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Estrategias de uso del rechazo a invitaciones por hablantes nativos españoles y japoneses

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Abstract

En este artículo se presenta un estudio heurístico de tipo contrastivo sobre las diferentes estrategias que emplean los hablantes nativos españoles y japoneses cuando responden con un rechazo a una invitación. Los datos incluyen 193 estrategias empleadas en 72 respuestas formuladas 24 participantes, de los cuales 12 son hablantes nativos de español y otros 12 hablantes nativos de japonés. Para la recolección de los datos se utilizó una tarea para completar el discurso administrada de manera virtual. Las estrategias preferidas de los informantes fueron: el «rechazo de la proposición», la «excusa/explicación», el «desacuerdo/disuasión», la «gratitud/apreciación» y el «arrepentimiento/ disculpa». Por otro lado, también se registraron estrategias únicas en el corpus lingüístico del español peninsular como el «rechazo explícito» y la «solidaridad/empatía».
ARTÍCULOS
Correspondencia: Ignacio Pedrosa, 3-7-10-201 Higashi Gotanda , Shinagawa-ku, Tokio, Japón.
Correo electrónico: igpedrosa@outlook.com
Estrategias de uso del
rechazo a invitaciones
por hablantes navos
españoles y japoneses
Cuadernos CANELA, 31, pp. 5-18
Recibido: 01-IX-2019
Aceptado: 20-IV-2020
Publicado, versión impresa: 22-V-2020
ISSN 1344-9109
Publicado, versión electrónica: 22-V-2020
ISSN 2189-9568
© El autor 2020
canela.org.es
Ignacio Pedrosa García
Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe, Kobe, Japón
Resumen
En este arculo se presenta un estudio heurísco de po contrasvo sobre las diferentes estrategias
que emplean los hablantes navos españoles y japoneses cuando responden con un rechazo a una
invitación. Los datos incluyen 193 estrategias empleadas en 72 respuestas formuladas 24 parcipantes,
de los cuales 12 son hablantes navos de español y otros 12 hablantes navos de japonés. Para
la recolección de los datos se ulizó una tarea para completar el discurso administrada de manera
virtual. Las estrategias preferidas de los informantes fueron: el «rechazo de la proposición», la
«excusa/explicación», el «desacuerdo/disuasión», la «gratud/apreciación» y el «arrepenmiento/
disculpa». Por otro lado, también se registraron estrategias únicas en el corpus lingüísco del español
peninsular como el «rechazo explícito» y la «solidaridad/empaa».
Palabras clave
Actos de habla, rechazos a invitaciones, cortesía, pragmáca intercultural, tarea para completar
el discurso
Introducción
Cada cultura tiene diferentes interpretaciones y entendimiento de lo que es considerado
como cortesía y un comportamiento apropiado. Los estudios contrastivos sobre modelos
de interacción vinculados a cada civilización han sido abordados desde una disciplina
denominada pragmática intercultural. Las investigaciones que se realizan en esta área
desvelan las diferencias que existen impresas en el marco cultural (Gardner et al., 1999)
entre sociedades y, por consiguiente, son una fuente de información primordial para
elaborar materiales didácticos orientados a la enseñanza de lenguas extranjeras.
Sabiendo que la pragmática tiene como objeto de estudio los enunciados que se emiten
en un contexto especíco, teniendo gran importancia este último y los distintos usos del
lenguaje, así como la interpretación del mensaje que realiza el destinatario, consideramos
que la pragmática intercultural tiene una estrecha relación con el conocimiento del
mundo físico y social y con el hecho de que no todas las culturas comparten los mismos
conocimientos generales o especícos, existiendo grandes diferencias en casos como
el que aquí nos atañe: la cultura japonesa y la cultura española. En contraposición a
la pragmática lingüística, que explica la expresión verbal de las relaciones entre el
signo lingüístico y los usuarios del código dentro de un sistema lingüístico concreto,
la pragmática intercultural analiza y compara estos principios en distintas culturas.
Algunos fenómenos que pueden estudiarse desde las dos perspectivas mencionadas son:
Confederación Académica Nipona,
Española y Lanoamericana
la teoría de la cortesía, los actos de habla, la deixis y la estructura de la información.
Además, dentro de la pragmática intercultural se analizan otros fenómenos como el
choque cultural y el error pragmático. Nuestra investigación se centra en uno de los
actos de habla: el rechazo.
Nuestros objetivos se encuentran expresados en los siguientes enunciados: (1)
comprobar si se emplean estrategias únicas en cada corpus lingüístico en respuesta al
acto de habla del rechazo a invitaciones; (2) explorar y comparar las estrategias del
rechazo que utilizan los hablantes nativos de español y los hablantes nativos de japonés.
