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Abstract

Algunas investigaciones sugieren que el miedo al delito afecta a la actitud de las personas hacia las políticas de seguridad pública, favoreciendo una preferencia por acciones represivas o punitivas frente a lo que se considera un peligro o una amenaza. Los estudios han señalado una variedad de posibles factores individuales y contextuales que son antecedentes de actitudes punitivas. Además, el miedo al delito y las actitudes punitivas son el objeto de un discurso público que da forma a las políticas criminales de muchos países occidentales. Puesto que las emociones juegan un papel importante en la justicia penal, desde la criminología se han llevado a cabo investigaciones sobre cómo se interrelacionan ambos conceptos. En esta línea de investigación, este estudio realizó un análisis de clases latentes en una muestra de habitantes de la ciudad de São Paulo (N = 1806) para identificar agrupaciones que describen las tipologías de asociación entre miedo al delito y las actitudes favorables hacia la violencia policial. Los resultados mostraron la existencia de cinco perfiles. Entre estos, encontramos un perfil en el que hay una fuerte asociación entre el miedo al delito y la actitud punitiva y otro formado por aquellos que reportan bajo miedo al delito, pero presentan altos niveles de punitivismo. Además, la mayoría de las personas expresaron no apoyar la violencia policial, a pesar de tener miedo al delito, por lo que otros factores podrían explicar mejor el apoyo al punitivismo que presentan algunos grupos. En la discusión se ofrecen algunas explicaciones alternativas a estos resultados.
DIRECTORA: DEBORAH GARCÍA MAGNA
COORDINADORA: ARACELI AGUILAR CONDE
www.boletincriminologico.uma.es // boletincrimi@uma.es
TEL: (+34) 95 213 23 25 // FAX: (+34) 95 213 22 42
DEP. LEGAL: MA-857/1996
ISSN VERSIÓN IMPRESA: 1137-2427 // ISSN VERSIÓN ELECTRÓNICA: 2254-2043
EDITA: Sección de Málaga del IAIC
Edicio Institutos de Investigación,
Universidad de Málaga.
Campus de Teatinos, 29071- Málaga
ANDRE V. KOMATSU,
EFRAIN GARCIA-SANCHEZ,
MARINA R. BAZON
UNIVERSIDADE DE SÃO PAULO
CARLA S. CARDOSO
UNIVERSIDADE DO PORTO
ANDRE R. OLIVEIRA,
FREDERICO CASTELO-BRANCO,
MARCOS C. ALVAREZ
UNIVERSIDADE DE SÃO PAULO
Title:Typology of fear of crime and attitudes
of acceptance of police violence among the in-
habitants of São Paulo, Brazil
Abstract: Research suggests that the fear of
crime affects people’s attitudes toward public
security policies, favoring a preference for re-
pressive or punitive actions towards what is
considered a danger or a threat. Studies have
pointed to a variety of possible individual and
contextual factors that are antecedents of pu-
nitive attitudes. Fear of crime and punitive atti-
tudes are the subject of public discourses that
shape the criminal policies of many Western
countries. Since emotions play a crucial role in
criminal justice, criminologists seek to under-
stand how these two concepts are related. In
that sense, this study carried out an analysis of
latent classes in a sample of inhabitants of the
city of Sao Paulo (N=1806) to identify groups
that describe the typologies of the association
between the fear of crime and the favorable
attitudes towards the violence of the police.
The best model fit was of five latent classes.
Among these groups, we find a profile in which
there is a strong association between fear of
crime and punitive attitude and another formed
by those who report low fear of crime but have
high levels of punitiveness. Furthermore, most
of the people expressed not supporting police
violence, despite showing fear of crime, so
other factors could better explain the support
for punitiveness that some groups present.
We speculate few alternative explanations for
these results in the discussion.
Key words: punitiveness; fear of crime; public
opinion; victimization.
Tipología del miedo al delito y actitudes de aceptación de
la violencia policial entre los habitantes de São Paulo, Brasil
EDICIÓN ESPECIAL. II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Criminología. ARTÍCULO 7/2020_EJIC (N.º 203)
Resumen: Algunas investigaciones sugieren que el miedo al delito afec-
ta a la actitud de las personas hacia las políticas de seguridad pública,
favoreciendo una preferencia por acciones represivas o punitivas frente
a lo que se considera un peligro o una amenaza. Los estudios han seña-
lado una variedad de posibles factores individuales y contextuales que
son antecedentes de actitudes punitivas. Además, el miedo al delito y
las actitudes punitivas son el objeto de un discurso público que da forma
a las políticas criminales de muchos países occidentales. Puesto que
las emociones juegan un papel importante en la justicia penal, desde
la criminología se han llevado a cabo investigaciones sobre cómo se
interrelacionan ambos conceptos. En esta línea de investigación, este
estudio realizó un análisis de clases latentes en una muestra de habitan-
tes de la ciudad de São Paulo (N = 1806) para identicar agrupaciones
que describen las tipologías de asociación entre miedo al delito y las
actitudes favorables hacia la violencia policial. Los resultados mostra-
ron la existencia de cinco perles. Entre estos, encontramos un perl
en el que hay una fuerte asociación entre el miedo al delito y la actitud
punitiva y otro formado por aquellos que reportan bajo miedo al delito,
pero presentan altos niveles de punitivismo. Además, la mayoría de las
personas expresaron no apoyar la violencia policial, a pesar de tener
miedo al delito, por lo que otros factores podrían explicar mejor el apoyo
al punitivismo que presentan algunos grupos. En la discusión se ofrecen
algunas explicaciones alternativas a estos resultados.
Palabras clave: actitudes punitivas; miedo al crimen; opinión pública;
victimización.
Recepción del original: 16 de marzo de 2020
Fecha de aceptación: 7 de agosto de 2020
Cómo citar este artículo: KOMATSU, Andre V., GARCÍA SÁNCHEZ,
Efrain, R. BAZON, Marina, CARDOSO, Carla, S., OLIVEIRA, Andre R.,
CASTELO-BRANCO, Frederico, ALVAREZ, Marcos. C., “Tipología del
miedo al delito y actitudes de aceptación de la violencia policial entre
los habitantes de Sao Paulo, Brasil”, en Boletín Criminológico, artículo
7/2020_EJIC (nº 203).
Contacto con los autores: avk@usp.br
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Financiación: Este estudio forma parte del programa de investigación “Building Democracy
Daily: Human Rights, Violence and Institutional Trust” realizado por el Núcleo de Estudios de
la Violencia (NEV-USP), un Centro de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID) nanciado
por la Fundación de Amparo a la Pesquisa del Estado de São Paulo (FAPESP) (proceso número
2013/07923-7).
Declaración de autoría
André V. Komatsu: Conceptualización, Metodología, Análisis formal, Escritura – borrador original,
Escritura – revisión y edición.
Efraín García Sánchez: Conceptualización; Escritura – borrador original, Escritura – revisión y
edición.
Marina R. Bazon: Escritura – borrador original, Escritura – revisión y edición.
Carla S. Cardoso: Escritura – borrador original, Escritura – revisión y edición.
Frederico Castelo-Branco: Conceptualización; Investigación, Gestión de datos, Escritura – re-
visión.
André R. Oliveira: Investigación, Gestión de datos, Escritura – revisión.
