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Recibido: 17-08-2020; 2ª versión: 09-10-2020; aceptado: 13-10-2020.
SALVADOR OLIVÁN, J.A.; MARCO CUENCA, G. y ARQUERO AVILÉS, R. Hábitos de publicación de la élite científica de
España. Anales de Documentación, 2020, vol. 23, nº 2. Disponible en: http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.440101.
HÁBITOS DE PUBLICACIÓN DE LA ÉLITE CIENTÍFICA DE ESPAÑA
Jos é A nto n i o Sa l v a d o r - O l iv á n
Departamento de Ciencias de la Documentación e Historia de la Ciencia. Universidad de Zaragoza.
Gon z a l o M a r c o - C u e nca
Departamento de Ciencias de la Documentación e Historia de la Ciencia. Universidad de Zaragoza.
Ros a r i o A r q u ero - A v i lé s
Facultad de Ciencias de la Documentación. Universidad Complutense de Madrid.
Resumen: El objetivo de este estudio consiste en analizar los patrones de autoría y hábitos de publicación de los in-
vestigadores de España más productivos y/o citados.
Método: Se han seleccionado los investigadores españoles o extranjeros que trabajan en instituciones españolas, con
mayor índice H y número de citas recibidas en Google Scholar (GS) a partir del Webometrics Ranking of World
Universities. Los datos de las publicaciones se han obtenido de la colección principal de Web of Science (WOS).
Resultados y conclusiones: La productividad e impacto de los investigadores en Ciencias Sociales y Humanidades
es mucho menor en la base de datos WOS que en GS. Como autores hiperprolíficos destacan los investigadores en
el campo de Física de Partículas, donde es habitual la publicación de 90 artículos al año firmados por más de 2000
autores. Los investigadores de Ciencias de la Salud también son altamente productivos y en multiautoría.
Palabras clave: Multiautoría: autores prolíficos; productividad científica; hábitos de publicación.
Title: PUBLISHING HABITS OF SPAIN'S SCIENTIFIC ELITE.
Abstract: This paper aims to analyze the authorship patterns and publication habits of the most productive and / or
cited researchers in Spain.
Method: Spanish researchers or those who work in Spanish institutions with the highest H index and number of cita-
tions received in Google Scholar (GS) have been selected from the Webometrics Ranking of World Universities.
Publication data was obtained from the main Web of Science (WOS) collection.
Results and conclusions: The productivity and impact of researchers in Social Sciences and Humanities is much less
in the WOS database than in GS. As hyperprolific authors highlight researchers in the field of Particle Physics,
where the publication of 90 articles per year signed by more than 2000 authors is common. To a lesser extent,
Health Sciences researchers are also highly productive in multi-author.
Keywords: Multiple authorship; prolific authors; researcher productivity; publication habits.
Copyright: © 2020 Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia (Spain). Este es un artículo de acceso
abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY
4.0).
1 INTRODUCCIÓN
La publicación de los resultados de investigaciones, como decía Humphreys (1909) hace más de un siglo, es un
deber, convirtiéndose en las últimas décadas en una necesidad y en la principal herramienta que tienen los
investigadores para su promoción profesional y obtención de financiación. "Publicar o perecer" es una frase acuñada
que describe la presión de los científicos para publicar de manera rápida y continua trabajos académicos.
Esta presión por publicar sigue dominando el mundo académico (Erren, Shaw y Morfeld, 2016, p. 1431) ya que el
prestigio y carrera profesional de los investigadores se valora en gran medida por la cantidad de artículos que firman y
por el factor de impacto de las revistas donde se publican. Este hecho puede llevar a prácticas poco éticas, entre las
que ya se señalaban hace años la de añadir autores supernumerarios (Angell, 1986, p. 261), y a sugerir que un elevado
número de publicaciones pudiera incumplir los criterios de autoría aludiendo autoría honoraria o invitada e, incluso,
fraude (Wager, Singhvi y Kleinert, 2015).
Es un hecho demostrado y ampliamente documentado en la literatura el aumento del número de autores en las
publicaciones de cualquier campo de conocimiento (Wutchy, Jones y Uzzi, 2007; Fortunato et al., 2018; Milojevic,
2014; Adams et al., 2019). En los últimos cinco años, se ha duplicado el número de artículos indizados en Web of
jaso@unizar.es
gmarco@unizar.es
carquero@ucm.es
2 JOSÉ ANTONIO SALVADOR; GONZALO MARCO Y ROSARIO ARQUERO
Anales de Documentación, 2020, vol. 23, nº 2 ISSN electrónico: 1697-7904 -- http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.440101.
Science (WOS) con más de 1.000 autores (Singh Chawla, 2019). Esta práctica, denominada hiperautoría, era común
en Física de Partículas y Nuclear, pero se ha ido extendiendo a otros campos relacionados con la medicina y cambio
climático. En estos artículos, no hay forma de conocer, a partir de las publicaciones, la contribución concreta de cada
individuo.
Como principales causas del aumento en el número de autores se han identificado la complejidad cada vez mayor
de la investigación y el aumento de la colaboración entre múltiples centros nacionales e internacionales con el
consiguiente desarrollo de grandes grupos de investigación. La colaboración en ciencia es necesaria, y la coautoría o
autoría compartida su natural consecuencia, presentando entre sus múltiples ventajas la posibilidad de explorar
cuestiones complejas desde una perspectiva multidisciplinar que no podrían tratarse de otra manera, o compartir costes
(Nabout et al., 2015, p. 362).
