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Diálogos
Inmigrantes chinos en la bajura guanacasteca de Costa Rica:
Historias de inserción social y parentesco de algunos clanes familiares
de Puntarenas, Abangares y Nicoya
1
http://dx.doi.org/10.4025.dialogos.v23i3.51950
Lai Sai Acon Chan
Universidad de Costa Rica, Costa Rica. E-mail: lai.acon@ucr.ac.cr
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Palabras clave:
Migración china;
parentesco; clanes
familiares; Guanacaste
(Costa Rica).
Inmigrantes chinos en la bajura guanacasteca de Costa Rica: Historias de inserción social y parentesco de
algunos clanes familiares de Puntarenas, Abangares y Nicoya
Resumen: El propósito de este artículo es describir el grado de parentesco que existió entre varias familias de
origen chino que se asentaron en Nicoya y analizar como incidió éste en sus aportes al desarrollo
socioeconómico de la ciudad y sus patrones de movilidad a lo largo del Pacífico costarricense desde finales del
siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Los participantes del estudio son descendientes de inmigrantes que se
arraigaron en Nicoya entre 1880 y 1950, los cuales tenían dos particularidades: pertenecían a los mismos clanes
familiares pese a los diversos apellidos con los que fueron registrados o provenían de la misma área geográfica y
a veces hasta de la misma aldea, con lo cual se desarrollaron lazos de afinidad tan fuertes como los lazos
consanguíneos. Esto permitió que se apoyaran mutuamente para lograr el desarrollo colectivo del grupo
inmigrante chino en Nicoya.
Key words: Chinese
migration; kinship;
family clans; Guanacaste
(Costa Rica).
Chinese Immigrants in the Guanacastecan Peninsula Lowlands of Costa Rica: Chronicles of Social
Integration and Kinship of some Family Clans of Puntarenas, Abangares and Nicoya
Abstract: The purpose of this article is to describe the degree of kinship between several families of Chinese
origin who settled in Nicoya and analyze how it influenced their contributions to the socio-economic
development of the city and their mobility patterns throughout the Costa Rican Pacific since the late 19th
century until the mid-20th century. The study participants are descendants of immigrants who settled in Nicoya
from 1880 to 1950 and had two distinctive features: they belonged to the same family clans despite the different
surnames with which they were registered or came from the same geographical area and sometimes even from
the same village, which developed affinity ties as strong as consanguineous ties. This allowed them to support
each other to achieve the collective development of the Chinese immigrant group in Nicoya.
Palavras-chave:
Migração chines;
parentesco; clãs
familiares; Guanacaste
(Costa Rica).
Imigrantes chineses nas terras baixas da península de Guanacaste, na Costa Rica: Crônicas de integração
social e parentesco de alguns clãs familiares de Puntarenas, Abangares e Nicoya
Resumo: O objetivo deste artigo é descrever o grau de parentesco existente entre várias famílias de origem
chinesa que se estabeleceram em Nicoya e analisar como isso influenciou suas contribuições para o
desenvolvimento socioeconômico da cidade e seus padrões de mobilidade em todo o Pacífico da Costa Rica
desde final do século XIX até meados do século XX. Os participantes do estudo são descendentes de imigrantes
que se enraizaram em Nicoya entre 1880 e 1950, que possuíam duas peculiaridades: pertenciam aos mesmos
clãs familiares, apesar dos diferentes sobrenomes com os quais estavam registrados ou eram da mesma área
geográfica e, às vezes, até da mesma aldeia, que desenvolveu laços de afinidade tão fortes quanto laços
consanguíneos. Isso lhes permitiu apoiar-se mutuamente para alcançar o desenvolvimento coletivo do grupo de
imigrantes chineses em Nicoya.
Artigo recebido em: 26/01/2020. Aprovado em: 12/02/2020.
1
Este estudio se enmarca dentro de las investigaciones realizadas por el equipo de académicos del PREMEHCHI,
proyecto de recuperación de la memoria de las inmigraciones chinas a Costa Rica. Para conocer más acerca de este
proyecto referirse al sitio web www.premehchi.ucr.ac.cr
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Introducción
Anteriormente se había concluido que los inmigrantes chinos establecidos en Puntarenas
habían comenzado a expandir el radio de actividad del Círculo de Comerciantes del Imperio Celeste
a la zona del Golfo de Nicoya y a Guanacaste desde las primeras décadas del siglo XX (ACÓN
CHAN, 2018, p. 443-456). Efectivamente, las actuales familias de origen chino de la ciudad de
Nicoya descienden de inmigrantes chinos que ingresaron por el puerto de Puntarenas pero que
habían probado suerte en otros poblados antes de asentarse definitivamente en la otrora ciudad
colonial de Nicoya. Por otra parte, se puede notar que al contrario de los grupos que se asentaron en
las inmediaciones del Club Chino de Puntarenas, hay mucha disposición a movilizarse entre estos
otros grupos, de modo que encontramos ramas de la misma familia en diversas comunidades a lo
largo del Pacífico costarricense.
A la luz de estos hechos, es importante entrecruzar fuentes primarias con testimonios de
algunos descendientes de esas familias, con el fin de reconstruir las historias de migración china que
contribuyeron al desarrollo socioeconómico de distintas ciudades del imaginario chino
costarricense, en particular de Nicoya. Sin embargo, es preciso comenzar con un breve recuento de
la historia de dicho asentamiento que nos permita comprender las particulares condiciones que
distinguen las migraciones chinas a este territorio. Seguidamente, se plantean algunas
consideraciones teóricas en torno a la definición de familia tradicional china. Posteriormente
procedemos a rastrear el paso del primer inmigrante chino por Nicoya según lo indican las fuentes
documentales y de la conformación de varios linajes que se extendieron por una parte del Pacífico
costarricense. Continuamos con relatos sobre la llegada de otros inmigrantes chinos que incidieron
en el desarrollo socioeconómico de Nicoya y un análisis de los lazos consanguíneos y de afinidad
entre varias familias chinas nicoyanas.
Reseña histórica del asentamiento de Nicoya
Nicoya está localizada en la provincia costera de Guanacaste, en las llanuras del Valle del
Tempisque o bajura guanacasteca, llamada así debido a la depresión tectónica que se forma al sur
del río Tempisque, en la Península de Nicoya. El actual territorio de Nicoya cobra importancia para
los españoles a partir de la conquista de Nicaragua desde Castilla de Oro
2
pues era fundamental en
el viaje desde esa jurisdicción a la provincia de Nicaragua. Debido a los fuertes vientos que
2
Esta jurisdicción de la Corona Española en el Nuevo Mundo se extendía por la Mar del Norte, desde el río Lagartos o
Chagres (actual Costa Rica) en el oeste, hasta el cabo Vela en el este, en el extremo oriental de la actual Colombia.
Véase: (SIBAJA CHACÓN; ZELAYA GOODMAN, 2015).
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soplaban por el Pacífico desde el río San Juan y el Lago de Nicaragua, era más seguro desembarcar
en Nicoya y proseguir el trayecto hacia el norte por tierra (SIBAJA; ZELAYA, 2015, p.13).
Después de casi 300 años de mantener una estrecha relación geográfica y económica, el
Partido de Nicoya, conformado por su cabecera, Nicoya, y las villas de Guanacaste -actual Liberia-
y Santa Cruz, se disoció de Nicaragua y manifestó su deseo de integrarse al Estado de Costa Rica, el
25 de julio de 1824. Según Hernández (1985), a lo largo del siglo XIX la división territorial
administrativa de Costa Rica fue reestructurada varias veces de modo que el antiguo partido pasó de
ser el tercer departamento de Costa Rica en 1835 al quinto departamento en 1841 y posteriormente
en la quinta provincia del país desde 1848 hasta la actualidad. Cuando el Departamento de
Guanacaste fue conformado, se le agregaron las villas de Cañas y Bagaces, con lo cual la cabecera
del departamento fue transferida a la villa de Guanacaste, punto medio entre la bajura guanacasteca
y dichas villas. Así, Nicoya pasó de ser cabecera del Partido a segundo cantón de la provincia de
Guanacaste en 1848. En 1837 fue nombrada Villa y de Villa a pasó ser denominada Ciudad en
1918.
Desde tiempos prehispánicos, el área donde se estableció la ciudad de Nicoya fungió como
un espacio de confluencia pluricultural (IBARRA, 2014, p. 29), zona de contacto o especie de
frontera multicultural y multiétnica (BUSKA, 2006, p. 23) o “'zona de paso' o punto de encuentro
sociocultural.” (CABRERA, 1989, p. 34 y 42). Todo el Gran Nicoya jugó el papel de frontera entre
“las civilizaciones altamente desarrolladas de Mesoamérica y de la zona Andina Central.”
(CABRERA, 1989, p. 4; IBARRA, 2014, p. 26). Era el sitio de descanso y zona de
aprovisionamiento de comerciantes y tropas: su mercado ofrecía mercaderías locales variadas tales
como canastos, hamacas, cobijas, sandalias y frijoles (IBARRA, 2001, p. 67). A su vez, se
realizaban intercambios de mercaderías de la Isla de Chira como conchas, sal, maíz, perlas, cacao,
cerámica negra, cera y miel. Aduce Ferrero (1983, p. 38) que “en la actual provincia de Guanacaste
se afincaban especialmente influencias mesoamericanas” tales como las tortillas de maíz, el uso del
cacao como forma de pago, lenguas como el Nahuatl y el Chorotega entre otras (citado en
CABRERA, 1989, p. 47). Después de la conquista de Nicaragua y Nicoya en 1524, este último
adquirió relevancia por su posición estratégica como puente entre Panamá y Nicaragua,
especialmente entre noviembre y febrero, cuando los vientos alisios en el Golfo de Papagayo
impedían travesías seguras por mar (SIBAJA; ZELAYA, 1980, p. 26). Desde la época
precolombina, Nicoya se constituyó en una zona de paso para viajeros que iban de Panamá a
Guatemala. En el siglo XVIII, por mandato real, algunas familias nicoyanas prestaban servicios de
hospedaje, alimentación y transporte a lomo de caballo para el contingente de viajeros y mercaderes
que a cambio de un tributo para la corona, recibían esos servicios (FONSECA; ALVARENGA;
SOLÓRZANO, 2001, p. 198-199).
