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CONSTRUYENDO UN MARCO ANALÍTICO
PARA EL USO DEL CONCEPTO DE RESILIENCIA
EN PROYECTOS DE PREVENCIÓN DE LA
VIOLENCIA
CUADERNO
DE DEBATE
CONSTRUYENDO UN MARCO
ANALÍTICO PARA EL USO DEL CONCEPTO
DE RESILIENCIA EN PROYECTOS DE
PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA
Luis Fernando Mack
(con el apoyo en el trabajo de campo de Laura Roque)
La reproducción de este material es posible gracias al generoso apoyo del pueblo
de Estados Unidos a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID
por sus siglas en inglés). El contenido no reeja necesariamente las opiniones de
USAID o del Gobierno de los Estados Unidos de América. Acuerdo de Coopera-
ción No. AID-502-A-15-00002.
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www.acso.edu.gt
ISBN: 978-9929-585-58-4
Corrección de estilo: José Luis Perdomo
Diagramación: Oswaldo Morales
Cuidado de la edición y diseño de portada: Hugo Leonel de León
Todos los derechos reservados. Queda prohibida cualquier forma de reproduc-
ción parcial o total por cualquier procedimiento sin el permiso expreso de los
editores.
Impreso y hecho en Guatemala
Printed and made in Guatemala
CONTENIDO
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto
de resiliencia en proyectos de prevención de la violencia 5
Abstract 5
1. Planteamiento y evolución de la investigación 6
a) Explicación de las dimensiones principales 10
b) Evolución de los planteamientos y el enfoque de
la presente investigación 12
c) Posibilidades de futuras investigaciones 14
2. Discusión teórica: la utilidad del concepto de resiliencia para
el análisis social 16
a) Rastreando el desarrollo teórico del concepto de resiliencia 16
b) La tensión micro–macro en el concepto de resiliencia:
¿Una cualidad individual o una combinación de elementos
estructurales e individuales? 19
3. Entendiendo el entorno de la investigación:
23
a) El modelo de los pilares 28
b) El modelo ecológico, el modelo del cambio y
el modelo de los pilares 32
c) Hacia un modelo de acercamiento a la resiliencia comunitaria 37
d) Hacia un modelo de medición de la resiliencia comunitaria
para la ciudad de Guatemala 51
e) Hacia una tipología de la resiliencia comunitaria:
hacia la vinculación de lo micro con lo macro 54
los supuestos teóricos del un proyecto de intervención
LUIS FERNANDO MACK
4. A manera de conclusión: La potencialidad y el peligro de
usar la resiliencia comunitaria como concepto orientador
Referencias 60
59
5
Construyendo un marco analítico para el
uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Luis Mack
Cada comunidad latinoamericana ha debido enfrentar
desastres y catástrofes que pusieron a prueba su
resiliencia en un sentido colectivo, habiéndose
encontrado una gran solidaridad entre las culturas maya
e inca para responder con el esfuerzo colectivo a estas
situaciones de emergencia (Suarez Ojeda, 2008)
Abstract
Este cuaderno de debate discute el concepto de resiliencia co-
munitaria para indagar sobre la potencialidad del término para
articular de forma inteligente actividades de un proyecto de
prevención de la violencia, por lo que en una primera instancia tie-
ne una nalidad pragmática: contribuir a desarrollar un modelo de
abordaje y de medición de la resiliencia comunitaria que permita
identicar aquellos factores protectores que deban incentivarse, así
como minimizar los factores de riesgo.
La primera parte del cuaderno aborda el contexto donde se de-
sarrolla la investigación, para lo cual explica los supuestos de un
proyecto de prevención de la violencia, ya que ese es el contexto
desde el que se desarrolló una estrategia de investigación que per-
mitirá acercarse a la realidad de una comunidad priorizada en el
municipio de Amatitlán, muy cerca de la ciudad de Guatemala.
6
1. Planteamiento y evolución de la
investigación
Como es normal, el desarrollo y evolución de la presente in-
vestigación fue un aprendizaje de prueba y error, donde los
supuestos iniciales fueron paulatinamente variando y las es-
trategias de acercamiento fueron variando, dependiendo del acer-
camiento al objeto de estudio.
El cuaderno se orientó en esta primera fase de investigación a
un acercamiento de tipo cualitativo, debido principalmente a facto-
res teóricos, pero también a las condiciones especiales que deman-
daba el trabajo de campo: una serie de factores que no aconsejaban
el desarrollo de una metodología de recopilación de información
enfocada solamente en los datos duros.
La principal razón fue teórica: el concepto de resiliencia es
complejo y multidimensional, especialmente en los aspectos y pro-
cesos que deben ser incluidos en el término, por lo que hacer un
ejercicio de medición de indicadores era sumamente arriesgado,
especialmente si no se tenían nociones contextuales para entender
el entorno de valores, percepciones, relaciones sociales y factores
políticos e institucionales que prevalecen en el área donde inicia-
mos nuestra investigación. Adicionalmente a esta razón teórica, los
ejercicios de levantado de información no solo representaban todo
un gasto que no estaba contemplado en el presupuesto de la institu-
ción, sino que además esto hubiera requerido medidas adicionales
de seguridad1 –debido a la naturaleza de la investigación– que des-
aconsejaban una medición masiva de indicadores.2
1 Tanto para informantes, los como para los recolectores de la información, especialmen-
te si se considera que el área de trabajo es considerada peligrosa debido a los índices
de delincuencia y a la precariedad de condiciones de vida que prevalece en el sector.
2 Es importante aclarar que aunque se realizó una fase de trabajo de campo, esta no fue
incluida porque lo que nos interesaba era el debate teórico.
7
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Paradójicamente, este giro no esperado favoreció enormemente
los hallazgos preliminares de la investigación, abriendo un mundo
de oportunidades apenas exploradas: el concepto de resiliencia tie-
ne una fuerte carga sicológica e individual, debido al origen del tér-
mino, por lo que su procesamiento debe ser altamente basado en las
percepciones de los involucrados. Por supuesto, tales percepciones
tienen un origen material y concreto, pero deben ser ltrados con
el lente de los individuos que participan en el proceso comunitario;
por esto, la estrategia de entrevistas a profundidad develó un mundo
inesperado en el que las dimensiones que la literatura ha señalado
que son relevantes para entender la resiliencia, empezaron a tomar
sentido, pero un sentido altamente contextual y situado en el entor-
no local.
De la misma forma, los resultados preliminares empezaron a
visualizar que el concepto no sólo es multidimensional, sino po-
lisémico: en sí mismo, pueden identicarse una suerte de fases o
estadios de la resiliencia que van desde el ámbito microsocial, hasta
su evolución hacia un entorno más familiar y comunitario, tal como
enfatiza el concepto que guía la investigación. Sin embargo, esta
evolución no es ni expedita ni automática: pueden existir elementos
y factores que se convierten en auténticos valladares que impiden
la evolución hacia estadios más avanzados de la resiliencia, con
lo cual el signo de su valoración puede modicarse: puede pasar
de describir procesos altamente valorados para los proyectos de de-
sarrollo, a aspectos y realidades que no necesariamente deberían
considerarse como deseables como resultados de un proceso de in-
tervención. En este último caso, de hecho, el concepto lo que enfati-
zaría es cómo a pesar de que se puedan cumplir todos los objetivos
de un proyecto, la realidad que supuestamente pretende transformar,
no necesariamente cambiará, ya que la intervención, lejos de me-
jorar el entorno político, social y/o económico de la comunidad,
puede solo servir para reproducir un sistema de relaciones y valores
subyacentes que simplemente vuelven funcionales el contexto que
supuestamente pretendería modicar. Es decir, pese a que las inter-
venciones pueden ayudar a cambiar biografías individuales,3 éstas
3 Cambiar biografías individuales puede ser un objetivo loable, ya que puede signicar un
cambio dramático en la vida de una persona o una familia. Sin embargo, el problema
es que usualmente, los proyectos de desarrollo se trazan objetivos que trascienden lo
individual o familiar.
8LUIS FERNANDO MACK
no necesariamente se van a articular de tal manera que se conviertan
en una nueva historia para la comunidad en su conjunto, por lo que
los problemas colectivos que enfrentan los barrios y comunidades
permanecerán más o menos de forma inalterable.
Haciendo esta acotación inicial, el objetivo desde el que se
planteó la investigación puede denirse de la siguiente forma.
Objetivo
Desarrollar un marco analítico y teórico para el análisis de las po-
líticas públicas para la prevención de la violencia (nivel nacional
– regional y subnacional), de manera que se construya información
pertinente y actualizada que permita evaluar los desafíos, plantear
los aciertos y desarrollar acciones que favorezcan la institucionali-
zación de los procesos y las estrategias para prevenir la violencia, en
una sinergia entre actores de sociedad civil, gobiernos subnaciona-
les e instituciones del gobierno central en los municipios donde se
asienta el proyecto.
Para poder desarrollar la investigación, desde un inicio se partió
de una suerte de sistema de supuestos e hipótesis que desde el inició
pretendieron hacer dialogar las diversas dimensiones que encarna
el concepto de resiliencia: la dicotomía micro-macro. Dicha dico-
tomía puede sintetizarse en la siguiente pregunta, la cual ha sido
ampliamente discutida por la teoría sociológica:
El problema de la relación entre el actor y la estructura, constituye
una de las cuestiones centrales de la teoría social moderna. Dicho
problema nos remite a la pregunta acerca de si ¿Somos actores que
consciente y creativamente reproducimos y transformamos las es-
tructuras sociales o, por el contrario, nuestras acciones son, en gran
parte, el resultado de fuerzas anónimas que escapan a nuestro con-
trol? (Beltrán 2005, 251)
Para efectos de nuestra investigación, dicha pregunta se traduce en
términos de la resiliencia, que contempla al menos, tres niveles4 de
interacción: el ámbito microsociológico del individuo (I), el mesoso-
ciológico del entorno familiar y comunitario (II), y/o el macrosocio-
lógico del entorno cultural, político e institucional (III) en el que se
4 Estas tres dimensiones pueden transformarse en 4, si en el nivel mesosocial se separan el
nivel familiar del comunitario.
9
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
desenvuelve el individuo y su comunidad. ¿Cuál de estos niveles es
más importante para promover o alentar resiliencia comunitaria?, ¿el
ámbito micro, meso o macro? ¿Qué conjunto de factores protectores
deben impulsarse para obtener la meta deseada de la transformación
individual, social y estructural que promete la teoría? ¿Cuál de los
factores protectores son indispensables y cuales, alternativos? Estas
son apenas algunas de las preguntas que deberían responderse para
hacer plenamente operativo el concepto.
Las preguntas anteriores, lejos de ser superuas, son sumamente
importantes para efectos de un proyecto: si la respuesta se ubica en
los aspectos relativos a la capacidad de los individuos, esta carac-
terística netamente subjetiva y personal impediría que se pudiera
garantizar el éxito para un proyecto de intervención, debido a la alta
carga subjetiva que implicaría; por el contrario, si la clave está en los
aspectos culturales, institucionales y/o comunitarios, la posibilidad
de conocer estos factores clave podría permitir la reproducción de
condiciones que permitieran la superación de los individuos y co-
munidades que son sujetas de la intervención por parte del proyec-
to, garantizando de esta forma el éxito del mismo –el sueño dorado
de cualquier institución ejecutora.
