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Carácter nacional’ español y diplomacia cultural nacionalsocialista

Authors:

Abstract

https://revistaayer.com/articulo/1417 Abstract Representations of «national character» have played an important role in contemporary European cultural diplomacy, being associated with the destiny of peoples in Europe and the world. After the defeat in the First World War, Germany made Spain a priority objective of its foreign cultural policy, which was accompanied by a boom in German Hispanic studies. Noteworthy German Hispanists theorized about the essence of Spanish character and its significance in a European context. Also during National Socialism, prestigious German Hispanists examined the character of the Spanish nation and hispanidad, which they captured in monographs and articles. Although these were written with scientific pretensions in mind, the authors also aspired to acquire publicity and exert political influence. The article analyses these publica- tions by exploring the discursive mechanisms used to adapt the charac- ter of the Spanish nation to national socialist interests. Resumen Las representaciones del «carácter nacional» han desempeñado un papel importante en la diplomacia cultural europea contemporánea, asociándose al destino de los pueblos en Europa y en el mundo. Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania convirtió a España en objetivo prioritario de su política cultural exterior, a lo que acompañó un auge del hispanismo alemán. Hispanistas germanos destaca- dos teorizaron sobre la esencia del carácter español y su significado en el contexto europeo. También durante el nacionalsocialismo, hispanistas alemanes prestigiosos examinaron el carácter de la nación española y la hispanidad, lo que plasmaron en monografías y artículos con pre- tensiones científicas, pero con voluntad de difusión pública e influencia política. El artículo analiza estas publicaciones preguntándose por los mecanismos empleados en su discurso para readaptar el carácter de la nación española a los intereses nacionalsocialistas.
Recibido: 16-05-2017 Aceptado: 06-02-2018
Ayer 118/2020 (2): 225-253 ISSN: 1134-2277
«Carácter nacional»
español y diplomacia cultural
nacionalsocialista *
Marició Janué i Miret
Universitat Pompeu Fabra
maria.janue@upf.edu
Resumen: Las representaciones del «carácter nacional» han desempeñado
un papel importante en la diplomacia cultural europea contemporánea,
asociándose al destino de los pueblos en Europa y en el mundo. Tras
la derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania convirtió a España
en objetivo prioritario de su política cultural exterior, a lo que acom-
pañó un auge del hispanismo alemán. Hispanistas germanos destaca-
dos teorizaron sobre la esencia del carácter español y su significado en
el contexto europeo. También durante el nacionalsocialismo, hispanis-
tas alemanes prestigiosos examinaron el carácter de la nación española
y la hispanidad, lo que plasmaron en monografías y artículos con pre-
tensiones científicas, pero con voluntad de difusión pública e influen-
cia política. El artículo analiza estas publicaciones preguntándose por
los mecanismos empleados en su discurso para readaptar el carácter de
la nación española a los intereses nacionalsocialistas.
Palabras clave: diplomacia cultural, relaciones culturales hispano-ale-
manas, hispanistas alemanes, hispanidad, relaciones nacionalsocia-
lismo-franquismo.
Abstract: Representations of «national character» have played an important
role in contemporary European cultural diplomacy, being associated
«Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
Marició Janué i Miret
* Este artículo se ha realizado en el marco del proyecto «Ciencia, cul-
tura y nación en España: del desastre de 1898 al fin de la dictadura franquista»
(FFI-HAR2016-7559-P (AEI/FEDER, UE). Agradezco a los evaluadores de la re-
vista Ayer sus muy útiles y constructivos comentarios.
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with the destiny of peoples in Europe and the world. After the defeat
in the First World War, Germany made Spain a priority objective of its
foreign cultural policy, which was accompanied by a boom in German
Hispanic studies. Noteworthy German Hispanists theorized about the
essence of Spanish character and its significance in a European context.
Also during National Socialism, prestigious German Hispanists exam-
ined the character of the Spanish nation and hispanidad, which they
captured in monographs and articles. Although these were written with
scientific pretensions in mind, the authors also aspired to acquire pub-
licity and exert political influence. The article analyses these publica-
tions by exploring the discursive mechanisms used to adapt the charac-
ter of the Spanish nation to national socialist interests.
Keywords: cultural diplomacy, German-Spanish cultural relations, Ger-
man Hispanists, hispanidad, relations National Socialism- Francoism.
Carácter nacional, diplomacia cultural e hispanismo alemán
En Europa, desde finales del siglo xix, las ciencias sociales y
las humanidades asumieron enfoques que aceptaban la existen-
cia de rasgos étnicos originarios como instrumento para explicar la
transformación de las sociedades. Desde esta perspectiva, se con-
sideraba que el carácter y los valores de una sociedad podían in-
ferirse de su cultura, tradiciones, folklore, gustos y capacidades.
Estas prácticas culturales y los valores asociados se vincularon al
concepto de «cultura nacional» en tanto se consideraban elemen-
tos determinantes de la nación. Intelectuales y académicos de los
ámbitos de las humanidades y las ciencias sociales participaron en
la elaboración de teorizaciones sobre la idiosincrasia de los pue-
blos, su carácter y las mentalidades nacionales 1. La cultura de un
territorio se interpretaba como la manifestación del «ser», «alma»,
«esencia», «carácter» o «espíritu» (Volksgeist) de la nación. Cul-
tura y carácter nacionales se asociaron al valor moral de la actua-
ción de los pueblos y, con ello, a su destino y misión en Europa
y en el mundo. En sus representaciones de las culturas nacionales,
1 Empleamos aquí el concepto de intelectual según la acepción de la época
como minoría culta con ambición de influencia político-social. Véase Christophe
Prochason: «Sobre el concepto de intelectual», Historia Contemporánea, 27 (2003),
pp. 799-811.
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intelectuales y académicos se sirvieron de estereotipos culturales 2,
sobre los que emitían juicios de valor. Se esperaba que el reconoci-
miento social de estos estereotipos otorgara verosimilitud a las re-
presentaciones nacionales.
Las proposiciones resultantes de los discursos que asumían la
existencia de caracteres nacionales concordaban bien con los inte-
reses nacionalistas e imperialistas de las grandes potencias, porque
les ofrecían argumentos para legitimar su primacía sobre otros pue-
blos, como, por ejemplo, las naciones o razas latinas. En el caso de
España, la pérdida de sus últimas colonias en el «Desastre de 1898»
afectó a su percepción internacional reforzando la imagen de deca-
dencia, atraso material y mentalidad anacrónica 3. Francia y Gran
Bretaña fueron los países que ofrecieron con más frecuencia visio-
nes de España y exportaron su concepción al resto del mundo 4.
La pretensión científica de quienes formulaban las representa-
ciones nacionales otorgaba a estas atractivo en vistas a fundamentar
determinados discursos políticos. De esta manera, la explotación de
las representaciones nacionales pasó a desempeñar un papel impor-
tante como instrumento de la diplomacia cultural 5. Desde el último
cuarto del siglo xix, la batalla de los Estados para lograr la hegemo-
nía de la nación en el orden internacional pasó a disputarse tam-
2 A saber, imágenes reducidas basadas sobre todo en elementos de la cul-
tura popular. Véase Hans Manfred Bock: «Nation als vorgegebene oder vorges-
tellte Wircklichkeit? Anmerkungen zur Analyse fremdnationaler Identitätszuschrei-
bung», en Ruth Florack: Nation als Stereotyp: Fremdwahrnemungen und Identität
in deutscher und französischer Literatur, Tubinga, De Gruyter, 2000, pp. 11-36.
3 Rafael núñez Florencio: Sol y sangre. La imagen de España en el mundo, Ma-
drid, Espasa Calpe, 2001.
4 Sebastian BalFour: «El hispanismo británico y la historiografía contemporá-
nea en España», Ayer, 31 (1998), pp. 163-181; Enrique Moradiellos: «Más allá de
la leyenda negra y del mito romántico: el concepto de España en el hispanismo bri-
tánico contemporaneista», Ayer, 31 (1998), pp. 183-199, y Antonio niño rodrí-
guez: Cultura y diplomacia: los hispanistas franceses y España de 1875 a 1931, Ma-
drid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988.
5 Esta la entendemos aquí en sentido amplio como las actuaciones en los di-
versos ámbitos de la cultura que son apoyadas por el Estado en tanto que las re-
conoce como representativas de la nación y sus valores políticos en el extranjero.
Véanse Jessica C. E. gienow-hecht: «What Are We Searching For? Culture, Di-
plomacy, Agents and the State», en Jessica C. E. gienow-hecht y Mark C. don-
Fried (eds.): Searching for a Cultural Diplomacy, Nueva York-Oxford, Berhahn
Books, 2010, pp. 3-12.
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bién de forma intensiva en la vertiente de la diplomacia cultural,
que ha sido calificada como «poder blando», una segunda cara del
poder 6. En el transcurso del siglo xx, la diplomacia cultural fue in-
crementando cada vez más su valor como mecanismo de legitima-
ción del poder en el ámbito de las relaciones internacionales. Los
gobernantes de los Estados contemplaron como agentes del poder
blando a intelectuales, académicos y artistas porque eran conscien-
tes de que el específico prestigio mantenido por cada campo de la
cultura no podía subyugarse, sin más, al poder político, al econó-
mico o al ejercicio de la violencia 7. Esto planteó a los Gobiernos lí-
mites en el control de estos agentes, a la vez que la necesidad de de-
sarrollar mecanismos para ejercerlo.
Por parte de los intelectuales, ante un cambio político debían
resolver si y cómo adaptarse si aspiraban a mantener el reconoci-
miento del Estado y las ventajas vinculadas; en otras palabras, hasta
qué punto deseaban y estaban dispuestos a convertirse en «siervos
del poder» 8. Académicos, intelectuales y artistas contribuyeron a
afianzar determinados estereotipos nacionales reforzando, con ello,
los intereses o determinadas visiones políticas del Estado, en el in-
terior y en las relaciones internacionales.
