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Estilos de vida saludables en trabajadores del sector hotelero

Authors:
1
Universidad de Guadalajara
Centro Universitario de la Costa
Tesis para obtener el grado de
Maestro en Ciencias para el Desarrollo, la Sustentabilidad y
el Turismo
Estilos de vida saludables en trabajadores del sector hotelero en Puerto
Vallarta
Presenta:
Adrián Ricardo Pelayo Zavalza
Director de Tesis
Dr. Lino Francisco Jacobo Gómez Chávez
Puerto Vallarta, Jalisco, julio de 2021
2
Universidad de Guadalajara
Centro Universitario de la Costa
Tesis para obtener el grado de
Maestro en Ciencias para el Desarrollo, la Sustentabilidad y
el Turismo
“Estilos de vida saludables en trabajadores del sector hotelero en Puerto
Vallarta”
Presenta:
Adrián Ricardo Pelayo Zavalza
Director de Tesis
Dr. Lino Francisco Jacobo Gómez Chávez
Puerto Vallarta, Jalisco, julio de 2021
3
4
Dedicatoria
A mis padres, Ricardo y Silvia, por enseñarme con amor y disciplina el valor del
estudio.
A mis hermanos, Sergio, Mau, Eddy y Alonso, para que vean un ejemplo que los
motive a seguirse formando y ser mejores personas.
A la comunidad de la licenciatura en cultura física y deportes, especialmente la del
Centro Universitario de la Costa, para que nuestra profesión continúe formándose
multidisciplinarmente y que genere mejores profesionales.
5
Agradecimientos
A Dios.
A mis padres Ricardo y Silvia. Gracias por impulsarme siempre a superarme.
A mi compañera de vida, Quiané. Por tu amor, apoyo incondicional y compañía en
todo momento.
A la Universidad de Guadalajara. Por ser mi alma mater y brindarme tantas
oportunidades, retos y logros.
A mi director de tesis, mentor y amigo, Dr. Francisco Gómez. Por su visión, apoyo,
impulso, acompañamiento y dirección de este proceso; así como a mis tutores el Dr.
Remberto Castro y el Dr. Carlos Virgen, a los coordinadores y profesores del
posgrado, por el loable trabajo que desempeñan formándonos.
A todos mis profesores y maestros anteriores. Por haber dejado huella en mi
formación multidisciplinar.
A mis compañeros y amigos de la maestría, Luis, Manuel, Tocayo, Ulises, Toño,
Sarhaí, Dany, Alondra y David. Por ser un grupo que incluía, colaboraba e impulsaba
a la mejora académica.
6
Resumen
Esta tesis se enmarca en la teoría del desarrollo, la teoría del desarrollo local, estas
asociados a los cambios en la forma de vivir a partir del desarrollo mismo y lo que este
implica, trayendo consigo a la vez una transición epidemiológica, la cual migró de las
enfermedades infectocontagiosas a las enfermedades no transmisibles, y estos a su
vez asociados a los estilos de vida no saludables. El objetivo general de esta
investigación es analizar los estilos de vida saludables de las y los trabajadores del
sector hotelero en Puerto Vallarta, como parte de un diagnóstico inicial en prevención
de salud para promover el desarrollo local.
La presente tesis se estructura en 6 apartados donde se busca analizar los estilos de
vida de las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta, desde la
perspectiva de la transición epidemiológica asociada al fenómeno del desarrollo. El en
primer apartado se abordan los elementos de introducción al objeto de estudio, así
como a los sujetos y el contexto donde se desenvuelven. En el segundo apartado, se
desarrolla el marco teórico conceptual, donde se hace un recorrido por la teoría del
desarrollo, la teoría del desarrollo local y los estilos de vida saludables. En el tercer
capítulo, se muestra el diseño de la investigación empírica, las características del
estudio, los sujetos, las estrategias para la recolección de los datos, el tipo de análisis
utilizado para los datos. En el cuarto apartado, se describen los resultados y discusión
del estudio, dichos resultados contienen una sección de datos sociodemográficos, una
sección de análisis descriptivos y una sección de análisis correlacionales. Así mismo,
en la discusión se presenta el encuadre de los resultados principales encontrados,
implicaciones teóricas y prácticas del estudio, así como las debilidades del estudio. En
el apartado quinto, se presentan las principales conclusiones y propuestas de futuras
investigaciones. Por último, el sexto presenta la bibliografía consultada.
7
Índice
1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 10
1.1 Justificación ................................................................................................. 11
1.2 Planteamiento del problema ........................................................................ 13
1.3 Preguntas de investigación .......................................................................... 16
1.4 Objetivos ...................................................................................................... 17
1.5 Revisión de la literatura ............................................................................... 17
2. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL ............................................................... 23
2.1 La teoría del desarrollo ......................................................................... 23
2.1.1 Teoría del desarrollo, historia y adjetivos .............................................. 23
2.1.2 Transición demográfica y cambios en las formas de vida ..................... 27
2.1.3 De la transición demográfica a la transición epidemiológica ................. 29
2.2 La teoría del desarrollo local ........................................................................ 32
2.3 Estilos de vida saludables ............................................................................ 37
2.3.1 Actividad física ...................................................................................... 40
2.3.2 Alimentación .......................................................................................... 41
2.3.3 Hábitos de sueño .................................................................................. 43
3.3.4 Consumo de alcohol .............................................................................. 44
3.3.5 Consumo de tabaco .............................................................................. 45
3. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ................................................................... 47
8
3.1 Características del estudio ........................................................................... 47
3.2 Estrategia de trabajo .................................................................................... 47
3.3 Muestra del estudio ..................................................................................... 49
3.3.1 Estrategia de muestreo ......................................................................... 50
3.4 Criterios de selección................................................................................... 51
3.4.1 Criterios de inclusión ............................................................................. 51
3.4.2 Criterios de exclusión ............................................................................ 51
3.4.3 Criterios de eliminación ......................................................................... 52
3.5 Análisis estadístico ...................................................................................... 52
3.6 Recolección de los datos ............................................................................. 53
3.7 Aspectos bioéticos ....................................................................................... 54
4. ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................... 56
4.1 Resultados ................................................................................................... 56
4.1.1 Sección de características sociodemográficas ...................................... 56
4.1.2 Sección de variables comportamentales. .............................................. 59
4.1.3 Sección de biomarcador de riesgo. ....................................................... 63
4.1.4 Sección de variables de perfil epidemiológico. ...................................... 64
4.1.5 Sección de malestar psicológico ........................................................... 65
4.1.6 Sección de Índice de Estilo de Vida Saludable (I-EVS) ......................... 65
9
4.1.7 Sección de análisis correlacionales....................................................... 66
4.2 Discusión ..................................................................................................... 71
4.2.1 Encuadre de resultados ........................................................................ 74
4.2.2 Implicaciones teóricas y prácticas del estudio ....................................... 77
5. CONCLUSIONES .......................................................................................... 83
6. REFERENCIAS .............................................................................................. 86
10
1. INTRODUCCIÓN
El presente documento se realiza con el fin de presentar la tesis “Estilos de vida
saludables en trabajadores del sector hotelero de Puerto Vallarta” como producto final
del programa de posgrado de la maestría en Ciencias para el Desarrollo, la
Sustentabilidad y el Turismo”.
El desarrollo ha traído consigo beneficios que han facilitado y mejorado las condiciones
de vida y el estado de salud de las personas, así como ha incrementado la esperanza
de vida de la población, dichas mejoras están relacionadas a aspectos económicos,
políticos y sociales. En este sentido al desarrollo se le atribuye la transición
demográfica de un territorio, que se define como el aumento exponencial de la
población ya sea por el bono demográfico y la migración que a la vez ha dado pauta a
la transición de las actividades económicas primarias a las terciarias (de servicios)
(Bongaarts, 2009).
La misma transición demográfica permitió que existieran cambios sociales, culturales,
políticos y económicos que cambiaron la manera de vivir de las personas,
especialmente en la manera de consumir, ya que gracias al mundo globalizado en el
que vivimos tenemos la facilidad de conseguir lo que queramos a un clic de distancia.
Eso ha generado que los esfuerzos y demandas físicas se vieran reducidas,
generando una transición epidemiológica, pasando de las enfermedades
infectocontagiosas a las enfermedades crónico-degenerativas, a las que se les conoce
como las enfermedades del siglo XXI.
Actualmente, 7 de las 10 las principales causas de muerte en el mundo se relacionan
con enfermedades crónico-degenerativas, especialmente las cardiometabólicas
(Organización Mundial de la Salud, 2020); dichas enfermedades tienes múltiples
factores que las originan, sin embargo, se reconoce que son los comportamientos en
salud, denominados estilos de vida saludables, los que tienen mayor carga.
11
En Puerto Vallarta, se observa desde los 60´s, las características de la transición
demográfica debido al desarrollo de la ciudad, así como el aumento exponencial de la
población, la migración y la transición de la economía del sector primario al sector
terciario, especialmente asociado al turismo, de igual forma, se observa un cambio en
la forma de vivir de las y los vallartenses.
La presente tesis se estructura en 6 apartados donde se busca analizar los estilos de
vida de las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta, desde la
perspectiva de la transición epidemiológica asociada al fenómeno del desarrollo. El en
primer apartado se abordan los elementos de introducción al objeto de estudio, así
como a los sujetos y el contexto donde se desenvuelven. En el segundo apartado, se
desarrolla el marco teórico conceptual, donde se hace un recorrido por la teoría del
desarrollo, la teoría del desarrollo local y los estilos de vida saludables. En el tercer
capítulo, se muestra el diseño de la investigación empírica, las características del
estudio, los sujetos, las estrategias para la recolección de los datos, el tipo de análisis
utilizado para los datos. En el cuarto apartado, se describen los resultados y discusión
del estudio, dichos resultados contienen una sección de datos sociodemográficos, una
sección de análisis descriptivos y una sección de análisis correlacionales. Así mismo,
en la discusión se presenta el encuadre de los resultados principales encontrados,
implicaciones teóricas y prácticas del estudio, así como las debilidades del estudio. En
el apartado quinto, se presentan las principales conclusiones y propuestas de futuras
investigaciones. Por último, el sexto presenta la bibliografía consultada.
1.1 Justificación
La presente investigación de estilos de vida saludable en trabajadores del sector
hotelero se relaciona y alinea con las prioridades de la localidad, la región y el país,
así como con las organizaciones supranacionales como la Organización de las
Naciones Unidad a través de sus planes de desarrollo (Agenda 2030 de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible, Plan nacional de desarrollo 2018-2024, Plan Estatal de
12
Gobernanza y Desarrollo de Jalisco 2018-2024 y Plan Municipal de Desarrollo y
Gobernanza 2018-2021) (véase tabla 1).
Tabla 1
Agendas supranacional, nacional, estatal y local
Objetivos del
Desarrollo
Sostenible-ONU
Plan Nacional de
Desarrollo 2018-2024
Plan Estatal de
Gobernanza y
Desarrollo de Jalisco
2018-2024
Plan
Municipal de
Desarrollo y
Gobernanza
2018-2021
Objetivo 3 de la
Agenda 2030
Meta 3.4: Para
2030, reducir en
un tercio la
mortalidad
prematura por
enfermedades no
transmisibles
mediante la
prevención y el
tratamiento y
promover la salud
mental y el
bienestar.
Meta 3.5:
Fortalecer la
prevención y el
tratamiento del
abuso de
sustancias
adictivas, incluido
el uso indebido de
estupefacientes y
el consumo
nocivo de
alcohol.
Instituto Nacional para el
Bienestar; y El deporte
es salud, cohesión social
y orgullo nacional
Se priorizará la
prevención de
enfermedades mediante
campañas de
concientización e inserción
en programas escolares
de temas de nutrición,
hábitos saludables y
salud sexual y
reproductiva.
Como parte de una
política de salud integral,
la activación física es
importante para la
prevención a
enfermedades
relacionadas con el
sedentarismo, el
sobrepeso y la obesidad,
particularmente
Aplicación de políticas
transversales para la
activación física de la
población en escuelas,
centros de trabajo y
espacios públicos.
Objetivo 2.10 Garantizar la
cultura física y la
práctica del deporte
como medios para el
desarrollo integral de las
personas y la integración
de las comunidades.
Eje Desarrollo Social:
Protección a la salud
DS3.2: Contener las
enfermedades no
transmisibles vinculadas
al sobrepeso, obesidad y
la vida sedentaria,
impulsando: la prevención,
promoción de estilos de
vida saludables,
detección temprana y
control, con la
participación
corresponsable de la
sociedad y el sector
privado.
DS3.5: Fortalecer la
gobernanza,
transversalidad y atención
primaria a la salud,
implementando políticas
públicas en materia de:
vigilancia e inteligencia
epidemiológica,
programas prioritarios,
formación de
profesionales de la salud,
investigación científica,
innovación e inteligencia
artificial, desarrollo
tecnológico, sistemas de
información y
telecomunicaciones para
una mejor salud
Eje 3: Ciudad
Justa
ODPV 12.
Incrementar la
práctica del
deporte y la
actividad física
como parte de
la vida
cotidiana.
13
Los conocimientos e información proporcionados por esta investigación serán válidos
como parte de un diagnóstico y abono a la cultura local, desde el sector laboral,
específicamente en el ámbito hotelero, el cual brinda información relevante para el
diagnóstico de riesgos en salud de la población de trabajadores, así como análisis
prospectivos.
Los resultados serán divulgados a través de informes técnicos, tesis (reserva de la
universidad), charlas, conferencias, pláticas, publicaciones, videos, artículos, redes
sociales, de manera que sean de carácter científicos, técnicos y/o informal; y que se
difunda con los tres agentes promotores del desarrollo local: gobierno, sector
productivo (empresas) y sociedad civil, para que los resultados brinden información
para la toma de decisiones en los ámbitos: público-privado, institucionales, sociales e
individuales para la población de Puerto Vallarta.
Conocer los factores de riesgo de los estilos de vida en salud y cómo se relacionan
entre sí, y con los factores sociodemográficos, pueden aportar resultados para generar
estrategias que puedan incluirse como políticas públicas, para la adopción y mejora de
estilos de vida saludables, en pro del bienestar social y el desarrollo económico de la
región, así como a mejorar la calidad de vida de los trabajadores del sector turístico,
previniendo enfermedades crónico no transmisibles y reducir el gasto económico en
salud a través de la prevención.
1.2 Planteamiento del problema
El desarrollo trajo consigo cambios en las formas de vida a nivel global, regional y local.
Estos cambios están asociados a la transición demográfica (incremento exponencial
de la población), a la migración y a la transición económica (del sector primario al
sector terciario). Todo este contexto en su conjunto generó que en la actualidad las
formas de vida en gran parte de la población estén asociadas al acceso a una amplia
y diversa gama de servicios y productos.
14
Estas nuevas formas de vida transformaron las prácticas y consumos de las personas.
Disminuyó la actividad física y el uso de otras potencialidades corporales, tanto en las
actividades laborales y de administración del hogar, como en el transporte y el uso del
tiempo libre; disminuyó el consumo de productos naturales e incrementó el consumo
de alimentos procesados, hipercalóricos y de bajo valor nutricional; incrementó la
oferta y se estandarizó entre los distintos grupos poblacionales el consumo de bebidas
alcohólicas; en una primera instancia incrementó el consumo de tabaco, sin embargo,
se ha disminuido en tiempos recientes; disminuyeron de manera general las horas y
calidad de sueño; y, por otra parte se incrementaron las opciones de vida social, el
acceso al internet y a dispositivos electrónicos.
La salud pública se ha visto afectada por estas nuevas formas de vida, trajeron consigo
una transición epidemiológica; se pasó de la prevalencia de las enfermedades
infectocontagiosas a las cardiometabólicas, éstas, son ahora las principales causas de
enfermedad y muerte en México y el mundo. Este nuevo reto para la salud publica
orienta a la necesidad de conocer cuáles son los factores que influyen en la salud,
para poder generar las estrategias que permitan disminuir la prevalencia de
enfermedades cardiometabólicas. Entre estos factores determinantes de la salud, se
encuentran los factores de comportamiento o estilo de vida, y estos, están asociados
a la actividad física, la alimentación, el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, así
como, la calidad y suficiencia del sueño.
Se sabe que las personas llevan una vida cada vez más sedentaria, donde el 60% de
la población mundial no realiza suficiente actividad sica para mantener su salud
(OMS, 2020). Así mismo esta falta de actividad física genera gastos de salud
adicionales de 54 mil millones de dólares al o, a los que se suman otros 14 mil
millones por productividad cesante (OMS, 2020). Por otro lado, en Latinoamérica el
consumo de alimento procesados y ultraprocesados se ha incrementado
(Organización Panamericana de la Salud, 2016) y en su conjunto con la falta de
actividad física son factores de riesgo para contraer enfermedades crónico-
15
degenerativas, tales como sobrepeso y obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemias
y cáncer.
En México, la tasa de prevalencia de enfermedades crónicas en adultos de más de 20
años es la más alta de los países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) y duplican el promedio de la misma (Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 2017), por lo que, la obesidad, así
como las enfermedades crónico no transmisibles son un grave problema de salud
pública en México (Barquera, Campos y Rivera, 2013), ya que estas representan el
25% del gasto anual del Instituto Mexicano del Seguro Social (Figueroa-Lara, et al.,
2016).
