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Clara Janés
con Víctor Bermúdez
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Clara Janés (Barcelona, 1940) es prolija autora de
poesía, narrativa, ensayo, teatro y se ha distingui-
do como traductora de diversos idiomas. Entre sus
distinciones se encuentra el Premio Nacional de Traduc-
ción (1997), la Medalla del Mérito de Primera categoría
de la República Checa, (2000), el X Premio nacional de
las Letras Teresa de Ávila (2007), el Premio Ciudad de
Barcelona (1983) o el Premio de Poesía Gil de Biedma
(2002). Desde 2015 ocupa la silla «U» de la Real Acade-
mia Española; su discurso de ingreso en la academia lle-
vó por título «Una estrella de puntas innitas. En torno a
Salomón y el
Cantar de los cantares
». Un compendio de
su poesía se halla en
Movimientos insomnes. Antología
poética 1964-2014
(2015).
Víctor Bermúdez. Comienzo por su fructuosa faceta como
traductora, al hilo, por mencionar un caso, de los Teoremas
poéticos (2013) de Basarab Nicolescu. Acercarse a estos afo-
rismos que dibujan «niveles de realidad» implica traducir
filosofía, ciencia y poesía simultáneamente. Me pregunto
qué resonancias surgieron en contacto con esta obra. Aun-
que también me pregunto, por ejemplo, si existe una actitud
de traducción distinta ante la obra de un autor vivo y la de
otros que ya pertenecen a una clara tradición.
Clara Janés. En mi caso traducir es siempre traducir, sea
un autor vivo o muerto. La diferencia estriba en que unas
lenguas exigen unas cosas y otras, otras. Y el estilo tam-
bién. Siempre debe estar en alerta la cabeza para aplicar
lo que se necesite.
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La lectura de Basarab Nicolescu fue importantísima para
mí: me abrió a la aplicación de la ciencia a la poesía. El
primer libro en este sentido fue La indetenible quietud,
que hice sobre la obra de Eduardo Chillida.
V.B. El conocimiento científico es también uno de los tipos
de saberes que pueblan su obra. La geología es sustrato de
Fósiles (1985) o Lapidario (1988) mientras que en
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o el
jardín de las delicias (2014) o en Estructuras disipativas
(2017) encontramos botánica, cristalografía, fotónica, me-
cánica cuántica. Por no mencionar las alusiones históricas,
musicológicas, artísticas, filosóficas, etc. En su poesía se
armonizan conocimientos conscientes que brindan cohe-
sión a su poética. ¿Cómo se produce el traslado de lo
explícito del «dato enciclopédico» a lo apenas sugerido
del lenguaje poético?
C.J. Ya he dicho que el impulso en la mezcla de ciencia y
poesía deriva de la lectura de Nicolescu, pero a los diecisiete
años había leído ya con entusiasmo —sin enterarme más que
intuitivamente— un libro de Albert Einstein y Leopold Infeld.
Luego siguieron más Einstein, Erwin Schrödinger, Werner Hei-
senberg y Galileo Galilei con gran entusiasmo. No se trata en
absoluto de «dato enciclopédico», sino de captación intuitiva
de lo que dicen. He escrito además muchos artículos y sigo.
V.B. ¿Qué representa para usted la reciente traducción de
su obra La noche de la pantera a distintas lenguas?
C.J. Es la primera vez que me acontece algo así y aún no sal-
go de mi asombro, una especie de milagro. Por otra parte,
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tengo lectores que me dicen que es una obra culminante y
es natural que acontezca precisamente un hecho así con esta
obra. Sé muy bien que está en la línea de uno de mis poetas
favoritos, Gunnar Ekelöf, es decir, se trata del atrevimiento
de contar una historia en verso —antes de ésta escribí Los
secretos del bosque, siguiendo esta misma línea—. Los pro-
pósitos de uno ante la escritura con frecuencia lo lanzan a
otras búsquedas y siempre es la presente la que te inquieta.
V.B. ¿Cómo ha sido su experiencia con la Red Europea
de Traductores?
C.J. Otra maravilla. Es esa cuestión: lanzas una botella al
mar y no sabes si llegará a un destino positivo ni quién
la recogerá. Y, ¡qué sorpresa! Ha llegado a las mejores
manos posibles.
V.B. Decir que la poesía tiene una relación con el cono-
cimiento conlleva reconocer que la tiene también con la
incertidumbre. En su poesía no hay solamente saberes
explícitos. A veces su poesía nos adentra también en un
tipo saber no demostrable, ni necesariamente consciente.
¿Qué papel juega la intuición, ese saber no verificado, en
su acercamiento a la palabra?
