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El impacto de las practicas comunicativas y la atención a política en los diferentes tipos de
participación política de las y los jóvenes en el Área Metropolitana de Monterrey Nuevo
León, México.
Introducción
El objeto de estudio de la presente investigación es el impacto de las practicas
comunicativas en los diferentes tipos de participación política de las y los jóvenes en el área
Metropolitana de Monterrey Nuevo León México (AMM). Es importante destacar que la
participación política es piedra angular de todo sistema democrático; además en lo que
corresponde a “la comunicación política en este contexto es el vínculo que facilita el
proceso de información en cuanto a su alcance, significado y posibilidades, y es
fundamental para el funcionamiento de los sistemas políticos” (Reyes, 2007, p. 114).
Conjuntamente, la juventud representa el proceso de renovación de una sociedad, en ese
sentido, es la generación que un momento determinado será la encargada de la conducción
del país (Martínez, Silva & Hernández, 2010).
Primeramente, es importante contextualizar el escenario político nacional, para después
ubicarnos en lo particular en el contexto donde se llevó a cabo la investigación. En el
ámbito nacional en el año 2018 se llevaron a cabo elecciones para el nombramiento del
Presidente de la República, Senadores y Diputados Federales, se puede indicar que este fue
uno de los procesos electorales con mayor participación en relación al número de
ciudadanos, ya que en éstas participaron 56, 611, 027 millones de personas que representó
63.42% de los ciudadanos de acuerdo al Instituto Nacional Electoral (INE).
En lo que corresponde a la participación electoral de las y los jóvenes (18 a 29 años), a
nivel nacional se puede reportar que en el año 2018 representaba el 29.35% de la lista
nominal (número de ciudadanos que cuenta con credencial para votar vigente). Es
importante destacar que en relación a la emisión del voto en lo que respecta a la juventud
mexicana, el promedio más alto de participación se dio en las y los jóvenes de 18 años que
participaron ligeramente por encima del promedio general de la población (64.7%), por otra
parte, la participación de la juventud de 19 a 29 años de edad fue menor (58.2%), inclusive
a la participación electoral de la población de 30 a 79 años de edad (67.92%).
Asimismo, es significativo destacar el acceso a la Presidencia de la República por parte de
la izquierda mexicana ya que, el ganador de esta elección fue el candidato Andrés Manuel
López Obrador por la coalición “Juntos Haremos Historia” obteniendo una mayoría
absoluta con el 53.19% de los sufragios emitidos de acuerdo al INE. En lo que corresponde
al Estado de Nuevo León se celebraron elecciones para Diputados Locales y Ayuntamientos
Municipales; aunque es relevante comentar que las elecciones que dominaron el escenario
electoral fueron las presidenciales. De acuerdo al INE en estas elecciones participaron el
55.58% de los ciudadanos, asimismo las y los jóvenes representaron el 28.75% de la lista
nominal cabe mencionar que en el AMM se concentra el 87.4% de la población del estado.
El concepto de juventud en el presente estudio se enfoca exclusivamente en la perspectiva
biológica, no sin antes aseverar que existen distintas representaciones para definirlo, entre
ellas se pueden encontrar el enfoque funcionalista de ciclos vitales donde se define a la
juventud como un grupo homogéneo en relación a la categorización social (infancia,
juventud, vida adulta y vejez) y su delimitación mediante criterios demográficos (Brunet &
Pizzi, 2013), por otra parte, se puede conceptualizar desde un enfoque biográfico donde se
considera al “actor social como sujeto histórico y protagonista principal de la propia vida
que articula de forma paradójica y compleja la elección racional, las emociones, las
constricciones sociales y culturales y las estrategias de futuro” (Casal, García, Merino &
Quesada, 2006, p.28); otro enfoque es el nominalista de Bourdieu (2002) donde se propone
que la “juventud” no es más que una palabra, en consideración a “que la juventud y la vejez
no están dadas, sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes y viejos”
(p.164), esto en relación a las oportunidad sociales que se presenten cada momento
histórico y contexto concreto.
Los objetivos del estudio son en primera instancia identificar los niveles de participación
política, de conversación política interpersonal e interactiva, además de la atención a temas
políticos en medios tradicionales y la atención a contenido político online de las y los
jóvenes en el estado de Nuevo León. A su vez, se pretende determinar el nivel explicativo
que tienen la comunicación política para el estudio representadas por la conversación
política interpersonal e interactiva y la atención a contenido político mediante medios
tradicionales e internet sobre los diferentes tipos de participación política de las y los
jóvenes en el AMM.
El presente estudio es producto de los resultados de investigación, de corte cuantitativo
mediante la aplicación de una encuesta de opinión en el AMM en el mes de noviembre de
2019, financiada por El Programa de Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica
(PAICYT). El artículo se divide en cuatro apartados, inicialmente en lo que corresponde a
marco teórico se revisa la literatura relacionada a la conceptualización de la participación
política y las formas en que esta se divide, para después pasar a examinar lo concerniente al
tema de la comunicación política y sus implicaciones con la participación política; en un
segundo apartado se presenta la metodología del estudio, para finalmente pasar al apartado
de análisis de resultados, discusión y conclusiones.
Marco teórico
Participación política
La participación política del ciudadano se puede conceptualizar como todas aquellas
acciones que éste llevaba a cabo para elegir a sus representantes y de manera directa o
indirecta incidir en la toma de decisiones por parte de la autoridad; ésta se puede expresar
de manera individual o colectiva como lo indica Espinosa (2009) “la participación nos
remite a una forma de acción emprendida deliberadamente por un individuo o conjunto de
éstos”. En este sentido, la participación política se convierte en una ruta no solo para
conformar a los órganos de gobierno, sino también en una forma de influir, controlar y en
algunas ocasiones poder detenerlos” (Merino, 2012, p. 29), es decir, a través de la
participación política los ciudadanos exteriorizar sus demandas y manifiestan sus quejas a
una mayor audiencia, igualmente es la manera en que pueden lograr que los gobiernos y los
políticos sean más responsables de sus acciones al sentirse controlados (Torcal, Montero &
Teorrel, 2006).