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Con respecto a la población del área de Nicoya se estima que a la llegada de los españoles,
la población oscilaría entre 62,692 y 125,385 indígenas distribuidos en los actuales cantones de La
Cruz, Liberia, Carrillo, Santa Cruz, Nicoya, Nandayure y la península (BUSKA, 2006, p. 23).
Como resultado de los intercambios comerciales y culturales propios de una zona de contacto, para
1636, año de la visita del sacerdote irlandés Thomas Gage al asentamiento de Nicoya, la población
se componía de indios, españoles, negros y mulatos (MELÉNDEZ, 1974, p. 59). Para finales del
siglo XVIII, entre 77% y 94% de los registros parroquiales de bautismo correspondían a mulatos.
Por otra parte, el censo de Nicoya de 1801 del Obispo Augusto Thiel indicaba que alrededor de un
85% de la población era mulata zambo parda, 13% de origen indígena, alrededor de 1% de origen
español y menos del 1% de ladinos mestizos (BUSKA, 2006, p. 40-41). Según los censos, a
principios del siglo XIX había 3.420 personas, 2.250 personas en 1844, 4.597 en 1897 y 7.827 en
1910 (HERNÁNDEZ, 1985). En 109 años, la población de Nicoya aumentó en alrededor del
229%.
La encomienda y, especialmente, nuevas industrias transformaron las formas de vida social,
política y económica que habían coexistido por varios siglos en Nicoya. Grandes bosques dieron
paso a pastizales y matorrales (BUSKA, 2006, p. 26) para acomodar ganado vacuno y equino, aves
de corral y otros animales domésticos introducidos por los españoles. En cuestión de décadas,
Nicoya se había incorporado a una creciente economía marítima basada en los astilleros y las
exportaciones de productos. Una misiva de Juan Dávila - hijo del conquistador Gil González
Dávila, que data de 1566, se refiere a Nicoya como un punto nodal en donde los españoles
esperaban para abordar embarcaciones que los llevarían a otros destinos (BUSKA, 2006, p. 26). La
estratégica localización de la península de Nicoya facilitó el establecimiento de un importante
centro de construcción de embarcaciones. Sibaja y Zelaya (2015) aducen que desde finales del siglo
XVI hasta principios del siglo XVII, existían al menos tres astilleros: dos de ellos en la orilla
oriental del golfo y el otro en Nandayure (p. 45). Además de algunos alimentos como trigo, miel,
sal, maíz, de Nicoya se exportaba a Panamá textiles teñidos de un tinte púrpura que se extraía de la
concha de mar (MELÉNDEZ, 1974, p. 61). Por otro lado, según las investigaciones del historiador
León Fernández Bonilla, a Nicaragua se exportaba tabaco que provenía tanto de Bagaces como de
Barba de Heredia y de Costa Rica se importaba dulce de caña, tabaco, harina de trigo y azúcar
(FALLAS, 1972, p. 31).
Hacia el final de la era colonial, Nicoya continuó siendo la ruta de acceso a Nicaragua y
otras provincias de la Capitanía General de Guatemala, pero también captó la atención de las elites
nicaragüenses que exportaban ganado a San Salvador y Ciudad Guatemala (BUSKA, 2006, p. 34-
35). Todas estas industrias le darían a la región un impulso demográfico y precipitarían la
conformación de grandes latifundios. Después de que los españoles introdujeran los animales de
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granja en el siglo XVI, comenzó una industria basada en la exportación de ganado y derivados
como el sebo y el cuero, la cual a mediados del siglo XVIII desplaza a la región de Nicoya como
centro económico y da pie a la fundación de otros centros de población en el Valle del Tempisque:
Guanacaste, actual Liberia, en 1769 y Santa Cruz en 1814 (SIBAJA; ZELAYA, 2015, p.43-44;
CABRERA, 1989, p. 58).
Relatos recopilados por Carlos Meléndez en su obra Viajeros por Guanacaste muestran el
panorama desde las últimas décadas de la era colonial hasta principios del siglo XX. Pedro Agustín
de Morel y Santa Cruz, Obispo de Nicaragua y Costa Rica, ofrece una descripción del Vicariato de
Nicoya en 1751: “Hállase situado en un llano, que por el Norte y el Sur es cortado de cerros, y le
bañan dos arroyos que le suministran el agua. Dista siete leguas de la mar del Sur, y la boca de un
río caudaloso llamado Alvarado, le sirve de Puerto.” (MELÉNDEZ, 1974, p. 104). En su relato
también mencionaba una iglesia de piedra y teja, un Alcalde Mayor y varios funcionarios más,
ciento veinte casas pajizas de las cuales cien albergaban indios y el resto ladinos, los cuales no eran
muy queridos por los indios. En 1881, John Francis Bransford, funcionario del Museo Smithsoniano
de Washington, se convierte en el primer visitante de la región con fines científicos. Hace un
minucioso recuento del tiempo que se empleó para viajar desde Puntarenas hasta Nicoya: por vía
marítima desde la mañana hasta las 6:30 p.m. para llegar a Puerto Bolsón y de ahí a Nicoya unas 7
horas a caballo. Según Bransford, era “el mismo pueblo español que había visto en 1877. Una
iglesia grande a un lado de la plaza y calles rectangulares, con siete o novecientos habitantes de
todas las clases, desde el español puro hasta el indio puro.” (MELÉNDEZ, 1974, p. 244).
Quince años más tarde Henry Pittier acompaña la comitiva del Obispo Thiel en su viaje a
Guanacaste. Desembarcan en Puerto Humo, varios kilómetros antes de llegar a Bolsón, a las 11:30
a.m. y de ahí se dirigen a Nicoya, en donde Pittier se encontró con una población de 4.577
habitantes distribuidos en 15 barrios (MELÉNDEZ, 1974, p. 299-326). Se dedicaban estos a la
siembra del cacao, maíz, frijoles, arroz, plátanos y caña de azúcar. Se lamentaba Pittier del maltrato
y explotación de los indios de Nicoya por parte de los españoles. Pero a la vez echaba lisonjas del
clima agradable, la variedad de árboles frutales y la hermosa iglesia con sus pinturas y ricos vasos
sagrados. De regreso a Puntarenas, hicieron la travesía desde Puerto Jesús, el cual Pittier describe
mas como un estero o “brazo de mar que penetra con sinuosidades de río” en donde se encuentra
una sola casa.
Los viajeros españoles José Segarra y Joaquín Juliá visitaron Guanacaste en 1906 y
publicaron un relato sobre Nicoya (MELÉNDEZ, 1974, p. 346-347). Describen al cantón como
situado en la parte meridional de la Península y con una gran riqueza del suelo. De bosques ricos en
maderas preciosas como caoba, cedro y otras. Concuerdan con Pittier en la variedad de exquisitas
frutas como el mango, el zapote, el marañón, el zapotillo, el mamey y los nísperos. También la
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describen a través de los ojos de sus acompañantes como tierra de hermosas mujeres, historia y
tradiciones populares. Phillip Calvert, entomólogo norteamericano que visita Guanacaste con la
Comisión Calificadora cuatro años después que los españoles, señala las diferencias entre esta
región y la meseta central. Apunta que según Carl Sapper, “botánicamente Guanacaste es como
Nicaragua y el Norte de Centro América, mientras que el resto de la flora de Costa Rica tiene un
carácter suramericano.” En cuanto a la fisionomía de los guanacastecos, Calvert agrega que difieren
éstos del resto de Costa Rica: el elemento indígena, la mezcla de indio y negro, frases idiomáticas,
la hacienda ganadera, la marimba y los bailes regionales como el Punto Guanacasteco
(MELÉNDEZ, 1974, p. 440-441).
En 1913, el Conde Maurice de Périgny escribe un relato fiel a sus inclinaciones más bien
epicúreas que le dan a su narrativa una cierta licencia poética, contraria al estilo objetivo propio de
los científicos o exploradores. Dice Périgny que “veinticinco kilómetros separan a Nicoya de Santa
Cruz. La buena y ancha carretera . . . invita a aprovechar el claro de luna para evitar el calor
sofocante del día y el trayecto por estas bellas noches de verano, serenas y silenciosas . . .”
Prosigue describiendo su “linda iglesia muy blanca y algunas viejas casas amplias y sólidamente
construidas.” (MELÉNDEZ, 1974, p. 463). Continúa relatando que, gracias a la gran lealtad de sus
habitantes durante la invasión nicaragüense, había recibido el título de villa en 1837. Al momento
del relato calcula una población de unas 1800 personas llevando una vida indolente y fácil entre
jardines perfumados de jiquilijoches y huertas pletóricas de sus inigualables frutales y consumiendo
chicheme, “bebida especial, muy refrescante y agradable”. Hace referencia la industria local de
candelas de sebo de buey y una tenería en la que se utilizaba corteza de nance, todos productos
propios de la región. Finalmente, cita Puerto Humo, el puerto natural de Nicoya y Puerto Jesús, el
cual opina “merecería ser menos olvidado;” (MELÉNDEZ, 1974, p. 465) lo cual concuerda con la
visión de Pittier veinte años atrás sobre este último puerto.
Pese a la anexión geopolítica del Partido de Nicoya al Estado de Costa Rica en 1824, la
región estuvo históricamente aislada de la meseta central por los rezagos en infraestructura vial y
comunicaciones. Por un lado, no es hasta mediados del siglo XX que se termina de construir el
tramo norte de la Carretera Interamericana para comunicar Nicoya con el resto del país. De este
modo, en el siglo XIX los habitantes de la bajura guanacasteca debían depender de medios de
transporte más lentos como la carreta de bueyes para viajar desde alguna de las villas hasta Bolsón,
Puerto Humo, Vigía o Puerto Jesús, en donde tomaban un bote para hacer la lenta travesía hasta
Puntarenas (información verbal)
3
. En dicho puerto tomaban otra carreta para llegar al interior del
país. Por otra parte, las comunicaciones expeditas con el valle central dependían del telégrafo pues
3
El viaje en carreta desde Filadelfia a Bolsón tardaba unas 7 horas. Información provista por Salvador Rivas López
mediante una entrevista el 9 de marzo del 2018.