De igual forma, el 75.2% de las y los mexicanos de 20 años y más padecen sobrepeso
y obesidad, dato que se incrementó con respecto a la encuesta de 2012 con 71.3% de
prevalencia (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 2018). Esto genera que en
México tengamos 4.2 años menos de esperanza de vida gracias a la obesidad y una
pérdida del 5.3% del producto interno bruto, debido a este padecimiento (OCDE,
2019).
Así mismo, conviene señalar que las enfermedades cardiometabólicas traen consigo
consecuencias negativas para el desarrollo de las sociedades al mermar su capital
humano y por ende sus capacidades de crecimiento. Dichas enfermedades también
implican grandes gastos y absorben recursos de los gobiernos en lo que concierne a
los tratamientos. Dichos recursos pudiesen ser destinados para otros fines, tales como
educación, capacitación, infraestructura, entre otros objetivos reconocidos por su
efecto positivo sobre el crecimiento económico (Caro, 2014).
La Organización de las Naciones Unidas señala que solamente las enfermedades no
transmisibles costarán a los países de ingresos medianos y bajos más de 7 billones
de dólares en los próximos 15 años, por lo que garantizar una vida sana y promover el
bienestar de todos en todas las edades es importante para la construcción de
16
sociedades prósperas, ya que las personas sanas son la base de las economías
saludables (ONU, s/f).
Por último, las mismas características propias de las y los trabajadores del sector
hotelero pudieran poner el riesgo la salud de estos, ya que se exponen a condiciones
tales como: Jornadas extensas de trabajo (más de 8 horas), donde incluso se les
solicita doblar turno en caso de requerirse; tienen turnos y horarios variables en función
de la demanda de ocupación; existe una reducción de la disposición del tiempo de los
trabajadores, ya que deben de estar disponibles para su trabajo; también tienen
periodos de vacaciones indefinidos; existe una diferencia entre el lugar de trabajo y
casa, lo que pudiera a llegar a causar malestar psicológico; sus salarios fijos bajos;
ambientes de trabajo poco saludables; costumbres y tradiciones locales de consumo
(alcohol, tabaco, drogas, fiestas, etc.); carga de trabajo excesiva; y estrés laboral por
la actual contingencia sanitaria causada por el SARS-Cov-2 que causa la enfermedad
COVID-19.
1.3 Preguntas de investigación
¿Cuáles son los estilos de vida en salud, los riesgos biológicos, comportamentales y
sociales que se asumen las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta,
así como el perfil epidemiológico y las características sociodemográficas asociadas a
dichos riesgos?
1. ¿El estilo de vida de las y los trabajadores del sector hotelero de Puerto Vallarta
es saludable?
2. ¿Cuál es la categorización de estas y estos trabajadores con respecto a las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre los hábitos de
consumo de alcohol y tabaco, alimentación, actividad física y sueño?
3. ¿Qué relación guardan los estilos de vida saludables con las características
sociodemográficas, perfil epidemiológico y malestar psicológico en las y los
trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta?
17
1.4 Objetivos
El objetivo general de esta investigación es analizar los estilos de vida saludables de
las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta, como parte de un
diagnóstico inicial en prevención de salud para promover el desarrollo local.
Objetivos específicos
1. Determinar las relaciones entre los estilos de vida saludables y las
características sociodemográficas, perfil epidemiológico, biomarcador de riesgo
y malestar psicológico en las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto
Vallarta.
2. Integrar un índice de estilo de vida saludable dicotómico y categórico para medir
el riesgo cardio metabólico relacionado con los estilos de vida no saludables.
1.5 Revisión de la literatura
En este apartado se pretende exponer una revisión documental acerca de los estudios
empíricos realizados y publicados en revistas científicas, en los cuales, el problema de
investigación y sus características son coincidentes con el presente estudio. Como la
transición epidemiológica (de las enfermedades infecciosas a las crónico-
degenerativas), los estilos de vida saludables y específicamente el análisis de su
conjunto en el contexto laboral.
Informes de instituciones internacionales, e investigaciones en diversas partes del
mundo, han puesto en evidencia que la carga global de enfermedad y mortalidad
(morbi-mortalidad) en México y en el mundo; están relacionadas con los estilos de vida
saludables (Marques, 2010; OCDE, 2019; OMS, 2018; Perdigón-Villaseñor &
Fernández-Cantón, 2019 & Salazar, 2012).
Varios estudios epidemiológicos han puesto en evidencia una relación inversamente
proporcional entre un estilo de vida activo y saludable con el riesgo de enfermedad o
18
muerte (Flueckiger, et al., 2016; Mok et al., 2019; Peralta, et al., 2018 & Wunsch,
Kasten, & Fuchs, 2017).
Los estilos de vida saludables, es un tema de investigación con poca producción
científica en trabajadores y no se encontró evidencia científica de los estilos de vida
saludables en trabajadores del sector hotelero (Pelayo Zavalza & Gómez Chavez,
2021), situación que justifica sobre la relevancia y pertinencia del estudio en esta
población.
Se realizó una revisión de la literatura de tipo bibliométrica (análisis bibliométrico) con
los datos más recientes con una temporalidad de los últimos 10 años, que va del año
2011 a marzo de 2021, por lo que artículos publicados posterior a esta fecha no fueron
contemplados. Se utilizó la colección Web of Science, la cual es una plataforma que
permite el acceso a publicaciones científicas de alta calidad de cualquier área (Romero
& Guinard, 2014).
Web of Science se posiciona como una plataforma de índice de citas que reúne las
aportaciones de las principales investigaciones científicas de cualquier área del
conocimiento donde destacan los siguientes índices: Science Citation Index
Expanded (SCI-EXPANDED 1980-Presente), Social Science Citation Index (SSCI
1980-Presente), Arts & Humanities Citation (A&HCI 1991-Presente), Book Citation
Index-Science (BKCI-S 2005-Presente), Book Citation Index- Social Science &
Humanities (BKCI-SSH 2005-Presente) y Emerging Sources Citation Index (ESCI
2015-Presente) (Delgado, et al., 2019).
Se hizo una revisión en la Web of Science donde se utilizaron las palabras en inglés
“healthy lifestyles” + “workers” para la búsqueda del título en el periodo seleccionable
(desde el año 1980 hasta marzo de 2021) y se encontró el primer artículo en el año
2011 desde donde parte el análisis de 10 años. La recopilación de esos datos se llevó
a cabo en el mes de marzo de 2021, por lo que resultados posteriores a esta fecha no
son considerados en este análisis.
19
Se utilizaron las herramientas de análisis que brinda Web of Science para examinar la
información obtenida con los siguientes indicadores: años de publicación, países
autores, tipos de documentos, áreas de investigación y revistas científicas. Del análisis
realizado se obtuvieron 15 resultados, de los cuales los 2 primeros documentos fueron
publicados en el año 2011. En la tabla 2 podemos observar el número de publicaciones
anuales. Los años con mayor cantidad de documentos fueron 2015 y 2018 (3
documentos cada año), 2011, 2016, 2019 y 2020 (2 documentos cada año), y
finalmente 2017 (1 documento por año).
Tabla 2
Año
Número de publicaciones
2011
2
2015
3
2016
2
2017
1
2018
3
2019
2
2020
2
Total
15
Fuente: Web of Science (2021).
En la tabla 3 se observa la producción científica de estilos de vida saludables en
trabajadores por país, donde el principal país donde se ha estudiado es en Turquía (4
documentos). Así mismo se puede observar la misma producción científica por parte
de los demás países que solo produjeron 1 documento (Italia, Japón, Holanda, China,
Arabia Saudita, Escocia, Eslovenia, Sudáfrica, Suecia, Estados Unidos y Corea del
Sur).
20
Tabla 3
Número de publicaciones por país
País
Número de publicaciones
Turquía
4
Italia
1
Japón
1
Holanda
1
China
1
Arabia Saudita
1
Escocia
1
Eslovenia
1
Sudáfrica
1
Suecia
1
Estados Unidos
1
Corea del Sur
1
Total
15
Fuente: Web of Science (2021).
En la tabla 4 se analiza el porcentaje de producción científica por tipo de documento
publicado, siendo los artículos los documentos con mayor predominancia (12)
materiales editoriales (2) y revisiones (1).
Tabla 4
Número de publicaciones por tipo de documento
Tipo de documento
Número de publicaciones
Artículo
12
Material editorial
2
Revisión
1
Total
15
Fuente: Web of Science (2021).
En la tabla 5 se observan las áreas de investigación vinculadas a los estilos de vida
saludables en trabajadores. Se encontraron 8 áreas vinculadas entre las que más
destacan son: 1. Salud ocupacional ambiental pública (6 documentos). 2.
Endocrinología del metabolismo, Ecología de ciencias ambientales, Medicina interna
general y Servicios de ciencias de la salud (2 documentos cada uno). 3. Demás áreas
con 1 documento (Informática médica; Farmacología/farmacia; Ciencia, tecnología y
otros temas; y Transporte). Así mismo, en la tabla 6 podemos observar los principales
21
idiomas en los que más se escribe en relación con los estilos de vida saludables es en
inglés (14) y en turco (1).
Tabla 5
Número de publicaciones por áreas de investigación vinculadas a los
estilos de vida saludables en trabajadores
Áreas de investigación vinculadas a los estilos de vida
saludables en trabajadores
Número de publicaciones
Salud ocupacional ambiental pública
6
Endocrinología del metabolismo
2
Ecología de ciencias ambientales
2
Medicina interna general
2
Servicios de ciencias de la salud
2
Informática médica
1
Farmacología/farmacia
1
Ciencia, tecnología y otros temas
1
Transporte
1
Total
15
Fuente: Web of Science (2021).
Tabla 6
Número de publicaciones por idioma
Idioma
Número de publicaciones
Inglés
14
Turco
1
Total
15
Fuente: Web of Science (2021).
Se puede observar, que la producción científica encontrada es escasa (14
documentos), y esto pudiera ser debido a la reciente importancia que se le ha dado a
la salud por los temas actuales de enfermedades no transmisibles que generan un
riesgo cardiometabólico para la fuerza productiva, y que se ha demostrado que los
programas de promoción de salud en los lugares de trabajo tienen un impacto positivo
a lo largo del tiempo de participación en ellos (Crane et. al., 2019).
De los archivos analizados, la mayoría son artículos científicos (78.6%) y los
años de mayor producción científica en el área de estilos de vida saludables en
trabajadores fueron 2015 y 2018, siendo Turquía el país que más aportó a la
22
evidencia científica analizada (4 artículos); mientras que una de las áreas donde más
se han estudiado los estilos de vida saludables es en la salud ocupacional ambiental
pública, lo cual representa el 42.8% del total de documentos encontrados.
La evidencia encontrada en la Web of Science sugiere que la producción científica de
los estilos de vida saludables (EVS) en trabajadores es escasa y de reciente interés,
puesto que el primer documento data del año 2011. Por lo cual se considera importante
abonar a este campo de estudio desde el contexto local.
23
2. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
Este apartado tiene como objetivo teorizar sobre el problema del estudio a partir del
análisis de la literatura sobre los temas relacionados con las variables de la
investigación, el trabajo se encuadró en investigaciones realizadas a nivel internacional
y nacional, se buscó un diálogo entre autores y documentos clásicos, y
contemporáneos. Dando como resultado la definición de conceptos clave y
argumentos interconectados; que, a partir de la reflexión, son expresados en los
propios términos (Cervantes, 2016). El capítulo está organizado en 3 apartados. La
teoría del desarrollo, teoría desarrollo local y estilos de vida saludables.
2.1 La teoría del desarrollo
2.1.1 Teoría del desarrollo, historia y adjetivos
El estudio del desarrollo ha sido considerable desde la segunda mitad del Siglo XX,
sin embargo, en la actualidad ha cobrado mayor relevancia, debido a la constante
aparición de problemas nuevos en los distintos ámbitos sociales y en los territorios.
Estos escenarios han orientado a la necesidad de su estudio desde la percepción
teórica del desarrollo. A partir de la instalación del paradigma de la globalización ésta
se manifestó en la cotidianidad, en la ciencia, la cultura, la tecnología, la moda, el
consumo y las relaciones interpersonales; trayendo consigo nuevas formas de vida.
El concepto de desarrollo se asocia a cinco premisas básicas; seguridad alimentaria,
hogar y vestido para lograr un nivel de vida digno; acceso a los servicios públicos de
salud, educación, movilidad, agua potable y alcantarillado; un empleo que permita
cubrir las necesidades de manera suficiente, derecho a participar en las decisiones
que afecten la forma de vida de las personas, así como vivir en un medio ambiente
saludable, satisfactorio y humano (Bustelo, 1999).
Así también, el desarrollo necesita de la eliminación de los elementos principales que
limitan la libertad, por ejemplo: la opresión, la precariedad de los servicios públicos, las
24
escasas oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, la
pobreza, así como la intolerancia y la represión en exceso de algunos estados. Estos
factores deben ser la meta prioritaria del desarrollo que contribuyan directamente al
crecimiento económico, el progreso tecnológico, la industrialización y la modernización
social (Sen, 2000).
En una recopilación de la historia del concepto del desarrollo, principalmente
económico, se expresa haciendo referencia principalmente a los países atrasados y
pobres al final de los años 40´s. De hecho, los economistas de los años 20´s hablaban
de progreso material y no de desarrollo. Sólo Karl Marx, en su libro El Capital de 1867,
y posteriormente Schumpeter con la Teoría del Desarrollo Económico (1911), utilizaron
dicho termino y hacían referencia a cualquier tipo de progreso económico o social y es
en los años de 1920 y 1930 cuando la literatura definió el rmino desarrollo en distinta
forma y para hacer referencia a la explotación de los recursos naturales especialmente
en las colonias (Bustelo, 1992).
Fue a partir de la segunda guerra mundial que se le denominó con el nombre genérico
de teoría del desarrollo. La característica principal de esta literatura fue el pensamiento
del desarrollo para la búsqueda del aumento de la productividad, el ahorro y generar
inversiones para incentivar la acumulación en cada país y fue en los 50´s cuando esta
teoría se ubicó como un modelo para las acciones políticas, sociales y económicas,
para lograr su desarrollo (Dos Santos, 2002).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), formó la Conferencia sobre Comercio
y Desarrollo (UNCTAD) en 1964 con la intención de realizar las funciones y alcanzar
objetivos económicos y sociales esperados, los cuales se centraban en erradicar la
pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas en todo el mundo;
promoviendo acciones para acelerar el desarrollo económico de los países, con
nuevas políticas comerciales y a través de esfuerzos combinados de la comunidad
internacional, principalmente en los países en vías de desarrollo.
25
Así mismo, para tener un mejor control de estas políticas en pro del desarrollo, el
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones
Unidas formó 5 comisiones en distintas regiones: para África (CEPA), para Europa
(CEE), para Asia y el Pacífico (CESPAP), para Asia Occidental (CESPAO) y la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Dicha comisión generó
un propio pensamiento de la teoría del desarrollo denominada teoría estructuralista del
subdesarrollo periférico latinoamericano identificado con el pensamiento económico
normativo y que tiene un paradigma desarrollista latinoamericano.
Por otra parte, esta teoría del desarrollo se puso en la mesa de debate en ámbitos
académicos, sociales y políticos, debido a los diversos significados, por ejemplo:
extender que hace referencia a un criterio de movimiento físico o intelectual; acrecentar
se refiere a algo físico, intelectual o moral; el carácter científico, explica una teoría y la
lleva hasta sus últimas consecuencias; el discurso de las ideas, permite exponer o
debatir con orden y suficiencia un tema; en las matemáticas, se refiere, a llevar a cabo
operaciones de cálculo indicadas en una expresión analítica; con relación a los
hechos y acciones que se suceden, se refiriere a suceder, ocurrir, acontecer; y la que
tiene que ver con la comunidad de seres humanos, progresar y crecer económica,
social, cultural o políticamente. Estas acepciones dieron pie a los adjetivos del
desarrollo, y estos, se deben definir con precisión, los adjetivos más mencionados son
sustentable, de la región, humano, urbano, local y económico. Parece bastar agregar
una especificación adjetiva al concepto desarrollo para generar otras ideas, teorías y
bibliografía (RAE, 2019; Hidalgo, 2004).
Cabe destacar que al añadir un adjetivo al término de desarrollo se debe tener claro
su significado, ya que se pude caer en dos escenarios; el primero, que el adjetivo
resulte opuesto al concepto principal, o el segundo supuesto, que el adjetivo lo
convierta en redundante al mismo concepto de desarrollo. Por ello se requiere
establecer un marco teórico conveniente que parta de la literatura científica y este
método puede ser funcional, tanto para los paradigmas aceptados como para los que
se están construyendo (Khun, 2006).
26
Así mismo, desde hace unos años surgió en 1987 el concepto desarrollo sustentable,
creado a partir del informe Nuestro Destino Común de la Word Commission on
Environment And Developmet. En este nuevo concepto se establece la relación
existente entre el medioambiente y los seres humanos, y el cual establece el interés
por cuidar nuestro hábitat ya que es el proveedor de los recursos que necesita el
ser humano para cubrir sus necesidades, y es que, debido al grado de degradación
que el ser humano ha producido en los últimos 100 años, el medio ambiente está
llegando al momento donde será imposible seguirse regenerando, por esto es
necesario la formulación de políticas internacionales que a partir de la cooperación, se
pueda revertir esta situación. Por ello, el desarrollo sustentable tiene una visión a
futuro, prospectiva, que considera conseguir satisfacer las necesidades actuales las
de las futuras generaciones.
