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UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO
ESCOLA DE ARTES, CIÊNCIAS E HUMANIDADES
PROGRAMA DE PÓS-GRADUAÇÃO EM ESTUDOS CULTURAIS
IVÁN DAVID SANABRIA GONZÁLEZ
História oral das lutas pela paz dos ex-combatentes das FARC-EP: percursos
antropológicos de suas narrativas de vulneração, direitos humanos e resistência
São Paulo,
2021
IVÁN DAVID SANABRIA GONZÁLEZ
História oral das lutas pela paz dos ex-combatentes das FARC-EP: percursos
antropológicos de suas narrativas de vulneração, direitos humanos e resistência
Versão corrigida
Dissertação apresentada à Escola de Artes,
Ciências e Humanidades da Universidade de
São Paulo para obtenção do título de Mestre
em Filosofia pelo Programa de Pós-graduação
em Estudos Culturais.
Área de Concentração:
Cultura, Política e Identidades
Orientadora:
Profa. Dra. Vivian Grace Fernández-Dávila Urquidi
São Paulo,
2021
Autorizo a reprodução e divulgação total ou parcial deste trabalho, por qualquer meio convencional ou
eletrônico, para fins de estudo e pesquisa, desde que citada a fonte.
Ficha catalográfica elaborada pela Biblioteca da Escola de Artes, Ciências e Humanidades,
com os dados inseridos pelo(a) autor(a)
Brenda Fontes Malheiros de Castro CRB 8-7012; Sandra Tokarevicz CRB 8-4936
Sanabria González, Iván David
História oral das lutas pela paz dos ex-
combatentes das FARC-EP: percursos antropológicos de
suas narrativas de vulneração, direitos humanos e
resistência / Iván David Sanabria González;
orientadora, Vivian Grace Fernandez Davila
Urquidi. -- São Paulo, 2021.
194 p: il.
Dissertacao (Mestrado em Filosofia) - Programa
de Pós-Graduação em Estudos Culturais, Escola de
Artes, Ciências e Humanidades, Universidade de São
Paulo, 2021.
Versão corrigida
1. Direitos humanos - Colômbia. 2. Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del
Pueblo (FARC-EP). 3. Ex-combatentes de base . 4.
Acordo final de paz. 5. História oral. 6. Aspectos
antropológicos. I. Urquidi, Vivian Grace Fernandez
Davila, orient. II. Título.
Nome: SANABRIA GONZÁLEZ, Iván David
Título: História oral das lutas pela paz dos ex-combatentes das FARC-EP: percursos
antropológicos de suas narrativas de vulneração, direitos humanos e resistência
Dissertação apresentada à Escola de Artes,
Ciências e Humanidades da Universidade de
São Paulo para obtenção do título de Mestre
em Filosofia pelo Programa de Pós-graduação
em Estudos Culturais.
Área de Concentração:
Cultura, Política e Identidades
Aprovado em: 06/12/2021
Banca Examinadora
Prof. Dr. Pietro de Jesús Lora Alarcón
Instituição: DDP/PUC
Julgamento: ____________________________________________
Profa. Dra. Valéria Barbosa de Magalhães
Instituição: EACH-USP
Julgamento: ____________________________________________
Prof. Dr. Jairo Estrada Álvarez
Instituição: Depto. de Ciencia Política/Universidad Nacional de Colombia
Julgamento: ____________________________________________
Dedicado à memória do
Juan González Peña,
que me ensinou do amor companheiro,
do sentir as vidas dxs outrxs em mim
do sorriso clandestino
do caminhar calmo na escuta.
Sempre obrigado, meu amor.
À memória das e dos ex-combatentes das antigas FARC-EP assassinados, que
empenharam sua palavra e foram traídos.
Por nuestros muertos, ni un minuto de silencio, toda una vida de combate.
AGRADECIMENTOS
(o intento de declaración de amistad)
No sé en qué momento pueden coincidir episodios de dolor y que deben
vivirse/experimentarse de forma aislada. Lo cierto es que este es ese momento, quizá para
algunxs más devastador que para otrxs, pero, sin sombra de duda, un momento del que nadie
ha estado exento de alguna forma de tristeza. En un cuarto improvisado de alquiler para
estudiantes en São Paulo, atolondrado, acaté el asilamiento y también su pena. Cuando el
momento sucumbió –habíamos perdido con mi familia a uno de nuestros gorriones, a nuestro
compañero– regresé a mi ciudad y acumulando más aislamiento, me anclé de huesos a algo
que había escuchado sobre la amistad: ésta, a diferencia del amor, no se declara. La amistad y
lo que supone renuncian a la transparencia de ciertas palabras, a la visibilidad de sus hilos
viscerales ¿para qué evidenciarlos? Como si hacerlo fuera casi como su puesta en duda,
arriesgarnos a su pérdida.
Pues es este puñado a muchas manos de cariño y agradecimiento, en el fondo, un
sincero gesto de romper esta regla, o al menos de advertir que este breve manifiesto por la
amistad lo encontré irresolvible, impostergable, mucho más que el mareo de los plazos de
depósito de esta disertación. Sin los hilos viscerales de la amistad este momento de dolor y su
asilamiento serían quizá más fríos, menos redimibles. Una proclama celebratoria de la y por
la vida de esos hilos de la amistad, que son viento y firmamento, y que son, por qué no, una
declaración de amor: “Que el ser amado sea la tierra de nuestras raíces destrozadas”, dice en
uno de sus escolios Nicolás Gómez Dávila. Dejó aquí todo mi agradecimiento, sus palabras y
raíces de correspondencia.
Debo decir que esta antitravesia no solo me deja una experiencia en la a veces
desemocionalizada academia. Por eso, me llama la atención ver escritos, sobre todo
académicos, donde hay agradecimientos despoblados, o a menudo, de infinita poquedad o
palabras desgarbadas, cuando lo que viene, obstinandamente, son a simple vista “otras
palabras”. Traigo y pueblo este trabajo con los nombres de las personas y proyectos que
avivaron, abonaron y cuidaron de nuestras relaciones y por las y los que permanece “la
música en la garganta del ruiseñor aunque no esté cantando”, recordando a Dulce María
Loynaz.
Mi amor y agradecimiento a mi familia, que con compasión y mucho trabajo
superamos el momento más difícil por el que hemos pasado. En especial a mis aventureras y
tenaces tías, a mi madre y a Yali Nataly González.
A las y los amigos excombatientes y a la comunidad de lideres y lideresas, obstinados
por la vida y sus laberintos incontrolables y dichosos: Viviana Barrios, Humberto Díaz, Kelly
Herrera, Freddy Idrobo, Viviana Perales, Solanyi García, Henry Millán, Vicente Marroquín,
Jesús Castañeda, Albeiro Espinosa, Cesar Vergara, Paola López, Heidy Parra, Walter Tapiero
y Alexa Rochi.
Mi especial gratitud a la compañía y generosidad de estos corazones imborrables: a mi
madre, Eva Julis, por su trabajosa inspiración y ternura incesante; a Carolina Castillo Soto,
por las pequeñas eternidades, por no dejar que el cielo se quebrara, ni cayera azul sobre
nosotrxs (¿cómo no amarte?); a Andrés Díaz Sanabria, por su espíritu delicado, siempre
dispuesto a amar; a Lucila Reyes, por su vida inminente y diferente, repleta de bondad; a Juan
Sebastián Bernal, por la fiel memoria; a Corina Demarchi, por las calles de la sensación, por
los mates, la militancia, el forró; a Andrea Ávila, por desbravar cuidadosamente los caminos
y el necesario hastío; a Anamaría Vargas Turriago, por las suaves palabras que cruzan
puentes de tarde; a María Pape, por el desarraigo que convoca amores honestos; a la Familia
Oliveira-Salamanca, por la más bella y acogedora brasileridad antifascista; a Andrea Moure,
por sus consejos.
A mi orientadora y camarada Vivian Urquidi, por su militante cuidado y fineza
emocional e intelectual. A lxs profesorxs Pietro Lora Alarcón, Salvador Schavelzon, Valéria
Magalhães y Jairo Estrada, gracias por el ejemplo y por hacer porosa la universidad de
urgente vida popular.
Dice el poema “Exilio” de Yolanda Pantin: Ustedes / perdieron un país / dentro de
ustedes. Mi agradecimiento a lxs amigxs migrantes latinoamericanxs, que me enseñaron que
aún no hemos perdido ningún país; a: Jenny Fonseca, Sabrina Márquez, Juan Manuel Vidal,
Oliva Forat, Yira Lazala, Ayelen Medail, Lida Tascón, Gineth Gómez, Diana Gómez, Liza
Sánez, Alanis Bello, Alirio Gómez, Lennon Matos, Paloma Moreira, Raquel Araujo, Mariana
Ferraz, Anaís González, Ana León, Carolina Rivadeneyra, Vinícius Fernandes y Daniel
Ayala.
A Sombralarga, Revista de literatura colombiana, proyecto vivo y porfiado,
vagabundo y nocturnal, que sigue atrayendo mi irreunciabilidad a ustedes, mis amigxs y
complices, gracias: Camilo Rico, Marcela Pardo, Camilo Hortúa, Jennifer Vélez y Elisa
Estévez.
Al apoyo y desinteresado retorno del presente y memoria de lxs siempre amigxs:
Helmuth Granta, Erick Chávez, Óscar Erazo, Óscar Osorio, Natalia Molina, Fabian Camelo,
Jenny Rodríguez, Alan Vargas, Michelle Páez, Pámela Sánchez, Paloma Garzón, Edisson
Coba, Catalina Arciniegas y Óscar Gómez.
Agradecido por las enseñanzas de las luchas en el Colectivo Roda a Palavra paz,
soñador y necesario, y del Sarau da Cooperifa, receptáculo del fuego y la vida de la palabra
poética.
A Onalme – Observatorio Nacional de Procesos de Memoria, en cabeza de la
profesora Neyla Pardo Abril.
Al Bandejão das Químicas, lugar cálido y cotidiano, que anida sobrevivencias y
amistades. Obrigadão parceirxs do amplo sorriso.
A la Universidad pública, gratuita y de calidad.
(La presente investigación fue realizada con la financiación de la Coordenação de
Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, Brasil –CAPES–)
Octubre de 2021,
Vereda Peña Negra, Municipio de Tena (Cundinamarca), Colombia.
“El verso más cálido, el abrazo
la lumbre más alta, el silencio”
Agenda de notas de Juan González Peña
“Pienso: “Qué te vaya bien en tu primer día de muerte, amor mío”. Ahora siento que me
vuelven las fuerzas.”
Angelitos empantanados o historias para jovencitos (1970)
Andrés Caicedo
“El más tierno abrazo
abrigaba un desamparo, y aprendimos
que en todo abandono
habrá un retorno.
Estaba hecha de olvido
la hebra de seda que borda los recuerdos
y el hilván oblicuo de la muerte
anuda las almas a la vida.
El vértigo del blanco engendra el punto negro.
Entre el sí y el no, crecimos amarrados al árbol
que alimenta con sus frutos. Y olvidamos en la aurora
el demonio de cada mediodía.”
“Dualismo”
La mar en medio (2017)
Alfredo Fressia
RESUMO
SANABRIA GONZÁLEZ, Iván David. Historia oral das lutas pela paz dos ex-
combatentes das FARC-EP: percursos antropológicos de suas narrativas de vulneração,
direitos humanos e resistência. 2021. 194 f. Dissertação (Mestre em Filosofia) – Escola de
Artes, Ciências e Humanidades, Universidade de São Paulo, São Paulo, 2021. Versão
corrigida.
Esta dissertação analisa as narrativas da experiência de vulneração de direitos de ex-
combatentes de base das ex-FARC-EP, residentes na cidade de Bogotá. A vulneração de
direitos foi provocada pelo descumprimento violento do Acordo final, assinado em 2016
entre as FARC-EP e o Estado colombiano, cuja implementação foi marcada pelo
recrudescimento da violência contra lideranças sociais e comunitárias, entre tais violações,
dos ex-combatentes farianos. Nesse contexto, fazemos uma abordagem antropológica do
discurso sobre direitos humanos que ex-combatentes formulam para compreender e
denunciar as transgressões sofridas – discriminações, ameaças e homicídios. Também
analisamos suas narrativas de resistência em resposta à violência que receberam. Pelo método
da história oral descolonizada e comprometida com suas lutas, apresentamos um estudo que
torna visível e aprofunda as narrativas como parte de um processo de interconhecimento com
ex-combatentes homens e mulheres, e por meio de um trabalho de campo em que se
manifestam interesses explícitas e demandas deles, bem como do pesquisador. O conceito de
narrativa é entendido como o campo da construção mútua, que não força familiaridades e
parte do reconhecimento ético das diferenças a partir das buscas distintivas que a relação
convoca. A ponderação de determinadas questões e acontecimentos feitos por ambas as
partes levou à assunção de uma história oral do gênero temático, tomando a entrevista como
técnica, que para transformá-la em texto escrito e de análise, foram desenvolvidos os
processos de transcrição, textualização e transcriação. Esta dissertação contribui para o
diálogo, a denúncia e o posicionamento de vulnerações e lutas que raramente foram
registradas em textos de pesquisa, devido à profunda negação e silenciamento do ex-
combatente colombiano, em relação às experiências de dor e resistência que tornamos
visíveis e analisamos a partir de diferentes fontes teóricas e documentais.
Palavras-chave: História oral. Ex-combatentes de base das FARC-EP. Acordo final de paz.
Violação dos direitos humanos na Colômbia. Aspectos antropológicos.
RESUMEN
SANABRIA GONZÁLEZ, Iván David. Historia oral de las luchas por la paz de los
excombatientes de las FARC-EP: recorridos antropológicos de sus narrativas de
vulneración, derechos humanos y resistencia. 2021. 194 p. Disertación (Magíster en
Filosofía) – Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades, Universidad de São Paulo, São Paulo,
2021. Versión corregida.
La presente disertación analiza las narrativas de la experiencia de vulneración de derechos de
las y los excombatientes de base de las antiguas FARC-EP, residentes en la ciudad de
Bogotá. La vulneración de derechos fue causada por el incumplimiento violento del Acuerdo
final, firmado en 2016 entre las FARC-EP y el estado colombiano, cuya implementación ha
estado marcada por el recrudecimiento de la violencia contra liderazgos sociales y
comunitarios, entre ellos, los de excombatientes farianos. En este contexto, realizamos un
acercamiento antropológico al discurso sobre derechos humanos que las y los excombatientes
formulan para comprender y denunciar las transgresiones sufridas - discriminaciones,
amenazas y asesinatos. También analizamos sus narrativas de resistencia como respuesta a la
violencia recibida. A través del método de historia oral descolonizada y comprometida con
sus luchas, presentamos una investigación que visibiliza y profundiza en las narrativas como
parte de un proceso de interconocimiento con hombres y mujeres excombatientes, y por un
trabajo de campo en el que se explicitan los intereses y demandas de ellas y ellos, así como
del investigador. El concepto de narrativa es entendido como el terreno de mutua
construcción, que no fuerza familiaridades y parte del reconocimiento ético de diferencias a
partir de búsquedas distintivas que el relacionamiento ha convocado. La ponderación de
ciertos asuntos y acontecimientos hecha por ambas partes, condujo a asumir una historia oral
del género temático, tomando como técnica la entrevista, que para transformarla en texto
escrito y análisis se desarrollaron los procesos de transcripción, textualización y
transcreación. Esta disertación contribuye al diálogo, denuncia y posicionamiento de
vulneraciones y luchas que escasamente han sido registrados en textos de investigación, en
razón a la profunda negación y silenciamiento de la y el excombatiente colombiano, a
propósito de experiencias de dolor y resistencia que visibilizamos y analizamos desde
diferentes fuentes teóricas y documentales.
Palabras clave: Historia oral. Excombatientes de base das FARC-EP. Acuerdo final de paz.
Violación a los Derechos Humanos. Resistencias
ABSTRACT
SANABRIA GONZÁLEZ, Iván David. Oral history of the struggles for peace of former
FARC-EP combatants: anthropological trajectories of their narratives of violation,
human rights and resistance. 2021. 194 p. Dissertation (Master of Philosophy) – School of
Arts, Sciences and Humanities, University of São Paulo, São Paulo, 2021. Revised version.
This dissertation analyzes the narratives of the experience of violating the rights of former
base combatants of the ex-FARC-EP, residing in the city of Bogotá. The violation of rights
was provoked by the violent breach of the Final Agreement, signed in 2016 between the
FARC-EP and the Colombian State, whose implementation was marked by the resurgence of
violence against social and community leaders, among such violations, of the former fighters
of the FARC. In this context, we make an anthropological approach to the discourse on
human rights that ex-combatants formulate to understand and denounce the transgressions
suffered – discrimination, threats and homicides. We also analyzed their narratives of
resistance in response to the violence they received. Through the method of decolonized oral
history committed to its struggles, we present a study that makes visible and deepens the
narratives as part of a process of inter-knowledge with former combatants men and women,
and through fieldwork in which interests are manifested. explicit statements and demands of
them, as well as of the researcher. The concept of narrative is understood as the field of
mutual construction, which does not force familiarities and starts from the ethical recognition
of differences based on the distinctive searches that the relationship calls for. The
consideration of certain questions and events made by both parties led to the assumption of
an oral history of the thematic genre, taking the interview as a technique, which in order to
transform it into a written and analysis text, the processes of transcription, textualization and
transcription. This dissertation contributes to the dialogue, denunciation and positioning of
vulnerabilities and struggles that were rarely recorded in research texts, due to the deep denial
and silencing of the former Colombian combatant, in relation to the experiences of pain and
resistance that we made visible and analyzed. from different theoretical and documentary
sources.
Keywords: Oral history. FARC-EP grassroots ex-combatants. Final peace agreement.
Human rights violations. Resistance.
LISTA DE FIGURAS
Figura 1: Relação gráfica dos pocisionamentos teórico-metodológicos da pesquisa. ............. 31
Figura 2: Composição e orientações conceintuais da proposta de história oral ...................... 42
Figura 3: Atividades coletivas com ex-combatentes na jornada de trabalho da ARN............. 51
Figura 4: Camaradagem e celebração da assinatura do Acordo final ...................................... 81
Figura 5: Eterna presencia (2015). ........................................................................................ 108
Figura 6: Passeio pelas estradas da Colômbia da Peregrinação............................................ 158
Figura 7: Chegada da Peregrinação à cidade de Bogotá ........................................................ 161
Figura 8: Frente da granja agroecológica Semilla Campesina ............................................... 167
Figura 9: Vista aérea de um dos três bairros da cooperativa La Fortuna (Mutatá) ................ 169
LISTA DE TABELAS
Tabela 1 Fases narrativas da relação com a população de ex-combatentes ..............................35
Tabela 2: Colaboradores(as) exc-ombatientes entrevistados(as) ..............................................39
Tabela 3 Negociações de paz entre o estado colombiano e as FARC-EP (1982-2016) ...........88
Tabela 4: Mortes de ex-combatentes por organização armada desmobilizada na Colômbia
entre 1990 e 2021 ....................................................................................................................127
LISTA DE ABREVIATURAS E SIGLAS
ACNUDH Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos
ACR Agencia Colombiana para la Reincorporación
Acordo final Acuerdo final para la terminación del conflicto y la
construcción de una paz estable y duradera.
