionar de manera particular las contribuciones que ha rea-
lizado al conocimiento de la sociedad panameña en los siglos y , el
proyecto ARTEmpire coordinado por B. Aram, <https://www.upo.es/investi-
gacion/artempire/>. Las propuestas del proyecto fueron desarrolladas en Be-
thany, Aram,“Una arteria del imperio entre occidente y oriente. Propuestas
para canalizar la investigación interdisciplinar”, Canto Rodado: Revista especia-
lizada en patrimonio, núm.10, 2015, pp. 149-161.
7 La idea de la trama la he tomado prestada de Giorgio Riello, Cotton. e
fabric that Made the Modern World, Cambridge, Cambridge University Press,
2013.
8 Francesca Trivellato, e Familiarity of Strangers. e Sephadric Diaspora,
Livorno and Cross-Cultural Trade in the Early Modern Period, New Haven, Yale
University Press, 2009. También: Daviken Studnicki Gizbert, A nation upon
the Ocean Sea: Portugal’s Atlantic Diaspora and the Crisis of the Spanish Empire,
1492-1640. Nueva York, Oxford University Press, 2007. Finalmente: Tijl Van-
72 .
cas veces se ha analizado que estos entrepreneurs del mundo mo-
derno temprano, tejieron redes globales que se encontraban, a su
vez, sustentadas por estructuras provenientes de los nacientes
estados, en especial de los primeros imperios de escala global: el
español, el portugués y el holandés.
En el caso hispanoamericano, la estructura proporcionada
por la real hacienda permitió que el continente americano se
convirtiese en el epicentro mismo de la mundialización. El desa-
rrollo de la scalidad en el nuevo mundo, en tanto estructura
administrativa, promovió la vinculación de una miríada de mer-
cados locales que, de otra manera, habría sido imposible integrar
dentro del mercado mundial. Las tesorerías de la real hacienda
en Hispanoamérica, llamadas cajas reales, recaudaban los im-
puestos a escala provincial, lo que permitía a los contribuyentes
pagar sus impuestos convenientemente.9 Estas ocinas tenían
como objetivo el liquidar el costo de los servicios públicos que
estaban situados dentro de la provincia. Los recursos podrían
haberse originado únicamente de los impuestos recaudados lo-
calmente, si la tesorería hubiera recaudado lo suciente para pa-
garlos. Sin embargo, a menudo ocurría que la provincia no podía
cubrir por completo los gastos requeridos por el sco. El décit
ocasionado a las nanzas locales era cubierto con recursos pro-
venientes de otras provincias del imperio.
Precisamente, una de las principales directivas que guió a la
real hacienda fue movilizar los recursos scales para cubrir el
décit en aquellas zonas que no tenían sucientes recursos loca-
les y podrían incurrir en falta. Esta situación fue particularmente
aguda en provincias que tenían sistemas defensivos instalados
neste, Global Trade and Commercial Networks, Londres, Pickering & Chatto,
2011.
9 Se debe recordar que uno de los principios de la tributación operaciona-
lizados por Smith en el siglo , era precisamente la de la conveniencia en el
pago de los impuestos: “. Cada impuesto debe ser recolectado en la manera
que sea más conveniente para el contribuyente”. Adam Smith, e Wealth of
Nations, Middlesex, University of Chicago Press, 1977, p. 1104.
73
dentro de sus límites. Cumpliendo esta función, la real hacienda
se convirtió en el vector que conectaba al imperio Hispano,
transriendo los recursos scales necesarios para implementar
las políticas de la corona en todo el espacio ocupado por el impe-
rio. Las numerosas instituciones del nuevo mundo se habrían
dispersado y desconectado sin el marco proporcionado por el
sistema scal. Esto permitió la nanciación de las costosas de-
fensas en el Caribe, Chile y Filipinas, así como las transferencias
hacia Castilla, que contribuyeron al desarrollo de las políticas de
la monarquía en el teatro europeo.
Este diseño no constituyó una mera propuesta teórica. El
mapa 1 presenta una reconstrucción de la estructura de la real
hacienda en Hispanoamérica hacia 1614.10 Antes de analizar el
mapa, conviene advertir que la base de datos carece de datos para
la mayor parte de Nueva Granada, Santo Domingo, Venezuela,
Puerto Rico y Centroamérica. Nueva España muestra únicamen-
te las transferencias scales entre las tesorerías y no reeja las
transferencias y pagos realizados a escala provincial.
A pesar de estas carencias, los datos son sucientes para ob-
servar con claridad los patrones generales de la estructura scal
que se desarrolló en Hispanoamérica a nes del siglo y prin-
cipios del . Cabe señalar también que, al menos hasta el de-
cenio de 1660, el virreinato de Perú fue la principal fuente de
recursos scales de la corona. Para 1614, la producción de meta-
les preciosos en el distrito de La Plata estaba en buena forma y
10 Los datos para Perú fueron reconstruidos a partir de: Biblioteca del Pa-
lacio Real de Madrid [], [Manuscritos], 1287. Para Nueva España: Her-
bert Klein y John Jay TePaske, Los ingresos y egresos de la Real Hacienda de
la Nueva España, México, Secretaría de Hacienda y Crédito Público/Instituto
Nacional de Antropología e Historia, 1986. Panamá, Archivo General de Indias
(), Contaduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada,
1474. Los datos de Cuba, , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales de la Isla
de Cuba, 1105. Para Filipinas, , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales de
las Islas Filipinas, 1209, N. 3. Para los casos en que no se conservaron los datos
de 1614, se utilizó la cuenta más cercana existente. Notablemente, para Panamá
esta corresponde al año 1609.