Otro concepto actual es el que pone interés por salvaguardar a los grupos más
vulnerables de la sociedad, dando lugar al concepto de desarrollo humano, el cual
tiene como propósito buscar una sociedad que privilegie la mejora de la sociedad, no
sólo crezca y satisfaga sus necesidades. Este concepto se establece a partir del
término calidad de vida se mide mediante el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Así también encontramos el concepto de desarrollo local o desarrollo endógeno. Lo
que plantea este concepto es que el desarrollo debe darse en función de las
características del territorio y de las capacidades y aptitudes de la población de dicho
territorio, de manera que se pueda dar solución a las necesidades particulares
utilizando los recursos con los que se cuentan, generando el aumento de la
productividad y competitividad en el sector económico que traerá beneficios a la
sociedad, entre ellos mejorar la calidad de vida. Este concepto se formó en países
desarrollados que buscaban atender a las comunidades rezagadas con respecto a
otros territorios, y que debían urgentemente de ser reintegradas (Gauna R. C., 2010).
Así mismo, existe otro concepto denominado desarrollo regional el cual se originó en
los años 80´s. En la literatura que se sustenta este concepto se hace referencia y pone
27
importancia en la descentralización de las políticas y es un modelo de desarrollo de
abajo hacia arriba. Por ello, el desarrollo urbano en su conjunto, la formación de redes
locales y el desarrollo empresarial, los cambios de las instituciones, así como difundir
las innovaciones y el conocimiento, propician el progreso económico y social, así
también, el crecimiento de la productividad, (Vázquez, 2005).
Quien ha encabezado los esfuerzos por orquestar una agenda de desarrollo sostenible
a nivel global ha sido la ONU, organismo el cual ha planteado la cooperación
internacional como parte de la resolución de los problemas de carácter ambiental,
social y económico, así como humanitario. También se ha centrado en el desarrollo y
respeto a los derechos humanos, así como de las libertades fundamentales de todas
y todos; con el objetivo de mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas.
En 2015 la ONU creó la Agenda 2030 con una serie de objetivos nombrados Objetivos
del Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales son ejemplo del compromiso y acuerdo
global entre las naciones y muestran la responsabilidad de la acción global con un fin
en común. Esta agenda incluye 17 objetivos, entre los cuales están: terminar con la
pobreza mundial, eliminar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; asegurar una
vida saludable y una educación de calidad; lograr la equidad de género; garantizar el
acceso al agua y la energía; promover un crecimiento económico sostenido; generar
e implementar medidas urgentes contra el cambio climático; así como, promover la
paz y facilitar el acceso a la justicia. Para su cumplimiento es necesario que las
naciones integren la agenda a sus planes de desarrollo y que sean un instrumento
para los gobiernos en pro de diseñar e implementar políticas públicas que generen un
bienestar para todas y todos (ONU, 2019).
2.1.2 Transición demográfica y cambios en las formas de vida
A partir de 1950 se generalizó, especialmente en el mundo occidental, el modelo de
desarrollo, de manera que se articularon elementos políticos, sociales y económicos y
se generaron condiciones para que las naciones alcanzaran el desarrollo. Se puso en
marcha un nuevo modelo monetario internacional, la liberalización y la expansión del
28
comercio mundial, se disminuyeron las barreras arancelarias para manufactura, se
brindó asistencia técnica y financiera a los países menos adelantados, y se incrementó
la transmisión de tecnología a los países en desarrollo; generando con ello el
fenómeno de la globalización que se expresó en el día a día, en la cultura, en la moda,
en la tecnología, en la ciencia, así como en el consumo y las relaciones personales,
generando con ello nuevas formas de vivir.
Estas nuevas formas de vivir propiciaron una transición demográfica, que se manifestó
en tres niveles: el primero, que se basa en el aumento de la población en edad
productiva, específicamente (Bongaarts, 2009). El segundo nivel de transición fue el
económico pasando de las actividades económicas primarias a los sectores
secundario y terciario (Savedoff et al., 2012). Y tercero, se dio una constante migración
desde las zonas rurales a las zonas urbanas, estas con una alta densidad poblacional
(Dumont, 2015).
Así mismo, la transición demográfica vino a traer una transición económica. Las
naciones que lograron las condiciones para desarrollarse cambiaron sus actividades
económicas. El sector económico primario dejó de ser el más importante y se
potencializaron los sectores secundario y terciario, ocupando los primeros puestos de
la economía (Savedoff et al., 2012).
Con todo esto, el aumento de la población, los cambios en las actividades económicas
y la migración de las zonas rurales hacia las zonas urbanas generaron un
acrecentamiento acelerado del número de individuos viviendo en las ciudades y esto
se manifestó tanto en países desarrollados como países en vías de desarrollo. Dichas
zonas urbanas tuvieron que diseñarse en su mayoría en forma de vivienda vertical con
una alta densidad de población, esto para satisfacer las necesidades de vivienda
ocasionadas por el incremento de la población (Dumont, 2015). Todo esto generó
nuevos retos para gobiernos y habitantes, desde el manejo de los residuos y desechos,
las aguas residuales, oferta de actividades de trabajo y seguridad, así como la
demanda de servicios públicos de salud y educación.
29
2.1.3 De la transición demográfica a la transición epidemiológica
Como se mencionó anteriormente, este nuevo entorno cultural, social, económico y
demográfico, estimuló cambios en la manera que viven las personas. Se pasaron de
las actividades del campo y de los trabajos físicos de sol a sol, a actividades del sector
terciario; la migración del campo a las ciudades y el aumento de la población, crearon
nuevos retos para las ciudades; también se mostraron cambios en la cultura, así como
nuevas prácticas de consumo, uso de la tecnología y utilización del tiempo de ocio,
volviéndose más accesibles conforme pasa el tiempo para gran parte de la población.
Por ello, el desarrollo brindó una amplia oferta de servicios y productos, las actividades
en el tiempo libre aumentaron y también se diversificaron. Apareció a finales del siglo
XX la tecnología y conforme pasó el tiempo se volvió más accesible para las personas,
aparecieron los videojuegos, el internet, televisión con cable. Todo esto reduciendo las
horas de actividad física en toda la población, así como el incremento del consumo
alimentos de cadenas de comida rápida, bebidas con altos contenidos de azúcar y
calorías, así como alimentos ultra procesados, fueron bien recibidos.
De igual forma se ha incrementado el consumo de alcohol en algunos grupos etarios,
así como el consumo de tabaco que predomina a pesar de las acciones por disminuirlo
y las horas de sueño se ven reducidas por el aumento de la vida social, el internet y el
uso de las nuevas tecnologías. Con estos cambios mencionados se hizo un ajuste en
las enfermedades, se transitó de un predominio de las enfermedades
infectocontagiosas a las enfermedades crónico-degenerativas, generando consigo una
transición epidemiológica (Omran, 1971).
Actualmente, las principales causas de muerte en el mundo son, la enfermedad
isquémica del corazón, accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, las infecciones de las vías respiratorias, así como afecciones
neonatales; tres de estas enfermedades son crónico degenerativas, solo una
infecciosa (OMS, 2020a).
30
Las principales causas de muerte en México observadas de 1950 a 2021 presentan
evidencia de una transición epidemiológica como se describe previamente
(Fernández-Cantón, 2019; INEGI, 2019 & Perdigón-Villaseñor). Para 1950 seis de las
10 principales causas de muerte, son infecto contagiosas y para 2021, solo dos. Véase
la tabla 7.
Tabla 7
Evolución de las principales causas de muerte en México 1950-2021
1950
1970
1990
2010
2018
2021
1
Gastroenterit
is y colitis
Neumonía
influenza
Enfermedades
del corazón
Enfermedades
del corazón
Enfermedades
del corazón
Enfermedades
del corazón
2
Gripe y
neumonía
Enfermedades
diarreicas
Tumores
malignos
Diabetes
Diabetes
COVID-19
3
Enfermedad
es de la
primera
infancia
Enfermedades
del corazón
Accidentes
Tumores
malignos
Tumores
malignos
Diabetes
mellitus
4
Accidentes y
violencia
Enfermedades
en el periodo
perinatal
Diabetes
Accidentes
Enfermedades
del hígado
Tumores
malignos
5
Paludismo
Tumores
malignos
Enfermedades
en el periodo
perinatal
Enfermedades
del hígado
Agresiones
Influenza y
neumonía
6
Tosferina
Enfermedades
cerebrovascul
ares
Neumonía
influenza
Enfermedades
cerebrovascul
ares
Enfermedades
cerebrovascul
ares
Enfermedades
del hígado
7
Cirrosis
hepática
Sarampión
Enfermedades
infecciosas
intestinales
Agresiones
Accidentes
Enfermedades
cerebrovascula
res
8
Tuberculosis
Accidentes
Enfermedades
cerebrovascul
ares
Enfermedades
pulmonares
obstructivas
crónicas
Influenza y
neumonía
Agresiones
(homicidios)
9
Bronquitis
Cirrosis
hepática
Cirrosis
hepática
Influenza y
neumonía
Enfermedades
pulmonares
obstructivas
crónicas
Accidentes
1
0
Sarampión
Infecciones
respiratorias
agudas
Homicidios y
lesiones
Enfermedades
en el periodo
perinatal
Insuficiencia
renal
Enfermedades
pulmonares
obstructivas
crónicas
Fuente: (Perdigón-Villaseñor & Fernández-Cantón, 2019; INEGI, 2019; INEGI, 2021)
En México se puede apreciar la transición epidemiológica (de las enfermedades
transmisibles a las no transmisibles) a partir de la comparación de las principales
causas de muerte entre 1950 y 2021, expuestas en la tabla anterior. Ahora las
enfermedades no transmisibles son las principales causas de muerte; además, el
72.4% de los mexicanos padecen sobrepeso u obesidad, en ambos casos, estas están
31
asociados a comportamientos no saludables como: como horas insuficientes de sueño,
el sedentarismo, consumo de tabaco y de alcohol, así como una dieta no balanceada
e hipercalórica.
2.1.4 Objetivos del Desarrollo Sostenible: salud y bienestar
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), son un conjunto de objetivos de un
acuerdo universal con el objetivo de poner fin a la pobreza, proteger el medio ambiente
y garantizar que todos los individuos gocen de paz y prosperidad, ahora y en el futuro.
Los Objetivos fueron adoptados por los países miembros de la ONU en 2015 con la
intención de mantener una agenda con un enfoque sostenible y que brinden una
oportunidad de asegurar la colaboración internacional para garantizar un futuro
próspero, saludable y justo (Morton et al., 2017).
Se incluyen 17 objetivos, los cuales son: fin de la pobreza; hambre cero; salud y
bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento;
energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico;
industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades, ciudades y
comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción por el clima;
vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; y
alianzas para lograr los objetivos. Para conseguir el acatamiento de los ODS se
demanda que los países adopten medidas para incluir los objetivos y las metas en sus
políticas públicas, alineando sus leyes y normas, así como las instituciones que los
respaldan (ONU, 2019).
El Objetivo 3, Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas
las edades, tiene como objetivos: reducir la tasa de mortalidad materna; poner fin a las
muertes evitables en recién nacidos y menores de cinco años; poner fin a la epidemia
de SIDA; reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles a través
la prevención y el tratamiento; promover la salud mental y el bienestar; reducir el
consumo de sustancias adictivas (alcohol y tabaco, por mencionar algunas); reducir
las muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico; garantizar el acceso
32
universal a los servicios de salud sexual y reproductiva; establecer la cobertura
universal de salud; reducir la morbilidad y mortalidad producidas por productos
químicos, la contaminación del aire, el agua y el suelo; fortalecer las actividades de
investigación en el proceso de producción de vacunas y medicamentos para las
enfermedades transmisibles y no transmisibles; aumentar el financiamiento de la
salud, la contratación, desarrollo, capacitación y retención del personal sanitario;
reforzar la capacidad de todos los países, en materia de prevención, reducción de
riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial.
Para conseguir el logro de la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
se requiere promover el bienestar universal y garantizar una vida saludable. Sin
embargo, aún existen localidades, regiones y países, que ostentan riesgos para la
salud, tales como elevadas tasas de mortalidad en recién nacidos y maternal, la
transmisión de enfermedades infecciosas, adquisición de enfermedades no
transmisibles como hipertensión, dislipidemias y diabetes, así como una mala salud
reproductiva.
2.2 La teoría del desarrollo local
Como teoría el Desarrollo Local es una aplicación de la ciencia social, que surge de
las aportaciones de diversas disciplinas con vocación territorial, como la geografía, la
antropología cultural, la economía o la sociología. Desde la reflexión crítica sobre los
problemas vitales se avanza en un camino de compromiso para ayudar a organizar la
acción social sobre el territorio.
En este esfuerzo cada una de las disciplinas ayuda a producir el Desarrollo Local y en
ese empeño sale reforzada; no solo porque se depuran en contacto con el mundo y
con el diálogo con otras disciplinas, sino porque el desafío que supone hacer una
ciencia social de interés, enfrentada con los problemas “del siglo” y que atienda a las
demandas de la población no puede hacerse fiándose en exclusiva de la literatura de
la disciplina de que se trate. Ni el sentido común, ni una concepción integrada de la
sociedad y de la ciencia que la estudia la aconseja (Rodríguez-Gutiérrez, 1996).
33
Este mismo autor plantea que si entendemos al Desarrollo Local como acción territorial
global, necesariamente habremos de conjugar cuatro dimensiones, las cuales se
relacionan con la localidad y la región, donde integrar el manejo contribuye a cuantificar
al desarrollo, clasificándolo en un ámbito sostenible y racional. Ellas son:
La dimensión económica, organizada desde proyectos empresariales
concretos para ejecutar estrategias de productos ejecutables en el mercado.
La cultural: organizada sobre el mantenimiento de la biodiversidad, referida
en este caso al género de vida; pues la preservación de la originalidad, de
distintas memorias colectivas, es una garantía de supervivencia de la especie,
desde la que será posible dar soluciones a impredecibles problemas.
La ambiental: si el medio ambiente puede ser el referente de muchos
negocios, es la preocupación del común por dejar a sus hijos en un entorno
en iguales o mejores condiciones lo que permite hablar de desarrollo
sustentable.
La política: que contiene la fundamental vertiente participativa del Desarrollo
Local, donde los diferentes agentes (Gobierno, ciudadanía y empresas) lo
hacen de manera colectiva.
Esta teoría tiene como propuesta y trata de redefinir un juego que incluye al personaje
público preeminente, a los emprendedores locales, al líder-animador, al agente de
desarrollo, a los grupos políticos, a las corporaciones locales, a los técnicos y a las
asociaciones locales.
Hace más de 5 décadas, al mismo tiempo que aumentaba el proceso de integrar la
economía de manera globalizada, surgieron y se desarrollaron diversas experiencias
de desarrollo local en los países de desarrollo tardío, países de la periferia,
subdesarrollados (Aghon et al. 2001; Scott y Garofoli, 2007; Vázquez-Barquero, 2007
y 2005). Así mismo, con la finalidad de disminuir la pobreza, fomentar nuevos empleos
y promover el desarrollo económico y social, los agentes locales iniciaron propuestas
para dar respuesta a los territorios y comunidades respecto a los retos que suscitan el
34
ajuste de la producción y el incremento de la competencia en el mercado nacional e
internacional (Vázquez-Barquero, 2009).
Así pues, el Desarrollo Local es un proceso de crecimiento y cambio de la estructura
social y económica que por medio de utilizar el potencial de desarrollo que existe en el
territorio, permite mejorar el bienestar y la calidad de vida de la población, de una
región o localidad. Y cuando la población de una comunidad puede llevar a cabo y
autodirigir el proceso de cambio de estructura social y económica de ese territorio, se
le denomina desarrollo local endógeno (Ocampo, 2000).
El Desarrollo local les da importancia a los valores del territorio, de identidad y
diversidad, así como de flexibilidad que ha acontecido en el pasado en las diversas
maneras de producción basadas también en las características determinadas de dicho
territorio y se plantean que recuperar este enfoque es fundamental desde el punto de
vista de concebir el desarrollo, de una manera participativa y sostenible (Llorens,
Alburquerque & del Castillo, 2002).
En este sentido, la aportación más importante del desarrollo local es que una buena
parte de las acciones que se generan en beneficio de la comunidad deben partir de la
experiencia que se tenga en el propio territorio. Es allí donde se deben diseñar las
políticas de desarrollo a partir del diagnóstico de sus necesidades, pero también de la
historia de la sociedad, tomando sus propias experiencias y provocando acciones
encadenadas a su realidad, pero buscando insertar sus productos a los mercados
globalizados, como se resume en la frase: “pensar localmente y actuar globalmente”
(Gauna, 2011)
Se deben generar una serie de políticas de desarrollo local que se conviertan en una
respuesta a los desafíos globales; por una parte, políticas para la mejora de la
infraestructura, también denominada hardware, otras políticas más que traten de
reemplazar las carencias y mejorar los elementos no materiales de desarrollo,
denominado software y otras más que faciliten el fortalecimiento de la capacidad de
organización del territorio, o también denominado orgware. De la misma forma,
35
incluyendo los estilos de vida saludables, como pieza fundamental del desarrollo local,
puesto que abonan a la mejora de los factores inmateriales de desarrollo, en este caso,
hablando en el de salud y prevención, así como en el ámbito económico (Vázquez-
Barquero, 2001).
Entre los factores que propone Vázquez-Barquero (2001) que se requieren
instrumentar para llegar al éxito en un proceso de desarrollo local sustentable y
aplicables a la promoción de los EVS son:
Organización de los representantes locales para emprender o potenciar un
proceso de desarrollo local.