Por ello, dichas preguntas orientadoras son particularmente re-
levantes para entender el concepto de resiliencia, ya que, como he-
mos enfatizado, su origen es micro: enfatizaría la excepcionalidad
de algunos individuos que debido a sus valores, visiones y fortaleza
sicosocial, están capacitados para sobreponerse a muchas circuns-
tancias adversas como no lo harían la mayoría de las personas, y con
ello, transforman el entorno que los rodea, poniendo de antemano
el énfasis en lo microindividual. El problema de esta acepción, por
supuesto, es que enfatizar su origen micro complejiza enormemente
el manejo conceptual y la operacionalización de las variables que
describen el proceso de resiliencia, ya que depende por entero de
la forma contextual y particular en que los actores principales de los
procesos, perciben, procesan y enlazan las variables a considerar, lo
cual introduce un problema metodológico enorme: ¿Cómo compa-
tibilizamos ese aspecto altamente personalizado, con la necesidad
de generalizar y establecer parámetros de comparación y sistemati-
zación, de manera que los resultados de un contexto sean extrapo-
lables a todos los demás contextos? –el aspecto macroestructural.
10 LUIS FERNANDO MACK
En otras palabras, si optamos por la vertiente micro, tal como
enfatiza el concepto original, esto implica que no existen procesos
ni mecanismos previamente determinados que deban ser alentados,
sino que dependen por entero del caso particular del que se trate, lo
cual atenta directamente con la forma en que se negocian y se ope-
racionalizan los proyectos de desarrollo, los cuales establecen cier-
tos parámetros generales desde los cuales se diseñan las estrategias
y mecanismos concretos de intervención, lo cual enfatiza más bien
la vertiente macro del concepto de resiliencia. Una contradicción
de fondo que puede atentar contra los resultados mismos de toda la
intervención.
Teniendo en mente esta dicultad encontrada, nuestro acerca-
miento partió de una delimitación teórica–metodológica, la cual se
explica a continuación:
a. Explicación de las dimensiones principales
Ámbito macrosociológico
Relaciones Estado-sociedad
La fortaleza o debilidad institucional del Estado es un aspecto pri-
mordial para entender la forma particular en que se desarrollan las
relaciones sociales en el tiempo y en el espacio, ya que este aspecto
determina en gran medida las posibilidades u obstáculos que enfren-
ta la acción colectiva en un momento determinado. Comprender el
entorno social, cultural, económico y político de Guatemala es un
aspecto fundamental de cualquier proyecto de intervención social
que pretenda transformar la realidad de las comunidades donde se
asientan los proyectos.
Objetivo 1
Visualizar el grado de sinergias o contradicciones que existen
entre la acción de las instituciones públicas y los actores de
sociedad civil.
11
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Hipótesis 1
El deciente funcionamiento del Estado caracterizado por su natu-
raleza anómica ha determinado una separación entre Estado y So-
ciedad, de manera que los ciudadanos perciben a las instituciones
públicas con una marcada desconanza, apatía y desinterés.
Ámbito mesosociológico
El sostenimiento de los procesos de cambio y transformación de rea-
lidades comunitarias en el tiempo y el espacio implica necesaria-
mente un alineamiento de las intervenciones planicadas, con la
acción de corto, mediano y largo plazo de las instituciones públicas,
ya que ello ayuda a reproducir los logros y mantenerlos en el tiem-
po, o a eventualmente revertir los resultados de las intervenciones.
Acción pública e instituciones de gobierno
Objetivo 2
Analizar la forma en que las instituciones del Estado desarrolla una
acción planicada y estratégica de los desafíos a los que se enfren-
tan, para visualizar el potencial de efectividad con el que intentan
cumplir sus mandatos institucionales y las prioridades y proyectos
que elaboran para denir la hoja de ruta de resolución de los pro-
blemas de una sociedad.
Hipótesis 2
La capacidad institucional del Estado para resolver los problemas de
la sociedad ayuda a reproducir los resultados positivos de las inter-
venciones de los proyectos de desarrollo, o por el contrario, atentan
contra el sostenimiento de los resultados obtenidos. En el largo pla-
zo, la posibilidad de que las intervenciones no resuelvan los proble-
mas de la comunidad es una posibilidad cuando no se logra alinear
la acción institucional del Estado con los procesos sociales que se
desencadenan en la comunidad.
Ámbito microsociológico
Entorno familiar y comunitario
Las relaciones y las perspectivas sociales dominantes en el entorno
concreto de intervención, se explican por las forma en que se han
12 LUIS FERNANDO MACK
desarrollado las relaciones familiares y comunitarias en el pasado
inmediato, lo cual se traduce en una presencia –por acción u omi-
sión– de las instituciones del Estado que potencian, perjudican u
obstaculizan las relaciones sociales y familiares, haciendo que exis-
ta una inercia institucional que es procesada de forma particular
por cada individuo, familia y comunidad. Acercarse a ese entorno
familiar y comunitario, para entender las relaciones dominantes y
los desafíos del entorno, es el objetivo de este ámbito de análisis.
Objetivo 3
La capacidad de gestión y las posibilidades de cambio inmediato de
las comunidades descansa en buena medida en el tipo de liderazgo
y la fortaleza organizativa de las comunidades, lo cual determina
que se haga énfasis en el estudio y acercamiento a la realidad, las
motivaciones y las percepciones de los líderes locales, para entender
su entorno y sus posibilidades.
Hipótesis 3
La fortaleza de las comunidades depende de la calidad y vivencia de
sus líderes, ya que sobre ellos descansa en buena medida el alcance
y la sostenibilidad de cualquier proceso de intervención social.
b) Evolución de los planteamientos y el enfoque de la presente in-
vestigación
La investigación pretendía desarrollar un modelo analítico para abor-
dar la prevención de la violencia y del delito, de manera que se des-
agreguen las variables y las dimensiones hasta la operacionalización
de la forma en que se medirá y se recopilará toda la información,
lo cual incluye todo un proceso que va desde la concreción teórica
y analítica de sus componentes, hasta la desagregación de los indi-
cadores, las fuentes de información y la discusión y validación del
modelo en su conjunto, de forma que al nal del proceso, se cuente
con un modelo analítico y empírico para evaluar cualquier progra-
ma o proyecto con el enfoque de prevención.
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Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Esquema 1:
Planteamiento teórico del que parte la investigación
Fuente: elaboración propia.
Siendo el concepto de resiliencia el elemento que guía la investiga-
ción, lo primero que se hizo fue intentar aterrizar y desagregar los
componentes que forman parte del concepto; la idea era generar
información detallada de los componentes, de manera que se pu-
diera realizar una suerte de “semáforo” del concepto que permitiera
denir un conjunto de acciones y estrategias para fortalecer tales in-
dicadores y procesos; el desarrollo conceptual del concepto, sin em-
bargo, fue demasiado complejo como para arriesgarse a un ejercicio
de medición y de construcción de un modelo acotado a la realidad
de Guatemala; encontramos muchos posibles ámbitos y elementos
que en cierta forma volvían confuso y complejo el recopilar tanta y
tan variada información, de manera que pensamos que ese ejerci-
cio de medición debería desarrollarse en una segunda fase, una vez
que se comprendieran de mejor forma los elementos fundamentales
que implica el concepto de resiliencia. Posteriormente, esta mejor
comprensión de los mecanismos que favorecen la resiliencia debe-
rían en un futuro relacionarse con el entorno institucional, político,
económico y social en el que se insertan las comunidades, de ma-
nera que se empiece a entender el horizonte de posibilidades que
la sociedad permite, o por el contrario, los condicionantes que la
sociedad establece para mejorar los entornos de la interacción meso
y micro de los proyectos.
14 LUIS FERNANDO MACK
Teniendo en mente, entonces, que partíamos de una mirada
ambiciosa y compleja, decidimos desarrollar un ejercicio más mo-
desto: realizar entrevistas a profundidad que empezaran a rastrear
los elementos fundamentales que explican la capacidad individual
y colectiva para aceptar, enfrentar y transformar sus problemas en
el corto, mediano y largo plazo; ello, debido a que el enfoque de
resiliencia tiene origen en el ámbito sicológico; lo cual determina
un elemento contextual y altamente subjetivo que hace muy difícil
establecer parámetros de comparación entre diversas experiencias;
en ese sentido, empezar por entrevistas era una forma de empezar a
comprender la utilidad y la potencialidad del concepto para explicar
la capacidad de los individuos y las comunidades para articularse,
en pos de objetivos y problemas comunes.
Esta investigación, por lo tanto, es de carácter exploratorio, y
sujeta a una discusión, que permita plantear una segunda fase que
siga desentrañando la utilidad del concepto de resiliencia para los
proyectos de prevención de la violencia.
c) Posibilidades de futuras investigaciones
El presente informe de investigación reconoce que este esfuerzo
fue únicamente exploratorio, intentando por un lado desentrañar la
lógica atrás del concepto de resiliencia, así como un primer acer-
camiento a la utilidad del concepto para entender las dinámicas
comunitarias que se desarrollan en el entorno de un proyecto de
intervención, de manera que intentamos comprender, a partir de los
componentes de la resiliencia comunitaria, de qué manera las inter-
venciones de campo avanzan hacia la realización de la capacidad
resiliente de las comunidades, tal como enfatiza el planteamiento
teórico en proyectos de intervención.
El enfoque que nalmente terminó prevaleciendo fue el del acer-
camiento microsociológico, a partir de las vivencias y recuerdos de
los principales actores y líderes del microsector que nos tocó ana-
lizar; haría falta realizar un esfuerzo más ambicioso que aanzara
los resultados preliminares del presente ejercicio de investigación,
de manera que nalmente se tengan mayores datos sobre la forma
en que se pueden desarrollar y clasicar los diversos componentes y
ámbitos que componen el concepto de resiliencia comunitaria.
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Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
La idea con ello es que nos acerquemos a una concreción de
uno modelo nacional para medir y analizar la capacidad resiliente
de las comunidades, con miras a que esta capacidad se reproduzca
y se mantenga en el tiempo, para benecio de los propios comunita-
rios y de la sociedad en su conjunto. Eso pasa entonces por ampliar
la base territorial y de información que actualmente se planteó, de
manera que este conocimiento situado ayude a consolidar un mo-
delo de abordaje y de análisis de la resiliencia comunitaria en la
ciudad de Guatemala.
16
2. Discusión teórica: la utilidad
del concepto de resiliencia para el
análisis social
El alcance y desarrollo de la presente investigación empezó y
terminó con la discusión teórica, especialmente por el origen
del concepto de resiliencia: siendo extraído del entorno sico-
lógico, operativizar y generalizar sus componentes es realmente
una tarea complicada. En términos teóricos, el desafío es cómo se
procesa su naturaleza sicológica, para traducirlo en términos so-
ciológicos y politológicos; en el transcurso de esta investigación,
proponemos una ruta y una metodología para realizar tal mutación
teórica, aunque claramente, estos son solo resultados sujetos a dis-
cusión y ajuste. Por eso, es muy relevante hacer un primer esfuerzo
por rastrear el desarrollo teórico del concepto, intentando mostrar
cómo los diversos enfoques intentan operacionalizar el concepto,
para volverlo un concepto operativo en la práctica, lo cual implica
despojarlo de su origen sicológico y altamente contextual.
a) Rastreando el desarrollo teórico del concepto de
resiliencia
Nacido originalmente en la física, el concepto de resiliencia fue
usado en las facultades de ingeniería para describir la capacidad
de los objetos de recuperar su forma original después de recibir un
impacto; posteriormente, el concepto migró a la sicología social en
la década de 1970, para nalmente ser aplicado en muchos otros
campos relacionados (InterPeace 2015, págs. 7 y 8).
El desarrollo teórico del concepto siempre estuvo ligado a su
utilidad práctica, especialmente en la observación de quienes han
estado en contacto con personas o comunidades que han sufrido
17
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
las peores adversidades, y a pesar de ello, han tenido la capacidad
de enfrentar sus desafíos y transformar su destino; por ello, la idea de
fondo que encierra el uso del término es encontrar aquellos factores
que favorecen esa capacidad de superación:
Desde el decenio de los años ochenta ha existido un interés cre-
ciente por tener información acerca de aquellas personas que desa-
rrollan competencias a pesar de haber sido criados en condiciones
adversas, o en circunstancias que aumentan las posibilidades de pre-
sentar patologías mentales o sociales. Se concluyó que el adjetivo
resiliente, tomado del inglés resilient, expresaba las características
mencionadas anteriormente y que el sustantivo “resiliencia” expre-
saba esa condición (Munst, 1998: 8).