AUC Autodefensa Unida de Colombia
AL Acto legislativo
ARN Agencia para la Reincorporación y la Normalización
DDHH Direitos Humanos
DDR Desarmamento, Desmobilização e Reintegração
CEV Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia
y la No Repetición
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
CINEP/PPP Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la
Paz
CNR Consejo Nacional de la Reincorporación
CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social
CPEC Consejería Presidencial para la Estabilización y la
Consolidación
CPDH Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos en
Colombia
CSIVI Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación de la
Implementación del Acuerdo Final
DIH Direito Internacional Humanitário
ELN Ejército de Liberación Nacional
EPL Ejército Popular de Liberación
ETCR Espacios Territoriales para la Capacitación y la Reincorporación
FALN Fuerzas Armadas de Liberación Nacional
FARC-EP Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del
Pueblo
FARC Fuerza Alternativa y Revolucionaria del Común
FILBO Feria del Libro de Bogotá
FGN Fiscalía General de la Nación
GEPHOM/USP Grupo de Estudo e Pesquisa em Historia Oral e Memoria da
Escola de Artes, Ciências e Humanidades da Universidade de
São Paulo
JEP Jurisdicción Especial para la Paz
JAC Junta de Acción Comunal
LGBTI Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales
MAQL Movimiento Armado Quintín Lame
MIR Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MMV Mecanismo de Monitoreo y Verificación
M-19 Movimiento 19 de Abril
NAR Nuevas Áreas de Reincorporación
NEHO/USP Núcleo de Estudos em História Oral da Universidade de São
Paulo
OACNUDH Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos
OACP Oficina del Alto Comisionado para la Paz
ONU Organización de las Naciones Unidas
PPR Persona en Proceso de Reintegración
PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores
RELAHO Red Latinoamericana de Historia Oral
SIVJRN Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de
No Repetición
THOA Taller de História Oral Andina
UNP Unidad Nacional de Protección
UP Unión Patriótica
ZVTN Zonas Veredales Transitórias de Normalización
SUMÁRIO
1 INTRODUÇÃO ................................................................................................................... 18
2 UM TRABALHO POLITIZADO COM A LINGUAGEM: A HISTÓRIA ORAL
COMO ESTRATÉGIA METODOLÓGICA, NARRATIVA E ANTROPOLÓGICA ... 24
2.1 POSICIONAMENTO METODOLÓGICO: HISTÓRIA ORAL, NARRATIVAS E
INSPIRAÇÃO ANTROPOLÓGICA ...................................................................................... 28
2.2 HISTÓRIA ORAL E MÉTODO: DIÁLOGO, PRODUÇÃO E ANÁLISE DE
NARRATIVAS DE EX-COMBATENTES ............................................................................ 32
2.2.1 Do oral ao escrito: relacionamento interpessoal, entrevistas e procedimentos ............ 34
2.2.2. Etapa de pré-entrevista .................................................................................................. 35
2.2.3 Etapa de entrevista ......................................................................................................... 38
2.2.4 Etapa de pós-entrevista................................................................................................... 41
3 ORIGENS NARRATIVAS E SOCIAIS DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO EX-
COMBATENTE: COMPREENSÃO, PESQUISA E DEFESA DE SUAS LUTAS ........ 45
3.1 INÍCIO DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES:
INSTITUCIONALIDADE ESTATAL E O PROCESSO DE REINTEGRAÇÃO ................. 47
3.2 MOTIVOS DO ESGOTAMENTO DO PROCESSO DE REINTEGRAÇÃO DA
POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES: UM PERCURSO ANTROPOLÓGICO ............. 52
3.2.1 Instrumentalização de suas vidas e experiências ........................................................... 55
3.2.2 Extrativismo narrativo .................................................................................................... 58
3.2.3 Tratamentos homogeneizantes e paternalistas ............................................................... 59
3.3 CONSTRUÇÃO DE UMA RELAÇÃO INTERPESSOAL DELIBERADA COM A
POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES .............................................................................. 61
3.3.1 Primeiros encontros com ex-combatentes que assinaram o Acordo final ...................... 63
3.4 FASES NARRATIVAS DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO DE EX-
COMBATENTES .................................................................................................................... 66
3.4.1 Primeira fase: início do relacionamento e interconhecimento ....................................... 66
3.4.2 Segunda fase: construção de uma agenda de interesses compartilhados. Quebra do
vínculo de trabalho estatal....................................................................................................... 68
3.4.3 Terceira fase: trabalho de campo e história oral ........................................................... 71
4 O ACORDO DE PAZ FINAL COM A EXPERIÊNCIA DO EX-COMBATENTE:
DECISÃO VITAL E CONHECIMENTO HISTÓRICO DO DESCUMPRIMENTO DO
GOVERNO ............................................................................................................................. 73
4.1 “QUANDO ACORDEI TINHA ENCONTRADO OUTRO MUNDO DIFERENTE”: O
ACORDO FINAL COMO RECONHECIMENTO E CRUZA DE ABISMOS ...................... 77
4.1.1 Acordo final: decisão vital, memória coletiva de paz e violência contra ex-combatentes81
4.1.2 Consciência histórica da saída negociada e memória coletiva da violência contra a
população ex-combatente ........................................................................................................ 84
4.1.3 O descumprimento do Acordo final: violência desatada, desconfiança histórica em
relação às classes políticas e arrogância do comando fariano .............................................. 91
5 NARRATIVAS DE VULNERAÇÃO DOS DIREITOS HUMANOS DA
POPULAÇÃO EX-COMBATENTE. PERCURSOS ANTROPOLÓGICOS PELAS
MEMÓRIAS DE DISCRIMINAÇÕES, AMEAÇAS E ASSASSINATOS .................... 104
5.1 SILENCIAMENTO E DISCRIMINAÇÃO DO CORPO DO EX-COMBATENTE
GUERRILHEIRO: ÓDIO E VIOLÊNCIA CONTRA-INSURGENTES HISTÓRICOS ..... 107
5.1.1 Formação histórica da contra-insurgência e disseminação do anticomunismo .......... 111
5.1.2 Estratégia ideológica e comunicativa de desumanização e aniquilação da fala e do
corpo da (ex) população guerrilheira.................................................................................... 113
5.2 NARRATIVAS DE DISCRIMINAÇÃO, AMEAÇAS E ASSASSINATOS DA
POPULAÇÃO EX-COMBATENTE: UMA ABORDAGEM ANTROPOLÓGICA DA
VULNERAÇÃO DOS DIREITOS HUMANOS................................................................... 117
5.2.1 Discriminação estrutural: vulneração do mínimo vital................................................ 121
5.2.3 Denúncia das vulnerações e nosso acompanhamento .................................................. 134
6 NARRATIVAS DA LUTA PELA PAZ DA COMUNIDADE DE EX-
COMBATENTES. PERCURSOS ANTROPOLÓGICOS DE SUA RESISTÊNCIA SEM
AS ARMAS ........................................................................................................................... 140
6.1 REABITAR A CLANDESTINIDADE E APOSTAS DE RENARRATIVIZAÇÃO ..... 145
6.2 AÇÕES MICROPOLÍTICAS DE TRANSFORMAÇÃO SOCIAL E INSURGÊNCIAS
DE RENOVAÇÃO ................................................................................................................ 151
6.3 UNIDADE ORGANIZACIONAL E CONSTRUÇÃO DE AUTONOMIA DE
ORIENTAÇÃO AGRÁRIA .................................................................................................. 157
CONCLUSÃO ...................................................................................................................... 173
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................... 176
APÊNDICE A – AVANÇOS DA PESQUISA ...................................................................... 191
APÊNDICE B – CARTA DE CESSÃO ................................................................................ 193
18
1 INTRODUÇÃO
Morei em São Paulo por quase três anos. A Colômbia às vezes se torna "inabitável"
porque você percebe que há algo em nosso “fogo” chamado violência que é diferente de
outros países. Em conversas entre latino-americanos, em particular, era difícil não ser
monotemático: atos devastadores, um após o outro, em casas, ruas ou montanhas, e como se
não bastasse a angústia, tudo isso se agravou após o desarmamento da mais antiga guerrilha
colombiana do continente americano.
“Duele el país real de la memoria / y nace como un hongo en otro sitio”, diz o poeta
uruguaio Alfredo Fressia referindo-se ao exílio. Não havia distância do país, talvez algumas
poucas ausências. Acompanhei e pesquisei as lutas dos ex-combatentes das ex-FARC-EP e,
posso dizer por suas histórias, que, no dia a dia, não havia indícios de qualquer processo de
paz. Desde o Brasil, presenciei o retorno ao poder da extrema direita com a bandeira de
desfazer o Acordo final de paz. Em poucos meses, uma pequena fração da ex-guerrilha
anunciou, com rifles nas mãos, que foram enganados e não acreditaram no processo e, da
mesma forma, o desfizeram.
Eu estava documentando um novo período de violência em meu país com base em
minhas conversas com ex-combatentes e em investigações acadêmicas e jornalísticas. 2019 –
o ano em que aquele pequeno grupo de ex-guerrilheiros voltou às armas – é registrado como o
mais violento no processo de implementação do que foi negociado em Havana, que por mais
de quatro anos ocorreu entre o estado colombiano (sim, em minúsculas)
1
e a ex-guerrilha. Foi
o ano mais letal para os ex-combatentes: 80 signatários do Acordo final assassinados. Até
agosto de 2021, no total, havia 283 signatários mortos.
O Informe de la situación de derechos humanos en Colombia del año 2020
(A/HRC/46/76), da Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
1
Assumir uma posição crítica do estado implica não só o trabalho argumentativo da pesquisa, mas também
conduz à sua desmistificação como entidade potentada e superior. Referir-se a ele em minúsculas, quebrar
códigos normativos do cotidiano, como os das academias de línguas, como a Real Academia da Língua
Espanhola ou a Academia Brasileira de Letras, tem o propósito de questionar seu mito. Conforme afirmam os
tradutores Rafael Macía e Orlando Jaramillo do texto de Philip Abrams (2000), o simples fato de fazer essa
advertência de seu uso em letras minúsculas deixa claro o poder do mito do estado. Ver Buchely (2015), Bolívar
R. (2006), Abrams (2000).
19
(ACNUDH), comunicou e ordenou ao estado colombiano medidas urgentes para mitigar a
violência. As dimensões da devastação que está ocorrendo na Colômbia se expressam no
aumento do número de massacres e do assassinato de lideranças sociais, defensores dos
direitos humanos, maior violência racializada e de gênero, novos deslocamentos massivos
forçados de populações, bem como no flagrante produto das violações do abuso e
autoritarismo da força pública no protesto social.
O início da pandemia produzida pela Covid-19 acabou deixando essas realidades de
vulneração ainda mais expostas, diante da falta de resposta governamental, agravando a
precariedade da população colombiana. O desassossego era maior. Era inimaginável pensar
que o curral contra a vida estava se estreitando ainda mais. Não fui exceção à emergência
pandêmica, que me obrigou a voltar urgentemente à Colômbia. Ao pensar na dor do meu
retorno, não pude deixar de imaginar como eles e elas permanecem e continuam irrigando
motivos de luta nas comunidades devastadas pela violência. Naquele momento, lembrava de
um dos versos da poetisa colombiana Jenny Bernal: “no es la primera vez que se nos quiebran
los huesos en esta antitravesía”.
Os e as ex-combatentes das FARC-EP é uma dessas comunidades em permanente luta.
Ressignificaram-no ao propor o insurgente em ações de produção cotidiana de vida que,
embora dispersas pelo território nacional, caminham de mãos dadas com sua memória
coletiva de orientação agrária e comunitária que os convoca e une. O primeiro encontro que
tive com suas lutas foi no início da implementação do Acordo de Paz, em julho de 2017.
Naquela época eu trabalhava na entidade estatal colombiana encarregada de garantir seu
trânsito civil. Nosso relacionamento se tornou mais próximo e honesto, de modo que as
críticas ao estado, a implementação e a discriminação social que eles e elas sofriam brotaram
facilmente.
A relação e o acompanhamento de suas lutas precedem a ideia do processo de pesquisa
que tem como um de seus resultados a presente dissertação, que se debruçou na experiência
social e política do ex-combatente, abordada a partir de suas narrativas de vulnerabilidade em
um contexto que os ataca, mas também por sua resistência à discriminação e ao extermínio.
Assim, não se trata de uma dissertação sobre as ex-FARC-EP, nem de um balanço de suas
virtudes ou excessos durante sua longa existência como organização guerrilheira, nem dos
20
avanços e retrocessos do Acordo final. Tampouco se trata de uma pesquisa sobre o partido
político para o qual transitou a organização armada, hoje denominado Comunes (inicialmente
batizado – tomando a sigla guerrilheira – como FARC, Fuerza Alternativa Revolucionaria del
Común).
Dialogo fundamentalmente com as narrativas de ex-combatentes de base, por isso não
trato aqui das narrativas de ex-comandantes e hoje dirigentes partidários, aos quais as ciências
sociais colombianas dedicaram uma quantidade significativa de análises e pesquisas. Foi com
o ex-subversivo a pé que relatei e por meio do qual aprendi a profundidade de suas demandas
históricas e de luta pela paz na Colômbia, que foram violentamente subordinadas e
silenciadas.
Em suas narrativas, geralmente há um exercício de solidariedade com outras vidas
sofredoras e resistentes, por isso falam sentindo-se de comunidades, populações ou
organizações, nunca de uma hierarquia ou partido político que emana de um centro de
decisão. A menção do partido Comunes é quase inexistente, o que apareceu algumas vezes em
nossas conversas para falar sobre sua arrogância, ausência de liderança ou divisão interna.
Uma pista explicativa é que sua memória coletiva de orientação agrária é antagônica ao
grosso da estrutura decisória que planeja as atividades dos partidos, que, segundo o sociólogo
Robert Michels (1979), é essencialmente urbana.
Assim, o objetivo desta pesquisa é analisar as narrativas da experiência de vulneração
de ex-combatentes de base das ex-FARC-EP, residentes na cidade de Bogotá, ocasionada pelo
descumprimento do Acordo final. Essa análise é feita por meio de uma abordagem
antropológica sobre o uso que fazem de discursos de direitos humanos que tomam para
compreender e denunciar as transgressões sofridas, em situações de discriminações, ameaças
e homicídios, bem como suas narrativas de resistência e lutas pela paz em resposta à violência
recebida.
Pelo método da história oral descolonizada e comprometida com suas lutas,
apresentamos uma pesquisa que torna visível e aprofunda as narrativas como parte de um
processo de interconhecimento com ex-combatentes homens e mulheres, e por meio de um
trabalho de campo em que se manifestam interesses explícitas e demandas deles, bem como
21
do pesquisador. O conceito de narrativa é entendido como o campo da construção mútua, que
não força familiaridades e parte do reconhecimento ético das diferenças a partir das buscas
distintivas que a relação convoca. Nossa proposta de história oral, alimentada por várias de
suas escolas latino-americanas, nos permitiu suscitar posições e episódios de queixas e lutas
que mal foram registradas em textos de pesquisa, devido à profunda invisibilidade e negação
histórica do ex-combatente guerrilheiro colombiano.
Não nos interessam de forma alguma os dados quantitativos, já abundantes nos
balanços e avaliações do processo de paz, mas sim a potência dos encontros e histórias sobre
lugares frágeis, devastados, mas também reapropriados, ressignificados nesta longa luta pela
paz. Complementamos a construção narrativa dos e das ex-combatentes com trabalhos
teóricos e documentais de fontes variadas na perspectiva histórica, política, social, artística e
jornalística. A antropologia contemporânea voltada para o entendimento, mas também que
milita a propósito da dor, os direitos humanos ou as resistências, foi o principal suporte
teórico. Os múltiplos encontros com a população abrem-se para diferentes possibilidades de
percursos e interconhecimentos, assumidos através de uma “sensibilidade ética”, nas palavras
de Rita Segato (2006, p. 228).
Os encontros experienciados a partir desta sensibilidade permitem reavaliar a própria
relação como elaboração mútua e incompleta; afirma a antropóloga Juliana Marques de
Sousa: “não se faz pesquisa sobre o outro, mas sobre o conjunto de relações e situações
possíveis no campo com o outro.” (2020, p. 35). A ponderação de determinadas situações e
acontecimentos feitos por ambas as partes levou à assunção de uma história oral do gênero
temático, para a qual aceitamos como técnica principal a entrevista que atua como epicentro
metodológico para a construção de narrativas, cuja transformação em escrita e texto posterior
análise foi baseada nos processos de transcrição, textualização e transcriação.
Uma das possibilidades oferecidas pelos diversos encontros crio espaço para
estabelecer posições que não poderiam ocupar em outros lugares. Falar sobre o tecido de
confiança que a relação confere, colocou o ávido desejo da comunidade ex-combatente de
contar sua experiência, de romper as fronteiras das emoções represadas e reprimidas, muitas
vezes de forma violenta, de falar sobre suas histórias, dores e reclamações, mas também a
felicidade furtiva do desafio de sua resistência no contexto atual. É por isso que, nas
22
conversas anteriores à entrevista, todos e cada um dos colaboradores concordaram que seus
nomes completos deveriam constar na pesquisa, não querendo que suas histórias fossem
excluídas de suas autorias e nomes próprios.
Pela forma como suas abordagens foram elaboradas, e pelo desejo de serem ouvidas e
dialogar, a pesquisa é construída tomando como eixo narrativo as posições dos ex-
combatentes, que são tecidas num diálogo com diferentes fontes teóricas e documentais. Por
isto, a dissertação é desenvolvida principalmente na primeira pessoa do plural (ex-
combatentes e investigador) e na primeira pessoa do singular (investigador).
A dissertação está estruturada em seis partes: uma complementar a esta introdução,
quatro capítulos e a conclusão. A seguir, apresentamos nosso desenho metodológico, que tem
como núcleo a história oral. Explicamos os seus fundamentos teóricos antropológicos e de
campo, a técnica de entrevista utilizada e os processos de análise.