El crecimiento en el número de autores ha provocado un debate sobre el significado de autoría, quién está
justificado que aparezca como autor y cómo deben reconocerse los distintos tipos de contribuciones en una
investigación. En una investigación hay muchos tipos de contribuciones y la autoría no es la única manera que existe
para reconocerlas.
Los requisitos más ampliamente establecidos para aparecer como autor son los recomendados por el Comité
Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE, siglas en inglés), apropiados también en otros campos
diferentes de las ciencias biomédicas. En ellos se especifica que la autoría debe basarse en el cumplimiento de los
cuatro siguientes criterios (International Committee of Medical Journal Editors (ICMJE), 2020): a) Contribución
sustancial a la concepción o diseño del estudio; o adquisición, análisis o interpretación de los datos del trabajo; b)
elaboración del borrador del trabajo o revisión crítica del contenido intelectualmente importante; c) aprobación de la
versión final que se va a publicar; y d) ser responsable de todos los aspectos del trabajo. Todos aquellos designados
como autores deben cumplir los cuatro criterios de autoría; los que incumplan alguno de ellos, deben figurar en las
secciones de agradecimientos o reconocimientos. Algunos investigadores consideran estos criterios demasiado
estrictos o incluso poco éticos (Shaw, 2011, p. 1).
El European Code of Conduct for Research Integrity, elaborado por más de 50 academias europeas de ciencia de
más de 40 países, señala que todos los autores son responsables del contenido de una publicación y que la autoría se
basa en una contribución significativa al diseño de la investigación, colección de datos o análisis e interpretación de
los resultados (ALLEA - All European Academies, 2017). Pero no aclara el significado de “contribución
significativa”; la ambigüedad en el concepto de autoría implica diferentes interpretaciones en distintas disciplinas y
países (Larivière et al., 2016; Hosseini et al., 2020).
Springer, una de las principales editoriales de revistas, declara que, aunque no existe una definición universal de lo
que constituye la autoría, el grupo de investigación debería identificar a los autores que han contribuido
suficientemente al trabajo científico, que son responsables de su parte del trabajo y que revisaron críticamente y
aprobaron la versión final del manuscrito. Los criterios a cumplir son: autoría, redacción, revisión y aprobación
(Springer, 2013).
En parecidos términos se expresa Raff (2003, p. 57) al indicar que solo deberían aparecer como autores los que han
participado en a) el diseño del estudio, b) adquisición de datos, c) análisis e interpretación de datos, y d) elaboración y
edición del artículo, y en la sección de reconocimientos aquellos que solo han hecho contribuciones técnicas. Además
de otorgar crédito donde se debe, esto protegería a los coautores de cualquier responsabilidad si se descubriera una
mala conducta científica en partes de la publicación que no están relacionadas con una contribución específica.
Los editores de revistas han desarrollado sus propias guías sobre qué constituye una autoría válida; sin embargo,
no dejan de ser guías, y existen discrepancias entre ellas a pesar de que los editores declaran seguir las pautas
establecidas por el ICMJE (Teixeira da Silva y Dobránszki, 2016, p. 1459).
El reconocimiento de autoría implica una contribución de manera más o menos importante a la concepción del
estudio y a la elaboración del manuscrito. La hiperautoría ha cambiado lo que constituye la contribución de un autor a
una publicación y ha provocado que, en estas situaciones, el concepto de autoría pierda su sentido y se cuestione su
valor (Cronin, 2001). Todos aquellos que hacen aportaciones al trabajo deberían ser reconocidos de manera apropiada,
aunque no siempre como autores. Solo los que han tenido un papel de liderazgo importante en el proyecto, deberían
identificarse como autores junto con el nombre del grupo (Jones, 2011, p. 32).
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Autores que publican más de 72 artículos en un año (lo que equivale a un artículo cada cinco días) se consideran
prolíficos inverosímiles, si bien no hay evidencias de que hagan algo inapropiado, sino que es el resultado en muchos
casos de que en algunos campos de conocimiento los equipos de investigación han operacionalizado su propio
concepto y significado de autoría (Ioannidis, Klavans y Boyack, 2018, p. 167). Aunque algunas de las principales
justificaciones de estos autores por su extrema productividad fueron su compromiso con la investigación científica,
mucho trabajo y amor por la investigación, Ioannidis, Klavans y Boyack (2018, p. 168) argumentan que no son
incentivos tan fuertes como para publicar tanto.
El concepto de autores tan prolíficos desafía el concepto de autoría y se ha demostrado que cuando el número de
autores es tan elevado, un listado ordenado de autores no es apropiado para fines de atribución y crédito. Las
publicaciones en revistas son uno de los principales criterios empleados en la evaluación de científicos y académicos
para promoción, acceso a plazas y financiación de proyectos. El problema puesto de manifiesto en la actualidad es que
no todos los autores de una publicación contribuyen de la misma manera en una investigación y en la elaboración del
manuscrito, pero las comisiones de evaluación pueden otorgar el mismo crédito de autoría a todos los firmantes del
artículo. Los autores hiperprolíficos no solo deberían medirse por el número de publicaciones sino también por la
utilidad de sus investigaciones medida por el número de citas que reciben (Bornmann y Tekles, 2019, p. 707).