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por la falta de caminos de buena calidad, era difícil repartir la correspondencia escrita. No obstante,
en época de invierno los postes del tendido telegráfico frecuentemente caían debido a los fuertes
aguaceros, colapsando las intermitentes comunicaciones. Si bien en el siglo XX aparecen medios de
transporte más modernos como el tren, el bus o la avioneta para atravesar las largas distancias, la
sensación de lejanía entre la ciudad capital y la provincia siempre afectó su desarrollo y progreso.
La familia tradicional en China: consideraciones teóricas
El concepto de familia tradicional antes del régimen comunista de Mao Zedong se mantuvo
intacto gracias a la universalidad de los preceptos confucianos, según los cuales es necesaria una
estrecha relación entre individuo y familia. Esta relación también se proyectó en otros estratos de la
sociedad permeando las interacciones entre individuo y sociedad e individuo y estado. Botton y
Cornejo (1993, p. 17) aducen que “el éxito del sistema familiar fue la consecuencia de una
simbiosis de estado y familia en donde el primero proporcionaba la base ideológica y los medios
para hacerla penetrar en todas las capas de la sociedad, y la segunda, se constituía en el bastión que
conservaba el orden para el estado.” Era en el seno familiar que cada individuo obtenía una
educación –a través de escuelas familiares o de la aldea– con la cual desarrollaba destrezas
necesarias para asegurar su futuro económico y su estabilidad social. Así, estado y familia cuidaban
del individuo y este se mantenía leal a aquellos.
Dentro de ese canon confuciano también había cabida para la etiqueta, es decir, las normas
para conducir ritos y ceremonias en el ámbito de la familia pero también para regular conductas
sociales. La piedad filial, por ejemplo, se anclaba en el culto a los ancestros, el respeto a la jerarquía
familiar y obediencia incondicional a los padres. La piedad filial se extendía también más allá del
ámbito doméstico, entendiéndose en algunos casos como servicio al soberano o interacciones
armoniosas con sus congéneres para la consecución del bien común. De este modo, el sistema
familiar tradicional contribuyó a la estabilidad social, a la continuidad histórica y a la seguridad
individual (BOTTON; CORNEJO, 1993, p. 17).
El ideal de familia tradicional data de la dinastía Song y se sustenta en los clásicos del
maestro Confucio (BOTTON; CORNEJO, 1993, p. 18-24). Hay varias referencias a la familia
extendida como un grupo que abarca varias generaciones patrilineales viviendo bajo un mismo
techo. Se caracteriza también por su complejo sistema de parentesco en el cual cada miembro posee
una posición y un apelativo según su jerarquía y una compleja vida social dentro de la familia. Por
otra parte, el ideal se reprodujo en agrupaciones con algún tipo de vinculación o afinidad, que
rebasaban los límites de la familia extendida. En primera instancia están los clanes, grandes grupos
de seres humanos que tienen un antepasado agnático del cual descienden y comparten un apellido.
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En segunda instancia están los linajes, grupos menos numerosos en los cuales se subdividían los
clanes. Por lo general poseían propiedades en común, ingresos grupales, un templo ancestral que
debían mantener constantemente, rituales, genealogías escritas y juraban lealtad y obediencia al
varón de mayor jerarquía. Las propiedades generalmente se referían a tierras comunales pero
incluían también industrias, empresas comerciales, rentas o casas de empeño. Cuando había
excedentes se distribuían entre los miembros del grupo o se destinaban a educación, al
mejoramiento de jóvenes promesas o para solventar necesidades grupales. En algunos casos el
proverbial techo que se une al carácter de cerdo para componer la palabra familia en chino se
extendía para acomodar individuos que no necesariamente poseían lazos de consanguinidad.
Debido a la naturaleza patrilineal y patriarcal de la familia tradicional china y a su apego a
las bases del pensamiento confuciano, el varón se constituía en la fuente de la autoridad. Como jefe
de familia, el hombre poseía poder sobre los demás miembros de la familia, pero fungía a la vez
como el responsable del grupo ante la sociedad (BOTTON; CORNEJO, 1993, p. 37-41). Como tal,
poseía deberes y responsabilidades tales como administrar los bienes familiares, velar por la manera
en cómo se conducía la familia social y políticamente, contribuir al erario y proveer asistencia a los
necesitados. Con respecto a la economía familiar, el patriarca tenía la potestad de recoger los
ingresos producidos por los miembros y era quien hacía la distribución. Las ganancias resultantes
de la actividad comercial también entraban dentro del presupuesto familiar y aquellos individuos
que se quedaban con parte de las ganancias eran mal vistos (YANG, 1948, p. 82; BOTTON;
CORNEJO, 1993, p. 41).
Algunos de estos principios se aplicaron a la estructura organizativa de las primeras
asociaciones chinas de Costa Rica. El varón de mayor edad generalmente presidía y junto con otros
miembros de mayor jerarquía velaba por lo intereses comerciales del grupo, emprendía acciones
para protegerlos de amenazas del nuevo entorno, recogía donaciones para alimentar un fondo mutuo
de socorro, lo administraba y distribuía entre no solo miembros nuevos, sino también personas
necesitadas que no necesariamente pertenecían a la comunidad china.
Por otra parte, Jia (2006, p. 49) se refiere a 5 conceptos del confucianismo que son
fundamentales para comprender los nexos entre la familia tradicional china y la práctica del
asociacionismo entre los chinos de ultramar: wei (位), ming (名), lianmian (脸面), guanxi (关系) y
renqing (人情). Wei es el posicionamiento de una persona con respecto a su valor, a su ser. En
términos occidentales es una categoría ontológica que responde a las preguntas ¿Quién o qué soy? y
¿Cuál es mi razón de ser en el universo? La práctica de nombramiento, ming, es el agente que
produce ese posicionamiento personal. Es decir, no poseer un nombre equivale a no ser nada ni
nadie en concreto. Argumenta Jia que nombrar es un instrumento retórico que posibilita el ejercicio
del wei pues poseer un nombre le da razón al ser. El tercer elemento, lianmian, es la máscara que
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mostramos al mundo exterior, literalmente la cara, y como tal expresa el valor otorgado por dicho
posicionamiento. En la filosofía confuciana se explica como una construcción social y moral que
representa el valor otorgado por el posicionamiento personal o wei. Por otro lado, el guanxi es una
red social que conecta a personas con diferentes posturas ontológicas y posibilita las relaciones que
de otro modo no serían posibles. Finalmente, el renqing es el complejo de intercambios simbólicos
y materiales que se producen con el fin de establecer o reforzar relaciones satisfactorias entre todos
los miembros de la red, resultando en el desarrollo y evolución de la máscara o cara que mostramos
a los demás. Es la moral o los valores que se adquieren en sociedad.
Jia (2006, p. 50) aduce que existe una relación muy estrecha entre las prácticas de
nombramiento, el posicionamiento y esa imagen que expresamos a través de la máscara. Mientras
que el posicionarse como individuo es de primordial importancia para el ser humano que debe
adaptarse y reinventarse según los avatares del destino, recibir un nombre es fundamental para
distinguirse de otros individuos. Es por esto que los chinos concibieron un sistema de prácticas de
nombramiento bastante complejo, con el fin de distinguir el posicionamiento jerárquico de cada
miembro del intragrupo, no solo a nivel vertical sino también a nivel horizontal. Esto es
especialmente cierto de clanes familiares y en ocasiones de clanes formados artificialmente, como
por ejemplo, las sociedades mercantiles.
Los inmigrantes chinos de Nicoya ampliaron, de cierta manera, la definición de familia
tradicional para acomodar individuos sin lazos de parentesco bajo el mismo techo proverbial del
carácter chino (家)con fines que discutiremos después de establecer que linajes familiares se
asentaron en Nicoya, de donde provenían y qué tipo de conexiones crearon.
Las inmigraciones chinas a Nicoya
Aunque desplazada como centro económico por Santa Cruz y Liberia durante la era colonial,
los crecientes intercambios comerciales durante el siglo XX entre Guanacaste y la meseta central
por las vías marítima y terrestre, le regresan a Nicoya su potencial económico y contribuyen a
mantener su estatus de zona de contacto, por lo cual se convierte en destino de varios inmigrantes
chinos que habían sido testigos de la prosperidad de Puntarenas como puerto franco y el auge de las
minas de Abangares y de Miramar. Entre las familias chinas pioneras de Nicoya se puede
mencionar a aquella conformada por Andrés Sanchún. Otros linajes que posteriormente se
asentaron allí son los de las familias Yong, Chan Achiu, Yockchen, Ajoy, Atán, Quirós Shi y
Chong Kang.
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El linaje de los Sanchún Chen
Aparentemente, Andrés Sanchún es uno de los primeros pobladores chinos de la ciudad de
Nicoya según varios testimonios y fuentes documentales. Fuentes familiares indican que su llegada
a Costa Rica data de finales del siglo XIX
4
, dos años antes de que se emitiera el decreto de
prohibición de entrada de chinos a Costa Rica de 1897. Sin embargo, los primeros registros
documentales lo ubican adquiriendo una propiedad de Ramón Bonilla Chon, en la ciudad de
Puntarenas en 1882
5
. Dos años más tarde, aparece como “Socio Gerente de la Casa de Comercio
Sanchun LanLin” junto con Benjamín Lu Koon Chank. En aquel entonces se hacía llamar Andrés
Chen San Chun
6
. En 1892 y 1893 aparece en escrituras registradas en la Alcaldía de Nicoya, en las
cuales se autentica su firma y nuevamente aparece con el primer apellido Chen pero con el segundo
apellido Sanchún como una sola palabra
7
. En 1903 solicita una declaratoria de quiebra de la
compañía Le Chin de Puntarenas, de la cual fungía como socio gerente pero aparece como Andrés
Sanchún, sin el apellido Chen
8
.