Marcos C. Alvarez: Escritura – borrador original; Escritura – revisión.
Sobre los autores
André V. Komatsu es doctor Psicología (Universidad de São Paulo), investigador del Núcleo
de Estudios de la Violencia y actualmente profesor contratado de la Universidad de São Paulo.
Efraín García Sánchez es doctor en Psicología Social (Universidad de Granada) e investigador
posdoctoral del Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de São Paulo.
Marina R. Bazon es doctora en Psicología (Universidad de São Paulo), directora del Grupo de
Estudios e Investigación en Desarrollo e Intervención Psicosocial y profesora del Departamento
de Psicología de la Universidad de São Paulo.
Carla S. Cardoso es doctora en Ciencias Biomédicas (Universidad do Porto) y profesora de la
Escuela de Criminología de la Universidad do Porto.
Frederico Castelo-Branco es doctor en Ciencias Políticas (Universidad de São Paulo) e inves-
tigador del Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de São Paulo.
André R. Oliveira es máster en Geografía Física (Universidad de São Paulo) e investigador del
Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de São Paulo.
Marcos C. Alvarez es doctor en Sociología (Universidad de São Paulo), director del Núcleo de
Estudios de la Violencia y profesor del Departamento de Sociología da la Universidad de São
Paulo.
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1. Introducción
El miedo al delito es un serio problema social, debido a los efectos negativos que pro-
duce, tanto en la organización social, como en la reducción de la calidad de vida de los
habitantes de una región (Doran & Burgess, 2012; Jackson & Gray, 2010). Algunos
estudios sugieren que el miedo al delito —reacción emocional caracterizada por la an-
siedad y el sentido de peligro (Garofalo, 1981)— también repercute en la actitud de las
personas en relación con las políticas de seguridad pública, favoreciendo la preferencia
por acciones represivas y punitivas frente a aquello que se considera un peligro o ame-
naza (Armborst, 2017; Singer et al., 2019). Garland (2001) observó que, en la década
de los 70, el miedo al delito ganó mayor relevancia en algunos países, como Estados
Unidos y Reino Unido, al ser visto como un problema característico y distintivo de la
cultura contemporánea. En Brasil, el miedo al delito se ha identificado como un tema
clave para el bienestar y la cohesión social (Costa, 2019; Natal & Oliveira, 2019; Silva,
2013; Zaluar, 2019).
Garland (2001) ha postulado que el aumento en las actitudes punitivas y el apoyo a
un mayor control social pueden deberse a la mayor importancia de la delincuencia, las
diversas amenazas y a las inseguridades sociales y económicas. En otras palabras, las
actitudes sobre el castigo pueden estar influenciadas por la incertidumbre asociada al
crimen. Sin embargo, la investigación previa sobre el punitivismo y el miedo al delito
no es concluyente sobre la relación entre estos dos conceptos. Algunos estudios en-
contraron que las personas con mayor miedo al delito, comparadas con aquellas que
presentan menor miedo, tienen más probabilidades de expresar actitudes punitivas
(Dowler, 2003; Langworthy & Whitehead, 1986), mientras que otros estudios hallaron
resultados mixtos o ninguna relación (Kleck & Jackson, 2016; Kury & Winterdyk,
2013). La inconsistencia de los datos relativos a la asociación entre el miedo al delito
Sumario: 1. Introducción. 2. El miedo al delito y sus factores relacionados. 2.1. Sexo
y miedo al delito. 2.2. Victimización y miedo al delito. 2.3. Alineamiento político y
apoyo a la violencia policial. 2.4. Actitud violenta y apoyo a la violencia policial.
3. Metodología. 3.1. Hipótesis. 3.2. Procedimiento. 3.3. Muestra. 3.4. Medidas.
3.5. Análisis de datos. 4. Resultados. 5. Discusión. 6. Conclusiones. 7. Referencias.
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y el apoyo a medidas punitivas puede ser el resultado de la búsqueda de relaciones
lineales y homogéneas entre ellas. Se sabe que algunos fenómenos sociales complejos
poseen una fuerte relación entre sí, sin que esta sea estrictamente lineal. En este sen-
tido, algunos estudios sugieren que las personas que tienen miedo al delito no deben
ser tratadas como un grupo homogéneo, al igual que con las personas que apoyan la
punición (Armborst, 2017; Shelley et al., 2011).
El presente estudio busca analizar la relación entre el miedo al delito y el apoyo al
castigo –específicamente, las actitudes favorables al uso de la violencia policial– desde
una perspectiva centrada en la identificación de distintos grupos de personas, en lugar
de centrada en el estudio conjunto de las variables. La razón que motiva este análi-
sis es que las personas pueden tener diferentes niveles de miedo al delito y apoyo al
castigo, sin que estas dos variables estén relacionadas de forma homogénea para toda
una población. Así, esta relación puede ser positiva, negativa o nula, dependiendo de
las características de las personas. En este estudio se identifican diferentes grupos de
personas a través de un análisis de clases latentes para, posteriormente, comparar los
grupos en función de otras variables que pueden explicar su composición. Este tipo
de análisis se utiliza para identificar diferentes perfiles con relación a una variedad de
fenómenos que se suponen heterogéneos entre la población (Collins & Lanza, 2010).
De esa forma, el objetivo del presente estudio es identificar, en una muestra de habi-
tantes de São Paulo (Brasil) agrupamientos internamente homogéneos (intra-grupo)
y externamente heterogéneos (inter-grupos), en relación a la combinación de las res-
puestas asociadas a dos constructos: (1) miedo a ser víctima de delitos y (2) el apoyo
al uso de la violencia policial contra delincuentes. Posteriormente, se caracterizaron y
se compararon los agrupamientos en función de sus características sociodemográficas,
grado de victimización, alineamiento político y actitudes hacia la violencia.
2. El miedo al delito y sus factores relacionados
2.1. Sexo y miedo al delito
Uno de los hallazgos más consistentes en la literatura científica es que las mujeres sue-
len informar en mayor medida e intensidad miedo al delito que los hombres (Cops &
Pleysier, 2010; Ferraro, 1995; Skogan & Maxfield, 1981; Snedker, 2010). Así, el sexo es
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considerado como uno de los predictores más fuertes de la percepción de vulnerabilidad
y de sentimiento de miedo, lo cual incide en los hábitos de las personas y, en particular,
el de las mujeres, quienes tienen una mayor restricción de su libertad y reducción de
su calidad de vida (Ferraro, 1995; Madriz, 1997; Meyer & Post, 2006; Snedker, 2010).
Algunos autores argumentan que la diferencia del miedo al delito en función del sexo es
debida a la sensación de mayor vulnerabilidad que tienen las mujeres de ser victimizadas
en el plano sexual (Pain, 2001; Stanko, 1993). Otras investigaciones sugieren que esto
se debe a una sensación de menor capacidad física (en comparación con los hombres)
para defenderse de un posible ataque (Parker & Ray, 1990; Li, 2018). No obstante, hay
autores que argumentan que esta diferencia se debe a las medidas utilizadas y no a una
realidad sustantiva (Hale, 1996; Moore & Breeze, 2012).