Por ello se ha sugerido, en estos casos, pasar del modelo de autoría al modelo de contribución (Brand et al., 2015;
McNutt et al., 2018), similar a los créditos que aparecen al final de una película en forma de una larga lista de
personas con sus contribuciones descritas completa y específicamente (Munafo y Smith, 2018, p. 401), que reflejaría
mejor la gran variedad de contribuciones que se pueden hacer en los grandes proyectos internacionales.
Comunicar a la revista la contribución individual de cada autor es una opción para conocer qué hizo cada uno, pero
en artículos con muchos autores añade longitud y complejidad al listado, aunque solo apareciera electrónicamente.
Pero si surgen dudas sobre la validez del trabajo en su conjunto, ya sea como desafíos a su conducta o como
evaluaciones de su influencia en el campo, un equipo es un equipo, y sus miembros deben compartir el crédito o la
culpa (Kennedy, 2003, p. 733). Tradicionalmente, el primer autor es el que más contribuye, mientras que la posición
del resto de autores se decide bien por su contribución, bien por orden alfabético, o por antigüedad en orden inverso.
La tradición es diferente según los países y campos de conocimiento, y el significado de la posición se ha hecho cada
vez más arbitrario conforme ha aumentado el número de autores, y no hay una forma de determinar el crédito de
autoría asociado con el orden de los autores (Tscharntke et al., 2007, p. 13).
Las disciplinas deben adoptar un sistema de crédito académico que recompense una mayor variedad de roles más
específicamente, como el sistema CRediT (the Contributor Roles Taxonomy) que permite describir las tareas
realizadas y la contribución específica de cada colaborador en un artículo (Holcombre, 2019, p. 147).
En esta línea, muchas revistas permiten, e incluso requieren, a los autores que declaren su contribución en los
artículos. Incluso, se han desarrollado taxonomías y vocabularios estandarizados para describir los roles de los autores.
Del mismo modo, los comités de promoción y tenencia están utilizando esta información de contribución en sus
evaluaciones, adquiriendo una información más completa sobre la contribución de un investigador que la que se
obtiene de una lista simple de autores (Kiser, 2018, p. 435).
En un informe del grupo Web of Science de Clarivate Analytics se recomienda que los artículos con hiperautoría
(más de 100 autores y/o 30 países) se traten de manera diferente y se excluyan de cualquier análisis realizado a nivel
nacional e institucional ya que conducen a tasas de citas muy elevadas. La hiperautoría produce patrones
particularmente diferentes y erráticos en la medicina clínica y física de partículas, que no se repiten en todas las
disciplinas y no son consistentes (Adams et al., 2019).
En la actualidad, es habitual ver anuncios en periódicos y en las propias universidades que presumen de que
determinados académicos son autores de cientos de publicaciones. Este tipo de reconocimiento y los sistemas de
recompensa académica que existen en muchos países donde parece que se valora más la cantidad que la calidad de las
publicaciones de un investigador, puede ser parte importante del problema (Wager, 2015, p. 2). La productividad de
un investigador se mide generalmente por el número de publicaciones. Esto puede ser razonable mientras la
productividad, medida a través de simples números, no se convierta en un medio para medir la calidad del personal
académico y no se tenga en cuenta también la contribución realizada a los artículos publicados (Langer, 2017, p. 429).
La ciencia está impulsada principalmente por los esfuerzos de una fracción pequeña de investigadores que publican
la mayoría de la investigación científica y obtienen la mayoría de las citas (Parker, Allesina y Lortie, 2013, p. 469). A
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nivel de país, se ha hallado una relación directa entre el número de investigadores altamente citados y altamente
productivos (Basu, 2006, p. 367).
2 OBJETIVOS
El objetivo general de este trabajo consiste en analizar los patrones de autoría de investigadores españoles y
extranjeros que trabajan en instituciones españolas que combinan mucha productividad e impacto -la élite científica-,
así como distintas métricas de sus publicaciones.
Como objetivos específicos, se trata de conocer:
La diferencia entre los datos de productividad e impacto de las publicaciones de los investigadores en Google
Académico (GS) y en la colección principal de WOS (revistas de mayor impacto en su campo).
Número de firmas por documento y su relación con la productividad.
En qué porcentaje de artículos aparecen como primeros autores.
El grado de autoría hiperprolífica.
3 MÉTODO
Estudio observacional transversal descriptivo.
Población: Investigadores españoles y extranjeros que trabajan en el extranjero. Marco muestral: Webometrics
Ranking of World Universities (Cybermetrics Lab, 2020). La fecha de descarga del ranking de investigadores se
realizó el 19 de abril de 2020.
Criterios de inclusión: Investigadores con alta visibilidad por su productividad e impacto. Para ello, se
seleccionaron aquellos que tenían un índice H en GS superior o igual a 100 (99 autores), y los 100 investigadores con
mayor número de citas recibidas. La muestra final estuvo formada por 123 autores, ya que solo 24 de los más citados
tenían un índice H menor de 100.
Criterios de exclusión: Se eliminaron cinco investigadores por las siguientes causas:
1. No encontrar su perfil en GS; lo había eliminado.
2. Muchas publicaciones en GS no eran suyas, y en WOS no se encontraron publicaciones. En mayo de 2020, su
perfil en GS mostraba 1 cita en total, y seguía con publicaciones que no eran suyas.