El término de participación política se enfoca en aquellas acciones que los ciudadanos
llevan a cabo para influir en la estructura de gobierno, en la selección de sus funcionarios o
en las políticas de éste; siendo esta una intervención activa que se asume sea instrumental u
orientado a objetivos (Conway,1990). En relación a lo anterior se podría indicar que la
participación política es “cualquier tipo de acción realizada por un individuo o grupo con la
finalidad de incidir en una u otra medida en los asuntos públicos” (Sabucedo,1988, p.167).
En correlación a lo comentado, se podría revelar que la participación política es
indispensable para el desarrollo democrático de un país, esta se puede expresar de
diferentes maneras, aunque es a destacar que el voto es la forma más utilizada y reconocida
por los ciudadanos como participación política (Sabucedo & Arce 1991; Grossi, Herrero,
Rodríguez & Fernández 2000; Somuano 2005; Delfino, Zubieta & Muratori, 2013). Pero la
participación política como ya se indicó no solamente se refleja en acciones individuales
como sería el voto en una elección, sino que se representa otras acciones como la
participación en partidos políticos, campañas, manifestaciones, marchas de protesta entre
otras actividades (Díaz y Heras 2016).
Se pueden encontrar diferentes formas de dividir a la participación política, una de ellas es
la planteada por Somuano (2005), que la divide en electoral y no electoral, siendo el voto
como ya se reveló la acción más utilizada en las democracias liberales ya que es una acción
sencilla de expresarse sin la necesidad de colaborar con otros actores; por otra parte,
acciones como establecer contacto con algún servidor público, firma de peticiones, tratar de
convencer alguna persona para que vote por un partido o candidato y participar en una
campaña electoral, son consideradas como participación no electoral; es relevante destacar
que, actividades como la participación en manifestaciones y protestas públicas quedan
fuera de la presente clasificación ya que se consideran acciones de ruptura e ilegales, fuera
de los canales institucionales del Estado.
Otra forma de clasificación es la presentada por Mazzoleni (2010) donde la divide en
instrumental cuando la motivación que genera el compromiso en materia política es de tipo
utilitarista, es decir, se busca la generación de ventajas personales específicas; y la otra
sería la expresiva cuando el motivo que se manifiesta es de tipo ideal o ideológico, en este
sentido, el individuo se podría considerar que forma parte al identificarse con un partido o
líder político, al ser visible o manifestar un sensación de eficacia o de confianza.
La clasificación más utilizada es la que divide a la participación política en convencional y
no convencional (Barnes & Kaase, 1979; Milbrath, 1981; Sabucedo 1988; Conway 1990 &
Brussino, Rabbia & Sorribas 2009). En relación a esta clasificación se podría indicar que la
participación convencional “tiene una función legitimadora del orden establecido, mientras
que las acciones no convencionales tienden a movilizar el descontento y las expectativas de
cambio social” (Brussino et. al., 2009p. 280).
Retomando a Conway (1990) se entendería que la participación política convencional
estaría representada por todas aquellas actividades que son aceptadas como apropiadas por
la cultura política dominante, a diferencia de la participación política no convencional
donde podría indicarse que las acciones llevadas a cabo no son aceptadas como adecuadas o
correctas por este tipo de cultura (cabe comentar que no existe una la cultura política
homogénea, pero sí que existen un conjunto de rasgos generales que pueden ser evaluados),
en relación a lo anterior para el presente estudio siguiendo como base la cultura política
dominante donde Sánchez (2011) comenta que la población en el AMM tiene un perfil
liberal conservador, donde se privilegia lo privado sobre lo político, y la mayor
participación política se da en la elección de sus representantes políticos, primeramente se
separa la participación electoral de la convencional, puesto que participar en una elección
en México no solamente es un derecho sino también una obligación (artículos 35 y 36 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).
En lo que corresponde a la participación convencional estaría conformada por acciones
como convencer a otras personas para que no voten por un determinado candidato, trabajar
para algún candidato o partido político, asistir a reuniones de partidos políticos y colaborar
en una campaña política en materia electoral; por otra parte, la participación política no
convencional estaría representada por acciones como participar en marchas o boicot de
actos públicos, hacer solicitudes o firmar documentos en señal de protesta y participar en
manifestaciones en contra del gobierno.
Comunicación política
Cuando se toca el tema de la comunicación política estaríamos frente a un proceso en el
cual se presenta un intercambio y confrontación de contenidos tanto de interés público
como político, mismos que tienen su origen hacia el interior del sistema político, de medios
y del ciudadano como elector (Mazzoleni 2010 ); es decir, la comunicación política es un
proceso dinámico donde la información que se trasmite por el emisor tiene como finalidad
incidir en quien recibe dicha información (Berlo, 2000). La comunicación política es
definida “como el conjunto de los mensajes que circulan en el interior de un sistema
político y que condicionan su entera actividad, desde la formación de las demandas hasta
los procesos de conversión a las respuestas del propio sistema” (Bobbio, Matteucci, &
Pasquino p.263). Asimismo, el proceso de comunicación política “consiste,
fundamentalmente, en el intercambio de mensajes de orden político, entre emisores y
receptores. Dichos papeles pueden ser desempeñados de manera indistinta o simultánea por
gobierno y ciudadanos en un marco del sistema social” (Ochoa, 1999, p. 19).
En relación a lo anterior, se podría indicar que la comunicación política es un proceso
mediante el cual los diferentes actores dentro del sistema político a través de los medios de
comunicación con los que cuenta en un momento determinado intercambian y confrontan
mensajes tanto de interés público como político para incidir en quien recibe este mensaje.
Asimismo, comunicar es un acto de naturaleza política, en este contexto la comunicación
política es el vínculo que permite dentro del proceso informativo facilitar el acceso a la
información, siendo esta indispensable para el funcionamiento de todo sistema político
(Reyes, 2007). En lo que corresponde al propósito de la comunicación política se podría
ubicar en el estudio de los efectos que ésta produce en correlación a la política (García
Luengo & Maurer 2009).