Ya en el periodo de entreguerras, la crisis del liberalismo y el
auge de los nacionalismos imperialistas y las ideologías extremas
reforzaron los enfoques esencialistas sobre las naciones. En esta
etapa, numerosos hispanistas germanos prestigiosos teorizaron so-
bre la esencia de la cultura española y su significado en el contexto
europeo 9. A pesar de notables excepciones, la tendencia de los in-
6 El poder blando aspira a conseguir influencia no por medio de los mecanis-
mos tradicionales de la fuerza y la coerción, sino empleando la atracción y persua-
sión mediante elementos culturales de consenso, la admiración de los valores y/o
de los resultados, convirtiéndose en referente. Véase Jessica C. E. gienow-hecht
y Mark C. donFried: «The Model of Cultural Diplomacy. Power, Distance, and
the Promise of Civil Society», en Jessica C. E. gienow-hecht y Mark C. donFried
(eds.): Searching for a Cultural Diplomacy, Nueva York-Oxford, Berghahn Books,
2010, pp. 13-29, esp. p. 21.
7 Martin G. BenjaMin: The Nazi-Fascist New Order for European Culture, Cam-
bridge, Harvard University Press, 2016, p. 9.
8 Laura Baca olaMendi: Bobbio. Los intelectuales y el poder, México, Océano,
1998, pp. 23 y ss.
9 Thomas BräutigaM: Hispanistik im Dritten Reich. Eine wissenschaftliche Stu-
die, Fráncfort del Meno, Vervuert, 1997, pp. 15-70; Dietrich BrieseMeister: «El
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telectuales alemanes a ocuparse de temas hispánicos era mayor en-
tre los católicos, por la afinidad confesional y por las simpatías que
les despertaba el buen trato al catolicismo por parte del Estado es-
pañol en contraste con la Kulturkampf alemana. Hispanistas germa-
nos destacados como Ernst Robert Curtius o Karl Vossler, e incluso
científicos sociales como Alfred Rühl, teorizaron sobre la esencia de
la cultura española y su significado en el contexto europeo 10.
Este auge del hispanismo alemán fue de la mano del crecimiento
del interés de la diplomacia cultural germana por España. Tras la
derrota en la Gran Guerra de 1914-1918, Alemania había conver-
tido a España, dada su neutralidad en el conflicto, en objetivo prio-
ritario de su política cultural exterior 11. Se esperaba que esta polí-
tica actuase como «multiplicador» 12 refinado de la influencia sobre
auge del hispanismo alemán (1918-1933)», en Jaime de salas y Dietrich Briese-
Meister (eds.): Las influencias de las culturas académicas alemana y española desde
1898 hasta 1936, Fráncfort del Meno, Iberoamericana, 2000, pp. 267-286, y Hans
jurestschke: «Das Spanienbild der deutschen Hispanistik», en Miguel Ángel Vega
cernuda (ed.): España y Europa: estudios de crítica cultural. Obras completas de
Hans Juretschke, vol. III, Madrid, Editorial Complutense, 2001, pp. 1129-1136.
10 Véanse Ernst Robert curtius: «Spanische Kulturprobleme der Gegenwart»,
Hochland, 13 (1926), pp. 678-691, y Karl Vossler: «Die Bedeutung der Spanischen
Kultur für Europa», Deutsche Vierteljahresschrift für Literaturwissenschaft und Geis-
tesgeschichte, 1 (1930), pp. 33-60. Sobre Rühl véase Marició janué i Miret: «Sub-
desarrollo y ética económica. La mirada de un científico social alemán a la España
de entreguerras», Arbor, 726 (2007), pp. 523-536.
11 Véanse Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania en Es-
paña en el periodo de entreguerras, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, 2002; Marició janué i Miret: «Autorrepresentación nacional y conflicto
sociopolítico: Alemania en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929»,
Spagna Contemporanea, 31 (2007), pp. 113-136; íd.: «Im Spiegel der deutschen
Wissenschaft und Kultur: Stipendiaten der Junta para Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas (JAE) in Deutschland/La ciencia y la cultura alemanas
como espejo: pensionados de la Junta para Ampliación de Estudios e Investiga-
ciones Científicas (JAE) en Alemania», en Sandra reBok (ed.): Traspasar fronteras.
Un siglo de intercambio científico/Über Grenzen Hinaus. Ein Jahrhundert Deutsch-
Spanische Wissenschaftsbeziehungen, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, 2010, pp. 169-191, y Ernst W. PöPPinghaus: Moralische Eroberungen?
Kultur und Politik in den deutsch-spanischen Beziehungen der Jahre 1919 bis 1933,
Fráncfort del Meno, Vervuert, 1999.
12 Sobre este concepto véase Oliver gliech: «Lateinamerikanische “Multi-
plikatoren” im Visier. Kulturpolitische Konzeptionen für das Ibero-Amerikanis-
che Institut zum Zeitpunkt seiner Gründung», en Reinhard liehr, Günther Mai-
hold y Günter VollMer (eds.): Ein Institut und sein General. Wilhelm Faupel und
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las elites españolas para que sus decisiones fueran favorables a los
intereses alemanes. Entre 1917 y 1931, las tres escuelas alemanas
existentes hasta entonces en España pasaron a ser doce 13; en 1923
se fundó en Barcelona el Centro Alemán de Estudios e Intercam-
bio/Deutsche Wissenschaftliche Vermittlungsstelle (en adelante
DWV) y dos años más tarde, en Madrid, el Centro de Intercambio
Intelectual Germano-Español/Arbeitsstelle für Deutsch- Spanische
Wissenschaftbeziehungen (en adelante ADW), ambos con apoyo
económico del Auswärtiges Amt (en adelante AA); en 1931, el Ser-
vicio Alemán de Intercambio Académico/Deutscher Akademischer
Austausch Dienst (en adelante DAAD), creado seis años antes,
inauguró una oficina subsidiaria en Madrid.
Es relevante tener en cuenta que la diplomacia cultural germana
en relación con España no solo consideró la expansión de la cul-
tura germana en España, sino que también incorporó la difusión de
la cultura hispánica en Alemania, apoyando la institucionalización
de la hispanística germana. En 1917 se inauguró el Instituto Ibero-
Americano de Hamburgo/Ibero-Amerikanisches Institut Hamburg
(en adelante IAI-H). En 1926, la Sociedad Gorres/Görresgesells-
chaft (en adelante GG), instituto científico alemán de orientación
católica, creó una sede en Madrid y, desde 1928, editó los Spanis-
che Forschungen der Görresgesellschaft (en adelante SFGG), una de
las más prestigiosas revistas alemanas sobre cultura hispánica 14. En
1930 se fundó el Instituto Ibero-Americano/Ibero-Amerikanisches
Institut (en adelante IAI) de Berlín 15. El año siguiente se inauguró,
también en Berlín, la Sociedad Germano-Española/Deutsch-Spa-
nische Gesellschaft (en adelante DSG) 16. Numerosos intelectuales
das Ibero-Amerikanische Institut in der Zeit der Nationalsozialismus, Fráncfort del
Meno, Vervuert, 2003, pp. 17-66.
13 Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania..., pp. 124-125.
14 Ibid., pp. 48-56, y Thomas BräutigaM: Hispanistik im Dritten Reich...,
pp. 109-111.
15 Reinhard liehr, Günther Maihold y Günter VollMer (eds.): Ein Institut
und sein General. Wilhelm Faupel und das Ibero-Amerikanische Institut in der Zeit
der Nationalsozialismus, Fráncfort del Meno, Vervuert, 2003.
16 Marició janué i Miret: «La cultura como instrumento de la influencia ale-
mana en España: la Sociedad Germano-Española de Berlín (1930-1945)», Ayer,
69 (2008), pp. 21-45, e íd.: «Imperialismus durch auswärtige Kulturpolitik: die
Deutsch-Spanische Gesellschaft als “zwischenstaatlicher Verband” unter dem Na-
tionalsozialismus», German Studies Review, 31, 1 (2008), pp. 109-132.
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y académicos alemanes especialistas en temas hispánicos se vincu-
laron a estas instituciones, que se convirtieron en referentes para el
establecimiento de redes intelectuales y académicas.
Incompatibilidad de la Segunda República con el carácter
nacional español
Con la llegada al poder de los nacionalsocialistas, también las
instituciones vinculadas a las relaciones culturales hispano-germa-
nas fueron forzadas a reorganizarse para adaptarse a la dictadura
(Gleichschaltung). En el caso de la DSG, en 1936 pasó a presidirla
Wilhelm Faupel, un militar retirado, quien ya desde 1934 era presi-
dente del IAI 17. La antipatía mutua entre los regímenes nazi y de la
Segunda República ocasionó fricciones en las relaciones entre am-
bos países. Los intelectuales alemanes, que en estos años se ocupa-
ron del tema de la esencia del español, incorporaron a sus obras
tres aspectos: los vínculos entre el carácter y la cultura españoles y
el advenimiento del régimen republicano; la incompatibilidad de la
República con la naturaleza de la nación española, y el contraste en-
tre los sistemas políticos republicano español y el nazi.
Un ejemplo lo tenemos en Herbert von Beckerath, catedrá-
tico en economía, quien desde 1925 dirigía el Instituto de Cien-
cias Económicas y Sociales (Institut für Gesellschafts- und Wirts-
chaftswissenschaften). Beckerath era conocido en los círculos de la
diplomacia cultural alemana en España, puesto que en 1932 había
impartido en la DWV una conferencia sobre «La crisis económica
de Alemania» y en 1934 impartiría otra en la ADW sobre «Auto-
ridad estatal y libertad económica» 18. Recién instalado el régimen
nacionalsocialista publicó un librito sobre España desde la Revolu-
ción, que era el resultado de una conferencia pronunciada el año
anterior en la Escuela Superior Alemana de Politología/Deutsche
17 Oliver gliech: «Wilhelm Faupel. Generalstabsoffizier, Militärberater, Prä-
sident des Ibero-Amerikanischen Instituts», en Reinhard liehr, Günther Mai-
hold y Günter VollMer (eds.): Ein Institut und sein General. Wilhelm Faupel und
das Ibero-Amerikanische Institut in der Zeit der Nationalsozialismus, Fráncfort del
Meno, Vervuert, 2003, pp. 131-279.