74 .
permitió el ujo de lingotes hacia las Cajas Reales como pago de
los quintos reales. Además, los ingresos del tributo se estaban
recuperando lentamente en todo el continente. Los impuestos al
comercio comenzaron a ganar fuerza desde los últimos decenios
del y se convirtieron en una fuente importante dentro de las
categorías scales de la Real Hacienda Hispanoamericana.11
En el mapa 1, los marcadores representan las diversas institu-
ciones que formaban parte del sistema scal, ya sea porque
transferían recursos o los recibían, y se encuentran categorizados
por sector. El conjunto de datos muestra un total de 621 institu-
ciones que estaban ubicadas en 320 lugares diferentes en Améri-
ca, Europa y Asia. Las líneas representan transferencias de dine-
ro y lingotes, ya sea desde las Cajas Reales o hacia ellas. Las
conexiones se han dibujado como una línea geodésica entre los
dos puntos que operaron la transferencia.12 Cabe destacar que,
para mejorar la legibilidad de las líneas en el mapa, se han modi-
cado las rutas marítimas de larga distancia para seguir grosso
modo el camino que normalmente utilizaban las otas.
Se puede señalar también que a la información presentada
dentro del mapa, no se han incorporado datos sobre los caminos
entre las poblaciones de Hispanoamérica. La intrincada topogra-
fía del continente implicaba la existencia de sistemas de transpor-
te muy complejos que difícilmente se pueden representar como
una simple línea recta. Los datos de este capítulo no intentan, de
ninguna manera, resolver el problema de la extensión absoluta de
la red. En cambio, la utilización de líneas geodésicas permite pre-
sentar una buena idea de la estructura de las relaciones entre las
instituciones del imperio, y su distribución en el espacio.
11 Para una reconstrucción de los ingresos de la Real Hacienda en América
durante el siglo : Sergio Tonatiuh Serrano Hernández, Building an Empire
in the New World. Taxes and Fiscal Policy in Hispanic America during the Seven-
teenth Century, tesis para obtener el grado de doctor en historia económica por
la Universidad Carlos III, Madrid, 2020, pp. 70-137.
12 Una línea geodésica es el camino más corto posible entre dos vértices.
75
. , ..
El ancho de los vectores reeja el monto transferido, que se ha
categorizado en cinco grupos para simplicar su representación.
Los datos contienen 699 relaciones entre los nodos. Sólo 506 ins-
tituciones se encontraban ubicadas en diferentes lugares, y el res-
to de las relaciones fueron entre instituciones localizadas dentro
de la misma población. En total, las transferencias ascienden a
21 350 000 pesos de a ocho. Si los ingresos de la Real Hacienda en
Hispanoamérica se pueden estimar en 5 460 000 pesos para 1614,
esto signicaría que la institución transrió, en promedio, tres
76 .
veces sus ingresos totales. Los números muestran que los ingre-
sos a menudo se gastaban fuera de las provincias que los recolec-
taban y que la gestión de estas transferencias era un elemento
central en el funcionamiento de la scalidad en el nuevo mundo.
. ..
Para proporcionar una mejor valoración de la estructura de la
red desarrollada por la Real Hacienda de Indias, la gura 1 mues-
tra los datos organizados como un gráco de red en el que los
nodos han sido ordenados espacialmente según sus conexiones
77
dentro de ésta.13 El tamaño de cada nodo es proporcional al nú-
mero total de enlaces entre ellos. Para mejorar la lectura de la
ilustración, el texto que identica a cada una de las guras se ha
limitado a aquellos pertenecientes a la Real Hacienda, y su tama-
ño también reeja la centralidad del nodo. La leyenda en la parte
inferior de la gura estipula la forma utilizada para representar el
sector a que pertenecía y el total de ocurrencias dentro de la red.
También debe tenerse en cuenta que este es un gráco dirigido,
pero las echas que indican la dirección de las relaciones se han
eliminado para mejorar la legibilidad del grafo.
La primera característica interesante de la red de la Real Ha-
cienda es que sólo había dos componentes. El componente prin-
cipal incluía 618 nodos y el otro estaba compuesto por únicamen-
te tres. Esto signica que casi ninguna parte del sistema scal
permaneció desconectada. Considerando que los datos de las
Cajas Reales en Nueva Granada no se encuentran en la base de
datos y podrían resolver el aislamiento en el que se encuentra la
Caja Real en Cartagena y su componente dentro de la gura 1. La
incorporación de esos datos también podría mostrar que los vi-
rreinatos del Perú y Nueva España tenían muchos vínculos en
todo el Caribe. Esta sería una contribución importante, ya que la
historiografía ha descrito el sistema scal en Hispanoamérica
como extremadamente fragmentado.14 Los datos aquí presenta-
13 Esta representación de las instituciones de la corona ha sido modelada
por medio del soware de análisis de redes sociales gephi. El acomodo espacial
de los nodos utiliza el modelo ForceAtlas2, basado en el algoritmo Barnes-Hut,
que distribuye los nodos en el lienzo de acuerdo con sus relaciones. Mathieu
Bastian et. al., “ForceAtlas2, a Continuous Graph Layout Algorithm for Handy
Network Visualization Designed for the Gephi Soware”, Plos One , núm. 6,
2014, pp. 1-12.