Los descendientes de Sanchún no han podido dar una explicación certera del origen del
apellido, probablemente por la avanzada edad que tenía cuando comenzó a procrear hijos
9
y por su
temprana muerte en 1927. De la misma manera, ninguno de sus nietos tiene memorias personales de
él, mientras que algunos aún conservan recuerdos de vivencias cercanas con su abuela Isabel Chen
de Sanchún. Algunos allegados de la familia opinan que es un apellido que resultó de la fusión de
nombre propio y apellido. Otros piensan que es una inversión de las sílabas que componen el
nombre de la región de dónde provino Sanchún: Chongsan (中山)
10
. Sin embargo, las escrituras
conservadas en el Archivo Nacional de Costa Rica permiten esclarecer que el apellido que adoptó
en Costa Rica proviene de la omisión -intencionada o no- del apellido original en chino y de la
sustitución de éste por los nombres propios de este pionero. Un reciente testimonio nos permitió
comprobar que en efecto, su apellido en chino era Chen (鄭) (información verbal)
11
.
4
Información provista por Ligia Quirós Sanchún mediante una entrevista el 8 de marzo del 2018.
5
Archivo Nacional de Costa Rica, en adelante ANCR, Protocolos Lara y Chamorro 823, tomo 3, folio 1.
6
ANCR, Protocolos Lara y Chamorro 269, tomo 1, folio 171.
7
ANCR, Protocolos Notariales 575, tomo 2, folio 4, 53 y 54.
8
ANCR, Expedientes Judiciales 1565.
9
El tenía 46 años y su esposa Isabel, 21
10
La transliteración de los toponímicos para referirse a regiones en China o apellidos no sigue los sistemas de notación
o fonetización que tradicionalmente se utilizan (Wade-Giles, Yale, Hanyu pinyin) debido a que son sistemas complejos
para los cuales se debe tener conocimiento de las claves descodificadoras. Siguiendo la costumbre que se implantó en
Costa Rica durante los registros de inmigrantes chinos y sus negocios, se transliteran los antropónimos y toponímicos
utilizados en este artículo siguiendo una pronunciación aproximada en español, pero para disipar posibles ambigüedades
se acompañan de los correspondientes caracteres en chino tradicional. En el caso de los antropónimos, la excepción la
constituyen los nombres propios pues no se localizaron los caracteres correspondientes en chino.
11
Información provista por Chin Chi Cheng Lee mediante una entrevista el 8 de agosto del 2019.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 120
El caso de Sanchún parece ser la típica historia del inmigrante chino que arribó a Costa Rica
en las décadas de 1870 o 1880 como parte de la llamada migración hormiga (MURILLO
CHAVERRI, 1995, p. 76; LORÍA CHAVES; RODRÍGUEZ CHAVES, 2001, p. 180). Por su
apellido original, se deduce que provino de alguna aldea cantonesa poblada de varones del mismo
clan que habrían inmigrado a nuestro país para buscar mejores condiciones de vida, pero que no
preservaron dicho apellido, al menos en registros oficiales del gobierno costarricense. Antes de
adquirir su primera propiedad en 1882, probablemente trabajó varios años para saldar la deuda
contraída por gastos del viaje intercontinental. Después de varios años, trajo una joven esposa de
China y formó una familia grande, pero en lugar de perpetuar el apellido Cheng, inició un nuevo
linaje con el apellido Sanchún. Es notable que al igual como sucedió con varios inmigrantes que
habrían permanecido en Costa Rica desde la década de 1870, Chen San Chun adoptó un apellido
que de cierta manera disfrazaba sus orígenes chinos. Tales fueron los casos de inmigrantes de
apellido Achay Romero, Allí, Pelón, Mata, Pinto, y Quirós que fueron censados en 1911 y hablaban
español con soltura (ACÓN CHAN, 2019, p. 62-63). Ese mismo año, Andrés Sanchún, su esposa
Isabel Chen y varios hijos fueron registrados en el censo chino de Puntarenas
12
. Poseían una
carnicería y radicaron algunos años allí antes de trasladarse a Nicoya. Existe un vacío documental
entre el año de 1911 y el momento en que los Sanchún Chen aparecen, según los relatos, como
dueños de grandes extensiones de tierra y propiedades en Nicoya. Los registros de sus hijos José
Julián Alfonso, nacido en Puntarenas en 1911, y José Andrés, nacido en 1914, indican que fue entre
esos años que la familia se trasladó a Nicoya, pues éste último había nacido allí junto con dos hijas
más, Teresa de Jesús y Blanca María Isabel (REPÚBLICA DE COSTA RICA, 1922-1934, folios
177-180).
Según testimonios orales, la familia poseía grandes extensiones de tierra en lo que hoy en
día es el centro y norte de la villa de Nicoya. Habían adquirido una casona edificada por los
Pozuelo, una familia de inmigrantes españoles, que databa de la década de 1920. Posteriormente, la
casona sufrió varias modificaciones para albergar varios de los negocios familiares, entre los que se
cuenta un cine y varias tiendas. Antes de ello, fundaron su comisariato frente al actual parque, en el
cual vendían desde abarrotes, hasta géneros y productos de primera necesidad. Hacia atrás se
extendían sus vastos terrenos, los cuales eran manejados por el hijo mayor, Miguel.
Lamentablemente, una fuerte correntada segó su vida en plena juventud, cuando se disponía a traer
ganado para la finca. La matriarca de la familia era, según su nieta Ligia Quirós Sanchún, una mujer
galante y gruesa, de risa fácil, muy amable y querida por la comunidad y muy adaptable a los gustos
culinarios de Guanacaste pues no solo le gustaba sino que también sabía preparar platillos
12
ANCR, Censo y Estadísticas 155.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 121
regionales como el frito o la moronga (información verbal)
13
. Los Sanchún Chen tuvieron una prole
numerosa de nueve vástagos. Mientras que los varones sobrevivientes se ocuparon de las
actividades comerciales—Trinidad o Trino (nacido en 1906), José Andrés o Meme (nacido en 1911)
y José Julián Alfonso o Chito (nacido en 1914), las cuatro hijas formaron uniones con inmigrantes
chinos que probaron suerte en los negocios en localidades como Puntarenas, Abangares, la Mansión
y el Pozo.
Gráfico No. 1: El linaje de los Sanchún Chen
Fuente: Elaboración propia.
La unión de linajes nicoyanos: Sanchún Wong, Yockchen Sanchún y Quirós Sanchún
Con la llegada de más inmigrantes chinos a Nicoya y a Puntarenas -de donde los Sanchún no
se desligaron completamente- se formaron uniones entre varios linajes de la región de Chongsan (中
山) o Jeongsan ( 香山) como se le llamaba antes de 1925, uniones que enlazaron no solo diferentes
clanes familiares sino también distintas regiones del Pacífico costarricense. Las hijas de Andrés
Sanchún jugaron un papel clave en el entrelazamiento de varios de esos clanes.
María Flores o Flora (nacida en 1904), segunda hija de Andrés Sanchún e Isabel Chen formó
el linaje de los Wong Sanchún junto con Benjamín Wong Chen (nacido en 1895), a quien conoció
mientras este laboraba para su hermano Juan Rafael en su comisariato. Según el testimonio escrito
de varios descendientes de Wong Kon Wai, el patriarca de los Wong Chen de Puntarenas, Benjamín
era el cuarto hijo y había emigrado a Nicaragua antes de asentarse definitivamente en Costa Rica
14
.
Al parecer, habría aprendido el oficio de comerciante con un paisano en Bluefields. Después de un
año se habría trasladado a Managua y dos años más tarde, se habría ido a Costa Rica, en donde se
13
Información provista por Ligia Quirós Sanchún mediante una entrevista el 8 de marzo del 2018.
14
La historia de los Wong Sanchún proviene del “El crisol de los Wong (黄)”, biografía inédita sobre los hermanos
Wong Chen y sus descendientes. La biografía sido redactada con la contribución de varios miembros de la familia, entre
ellos Luis Enrique Wong Sánchez.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 122
habían establecido sus hermanos José, Juan Rafael y Joaquín, anotados los tres en el Registro de
chinos de Puntarenas, tomo II. Su hermano mayor, Juan Rafael Wong Chen, era en particular un
comerciante bastante establecido en Puntarenas, en donde poseía un almacén de abarrotes, una
panadería, una tostadora de café, una arrocera y varias propiedades aledañas a esta arrocera. Habría
fungido también como presidente de la Junta Directiva de Wasión -la Asociación china de
Puntarenas- y tal habría sido su influencia, que los paisanos abarrotaban su panadería, no solo para
hacer sus compras, sino también para socializar mientras tomaban el té o degustaban los platillos
preparados por el cocinero chino de la familia
15
. Cuando algunos parientes o allegados llegaban a
Puntarenas para aprovisionarse de mercadería, pasaban la noche en el segundo piso de la
panadería
16
.
Por cuestiones del destino, Benjamín Wong Chen atendió a Flora Sanchún Chen cuando ella
fue a adquirir antigua una plancha de las que funcionaban con carbones calientes. Se enamoraron y
en 1924, el pidió su mano. Habitaron en Mansión de Guanacaste, en donde manejaron una fábrica
de candelas y una pulpería. Allí también habrían nacido sus hijos Aurora, Franklin, Betty, Isabel,
Virginia y José Andrés, a los cuales también se les asignó un nombre en chino: Miu Sin, Yoc Fi,
Miu Kin, Miu Sion, Miu Cam y Yoc San respectivamente. Según algunos nietos de Benjamín
Wong, este era quien se encargaba de asignar los nombres chinos de sus hijos y de varios nietos
inclusive, como los hijos de su primogénita Aurora con Emilio Chan Taisin (información verbal)
17
.