1. Pragmáca intercultural
En el campo de la pragmática intercultural, la comunicación entre hablantes con
diferentes L1 son el centro de atención (Kesckes, 2014). En el acercamiento intercultural,
la comunicación es un proceso dinámico en el que la colaboración y la negociación
tienen lugar constantemente para alcanzar el objetivo de la comprensión mutua entre los
hablantes de diferentes culturas. Es por esto por lo que, en la comunicación intercultural,
la competencia interactiva de los participantes es esencial, porque las habilidades
comunicativas como los turnos, manejo de la dirección de la conversación y el uso
de señales paralingüísticas afectan de manera directa el propósito de la comprensión
mutua. Asimismo, Kesckes (2014) adopta un enfoque sociocognitivo de la pragmática
intercultural al combinarlo con una perspectiva cognitivo-losóca que considera la
intención previa del hablante como un estímulo mental, en conjunto con una perspectiva
sociocultural-interaccional que tiene en cuenta el fenómeno posterior a la ejecución del
acto de habla por el hablante y el oyente durante una conversación.
El ser cortés, implica cómo se entiende serlo y cómo se entiende no serlo; además,
esto varía de una cultura a otra (House, 2008). Es esto por lo que, en la disciplina de
la pragmática intercultural, el estudio de la cortesía puede servir como respuesta clave
para entender numerosos malentendidos y conictos que surgen en el encuentro entre
los hablantes de diversas culturas. Tal y como plantea Fernández (2002), «solo un
acercamiento pragmático de la lengua nos permitirá dar cuenta del papel que las normas
sociales y culturales cumplen en la selección de las formas lingüísticas usadas en la
realización de las funciones comunicativas» (Fernández, 2002, p. 7).
Como profesores, los estudios pragmáticos nos alertan sobre los peligros de tener una
visión demasiado ingenua de los actos de habla, ya sea por juzgarlos de manera más
simples de lo que son, o por suponerles un carácter universal.
2. El acto de habla del rechazo
Según el Diccionario de la Real Academia Española (DLE), conceptualmente, el rechazo
es la acción y el efecto de contradecir lo que alguien expresa, denegar algo que se pide
o no admitir lo que se propone u ofrece. El rechazo es, en comparación con otros actos
de habla, el menos estudiado y, a su vez, un acto de habla mucho más complejo. Es, al
igual que responder a un cumplido, uno de los pocos actos de habla que se dan como
consecuencia de otro (como en el caso de nuestro estudio, una invitación) en vez de ser
un acto iniciado por el hablante (Gass y Houck, 1999, p. 2) y que comprometen al que
responde a decantarse por una acción: aceptar o rechazar.
A raíz de lo ya mencionado, otra particularidad de este acto de habla es que posee
una naturaleza amenazante (face threatening act; FTA) tratándose de un FTA potencial
6Cuadernos CANELA, Vol. 31
(Brown y Levinson, 1987; Félix-Brasdefer, 2008) ya que, el hecho de rechazar algo en
sí, constituye un reto en términos de pragmática de la cortesía, hasta el punto de que,
si no se sabe hacer correctamente, puede resultar ofensivo (Alemi y Tajeddin, 2013;
Takahashi y Beebe, 1987). Por último, las fórmulas semánticas elicitadas a partir de un
rechazo son también sensibles a otros factores sociolingüísticos, como al estatus social
del interlocutor, la distancia social y el contexto en el que se produce la conversación.
Las obras de Austin (1962), Searle (1969, 1976) y Grice (1975) han sido cruciales
en los estudios de pragmática de L1 y L2 y han inspirado a una gran cantidad de
investigaciones sobre el aprendizaje de actos de habla y de implicaturas. Sin embargo, los
teóricos de los actos de habla se basaban principalmente en la losofía y no explicaban
las consideraciones socioculturales del mundo real para producir actos de habla; es decir,
las condiciones en relación con el contexto que llevan a los hablantes a formular sus
actos de habla de diferentes maneras. Esta cuestión fue abordada desde una perspectiva
antropológica a través de los estudios sobre la cortesía.
3. Relación entre rechazo y cultura
En el caso de los rechazos, el hablante debe negar a alguien la petición, invitación, oferta
o sugerencia. Dado el hecho de que los rechazos son un FTA que implican un cierto nivel
de ofensividad, la aplicación de estrategias de rechazo inadecuadas puede hacer que los
estudiantes de L2 parezcan irrespetuosos y descorteses en algunas situaciones. No solo
eso, cómo se dice «no» es más importante en muchas sociedades que la respuesta en sí
misma. El interlocutor debe saber cuándo usar la forma apropiada y qué función cumple
este acto de habla, teniendo en cuenta sus elementos sociopragmáticos. Como sabemos,
lo que resulta aceptable o apropiado en una cultura, puede ser totalmente inaceptable e
inapropiado, incluso insultante en otra.