14 “En las Indias la recaudación de impuestos estaba descentralizada y juris-
diccionalmente fragmentada debido al gran número de unidades scales (las
denominadas Cajas Reales de Tesorería americanas) y por la variedad de con-
tribuyentes que se vieron diferenciados según su condición, su origen étnico,
por si eran corporaciones o individuos, si residían en medio urbano o rural y,
por supuesto, por la localización geográca misma”, Regina Grafe y Alejandra
78 .
dos retratan un sistema que permaneció conectado casi en cual-
quiera de sus partes. Más bien, los nodos de la Real Hacienda eran
los que proporcionaban los puentes que unían los dos ejes del
imperio español –Perú y Nueva España–, así como las camarillas
formadas por el sistema scal dentro de los polos del imperio.
La segunda característica que se puede destacar es que el ca-
mino más grande dentro del tesoro real en Hispanoamérica tenía
un diámetro de ocho nodos. Esto signicaba que si la corona
hubiera querido transferir recursos entre dos extremos de su sis-
tema de nanzas públicas, para llegar a la otra orilla, el dinero y
los lingotes tendrían que atravesar siete instituciones ubicadas en
diferentes puntos del mundo. Por ejemplo, si la corona hubiera
querido transferir a Castilla el tributo pagado por la población
indígena residente en el repartimiento de Socancho y Manogas-
ta,15 estos recursos se habrían recolectado en la 1] Caja Real de
Buenos Aires, luego enviados consecutivamente a la tesorería en
2] Santiago del Estero (Tucumán); 3] Potosí; 4] Arica; 5] Lima;
6] Panamá; nalmente 7] Sevilla. Solo siete saltos para recorrer
unos 16 000 kilómetros –40% de la circunferencia mundial.
Los datos muestran que los 21 350 000 millones de pesos que
movilizó el sistema scal en 1614, se trasladaron a lo largo de
253 069 km.16 Para proporcionar una evaluación aproximada
Irigoin, “Nuevos enfoques sobre la economía política española en sus colonias
americanas durante el siglo ”, en Fernando Ramos Palencia y Bartolomé
Yun Casalilla (eds.), Economía política desde Estambul a Potosí. Ciudades es-
tado, imperios y mercados en el Mediterráneo y en el Atlántico ibérico, c. 1200-
1800, Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2012, p. 165.
15 Este repartimiento se encontraba localizado en la gobernación de Tucu-
mán, en el extremo sureste del continente americano, y en una de las fronteras
más retiradas del imperio hispánico durante el siglo .
16 Para medir la distancia total de los enlaces, se han eliminado las observa-
ciones que se reportan como ubicadas en el mismo punto geográco. Esto deja
506 observaciones en el conjunto de datos. Se generó una proyección geodésica
diferente a la utilizada en el mapa 1, de modo que las modicaciones hechas a
mano operadas en ese conjunto de datos para mejorar la legibilidad no sesguen
el resultado presentado aquí.
79
de lo que esto signica, supongamos que todas las transferencias
se realizaron en monedas de plata de 8 reales.17 Esto implica que,
sólo para ese año, el sistema scal en Hispanoamérica transportó
físicamente 585 860 kg, o 281.66 s,18 hasta seis veces comple-
tas alrededor del Ecuador terrestre. Estas transferencias funcio-
naban con sólo fuerza animal en tierra y transporte marítimo
basado en energía eólica.
La tercera característica de la red es que, en promedio, las
transferencias no recorrieron distancias enormes. La longitud pro-
medio de los caminos dentro de la Real Hacienda Hispanoameri-
cana fue de 3.42 km. Así, siempre en promedio, los recursos se
movieron dos veces y media después de que ingresaron al poder
de la real hacienda a escala provincial. Por tanto, es seguro armar
que los recursos scales que ingresaron al erario real terminaron
consumiéndose fuera de la provincia que los había generado.
La cuarta característica es que la red creada por el tesoro real
no era particularmente densa. El grado medio de los nodos es de
apenas 1.12. Esto signica que un nodo normal dentro de la red
se encuentra conectado solo a otro. Aunque había muchas insti-
tuciones en el sistema, las conexiones entre ellas no eran muy fre-
cuentes. De las 385 641 conexiones posibles dentro de la matriz,
sólo 699 se materializaron, 0.18% de las conexiones posibles.
Esta última observación apunta a la quinta característica de
la red desarrollada por este sistema scal. Hubo un alto grado de
concentración dentro de unos pocos nodos asociados a la Real
Hacienda. No sólo los nodos que representan a las cajas reales
presentan los valores de centralidad más altos, sino que también
17 Una moneda de 8 reales tenía un peso de 27.47 gramos. María Teresa
Muñoz Serrulla, La moneda castellana en los reinos de Indias durante la Edad
Moderna, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2015, p. 40.
18 El es una unidad de medida de capacidad de 20 pies cúbicos pre-
sente en el transporte marítimo. El término proviene del acrónimo en inglés
Twenty-foot Equivalent Unit. Son los contenedores secos de mercancías, que
se pueden encontrar en cualquier puerto, línea férrea y autopista del mundo
contemporáneo.
80 .
se cruzan con los bordes que representan las transferencias más
grandes. Además, las transferencias entre cajas también llevaron
los lingotes y el dinero más lejos espacialmente. La real hacien-
da fue el eje articulador del imperio en América, pues se convir-
tió en la estructura administrativa que centralizó los recursos
necesarios para el funcionamiento del gobierno y los sistemas
defensivos.
El papel esencial de Panamá como la válvula que regulaba los
contactos entre los océanos Atlántico y Pacíco se advierte ya en
el en el mapa 1. Sin embargo, su importancia queda de manies-
to más claramente en la ilustración 1. Ahí, para facilitar su loca-
lización, se ha agregado un rectángulo que enmarca los nodos de
la Caja Real de Panamá y el clúster conformado a su alrededor.