La prosperidad lograda en los negocios en Mansión los motivó a realizar un viaje
intercontinental hasta China en 1933, acompañados de Isabel Chen y sus cuatro hijos menores. Para
Benjamín era el regreso a la madre patria, pero para Flora, costarricense por nacimiento, era una
oportunidad para conocer el terruño de sus padres. En el pueblo de los Wong Chen construyeron
una casa de dos pisos y procrearon la séptima hija, Flory (Miu Kam). Sin embargo, el clima político
provocado por las disputas entre el Partido Nacionalista y el Partido Comunista precipitó su regreso
a Costa Rica en 1935. Al llegar, Benjamín se enteró por boca de su hermano mayor del gran
potencial de la zona sur, a raíz del traslado de la Standard Fruit Company desde Puerto Limón. De
esa manera, los Wong Sanchún se establecieron en el Pozo, actual Ciudad Cortés. Allí se reunieron
con varios hermanos de Benjamín -José, Salvador, Agustín, William y Eladio- y muchos otros
paisanos que se habían trasladado a la zona sur. Fue en esta región en donde nacieron el resto de los
12 hijos de la pareja: Zeidy (Miu Lin), Lidiette (Miu Lan), Gladys (Miu Chan), Miguel Angel (Yoc
Si) y Benjamín (Yoc Chin).
15
Siumi María Tam cita a Kan (1985) para referirse a una vieja práctica alimentaria asociada a los mercaderes en la
provincia de Cantón. Conocida como Dim Sum o desayuno chino, era muy común cuando la actividad bajaba de ritmo
en los establecimientos mercantiles o durante negociaciones comerciales o intercambios de información. (TAM, 1997,
p. 295). Tal parece que esta vieja costumbre fue trasplantada a Costa Rica también y que la panadería Wong fungió
como una especie de sala de té informal para los inmigrantes que se habían dedicado al comercio.
16
Información provista por Luis Enrique Wong Sánchez mediante una entrevista el 17 de febrero de 2017.
17
Información provista por Hilda, Sonia, Doris y Javier Chan Wong mediante una entrevista el 14 de julio de 2018.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 123
Las condiciones de vida en el Pozo no eran fáciles. Había sido un sitio para encerrar
delincuentes y posteriormente había sido rebautizado Puerto Cortés en honor al presidente de la
República de Costa Rica que había decretado el cambio de nombre del caserío
18
. En 1936 solo
existía un dispensario médico, una iglesia de madera, una arrocera, dos cantinas, panadería y
pulpería. Aún no se había edificado el embarcadero y no había ni agua ni electricidad
(MINISTERIO DE CULTURA, JUVENTUD Y DEPORTES, p. 28). Pese a la adversidad, los
Wong Sanchún establecieron sus actividades comerciales y construyeron la primera casa de madera
del lugar. Paulatinamente prosperaron, de modo que fueron los propietarios de dos cines, dos líneas
de autobuses, una pulpería, una soda, una panadería y dos fincas. Sin embargo, relatan sus
descendientes, también procuraron el bienestar de la comunidad a través de obras de acción social.
Flora en particular, pertenecía a la Directiva de la Iglesia Católica, la Junta de Educación de la
escuela, la Directiva del Comité de Desarrollo Comunal. Cuando la compañía bananera se retiró de
la zona, la actividad comercial decayó, por lo que los Wong Sanchún trasladaron sus negocios a
Villa Neily en donde tuvieron un comisariato.
La penúltima hija de Andrés Sanchún, Teresa de Jesús (nacida en 1916) contrajo nupcias
con Luis Antonio Yockchen Chacón de Las Juntas de Abangares. Se cuenta que Luis Yockchen
llegó al enclave a instancias de su tío Manuel Chan Lí, quien atraído por el auge de las minas había
tenido un gran éxito comercial. Su hermano mayor José Chan Lí llegó a las Juntas entre finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, cuando el distrito era parte de Cañas. Fue testigo del
crecimiento acelerado del distrito minero, desde que estaba constituido por una calle con una
decena de ranchos diseminados en la misma calle hasta que se comenzó a poblar con
establecimientos comerciales de propietarios de varias nacionalidades como los chinos y los
libaneses
19
. A su llegada ya había telégrafo, trapiche, cantinas, ventas de abarrotes y tiendas.
El Censo Comercial de 1907 indica la gran influencia económica de Chan Lí: sus impuestos
trimestrales ascendían a 414.25 colones, la mayoría de los cuales provenían de la venta de licores en
dos de sus cuatro establecimientos comerciales: su taquilla y su vinatería (REPÚBLICA DE
COSTA RICA, 1908, p. 47-48). Para 1915, sus impuestos trimestrales se habían cuadriplicado de
modo que 1650 colones provenían de la venta de licor (REPÚBLICA DE COSTA RICA, 1917, p.
88-89). Este alto consumo de licor era común en el distrito minero debido a la explotación laboral,
los constantes pleitos y la soledad que sufrían los hombres que trabajaban para las distintas
compañías mineras (ARAYA, 1977-1978, p. 90). El clima de inseguridad y opresión obligó a José
Chan Lí a enviar a su familia a Puntarenas mientras se resolvían las amenazas de una gran huelga
minera. De esa manera mantuvieron vínculos con la comunidad china de Puntarenas.
18
Presidente León Cortés Castro (1936-1940).
19
Véase la revista Costa Rica Ayer y Hoy, No. 39, p. 17.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 124
Por otro lado, dos miembros de la familia Yokchien, Rafael y Benjamín aparecen registrados
en el Censo Comercial de 1915 con tiendas, taquillas y vinaterías (REPÚBLICA DE COSTA
RICA, 1917, p. 89). En el censo de 1907, solo aparece Benjamín pero con el apellido Yokims
(REPÚBLICA DE COSTA RICA, 1908, p. 47-48). El verdadero apellido de Luis Antonio
Yockchen, según un testimonio familiar, es Chan (陳), y estaba emparentado con Manuel y José
Chan Lí (información verbal)
20
, no con los Yockchien pues al parecer habría ingresado con los
documentos de miembros de esa familia y registrado como tal. Luis Yockchen llegó a Abangares
para relevar a su tío Manuel, quien estaba enfermo y deseaba regresar a su pueblo natal para morir
pues un adivino le había predicho su muerte a los 60 años (información verbal)
21
. Se llevó a toda su
familia, su esposa Angela Achiu y sus hijos Miguel, Juana Paula, Esperanza, Leonidas, Jerónimo y
Rosa. Le traspasó sus negocios a Luis Yockchen, quien también llegó a poseer una gran fortuna,
pero probablemente debido al declive de la actividad minera, se trasladó a Puntarenas, en donde
estableció la tienda Para Tí. Esa gran fortuna de la familia permitió que sus hijos estudiaran en San
José y hasta en México, pero al perderla debido a los juegos de azar, su hijo mayor Edwin debió
regresar a Puntarenas para afrontar la situación familiar. El traslado definitivo de la familia a
Nicoya se da cuando Edwin comenzó a trabajar en el Banco Nacional de la localidad. Los vínculos
que existían por parte de la línea materna posibilitaron la reubicación de los Yockchen Sanchún.
Los hermanos Sanchún Chen eran notables miembros de la comunidad de comerciantes chinos.
Trino, en particular, fue fundamental para que su hermana Teresa regresara a Nicoya (información
verbal)
22
y la familia reubicara su negocio con el nombre de Novedades Para ti sobre la ruta 150
(información verbal)
23
, la cual corre paralela a la calle 1ª de la ciudad de Nicoya.
La hija menor, Blanca (1920), se unió en nupcias con Luis Quirós Shi, inmigrante que había
llegado a Puntarenas desde Sekkei (石岐), provincia de Cantón, a los 16 o 17 años. Al parecer
existían lazos familiares con Pedro Quirós, un comerciante chino que aparece registrado en el censo
de chinos de 1911 de Puntarenas, a los 29 años. Para la época en que Luis y Blanca se conocieron y
se enamoraron, había una comunidad china conformada por muchas familias domiciliadas alrededor
de la sede de la Asociación China: el Club Chino. Durante la primera mitad del siglo XX, con la
llegada de más inmigrantes a Puntarenas y en particular de esposas chinas, se comenzó a conformar
una especie de barrio chino, el cual giraba en torno al club. El censo de 1911 registra familias que
habitaban en las calles aledañas. Para 1957, año en que Luis Enrique Wong Sánchez fecha sus
relatos inéditos sobre la colonia china de Puntarenas, la mayoría de los comerciantes chinos se
20
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de marzo del 2018.
21
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de marzo del 2018.
22
Información provista por Tatiana Yockchen Mora mediante una entrevista el 23 de julio del 2019.
23
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de agosto del 2019.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 125
concentraban en cinco cuadras alrededor del club
24
. Muchos de ellos habían vivido o mantenido sus
actividades comerciales en esa área por décadas. Así, en el mismo espacio se encontraba la mítica
Bola de Oro, un almacén de abarrotes que había pertenecido a uno de los grandes líderes de Nicoya,
Rafael Ajoy, la pulpería de José Chong Kang, ancestro de la familia Chong Kang Chan de Nicoya,
el almacén de José Con
25
, el esposo de otra hija de Andrés Sanchún, Siria, y las tiendas de sus
hermanas Blanca y Teresa. Es decir, varios miembros de la comunidad china de Puntarenas que se
trasladaron a Nicoya posteriormente o provenían de allí, tenían nexos previos. Eran viejos
conocidos e inclusive miembros de los mismos clanes familiares.
Con respecto al patrón de Luis Quirós Shi, era Pedro Quirós propietario del Hotel Pacífico y
de la cantina y burdel Taicaré, el cual estaba al costado este del mercado central. Luis Quirós
posiblemente adoptó su apellido en español cuando comenzó a trabajar para él en alguno de los
negocios mencionados; sin embargo, como segundo apellido retuvo su apellido original 徐, el cual
transliteró de la lengua oficial y no del dialecto cantonés. De ahí que adoptará el apellido Shi y no
Choi. Isabel Chen de Sanchún adquirió una tienda que colindaba con la de Melisandro Cunsing
Acón. Don Melisandro era amigo del padre de Luis, por lo que fue instrumental en su ingreso a
Costa Rica desde Sekkei. Fue él quien lo convenció de viajar a Puntarenas pues le dijo que había
posibilidades de hacer buen capital
26
. Frecuentando los mismos sitios en el original barrio chino de
Puntarenas, Luis Quirós y Blanca Sanchún se conocieron y se enamoraron. Cuando la joven pareja
se casó, comenzaron a administrar esa tienda. Tuvieron dos hijos, Edgar y Ligia. Posteriormente se
mudarían a la tierra natal de su esposa, Nicoya. En la década de 1940 un gran incendio en
Puntarenas produjo la pérdida de todos los negocios en la misma cuadra que la tienda de los Quirós
Sanchún. Comenzaron de nuevo con la tienda de géneros ABC. No obstante, los prospectos de
prosperidad que Teresa Sanchún de Yockchen le transmitió a Blanca, los convencieron de mudarse
a Nicoya y comenzar de nuevo en la tierra natal de las hermanas. Su amigo Adán Yong también le
extendió su mano al alquilarle un local con patente por un bajo precio.