La extensa literatura sobre el tema enfatiza que el concepto de re-
siliencia ha pasado por varias etapas y formas de visualizarse, de
manera que se pueden distinguir al menos tres etapas en la discusión
del concepto:
• Primera etapa: descriptiva. La primera generación de auto-
res discutió extensamente sobre las características de las per-
sonas y las comunidades que tenían la capacidad de enfren-
tar sus desafíos de manera exitosa, de forma que se empezó
a estabilizar lo que se denominó factores de protección: “La
valiosa contribución de la primera etapa de investigación en
resiliencialidad sirvió para identicar las cualidades de resi-
liencia que ayudan a las personas a recuperarse de la adver-
sidad.” (Villalba, 2006: 478).
• Segunda etapa: teórica. La segunda generación de investiga-
ciones intentó responder a la pregunta: ¿Cómo se adquieren
las cualidades resilientes y cuáles son los procesos asociados
a una adaptación positiva? Fue en esta etapa donde se em-
pezaron a diferenciar diversos niveles analíticos ligados al
concepto, ya que comprendió que las cualidades resilientes
no son estáticas sino dinámicas: “Considerando la resilien-
cia como un proceso dinámico los recursos tienen que ser
evaluados tanto a nivel individual como familiar, en la red
social y en los contextos más amplios” (Villalba, 2006: 480).
Es a partir de esta constatación de que el individuo está so-
cialmente situado en un entorno de relaciones y condiciones
18 LUIS FERNANDO MACK
estructurales, que apareció el concepto de resiliencia comu-
nitaria.
• Tercera etapa: procesual. Una vez comprendidas las carac-
terísticas y los procesos, la tercera etapa intentó responder
a la pregunta: ¿Qué es y dónde se encuentra la fuente de
energía o motivación para hacer reintegraciones resilientes?
Fue en esta etapa cuando se empezó a visualizar que la re-
siliencia es un concepto eminentemente subjetivo, pero a
la vez objetivo, ya que nos remite al tema de procesos: se
centra en entender al individuo en el entorno sicosocial, fa-
miliar, territorial y sociopolítico donde se mueve: “La fuente
para actualizar la resiliencia proviene del propio ecosistema
de uno y la resiliencia es una capacidad que está en cada ser
humano, de ahí la importancia de creer que todas las perso-
nas la pueden activar.” (Villalba, 2006: 485)
Estas formas de visualizar la resiliencia determinan la tención in-
herente que recorre el desarrollo teórico del concepto, ya que si
es una cualidad de los individuos, su enfoque es eminentemente
sicosocial y altamente subjetivo, lo que determinaría que aunque
existan cualidades ligadas al concepto, cada caso sería un universo
muy particular que no podría ser generalizable; por el contrario, el
esfuerzo de muchos otros autores es denir el concepto más des-
de sus componentes sociales objetivos, medibles, que favorezcan el
fortalecimiento de las capacidades resilientes de las comunidades y
de los individuos:
En el camino de esta denición, Puig & Rubio (2011) exponen dos
aproximaciones: (i) la resiliencia como rasgo, según autores de pri-
mera generación, la resiliencia es una característica personal, esta-
ble en el tiempo y en diferentes contextos, relacionada también a
orientaciones de autoayuda. (ii) La resiliencia como proceso, que
surge de la segunda generación de autores, lleva inmersa la concep-
ción de dinamismo e interacción entre factores personales y ambien-
tales, planteando un estado en el estar resiliente o no. (Manrique,
2014: 17)
La fascinación por el concepto de resiliencia se entiende, debido al
agravamiento de las crisis humanitarias en el ámbito internacional
derivadas de muchos factores como la precarización de las condicio-
nes de trabajo y el crecimiento de los fundamentalismos ideológicos
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Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
y/o religiosos, además del cambio climático y la vulnerabilidad a de-
sastres. A tal punto se encuentra nuestro “estado civilizatorio”, que
la realidad nos convence constantemente que vivimos una realidad
compleja, repleta de malas noticias. La imagen de un mundo “des-
bocado”, parafraseando una obra del sociólogo Anthony Giddens,
genera desconcierto y miedo, por lo que es importante entender y
desarrollar esa capacidad de resiliencia de las comunidades y de las
sociedades, ya que este factor será la clave en un mundo que parece
destinado a encaminarse a una crisis global de civilización:
El mayor problema que la humanidad enfrenta podría formularse así:
construir una convivencia justa, sostenible y capaz de promover el
bienestar de todos, en un escenario de creciente escasez de recursos
planetarios (aunque es difícil calibrar a qué ritmo se irá materializan-
do tal escenario). Pensar que la occidentalización del mundo puede
seguir su curso es una gigantesca ilusión óptica. (Azkarraga, 2012)
Lamentablemente, el concepto de resiliencia no es tan preciso como
se desearía, debido a las múltiples dimensiones y variables que invo-
lucra, por lo que su “evaporación” conceptual en la práctica es uno
de los principales desafíos.
b) La tensión micro–macro en el concepto de resiliencia:
¿Una cualidad individual o una combinación de elemen-
tos estructurales e individuales?
Como enfatizamos desde el inicio, la principal dicultad teórica del
concepto de resiliencia radica en su origen microsocial, ya que fue
desarrollado en el contexto del trabajo sicológico con individuos
excepcionales. La potencialidad del concepto, que enfatiza esa ca-
pacidad poco usual de un individuo de sobreponerse a la adversi-
dad, empezó a fascinar a los analistas y teóricos de lo social, por
lo que paulatinamente empezó a usarse para describir los procesos
comunitarios y colectivos en los que esa capacidad individual se ex-
trapolaba hacia la vertiente colectiva: la capacidad de sobreponerse
a la adversidad pasa de los individuos a los actores sociales, lo cual
en buena medida reeja la esperanza de cambio de las condiciones
estructurales que generan o producen dichas condiciones adversas.
Sin embargo, el paso de su vertiente individual, a su uso macrosocio-
lógico que describe cualidades colectivas, institucionales y estruc-
turales, es visto por algunos como un paso bastante problemático:
20 LUIS FERNANDO MACK
La resiliencia es el otro término en auge, habiendo sido recientemen-
te importado a las ciencias sociales y la política desde la bacteriolo-
gía, la ingeniería y la psicología. En los textos de economía política
el término es utilizado, confusamente a primera vista, tanto para la
capacidad de los individuos y los grupos para soportar el asalto del
neoliberalismo, como para la capacidad del neoliberalismo como
orden (o desorden) social, para perdurar a pesar de su pobreza teó-
rica y fracaso práctico para prevenir o reparar su propio colapso.
Aunque esos dos signicados parecen opuestos, pueden no serlo
necesariamente, ya que las prácticas que permiten a los individuos
sobrevivir bajo el neoliberalismo pueden también ayudar a sobrevi-
vir a éste.5 Téngase en cuenta que la resiliencia no es exactamente
resistencia, sino un ajuste adaptativo más o menos voluntario. Cuanta
más resiliencia logran desarrollar los individuos en el ámbito micro
de su vida cotidiana, menor es la demanda de acciones colectivas
a escala macro para contener la incertidumbre producida por las
fuerzas del mercado, una demanda que el neoliberalismo no puede
ni pretende satisfacer. (Streeck 2017: 58)
La tensión micro-macro, por lo tanto, recorre transversalmente el
uso del concepto de resiliencia, ya que la pregunta de fondo es di-
fícil de responder: ¿Cómo interactúan los individuos resilientes con
el entorno institucional, comunitario, político y cultural, de manera
que dichos individuos contribuyen decisivamente a la creación de
nuevas oportunidades de cambio estructural? ¿Qué conjunto de fac-
tores protectores deben ser alentados para elevar la capacidad indi-
vidual y colectiva de resiliencia que permita disminuir la violencia
y el delito?
La naturaleza individual y contextual que implica el origen
micro del concepto, por lo tanto, atenta contra la posibilidad de
aterrizarlo en elementos constitutivos, y generalizar un modelo de
intervención que nalmente permita alcanzar los objetivos del pro-
yecto, es decir, elevar la capacidad resiliente de las comunidades y
con ello garantizar una disminución de la violencia y el crimen a
nivel local. Justo por esta tensión, la utilidad del concepto no es del
todo clara: si es eminentemente micro y se explica por condiciones
excepcionales de individuos fuera de lo común, la posibilidad de
generalizar conclusiones es mínima, lo cual determinaría que lo que
5 Resaltado propio.
21
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
para un contexto es pertinente considerar, pueda ser completamente
irrelevante para otro contexto.
Uno de los intentos de vincular las vertientes micro y macro del
concepto se ejemplica en la siguiente cita:
Es posible destacar algunos ejes comunes, tales como: (a) contar con
una infraestructura que soporte la respuesta ante la crisis, la cual
puede estar constituida por una gama de servicios básicos ecien-
tes (salud, educación, alimentación); (b) valorar los recursos propios
tangibles e inmateriales, como los saberes propios, el lenguaje y la
cultura; (c) valorar aspectos sociales como la participación de los
actores locales, el apoyo social y la honestidad; y (d) usar el humor
como una estrategia de afrontamiento que favorece la reevaluación
del evento traumático, lo que permitiría el crecimiento postraumáti-
co. (Ruiz 2015: 123)
De los aspectos que Ruiz enfatiza como comunes a las deniciones
y enfoques de la resiliencia, visualiza componentes claramente ma-
cros (la infraestructura institucional disponible, la cultura y lo que
él llama saberes propios), otros más cercanos a lo micro (lo que él
denomina recursos propios e intangibles, así como el humor y la
honestidad, que son características de la personalidad), y algunos
componentes de tipo meso (la participación y el apoyo social). La
división de los ámbitos, sin embargo, no es del todo clara ni mucho
menos útil en la práctica: cada componente tiene una dimensión
“espejo”6 en los otros ámbitos. Por ejemplo, pese a que el humor
es una cualidad netamente individual, puede ser usada como una
estrategia social; igualmente, los “saberes” y la cultura puede ser un
componente validado e interiorizado por los individuos, pero puede
ser un componente externo que caracteriza el contexto comunitario
y el entorno social donde se ubica la interacción social. La tensión
micro-macro es evidente.
Lo que está en discusión, por tanto, es la posibilidad de gene-
ralizar y hacer entonces inferencias teóricas y prácticas que sean
válidas para ser trasladadas a otros contextos y realidades. El desafío
6 Esto remite a una de las principales discusiones en sociología, el debate micro-macro.
¿Son los individuos racionales y propositivos los que transforman el entorno estructural,
o son las estructuras las que construyen o alientan la acción individual? Debido a ello,
cada característica individual tiene un aspecto correlacionado en lo estructural, y vice-
versa.
22 LUIS FERNANDO MACK
teórico, por tanto, es enorme. En la siguiente sección intentaremos
aterrizar en un concepto operativo, a partir de los supuestos y reali-
dades que determinan un proyecto de intervención.
23
3. Entendiendo el entorno de la
investigación: los supuestos teóricos
de un proyecto de intervención
Un proyecto de intervención sobre prevención de la violencia
puede partir del supuesto teórico de que “si se mejoran las
capacidades individuales, familiares, comunitarias y guber-
namentales entonces aumentará la resiliencia de las comunidades
y las comunidades serán más seguras”.
Para alcanzar tal supuesto la intervención se estructura en cuatro
niveles analíticos: el individuo, la familia, la comunidad y el gobier-
no, de manera que trabajando con éstos se articulen los proyectos,
planes y acciones de prevención de la violencia.