Las guras que representan a estas instituciones, ubicadas ma-
yormente dentro del distrito de la Real Audiencia de Panamá,
ocupan precisamente el centro de la red conformada por el siste-
ma scal.
Una manera de comprobar si la Caja Real de Panamá se en-
contraba realmente en el centro de la organización scal del im-
perio hispánico en América, es evaluar los datos obtenidos al
aplicar una prueba de centralidad por cercanía sobre la red cons-
truida por la real hacienda.19 En la tabla 1 se muestran los resul-
19 La centralidad por cercanía se expresa con un coeciente que va de 0 a 1.
Los valores expresan la distancia relativa de cada uno de los nodos respecto a los
otros componentes de la red. Un nodo con un coeciente igual a 1 se encontrará
a una distancia de 1 de todos los otros vértices de la red. “La centralidad por
cercanía de un vértice se calcula a partir de la distancia total entre el vértice y
todos los otros vértices. Mientras más larga sea la distancia, menores resultarán
los coecientes de centralidad por cercanía. Mientras más cercano sea un vértice
a todos los otros vértices, será más fácil que la información uya hacia él y, por
81
tados del ejercicio realizado.20 Para simplicar los datos se pre-
sentan únicamente los diez valores más altos obtenidos dentro
de la red. También se ha agregado la información del grado no-
dal y la centralidad por intermediación. La comparación entre
estas métricas muestra de manera muy clara que la importancia
de estos nodos no se encuentra determinada únicamente por la
cantidad de relaciones. La posición dentro de la red, en este caso,
es una métrica que describe mejor el papel jugado por estos ac-
tores institucionales.
.
..
institución centralidad por
cercanía grado nodal intermediación
(real hacienda)
Caja Real de Lima 0.3723 111 0.8178
Caja Real de Panamá 0.3141 32 0.4899
Caja Real de Arica 0.3073 7 0.2794
Caja Real de Arequipa 0.2934 29 0.0513
Armada Real de la Mar del Sur 0.2923 3 -
Caja Real de Cuzco 0.2894 61 0.0513
Caja Real de Quito 0.2845 32 0.0513
Repartimiento de Andahuaylas 0.2810 4 -
Caja Real de Trujillo 0.2804 31 0.0513
: elaboración propia a partir de: bprm, [Manuscritos], 1287. , Conta-
duría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada, 1474. , Contadu-
ría, Papeles de las Cajas Reales de la Isla de Cuba, 1105. , Contaduría, Papeles
de las Cajas Reales de las Islas Filipinas, 1209, N. 3. Klein & TePaske (1986).
tanto, mayor será su centralidad”. Vladimir Batagelj et al., Exploratory network
analysis with Pajek, Nueva York, Cambridge University Press, 2005, p. 146.
20 Para realizar este ejercicio se han simetrizado las relaciones entre los
nodos, y la prueba se ha aplicado únicamente sobre el componente principal
(n=618). Es decir, los nodos conectados a Cartagena (n=3) se han eliminado
de la muestra. Para comprobar si los resultados eran robustos, se ha repetido
la prueba eliminando todos los nodos y relaciones que no pertenecían a la real
hacienda (n=41). Se han obtenido resultados semejantes en ambos casos.
82 .
Teniendo en cuenta la estructura observada en la gura 1, re-
sulta poco sorprendente que la Caja Real de Lima sea el nodo
con mayor centralidad por cercanía en toda la red. La cantidad
de relaciones, y su posición respecto a las otras instituciones del
imperio, dejan poca duda de su importancia capital en el sistema
scal americano durante la época analizada. Aunque aquí no hay
sorpresa, los resultados para la segunda y tercera posiciones son
interesantes. Las Cajas Reales de Panamá y Arica presentan coe-
cientes de centralidad por cercanía muy similares: 0.3141 y
0.3070, respectivamente. Estos resultados muestran que la espina
dorsal del sistema scal, que dio sentido y estructura al primer
imperio global para el temprano siglo , se encontraba en el
océano Pacíco y se extendía por el eje Arica-Lima-Panamá.
La tesorería ubicada en el puerto de Arica, unos 1 000 Km al
sureste de Lima, se encargaba de gestionar las transferencias de
excedentes scales desde los centros mineros en la Audiencia de
La Plata, y de gestionar el traslado del azogue producido en Huan-
cavelica, enviado desde el puerto de Chincha. Por su parte, la Caja
Real de Panamá, 2 700 km al norte de la capital virreinal, era la
encargada de recibir los envíos de plata y monedas remitidos des-
de el virreinato de Perú para el rey en Castilla. Estas remisiones
quedaban bajo jurisdicción de los Jueces Ociales Reales en Pa-
namá, esperando el traslado a Portobelo, donde habían de ser en-
tregadas al general de la Flota de Indias. Aunque era común que
los galeones hicieran escala en La Habana antes de retornar a Se-
villa, la plata del Perú permanecía en poder del tesorero de la o-
ta y no se depositaba en la caja real del puerto antillano, incluso si
la ota permanecía anclada ahí durante el invierno.
Todo parecería indicar que, dentro de este arreglo, el papel
del istmo se reducía a gestionar las transferencias de excedentes
scales entre Perú y Castilla. Sin embargo, analizando el compo-
nente scal de la tesorería panameña, se puede plantear que esta
primera impresión no hace justicia a la compleja realidad del dis-
trito. Este espacio no era un mero lugar de paso en el que transi-
taban sin desviarse del istmo las recuas de mulas entre los dos
océanos. Los ingresos y egresos sostenidos por la Caja Real de
83
Panamá muestran que la corona poseía rentas generadas local-
mente y, ante todo, una miríada de gastos derivados de la necesi-
dad de proveer gobierno y seguridad a una región tan importan-
te para el funcionamiento del sistema scal.