3. Muchas de las publicaciones de GS no eran suyas. Solo tenía 7 publicaciones en WOS.
4. Solo tenía tres publicaciones en WOS.
5. Muchas de las publicaciones de GS no eran suyas. Solo tenía 9 publicaciones en WOS y 1 cita.
Una vez eliminados, el número total de investigadores analizados ha sido de 118, de los que 97 tenían un índice H
en GS mayor de 100 y 21 presentaban un índice H menor de 100.
Extracción y curación de datos: Los indicadores se crearon a partir de los datos de la colección principal de Web of
Science (WOS). La elección de esta base viene determinada porque contiene la investigación que se publica en las
principales revistas internacionales (core journals) y con más impacto en sus respectivas especialidades, siendo los
canales de publicación de muchos investigadores altamente citados (Szomszor, Pendlebury y Adams, 2020).
El método para extraer los datos fue el siguiente:
Se buscó cada investigador en GS y se actualizaron sus datos de índice H y número de citas. Se anotó la espe-
cialidad y la institución de trabajo; si no estaban, se buscaron en Google, recogiendo también el nombre com-
pleto.
Se buscó a cada investigador en la Colección Principal de Web of Science, a través de la opción Búsqueda de
autores. Dado que dos o más investigadores pueden tener los mismos apellidos e iniciales, y que pueden apare-
cer registrados de diferentes formas (una inicial, dos iniciales, nombre completo… etc.), se introdujeron dife-
rentes combinaciones de apellidos con nombres completos o iniciales, y se seleccionaron aquellos que tenían la
misma especialidad y/o institución de trabajo que la registrada en GS. Se combinaron los resultados.
Se exportaron todos los registros del autor en formato completo a un fichero en formato csv, y posteriormente a
Excel.
Para cada autor, se verificó en el fichero Excel su especialidad en las columnas de categorías temáticas (WC-
SC). De aquellas que no coincidían con las especialidades del autor, se comprobó que los artículos contenían
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una firma correcta (coincidían apellidos e iniciales). Se eliminaron aquellos registros que no se correspondían
con el autor (aparecían con otras iniciales, aunque con el mismo o mismos apellidos).
Una vez depurados los errores identificados en los datos extraídos de la colección principal de WOS, se crearon
las siguientes variables:
- Número total de autores en un artículo.
- Número de artículos en los que el autor aparecía en primera posición.
- Número total de citas en WOS.
- Número total de documentos publicados en WOS.
- Índice H en WOS a partir del número de documentos y número de citas.
- Número de artículos publicados en cada uno de los últimos 5 años: 2019-2015. En 14 autores se se-
leccionaron años anteriores consecutivos (2013-2017, 2014-2018, 2012-2016, 2010-2014) ya que en
los últimos años no habían publicado o tenían 1 o 2 documentos; solo en tres autores se selecciona-
ron los años más recientes no consecutivos debido a que en el resto no tenían publicaciones.
Para describir y analizar los resultados, los autores se clasificaron en los siguientes campos de conocimiento según
su especialidad (tanto la indicada en GS como en sus páginas web o de las instituciones de trabajo):
Astronomía/Astrofísica.
Ciencias de la Naturaleza: incluye Biología, Ecología, Agricultura y Clima.
Ciencias de la Salud
Ciencias Sociales: incluye Sociología y Economía.
Física de Partículas (de alta energía).
Física: especialistas en otras áreas de Física (Óptica cuántica, Física de la materia condensada, Fotónica).
Humanidades: Lingüística y Educación.
Ingeniería: incluye Informática, Bioinformática, Inteligencia artificial.
Química.
También se clasificaron en hiperprolíficos y prolíficos. Se consideraron hiperprolíficos aquellos que publicaron 60
artículos o más al menos en 1 año, y prolíficos los que publicaron 25 artículos o más al menos en 1 año.
Proceso y análisis de datos: El fichero Excel se exportó al SPSS v.22, con el que se procesaron los datos y se
obtuvo la estadística descriptiva (frecuencias absolutas y relativas para variables cualitativas, media y percentiles para
variables cuantitativas) e indicadores.
4 RESULTADOS
La mayor parte de investigadores analizados pertenecen al área de Ciencias de la Salud y Física de Partículas
(Tabla I). Todos ellos tienen un índice H en GS superior a 100 salvo 21 autores, que se distribuyen de la siguiente
manera: 1 en Física de Partículas (H=85); 3 en Astronomía (menor valor H=79); 8 en Ciencias de la Salud (menor
valor H=73); 4 en Ciencias de la Naturaleza (menor valor H=63); 1 en Ingeniería (H=67); 3 en Ciencias Sociales
(varía de 43 a 74); 1 en Humanidades (H=65). En Física y Química, todos los autores tienen un índice H superior a
100.
4.1 Productividad e impacto en GS vs WOS
Al comparar el índice H y nº de citas obtenidos en GS y WOS, se observa que el mayor descenso medio porcentual
se produce en los autores de las áreas de Humanidades y de Ciencias Sociales. Las razones pueden ser debidas a que
en estos campos son más frecuentes otro tipo de publicaciones no indizadas en WOS (como libros, capítulos de libros,
comunicaciones a congresos) y, de la misma manera, un número elevado de citas proceden de libros, actas de
congresos y revistas no indizadas en WOS.
6 JOSÉ ANTONIO SALVADOR; GONZALO MARCO Y ROSARIO ARQUERO
Anales de Documentación, 2020, vol. 23, nº 2 ISSN electrónico: 1697-7904 -- http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.440101.
