Content uploaded by Adrien Sergent
Author content
All content in this area was uploaded by Adrien Sergent on Feb 20, 2021
Content may be subject to copyright.
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
184
Política energética y política exterior en
la Argentina al compás del
calentamiento global
Energy policy and foreign policy in the wake of global warming
Adrien Sergent
1
Resumen
El alto impacto económico de la guerra de precios sobre los mercados petroleros
lanzada el 9 de marzo de 2020 en medio de un contexto de incertidumbre por la
crisis del COVID-19 debería alentarnos a replantear los fundamentos de nuestra
política energética. En este sentido, el calentamiento global podría ser la causa de
cambios aun más profundos a largo plazo con impactos tanto sobre el sector
energético como sobre las relaciones internacionales. El presente artículo tiene
entonces como propósito, aportar reflexiones sobre los tipos de inserción de la
Argentina en el mundo según distintos escenarios de transición energética. Se
analiza en particular las oportunidades y desafíos de la puesta en valor de los
recursos no convencionales de Vaca Muerta y de los recursos naturales permitiendo
una matriz energética con baja huella de carbono.
Palabras clave: Transición energética, política energética, política exterior,
cambio climático.
Abstract
The high consequences of the oil price war started on the 9th of March 2020 within
a context of uncertainty due to the COVID-19 crisis should encourage us to rethink
the grounds of our energy policy. Thus, global warming could be the source of even
more profound changes in the long term with impacts both on energy sector and
on international relations. Then, the purpose of this article is to provide reflections
on the kinds of insertion of Argentina in the world according to different scenarios
of energy transition. The opportunities and challenges of valuing Vaca Muerta
unconventional resources and natural resources allowing an energy mix with a low
carbon footprint are analyzed.
Recibido: 29 de marzo de 2020 ~ Aceptado: 6 de julio de 2020 ~ Publicado: 10 de julio de 2020
1
Licenciado en Ciencia Política. Universidad de Buenos Aires (UBA), Buenos Aires, Argentina. Ingeniero
Eléctrico. Institut National des Sciences Appliquées (INSA), Lyon, Francia. Correo electrónico:
adrien.sergent@gmail.com
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
185
Keywords: Energy transition, energy policy, foreign policy, climate change.
Introducción
Como adelanto de lo que podría ser la preocupación de la nueva década, el estreno
del año 2020 estuvo más marcado en las redes sociales por una catarata de fotos
apocalípticas de los gigantes incendios forestales azotando Australia, en medio de
temperaturas récord, que por postales de festejo. Sin embargo, desde su creación en
1988, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático viene
publicando varios pronósticos con sus respectivas probabilidades sobre la evolución
del calentamiento global donde siempre figuró como consecuencia el aumento de la
frecuencia e intensidad de acontecimientos climáticos extremos como olas de calor,
sequías, tormentas e inundaciones. Lo más preocupante es que con una mirada
retrospectiva sobre estos informes se evidencia que son las peores previsiones las
que se están realizando (Gergis, 2020, párr 26).
Pero más allá de los impactos relacionados a las catástrofes naturales, es necesario
analizar también los efectos del cambio climático en términos políticos dentro de
una sociedad, y en el plano de las relaciones internacionales. Sobre este último
punto, Bazilian, Bradshaw, Goldthau y Westphal (2019), al subrayar
particularmente el rol de la energía en la elaboración de políticas externas, plantean
cuatro modelos de transición energética con sus respectivas implicancias
geopolíticas hacia 2030. En estos escenarios, diferentes pautas de disputas
estratégicas sobrevendrían entre actores líderes en hidrocarburos y otros en
tecnologías limpias, es decir de bajas emisiones en gases de efecto invernadero (en
adelante GEI).
Este aspecto cobra entonces gran relevancia para la Argentina ya que tiene unas de
las mayores reservas de gas y petróleo no convencionales a nivel mundial en la
formación de Vaca Muerta según la Administración de Información Energética de
Estados Unidos (citado en Cunningham, 2019, párr. 2). Pero también porque por
otro lado, la Argentina se beneficia de excelentes dotaciones en fuentes renovables
para producir un hidrógeno limpio, de los más competitivos a nivel internacional
según la Agencia Internacional de la Energía (2019, p. 49) y se ubica en cuarto lugar
en cuanto a reservas probadas de litio (Ministerio de Energía y Minería, 2017, p. 3).