Puesto que no es suciente con conocer las pautas culturales, es deseable tomar
conciencia de estos fenómenos para comunicarnos de forma adecuada con los miembros
de otras comunidades, es decir, debemos conocer las convenciones lingüísticas1. Al igual
que Tusón (1997), consideramos que todo lo que contribuya a conocer mejor el sistema
de comunicación de una comunidad cultural, contribuirá a «un mayor conocimiento de
la naturaleza humana y de las restricciones sociales y culturales que regulan nuestros
comportamientos comunicativos» (Tusón, 1997, p. 112).
3.1. La cortesía lingüísca española
La etiqueta lingüística española se rige por aptitudes conguradas en torno a la imagen
social ya que, «comportarse cortésmente no es una capacidad natural, sino una destreza
que se logra como parte del proceso de socialización» (Escandell, 1998, p. 19). Es decir,
en un sentido estricto la cortesía se maniesta en los actos orientados hacia el oyente.
Con esta prerrogativa, Hernández (2004) añade que «la cortesía es un conjunto de
estrategias verbales dirigidas por un hablante a un destinatario y que afectan a la situación
de la imagen de ambos interlocutores»2 (Hernández, 2004, p. 99). El conocimiento del
contexto sociocultural es lo que permite a los hablantes interpretar lo que se dijo por
medio de una conexión entre el discurso y la realidad social (Bravo, 2005). Es por eso
por lo que Bravo (2005) toma en cuenta lo lingüístico y lo extralingüístico para describir
la realidad social del hablante, proponiendo hablar de una pragmática sociocultural en
7Pedrosa García
la que incorpora todos los elementos de la situación comunicativa del usuario para la
descripción del lenguaje.
La cultura española peninsular está motivada por diferentes conceptualizaciones
en cuanto al uso de la cortesía verbal, estando más inclinada a realzar la imagen del
interlocutor (face enhancing act; FEA). Briz (2004) analiza este fenómeno distinguiendo
entre: la cortesía codicada y la cortesía integradora. La primera incluye todos los
mecanismos lingüísticos asignados convencionalmente a la cortesía en cualquier
contexto, mientras que la segunda se reere a la evaluación de una elocución como
cortés o descortés, dependiendo de la situación comunicativa en la que se verbalice. A
su vez, hay diferentes parámetros comunicativos que pueden actuar como ltros que
contribuyen a esta evaluación, tales como la relación entre los interlocutores, el objetivo
de la interacción, las ideologías culturales, relevancia, así como la aceptación lingüística
y social.
Un rasgo prevalente de la cortesía española es la conanza. Según Bravo (1999) y
Hernández (2004), cuando la relación que tienen los interlocutores es cercana, hay
conanza. No obstante, también en situaciones en las que la relación no es tan estrecha,
los españoles tienden a comportarse como si existiera conanza, lo que puede llegar a
generar incomodidad o malestar cuando no se respeta la privacidad del oyente o hay un
exceso de conanza por parte de uno de los interlocutores. No más allá de esto, Hernández
(2003) explica que la falta de conanza se contempla de forma negativa, sobre todo en
las relaciones con más familiaridad; es decir, con menor distancia social. Se entiende
que cuando hay conanza, se debe mostrar afecto, conar en los demás, ser auténticos
y sinceros. Con el mismo temperamento, Barros (2011) acuña que «la conanza es un
regalo que se gana. Así, las relaciones sociales están regidas por una jerarquía que deriva
del nivel de conanza. Cuanta más conanza, más fácil será expresarse con libertad
y sentirse miembro de un grupo» (Barros, 2011, p. 168). En consecuencia, Barros
(2011) suscita que la distancia social no es una frontera insuperable en la interacción
comunicativa y el poder social de los hablantes no suele ser muy grande en el contexto
sociocultural español. De este modo, la preocupación por la imagen no es tan imperiosa
como en las culturas de distanciamiento, como la japonesa, en la que la atenuación es
un mecanismo empleado con frecuencia y las relaciones sociales se establecen de forma
moderada y respetuosa. Al contrario, la cortesía en la cultura española sirve, mayormente,
para acortar la distancia y crear o reforzar la conanza.
En la cultura española se aprecia la originalidad y la autonomía3, esta última ligada al
orgullo, que puede manifestarse de forma expresiva y clara, lo que da lugar a modos de
acción e interacción directos y frontales (Bravo, 1999, pp. 168-170). En virtud de ello,
se espera que los españoles sean más directos al rechazar una proposición. Además, los
españoles se expresan con libertad y son tolerantes hacia opiniones de diferente calibre
(Bravo, 1999). No obstante, en algunas ocasiones, dependiendo del contexto y quienes
sean los interlocutores, pueden llegar a engrescarse en discusiones; sin embargo, esto no
supone un riesgo para las relaciones interpersonales puesto que, al contrario, contribuyen
a fortalecerlas (Bernal, 2007).