.
función ramo valor*
Venido de fuera
Caja Real de Lima 1 764 221.11
Existencias
106 565.32
Ingresos
Alcabalas reales 43 458.41
Ocios vendibles y renunciables 14 980.97
Almojarifazgo 13 853.69
Penas de cámara 10 202.37
Bulas de santa cruzada 2 813.13
Naipes 1 480.88
Quinto de perlas 1 400.31
Tributo 582.00
Remates 384.37
Avería 140.00
Novenos reales 0.88
Subtotal 89 297.01
Total 1 960 083.43
* Todos los valores se han convertido a pesos de a ocho reales de 272 maravedíes.
: , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada,
1474, f. 542 frente-727 vuelta.
El cuadro 2 presenta el cargo total para 1609. En suma, esta
tesorería gestionó 1.96 millones de pesos de a ocho en un año, es
decir casi la mitad del total de los impuestos recaudados en Amé-
rica circulaba por esta tesorería. El Consejo de Indias considera-
ba que, dada la cantidad de recursos que quedaban en poder del
84 .
tesorero, del contador y del factor en Panamá, éstos debían pre-
sentar una anza de 27 560 pesos cada uno. Dentro de la Real
Hacienda Americana, esta obligación sólo era menor a los 41 340
pesos que se exigían a los administradores del sco en Lima, Po-
tosí y México.21 La anza era equivalente a la exigida a los ocia-
les reales de Veracruz e incluso superior a los 20 670 pesos exigi-
dos a los administradores del importante real minero de
Zacatecas. Queda fuera de toda duda que los órganos de scali-
zación del imperio consideraban esta tesorería como una de las
más importantes en el nuevo mundo.
La enorme cantidad de recursos administrada en Panamá es-
taba determinada por las transferencias de excedentes scales del
virreinato del Perú: 1 760 000 de pesos en barras de plata arriba-
ron el 28 de abril del año 1609 a la Isla Perico. Este lugar se locali-
za frente a la antigua ciudad de Panamá, y era el lugar donde co-
múnmente fondeaban los barcos de la Real Armada de la Mar del
Sur. Las remisiones provenían en su totalidad de la Caja Real de
Lima, aunque estaba compuesta por los excedentes de todas las
tesorerías peruanas.22
Al momento del arribo de la ota, en la Caja Real de Panamá
se encontraban depositados hasta 106 565.32 pesos, procedentes
de algunos sobrantes de las remisiones desde el Callao, e impues-
tos que habían sido recolectados en el periodo scal anterior.23
21 Para un listado íntegro de las anzas exigidas por el Consejo de Indias en las
Cajas Reales de América: , Gobierno, Indiferente General, 748, 12/06/1603.
22 La remisión declara que 960 000 pesos eran de los quintos de plata produ-
cida en Potosí, 220 000 pesos eran enviados por los quintos de plata de Oruro.
Para el resto de las remisiones se identica el origen como Lima, aunque se
incluían partidas recibidas en Lima que provenían de otras tesorerías provin-
ciales del interior andino, etiquetadas para su remisión a Castilla. , Con-
taduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada, 1474, f. 542
frente-571 vuelta.
23 Ibid., f. 613 frente-633 vuelta. En esta relación jurada de los Ociales Rea-
les, se detallan las existencias que pasaron de la cuenta anterior. Se debe pun-
tualizar que en la caja había algunas escrituras de obligación, consignadas por
el tesorero y el contador, pero la relación jurada no conservó los montos. Estos
85
Uno de los grandes problemas del sistema scal en Hispanoamé-
rica eran las enormes cantidades de recursos que terminaban
siendo stock en alguna de las 53 tesorerías del sistema scal acti-
vas a principios del siglo . Recursos que debían uir para
cubrir gastos en zonas del imperio con décit, terminaban sien-
do paralizados por los administradores de Cajas Reales como
Panamá, pues éstos aducían la necesidad de sufragar gastos so-
brevenidos, evitando préstamos o caer en falta, en especial en
áreas que gestionaban costosos sistemas defensivos. Por supues-
to, estas reservas promovían el uso discrecional de los recursos
scales en el entorno local.24
El total de los ingresos locales en la tesorería de Panamá,
89 297.01 pesos, la coloca en el noveno puesto dentro del sistema
scal americano, si se tienen en cuenta sólo los recursos scales
generados de manera local. Esta caja muestra una escala en los
ingresos semejante a otras tesorerías del imperio de primera lí-
nea como La Habana, Veracruz y Guadalajara.25 Las alcabalas
reales y el almojarifazgo, impuestos a la circulación mercantil,
constituían la principal fuente de ingresos de la caja real. Esto no
vales, en su mayoría, constituían deudas por cobrar en la caja real y el valor de
algunas rentas administradas por Panamá se encontraba dotada.
24 Este problema se encontraba potenciado por la incapacidad de la técnica
contable disponible en la época para dar cuenta de los ujos de efectivo median-
te del sistema scal. El sistema de cargo y data utilizado en la real hacienda para
auditar los recursos era adecuado para proporcionar fotografías estáticas de los
recursos utilizados en América, pero era inadecuado para presentar una imagen
clara de los ujos ocurridos en el interior del sistema. Los cambios contables
acontecidos a partir de la segunda mitad del siglo tenían como nalidad,
entre otras cosas, el proporcionar a los órganos de control scal información
clara de los ujos y los stocks acontecidos en la real hacienda. Véase: Xavier Chi-
rinos,“La evolución de las nanzas reales administradas en Lima, 1790-1820”,
Ponencia para el Sexto Congreso Latinoamericano de Historia Económica , 9,
Santiago de Chile, ///, 2019, núm, pp. 1-18.