Ahora bien, para la Agencia Internacional de las Energías Renovables (2019, p. 3), la
mejor oportunidad de contrarrestar el calentamiento global pasa por la
electrificación masiva de los usos energéticos con fuentes renovables, una opción
cuyo éxito depende de la posibilidad de almacenar energía eléctrica, algo que
precisamente permiten el hidrógeno y el litio a escalas cada vez más importantes.
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
186
Poner estos elementos en perspectiva con las eventuales tensiones geopolíticas
inducidas por los tipos de transición energética podría ayudar entonces a la
elaboración de una política exterior entendida como “la acción seguida desde el
Estado para insertar (o no) a una nación en el mundo, y encontrar los marcos de
decisión autónoma (o no) frente a las restricciones que impone el sistema
internacional” (Simonoff, 2004, p. 113). Destacando a su vez que esta misma política
exterior no es otra cosa que “la contracara de un modelo de desarrollo nacional que
articule los recursos, capacidades y voluntades de los habitantes de un país”
(Fundación Meridiano, 2019, p. 10), se deduce el carácter imprescindible de pensar
a largo plazo las conexiones entre la política energética y la política exterior.
El presente artículo propone aportar reflexiones en cuanto a la inserción en el
mundo de la Argentina en relación a determinadas políticas energéticas y según los
distintos modelos de transición energética que podrían ocurrir a nivel mundial en
las próximas décadas. A tal fin se presentarán en una primera instancia las
características de los escenarios de transición energética propuestos por Bazilian et
al. (2019). Luego, una segunda parte se concentrará sobre las consecuencias en
término de política exterior de una política energética enfocada en la valorización
de Vaca Muerta. La tercera sección se dedicará a analizar las mismas implicancias
pero con una política energética apuntando al desarrollo del potencial de
tecnologías limpias de la Argentina en base a sus recursos disponibles.
Escenarios de transición energética
El primer escenario de transición energética planteado por Bazilian et al. (2019,
párr. 8), denominado "Big green deal", consiste en una era de globalización verde,
montada sobre tecnologías limpias para limitar el calentamiento global. Asimismo,
se basa sobre un esquema de plena cooperación y consenso entre los principales
actores del sistema internacional:
Los países del G20 construyen un generoso fondo verde para el clima,
muy por encima de la meta de cien mil millones de dólares por año del
acuerdo de París. Los mercados financieros liquidan sus activos
asociados a combustibles fósiles y reasignan capitales a empresas con
bajas emisiones de carbono. Las corporaciones de tecnologías verdes
dominan la lista Fortune 500 para 2030. (Bazilian et al., 2019, párr. 8,
traducción propia).
De todos los escenarios, es el más benévolo ya que supone un reparto de los
beneficios de la descarbonización y que los estados petroleros sean compensados en
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
187
un proceso de transición gradual para evitar "un último intento de inundar el
mundo con petróleo y gas baratos" (Bazilian et al., 2019, párr. 9, traducción propia).
Pero teniendo en cuenta los magros avances en esta dirección en instituciones
multilaterales como el G20 o las conferencias de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático, además de la actual relación conflictiva entre Estados Unidos y
China, es un escenario que luce bastante utópico.
El segundo escenario denominado “Technology breakthrough” descansa sobre la
hipótesis de rupturas tecnológicas que permiten el almacenamiento masivo de
energía provocando, tanto una mayor penetración de las energías solares y eólicas
en las redes eléctricas, como una ventaja competitiva de estas energías renovables
sobre los fósiles, logrando mitigar de esta forma el cambio climático. Si bien se hace
hincapié sobre el rol preponderante de grandes corporaciones en este proceso,
particularmente las de Estados Unidos y China por el tamaño de sus mercados, se
trata de un escenario marcado por el conflicto entre estas dos naciones:
El mundo se divide en dos campos en una guerra fría sobre tecnologías
limpias. Los líderes tecnológicos tienen el poder. Los otros países
gravitan alrededor de uno de estos líderes, reforzando los bloques
regionales y aumentando la rivalidad. Estos bloques buscan controlar
materias primas necesarias como las tierras raras, el cobalto y el litio.