3.2. La cortesía lingüísca japonesa
En primer lugar, para comprender por qué la etiqueta lingüística japonesa diere en
contraposición del modelo occidental debemos examinar la inuencia histórico-
cultural que congura la identidad del país. Uno de los principios culturales que marca
8Cuadernos CANELA, Vol. 31
la idiosincrasia japonesa es el concepto de wa () o armonía. Se trata de un término
losóco confuciano que dicta un estándar importante en la sociedad japonesa. Este
concepto enmarca la importancia de mantener la armonía, evitar conictos y el esfuerzo
del miembro del grupo para no sobresalir excesivamente del resto. A pesar de que los
conceptos losócos pueden ser complejos de poner en perspectiva, estos nos dan
referencias de por qué los japoneses parecen ser tan educados y por qué se preocupan
por agradar a los demás y encajar en el grupo.
La sociedad japonesa no solo funciona dentro de un sistema jerárquico, sino también
dentro de un sistema de relaciones internas y externas. El termino uchi () se reere
al círculo social interno de un individuo en el que se describe a sí mismo como parte
del «nosotros», esto hace cabida a los amigos cercanos y a los miembros de la familia.
Estos grupos comparten un cierto sentido de amae (甘え) o dependencia emocional,
mientras que soto () se reere a las relaciones del círculo externo, como las personas
que pertenecen a diferentes grupos sociales. Debe señalarse que estas relaciones o
posiciones son dinámicas y cambian continuamente dependiendo de la situación y el
contexto. Por otro lado, Haugh y Obana (2011) sugieren que la cortesía en japonés está
estrechamente relacionada con la noción de tachiba (立場) la cual reconoce la posición,
rol o circunstancias distintivas de cada uno. Esta noción sostiene que las personas cambian
su comportamiento de acuerdo con dónde se encuentran, con quién están interactuando y
cómo se perciben a sí mismas en una determinada situación.
En consecuencia, la cortesía japonesa está determinada en gran medida por las
relaciones antes mencionadas, como el rango y el sistema dentro-fuera; es por esto por
lo que los interlocutores deben elegir una forma lingüística adecuada, acorde al reejo de
la posición del hablante dentro de cada sistema y del contexto real de la comunicación.
Por otro lado, conocer la propia situación dentro de esta red de pirámides y actuar
lingüísticamente acorde a esta situación es lo que se conoce como wakimae (弁え). Hill
et al. (1986) e Ide (1992) acuñaron este término con el siguiente signicado: «conforme a
la norma esperada». A diferencia de la conversación en la tradición occidental, en la que
el hablante elige a conciencia las expresiones de acuerdo con su intención, los japoneses
discriminan su juicio de elección en base al estatus y la edad de los destinatarios. Esto se
debe a que el esquema mental del hablante está orientado a igualar la norma social del
contexto y a preguntarse qué se supone que se debe usar en lugar de qué quiere usar. Sin
embargo, el hablante japonés se expresa a través del tipo de cortesía wakimae o tachiba,
que muestra conformidad con la norma y el contexto social.
Precedentemente, Lako (1984) ya había caracterizado el japonés como una lengua
basada en el oyente, lo cual indica que se espera del hablante que sea indirecto y ambiguo,
dejando de este modo al oyente la responsabilidad de interpretar sus intenciones. Este
compromiso de ser lo sucientemente sensible para entender las uctuaciones que
ocurren en la conversación es clave en el discurso japonés. Okazaki (1993) señala
que los japoneses, ante una negociación discursiva, utilizan estrategias comunicativas
como el enryo-sasshi (遠慮·察し) que se caracteriza por evitar el uso de expresiones
provocadas por pensamientos y sentimientos de forma directa (enryo; «modestia») y la
susceptibilidad del oyente al mensaje (sasshi; «consideración» o «anticipación»).
En la medida que un hablante japonés siempre debe expresar una actitud respecto a la
norma social, puede llevarle hasta el límite en el que cada enunciado sea pronunciado
de forma premeditada, puesto que, desde el punto de vista cultural, se intenta evitar
todas las expresiones que puedan considerarse amenazadoras de la imagen y dañen a la
9Pedrosa García
misma, causando vergüenza por parte del individuo. Hasta cierto punto, podría decirse
lo mismo en cualquier cultura; es decir, la comunicación interpersonal siempre se
encuentra en riesgo de situaciones amenazantes desde el foco pragmático. Sin embargo,
en japonés, esto se amplica ya que el contexto social está directamente codicado en
elementos morfológicos y léxicos (Tsujimura, 1992). La importancia del reconocimiento
y el estatus se reeja en el hecho de que, dicha información está codicada de manera
sociopragmática, y es que el sistema honoríco en japonés es más que una estrategia
de cortesía negativa para mitigar la coacción del destinatario. Un hablante japonés, sea
cual fuere el contexto en el que se encuentre, no puede dejar de expresar su posición de
respeto hacia el oyente, puesto que las construcciones lingüísticas propias del idioma
transmiten cortesía desde los niveles más básicos de su gramática debido al inherente
peso cultural que recae sobre la misma.