Satisfacción de las necesidades básicas de la población.
Dinamización de la población y movilización de agentes y actores locales.
Concertación económica micro-macro (Planificación del desarrollo local).
Formación de las capacidades humanas.
Preservación y cuidado de la biodiversidad, del territorio y del medio natural.
Realización de otras acciones locales, como la promoción de la economía
pública y social y cooperativa, diversificando actividades (p. ej. el turismo rural).
Estos factores pueden ser modificados o manejados por los propios agentes locales.
Se diferencian de las que deberán ser realizadas por la administración pública,
infraestructura básica, mejora del know how tecnológico, creación de las instituciones
para el desarrollo, redes de agentes, acuerdos de cooperación, poner a punto la
ingeniería financiera que maneje con eficacia los recursos públicos y potenciar un
conjunto de instrumentos que permitan organizar el uso adecuado de los recursos
naturales a fin de mejorar la calidad de vida (Gauna, 2011)
Las propuestas de desarrollo local nacieron en las naciones de la periferia y de
desarrollo tardío (países pobres), con el propósito de aminorar los efectos adversos
que el mundo globalizado y el ajuste de la producción y consumo generaron en el nivel
y calidad de vida de los pobladores de dichos territorios, a través de creación de
36
empleos y crecimiento económico y social. También establece que, el desarrollo local
tiene un objetivo específico el cual es el de formar recursos humanos, debido a que
mediante a estos se incluye el conocimiento para producir bienes y servicios, incluidos
en la estrategia de gestión del desarrollo. Cuando estas acciones y esfuerzos de
formación se implementan, trae consigo múltiples beneficios, entre ellos: aumenta la
calidad de los recursos humanos, se aumenta la productividad, se promueve la
competitividad, así mismo incide en la cultura en la que se da este desarrollo (Vázquez-
Barquero, 2009)
Si hablamos de la práctica de los estilos de vida saludables en una población, debemos
pensar también en el desarrollo local, puesto que estos estilos de vida son un elemento
que permite mejorar la calidad de vida de los individuos y de la sociedad, así como
mejorar las condiciones de trabajo para promover la competitividad en el sector
económico.
Así como lo establece la Organización Panamericana de la Salud (2016), promover los
estilos de vida saludables, en una parte, va encaminada a mejorar las capacidades de
la población para llevar una vida más saludable, y por otra parte a mejorar el entorno
y la sociedad donde se vive, generando entornos saludables que impacten de manera
positiva en los comportamientos en salud de la población, como la promoción de la
práctica regular de la actividad física, el consumo diario de frutas y verduras, el
descanso saludable (6-8 horas de sueño), así como disminuir o eliminar el consumo
de sustancias nocivas para la salud como el alcohol y el tabaco.
Adoptar estilos de vida saludables surge como una alternativa de salud para la
prevención de enfermedades crónico no transmisibles, que atentan contra el bienestar
de la población y que estos padecimientos cardio metabólicos impactan de manera
negativa en el sector productivo y económico del territorio, generando gastos en salud
que merman en el gasto público, así como disminuir la productividad y competitividad
de las empresas, impidiendo el logro de algunos de los objetivos del desarrollo
sostenible.
37
2.3 Estilos de vida saludables
Tercedor & Delgado (2000) denominan estilo de vida a la manera que vivimos
normalmente en nuestros diversos ámbitos de acción vital, así como el grupo de
pautas y hábitos que llevamos en nuestro día a día y que es una forma de
diferenciación social. Marques (2012) propone que el estilo de vida es una expresión
moderna que describe un conjunto de comportamientos, expresados generalmente
sobre la forma de patrones de consumo, que caracterizan la manera que un individuo
o grupo social se encuadra en la sociedad y que estos pueden modificarse por varios
elementos como: edad, cultura, nivel socioeconómico, género y hasta factores
cognitivos y emocionales (Sanabria, González & Urrego, 2007).
El estilo de vida actual significa que las potencialidades corporales se utilizan cada vez
menos como resultado del desarrollo y la utilización de las nuevas tecnologías en la
vida cotidiana. Este cuadro se agrava cuando consideramos el aumento de la violencia
urbana, lo que provoca miedo a salir de casa cuando no es estrictamente necesario,
la disminución de las áreas de ocio en las comunidades es una limitación del poder
adquisitivo por parte de algunas familias, lo que significa tener más de un empleo y
disponer de menor tiempo de ocio. Estos cambios comportamentales, fácilmente
observables, insertados en la propia cultura y son apuntadas como la principal causa
de llamadas enfermedades de la civilización, las enfermedades crónico-degenerativas
(Marques, 2012).
Estas enfermedades son marcas de una nueva configuración social que comenzó a
tomar forma después de la revolución industrial. Rápidamente se comprendió la
importancia de que los individuos tengan estilos de vida saludables y activos, porque
muchos síntomas de enfermedades son una consecuencia de los comportamientos
contraproducentes para la salud, como la disminución de los niveles de actividad física
(OMS, 2002, 2003).
El término de estilo de vida saludable se ha hecho más importante desde el inicio del
nuevo milenio. Así pues, los estilos de vida saludables son aquellos en el que se
38
mantiene una armonía y equilibrio en su dieta alimentaria, actividad o ejercicio físico,
vida sexual sana, conducción segura, manejo del estrés, capacidad intelectual,
recreación (sobre todo al aire libre) descanso, higiene, paz espiritual buenas relaciones
interpersonales, así como también la relación con nuestro entorno entre otras
(Marques, 2012). En décadas recientes, los estilos de vida han sido reconocidos como
un determinante importante del estado de salud y ha llegado a ser un punto de
creciente interés de investigación en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el 60% de las personas
relacionadas con la salud y calidad de vida depende de su estilo de vida (Ziglio, Currie
& Rasmussen, 2004). Numerosas publicaciones (Nöthlings, Ford, Kröger & Boeing,
2010; Hu, Liu & Willett, 2011; Reddy, Rankins, Timoshanko & Dunbar, 2011) han
demostrado que la práctica de los estilos de vida saludables reduce la ocurrencia de
enfermedad y las tasas de mortalidad; y las dimensiones sociodemográficas como
sexo, edad, estado civil, nivel económico y salario, están correlacionados con los
estilos de vida saludables (Krueger & Chang, 2008).
Los estilos de vida saludables dependen de la adopción temprana de hábitos de vida;
los estilos de vida poco saludables entre los jóvenes son fuertemente vinculado a
hábitos poco saludables en la edad adulta (Lowry, Galuska, Fulton, Wechsler, Kann &
Collins, 2000; Landsberg, Plachta-Danielzik, Lange, Johannsen, Seiberl & Müller,
2010).
Sumado a esto, la Organización Panamericana de la Salud (2016) establece que
promover estilos de vida saludables se encamina, por un lado, a mejorar el entorno y
la sociedad en que vivimos (entornos saludables) y, por otro, a llevar una vida más
sana a través de la mejora de las capacidades de los individuos. El USCDC (1999) y
la OMS (2000) establecieron que, entre los principales factores de riesgo que
amenazan la salud de las personas, se encuentran falta de actividad física, la
obesidad, la pobre nutrición, el fumar, el consumo de alcohol y drogas.
39
Sanabria, González & Urrego (2007) describen que los estilos de vida saludables
contribuyen a prevenir enfermedades en sectores poblacionales y que los estudios
científicos se han se han ajustado en investigar el “impacto de los factores biológicos,
psicológicos, sociales y culturales en el estilo de vida de las personas y su relación con
el mantenimiento de la salud y la aparición de la enfermedad”. Un claro ejemplo son
las investigaciones que se han hecho en Estados Unidos de América, donde los estilos
de vida no saludables de millones de niños y adultos han provocado una epidemia de
obesidad, lo cual se traduce a un aumento en el riesgo de padecer enfermedades
crónico-degenerativas.
Aunado a esto y respecto a la enfermedad de Alzheimer y a las demencias, se afirma
que “ha habido una explosión de información en los últimos diez años que realmente
resalta las posibilidades que tenemos de reducir la enfermedad de Alzheimer en
nuestra sociedad, con algunas intervenciones que son relativamente bien conocidas y
tienen beneficios claros para la salud pública” (Gadner, 2005), todo esto a partir de la
promoción y práctica de un estilo de vida saludable en la población.
Nadie duda que nuestro bienestar está bajo la influencia de riesgos que ponen en
peligro nuestro estado de salud. Así, al remitirnos al modelo o paradigma orientado a
la actividad física, vemos como en la salud y el bienestar, a través de la actividad física,
se encuentra influenciada por determinados factores, entre los que destacan la
herencia genética, el entorno bioecológico y psicosocial donde vivimos y los estilos de
vida (cuidado diario para la salud) (Bouchard, Shephard & Stephens, 1994; Welk,
Differding, Thompson, Blair, Dziura & Hart, 2000) y de acuerdo con Tercedor y Delgado
(2000), con relación a estas variables o factores se observa la existencia de una
conciencia general, relacionándolas con la adopción de estilos de vida saludables,
acorde con la vida actual.
En definitiva, la actividad físico-deportiva es una clave en los estilos de vida saludables.
Otros determinantes de la salud como la educación, los ingresos, el sexo y el ambiente
influencia la participación en la actividad física en diversos grados. El poseer un estilo
40
de vida activo puede influir positivamente en estos otros determinantes, mientras un
estilo de vida inactivo puede traer el efecto contrario (Ruiz, García & Pérez, 2005).
Sanabria, González & Urrego (2007) plantean algunas de las barreras para un plan de
acción en promoción de la salud, como lo son: edad, género, cultura, nivel
socioeconómico, estado emocional, autoestima, grado de urbanización de una zona,
grandes ciudades y distancias, inseguridad, clima ambiental, hasta la falta de espacios
públicos adecuados para el esparcimiento y ocio de la población.
Varias investigaciones de epidemiología ponen en evidencia una relación inversa entre
el riesgo de muerte o enfermedad y la práctica de un estilo de vida activo y saludable
(Bijnen et al., 1999: Blair et al., 1995; Haveman-Nies et al., 2002; Lee, Sesso, Oguma
& Paffenbarger, 2003; Paffenbarger et al., 1993; Tremblay et al., 1990; Tuomiletho et
al., 2001; Wannamethee, Shaper & Walker, 2000). En términos estadísticos la relación
entre estos aspectos, en la mayoría de estos estudios, es significativa y ha ayudado a
comprender la importancia de la práctica regular de actividad física para la salud,
funcionando como un agente curativo y/o preventivo en la mayor parte de las
situaciones (Marques, 2012).
Definir un estilo de vida activo, y, por ende, saludable no es sencillo. Según Campillo-
Álvarez (2004), el sedentarismo es una enfermedad “carencial”, ya que la actividad
física debería ser una constante en nuestra vida puesto que durante toda nuestra
existencia evolutiva el sedentarismo ha sido una excepción y su prevalencia puede
asociarse a un patrón patológico.
2.3.1 Actividad física
La actividad física es el movimiento del cuerpo que se produce por los músculos que
requieren gasto energético. También otras actividades que son consideradas como tal
son: el juego, trabajo doméstico y laboral, transporte, actividades de la casa y
recreativas. El aumento de la actividad física es necesario para el bien comunitario y
41
personal, por lo tanto, se necesita una visión global, polisectorial y multidisciplinaria
adecuada (OMS, 2019).
Por lo tanto, ahora se da por sentado la relación positiva entre la actividad física y la
salud, para saber la idea de que un estilo de vida activo y saludable está asociado a la
reducción de la mortalidad de una manera general, y muy particularmente, las
enfermedades cardiovasculares (Barengo et al., 2004; Lee, Sesso, Oguma &
Paffenbarger, 2004; Paffenbarger et al, 1993).
Cada vez son más los gobiernos entidades que se preocupan de los problemas de
salud en relación con la inactividad física y, al contrario, de los beneficios de una
práctica regular de actividades físicas, investigaciones ponen en evidencia la relación
inversa entre la actividad física y riesgo de padecer problemas cardiovasculares
(Piéron, Ruiz & García, 2009).
Así mismo, el peso corporal excesivo es un factor de riesgo importante a nivel mundial
(6to), que contribuye a desencadenar diversas enfermedades, donde 1.1 mil millones
de adultos y un 10% de infantes están categorizados con obesidad o sobrepeso, lo
cual puede desencadenar diversas enfermedades como diabetes tipos 2,
enfermedades cardiovasculares, dislipidemias y algunos tipos de cáncer (Haslam &
James, 2005).
También, la actividad física se ha asociado con un riesgo menor de padecer
enfermedades cardio metabólicas. De igual forma, la práctica de actividad física
puede estar asociada a un estatus socioeconómico bajo (Feig, Levy, McCurley,
Rimm, Anderson, Gelsomin & Thorndike, 2019).
2.3.2 Alimentación
La forma ideal de lograr un estado de nutrición ideal es incorporando una dieta amplia
con variedad de alimentos en el día a día. Conseguir una buena dieta, aparte de ser
responsabilidad de cada persona, debe ser parte de responsabilidad del Estado, que
42
debe educar y empoderar a la población para adoptar una buena alimentación para
reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (OMS, 2003).
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), en muchos países las enfermedades no transmisibles. Debido al desarrollo
urbano las dietas cambian y tienen a ser ricas en grasa y energía, bajas en fibras, así
como alto consumo de alcohol, carbohidratos de rápida absorción y sales. En estas
urbes disminuye el ejercicio, incrementa el consumo de tabaco y el estrés, así como
otros factores de riesgo como obesidad, diabetes tipo 2, cáncer y otros costos de salud.
Una dieta adecuada según recomendaciones de la Consulta Mixta FAO/OMS (OMS,
2003) una dieta sana debe considerar: disminuir el consumo de grasas, consumo de
frutas, verduras, legumbres y cereales, disminuir el consumo de azúcar libre, limitar el
consumo de sal y preferir la sal yodatada, así como procurar un equilibrio en el control
de peso corporal.
Otro factor es que estos hábitos se afianzan en los círculos cercanos al individuo:
familia, barrio, escuela y entorno laboral, por ejemplo: si un niño ve que en su casa se
consumen alimentos ricos en sal, el niño interioriza estas conductas y las asume,
independientemente que sean conductas no saludables (Giraldo, A., Toro, M., Macías,
A., Valencia, C. & Palacio, S., 2010)
Respecto a la condición socioeconómica la gente de clase media y alta tienen mayor
margen de decisión respecto al consumo de sus alimentos, así como su calidad y
frecuencia, contrario a la población de clase baja que sus decisiones se ven limitadas
por la falta de recursos. Se plantea, que estudios de la OMS permiten estimar que estos
problemas de salud pudieran ser evitados con una buena alimentación a lo largo de
las distintas etapas de su vida (Atalah, 2004).
43
2.3.3 Hábitos de sueño
El sueño es un proceso fisiológico de mucha importancia para la salud de los seres
humanos (Siegel, 2008). Así mismo, dormir permite tener una buena salud, por lo que
no dormir lo suficiente aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades sobre todo
cardiacas. De igual forma, el dormir estimula la producción de la hormona de
crecimiento humana, la cual es vital para el sano crecimiento de los individuos. Otro
factor importante es la mejora del sistema inmune para combatir distintas infecciones.
Algunas investigaciones muestran que cuanto menos duerma un individuo, aumenta
la probabilidad de aumentar de peso, padecer obesidad, diabetes (U. S Department of
Health and Human Service, 2013). Como lo plantean Vassalli & Dijk (2009) las
principales funciones del sueño son: disminuir la reactividad a estímulos externos,
relajan la musculatura, regulan los ciclos circadianos, entre otras.
Los problemas del sueño se convierten en una preocupación mundial de salud pública
ya que la falta de este está relacionada con problemas emocionales, cognitivos, físicos
y sociales. El término de higiene de sueño más que enfocarse en la cantidad de horas
de sueño, debería enfocarse en la calidad del sueño, o sea, la calidad de sueño debe
de enfocarse en dormir mejor, lo cual está relacionado con los horarios de sueño, el
ambiente, la práctica deportiva y alimentación. Este proceso del sueño es fundamental
para un buen estado de salud mental y física (Merino-Andreu et al., 2016). Mastin et
al. (2006) establecen varias medidas de higiene de sueño las cuales son pautas
respecto a las conductas deseables de sueño con la intención de mejorar la calidad de
vida de los individuos, sobre todo personas con problemas de insomnio. Aunque no
hay una propuesta concreta de cuáles deben ser las medidas de salud de sueño, y
procurando un tratamiento sin fármacos, se proponen las siguientes medidas (véase
tabla 8).
44
Tabla 8
Recomendaciones de higiene del sueño
Evitar realizar siestas prolongadas (> 1 hora) durante el día
Acostarse a dormir a una misma hora todos los días
Despertarse todos los días a una misma hora
Evitar hacer actividad física vigorosa antes de dormir
Evitar consumir alcohol, cigarro y bebidas con cafeína (café, té, chocolate, refrescos de
cola o bebidas energéticas) al menos 4 horas antes de dormir.
Evitar realizar actividades sensoriales muy estimulantes antes de acostarse (video
juegos, internet, televisión)
Evitar irse a acostar si se está estresado, ansioso, enojado o preocupado
No utilizar la cama para otras actividades: leer, estudiar, comer, trabajar
Dormir en una cama confortable
No realizar trabajo importante minutos antes de irse a dormir: trabajo, tareas, estudio.
Evitar pensar sobre sus actividades del día u organizar y planear sus actividades
futuras mientras trata de dormir
Dormir en una habitación con baja iluminación y poco ruido ambiental.