Dentro del área de la comunicación política para la presente investigación en lo que
corresponde prácticas comunicativas de las y los jóvenes ciudadanos se va a considerar a la
conversación política tanto interpersonal como interactiva; a su vez, es importante enfatizar
que este tipo de prácticas se desenvuelven en el ámbito de la esfera privada, pero que
requieren de la información que se crea en la esfera pública; su desarrollo necesita de la
información sobre los asuntos que le llega desde la esfera pública, generando un impacto en
ella a través de la opinión pública y al mismo tiempo su incidencia en la participación de
los ciudadanos (Muñiz, 2012b). Por otra parte, se va hacer énfasis en la atención de
contenidos políticos en medios tradicionales como sería la prensa escrita, radio y televisión
y la atención a temas políticos vía internet.
De acuerdo a Delli Carpini (2000) el modelo tradicional que representan los medios de
comunicación que se ubican como mediadores de la información dentro del proceso de
comunicación política, enfrenta un gran reto en relación al modelo horizontal de
comunicación que se presenta con la internet, ya que este último tiene la capacidad para
incrementar la rapidez mediante la cual se puede guardar y transmitir la información, en
este sentido, se permite una comunicación interactiva entre los usuarios de la red,
eliminando las barreras geográficas y facilitando su involucramiento en materia política.
Además, la comunicación online se caracteriza por presentarse de manera sincrónica,
universal e inmediata, permitiendo que los contenidos permanezcan a través del tiempo
para su integración y actualización (Jurado, 2015).
Es importante destacar que el modelo de comunicación política que tiene su origen en la
internet como medio interactivo de comunicación permite a los ciudadanos una alternativa
distinta para generar sus juicios de valor que anteriormente dependían exclusivamente de
los medios de comunicación tradicionales, es en este sentido, que los medios de
comunicación como prensa, radio y televisión pierden de manera gradual la preferencia de
los ciudadanos para mantenerse informado sobre las acciones de gobierno (Moya & Herrera
2015). “Las redes son plataformas colectivas donde cada usuario tiene las mismas
posibilidades técnicas, lo que equipara el potencial comunicativo de todos los participantes”
(Amado, 2015, p.100).
Por otra parte, se puede comentar que la comunicación en la red se aproxima a la
comunicación interpersonal ya que mediante el internet se pueden generar lazos entre los
participantes que es imposible establecer mediante medios tradicionales (Moya & Herrera,
2015). La comunicación interactiva que se genera en la red nos permite que el receptor de
la información se pueda transformar en un emisor, creando de esta manera una forma de
comunicación interpersonal.
Dentro del terreno de la comunicación política podemos encontrar diferentes visiones en
relación a los efectos que los medios de comunicación y las redes sociales pueden producir
en la participación política, entre estas encontramos las teorías del malestar mediático, que
manifiestan que los procesos de comunicación política generan una disminución del
compromiso cívico del ciudadano; promoviendo la desafección, la apatía y el cinismo
político; por otra parte, se tienen las teorías de la movilización política donde se postula lo
contrario ya que indican que los medios de comunicación tradicionales o el modelo
representado por la internet generan el conocimiento, el interés y la participación política de
las personas.
En lo que corresponde al término (videomalestar o videomalaise) fue propuesto por
Robinson en 1976 en el estudio “Public Affairs and The Television and the Growth of
Political Malaise: The case of the selling of the Pentagon” donde se comenta que son los
medios de comunicación los que generan la pérdida de credibilidad en las instituciones
públicas. Estas teorías indican que el proceso de comunicación política favorece a la
generación de actitudes políticas negativas en los ciudadanos como podrían ser el cinismo o
la apatía política, además de disminuir la movilización política (Capella & Jamierson, 1997;
Putnam 1995, 2000; Voltmer & Schmitt-Beck, 2007).
En contra parte, dentro de las teorías de la movilización política se encuentra la “Teoría del
Círculo Virtuoso” de Norris (2001) que revela que “las personas que ven más informativos
de televisión, leen más periódicos, usan internet y prestan atención a campañas electorales,
tienen consistentemente más conocimiento, confianza en el gobierno y son más
participativos” (p. 25), es decir, el consumo de noticias y de programas de televisión que
presentan asuntos públicos, tienen una relación positiva con la participación política de los
ciudadanos (Norris,1996). Estas teorías indican que “los medios de comunicación
contemporáneos tienen un impacto significativo en el público, este punto lo comparte con
el malestar mediático, pero a diferencia de éste en una dirección positiva, esto es,
manteniendo y promoviendo la participación democrática” (García-Luengo & Vázquez, p.
40).
Respecto a estudios realizados en México se tienen entre otros, los presentados por Díaz y
Muñiz (2017) donde se reporta que en el caso de México los medios de comunicación, la
Internet y las redes sociales tienen un impacto positivo en el compromiso político de los
jóvenes, por otra parte, el de Saldierna y Muñiz (2015) revela que la conversación política
llevada a cabo por preciudadanos impactan en la participación y el cinismo político.
Preguntas de investigación e hipótesis
En relación a los objetivos de la investigación y la literatura revisada se presentan las
siguientes preguntas de investigación e hipótesis
PI1: ¿Cuál es el grado de participación política de las y los jóvenes en el AMM?
PI2: ¿Cuáles son los niveles de conversación política interpersonal e interactiva de las y los
jóvenes en el AMM?
PI3: ¿Cuál es la frecuencia de atención a contenidos políticos en medios tradicionales y vía
internet por parte de las y los jóvenes en el AMM?