El crecimiento e integración de la comunidad china costarricense de Nicoya
Es de destacar que las comunidades de inmigrantes chinos en Costa Rica operaban como
redes de familias extensas en el sentido de que los miembros de mayor edad servían como líderes
informales, de modo que tomaban decisiones sobre la distribución de algunos ingresos,
desarrollaban pautas para coordinar acciones para el bienestar del grupo, e implementaban medidas
24
Luis Enrique Wong Sánchez escribió un manuscrito inédito titulado “La colonia china de Puntarenas”.
25
Su apellido original es Ng (吳).
26
Información provista por Ligia Quirós Sanchún y Natalia Pérez Quirós mediante una entrevista el 1 de setiembre del
2019.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 126
para garantizar la estabilidad del grupo. El proverbial techo que encapsula el concepto de familia en
el carácter chino se extendió para acomodar a las personas que compartían una experiencia de
inmigración común y a las familias que no pertenecían necesariamente a los mismos clanes.
Los testimonios de algunos miembros de la actual Junta Directiva de la Asociación China de
Nicoya concuerdan en que para la década de los años 30 los comerciantes chinos más poderosos de
la ciudad eran los Sanchún (鄭)y los Yong (楊), los cuales poseían gran presencia comercial en el
centro y eran los líderes por antonomasia de su comunidad. En diversas comunidades de chinos
existía un fondo de solidaridad que denominaron “la lotería china”. Cuando llegaban inmigrantes
nuevos, recaudaban una suma de dinero para contribuir con el establecimiento de un negocio para el
inmigrante favorecido con el sistema, el cual consistía en sacar un número al azar de una bolsa. A la
persona que conseguía el número menor se le otorgaba el crédito, crédito al cual los comerciantes
ya establecidos de Nicoya contribuían con sumas a instancias de los líderes comunales. Ellos
también conversaban con el ganador para que diera su palabra de devolver el dinero en fechas
determinadas para realimentar la lotería china. La evidencia documental preservada en el Archivo
Nacional de Costa Rica revela que en 1931 se estableció la “Sociedad de ahorros y socorros
mutuos” a instancias de varios inmigrantes de Puntarenas
27
, probablemente con el mismo fin
altruista que ha guiado a las diversas asociaciones chinas del país. Entre 1902 y 1933 nos
encontramos 13 actos de constitución de sociedades que involucraron personas de origen chino, 11
de ellas aparentemente de naturaleza mercantil
28
.
Leonardo Yong no aparece en los censos o en el registro de chinos y tampoco su hijo Adán.
Sin embargo, ganaron gran notoriedad y respeto entre la comunidad china de Nicoya. La tienda del
último aparece en frecuentes anuncios publicitarios de la Revista Costa Rica Ayer y Hoy
29
,
evidenciando de cierta manera la fama del negocio. En 1956, Adán Yong poseía la cantina, pulpería
y tienda La Victoria, la cual surtía géneros finos, ropa, mercadería y licores. Según testimonios
familiares, llegó a Costa Rica desde Sekkei
30
en 1927 y en el Registro Civil aparece registrado
como hijo de Fernando Yong y Rosa Apuy, natural de Cantón, China, nacido en 1910 y
costarricense por naturalización. Es decir, habría ingresado con documentación falsa tal y como su
hermano Rafael Chin Lam, el cual tenía aproximadamente 30 años cuando llegó hacia 1948. Rafael
había establecido el almacén La Revancha, el cual estaba localizado a media cuadra del parque,
27
ANCR, Protocolos Notariales 2154, tomo 6, folio 56. Destacan líderes de las comunidades chinas de Puntarenas y
Nicoya como Gil Con, Juan Rafael Wong y Rafael Ajoy.
28
ANCR, Protocolos notariales 1636, tomo 11, folio 21; ANCR, Protocolos notariales 2211, tomo 3, folio 87; ANCR,
Protocolos notariales 1752, tomo 8, folio 9; ANCR, Protocolos notariales 1746, tomo 2, folio 82; ANCR, Protocolos
notariales 1748, tomo 4, folio 36; ANCR, Protocolos notariales 2155, tomo 16, folio 79; ANCR, Protocolos notariales
2155, tomo 16, folio 90; ANCR, Protocolos notariales 2159, tomo 20, folio 35; ANCR, Protocolos notariales 3750,
tomo 28, folio 63; ANCR, Protocolos notariales 2154, tomo 6, folio 56; ANCR, Protocolos notariales 280, tomo 3, folio
14.
29
Costa Rica Ayer y Hoy, No. 37, p. 11.
30
Información provista por Chin Chi Cheng Lee mediante una entrevista el 8 de agosto del 2019.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 127
junto al almacén La Victoria, sobre la avenida que une la calle 1ª con la ruta 150. De Leonardo
Yong se dice que abandonó Nicoya para emigrar a Ecuador o Perú (información verbal)
31
. Por otra
parte, Adán estuvo en Liberia antes de establecerse en Nicoya definitivamente (información
verbal)
32
.
El caso de la familia de Danilo Chong Kang Chan revela como algunas familias de
inmigrantes chinos fueron llevadas a Nicoya por la gran movilidad que los caracterizó. Su abuelo
materno Manuel Chan Lí se estableció en las Juntas de Abangares en una época en la cual
pertenecía a Cañas (información verbal)
33
. Por eso aparece registrado en el Registro de chinos de la
Jefatura Política de Cañas el 9 de abril de 1912, bajo el número 32 (REPÚBLICA DE COSTA
RICA, 1922-1934, folio 199). Allí nacieron seis hijos, los cuales fueron llevados a China en 1934,
el mismo año en que fueron registrados en el tomo II del Registro de chinos de Puntarenas. Tenía
también dos hijos que habían nacido en China antes y que fueron registrados en Costa Rica con los
apellidos Chan Masís. Este apellido proviene del nombre, no del apellido, de la madre, Ma Ci.
Según Chong Kang, su abuelo Manuel estaba muy enfermo y no deseaba morir en Costa Rica.
Había vivido en el país más de dos décadas, había amasado una fortuna gracias al auge minero y
deseaba ver su pueblo por última vez. Al llegar a China compró tierras de cultivo que alquilaba.
Por el lado paterno de la familia de Danilo Chong Kan está su abuelo José Chong Kan. Al
igual que su consuegro, aparece en uno de los tantos mecanismos de control de chinos de principios
del siglo XX. En 1923 fue anotado en el Registro de chinos de Puntarenas, tomo II, folio 61, a la
edad de 25. También es registrado en documentos oficiales como José Chong Kan
34
y como Jose
Chong Kam
35
. De su actividad comercial en Puntarenas, cuenta Enrique Wong Sánchez en su
relato inédito sobre la colonia china de Puntarenas que “Sobre la avenida del Comercio, avenida 4
encontrábamos la mayor parte de los negocios de tiendas, pero antes debemos recordar los que
había sobre la calle 1°, sea, la que da al mercado, y empezábamos con la pulpería de José Chon
Kan”, la cual estaba en la misma cuadra que el almacén de José Con Sánchez y Siria Sanchún Chen.
Chong Kang, cuyo apellido en chino era 簡 (información verbal)
36
, transliterado como Kan o Jian,
también había regresado a China pero con la intención de formar una familia. A los años regresó a
Puntarenas para proseguir con su actividad mercantil: su hijo Antonio tenía solo 7 años y había
dejado unas tierras de alquiler para dar sustento a su esposa Lo Si.
Su hijo Antonio Chong Kang Losi y Juana Paula Chan Achiu, hija de Manuel Chan Lí,
habían protagonizado un matrimonio arreglado por ambas familias en China. Posteriormente emigró
31
Información provista por Chin Chi Cheng Lee mediante una entrevista el 8 de setiembre del 2019.
32
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de setiembre del 2019.
33
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de setiembre del 2019.
34
ANCR, Protocolos Notariales 2852, tomo 3, folio 1; ANCR, Protocolos Notariales 2153, tomo 5, folio 100.
35
ANCR, Protocolos Notariales 2154, tomo 6, folio 17.
36
Información provista por Chin Chi Cheng Lee mediante una entrevista el 8 de agosto del 2019.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 128
a Puntarenas como era común para los hombres de su aldea, pero dejó a su esposa con su madre.
Con la llegada de los comunistas las tierras fueron confiscadas, la madre se suicidó y Juana Paula
quedó completamente sola y desamparada. En 1956, regresó a Costa Rica con sus hermanos
Miguel y Jerónimo, nacidos al igual que ella en Las Juntas. A su llegada a Costa Rica, los hermanos
Chan Achiu se asentaron en Nicoya a instancias de su primo Luis Yockchen, el fundador del linaje
Yockchen Sanchún de Nicoya.
Rafael Ajoy Chacón, Hau Puy Ying, es otro de los pioneros chinos que influyeron
extraordinariamente en el desarrollo de la ciudad de Nicoya (información verbal)
37
. Fue también
uno de los fundadores del Círculo de Inmigrantes del Imperio Celeste o Club Chino de Puntarenas
según consta en la placa que, junto con un par de columnas rojas, coplas auspiciosas y un techo
tradicional dan la bienvenida al club. Ajoy era el primogénito de su familia y huyó de Guangzhou,
capital de Guangdong, a finales del siglo XIX a raíz de las turbulencias sociales y políticas del
entorno. Su plan era establecerse en Cuba a instancias de un amigo de la familia, conocido en Costa
Rica como Atico Pelón, pero al llegar a Esparza sus servicios profesionales como médico
tradicional chino le depararon una recompensa inesperada que lo persuadió a arraigarse en la
provincia de Puntarenas. Probó suerte en un comisariato en Miramar de Montes de Oro con otros
inmigrantes chinos con los cuales constituyó una sociedad mercantil colectiva: José Pino, Santiago
Ruphuy Chan, Manuel Apuy y Santiago Chan
38
. Siguió ejerciendo la medicina tradicional china e
importaba medicinas y provisiones para suplir las necesidades del enclave minero de Miramar.