La resiliencia es la capacidad, tanto de los individuos como de
las comunidades, para enfrentar sus adversidades con un mínimo
de condiciones que les permitan trabajar activamente para superar
los problemas y tensiones del entorno. Por supuesto, la variedad de
conceptos y enfoques que se pueden mencionar es bastante grande;
aquí solo hacemos repaso de algunos de ellos:
Por ejemplo, Uriarte la como la “capacidad del sistema social
y de las instituciones para hacer frente a las adversidades y para re-
organizarse posteriormente de modo que mejoren sus funciones, su
estructura y su identidad” (Uriarte, “La perspectiva comunitaria de
la resiliencia”, 2013: 10), mientras que Grotberg la dene como “la
capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de
la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas” (Manrique,
2014: 10). Por su parte, la Cruz Roja y la Media Luna Internacio-
nal, a través de la Federación Internacional para el Fomento de la
Resiliencia Comunitaria, la dene así: “una comunidad resiliente
24 LUIS FERNANDO MACK
fortalece la capacidad para resistir y superar las crisis de las personas
y las familias que la integran.” (IFRC, 2014: 6)
En síntesis, podemos decir que la resiliencia comunitaria es un
concepto polisémico, pero muy valorado por la literatura especiali-
zada, por la esperanza implícita que lleva el concepto:
La resiliencia comunitaria constituye para algunos un concepto ubi-
cuo, escasamente teorizado pero atractivo, en la medida en que se
consolida como elemento para comprender cómo las comunidades
resisten, superan y aprenden de las experiencias traumáticas colecti-
vas, sean naturales o provocadas por los seres humanos. (Ruiz, 2015:
120-121)
El énfasis práctico del concepto lo hace muy atractivo para los pro-
yectos de desarrollo que intentan impactar en la realidad de las co-
munidades, por lo tanto, existe una búsqueda de consolidar una de-
nición operativa de la resiliencia, para lo cual el primer obstáculo
es intentar claricar los elementos constitutivos del concepto:
La resiliencia está lejos de poseer una conceptualización acabada,
sin embargo, se pueden identicar ciertos elementos que la carac-
terizan. En primer lugar, la resiliencia se constituye como una ca-
pacidad destinada a enfrentar experiencias adversas de una manera
adecuada, resistiéndolas y fortaleciéndose a partir de ellas. Esta ca-
pacidad no sería innata ni adquirida, sino producto de un proceso
del que forman parte tanto factores individuales, familiares, sociales
y culturales. (Menanteux, 2015: 27)
La siguiente tabla sintetiza algunas de las aproximaciones principa-
les al concepto: Tabla 1
Dimensiones de la resiliencia comunitaria
Autores Dimensiones propuestas
Neil Adger (2000) Económicas, políticas, espaciales,
institucionales y sociales
Centre for Community
Enterprise (2000)
Gente de la comunidad, organizaciones de
la comunidad, recursos de la comunidad y
procesos comunitarios
Kathleen Tierney (2003) Económicas, sociales, técnicas y
organizacionales
Keck y Sakdaporlrack
(2013)
Capacidades de afrontamiento, capacidades
adaptativas y capacidades transformadoras
Fuente: Menanteux, 2015: 35.
25
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Suarez Ojeda (2008) Yo soy, yo estoy, yo tengo, yo puedo
La diversidad de enfoques y de aspectos relacionados con el con-
cepto de resiliencia comunitaria, por lo tanto, es el primer desafío
práctico al que se enfrenta un proyecto de intervención, ya que la
capacidad resiliente no parece ser una simple lista de caracterís-
ticas, implica una buena dosis de intersubjetividad que introduce
muchos aspectos no tangibles a la discusión; es quizá por eso que el
proyecto carece de una estrategia clara de intervención en el cam-
po, debido en gran parte a la confusión que introduce el concepto
de resiliencia: no existe claridad sobre qué dimensiones concretas
son relevantes para denir el concepto, algo que es en cierta forma
muy entendible, debido a la cantidad de literatura disponible y los
muchos enfoques que pretenden operativizar el concepto.
El segundo problema es que los enfoques dominantes del con-
cepto resiliencia eran eminentemente sicosociales, basados en as-
pectos altamente subjetivos que permiten contextualizar el tema
desde una vertiente muy compleja: lo que para algunas comunida-
des puede ser importante, puede ser completamente irrelevante para
otras comunidades.
Una dicultad adicional es que si analizamos la política de pre-
vención de la violencia que actualmente está vigente por parte del
gobierno central, el modelo teórico desde el que parte la Política es
el modelo ecológico, el cual operativiza la resiliencia comunitaria
de manera un poco diferente a la que considera un proyecto de
intervención: en el caso de la política nacional de prevención de la
violencia y el delito, el objetivo general se plantea de la siguiente
forma:
Asentar las bases de una cultura de prevención por convicción de la
violencia y el delito, orientada a la participación de la población en
el marco de la seguridad ciudadana y la convivencia pacíca, que
incida en la reducción objetiva de la violencia y el delito, así como
en el temor de las personas a ser víctimas de la violencia. (Ministerio
de Gobernación, 2015: 20)
Los objetivos especícos de la política abarcan una multiplicidad de
factores y procesos:
26 LUIS FERNANDO MACK
• Tomar la organización comunitaria como base de todos los
procesos de prevención.
• Promover acciones de colaboración entre entidades públi-
cas, sociedad civil, cooperación internacional, sistema de
Consejos de desarrollo urbano y rural, gobiernos municipa-
les, sector privado, ONG y otros sectores interesados en la
prevención de la violencia.
• Prevenir toda forma de violencia contra la niñez en el marco
de un ordenamiento institucional desconcentrado.
• Reducir el comportamiento violento y delictivo desde y ha-
cia la juventud.
• Desarrollar medidas estratégicas para que las mujeres vivan
libres de violencia y discriminación.
• Reforzar la capacidad del Estado en la prevención de la vio-
lencia armada y apoyar a aquellos grupos que son víctimas
de la violencia.
• Fomentar mecanismos de prevención y educación vial, así
como de coordinación interinstitucional.
• Reducir objetivamente la frecuencia criminal, enfatizando
en tipologías delictivas como homicidios, lesiones, robos y
hurtos, violencia intrafamiliar y delitos sexuales, de acuerdo
con una intervención diferenciada por categorización terri-
torial.
Aunque ambos procesos, el de un proyecto de intervención y la po-
lítica de prevención de la violencia y el delito del Ministerio de Go-
bernación utilizan supuestamente el mismo concepto de resiliencia
comunitaria, en la práctica consideran niveles analíticos que son
similares, pero también diferentes: al nal, si se trabaja con indivi-
duos, familias, comunidades e instituciones de gobierno, no existe
una forma de priorizar acciones ni de enfatizar la forma en que se
desencadenan los procesos de resiliencia comunitaria, entendida
ésta como una capacidad para enfrentar los desafíos de la violencia,
la inseguridad y el delito.
27
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Para empezar a solucionar este problema conceptual y práctico,
con el presente esfuerzo de investigación se intenta trazar un hilo
conductor que permita articular los diversos niveles de análisis; por
ello, desarrollamos un enfoque con el que se persigue apropiar el
concepto de resiliencia para la realidad guatemalteca; para lograr-
lo, era indispensable aportar una solución teórica a la tensión que
recorre el concepto: ¿Es una cualidad de las personas, las familias,
las comunidades o el gobierno?, ¿cómo se reconcilian las percep-
ciones y las vivencias individuales con las condiciones estructurales
y objetivas en las que se desenvuelven las personas, las familias, las
comunidades y el gobierno?
Inicialmente nos pareció que debíamos partir del concepto de
resiliencia que ha sido desarrollado en la realidad latinoamericana;
en ese sentido, fue interesante estudiar el modelo desarrollado por
el doctor Suarez Ojeda a partir de su experiencia en muchas comu-
nidades del continente americano; dicho modelo se denomina de
los Pilares.
a) El modelo de los pilares
El modelo de evaluación de los pilares se basa en una propuesta
anglosajona desarrollada originalmente por la fundación Bernard
Van Leer, y adaptada para Latinoamérica por el doctor Suarez Ojeda
para analizar la capacidad de las comunidades a superar los desafíos
de los desastres. El modelo desagrega la resiliencia en cuatro pilares
centrales, que establecen cuatro realidades interconectadas: “Yo soy,
yo estoy, yo tengo, yo puedo”.
• Personal: “Yo soy” habla de las fortalezas intrasíquicas y
condiciones personales.
• Familiar: “yo estoy” habla de las fortalezas familiares, de re-
des sociales, profesionales y comunitarias a las que accede
el individuo.
• Contexto de la realidad local: “Yo tengo” habla del espacio
físico en el que interactúan los individuos, las familias y las
comunidades, así como de los recursos disponibles en el en-
torno social del individuo.
28 LUIS FERNANDO MACK
• Relacional-comunitario: “Yo puedo” concierne a las habili-
dades en las relaciones con los otros, especialmente con la
institucionalidad del Estado.
Numerosos proyectos desarrollados con base en este modelo se cen-
tran en evaluar tales dimensiones desde la óptica de cada individuo,
para visualizar desde esta visión individual, los procesos relevantes,
los factores protectores y las amenazas que provienen del entorno
en el que vive cada persona evaluada; en ese sentido, es común que
la operatividad de tales niveles analíticos se estabilice en entrevistas
y/o encuestas, que enfatizan los siguientes aspectos:
Tabla 2
Modelo de los 3 Pilares. Un ejemplo de evaluación
Yo soy/Yo estoy Yo tengo Yo puedo
Personas que me rodean,
de las que me fío y a las
que quiero
Una persona que puede
gustar y que puede ser
amada.
Hablar con los demás
de lo que me asusta o
preocupa
Personas que me ponen
límites, de tal forma que sé
hasta dónde puedo llegar y
cuándo debo parar
Feliz por hacer cosas
por los demás
Encontrar la manera
de solucionar los
problemas a los que me
enfrento
Personas que a través de
su comportamiento, me
muestran cómo actuar de
manera justa y correcta
Una persona que se
respeta tanto a sí misma
como a las demás
Controlarme
Personas que quieren que
yo aprenda “solo, es decir,
por mis medios” a hacer
cosas
Responsable de mis
acciones
Encontrar alguien que
me ayude cuando lo
necesito
Personas que me ayudan
cuando estoy en peligro o
enfermo, o cuando tengo
la necesidad de aprender
Una persona con
seguridad en que las
cosas irán bien
En el modelo de pilares, una aproximación válida es desarrollar en-
trevistas a profundidad que se enfocan en desentrañar las vivencias
de cada individuo, enfatizadas de la siguiente forma:
29
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Tabla 3
Ejemplo de aspectos clave, basado en el modelo de los pilares
PILAR PARA
INVESTIGAR PREGUNTA QUÉ MIDE
Tengo alrededor
personas en las
que confío y
que me quieren
incondicionalmente
1) ¿Percibes que tienes
alrededor personas con
las que puedes contar
siempre? ¿Quiénes son?
Percepción de
conanza en las
relaciones (cariño)
Tengo alrededor
personas que me
ponen límites para
que aprenda a evitar
peligros y problemas
2) ¿Tus padres te dan
pautas acerca de cómo
portarte? ¿Cuáles? ¿Tienes
otros adultos que te den
pautas? ¿Cuáles? ¿Se te
ocurre hacer lo contrario?
Percepción de
la autoridad y
relación con la
autoridad.
Tengo alrededor
personas que me
muestran con
su ejemplo la
manera correcta de
comportarme
3) ¿A quién querrías
parecerte de entre las
personas que conoces?
¿Por qué?