HI1: La conversación política interpersonal es un factor que incrementa la participación
política de las y los jóvenes en el AMM
HI2: El incremento en la conversación política interactiva generará una mayor participación
política por parte de las y los jóvenes en el AMM
HI3: La mayor atención a temas políticos en medios tradicionales incrementará la
participación política de las y los jóvenes en el AMM
HI4: Mayores niveles de atención a contenidos políticos online producirán niveles más
altos de participación política de las y los jóvenes en el AMM
Método
Para llevar a cabo la presente investigación se aplicó una encuesta de opinión a ciudadanos
entre 18 y 29 años de edad, siendo ésta representativa del Área Metropolitana de Monterrey
Nuevo León (AMM). El tamaño de la muestra fue de 1,038 encuestados, empleando un
nivel de confianza del 95% y un margen de error muestral de 2.17%. Para medir el nivel de
confianza y el margen de error, se manejó la fórmula de población infinita, quedando de la
siguiente manera:
N =
Z2pq
e2
despejando n, resulta: E =
√
Z2pq
n
En lo que se refiere al perfil socioeconómico de las y los jóvenes se puede indicar que el
55.3% son mujeres y el 44.3% hombres; con respecto a sus ingresos familiares el 52.7%
indica que son menores a los 10000 pesos mensuales (en dólares 513 a la cotización de
noviembre de 2019 cuando se aplicó la encuesta) y el 47.3% superiores a esta cantidad; en
relación al nivel educativo (de la mayoría de los encuestados) el 40.5% comenta que es de
profesional, 48.2% de preparatoria o bachillerato y el 6.9% de secundaria; por otra parte, en
lo que corresponde a la edad el 68.2% reportan tener de 18 a 23 años y el 31.8% de 24 a 29
años.
A su vez, el perfil ideológico político de los encuestados reporta que un 26.7% se
consideran de izquierda, a su vez, el 43.6% se presentan de centro y el 29.6% muestran de
derecha.
Instrumento (Cuestionario)
Variables dependientes
En lo que corresponde a la participación política esta se dividió en tres variables, la primera
estaría representada por la participación política electoral, donde se pregunta a las y los
jóvenes si votaron en las elecciones de 2018, para lo cual se utilizó una escala dicotómica
donde (0) indicaba no y (1) sí; a su vez, para facilitar un comparativo con las otras dos
variables se transformó la variable en una escala de Likert (multiplicándola por 4 y
sumándole 1). Por otra parte, para la creación de variable participación política
convencional se tomó como referencia la ENCUP 2012 aplicando una escala de Likert de 5
puntos donde (1) fue nada y (5) bastante, se preguntó a las y los jóvenes con qué frecuencia
realizaban actividades como tratar de que otras personas no voten por un candidato
determinado, asistir a reuniones de partidos, trabajar para algún candidato y colaborar o
trabajar en una campaña política; para demostrar la validez de los ítems se aplicó un
análisis factorial dando como resultado un KMO de .766, la medida de adecuación muestral
(MSA) estuvo por encima de 0.6, las comunalidades marcaron arriba de 0.5; la varianza
acumulada en un solo factor fue de 63.62% y de fiabilidad el Alfa de Cronbach () marco .
807 (ver tabla 1).
Para la construcción de la variable participación política no convencional se utilizó una
escala de Likert donde (1) fue nada y (5) bastante, tomando la propuesta de la ENCUP
2012 donde se le preguntó a los encuestados si habían participado en actividades como
marchas o boicot de actos públicos, en manifestaciones en contra del gobierno o habían
hecho solicitudes o firmado documentos en señal de protesta; para lo cual se realizó un
análisis factorial dando como resultado un KMO de .832 , la medida de adecuación
muestral (MSA) se presentaron por encima de 0.6, las comunalidades estuvieron por arriba
de 0.5, además la varianza acumulada en un solo factor fue de 66.62%; en el análisis de
fiabilidad se obtuvo un Alfa de Cronbach () de .760 (ver tabla 1).
Variables independientes
En la creación del constructo conversación política interpersonal se tomó como base la
propuesta de Shah et al (2007) y Muñiz (2012a); cuestionando a las y los jóvenes la
frecuencia con la que hablaban de política con sus padres, amigos y conocidos, vecinos u
otras personas, además de personas con las mismas ideas o personas con ideas distintas a
las suyas, aplicando una escala de Likert de 5 puntos donde (1) indicaba nada y (5)
bastante. Se realizó un análisis factorial dando como resultado un KMO de .744, la medida
de adecuación muestral (MSA) estuvieron por encima de 0.6, las comunalidades marcaron
por arriba de 0.5, asimismo la varianza acumulada en un solo factor fue de 62.47%; en el
análisis de fiabilidad se obtuvo un Alfa de Cronbach () de .830 (ver tabla 1).
A su vez, para generar la variable conversación política interactiva se consideró las
propuestas utilizada en estudios previos como serían el de Shah et al (2007), Yamamoto et
al. (2015) y Muñiz et al (2018), cuestionando a los encuestados la frecuencia con la que
realizaban actividades como subir a internet vídeos, animaciones o audios para expresar sus
posturas políticas, compartir noticias sobre política en internet y participar en discusiones
políticas a través de la red; para la creación del constructo se realizó un análisis factorial
dando como resultado un KMO de .702 , la medida de adecuación muestral (MSA) se
mostraron por encima de 0.6, las comunalidades se presentaron por arriba de 0.5, además la
varianza acumulada en un solo factor fue de 74.62%; en el análisis de fiabilidad se obtuvo
un Alfa de Cronbach () de .818 (ver tabla 1).
En lo que corresponde a la variable atención a temas políticos en medios tradicionales se
les preguntó a los participantes, considerando una escala de Likert donde (1) fue nada y (5)
bastante, qué tanto utilizaban medios como la presa escrita, la radio y la televisión para
informarse sobre noticias y temas de política. Esta escala en consideración al estudio de
Muñiz (2012b). En lo que respecta el análisis factorial, se reportó un KMO de .765, la
medida de adecuación muestral (MSA) se presentó por encima de 0.6, las comunalidades
fueron por arriba de 0.5 y la varianza acumulada fue del 69.45%. En relación al análisis de
fiabilidad, se observó un Alfa de Cronbach (α) de .832 (ver tabla 1).