Fuente: Mastin et al. (2006)
3.3.4 Consumo de alcohol
El consumo de alcohol está vinculado con los patrones culturales y sociales. De esa
forma, estos patrones afectan de diversas formas en que las personas consumen el
alcohol, asociándose esta sustancia a problemas de dependencia o a un uso excesivo
que pudiera llevar a accidentes y violencia (OMS, 2002). El consumo de alcohol es un
riesgo serio que atenta contra la salud de la población mundial, de las cuales 5 razones
son prioritarias para la salud en las Américas, las cuales son: muertes que se
relacionan con alcohol, consumo de alcohol, patrones de consumo, trastornos por uso
excesivo, principal riesgo a la morbilidad en las Américas.
45
Según el Informe Mundial de la Salud 2002, el alcohol representa 4% de la morbilidad
y es el 5to factor de riesgo respecto a discapacidades y muertes prematuras
mundiales. Se estima que 5.4% de las muertes en América fueron gracias al alcohol
en 2002, 68% más que en el mundo. Este factor de riesgo fue el principal en países
como Brasil, México y otros países de Latinoamérica (países de ingresos medios y
bajos) y el segundo en Canadá y Estados Unidos (países desarrollados). Así mismo
este factor se relaciona con más de 60 padecimientos de salud, así como con violencia
en la familia, accidentes de coches, así mismo está asociada a problemas sociales,
económicos, individuales, familiares y comunitarios (Rehm y Monteiro 2005).
Por un lado, tenemos la permisividad del consumo de alcohol como proceso de
socialización, pero por otro lado tenemos al alcoholismo como una enfermedad seria
y de gran preocupación que pone en riesgo la salud del individuo y de quienes lo
rodean, debido a su uso excesivo (Pascual, 2002a, 2002b). Su uso se asocia con
problemas sociales y de salud (lesiones, disminución de productividad, cáncer,
cardiopatías y dependencia) (Borges et al. 2004) y hasta eventos fatales como la
muerte al conducir en estado de ebriedad (McDonald et al. 2006; Borges et al. 2004a).
En países desarrollados como EE. UU. y Canadá, se consume un elevado número de
alcohol puro por persona de 15 años o más (9.3 litros/cápita de alcohol puro). Se
calcula que un 11.2% son bebedores intensos y se consume en promedio por persona
14.3 litros (adulto bebedor promedio), mientras que, en países en vías de desarrollo
como México, Brasil y Chile, el consumo es similar a los países desarrollados (9.3
litros/cápita de alcohol puro), con un porcentaje menor de consumo per cápita (14.1
lts/bebedor).
3.3.5 Consumo de tabaco
La epidemia del siglo XXI son las distintas Enfermedades Crónicas no Transmisibles
(ENTS); tales como diabetes, cáncer, enfermedades cardiacas, vasculares y
respiratorias, lo cual el consumo de tabaco es otro factor de riesgo que es común en
todas (The Tobacco Atlas, 2010). La enfermedad del tabaquismo es una adicción
46
compleja que involucra distintos componentes tanto físicos, emocionales y sociales.
Hay abundante evidencia que comprueba que hay un origen a la adicción a la nicotina
por parte de los genes (Munafo, M., Clark, T., Johnstone, E., Michael, F. et al., 2004;
Barrueno, M., Alonso, A. & González, R. 2005) existen genes relacionados con la
neurotransmisión de dopamina y serotonina(Munafo, M., Clark, T., Johnston, E.,
Murphy, M. & Walton, R., 2004; Broms, U., Silventoinen, K., Madden, P. A., Heath, A.
C. & Kaprio, J., 2006) y otros vinculados con el metabolismo de la nicotina (Lloyd, G.
K. & Williams, M., 2000).
La OMS establece que el tabaquismo es un padecimiento crónico y adictivo que
evoluciona con recaídas, donde la nicotina es la principal sustancia que genera
adicción en el organismo, siendo una de las drogas más adictivas y lo que lo convierte
en un factor de riesgo a la salud del individuo y de la población, ya que es una
padecimiento que se caracteriza por ser: una conducta compulsiva y que se repite, la
imposibilidad de dejar el tabaco conociendo el daño que representa, genera tolerancia,
síndrome de abstinencia, así como distorsión de las actividades de la vida cotidiana y
afecta las relaciones sociales del individuo. Este factor de riesgo afecta los estilos de
vida saludables, así como en factores emocionales y sociales (OMS, 2003).
47
3. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
En el presente capítulo se mostrará el diseño utilizado en la investigación, así como el
método y procedimientos utilizados. Primeramente, se presentan las características de
la investigación, posteriormente las estrategias utilizadas en el estudio, seguido de una
caracterización de la población y los sujetos que participaron en la investigación.
Después se presentan los instrumentos que se utilizaron para el estudio y cómo se
aplicaron. Por último, se describen los procedimientos que se utilizaron para el
tratamiento y análisis de los datos.
3.1 Características del estudio
Esta es una investigación cuantitativa, empírica, no experimental de alcance
exploratoria y de carácter transversal. Es un estudio abierto por la ceguedad en la
aplicación y evaluación, es analítica por el tipo de objetivo general, es correlacional por
el contraste entre grupos o condiciones, es multicéntrico por el número de unidades
participantes (284 unidades económicas en Puerto Vallarta en 2012), es homodémico
por el tipo de población (habitantes de Puerto Vallarta), es retrolectivo por el tipo de
captación de la información (formularios), es prospectivo según la direccionalidad que
tiene, es observacional por la participación del autor y transversal por la medición del
fenómeno en el tiempo (Helfer-Voguel, 2009; SECTUR, 2012; Talavera, 2011;
Vaughan & Morrow, 1997).
3.2 Estrategia de trabajo
Al delimitar la población de estudio, y por el surgimiento de la pandemia de SARS-Cov-
2 que causa la enfermedad de COVID-19, se decidió hacer los formularios de forma
electrónica, de manera que no se pusiera en riesgo la salud de ningún participante, así
como de ningún aplicador-a. Se utilizó el instrumento de estilos de vida saludables a
través de un formulario hecho en la plataforma digital Google Forms, se distribuyó por
redes sociales a personas que laburaran en hoteles en la ciudad de Puerto Vallarta. El
levantamiento de los datos se llevó a cabo durante el mes de mayo de 2020.
48
Para la aplicación de los instrumentos se compartió el enlace de Google Forms con el
instrumento a través de diversas redes sociales (Facebook, Instagram, Whatsapp)
mediante grupos que tuvieran temática de hotelería, etiquetando a personas que
trabajaran en el sector hotelero, así mismo, se solicitó el apoyo de compartir el enlace
con amigos y compañeros de trabajo para su colaboración. Se hizo del conocimiento
de las personas participantes los criterios de inclusión del estudio.
El protocolo para la respuesta del cuestionario fue la siguiente:
1. Tener la disposición de participar en el estudio.
2. Estar de acuerdo con los criterios de participación del estudio.
3. Instrucciones: Estimado-a participante, en el Centro Universitario de la Costa,
de la Universidad de Guadalajara, en la maestría en Ciencias para el desarrollo,
la sustentabilidad y el turismo, se realiza una investigación sobre la prevalencia
de estilos de vida saludables en trabajadores del sector hotelero. La encuesta
está dirigida a las y los adultos que trabajen en el sector hotelero, con edades
comprendidas entre los 18 y 64 años. El objetivo del estudio es analizar los
estilos de vida saludables de las y los trabajadores del sector hotelero y su
posible relación con factores sociodemográficos, así como los posibles riesgos
a la salud atribuibles.
Es importante informarle que los datos recogidos en este formulario se tratarán
de forma anónima y confidencial, los resultados se presentarán en todos los
casos de forma global y en ningún caso de manera individual.
La presente investigación no representa ningún riesgo para la salud de las y
los participantes, es su decisión responder este formulario, o no, y en
cualquier momento puede dejar de contestarlo sin que esto represente
ninguna consecuencia. El tiempo estimado que le llevará completar este
formulario será de 5 a 8 minutos.
4. Agradecimientos.
49
Tras realizar el levantamiento de los datos, se descargó la base de datos de la
plataforma digital Google Forms y se exportó a un formato de Excel para su
depuración. Se calculó el índice de masa corporal, el nivel de actividad física, el tiempo
promedio sentado, el consumo de frutas y verduras, el consumo y frecuencia de
alcohol y tabaco, el diagnóstico del perfil epidemiológico (diabetes, hipertensión,
colesterol alto, triglicéridos altos y cáncer), así como el índice de malestar psicológico
y la integración de un índice de estilo de vida saludable. Posteriormente, se determinó
el equipo informático para el trabajo. Los datos de los cuestionarios fueron capturados
en el soporte informático, para lo que se diseñó una base de datos en Statistical
Package for the Social Sciences (SPSS) versión 25.
3.3 Muestra del estudio
El universo de estudio son las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta
con número registrado de 13,216 empleados registrados ante el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) (IIEG Jalisco, 2018). En la ciudad de Puerto Vallarta existen 284
unidades económicas de hospedaje temporal registradas, de las cuales, la mayoría
son establecimientos sin categoría (60%), entre los que se encuentran: albergues,
departamentos, bungalows, cabañas, campamentos, casas de huéspedes, cuartos
amueblados, suites, moteles, villas, posadas, pensiones y trailer park. (SETUJAL,
2012). Véase tabla 9.
La población de estudio son los y las trabajadores del sector hotelero de Puerto
Vallarta.
Tabla 9
Establecimientos de hospedaje en Puerto Vallarta (2012)
Categoría de hotel
Número de unidades registradas
5 estrellas
26
4 estrellas
34
3 estrellas
28
2 estrellas
12
1 estrella
13
50
Sin categoría
171
Total
284
Fuente: SETUJAL (2012).
La fórmula para calcular el tamaño de la muestra es:
n =
z^2 (p*q)
E^2 + (z^2(p*q))
N
Donde, de acuerdo con la Ecuación Estadística para Proporciones poblacionales, n =
tamaño de la muestra, Z = nivel de confianza deseado, p = proporción de la población
con las características deseadas (éxito), q = proporción de la población sin las
características deseadas, e = nivel de error dispuesto a cometer, y N = tamaño de la
población. Los valores fueron establecidos en, valor de Z = 95%, valor de p = .50, valor
de q = .50, y valor de e = 5%, de acuerdo con éstos, se estableció el tamaño de la
muestra en 369 sujetos. Sin embargo, al cambiar las condiciones para el trabajo de
campo se consideró el total del número de respuestas obtenidas a través del formulario
distribuido a través de redes sociales (428 sujetos). Se estableció con ello una muestra
no probabilística obtenida por muestreo bola de nieve (Melagarie & Fernández, 2019).
3.3.1 Estrategia de muestreo
El muestreo fue por bola de nieve durante los meses de abril y mayo, entre las fechas
comprendidas del 27 de abril al 11 de mayo del presente año. Donde se hizo la
distribución de los formularios por redes sociales, se compartió el mismo en grupos
con temática de hotelería, así como, con contactos que trabajan en algún hotel de
Puerto Vallarta y se solicitó compartir el formulario con sus compañeros y compañeras
de trabajo. También se contactó a algunos directivos y administrativos de hoteles para
solicitar el apoyo de contestar la encuesta, así como difundirla con sus compañeros de
trabajo. La respuesta de los cuestionarios se realizó por auto reporte a través de la
plataforma Google Forms.
51
3.4 Criterios de selección
3.4.1 Criterios de inclusión
Se consideraron adultos entre los 18 y 64 años que trabajaren actualmente en un hotel
de Puerto Vallarta y que estuvieran registrados ante el IMSS. En las instrucciones para
la respuesta de los formularios se hizo del conocimiento de las y los participantes lo
siguiente: Estimado-a participante, en la maestría en Ciencias para el desarrollo, la
sustentabilidad y el turismo del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de
Guadalajara, se realiza una investigación sobre la prevalencia de estilos de vida
saludables en trabajadores del sector hotelero. La encuesta está dirigida a las y los
adultos que trabajen en el sector hotelero con edades entre los 18 y 64 años. El
objetivo del estudio es analizar los estilos de vida saludables de las y los trabajadores
del sector hotelero y su posible relación con factores sociodemográficos, así como los
posibles riesgos a la salud atribuibles. Es importante informarle que los datos
recogidos en este formulario se tratarán de forma anónima y confidencial; los
resultados se presentarán en todos los casos de forma global y en ningún caso de
manera individual. La presente investigación no representa ningún riesgo para la salud
de las y los participantes, es su decisión responder este formulario, o no, y en cualquier
momento puede dejar de contestarlo sin que esto represente ninguna consecuencia.
El tiempo estimado que le llevará completar este formulario será de 5 a 8 minutos.
3.4.2 Criterios de exclusión
Para esta investigación no se consideraron las y los trabajadores de otro sector laboral
que no fuera el hotelero. Así también quedan excluidos las y los trabajadores de algún
hotel que no fuera de Puerto Vallarta, esto debido a que es un estudio de la localidad.
Así como personas menores de edad, adultos mayores y personas jubiladas y/o
pensionadas.
52
3.4.3 Criterios de eliminación
Se eliminaron aquellos cuestionarios de personas que sin importar los motivos no
concluyeron el formulario, en los casos que se identificó claramente falta de formalidad
en las respuestas o falsedad de la información, así como, aquellas respuestas que no
cumplieron con los criterios de inclusión de la investigación o aquellas que estuvieran
repetidas.
3.5 Análisis estadístico
Los datos de los cuestionarios fueron capturados en el soporte informático, diseñando
una base de datos con el Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión
25. El nivel de significación utilizado fue de 0.05, que se utiliza comúnmente en
estudios en ciencias sociales.
En la primera parte, se realizaron análisis descriptivos generales de las variables del
estudio, con indicadores porcentuales y desviaciones estándar. Para la segunda parte
se generó un índice de estilo de vida saludable categórico, agrupando las variables de
actividad física, alimentación, consumo de tabaco, consumo de alcohol y hábitos de
sueño; se estableció para ello el indicador, estilo de vida saludable (obtención de 15
puntos), estilo de vida insuficientemente saludable (obtención de 10 a 14 puntos), estilo
de vida poco saludable (obtención de 5 a 9 puntos) y, estilo de vida no saludable
(obtención de 0 puntos).
Para la tercera parte del análisis, se llevaron a cabo análisis correlacionales
(Spearman y Pearson), entre las variables sociodemográficas y las variables de
actividad física, alimentación, consumo de tabaco, consumo de alcohol y hábitos de
sueño; también del perfil epidemiológico y biomarcador de riesgo con las variables de
actividad física, alimentación, consumo de tabaco, consumo de alcohol y hábitos de
sueño; también el índice de malestar psicológico con las variables de actividad física,
alimentación, consumo de tabaco, consumo de alcohol y hábitos de sueño; de los
hábitos saludables entre ellos; así como de las variables sociodemográficas y el índice
53
de estilo de vida saludable dicotómico y categórico; al igual que del índice de estilo de
vida saludable dicotómico y categórico con el perfil epidemiológico y biomarcador de
riesgo; posteriormente, el índice del estilo de vida con índice de malestar psicológico
y el índice de masa corporal; y por último, el índice de estilos de vida saludables con
sus componentes (actividad física, alimentación, consumo de tabaco, consumo de
alcohol y hábitos de sueño).
3.6 Recolección de los datos
Se procuró diseñar un instrumento que ofreciera garantía de validez y confianza, por
ello se tomó el instrumento de estilos de vida saludable (Gómez Chávez, 2020), así
mismo se utilizaron las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en
la práctica de actividad física (OMS, 2020).
Las dimensiones que agrupan a las variables analizadas en el estudio son:
sociodemográficas, perfil epidemiológico y biomarcador de riesgo, estilos de vida
saludables, índice de estilo de vida saludable y psicológicas. En la siguiente figura se
presentan esquemáticamente los conjuntos de variables analizadas en la investigación
y la forma en que se interrelacionan. Véase figura 2.
54
Figura 2. Esquema del estudio: dimensiones, variables y relaciones (elaboración propia)
El formulario consta de 42 preguntas, agrupadas en 8 secciones: datos
sociodemográficos, actividad física, alimentación, consumo de tabaco, consumo de
alcohol, hábitos y calidad de sueño, perfil epidemiológico, malestar psicológico. En la
siguiente tabla se presenta una descripción de las escalas y los sustentos teóricos
utilizados. Véase la tabla 10.
Tabla 10
Descripción de las escalas y los sustentos teóricos utilizados
Variable
Escala / Sustento teórico
Datos sociodemográficos
Entrevista datos sociodemográficos (INEGI, 2020)
Actividad física
Recomendaciones de actividad física (OMS, 2010)
Alimentación
Cuestionario de frecuencia de consumo de grupos de
alimentos (Goni, Aray, Martínez, & Cuervo, 2016).
Sueño
Recomendación de horas de sueño del National Sleep
Foundation
Alcohol
Test CAGE prevención de personas en riesgo (Ewing,
1984).
Tabaco
Instrumento del método progresivo (STEPS) (OMS,
2017b).