Identicación de
los modelos de
referencia
Estoy dispuesto a
responsabilizarme de
mis acciones
4) Si alguien descubre
lo que estás haciendo,
¿pides perdón? ¿Si no,
qué?
Percepción de
responsabilidad
de sus propias
acciones
Soy una persona
por quien las demás
sienten cariño y
aprecian
5) ¿Tienes muchos
amigos?
Relaciones con los
pares
Fuente: Marzana, 2013.
30 LUIS FERNANDO MACK
Soy feliz cuando hago
algo bueno para los
demás y les demuestro
mi cariño
6) ¿Qué haces por ellos?
¿Y ellos por ti?
Calidad de las
relaciones con los
pares
Soy respetuoso
conmigo mismo y con
el prójimo
7) ¿Te interesa lo que
piensan los demás? ¿Te
comparas con ellos?
¿Cómo?
Calidad de las
relaciones y
percepción de la
opinión de los
demás
Puedo hablar de cosas
que me espantan o me
inquietan
8) Si ocurre algo que no
va bien ¿Se lo cuentas a
alguien? ¿A quién? ¿Por
qué a él/ella?
Percepción de
apoyo y capacidad
de utilizar las
relaciones de
ayuda
Puedo encontrar la
manera de solucionar
mis problemas por mí
mismo
9) Si ocurre algo que te
parece difícil ¿intentas
solucionarlo solo/a o
pides ayuda a alguien?
¿De qué forma?
Capacidad
para utilizar las
relaciones de
ayuda y grado de
autonomía
Una variación del modelo de evaluación de la resiliencia comunita-
ria basada en el enfoque de pilares es el propuesto por el doctor Jua-
rez-Ojeda, que propone cinco dimensiones importantes de la capa-
cidad comunitaria para enfrentar problemas, tal como se explica en
la Tabla 4. Como se puede apreciar, los aspectos tomados en cuenta
tienen relación, pero agrupados de una forma ligeramente diferente:
Tabla 4
Elementos constitutivos de la resiliencia comunitaria
Pilar Elementos constitutivos
Autoestima colectiva Orgullo por la comunidad, sentido de
pertenencia
Identidad cultural Costumbre, valores, símbolos, creencias,
tradiciones, danzas, etcétera
Solidaridad Sentimiento de unidad, lazo social, capacidad
de realizar acciones conjuntas
Fuente: MER, 2017.
31
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
PILAR PARA
INVESTIGAR PREGUNTA QUÉ MIDE
Humor social Capacidad de expresar cómicamente un hecho,
minimizando por su efecto tranquilizador, el
daño recibido
Honestidad estatal Conciencia grupal que condena la
deshonestidad y valora la honestidad en la
función pública
En síntesis, el modelo de los pilares pone énfasis en los recursos
personales, familiares y comunitarios disponibles en un territorio
determinado, de manera que tales recursos proporcionan factores
protectores resilientes a los individuos de la comunidad:
Lo anterior, permitió establecer los pilares de la resiliencia comu-
nitaria: autoestima colectiva, que involucra la satisfacción por la
pertenencia a la propia comunidad; identidad cultural, constituida
por el proceso interactivo que a lo largo del desarrollo implica la
incorporación de costumbres, valores, giros idiomáticos, danzas,
canciones, etcétera, proporcionando la sensación de pertenencia;
humor social, consistente en la capacidad de encontrar la comedia
en la propia tragedia para poder superarla; honestidad total, como
contrapartida de la corrupción que desgasta los vínculos sociales;
solidaridad, fruto de un lazo social sólido que resume los otros pila-
res. (Gómez, 2010)
Una variación del modelo de evaluación de la resiliencia comuni-
taria basada en el enfoque de pilares es el propuesto por el doctor
Juarez-Ojeda, que introduce en sus cinco dimensiones, aspectos
más sociales y estructurales que empiezan a enfatizar la capacidad
comunitaria para enfrentar problemas:
b) El modelo ecológico, el modelo del cambio y el modelo de los
pilares
Una de las dicultades principales del uso del concepto de resilien-
cia comunitaria es que puede ser visto y analizado desde diversos
enfoques y modelos; para el caso de un proyecto de intervención,
el enfoque parte del modelo de cambio, mientras que la Política de
prevención de la violencia y el delito que impulsó el Tercer Vicemi-
nisterio de Gobernación parte del modelo ecológico. En la revisión
Fuente: Uriarte, 2010: 690-691.
32 LUIS FERNANDO MACK
de la literatura, como vimos anteriormente, nosotros nos decanta-
mos por el modelo de los pilares. El resultado: un diálogo de tres
modelos que aunque responde a diferentes supuestos, parten de ni-
veles similares de análisis.
El primer modelo, el que utiliza el proyecto de intervención aquí
ejemplicado (Esquema 2), enfatiza el modelo del cambio social,
del cual hablamos someramente al inició de este apartado. En su
parte medular, el proyecto presupone que “si se mejoran las capa-
cidades individuales, familiares, comunitarias y gubernamentales,
entonces aumentará la resiliencia de las comunidades y las comu-
nidades serán más seguras.”
En ese sentido, las intervenciones del proyecto están diseñadas
para alcanzar tal cometido, tal como se sintetiza el proyecto a con-
tinuación:
Fuente: Mercy Corps, 2015.
Esquema 2
Mapa conceptual de un proyecto de intervención
33
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Por su parte, la Política de prevención de la violencia del Minis-
terio de Gobernación, que como decíamos parte del Modelo Eco-
lógico, se fundamenta en el modelo ecológico desarrollado por la
OMS, el cual considera que la violencia es el resultado de la acción
recíproca y compleja de factores individuales, relacionales, sociales,
culturales y ambientales, articulados en cuatro niveles analíticos: el
individuo, la esfera de relaciones personales (exosistema), la comu-
nidad (mesosistema) y el entorno social (macrosistema), por lo que
es necesario desarrollar acciones de prevención en cada uno de di-
chos niveles, tal como se visualiza en el siguiente esquema:
El modelo ecológico plantea, en síntesis, que el cambio sola-
mente puede darse entendiendo el entorno en el que se mueven
los individuos, es decir, que cada uno de los seres humanos tiene la
capacidad de vivir dentro de un sistema de relaciones particulares,
y el énfasis está puesto en las interacciones sociales, y la forma en
que estas interacciones producen potencialidades de cambio o por
el contrario, simplemente reproducen las condiciones estructurales
que la caracterizan; todo depende de la forma particular en que se
estructuran los diversos niveles: desde el ámbito más sicológico –lo
que el modelo denomina el ámbito individual–, pasando por los di-
versos niveles del sistema –micro, meso y macro–, de manera que un
Fuente: Ministerio de Gobernación, 2015: 35.
Esquema 3
34 LUIS FERNANDO MACK
cambio puede realizarse si se incentivan ciertos aspectos y procesos
en cada uno de dichos ámbitos.
El modelo de los pilares, por el contrario, operativiza los niveles,
enfatizando la percepción individual sobre las dimensiones desarro-
lladas por los Modelos Ecológico y del Cambio; es decir, pese a que
considera niveles parecidos a los de los otros modelos, el énfasis
sigue puesto en la percepción y lo valores de individuos excepciona-
les, en este caso, los líderes comunitarios que son los que debido a
sus valores, sus motivaciones y su trabajo, permiten guiar y orientar
la acción de la comunidad en una dirección determinada.
La propuesta concreta del presente proyecto de investigación,
por lo tanto, es visualizar cada nivel analítico como una suer-
te de “ámbitos espejo”, los cuales tienen su integración desde la
perspectiva subjetiva de los individuos de una comunidad: Yo soy,
Yo estoy, Yo tengo y Yo puedo. La siguiente tabla intenta visualizar
cómo se empatan los diversos niveles analíticos de los tres modelos
comparados:
Tabla 5
Comparación analítica de los Modelos Ecológico, del Cambio y de los Pilares
Modelos de los pilares Modelo del cambio Modelo ecológico
Yo tengo Individual Persona
Yo estoy Familiar
Interrelaciones
personales
(Exoambiente)
Yo tengo Comunitario Comunidad
(Mesoambiente)
Yo puedo Estatal Sociedad
(Macroambiente)
Fuente: Elaboración propia con base en los modelos estudiados.
35
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Los tres modelos tienen en común que se estructuran en cuatro
ámbitos de intervención, que para efectos de este trabajo se denen
de la siguiente forma:
• Ámbito micro: el individuo y su entorno inmediato.
• Ámbito meso-individual: la familia nuclear, el círculo de
amigos y familiares.
• Ámbito meso-colectivo: la organización y los recursos
disponibles a nivel comunitario.
• Ámbito macro: el entorno político, institucional, cultural y
económico en el que se inserta el individuo y la comunidad.
De esa forma, intentamos poner a dialogar los enfoques objetivos
y subjetivos de la resiliencia: sigue siendo una cualidad sicosocial,
anclada en los individuos, pero sus dimensiones trascienden a todos
los aspectos vitales que son indispensables para promover tal capa-
cidad individual de resiliencia.
Fuente: Elaboración propia.
Esquema 4
Comparación de 3 modelos de resiliencia comunitaria
36 LUIS FERNANDO MACK
c) Hacia un modelo de acercamiento a la resiliencia comunitaria
Una vez desarrollado los ámbitos o niveles de análisis, es indispen-
sable empezar a descomponer cada nivel, para hacer una propuesta
analítica de algunos aspectos que podrían ser relevantes para enten-
der cómo se estructura cada uno de esos niveles analíticos plantea-
dos, pensando siempre desde la realidad de Guatemala. En ese sen-
tido, un aporte concreto que queremos establecer es el desarrollo de
una estrategia para analizar los factores relevantes de la resiliencia
comunitaria, adaptada para el entorno guatemalteco. En ese sentido,
consideraríamos los siguientes aspectos y niveles teóricos:
Cohesión social (Yo soy)
• Sicología del tiempo
Una preocupación teórica y práctica que teníamos desde el
primer acercamiento al tema de la prevención de la violen-
cia desde un proyecto de intervención fue que el modelo de
intervención presupone una institucionalidad del Estado que
está dispuesta política, institucional y operativamente para
apoyar los procesos de resiliencia comunitaria; sin embargo,
en el contexto de un Estado en crisis –en FLACSO usamos el
concepto de un Estado anómico–,7 el problema fundamental
es que las comunidades perciben el entorno político e ins-
titucional más como una amenaza que como una oportuni-
dad; en ese sentido, pensamos que era relevante apoyarnos
en el trabajo de Phillip Zimbardo y sus teorización sobre la
fuerza potencialmente negativa que puede ejercer el entorno
social y político para transformar a las personas buenas en
perversas.
El antecedente del sicólogo Phillip Zimbardo es el famoso
experimento de la cárcel de Stanford, en Estados Unidos,
que demostró cómo el entorno social tiene poderosas
consecuencias sobre la actitud de las personas; a partir de
esta experiencia, Zimbardo desarrolló el concepto de “Efecto
7 Se entiende por anómico “un Estado que lejos de ser garante de la paz interna y de la
seguridad pública, constituye por el contrario una fuente particular de desorden y de
inseguridad para los ciudadanos”. (Waldmann, 2003)
37
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Lucifer”, para explicar cómo personas buenas en un entorno
malvado tienden a volverse perversas.
Un aspecto relacionado con esta experiencia es lo que
Zimbardo llama “sicología del tiempo”: personas situa-
das en entornos perversos tienden a privilegiar el tiem-
po presente por encima del futuro, de manera que no se
miden las consecuencias de los actos.