25 Los ingresos totales de Guadalajara en 1614 ascendieron a 89 083 pesos.
Los de Veracruz, 118 914. La Habana recolectó 71 031.06 pesos. Klein y TePas-
ke, Los ingresos…, , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales de la Isla de
Cuba, 1105.
86 .
resulta muy sorprendente, dado que por el istmo atravesaba uno
de los circuitos mercantiles más importantes del mundo moder-
no temprano. Los impuestos eran completados por las transfe-
rencias scales de la iglesia (bulas de santa cruzada y noveno
real), monopolios reales (naipes), así como algunos ingresos ex-
traordinarios derivados de la provisión de justicia (penas de cá-
mara) y de la venta de ocios. Los impuestos a la minería y el
tributo, que constituían la base de los impuestos en los virreina-
tos de Nueva España y Perú apenas guran en la lista.
Los gastos ocurridos en la Caja Real de Panamá se detallan en
el cuadro 3. En total, para el periodo analizado, los gastos locales
ascendieron a 180 491.88 pesos. Si se tiene en cuenta que los im-
puestos recaudados localmente ascendieron a 89 297.01 pesos,
entonces se puede determinar que la caja producía un décit de
91 194.87 pesos. Para funcionar, el distrito de la Audiencia Real
de Panamá requería recursos que incluso doblaban aquellos ge-
nerados localmente. Los recursos necesarios para sufragar el dé-
cit eran tomados directamente de los lingotes de plata remiti-
dos desde Perú.
La Caja Real de Panamá era el último punto en el continente
en que se gestionaban los excedentes scales dentro del continen-
te. El papel jugado por el presidente de la real audiencia era capi-
tal en la gestión de los ingentes recursos ingresados en la tesorería
de Panamá. En su papel de capitán general de la provincia de Tie-
rra Firme y el Darién, el presidente tenía la potestad de movilizar
una parte de estos recursos para gestionar la defensa de este pun-
to tan importante para el imperio, sin la necesidad de obtener
aprobación previa del virrey en Lima, o del Consejo en Madrid.
El carácter de los gastos realizados por la tesorería en Panamá
no deja lugar a muchas dudas, 82 017.49 pesos, 45.45% del total,
fueron canalizados a los sistemas de defensa. Los gastos militares
constituyeron la categoría scal más importante, muy por enci-
ma de los pagos realizados a las instituciones gubernamentales
(29 877.61 pesos), las obras públicas (23 815.46 pesos), los reem-
bolsos (22 566.45 pesos) y los gastos administrativos (22 214.86
pesos).
87
.
función ramo valor*
Gastos
Salarios militares 63 482.07
Reembolsos 22 566.45
Salarios de justicia 21 989.76
Fletes de barras de plata 12 841.72
Bastimentos de militares 6 914.17
Salarios ordinarios 6 527.78
Salarios de eclesiásticos 6 162.90
Pensiones 5 928.31
Fábrica de Naos 5 826.00
Fábrica de casas reales 5 662.00
Fábrica de iglesia 5 400.55
Fábrica de artillería 3 932.88
Fletes de azogues 2 589.86
Hospitales 2 528.28
Correos 2 282.67
Gastos de estrados de justicia 2 225.86
Fletes de militares 1 585.25
Limosna de vino y aceite 1 266.38
Fábrica de fuerzas 277.13
Medicinas 246.38
Papelería 169.25
Costas generales de repartimientos 86.25
Subtotal 180 491.88
Transferencias scales
1 779 591.56
Total 1 960 083.43
* Todos los valores se han convertido a pesos de a ocho reales de 272 maravedíes.
: , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada,
1474, f. 732 frente-1270 vuelta.
Entre los gastos militares, el ramo más importante eran los
salarios. 63 482.04 pesos, 35.17% del total de los gastos, se desti-
naron al pago de los sueldos de los militares que defendían los
88 .
fuertes en el distrito de la Audiencia de Panamá.26 La real hacien-
da también gastó 6 914.17 pesos en maíz, arroz, frijoles, pescado
seco, manteca de cerdo y carne salada para alimentar a los solda-
dos.27 Los equipos necesarios para el funcionamiento de la Ar-
mada Real del Mar del Sur, como clavos y aparejos de hierro,
comprados a los comerciantes en la feria de Portobelo, consu-
mieron otros 5 826 pesos. Además, los ociales reales gastaron
3 932.88 pesos acondicionando la artillería de las fortalezas con
cureñas para los cañones y manufacturando sucientes balas de
cobre.28 Otros 1 585.25 pesos pagaron las tarifas de transporte del
equipo militar enviado entre Portobelo, Panamá y las demás for-
talezas del distrito. Finalmente, la Real Hacienda gastó 277.13
pesos para reparar el techo del castillo de Santiago del Príncipe.
Parece que el año 1609 no fue precisamente crucial para la cons-
26 Las nóminas de Panamá incluyen a los soldados que servían en los fuer-
tes, así como los salarios pagados a los esclavos que prestaban servicios en los
fuertes. Por ejemplo: “2,504 pesos de a nueve, tres reales, que se dieron e paga-
ron a los ociales y soldados del castillo San Felipe de la ciudad de Portobelo
por su socorro ordinario desde 29 de agosto de este año de 1609 hasta n de
diciembre de la razón de tres reales cada día, ya los negros a real y medio”. ,
Contaduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Granada, 1474,
f. 1091 frente. Lamentablemente, las fuentes no especican si la corona era la
dueña de los esclavos que trabajaban en el castillo de San Felipe y por qué te-
nían derecho a recibir la mitad del salario de un soldado.