O primeiro capítulo desenvolve uma explicação pessoal e coletiva da origem da
relação com a população de ex-combatentes, explorando essas origens através de uma
abordagem pessoal, antropológica e experiencial, que dá sentido não somente ao processo
investigativo, como também a o compromisso político que este trabalho de pesquisa tem
como uma de suas contribuições. O sentido da pesquisa e suas motivações são explicadas
neste capítulo, por isso, predomina minha experiencia e voz. Mesmo assim, as narrativas ex-
combatentes são colocadas, mas não são centrais como nos capítulos seguintes.
O segundo capítulo analisará o Acordo final a partir da experiência do ex-combatente,
que se narra a partir de sua memória coletiva (ex)insurgente, destacando a mudança radical
que a vida civil provocou, o tecido de um conjunto de ações em defesa da vida e o não
cumprimento do Acordo por parte do governo colombiano. O capítulo três analisa e
documenta as violações às quais a comunidade de ex-combatentes foi submetida no contexto
histórico de um conjunto de ações contra-insurgentes que as negou e silenciou. Com base em
perspectivas antropológicas sobre direitos humanos, analisamos tanto as narrativas de
violações quanto das reivindicações dos ex-guerrilheiros e ex-guerrilheiras.
23
No capítulo quatro, analisamos as narrativas de ex-combatentes que reivindicam lutas
cotidianas pela paz, localizadas e inspiradas pela singularidade do desdobramento de suas
múltiplas ações vitais. Amparados por uma antropologia da resistência, percorremos
conjuntos de ações que produzem vida, ou seja, um tecido de práticas micropolíticas de
resistência que os fortalece e os reivindica em um contexto social que condena essas pessoas.
Práticas como a ressignificação da clandestinidade, a re-narrativização de suas experiências,
o desdobramento de ações insurgentes renovadoras e processos de unidade organizacional e
construção de autonomia com orientação agrária. Finalmente, algumas conclusões são
levantadas.
24
2 UM TRABALHO POLITIZADO COM A LINGUAGEM: A HISTÓRIA ORAL
COMO ESTRATÉGIA METODOLÓGICA, NARRATIVA E ANTROPOLÓGICA
O prólogo do livro Texiendo textos y saberes: cinco hilos para pensar los estudios
culturales, la colonialidad y la interculturalidad, publicado em 2006 pela Universidade de
Cauca, abre com um diálogo entre duas lideranças afro-colombianas: Ana Amelia Caicedo e
Ana Mendoza Díaz. As duas, sem e conhecerem e separadas por extremos geográficos
colombianos, tecem e vinculam uma reflexão sobre a indissociabilidade entre as epistemes
ancestrais, a construção do conhecimento e as lutas políticas. Ana Mendoza, bióloga e
professora, pertencente à organização Red Pacifica de las Mujeres, ao se posicionar sobre o
problema a respeito das distâncias e hierarquias impostas no conhecimento, destaca o papel
histórico das “palabreras” nas comunidades negras colombianas. A transmissão e a
compreensão do conhecimento e, com isso, o cancelamento das hierarquias do saber, nasce de
um trabalho com a linguagem. As palabreras ligam, tecem circularmente conhecimentos,
propõem formas de narração (outras linguagens), enquanto desejam aproximar-se de outras.
Ana Mendoza afirma: “si nos sentimos solidarias con otras mujeres tenemos que
comunicarnos de otras maneras para que aprendamos el lenguaje de las otras y ellas el nuestro
de manera más tranquila”
2
(Albán Achinte, 2006, p. 17).
A presente dissertação está atribuída aos estudos culturais pensados e produzidos na
América Latina e, da mesma forma que a proposta dos colegas e paisanos, pretendemos aqui
mostrar a experiência, seu processo e resultados de outro trabalho com a linguagem. O
desenho metodológico que propomos acolhe e tece diferentes linguagens narradas, dialogadas
e experienciadas entre mim e os meus colegas ex-combatentes. Esse processo de
interconhecimento se transformou em pesquisa, não porque se percorram complexas teias de
teorias, mas, pelo propósito de construção e escuta compartilhada de interesses vitais, tanto
para o grupo de ex-combatentes quanto para mim, para compreensão, documentação e
denúncia de certas experiências vividas por esta população.
2
“se nos sentimos solidários com outras mulheres, temos que nos comunicar de outras formas para que
aprendamos a língua das outras e elas a nossa de uma forma mais serena” tradução nossa
25
Tudo isso é possível devido à relevância histórica da resistência da população de ex-
combatentes, para quem o discurso dos direitos humanos começa a ganhar importância no
momento de desenvolver suas atividades sociais e políticas sem armas, assim como novas
práticas políticas não partidaristas conectadas ao trabalho camponês ou agrário. Como parte
dessa resistência, propus meu interesse na documentação, acompanhamento e contribuição
explícita a este processo de luta, que ocorre a partir da academia como da militância, em
defesa da separação entre política e violência na Colômbia.
As vontades de reconhecimento mútuo, mantidas ao longo do tempo de nosso
relacionamento, criaram as bases certas para um “ejercicio colectivo de desalienación”
3
(Rivera Cusicanqui, 2006, p. 20) da pesquisa tradicional. Consegue-se também a ruptura da
“cadeia colonial”, que para Silvia Rivera Cusicanqui impõe hierarquias, distâncias e outros
fardos que distinguem “un ‘ego cognoscente’ y un ‘otro pasivo”
4
(Ibid., p. 21).
O questionamento dessa distância hierárquica na pesquisa social – assinalado pela
citada bióloga Ana Mendoza – e reconhecido na relação construída com a população de ex-
combatentes para esta pesquisa, está ligado a três problemas que continuam válidos em
grande parte da pesquisa social latino-americana e que respondem ao que Rivera Cusicanqui
(2006) chamou de pesquisa tradicional: 1) a persistência e o domínio da matriz colonial que
impõe conhecimentos numa perspectiva euro-“usa”-cêntrica, negligenciando outras
racionalidades; 2) a arrogância acadêmica que patenteia que o conhecimento científico é
superior ao produzido pelos atores sociais; e 3) a indiferença ao poder político de toda
pesquisa social, consistindo em transformar as condições de vulneração e exclusão das
populações com as quais trabalhamos (Leyva & Speed, 2008; Walsh, 2010, Grosfoguel,
2016).
A identificação desses problemas tem sido resultado do trabalho de comunidades
indígenas e afro-latino-americanas, bem como de movimentos feministas e pós-coloniais, que
desenvolveram posturas teóricas a partir da elaboração de textos em coautoria, na escuta,
acompanhamento e apoio aos processos das lutas, em colocar ambos os interesses em diálogo
criando agendas comuns. Nosso processo de pesquisa é baseado nesses princípios éticos,
3
“exercício coletivo de dessalinização” (tradução nossa)
4
“um ‘ego conhecedor de um ‘outro passivo’” (tradução nossa)
26
políticos e epistemológicos, que não podem ser reduzidos a um melhor planejamento do
trabalho de campo; porém, nossas decisões metodológicas baseiam-se em tomar como ponto
de partida o trabalho e a experiência dos atores sociais, complementando as múltiplas fontes
epistêmicas.
Assim, chegamos à história oral como parte de nossa construção metodológica,
buscando um processo de desalienação que questione esses problemas da pesquisa tradicional,
nos permitindo retomar toda a riqueza narrativa, dotada da confiança construída junto à
população, dialogar com memórias historicamente silenciadas que desejam falar de seu
presente em conexão com outros futuros possíveis.
Quando a população ex-combatente se levanta com suas memórias excluídas ou
silenciadas, encontra em seu presente, mesmo que a exclusão persista, o cenário ideal para
declarar seu papel político, sua responsabilidade no conflito armado colombiano e sua
compreensão dele, em além de possibilitar a construção de propostas de resolução. Como
afirma o historiador Enzo Traverso (2011) “la memoria se conjuga siempre en presente”
5
(p.
18), de modo que estamos diante de uma declaração, mais do que contra o esquecimento,
contra a indolência; dialogamos como uma ação deliberada para trazer a experiência de ex-
combatentes durante a luta armada para encerrar e esclarecer parte do conflito colombiano
(Herrera & Olaya, 2019), para documentar e denunciar sua vulneração atual, enquadrada em
um contexto desumanizado em que há retrocessos claros associados à violência endêmica na
Colômbia.
A história oral, nesse sentido, é a nossa chave metodológica que nos tem permitido
construir conhecimentos para tal documentação e relato. Silvia Rivera Cusicanqui (2018,
2006), desde o THOA (Taller de História Oral Andina), da qual foi cofundadora e fez parte
entre 1983 e 2009, propôs a história oral nos anos 1980 como uma resposta “a la crisis de los
modelos de sistematización teórica existentes”
6
(2006, p. 18). Nesse sentido, acrescenta, é
mais do que uma metodologia “participativa ou de ação”, já que sua discussão na Bolívia em
particular e na América Latina em geral se dá no calor do processo de democratização
pontuado por novos repertórios de lutas e grupos de atores marginalizados étnicos, raciais,
5
“a memória está sempre conjugada em presente” (tradução nossa)
6
“à crise de os modelos de sistematização teórica existentes” (tradução nossa)
27
rurais ou urbanos cujas identidades estendem suas raízes em camadas profundas da memória
coletiva que lutam para retomar o controle de seu próprio destino histórico, ou seja, construir
e narrar a partir desse resgate um projeto político para o futuro
7
(Urquidi, 2007).
Ora, se por um lado o recurso da história oral amadureceu como projeto
epistemológico e metodológico abertamente politizado, por outro, não basta classificá-lo em
um tipo de pesquisa reduzida à realização de meras histórias ou entrevistas (Caldas & Caldas,
2003). A história oral se depara com “um enfrentamento do presente na sua dimensão
fundamental” (p. 20) para a construção de uma visão do passado e do futuro sustentada no
diálogo de métodos, técnicas e procedimentos.
É por isso que a história oral nos permitiu dar lugar a posições, episódios e lutas que
mal foram registrados em textos de pesquisa, devido à profunda invisibilidade e negação do
ex-combatente colombiano. Suas narrativas, produto da história de nosso relacionamento, são
um poderoso modo de expressão construído a partir de imagens, retrabalhos, pausas,
desinibições e metáforas, que a linguagem formal e a escrita geralmente não permitem,
tornando-se um instrumento ideal para contar histórias das experiências de vidas de homens e
mulheres que deixaram as armas da guerrilha.
Assim, para explicar que estratégia construímos em termos de método, onde a história
oral é o seu eixo principal, apresentaremos o nosso desenho metodológico em duas partes
gerais: primeiro, as bases teóricas que tomamos para relacionar a história oral, o conceito de
narrativa e o fundamento antropológico que norteou o processo de pesquisa. E, em segundo
lugar, apresentamos um percurso sintético da história oral, a fim de mostrar qual das
diferentes escolas se desenvolverá, com que origem e com que elementos próprios; neste
ponto, aprofundo na técnica de entrevista utilizada, por meio dos processos de transcrição,
textualização e transcriação utilizados, a fim de abordar e analisar as narrativas dos e das ex-
combatentes.
7
É importante contextualizar, segundo Vivian Urquidi (2007), que a nação boliviana nesse período, do final dos
anos 70 e 80, passa por um de seus momentos constitutivos do século XX, conceito que o autor retoma por René
Zabaleta (1986) e que alude a processos de irrupção de crises em que estado e sociedade civil coincidem e se
chocam como resultado de longos processos de amadurecimento de memórias coletivas e eventos-chave. Este
último é definido pelas amplas mobilizações pelo retorno à democracia lideradas pelo movimento sindical e
indígena diante do profundo impacto das reformas neoliberais.
28
2.1 POSICIONAMENTO METODOLÓGICO: HISTÓRIA ORAL, NARRATIVAS E
INSPIRAÇÃO ANTROPOLÓGICA
Em suma, a história oral reside na narração de um conjunto de experiências de uma ou
de um grupo de pessoas (Holanda, 2006). No nosso caso, essas experiências são representadas
de forma mais fluida à medida que nos aproximamos e nos construímos narrativamente. Mas,
acima de tudo, surgem quando politizamos nossas linguagens e as explicitamos em uma
agenda de interesses compartilhados. As questões que se delinearam, narradas nestes diálogos
(que expressaram interesses, preocupações e aspirações da população ex-combatente e de
mim), em síntese, abarcam três acontecimentos: o Acordo final assumido como uma decisão
vital, que implica as posições sobre seu descumprimento; as violações de seus direitos
humanos devido à discriminação, ameaças e assassinatos; e resistência e lutas pela paz em
resposta às transgressões
8
.
Nesse sentido, as narrativas são o terreno a partir do qual procedemos em nossa
experiência de relacionamento. Ao mesmo tempo, são o exercício de extenso trabalho de
campo que faz parte de nossa proposta metodológica que busca dar conta de representações e
versões produzidas por nossos próprios diálogos e contextos que, tendo sido historicamente
excluídos em relação a esses eventos, tornam-se necessários seus enunciação.
A partir das vastas reflexões existentes sobre teorias e abordagens narrativas (Arfuch,
2008) que desenvolvem o conceito como gênero ou como fenômeno social, cultural e
linguístico (Vasilachis de Gialdino, 2006), interessa aqui retomar e propor uma noção que
responda e desenvolve muito mais a maneira como a comunidade de ex-combatentes e eu
construímos um relacionamento. Falar de narrativas implica necessariamente conhecer parte
da maneira como concebemos a história oral, que orientação ela tem e quais procedimentos a
sustentam, de modo que tomaremos ideias desse campo para propor um conceito de narrativa,
nos apoiando para isso em outras conceituações, como as antropológicas.
As narrativas são entendidas no presente trabalho como um conjunto de experiências
que criam um terreno mútuo, na medida em que se aproximam e reconhecem as diferenças, na
8
Esses eventos estruturaram cada um dos objetivos específicos da pesquisa e representam, respectivamente, as
partes 4, 5 y 6 da presente dissertação.
29
medida em que as transformam em uma abordagem significativa; por esses motivos, são,
segundo Andrea D. Ritivoi (2018), as ferramentas mais poderosas para promover atitudes
compreensivas. Nesse sentido, são, de forma incontornável, uma elaboração conjunta onde
nos dispomos e escolhemos fatos, onde cruzamos significados (Meihy, 2005). As narrativas
são um tipo de experiência particular, "instâncias de ação social" com propriedades comuns
(Vasilachis de Gialdino, 2008, p. 31), sendo uma delas a tendência de construir espaços
éticos. (Arfuch, 2008).
Esse conteúdo ético se dá pela maneira como as narrativas convocam e estendem
repertórios de diferenças por meio da linguagem; dita Leonor Arfuch (2008): “hacerse cargo
de la propia palabra y del otro, en el sentido fuerte de decir “respondo por ti”.”
9
(p. 135).
Agora, ser responsável pela fala do outro não tem nada a ver com apropriar-se dela. Essa troca
é construída a partir de responsabilidades compartilhadas, que tem a ver com um plano ético
que se dá cuidando do que ouço.
Isso favorece efeitos como as formas de convocar e assumir a experiência narrada, de
que forma a coloco no contexto histórico indicado e como não perco a responsabilidade
quanto a esses laços; ou seja, sendo uma produção experienciada em conjunto, implica gerar
uma relação de confiança, um compromisso interpessoal e não um acordo de obrigações e
direitos. (Demarchi Villalón, 2019).
Agora, um campo de grande interesse que aborda a diferença na perspectiva narrativa
tanto em comunidades, grupos, coletivos e sujeitos, seja pesquisando, acompanhando ou,
precisamente, narrando, é a antropologia. Foi um dos nossos primeiros suportes teóricos que
abordamos para dialogar com as vulnerações e resistências representadas nas narrativas dos
ex-combatentes.
Não é necessário justificar as escolas antropológicas que teorizam sobre as narrativas e
suas trajetórias históricas para contribuir com o desenho metodológico, ou para justificar as
abordagens incorporadas nesta pesquisa. Como Sergio Visacovsky (2016) a sintetiza e a
levanta, desde as próprias origens do campo antropológico, seus pesquisadores tiveram que
recorrer a crônicas, diários de viagem ou em geral a diferentes documentos ou fontes da
9
“encarregar-se da própria palavra e do outro, no sentido forte de dizer ‘eu respondo por ti’” (tradução nossa)
30
tradição oral, para que a narrativa se aproximasse do campo não respondem a uma
determinada corrente ou novidade.
Estamos particularmente interessados em antropologias contemporâneas que
mergulham em sua própria identidade subalterna e são construídas a partir da América Latina,
mas também de outros territórios marcados da mesma forma por uma herança colonial. É o
caso da antropologia contemporânea da pensadora indiana Veena Das (2008a; 2008b; 2008c),
voltada para a compreensão e a atuação sobre narrativas e fenômenos de violência, resistência
e reparação nessa região. Esse conjunto de experiências tem em comum um forte
questionamento ao eurocentrismo herdado, encarando-o em especial desde as múltiplas
possibilidades do trabalho de campo, entendendo-o como “un ámbito propiamente
latinoamericano”, em que sua pouca formalidade permite “reconstruir otras lógicas” (Guber,
2017, p. 124), ressignificando e percorrendo os encontros com a população (Sousa, 2020). Já
segundo Das (2008b) e Visacovsky (2016), as narrativas são uma dessas possibilidades cada
vez mais incorporadas no trabalho antropológico contemporâneo. É uma tendência marcante
de motivações variadas, entre outras, o necessário interrogatório da centralidade dos discursos
dominantes na pesquisa do silenciamento de múltiplas e numerosas comunidades.
A antropologia dos direitos humanos é um conjunto de perspectivas que mais
fortemente inspiraram este processo de pesquisa. Este campo que surge das reflexões e
debates entre a antropologia social e jurídica, deve-se não apenas às posições antropológicas
após a vigoração da Declaração Universal dos Direitos do Humanos, em 1948, mas à perda de
atenção do debate meramente teórico (quanto à documentação de violações de direitos
humanos) e o envolvimento de seus pesquisadores nos processos de defesa de direitos;
sobretudo, ao repensar a relação ética com aquele outro que resiste, que foi deslocado, ferido,
violado (Speed, 2006; Sieder, 2010). Rita Segato (2006) define a antropologia como “a
ciência do outro”, cujo conhecimento deve contribuir para o “desenvolvimento da
sensibilidade ética” (p. 228) que, para o caso específico dos direitos humanos, se expressaria
no compromisso antropológico de colaborar na ampliação dos direitos, ou seja, resgatar e
contribuir para o seu potencial transformador.
