El sistema internacional de derechos humanos enfrenta el desafío, hasta las últimas décadas ignorado, de ser significativo y confiable a los efectos de jugar un papel importante en la transformación de las condiciones de inferioridad y subordinación en las que viven la mayoría de las mujeres en todo el mundo. Las mujeres han sufrido las limitaciones del derecho internacional en lo atinente a la
... [Show full abstract] protección de sus derechos y libertades fundamentales, tanto en los orígenes del sistema internacional de derechos humanos como en su desarrollo más moderno. Este sistema no ha prestado atención a las demandas de las mujeres y a los derechos que, como tales, resultan más necesarios. En los avances más recientes del derecho internacional se han comenzado a reconocer los deberes de los Estados y a atender la vulnerabilidad pública y privada de las mujeres, todavía en forma deficitaria. En efecto, el sistema internacional de los derechos humanos no ha sido diseñado y aplicado de modo de revertir eficazmente las desventajas, injusticias y violaciones a los derechos humanos sufridas por las mujeres por su sola pertenencia al género femenino. Así, el respeto a los derechos humanos ha fallado en su pretensión de universalidad. Existen varios factores que coadyuvan a esta falta de respuesta por parte del sistema de derechos humanos. En primer lugar, el derecho internacional no ha reconocido ni menos aún comprendido la naturaleza sistemática de la discriminación y el sistema jerárquico de relaciones sociales entre los géneros; tampoco ha dado cuenta de la subordinación de las mujeres como una violación de los derechos humanos que debe ser atendida de forma positiva y que genera necesidades específicas; por otro lado, no existe un consenso real entre los Estados respecto de la necesidad de condenar enfáticamente la discriminación contra las mujeres. En cuanto a los propios grupos tradicionales de derechos humanos y la comunidad internacional de derechos humanos, también han desconocido, hasta los últimos años, la necesidad de abocarse a las violaciones de los derechos humanos de las mujeres. Por su parte, los grupos tradicionales de mujeres han ignorado el potencial del sistema internacional de derechos humanos para mejorar sus condiciones de vida o, simplemente y no sin fundamento real, han desconfiado de este sistema por considerarlo inmerso en los propios criterios del sistema patriarcal que da origen a las violaciones de los derechos humanos de las mujeres.