18 Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania..., pp. 212 y
302-303.
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Hochschule für Politik (en adelante DHP), dependiente del Minis-
terio de Ilustración Popular y Propaganda del Reich/Reichsminis-
terium für Volksaufklärung und Propaganda (en adelante RMVP) 19.
En este texto, Beckerath subraya los dos rasgos que considera más
significativos de la naturaleza de España: el ser histórica y cultural-
mente una tierra intermedia, a la vez, entre África y Europa, y en-
tre oriente y occidente, lo que había obstaculizado la definición de
su ser nacional, y el ser un país geográficamente aislado con gran-
des diferencias entre sus regiones interiores y con graves dificulta-
des de comunicación entre estas y con el exterior.
A pesar de estas diferencias, destaca el autor tres elementos que
los españoles sí comparten: la deficiente educación, el individua-
lismo y el hábito de vida católico y fanatismo religioso. Considera
que con estos tres elementos encajaba bien el sistema caciquil de la
monarquía de la Restauración, instalada desde finales de 1874. Sin
embargo, el desastre colonial de 1898 hizo que este sistema entrara
en crisis, desatando reivindicaciones de regeneración. La monarquía
intentó acallar estas demandas imponiendo, en 1923, la reacciona-
ria dictadura de Primo de Rivera. Como consecuencia, según Bec-
kerath, la idea de la revolución republicana, que en principio se ha-
bía originado entre los sectores socialistas, obreristas y masones, fue
ampliando apoyos. Sin embargo, sostiene el autor que las ideas so-
cialistas no se correspondían con la estructura social española, en su
mayoría agraria y pequeño-burguesa. Esto explicaría que las fuerzas
socialistas que habían encabezado la revolución republicana hubie-
ran tenido que recurrir a valores democrático-burgueses. Beckerath
distingue dos fuentes de problemas para la supervivencia del régi-
men republicano: el carácter exclusivamente intelectual de la clase
política, ausente de representantes de los sectores productivos, y la
inmensidad de las reformas que se había propuesto: la agraria, la del
poder de la Iglesia y la descentralización regional.
En otro texto titulado España y Alemania, publicado el mismo
año, Beckerath comparó las «revoluciones» republicana y nacio-
nalsocialista. Se trata de uno de los capítulos de una obra colec-
tiva en lengua española destinada al fomento de las relaciones entre
Iberoamérica y la Alemania nazi, que constituye una edición espe-
19 Herbert Von Beckerath: Spanien seit der Revolution, Leipzig-Berlín, Teub-
ner, 1933.
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cial de la revista Zeitschrift für Politik (en adelante ZfP), órgano de
la DHP 20. El principal editor del libro era Faupel, el futuro presi-
dente del IAI y la DSG. Al año siguiente a la aparición del libro,
la ZfP publicó el texto de Beckerath como artículo en alemán 21.
En sus páginas, el autor define la revolución republicana española
como burguesa antifeudal y anticlerical, la cual en Alemania ya se
había superado. En el país germano también se había vencido ya
la tentación marxista, aún presente en España. El autor profetiza
que, al igual que ya lo había conseguido Alemania, España encon-
traría, tras la fase republicana, la forma política que se correspon-
día con su carácter nacional, la de un catolicismo renovado. Enton-
ces ambos países podrían reconocerse mutuamente las semejanzas
que compartían.
Beckerath es el único de los autores que aquí comentamos
que más tarde se enemistó con el nacionalsocialismo y acabó emi-
grando a Estados Unidos, donde durante la Segunda Guerra Mun-
dial publicaría una obra de denuncia contra la amoralidad del to-
talitarismo 22.
En el libro editado por Faupel que acabamos de mencionar
contribuyó también Alfons Adams con un capítulo donde vincula
la cultura española al establecimiento del régimen republicano 23.
Adams, con formación en filosofía, teología y derecho, era desde
finales de 1929 director de la ADW, cargo que desempeñó hasta
1936 24. También fue secretario del Grupo Alemán de la Unión In-
telectual Española (en adelante GAUIE) creado en 1930, dedicado
a fomentar los intercambios intelectuales entre España y Alemania.
Asimismo, Adams, de confesión católica, era miembro de la GG.
20 Herbert Von Beckerath: «España y Alemania», en Wilhelm FauPel et al.:
Ibero-América y Alemania. Obra colectiva sobre las relaciones amistosas, desarme e
igualdad de derechos, Berlín, Carl Heymanns, 1933, pp. 148-152.
21 Herbert Von Beckerath: «Spanien und Deutschland», Zeitschrift für Politik,
4 (1934), pp. 217-221.
22 Herbert Von Beckerath: In Defense of the West: A Political and Economic
Study, Durham, Duke University, 1942.
23 Alfons adaMs: «Aspectos culturales de la República española», en Wilhelm
FauPel et al.: Ibero-América y Alemania. Obra colectiva sobre las relaciones amis-
tosas, desarme e igualdad de derechos, Berlín, Carl Heymanns, 1933, pp. 141-147.
24 Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania..., esp. pp. 87-
90, 195-208 y 271-300.
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Sus argumentaciones en el capítulo del libro al que nos estamos re-
firiendo son concurrentes con las de Beckerath.
En un artículo posterior publicado en lengua alemana en la re-
vista órgano del DAAD, se propone Adams mejorar el entendi-
miento entre los regímenes de Alemania y España 25. Para lograrlo,
considera necesario explicar la naturaleza del pueblo y la cultura
españoles. Se lamenta el autor de que la cultura española sea me-
nospreciada internacionalmente sobre la base de visiones erróneas,
que clasifica en dos tipos: la romántica, que ensalza la perpetua-
ción, singularidad y heterogeneidad de sus costumbres, y la que
considera a su cultura y vida espirituales como carentes de toda co-
nexión con la cultura europea. Frente a estos planteamientos, de-
fiende Adams la persistencia de una unidad metafísica y ontológica
entre los españoles, que concreta en su espiritualidad, menos com-
pleja que la del «europeo normal», lo que no significa inferior. Se-
gún este autor, el español se acercaba a las cosas del mundo de ma-
nera intuitiva, sin pensamiento racional ni formulación teórica. En
la relación con las personas, lo que le resultaba decisivo era la sim-
patía. A partir de este punto, pasa Adams a explicar las razones del
advenimiento de la Segunda República, que califica como una re-
volución nacional-patriótica reformadora surgida como reacción al
juicio internacional negativo sobre España, fundamentado en el do-
minio de la monarquía y el excesivo poder de la Iglesia. Deriva de
ello el autor el que sectores cada vez más amplios de la sociedad es-
pañola hubieran pasado a ver en la eliminación de estos dos facto-
res la condición necesaria para el resurgimiento del país. En cuanto
al contraste con la revolución nacionalsocialista, coincide aquí
Adams otra vez con Beckerath en el carácter renovador de ambas
revoluciones, aunque su contenido ideológico fuera muy diferente:
con la revolución de 1931 España quería sumarse a la modernidad,
mientras que la revolución nacionalsocialista quería liquidar esta
modernidad y empezar una nueva.
25 Alfons adaMs: «Zur Erkenntnis Spaniens», Hochschule und Ausland, 12
(1934), pp. 20-29.
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Carácter nacional español y legitimación del golpe franquista
La irrupción de la Guerra Civil española en el verano de 1936
otorgó a los ojos de las autoridades nacionalsocialistas un renovado
significado a las relaciones germano-españolas 26. Según la explica-
ción oficial alemana, la razón principal de la guerra española era la
lucha contra el comunismo, lo que concordaba con una de las mi-
siones fundamentales del régimen nazi en Europa 27. También en
esta coyuntura, los esfuerzos nazis para incentivar la colaboración
cultural consideraron la vertiente de la promoción de la cultura es-
pañola en Alemania. Con su fomento, se buscaba prevenir suspica-
cias por parte de las autoridades franquistas ante los esfuerzos na-
zis de acercamiento cultural transmitiendo un mensaje de interés y
consideración por la cultura hispánica. No es baladí que fuera pre-
cisamente a Faupel a quien se nombró primer encargado de nego-
cios alemán y, poco más tarde, embajador en la España de Franco,
aunque pronto fue relevado del cargo por su rechazo a subordinar
a las directrices franquistas sus relaciones con la Falange, el partido
fascista español. A continuación, se reincorporó a la presidencia de
la DSG, dando un espectacular impulso a sus actividades 28.
En cuanto a los intelectuales alemanes que escribieron sobre el
carácter de España durante la Guerra Civil, su prioridad pasó a ser
la legitimación del levantamiento franquista sobre la base, por un
lado, del signo antinacional, y, por tanto, contrario al espíritu es-
pañol, del régimen republicano, y, por otro, de la adecuación de la
ideología falangista al espíritu español.
26 Marició janué i Miret: «Relaciones culturales en el “nuevo orden”: la Ale-
mania nazi y la España de Franco», Hispania, 75, 251 (2015), pp. 805-832, e íd.:
«The Role of Culture in German-Spanish Relations During Nationalsocialism»,
en Fernando clara y Cláudia ninhos (eds.): Nazi Germany and Southern Europe,
1933-1945. Science, Culture and Politics, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2015,
pp. 84-104.
27 Walter L. Bernecker: «Alemania y España en la época del nacionalsocia-
lismo», en Miguel Ángel Vega cernuda y Henning wegener (eds.): España y Ale-
mania. Percepciones mutuas de cinco siglos de historia, Madrid, Editorial Com-
plutense, 2002, pp. 155-181, esp. pp. 161-165, y Jesús de la hera Martínez: La
política cultural de Alemania..., pp. 343-357.