Essa antropologia militante e colaboradora no campo dos direitos humanos (Speed,
2008; Leyva & Speed, 2008) atua como inspiração e influência nas práticas de
31
relacionamento deste trabalho, bem como nas bases conceituais de nosso processo. Este
suporte teórico tem a etnografia como seu principal andaime epistemológico, pois –na
experiência contemporânea da região- se desfaz com a ideia de uma “América Latina”
equivalente a um caso ou exclusivamente a um espaço contido do exercício de trabalho de
campo por causa da confluência de suas classes, raças, gêneros e histórias. A aposta é
compreender a riqueza da pesquisa etnográfica munida de diferentes recursos conceituais,
históricos e políticos que se chocam e dialogam, em decorrência do inevitável descontrole
dessa experiência (Guber, 2017). Nesse sentido, esse exercício necessariamente admite e
persegue elementos de outras fontes qualitativas, como histórias de vida, análise crítica do
discurso, análise narrativa ou, segundo nosso projeto, história oral.
A relação entre conceitos e fundamentos teórico- metodológicos transversais para o
desenvolvimento da pesquisa, como são os percursos antropológicos, o trabalho de campo e a
historia oral, que assume como eixo da pesquisa as narrativas ex-combatentes, é possível
resumir-o na seguinte figura:
Fonte: elaborado pelo autor, 2021.
Figura 1: Relação gráfica dos pocisionamentos teórico-metodológicos da pesquisa.
32
2.2 HISTÓRIA ORAL E MÉTODO: DIÁLOGO, PRODUÇÃO E ANÁLISE DE
NARRATIVAS DE EX-COMBATENTES
Qual história oral foi retomada ou refeita para produzir as narrativas dos ex-
combatentes? De qual ou quais escolas de história oral se baseia o presente processo
investigativo? Como as narrativas foram organizadas e analisadas (o que essa ação
implicaria)? Responderemos a essas perguntas apresentando nesta seção o método da história
oral que construímos, tomando diferentes elementos das escolas latino-americanas que
trabalham com ele. Apresentaremos os elementos-chave do processo coletivo de produção das
narrativas do grupo de ex-combatentes, comentando em particular sobre suas fases, o
processo de entrevistas (ou diálogos narrativos), o passo a passo em sua realização, releitura e
proposta de análise no processo de pesquisa.
Nosso processo de história oral não assume exaustivamente os caminhos
metodológicos desenvolvidos por uma determinada escola ou corrente. Na região da América
Latina há uma ampla e rica trajetória de reflexão e produção de história oral em que se
destacam países com esse tipo de tradição, como Bolívia, Brasil, Argentina e México, e de
trajetórias mais recentes como Chile e Colômbia, que tem conseguido dar identidade própria à
sua pesquisa em termos de formação de comunidades de pesquisa e de cultivo de trabalhos
conjuntos com as comunidades com as quais é investigada. Além de esforços louváveis da
Red Latinoamericana de Historia Oral (RELAHO), criada em 1992, não existem estudos que
compilem ou comparem essas múltiplas trajetórias, suas referências compartilhadas, métodos
e o tratamento de seus resultados nos diferentes territórios latino-americanos. Há também a
abordagem feita, há mais de duas décadas, pela renomada historiadora argentina Dora
Schwarzstein (1995)
10
.
10
Encontramos em nossa investigação pelo menos cinco escolas de História Oral que se destacam na América
Latina: Na Bolívia, o THOA (Taller de História Oral Andina), fundado em 1983 por alunos da Universidad
Mayor de San Andrés, liderada e influenciada pelo pensamento de a socióloga Silvia Rivera Cusicanqui.
Considerada uma referência mais do que acadêmica, pela força de sua organização popular e militância política,
voltada para a apropriação da memória histórica dos movimentos sociais liderados por mulheres e indígenas por
meio da mobilização, pesquisa e radiodifusão e audiovisual (Rivera Cusicanqui, 2006; 2011; Criales &
Condoreno, 2016). No Brasil, o Núcleo de Estudos em História Oral da Universidade de São Paulo (NEHO /
USP), fundado em 1991, é influente nas ciências sociais brasileiras e marcado pela obra de José Carlos Sebe
Bom Meihy. Destaca-se por suas contribuições no trabalho ético com comunidades e indivíduos em questões
como a construção colaborativa com suas vidas, a participação dos colaboradores na divulgação e retorno dos
resultados às comunidades (Caldas, 1999; Holanda, 2006; Meihy, 2005; Marzochi, 2013; Gattaz, Meihy, &
Seawright, 2019). Outros grupos surgiram dessa escola que alimentam e discutem criticamente esse trabalho. É o
caso do Grupo de Estudo e Pesquisa em História e Memória Oral da Escola de Artes, Ciências e Humanidades
33
Nosso processo de pesquisa foi fortemente influenciado por dois referenciais teórico-
metodológicos latino-americanos. Por um lado, a abordagem de descolonização de Rivera
Cusicanqui (2006) a partir de sua ação político-investigativa no THOA (Taller de História
Oral Andina), que trabalha em torno da abordagem das percepções endógenas de todos os
atores e pesquisadores da comunidade -, apostando em uma reflexão conjunta e não
unidirecional. E, de outro, retomamos a história oral brasileira trabalhada pelo Núcleo de
Estudos em História Oral (NEHO / USP) e pelo Grupo de Estudo e Pesquisa em História Oral
e Memória do Programa de Pós-Graduação em Estudos Culturais da Escola de Artes, Ciências
e Humanidades da USP (Gephom/USP). Na tradição brasileira, as principais entradas
conceituais são feitas na história oral com foco na exploração do presente e da memória
coletiva. Este campo, neste sentido, visa à “busca de significados da sociabilidade enquanto
presente, por meio de fluxos narrativos próprios de indivíduos, grupos e comunidades”
(Caldas, 1999, p. 96), e localizados nos desdobramentos ou atos criativos de nossos presentes.
É fundamental não perder de vista o significado coletivo que cada uma dessas narrativas
compartilhadas apresenta (Magalhães, 2018).
da Universidade de São Paulo (Gephom / USP), fundado em 2009. Coordenado pelos professores Valéria
Magalhães e Ricardo Santhiago, o Grupo ampliou as coordenadas temáticas e metodológicas da História Oral
com pesquisas e eventos, enfatizando os fenômenos migratórios (Magalhaes, 2017; 2018; Santhiago; Magalhães,
2017). Na Argentina, país de vasta produção e reflexão sobre o assunto, destacamos a importância e referência
internacional de Dora Schwarzstein desde a década de 1970. Pesquisadora, professora e locutora, vinculada,
entre outros centros de destaque, ao Programa de História Oral da Faculdad de Filosofia y Letras da
Universidad de Buenos Aires (Schwarzstein, 2001). Além disso, foi uma das primeiras divulgadoras da obra do
oralista italiano Alessandro Portelli, cujo trabalho influenciou particularmente a Argentina. As pesquisas de Dora
Schwarzstein e de Portelli, são notórias em outra referência neste país como a história oral feita a partir do
Departamento de Historia da Universidad Nacional de La Plata, liderada pelas pesquisadoras Patricia Flier e
Lorena Cardona González (Portelli, 2016; Flier, 2018). No México, talvez o país onde a história oral tem mais
precedentes, começou como consequência de um trabalho de campo em outras áreas, em particular a
antropologia, com a ideia de organizar e promover um arquivo oral nucleado no Instituto Nacional de
Antropologia e Historia (INAH) em 1972. Destacam-se as importantes obras de historiadores e antropólogos
como Wigberto Jiménez Moreno e Alicia Olivera. Pesquisadores desse instituto documentaram a vida e os
processos populares indígenas, operários e camponeses, como pode ser visto no longo trabalho do historiador
Gerardo Necoechea Gracia. (2005). Finalmente, a história oral na Colômbia está atrasada em comparação com as
experiências anteriores da América Latina. Essa defasagem se explica pelas dificuldades, até mesmo para a
própria vida, que envolve a construção de outras memórias históricas em um contexto de profunda violência
interna. Apesar disso, o campo entra e é trabalhado de mãos dadas com historiadores, investigando o conceito de
verdade e memória, principalmente, tendo como contexto o vasto espectro do conflito armado colombiano
(Archila, 2017). Nesse quadro, destacamos processos como o Coletivo de História Oral da Colombia, formado
por volta de 2001, que surge das discussões de alunos da Universidad Pedagógica Nacional (UPN) e que propõe
uma necessária demarcação teórica e temática da pesquisa sobre o conflito, com foco em estudos de pedagogia e
educação (Castro B. & Cárdenas A., 2019).
34
Exploramos narrativamente nossos presentes, vis-à-vis, criando um terreno mútuo de
diferenças e evitando familiaridades, que, como já disse, me permitiram conhecer as
experiências dos e das ex-combatentes, assim como os e as permitiu que conhecessem as
minhas; afirma o historiador oral A. Portelli (2014): “A história oral é uma narrativa aberta;”
(p. 12), enquanto uma relação ética é construída na qual as vivências que “tende[m] a ser
muito mais subjetiva[s]” (Holanda, 2006, p. 30). Desse modo, estamos presenciando
subjetividades diversas, carregadas de contradições, emoções, inquietações e desejos, e não
por isso, o que é importante dizer, a pesquisa é parcial ou enviesada.
Pesquisas que se movem nos confins da subjetividade, como as situadas no ato e
exercício de narrar, explorar memórias e, nessas coordenadas, abrir caminho para o
envolvimento de afetividades, emoções ou desejos, não deixam de ser “imparciais”, embora
também não tenham a intenção de sê-lo. O propósito deste tipo de pesquisa é colocar com
clareza as condições subjetivas e os tipos de relacionamentos dados com a população com
quem trabalhamos, além dos interesses e propósitos das partes em dialogo que produzem a
pesquisa.
A história oral feita na América Latina deixou bem claro como navegamos no nosso
presente, nas memórias de indivíduos ou comunidades em particular, e como aí podemos
desmascarar um “abismo” subjetivo. A visão singular do mundo de alguém não deve ser
enquadrada na oposição relatos vs. factos, pois o que nos interessa é o sentido dessa visão, o
seu contexto de desenvolvimento e as condições coletivas que a (re)situam. Nos dizeres de
Fabiola Holanda (2006), é “impossível recuperar o acontecido” (p. 40); o que nos convoca é o
nosso diálogo, a relação que surge entre o oral e o escrito, que produz “momentos narrativos”
(Íbid, 2006, p. 40), e não a obsessão estéril com uma veracidade factual (Demarchi Villalón,
2019).
2.2.1 Do oral ao escrito: relacionamento interpessoal, entrevistas e procedimentos
A obtenção da história oral não é apenas resultado da relação entrevistador-
entrevistado, tampouco é ligar o gravador nessa conversa ou colocar aleatoriamente
fragmentos de narrativas retirados dos narradores em um texto. Porém, toda história oral
utiliza uma forma de entrevista ou relação dialógica que atua como epicentro da pesquisa
35
(Marzochi, 2013). Uma das principais razões para essa centralidade é que a entrevista é a
dobradiça na transformação do oral para o escrito. Para fins práticos, localizaremos a forma
como a assumimos e desenvolvemos por meio do processo seguido pelo Grupo de Estudo e
Pesquisa em História Oral e Memória (Gephom / USP), a fim de organizar aqui as ideias: por
meio das etapas de pré-entrevista, entrevista e pós-entrevista (Magalhães, 2017).
2.2.2. Etapa de pré-entrevista
Essa etapa foi definida em termos gerais da seguinte forma: em nosso processo, as
narrativas dos ex-combatentes foram produzidas, em última instância, com uma técnica de
entrevista, porém seus significados e características se nucleavam em um processo mais do
que investigativo, em condições sociais de relacionamento que diferenciam interesses
próprios e consensuais, na busca de uma agenda de trabalho comum. Com efeito, esta fase
aborda as formas como iniciamos uma relação e como, após um processo, foi possível dar
origem a um contacto para efeitos da entrevista.
Estruturei nossa relação em três fases que estão ligadas por sua continuidade narrativa,
ou seja, pela permanência de contar nossa experiência, de aproximá-la identificando
diferenças e vontades políticas comuns. Identifiquei as fases a partir do momento em que
iniciamos nosso relacionamento (em julho de 2017), seus contextos, os temas destacados nas
conversas deles e delas e a regularidade dos diálogos. Nós o sintetizamos na Tabela 1:
Tabela 1 Fases narrativas da relação com a população de ex-combatentes
Fase narrativa
Período
Contexto de
relacionamento
Temas destacados pela
população nos diálogos
Regularidade do
diálogo
1. Início da
relação no quadro
da troca “oficial
de estado-ex-
combatente.
Julho de
2017 a
fevereiro de
2018
Institucionalidade
estatal
- O Acordo final como uma
negociação e não como uma
redenção.
- Preocupação com a
implementação, principalmente
com relação à vulnerabilidade
social e econômica.
Conversas diárias,
físicas ou virtuais,
com diferentes ex-
combatentes (no
total 90).
36
2. Início de uma
possível relação
horizontal e de
uma agenda de
interesses
compartilhados.
Quebra da
obrigação de
trabalho estatal.
De fevereiro
de 2018 até
o presente
Distância
geográfica
(Colômbia-
Brasil).
Comunicação
virtual e visitas
presenciais
- Posições e interesses políticos
explícitos: defesa do Acordo e
recusa total do retorno às armas.
- Apoio ao meu processo de
pesquisa.
- Desmantelamento do Acordo
final e violação dos direitos
humanos, por eles expresso em
maior vulnerabilidade, ameaças
e homicídios.
Conversas virtuais
específicas e
periódicas (a cada 2
semanas). 2 visitas
presenciais.
Relacionamento
com no máximo 20
ex-combatentes.
3. Trabalho de
campo de história
oral no âmbito da
pesquisa de
mestrado.
23 de
setembro a
17 de
outubro de
2019
Realização de
entrevistas.
Viagem para a
cidade de Bogotá.
- A partir dos temas e interesses
comuns das fases anteriores,
estruturam-se os eixos da
dissertação e, com ela, os da
entrevista: a) sua participação
no Acordo final; b) direitos
humanos; c) resistência a
ameaças e assassinatos.
Diálogo baseado
em um roteiro de 11
tópicos e questões
possíveis.
Resultado: 10
entrevistas com 10
ex-combatentes.
Cada entrevista
durou em média 40
minutos.
Fonte: elaborado pelo autor, 2021.
Esse processo de interconhecimento, que é narrado e explicado detalhadamente no
primeiro capítulo da dissertação, surgiu da mediação de propósitos políticos e acadêmicos.
Esses processos são apenas peças que se somam ao conjunto de lutas e ações coletivas de
resistência, mobilização e denúncia da população ex-combatente. A documentação e
teorização dessas lutas é alimentada por uma relação interpessoal, um movimento afetivo de
saber-se acompanhado, experiências que expressam as bases necessárias para nossa proposta
de pesquisa.
Essas condições interpessoais em que trabalhamos promoveram uma compreensão
empática, fomentaram um “pacto de confiança”, parafraseando F. Ferrarotti (1983, apud
Rivera Cusicanqui, 2006), que, ao longo do processo, proporcionou um valioso patrimônio
metodológico na geração das narrativas. Politizamos nossas linguagens na medida em que os
diálogos implicaram posicionamentos, desdobrando interesses e temas essenciais para suas
lutas, por um novo ciclo de suas vidas, agora fora das fileiras insurgentes. Uma relação de
confiança envolvia tratar uns aos outros como pares, um exercício que transforma o processo
de pesquisa e redação. Os e as ex-combatentes não cumprem o papel de informantes,
testemunhas ou meramente entrevistados – ou no sentido da pesquisa extrativista tradicional,
de “objetos de investigação” (Grosfoguel, 2016). Nos assumimos como colaboradores
(Holanda, 2006; Leyva & Speed, 2008), conceito que reconhece a natureza interpessoal
37
estabelecida, a procurada relação horizontal de colaboração mútua e a honestidade do que se
busca.
No decorrer das fases do relacionamento, tratamos de temas que constam da Tabela 1,
devido à sua maior regularidade. Essas questões relacionadas às suas próprias demandas e
necessidades mais sentidas foram as que me permitiram formular um primeiro projeto de
pesquisa e no seu decorrer a estruturação de um roteiro para as entrevistas. Optei pelo
reconhecimento de suas “percepções endógenas”, retomando o conceito de Silvia Rivera
Cusicanqui (2006), desde que não impusesse ou induzisse uma diretriz alheia aos seus
sentimentos; comecei da própria relação, de cada um dos nossos horizontes de luta.
Nesse sentido, cristalizamos com mais força um compromisso ético (ao invés de um
imperativo) que havíamos definido em termos de cuidado e responsabilidade diante de um
vínculo construído, visível na ativação de uma sensibilidade especial na troca subjetiva de
pontos de vista e não tanto em conformidade com procedimentos formais (Demarchi Villalón,
2019).
Ao final da segunda fase narrativa (Tabela 1), foram regulares os seguintes tópicos: a)
sua participação no Acordo final; b) direitos humanos; c) a sua resistência ao incumprimento,
em particular a ameaças e assassinatos de ex-combatentes. Esta orientação temática teve uma
implicação ao nível das técnicas e procedimentos utilizados para o nosso desenho
metodológico: este é o tipo de género de história oral e o seu alcance. Segundo o Núcleo de
Estudos em História Oral (NEHO/USP), a história oral pode ser temática, de vida ou de
tradição oral (Marzochi, 2013). Dadas as condições de geração de nossa experiência, esta
pesquisa propõe uma espécie de história oral temática.
Esse gênero influencia na definição de um número mínimo de pessoas, nos critérios de
convite e arranjo da agenda dos encontros com a população, na forma de projetar um roteiro
norteador e nas estratégias de condução das entrevistas e seu tratamento. O gênero temático
requer uma possibilidade variada de pontos de vista dos temas para enriquecer e contrastar as
narrativas geradas, por isso decidimos que o número indicado de colaboradores para
entrevistar seria de dez, o que é um grupo considerável para dar conta dos acontecimentos.
38
Como mostramos na Tabela 1, as fases anteriores às entrevistas haviam deixado um
grupo de trabalho de pelo menos vinte ex-combatentes. Definimos critérios gerais para formar
um grupo de trabalho com quem teve experiências mais próximas dos temas em destaque. Os
critérios foram: 1) pessoas que eram guerrilheiros das FARC-EP, que aceitaram e assinaram o
Acordo final de paz (2012-2016); 2) ex-combatentes homens e mulheres com os quais já
havia me relacionado antes das entrevistas; e 3) ex-combatentes homens e mulheres que se
manifestaram e mantiveram ações contra o descumprimento do Acordo final.