Podrían también denegar el acceso a estas tecnologías a naciones fuera
de sus grupos. (Bazilian et al., 2019, párr. 11, traducción propia).
Asimismo, los autores señalan que esta configuración significa un caso adverso para
los productores de combustibles fósiles ya que “tienen que adaptarse rápidamente a
una demanda en caída” (Bazilian et al., 2019, párr. 13, traducción propia). Sobre este
punto, Bolton, Despres, Pereira Da Silva, Samama y Svartzman (2020, p. 7,
traducción propia) agregan el riesgo de un posible “momento Minsky climático”
refiriéndose al estrés financiero que afrontarán las compañías con activos ligados a
los hidrocarburos en caso de una transición rápida hacia una matriz energética con
huella baja de carbono. Coinciden también con el riesgo de conflictos geopolíticos
para el acceso a recursos naturales asociados a las energías renovables (Bolton et al.,
2020, p. 32). Habría que sumar que, en caso de llegar a una escasez de petróleo
(Ahmed, 2020; Hacquard, Simoën y Hache, 2019), las grandes potencias que ya
tendrán desarrolladas tecnologías ligadas a fuentes renovables verán fuertes
incentivos para acelerar esta transición energética de tipo “Technology
breakthrough”. Las fuertes preocupaciones de referentes del Partido Demócrata de
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
188
Estados Unidos sobre el avance chino en materia de tecnologías limpias (Kerry y
Khanna, 2019), agregan un grado de verosimilitud a este escenario.
El tercer escenario denominado “Dirty nationalism” se apoya sobre el ascenso de
líderes en las principales naciones del mundo considerados como populistas por
implementar políticas proteccionistas que, pese a lo que podría sugerir el título de
Bazilian et al. (2019, párr. 14), no es sinónimo de desarrollo exclusivo de energías
fósiles pero sí de fracaso para limitar el cambio climático. Es decir que para estos
autores, las naciones buscan aprovechar sus recursos energéticos disponibles,
renovables o no, pero se encuentran limitadas por las barreras proteccionistas en
materia energética. Aquí también, los productores de combustibles fósiles se
enfrentan a un escenario adverso en el sentido de que cada uno incrementa su
producción en una lógica de suma cero traduciéndose con precios a la baja sobre
estos mercados. Cualquier parecido con la guerra de precios desatada sobre los
mercados petroleros entre Rusia, Estados Unidos y Arabia Saudita en marzo de
2020, no es mera coincidencia. Como resultante de esta configuración, Bazilian et
al. (2019) destacan una conflictividad agudizada para 2030:
Con el cambio climático desenfrenado, los precios de los alimentos
aumentan como consecuencias de las sequias y de los impuestos
aduaneros. Se lucha por el agua y otros bienes comunes mientras el
cambio climático amplifica las tensiones y multiplica los riesgos.
(2019, párr. 16, traducción propia).
Difícil no hacer un paralelo con otro ejercicio de anticipación publicado antes de la
crisis diplomática entre Brasil y Francia por los incendios en la Amazonia, donde el
autor planteaba la posibilidad de que una potencia mayor tomara represalias
militares contra otra, cuya contribución al calentamiento global es considerado
como "una amenaza a la paz internacional y a la seguridad" (Walt, 2019, párr. 7,
traducción propia). En este caso particular, la realidad se asemejó a la ficción cuando
pocas semanas después de la publicación de Walt (2019), el presidente francés
amenazó con bloquear el acuerdo Mercosur-Unión Europea, es decir una
retaliación económica, si el primer mandatario brasileño no cambiaba su postura
sobre la explotación de la selva amazónica. Como es de esperar por parte de un
académico neorrealista, Walt (2019, párr. 9) aclara que serán más bien los países de
menor potencia y no los mayores contribuidores al cambio climático, los que
tendrían que sufrir estos tipos de presiones. En esta línea, se plantea desde otra
óptica realista, la oportunidad de una alianza estratégica entre América del Sur y
Europa para escapar a “falsos dilemas” como deber alinearse con una de las dos
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
189
mayores potencias mundiales (Battaleme, 2020). Sin embargo, además de las trabas
internas señaladas por el autor, habría que agregar la discrepancia en término de
orientación energética entre estas dos zonas como un posible obstáculo mayor para
la realización de tal iniciativa.