Para la variable de atención a contenido político online se les cuestionó a las y los jóvenes,
en consideración a una escala de Likert donde (1) fue nada y (5) bastante, qué tanto
buscaban información como propuestas de campaña, actores políticos, líderes de opinión,
casos de corrupción, transparencia, candidatos y partidos políticos en internet. Esta escala
se tomó considerando el estudio presentado por la Asociación de Internet.mx sobre los
“Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2017”. En lo que respecta el análisis
factorial, se reportaron dos factores donde el primero se designó como atención a
campañas, actores políticos y corrupción, siendo el segundo denominado atención a
transparencia y candidatos; reportando un KMO de .735, la medida de adecuación muestral
(MSA) se presentó por encima de 0.6, las comunalidades fueron por arriba de 0.5 y la
varianza acumulada en dos factores fue del 69.54%. En relación con el análisis de
fiabilidad, en el primer factor se observó un Alfa de Cronbach (α) de .760 y en el segundo
de .810 (ver tabla 1).
Tabla 1. Análisis factorial y de fiabilidad con relación a las variables independientes y
dependientes
Variables o constructos KMO Alfa de
Cronbach ()
Varianza
acumulada
Participación política convencional .766 .807 63.62%
Participación política no convencional .832 .760 66.62%
Conversación política interpersonal .744 .830 62.47%
Conversación política interactiva .702 .818 74.62%
Atención a temas políticos (medios
tradicionales)
.765 .832 69.45%
Atención a contenido político online .735 Factor 1 .760
Factor 2 .810
69.54
Fuente elaboración propia
Análisis de resultados
En la medición de la participación política electoral se descartó a las y los jóvenes de 18
años en consideración que el día de la elección no tenían la mayoría de edad para participar
en el proceso electoral. La participación política electoral como variable es alta (M = 3.90,
DE = 1.64), en lo que corresponde a la votación por los diferentes cargos de elección
popular se puede indicar que el mayor rango de participación lo presenta la votación para
Presidente de la República (M = 4.09, DE = 1.67) donde se indica que el 77.3% votó,
asimismo en la votación para Diputados Federales (M = 3.93, DE = 1.76) el 73.4% de los
participantes manifiestan haber votado para este cargo, seguido de la elección para
Senadores (M = 3.87, DE = 1.80), donde se reporta el votó del 71.8%, estos cargos de
elección federal son seguidos por los de elección local donde el 72.1% indica que votó en la
elección para Diputados Locales (M = 3.88, DE = 1.79) y el 68.5% por Ayuntamientos (M
= 3.74, DE= 1.85)
La participación política convencional en lo general (variable) es bastante baja (M = 1.69,
DE =.830); en lo particular el mayor porcentaje de participación se presenta al intentar
convencer a otras personas a que no voten por un determinado candidato (M = 1.77, DE
=1.09), en el cual sólo el 9.6% reporta haber realizado esta actividad con frecuencia
(mucho – bastante); por otra parte, la menor participación se reportó en la colaboración en
una campaña electoral (M = 1.70, DE = 1.08), en la cual el 8.4% indicó haber participado
(mucho – bastante), asimismo, la asistencia a reuniones de partidos políticos (M = 1.66, DE
= .998) también es muy baja ya que únicamente el 6.6% comenta que la realiza con
frecuencia (mucho – bastante), de la misma manera actividades como trabajar para algún
candidato o partido político (M = 1.58, DE = .984) son muy precarias ya que, solamente el
7% de los encuestados realiza esta acción con regularidad (mucho – bastante).
A su vez, la participación política no convencional como constructo es aún más baja que la
convencional (M = 1.59, DE = .784), la mayor participación se presenta al firmar
documentos en señal de protesta (M = 1.72, DE = 1.05) seguida de la participación en
manifestaciones en contra del gobierno (M = 1.52, DE = .960), en este sentido, la primera
actividad la realizan únicamente el 8% de las y los jóvenes y la segunda 6.6% (mucho –
bastante). Por otra parte, actividades como hacer solicitudes a funcionarios públicos (M =
1.54, DE = .945) y participar en marchas o boicot de actos públicos (M = 1.52, DE = .917)
no se realizan de manera frecuente como lo indican los resultados, la primera actividad
solamente es llevada a cabo por el 5.6% y la segunda por el 4.9% de los encuestados
(mucho – bastante).
La conversación política interpersonal (M = 2.24, DE = .812) es una actividad que en
general (constructo) no realizan de manera regular las y los jóvenes, pero es importante
destacar que las personas con las que tienen un mayor contacto para hablar de política es
con los amigos o conocidos (M = 2.73, DE = 1.23) donde el 27.4% indica hacerlo con
frecuencia (mucho – bastante) y con sus padres (M = 2.61, DE = 1.22) reportando que el
24.1% lo hace con regularidad (mucho – bastante), por otra parte, las personas con las que
menos hablan de política son las individuos que tienen sus mismas ideas (M = 2.13, DE =
1.14) y con las de ideas distintas a las suyas (M = 2.07, DE = 1.20), el estudio indica que en
lo que corresponde a las personas con las mismas ideas solo el 12.4% habla con ellas sobre
temas políticos y en relación a las personas que tienen ideas diferentes únicamente el 12.9%
lo llevaba a cabo (mucho – bastante).
En lo que concierne a la variable conversación política interactiva (M = 1.81, DE = 0.843)
en general es baja, la actividad que con mayor frecuencia realizan las y los jóvenes fue
compartir noticias, videos o posts sobre política por internet (M = 2.20, DE = 1.17), donde
se puede mencionar que sólo el 15.5% indicó que lo realizaba con frecuencia (mucho –
bastante). Por otro parte, actividades como participar en discusiones políticas a través de la
red (M = 1.76, DE = 1.05) y hacer y subir a internet vídeos, animaciones, audios, fotos u
otro producto audiovisual para expresar sus posturas políticas (M = 1.48, DE = .878)
fueron las acciones que se llevaron a cabo con menor frecuencia, en relación a la primera
actividad únicamente el 9.3% indica que lo hace con periodicidad y en lo que corresponde a
la segunda sólo reportan haberla realizado el 4.65% (mucho – bastante).