27 Por ejemplo: “Páguense a Diego Serrano 42 pesos 1 real de a nueve, que
los hubo de haber por 15 arrobas de carne de vaca salada en tasajos a seis reales
cada arroba y una fanega de frijoles en siete pesos con los costales, y dos botijas
Peruleras de manteca a nueve pesos y cuatro libras de cera labrada a dos pata-
cones, que del tomó y recibió el factor Juan de Ibarra para remitir a la Boca del
Río de Chagres para el sustento de la gente de guerra de ella. Como parece por
su recibo que a los dichos precios monta lo dicho, y los 12 pesos restantes que
pagaron al dueño de la recua, por su transporte”. Ibid., f. 893 frente.
28 “Páguense 547 pesos a Juan Muñoz y [a] Pedro Cano, carpinteros [...] de
resto de 567 pesos que monto la hechura de siete cureñas con sus ruedas y ejes
a 80 pesos corrientes cada una, y un eje más en siete pesos, que todo monto
lo dicho [...] para el Castillo de Santiago. [Las cureñas van] en blanco, para
echar el herraje. Pagado, por certicación del castellano Pedro Meléndez”. Ibid.,
f. 1226 frente.
89
trucción de las fortalezas en el distrito, aunque se sabe que los
gastos para la construcción y remodelación de los fuertes eran
sufragados por la caja real.29
El mapa 2 presenta un acercamiento a la estructura scal del
distrito de la audiencia de Panamá. De la misma manera que en
el mapa 1, los punteros representan las instituciones del imperio
hispánico, mientras que las líneas son las transferencias de recur-
sos entre ellas. Sin duda, la característica que más sobresale en
este mapa es el nudo existente en el istmo. La circulación de va-
lores en el eje Panamá-Portobelo, así como la necesidad de ase-
gurar el espacio, generaba este fenómeno.
.
.
Empero, la imagen también muestra que la scalidad local iba
mucho más allá del cruce entre los océanos, y de las necesidades
29 Por ejemplo, las cuentas sobre la plataforma que el ingeniero militar Juan
Baptista Antonelli diseñó para forticar la Isla del Perico: , Gobierno, Au-
diencia de Panamá, 87.
90 .
militares de la corona de Castilla. Una miríada de instituciones
eclesiásticas ubicadas en Panamá y Portobelo recibieron limosnas
por parte de la real hacienda para sufragar los gastos del vino y el
aceite, así como los salarios de algunos sacerdotes. Además, los
gastos incluyeron 1 379 pesos que se dieron para ayudar a la cons-
trucción del convento de la compañía de Jesús en Panamá.30
El mapa señala que los contactos hacia el suroeste del istmo,
en el área que comprendía el ducado de Veragua, eran importan-
tes dentro de la estructura de la real hacienda panameña. Más
allá del principal circuito mercantil en el istmo, el ayuntamiento
de Los Santos había encabezado las alcabalas de su distrito en
645 pesos, mismos que pagó en la Caja Real de Panamá el 5 de
agosto de 1609.31 Además, la corona pagaba los salarios de los
curas párrocos que asistían en los pueblos de San Pedro y San
Paulo Chiriquí, San Pedro de Montijo y Santiago de Guabala.32
La caja real también sufragaba el salario del alcalde mayor de
Natá y Los Santos.33
La mayoría de los análisis que intentan responder preguntas so-
bre el sistema tributario durante la era moderna temprana en
América Latina construyen sus hipótesis de acuerdo con los es-
pacios políticos contemporáneos. Como ya se ha visto, al menos
en lo que se reere a los siglos y , el sistema scal del
imperio español se encontraba profundamente interconectado.
Esto ha dejado un gran número de corrientes historiográcas,
30 , Contaduría, Papeles de las Cajas Reales del Nuevo Reino de Grana-
da, 1474, f. 798 vuelta.
31 Ibid., f. 650 vuelta.
32 Ibid., f. 763 frente.
33 Ibid., f. 752 frente.
91
una para cada nación, que apenas dialogan entre ellas. La histo-
ria de la tributación en el nuevo mundo se encuentra compuesta
por piezas del mismo rompecabezas que se encuentran disper-
sas. Como señaló Bartolomé Yun hace unos años, la historia de
la tributación ha estado históricamente ligada a la perspectiva
del estado-nación y el caso hispanoamericano presenta un ejem-
plo prístino de esta vinculación.34
Uno de los hechos que puede asombrar a cualquiera que
quiera revisar la literatura latinoamericana y española sobre his-
toria de los impuestos es el mutuo desconocimiento de los pro-
blemas y enfoques entre uno y otro. A medida que el siglo
vio los movimientos de independencia en América, la indepen-
dencia política signicó que cada uno de los estados-nación he-
redó el sistema tributario anterior como parte de su hacienda
pública. La construcción de identidades nacionales y el camino
34 “El estudio de la scalidad en el antiguo régimen ha estado muy inuido
por la perspectiva del estado-nación. Todos, o casi todos nosotros, hasta ahora
hemos analizado las formas de movilización de recursos proyectando hacia el
pasado nuestros respectivos marcos nacionales”. Bartolomé Yun Casalilla,“El
imperio español, entre la monarquía compuesta y el colonialismo mercantil.