Sobre este punto en particular, el enfoque crítico y más particularmente el análisis
de las estructuras históricas en palabras de Cox (1981, p. 135), ofrece una
explicación al proceso actual de repolitización de las fuerzas sociales y de su
contestación de la globalización. De esta manera, la Unión Europea podría
convertirse en un caso paradigmático de transición energética de tipo "Dirty
nationalism" aunque sea para cumplir su propias metas de desarrollo con energías
renovables. En efecto, un elemento importante para la aprobación de Von der
Leyen a la cabeza de la Comisión Europea ha sido su promesa de implementar un
arancel al carbono en las fronteras de la Unión (Schulz, 2019). Es que una medida
similar tiene la ventaja de responder al descontento de fuerzas sociales que
sacudieron a lo largo del mundo en 2019 a los gobiernos que intentaron imponer
nuevas medidas de austeridad cualesquiera fuesen sus fundamentos. Aún siendo
poco probable que el arancel al carbono se implemente durante el mandato de Von
der Leyen, las presiones hacia una forma de Estado más ecologista y proteccionista
van aumentando en Europa como lo muestran el fallo del Tribunal Supremo de los
Países Bajos para que el ejecutivo de este país sea más ambicioso en la reducción de
emisiones de GEI (Ferrer, 2019) y el inédito remplazo de socios de extrema derecha
del líder austriaco Kurz por ecologistas (“Verdes y conservadores, el extraño
matrimonio austríaco”, 2020). Estas consideraciones sobre la zona europea, el
“America First” y la obstinación del primer mandatario australiano de seguir
apostando a la industria del carbón (Peinado Lorca, 2020) proveen un fuerte anclaje
del escenario "Dirty nationalism" en la actualidad, por lo menos en las potencias del
mundo calificadas como “occidentales”.
El cuarto escenario denominado “Muddling on” podría verse como algo intermedio
entre los de “Technology breakthrought” y “Dirty nationalism” o más sencillamente
como la continuación del escenario actual. Se caracteriza por una transición
energética cuya velocidad es “demasiado lenta para limitar el cambio climático, pero
demasiado rápida para que se adapte la industria de los combustibles fósiles”
(Bazilian et al., 2019, párr. 17, traducción propia). Así las cosas, coexisten diversas
estrategias donde países como China buscan por seguridad energética tener
compañías líderes en tecnologías limpias, la Unión Europea haciendo la misma
apuesta pero cooperando con países terceros alineados sobre sus objetivos de lucha
contra el cambio climático y Estados Unidos quedándose aparte. Mientras tanto, se
exacerba la competencia entre los exportadores de combustibles fósiles que, a pesar
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
190
de seguir predominantes en el mix energético mundial, ven su negocio tornarse
cada vez más arriesgado y menos rentable. Por su carácter indefinido, este último
escenario de transición energética propuesta por Bazilian et al. (2019) podría figurar
más bien como la antesala de los tres precedentes pero prolongado hacia un
momento donde las consecuencias del cambio climático serán todavía más
impactantes.
¿Con Vaca Muerta, nos salvamos todos?
El peso del sector hidrocarburífero para la economía argentina se puede percibir en
su oferta interna total de energía constituida en un 87,5% por combustibles fósiles
(Subsecretaria de Planeamiento Energético, 2019, p. 42). De ahí la importancia de
evitar todo deterioro del balance energético, y consecutivamente de la cuenta
corriente, en un país que se topa ya regularmente con el problema de la restricción
externa. En este sentido, Schteingart y Coatz (2015, p. 50) destacan la importancia
del contexto geopolítico que tuvieron por ejemplo Corea del Sur o Australia para
eludir esta problemática a pesar de “prolongadísimos déficits en la cuenta corriente
de la balanza de pagos”. Al no beneficiarse de la misma ventaja, se deduce entonces
la necesidad para la Argentina de “cambiar la composición de la canasta exportable
hacia bienes con mayor valor agregado y de mayor demanda en los patrones de
consumo mundiales” (Schteingart y Coatz, 2015, p. 69). En una década donde se
yuxtapusieron la publicidad del potencial en petróleo y gas no convencionales de la
cuenca neuquina de Vaca Muerta por un lado, el aumento de las importaciones
netas de hidrocarburos y el deterioro de la economía argentina con “un coctel
toxico, de deuda, austeridad, inflación y una moneda inestable” (Cunningham, 2019,
párr. 3, traducción propia) por otro lado, no es sorprendente que se haya
desarrollado todo un campo léxico de la salvación alrededor de esta formación
geológica.