4. Estudios sobre la formulación y uso del rechazo
Dentro de los estudios que examinan el acto de habla del rechazo, dos merecen especial
mención. Por una parte, desde el punto de vista estructural, el estudio de Takahashi y Beebe
(1987), y en segundo lugar el de Beebe et al. (1990) que ofrece una lista clasicatoria
de las estrategias para formular rechazos dividiéndolas en directas e indirectas. Además,
incluyen adjuntos4 a los rechazos que no funcionan como rechazos en sí mismos, sino
de apoyo a estos.
Gran parte de la investigación en torno al rechazo se ha dedicado a explorar las
diferencias interculturales (Abe, 2017; Bella, 2014; Edsworth y Kodama, 2011; Félix-
Brasdefer, 2008; Fujiwara, 2004; Gass y Houck, 1999; Kwon, 2004). Consecuentemente,
se han encontrado distinciones en cuanto a la frecuencia y el contenido de las estrategias
utilizadas, llevando a los investigadores a abogar por la importancia de saber cómo
realizar un rechazo en la L2 de manera correcta y, evitar así fallos pragmáticos (Alemi y
Tajeddin, 2013; Kwon, 2004). Asimismo, se han centrado en la producción del rechazo
por parte de los hablantes no nativos, examinado en qué se diferencian de los hablantes
nativos y se han mostrado discrepancias cualitativas y cuantitativas en el uso de fórmulas
semánticas para realizar un rechazo, además de proponer planes de instrucción para este
acto de habla.
5. Estudio empírico
5.1. Metodología
La metodología utilizada en el presente estudio es esencialmente cualitativa. Se trata de
un estudio de corte transversal de diseño heurístico, en el que se clasican, describen
y contrastan los tipos de fórmulas semánticas que ambas culturas emplean en diversas
invitaciones que requieren respuesta mediante un acto de habla del rechazo de manera
escrita. En función de nuestros objetivos, se enunciaron las siguientes preguntas de
investigación:
1. ¿Hay estrategias únicas en cada corpus?
2. ¿Qué diferencias existen entre las estrategias empleadas por los informantes?
10 Cuadernos CANELA, Vol. 31
5.2. Parcipantes
Contamos con un grupo de 12 hablantes nativos españoles, antiguos alumnos del curso
de acreditación docente de ELE del Instituto Cervantes de Alcalá de Henares, 6 hombres
(50%) y 6 mujeres (50%) que comprenden el mismo rango de edad de 30 a 40 años
(M=34.75, SD=3.49, Mediana=34) y un perl general en común. Por otro lado, se tuvo
en cuenta a un grupo diferente de hablantes nativos japoneses que se conguró en torno
a otros 12 miembros ingresados en el Instituto Cervantes de Tokio, compuesto por 6
hombres (50%) y 6 mujeres (50%) con un rango de edad comprendido entre los 30 y 40
años (M=35.33, SD=3.98, Mediana=35.5), quienes participaron voluntariamente en el
estudio.
5.3. Herramienta de recogida de datos
Para elicitar el acto de habla del rechazo por parte de los informantes se administraron
dos DCT en sus diferentes versiones idiomáticas (español y japonés), acorde a cada
grupo. Estos consistían en descripciones situacionales que especicaban un contexto
comunicativo. A cada situación le sigue un espacio en blanco en el que los participantes
debían proporcionar las fórmulas lingüísticas oportunas para efectuar el rechazo, a la
mejor conveniencia de estos y como si fueran los hablantes de una interacción en la
vida real. Los DCT utilizados fueron los usados originalmente por Beebe et al. (1990),
adaptados y validados lingüísticamente de forma previa por el investigador (Tabla 1).
5.4. Estrategias de respuesta
Al no existir un sistema previo de clasicación de rechazos entre el japonés y el español
peninsular, frente al análisis cualitativo del corpus, creamos nuestro propio sistema
de clasicación, basándonos en los trabajos de investigación precedentes (Beebe y
otros, 1990; Félix-Brasdefer, 2008) y completando las categorías que considerábamos
necesarias (Tablas 2, 3 y 4).
Tabla 1. Descripción de la estructura interna del DCT (Beebe et al., 1990).
Esmulo Posición social del rechazante Situación
Invitación Inferior Fiesta del jefe
Invitación Igualitaria Cenar en casa de un amigo
Invitación Superior Ir a un restaurante de lujo
Tabla 2. Clasicación de las estrategias directas.
RECHAZOS
Estrategias directas Ejemplos
A. Rechazo explícito 1. (E4S35) «Pf, no.»
B. Negación de la proposición
1. (E1S1) «No puedo aceptar
2. (J5S1) 「お断りするわ」
Okotowari suru wa
[Lo rechazo]
11Pedrosa García
Tabla 3. Clasicación de las estrategias indirectas.