Investigadores
Promedio Índice H (GS)
– (WOS) y reducción %
Promedio n.º citas (GS) – (WOS) y
reducción %
n % H-GS H-WOS
% GS WOS %
Física de Partículas 33 (28,0%) 152,0 91,6 37,67% 124.992 45.237 56,60%
Astronomía/Astrofísica 6 (5,1%) 101,8 81,8 19,32% 67.295 42.747 35,03%
Física 4 (3,4%) 117,1 98,7 15,79% 69.464 45.150 34,86%
Química 6 (5,1%) 128,6 98,1 24,43% 76.584 49.168 36,69%
Ciencias de la Salud 50 (42,4%) 119,4 88,9 25,67% 80.155 38.608 50,99%
Ciencias de la Naturaleza 10 (8,5%) 103,9 72,6 39,71% 61.356 29.196 51,35%
Ingeniería 4 (3,4%) 105,7 72,0 35,97% 79.879 38.584 53,75%
Ciencias Sociales 3 (2,5%) 61,0 19,3 68,01% 66.511 8.258 86,17%
Humanidades 2 (1,7%) 100,0 21,5 76,49% 97.450 4.311 94,89%
Total 118 (100,0%)
Tabla I. Distribución de investigadores por áreas de conocimiento y reducción porcentual media del índice H y número de
citas en WOS comparado con los obtenidos en GS.
Los investigadores del campo de Física de Partículas presentan el mayor índice H en GS, siendo superior a 100 en
32 de ellos (97%), 27 de los cuales es superior a 115 y 3 superior a 200; mientras que en WOS, solo hay 9 autores con
un índice H igual o superior a 100, y ninguno supera el valor de 115.
En Ciencias de la Salud, 42 autores (84%) tienen un índice H en GS igual o superior a 100, y 2 de ellos superan el
valor de 200, mientras que en WOS solo 13 (26%) tienen un índice igual o superior a 100 y ninguno supera el valor de
200.
La menor reducción en cuanto al número de citas y del índice H se produce en los campos de Física, Química y
Astronomía. Sorprende la reducción más elevada en Física de Partículas al compararla con estos campos afines. Quizá
pueda ser debido a que muchas de las citas recibidas por los artículos puedan proceder de preprints, no indizados en
WOS, pero sí presentes en repositorios como Arxiv.
4.2 Número de firmas por documento
En la Tabla II se muestran diferentes estadísticos descriptivos (media y percentiles) sobre el número de firmas por
documento en cada campo. Destaca especialmente Física de Partículas, donde el número medio de firmantes en los
artículos es de 1840; la mitad de los investigadores aparecen como autores de artículos con más de 2087 firmas, y un
25% de ellos presenta un promedio superior a 2298. El número máximo de autores que aparece en una publicación es
de 7651. Destaca también el campo de Astronomía y Astrofísica, con un elevado promedio de autores por documento,
y siguen de lejos los autores de Ingeniería y Ciencias de la Salud, con un promedio de 15,5 y 13,9 respectivamente,
pero en estos últimos un artículo es firmado por 2467 autores. El menor número de firmas por artículo se da en los
campos de Ciencias Sociales y Humanidades.
Firmas/documentos N.º máximo
firmas
Media P50
*
P75
*
P90
*
Física de Partículas 1840,7 2087,0 2298,6 2586,2 7651
Astronomía/Astrofísica 95,4 74,8 160,6 2750
Física 7,2 4,4 13,3 132
Química 5,4 5,7 6,0 86
Ciencias de la Salud 13,9 11,3 15,5 27,8 2467
Ciencias de la Naturaleza 6,9 6,7 8,9 9,9 728
Ingeniería 15,5 10,0 32,0 601
Ciencias Sociales 1,8 1,8 8
Humanidades 1,4 1,4 27
Tabla II. Estadística descriptiva del número de firmas por documento en los investigadores
(*P50=percentil 50; P75=percentil 50; P90=percentil 90).
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Anales de Documentación, 2020, vol. 23, nº 2 ISSN electrónico: 1697-7904 -- http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.440101.
La Tabla III confirma los datos de autoría de la Tabla II. Destaca Física de Partículas, donde casi el 70% de los
artículos están firmados por más de 2.000 autores, y Astronomía/Astrofísica, con más de la ¼ parte de los artículos
firmados por más de 100 autores. En sentido contrario, casi todos los artículos de los campos de Ciencias Sociales y
Humanidades están firmados por menos de 6 autores.
N.º firmas/documento
<=5 6-50 50-100 101-1000 >1000 >2000
Física de Partículas 4,2% 1,5% 0,7% 22,9% 70,7% 69,47%
Astronomía/Astrofísica 39,7% 22,2% 10,3% 27,1% 0,7% 0,13%
Física 73,5% 24,1% 2,1% 0,3%
Química 62,5% 37,2% 0,3%
Ciencias de la Salud 30,5% 67,4% 1,2% 0,8% 0,05%
Ciencias de la Naturaleza 61,6% 37,7% 0,5% 0,2%
Ingeniería 58,6% 36,3% 2,1% 2,8%
Ciencias Sociales 99,2% 0,8%
Humanidades 99,5% 0,5%
Tabla III. Porcentaje de artículos según número de firmas/documento en los distintos campos.