Metodologías, contextos institucionales y perspectivas para el estudio de la s-
calidad y la movilización de recursos,” en María del Pilar Martínez López-Cano
et. al. (coords.), La fiscalidad novohispana en el Imperio Español. Conceptualiza-
ciones, proyectos y contradicciones, México, Instituto de Investigaciones Dr. José
María Luis Mora, 2019, p. 29. Esto también se puede decir de la mayor parte
de la literatura que ha analizado el problema de la scalidad en Europa. Por
ejemplo, ver el tratamiento de este tema por parte de Dincecco, “Los gobiernos
soberanos en la Europa del antiguo régimen generalmente se enfrentaron a
dos problemas políticos clave: la fragmentación scal y el absolutismo. Aunque
los gobernantes ejercían una autoridad débil sobre los impuestos, tenían un
fuerte control sobre el gasto. Bajo este equilibrio, los gobernantes generalmente
estaban hambrientos de ingresos y a menudo gastaban los fondos disponibles
en aventuras militares en el extranjero en lugar de servicios públicos como ca-
rreteras que beneciarían más a la sociedad. Para mejorar los resultados s-
cales, los estados comenzaron a ganar fuerza mediante la implementación de
sistemas tributarios uniformes en el nivel nacional”. Mark, Dincecco, Political
transformations and Public Finances. Europe 1650-1913, Nueva York, Cambrid-
ge University Press, 2011, p. 4.
92 .
seguido por cada uno de los estados de reciente creación, generó
interpretaciones divergentes del sistema scal que se instauró
durante siglo . Los debates sobre este tema fueron especial-
mente virulentos por la forma en que los partidos políticos que
se esforzaban por gobernar e imponer su programa entendían la
tributación: la historia latinoamericana del siglo está plagada
de conictos y guerras entre liberales y conservadores. Desde en-
tonces, al menos en Latinoamérica, los impuestos y la política se
han entrelazado tanto que es difícil evaluar claramente los lími-
tes intermedios.
No es de extrañar entonces que este tema haya sido analizado
como un problema especícamente nacional, y que la historio-
grafía sea muy heterogénea: cada nación en América Latina creó
su propia interpretación sobre los impuestos e instituciones co-
loniales y esto afectó la forma en que se conguraron las institu-
ciones scales en los países emergentes y cómo las nuevas insti-
tuciones scales –las haciendas públicas nacionales– intentaron
lidiar con su herencia. Para agregar aún más confusión al tema,
la antigua metrópolis del imperio siguió su propio camino y creó
una interpretación propia del sistema tributario del ancien régi-
me. En España, desde la proclamación de las Cortes en Cádiz en
1810, pero con mayor intensidad tras la pérdida de la mayoría de
las posesiones en el nuevo mundo, se produjo un rico debate so-
bre el carácter del sistema tributario que había estado casi sin
reformas desde el siglo . La reforma del sistema nanciero y
scal emprendido por Mon-Santillán en 1845, consideró la expe-
riencia proporcionada por los sistemas anteriores y los juzgó con
dureza. Los caminos siguieron divergiendo durante el siglo
tras la pérdida de las últimas posesiones americanas durante la
guerra de 1898.
Sin embargo, en el presente capítulo se ha mostrado la mane-
ra en que la estructura de la scalidad en América favoreció el
desarrollo de un sistema que interconectó el nuevo mundo con
Asia y Europa. Las historias nacionales son simplemente incapa-
ces de reconstruir el sistema scal a esta escala. Además, la pri-
mera globalización de la economía, acontecida en la era moder-
93
na temprana, no se puede entender sin la Real Hacienda
Hispanoamericana. Este constructo institucional hacía pequeño
un mundo que, durante la época analizada, era inmenso.35 Preci-
samente, la reconstrucción de la trama del imperio español ha
mostrado que en el centro de ese proceso se encontraba Panamá.
El ejercicio señala la importancia del istmo en el surgimiento del
mundo moderno, un hecho poco apreciado hasta hace algunos
años por la historia global.
Álvarez Nogal, Carlos, 2011, “Mercados o redes de mercaderes: el fun-
cionamiento de la feria de Portobelo”, en Nikolaus Böttcher et al.
(coords.), Redes y negocios globales en el mundo ibérico, siglos -
, Madrid, Vervuert Iberoamericana/El Colegio de México, pp.
53-86.
35 La idea de la red como herramienta para dominar las aparentemente in-
superables distancias del mundo durante la primera globalización que tuvo lu-
gar en la era moderna temprana pertenece a Antonio García de León, “Es decir,
que tomando una red con un diámetro grande y añadiendo un muy pequeño
número de vínculos al azar, el diámetro –denido como la distancia máxima
entre dos posibles puntos de la red– tiende a disminuir drásticamente. Está
claro que, si las conexiones no se hacen al azar, se puede llegar a construir redes
de diámetro mínimo. Y mientras menor es el diámetro (o lo que es lo mismo; el
camino que tienen que recorrer mercancías, dinero, información e inuencias)
mayor es la eciencia de la red. En pocas palabras, para que un miembro de la
red en Filipinas pueda contactar con uno en Ámsterdam, hay muy pocos pasos,
una gran longitud de caminos particularmente cortos, en donde el diámetro
efectivo de la red es mucho menor que las distancias geográcas y temporales
que cubre. De hecho, esta es una forma particular de la mundialización del
, la clave del proceso de modernización de ese siglo, a cargo de grupos
pequeños que se encargan de hacer pequeño el mundo [...]” Antonio Armando
García de León Griego, Tierra adentro, mar en fuera. El puerto de Veracruz y su
litoral a Sotavento, 1519-1821, México, , 2011, pp. 529-530.
94 .
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