RECHAZOS
Estrategias indirectas Ejemplos
A. Excusa/explicación
1. (E7S2) «precisamente el domingo celebramos una esta de
cumpleaños.»
2. (J7S2) 「日曜日は家族と出かける予定があるので」
Nichiyōbi wa kazoku to dekakeru yotei ga aru node
[El domingo planeo salir con mi familia]
B. Arrepenmiento/disculpa
1. (J3S3) 「申し訳ない」
Mōshiwakenai
[Discúlpeme]
2. (E4S1) «Sinéndolo mucho…»
C. Deseo
1. (E4S2) «Me hubiera gustado asisr
2. (J10S1) 「是非参加したいのですが」
Zehi sanka shitai nodesuga
[Me encantaría unirme, pero…]
D. Alternava
1. (E8S2) «Seguro que en otra ocasión podremos.»
2. (J6S3) 「明日の朝早くではいかがでしょうか」
Ashita no hayakude wa ikagadeshouka
[¿Qué tal mañana temprano?]
E. Desacuerdo/disuasión
1. (E2S3) «Los domingos por la noche son mal momento.»
2. (J7S1) 「私的な時間に仕事の話はご遠慮させてください」
Shitekina jikan ni shigoto no hanashi wa go enryo sa sete kudasai
[Abstengase de hablar de trabajo durante el empo personal]
F. Promesa de cumplimiento
1. (J1S1) 「もし更にお話の場が必要であれば喜んでオフィスに
てお話を伺いますよ」
Moshi sarani ohanashi no ba ga hitsuyōdeareba yorokonde osu nite
ohanashi o ukagaimasu yo
[Si necesita hablar más, no dude en preguntar en la ocina]
2. (E8S1) «Lo tendremos en cuenta.»
G. Evitación
1. (E3S3) «No lo sé.»
2. (J6S2) 「まずはやってみないか」
Mazu hayae minai ka?
[¿Te gustaría probarlo primero?]
H. Rechazo por principios/
creencias
1. (E5S3) «Creo que a tu mujer no le caigo muy bien.»
2. (J9S2) 「信じないよこういうのは」
Shinjinai yo kō iu no wa
[No me creo lo que dices]
I. Establecer una condición de
aceptación pasada/futura
1. (E3S3) «Dijo mi cuñada que se iba a pasar por casa y estoy
pendiente de que me conrme.»
2. (J10S1) 「またお誘いお願いします」
Mata osasoi onegaishimasu
[Por favor, invíteme en una futura ocasión]
12 Cuadernos CANELA, Vol. 31
Tabla 4. Clasicación de los adjuntos al rechazo.
RECHAZOS
Adjuntos a los rechazos Ejemplos
A. Opinión posiva/senmiento/acuerdo
1. (E2S2) «Espero que lo disfruten al máximo.»
2. (J12S3) 「いいね」
Iine
[Qué bien]
B. Solidaridad/empaa 1. (E6S1) «Trate de tener más cuidado la próxima vez y ya
está.»
C. Gratud/apreciación
1. (J8S6) 「お誘いいただいてありがとうございます」
Osasoi itadaite arigatōgozaimasu
[Gracias por la invitación]
2. (E8S1) «Es muy amable por su parte.»
6. Resultados
6.1. Distribución general de las macroestrategias de respuesta
En el caso de rechazar invitaciones, los HNE ocuparon el porcentaje más elevado al
utilizar estrategias directas con un 25.56% frente al 6.06% de los HNJ. De forma similar,
los rechazos indirectos fueron lo más explotados por nuestros grupos de informantes,
con un 76.77% por los HNJ, con un 65.56% por su grupo homólogo de HNE. Los HNJ
utilizaron adjuntos al rechazo de forma superior con un 19.19% mientras que los HNE
emplearon estos de manera reservada, con un 10.87% (Figura 1 y Tabla 5).
Al examinar estos datos, se revelan diferentes grados de claridad en cuanto al uso de
estrategias acotadas por cada grupo de informantes. Los HNE fueron más directos al
rechazar invitaciones, mientras que los HNJ fueron lo más indirectos.
6.2. Distribución general de las microestrategias de respuesta
Tanto los HNE como los HNJ utilizaron formulas semánticas indirectas de manera
proporcionalmente alta; los primeros recurrieron a estas a través de la «excusa/
explicación» con un 20% mientras que los HNJ lo hicieron en un 33%. Las fórmulas
semánticas directas fueron empleadas por antonomasia por el grupo de HNE con
estrategias únicas como el «rechazo explícito» y la «solidaridad/empatía» con un 2.22%
además de la «negación de la proposición» con un 23.33% frente al 6.06% de los HNJ.
