La contribución que se presenta prosigue con la línea de investigación de la red INEDIMUGEC, iniciada en el
pasado curso académico. En este contexto, y con el apoyo tanto de los conocimientos ya adquiridos, como de
la amplia variedad de fuentes bibliográficas revisadas que recogen de forma transversal la cultura democrática,
hemos podido elaborar un proyecto que contempla la propia diversidad de la temática a abordar. El desarrollo
de esta experiencia piloto de innovación e investigación educativa se lleva a cabo con el objetivo
de desarrollar en las y los estudiantes universitarios, las competencias para la cultura democrática
según el Marco de Referencia de Competencias para la Cultura Democrática (RFCDC) del Consejo
de Europa. De tal manera, que se ponga en valor la necesidad de partir de la cultura democrática para
conformar una sociedad compuesta por personas que además de reflexionar pueden argumentar sus
puntos de vista en un entorno diverso y plural. En el proceso de trabajo se han establecido tres fases:
1) Diseño de actividades (pretest, identificación de los aspectos que integran la cultura democrática
por parte de los estudiantes); 2) Implementación (realización de actividades en torno al debate); 3)
Evaluación y resultados (postest, evaluación y mejora de los procesos). En esta contribución nos
detendremos en la segunda fase, es decir, en el debate o realización de actividades concretas.
Tal y como se ha indicado, para el desarrollo de dichas actividades se utiliza como instrumento el
debate, donde a partir de reflexiones individuales se construyen ideas en grupos pequeños para luego
reflexionar con el resto de los participantes. De esta forma, también se fomenta el pensamiento crítico y el autoaprendizaje. Al pasar por diferentes fases en la construcción de opiniones se permite la
observación y la escucha de las ideas de otros estudiantes, trabajando de forma cooperativa para crear
un documento final que recoja sus procesos reflexivos. Los instrumentos seleccionados para realizar
las mediciones pertinentes se basan en el desarrollo de la argumentación, el contraste y la escucha de
todas las voces para cumplir los objetivos propuestos. Por ello, se utiliza la metodología catchball,
utilizada en sus inicios para mejorar los procesos de calidad. Esta técnica de participación tiene como
base el modelo de gestión estratégica Hoshin Kanri creado en los años cincuenta por un especialista
en planificación japonés, Yoji Akao (Labovitz et al., 1995). En ella, se atraviesan diferentes fases en
las cuales se desarrollan reflexiones individuales y posteriormente grupales construidas por todos los
participantes en torno a temas a mejorar dentro de una organización. Se consigue así dar voz a todas
y cada una de las personas que integran cada grupo.
Se espera que los resultados obtenidos sean similares a los arrojados por otros estudios que hacen
énfasis en el fomento de la cultura democrática. Una cultura que brinde las herramientas a los
estudiantes universitarios a fin de construir sus propias reflexiones y ser capaces de argumentar las
mismas. Entre algunas de las conclusiones principales de la investigación, se espera recoger los
puntos de vista de los estudiantes sobre los debates online, evidenciando el grado de participación y
la intervención.