Com a organização do grupo de colaboradores, a principal clareza teórica sobre a
realização de entrevistas foi que ela não residia na busca de dados ou na confirmação de
teorias. Nós a utilizamos como uma técnica qualitativa, definida pelo trabalho de campo
desenvolvido, pelas relações interpessoais estabelecidas e sustentadas por um roteiro que
inclui onze tópicos, entre temas e questões. Dos vários tipos de entrevistas, a que praticamos
está mais próxima de uma conversa do que de um interrogatório, mesmo utilizando guias
temáticos que desenvolvem os três tópicos discutidos.
Uma das abordagens da entrevista próxima a essa forma de trabalho é chamada de
narrativa
11
devido à importância da subjetividade e da singularidade dos pontos de vista de
quem é entrevistado. Em termos de forma, nossas entrevistas podem ser classificadas como
não pré-sequenciais padronizadas, o que indica que os mesmos temas e perguntas foram
feitas a todos os colaboradores, com possibilidade de alteração da ordem (González-
Monteagudo, 2010). Esta decisão está amparada na centralidade dos temas ou
acontecimentos, na sua variabilidade e diversidade narrativa, e no sentido coletivo das
percepções sobre os mesmos pontos ou temas.
2.2.3 Etapa de entrevista
Esta etapa ocorreu especificamente na terceira fase descrita na Tabela 1. Abrange a
viagem realizada à cidade de Bogotá, Colômbia, entre 23 de setembro e 17 de outubro de
2019, cujo objetivo foi aprofundar o trabalho de campo por meio de encontros com os
colaboradores e, posteriormente, realizar uma entrevista com cada um em seus respectivos
11
Além dessa abordagem de entrevista para a pesquisa biográfica e de história de vida, existem as abordagens
realista e neopositivista (González-Monteagudo, 2010).
39
espaços. Essa estratégia consistia em não realizar a entrevista na primeira consulta agendada,
quando eu havia acabado de chegar à cidade. Procurei ter um primeiro encontro mais
tranquilo, ou melhor, dar lugar a um reencontro, já que na maioria já fazia mais de um ano
desde nosso último encontro pessoal.
No total, no segundo encontro, entrevistei cinco mulheres e cinco homens, decisão
tomada ao encontrar elementos narrativos que apresentam diferenças claras quando são
experienciadas por um ou outro gênero
12
. Esta decisão também se baseia na tradição da
presença feminina na história das FARC-EP, que, em armas, chegou a 40% da organização
(Rincón Flórez, 2018)
13
. Os espaços da entrevista, em geral, foram os locais onde residiram na
cidade; e excepcionalmente, perto de suas casas ou de seus empregos: parques ou cafés. Na
tabela seguinte, listo os nomes dos e das ex-combatentes colaboradores, a forma como se
identificam, a idade e a data da entrevista.
Tabela 2: Colaboradores(as) ex-combatentes entrevistados(as)
Nome
Autopercepção
Idade
Data de
entrevista
Humberto Díaz Tamara
Ex-combatente, agricultor e advogado empírico
43
29/09/2019
Kelly Jibeth Herrera
Ex-combatente, agricultora e empresária
32
29/09/2019
Jesús Castañeda Hernández
Ex-combatente, ex-membro da União Patriótica
e defensor dos direitos humanos
49
2/10/2019
Heidy Maryuri Parra
Ex-combatente, desenhista e mãe
32
4/10/2019
Albeiro Espinosa Montealegre
Ex-combatente, reciclador e empresário
45
7/10/2019
Viviana Perales Castañeda
Ex-combatente e líder local
33
10/10/2019
Freddy Idrobo Sandoval
Ex-combatente e líder local
45
10/10/2019
Cesar Vergara Guerrero
Ex-combatente e empresário
52
14/10/2019
Viviana Barrios Rocha
Ex-combatente, agricultora e estudante de
graduação em educação comunitária com ênfase
em direitos humanos
36
14/10/2019
Paola Argenis López
Ex-combatente, mãe e lutadora
31
16/10/2019
Fonte: elaborado pelo autor, 2021
O primeiro encontro, mais emocional do que formal, consistiu em saber o que
aconteceu em nossas vidas distantes, em espaços tão diferentes. Nessa primeira conversa,
12
Embora a pesquisa não aborde ou incorpore explicitamente uma abordagem de gênero, no desenvolvimento da
história oral proposta lemos e interpretamos problemas e leituras típicas de contextos patriarcais que evidenciam
desigualdades, iniquidades ou violências.
13
Após o processo de deposição de armas e durante o atual e truncado processo de transição civil, a presença de
ex-combatentes mulheres continua sendo um número considerável com 24%, o que equivale a 3.295 ex-
guerrilleras (Agencia Colombiana para la Reintegración, 2020).
40
falamos sobre o momento da minha pesquisa e algumas generalidades da entrevista que eu
realizaria no próximo encontro; das mudanças na minha vida morando e estudando no Brasil,
bem como das questões conjunturais, como a virada política sul-americana para a direita.
Enquanto eles e elas conversavam sobre os desafios de suas lutas, dificuldades trabalhistas,
transformações vitais como o acolhimento de novas maternidades ou paternidades, bem como
o aprofundamento de sua insegurança. Nessas posições, anteciparam muitas de suas respostas
que viriam na entrevista.
Diante dessa primeira experiência, o segundo encontro, que incluiu a entrevista,
priorizei dois aspectos: que o espaço era deles ou que sentiam ser seu, e que a primeira
questão, relativa ao Acordo final, era o gatilho para o diálogo e os temas previstos no roteiro.
Isso para ganhar maior autonomia e liberdade no exercício narrativo. As dez entrevistas foram
gravadas em gravador de voz digital
14
, de uso acordado com todos
15
. A presença do artefato
não trouxe variações profundas no clima ou no fio narrativo das diferentes conversas que
tínhamos valorizado. Produziu certa timidez em alguns, tornando as histórias mais específicas
ou, ao contrário, produziu discursos mais ousados e longos. Em média, as entrevistas duram
40 minutos, nas quais, conforme mencionado, foi desenvolvido o mesmo roteiro, porém,
alternando a ordem dos temas.
Algo a destacar é que a maioria das posições aí manifestadas foram narradas, não
tendo apenas a mim como interlocutor. Eles e elas deixaram suas histórias como se estivessem
falando para um público maior, pensando que suas palavras seriam ouvidas fora da Colômbia;
buscando a participação de outras pessoas ou comunidades, denunciaram com veemência e
deixaram claro que suas vidas estavam em risco, enfatizando a iminência de sua resistência ao
conhecer e apontar quem é o responsável por seu abandono e ameaças. Por este motivo, todos
os colaboradores manifestaram o desejo expresso de serem reconhecidos pelo seu nome
próprio na presente pesquisa, para não voltarem a ser clandestinos ou para se esconderem das
implicações do que foi afirmado. Com a certeza desse reconhecimento, que vai além de
nomeá-los, são propostos no diálogo como sujeitos(as) históricos(as).
14
As entrevistas foram gravadas com gravador de voz digital Sony, referência ICD-PX470.
15
O seu consentimento foi dado através da assinatura de uma carta de cessão das entrevistas aos meus cuidados,
na qual consta a data em que foram realizadas, o formato gravado e escrito em que foi deixada e a autorização
para a sua utilização para fins acadêmicos. Esta transferência isenta outras pessoas do direito à entrevista. Este
documento encontra-se no Anexo B, ao final da dissertação.
41
2.2.4 Etapa de pós-entrevista
A última etapa é composta pelo tratamento do oral e dos procedimentos utilizados para
sua transformação em texto escrito, a forma como essas narrativas estruturam a dissertação e
o que entendemos em nosso desenho metodológico por análise. Os procedimentos específicos
para conectar o oral ao escrito foram desenvolvidos usando técnicas de transcrição,
textualização e transcriação (Holanda, 2006; Marzochi, 2013). A explicação de cada uma
dessas técnicas me permitirá mergulhar na história oral que proponho.
A transcrição refere-se à mera conversão da narração oral dos colaboradores em texto
escrito, sem modificar os possíveis erros gramaticais em que qualquer língua falada incorre.
Agora, sem entrar nos inúmeros debates existentes sobre o campo da construção oral, seu
contexto de emergência, tons, gestos, que fazem a narrativa ser e tomar corpo próprio,
corremos os riscos necessários de transformar o texto oral em escrito, especialmente
incorporando a fase de textualização, que, para este trabalho, foi reduzida a gerar fluência na
escrita à medida que adicionamos pontuação e organização sintática às frases. Não retiramos
palavras ou expressões normativamente “incorretas”, mas que articulam uma forma de dizer
ou representar em seus jogos narrativos, nem omitimos, eliminamos ou substituímos palavras
como grosseria, regionalismos, colombianismos ou uma identidade de modos populares de
fala.
Ora, o sentido daquilo que os colaboradores expressam, o sentido desses momentos
narrativos, que ligam diferentes memórias aos seus presentes, que ligam “a vida aos tempos, o
particular ao representativo”, segundo Portelli (2014, p 13), é determinado por mais elementos
do que o que é devidamente narrado. A fase de transcriação, segundo o grupo de pesquisa
Núcleo de Estudos em História Oral (NEHO/USP), se refere a “acrescentar sensações ao
texto, aquilo que não foi dito, mas percebido ou visto pelo entrevistador” (Marzochi, 2013, p.
100). Especificamente, refere-se a navegar por um processo de tradução, ou seja, com a
participação contundente da voz observadora e reflexiva do entrevistador: “transcriar para
comunicar melhor o sentido, a intenção” (Holanda, 2006, p. 42).
Dito isso, esse processo que é nuclear em determinada história oral poderia implicar
(sendo mais do que um risco) um processo de edição das próprias entrevistas, o que tem
42
provocado diversas críticas a essa perspectiva transcriativa (Magalhães, 2017). Em nossa
posição, que tem a ver com a fundamentação conceitual das escolas latino-americanas de
historial oral e as características próprias que estamos propondo para nosso exercício de
pesquisa (ver Figura 2), o que não se pode admitir é que o que se lhes acrescenta implique
apagar marcas iniciais-chave dos colaboradores ou desvincular possíveis laços coletivos
manifestados; ainda mais ao levantar uma reivindicação dos sujeitos, de sua vontade
manifesta de se posicionar e se reconhecer como atores históricos e deliberativos.
Figura 2: Composição e orientações conceituais da proposta de história oral
Fonte: elaborado pelo autor, 2021.
Para a história oral que estamos propondo (ver Figura 2), retomamos alguns elementos
da transcriação do NEHO/USP. Complementamos a técnica, entretanto, com procedimentos
para a análise que o Gephom/USP articulou. O exercício transcriativo que aqui propomos se
baseia na impossibilidade e inconveniência de tentar “recuperar o ocorrido”. O que temos
deixado claro, e faremos com mais detalhes, é que está decidido deixar localizados e abertos
os terrenos através do qual estabeleço uma relação interpessoal com a população ex-
combatente. Isso porque, por meio dessa estratégia, proponho desenvolver um processo de
história oral da experiência de resistência dos ex-combatentes, a partir do que eles decidem
ser vital e pode ou deve ser transmitido ao público. Da mesma maneira, de forma altamente
relevante, os conhecimentos narrados, tanto deles como meus, que se encontram expostos
43
nestas páginas, são precedidos de posições políticas de defesa, denúncia e documentação das
violações sistemáticas que têm recebido.
Esse propósito é muito diferente de tentar exaurir cada evento, miná-lo a ponto de
distorcer suas vozes. Nossa transcriação opta por habitar o que produzimos narrativamente –
assim, no plural – dado um interconhecimento cultivado, produzido em um tempo e condições
específicas, que não teria sido de outra forma se tivesse ocorrido com outros antecedentes e
em outro tempo. Narrativas – cujo diálogo aqui continua – interessadas em como a população
ex-combatente significou suas resistências, presentes e memórias no momento da entrevista –
com a relação entesourada –, que sentidos dão às suas práticas vitais agora que não têm armas
e, como tenho exercido com maior apreensão (crítica ou não) um discurso dos direitos
humanos.
A transcriação praticada leva em consideração esses momentos narrativos, a
construção subjetiva de cada evento. Os desdobramentos desses presentes narrados são o
centro a partir do qual é tecida a composição da dissertação; entretanto, nossa proposta não
termina aqui. O texto transcriado não será uma edição, nem uma descrição precisa do que
aconteceu assim que as narrativas foram dadas. Vamos nos concentrar nas construções de
sentido e como esses caminhos personalizados e individuais – que têm efeitos concretos em
suas vidas e em seus contextos – desdobram vínculos coletivos que mostram uma vida entre
muitas e muitos, e criam ou transformam realidades que já existiram em alguns tipos
estudados e documentados (Magalhães, 2017). Na geração desse tecido propomos um texto
transcriado: em um movimento que parte de nossa produção narrativa mas que, de forma
indispensável, evoca e traz outras referências necessárias que alimentam suas posições, ou
que as discutem ou se opõem; outras versões pertinentes que as contrastam, que dão fluidez
ao diálogo, ou seja, onde a subjetividade se abre, ou pelo menos “fica entreaberta”, como diz
Portelli (2018), “para que las personas puedan entrar y salir, quedarse en el umbral mirando
en ambas direcciones o, siquiera, tener una idea de lo que hay del otro lado.”
16
(p. 11).
Dito isso, nossa proposta não faz "análise" no sentido tradicional do termo; isto é, por
um lado, vai confirmar ou negar o que foi dito, diagnosticando as narrativas a partir de
16
“para que as pessoas possam entrar e sair, fiquem no limiar olhando para os dois lados, ou até mesmo ter uma
ideia do que está do outro lado” (tradução nossa)
44
“verdades factuais”, ou, por outro lado, tentando “decifrar” o que os colaboradores contam.
Desta forma, como diz A. Marzochi (2013), a abordagem difundida e estudada de “análise de
entrevistas” não corresponde nem se enquadra neste tipo de trabalho. Agora, o que
incorporamos são os procedimentos (como os descritos até agora) que são freqüentemente
usados nessas perspectivas de “análise”. Voltando às contribuições de Valéria Magalhães
(2017), em primeiro lugar, registramos em arquivos a autorrepresentação e as afirmações de
como os colaboradores são percebidos, vinculados à coleta de dados gerais dos colaboradores.
E, em segundo lugar, li e ouvi as entrevistas repetidamente e com o auxílio de marcadores
temáticos em sua abordagem, que tornam o texto mais gerenciável para a identificação de
fragmentos, selecionamos e organizamos de acordo com os três temas ou eventos enunciados.
A ferramenta de registro é uma tabela que lista tópicos, fragmentos, seu contexto global e
relações coletivas estabelecidas.
Esses são os fundamentos, as abordagens e os procedimentos que produziram as
narrativas que então darão continuidade ao seu diálogo em nossa proposta de história oral.
Com esse desenho metodológico, teórico e político, e a partir de uma relação ética, a
liberdade no diálogo e compromisso com as lutas pesquisadas, damos outro tratamento às
linguagens aqui propostas, pois estamos dando conta de um exercício de pesquisa, militância,
defesa e denúncia de pessoas, grupos e comunidades que articulam o combate às vulnerações,
ameaças e assassinatos de ex-combatentes das ex-FARC-EP na Colômbia.
45
3 ORIGENS NARRATIVAS E SOCIAIS DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO EX-
COMBATENTE: COMPREENSÃO, PESQUISA E DEFESA DE SUAS LUTAS
“Renacer,
Eso pido como cualquier Lázaro
En estos días en que transito
Solo en la sombra
Como una piedra lanzada al vacío.”
Una resurrección
Guillermo Martínez González (1952-2016)
O sociólogo e cronista colombiano Alfredo Molano Bravo (2015), cujo trabalho
inspira e homenageamos nesta pesquisa, em um de seus memoráveis textos, La gente no
habla en conceptos, a menos que quiera esconderse, apresentado em 2009 perante a
Asociación de colombianistas, fez um balanço biográfico de porque decidiu para sua vida,
diante do peso positivista das ciências sociais colombianas dos anos 70, por optar pela força
ética e estética das histórias das comunidades no trabalho de campo do que pela exigência de
“teorizar el mundo social” (p. 492).
Este fecundo e atual texto de Molano, penetrou nas reflexões no meu processo de
relacionamento com a população ex-combatente, na energia com que enfrentei a condução
dos métodos e procedimentos de história oral que escolhi como adequados. Molano, dedicado
ao que chamou de compreensão popular dos fenômenos sociais, conta na primeira pessoa a
vida dos outros, cita suas vozes literalmente, cria um contrapunteo
17
narrativo; conjunto de
vidas chamadas a serem complementares: “entrar en un personaje es también descubrir lo que
hay de él en uno.”
18
. (2015, p. 496), afirma em sua palestra declarativa.
Proponho este capítulo – ou melhor, propomos, a comunidade ex-combatente e eu –,
de alguma forma, também como uma declaração, uma entrega necessária de como se originou
a nossa relação, em que momento histórico do país (o assentamento de armas da guerrilha
17
Pegamos o conceito das prácticas de creação e encenação da música popular da América Latina. Refere ao ato
de dois ou mais cantores que “concorrem” improvisando letras, geralmente com rimas e num ritmo rápido.
18
“entrar num personagem é também descobrir o que há nele” (tradução nossa)
46
mais antigo do continente), em que condições e em que interesses convergimos; e,
certamente, declarar que essa proximidade desencadeou afetos e emoções que a luta política à
qual esta pesquisa está integrada é necessária. Escrever isso face a face com nossas
subjetividades, para chamá-lo de alguma forma, torna-se fundamental no exercício
descolonial de história oral que propomos. É aqui que o leitor será informado sobre a origem
do projeto, sua inspiração, bem como os rumos que tomou; questão cardinal quando
convidamos e dialogamos com as vozes dos outros e de outras.
Alfredo Molano (2015) fez da subjetividade não um conflito, mas uma rota de
trabalho (ética e estética); ele disse que falar de subjetividade não equivale a “uma posição
parcializada”. Ele concluiu sobre este assunto: “sobre el particular tengo un solo argumento:
nadie puede contar algo despojándose de sí mismo. Ni siquiera en un raciocinio
matemático.”
19
(p. 495). As demandas da população e da minha, pelo menos as mais
relevantes, não ficam privadas aqui. É por isso que neste capítulo proponho uma explicação
pessoal e grupal da origem da relação com a população de ex-combatentes; uma exploração
dessas origens relacionais e individuais, teóricas e vivenciais, que dão sentido não apenas a
um processo investigativo, mas também a um compromisso político que este trabalho de
pesquisa tem como uma de suas contribuições.
