Concretamente, en las 26 páginas que constituyen el capítulo muestran el impacto
positivo que supone para el nieto o nieta convivir con un abuelo o abuela dependiente
en el hogar familiar, beneficio que se hace extensible al sistema familiar en su conjunto
y, por extensión, a la sociedad misma. La primera parte del capítulo se dedica a explicar
por qué el contexto familiar es el escenario educativo idóneo para responder a las
necesidades carenciales de sus miembros y por qué es el ámbito de aprendizaje propicio
de normas y de valores para sus miembros. Se incluye en esta parte la idea de que la
dependencia es un rasgo constitutivo de lo humano.
En la segunda parte del capítulo se profundiza en las tareas de cuidado y de atención a los mayores dependientes recogidas en la investigación para dar paso, en la tercera parte del capítulo, a la clasificación de los beneficios que esta intergeneracionalidad supone para los nietos y nietas. Se sugiere una cuádruple clasificación en cuatro niveles: emocional o afectivo, el actitudinal, el
conductual, y el simbólico.