Perfil epidemiológico
Diagnóstico de enfermedades: diabetes, hipertensión,
colesterol elevado, triglicéridos elevados, cáncer
(IMSS, 2020)
Malestar psicológico
Escala de malestar psicológico de Kessler 10 K-10
(Vargas Terrez, Villamil Salcedo, Rodríguez Estrada,
Pérez Romero & Cortés Sotres, 2011). 2011)
Biomarcador de riesgo
Índice de masa corporal (OMS, 2021)
3.7 Aspectos bioéticos
Al tratarse de un estudio retrolectivo y retrospectivo, esta investigación no presentó un
riesgo para la salud de los individuos, además el tratamiento y uso de los datos se hizo
de manera general y en ningún caso de forma particular con algún individuo. Debido a
esto, no fue necesaria la solicitud del consentimiento informado como establece el
Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud,
Título Segundo, Capítulo I, Artículo 17, Categoría I Investigación sin riesgo (Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión, 2014). Así mismo, los procedimientos se
55
alinearon a las normas éticas vigentes nacionales e internacionales, como el
reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la salud, así
como a la declaración de Helsinki, que se realizó en la Asamblea Médica Mundial y a
su última rectificación (Asociación Médica Mundial, 2017)
En las instrucciones escritas para la respuesta de los formularios se hizo del
conocimiento de los participantes lo siguiente:
El presente cuestionario es el instrumento de la investigación Estilos de vida
saludables en trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta, agradecemos tu
participación y honestidad en las respuestas, la información contenida será
confidencial y utilizada solo con fines académicos. Es tu decisión contestar este
cuestionario, o no, y aun iniciándolo puedes parar en el momento que así lo decidas.
En esta investigación, la base de datos que almacenó la información personal de los
sujetos participantes existió solo en una copia la cual el autor resguarda y fue
manejada con estricta confidencialidad. De igual modo, ningún producto de esta
investigación puso de evidencia la identidad de las-os participantes, además estos
datos fueron solo utilizados para fines de investigación y académicos, esto conforme
a lo establecido por la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión
de Sujetos Obligados (Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 2017).
Se compartió el formulario con las-os potenciales participantes, sin existir un proceso
de selección, de igual forma, no hubo ningún tipo de discriminación por condiciones de
género, religiosas, sociales, políticas, físicas ni de orientación sexual. En el presente
proyecto de investigación, el autor y el director declaran no tener ningún conflicto de
interés ético o económico en el mismo.
56
4. ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el presente capitulo, se muestran los resultados descriptivos de las variables
sociodemográficas y de comportamiento, biomarcador de riesgo, el perfil
epidemiológico y variable de malestar psicológico. Posteriormente se presenta el
índice de estilo de vida saludable (categórico y dicotómico), así como una sección de
correlaciones de hábitos saludables con variables sociodemográficas y de
comportamiento, biomarcador de riesgo, perfil epidemiológico y malestar psicológico,
así mismo, se presentan los análisis correlacionales del índice de estilo de vida
saludable con variables sociodemográficas y de comportamiento, biomarcador de
riesgo, perfil epidemiológico y malestar psicológico.
También se hizo un análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable y sus
componentes (actividad física, consumo de frutas y verduras, horas dedicadas al
sueño, consumo de alcohol y tabaco), así como un análisis correlacional del índice de
estilo de vida saludable, índice de masa corporal y el malestar psicológico.
4.1 Resultados
4.1.1 Sección de características sociodemográficas
En la tabla 11 se aprecia que la muestra está conformada por una mayor parte de
mujeres (52.10%) que de hombres (43.00%) y una pequeña parte de personas que se
identificaron como parte de la comunidad LGBT+ (4.90%). La muestra es
predominantemente de adultos jóvenes (68.7%) sobre adultos maduros (31.3%)
(véase tabla 12), con un promedio de edad de 31.73 años (DE=11.37) (véase tabla
13). El 70.8% son solteros, predomina la comunidad LGBT+ (95.2%) y los hombres
(83.2%), mientras que el 29.2% de la población son casados, siendo las mujeres
quienes forman la mayor proporción en este estado civil (41.7%) (véase tabla 14).
También se observa que el 55.6% dice no tener una pareja estable, siendo la
comunidad LGBT+ y los hombres los de mayor proporción (61.9% y 50.5%
57
respectivamente), mientras que el resto (44.4%) si cuentan con una pareja estable,
donde las mujeres forman parte de un mayor porcentaje (62.3%) (véase tabla 15).
Tabla 11
Género
Hombre
Mujer
Comunidad LGBT+
Total
43.0%
52.1%
4.9%
100%
Tabla 12
Categorización de edades
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Adultos jóvenes*
76.1%
61.0%
85.7%
68.7%
Adultos maduros**
23.9%
39.0%
14.3%
31.3%
Total
100%
100%
100%
100%
*Adultos entre los 18 y 39 años
**Adultos entre los 40 y 65 años
Tabla 13
Edad (años)
Media
=31.73
D.E.
11.371
Tabla 14
Estado civil
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Soltera/o
83.2%
58.3%
95.2%
70.8%
Casada/o
16.8%
41.7%
4.8%
29.2%
Total
100%
100%
100%
100%
Tabla 15
¿Cuentas con pareja estable?
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
No
50.5%
37.7%
61.9%
44.4%
Si
49.5%
62.3%
38.1%
55.6%
Total
100%
100%
100%
100%
58
En la tabla 16 se observa que la mayoría de la población (91.4%) se autovalora con
un nivel socioeconómico medio y medio bajo (63.6% y 27.8% respectivamente),
mientas que solo el 0.2% se autovalora con un nivel socioeconómico alto. Sin
embargo, se observa que casi la mitad de la población (48.6%) gana más de
$15,000.00 pesos mexicanos mensuales, más de lo establecido por Forbes para
formar parte de la clase alta en México (Forbes, 2019), siendo la comunidad LGBT+
los que ganan más de $20,000.00 pesos mexicanos mensuales (42.9%), seguido de
los hombres (31.5%) y las mujeres (29.1%). Por el contrario, quienes ganan menos de
$5,000.00 pesos mexicanos mensuales son las mujeres (11.7%), seguido de los
hombres y la comunidad LGBT+ (11.4% y 4.8% respectivamente) (véase tabla 17).
La mayoría de las y los participantes del estudio corresponden al nivel educativo de
licenciatura (64.5%), preparatoria y posgrado (16.6% y 15% respectivamente),
secundaria (3.3%) y primaria (0.7%) (véase tabla 18) y su principal actividad
económica es trabajar (64.7%) y en menor medida, estudiar y trabajar (35.3%) (véase
tabla 19).
Tabla 16
Autovaloración de nivel socioeconómico
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Bajo
1.6%
3.6%
4.8%
2.8%
Medio-bajo
22.3%
33.2%
19.0%
27.8%
Medio
69.6%
57.8%
71.4%
63.6%
Medio-alto
6.5%
4.9%
4.8%
5.6%
Alto
0.0%
0.4%
0.0%
0.2%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Tabla 17
Ingresos económicos mensuales
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Menos de $5000
11.4%
11.7%
4.8%
11.2%
$5,001 a $10,000
21.2%
22.4%
14.3%
21.5%
$10,001 a $15,000
18.5%
18.8%
19.0%
18.7%
$15,001 a $20,000
17.4%
17.9%
19.0%
17.8%
Más de $20,000
31.5%
29.1%
42.9%
30.8%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
59
Tabla 18
Nivel educativo
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Primaria
0.5%
0.9%
0.0%
0.7%
Secundaria
2.7%
3.6%
4.8%
3.3%
Preparatoria
17.9%
17.0%
0.0%
16.6%
Licenciatura
62.5%
64.6%
81.0%
64.5%
Posgrado
16.3%
13.9%
14.3%
15.0%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Tabla 19
Actividad económica principal
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Estudio y trabajo
42.9%
30.9%
14.3%
35.3%
Trabajo
57.1%
69.1%
85.7%
64.7%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
4.1.2 Sección de variables comportamentales.
Respecto a las variables comportamentales, el promedio de horas dedicadas a la
actividad física es de 4.27 horas (DE=4.00), siendo las mujeres las que presentan una
diferencia significativa en la actividad física semanal con respecto a los hombres
(p<0.05) (véase tabla 20). La mayoría de la población es físicamente activa (61.2%),
ya sea, con un nivel alto (42.5%) o adecuado (18.7%) de actividad física semanal,
mientras que el 38.8% presenta un nivel de actividad física bajo, según las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) (véase tabla
21). Así mismo, se presenta una media de comportamiento sedentario de 6.17 horas
(DE=4.11) al día, sin presentar diferencias significativas entre los grupos (véase tabla
22).
60
Tabla 20
Horas semanales dedicadas a la actividad física
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Media
3.65
4.68*
5.31
=4.27 horas
D.E.
3.32
4.42
4.16
4.00
Kruskal-Wallis p<0.05*
Tabla 21
Categorización de niveles de actividad física
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Nivel bajo de actividad física*
44.6%
35.4%
23.8%
38.8%
Nivel adecuado de actividad física**
18.5%
17.9%
28.6%
18.7%
Nivel alto de actividad física***
37.0%
46.6%
47.6%
42.5%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
<150 min semanales*
151-299 min semanales**
<300 min semanales***
Recomendaciones de actividad física en adultos OMS (2020)
Tabla 22
Horas por día sentado/a
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Media
6.24
6.04
6.90
=6.17 horas
D.E.
3.79
4.38
3.93
4.11
Kruskal-Wallis p>0.05
Por otro lado, se observa que solo el 0.5% de la población consume frutas y verduras
diario, 2.8% las consumen 3 o más veces por semana, 17.3% las consumen 1 o 2
veces por semana, el 34.1% solo las consume una vez al mes, mientras que la mayoría
de la población (45.3%) no las consume nunca o casi nunca. Son los hombres (53.8%)
y la comunidad LGBT+ (52.4%) quienes consumen menos frutas y verduras (nunca o
casi nunca las consumen) comparado con las mujeres (37.7%) (véase tabla 23).
61
Tabla 23
Frecuencia de consumo de frutas y verduras
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Diario
1.1%
0.0%
0.0%
0.5%
3 o más veces por semana
3.3%
2.7%
0.0%
2.8%
1 o 2 veces por semana
8.7%
23.8%
23.8%
17.3%
Algunas veces al mes
33.2%
35.9%
23.8%
34.1%
Nunca o casi nunca
53.8%
37.7%
52.4%
45.3%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Respecto al consumo de tabaco se muestra que la mayoría de la población no lo
consume (87.4%), mientras que el resto si lo hace (véase tabla 24). Las mujeres son
las que más lo consumen en mayor proporción (17.5%), comparado con la comunidad
LGBT+ (9.5%) y los hombres (7.1%). La población que consume tabaco reporta que
lo hace en mayor medida ocasionalmente (53.7%), seguido de diariamente (25.9%) y
con regularidad (20.4%) (véase tabla 25).
Tabla 24
Consumo de tabaco
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Si
7.1%
17.5%
9.5%
12.6%
No
92.9%
82.5%
90.5%
87.4%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Tabla 25
Frecuencia de consumo de tabaco
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Diariamente
30.8%
23.1%
50.0%
25.9%
Con regularidad
15.4%
23.1%
0.0%
20.4%
Ocasionalmente / algunas veces
53.8%
53.8%
50.0%
53.7%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
También los resultados muestran que la mayoría de la población consume alcohol
(62.9%), siendo la comunidad LGBT+ quienes más lo consumen (85.7%), seguido de
62
las mujeres (71.3%) y los hombres (50%) (véase tabla 26). De esta manera, el
consumo de alcohol de la población se hace en mayor medida ocasionalmente/algunas
veces (77.7%), mientras que el resto lo hace con regularidad (21.9%) (véase tabla 27).
Tabla 26
Consumo de alcohol
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Si
50.0%
71.3%
85.7%
62.9%
No
50.0%
28.7%
14.3%
37.1%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Tabla 27
Frecuencia de consumo de alcohol
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Diariamente
0.0%
0.6%
0.0%
0.4%
Con regularidad
14.1%
25.8%
27.8%
21.9%
Ocasionalmente / algunas
veces
85.9%
73.6%
72.2%
77.7%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Por otro lado, se observa que la población presenta un promedio de 6.93 horas diarias
de sueño (DE=1.32) y no se observan diferencias significativas entre los grupos (véase
tabla 28). La calidad del sueño percibida como regular (41.4%) y buena (32.5%) son
las predominantes en la población, mientras que solo el 10% percibe su calidad de
sueño como muy buena, así como el 13.6% la percibe como mala y 2.6% muy mala.
Se observa que son las mujeres las que reportan una mejor calidad percibida en las
horas de sueño (buena calidad 34.1% y muy buena calidad 11.2%) (véase tabla 29).
También se muestra que la mayoría de la población presenta horas insuficientes de
sueño (66.2%), seguido del 26.5% que duerme las horas recomendadas y 7.3%
duerme más de lo recomendado (véase tabla 30).
63
Tabla 28
Horas dedicadas al sueño diario por las noches
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Media
6.99
6.87
6.95
=6.93 horas
D.E.
1.50
1.16
1.27
1.32
Kruskal-Wallis p>0.05
Tabla 29
Calidad de sueño percibida
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Muy mala
3.3%
1.3%
9.5%
2.6%
Mala
16.3%
11.7%
9.5%
13.6%
Regular
40.8%
41.7%
42.9%
41.4%
Buena
31.0%
34.1%
28.6%
32.5%
Muy buena
8.7%
11.2%
9.5%
10.0%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Tabla 30
Categorización de sueño por las noches
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Horas de sueño insuficiente
65.8%
67.0%
61.9%
66.2%
Horas de sueño
recomendadas
22.3%
29.9%
28.6%
26.5%
Más de las horas de sueño
recomendadas
12.0%
3.2%
9.5%
7.3%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
4.1.3 Sección de biomarcador de riesgo.
El índice de masa corporal de la población estudiada tiene una mayor prevalencia en
la categoría de normopeso (41.4%) y sobrepeso (30.1%), seguido de obesidad
(13.6%), obesidad mórbida (7.9%) y peso bajo (7%). Es la comunidad LGBT+ quienes
presentan un mayor porcentaje de Normopeso (52.4%) y son las mujeres quienes
representan el mayor porcentaje en sobrepeso (35%) y obesidad (18.4%) (véase tabla
31).
64
Tabla 31
Categorización del estado nutricional (Índice de masa corporal)
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Peso bajo
10.9%
4.0%
4.8%
7.0%
Normopeso
49.5%
33.6%
52.4%
41.4%
Sobrepeso
25.0%
35.0%
23.8%
30.1%
Obesidad
8.2%
18.4%
9.5%
13.6%
Obesidad mórbida
6.5%
9.0%
9.5%
7.9%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
4.1.4 Sección de variables de perfil epidemiológico.
El perfil epidemiológico está conformado por el diagnóstico de diferentes
enfermedades no transmisibles, tales como: diabetes, hipertensión, colesterol alto,
triglicéridos altos y cáncer. Se observa que existe un 6.8% de personas con
diagnóstico de diabetes y son las mujeres quienes presentan un porcentaje mayor en
esta enfermedad (9.4%). Respecto al diagnóstico de hipertensión, 11.7% tienen este
padecimiento crónico no transmisible, siendo también las mujeres quienes se ven más
afectadas (15.7%). Por otro lado, se observa que la población cuenta con un
diagnóstico de colesterol y triglicéridos altos de 5.4% y 7% respectivamente, también
siendo las mujeres las más afectadas en proporción (7.2% y 8.5% respectivamente).
Por último, se muestra el diagnóstico de cáncer con sólo 1.2% de trabajadores con
esta enfermedad, siendo los hombres quienes se ven más afectados (2.2%) (véase
tabla 32).
Tabla 32
Diagnóstico de enfermedades no transmisibles (perfil epidemiológico)
¿Cuentas con un
diagnóstico de…?
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Diabetes
3.8%
9.4%
4.8%
6.8%
Hipertensión
8.2%
15.7%
0.0%
11.7%
Colesterol alto
3.8%
7.2%
0.0%
5.4%
Triglicéridos altos
6.0%
8.5%
0.0%
7.0%
65
Cáncer
2.2%
0.4%
0.0%
1.2%
4.1.5 Sección de malestar psicológico
En la tabla 33 se observa que casi la mitad de la población de las y los trabajadores
del sector hotelero no presenta malestar psicológico (45.1%). Sin embargo, 25%
presentan leve malestar psicológico y 15.9% y 14% de la población, presentan
extremo y moderado malestar psicológico, respectivamente. Se observa también que
es la comunidad LGBT+ el grupo que mayor malestar psicológico presenta, desde
leve (23.8%), moderado (19%) hasta extremo (28.6%). Por otro lado, son las mujeres
quienes presentan el mayor porcentaje sin malestar psicológico (56.5%).
Tabla 33
Categorización de malestar psicológico
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
Sin malestar psicológico
33.2%
56.5%
28.6%
45.1%
Leve malestar psicológico
25.5%
24.7%
23.8%
25.0%
Moderado malestar psicológico
20.1%
8.5%
19.0%
14.0%
Extremo malestar psicológico
21.2%
10.3%
28.6%
15.9%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
4.1.6 Sección de Índice de Estilo de Vida Saludable (I-EVS)
Se integró un índice de estilo de vida saludable (I-EVS) dicotómico y categórico, donde
se hace un balance general de los 5 hábitos, los cuales son: actividad física, consumo
de frutas y verduras, horas de sueño, consumo de alcohol y tabaco. Se encontró que
la mayoría de la población presenta un índice de estilo de vida saludable poco
saludable (70.1%), el 24.3% se encuentra en una categoría de insuficientemente
saludable y el 5.6% se categoriza como no saludable. Cabe destacar que no se
encontraron personas que se clasificaran como saludables (véase tabla 34).