Sin embargo, esta esperanza parece exagerada cuando se la contrasta con los
posibles escenarios de transición energética que plantean Bazilian et al. (2019). Así,
en el caso “Technology breakthrough”, una matriz energética argentina aún
ampliamente basada sobre los fósiles significará una mayor desventaja competitiva
en términos de comercio internacional, es decir, retroalimentar la restricción
externa. Se agregará también el costo de tener inversiones hundidas en una
infraestructura de transporte, plantas de licuefacción y terminales portuarias para
exportar petróleo y gas cuando la demanda global de combustibles fósiles esté en
picada debido a un vuelco masivo hacia el uso de tecnologías limpias. Además,
según la velocidad de avance de esa transición energética, la construcción de esta
infraestructura podría verse truncada a mitad de camino sin siquiera haber
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
191
conseguido las exportaciones para repagarla. La oposición de importantes
miembros del congreso norteamericano en 2019 para que la Corporación para
Inversiones Privadas en el Extranjero de Estados Unidos financie proyectos en Vaca
Muerta (Cunningham, 2019, párr. 17), es una fuerte llamada de atención en este
sentido. Sería lógico que ante profundas rupturas tecnológicas a favor de las
energías renovables, los ya existentes compromisos de instituciones financieras para
dejar de invertir en fuentes fósiles se multipliquen (“World’s largest multilateral
banks ends fossils fuel financing”, 2019). Es menester también ver cómo se le
advierte a la Argentina desde un centro de estudios de energía del Texas lo que
implica el shale: una necesidad de flujos de inversión constantes para mantener la
producción y una mayor autonomía de los inversores ante las políticas públicas por
costos hundidos comparativamente menores con el petróleo y gas convencional
(Jones, Krane y Monaldi, 2020). Es decir menos autonomía para la Argentina ante
los flujos de inversión extranjeros.
Una transición energética “Dirty nationalism” no es menos retadora para un
proyecto de desarrollo apalancado sobre las exportaciones de Vaca Muerta. Pero en
este caso, el mayor problema vendrá de la sobreoferta de hidrocarburos a nivel
global amplificada por barreras proteccionistas. La reconfiguración del orden
mundial que observamos actualmente no está exenta de señales en esta dirección.
Así por ejemplo de la voluntad de Trump de implementar un “comercio
administrado” (Bown, 2020, párr. 6, traducción propia) en el cual entra el gas que la
Argentina busca exportar. De hecho, ni siquiera está claro que una eventual derrota
de Trump invierta este proceso de regulación del comercio internacional
(Santibañes, 2020, párr. 8). La sobreproducción de gas existente antes de la
pandemia de coronavirus ya mantenía los precios bajos y había puesto en dificultad
los productores en la cuna misma de la revolución del shale (Krauss, 2019). Con las
inversiones realizadas en países como Rusia, Catar y Australia para aumentar sus
exportaciones de gas hacia Asia y Europa (Marginedas, 2019; “Catar ampliara un
64% su producción de GNL”, 2019; Collen, 2019), la tarea será ardua,
independientemente del nivel de precios, para disputar estos mercados desde
América del Sur a estos productores que ya se benefician de una mayor proximidad
geográfica.
La persistencia de una sobreproducción de combustibles fósiles pero sin ascenso
proteccionista, en coexistencia con el desarrollo de las energías renovables incluso
en naciones con dirigentes escépticos sobre el cambio climático como Estados
Unidos y Brasil (Rathi y Hodge, 2020), validará el escenario “Muddling on”.
Mientras los mercados energéticos sigan relativamente abiertos y la conflictividad
existente al nivel global no escale, las perspectivas de desarrollo para la Argentina
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
192
gracias a Vaca Muerta serán menos desafiantes que en los escenarios precedentes.
