Se puede decir que el concepto de conducta colectiva o participación social implica involucramiento, contribución y responsabilidad. Es decir, las personas perciben que de ellas depende el que se obtengan o no las metas de su grupo o de aquellos que comparten algunas características o, cuando menos, se encuentran bajo circunstancias similares. Además, se dan cuenta de que están en una situación
... [Show full abstract] en donde pueden aportar de una manera genuina y creativa, con su iniciativa, soluciones para los problemas compartidos. Es decir, la situación permite que se genere una motivación para cooperar en beneficio de la comunidad.
También, la participación implica un sentido de responsabilidad aceptada por el individuo sobre las actividades de su grupo, una preocupación porque las cosas salgan bien y un sentimiento de pertenencia o cohesión social dentro de una estructura colectiva (Davis y Newstrom, 1991).
Asimismo, de acuerdo con Skinner (1983), y con Ward (1999), la participación implica un darse cuenta, pero sobre todo, una disposición favorable y un deseo de incorporación activa manifestados en su involucramiento, por parte de los habitantes de una comunidad, sobre los procesos de decisión y en especial en aquellos que afecten para bien o para mal a su propia vida y a la de los suyos. Siguiendo a Ander-Egg (1991), se puede entender la participación en dos sentidos. El significado pasivo del término y el sentido activo del mismo. Primero, en el sentido pasivo se contemplaría que las personas fueran beneficiadas por los bienes sociales redistribuidos por los programas de la política social. Segundo, en el sentido activo se incorporaría la acción consciente y deliberada de las personas dentro de los planes y programas de la política social y a varios niveles, desde la concepción hasta la evaluación.
Sobre este mismo aspecto, al igual que los investigadores ya mencionados sobre el concepto de la participación, Ander-Egg (1991), señala que la característica más importante de la participación implica una toma de conciencia para actuar sobre las decisiones que afecten a sus propias vidas, de acuerdo a sus convicciones en un proceso de liberación, impidiendo que desde arriba otros poderosos se atribuyan y conculquen este derecho en beneficio de sus propios intereses económicos y/o políticos.