66
Tabla 34
Categorización del índice de estilo de vida saludable (I-EVS)
Hombres
Mujeres
LGBT+
Total
No saludable
5.4%
5.8%
4.8%
5.6%
Poco saludable
68.5%
71.7%
66.7%
70.1%
Insuficientemente saludable
26.1%
22.4%
28.6%
24.3%
Saludable
0%
0%
0%
0%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
4.1.7 Sección de análisis correlacionales
En un análisis de correlación entre las variables sociodemográficas como: género,
edad, estado civil, ingreso económico mensual y nivel educativo, y los hábitos
saludables se encontró una relación positiva y significativa entre el género y el
consumo de frutas y verduras (r= .167, p< .01), el consumo de alcohol (r= .148, p<
.01) y consumo de tabaco (r= .147, p< .01). Así mismo se observa una relación positiva
y significativa entre la edad y el consumo de frutas y verduras (r= .114, p< .05).
También se muestra que existe una relación positiva y significativa entre el ingreso
económico y el consumo de frutas y verduras (r= .145, p< .01), así como una relación
negativa y significativa del ingreso económico mensual y con el consumo de alcohol
(r= -.220, p< .01) (véase tabla 35).
Tabla 35
Análisis correlacional de características sociodemográficas y hábitos saludables
Género
Edad
Estado
civil
Ingreso
económico
Nivel
educativo
Actividad física
-.071
-.024
-.044
.082
-.015
Consumo de frutas
y verduras
.167**
.114*
.022
.145**
.030
Sueño
.042
-.021
-.005
-.017
-.023
Consumo de
alcohol
.148**
.023
.038
-.220**
-.066
Consumo de
tabaco
.147**
.074
.043
-.059
-.018
Rho de Spearman
67
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
**. La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral)
Respecto al análisis correlacional de las variables de perfil epidemiológico y marcador
de riesgo, y los hábitos saludables, se muestra que existe una correlación negativa y
significativa del diagnóstico de hipertensión y las horas de sueño (r= -.117, p<
.05), también existe una correlación negativa y significativa del diagnóstico de
colesterol alto y las horas de sueño (r= -.138, p< .05). Por otro lado, se observa que
hay una relación negativa y significativa del índice de masa corporal y el consumo de
frutas y verduras (r= -.109, p< .05), así como una relación negativa y significativa del
índice de masa corporal con el consumo de tabaco (r= -.106, p< .05) (véase tabla 36).
Tabla 36
Análisis correlacional de perfil epidemiológico y biomarcador de riesgo; y hábitos
saludables
Diabetes
Hiperte
nsión
Colesterol
alto
Triglicéridos
altos
Cáncer
IMC
Actividad física
.021
.023
.012
.012
.028
-.035
Consumo de
frutas y verduras
.030
.053
.012
-.046
-.046
-.109*
Sueño
-.060
-.117*
-.138*
-.094
.035
-.070
Consumo de
alcohol
.015
.039
-.010
.022
-.051
-.050
Consumo de
tabaco
-.018
.037
.003
-.049
.024
-.106*
Rho de Spearman
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
**. La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral)
En la tabla 37, donde se muestran las correlaciones del índice de malestar psicológico
y los hábitos saludables, se observa que existe una relación negativa y significativa
del índice se malestar psicológico y el consumo de frutas y verduras (r= -.098, p< .05).
68
Tabla 37
Análisis correlacional índice de malestar psicológico y hábitos saludables entre ellos
Índice de malestar psicológico
Actividad física
-.087
Consumo de frutas y verduras
-.098*
Sueño
-.072
Consumo de alcohol
-.055
Consumo de tabaco
-0.31
Rho de Spearman
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
Se realizó también una tabla de correlaciones de los hábitos saludables cruzados
entre los mismos (véase tabla 38) y se observa que existe una relación positiva y
significativa entre la práctica de actividad física y el consumo de frutas y verduras (r=
.162, p< .01). También se muestra que existe una relación positiva y significativa del
consumo de tabaco con el consumo de frutas y verduras (r= .096, p< .05) y con el
consumo de alcohol (r= .219, p< .01).
Tabla 38
Análisis correlacional de hábitos saludables entre ellos
Actividad
física
Consumo
de frutas y
verduras
Sueño
Consumo
de
alcohol
Consumo
de tabaco
Actividad física
1
.162**
.017
.032
.039
Consumo de frutas
y verduras
---
1
-.015
.012
.096*
Sueño
---
---
1
.020
-.050
Consumo de
alcohol
---
---
---
1
.219**
Consumo de
tabaco
---
---
---
---
1
Rho de Spearman
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
**. La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral)
69
En lo que concierne al análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable y
las características sociodemográficas, se muestra que existe una relación negativa y
significativa del índice de estilo de vida saludable y el ingreso económico mensual de
las y los trabajadores del sector hotelero (r= .099, p< .05) (véase tabla 39).
Tabla 39
Análisis correlacional de índice de estilo de vida saludable y características
sociodemográficas
Género
Edad
Estado civil
Ingreso
económico
Nivel
educativo
Índice de Estilo de
vida saludable
.001
-.012
.003
-.099*
-.069
Rho de Spearman
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
En la tabla 40, se observan los análisis correlacionales del índice de estilo de vida
saludable, perfil epidemiológico y biomarcador de riesgo, donde se encontraron
correlaciones negativas y significativas del índice de estilo de vida saludable con el
diagnóstico de colesterol elevado (r= -.108, p< .05) y con el índice de masa corporal
(r= -.101, p< .05).
Tabla 40
Análisis correlacional de índice de estilo de vida saludable, perfil epidemiológico y
biomarcador de riesgo
Diabetes
Hiperten
sión
Colesterol
alto
Triglicéridos
altos
Cáncer
IMC
Índice de
Estilo de
vida
saludable
-.057
-.079
-.108*
-.061
.025
-.101*
Rho de Spearman
*. La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral)
70
Respecto al análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable y el malestar
psicológico se encontró una relación negativa y significativa (r= -.129, p< .01), así
mismo, también se observa una relación negativa y significativa entre el índice de
masa corporal y el malestar psicológico (r= -.220, p< .01) de las y los trabajadores del
sector hotelero de Puerto Vallarta (véase tabla 41).
Tabla 41
Análisis correlacional de índice de estilo de vida saludable y índice de masa corporal
con malestar psicológico
Malestar psicológico
Índice de Estilo de vida saludable
-.129**
Índice de masa corporal
-.220**
Coeficiente de correlación de Pearson
**. La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral)
Por último, el análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable presentó
relaciones positivas y significativas en todos sus componentes (p<.01). El sueño
presentó el mayor nivel de dependencia entre las dos variables (.573**), seguido de
la actividad física (.465**), el consumo de alcohol (.434**), el consumo de tabaco
(.379**) y el consumo de frutas y verduras (.201**) (véase tabla 42).
Tabla 42
Análisis correlacional de índice de estilo de vida saludable y sus componentes
Índice de Estilo de vida saludable
Sueño
.573**
Actividad física
.465**
Consumo de alcohol
.434**
Consumo de tabaco
.379**
Consumo de frutas y verduras
.201**
Rho de Spearman
**. La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral)
71
4.2 Discusión
Para iniciar con el apartado de la discusión se consideró importante recordar los
objetivos de la investigación. El objetivo general de esta investigación fue analizar los
estilos de vida saludables de las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto
Vallarta, como parte de un diagnóstico inicial en prevención de salud para promover el
desarrollo local. Mientras que los objetivos específicos fueron 2. El primero fue
determinar las relaciones entre los estilos de vida saludables y las características
sociodemográficas, perfil epidemiológico, biomarcador de riesgo y malestar
psicológico en las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta. El segundo
fue integrar un índice de estilo de vida saludable dicotómico y categórico para medir el
riesgo cardio metabólico relacionado con los estilos de vida no saludables.
Los principales resultados de la investigación, asociados a las variables de estudio,
reportan que el promedio de horas dedicadas a la actividad física es de 4.27 horas
(DE=4.00) y son las mujeres las que presentan una diferencia significativa en la
actividad física semanal con respecto a los hombres (p<0.05). La mayoría de la
población es físicamente activa (61.2%) con un nivel alto (42.5%) y adecuado (18.7%)
de actividad física semanal, y el 38.8% presenta un nivel de actividad física bajo. Así
mismo, se muestra un comportamiento sedentario promedio de 6.17 horas (DE=4.11)
al día.
Con relación al consumo suficiente de frutas y verduras, solo el 0.5% de la población
las consume diario, 2.8% las consumen 3 o más veces por semana, 17.3% solo las
consumen 1 o 2 veces por semana, el 34.1% las consume una vez al mes, mientras
que la mayoría de la población (45.3%) no las consume nunca o casi nunca. Son los
hombres (53.8%) y la comunidad LGBT+ (52.4%) quienes consumen menos frutas y
verduras (nunca o casi nunca las consumen) comparado con las mujeres (37.7%).
Respecto al consumo de tabaco, la mayoría de la población no lo consume (87.4%),
mientras que el resto si lo hace (12.6%). Las mujeres son las que más lo consumen
(17.5%) comparado con la comunidad LGBT+ (9.5%) y los hombres (7.1%). La
72
población que consume tabaco reporta que lo hace en mayor medida ocasionalmente
(53.7%), seguido de diariamente (25.9%) y con regularidad (20.4%)
En lo que al consumo de alcohol concierne, la mayoría de la población si lo hace
(62.9%), siendo la comunidad LGBT+ quienes más lo consumen (85.7%), seguido de
las mujeres (71.3%) y los hombres (50%). De esta manera, el consumo de alcohol de
la población se hace en mayor medida ocasionalmente/algunas veces (77.7%),
mientras que el resto lo hace con regularidad (21.9%).
Respecto a las horas y calidad de sueño percibida, la población presenta un promedio
de 6.93 horas diarias de sueño (DE=1.32) y no se observan diferencias significativas
entre los grupos. La calidad del sueño percibida como regular (41.4%) y buena (32.5%)
son las predominantes en la población, mientras que solo el 10% percibe su calidad
de sueño como muy buena, así como el 13.6% la percibe como mala y 2.6% muy mala.
Son las mujeres las que reportan una mejor calidad percibida en las horas de sueño
(buena calidad 34.1% y muy buena calidad 11.2%). También se muestra que la
mayoría de la población presenta horas insuficientes de sueño (66.2%), seguido del
26.5% que duerme las horas recomendadas y 7.3% duerme más de lo recomendado.
El índice de masa corporal de la población estudiada tiene una mayor proporción en la
categoría de normopeso (41.4%) y sobrepeso (30.1%), seguido de obesidad (13.6%),
obesidad mórbida (7.9%) y peso bajo (7%). Es la comunidad LGBT+ quienes
presentan un mayor porcentaje de normopeso (52.4%) y son las mujeres quienes
representan el mayor porcentaje en sobrepeso (35%) y obesidad (18.4%).
El perfil epidemiológico de las y los trabajadores del sector hotelero de Puerto Vallarta
muestra 6.8% de personas con diagnóstico de diabetes y son las mujeres quienes
presentan un porcentaje mayor en esta enfermedad (9.4%). Respecto al diagnóstico
de hipertensión, 11.7% tienen este padecimiento crónico no transmisible, siendo
también las mujeres quienes se ven más afectadas (15.7%). Por otro lado, se observa
que la población cuenta con un diagnóstico de colesterol y triglicéridos altos de 5.4%
y 7% respectivamente, también siendo las mujeres las más afectadas en proporción
73
(7.2% y 8.5% respectivamente). Por último, se muestra el diagnóstico de cáncer con
sólo 1.2% de trabajadores con esta enfermedad, siendo los hombres quienes se ven
más afectados (2.2%).
Respecto al malestar psicológico casi la mitad de la población de las y los trabajadores
del sector hotelero no presenta malestar psicológico (45.1%). Sin embargo, 25%
presentan leve malestar psicológico y 15.9% y 14% de la población, presentan extremo
y moderado malestar psicológico, respectivamente. Se observa también que es la
comunidad LGBT+ el grupo que mayor malestar psicológico presenta, desde leve
(23.8%), moderado (19%) hasta extremo (28.6%). Por otro lado, son las mujeres
quienes presentan el mayor porcentaje sin malestar psicológico (56.5%).
En la integración del índice de estilo de vida saludable (I-EVS), los indicadores
muestran que la mayoría de la población tiene un índice de estilo de vida saludable
poco saludable (70.1%), el 24.3% se encuentra en una categoría de insuficientemente
saludable y el 5.6% se categoriza como no saludable. Cabe destacar que no se
encontraron personas que se clasificaran como saludables.
Con relación a los análisis correlacionales, se encontró una relación positiva y
significativa entre el género y el consumo de frutas y verduras (r= .167, p< .01), género
y el consumo de alcohol (r= .148, p< .01) y género y consumo de tabaco (r= .147, p<
.01). También se observa una relación positiva y significativa entre la edad y el
consumo de frutas y verduras (r= .114, p< .05). Así mismo, se muestra que existe una
relación positiva y significativa entre el ingreso económico y el consumo de frutas y
verduras (r= .145, p< .01), así como, una relación negativa y significativa del ingreso
económico mensual y con el consumo de alcohol (r= -.220, p< .01).
Respecto al análisis correlacional de las variables de perfil epidemiológico y marcador
de riesgo, y los hábitos saludables, se muestra que existe una correlación negativa y
significativa del diagnóstico de hipertensión y las horas de sueño (r= -.117, p<
.05), también existe una correlación negativa y significativa con el del diagnóstico de
colesterol alto y las horas de sueño (r= -.138, p< .05). Por otro lado, se observa que
74
hay una relación negativa y significativa del índice de masa corporal y el consumo de
frutas y verduras (r= -.109, p< .05), así como una relación negativa y significativa del
índice de masa corporal con el consumo de tabaco (r= -.106, p< .05).
Existe también una correlación negativa y significativa del índice se malestar
psicológico y el consumo de frutas y verduras (r= -.098, p< .05), una relación positiva
y significativa entre la práctica de actividad física y el consumo de frutas y verduras (r=
.162, p< .01). También se muestra que existe una relación positiva y significativa del
consumo de tabaco con el consumo de frutas y verduras (r= .096, p< .05) y el consumo
de tabaco con el consumo de alcohol (r= .219, p< .01).
Se obtuvo también una relación negativa y significativa del índice de estilo de vida
saludable y el ingreso económico mensual de las y los trabajadores del sector hotelero
(r= -.099, p< .05). Así como correlaciones negativas y significativas del índice de estilo
de vida saludable con el diagnóstico de colesterol elevado (r= -.108, p< .05) y del índice
de estilo de vida saludable con el índice de masa corporal (r= -.101, p< .05).
Respecto al análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable y el malestar
psicológico se encontró una relación negativa y significativa (r= -.129, p< .01), así
mismo, se observa una relación negativa y significativa entre el índice de masa
corporal y el malestar psicológico (r= -.220, p< .01) de las y los trabajadores del sector
hotelero de Puerto Vallarta.
Por último, el análisis correlacional del índice de estilo de vida saludable presentó
relaciones positivas y significativas en todos sus componentes (Sueño r= .573,
actividad sica r= .465, consumo de alcohol r= .434, consumo de tabaco r= .379 y
consumo de frutas y verduras r= .201) (p< .01).
4.2.1 Encuadre de resultados
En los próximos párrafos, se encuadran los resultados más relevantes del presente
estudio con resultados de otras investigaciones del contexto internacional y nacional.
75
Estas investigaciones, corresponden con la que se presenta en el objeto de estudio,
en los conceptos teóricos y variables implicadas, así como los sujetos. Primero se
encuadra la variable actividad física, luego alimentación, después consumo de alcohol
y consumo de tabaco, suficiencia y calidad de sueño, perfil epidemiológico y, por
último, malestar psicológico. Cabe señalar que no se encontró evidencia científica
respecto a estilos de vida saludables en trabajadores del sector hotelero, sin embargo,
se tiene evidencia de trabajadores de otros sectores como el médico,
gubernamentales, administrativos, de la construcción, entre otros (Pelayo Zavalza &
Gómez Chavez, 2021).
Las y los trabajadores son predominantemente activos (61.2%) pero con una
prevalencia por debajo de los presentados por la Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición (ENSANUT) 2018, donde reporta que en México el 71% de la población
adulta son activos, mientras que, en Jalisco, el 14.2% y 62% de los adultos son
moderadamente activos y muy activos, respectivamente (Instituto Nacional de Salud
Pública, 2020) (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2018).
También los resultados coinciden con el estudio realizado por Azevedo, et al., (2020)
donde se reporta que los trabajadores administrativos y manuales de una empresa de
guantes de látex presentan niveles de actividad física satisfactorios, y que esto está
relacionado con el incremento de la productividad (Buckley, y otros, 2015). Pero difiere
del artículo realizado por Sanabria-Rojas, Tarqui-Mamani, Portugal-Benavides,
Pereyra-Zaldívar & Mamani-Castillo (2014) donde se reporta una alta prevalencia de
inactividad física en trabajadores del sector salud (88.0%) y con el de Biernat,
Tomaszewski & Milde (2010) donde se encontró un nivel de actividad física bajo en
empleados de oficina de: administración local (70%), oficinistas de banco (50%) y
empleados de la administración civil (35%).
También la presente investigación muestra resultados superiores de personas
físicamente activas (61.2%) comparados con los encontrados en de trabajadores del
cuidado de la salud en Perak, Malasia (54.4%) (Abu Saad, Kit Low, Jamaluddin, &
76
Phing Chee, 2020), y con los reportados en un estudio de trabajadores de la Escuela
Superior Politécnica de Chimborazo, Ecuador, con un porcentaje del 50.88% de
empleados activos físicamente (Chávez Hernández, Trujillo Chávez, Bonifaz Arias,
Sánchez Anilema, & Ballesteros España, 2018).