C.J. La incertidumbre es lo natural en un ser como yo que
llega a la universidad el mismo año que obtiene el Nobel
de Literatura Albert Camus, es decir, una existencialista
radical. En cuanto al papel de la intuición creo con Eins-
tein que va por delante de los descubrimientos: la demos-
tración viene luego.
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V.B. Por cierto, la incertidumbre también forma parte de
la concepción del amor que se declara en
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o el jardín de
las delicias (2014).
C.J. La incertidumbre está en todas partes en la vida, claro
que no lo sentimos del modo en que Heisenberg la defi-
ne, algo así como no atrapar la partícula porque ésta es
precisamente el modo en que materia se transforma en
energía y a la inversa.
V.B. Ha dicho en La tentación del paraíso que el ritmo en su
poesía proviene de los pasos. ¿Podría ahondar en su manera
de concebir el verso desde el paso? Y con ello, el traspaso del
movimiento al poema, los gestos del cuerpo en la escritura.
C.J. Y el ritmo del paso viene del latido del corazón. Vla-
dimír Holan viene a decir que si su pulso no es regular,
cómo van a ser regulares sus versos. María Zambrano, por
su parte, afirma que el corazón está a punto de romper a
hablar y lo que acontece es la palabra.
V.B. Y junto al movimiento del poema hay emoción. Dolor
a veces, éxtasis, serenidad o desesperación. Los actos de
mover y sentir también se acompasan en su poesía.
C.J. La vida es movimiento y es diálogo, por ello todo está
interrelacionado.
V.B. El erotismo atraviesa su obra desde Creciente fértil
(1989) hasta
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o el jardín de las delicias (2014), pero se
trata de un ímpetu que rebasa el deseo del cuerpo. Esos
poemas transpiran un erotismo que entreteje sensación y
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concepto, donde el anhelo confluye con la mitología, his-
toria, astrología. ¿Podría hablarnos de la relación entre
desear y conocer? ¿Y aquella entre el tacto y el anhelo?
C.J. Vivir es diálogo, lo acabo de decir, diálogo verdade-
ro comporta elementos eróticos. Somos entes deseantes.
¿Quién une a Homo loquens, homo demens? Da igual.
Otra cosa es el estudio. Creciente fértil fue producto de un
intenso estudio para el libro.
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o el jardín de las delicias,
en cambio, salió solo de un tirón sin que yo supiera al
principio por qué. Ambos muy gozosos.
V.B. Para preguntarle por la percepción que se expresa
en su poesía, le pregunto el poder unificador de la ima-
gen. Por los sentidos: cómo el poema ve, cómo palpa, qué
respira. La imagen parece darle unidad a la sensación, al
recuerdo y la emoción. Y, sin embargo, a menudo en su
poesía se alude también al poder de lo invisible, a lo que
apenas se sugiere como materia inteligible.
C.J. Desde los upanishads se expresa que el conocimiento
lo debemos a los sentidos. El oído, dicen, es más inmediato
que el ojo y, en mi caso, desde luego, primero está la mú-
sica. Pero la luz hace visibles las cosas y en sí contiene los
colores. ¿Cómo no iba a estar la imagen presente? Ahora
bien, es claro que estamos dotados de electromagnetismo,
lo que nos permite fuertes intuiciones, diría captaciones a
distancia. ¿Es visible la fórmula de la relatividad? La intu-
ye Einstein ya a los dieciséis años… Esto era tan invisible
como puede ser hoy a nuestros ojos una veta de oro que
se halla en el subsuelo de la luna.
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V.B. Me gustaría preguntarle por la conciencia en su
poesía. La facultad de la mente humana de pensarse a sí
misma y, después, hacerse poema. Conciencias, en plural,
quizás sea más apropiado; esa que el yo interior tiene de sí
mismo y aquella que construye sobre el mundo real que lo
circunda. ¿Son dos distintas? ¿Es la poesía vehículo hacia
el adentro y hacia el entorno? ¿Media el lenguaje poético
entre esas dos conciencias?
C.J. Para mí el hombre es uno, es su cuerpo, y la mente
es cuerpo. Steiner dice que la conciencia es una neuroquí-
mica. Los hindúes, en cambio, creían que era tan exterior
como interior. Me da la impresión de que «conciencia» es
un concepto que tanto los filósofos más recientes como
los científicos se han encargado de emborronar con alam-
bicadas definiciones. Diría que lo que de verdad cuenta es
la respiración, la vida.
Clara Janés, con Víctor Bermúdez
Entrevista inédita realizada con motivo de la publicación
de La noche de la pantera / Die Nacht des Panthers / La
nuit de la panthère / La notte della pantera / The panther’s
night con traducciones de Petra Strien, Michèle Ramond,
Valerio Nardoni, John Liddy. Editado por Red Europea de
Traductores de Castrillo de los Polvazares (RETCaP, 2019)
http://uni-kiel.de/lites/traductores.html