Existe una relación lineal positiva entre el número de publicaciones y el número de autores, siendo los
investigadores que más publican aquellos que firman con muchos autores (r=0,480, p<0,001). Al analizar esta relación
en los campos que contienen más investigadores, es mucho más intensa en Física de Partículas (r=0,895) y Ciencias de
la Naturaleza (r=0,942) y algo menos en Ciencias de la Salud (r=0,655).
4.3 Firma como primer autor
El porcentaje de artículos en los que los investigadores aparecen como primer autor es muy bajo en todos los
campos, salvo en Humanidades y Ciencias Sociales, donde el número de firmas es también mucho menor (Figura 1).
En el campo de Física de Partículas, 6 investigadores no han publicado ningún artículo como primer firmante, y otros
5 solo firman como primer autor en 1 artículo, siendo el porcentaje medio de artículos en los que aparecen como
primer autor muy bajo. En Ciencias de la Salud, 1 investigador nunca ha firmado artículos en primer lugar.
Figura 1. Porcentaje promedio de artículos con el investigador como primer firmante.
4.4 Hiperproducción
En la Tabla IV se presenta el número de investigadores en cada campo que han publicado un número elevado de
artículos al menos durante 1 año, y durante cuántos años han mantenido esa producción; para ello, se han dividido en
aquellos que ha publicado 60 o más artículos (hiperprolíficos) y los que han publicado 25 artículos o más (prolíficos).
8 JOSÉ ANTONIO SALVADOR; GONZALO MARCO Y ROSARIO ARQUERO
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Investigadores hiperprolíficos
Investigadores prolíficos N.º docs/
5 años
Física de partículas 29 autores (87,9%)
20 durante 5 años
5 durante 4 años
1 durante 3 años
3 durante 2 años
31 autores (93,9%)
27 durante 5 años
1 durante 4 años
2 durante 3 años
1 durante 1 año
89,7
Astronomía/Astrofísica 1 autor (16,7%)
solo en 1 año
5 autores (83,3%)
3 durante 4 años
2 durante 3 años
27,4
Física Ningún autor 3 autores (75%)
1 durante 5 años
1 durante 3 años
1 durante 2 años
22,8
Química 1 autor (16,7%)
1 durante 2 años
5 autores (83,4%)
4 durante 5 años
1 durante 1 año
33,5
Ciencias de la salud 13 autores (26%)
4 durante 5 años
1 durante 4 años
5 durante 3 años
3 durante 1 año
39 autores (78%)
26 durante 5 años
5 durante 4 años
2 durante 3 años
2 durante 2 años
4 durante 1 año
37,6
Ciencias de la Natura-
leza
2 autores (20%)
1 durante 3 años
1 durante 1 año
5 autores (50%)
3 durante 5 años
1 durante 3 años
1 durante 2 años
23,7
Ingeniería 1 autor (25%)
1 durante 1 año
2 autores (50%)
1 durante 5 años
1 durante 1 año
21,7
Ciencias Sociales Ningún autor Ningún autor 2,1
Humanidades Ningún autor Ningún autor 1,3
Tabla IV. Hiperproducción de documentos publicados en un rango de 5 años.
Destacan principalmente los investigadores del campo de Física de Partículas, siendo 29 los que han publicado 60
artículos o más y, de ellos, 20 han mantenido esa producción durante los últimos 5 años. Destaca también el campo de
Ciencias de la salud, donde el 26% de los investigadores han publicado en un año más de 60 documentos, y 4 han
alcanzado estas cifras durante 5 años consecutivos. Salvo en los campos de Ciencias Sociales y Humanidades, en los
que ningún autor ha publicado 25 artículos en un año, en el resto hay autores prolíficos o hiperprolíficos. La
sobreproducción alcanza unos valores extremadamente altos en el campo de Física de Partículas, con una media de
89,7 artículos publicados durante 5 años consecutivos, seguido de Ciencias de la Salud y de Química con más de 30
artículos.
5 DISCUSIÓN
Este trabajo se ha centrado en un conjunto de investigadores, aquellos que tienen un índice H alto en Google
Académico y, por tanto, han publicado un elevado número de artículos y han sido citados muchas veces. Esto significa
que este grupo está formado por investigadores principales e influyentes en sus respectivos campos de conocimiento,
de los que se han descrito características y hábitos de autoría que pueden ayudar a conocer las razones por las que
logran un alto reconocimiento y prestigio tanto a nivel social como académico y forman parte de la élite científica.
HÁBITOS DE PUBLICACIÓN DE LA ÉLITE CIENTÍFICA DE ESPAÑA. 9
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5.5 Hiperautoría
En los resultados de nuestro estudio destacan principalmente los autores del campo de Física de Partículas, donde
el 70% de los artículos están firmados por más de 2.000 autores. Unos datos que coinciden con los resultados en otros
estudios. Así, Smith (2016, p. 10) ya señalaba que los artículos con más de 100 autores han encontrado un hábitat
principalmente en el campo de Física de Alta Energía. Los trabajos con cientos a miles de autores son la norma en una
comunidad de miles de científicos que trabajan en proyectos realizados por grandes grupos internacionales formados
por más de 1.000 investigadores y donde todos firman como autores como marca identitaria de grupo sin que hayan
tenido que escribir o revisar el artículo (Ioannidis, Klavans y Boyack, 2018, p. 168).
La hiperautoría en el campo de Física de Partículas es muy frecuente y fruto de la colaboración, ya que los
investigadores comparten instalaciones y observatorios, y forman parte de grandes grupos. En la tabla V se observa
que todos los investigadores de Física de Partículas de nuestro estudio participan en grandes grupos, principalmente
ATLAS y CMS.