Para dar origem a essa relação e sua trajetória, o capítulo está dividido em quatro
partes: 1) o contexto de início da relação, vinculado à experiência de trabalho na instituição
estatal colombiana; 2) uma leitura antropológica dessa experiência no interior do estado, com
foco em suas práticas instrumentalizantes; 3) a forma deliberada como construímos uma
relação interpessoal com a população de ex-combatentes; e 4) a organização detalhada dessa
relação em fases narrativas, que distingue três tipos de contextos de interconhecimento entre a
população e eu: o da institucionalidade estatal, aquela dada na distância geográfica na
construção de uma agenda comum após a quebra deste vínculo trabalhista e do(a)
vinculado(a), e à realização do trabalho de campo e das entrevistas no marco da pesquisa.
19
“neste ponto, tenho apenas um argumento: ninguém pode dizer algo privando-se de si mesmo. Nem mesmo no
raciocínio matemático” (tradução nossa)
47
3.1 INÍCIO DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES:
INSTITUCIONALIDADE ESTATAL E O PROCESSO DE REINTEGRAÇÃO
Em agosto de 2016, em plena reta final do histórico processo de paz entre as FARC-
EP e o governo colombiano (2012-2016), fui contratado pela então chamada Agencia
Colombiana para la Reintegración – ACR, hoje conhecida como Agencia para la
Reincorporación y Normalización – ARN, para fazer parte da equipe de profissionais das
ciências sociais que materializaram a chamada Política Pública de Reintegración na cidade de
Bogotá, amplamente definida pela mesma instituição, como o conjunto de ações estatais
previstas a recepção e inclusão da população ex-combatente, que decidiu individualmente ou
em grupo deixar os grupos armados (guerrilheiros ou paramilitares) e assim se valer das
regras do status quo (Agencia Colombiana para la Reintegración, 2014).
Juntamente com um número de não mais de 40 profissionais, nossa função
correspondeu ao último processo de uma longa cadeia burocrática destinada a atividades
específicas de localização no território, relacionamento e materialização de ações de
reintegração com ex-combatentes em Bogotá, onde a maioria vive na periferia urbana da
cidade. Essas ações, que em última instância cristalizam as já mencionadas ideias estatais de
inclusão social e garantias de transição de um contexto de guerra para o da legalidade,
referem-se a um processo de envolvimento face a face ao grupo de ex-guerrilheiros e ex-
paramilitares que, buscando o anonimato, fugindo de lugares de origem ainda violentos ou
simplesmente pensando em um lugar melhor para sobreviver, decidiram se refugiar na capital
do país.
Essa instituição pública, a atual ARN, compõe o conjunto de entidades estatais
fundadas nos últimos 20 anos em função da construção de uma agenda de paz para o estado
colombiano. No entanto, é possível afirmar que essa agenda surge da pressão e das demandas
políticas de ex-combatentes que iniciaram suas lutas sociais fora do conflito armado, de
organizações sociais de vítimas, de grupos acadêmicos ou intelectuais, de grupos políticos
alternativos reivindicando uma negociação negociada e de diálogo sobre o conflito (Sanabria
González & Cuaspa R., 2018; Ruano, 2018), bem como da própria insurgência colombiana,
que sempre manteve discursos associados à abertura do diálogo e da paz (Barrera Téllez,
2016). Agora, assim que surgiram instituições dessa natureza, sua contrapartida, aquelas
48
estruturas estatais destinadas ao aparato armado, amparadas por fundos exorbitantes
20
,
intensificaram suas ações bélicas em todo o território
21
.
Tal agenda de paz, desenvolvida neste difícil contexto, conseguiu levar a cabo
processos de paz que, a partir da década de 1990, resultaram nas primeiras negociações bem-
sucedidas entre a guerrilha e o estado. Esses primeiros processos exitosos de deposição de
armas, produto das lutas sociais pelo fim do conflito e, em segundo lugar, da inclusão do
programa humanitário internacional de DDR (Desarmamento, Desmobilização e
Reintegração)
22
por parte do estado, foram a base para a criação de políticas públicas,
escritórios e finalmente, de uma entidade específica destinada à criação de uma agenda
pública de ações dirigida aos combatentes que abandonaram a guerra interna colombiana
23
.
Na Colômbia, a ARN é a instituição responsável pela última fase do programa de
DDR, a de reintegração. Dados oficiais falam da recepção de mais de 50.000 combatentes de
diferentes grupos nos últimos 20 anos
24
. Além disso, somam-se a este número os quase
14.000 ex-combatentes das ex-FARC-EP, desarmados em decorrência do processo de paz
desenvolvido em Havana, Cuba (2012-2016). A função para a qual tinha sido contratado
naquele 2016 era finalmente “reintegrá-los”, o que na prática significa uma face a face me
envolvendo na vida deles para aplicar este programa estatal. No início, relacionei-me com ex-
combatentes, por um lado, com a deserção individual de organizações guerrilheiras que
20
Uma das fontes de financiamento que mais intensificou a guerra na Colômbia foi o Plan Colombia (1999-
2016), que, como nenhum outro plano de cooperação econômica da América Latina dos Estados Unidos,
entregou à Colômbia, entre 2000 e 2010, US $ 7,3 trilhão; desse montante, 80% foi para assistência militar e
policial (Calderón, 2014). Ou seja, as Forças Armadas colombianas receberam 1,7 milhão de dólares por dia
nesse período (De Currea-Lugo, 2007).
21
Ressalte-se que essas instituições voltadas para enfrentar os efeitos da guerra em nome de uma agenda pública
de paz, surgem e permanecem em um estado que, ao longo de sua história, carece de um déficit institucional de
estrutura, ou seja, de um aparato “fraco” em termos de sua dotação burocrática e presença territorial, ainda mais
faminta em questões associadas à política social (Palacios, 2015).
22
O DDR é um dos componentes centrais das teorias da resolução de conflitos armados no mundo (Valencia,
2013). Este arcabouço conceitual internacional, disseminado pela ONU, é entendido por este órgão como um
processo de mudança ou conversão de "los combatientes que persiguen sus objetivos mediante la violencia, a
civiles que persiguen sus objetivos por otros medios" (UN, 2000, citado em Zukerman, 2014, p. 15). Os
primeiros processos implementados apoiados neste quadro ocorreram nas décadas de 1980 e 1990, na Namíbia,
Camboja, América Central e Moçambique. Até o momento, mais de sessenta processos de DDR foram
praticados no mundo (Zukerman, 2014).
23
A existência de diferentes expressões institucionais em torno dos processos de DDR na Colômbia se explica
por ser o país do mundo que possui o maior número dessas experiências: em 35 anos, 14 processos e 9
programas de reintegração aplicados (Villarraga, 2017).
24
Entre 2003 e 2014, 57.082 combatentes deixaram as fileiras dos grupos armados ilegais. Desse total, 35.317
pertenciam a grupos paramilitares e 21.284 a grupos guerrilheiros. Do total, quase a maioria, 47.944 ex-
combatentes, ingressaram nos programas de reintegração com a ARN (Jerez, 2016).
49
desertaram individualmente e, por outro, com grupos paramilitares que foram desmobilizados
coletivamente
25
.
A cidade que abriga o maior número de ex-combatentes foi, e continua sendo, Bogotá.
Foi na periferia da cidade que essas pessoas começaram a residir e desenvolver suas vidas, em
contextos radicalmente diferentes dos de seus percursos passados. Foi nos bairros do
sudoeste, nas áreas de Kennedy e Bosa, que esta instituição decidiu que meu trabalho deveria
ser feito. Coincidiu com os lugares onde morei a maior parte dos meus dias. Nesses bairros
periféricos de Bogotá –que poderiam facilmente somar-se à população de cidades como Belo
Horizonte (Brasil) ou países como o Uruguai– passou a assumir outro sentido biográfico que
estava relacionado à minha vida afetiva local, aquele localizado na memória de um território
percorrido e agora transformado em um campo de trabalho.
Não foi a primeira vez que trabalhei para o estado colombiano, nem a primeira que
conheci em primeira mão a lógica das ideologias estatais. Tinha percorrido o caminho
académico das ciências sociais, de alguma forma movido pela compreensão da autoria do
estado nos milhares de conflitos que sofremos como população, mas, sobretudo, para me
aproximar de uma forma de política local, uma forma quotidiana de solidariedade que ativa
distâncias necessárias com o poder e reafirma sua própria identidade política. Foi o caso dos
ex-combatentes que viviam no mesmo território ao qual há mais de 25 anos viajei, e com os
quais o redescobri de outras formas, de suas vidas errantes e ativas.
Trabalhei nesta instituição estatal por quase dois anos, até fevereiro de 2018. Antes e
durante o trabalho, era frequente ouvir comentários auto-elogiosos sobre os processos de
reintegração de parte do governo (de seu chefe ou representantes) definidos como “ajuda
estatal” (ARN Colômbia, 2014, 3m 58s) ou como a “capacidade comprovada de absorção do
estado” (ARN Colômbia, 2016, 1m 58s) – dito dessa forma pelo então presidente Juan
25
Atores paramilitares tiveram papel comprovado nas características e intensificação do conflito armado na
Colômbia. Ao contrário da guerrilha, cujo objetivo era combater e derrotar o estado oligárquico, o fenômeno
paramilitar se formou junto com ele, principalmente por meio de alianças com elites políticas e militares, mas
também com elites econômicas regionais, narcotraficantes e empresas nacionais e estrangeiras (Koessl, 2015)
para aderir e sustentar uma luta contra-insurgente (Franco, 2009). Seu processo de desarmamento parcial se deu
por meio de negociação coletiva, firmada no Acordo de Paz de Santa Fé de Ralito em 2003. Esse processo tem
sido alvo de críticas e questionamentos por suas imprecisões jurídicas, pela vergonhosa impunidade produzida e
pela continuidade de sua violência armada. Este acordo de paz serviu mais como um reconhecimento de sua
influência regional e local do que como um processo de reformas substantivas, justiça e reparação para as
vítimas (Romero, 2015).
50
Manuel Santos (2010-2018) em alguns de seus discursos – e replicado por políticos e
burocratas – e até por um setor da academia
26
.
O mesmo estado que provocou a guerra, que gastou inesgotáveis recursos na sua
manutenção e que fez morrer em seu nome a sua população pobre, fala de “ajuda” ou de
“absorção social” para expressar o cumprimento e a salvaguarda dos direitos da população de
ex-combatentes. Paola Argenis López, ex-combatente, mãe e empreendedora, fala sobre um
caso específico que ilustra esses termos:
Pero ya este año estamos estudiando, por cuenta propia, comenzamos a estudiar
desde febrero, estoy estudiando mercadeo y ventas, porque en el 2017 también pude
terminar el bachillerato. Y pues ahí estoy estudiando. Bregando a hacer lo que uno
puede, o sea, en cualquier cosa que le salga pues bregar a trabajar. Pero no es fácil,
porque si uno se pone a buscar trabajo lo primero que le sale es ir a barrer, ir a
hacerle aseo a un hospital… que ir a cocinar. Esos son los trabajos que le ofrecen a
uno en reincorporación, porque cuando le llegan a uno de la ARN son esas las
ofertas de trabajo, no le llega a uno ninguna otra oferta de trabajo; es ir a cocinar o ir
a hacer aseo… entonces no, para mí no, no es eso. Ahora estoy trabajando de modo
independiente, bregándome a rebuscar lo que pueda para mí y para mi hijo.
27
Nesse trecho da narração de Paola López, fica claro como os direitos da população ex-
combatente são lidos e implementados pela instituição estatal como uma “ajuda”, ou seja,
uma oferta, na forma de um favor, também desvinculada de seus interesses e finalidades. Eu
escutava continuamente experiências como esta, que revelaram um grande distanciamento
entre os objectivos do grupo de ex-combatentes e a forma como a instituição abordou o
próprio ex-combatente, em nome da “reintegração” ou “reincorporação”
28
.
26
A maior parte do conjunto de investigações que analisam os processos de reintegração na Colômbia
dificilmente ultrapassa o âmbito do DDR, bem como as informações da própria instituição, ou seja,
especificamente da ARN (García D. & Barrios F., 2019; Jerez, 2016). É possivél identificar alguns balanços
históricos, relatórios de uma perspectiva técnica, socioeconômica ou de gênero (Villarraga, 2017; Mesa, 2017;
Zukerman Daly, 2014; Theidon, 2009). No entanto, quase não existem estudos que investiguem e documentem
os interesses da população ex-combatente, com seus critérios e perspectivas críticas que tornam visíveis o que
decidem e não estão condicionados por este quadro institucional. Ou seja, fora das coordenadas discursivas que
enquadram suas vidas e histórias em reintegração (uma investigação próxima a este âmbito é a de Francy
Carranza (2020)).
27
Mas esse ano estamos estudando, sozinhos, começamos a estudar desde fevereiro, estou estudando marketing e
vendas, porque em 2017 também consegui terminar o ensino médio. E bem, aí estou estudando. Lutando para
fazer o que se pode, isto é, em tudo o que sai, depois lutando para trabalhar. Mas não é fácil, porque se você
começa a procurar trabalho, a primeira coisa que sai é varrer, limpar no hospital ... do que cozinhar. Esses são os
empregos que se oferecem a quem está em reintegração, porque quando um dos ARN recebe essas ofertas de
trabalho, nenhuma outra oferta de trabalho chega a um; vai cozinhar ou limpar ... então não, para mim não, não é
isso. Agora estou trabalhando de forma independente, lutando para encontrar o que posso para mim e meu filho
(tradução nossa).
28
No desenvolvimento do capítulo, esses dois processos são contextualizados e diferenciados.
51
Figura 3: Atividades coletivas com ex-combatentes na jornada de trabalho da ARN
Fonte: Arquivo pessoal das atividades que coordenei como reintegrador profissional. Bogotá, 2017.
Em muitas atividades que coordenei, ouvi um descontentamento expresso e
compartilhado pela maioria. Por exemplo, na atividade da Figura 1, onde, naquela ocasião,
por meio de um exercício cartográfico, foram identificadas relações problemáticas com certas
áreas do território habitadas por ex-combatentes. Uma dessas relações, colocada por eles no
mapa, era o comparecimento obrigatório por parte deles nas instalações da instituição pública,
já que tal deslocamento significava dinheiro e tempo que muitas vezes eles e elas não tinham.
Com o passar do tempo, em diálogos mais longos e na relação com mais ex-
combatentes, detectei uma desconexão expressa em um cansaço generalizado da população
em relação às atividades e propostas da instituição. Embora a ARN seja responsável por
liderar o processo de inclusão social e econômica dos ex-combatentes, o contexto de um país
como a Colômbia não oferece condições adequadas ou perspectivas variadas para que sua
população supere e cure as feridas de uma guerra que continua. Referimo-nos a um contexto
de características cada vez mais antidemocráticas: uma economia amplamente informal,
problemas de violência endêmica e abusos sistemáticos de autoridade por parte do estado
29
.
29
Além de relatórios como o da Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) sobre a situação dos direitos humanos no país, o estado crítico de sua democracia é declarado até
mesmo por centros de pensamento neoliberais como o alemão Bertelsmann Stiftung, que em o relatório 2020 de
seu Índice de Transformação – que diagnostica democracias e economias de mercado no mundo – afirma sobre a
Colômbia: “a construção do consenso democrático voltou a sofrer reveses” (Cadal & BTI, 2020, p. 23).
52
Nesse sentido, valeu a pena nos perguntarmos, fazendo eco a tamanha saciedade: o que
significa reintegração no contexto de uma sociedade desintegrada?
Na experiência do ex-combatente, esses traços antidemocráticos ou desintegrantes
tornaram-se mais perceptíveis no cotidiano urbano, no exercício de reconstrução de suas vidas
nas cidades. Essa percepção não foi definida pela oposição do rural ao urbano; a maioria deles
sentiram a lembrança viva de terem vivido coletivamente, características próprias da
experiência fariana
30
(Cárdenas Sarrias, 2019), a respeito da imposição da suficiência
individual como único recurso de sobrevivência, dinâmica típica das cidades. “Acá ya es otra
voz”, declarou Heidy Maryuri Parra, ex-combatente, mãe e operária. Heidy falou sobre as
regras da individualidade e suas consequências hostis: “Acá [en la ciudad] ya es otra historia
porque si usted no consigue, se blanqueó
31
; como decimos, el vecino no le va a
solucionar…”.
32
.
3.2 MOTIVOS DO ESGOTAMENTO DO PROCESSO DE REINTEGRAÇÃO DA
POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES: UM PERCURSO ANTROPOLÓGICO
Em meu trabalho para o estado, cujo objetivo era reintegrar à sociedade ex-
combatentes de grupos ilegais colombianos, minha primeira impressão foi de um cansaço
geral ou esgotamento da população em relação à ARN. Concluí três questões, ligadas entre si,
que identifiquei nos nossos diálogos, que explicam este esgotamento: a mais importante e que
dá lugar às outras duas, o sentimento permanente de instrumentalização das suas vidas e
vivências por este ente estatal. Os outros dois efeitos que o materializam – aliás, as práticas
mais comentadas que mais observei: o extrativismo narrativo de suas histórias de vida, e um
tratamento homogeneizante e paternalista.
Um ponto importante desses diálogos e observações é que fui o destinatário direto de
suas críticas, ou, em algumas ocasiões, seu objeto. Na sua leitura, eu não era um representante
nem um veículo do estado, era a sua expressão, o seu rosto. Dessa forma, eu era o alvo ideal –
30
Fariano ou fariana é o nome cunhado pelas próprias FARC-EP para nomear aqueles que se maquinaram e
atuaram em sua guerrilha.
31
O termo “blanquear” na guerrilha, nas palavras de Heidy Parra: “Allá [en la selva] se le dice “blanquear” al
que no comió”.
32
“aqui [na cidade] já é outra história porque se você não entender, vai ser apagado; como a gente fala, o vizinho
não vai resolver...” (tradução nossa).
53
porque era um contato direto e disponível – para uma espécie de alívio do que o estado, em
suas perspectivas, havia causado ao romper, danificar ou os ferir. Mas não só recebi suas
críticas e histórias como uma espécie de “estado humanizado”, mas também a mim mesmo,
questionando minha decisão de fazer parte de uma instituição estatal ou de não atuar sobre o
que consideravam que deveria fazer o estado.
Enquanto ouvia os críticos e suas histórias, fui me perguntando e discutindo algumas
questões: Eles se sentiam ouvidos, respeitados como sujeitos? O que foi “reintegração” para
eles? Seu atendimento consistia apenas em uma obrigação legal ou havia outros motivos?
Sentiram-se livres e autônomos em suas narrativas, no que decidiram –ou não– contar com o
contato com o estado? Seus interesses e reivindicações vitais foram ouvidos e
compreendidos?