De manera similar, se emplearon estrategias como el «arrepentimiento/disculpa» por
ambos grupos de informantes, con un 25.25% por los HNJ y un 18.89% por los HNE.
Se puede observar que los HNE utilizaron una gama variada de fórmulas semánticas
en comparación con el grupo de los HNJ, quienes mostraron predilección por ciertas
estrategias en concreto. Los HNE usaron estrategias como el «deseo» con un 5.56%
además de la «alternativa» con un 4.44% o la «evitación» con un 2.22%. Del mismo
modo, los HNE y los HNJ utilizaron proporcionalmente el mismo porcentaje al
«establecer una condición de aceptación pasada/futura» con un 3.33% y un 4.04%. En
cambio, los HNJ emplearon más adjuntos como la «opinión positiva» con un 7.07%.
Cabe destacar que los HNJ emplearon un total de fórmulas semánticas superior cuando
rechazaron invitaciones (Tabla 6).
13Pedrosa García
Tabla 5. Estadíscos descripvos de las estrategias del rechazo.
Estrategias Grupo
HNE HNJ
Directas Media
SD
11.5
13.43
3
4.24
Indirectas Media
SD
6.55
6.36
8.44
11.98
Adjuntos Media
SD
3.33
3.21
6.33
6.02
Tabla 6. Distribución general de las microestrategias.
Esmulo Invitación
Grupo HNE HNJ
Estrategias n % n %
Rechazo explícito
Negación de la proposición
Excusa/explicación
Arrepenmiento/disculpa
Deseo
Alternava
Desacuerdo/disuasión
Promesa de cumplimiento
Evitación
Rechazo por principios/creencias
Establecer una condición de aceptación pasada/futura
Opinión posiva
Solidaridad/empaa
Gratud/apreciación
2
21
18
17
5
4
6
2
2
2
3
1
2
7
2.22
23.33
20
18.89
5.56
4.44
6.67
2.22
2.22
2.22
3.33
1.1
0
7.78
0
6
33
25
2
1
1
2
7
1
4
7
0
12
0
6.06
33.33
25.25
2.02
1.01
1.01
2.02
7.07
1.01
4.04
7.07
0
12.12
Total 92 100 101 100
Figura 1. Distribución general de las macroestrategias
14 Cuadernos CANELA, Vol. 31
Conclusiones
En conclusión, a través del presente estudio se ha investigado la selección y preferencia
de uso de estrategias de cortesía entre dos identidades culturales dispares al rechazar
una invitación en tres niveles diferentes de estatus social. A la luz nuestros resultados,
observamos cómo los hablantes nativos de japonés se vieron inuenciados por su
priming cultural colectivista, puesto que valoraron la armonía del grupo y se mostraron
más preocupados por el mantenimiento de la imagen pública que sus homólogos nativos
españoles, quienes se vieron inuenciados por el individualismo distintivo de la cultura
peninsular, buscando la igualdad en las relaciones y valorando más la orientación de
solidaridad y acercamiento con un mayor grado de claridad en sus respuestas.
Aun cuando existen diversos estudios interculturales sobre el español y el japonés,
todavía hoy en día la mayor parte de las investigaciones que se han realizado sobre esta
temática se han focalizado desde una perspectiva anglocéntrica. En un área aún poco
explorada, este estudio proporciona nuevas nociones para una mayor investigación en la
comunicación intercultural en torno al acto de habla del rechazo.
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16 Cuadernos CANELA, Vol. 31
Notas
1 Normas adoptadas por una comunidad lingüística o por alguno de sus miembros sobre el uso y
el signicado de un término concreto
2 Según Brown y Levinson (1987), solo afecta a la imagen del oyente.
3 Cada cultura tiene como fundamentales o institucionalizadas ciertas imágenes, utilizando los
conceptos culturalistas de Bravo (1999) damos valor concreto a esa connotación de querer ser
autónomo y aliativo; de manera que, por ejemplo, para el español, autonomía es sinónimo de
autoarmación, de «mostrarse original» y consciente de sus «buenas cualidades».
4 Son aquellas fórmulas semánticas que acompañan a los rechazos y que apelan a la cortesía
valorizadora para mantener la imagen positiva del interlocutor (Beebe et al, 1990).
5 La organización del corpus se ha desarrollado mediante el etiquetado de cada informante con
un código alfanumérico que indica el grupo de procedencia al que pertenece y la situación
dada en el cuestionario. Así, el primer grupo se indica con «E» para los españoles, el segundo
grupo con «J» para los japoneses. Los participantes de cada grupo están representados por un
número del 1 al 12 de manera aleatoria. Las situaciones se indican con una «S» que representa
el orden dispuesto de cada una de ellas en el DCT.