N.º %
CMS 12 36,4%
ATLAS 11 33,3%
LHCb 4 12,1%
ALICE 2 6,1%
Delphi 2 6,0%
CMS/ATLAS 1 3,0%
IceCube 1 3,0%
Tabla V. Grupos de colaboración de investigadores en Física de Partículas.
ATLAS es un experimento de colisión de partículas del CERN, y utiliza uno de los dos detectores de uso general
en el Large Hadron Collider (LHC) en Suiza. En ATLAS participan 3.000 científicos de 172 institutos procedentes de
37 países, y se publican megaartículos. Karl Jakobs, físico y portavoz de colaboración de ATLAS, indica que hay un
equipo editorial formado por dos o tres personas que son los que discuten, presentan un bosquejo y escriben el
documento, con aportes de los científicos que proporcionaron los datos. Los documentos se someten a una serie de
revisiones internas por pares y el equipo editorial recibe los comentarios de los colaboradores, seguido de una revisión
institucional externa de un departamento de física colaborador (Leeming, 2019, p. s37). El Compact Muon Solenoid
(CMS), junto con ATLAS, es un detector de propósito general diseñado para explorar la física y las colisiones en el
LHC.
En grupos tan numerosos, resulta imposible verificar y evaluar la validez de la autoría (Teixeira da Silva y
Dobránszki, 2016, p. 1460). Que aparezcan miles de autores en las publicaciones se debe a un reconocimiento
generalizado de que ninguna investigación podría hacerse sin las contribuciones de todos los individuos, y se desea
reconocer este hecho y motivar la contribución de todos. Todos los físicos participan en el diseño y construcción de
sus aceleradores y detectores, y buscan reconocimiento por estas contribuciones de servicio. Por esta razón, todos los
participantes en las investigaciones aparecen como autores, ordenados alfabéticamente, de artículos publicados por
cualquier miembro, aunque la mayoría admiten que la autoría significa poco cuando hay tantos autores (Birnholtz,
2006, p. 1769). Pero aparecer como autor en tantas publicaciones de este tipo va aumentando la reputación y prestigio
de estos investigadores.
En nuestro estudio también es frecuente la multiautoría, aunque con menor número de autores, en otros campos
como la Astronomía/Astrofísica, Ciencias de la Salud e Ingeniería. Coincide con otros estudios en los que se ha
señalado un elevado número de autores en Física y en Ciencias del Espacio, así como en las áreas de Ciencias de la
Salud y Ciencias de la Vida (Adams et al., 2019; Ioannidis, Klavans y Boyack, 2018). En determinadas especialidades
médicas es habitual la colaboración y la coautoría donde la condición sine qua non de un proyecto serio financiado es
compartir recursos complejos, instalaciones, experiencia, técnicas e individuos (Cronin, 2001, p. 563).
Las normas de justificación de autoría difieren según el campo y varían para cada revista. Hay situaciones en las
que se justifica un gran número de autores, como son proyectos internacionales, multicéntricos y multidisciplinares, o
el aumento de la complejidad de la investigación, pero también puede ser debido a la presión de “publicar o perecer”
(Papatheodorou, Trikalinos y Ioannidis, 2008, p. 551).
El problema no es la hiperautoría en sí, cuando está justificada, sino la existencia de prácticas no éticas como la
autoría honorífica o regalada, en las que aparecen como autores individuos que no han participado en la investigación.
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En un estudio realizado en investigadores de la comunidad valenciana, 477 autores (20,4%) que habían participado
en actividades de colaboración consideraba que las publicaciones científicas no reflejaban de manera adecuada el
trabajo realizado en colaboración, siendo el principal motivo para el 43% de estos autores la existencia de
hiperautorías injustificadas, es decir, autores que habían firmado sin haber contribuido a su realización (Gómez-Ferri y
González-Alcaide, 2018, p. 9).
5.2 Firma como primer autor
Nuestro estudio revela que los investigadores de campos en los que las publicaciones tienen un elevado número de
autores, firman pocos artículos como primer autor, y algunos de ellos no lo hacen nunca. Datos que concuerdan con el
estudio de Ioannidis, Klavans y Boyack (2018, p. 169), donde el 42,5% de los autores hiperprolíficos aparecían en las
últimas posiciones y solo el 7,1% aparecían en primera posición. También es similar el resultado en Ciencias de la
Naturaleza (21,5% de artículos como primer autor) con el obtenido por Parker, Allesina y Lortie (2013, p. 475) en la
disciplina de Medio Ambiente y Ecología, donde los autores solo aparecían como primer autor en el 26,72% de los
artículos.
5.3 Hiperproducción científica
En nuestro estudio sobresale la producción de los investigadores en Física de Partículas, con una publicación
media de 90 artículos durante los últimos cinco años, resultados que coinciden con los obtenidos en el estudio de
Ioannidis, Klavans y Boyack (2018, p. 167), donde el 86% de los autores hiperprolíficos procedían del campo de la
Física de Partículas y de Alta Energía.
Se ha constatado a lo largo de los años un fuerte aumento en el número de artículos con más de 50 autores,
destacando los campos de Biología Molecular y Genética, Neurología e Inmunología con más de 100 autores, y un
aumento particularmente notable en aquellos que superan los 1.000 autores, sobre todo en el campo de la Física de
Partículas, y especialmente con artículos firmados por más de 3.000 autores derivados del trabajo de la colaboración
ATLAS con el Large Hadron Collider (King, 2012).