Al tomar decisiones sobre su conducta actual, algunos sujetos
tienden a sobreenfatizar habitualmente uno de los tres marcos
temporales, lo cual se constituye en un sesgo que lleva a la
persona a orientarse principalmente hacia el pasado, el futuro
o el presente. De acuerdo con Zimbardo y Boyd (1999), este
sesgo puede convertirse en un “estilo disposicional, o variable
de diferencia individual, que es característica y predictora de
cómo un individuo responderá ante una variedad de eleccio-
nes en su vida diaria. (Del Río-Gonzalez, 2006)
Según esta visión, existe una combinación ideal de la si-
cología del tiempo que produciría resultados resilientes:
Tiempo Orientación Sicología resiliente Sicología anómica
Pasado
Positiva
(identidad)
La resiliencia como
cualidad se basa en
la posibilidad de
recuperar un pasado
positivo, que crea
identidad comunitaria
No aplica
Negativo
(reproche–
lamento)
No aplica La respuesta anómica
parte de una visión
negativa del futuro que
produce resentimiento y
dolor
Tabla 6
Sicología resiliente: Pasado positivo (identidad) y futuro basado en metas y/o
trascendente, combinado con un moderado sentido hedonista del presente
38 LUIS FERNANDO MACK
Presente
Hedonista
(privilegia el
placer)
La sicología resilente
se ubica en el presente
hedonista, pero
controlado por la
visión de pasado y de
futuro que encarna
una esperanza
La sociología anómica
que se basa en una visión
de pasado negativa
privilegia el presente
hedonista, combinado
una ausencia de la visión
de futuro. La lógica
subyacente: si no hay
nada que perder, la vida
se juega y se consume en
el día a día
Fatalismo
(enfatiza el
sacricio y la
espera)
No aplica La sicología anómica
puede llevar igualmente
a una visión del presente
fatalista, en donde la
visión de futuro sigue
siendo tan sombría
como la del presente;
estrictamente hablando,
tampoco hay visión de
futuro real
Futuro
Futuro basado
en metas
(objetivos
de corto o
mediano
plazo)
La sicología resiliente
se ampara en una
visión de futuro que
se traduce en metas;
el presente hedonista
busca ir concretando
ese futuro en el día a
día, reforzado por la
identidad que genera
el pasado
No aplica
Futuro
trascendente
(creencia en
lo que no ha
ocurrido)
La sicología resiliente
se fortalece con
una visión de futuro
fortalecida por algún
tipo de fe en el futuro,
ya que esa creencia en
el futuro contribuye a
superar los problemas
del presente.
No aplica
Tiempo Orientación Sicología resiliente Sicología anómica
Fuente: Elaboración propia con base en la teoría de Zimbardo. (Vasquez, 2011)
39
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
• Capacidad de reírse de la adversidad (humor)
Un aspecto central de la resiliencia es la capacidad de mi-
nimizar los conictos y problemas para producir un alivio
temporal que contribuye a la capacidad de superar las ad-
versidades; sin embargo, el tipo de humor no debe de con-
fundirse con el humor negativo (el sarcasmo y la ironía), que
son formas de agresividad anómicas que no contribuyen a la
superación de los problemas.
• Tipos de liderazgo
El tipo de liderazgo es una característica fundamental de la
capacidad de resiliencia comunitaria; la idea es que las co-
munidades con liderazgos positivos, están mejor capacitadas
para alcanzar sus objetivos que las que se articulan con base
en liderazgos negativos.
El liderazgo positivo puede desagregarse a seis tipos, según el psicó-
logo Daniel Goleman:
Un elemento central del liderazgo es percibir el aporte de las muje-
res en el sostenimiento y reproducción de la capacidad resiliente de
la comunidad, en la medida en que se sabe que el papel de la mujer
es vital para el mantenimiento de la familia y las relaciones sociales
de la comunidad. En ese sentido, es indispensable reconocer la va-
riable de género para visualizar el aporte concreto de la mujer en los
procesos comunitarios.
Redes sociales (Yo estoy)
• Identidad familiar (redes de apoyo familiar)
Tanto la sicología como la sociología han enfatizado que uno
de los factores sociales e individuales que favorece la capa-
cidad de resiliencia es el entorno familiar: un hogar integra-
do, unido y estable favorece enormemente las capacidades
individuales de aquellos individuos que pueden convertirse
en ejemplos dignos de imitar dentro de una comunidad, lo
que Zimbardo denomina “Héroes” en su teoría sobre el efec-
to lucifer. Ese tipo de heroísmo, de hecho, hace una gran
40 LUIS FERNANDO MACK
diferencia en todos los modelos sicosociales de análisis de
la resiliencia comunitaria:
Si hablamos que la familia es el primer elemento socializa-
dor, en cuyo seno se educa y forma al individuo, para que
sus miembros sean capaces de desarrollarse y ser personas
autónomas, que puedan enfrentarse e integrarse a la vida,
entonces debemos enfocar nuestra atención en ella como
primer ámbito de prevención e intervención. (Ugarte 2001)
Tabla 7
Variantes positiva y negativa del humor
Aspecto actitudinal Énfasis cognitivo Emoción ligada
Positivo Esperanza-conanza Ingenio Alivio de la pena
Negativo Escape temporal Burla Agresividad
Fuente: Elaboración propia basado en la sicología del humor. (Carbelo, 2016)
En ese sentido, operativizaremos la medición sobre la fami-
lia de la siguiente forma:
• Identidad colectiva (segmentación social)
La teoría de movilización de recursos ha enfatizado que
existen ciertas condiciones sociales que favorecen la acción
Tabla 8
Liderazgos positivos y negativos
Tipo de liderazgo Característica Rotación Efecto
Positivo Integra, motiva, orienta Alta Resilente
Negativo Desintegra, desmotiva,
desorienta Nula Anómico
Fuente: Elaboración propia con base en Hablemos de Liderazgo, 2016.
41
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Fuente: Cerem Comunicación, 2016.
colectiva; por ejemplo, Anthony Oberschall (Obserchall,
1996) cuando estudia los movimientos sociales, desarrolla
un concepto que sirve para entender la movilización social
positiva, que podría servir para visualizar la capacidad resi-
liente de las comunidades: la posibilidad de construir espa-
cios sociales libres de prejuicios y exclusiones sociales de-
pende que los espacios que se construyan se articule de la
forma más plural posible, planteando lo que Obserschall lla-
ma “segmentación sobreimpuesta”: un espacio donde todos
los credos, etnias e ideologías tienen cabida. De lo contrario,
cuando la organización se articula con base en los clivajes
de conicto dominantes de la sociedad, dicha organización
produce conicto social, más que prevención de violencia.
Desde la perspectiva de los marcos simbólicos para la acción
colectiva, la idea es visualizar como se alinean las comuni-
dades en términos de sentido de pertenencia y/o oposición:
“El análisis de marcos oscila entre una posición estructuralis-
ta, según la cual una situación de crisis engendra una comu-
nidad de percepción y una vinculación de intereses entre
individuos8; y otra racionalista, según la cual las incitaciones
selectivas (selective incentive) son necesarias para que los
8 Resaltados propios.
Esquema 5
Estilos de liderazgo
42 LUIS FERNANDO MACK
individuos se pongan de acuerdo y luchen por un bien pú-
blico, no divisible y no exclusivo” (Cefaï, 2008, pág. 68). En
ese sentido, la premisa sería que mientras más incluyentes y
articulados estén las comunidades, más capacidad de resi-
liencia podrán generar. Un acercamiento a una tipología que
de las formas de articulación y enfrentamiento social vigente
en una comunidad, por lo tanto, podría contribuir a entender
las posibilidades reales de la resiliencia comunitaria, en la
medida en que entendería la redes de convergencia y en-
frentamiento que subyacen en una comunidad determinada.
Tabla 9
Importancia de la familia en el entorno socio-relacional
Aspecto Factor de protección
(resiliencia)
Factor de amenaza
(anomia asilente)
Integración de la
familia
Existencia de un nú-
cleo familiar completo
(mamá y papá)
Ausencia de uno o
ambos padres
Tiempo compartido Preocupación y vigilan-
cia paterna y/o materna
Descuido y
desatención paterna
y/o materna
Ambiente familiar Entorno familiar relajado
y amoroso
Entorno familiar tenso
y conictivo
Relaciones
intrafamiliares
Existencia de hermanos,
tíos y/o primos que
puedan contribuir a
generar un ambiente
positivo en la familia
Ausencia de redes
familiares cercanos que
puedan contribuir al
bienestar de la familia
Entorno económico
de la familia
El padre y/o la madre
tienen empleos estables
y relativamente bien
remunerados
El padre y/o la madre
sufren de desempleo,
o de condiciones
laborales deplorables y
francamente precarias
Disposición de la
vivienda familiar
La familia tiene un
entorno habitacional
seguro y funcional
La familia tiene un
entorno habitacional
inseguro e infuncional
Fuente: elaboración propia.
43
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Entorno Urbano (Yo tengo)
• Urbanismo resilente
Se ha demostrado que existe una conexión entre el desarro-
llo del espacio –planeamiento y ordenamiento territorial– y
la resiliencia comunitaria; el supuesto es que mientras mejor
está estructurado un espacio territorial, urbanísticamente ha-
blando, mejores condiciones tiene para que las personas que
habitan ese espacio se sientan en armonía con su entorno,
favoreciendo por tanto, la resiliencia como un factor de vida.
“La resiliencia es un concepto que, aplicado a las ciudades,
consiste en que éstas tengan la capacidad para prepararse,
resistir y recuperarse frente a una crisis.” (Martínez, 2017)
Según esta visión, existen diez aspectos relevantes que pue-
den alentar la resiliencia comunitaria, de los cuales ocho son
relevantes para el caso de Guatemala:
Tabla 10
Tipos de articulación de los grupos sociales
Articulación
(caracterización) Orientación Tipo de Segmentación
Social Cultural, religioso,
deportivo, etcétera
Excluyente o
incluyente
Económico Empresarial–desarrollo Privado–Estatal–ONG
Político Comités cívicos/liales de
partidos políticos
Ideología izquierda /
derecha
Comunitario Organización barrial Aislado (cada colonia
o comunidad),
articulado con otros
comités barriales
Fuente: Elaboración propia.
44 LUIS FERNANDO MACK
Tabla 11
Aspectos territoriales de la resiliencia comunitaria
Aspecto
general
Traducción
al entorno
comunitario
Aspecto que
promueve
Anomia
asilente
Agricultura
apoyada por la
comunidad
Cuidado colectivo
de áreas verdes
Construir y mantener
huertos urbanos
junto a los vecinos,
es una práctica
que compromete
a un grupo de
personas, logrando
así desarrollar
un sentido de
pertenencia, además
de aumentar
las áreas verdes
y disminuir la
contaminación
Destrucción
de las áreas
verdes (quema
de barrancos
o espacios
comunales)
Ciudades
caminables
Calles bien
conectadas,
paseos peatonales
y senderos bien
mantenidos que
garantizan su
transitabilidad
La conexión con
el comercio, el
transporte y entre
barrios que ofrecen
las ciudades
caminables, es
un benecio
que impacta
directamente en el
medio ambiente y
en la economía de
un lugar, además
de la salud de sus
habitantes
Bloqueo de
calles, arterias o
pasos peatonales
o de tránsito
vehicular con
garitas, portones
o paredes
Redes de
comunicación
virtual
Grupos de
WhatsApp, libretas
de teléfono
comunitario,
etcétera
La comunicación,
mientras más variada
y conable sea,
mejor prepara a las
comunidades para
casos de emergencia
Poca o nula
comunicación
entre los
comunitarios
(desconanza
de proporcionar
sus números
telefónicos)
45
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Biomimetismo Aprovechamiento
de materiales y
diseños extraídos
de la naturaleza
que reduzcan
costos y mejoren
el ornato territorial
No solo promueve
la mejora continua
del espacio urbano,
sino promueve
las prácticas
comunitarias
de rescate del
patrimonio colectivo
con un bajo impacto
en las nanzas del
colectivo
Destrucción o
uso inadecuado
de recursos
naturales. Uso
excesivo de
recursos como
electricidad y
agua que deriva
en desperdicio
Presupuestos
participativos
Ejercicios de
participación
que articulen a la
comunidad con las
instituciones
Una buena forma
de lograr que la
gente se involucre
con sus vecinos y
desarrolle un sentido
de pertenencia
es a través de su
participación en
la discusión de
los presupuestos
públicos
Uso inadecuado
de presupuestos
públicos
Sistemas
públicos de
bicicletas
Ciclovías Los sistemas públicos
de bicicletas
permiten que la
gente se traslade
por la ciudad sin
contaminar ni
congestionar las
calles
Irrespeto y uso
inadecuado de
ciclovías o vías
alternas
Organización
comunitaria
Comunidad
de barrios,
COCODES, o
articulación de
las comunidades
en base a temas
especícos
Es necesario que los
vecinos de un barrio
no solo piensen que
las juntas de vecinos
sirven para conocer
nueva gente, sino
que para desarrollar
esta capacidad y así
sepan cuáles son los
usos de los recursos
disponibles y su
distribución
Líderes
comunitarios
negativos
(búsqueda de
asistencialismo o
bien propio)
Aspecto
general
Traducción
al entorno
comunitario
Aspecto que
promueve
Anomia
asilente
46 LUIS FERNANDO MACK
Aspecto
general
Traducción
al entorno
comunitario
Aspecto que
promueve
Anomia
asilente
Fuente: Elaboración propia con base en Martínez, 2017.