28 Marició janué i Millet: «La cultura como instrumento...», e íd.: «Imperialis-
mus durch auswärtige Kulturpolitik...».
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
236 Ayer 118/2020 (2): 225-253
Uno de los romanistas e hispanistas destacados que se afanó
por legitimar el golpe de Estado franquista fue Edmund Schramm.
Schramm estaba bien situado en las redes de la diplomacia cultu-
ral alemana, puesto que fue profesor del Colegio Alemán de Ma-
drid y también estuvo vinculado al ADW, donde de 1926 a 1929
había participado en la edición de las revistas Investigación y Pro-
greso y Boletín Bibliográfico 29. También fue miembro del GAUIE
y de la GG, habiendo publicado en los SFGG. Se había habilitado
en Greifswald bajo la dirección de Petriconi —de quien hablaremos
más adelante— 30 con una investigación sobre el antiliberal español
Donoso Cortés que publicaría el IAI-H 31. A finales de 1936 impar-
tió una conferencia en la Universidad de Greifswald con la finalidad
de explicar las precondiciones de la Guerra Civil, que también pu-
blicó la ya mencionada ZfP 32. Schramm argumenta en el texto que
la razón fundamental de la guerra española era el previo fracaso de
España en la creación de un Estado nacional. Este fracaso había ve-
nido condicionado por la disolución del Imperio español y la pér-
dida de la lucha por la unidad religiosa de Europa. De ello se había
derivado la marginación de España en el continente europeo.
No obstante, explica el autor, el Desastre de 1898 originó un
movimiento de reforma del que los escritores de la Generación
del 98 —sobre los cuales él había tratado con anterioridad— 33
eran exponentes. Estos intelectuales buscaban nuevos valores y
vías de desarrollo para la nación. Sin embargo, sostiene Schramm,
la debilidad de la conciencia nacional española impidió que con-
siguieran superarse las tensiones políticas. Estas tensiones, junto
con las insuficiencias de las prestaciones sociales del Estado, oca-
29 Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania..., esp. pp. XIII,
21, 53, 61, 63, 87, 89, 130, 355, 435, 469 y 483.
30 Junto a los ya mencionados Vossler, Petriconi, Schramm y Grossman —tam-
bién trataremos de él en las páginas que siguen— se encuentra entre los diez «au-
ténticos hispanistas» alemanes de la etapa, Thomas BräutigaM: Hispanistik im Drit-
ten Reich..., p. 103.
31 Edmund schraMM: Donoso Cortés. Leben und Werk eines spanischen Antili-
beralen, Hamburgo, Ibero-Amerikanisches Institut, 1935.
32 Edmund schraMM: «Die geistigen und politischen Voraussetzungen des spa-
nischen Bürgerkrieges», Zeitschrift für Politik, 27 (1937), pp. 41-59.
33 Edmund schraMM: «Nationale Kulturprobleme in der neueren spanischen
Literatur», Germanisch-Romanische Monatschrift, 21 (1933), pp. 111-125.
Ayer 118/2020 (2): 225-253 237
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
sionaron el advenimiento de la Segunda República. En este punto,
el autor pasa a abordar las limitaciones del régimen republicano,
que —sostiene— fue traído por los intelectuales y era extraño
al pueblo; un pueblo que, por otro lado, estaba desunido y ne-
cesitado de renovación social. Dado que estos factores imposi-
bilitaban todo resurgimiento y que la única alternativa era entre
el Frente Rojo y el fascismo español, el levantamiento militar de
Franco perseguía unir a los diferentes grupos políticos que desea-
ban evitar la bolchevización de España.
Ya en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Schramm pu-
blicaría un libro cuyas tesis complementan las que acabamos de ex-
poner 34. La acentuada intencionalidad política de la publicación se
pone con claridad de manifiesto si consideramos que fue editada
por la Deutsche Informationsstelle, que era un departamento del
Deutsches Institut für Aussenpolitische Forschung controlado por
el AA 35. El cuerpo del trabajo lo constituye una recopilación de do-
cumentos para demostrar la implicación militar y propagandística
de Francia en favor de la Segunda República durante la Guerra Ci-
vil. Sin embargo, el apartado más sugestivo del texto es el introduc-
torio sobre la actitud de Francia frente a España en perspectiva his-
tórica. Según Schramm, Francia apoyó a la República porque sus
intereses imperialistas estaban vinculados al mantenimiento de Es-
paña como un país débil. El advenimiento de la República española
potenció el imperialismo cultural francés y su ideal político de la
democracia occidental sobre España. En consecuencia, la Segunda
República era incapaz de liberar a España de su impotencia polí-
tica. No obstante, en esta España surgieron las fuerzas que habrían
de acabar con la República, lo que no interesaba a Francia que, sin
embargo, no pudo impedir el triunfo de Franco.
También importó justificar el golpe de Estado franquista al ro-
manista, hispanista y violinista alemán Werner Beinhauer. Bein-
34 Edmund schraMM: Frankreichs Einmischung im spanischen Bürgerkrieg, Ber-
lín, Deutsche Informationsstelle, 1940.
35 Gideon Botsch: «Politische Wissenschaft» im Zweiten Weltkrieg. Die
«Deutschen Auslandswissenschaften» im Einsatz, 1940-1945, Paderborn-Múnich-
Viena-Zúrich, Ferdinand Schöningh, 2006, p. 263, y Eckardt Michels: Das deuts-
che Institut in Paris, 1940-1944. Ein Beitrag zu den deutsch-französischen Kultur-
beziehungen und zur auswärtigen Kulturpolitik des Dritten Reiches, Stuttgart, Franz
Steiner, 1993, pp. 37.
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
238 Ayer 118/2020 (2): 225-253
hauer había estudiado Filología Románica en la Universidad de
Bonn. Durante sus estudios pasó tres años en Madrid, donde fue
discípulo del prestigioso especialista de la literatura clásica espa-
ñola Américo Castro. Consiguió su doctorado bajo la dirección del
notorio romanista e hispanista Leo Spitzer con una tesis sobre el
lenguaje coloquial español, temática en la que se convirtió en una
autoridad reconocida a nivel internacional. Fue profesor en las Uni-
versidades de Colonia y Bonn. En 1937 publicó un libro dedicado
al «carácter nacional español» dirigido al público germano 36. Parte
del contenido del libro había aparecido publicado en el periódico
Deutsche Bergwerkszeitung (en adelante DW), de la zona minera
del Ruhr, como una serie de artículos con el encabezamiento co-
mún de Spanische Menschen (tipos humanos españoles) 37. Para el
autor, la principal peculiaridad del carácter español era el respeto
a la dignidad de las personas por encima de la consideración de
atributos burgueses como los logros y méritos. Vinculado a ello,
existía la importancia que el español otorgaba a la libertad indivi-
dual, lo que comportaba su tendencia al anarquismo y la indisci-
plina. Esto explicaba, según Beinhauer, la dificultad del pueblo es-
pañol para organizar la sociedad y ser gobernado. El fundamento
de esta concepción de la dignidad humana lo encontraba en la re-
ligiosidad cristiana. En el caso de las mujeres, su religiosidad, pu-
dor y recato eran opuestos a la imagen de la «Carmen» de la no-
vela de Prosper Mérimée —inspiradora de la homónima ópera de
Bizet—, lo que demostraba la ignorancia internacional sobre la na-
turaleza del español.
El autor subrayaba la prioridad que el español concedía al fa-
llo de la sociedad, las apariencias y las convenciones, que ponía por
delante de la profesión, el trabajo y el ahorro. Asimismo, relacio-
naba la soberbia e hidalguía españolas con un orgullo indiferente
a los logros materiales y el dinero, lo que explicaba el desprendi-
miento e indolencia del español. De la misma manera, Beinhauer
atribuía como características del español la genialidad y la pasión
del artista, ligadas a la inconstancia, la improvisación y el desprecio
36 Werner Beinhauer: Der spanische Nationalcharakter, Paderborn, Ferdinand
Schöningh, 1937.
37 Deutsche Bergwerkzeitung, 17 y 24 de noviembre, y 10, 20 y 25 de diciembre
de 1936, y 5 de enero de 1937.
Ayer 118/2020 (2): 225-253 239
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
de la técnica. Con todo, al parecer del autor, la Guerra Civil había
obligado al pueblo español a ceder a la necesidad de subordinar y
posponer los intereses individuales frente a los de la sociedad. En
este punto, esboza Beinhauer la que, a su parecer, era la misión de
la «España Nacional», a saber, realizar la síntesis que armonice las
exigencias de la modernidad con la espiritualidad española. En el
último capítulo del libro, dedicado a «El trasfondo humano de la
Guerra Civil», el autor, de manera similar a otros autores que he-
mos visto, subrayaba la incompatibilidad entre el individualismo es-
pañol y las ideas socialistas y comunistas. Asimismo, la adecuación
del carácter revolucionario y modernizador de la Falange, compati-
ble con la religiosidad tradicional, a los retos de futuro de España,
vinculados al acrecentamiento de la igualdad social y el sentido del
bien común. Beinhauer insiste en que la nueva España Nacional no
debía apoyarse solo en la derecha tradicional, puesto que solo el
programa modernizador del falangismo podía superar las carencias
del país. Es significativo que este último apartado se suprimiera en
la versión en lengua española del libro publicada en 1944, lo que
se entiende teniendo en cuenta que entonces hacía ya tiempo que
Franco había «puesto en su lugar» a los sectores más radicales de
la Falange, lo que lo convertía en desaconsejable 38.
Al año siguiente de la publicación de la versión alemana del li-
bro que acabamos de comentar, Beinhauer editó un compendió de
textos representativos de los grupos ideológicos de la España fran-
quista 39. Entre los autores compendiados se encontraba el escritor
regeneracionista e ideólogo neotradicionalista Ramiro de Maeztu,
difusor del concepto de hispanidad —del que nos ocuparemos más
adelante—, y, asimismo, el dictador Francisco Franco, de quien re-
produce un discurso sobre su programa para la «Nueva España».