Desde la perspectiva de sus nietos Enrique y Emanuel, la integración de la familia al nuevo
entorno no fue fácil al principio (información verbal)
39
. Posiblemente los habitantes de la nueva
comunidad no veían con buenos ojos la presencia de más comerciantes chinos. Según Buska (2006,
174-176), desde 1915 hasta la década de 1930 el congreso costarricense y la prensa escrita habrían
jugado un papel importante en la formación de la deteriorada imagen pública que se tenía de los
chinos en la provincia de Guanacaste. En 1915, el congresista guanacasteco Leonidas Briceño fue
autor de una propuesta para prohibir el matrimonio interracial, en particular con personas de raza
negra, asiáticos o individuos degenerados, promoviendo la sinofobia y el racismo
40
. En las
siguientes décadas, diversos medios como los periódicos La Nueva Prensa, El Guanacaste y el
Diario de Costa Rica habrían fustigado a los chinos por diversos problemas como la ilegalidad de
los ingresos de chinos, la aparente degeneración de la raza y hasta la crisis económica que vivían los
37
Información provista por Enrique y Emanuel Ajoy Chan y Alfredo Ajoy Arnáez mediante una entrevista el 8 de
marzo de 2018.
38
ANCR, Protocolos Notariales 2155, tomo 79, folio 128.
39
Información provista por Enrique y Emanuel Ajoy Chan mediante una entrevista el 8 de marzo de 2018.
40
La Prensa Libre, 17 de junio de 1915, p. 2.
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 129
guanacastecos debido a la depresión
41
. En cuanto a este último tema, el columnista “Indoespañol”,
autor de varias diatribas hacia los chinos, era tan solo uno de muchos periodistas e intelectuales que
recriminaron, no a los verdaderos explotadores de los pequeños agricultores guanacastecos -los
propietarios de grandes haciendas- sino a los “omnipresentes comerciantes chinos”
42
quienes
recibían granos a cambio de semillas y mercadería básica en una época anterior al establecimiento
de bancos o cooperativas (información verbal)
43
.
Rafael Ajoy, cuyo apellido en chino era Hau (侯), adoptó el apellido Ajoy porque ese era su
apodo en China. En la sociedad china es común para los varones adoptar diferentes onomásticos a
los largo de sus vidas (ACÓN CHAN, 2019, p. 58). En el caso de Hau Puy Ying, a él lo conocían
como Hau Joy o A Joy, así cuando llegó a Costa Rica ese se convirtió en el nombre con el que era
conocido, el cual debido a la práctica occidental de usar el nombre propio al principio, se registró
como su apellido. Como segundo apellido adoptó el Chacón porque era el apellido de la propietaria
de la pensión en la que vivió cuando llegó a Puntarenas. Según su sobrino Rogelio Chin, sus
inquilinos la llamaban mamá, así que cuando a Rafael le solicitaron su segundo apellido, el apellido
materno, ese fue el apellido que primero se le ocurrió (información verbal)
44
. Posteriormente fundó
el establecimiento La Bola de Oro en Puntarenas, cerca del Club Chino. Después de la segunda
guerra mundial sufrió un descalabro económico al quebrar el banco donde guardaba su capital.
Entonces, vendió su negocio al que sería su yerno, Alfredo Lee Cruz, diputado de la constituyente
de 1949, y a un familiar de su esposa Aurora –Paulino Delgado– y se traslada a vivir a Cangel, en
una finca que colindaba con los terrenos de Rafael Ajú, uno de los pioneros chinos de la península
junto con Edgar Acón. La familia Ajoy reanudaría sus actividades comerciales primero en Jicaral y
después en la ciudad de Nicoya, con el hijo mayor Digno.
Digno Ajoy no solo destacó como gran comerciante en Nicoya, sino que se transformó en
líder comunitario desde su época de Jicaral. Había heredado las ideas agitadoras de su padre Rafael.
Así que lideró contiendas por los derechos civiles, por ejemplo, durante la llamada Huelga de los
Brazos Caídos de 1947, y en el proceso conoció al que sería su cuñado, Arnulfo Lee. Según sus
hijos, Digno estaba llamado a ocupar el cargo de diputado de la constituyente por todos sus aportes,
pero al final fue Arnulfo. En 1949, la familia se trasladó a la ciudad de Nicoya en donde
establecieron sus negocios: tienda, cine, almacén de abarrotes y ferretería. Además, se dedicaron a
la ganadería y la agricultura. De Rafael Ajoy también hay que destacar su espíritu de servicio a la
41
La Nueva Prensa, 10 de mayo de 1924, p. 4; La Nueva Prensa, 16 de mayo de 1924, p. 2; La Nueva Prensa, 29 de
mayo de 1924, p. 4; La Nueva Prensa, 18 de junio de 1924, p. 1; Diario de Costa Rica CR 18 de octubre de 1933, p. 2;
Diario de Costa Rica, 8 de setiembre de 1934, p. 6; El Guanacaste, 15 de julio de 1936, p. 1 y 5; El Guanacaste 20 de
noviembre de 1935, p. 1.
42
Philip P. Calvert, científico norteamericano que acompañó a la Comisión Calificadora en 1910, habría observado la
presencia de varios comerciantes chinos en Filadelfia, Liberia y Bolsón (MELÉNDEZ, 1974, p. 380).
43
Información provista por Juan Chan Rojas y Carlos Luis Sánchez Yong mediante entrevistas el 9 de marzo del 2018.
44
Información provista por Rogelio Chin Fong mediante una entrevista el 30 de agosto de 2018.
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comunidad. Hay que recordar su trayectoria como uno de los fundadores del club chino desde que
habitaba en Puntarenas y su papel como uno de los fundadores del cuerpo de bomberos de
Puntarenas
45
. Así que al llegar a Nicoya y notar la actitud reservada de los nicoyanos hacia la
comunidad china, se involucró en obras de bien social a través del Club de Leones, la Junta de
Educación, el Cuerpo de Bomberos, la Junta Administrativa del Colegio y el Hospital. Estos
intentos por acercarse a la comunidad le valieron a él y a su hijo el cariño de la nueva comunidad,
tal y como lo resalta la revista Costa Rica de Ayer y Hoy. Rafael Ajoy era exaltado como persona
“cuyo espíritu público es notorio, y el cual corre paralelo a su cariño por las cosas que interesan al
pueblo nicoyano y del país en general.”
46
Su hijo Digno se distinguía, según la publicación, por su
amplio espíritu de servicio y su gran anuencia a apoyar las mejores iniciativas como, por ejemplo,
formar parte de la Junta Administrativa que cristalizó el sueño de fundar el Colegio de Nicoya
47
. En
este mismo espíritu público han destacado otras familias que han ocupado cargos en instituciones
esenciales para la comunidad o contribuido con obras benéficas en pro de los necesitados.
Otros comerciantes de origen chino comenzaron a destacar en la ciudad de Nicoya. Por un
lado, las generaciones nacidas en Costa Rica comenzaron a trabajar en los negocios familiares,
inyectándoles vigor y modernidad. Por otro lado, nuevas familias se trasladaron a Nicoya, ya fuera
por el llamado de sus coterráneos y familiares o por el potencial de desarrollo de la bajura
guanacasteca. Pablo Atán Chen llegó proveniente de Sam Jeong (三鄉鎮) cuando tenía
aproximadamente 20 años junto con dos chinos más, uno de los cuales se estableció en Santa
Bárbara de Santa Cruz (información verbal)
48
. Su nombre era Feliciano Lí. Los tres comenzaron
laborando en el almacén de José Con de Puntarenas, lo cual es consistente con las prácticas
asociacionistas implementadas por el Círculo de Comerciantes: atraer miembros de sus clanes
familiares o allegados para capacitarlos en destrezas mercantiles y después colaborar con ellos para
que instalen sus propios establecimientos comerciales (ACÓN CHAN, 2018a, p. 168), expandir el
radio de acción de la red de comerciantes chinos y diversificar la oferta mercantil (ACÓN, 2018b,
p. 451-452, 455). Atán encontró una oportunidad de inmigrar al país cuando un allegado que había
vivido en Costa Rica pero añoraba su tierra, logró regresar a China con la ayuda de un político. Fue
entonces cuando Pablo Atán tomó la decisión de ocupar su lugar en Costa Rica e inclusive adoptó
su apellido para facilitar su ingreso, lo cual debió ocurrir en la década de 1950.
Cuando se independizó, Atán se dirigió a la península de Nicoya pues había sido agente
vendedor de José Con y conocía bien el potencial de la zona. Probó suerte en Sardinal, San Blas y
Bagaces. Regresó a Sardinal y finalmente se estableció en Nicoya. En una libreta de contactos
45
Costa Rica Ayer y Hoy, No. 6, p. 6.
46
En Nicoya, don Rafael Ajoy, nos dice. Costa Rica de Ayer y Hoy No. 11, p. 1.
47
Espíritus positivos: Entrevista a Digno Ajoy Chavarría. Costa Rica de Ayer y Hoy [Segundo Período] No. 1, p. 40.
48
Información provista por José Gerardo Atán Chacón mediante una entrevista el 8 de marzo de 2018.
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conservada en la Asociación China Puntarenense, fue registrado como Paulo Atán Chang en
español, junto con su nombre en chino. Su apellido original en chino, según este registro, es Chan (
陳). Esto es bastante revelador pues aunque al igual que los apellidos Yockchen y Sanchún no
indican parentesco común, el apellido original en chino si indica que al menos pertenecen al mismo
clan familiar. Es de notar que en el dialecto Min del sur y sureste de China (provincias de Fujian,
Guandong y Hainan y en Taiwan), el apellido Chan se pronuncia Tan.