Perl del autor
Ignacio Pedrosa García es graduado en estudios de Asia y África con especialidad en cultura
y lengua japonesas por la Universidad Autónoma de Madrid, así como máster en Lingüística
Aplicada a la Enseñanza de Español como Lengua Extranjera por la Universidad Antonio de
Nebrija. Sus líneas de investigación incluyen: mecanismos psicolingüísticos que subyacen al
aprendizaje y adquisición de lenguas extranjeras, pragmática de la interlengua y sociolingüística.
17Pedrosa García
English Title
Strategies on Refusing Invitaons by Spanish and Japanese Nave Speakers
Abstract
This paper presents a heuristic and contrastive study about the dierent strategies that native
Spanish and Japanese speakers use when they respond with a refusal to an invitation. The data
include 189 strategies employed in 72 responses formulated by 24 participants, of which 12
are Spanish native speakers and other 12 are Japanese native speakers. To collect the data, a
discourse completion task was administered online and in class. The preferred strategies elicited
by the informants were: the “negation of proposition”, “excuse/explanation”, “disagreement/
dissuasion”, “gratitude/appreciation” and “regret/apology”. On the other hand, unique strategies
as the “explicit refusal” and “solidarity/empathy” were also registered in the linguistic corpus of
peninsular Spanish.
Keywords
Speech acts, refusals to invitations, politeness, intercultural pragmatics, discourse completion
task
日本語タイトル
スペイン語母語話者と日本語母語話者による「拒否」と「誘い」の使用ストラテジー
要旨
 本稿は、招
待状に対する断りについて、スペイン語母語話者および日本語母語話者間で
使
用されたストラテ
ジーをヒュ
ーリスティックな手法によって比較対照研究したものである
本研究では、
24名による72の回答から抽出した189の戦略が認められた。24名の内訳は
スペイン語母語話者12名、日本語母語話者12名である。データ収集のための談話完成タスク
(DCT)は、オンラインおよびクラス内で実施した。情報提供者によって引き出された好ましい
戦略として、「提案の断り」、「言
い訳/説明」、「意見の相違/説得」、「感謝/厚意」お
よび
「後悔/謝罪」が認められた。一方、スペイン本土のスペイン語の言語コーパスには、「明示的
断り」、「連帯/共感」とする戦略も確認することができた。
キーワード
発話行為、招待の断り、ポライトネス、異文化間語用論、談話完成タスク
18 Cuadernos CANELA, Vol. 31
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Article
Full-text available
The purpose of this paper is to report on a study examining the developmental pragmatic competence of Japanese learners of English as compared with native Americans. Their pragmatic competence was analyzed qualitatively in terms of the tone and content of their refusals. Qualitative assessments of transfer strategies were also given. The data are based on the written refusals of 80 subjects - 20 native speakers using Japanese and 20 native speakers using English, as compared with 40 Japanese students speaking English (20 EFL and 20 ESL). Within the ESL and EFL categories, 10 students are at the graduate level and 10 at the undergraduate level, categories which reflect approximate level of proficiency. We address the issue of pragmatic transfer as a function of learning context (ESL vs. EFL) and proficiency level. Taylor (1975) has demonstrated that beginners have the highest level of transfer, with transfer decreasing as proficiency increases. We hypothesize that this does not occur in our sample at the pragmatic level. Our reasoning is that the lower proficiency students do not have the fluency in the target language to give reign to pragmatic transfer phenomena. Based on the results of the study, we attempt to explain the developmental pragmatic competence of Japanese EFL/ ESL students.
Article
Full-text available
Proceedings of the Tenth Annual Meeting of the Berkeley Linguistics Society (1984), pp. 481-492
Chapter
Intercultural Pragmatics is concerned with the way the language system is put to use in social encounters between human beings who have different first languages, communicate in a common language, and, usually, represent different cultures (cf. Kecskes 2013). The communicative process in these encounters is synergistic in the sense that in them existing pragmatic norms and emerging, co-constructed features are present to a varying degree. Intercultural Pragmatics represents a socio-cognitive perspective in which individual prior experience and actual social situational experience are equally important in meaning construction and comprehension.
Article
The speech act of refusal can be complicated and even more difficult to perform in a second language. This study investigated Americans' evaluations of the appropriateness of Japanese speakers' refusals in English. The purpose of this study was to identify American English speakers' preference for refusal strategies and to contribute to the improvement of EFL learners' acquisition of sociopragmatic knowledge in classroom settings. The American participants were given situations with refusals taken from Japanese participants' responses on the written Discourse Completion Test (DCT) and asked to evaluate the refusal on a semantic differential according to its appropriateness and how they felt about that. The results revealed that half of the Japanese refusals were evaluated as impolite by American participants. Since they were interpreted as lacking in consideration for the interlocutors' feelings and with only a vague reason given, their refusals were considered impolite. When refusing in English, speakers are expected to offer indirect expression of "no" and an explanation with a specific reason to mitigate the negative consequence.