Sin embargo, en términos del riesgo de victimización objetivo, las estadísticas in-
dican que las mujeres tienen una menor probabilidad que los hombres de ser víctimas
–exceptuando los crímenes sexuales–, lo cual denota una aparente paradoja entre el
miedo al delito y la victimización objetiva (Cops & Pleysier, 2010; Snedker, 2012). En
esa relación, es importante considerar que cuanto mayor es la percepción de vulnera-
bilidad, menor es la exposición a eventos de naturaleza criminal (andar solo, frecuentar
determinados lugares en horarios específicos, etc.), lo cual genera una menor proba-
bilidad de ser victimizado (ver la teoría del estilo de vida en Hindelang et al., 1978).
Adicionalmente, Snedker (2012) argumenta que una importante fuente de la sensación
de vulnerabilidad y del miedo al delito viene de los procesos de socialización que afectan
la percepción de ser (o no) una víctima propicia de la violencia. Por tanto, la diferencia
de socialización por género también puede impactar en los niveles de miedo al delito
reportados por las personas. Para Snedker (2012), el papel del género en el proceso
de socialización tiende a reforzar la pasividad y la dependencia en las mujeres, lo cual
genera una mayor sensación de vulnerabilidad y miedo, mientras que los hombres son
socializados para ser más combativos y no expresar el miedo.
2.2. Victimización y miedo al delito
La relación entre victimización y miedo al delito es compleja y, a veces, ambigua.
Aunque se espera que haya una relación positiva entre victimización y miedo al delito,
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Garofalo (1979) presenta algunas evidencias empíricas contra-intuitivas: la victimiza-
ción tiende a disminuir con la edad, sin embargo, el miedo al delito aumenta a medida
que las personas envejecen. Esta relación sugiere, una vez más, que el riesgo subjetivo
–i.e., la sensación de alta vulnerabilidad– desempeña un papel más importante sobre el
miedo al delito que el riesgo objetivo.
Adicionalmente, se ha constatado que el miedo al delito no se distribuye homogé-
neamente en una población. Curiel y Bishop (2018) observan que la delincuencia es
un evento relativamente raro y su ocurrencia tiende a estar altamente concentrada en
el espacio y el tiempo, de modo que los delitos tienden a ocurrir particularmente hacia
algunas personas, en zonas comerciales o calles particulares y a unas horas determina-
das. En consecuencia, es posible que el miedo al delito sea más frecuente que el delito
en sí mismo (Grogger & Weathrford, 1995). Aun así, los estudios siguen señalando
una correlación positiva entre estos dos conceptos. El miedo al delito representa uno
de los resultados directos de la victimización. Investigaciones con diferentes mues-
tras y analizando diferentes modalidades de delitos indican que las víctimas poseen
más miedo al delito que las personas que no han sido víctimas (Bachman et al., 2011;
Ferguson & Mindel, 2007). Individuos con un historial de victimización poseen más
del doble de probabilidad de reportar tener miedo al delito (Hale et al., 1994; Tseloni,
2007) y expresan mayor sensación de inseguridad, tanto dentro como fuera de sus casas
(Tseloni & Zarafonitou, 2008).
2.3. Alineamiento político y apoyo a la violencia policial
Las creencias de las personas desempeñan una importante función moderadora en la
forma de percibir los estímulos sociales. En este sentido, la literatura ha demostrado
una importante relación entre las creencias ideológicas y las actitudes relacionadas con
el delito y el punitivismo. Algunos estudios muestran que cuanto más dogmáticas,
conservadoras y autoritarias, las personas tienden a apoyar más las medidas punitivas
y violentas (Baron & Hartnagel, 1996; Gerber & Jackson, 2016, Silver & Silver, 2017;
Tyler & Boeckmann, 1997), independientemente de la intensidad del miedo al delito
(Taylor et al., 1979). Langworthy y Whitehead (1986) argumentan que las personas
que se definen a sí mismas como “conservadoras” son más punitivas porque creen que
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los infractores escogen cometer los crímenes; mientras que los “liberales” tienden a
considerar los factores ambientales como antecedentes claves del comportamiento
social y criminal.
2.4 Actitud violenta y apoyo a la violencia policial
La actitud violenta consiste en un posicionamiento favorable a las conductas coercitivas
que causan o poseen un alto riesgo de causar daños físicos y/o psicológicos a otras
personas (Sundberg, 2014). De esta forma, las personas con actitudes violentas apoyan
el uso de la violencia para la solución de problemas. Velice et al. (1989) argumentan
que la actitud violenta es un concepto multidimensional dividido en, por lo menos,
cinco dimensiones: (1) violencia de guerra, (2) violencia penal, (3) violencia íntima, (4)
violencia con fines educativos y (5) violencia interpersonal. Esas dimensiones, aunque
distintas, tendrían asociaciones positivas entre sí. Así, se espera que los individuos
con posicionamientos favorables al uso de la violencia en la solución de los problemas
cotidianos y en las relaciones interpersonales, también apoyen el uso de la violencia
policial para solucionar problemas sociales.
3. Metodología
3.1 Hipótesis
Según lo presentado, las hipótesis que se derivan de los objetivos de este estudio son
las siguientes:
H1: los grupos caracterizados por menos miedo del delito tienen una menor representación
de mujeres;
H2: los grupos que reportan más miedo al delito presentan mayores niveles de victimización;
H3: los grupos que apoyan más la violencia policial tienen una mayor proporción de personas
que aprueban los gobiernos dictatoriales;
H4: los grupos con mayor apoyo a la violencia policial se caracterizan por una mayor represen-
tatividad de individuos que apoyan el uso de la violencia en las relaciones interpersonales y en
la resolución de conflictos.
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3.2. Procedimiento
Los datos utilizados en el presente estudio fueron recolectados en un estudio transversal
realizado con habitantes del municipio de São Paulo, mayores de 16 años, entre los meses
de junio y julio de 2015. La estrategia de muestreo utilizada fue la de conglomerados
en dos etapas. En la primera, se seleccionaron los conglomerados: sectores censatarios,
con Probabilidad Proporcional al Tamaño (PPT) sistemático. En la segunda etapa, se
seleccionó un número fijo de la población dentro de cada conglomerado por cuotas de
sexo (hombre y mujer), grupo de edad (16-17, 18-24, 25-34, 35-44, 45-54, 55-64 y 65
años o más), grado de formación (hasta 4º grado de educación fundamental, de 5º a 8º
grado de educación fundamental, educación media y educación superior) y ocupación
laboral (ocupado; no ocupado). Para la constitución de la muestra fueron considerados
los índices disponibles por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, 2011).
El cuestionario empleado fue elaborado por el Núcleo de Estudios de la Violencia
(NEV-USP), con el objetivo de investigar actitudes, valores y experiencias de los entre-
vistados hacia las instituciones públicas. El margen de error estimado fue de 2 puntos
porcentuales por encima y por debajo, sobre los resultados encontrados en el total de
la muestra, considerando un nivel de confianza del 95%.
3.3. Muestra
En esta investigación participaron un total de 1806 personas, con edades comprendi-
das entre los 16 y los 92 años (M = 41,9, DT=16,6, Md = 40). El 54% de la muestra
son mujeres y el 46% hombres. El grado de escolaridad reportado fue el siguiente: 3%
analfabetos, 23% con educación fundamental incompleta, 20% con educación media
incompleta, 40% con educación superior incompleta y 14% con educación superior
completa. La etnia auto-declarada de los participantes se agrupó en tres categorías: (1)
no negros (61%), (2) pardos (12%) y (3) negros (27%)1.