La obra se cierra con la copia del programa de Falange. Aunque
los textos están reproducidos en la lengua original española, es-
tán dirigidos al público alemán, como lo indica el anexo con notas
aclaratorias del vocabulario español. El libro constituye el segundo
volumen de una «colección española» de la editorial alemana Schö-
38 Werner Beinhauer: El carácter español, Madrid, Ediciones Nueva Época,
1944.
39 Werner Beinhauer (ed.): La Nueva España, Paderborn-Viena-Zúrich, Ferdi-
nand Schöningh-Raimund Fürlinger-B. Götschmann, 1938.
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
240 Ayer 118/2020 (2): 225-253
ningh, que ya había publicado la versión alemana del libro de Bein-
hauer sobre el carácter español. Del resto de la colección solo cono-
cemos el anterior primer número, que se ocupa, precisamente, del
tema de la hispanidad 40.
En cuanto a Beinhauer, parece que en 1939 fue interrogado por la
Gestapo por unas declaraciones contrarias al nacionalsocialismo y ex-
pulsado de la Universidad 41. Sin embargo, si nos atenemos a la fecha
de la traducción española del libro sobre el carácter español, siguió
apoyando sin vacilaciones la causa franquista. Durante la Segunda
Guerra Mundial fue capitán del ejército alemán y fue hecho prisio-
nero por la Unión Soviética, donde permaneció cautivo nueve años.
En 1966, el Gobierno español le otorgó la cruz al mérito civil.
También el historiador alemán especializado en temas his-
pánicos y latinoamericanos más reconocido de la etapa, Richard
Konetzke, se interesó por el carácter nacional español. Aunque
tradicionalmente se ha descrito su obra como un ejemplo de distan-
ciamiento consciente respecto a la publicística propagandista, aná-
lisis más recientes han cuestionado su imagen de neutralidad y ob-
jetividad científica 42. En 1939 publicó un volumen sobre la historia
de los pueblos español y portugués 43 donde, focalizando la historia
de España en función de su proceso de formación como Estado na-
cional orgánico, incorporó un lenguaje premeditadamente sugestivo
de planteamientos racistas 44. Esto ha permitido calificar su obra
como «representativa de una historiografía considerablemente con-
dicionada por el nacionalsocialismo en sus intereses, en sus estrate-
gias argumentales y, sobre todo, en su lenguaje» 45.
40 Friedrich schluPP: La epopeya española en las Américas, Paderborn-Viena-
Zúrich, Ferdinand Schöningh-Raimund Fürlinger-B. Götschmann, 1938.
41 Ursula doetsch: «Necrología. In memoriam Werner Beinhauer (1896-
1983)», Revista de Filología Española, 64, 1-2 (1984), pp. 161-164.
42 Thomas BräutigaM: Hispanistik im Dritten Reich..., pp. 106 y 229-245. Se-
guimos, sobre todo, a Antonio sáez arance: «Entre la “Volksgeschichte” alemana
y la historiografía nacionalista del franquismo: una relectura de las primeras pu-
blicaciones de Richard Konetzke sobre España (1929-1946)», Ayer, 69 (2008),
pp. 73-99.
43 Richard konetzke: Geschichte des spanischen und portugiesischen Volkes,
Leipzig, Bibliographisches Institut, 1939.
44 Antonio sáez arance: «Entre la “Volksgeschichte” alemana...», pp. 84-85,
quien cita a Thomas BräutigaM: Hispanistik im Dritten Reich..., pp. 235 y ss.
45 Antonio sáez arance: «Entre la “Volksgeschichte” alemana...», pp. 90-92.
Ayer 118/2020 (2): 225-253 241
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
Konetzke publicaría en 1943 su obra más famosa dedicada al
Imperio español 46, donde se manifiesta una «relación casi sim-
bólica entre el aparato conceptual y el lenguaje político del
nacionalsocialismo» 47. Defiende el autor en esta la legitimidad de
la idea imperial y la vigencia de una conciencia de misión europea
basada en la supuesta superioridad civilizadora. En este marco, el
autor sostiene la función europeizadora de España a lo largo de la
historia, así como su contribución a la historia universal en su con-
junto. Este libro sería traducido en 1946 al español 48, si bien con
significativos matices en las expresiones empleadas, que en la nueva
coyuntura huyen de la asociación con el nacionalsocialismo, asimi-
lándose a los lugares comunes de la historiografía franquista 49.
Entre 1944 y 1952, Konetzke trabajó como investigador en Es-
paña, entre otros, becado por el Consejo Superior de Investiga-
ciones Científicas, incorporándose más tarde a la Universidad de
Colonia.
La hispanidad como modelo para la imposición
del «Nuevo Orden» 50
En enero de 1939, tres meses antes del fin de la Guerra Civil,
España y Alemania firmaron un Convenio sobre la Colaboración
Espiritual y Cultural 51, aunque nunca llegó a ser ratificado debido
a la oposición del Vaticano y la jerarquía de la Iglesia católica es-
pañola 52. Con todo, acabada la guerra, el régimen nacionalsocialista
se encontraba en una posición favorable para ejercer influencia so-
46 Richard konetzke: Das Spanische Weltreich: Grundlagen und Entstehung,
Múnich, Georg D. W. Callwey, 1943.
47 Antonio sáez arance: «Entre la “Volksgeschichte” alemana...», pp. 92-93.
48 Richard konetzke: El Imperio español. Orígenes y fundamentos, Madrid,
Ediciones Nueva Época, 1946.
49 Antonio sáez arance: «Entre la “Volksgeschichte” alemana...», pp. 94-96.
50 Se refiere a la denominación otorgada por la Alemania nacionalsocialista a su
proyecto de establecer una nueva organización de Europa bajo su dominio. Véase
Martin G. BenjaMin: The Nazi-Fascist New Order..., p. 1.
51 Jesús de la hera Martínez: La política cultural de Alemania..., pp. 404-431.
52 Antonio Marquina Barrio: «La Iglesia española y los planes culturales ale-
manes para España», Razón y Fe, 975 (1979), pp. 354-370.
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
242 Ayer 118/2020 (2): 225-253
bre la política, la cultura y la ciencia españolas gracias a su contri-
bución a la victoria de Franco y al apoyo de las elites académicas
germanófilas españolas.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial incrementó el inte-
rés nacionalsocialista en vincular España a su causa 53, dado que la
industria de guerra alemana se convirtió en dependiente de los su-
ministros españoles 54. Derivado de ello, también se intensificaron
los esfuerzos alemanes para el acercamiento cultural. En este es-
cenario, la temática sobre el carácter de España y los españoles si-
guió estando presente en las obras de los intelectuales y académicos
alemanes con prestigio en el ámbito de los estudios hispánicos. Sin
embargo, en un considerable número de sus producciones adquirió
un papel fundamental la difusión de las ideas de la hispanidad, pro-
pugnadas entonces por el imperialismo franquista y consideradas
un instrumento propagandístico útil en el continente americano.
Como es sabido, la doctrina de la «raza de la hispanidad» tiene
su origen en la conmemoración del descubrimiento de América el
12 de octubre de 1492 por Cristóbal Colón, quien estaba al ser-
vicio de los Reyes Católicos. El recuerdo de esta hazaña preten-
día reforzar la imagen de España en América Latina enfatizando
la unidad de los pueblos hispánicos. Sectores políticos conservado-
res promovieron en 1913 denominar a esta conmemoración «Fiesta
de la Raza» o «Día de la Raza». Alrededor de esta festividad, un
grupo de intelectuales institucionalizó un discurso que aspiraba a
la recuperación de España como poder imperial. Vinculado a este
discurso se encontraba el concepto de hispanismo, que afirmaba
la existencia histórica de una cultura española genuina vinculada
al catolicismo. Esta cultura había sido llevada por los españoles a
América transformando a sus habitantes en miembros de la misma
«raza». El hispanismo se oponía al concepto de «panamericanismo»
53 Sobre las relaciones durante la guerra véanse Stanley G. Payne: Franco y
Hitler. España, Alemania, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, Madrid, La
Esfera, 2008; Manuel ros agudo: La guerra secreta de Franco (1935-1945), Barce-
lona, Crítica, 2002, y Klaus-Jörg rühl: Franco, Falange y «Tercer Reich». España en
la Segunda Guerra Mundial, Madrid, Akal, 1986.
54 Sobre las relaciones económicas véanse Rafael garcía Pérez: Franquismo y
Tercer Reich, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1994, y Christian leitz:
Economic Relations between Nazi Germany and Franco’s Spain, 1936-1945, Oxford,
Oxford University Press, 1996.
Ayer 118/2020 (2): 225-253 243
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
de orientación anglosajona. En 1918, un decreto fijó el Día de la
Raza como fiesta nacional de España. En el contexto de la Segunda
República, el hispanismo, que pasó a denominarse hispanidad —tér-
mino que ya hemos dicho fue difundido por Maeztu— 55, se convir-
tió en elemento fundamental de la ideología conservadora.
Los fascistas españoles adoptaron con matices el discurso de la
hispanidad. Por encima de todo, exacerbaron la glorificación del
elemento imperial que, junto al de la «revolución» que había de
restaurarlo, consideraban la precondición para el resurgimiento de
la patria 56. Su comprensión de la hispanidad tenía también una di-
mensión europea. Con la hispanidad expresaban la «misión» de Es-
paña de afirmar su «imperio cultural católico» también en Europa.
Dado que España ya había probado a lo largo de la historia que po-
día ser un imperio, debía volver a serlo, como lo eran el Imperio
alemán y la Italia fascista.
Durante los primeros años de gobierno de Franco, el discurso
de la hispanidad fue empleado como instrumento para reforzar su
posición tanto dentro del país como a nivel internacional 57. En el
interior del país, las políticas de promoción de la hispanidad ser-
vían para legitimar la dictadura conectándola a la «España imperial
y eterna», de la que el régimen se declaraba continuador de su «mi-
55 Ramiro de Maeztu: Defensa de la hispanidad, Madrid, Cultura Española,
1934.