Respecto a la alimentación, el resultado obtenido del 0.5% de las y los trabajadores
del sector hotelero que consumen frutas y verduras todos los días es coincidente con
el estudio de Ratner, Sabal, Hernández, Romero & Atalah (2008) donde reportan que
las y los trabajadores de empresas privadas y públicas no comen alimentos saludables
como frutas y verduras; así como con el estudio de Salinas, Lera, González, Villalobos
& Vio (2014) donde reportan que los trabajadores de la construcción tienen un bajo
consumo de frutas y verduras, así como de legumbres. También es similar a los
resultados reportado por Mendinueta Martínez & Herazo Beltrán (2015) donde los
trabajadores de una empresa productora de aceites vegetales y grasas presenta un
promedio de días consumo de frutas es de 2,8 días y el número de porciones de 1,6
frutas. Por otro lado, se encuentran diferencias con los resultados encontrados en la
ENSANUT 2018 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2018) ya que el
consumo de frutas y verduras diario de la población mayor de 20 años es de 49.7% y
44.9% respectivamente.
La presente investigación muestra que el 62.9% de los trabajadores consume alcohol
y los resultados son similares a los datos presentados por la ENSANUT (2018) donde
la prevalencia de consumo de esta sustancia es de 63.8% (Instituto Nacional de
Estadística y Geografía, 2018). También coinciden los resultados con lo reportado por
Arce García, Mendoza Ayala, Álvarez Aguirre, Reyes Rocha & Sánchez Perales (2018)
quienes describen que el 61.7% de los trabajadores de su estudio consumen alcohol.
Sin embargo, los resultados de esta investigación son superiores a los datos
encontrados en trabajadores cuidadores de la salud quienes lo consumen con una
prevalencia menor (43.4%) (Syed, 2020). Sin embargo, estos resultados son menores
comparados con los resultados encontrados por en trabajadores de la construcción en
Australia con una prevalencia alta de 91.9% (Roche, et al., 2020).
77
Los resultados obtenidos en el presente estudio reportan que el 12.6% consume
tabaco, porcentaje menor al presentado en el estado de Jalisco con una prevalencia
de 19.8% en adultos (Instituto Nacional de Salud Pública, 2020), pero mayor al
porcentaje nacional (11.4%) (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2018), y
también mayor a los presentados por trabajadores cuidadores de la salud (7.7%)
(Syed, 2020). Sin embargo, estos datos son bajos comparados con los resultados
encontrados por Arce García, Mendoza Ayala, Álvarez Aguirre, Reyes Rocha, &
Sánchez Perales (2018) que mencionan que los trabajadores de una empresa
reportaron una prevalencia del 44% de consumo de tabaco.
Respecto al resultado reportado en este estudio del 65.9% de la población con horas
de sueño insuficiente, es coincidente con el estudio de Martins, Saliba-Garbin, Biage
Cândido, Ísper Garbin, & Saliba Rovida (2016), que reporta que un alto porcentaje
(62.5%) de las y los trabajadores presentan trastorno de sueño; mientras que los
presentes resultados son superiores a los reportados por Mañas & López (2016) donde
señalan que se clasificó a los trabajadores del sector público como malos dormidores
con una prevalencia de 40.4%. Estos resultados pudieran ser inferiores a los
reportados por que describe que los trabajadores de la salud en la primera línea de
combate al COVID-19 presentaron mayores problemas para dormir que los
trabajadores que no se dedican al cuidado de la salud.
4.2.2 Implicaciones teóricas y prácticas del estudio
4.2.2.1 Implicaciones teóricas
La investigación que se presenta pudiera tener algunas implicaciones teóricas y
algunas implicaciones prácticas. Las implicaciones teóricas se relacionan al estudio y
conocimiento de Puerto Vallarta, a través de un diagnóstico, de manera específica a
la salud pública y la prevención en salud, con énfasis en las enfermedades
78
cardiometabólicas que pudieran mermar en la productividad del principal sector
económico de la localidad.
También la presente investigación contribuye a aumentar la producción científica en la
línea de investigación de los estilos de vida saludables desde una perspectiva local,
brindando un diagnóstico de la población que forma parte del recurso humano del
principal sector económico de Puerto Vallarta.
Con relación al objeto del estudio, la investigación se enmarca en la teoría del
desarrollo local. Al desarrollo, le es atribuible una serie de fenómenos políticos,
sociales y económicos, entre ellos, la transición demográfica que sucedió en tres
niveles: el bono demográfico, determinado por el incremento de la natalidad y de la
esperanza de vida; la migración, particularmente de las zonas rurales a las ciudades;
y la transición económica, se pasó de las actividades productivas del sector primario,
a las actividades del sector terciario.
Este nuevo contexto, trajo consigo cambios en las formas de vida de las personas y
comunidades. Estos cambios impactaron la salud pública, manifestándose en una
transición epidemiológica; sucedió una transición en la carga de enfermedad y muerte,
pasando de las enfermedades infectocontagiosas a las enfermedades crónico-
degenerativas, las cuales están relacionadas con los estilos de vida no saludables. El
nuevo reto para la salud pública es atribuible a los cambios en las formas de vida
asociadas al desarrollo que se manifiestan en una parte considerable de la población
que tienen acceso a una amplia y diversa gama de servicios y productos.
El contexto del estudio se ubica en Puerto Vallarta, que, a partir de la segunda mitad
del Siglo XX muestra en el contexto local, los tres niveles de la transición demográfica;
el incremento de la población, la migración constante y la transición económica del
sector primario al sector terciario, principalmente relacionada con el turismo, en los
servicios de hotelería, administración pública, así como la preparación y servicio de
alimentos y bebidas. Este crecimiento exponencial ha cambiado la identidad y
propiciado nuevas formas de vivir de las y los vallartenses.
79
Con relación al territorio, este se caracteriza por la conurbación interestatal con el
municipio de Bahía de Banderas, por el agotamiento de los terrenos planos, el
incremento de la vivienda de alto costo en las nuevas zonas urbanas de la ciudad, el
crecimiento de edificaciones verticales y de alto costo frente al mar; el avance de la
urbanización hacia las montañas y la generación de cinturones de pobreza. También,
se caracteriza por la disminución de las áreas verdes, espacio público y para el
esparcimiento. El desarrollo de Puerto Vallarta ha generado, para las y los
vallartenses, barreras para el disfrute de los bienes naturales, como el mar, los ríos y
la montaña, privilegiando al turismo, a los residentes temporales y a las clases más
favorecidas. El incremento de la densidad poblacional y de la población flotante, se ha
manifestado también en el incremento de automóviles, complicando la movilidad en la
ciudad y generando nuevos problemas como la contaminación y disminución en la
calidad del aire.
Las y los trabajadores del sector hotelero en Puerto Vallarta, son los sujetos del
presente estudio. Cabe señalar que Puerto Vallarta aproximadamente en 1930, turistas
nacionales y extranjeros empezaron a venir a Puerto Vallarta y año con año llegaron
más turistas. Fue John Huston quien proyectó las bellezas naturales de la región con
su película “La noche de la iguana” y ante las crecientes demandas del turismo en la
región, la ciudad equipó con la infraestructura necesaria para un destino turístico
moderno. En la ciudad de Puerto Vallarta existen 284 unidades económicas de
hospedaje temporal registradas, de las cuales, la mayoría son establecimientos sin
categoría (60%), entre los que se encuentran: albergues, departamentos, bungalows,
cabañas, campamentos, casas de huéspedes, cuartos amueblados, suites, moteles,
villas, posadas, pensiones y trailer park (SETUJAL, 2012) y que dan trabajo a 13,216
empleados registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) (IIEG
Jalisco, 2018).
De forma general, este estudio abona al análisis del desarrollo local y como éste se
expresa en el territorio de Puerto Vallarta, desde una visión de los estilos de vida
saludables. Particularmente se enfoca en la transición demográfica, a las
80
modificaciones en la manera de vivir de las personas que esto implica y a la que se le
atribuye a la transición epidemiológica, a la cual se le adjudican la mayor carga de las
enfermedades cardiometabólicas (enfermedades no transmisibles) y el cáncer, que
son ahora las principales causas de enfermedad y muerte a nivel local, nacional e
internacional (véase figura 3).
Figura 3. Andamiaje teórico del desarrollo a la transición epidemiológica (Bongaarts,
2009; CEPAL, 2000; Vázquez-Barquero, 1996; Frenk, 1991; INEGI, 2019; OMS, 2018;
Perdigón-Villaseñor & Fernández-Cantón, 2019; Savedoff, et al., 2012; ONU, 2020).
4.2.2.2 Implicaciones prácticas del estudio
Las implicaciones de la presente investigación parten desde el contexto local que
abonan en distintos ámbitos tanto científico, económico y social, que permite tener un
primer diagnóstico de los impactos de trabajar en el subsector hotelero en los estilos
de vida saludables de los empleados que sirvan para la toma de decisiones en políticas
públicas e institucionales locales respecto a la salud laboral. Este estudio pudiera servir
para promover en las empresas y gobiernos locales la creación, implementación y
81
evaluación de programas de prevención en salud laboral que contribuyan a la
reducción del gasto público y al aumento de la productividad y, por lo tanto, incentivar
la capacidad competitiva del sector turístico en la localidad, partiendo de la
cualificación capital humano desde un enfoque salutogénico que promueva el
desarrollo local.
Así mismo, desde el punto de vista económico, se pueden abrir nuevos nichos de
mercado para los profesionales de la prevención en salud (psicólogos, nutricionistas,
profesionales de la cultura física y deportes, etc.). Por otro lado, esta investigación
también contribuye al desarrollo y producción científica del cuerpo académico
Determinantes de la salud del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de
Guadalajara.
4.2.3 Limitaciones del estudio
El estudio pudiera presentar algunas limitaciones, entre ellas, la carga de subjetividad
en las respuestas de las y los participantes. La evaluación de la actividad física, el
estado nutricional o los hábitos toxicológicos, como el consumo de alcohol y tabaco
restan precisión y exactitud al calcularse a partir de cuestionarios y no a través de
mediciones directas, en este mismo caso, tampoco se realizó un diagnóstico clínico en
la prevalencia de enfermedades cardiometabólicas.
Pudo ser interesante contar con información de antecedentes heredofamiliares para
hacer una evaluación holística de los riesgos cardiometabólicos, además de integrar
los comportamientos de la totalidad de riesgos atribuibles a las principales causas de
enfermedad y muerte en el mundo.
Así mismo, otras limitaciones son el tamaño de muestra, la falta de representatividad
de todas las unidades económicas del sector hotelero, así como la actual contingencia
sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. También, al ser el primer estudio de
este tipo en la localidad y la región, hace falta más información de carácter científica,
por lo que se sugiere el estudio incorporando variables como: tipos de hoteles,
82
categorías, puestos laborales, ubicaciones geográficas, cohortes en el tiempo,
subsectores económicos (servicios de alimentación, comercio, entretenimiento), entre
otros.
83
5. CONCLUSIONES
Los principales resultados de la investigación, asociados a las variables de estudio,
reportan que el promedio de horas dedicadas a la actividad física es de 4.2 horas
(DE=4.00). La mayoría de la población es físicamente activa (61.2%) y se muestra un
comportamiento sedentario promedio de 6.1 horas (DE=4.11) al día. Con relación al
consumo suficiente de frutas y verduras, solo el 0.5% de la población las consume
diario y la mayoría de la población (45.3%) no las consume nunca o casi nunca.
Cabe señalar que es la comunidad LGBT+, quienes presentan una media superior de
horas dedicadas semanales a la actividad física (5.3 horas), seguido de las mujeres
(4.6 horas) y hombres (3.6 horas). También son los hombres quienes presentan una
prevalencia menor de niveles de actividad física recomendados (55.4%), mientras que
la comunidad LGBT+ (76.2%) y las mujeres (64.6%) tienen una prevalencia mayor de
estos niveles de actividad física.
Por otro lado, las medias de horas sentados por día son similares en mujeres (6.0
horas) y hombres (6.2 horas), siendo la comunidad LGBT+ quienes presentan una
prevalencia mayor (6.90 horas). También se enfatiza que, son las mujeres (26.8%)
quienes presenta una mayor prevalencia de consumo de frutas y verduras al menos 1
vez a la semana, seguido de la comunidad LGBT+ (23.8%) y los hombres con solo el
13.1%, lo cual se asume como un riesgo para la salud.
La mayoría de la población no consume tabaco (87.4%) y la población que si lo hace
reporta que lo consume en mayor medida ocasionalmente (53.7%), seguido de
diariamente (25.9%) y con regularidad (20.4%). Las mujeres son las que más
consumen tabaco (17.5%), seguido de la comunidad LGBT+ (9.5%) y hombres (7.1%).
Respecto al consumo de alcohol, la mayoría si lo consume (62.9%) y se hace en mayor
medida ocasionalmente/algunas veces (77.7%), mientras que el resto lo hace con
regularidad (21.9%). Es la comunidad LGBT+ quienes más lo consumen (85.7%),
seguido de mujeres (71.3%) y hombres (50%).
84
Respecto a las horas y calidad de sueño percibida, la población presenta un promedio
de 6.93 horas diarias de sueño (DE=1.32) y casi no varía entre el género. Así mismo,
las categorías de calidad del sueño percibida como regular (41.4%) y buena (32.5%)
son las predominantes en la población y son las mujeres las que reportan una mejor
calidad percibida en las horas de sueño (45.3%). También se muestra que la mayoría
de la población presenta horas insuficientes de sueño (66.2%) mientras que el 26.5%
duerme las horas recomendadas y también son las mujeres quienes presentan el
mayor porcentaje de la población con horas recomendadas de sueño (29.9%), seguido
de la comunidad LGBT+ (28.6%) y hombres (22.3%).
El índice de masa corporal de la población estudiada tiene una mayor proporción en la
categoría de normopeso (41.4%) y sobrepeso (30.1%) y son las mujeres quienes
representan el mayor porcentaje en sobrepeso (35.0%) y obesidad (18.4%). Respecto
al perfil epidemiológico de las y los trabajadores del sector hotelero de Puerto Vallarta
se muestra que 6.8% de personas con diagnóstico de diabetes, 11.7% diagnóstico de
hipertensión, diagnóstico de colesterol y triglicéridos altos de 5.4% y 7.0%
respectivamente, y diagnóstico de cáncer con sólo 1.2% de trabajadores con esta
enfermedad. Son las mujeres quienes presentan mayor prevalencia en estos
padecimientos (diabetes 9.4%; hipertensión 15.7%; colesterol alto 7.2%; triglicéridos
altos 8.5%), a excepción del cáncer, donde los hombres presentan un mayor
porcentaje (2.2%).
Respecto al malestar psicológico casi la mitad de la población de las y los trabajadores
del sector hotelero no presenta malestar psicológico (45.1%), mientras que la mayoría
presenta malestar psicológico en algún grado (leve, moderado o extremo). Se observa
también que es la comunidad LGBT+ el grupo con mayor prevalencia de malestar
psicológico en alguna categoría: extremo malestar psicológico (28.6%), leve malestar
psicológico (23.8%) y moderado malestar psicológico (19.0%). Por otro lado, son las
mujeres quienes presentan la mayor prevalencia sin malestar psicológico (56.5%),
contra el 33.2% de hombres y 28.6% de la comunidad LGBT+.
85
En la integración del índice de estilo de vida saludable (I-EVS), los indicadores
muestran que la mayoría de la población tiene un índice de estilo de vida poco
saludable (70.1%), el 24.3% se encuentra en una categoría de insuficientemente
saludable y el 5.6% se categoriza como no saludable. Por otro lado, son las mujeres
quienes presentan mayor prevalencia de un estilo de vida poco o no saludable (77.5%),
comparado con los hombres (73.9%) y la comunidad LGBT+ (71.5%). Cabe destacar
que no se encontraron personas que se clasificaran como saludables, lo cual pudiera
ser un foco de atención para futuras investigaciones.
Para un conocimiento pertinente del impacto que tiene la actividad turística en la
manera de vivir de las personas de la comunidad receptora, se reconoce la importancia
de identificar los factores que condicionan, limitan y/o dificultan los estilos de vida
saludables como parte del desarrollo local y la salud pública.
Las y los trabajadores del sector hotelero presentan hábitos no saludables, tales como
un consumo insuficiente de frutas y verduras, una insuficiencia en las horas de sueño
recomendado y un consumo alto de alcohol, que pudieran poner en riesgo la salud en
el largo plazo. Sin embargo, se presentan niveles de actividad física recomendados y
altos, los cuales pudieran tener un efecto amortiguador en el estilo de vida de las
personas.
Se sugiere incrementar la producción científica en la línea de investigación “Estilos de
vida saludables” desde distintos contextos: geográficos (comunitarios, locales,
regionales y nacionales), económicos (sectores productivos, como el comercial,
manufacturero, servicios diversos, entre otras), sociodemográficos (estudios de
colonias y pueblos y/o estudios de casos, edades, género, clase social) y culturales
(ideologías y etnias) con el fin de abonar al conocimiento de la cultura de la localidad
de Puerto Vallarta y que sirva para la toma de decisiones informadas por parte de los
distintos agentes del desarrollo local, ya sea, autoridades, iniciativa privada y la
población.
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6. REFERENCIAS
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