1. El Instituto Brasileño de Geografia e Estatística (IBGE) usa categorías de “color” para caracterizar
diferentes grupos étnicos, bajo el término “raza”. La categoría “no negros” incluye personas blancas,
asiáticas e indígenas; el grupo “pardo”, corresponde a personas con una ascendencia étnica diversa, con
el color entre blanco y negro.
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3.4 Medidas
Variables sociodemográficas. Las variables sociodemográficas incluidas en este estudio
fueron la edad, el género, la raza y el grado de educación.
Variables de agrupamiento. Las variables utilizadas para agrupar a los participantes en
dos grupos estuvieron relacionadas con indicadores relativos al miedo al delito y las ac-
titudes favorables a la violencia policial. En primer lugar, de acuerdo con la literatura, los
sentimientos en relación al delito pueden ser expresados en cinco dimensiones: (1) afectiva
–involucrando emociones como el miedo, la preocupación, la rabia de ser personalmente
víctima de un delito–; (2) altruista o empática –incluyendo el miedo de algún conocido a
ser víctima de un delito–; (3) social (incluye emociones de miedo, preocupación o rabia
del delito como un problema social); (4) cognitivo –remite a las evaluaciones subjetivas de
riesgo de ser víctima de un delito–; y (5) conativo –relacionado con las acciones de medidas
de protección– (Amborst, 2017). Aunque algunos autores han hecho distinciones entre el
miedo al delito (como un evento mental) y la preocupación por el delito (como un estado
mental) (véase Hough, 2004), el sentimiento de preocupación por el delito ha sido usado
y recomendado como una medida del miedo al delito (véase Rader, 2017). En el presente
estudio, medimos el miedo al delito como el grado de preocupación que los participantes
reportaron ante diferentes situaciones. A los participantes se les preguntó si “Estaban
[muy] [un poco] [nada] preocupados con: 1) que alguien robe su casa cuando no hay na-
die; 2) que alguien asalte su casa con su familia dentro; 3) ser asaltado en la calle; 4) sufrir
un secuestro exprés; 5) ser víctima de violencia sexual; 6) que un pariente próximo sea
asesinado. Las tres categorías de respuestas fueron dicotomizadas entre “muy preocupado”
(miedo al delito) y “poco o nada preocupado” (“sin miedo” al delito). Aunque Jackson
y Kuha (2014) observan que la preocupación ocasional por el delito se asemeja más a la
preocupación permanente que a la no preocupación, hemos elegido agrupar las categorías
“poco preocupado” y “nada preocupado” en función de factores culturales, puesto que en
el contexto brasileño, donde las tasas delictivas pueden considerarse relativamente altas
desde una perspectiva internacional, la respuesta “poco preocupado” sería típica, no disfun-
cional, diferente de una respuesta que se refiere a un sentimiento recurrente más próximo
a la idea de tener “mucha preocupación”. También se incluye en el análisis un indicador
compuesto de miedo al delito, calculado como la media de estos 6 indicadores, con un alfa
de Cronbach de 0,88 y un coeficiente de Guttman por el método de las mitades de 0,86.
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En segundo lugar, para medir las actitudes favorables hacia la violencia –o actitu-
des punitivas–, fueron consideradas tres situaciones que incluían delitos de distinta
naturaleza. Los participantes debían responder “¿Cómo cree que la policía debería
actuar con una persona presa por…?” en tres situaciones: (1) haber robado un con-
ductor en la vía pública; (2) ser sospechosa de haber violado a alguien; (3) vender
drogas. Las posibilidades de respuesta eran: (1) interrogar, (2) amenazar, (3) gol-
pear, o (4) torturar. Las respuestas fueron dicotomizadas entre “no violentas” (incl.
interrogar) y “violentas” (incl. amenazar, golpear y torturar). El alfa de Cronbach
entre los tres ítems fue de 0,64 y el coeficiente de Guttman por el método de las
mitades fue de 0,56.
Covariables. Para el presente estudio, se seleccionaron variables de control iden-
tificadas en la literatura como correlatos del miedo al delito y/o de la actitud hacia la
violencia policial, tales como: experiencias de victimización, alineamiento político y
actitudes hacia la violencia.
a) Victimización. Se usó un conjunto de trece ítems relacionados con experiencias
previas que hubieran tenido los participantes, tales como: “Indica si estas cosas te suce-
dieron o no…” 1) alguien te amenazó con un cuchillo; 2) alguien te amenazó con un
arma de fuego; 3) alguien te agredió físicamente; 4) algún policía te agredió; 5) algún
policía te insultó; 6) alguien te hirió con un cuchillo; 7) alguien te hirió con un arma de
fuego; 8) alguien te amenazó de muerte; 9) fuiste víctima de un secuestro relámpago;
10) tuviste algún amigo o pariente próximo asesinado; 11) sufriste violencia sexual;
12) escuchaste disparos; 13) viste el cuerpo de alguna persona asesinada en la calle. Las
respuestas fueron dicotómicas (Sí/No). El alfa de Cronbach entre los trece ítems fue
de 0,71 y el coeficiente de Guttman por el método de las mitades fue de 0,64.
b) Alineamiento político. Considerando que el apoyo a la democracia o a la dictadura
tienen un componente ideológico asociado a pensamientos “liberales” o “conservado-
res”, en el sentido indicado por Langworthy y Whitehead (1986), se usó un indicador
para el alineamiento político consistente en un ítem sobre el grado de acuerdo que las
personas reportaron sobre las siguientes afirmaciones: 1) la democracia es la mejor
forma de gobierno; 2) la dictadura es la mejor forma de gobierno; 3) Da igual, no sabe
o no responde.
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c) Actitud hacia la violencia. Referente al apoyo a usar la violencia para solucionar
problemas interpersonales o sociales. Se preguntó a los participantes si “cree que
es correcto o incorrecto que una persona use la violencia para”: 1) defenderse de una
agresión en la calle; 2) defenderse de un ladrón que entró en su casa; 3) resolver
conflictos con los vecinos; 4) castigar a alguien si las autoridades fallan; 5) vengarse
de alguien que hirió a un pariente; 6) protestar contra las cosas que cree injustas. Las
respuestas fueron dicotómicas (Correcto/Incorrecto). El alfa de Cronbach entre
los seis ítems fue de 0,67 y el coeficiente de Guttman por el método de las mitades
fue de 0,62.