56 Lorenzo delgado lóPez-escalonilla: Imperio de papel. Acción cultural y
política exterior durante el primer franquismo, Madrid, Consejo Superior de In-
vestigaciones Científicas, 1992, pp. 121-129, 251-258, 268-274 y 283-284; Bai-
ley W. diFFie: «The Ideology of Hispanidad», The Hispanic American Historical
Review, 23, 3 (1943), pp. 457-482; Marcela garcía seBastiani y David Marcil-
hacy: «América y la fiesta del 12 de octubre», en Javier Moreno luzón y Xosé
M. núñez seixas (eds.): Ser españoles. Imaginarios nacionalistas en el siglo xx, Bar-
celona, RBA, 2013, pp. 364-398, esp. 381-387; Eduardo gonzález calleja y Fre-
des liMón neVado: La hispanidad como instrumento de combate. Raza e imperio en
la prensa franquista durante la Guerra Civil Española, Madrid, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, 1988, pp. 26-30 y 57-70, e Ismael saz caMPos: España
contra España. Los nacionalismos franquistas, Madrid, Marcial Pons, 2003, pp. 184-
185 y 279-280.
57 William B. Bristol: «Hispanidad in South America», Foreign Affairs, 21
(1942-1943), pp. 312-321; Lorenzo delgado lóPez-escalonilla: Diplomacia fran-
quista y política cultural hacia Iberoamérica, 1939-1953, Madrid, Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, 1988, pp. 8-9, y Eduardo gonzález calleja y Fre-
des liMón neVado: La hispanidad como instrumento de combate..., pp. 74-80.
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
244 Ayer 118/2020 (2): 225-253
sión universal» 58. Fuera del país, en particular a partir del inicio de
la Segunda Guerra Mundial, la hispanidad pretendía incrementar el
valor de la contribución española al nuevo orden europeo.
En Alemania, la Fiesta o Día de la Raza empezó a celebrarse
con regularidad en la etapa de entreguerras. A partir de la funda-
ción del IAI, fue esta la institución encargada de organizar los ac-
tos conmemorativos en la capital alemana 59. Al crearse este insti-
tuto, resulta significativo que sus promotores escogieran el nombre
de «Ibero-Americano» en lugar de «Latinoamericano», porque esta
última denominación era la que propagaba Francia de acuerdo con
sus intereses en América. En cambio, el IAI estaba interesado en
institucionalizar una perspectiva que considerara la historia y cul-
tura de la América Latina como una colonización civilizadora por
parte de los países ibéricos, frenando así la influencia de Estados
Unidos en el subcontinente americano.
Tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas y la poste-
rior Guerra Civil Española, la celebración de la Fiesta de la Raza
por parte del IAI se propuso demostrar las especiales relaciones de
la Alemania nazi con la España franquista 60. La hispanidad enca-
jaba bien con las ambiciones alemanas de prevenir una alianza con-
tinental bajo liderazgo norteamericano. Así, en el verano de 1939,
el AA propuso a las misiones del sur y centroamérica utilizar el
nuevo imperialismo político-cultural español en beneficio de Ale-
mania intensificando las relaciones culturales con España para in-
fluenciar propagandísticamente el continente americano 61. En una
línea parecida, la DSG manifestó en su informe de 1939-1940 que:
«No hay duda de que la amistad entre Alemania y España desde
58 Mercedes BarBeito díez: «El Consejo de la Hispanidad», Espacio, Tiempo
y Forma. Serie V, Historia Contemporánea, 2 (1989), pp. 113-137, y Eduardo gon-
zález calleja y Fredes liMón neVado: La hispanidad como instrumento de com-
bate..., pp. 88-89.
59 Seguimos a Dawid Danilo Bartelt: «Rassismus als politische Inszenierung.
Das Ibero-Amerikanische Institut und der Día de la Raza», en Reinhard liehr,
Günther Maihold y Günter VollMer (eds.): Ein Institut und sein General. Wil-
helm Faupel und das Ibero-Amerikanische Institut in der Zeit der Nationalsozialis-
mus, Fráncfort del Meno, Vervuert, 2003, pp. 67-129.
60 Ibid.
61 Geheimes Staatsarchiv Preußischer Kulturbesitz IHA, Rep. 218, 216, 13 de
julio de 1939.
Ayer 118/2020 (2): 225-253 245
Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
el punto de vista cultural significa para nosotros un puente impor-
tante hacia Ibero-América. Alemania y España tienen el mismo in-
terés en frenar la influencia allí de ingleses y franceses y, sobre
todo, norteamericanos» 62.
La retórica de la Fiesta de la Raza siguió en el Reich las mis-
mas pautas que en la España franquista, reproduciendo la simbolo-
gía que la representaba como madre de las hijas latinoamericanas 63.
En el marco de esta simbología, el IAI se situaba a sí mismo como
«hermano» de España y con ello, a la vez, «tío» de Ibero-América.
De esta política se aprovechaba también España, dado que le faci-
litaba presentarse como compañera de la poderosa Alemania. Con
ello, la celebración de la Fiesta de la Raza simbolizaba también el
consenso intercontinental fascista. De todos modos, en 1942, tras la
entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial contra
Alemania y el subsiguiente rompimiento de las relaciones diplomá-
ticas con el Reich por parte de la mayoría de los países de América
Latina, el AA abolió la Fiesta de la Raza.
La difusión en Alemania de las ideas de la hispanidad fue apo-
yada por diversos intelectuales y académicos germanos prestigiosos.
Entre estos se encuentra el romanista e hispanista, catedrático de la
Universidad de Greifswald, Helmut Petriconi, el director de la te-
sis de Schramm. Petriconi era miembro de la junta directiva de la
DSG, así como del consejo de dirección de Ensayos y Estudios, re-
vista en lengua española editada desde enero de 1939 por el IAI.
En 1941 publicó un texto sobre la imagen de España en la concien-
cia alemana 64, resultado de una conferencia que había pronunciado
a propósito de la inauguración en Barcelona de la Exposición del
Libro Alemán 65. Petriconi situaba el momento decisivo del avance
de las relaciones culturales hispano-germanas en la coronación de
Carlos V a la vez como emperador del Sacro Imperio Romano-Ger-
mánico y como rey de España. También destacaba que en la obra
62 Ibero-Amerikanisches Institut, F 00/10, 929 (las traducciones de citas son
todas mías).
63 Dawid Danilo Bartelt: «Rassismus als politische Inszenierung...».
64 Hellmuth Petriconi: «Das Spanienbild im deutschen Bewusstsein», Geist
der Zeit. Wesen und Gestalt der Völker. Organ des deutschen Akademischen Aus-
tauschdienstes, 19, 2 (1941), pp. 65-75.
65 La Vanguardia, 12 de febrero de 1941.
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literaria alemana más famosa del siglo xVii, Der abenteuerliche Sim-
plicissimus, de Grimmelshausen, se entendía por España al con-
junto del Imperio hispánico, al cual no se hacía crítica alguna, de lo
que deducía la falsedad de la «leyenda negra». El autor vinculaba
el alejamiento parcial y transitorio del siglo xViii entre ambos paí-
ses al fin de la dinastía Habsburgo en España y el consiguiente in-
cremento de la influencia francesa. Afirmaba que en el siglo xix se
produjo una nueva etapa de entusiasmo alemán por la cultura espa-
ñola, aunque fundado en una imagen idealizada de la figura del rey
Felipe II y la Contrarreforma. Explica el autor que, después de la
Primera Guerra Mundial, se tradujeron al alemán las obras de auto-
res como Unamuno y Baroja que, con su redescubrimiento de Cas-
tilla, acercaron a los alemanes a una imagen más realista del país.
En cambio, se lamenta Petriconi de que se siguiera olvidando la fi-
liación esencial entre España y la América hispana. Termina el au-
tor calificando el golpe de Estado franquista como el momento del
resurgimiento de una España consciente de su misión imperial.
También el hispanista Hermann Hüffer, que fue consejero de
cultura de la embajada alemana en Madrid, afirmó en un artículo
en una revista portavoz de la Academia Alemana (Deutsche Aka-
demie) —precedente del actual Goethe-Institut— que la época de
Carlos V había representado el momento culminante del avance de
las relaciones entre Alemania y España 66. Asimismo, en dicho ar-
tículo asociaba la entrada de España en la decadencia al fin de la di-
nastía Habsburgo y el consiguiente alejamiento de Alemania. El au-
tor señala que las relaciones mutuas volverían a emprender el vuelo
en la última década del siglo xViii, como lo ilustraba la obra de los
hermanos Humboldt. Se refiere también a la idealización del Siglo
de Oro español por parte de los románticos alemanes. De la misma
manera, subraya la influencia adquirida en la España del siglo xix
por la escuela del «krausismo», seguidora de la obra del filósofo ale-
mán Krause. A continuación, destaca Hüffer el intenso intercambio
científico y cultural que se produjo al término de la Primera Gue-
rra Mundial. Según el autor, la proclamación de la Segunda Repú-
66 Hermann hüFFer: Deutsch-spanische Kulturbeziehungen in alter und neuer
Zeit, edición especial de la revista de la Deutsche Akademie, Deutsche Kultur im
Leben der Völker, 1, 17 (1942), e íd.: «Las relaciones hispanogermanas durante mil
doscientos años (un resumen)», Revista de Estudios Políticos, 56 (1951), pp. 43-75.
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Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
blica repercutió en un retroceso de las relaciones mutuas, aún más
intenso tras la llegada al poder del nacionalsocialismo. Sin embargo,
las relaciones entre ambos países volverían a mejorar gracias al le-
vantamiento nacional del general Franco y su triunfo. Lo ilustra con
la inauguración en 1941 del Deutsches Kulturinstitut en Madrid, así
como la creación el mismo año en la misma capital española y por
españoles —aunque con apoyo económico del RMVP— de la Aso-
ciación Hispano-Germana. También subraya Hüffer las visitas a
Alemania de destacados intelectuales falangistas por mediación de
la DSG. El artículo fue publicado ya acabada hacía tiempo la Se-
gunda Guerra Mundial en la Revista de Estudios Políticos, publica-
ción oficial del Instituto de Estudios Políticos.