Posteriormente ingresó su primo Alfredo Atán Chen con 16 años y con el tiempo se casaría
con una de las hijas de Jorge Chan, otro inmigrante chino establecido en Nicoya. Jorge Chan era
hijo del que es considerado uno de los primeros inmigrantes chinos que ingresaron a Nicoya, Jaime
Chan (información verbal)
49
. De este último se dice que habría llegado para 1913 y regresado a
China durante la siguiente década. Su hijo Jorge arribó a Nicoya a los 16 años en la década de los
años 20 también desde Sam Jeong. Cuando Adán Yong se estableció en dicha ciudad, después de
probar fortuna en Liberia, se desarrolló un alto grado de afinidad con Jorge Chan y su familia, de
modo que compartían comidas en la casa del segundo. Adán también había establecido lazos muy
fuertes con Luis Quirós Shi pues eran coterráneos. Debido a esta profunda amistad que tenían, Adán
lo convenció de abandonar Puntarenas pues el negocio no prosperaba (información verbal)
50
. Le
alquiló un local con patente muy barato para que pudiera comenzar de nuevo en Nicoya.
Conclusiones
Las historias de inserción social y parentesco de algunos linajes familiares a la otrora ciudad
colonial de Nicoya revelan algunas estrategias de supervivencia de los chinos de ultramar de Costa
Rica como sujetos desplazados por una historia china muy enrevesada, por un lado, y como cuerpos
amenazados por estrictos controles migratorios en una Costa Rica que siguiendo el ejemplo de otros
países del continente americano se dedicó a cerrar sus fronteras a la llamada “plaga amarilla” desde
mediados del siglo XIX hasta entrado el siglo XX. En ambos casos los inmigrantes chinos vivieron
en los márgenes de la nación costarricense como sujetos cuestionados por su estatus ilegal y su
otredad.
En un estudio anterior de nuestra autoría se había analizado las prácticas de nombramiento
de los inmigrantes chinos a la Costa Rica del periodo 1870 a 1934 como tácticas para evadir
restricciones étnicas y lograr una inserción socioeconómica más exitosa. En este estudio notamos la
misma estrategia pues la inevitable alteridad de dichos inmigrantes, lejos de desanimarlos, los
impulsó a reinterpretarse, muchas veces inclusive reescribiendo sus nombres, sus historias y sus
49
Información provista por Danilo Chong Kang Chan mediante una entrevista el 8 de setiembre del 2019.
50
Información provista por Chin Chi Cheng Lee mediante una entrevista el 8 de setiembre del 2019.
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destinos. Es así que en este estudio sobre inmigración china en Nicoya, notamos otros aspectos del
mismo fenómeno de inserción: por un lado, (1) linajes familiares del mismo clan (Hau, Yong,
Chan) que adoptaron diferentes apellidos para poder ingresar a Costa Rica, (2) un patrón de
movilidad más activo que en otras comunidades de inmigrantes chinos del país, y (3) evidencia que
sustenta la premisa de que la integración con la comunidad debía lograrse a través de obras que
redundaran en beneficio de todos. Es decir, con el fin de evadir decretos restrictivos y controles
migratorios, los chinos utilizaron otras estratagemas para alcanzar el auge social y económico.
En cuanto al primer aspecto, notamos que varios inmigrantes parecen haber comprado los
documentos legales de sus congéneres que ya habían obtenido residencia y no pretendían volver a
ingresar a Costa Rica. Antes de la ascensión al poder del partido comunista chino en 1949, estaba
muy arraigado en el inmigrante chino el sentido de pertenencia a su tierra natal. Este apego lo
notamos en diferentes grados en el caso del inmigrante que por la nostalgia regresó a su pueblo y le
transfirió sus documentos a los Atán, el caso de José Chong Kang que regresó a su pueblo natal a
cumplir con su deber filial de tomar esposa y concebir hijos chinos, el caso de Manuel Chan Li
quien deseaba regresar a morir a su terruño, y el caso de Benjamín Wong quien quiso ofrecer a sus
hijos nacidos en occidente una infancia en China.
Algunos regresaron definitivamente a China, otros nunca rompieron los lazos con Costa
Rica pues habían desarrollado la habilidad de moverse entre ambos mundos, al menos hasta que la
política de puertas cerradas de la República Popular China coartó todo intento de regresar. Algunos
ejemplos de esta práctica de ingresar con un nombre diferente al nombre familiar, que encontramos
en Nicoya, son Rafael Chin Lam y Adán Yong, hijos ambos de Leonardo Yong, el hermano de
Rafael Ajoy, Felipe Chin, y Luis Yockchen, quien no estaba emparentado con los Yockchien de
Abangares, sino con los Chan Lí de Abangares. El caso de Adán es singular pues pese a que entró a
Costa Rica por primera vez en la década de 1920, su acta de nacimiento dice que es costarricense
por nacimiento. Su caso es uno de los típicos casos de los “hijos de papel”
51
.
Otra estrategia de inserción se constituye en la movilidad que caracterizó a muchos de estos
inmigrantes. Algunos comenzaron probando suerte en Puntarenas, en donde pronto descubrieron
que había demasiada competencia por parte de sus propios paisanos. Esta situación impulsó a
algunos a sitios muy remotos como el Pozo o Jicaral, o sitios con una atmósfera poco propicia para
criar una familia como Las Juntas de Abangares. Otros recorrieron varias comunidades
guanacastecas analizando las posibilidades de crecimiento económico en diferentes comunidades
antes de asentarse en una comunidad. En el caso de Nicoya, su estatus de zona de convergencia
económica desde tiempos precolombinos parece ser lo que atrajo a algunos de esos inmigrantes
51
La frase es una traducción del inglés pues fue en Estados Unidos en donde se comenzó a implementar esta práctica.
Los inmigrantes chinos que obtenían estatus legal tenían derecho a solicitar el ingreso de sus hijos. Este beneficio fue
utilizado en muchos casos para legalizar el ingreso de personas sin lazos de consanguinidad. Véase: (KIM; 1982).
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 133
chinos. Es de notar que hubo gran disposición a reinventarse cuando había cambios de fortuna
provocados por los juegos de azar, movimientos sociales, acontecimientos mundiales que afectaron
la economía, los incendios o la necesidad de alimentar una numerosa familia extendida.
Por último, fieles a sus ideales confucianistas, los inmigrantes se organizaron con el fin de
buscar el bien común. Al igual que en otras ciudades del imaginario chino costarricense como
Puntarenas, Cañas, Santa Cruz, Abangares, Ciudad Cortés, Limón, Siquirres y Turrialba, por
nombrar las principales, los inmigrantes chinos de Nicoya concentraron sus actividades mercantiles
en los centros de población, ofreciendo servicios esenciales y eventualmente integrándose a las
comunidades a través de sus interacciones diarias con la gente y obras que redundaron en el
bienestar tanto de chinos como de costarricenses.
Ramas de los clanes de los Cheng, los Chan, los Yong, y los Hau que provienen de la región
de Chongsan incidieron en ese espíritu altruista. Debido a que algunos linajes eran originarios de la
misma región geográfica, inclusive de las mismas aldeas o poblados, se facilitó la convivencia entre
ellos y contribuyó a formar lazos estrechos como corresponde entre linajes según la definición de
familia tradicional china que está fuertemente anclada en preceptos confucianos. Estas conexiones
dieron pie a formas de sociabilidad organizadas como las asociaciones chinas. En el caso de
aquellas que surgieron en las postrimerías del siglo XIX y comienzos del siglo XX en Costa Rica,
deben señalarse algunas particularidades.
Las asociaciones fueron conformadas por inmigrantes que habían ingresado a territorio
costarricense a partir de la década de 1870, los cuales a punta de tesón y perseverancia lograron
posicionarse como una fuerza mercantil en las comunidades en las cuales se establecieron. A pesar
de que cada miembro poseía su propia individualidad y posicionamiento por circunstancias tan
disimiles como pertenencia a distintos clanes familiares o diferentes poblados de origen, dialectos y
origen étnico, dejaron de lado esas diferencias para facilitar conexiones que sobrepasaron las
barreras étnicas, lingüísticas y familiares. Es decir, crearon guanxi, el cual explica Jia (2006, p. 52),
es contexto, medio y motivación para el posicionamiento social e individual.
En el mismo espíritu de las coplas auspiciosas a la entrada del Club Chino de Puntarenas
formaron en Nicoya un enclave de inmigrantes chinos en el cual evocaron las prácticas familiares
de su país natal para formar una red de protección social y llevar sustento a sus familias:
Aunque soy foráneo en un país extraño, me siento como en casa;
reunido en este club junto con mis paisanos, me entretengo en familia.
Al igual que en sus aldeas de origen, muchos de ellos vivieron estrechamente unidos o
desarrollaron lazos de afinidad tan válidos y fuertes como los lazos de consanguinidad. De hecho,
es común entre los chinos considerar a sus vecinos del mismo poblado como miembros de su
LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 134
familia extendida, aún si no comparten el mismo apellido. Y por extensión, los miembros de la
familia política se convierten también en integrantes de esa gran familia extendida. En este mismo
espíritu, los inmigrantes chinos de Nicoya constituyeron un grupo muy unido, una gran familia con
los mismos valores e intereses en una tierra extranjera que finalmente se convirtió en hogar.
Referencias
Fuentes primarias
Fuentes escritas
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR)
Censos y Estadísticas 155
Expedientes Judiciales 1565
Lara y Chamorro 269
Lara y Chamorro 823
Protocolos Notariales 280
Protocolos Notariales 575
Protocolos Notariales 1636
Protocolos Notariales 1746
Protocolos Notariales 1748
Protocolos Notariales 1752
Protocolos Notariales 1765
Protocolos Notariales 2154
Protocolos Notariales 2155
Protocolos Notariales 2159
Protocolos Notariales 2211
Protocolos Notariales 3750
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Costa Rica
Costa Rica de Ayer y Hoy.
Diario de Costa Rica.
El Guanacaste.
La Nueva Prensa.
La Prensa Libre.
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LS Acon Chan, v.24, n.1, (2020) 110-136 135
Fuentes orales
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Fuentes secundarias
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