3.5 Análisis de datos
Se utilizó el Análisis de Clases Latentes exploratorio (LCA, por sus siglas en inglés)
para identificar los agrupamientos de personas, empleando como variables de entra-
da (input) el miedo al delito (6 ítems dicotómicos) y las actitudes favorables hacia la
violencia policial (3 ítems dicotómicos). El LCA fue realizado con el paquete poLCA
(Linzer & Lewis, 2011) implementado en el software de análisis estadístico R 3.6.1
(R Core Team, 2019). Primero, se generó un modelo de dos clases y se estimaron sus
parámetros. Posteriormente, se generaron nuevas clases y se fueron adicionando al
modelo hasta que se observó que no había un aporte teórico o estadístico en el mo-
delo estimado. Se compararon los modelos con base en el Criterio de Información
Bayesiano (BIC). Además, se utilizaron representaciones visuales y tabulares de las
clases para identificar el ajuste conceptual de cada modelo. Se escogió el modelo con
mayor parsimonia e interpretabilidad, con el fin de evitar estimar más parámetros de los
necesarios para representar adecuadamente los datos. Por último, se realizaron pruebas
de Chi-cuadrado para evaluar el grado de asociación entre las clases identificadas y las
covariables del estudio, ajustando el alfa por el número de comparaciones realizadas
según el método de Bonferroni. Para identificar la magnitud del efecto de esas asocia-
ciones, se calculó la diferencia h entre la proporción esperada (pe), teniendo como base
la proporción global, y la proporción observada (po) dentro de cada clase, siguiendo la
fórmula propuesta por Cohen (1988), h = 𝜑1 - 𝜑2, donde 𝜑1 = 2*arcoseno(po) e 𝜑1
= 2*arcoseno(pe). Para interpretar los valores obtenidos, adoptamos como referencia
los intervalos sugeridos por Cohen (1988): valores entre 0,2 y 0,34 se considera un
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tamaño del efecto pequeño; valores entre 0,35 y 0,64 se considera como moderado;
y valores iguales o mayores a 0,65 se consideran como elevados en comparación a las
proporciones esperadas.
4. Resultados
De los modelos estimados, el modelo de cinco clases presentó el mejor ajuste estadís-
tico (BIC2 = 15,150; BIC3 = 14,280; BIC4 = 14,232; BIC5 = 14,212; BIC6 = 14,253;
BIC7 = 14,315) y mayor coherencia teórica. Tres grupos presentaron una probabilidad
igualmente baja en apoyar a la violencia policial (Clases 1, 3 y 4), sin embargo, se dife-
renciaron con relación al miedo de ser víctima de delitos (Figura 1):
La Clase 1 (n=241, 13%) presentó una baja probabilidad de experimentar miedo al delito en
cualquier modalidad, variando entre un 0% en la categoría de “miedo a secuestro exprés” a un
15% para “miedo a pariente asesinado”.
La Clase 3 (n=333, 18%) presentó una probabilidad media y alta de miedo al delito, va-
riando de un 36% para “miedo a secuestro exprés” a un 70% y 73% para “miedo a pariente
asesinado” y “miedo a ser asaltado en la casa con personas dentro”, respectivamente.
La Clase 4 (n=1.020, 57%), que concentra más de la mitad de los participantes, presentó
mayores probabilidades de sentir miedo al delito, en todas las modalidades investigadas,
variando del 94% para “miedo a ser asaltado en la casa sin nadie dentro” y “miedo a agresión
sexual”, y 99% para “miedo a ser asaltado e la casa con la familia dentro” y “miedo a pariente
asesinado”. Las otras dos clases (Clase 2 y Clase 5) presentan mayores probabilidades de
apoyar la violencia policial, aunque se diferencian en relación al miedo al delito:
La Clase 2 (n = 40, 2%) presentó baja probabilidad de sentir miedo de victimización violenta, a
excepción del miedo en tener un pariente asesinado, con una probabilidad media (45%) de que esto
ocurra en ese grupo. Por el contrario, la Clase 5 (n=172, 10%) presentó una alta probabilidad de
sentir miedo de victimización para todas las modalidades de violencia investigadas, variando del 88%
para “miedo a casa asaltada sin nadie dentro” a 96% para “miedo a casa asaltada con la familia dentro”.
En relación con el perfil sociodemográfico de los grupos, la Tabla 1 muestra que,
en general, variables como la edad, el género, la raza y el grado de escolaridad están
homogéneamente distribuidas. Sin embargo, se encuentran algunas diferencias (h)
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Figura 1. Probabilidad de apoyar el uso de la violencia por la policía y de sentir miedo al delito por
cada una de las clases latentes identificadas en el estudio
Nota: AVP-R = robo; AVP-D = venta de drogas; AVP-V = violación; MD-ACC = casa asaltada cuando no había nadie;
MD-D = víctima de secuestro; MD-A = pariente asesinado; MD-ACS = casa asaltada con la familia; MD-AS = víctima
de agresión sexual; MD-AC = asaltado en la calle
Tabla 1. Características sociodemográficas de las clases obtenidas por LCA
Variable Clases
Clase 1 Clase 2 Clase 3 Clase 4 Clase 5
Edad 42,4 [16-91] 40,4 [16-77] 41,2 [16-88] 42,6 [16-92] 39,0 [16-78]
Sexo
Mujer 37%** 30%** 47% 60% 61%
Hombre 63%** 70%** 53% 40% 39%
Raza
No negros 66% 70% 59% 61% 61%
Pardos 11% 8% 13% 12% 12%
Negros 22% 23% 28% 27% 27%
Nivel de estudios
No alfabetizados 2% 3% 2% 3% 2%
EB Incompleto 28% 20% 23% 23% 23%
EM Incompleto 17% 35%** 20% 19% 19%
ES Incompleto 39% 35%* 41% 41% 42%
ES Completo 14% 8% 14% 14% 14%
Nota: EB = Educación Básica, EM = Educación Media, ES = Educación Superior.
*Proporciones significativamente diferentes de lo esperado con un tamaño del efecto pequeño.
**Proporciones significativamente diferentes de lo esperado con un tamaño del efecto moderado.
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entre los valores esperados y los valores observados en cada grupo, indicando que las
Clases 1 (h = –0,35) y 2 (h = –0,49) tienen una menor representación de mujeres y,
por tanto, mayor presencia de hombres. Adicionalmente, la Clase 2 se destacó por
tener más personas con educación media incompleta (h = 0,35) y educación superior
incompleta (h = 0,21).
Por último, la Tabla 2 muestra la prevalencia en cada grupo de victimización por
diferentes modalidades de violencia, alineamiento político y actitudes favorables a
la violencia en diferentes situaciones cotidianas. En relación con la prevalencia de la
victimización, de las 13 modalidades investigadas, tres presentaron diferencias signi-
ficativas entre los grupos:
1) La victimización por agresión física estuvo por encima de lo esperado en las Clases 1 y 2;
2) La victimización por agresión física recibida por la policía fue mayor en la Clase 1;
3) La victimización por amenaza de muerte fue superior en la Clase 2.
En los tres casos, la magnitud del efecto fue pequeña. La prevalencia de las otras
modalidades de victimización en los grupos fue relativamente pequeña.
En relación con el alineamiento político, la Clase 2 fue la que presentó el mayor
número de personas que creen que la dictadura es la mejor forma de gobierno (h=0,41);
y la Clase 5 fue la única que presentó menos del 50% de personas que no creen que la
democracia sea la mejor forma de gobierno (h=–0,36). En esta última clase, el número
de personas que no respondieron a esa cuestión fue significativamente mayor que los
otros grupos.
Finalmente, respecto a las actitudes sobre el uso de la violencia en situaciones de la
vida cotidiana, la Clase 2 se destacó por presentar las mayores proporciones de personas
que creen correcto el uso de la violencia en cinco de las seis situaciones investigadas.