De la misma manera, durante la Segunda Guerra Mundial el re-
conocido hispanista profesor de la Universidad de Hamburgo Ru-
dolf Grossmann puso el acento en la nueva misión europea de la
España franquista. Grossmann era director del IAI-H desde 1936
y uno de los dos autores del diccionario de las lenguas española y
alemana Slaby/Grossmann (1932-1937). En 1941 publicó un ar-
tículo en la revista órgano del IAI-H donde predecía el resurgi-
miento de España como una gran potencia 67. Afirma allí el autor
que a lo largo de la historia la responsabilidad de España ante Eu-
ropa había consistido en defenderla de la penetración extranjera.
La fecha clave sería 1492, cuando España culminó la Reconquista
venciendo definitivamente al Islam y expulsando a los judíos. Según
Grossmann, tuvo lugar en la misma fecha un tercer hito histórico
fundamental, el descubrimiento de América, que extendió el cristia-
nismo occidental a Ultramar. El autor compara el significado histó-
rico de estos logros con los de la Alemania nacionalsocialista. Con-
sidera que estas consecuciones se encuentran en la base del espíritu
del pueblo español hasta el presente.
Sin embargo, la etapa contemporánea había comportado la in-
troducción de dos elementos debilitadores del espíritu español: el
enfrentamiento entre pensamiento liberal y tradición eclesiástica, y
las luchas particularistas entre sus regiones interiores. La pérdida
de las últimas colonias en 1898 significó la degradación de España
a un país de segunda clase, provocando un hundimiento espiritual
67 Rudolf grossMann: «Spanien wird wieder Grossmacht», Ibero-Amerikanis-
che Rundschau, 6 (1941), pp. 126-129.
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de la nación. Los primeros en reaccionar fueron los intelectuales,
que originaron un movimiento de renovación, aunque sin interve-
nir políticamente. En consecuencia, señala Grossmann, el país cayó
en un desorden político que culminó con la caída de la monarquía
y la llegada de la Segunda República. El autor califica el régimen
republicano como «el último capítulo oscuro del drama español»,
cuando quedaron disueltos todos los vestigios del orden estatal. En
su opinión, ahora «había llegado el momento en que España ha-
bía de cumplir de nuevo con su misión europea, la de ser puerta
de vigilancia contra los enemigos de occidente». Grossmann señala
como agente de esta tarea histórica al general Franco, que podía
apoyarse en la Falange, partido que llevaría a la práctica política las
ideas de los reformistas de la Generación del 98. Al parecer del au-
tor, con su mirada al fascismo y al nacionalsocialismo, la Falange se
vinculaba a la Europa más nueva y creativa. Además, con la reno-
vación de los sectores tradicionalistas, Franco había posibilitado un
movimiento político unitario en favor de las nuevas ideas, lo que
permitía compararlo con el Duce italiano y el Führer alemán. Cul-
minaba el autor reafirmándose en que el nuevo Estado español uni-
tario pondría las bases para que el país se convirtiera de nuevo en
una gran potencia.
En publicaciones posteriores, Grossmann trataría también la
cuestión de la esencia de la cultura y el carácter de los españoles.
Lo haría, primero, desde la misma revista órgano del IAI-H 68 y,
más tarde, en un librito editado por la filial de la DSG en Leipzig
resultado de una conferencia impartida allí a inicios de 1943 69. Sus
planteamientos siguen muy de cerca a los anteriormente comenta-
dos de Beinhauer. Determina como principal elemento de unidad
de la cultura española a la «humanidad», de la cual se derivarían el
orgullo y la humildad del español. Estos rasgos estarían fundamen-
tados en la religiosidad cristiana. Según Grossmann, la humanidad
española estaba en contradicción con las luchas sociales y de clase
de la época capitalista. Por tanto, necesariamente la España roja
68 Rudolf grossMann: «Vom Wesen der spanischen Kultur», Ibero-Amerikanis-
che Rundschau, 1 (1942), pp. 3-6.
69 Rudolf grossMann: Der spanische Nationalcharakter. Vortrag gehalten in Lei-
pzig am 10. Januar 1943, Leipzig, Schriften der Deutsch-Spanischen Gesellschaft
Zweigstelle Leipzig 2, 1943.
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Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
solo podía limitarse a ser un episodio de la historia española. Según
el autor, la humanidad española, fundamentada no en la razón, sino
en los sentimientos, se manifestaba en el carácter individualista e
indisciplinado del español y su falta de sentido de comunidad, a di-
ferencia del alemán. También en la falta de aprecio al trabajo, que
constituía, en cambio, un valor ético para los alemanes.
Al parecer de Grossmann, el español estaba dominado por los
sentimientos, lo que condicionaba su impulsividad, apasionamiento
y tendencia al extremismo. Se entendía así que la sociedad española
fuera una sociedad polarizada, donde convivían alta cultura y anal-
fabetismo, riqueza y pobreza, e inexistencia de clase media. En opi-
nión del autor, esta tragedia de la cultura española solo podía supe-
rarla el régimen franquista gracias a su aproximación a la ética del
nacionalsocialismo y el fascismo. Observaba, en concordancia con
otros de los autores comentados, que, a pesar de la falta de sentido
de comunidad del español, había un elemento vinculador que man-
tenía la relación del individuo con el Estado, la religiosidad, histó-
rico motor de la Reconquista y el Imperio. El régimen franquista
significaba el tercer gran momento glorioso de la historia española,
dado que estaba guiado por un sentimiento unitario de religiosidad
que la Segunda República había amenazado.
Conclusiones: adaptar, revalorizando y conmutando
Las visiones sobre el carácter español de los hispanistas alema-
nes de la etapa del nacionalsocialismo son poco originales con res-
pecto a las realizadas en las décadas precedentes tanto en la misma
Alemania como en otros lugares de Europa. Esta constatación re-
sulta contradictoria con el hecho de que los autores analizados re-
marcaran repetidamente que querían aportar una visión alternativa
a las difundidas hasta entonces. Se referían con ello tanto a las imá-
genes orientalizantes e idealizadoras de la etapa del Romanticismo
como a las que desde el «Desastre de 1898» se habían centrado en
explicar la decadencia española. Sobre todo estas últimas, en par-
ticular las francesas, actuaban entonces de patrón europeo sobre
cómo eran los españoles.
Es cierto que varios de los intelectuales considerados denuncian
como erróneos algunos paradigmas románticos sobre el español in-
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fluyentes en la época, como la ardiente «Carmen». Sin embargo, en
términos generales, sus obras reproducen las características básicas
atribuidas entonces en Europa al español: la decadencia material,
las grandes diferencias sociales y regionales, la mentalidad desfa-
sada, la holgazanería y la indolencia, el individualismo y la indisci-
plina, la ignorancia, la superficialidad y el esteticismo, el fatalismo
y fanatismo religioso, la corrupción política y la falta de una mo-
derna conciencia social y nacional. En la balanza positiva quedan,
apenas, la «humanidad» y la «genialidad», virtudes que en la con-
sideración de las coetáneas sociedades europeas avanzadas se situa-
ban muy en segundo plano frente a las «burguesas» vinculadas al
mérito y a los logros.
Ahora bien, también es evidente que los autores consulta-
dos pretenden que se haga de estas características españolas una
apreciación mucho menos negativa y determinista de lo habitual.
Como resultado, el tono de sus análisis se caracterizará por una
condescendencia exagerada, que a veces incluso resulta artificiosa.
Las muestras de revalorización en clave positiva de las peculiari-
dades españolas frente a la pauta europea y la alemana por parte
de los intelectuales considerados son múltiples. Si bien aceptan la
existencia de disparidades económicas, sociales y materiales entre
los habitantes y regiones de España, coinciden en que no debe de-
ducirse de este hecho la inexistencia de una sustancia común en-
tre los españoles, cuyo componente esencial encuentran en la re-
ligión católica. Su referente en este punto eran las propuestas
más derechistas del regeneracionismo, que también los fascistas
de la Falange utilizaban como patrón en la elaboración de su dis-
curso nacionalista.
Además, los textos examinados incorporan algunos aspectos
que, por lógica cronológica, sí son nuevos frente a análisis previos.
Se trata de las consideraciones sobre el advenimiento de la Segunda
República española, la legitimación del golpe de Estado de Franco
y la subsiguiente Guerra Civil, así como la determinación del carác-
ter del franquismo.
En relación con la llegada de la República, en la gran mayoría
de los casos no se cae en un juicio simplista que la interprete solo
como un complot bolchevique, sino que las razones fundamentales
se hacen recaer en las negligencias históricas de los anteriores regí-
menes españoles. En este punto, las dos instituciones clave objeto
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Marició Janué i Miret «Carácter nacional» español y diplomacia cultural...
de crítica son la Iglesia y la monarquía, cuyos motivos de reproba-
ción pueden sintetizarse en un elemento: la falta de sensibilidad y
de voluntad y capacidad de modernización social.
Por lo que hace a la crítica a la monarquía, la cuestión social es
la fundamental, aunque muy a menudo se sazone con explicaciones
historizantes groseras y con connotaciones racistas, en el sentido de
que a España le fue bien mientras su corona llevaba sangre germá-
nica y mal a partir de la llegada de los borbones, cuando pasó a lle-
varla francesa.
En cuanto a la Iglesia española, importa poner de relieve que
la valoración de los autores considerados sobre su papel en el de-
sarrollo del país no es positiva, y en algunos casos es incluso muy
crítica. Esto llama más la atención si se tiene en cuenta que una
parte relevante de estos autores es de confesión católica. A pesar
de ello, hay una coincidencia amplia en que la cultura y la vida es-
pañolas están marcadas por un clericalismo excesivo. Ahora bien,
de ello no se deriva que deba eliminarse el cristianismo de la socie-
dad española. Se considera que la Iglesia española debe y puede re-
formarse gracias a Franco y el falangismo, pero España tiene que
mantenerse cristiana, porque el cristianismo es el eje de la unidad
esencial de los españoles. Aún más, lo es también de la entidad his-
tórica de Europa.