Condiciones del entorno territorial
El concepto de resiliencia, para que pueda trascender hacia su ca-
racterística transformadora, debe desarrollarse en un entorno de
oportunidades que permitan identicar un horizonte de posibilida-
des reales que alienten la esperanza y la innovación.
Entorno
socioeconómico
Característica
resilente (+)
Característica anómica (-)
Actividad económica
relevante
El municipio es un
polo de desarrollo
importante
El municipio no tiene
una actividad económica
relevante
Los proyectos
municipales tienen
continuidad
Existen planes
de desarrollo
municipal que tienen
continuidad
Cada gobierno municipal
empieza su gestión en un
punto cercano a 0
Inversión de
cooperación
internacional
El municipio es
prioridad para
varias agencias
de cooperación
internacional
El municipio no es
prioridad de ninguna
agencia de cooperación
internacional
Tabla 12
Condiciones territoriales del entorno social
Fuente: Elaboración propia.
Vías de Tránsito
Rápido (BTR)
Transmetro, Moto-
taxis, etcétera
Las vías de tránsito
rápido favorecen
el desarrollo social
y comunitario, al
permitir un uso
óptimo del tiempo:
se pierden mucho
tiempo en los
congestionamientos
viales que reduce la
calidad de vida de
las comunidades
Irrespeto y
mal uso de
los espacios
denidos
47
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Planicación territorial
La ausencia de planicación territorial genera grandes distorsiones,
territorialmente hablando: por ejemplo, la existencia de grandes
polos de desarrollo territorialmente desproporcionados (megalópo-
lis) genera el fenómeno de la conurbación: el aparecimiento de las
ciudades dormitorio, ya que los habitantes viven en un lugar, pero
trabajan y estudian en la megaciudad cercana.
Tabla 13
Importancia de la planicación territorial
Característica
territorial
Característica
resilente (+)
Característica
anómica (-)
Polos de
desarrollo
Existen diversos
polos de desarrollo
que favorecen las
ciudades intermedias
Existe un solo polo de
desarrollo que genera
la conurbación y las
ciudades dormitorio
Planicación
territorial
Existen planes
de ordenamiento
territorial que son
compartidos por
todas las instituciones
No existen planes de
desarrollo territorial y
cada institución hace lo
que puede o quiere
Manejo de
desastres
Existen planes
de mitigación
y reducción de
desastres
No existen planes de
mitigación ni reducción
de desastres
Identidad y
desarrollo
territorial de
largo plazo
Un espacio urbano
estable y bien
planicado genera
identidad de los
vecinos al territorio
La falta de
oportunidades de
desarrollo produce
invasiones de tierras
y fragmentación del
espacio urbano
Fuente: Elaboración propia.
A nivel institucional (Yo puedo)
La noción de resiliencia plantea una capacidad de las
comunidades de organizarse y trabajar para alcanzar
determinados objetivos en condiciones precarias, lo cual
facilita enormemente la tarea de las instituciones públicas
48 LUIS FERNANDO MACK
encargadas de desarrollar políticas públicas, especialmente
si se enfocan en el tema de prevención comunitaria de la
violencia, tal como ocurre formalmente hablando, con la
Política de prevención de la violencia y el delito vigente en
Guatemala.
Lamentablemente, tal como se desprende del análisis de di-
cha política, pese a que formalmente las instituciones en-
cargadas de seguridad dicen valorar y alentar la organiza-
ción comunitaria, en la práctica, la capacidad del sistema de
aprovechar las características de las comunidades resilientes
es bastante bajo, haciendo que el modelo falle en ese punto.
Por eso, hablamos de una marcada anomia del Estado que
sistemáticamente impide la capacidad institucional de gene-
rar un modelo completo de resiliencia comunitaria, ya que
en buena medida, las comunidades frecuentemente termi-
nan suplantando la función del Estado, transitando entonces
del lado positivo de la capacidad de respuesta (resiliencia),
al lado oscuro de dicha capacidad (la anomia asilente).
El ejemplo más claro son las juntas de seguridad comunita-
ria, que muchas veces asumen funciones de vigilancia, cas-
tigo y sanción característicos del Sistema de Justicia Estatal,
lo cual hace que las propias comunidades enfrenten la vio-
lencia con una justicia propia, capacidad comunitaria que
puede ser vista como legal y moralmente muy cuestionable.
La propuesta de medición, por tanto, intentaría visualizar la
forma en que la acción del Estado es percibida por la comu-
nidad: como un factor más de riesgo, o como un elemento
que contribuye a la resiliencia comunitaria, tal como nos
dicen las diferentes teorías.
Los aspectos centrales para medir la capacidad institucional
de fortalecer o entorpecer la resiliencia comunitaria estarán
basados en los siguientes aspectos:
49
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Tabla 14
Capacidad Estatal de apoyo efectivo a la resiliencia comunitaria
Categoría de
observación
Aspecto teórico
fundamental
Presuposición
Rotación de
funcionarios que
trabajan en el
ámbito territorial
Estabilidad del
funcionario
Mientras más tiempo
permanece un funcionario
en un entorno social, más
sensible se vuelve a apoyar
realmente los problemas de
la comunidad
Accesibilidad
e interés de los
funcionarios
Transparencia El dicho popular lo dice:
quien nada debe, nada
teme. En ese sentido, la
accesibilidad a los datos
ociales y la sinceridad
con la que comunica los
problemas de la institución
es un valor que demuestra
interés real
Interacción con la
comunidad
Capacidad de
respuesta
El tiempo y la calidad de
la respuesta institucional
es un tema fundamental
que demuestra la conexión
real entre comunidad e
instituciones
Visión de futuro Planicación
institucional local
por medio de planes
operativos anuales
(POA)
La planicación
institucional determina el
horizonte de futuro en el
que operan las instituciones
Accesibilidad y
aspecto de las
instalaciones
gubernamentales
Recursos locales
disponibles
Aplicando el tema
del análisis espacial,
instituciones con mejores
condiciones de trabajo y
recursos motivarían más a
los funcionarios a trabajar
en pos de su comunidad
Fuente: Elaboración propia.
50 LUIS FERNANDO MACK
d) Hacia un modelo de medición de la resiliencia comunitaria para
la ciudad de Guatemala
Habiendo descrito los componentes teóricos que guiarán la medi-
ción de los 4 niveles “espejo” de la resiliencia comunitaria, el si-
guiente paso debería ser el construir una tabla de síntesis de los
aspectos anteriormente descritos, tal como se intenta hacer en la
Tabla 17: una propuesta de características que se relacionará con el
esquema de los pilares que hemos desarrollado, de manera que los
cuatro aspectos que se mencionan en la Tabla 5,9 se desagregarían
de la siguiente forma:
9 Tabla que habla de la Comparación analítica de los Modelos Ecológico, del Cambio y de
los Pilares.
Tabla 15
Características de las comunidades resilientes vistas
desde el modelo de los pilares
Yo soy
(individuo)
Yo estoy
(familia
conocidos y
amigos)
Yo tengo
(Comunidad
territorialmente
situada)
Yo puedo
(Relaciones
Estado-
Sociedad)
Absorción
(robustez)
Sicología del
tiempo
Humor individual
Entono
familiar
funcional
Redes de
apoyo
personal y
profesional,
Humor social
Planicación
urbana
Calidad de
los servicios
públicos
disponibles
Planicación
Urbana y
territorial
Adaptación
(Redundancia)
Sentido de
pertenencia
Visión del
otro diverso
(segmentación)
Rotación del
liderazgo,
Segmentación
(organización
incluyente o
excluyente)
Entorno
económico,
geográco y
político
Fortalecimiento
institucional de
las entidades
relacionadas con
la comunidad
Transformación
(Recursos +
Rapidez)
Perspectivas
laborales y/o de
estudio.
Legitimidad de
las instituciones
gubernamentales
Uso de
redes para la
comunicación
comunitaria
Pasos
peatonales,
áreas verdes,
vías de
comunicación,
biometismo,
etcétera
Compromiso
institucional con
la comunidad.
Adecuación de
la política de
prevención de la
violencia
Fuente: Elaboración propia.
51
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Yo soy
(individuo)
Yo estoy
(familia
conocidos y
amigos)
Yo tengo
(Comunidad
territorialmente
situada)
Yo puedo
(Relaciones
Estado-
Sociedad)
Pregunta
fundamental
¿Qué capacidad
tiene el individuo
de enfrentar sus
adversidades?
¿Qué apoyos
familiares y/o
sociales están
disponibles
para el
individuo?
¿Qué aspectos
territoriales,
contextuales
y urbanísticos
favorecen la
identidad y
el bienestar
comunitario?
¿De qué
manera la
institucionalidad
pública
contribuye a
la capacidad
comunitaria de
enfrentar sus
desafíos?
Instrumentos de
medición
Encuestas, guía
de observación
de campo
Encuestas,
guía de
observación
de campo
Guía de
observación
de campo,
entrevistas a
profundidad
Guía de
observación
de campo,
entrevistas a
profundidad
Fuente: Elaboración propia.
Una fase más avanzada del proceso debería intentar desarrollar un
modelo contextualizado para cada entorno especíco, de manera
que se realizara una suerte de “ponderación” de cada uno de los
factores descritos, tratando de identicar qué elementos concretos
de cada caso son más relevantes para explicar el éxito o fracaso de
determinada comunidad. Si pudiéramos llegar a ese nivel de com-
prensión analítica, las autoridades gubernamentales tendrían un
mapa de intervención práctica que permitiría alentar los factores de
protección, y minimizar los factores de riesgo, de manera que se
contaría con un modelo efectivo para la prevención de la violencia
y el delito.
La idea, entonces, es que en algún momento los proyectos de
intervención intenten desarrollar una suerte de “semáforo” de la re-
siliencia comunitaria, con lo cual alcanzaríamos un estadio superior
de comprensión de las dinámicas complejas que rodean a las comu-
nidades, con miras a fortalecer los planes y proyectos de prevención
de la violencia.