En la Clase 2, casi todos apoyan el uso de la violencia para defenderse de una agresión
en la calle (93%) o de un ladrón que entró en sus casas (90%), ambos con un tamaño
del efecto considerado como grande (h=0,75 y 0,69, respectivamente); y la mayoría
apoya el uso de la violencia para protestar contra algo que creen que es injusto (62%),
con tamaño del efecto moderado (h=0,42). En esa clase, casi la mitad apoya el uso
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de la violencia para castigar a alguien si las autoridades fallasen (47%; h=0,61) y para
vengarse de alguien que hirió a algún pariente (46%; h=0,70). En la Clase 5, también se
observó una proporción por encima de lo esperado de personas favorables al uso de la
violencia para castigar a alguien cuando las autoridades fallan o para vengarse, aunque
el tamaño del efecto fue pequeño (h=0,25).
Tabla 2. Comparación de las preguntas entre grupos
Preguntas del cuestionario
Clases (%)
p
Clase 1 Clase 2 Clase 3 Clase 4 Clase 5
Diga si estas cosas le han ocurrido (o no) a usted... (Victimización)
¿Alguien lo amenazó con un cuchillo? 10 18 11 10 15 ,20
¿Alguien lo amenazó con un arma de fuego? 23 23 26 19 20 ,16
¿Sufrió alguna agresión física (bofetada, puñetazo, puntapié
etc.)? 37* 38* 24 20 30 <,001
¿Sufrió algún tipo de agresión física por parte de la policía? 18* 13 10 8 6 <,001
¿Sufrió algún tipo de agresión verbal (insultos) por parte de
la policía? 24 18 18 14 20 ,01
¿Fue herido con un cuchillo? 5 5 3 4 6 ,29
¿Fue herido con un arma de fuego? 5 3 3 2 1 ,06
¿Fue amenazado de muerte? 18 25* 19 14 22 ,03
¿Sufrió algún secuestro relámpago? 1 3 2 3 3 ,59
¿Algún pariente o amigo fue asesinado? 37 35 42 38 42 ,54
¿Sufrió violencia sexual? 1 0 4 2 2 ,31
¿Escuchó disparos? 75 85 85 76 78 ,01
¿Vio el cuerpo de una persona asesinada en la calle? 55 60 59 54 62 ,22
Victimización global (respuesta afirmativa para al menos
uno de los ítems anteriores) 88 95 93 87 90 ,02
¿Con cuál de estas frases está más de acuerdo? (Alineamiento político) <,001
La democracia es la mejor forma de gobierno 57 53 56 55 35**
La dictadura es la mejor forma de gobierno 6 23** 7 8 13
No responde 37 25 37 38 52*
¿Usted cree que es correcto o errado que alguien use la violencia para... (Actitud hacia la violencia)
…defenderse de una agresión en la calle? 64 93*** 68 60 68 <,001
…defenderse de un ladrón que entró en su casa? 67 90*** 66 56 68 <,001
…resolver conflictos con vecinos? 19 21 16 15 15 ,57
…castigar a alguien si las autoridades fallasen? 19 47** 18 17 30%* <,001
…vengarse de alguien que hirió a un pariente? 16 46*** 13 12 26* <,001
…protestar contra cosas que considera injustas? 38 62** 43 40 41 ,07
Actitud hacia la violencia global (respuesta afirmativa para al
menos dos de los ítems anteriores) 77 98*** 84 77 86 <,001
*Proporción significativamente diferentes de lo esperado con un tamaño del efecto pequeño.
**Proporción significativamente diferentes de lo esperado con un tamaño del efecto moderado.
***Proporción significativamente diferentes de lo esperado con un tamaño del efecto grande
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5. Discusión
Teniendo en cuenta los patrones de respuestas de los participantes, este estudio identificó
personas con cinco perfiles distintos en relación con el miedo al delito y las actitudes
favorables a la violencia policial, lo cual indica que la relación entre esos dos constructos
no es estrictamente linear, conforme se suponía. De este modo, la relación entre el miedo
al delito y las actitudes hacia la violencia pueden ser expresadas por las personas de forma
diferente. En términos sociodemográficos, se destaca la baja representatividad de mujeres
en las Clases 1 y 2, en las cuales el miedo al delito se hizo menos prevalente, confirmando
la H1. En otros términos, los grupos que reportaron mayor miedo al delito tuvieron una
mayor concentración de mujeres, confirmando algunos resultados previos que sugieren
que las mujeres reportan más miedo al delito que los hombres (Cops & Pleysier, 2010;
Li, 2018; Snedker, 2012). En Brasil, los altos índices de violencia contra la mujer (Fórum
Brasileiro de Segurança Pública, 2019) coexisten con discursos que culpabilizan a las
víctimas por exponerse a los riesgos, factor que contribuye a fomentar la sensación de
vulnerabilidad de la mujer, y por tanto, el miedo de la victimización.
Respecto a las experiencias de victimización, además de las diferencias entre los
grupos, llama la atención el hecho que más de la mitad de los entrevistados indicaron
haber visto un cuerpo de una persona asesinada en la calle, y más de tres cuartas partes
indicaron haber escuchado disparos de arma de fuego. La victimización vicariante o
secundaria representa un predictor consistente del miedo al delito, incluso más que
la victimización directa (ver Doran & Burgess, 2012). Además, la prevalencia de esos
eventos en nuestra muestra evidencia la alta exposición de los residentes de la ciudad
de São Paulo a la criminalidad, lo que ciertamente afecta negativamente el bienestar
personal y colectivo.
En relación con la experiencia de violencia, se constataron diferencias significati-
vas entre los grupos en sólo tres de las trece modalidades investigadas. Se destaca el
hecho que las clases con mayor prevalencia de victimización son justamente las que
presentan menor proporción de personas con miedo al delito. Aunque las diferencias
sean de magnitud pequeña, el resultado va en dirección opuesta a la H2, en la que se
esperaba que las personas con mayor miedo al delito reportaran también mayores
niveles de victimización, en la línea con lo encontrado en otros estudios (Hale et al.,
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1994; Tseloni, 2007). Es posible que este resultado sea debido a la alta exposición a la
violencia, lo cual podría conllevar un proceso de naturalización de la misma, de manera
que las personas más habituadas a la victimización tienden a sentir menos miedo ante
algunos crímenes o actos violentos (van der Toorn et al., 2015). Adicionalmente, Gray
et al. (2011) señalan que las experiencias de victimización se muestran asociadas al
miedo disfuncional (cuando la calidad de vida de la persona es afectada negativamente
de forma generalizada), y no necesariamente al miedo funcional (cuando la emoción
se refiere a situaciones específicas y no afecta la calidad de vida del individuo). Será
importante que en investigaciones futuras se explore las diferencias que hay entre las
diferentes dimensiones del miedo al delito.
En lo que se refiere a la ideología política, los resultados mostraron que los grupos
que concentraron mayor proporción de personas que apoyan la violencia, también
tuvieron una mayor proporción de personas que creían que la dictadura sería la mejor
forma de gobierno, lo cual corrobora la H3. Estos resultados van en la línea con otros
estudios que muestran que el autoritarismo está directamente asociado a la aceptación
del uso de la violencia. Investigaciones indican que el autoritarismo predice actitudes
antidemocráticas, favorables a la punición física y al endurecimiento de las leyes pena-
les (Benjamin, 2006), las restricciones de las libertades civiles (Cohrs et al., 2005), las
prácticas de tortura (Benjamin, 2016), la violencia intergrupal (Faragó et al., 2019) y
las guerras (Cohrs et al., 2005). Tyler y Boeckmann (1997) y Gerber y Jackson (2015)
argumentan que los valores sociales consisten en el núcleo subyacente a las actitudes.