As respostas dos ex-combatentes a estas questões, na sua maioria, foram enunciadas
de forma contundente: não se sentiam respeitados, muito menos autónomos, assumiam a sua
assistência como uma obrigação, fundamentalmente para salvaguardar as suas vidas, portanto
este processo não era outra coisa que uma exigência para prevenir conflitos com a justiça,
uma forma de evitar mais do que o necessário ao estado.
A relação do grupo de ex-combatentes experimentada com o estado, que desencadeou
memórias dolorosas ou traumáticas, que revitimou ou aprofundou um mal-estar existente,
nada tem a ver com o conceito de estado que distribui suas ações com efeitos iguais na
população, aquele que age impessoalmente e racionalmente como organização política. Esse
estado que atua nas periferias urbanas produz outras ordens, ativa práticas específicas – por
exemplo, por meio de ações concretas para as quais fui contratado –; esse estado, presente nas
margens urbanas, muitas vezes classificado como áreas “sem lei”, cria, com sua presença ou
não, imaginários ou estereótipos que normaliza ou aprofunda (Lemaitre, 2011); em última
análise, dá origem a uma ideia de seu status em contextos locais.
A antropologia contemporânea nos ajudou a ler um pouco mais de perto essa relação
entre ex-combatentes e estado nos espaços periféricos e, nesse sentido, encontrar elementos
mais explicativos do esgotamento percebido nos processos de reintegração do estado
colombiano. As antropólogas Veena Das e Deborah Poole (2008), consideram esses
54
fenômenos cotidianos localizados como a oportunidade de deixar de ler o estado como uma
estrutura racional e formal, e, da mesma forma, o espaço marginal como lugares
“desordenados” onde o ente estatal não existiu e conseguiu prevalecer.
Ao analisar o estado inserido nas práticas e linguagens do que considera situado à
margem de uma determinada sociedade, sua conceituação tradicional muda, deixando de ser
racional e formal. Para Das e Poole (2008) o conceito de margem proporciona leituras
excepcionais do estado, pois ali suas práticas cotidianas contradizem seus mandatos modernos
atuais: racionalidade, impessoalidade e violência de natureza legítima
33
.
É por isso que a ação do estado no cotidiano urbano e periférico de sociedades como a
da América Latina tem como balanço práticas totalmente contrárias a esse ideário: caóticas,
informais e violências não legítimas (Buchely, 2015; Gupta, 2015). Esses fenômenos não
sugerem nem são um pequeno traço do estado ou de suas possíveis performances exóticas;
denotam que suas ações à margem são seu envolvimento necessário, práticas típicas de sua
história. Das e Poole (2008, p. 10-12) concebem a implantação do estado nas margens não
apenas como uma questão territorial. Abordam pelo menos três questões: controle estatal e
colonização dos corpos, sua normalização ou questionamento de sua vida; a legibilidade ou
ilegibilidade de suas práticas escritas; e a "administração" ou "pacificação" das periferias e
seus ocupantes “ingovernáveis”.
Pude identificar as três abordagens antropológicas em minha experiência com o estado
colombiano. A “absorção” a que se refere o ex-presidente e ganhador do Prêmio Nobel da
Paz, Juan Manuel Santos (2010-2018), nada mais é do que estratégias de administração e
colonização para o conjunto dos ex-combatentes. A “pacificação” na Colômbia transita entre
a repressão violenta e uma pedagogia civil rígida – na qual se incluem os programas de
reintegração – fenômenos presentes e recorrentes na periferia urbana.
A ideia de Das e Poole (2008, p. 10) de “pacificar” populações “insuficientemente
socializadas na lei” tem a ver, sem dúvida, com o uso da força autoritária, mas também com
33
O sociólogo Max Weber é o autor de referência que conseguiu sistematizar esse modelo com maior clareza.
Weber conceituou o estado como uma organização burocrática moderna, de caráter fundamentalmente racional e
formal. Essa é a ideia liberal generalizada e dominante da definição de estado na América Latina, apropriada e
difundida na região por meio das doutrinas do direito administrativo (Buchely, 2015; Gupta et al., 2014).
55
uma espécie de “pedagogias de conversão”, ou seja, a prática de transformar o “sujeito
ingovernável” em “sujeito licito” através de seu disciplinamento. Em nossos termos, a partir
do vivido nas instituições colombianas e retomando a pesquisa de Daniel Varela Corredor
(2008; 2010), cria-se um tipo de sujeito em permanente transição, excluído de um projeto
civilizador: ainda é “ingovernável”, mas tampouco é inteiramente um “sujeito lícito”
reconhecido pela sociedade. Essa exclusão, na minha leitura, é estabilizada pelo tratamento do
programa de reintegração estatal, mas também na própria sociedade: exclusão cristalizada nas
formas de nomeá-los, tratá-los, nas dinâmicas sociais cotidianas e, mais ainda, na sua
anulação na política dos espaços de tomada de decisão.
Desse modo, o conceito antropológico de pedagogias de conversão permite dar uma
outra leitura ao processo de reintegração. Entendê-lo como ações de disciplinamento,
subordinação e exclusão em suas práticas cotidianas implica ler os procedimentos de DDR de
uma perspectiva muito diferente, e assim questionar e retirar o véu das “boas intenções” desse
tipo de discursos teóricos patrocinados pela retórica da paz das Nações Unidas. Um exemplo
do que as “boas intenções” desses discursos encobrem pode ser encontrado em um dos textos
de Vicenç Fisas
34
: “El DDR, por tanto, por sí sólo, no comporta la paz, sino que la facilita. Es
un elemento más de un proceso más amplio con muchos compromisos, aunque el más
importante de ellos es preparar a los excombatientes para que sean instrumentos de paz”
35
(Fisas, 2011, p. 5). O diálogo com os ex-combatentes deixa bem claro que eles não são e não
querem ser um instrumento em nome de nada e de ninguém. São justamente essas práticas
que acabam reproduzindo instituições como a ARN, aquelas que vêm prejudicando e
esgotando a população. Expandiremos brevemente os três aspectos que explicam esse
posicionamento.
3.2.1 Instrumentalização de suas vidas e experiências
Frequentemente ouvi e percebi da população que se sentia instrumentalizada pela
ARN, o que pode ser explicado pelos seguintes fatores: por um lado, a relação que os gestores
34
V. Fisas é uma das referências internacionais em teorias de resolução de conflitos, titular da Cátedra UNESCO
sobre Paz y Derechos Humanos da Universidad Autónoma de Barcelona.
35
“O DDR, portanto, por si só não traz a paz, mas a facilita. É mais um elemento de um processo mais amplo
com muitos compromissos, embora o mais importante deles seja preparar ex-combatentes para serem
instrumentos de paz” (tradução nossa).
56
do programa de reintegração mantinham com eles baseava-se mais na busca da obediência do
que em compreendê-los ou reconhecê-los. De outro, as diretrizes institucionais internas,
decorrentes de uma estrutura sobrecarregada de ideias e práticas, materializaram a
reintegração cotidiana a partir de uma abordagem centrada no indivíduo, ou seja, o ex-
combatente como responsável por ter trazido “violência” à sociedade e, portanto, alguém que
se deve subordinar, intervir e curar (Varela Corredor, 2010, p. 97).
O processo de reintegração
36
na prática diária recaiu sobre nós, profissionais da
reintegração. O que encontrei nessa experiência foi um abuso laboral repetitivo: exigências
diferentes e cotidianas de pegar informações e sistematizá-las em diferentes documentos e
formatos, mesmo repetindo as mesmas ideias, indefinidamente, em diferentes fontes da
mesma instituição. Isso se tornou mais crítico, ao se levar em conta que a direção central desta
entidade exigia que fosse realizado o processo de pelo menos trinta ex-combatentes por
profissional, com reuniões detalhadas e acompanhamentos do que era trabalhado com eles.
A densidade de dados, arquivos e papéis físicos acumulados era desproporcional,
mesmo se comparada a outras tecnocracias do mesmo estado colombiano onde havia
trabalhado. A necessidade de sistematizar a informação para cada pessoa revelou a abordagem
centrada no indivíduo deste programa. Esse fato tornava a carga de trabalho excessiva, tendo
que planejar atividades diferentes para cada caso particular das trinta demandas. O que se
pretendia era ter o maior controle possível sobre o ex-combatente, o que implica que o
violento conflito colombiano se resolva individualizando-o, com o tratamento de cada um
desses corpos e mentes: “Esta patologización de la violencia y su localización en el cuerpo del
individuo legitimizan la intervención estatal bajo la forma de sus procesos de reintegración
despolitizados y tecnócratas” (Rethmann, 2010, p. 7).
37
38
36
Em 2011, o ARN redesenhou o processo de reintegração. Ele o definiu a partir do que é conhecido como “ruta
de reintegación”, ainda em vigor em 2021. Essa ruta é “entendida como el camino que cada persona en el
proceso (…) debe recorrer para reintegrarse plenamente a la vida social, económica y política” (ACR, 2014, p.
4). Neste percurso, o profissional reintegrante é o funcionário encarregado de cumprir e acompanhar os termos
desta ruta, constituída por 8 dimensões de trabalho: pessoal, produtivo, familiar, habitabilidade, saúde, educação,
cidadão e segurança; o tempo médio do processo de reintegração é de 6 a 7 anos (Zukerman, 2014).
37
“Esta patologização da violência e sua localização no corpo do indivíduo legitimam a intervenção estatal na
forma de seus processos de reintegração despolitizados e tecnocráticos” (tradução nossa).
38
Sobre essa concepção explicativa da violência na Colômbia que a coloca alheia ao núcleo social, como uma
patologia que contagiou o corpo nacional, há uma significativa literatura de base etnográfica, em contraste com
os abundantes estudos particularmente históricos do conflito armado colombiano (Bolívar, 2006; Uribe, 2007). A
partir da revisão bibliográfica realizada, os estudos mais relevantes sobre esta vertente, ao abordar o caso
específico da ARN, são os de Daniel Varela Corredor (2008; 2010) e José Cárdenas Sarrias (2005).
57
O cumprimento dessas exigências de controle individual, para dominá-los e enumerá-
los, com frieza e apatia, sem se deter nos encontros, em suas emoções e interesses, promoveu
e recompensou a obediência, excluindo os que divergiram, à maneira clássica de um tipo de
estado hobbesiano
39
. Este programa buscou que o ex-combatente se reconhecesse em seus
copiosos documentos institucionais, ao invés de ser a instituição que entende e reconhece seus
processos pessoais e relacionais com suas famílias, comunidades e projetos.
Desse modo, a origem desse processo de instrumentalização não se explica por trazer
uma crítica simplista à burocracia institucional, como costuma acontecer, por reproduzir a
concepção neoliberal difundida de burocracia: como estamentos ineficazes, que esbanjam
recursos e, ainda, que não são lucrativos (Boltanski & Chiapello, 2002). Pelo contrário, o que
encontramos são as bases ideológicas do programa de reintegração que produz práticas
instrumentalizadoras exercidas por funcionários sobre a população (Varela Corredor, 2010;
Rethmann, 2010; Cárdenas Sarrias, 2005).
Os profissionais da reintegração, para cumprir tão grande volume de exigências
documentais – uma das prioridades da instituição – realizamos reuniões com a população de
forma urgente, temporária e eficientista. A consequência imediata foi a sua
instrumentalização, consistindo em colocar a agenda do estado acima dos interesses e limites
do ex-combatente. Por exemplo, os contatamos para extrair informações sobre suas vidas e
para encontros de interesse da instituição, mas não deles, encontros que tinham como eixo
ideológico um catálogo de recomendações, muitas vezes traduzidas em ordenação, de como
deveriam ser suas vidas. Afinal, a população de ex-combatentes era um conjunto de
estatísticas, homogeneizadas em rótulos burocráticos, que a instituição apresentava como
exitosos no processo de DDR na Colômbia, justificando suas ações – e financiamentos –
perante a comunidade internacional ou organismos como a ONU.
39
Thomas Hobbes (2015), fundador da filosofia política moderna, propôs pela primeira vez uma teoria do estado
como uma entidade concreta e programática. Isso significa que o estado se materializa em fases a partir do
encontro de toda a multidão, enquanto cada um se reconhece no estado e seus atos expressam tal espírito de
estado, pois a ele é devido a "paz e defesa". deus, mas mortal. É por isso que a obediência é a chave para sua
manutenção; uma submissão análoga à religiosa, típica daquela expressa a uma divindade, neste caso de natureza
civil (p. 141).
58
3.2.2 Extrativismo narrativo
O efeito instrumentalizador mais comum da demanda estatal de coleta e sistematização
de informações repetitivas foi assumir as histórias de vida da população apenas como uma
estrutura de dados, sendo suas memórias uma espécie de arquivo para consulta aberta. Esta
concepção revela uma “racionalidad indolente”, retomando o conceito de Boaventura de S.
Santos (2005), que se exercia por meio de prerrogativas que transgrediam as decisões de
silêncio ou esquecimento dos ex-combatentes, e que reproduzia conscientemente, traumas ou
dores, ou, de certa forma, interromperam abruptamente seus próprios processos de
ressignificação de suas vidas e histórias.
Propomos o conceito de extractivismo narrativo, retomando o conceito de
"extractivismo epistêmico" desenvolvido pelo Ramón Grosfoguel (2016), como uma
mentalidade que “que no busca el diálogo que conlleva la conversación horizontal” (p. 132),
particularmente com povos marginalizados ou racializados, assumindo-os como objectos, à
maneira do “extractivismo económico”, procurando extrair as suas ideias como se fosse a
extração de matérias-primas. Um processo de colonização e “pilhagem cognitiva”, que
despolitizam e descontextualizam esse conhecimento do local de onde foi tirado, excluindo
suas trajetórias e identidades.
No mesmo sentido que a espoliação epistêmica discutida pelo Grosfoguel (2016), o
extrativismo narrativo que teorizo aqui, defino como essas práticas quotidianas antiéticas,
exercido pelos funcionários estatais (nosso caso, dirigentes do programa de reintegração) que,
valendo-se de posição superior na hierarquia estatal e de exigência de obediência à população,
abordavam os e as ex-combatentes com o objetivo de subtrair informações pessoais.
Os depoimentos, ao final, foram reescritos, ou seja, colocados nas falas dos
funcionários, para serem colocados em formatos burocráticos, o que significou produzir outra
narrativa, diferente daquela contada a partir da subjetividade do ex-combatente. A
antropóloga Veena Das (2008b) refere-se a esse fenômeno de personificação da voz da
população pela do burocrata, como um ato de apagamento da memória das pessoas que
59
vivenciaram os acontecimentos, no que diz respeito à exaltação do relato do especialista
estatal.
40
3.2.3 Tratamentos homogeneizantes e paternalistas
Outra forma eficaz com que o estado conseguiu administrar individualmente os corpos
e mentes de quase cinquenta mil ex-combatentes em todo o país foi por meio de
denominações homogeneizantes. Como parte dos fundamentos ideológicos do programa de
reintegração, havia três categorias burocráticas utilizadas para representá-los: “participantes”,
“PPR (pessoas em processo de reintegração)” e “reintegrados”.
Essa estratégia de classificação e homogeneização, em particular, funcionou mais para
negar suas identidades e trajetórias, e para aguçar ostensivamente seu processo de
despolitização, uma vez que cada um e todos são definidos pelo status de transição, que,
retomando Hannah Arendt (1998), dá a eles um lugar apenas como humanos (membros de
uma espécie), mas não como interlocutores (como seres singulares), pois não são
reconhecidos em sua pluralidade. Embora as instituições os chamem de “iguais”, “la igualdad
se interpreta en términos de homogeneidad” (Quintana, 2016, p. 235), anulando a política
como comunidade e promovendo-a como ameaça e exclusão.
É por esta via de despolitização, desprovidos de suas histórias e considerá-los “iguais”
(seres possuidores de violência), que o programa de reintegração não questionou e, portanto,
aceitaram deliberadamente a categoria de vitimadores, ideia histórica de orientação contra-
insurgente em particular para os ex-guerrilheiros (Franco, 2009), cuja representação
ideológica na sociedade colombiana os vincula como – os únicos perpetradores –
responsáveis pela violência no país
41
. Mesmo dentro do estado, é comum ouvir funcionários
40
Das (2008b) explica isso analisando a relação que ocorreu entre as vítimas do desastre de Bhopal (Índia) e
funcionários do estado indiano após esta tragédia: “[…] las estructuras conceptuales de nuestras disciplinas -de
la ciencia social, el derecho, la medicina- conducen a una transformación del sufrimiento elaborada por los
profesionales que le quita su voz a la víctima y nos distancia de la inmediatez de su experiencia. En la memoria
de un acontecimiento, como se organiza y se consagra por parte del Estado, solo puede reconocerse la voz del
experto, que con el tiempo adquiere un cierto tipo de permanencia y oculta a la vista la forma en la cual el
acontecimiento puede haberse experimentado por la propia víctima” (p. 410).
41
No discurso público da mídia hegemônica e de setores políticos de direita, os guerrilheiros em particular são
apontados e ideologicamente construídos como os maiores “perpetradores”, como "principais e quase únicos
culpados" da violência no país, estratégia ideológica desenhada e liderado pelo ex-presidente Álvaro Uribe Vélez
(2002-2010) (López de la Roche, 2014, p. 208). Esta é uma representação generalizada e normalizada que
60
públicos, que ocupam posição hierárquica de poder, referir-se ao grupo de ex-guerrilheiros
como “criminosos”, “terroristas” ou “narcoterroristas”.
Esse fluxo ideológico se configura como uma das justificativas para a reintegração da
população por meio de rotinas disciplinadoras centradas no indivíduo. Era imperativo que nós
(o grupo de profissionais e eu) devíamos organizar atividades que oferecessem um catálogo
42
do que um “sujeito integrado” deveria fazer (Varela Corredor, 2010). As inúmeras ações que
emergem deste catálogo são surpreendentes, de modo que a disciplina se exerce enquanto
exortamos a população a assumir determinados comportamentos, como a relação de tutela que
ocorre entre pais e filhos. O paternalismo estatal buscava organizar a vida do ex-combatente,
seu dinheiro, suas relações interpessoais e sugeria qual seria o futuro conveniente para eles e
elas (Cárdenas Sarrias, 2005).