La variable atención a temas políticos en medios tradicionales en lo general se presenta baja
(M = 2.15, DE = .805), la mayor atención en lo particular se tiene en la televisión, ya que
de acuerdo a la encuesta el 23.9% (mucho – bastante) de las y los jóvenes ven noticias en
televisión (M = 2.65, DE = 1.18) y el 11.1% (mucho – bastante) ve programas de política
(M = 2.08, DE = 1.09); aunque es importante destacar que le sigue la prensa escrita (M =
1.99, DE = 1.11) donde el 11.7% (mucho – bastante) indica que la utiliza con frecuencia
para informarse y la radio (M = 1.91, DE = 1.02) en el que el solamente el 7.7% (mucho –
bastante) manifiesta que la escucha para informarse sobre temas de política.
En relación a la atención a contenido político online se dividió en dos factores siendo el
primero designado como atención a campañas, actores políticos y corrupción, en lo general
se presenta baja (M = 2.35, DE = .940), la mayor atención en lo individual se tiene en la
búsqueda de información en casos de corrupción (M = 1.91, DE = 1.02) donde el 29.4%
(mucho – bastante) de las y los jóvenes indica llevar a cabo esta acción con frecuencia; a su
vez, esta actividad es seguida por la búsqueda de información sobre propuestas de campaña
(M = 2.28, DE = 1.15) e información sobre líderes de opinión (M = 1.91, DE = 1.02) y
actores políticos (M = 1.91, DE = 1.02), en el primer caso el 15.6% (mucho – bastante)
indica realizar esta actividad con regularidad, la segunda acción es realizada por 16.7%
(mucho – bastante) y la última por el 12.9% (mucho – bastante) de las y los jóvenes.
Referente al segundo factor atención a transparencia y candidatos se puede indicar que
como constructo se presenta también bajo (M = 2.48, DE = 1.11), siendo la búsqueda de
información sobre candidatos (M = 2.35, DE = .940) las que más se realiza por las y los
jóvenes, ya que el 23.8% (mucho – bastante) revela hacerlo con frecuencia, a su vez, la
búsqueda de información sobre transparencia es la que se lleva a cabo con menor
frecuencia (M = 2.40, DE = 1.25) donde solo el 20.8% (mucho – bastante) reporta hacerlo
con asiduidad. En la siguiente tabla se presentan los resultados descriptivos del estudio.
Tabla 2. Resultados descriptivos
Variable Media Desviación
estándar
Participación política electoral 3.90 1.64
Participación política convencional 1.69 .830
Participación política no convencional 1.59 .784
Conversación política interpersonal 2.24 .812
Conversación política interactiva 1.81 .843
Atención a temas políticos (medios tradicionales) 2.15 .805
Atención a contenido político online
Atención a campañas, actores políticos y corrupción
Atención a transparencia y candidatos
2.35
2.48
.940
1.11
Fuente elaboración propia
Al dar por terminados los análisis descriptivos, se buscó determinar la relación o covarianza
entre las variables dependientes con las socioeconómicas. Para lo anterior se utilizó la
prueba r de Pearson. La relación entre la variable participación política electoral fue
positiva con las variables de control edad (r = .281, p < .001) y nivel educativo (r = .094, p
< .001). A su vez, la relación entre la participación política convencional se presenta
positiva en correlación a las variables de control nivel económico (r = .099, p < .001) y
nivel educativo (r = .082, p < .001). Finalmente, la relación de la participación política no
convencional solo es positiva en relación a la variable de control nivel educativo (r = .091,
p < .001).
Al dar por concluido el análisis de correlación de las variables de control se pasó al estudio
de la relación entre las variables dependientes conformada por los diferentes tipos de
participación política con las independientes conversaciones política interpersonal,
conversación política interactiva, atención a temas políticos en medios tradicionales y
atención a contenido político online. Para esto se utilizó la prueba r de Pearson. La relación
es positiva entre la participación política electoral con la conversación política interactiva (r
= .085, p < .001), con la atención a temas políticos en medios tradicionales (r = .126, p < .
001), y la atención a contenidos políticos online que se dividió en dos factores, inicialmente
en la atención a campañas, actores políticos y corrupción (r = .160, p < .001) y en la
atención a transparencia y candidatos (r = .163, p < .001); es importante comentar que no se
muestra correlación con la variable conversación política interpersonal.
En segunda instancia se demostró la correlación positiva entre la participación política
convencional con la conversación política interpersonal (r = .367, p < .001), la
conversación política interactiva (r = .438, p < .001), la atención a temas políticos en
medios tradicionales (r = .320, p < .001), y la atención a contenidos políticos online que se
dividió en dos factores, en primera instancia en la atención a campañas, actores políticos y
corrupción (r = .333, p < .001) y en la atención a transparencia y candidatos (r = .249, p < .
001).
Después se pasó a demostrar la correlación positiva entre la participación política no
convencional con la conversación política interpersonal (r = .328, p < .001), la
conversación política interactiva (r = .423, p < .001), la atención a temas políticos en
medios tradicionales (r = .253, p < .001), y la atención a contenidos políticos online que se
dividió en dos factores, primeramente la atención a campañas, actores políticos y
corrupción (r = .287, p < .001) y en la atención a transparencia y candidatos (r = .222, p
< .001).
Tomando en consideración las correlaciones anteriores, en la última etapa de análisis se
buscó establecer el nivel explicativo tanto de las variables de control que son la edad, nivel
económico y nivel educativo, como de las variables independientes conversación política
interpersonal, conversación política interactiva, atención a temas políticos en medios
tradicionales y atención a contenido político online sobre los diferentes tipos de
participación política como variables dependientes.
Para el primer modelo se tomó como variable dependiente a la participación política
electoral y como variables de control la edad y el nivel educativo seguida por las variables
independientes, conversación política interactiva, atención a temas políticos en medios
tradicionales y atención a contenido político online. Se reportó que únicamente la variable
de control edad muestra un nivel explicativo del 11% de la varianza (
R2
= .110), ésta
cumple con el supuesto de independencia respecto a la dependiente, ya que el valor del test
Durbin – Watson es de d = 1.64 encontrándose dentro de los parámetros reconocidos. El
nivel explicativo de la edad (con un valor de β = .276; p < .001), fue positivo, por lo que,
conforme incrementó la edad se generó una mayor participación política electoral.
