En el siguiente texto se ponen en cuestión las profundas falen-cias del modelo neurológico del TDAH y sus principales trata-mientos clínicos. Se propone en cambio un modelo historicista, en que la exposición intensiva a entornos tecnológicos cada vez más avanzados derivó en el surgimiento de nuevos modelos de atención, especialmente en la población joven. Este nuevo tipo de atención resultó adecuado para manejar tecnologías alta-mente interactivas. Fueron precisamente estas generaciones las que se enfrentaron a las modalidades clásicas de enseñanza, que quedaron rápidamente obsoletas ante la violenta oleada de nuevas tecnologías y nuevas formas de comunicación. Se trata de un nuevo tipo de estudiante que se desconcentra fácilmente, que pierde la paciencia, que se vuelve ansioso, en suma, que tiene dificultades sistemáticas para administrar interacciones monótonas. Palabras clave: Trastorno por déficit atencional e hiperactivi-dad, metilfenidato, tecnología, educación. Technological revolutions:
ADHD or new models of attention and learning?
The following text calls into question the deep failures of the neurological model of ADHD and its main clinical treatments. Instead, a historicist model is proposed, in which intensive exposure to increasingly advanced technological environments led to the emergence of new atentional models, especially in the young population. This new kind of attention become suitable to manage highly interactive technologies. It was precisely these generations that were confronted with the classical modalities of education, which quickly became obsolete in the face of the violent wave of new technologies and new forms of communication. This is a new type of student who loses concentration easily, who loses patience, who becomes anxious, in short, who has systematic difficulties managing monotonous interactions. El síndrome por déficit atencional e hiperactividad es uno de los trastornos conductuales más diagnosticado en niños. Sin embargo en la actualidad no existe consenso en el campo cien-tífico sobre este trastorno. No existen pruebas consistentes ni concluyentes que validen el modelo neurológico del TDAH o su origen patológico, ni existen marcadores neurobiológicos para su diagnóstico, el cual se lleva cabo a través de una vaga lista de comportamientos. Los estudios genéticos, que cada cierto tiempo claman haber encontrado un gen candidato para el TDAH, han sido criticados por su irreplicabilidad, por la pre-sencia de sesgos sistemáticos y por sus complejos problemas de fundamento. Una situación similar ocurre con las técnicas de imagenología avanzada, que han sido aplicadas entusiasta-mente sin considerar las dificultades metodológicas, técnicas e interpretativas que conllevan. Por otro lado, los beneficios de la farmacología asociada, al igual que otros inhibidores selectivos de la re-captación de monoaminas, no han logrado superar las pruebas contra-placebo1,2,3,4 y al contrario, muestran preocu-pantes reacciones adversas.5, 6, 7, 8, 74 Estas situaciones contradictorias abren la posibilidad para le-vantar objeciones desde las ciencias sociales y establecer, des-de ahí, una crítica de fundamento al modelo neurológico del TDAH. Pero por otro lado permiten postular tesis plausibles, que involucran los extraordinarios cambios en la interacción indivi-duo-entorno en los últimos 70 años. La primera parte del texto abarca las dificultades para obser-var, medir y comprender lo que se supone que sería el origen y los mecanismos de los trastornos psiquiátricos; una descripción crítica sobre el modelo neurológico del TDAH y los supuestos teóricos que operan como su base; por último, examino la in-eficacia de los fármacos que se usan para su tratamiento. En la segunda parte del texto defiendo la idea de que lejos de ser una condición patológica, el fenómeno conocido como TDAH, no es sino una respuesta adaptativa a la emergencia de los nue-vos entornos tecnológicos. Estos nuevos "ambientes" altamente tecnológicos se hicieron cada vez más distinguibles desde me-diados del siglo XX, y fueron haciéndose cada vez más verti-ginosos, siguiendo un camino sin precedentes hasta nuestros