O processo de reintegração como pedagogia de conversão, que se concretiza por conta
da ação do estado nas margens (práticas históricas localizadas), a partir do disciplinamento de
um sujeito portador de uma “patologia violenta” (o ex-combatente), instrumentalizado e ainda
mais excluído por essas práticas, recebe um tratamento social análogo ao do apátrida
analisado por Hannah Arendt (1998), como ente privado de uma comunidade política, ou seja,
o ser humano confinado em sua privacidade pela falta de ações suas de significado para a
maioria; Arendt diz: “un ser humano en general —sin una profesión, sin una nacionalidad, sin
una opinión, sin un hecho por el que identificarse y especificarse”
43
(1998, p. 251). Assim
como o apátrida, a população ex-combatente é lida como uma ameaça, uma vez que é
impedida a possibilidade de exercer sua singularidade e pertencer a um determinado lugar,
condenada a não encontrar reciprocidade. A sua luta atual e vigente pelo reconhecimento na
sociedade civil, que defende e propõe a sua ação singular sem armas, continua a custar-lhes as
suas próprias vidas.
continua a ser utilizada para fins eleitorais pela direita, e com efeitos devastadores e violentos na população de
ex-combatentes. Essa estratégia é melhor explicada na parte 5 da dissertação.
42
Conforme evidenciado pelo documento conceitual e técnico desta instituição: “Dimensiones de la ruta de
reintegración. Conceptualización y logros” (Agencia Colombiana para la Reintegración de Personas y Grupos
Alzados en Armas, 2014).
43
“um ser humano em geral – sem profissão, sem nacionalidade, sem opinião, sem fato pelo qual se identificar e
se especificar” (tradução nossa).
61
3.3 CONSTRUÇÃO DE UMA RELAÇÃO INTERPESSOAL DELIBERADA COM A
POPULAÇÃO DE EX-COMBATENTES
Diante dessas experiências de esgotamento narradas pelos e pelas ex-combatentes que
ia conhecendo, não seria ético tentar ser neutro ou ignorar sua saciedade, como observei em
muitos funcionários que se escusavam nas conhecidas deficiências do estado colombiano.
Assim, observamos não apenas violações exercidas pela institucionalidade, mas, sobretudo,
diferentes capacidades de agência dos ex-combatentes, típicas de suas trajetórias biográficas
que enfrentaram o estado e a exclusão social (Barrera Téllez, 2014).
Albeiro Espinosa Montealegre, ex-combatente, líder local e empresário, fala da luta
contra a exclusão social como forma de resistência após a entrega das armas:
Nosotros tratamos de seguir resistiendo. Entregamos las armas a cambio de una
voluntad política o una voluntad de paz, y ya no hay a qué aferrarme o con qué
defenderme, ¿qué toca? resistir, y una de las resistencias es tener un bajo perfil,
saber actuar, esa es una de las resistencias, saber actuar, saber dialogar con todo el
mundo… ladrones, viciosos, no discriminar a nadie (…) Porque ahí entra el choque,
cuando empiezo a tocar con el tema del otro… ¡Esa es la resistencia! Aquella
resistencia de incluirnos, la de meternos allá. ¡Claro!, la resistencia tiene que darse
de esa forma, porque si volvemos a aquella resistencia donde luchamos por 50 años
pues tendríamos un nuevo conflicto.
44
A narrativa da exclusão de Albeiro Espinosa parte do seu lugar de resistência. Não há
relato de vulneração que não se contrasta a uma luta contínua e permanente, neste caso,
associada à capacidade de ouvir o outro, de se entrelaçar, “de abordar o seu tema”. Essa
vontade foi a mesma que nos permitiu construir um vínculo que ultrapassou aquele dado pelo
contexto institucional, de tipo interpessoal e de trabalho, onde surgiram seus incômodos, mas
também seus projetos.
Dar espaço a uma relação honesta na escuta e no trato implicava também falar do
nosso próprio esgotamento, das precárias condições de trabalho em que se encontravam todos
os profissionais da reintegração, das longas jornadas de trabalho, sobretudo de conteúdo
44
Tentamos continuar resistindo. Entregamos as armas em troca de uma vontade política ou, de paz, e não há
mais a que me agarrar ou com o que me defender, que devo fazer? resistir, e uma das resistências é ser discreto,
saber agir, essa é uma das resistências, saber agir, saber dialogar com todos ... ladrão, viciado, não discriminar
ninguém. [...] Porque é aí que entra o choque, quando começo a abordar com o tema do outro... Essa é a
resistência! Essa resistência de nos incluirmos, de entrarmos lá. Claro, a resistência tem que acontecer assim,
porque se voltarmos àquela resistência onde lutamos por 50 anos, teríamos um novo conflito (tradução nossa).
62
administrativo e técnico. Dois tipos muito distintos de saciedade, que detonaram diferentes
posições políticas críticas das práticas do estado e, com isso, o diálogo de nossas próprias
trajetórias biográficas; o historiador oral Alessandro Portelli (2014) pergunta a esse respeito
“¿Cómo pretender que una persona nos cuente su vida si no decimos nada de la nuestra?” (p.
17).
45
Ou seja, narramos nossas experiências, em primeiro lugar, para nos reconhecermos
nas diferenças e não forçarmos familiaridades; uma relação que, pelo próprio poder dessa
troca narrativa, consequentemente se tornou empática, e não apenas para se dizer algo ou
acompanhar a conversa (Ritivoi, 2018)
46
. Empatia tem a ver com a ativação dos sentidos
afetivos impulsionados pelo jogo oral, com a criação de um terreno mútuo como efeito de
atitudes compreensivas. Nada mais é do que uma “partilha de afeto” fértil (p. 12).
É por isso que compreender empaticamente suas vidas não era apenas sentir pena e
ajudar essas pessoas. Era para situar essa decisão no quadro de sua experiência histórica e,
assim, situar seu presente; era estar atento às trajetórias que sustentam essa transformação –
antes nas armas nas montanhas, na prisão ou no exílio em outros países, e agora nas áreas
urbanas ou rurais em luta para continuar suas vidas – que dão conta dos processos biográficos
em movimento, e não estático em um passado e um presente separados (Ritivoi, 2018).
Experienciar práticas baseadas na escuta empática foi a forma que me permitiu
compreender o esgotamento compartilhado no contexto da ARN. Mas também ocasionou a
construção de diferentes relações interpessoais com ex-combatentes em processo de
reintegração. Com o passar do tempo, assim que articulei essa forma mais honesta de se
relacionar, consegui estreitar ainda mais os laços com os novos ex-combatentes guerrilheiros
que chegaram em julho de 2017, por conta da implementação do Acordo final firmado entre
as ex-Fuerzas Armadas Revolucionarias da Colombia (FARC-EP) e o governo colombiano.
45
“Como podemos esperar que uma pessoa nos conte sobre sua vida se não dissermos nada sobre a nossa?”
(tradução nossa).
46
Nos termos de Andrea Deciu Ritivoi (2018), as narrativas são um caminho propício para o reconhecimento
recíproco: “O que nos arranca dos confins do nosso próprio mundo e nos torna mais conscientes dos outros (e de
suas necessidades) é uma sensação de reconhecimento –e, com ela, de comprometimento– que as histórias
conseguem transmitir com maior maestria do que qualquer outra forma de discussão.” (p. 9-10).
63
3.3.1 Primeiros encontros com ex-combatentes que assinaram o Acordo final
O processo de paz e seu Acordo final – fruto da negociação (2012-2016) – foi um dos
acontecimentos históricos recentes mais importantes da América Latina (Calderón, 2014).
Eminentemente, o cenário político na região mudou, desarmando mais de 14 mil insurgentes
que formavam a mais antiga guerrilha ativa do mundo, que agora apostavam em um projeto
político sem o uso de armas (Instituto Kroc, 2018).
No entanto, esse acontecimento
47
é relevante na presente dissertação, na medida em
que é produzida e potencializada pelo próprio ex-combatente. Além de lê-lo como um fato
jurídico e político internacional inevitável, para a população de ex-combatentes com quem me
relacionei, o Acordo final foi uma decisão vital que cada um tomou, um choque emocional, de
expectativas, desejos, reencontros; um processo do qual fizeram parte na sua construção
porque aspiraram a transformar a sua vida e a de outrem. Humberto Díaz Támara, ex-
combatente, camponês e advogado empírico, expressa essa decisão transformadora e seus
efeitos emocionais:
He descubierto que a pesar de que aparentamos ser muy duros somos seres muy
sensibles… al ver cosas aquí, en la televisión, se me salen las lágrimas… Siento un
gran amor por la vida y la valoro más que nunca, valoro mucho mucho a toda la
gente… a los policías y soldados, ya no quiero ver que los maten y que mueran por
una guerra absurda aquí, que no tiene ningún tipo de sentido, no lo tiene, es muy
injusta, donde nos matamos los mismos hermanos hijos de pobres, entonces eso no
debe continuar.
48
Experiências como a de Humberto Díaz revelam o poder dessa decisão, as
possibilidades que ela suscita ao convocar novas emoções envolvidas na construção de suas
posições políticas. Essas narrativas falam de novos e necessários horizontes sociais nascidos
do sentido de transformar a continuidade política da experiência revolucionária armada em
47
Tomamos como base o conceito de acontecimento de Veena Das, que é fundamental para o seu trabalho.
Assume-se como mais uma forma de ler a ação histórica e seu conteúdo social, levantada a partir de uma lógica
aberta, fluida e especialmente vinculada ao presente, proposta como um processo contrário aos de longo prazo
(Ortega, 2008).
48
Descobri que, apesar de parecermos muito durões, somos seres muito sensíveis... quando vejo as coisas aqui,
na televisão, as lágrimas vêm aos meus olhos... Sinto um grande amor pela vida e valorizo isso mais do que
nunca, eu valorizo muito muito a todas as pessoas... os policiais e os soldados, não quero mais ver eles matando
eles e morrendo por uma guerra absurda aqui, que não faz sentido, não faz, É muito injusto, onde os mesmos
irmãos, filhos dos pobres, se matam, então isso não deve continuar (tradução nossa).
64
uma de cunho civil que faz parte de seu presente e, portanto, de outros futuros aos quais
querem apelar.
O Acordo final teve sua implementação iniciada em janeiro de 2017 e foi um desafio
político e histórico que colocou à prova o estado e a sociedade colombianos
49
. Como resultado
do Acordo, o governo designou a ARN como a instituição responsável por garantir o trânsito
civil dos ex-insurgentes farianos. Enquanto, em pouco tempo, em julho daquele ano, fui
indicado pela instituição, junto com outros profissionais, para receber os primeiros grupos de
ex-combatentes que chegaram a Bogotá.
O grupo de ex-insurgentes que chegou à capital era diverso e de origens variadas. A
maioria havia acabado de ser libertada das prisões nacionais em cumprimento a sentenças de
crimes típicos da atividade insurgente, agora se beneficiando das leis de anistia e perdão.
Outros, que haviam concluído o processo de desarmamento nas zonas de concentração dos
territórios
50
, e diante do abandono desses centros que haviam se projetado como polos de
trabalho econômico e comunitário, optaram por refazer seus projetos nas cidades. Também
chegaram ex-guerrilheiros urbanos que permaneceram escondidos, assim como, raramente,
aqueles asilados ou refugiados políticos no exterior.
Os e as ex-combatentes que assinaram o Acordo final não expressaram o mesmo
cansaço dos ex-combatentes da reintegração, nem se dispuseram a aceitar uma relação de
obediência, visto que, uma das narrativas que mais ouvi da população, foi que o processo de
paz não tinha sido uma rendição. Tinha sido uma negociação de iguais e, nesses termos, foi
assumida no cotidiano das ações e no trato com as instituições, inclusive nós, os servidores
públicos. Foi a expressão da dignidade de um adversário político com base na segurança que
lhe confere o cumprimento do acordo.
49
Naquela época, falava-se de pelo menos três desafios políticos fundamentais e imediatos que o Acordo exigia:
1) a concentração e o desarmamento total da insurgência fariana; 2) o início dos processos de anistia e perdão
para guerrilheiros presidiários; e 3) a formação do novo partido político das antigas FARC-EP (Melo, 2016).
50
Essas zonas, foram nomeadas no documento do Acordo final como Zonas Veredales Transitórias de
Normalización (ZVTN), no ponto 3.1.4., no capítulo 3 do Fin del conflicto. São terrenos (20 no total), espalhanos
pelo país para desenvolver o processo de desarme e o começo da reincoporacao social e econômica, cuja
construção e adecuação em todos os espaços era precária, de acordo com as narrativas dos e das ex-combatentes.
65
A relação inédita – de caráter não violento – dos ex-insurgentes farianos de base que
firmaram o Acordo final com o estado, carregou uma história durante a fase de negociação e
desarmamento, que antecipou dificuldades e rupturas do acordo
51
(Sanabria G., 2019). Nesse
caso, não foi o esgotamento que definiu a relação com o estado. Foi decepção e frustração em
decorrência de graves violações e ataques, que, desde o início, tiveram o Acordo final
(Estrada, 2019). Uma informação que revela a inclemência dessas violações é que, em 2017,
primeiro ano de implementação, foram mortos 32 ex-combatentes (INDEPAZ, 2020).
Desta forma, houve uma decisão clara e livre de continuar a luta política por outros
meios; a ilusão de reconstruir seus projetos de vida em outras condições, mas também a dor e
o medo diante desse panorama de ameaças e morte. Diante desse dilema, sua resposta foi
reafirmar sua palavra empenhada, uma vez que os ex-combatentes são considerados
coautores de todo o processo e não apenas do documento assinado; afirma o colaborador
Albeiro Espinosa a esse respeito:
Pues una de mis mayores participaciones en el proceso de paz es haber empeñado la
palabra. Entre todos empeñamos la palabra, pues unos fueron los que negociaron y
otros somos los que estamos aquí poniendo ese grano de responsabilidad. Y de
alguna u otra forma fuimos autores. Al ser autores y participes del conflicto
estuvimos presentes en el proceso, porque sin nosotros el proceso no hubiera llegado
a esa gran negociación. Fue por esa resistencia que dimos durante tantos años, de
modo que así como fuimos bases también fuimos una parte fundamental para que
esto saliera.
52
Suas narrativas demonstram permanentemente a validade e a importância de seu
compromisso com o acordo. As suas apostas presentes e futuras narradas associadas,
sobretudo, à vulnerabilidade face ao rompimento governamental do Acordo final, dão lugar à
construção de uma memória de luta partilhada, uma voz coletivizada que propõe diferentes
resistências como exercício de construção de suas vidas, que enfrentam a exclusão e o
silenciamento a que querem submetê-los. Este é um dos alicerces da resistência exercida pela
comunidade de ex-combatentes. A colaboradora Heidy Maryuri Parra comenta a esse respeito
51
O mais importante foi a negação do Acordo final por setores da direita colombiana, que conseguiram rejeição
popular nas urnas no referendo (outubro de 2016) ao processo de paz que, posteriormente, em agosto de 2018,
alcançaram a presidência da república à frente de Iván Duque (2018-2022).
52
Bem, uma das minhas maiores participações no processo de paz é ter penhorado a palavra. Entre todos nós
prometemos a palavra, porque alguns foram os que negociaram e outros fomos os que aqui estão colocando a
responsabilidade. E de uma forma ou de outra éramos autores. Como autores e participantes do conflito,
estivemos presentes no processo, pois sem nós o processo não teria chegado a essa grande negociação. Foi por
essa resistência que demos durante tantos anos tanto que, assim como éramos bases, fomos também parte
fundamental para que isso acontecesse (tradução nossa).
66
“Entonces esa es la resistencia que vivimos, porque estamos cumpliendo pero no nos están
cumpliendo, y aun así estamos saliendo adelante”.
53
Nesse percurso da narrativa, nas entrevistas, sobressaíram questões que a população
interessou e, em particular, um significado coletivo; sintetizei esses temas em três eventos: 1)
o Acordo final entendido como uma decisão vital dos ex-insurgentes comuns; 2) o uso
frequente em seus discursos de uma narrativa de direitos humanos, como instrumento de
defesa ou crítica para explicar as violações; e 3) resistência ao não cumprimento em geral,
mas acima de tudo, ameaças e assassinatos.
A relação com a população e, neste quadro, a forma como foram construídos estes
acontecimentos narrados, estruturei-os em três fases. Essas fases explicitam as condições
subjetivas de interconhecimento entre os ex-combatentes e eu. Desse processo surge e se
desenvolve esta pesquisa, que se articula, como já foi dito, ao processo de mobilização,
denúncia e defesa das lutas da população ex-combatente.
3.4 FASES NARRATIVAS DA RELAÇÃO COM A POPULAÇÃO DE EX-
COMBATENTES
3.4.1 Primeira fase: início do relacionamento e interconhecimento
A primeira fase abrange o período de julho de 2017 a fevereiro de 2018. Esta fase de
conversas, atrelada ao contexto institucional de trabalho, deu-se por intensos encontros
(conversas prolongadas), com uma declaração firme da população ex-combatente da
negociação política que ocorreu e não de rendição ou desmobilização; de muitas dúvidas e
previsões do futuro imediato do processo de paz, em particular da insegurança a que estavam
condenados, bem como de uma nostalgia da vida coletiva do projeto revolucionário armado.
Embora essa intensidade narrativa tenha sido generalizada, devo dizer também que
com muitos ex-combatentes não foi possível manter um relacionamento ou mesmo um
contato frequente durante esse tempo. Diante de uma resposta institucional tão lenta e cada
53
“Então essa é a resistência que vivemos, porque estamos cumprindo, mas eles não estão cumprindo conosco, e
mesmo assim estamos avançando” (tradução nossa).
67
vez mais confusa com seu processo de transição e conformação política (sendo eu um desses
atores estatais), além das poucas condições dadas para sua segurança, sua contra-resposta foi
manter a mobilidade permanente na cidade ou locais próximos, especialmente para iniciar e
manter uma atividade econômica. Era também uma forma de proteção, uma espécie de
instinto nômade (como nas fileiras guerrilheiras) que lhes permitia cuidar de si e buscar
opções econômicas em diferentes lugares, mantendo seus objetivos coletivos e políticos.
Esta mobilidade deu origem também à expressão de rejeição à dependência do estado,
que tornou dispensável o contacto comigo, que era o primeiro elo na relação com a
institucionalidade. Porém, no quadro de suas múltiplas mobilidades ou permanências, nesse
período tive, no mínimo, contato com mais de 90 ex-guerrilheiros. Com pelo menos 30 deles,
nos encontrávamos cerca de duas vezes por semana e tínhamos comunicação telefônica quase
que diariamente. Com os demais, a comunicação também era frequente, embora virtual,
encontrando-se nas dependências oficiais uma vez a cada duas ou três semanas.
Esta primeira fase deu-se a este ritmo de encontros, propondo como narrativa principal
o acontecimento do Acordo final de paz. As narrativas enfocavam sua relevância e vitalidade
para as novas lutas políticas que travav