El número de citas que reciben los investigadores también es mayor en aquellos que pertenecen a campos donde la
hiperproducción es mayor. Lógicamente, puede ser debido a que, a mayor número de artículos publicados, mayor
probabilidad de que aumente el número de citas. Pero también puede ser debido al efecto Mathew o ventaja
acumulativa, que dice que cuanto mayor sea el número de artículos a los que contribuye un autor, más se le conoce y,
por lo tanto, es probable que atraiga más citas (Merton, 1968), habiéndose encontrado evidencias de que cuanto mayor
es el número de artículos que un investigador publica, mayor es la proporción de estos artículos que están entre los
más citados (Larivière y Costas, 2016, p. 1).
Puede ser que los científicos altamente citados hayan acumulado suficiente capital científico a lo largo del tiempo
(por ejemplo, acceso a datos, colaboradores expertos, fondos, habilidades técnicas, etc.) para permitirles ser altamente
productivos y dedicar menos horas en etapas posteriores de su carrera, beneficiándose así de la ventaja acumulativa
(efecto Matthew). (Parker, Lortie y Allesina, 2010, p. 138).
5.4 Limitaciones
Los investigadores analizados se han seleccionado de un ranking creado a partir de datos no verificados de Google
Académico. Aunque se ha hecho una labor de curación de datos recuperados de la colección principal de WOS, es
posible que hayan permanecido algunos pocos registros no propios del autor; esto ha podido provocar una leve
variación de los datos en las citas y en el número de publicaciones que no tiene por qué afectar a la visión global de las
características presentadas en este estudio.
Otra limitación es que no se refleja la productividad real de cada autor, ya que nuestro análisis se ha limitado
solamente a los datos de publicaciones en las principales revistas internacionales, aquellas presentes en el Journal
Citation Reports (JCR). No se han incluido publicaciones en otras revistas no indizadas en el JCR y presentes en otras
bases de datos como Scopus o en bases de datos que recogen libros. Por lo tanto, la productividad real de cada autor
puede estar infraestimada.
También hay que tener presente que investigadores de Humanidades y Ciencias Sociales han podido publicar
libros o capítulos de libros no cubiertos en WOS, por lo que los resultados de los investigadores de estas disciplinas
seguramente estén menos completos que los obtenidos de disciplinas médicas o de ciencias.
Otra limitación tiene que ver con la posibilidad de identificar de manera adecuada a un autor, condición sine qua
non para este tipo de estudios de autores individuales. Las opciones de búsqueda de autores a través de WOS tienen
fallos, incluso conociendo el ORCID o su IDResearcher. Se han depurado los datos groseros en los que se ha podido
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identificar claramente que el autor tenía otras iniciales o que publicaban en áreas muy diferentes de su especialidad,
pero se han podido “colar” algunos registros en los que pudieran coincidir primer apellido e iniciales con mismas
especialidades o afines. Si bien, en estos casos no afectaría al impacto en el índice H y en el número de publicaciones
con un elevado número de citas.
6 CONCLUSIONES
En general, hay correspondencia entre los investigadores más productivos y citados a partir de los datos de GS y de
la colección principal de WOS, a excepción de cinco casos en los que las publicaciones en GS, y sus citas, no eran
suyas. Al comparar la productividad y número de citas recibidas entre GS y WOS, los investigadores de Ciencias
Sociales y Humanidades tienen una reducción en el índice H mucho más elevada que en otros campos de
conocimiento.
Los investigadores del campo de Física de Partículas forman parte de grandes grupos de investigación
internacionales y publican artículos en los que firman como autores todos los integrantes, siendo lo habitual más de
2.000. En Astronomía/Astrofísica es también muy frecuente la multiautoría, con una media de autores por documento
muy próxima a 100. En Ciencias de la Salud, también es frecuente la colaboración y la multiautoría, con una media de
15 firmas por documento. Por el contrario, en Ciencias Sociales y Humanidades, predominan autores únicos o con
muy escasa colaboración.
La productividad, medida en número de publicaciones, es mucho mayor en investigadores que participan en
grandes grupos de colaboración y con un elevado número de coautores. En estos casos, los investigadores aparecen
muy raramente, o nunca, como primer autor.
El número de publicaciones es exagerado en prácticamente todos los investigadores de Física de Partículas, con un
promedio de casi 90 artículos por año durante 5 años seguidos (1 artículo cada 4 días), y en la cuarta parte de
investigadores en Ciencias de la Salud, con una media de casi 40 artículos por año (1 artículo cada 9 días).
La promoción de los investigadores en el mundo académico y profesional, así como el prestigio dado por medios
de comunicación, depende, habitualmente, del número e impacto de sus publicaciones. Resulta difícil comprender el
significado de autoría en aquellos casos en los que se publica un artículo cada 5 o 10 días, o cada mes,
independientemente de la participación en grandes grupos nacionales o internacionales. Las revistas e instituciones
deberían pedir a los autores que justificaran su autoría, y de esa manera, dar la importancia que se debe a la integridad
y honestidad en la comunicación de los resultados de la investigación, y competir en igualdad de condiciones.
Deberían plantearse desafíos éticos que ayuden a la comprensión del significado de autoría, al valor de las
publicaciones producidas y a la credibilidad del investigador.
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