Para los autores, las personas que apoyan prácticas punitivas violentas lo hacen como
expresión de valores relacionados con la importancia de asegurar el orden social y la
cohesión moral, basados en la creencia del mundo como un lugar peligroso y de la pu-
nición como el método más eficaz para corregir a los responsables de causar ese peligro.
En ese sentido, las actitudes favorables al control social ostensivo y punitivo estarían
conectadas a los valores de gobiernos totalitarios, tal vez porque sienten más miedo,
y viceversa. En esta línea de trabajo, hay un gran número de estudios demostrando la
importancia de variables de nivel individual asociadas con el miedo al delito (Chadee
et al., 2016; Guedes et al., 2018; Jackson, 2009).
Concerniente a las actitudes violentas, se destaca que la mayoría de las personas de
todas las clases se mostró favorable al uso de la violencia como forma de defenderse.
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Particularmente, la Clase 2 manifestó una mayor proporción que las otras clases en
cuanto al apoyo a la violencia, con proporciones por encima del 90%. Además, aunque
se esperaba que la Clase 5 manifestara mayores proporciones que los otros grupos
de bajo apoyo a la violencia policial, este fenómeno no se observó. Comparando las
Clases 2 y 5, se observa que la Clase 5 expresó mayores niveles de miedo al delito, lo
que puede explicar el reducido apoyo de esa clase al uso de la violencia como forma de
defensa propia – quizás porque ellos no quieran involucrarse a nivel personal en nin-
gún tipo de violencia, pero sí apoyen el uso de la violencia institucional para disuadir a
los delincuentes. En ese sentido, el miedo al delito parece ejercer un papel moderador
importante en relación con el apoyo al uso de la violencia como reacción ante un delito
o hecho violento, relación interesante a estudiar mediante análisis de moderación en
futuros estudios. En lo que se refiere al uso de la violencia como forma de castigo o de
venganza (modalidades de vigilantismo), las Clases 2 y 5 presentan proporciones mayo-
res que las demás clases, de acuerdo con lo que se esperaba. De esa forma, se corrobora
que las clases más favorables al uso de la violencia policial también aceptan el uso de
la violencia como una forma de tomarse la justicia “por su mano”. Adicionalmente,
la Clase 2, aunque no la 5, apoya el uso de la violencia como forma de protesta. Los
resultados indican claramente una asociación, en la Clase 2, caracterizada por el bajo
miedo al delito, por las actitudes violentas como un medio de solucionar problemas y
conflictos sociales, y por el elevado apoyo a la violencia policial. Además, en la Clase 5,
que también presenta un apoyo elevado a la violencia policial y las actitudes violentas
punitivas por encima de lo esperado en el bloque de preguntas sobre vigilantismo, se
observó un elevado miedo al delito. Así, la H3 se corrobora parcialmente, de modo
que la relación entre actitud violenta y apoyo a la violencia policial no se da de forma
homogénea; para unos se muestra vinculada al miedo al delito, mientras que para otros
no. Por tanto, estudios futuros deberán indagar sobre variables moderadoras del miedo,
en el ámbito de diferencias individuales, de personalidad, o incluso contextuales de la
vida cotidiana de las personas.
6. Conclusiones
El presente estudio ha permitido identificar, en una muestra representativa de habi-
tantes de la ciudad de São Paulo, grupos de personas según sus niveles de miedo al
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delito y de sus actitudes hacia la violencia policial, controlados por covariables claves,
tales como el sexo, la victimización, el alineamiento político y la actitud violenta. No
obstante, es importante tener en cuenta que este es un estudio transversal, descriptivo
y correlacional. La complejidad de los fenómenos de estudio sobre miedo al delito y
apoyo a la violencia requiere de otros diseños que permitan realizar inferencias causa-
les más robustas. Para ello, sería valioso contar con algunos experimentos de campo
o estudios longitudinales que logren determinar relaciones de causalidad e identificar
las variables moderadoras de estos fenómenos. Además, será importante considerar la
interacción entre las variables, control que en el presente estudio ocurrió solamente
en relación a las variables utilizadas para el agrupamiento de individuos. Es posible
que cada tipología aquí identificada sea explicada por diferentes factores. Por tanto, es
importante profundizar en las características específicas del contexto social y político
brasileño que puedan afectar estos fenómenos. Por ejemplo, investigaciones han in-
dagado cualitativamente para caracterizar la emergencia de discursos contrarios a los
Derechos Humanos en el contexto de la transición política brasileña (Caldeira, 2000),
los cuales han ganado fuerza política en años recientes y que son fuertes diseminado-
res de propuestas populistas y de pánicos morales, cuyos impactos en las creencias y
valores individuales no pueden ser despreciados.
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BOLETÍN CRIMINOLÓGICO
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... También realizando análisis geográfico del delito con un enfoque aplicado a las prácticas policiales, Maldonado-Guzmán et al. (2020) discuten los resultados y ventajas de la aplicación de la técnica del análisis umbral para estudiar los delitos patrimoniales en Barcelona. Anrango Narváez (2020) y Komatsu et al. (2020) exploran el tema del miedo al delito. En su estudio en Quito (Ecuador), Anrango Narváez (2020) explora la preocupación por el delito en una zona considerada como "sitio seguro" por la policía para evidenciar las discrepancias entre gestión policial y las expectativas ciudadanas. ...
... En su estudio en Quito (Ecuador), Anrango Narváez (2020) explora la preocupación por el delito en una zona considerada como "sitio seguro" por la policía para evidenciar las discrepancias entre gestión policial y las expectativas ciudadanas. Por su parte, Komatsu et al. (2020) analizan la asociación entre el miedo al delito y las actitudes punitivas utilizando el Análisis de Clases Latentes Exploratorio. ...
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Esta edición especial del Boletín Criminológico recoge nueve de las mejores contribuciones presentadas durante el II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Criminología, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (España) los días 13 y 14 de febrero de 2020. Tras presentar las nueve contribuciones, este artículo discute el reto que supone publicar siendo joven investigador. En particular, revisaremos de manera breve los escritos relativos al fenómeno “publica o perece” a fin de exponer sus aspectos positivos, así como sus dificultades, y, por último, esbozaremos algunas recomendaciones para publicar de manera exitosa, preservando los principios éticos y metodológicos de nuestra ciencia.
... También realizando análisis geográfico del delito con un enfoque aplicado a las prácticas policiales, Maldonado-Guzmán et al. (2020) discuten los resultados y ventajas de la aplicación de la técnica del análisis umbral para estudiar los delitos patrimoniales en Barcelona. Anrango Narváez (2020) y Komatsu et al. (2020) exploran el tema del miedo al delito. En su estudio en Quito (Ecuador), Anrango Narváez (2020) explora la preocupación por el delito en una zona considerada como "sitio seguro" por la policía para evidenciar las discrepancias entre gestión policial y las expectativas ciudadanas. ...