En el segundo modelo se tomó como variable dependiente a la participación política
convencional y como variables de control el nivel económico y el nivel educativo seguida
por las variables independientes, conversación política interpersonal, conversación política
interactiva atención a temas políticos en medios tradicionales y atención a contenido
político online. Se determinó que la variable de control nivel educativo no muestran un
nivel explicativo sobre la dependiente, a diferencia del nivel económico (con un valor de β
= .068; p < .05) que, aunque de manera efímera si lo marca, por lo que se podría decir, que
un mayor nivel económico generó un incremento positivo mas no significativo en la
participación política convencional.
Las variables independientes junto con el nivel económico explicaron el 22% de la varianza
(
R2
= .220), cumpliendo con el supuesto de independencia respecto a la dependiente, ya
que el valor del test Durbin – Watson es de d = 1.84 ubicándose dentro de los parámetros
permitidos. El nivel explicativo de la conversación política interpersonal (con un valor de β
= .132; p < .01), fue positivo, por lo que, se puede indicar que niveles más altos de
comunicación política interpersonal generó una mayor participación política convencional.
A su vez, el nivel explicativo de la conversación política interactiva (con un valor de β = .
256; p < .001) también se reveló positivo, en este sentido, una mayor conversación política
interactiva produjo niveles más altos de participación política convencional. Asimismo, la
atención a temas políticos en medios tradicionales (con un valor de β = .137; p < .001) fue
importante en sentido positivo, es decir, una mayor atención a temas políticos en medios
tradicionales incrementó los niveles de participación política convencional. Finalmente, el
nivel explicativo de la atención a contenido político online en lo que corresponde a su
primer factor (atención a campañas, actores políticos y corrupción) fue positivo mas no
significativo (con un valor de β = .137; p < .05), es decir, una mayor atención a campañas,
actores políticos y corrupción (online) generó un incremento positivo mas no relevante en
la participación política convencional.
El tercer modelo donde se tomó como variable dependiente a la participación política no
convencional y como variable de control el nivel educativo, las variables independientes,
fueron la conversación política interpersonal, conversación política interactiva atención a
temas políticos en medios tradicionales y atención a contenido político online. Se
determinó que la variable de control nivel educativo y las independientes atenciones a
temas políticos en medios tradicionales y atención a contenido político online no muestran
tener un nivel explicativo sobre la dependiente. Por otra parte, las variables independientes
conversación política interpersonal e interactiva explicaron el 20% de la varianza (
R2
= .
20), cumpliendo con el supuesto de independencia respecto a la dependiente, ya que el
valor del test Durbin – Watson es de d = 1.78 ubicándose dentro de los parámetros
autorizados.
El nivel explicativo de la conversación política interpersonal (con un valor de β = .126; p <
.001), fue positivo, indicando que una mayor comunicación política interpersonal generó
niveles más altos de participación política no convencional. Asimismo, el nivel explicativo
de la conversación política interactiva (con un valor de β = .317; p < .001) igualmente
marcó positivo, es decir, niveles más altos de conversación política interactiva originó una
mayor participación política no convencional.
Tabla 3. Nivel explicativo de las variables socioeconómicas e independientes comunicación
política interpersonal, comunicación política interactiva, atención a temas políticos en
medios tradicionales, Atención a contenido político online
Variable Modelo 1
Participación
política
electoral
Modelo 2
Participación
política
convencional
Modelo 3
Participación
política no
convencional
Edad . 276*** - -
Nivel económico - .068* -
Nivel educativo .020 .021 .048
Conversación política interpersonal - .132** .126***
Conversación política interactiva -.004 .256*** .317***
Atención a temas políticos en medios
tradicionales
.032 .137*** .050
Atención a contenido político online
Atención a campañas, actores políticos y
corrupción
Atención a transparencia y candidatos
.084
.079
.114*
-.067
.062
-.030
R2
.110 .220 .200
Fuente elaboración propia. Nota: N = 1038 casos. Los resultados fueron estadísticamente significativos a un
nivel de confianza de *p < .05; **p < .01; *** p < .001
Discusión y conclusiones
Los resultados de la investigación permiten el logro de los objetivos marcados para el
estudio, ya que se pudieron identificar los niveles de participación política de las y los
jóvenes, además del grado de conversación política interpersonal e interactiva, igualmente
de la atención a temas políticos en medios tradicionales y la atención a contenido político
online; también de determinar el nivel explicativo de las variables independientes sobre la
dependiente. En relación a la primera pregunta de investigación se puede indicar que en lo
que corresponde a la participación política se marca de manera clara una preferencia por la
participación política electoral, quedando la participación política tanto convencional, como
no convencional muy rezagada en relación a la primera, esto reafirma lo presentado en un
sin número de estudios donde se manifiesta que la forma más utilizada por los ciudadanos
para participar políticamente es la electoral (Sabucedo & Arce 1991; Grossi, Herrero,
Rodríguez & Fernández 2000; Somuano 2005; Delfino, Zubieta & Muratori, 2013).
En relación a la segunda pregunta de investigación se puede indicar que los niveles de
conversación política tanto interpersonal como interactiva son bajos, aunque la
conversación política interpersonal se presenta por encima de la primera, en este sentido,
las y los jóvenes dan preminencia a la interacción con amigos, conocidos o con sus padres
para tocar temas de política de manera presencial, por otra parte, en lo que corresponde a la
conversación política interactiva se puede comentar que la acción que se lleva acabo con
mayor frecuencia es compartir noticias, videos o posts sobre política por internet; es
importante destacar como lo indica Moya y Herrera (2015) que el uso de la red permite la
generación de lazos e interacción entre emisor y receptor que la aproxima a la
comunicación interpersonal, cabe comentar que el receptor de la información se pueda
transformar a su vez, en emisor.
Por otra parte, para dar respuesta a la tercera pregunta de investigación se puede reportar
que la atención a contenido político online en sus dos factores que la conforman se
presentan por encima de la atención a temas políticos en medios tradicionales, en la primera
las actividades que se llevan a cabo con mayor frecuencia es la búsqueda de información
sobre candidatos, casos de corrupción, transparencia y propuestas de campaña; por otro
lado, en la atención a temas políticos en medios tradicionales impera el uso de la televisión.