Gran parte de los autores consultados reconoce al régimen re-
publicano la voluntad de reforma social, aunque también constata
su fracaso al implantarla. La causa se atribuye a la incompatibilidad
de la Segunda República con la idiosincrasia española por su anti-
clericalismo, la influencia liberal-democrática francesa y la del socia-
lismo bolchevique. En este contexto, la legitimación del golpe de Es-
tado de Franco y la subsiguiente Guerra Civil se fundamentan en su
carácter de levantamiento nacional frente al imparable desmorona-
miento de la nación que comportaba el régimen republicano.
El régimen franquista se describe como el único que puede sal-
var nacionalmente a España, puesto que conjuga la necesaria vo-
luntad reformadora con el mantenimiento de la esencia católica es-
pañola. A ello debe sumarse su compatibilidad con el nuevo orden
europeo. De todos modos, diversos autores advierten al nuevo ré-
gimen español que debe evitar caer en el conservadurismo del pa-
sado y, en lugar de ello, dejarse guiar por las orientaciones fascistas
modernizadoras de la Falange.
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Del mismo modo, la revalorización se aplica en el caso de las
visiones sobre el Imperio español y la hispanidad, muy enraizadas
también en los pensamientos conservador y franquista españoles.
A pesar de que el Imperio español se había hundido, los intelec-
tuales analizados no hacen de su gestión por parte del país ibérico
una lectura negativa —o, al menos, no solo negativa—. Al pare-
cer de nuestros autores, la crueldad colonial española en América
no habría sido mayor que la practicada por otros imperios colonia-
les. La ampliación de la hegemonía cristiana al continente ameri-
cano lograda por el Imperio español se interpreta como un engran-
decimiento de la unidad y hegemonía europeas. Transportada al
presente, la misión imperial de España en América no pasaría por
recuperar la posesión territorial, porque tampoco esta constituyó
el elemento esencial de aquel Imperio, sino el dominio espiritual.
La hispanidad, que el franquismo haría resurgir, se reinterpretaba
como la ampliación del nuevo orden europeo a América frente a las
amenazas anglosajona y bolchevique. Con esta equiparación se con-
seguía hacer de la hispanidad, a la vez que un instrumento de acer-
camiento al régimen de Franco, una idea en plena sintonía con los
intereses geoestratégicos alemanes.
En el trasfondo de las obras publicadas en el marco de la Se-
gunda Guerra Mundial ocupa un lugar preeminente la cuestión del
encaje de España en el nuevo orden. En este aspecto, de nuevo los
autores hacen una reconsideración de los argumentos tradicionales
que enfatizaban la divergencia. Aun admitiendo los elementos dife-
renciales, consideran que España ha desempeñado en su histórica
lucha por la unidad cristiana de Europa un papel clave en la de-
fensa de la supremacía del continente. En esta lucha histórica, Es-
paña fue en el pasado derrotada, pero iba a resurgir con Franco.
Nuestros autores secularizan el combate por la universalización del
cristianismo conmutándolo en el presente por la lucha por el nuevo
orden político europeo encabezado por los Estados totalitarios, a
los que España se ha integrado. La conclusión que derivan de ello
es que España debía tener un papel clave en el nuevo orden eu-
ropeo porque ya en el pasado había contribuido a salvar Europa y
podía volver a hacerlo en el presente.
Las ventajas de esta conmutación encadenada de catolicismo
por cristianismo y nuevo orden son múltiples y nuestros autores no
muestran ningún escrúpulo en asumirla: en el caso de los hispanis-
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tas católicos, su adopción está de acuerdo con sus intereses con-
fesionales; además, facilita elementos de encuentro con el nacio-
nalcatolicismo franquista; también conecta con las visiones menos
clericales del nacionalsocialismo y de los sectores radicales de la
Falange; asimismo, coincide con la concepción nacionalsocialista de
una Europa unida en el totalitarismo y el antibolchevismo, a la vez
que complace los deseos franquistas de que se reserve a España un
papel relevante en el nuevo orden europeo.
Sin duda, el discurso de las publicaciones consideradas encajaba
a la perfección con los intereses imperialistas de la política exterior
nazi relativos a España: en síntesis, la integración en el nuevo or-
den totalitario y el reforzamiento de sus vínculos con América La-
tina. En las relaciones con España, los nacionalsocialistas se mostra-
ron conscientes del valor de la diplomacia cultural para conseguir
sus objetivos. Las técnicas de difusión e institucionalización cultu-
ral que utilizaron eran modernas y, si consideramos el fomento de
la cultura española en Alemania, podemos decir que incluso sofisti-
cadas. La promoción en el país germano del hispanismo pudo sus-
tentarse en continuidades personales en las relaciones culturales
mutuas desde el periodo de entreguerras tanto en España como en
Alemania. El desarrollo de la diplomacia cultural alemana con res-
pecto a España permitió el surgimiento de instituciones que se con-
virtieron en referentes para el establecimiento de redes intelectua-
les y académicas. El concepto de cultura de la diplomacia cultural
nazi se caracterizó por una radical parcialidad ideológica acorde
con sus finalidades imperialistas. No obstante, al menos en el caso
que hemos tratado aquí, no puede calificarse de popular o vulgar
ni de indiferente a criterios de calidad. Siempre bajo la premisa del
acuerdo ideológico, las autoridades procuraron atraerse a los inte-
lectuales y académicos más relevantes del momento.
... Si bien es cierto que fue un declarado fascista en su juventud, como mínimo hasta finalizada la Guerra Civil española -periodo de "fascista extremoso" 28 -, y que quizá lo fue de manera clara hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial (o al menos hasta 1942), la realidad es que, tras convertirse en procurador de Cortes en 1943 comenzó una trayectoria en la que poco a poco se fue desprendiendo de su etiqueta de intelectual fascista, siendo más adecuada la identificación como falangista en años posteriores -otra de las varias familias políticas de las que conformaron el régimen franquista-, más que el plegamiento a una doctrina exclusivamente fascista, aunque Falange arrastraba esa naturaleza en su seno como organización. En su labor como diplomático, a partir de 1954/1955, se desvió ideológicamente del fascismo original, mutándolo en un nacionalismo de matriz ampliada -la hispanidad-un nacionalismo que fundamentó en la catolicidad y el mestizaje 29 . ...
Article
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el objetivo de este artículo fue detectar, analizar y explicar la relación de la ideología nacionalista paraguaya reciente con el proceso de mestizaje hispano-guaraní del periodo de conquista y colonización castellana, así como la valoración del carácter femenino —entendido como subordinación— de la parte paraguayo-guaraní de dicho proceso de mestizaje, carácter sobreexplotado por el nacionalismo paraguayo actual. El objetivo concierne, por tanto, a dos unidades políticas contemporáneas —Paraguay y España— separadas tras la Independencia; sin embargo, el nacionalismo paraguayo quedó imbuido de un fuerte sesgo hispano en el relato de su construcción nacional, el cual fue aprovechado también por España como elemento de vínculo histórico al Paraguay (favoreciéndose el relacionamiento político). Para comprender la relación entre ambas unidades políticas durante el periodo dictatorial de ambos países en la segunda mitad del siglo XX se analizó una fuente fundamental: los escritos del que embajador español en Parauay, Ernesto Giménez Caballero (particularmente su libro Revelación del Paraguay, 1958); además, el análisis del relato implícito en esta fuente se confrontó con varios trabajos recientes de otros investigadores acerca de estos mismos elementos. El artículo derivó los principales elementos del discurso imperialista de Ernesto Giménez Caballero —hispanidad, mestizaje, catolicidad— y varias referencias o aproximaciones de la perspectiva político-ideológica de este escritor de vanguardia, intelectual fascista y diplomático franquista español, al relato nacional hegemónico de su Paraguay imaginado; un Giménez Caballero que no solo fue un servidor leal a la causa de la hispanidad desplegada por el régimen dictatorial de Francisco Franco, sino que mantuvo una estrecha relación con su homólogo paraguayo —Alfredo Stroessner—, afinidad y simpatía que reflejaron también una notable sintonía ideológica.
Book
Full-text available
This text proposes the consideration of the political culture of Spanish colonialism and the Hispanic imperial project from a historical perspective concerning so-called ‘Spanish fascism’. This contribution argues that Spanish fascism was the consequence of colonial ideology derived from the Spanish Empire in a context that could be considered as the return of coloniality into the Iberian Peninsula in the 1930s, after the closure and failure of the Spanish colonial enterprise first in the Caribbean and then, second, in Africa. This article proposes a journey through the first third of the 20th century, from the end of the Spanish colonial presence in Latin America, the Caribbean and the North of Africa, to the return of the Africanist military, imperial ideology, and colonial violence into the Peninsula. The paper considers the period from the Battle of Annual (1921) to the revolution in Asturias (1934), the military coup in 1936 and the colonial military’s establishment of the Francoist dictatorship.
Article
This text analyses the pro-German propaganda conducted in Spain during World War II. To this end, and in the first instance, the article provides a broad contextualization of the cultural, political, military and economic links that existed between Spain and Germany prior to the war. Moreover, it analyses ideas around Europe that had developed prior to 1933, as predecessors to the project that Germany constructed during World War II, and that were transmitted in the form of propaganda through the press. After this context is discussed, the text focuses on its main subject in order to expose and explain the pro-German propaganda that appeared in a local newspaper in the Basque Country (Pensamiento Alavés in the city of Vitoria), linking its appearance, characteristics, and dissemination with the dynamics of the space in which it was developed: a city in which the German factor had had a marked presence from the beginning of the Spanish Civil War.
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