... En su estudio en Quito (Ecuador), Anrango Narváez (2020) explora la preocupación por el delito en una zona considerada como "sitio seguro" por la policía para evidenciar las discrepancias entre gestión policial y las expectativas ciudadanas. Por su parte, Komatsu et al. (2020) analizan la asociación entre el miedo al delito y las actitudes punitivas utilizando el Análisis de Clases Latentes Exploratorio. ...
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Esta edición especial del Boletín Criminológico recoge nueve de las mejores contribuciones presentadas durante el II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Criminología, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (España) los días 13 y 14 de febrero de 2020. Tras presentar las nueve contribuciones, este artículo discute el reto que supone publicar siendo joven investigador. En particular, revisaremos de manera breve los escritos relativos al fenómeno “publica o perece” a fin de exponer sus aspectos positivos, así como sus dificultades, y, por último, esbozaremos algunas recomendaciones para publicar de manera exitosa, preservando los principios éticos y metodológicos de nuestra ciencia. This special issue of the Criminological Bulletin contains nine of the best contributions presented during the 2nd Meeting of Spanish Early-Career Researchers in Criminology, which took place at the Law School of the University of Malaga (Spain) on the 13th and 14th of February 2020. This article presents firstly the nine contributions of the special issue. As well, it discusses the challenge of publishing while being an early career researcher. In particular, we briefly review the literature on the "publish or perish" phenomenon to set out its assets, as well as its difficulties. Last, we outline several recommendations for publishing successfully, while preserving the ethical and methodological principles of our discipline.
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O objetivo deste artigo é examinar a influência da mídia na percepção do medo do crime entre moradores do Distrito Federal brasileiro. O estudo explora a influência das características da audiência na relação entre a mídia e o medo do crime. Também analisamos o impacto de diferentes tipos de mídia (TV, jornais e redes sociais) sobre o medo do crime. Os resultados mostram que a influência da mídia sobre o medo do crime depende do tipo de mídia, devido às diferenças em seu conteúdo e às características da audiência.
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resumo O artigo propõe retomar o debate sobre os medos, que não podem ser negados e continuam limitando a liberdade de ação dos indivíduos paralisados. Discute a doutrina liberal do que deve ser feito para impedir que a ação individual seja tolhida, especialmente no liberalismo do medo, doutrina política sobre a crueldade, imposição deliberada de dor física ou moral pelo mais forte sobre o fraco. Relativiza a visão do Estado como uma ameaça perene à liberdade dos cidadãos que devem se curvar à repressão, pois que há grupos organizados ou indivíduos fora do Estado, como na rede do Transnational Organized Crime (TOC), que intimidam ou matam pessoas em nome dos seus interesses individuais ou fins ideológicos coletivos. A saída mais usada é a de garantir que nenhum desses servidores do Estado possa intimidar alguém, a não ser pelo uso de procedimentos legais bem compreendidos e aceitos. A partir daí discute como a guerra às drogas afeta os combatentes servidores do Estado e cria reações e problemas psíquicos; os moradores das áreas urbanas mais violentas que, por causa dos traumas acumulados, fecham-se para a convivência e o associativismo; por fim, os moradores das cidades, mais afeitos à mídia e a ideologia fundamentalista religiosa.
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Using data from the 2012 AmericasBarometer survey collected in nine Latin American countries (n=14,705), this study examines two theoretically relevant potential sources of punitiveness: economic anxiety and fear of crime. Focusing on these two sources, we explore whether the public opinion dynamics often highlighted by punitiveness scholars also apply to the Latin American context and can thus be of value to explain recent movements towards punitive policies in that region. Generalized Structural Equation Modeling (GSEM) and bootstrapping are used to assess the direct effects of perceived national and personal economic insecurity on punitive sentiments as well as the indirect effects of these attitudes on punitiveness through fear of crime during a time of reduced economic growth, increased economic inequality, and harsh criminal justice policies. Results show that economic anxieties are positively associated with fear of crime, though their effects on support for increased punishments are mixed. Additionally, the effects of economic insecurity on punitiveness are partially mediated by fear of crime, supporting theoretical notions that insecurity produces fear of crime and subsequently influences punitiveness.
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Prior studies demonstrate that victimization and fear of crime independently affect criminal justice attitudes, but few have examined trust in criminal justice institutions. In addition, research has been primarily confined to the United States. Using data from the AmericasBarometer survey collected in the United States, Mexico, Argentina, and Brazil, the current study investigates the direct and indirect effects of criminal victimization and fear of crime on (a) perceived fairness of the courts, (b) trust in the police, and (c) overall trust in the criminal justice system. Results show that while the direct effects of victimization are mixed across countries and outcomes, fear of crime consistently mediates the effects of victimization on trust in criminal justice institutions.
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There is often a mismatch between levels of crime and the fear of becoming a victim of crime. It is not uncommon to find individuals who suffer little or no crime but yet who are still fearful of some future crime. Alternatively, a place or region might see an increase in crime over time while the fear of crime remains unchanged. Building on a model that previously considered the fear of crime as an opinion shared by simulated individuals, here the impact that different distributions of crime have on the fear experienced by the population is analysed. Simulating the dynamics of the fear of individuals, along with changes of the distribution of crime, leads to results which show that fear is sensitive to the distribution of crime and that there is a phase transition for high levels of concentration of crime. A policy may be oriented to reduce crime, so that the population effectively suffers less crime, but if the victimisation is displaced to other individuals, then the perception of insecurity may not decrease, with fear becoming more widespread.
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In recent years, scientific research has neglected the importance of personality and trait emotions in explaining fear of crime. Through a survey administered to 205 individuals, this study explored the relationship between individual variables and abstract fear of crime, perception of victimization risk (cognitive dimension), and behavioral expressions. A positive correlation between neuroticism (a personality dimension) and the abstract fear of crime was observed but not with the cognitive and behavioral dimensions. It was also found that trait fear emotion correlated only with the abstract fear of crime. Contrary to what was hypothesized, social desirability was positively correlated with abstract fear of crime, cognitive dimensions and behavioral dimensions in both men and women. Lastly, regression models revealed that distinct variables explaining each of the fear of crime dimensions exist. The implications of the findings are discussed herein.
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Morality is thought to underlie both ideological and punitive attitudes. In particular, moral foundations research suggests that group-oriented moral concerns promote a conservative orientation, while individual-oriented moral concerns promote a liberal orientation (Graham, Haidt, & Nosek, 2009). Drawing on classical sociological theory, we argue that endorsement of group-oriented moral concerns also elicits higher levels of punitiveness by promoting a view of crime as being perpetrated against society, while endorsement of individual-oriented moral concerns reduces punitiveness by directing attention toward the welfare of offenders as well as victims. Data from 2 independent samples (N = 1,464 and N = 1,025) showed that endorsement of group-oriented moral concerns was associated with more punitive and more conservative attitudes, while endorsement of individual-oriented moral concerns was associated with less punitive and less conservative attitudes. These results suggest that the association between conservatism and punitiveness is in part spurious because of their grounding in the moral foundations. Consequently, studies that do not take the moral foundations into account are at risk of overstating the relationship between conservatism and punitiveness.