En relación a la búsqueda de contenido político online es importante destacar que en los
casos de corrupción y transparencia se podría generar por la percepción que se tiene en
México sobre estos temas; ya que de acuerdo al índice de Percepción de la Corrupción
2018 de Transparencia Internacional, en el caso de México se presenta una calificación de
28 sobre 100 en el nivel de corrupción percibido dentro del sector público, este resultado
presenta 6 puntos menos en comparación con hace seis años.
Asimismo, en el caso de la búsqueda de información de candidatos y propuesta de
campañas habría que recordar que el año anterior (2018) se habrían celebrado elecciones en
México. En lo que corresponde a la televisión como medio más utilizado para informase
sobre temas políticos concuerdan con los resultados presentados por Cantú, Flores,
Gutiérrez, Panszi y Yarto (2009) donde se revela que los medios de comunicación que
tienen una mayor influencia en el ciudadano del estado de Nuevo León son los noticieros y
la televisión.
La primera hipótesis de investigación indica que la conversación política interpersonal es
un factor que incrementa la participación política de las y los jóvenes en el AMM, de
acuerdo a los resultados del estudio nos permiten mostrar que la hipótesis se comprueba de
manera parcial, ya que no tiene ningún nivel explicativo sobre la participación electoral, en
cambio sí lo muestra frente a la participación política convencional y no convencional,
aunque se presenta con menor relevancia frente a la convencional; estos resultados podrían
ser semejantes a los presentados por Saldierna y Muñiz (2015) en un estudio realizado en
el estado de Nuevo León donde se reporta que la conversación política impacta en la
participación en este caso de los preciudadanos (en estudiantes en el último año de
bachillerato) que fluctuaban entre los 16 y 17 años de edad aproximadamente, cabe
comentar que la edad de los participantes en este estudio es diferente a la de la muestra de
esta investigación.
En la segunda hipótesis de investigación se afirma que el incremento en la comunicación
política interactiva generará una mayor participación política por parte de las y los jóvenes
en el AMM, en consideración a los resultados obtenidos también se confirma de manera
parcial ya que esta variable no presenta ningún nivel explicativo sobre la participación en
materia electoral, por otra parte, el nivel explicativo frente a la participación política
convencional y no convencional se reporta de manera positiva, siendo esta variable la que
presenta un mayor peso en relación a su nivel explicativo frente a estas dos formas de
participación política. Los resultados presentados en relación a la conversación política
interpersonal e interactiva se podrían correlacionar con los de Rojas (2006) donde se indica
que tanto la conversación política interpersonal como la interactiva producen efectos
positivos en la participación política.
En relación a la tercera hipótesis de investigación donde se afirma que la mayor atención a
temas políticos en medios tradicionales incrementará la participación política de las y los
jóvenes en el AMM, solo se comprueba en lo que corresponde a su relación a la
participación política convencional frente a la que marca un nivel explicativo positivo
aunque menor al presentado por la conversación política interactiva, es a destacar que
frente a los otras dos variables que serían la participación política electoral y no
convencional no se reporta nivel explicativo alguno. Estos resultados podrían marcan una
tendencia en relación al estudio comparativo presentado por Martínez y Maldonado (2017)
realizado en el mismo contexto a las y los jóvenes de 18 a 29 años de edad, en los años
2013 y 2015 en el AMM en donde se indica que el impacto de la atención a temas de
política en medios tradicionales en relación a la participación política convencional y no
convencional disminuye drásticamente de un estudio a otro; en el presente estudio ya no
marca nivel explicativo frente a la participación política no convencional, y su nivel
explicativo frente a la participación política convencional no es contundente.
En la cuarta hipótesis de investigación donde se maneja la aseveración que indica que a
mayores niveles de atención a contenidos políticos online producirán niveles más altos de
participación política de las y los jóvenes en el AMM, se puede comentar en consideración
a los resultados del estudio que prácticamente es nula, puesto que ninguno de los dos
factores que la conforman presentan nivel explicativo frente a las variables participación
política electoral y no convencional y el presentado en relación a la participación política
convencional es efímero. En este sentido, se puede afirmar que la atención a contenidos
políticos en internet no impacta de manera positiva en los diferentes tipos de participación
política de las y los jóvenes.
Finalmente podemos concluir que para el presente estudio la única variable que presento un
nivel explicativo sobre la participación política electoral fue la variable de control edad, en
este sentido, ni las prácticas comunicativas como serían la conversación política
interpersonal e interactiva o la atención a temas políticos en medios tradicionales o por
medio de internet explican la participación política de las y los jóvenes, por lo que sería
necesario en próximas investigaciones identificar que otros factores inciden en este tipo de
participación que es la más utilizada por los ciudadanos.
En relación al uso de internet por parte de las y los jóvenes para interactuar (conversación
política interactiva) o para la atención a contenidos políticos es bastante bajo, por lo que se
puede indicar que en este caso la juventud no utiliza estos medios con fines políticos, esto
contrasta con el uso de este medio en general como lo indica la Encuesta Nacional sobre
Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, 2017 (ENDUTIH)
realizada por el INEGI, donde se reporta que el 83.7% de las personas de 18 a 34 años
utilizan este medio para llevar a cabo diferentes tipos de actividades.
En lo que corresponde a las teorías que explican el impacto de los medios de comunicación
en las actitudes y el comportamiento político del ciudadano se puede indicar que los
resultados del estudio nos inclinan a las teorías de la movilización política, aunque no de
manera contundente, pero cabe evidenciar que ninguna de las variables independientes
tiene un efecto negativo como para aproximarnos a las teorías del malestar mediático. Por
otra parte, son las prácticas comunicativas como la conversación política interpersonal e
interactiva las que tienen mayor impacto positivo en la participación política tanto
convencional, como no convencional, es en ese sentido, que se podría comentar que la
interacción de las y los jóvenes ya sea de manera presencial o interactiva los motivan a
participar en actividades distintas a la participación electoral, ya sea tratando de incidir en
el voto de otro ciudadano, formando parte de un partido político, participando en una
campaña electoral, colaborando con un candidato, participando en marchas o
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