52 LUIS FERNANDO MACK
Tabla 16:
Semáforo de la Resiliencia Comunitaria
% NIVEL DESCRIPCIÓN
0-20 Asilencia
No tienen conciencia de la
problemática (o problemas y
conictos sociales), no les interesa
resolverla, no existe motivación para
abordarla, las acciones que toman
son limitadas, no hay organización
comunitaria ni participación
ciudadana
21-40 2 Mínima
resiliencia
Existe conciencia del problema
pero anuencia para abordarlo ¿?, la
capacidad para actuar es limitada por
conocimiento o desconocimiento,
recursos humanos y materiales, poca
organización tanto institucional como
comunitaria, entre otros
41-60 Baja
resiliencia
Existe conciencia del problema
pero anuencia para abordarlo,
no hay mucha interacción entre
representantes de instituciones y
líderes comunitarios, la organización
y participación comunitaria tiene
mayor apoyo en instituciones ajenas a
la municipalidad
61-80 4 Mediana
resiliencia
Tienen conciencia de la problemática
social local, existe participación
ciudadana y organización
comunitaria, se trabaja en resolver los
problemas pero de forma aislada
81-100 5
Resiliencia
Existe una cultura de prevención
y visión positiva de futuro (están
conscientes de la problemática y la
abordan), hacen planes realizables
y abarcan o cubren los mayores
aspectos de la problemática,
hay participación ciudadana y
organización comunitaria que trabaja
de la mano con la municipalidad,
cuentan con los recursos necesarios
para hacer la comunidad resilente
(urbanismo, infraestructura, etc.)
Fuente: Elaboración propia, adaptado de GOAL, 2015.
CATEGORÍA
1
3
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Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Debido a que la discusión y la medición posterior de cada aspecto
contemplado no fueron adecuadamente desarrollados en el presente
ejercicio de investigación, tal nivel de concreción quedará para un
momento posterior –llegar a este nivel implicaría que ya resolvimos,
al menos tentativamente, la contradicción micro-macro que atravie-
sa el concepto, cosa que no ocurrió.
Lo que sí pudimos avanzar es una suerte de “tipología” de la
resiliencia que empiece a diferenciar los diferentes procesos que lle-
va implícitos: desde una visión simplemente adaptativa del entorno
que emerge con posterioridad a un evento adverso, o a una tensión
estructural problemática que es permanente, hasta llegar a esa ca-
pacidad de transformar entornos conictos o adversos que enfatiza
buena parte de la literatura. Los resultados tentativos de tal esfuerzo
los presentamos a continuación.
e) Hacia una tipología de la resiliencia comunitaria: hacia la
vinculación de lo micro con lo macro
Como dijimos al inicio, la visión sobre resiliencia que tiene un pro-
yecto de intervención puede ser la capacidad de absorber los pro-
blemas, sin derrumbarse ni perder las esperanzas; la capacidad de
adaptarse creativamente a tal entorno desfavorable, desarrollando
su capacidad innovadora para resistir a la tentación de darse por
vencido, y por último, las condiciones que le permiten trascender
del problema y transformarlo radicalmente hacia una condición más
aceptable, y si es mejor, hacia una condición óptima.
54 LUIS FERNANDO MACK
Eso signica que, aunque la perspectiva sigue siendo sicosocial,
la consideración va mucho más allá del individuo, considerando el
entorno complejo en el que las personas se desenvuelven, territorial
y contextualmente hablando. Por eso hablaríamos de dimensiones
“espejo”: para que un individuo no caiga en la simple resignación
y/o resistencia, debe contar con los recursos y los apoyos necesarios
para garantizar un mínimo de éxito; de esa forma, el concepto de
resiliencia recupera la dimensión individual y estructural a la vez,
enfatizando que éste es un proceso complejo pero dinámico.
De esa cuenta, una de las principales presuposiciones del proyecto
de investigación que desarrollamos es que el concepto de resiliencia
comunitaria, cuando no logra articular los 4 ámbitos “espejo”, la
capacidad de la comunidad puede mutar hacia manifestaciones
negativas: algunas comunidades en situación de riesgo se organi-
zan para perseguir e incluso castigar a aquellos que cometen actos
delictivos, lo cual claramente sería una capacidad “resiliente”, pero
negativa: la anomia asilente:
Procesos
relevantes Resignación Resistencia Resiliencia Elemento
clave
Absorción El individuo
desarrolla una
“incompetencia
aprendida”
El individuo
desarrolla una
actitud de
rebeldía
El individuo
enfrenta el
futuro con
optimismo
Valores,
creencias
vivencias
pasadas,
actitud
individual
Adaptación No hay
adaptación
La comunidad
se organiza
para
defenderse y
sacar provecho
del entorno
La comunidad
se organiza
y trabaja con
entusiasmo y
creatividad
Grado de
organización
comunitaria
y de recursos
disponibles en
el entorno
Transformación No hay
transformación
No hay
transformación
El entorno se
transforma
paulatinamente
Empatía
comunidad-
Estado
Fuente: Adaptado de Uriarte: 9-10.
Tabla 17
De la resignación a la resiliencia
55
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
Fuente: Elaboración propia con base en la investigación de caso.
Esquema 6
Tipología de la resiliencia
Seligman (2002) denomina lo que aquí llamamos anomia asiliente,
como una “incompetencia aprendida”. Sucede cuando el individuo
va disminuyendo su capacidad resiliente y en su lugar va forman-
do la anomia asiliente, que le hace creer rmemente que no posee
capacidades para afrontar la mayoría de sus adversidades. (Flores,
2013: 8)
De hecho, llama poderosamente la atención que la extensa litera-
tura sobre el tema apenas aborda esta potencial capacidad comu-
nitaria de generar acciones excluyentes, marcadamente violentas y
disruptivas del espacio social. En la Tabla 18 se detallan de manera
más explícita las dimensiones espejo de la resiliencia comunitaria y
se relacionan con los estadios de la resiliencia, de manera que se vi-
sualice la importancia de incluir en las discusiones sobre resiliencia
las relaciones Estado-sociedad que desarrollan las comunidades, ya
que los individuos y organizaciones no pueden actuar al margen de
las instituciones ni al marco de leyes que los rodea; de lo contrario,
comunidades que se organizan pueden entrar en conicto con la
ley, por lo que serán objeto de persecución y cárcel.
56 LUIS FERNANDO MACK
En particular, autores como Acemoglu y Robinson enfatizan fuer-
temente el entorno institucional como una variable clave, ya que
establecen una correlación directa entre la acción de los agentes
institucionales y el grado de desarrollo y prosperidad que ese país
logra alcanzar:
Los países fracasan hoy en día porque sus instituciones económicas
extractivas no crean incentivos necesarios para que la gente ahorre,
invierta e innove. Las instituciones políticas extractivas apoyan a es-
tas instituciones económicas para consolidar el poder de quienes se
benecian de la extracción. […] Las instituciones extractivas allanan
el camino para el fracaso total del Estado, y destruyen no solamente
la ley y el orden, sino también los incentivos económicos más bási-
cos. (Acemoglu, 2012: 436)
Tabla 18
Dimensiones “Espejo” de la resiliencia comunitaria
Absorción Adaptación Transformación
Yo soy
(condiciones
individuales)
Vivencias
del pasado
y carácter
desarrollado
Fortalezas
espirituales y
sicosociales
Proyectos y
metas que se
trace el individuo
Yo estoy (familia
y redes sociales)
Entorno familiar
y laboral en el
que se mueve el
individuo
Apoyos
familiares
y sociales
disponibles
de forma
continuada
Organización
comunitaria y
apoyos que logra
canalizar para
alcanzar sus
objetivos
Yo tengo
(comunidad,
territorialmente
situada)
Adecuación
del entorno
donde el
individuo habita
(condiciones
mínimas de
habitabilidad)
Nivel de
organización
comunitaria
desarrollada
en mejorar el
entorno de la
comunidad
Potencialidad del
espacio donde el
individuo habita
(oportunidades)
Yo puedo
(relaciones
Estado-Sociedad)
Servicios
públicos
disponibles
Capacidad
de respuesta
institucional a
las necesidades
sociales
El entorno
institucional
y de leyes
vigentes habilita
o deshabilita
la capacidad
resilente de los
individuos
Fuente: Elaboración propia.
57
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
La casi total ausencia del Estado en el caso que abordaremos, y la
larga historia de exclusión que han padecido los habitantes de Villas
del Río y sus alrededores es una muestra dramática de este total fra-
caso del Estado y sus instituciones de alentar cualquier innovación,
ahorro e inversión: lo único que en muchos casos les queda, es in-
tentar sobrevivir en medio de las precarias condiciones en las que
les tocó vivir. Eso signica que la resiliencia estaría relacionada con
factores protectores que se ubican conceptualmente en diferentes
niveles, tal como se muestra en el siguiente esquema:
Fuente: Elaboración propia.
Esquema 7
Pilares fundamentales de la resiliencia
58 LUIS FERNANDO MACK
Esta ubicación de factores protectores en diferentes ámbitos plan-
tearía que deberíamos hablar, entonces, de factores protectores que
se establecerían como “espejo”, de manera que para que pudieran
transformar el entorno, deberían combinarse de tal forma que los
procesos en cierto nivel, debería tener equivalencia o correspon-
dencia en el siguiente nivel. Dependiendo, entonces, de cómo estos
factores se alinean o desajustan, proponer una suerte de tipología de
la resiliencia, tal como explicamos a continuación:
Fuente: Elaboración propia.
Esquema 8
Tipología propuesta de procesos de resiliencia
Los factores resilientes que se ubicarían en los niveles micro –indi-
vidual o familiar–, deberían estructurarse de forma espejo con los
niveles comunitarios, institucionales y sociales. A esta alineación
positiva correspondería la tipología de resiliencia transformadora,
que señalamos en verde en el Esquema 8.
Cuando los factores micro y meso se desconectan de los as-
pectos sociales, culturales y legales de una sociedad, la capacidad
adquirida por las personas y las comunidades chocaría de forma
dramática con la estructura social, económica y política de una so-
ciedad, por lo que aparecería entonces la resiliencia tipo rebeldía o
crimen organizado, que señalamos en rojo en el Esquema 8.
Finalmente, cuando los aspectos resilientes no trascienden del
ámbito micro –persona y familia–, la capacidad resiliente podría
entonces congurarse como una mejora de las condiciones indivi-
duales y/o familiares, o en su defecto, en una simple resignación, tal
como señalamos en morado en el Esquema 8.
59
Construyendo un marco analítico para el uso del concepto de resiliencia en proyectos
de prevención de la violencia
4. A manera de conclusión:
La potencialidad y el peligro de
usar la resiliencia comunitaria
como concepto orientador
Empezamos este trabajo con la idea de evaluar el concepto de
resiliencia comunitaria para identicar su utilidad como con-
cepto guía en proyectos de prevención de la violencia; descu-
brimos que su uso es una poderosa herramienta para acercarse a la
realidad subjetiva de los habitantes de un lugar determinado, que
permite identicar el horizonte simbólico, de necesidades y tensio-
nes que están vigentes en un caso determinado; pese a lo cual, la
complejidad del concepto es un elemento que opera en contra de
su utilidad: si no se operacionaliza adecuadamente, las acciones
enfocadas desde el concepto de resiliencia pueden llevar a cambiar
muchas biografías, obviando los elementos institucionales y estruc-
turales que casi siempre se olvidan en las intervenciones, lo cual es
una suerte de contradicción: se hace mucho, para que nada cambie
en el entorno.
Eso no signica que los proyectos y acciones no tengan impacto
personas se sienten acompañadas y apoyadas, pero por otro lado,
se generan expectativas que probablemente no se pueden cumplir:
varios de los entrevistados pensaban que a través de la investigación
que desarrollábamos, sería factible que nalmente las autoridades
escucharan sus peticiones: un largo proceso de peticiones que han
sido sistemáticamente ignoradas o solo parcialmente cumplidas, por
lo que las perspectivas de ser escuchados en el corto plazo son real-
mente reducidas.
en la vida de las personas; sin embargo, los objetivos algunas veces
no se cumplen, generando aspectos contradictorios: por un lado, las
60 LUIS FERNANDO MACK
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