La clave residirá en lograr aprovechar una ventana de oportunidad que se va
reduciendo con el tiempo y para la cual la competencia desde la región va creciendo
(Chakraborty y Kumar Singh, 2020; Urbasos Arbeloa, 2019). Pero tampoco se
puede ahorrar la tarea de identificar a los mercados razonablemente accesibles en
lugar de batir una nueva infraestructura costosa para ver luego donde es factible
exportar. En este sentido, el petróleo debería tener una ventaja sobre el gas por
requerir menos inversiones para su exportación. Pero como ya lo señalamos, es un
escenario inestable y tanto los efectos no lineales del calentamiento global (Bolton et
al., 2020, p. 68-71) como la constatación de haber pasado el pico de petróleo, no
porque faltaría reservas sino porque no sería viable su explotación económica
(Ahmed, 2020, párr. 7), podrían precipitar un giro en cualquier momento hacia otro
escenario.
Paradójicamente, es el escenario de transición “Big green deal” que luce como el más
favorable con la idea de un desarrollo de la Argentina gracias a Vaca Muerta.
Efectivamente, la urgencia de la situación económica local, la baja responsabilidad
histórica de la Argentina con su 0,51% de participación en el stock de GEI emitidos,
lejos detrás del 25% de Estados Unidos (Our World In Data, 2017), y sobre todo un
proceso de transición energética gradual y consensuada podría asegurar esta
ventana de oportunidad para el shale argentino. Claro está, que deberá constituirse
al mismo tiempo como el objeto de negociación para que la Argentina consiga las
herramientas para acoplarse gradualmente en esta transición energética.
Desafortunadamente, como lo analizamos anteriormente, se trata de una
eventualidad con probabilidad muy baja.
Pero existe un interrogante todavía más preocupante en la apuesta a Vaca Muerta:
su viabilidad misma más allá de los siempre posibles choques exógenos como el
visto en marzo de 2020. Una cuestión que ya venía planteando antes de esta crisis,
por ejemplo, el ex secretario de Energía y actual director del think tank Instituto
IAE “General Mosconi” (Lapeña, 2019; citado en Cunningham, 2019, párr. 22). Es
que el juego de comparación con el supuesto espejo norteamericano ya tenía
elementos para encender luces de alarma. Ahí, “las cuarenta compañías
independientes más grandes en petróleo y gas gastaron 200.000 millones de dólares
más de lo que ganaron” (Cunningham, 2019, párr. 24, traducción propia). Ahora
bien, además del voluntarismo de Trump para asegurarles mercados
internacionales, si las corporaciones que escaparon a la ola de quiebras del sector
shale norteamericano no vieron reducirse del todo el apoyo financiero de Wall
Street en 2019, es dudoso que la Argentina pueda disponer de las mismas
salvaguardias.
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
193
Por eso es necesario analizar más detenidamente las posibilidades de producción
reales en Vaca Muerta y evitarse malas sorpresas. Así, en uno de los escasos
informes públicos buscando ofrecer una visión completa para 2030 del sector
energético argentino, se plantea para esta fecha una producción en la Argentina de
614 kbbl/d de petróleo no convencional con un contexto de precios internacionales
moderados (Subsecretaria de Planeamiento Energético, 2019, p. 97). Pero por otro
lado, luego de comparar las características geológicas entre la formación de Vaca
Muerta, las de Wolfcamp (Permian), Eagle Ford y Bakken, el consultor petrolero
Laherrère proyectó un pico de producción del petróleo argentino no convencional
inferior a 150 kbbl/d (citado en Duterne, 2019, p. 18). Una posible explicación a
semejante diferencia viene por la modelización de las curvas de producción “tipo”
por pozo en el tiempo. Así, si se mira el perfil usado por la Subsecretaria de
Planeamiento Energético (2019, p. 101) se ve una caída del orden del 75% luego de
tres años. Pero la formación Wolfcamp presenta un descenso promedio observado
para el mismo periodo de 83,4% (Hughes, 2019, p. 59), la de Eagle Ford de 88,6%
(Hughes, 2019, p. 23) y la de Bakken de 88,7% (Hughes, 2019, p. 12). Ahora bien,
fue precisamente esta diferencia entre las proyecciones de producción y las curvas
observadas luego de los primeros años de explotación lo que empezó a levantar
fuertes dudas sobre la industria del shale en Estados Unidos, a pesar de la existencia
de precios moderados en aquel momento (Olson, Elliott y Matthews, 2019). Una
diferencia que se acentúa entre los primeros pozos y los últimos ya que aquellos
suelen ser los de mejor calidad (sweet spots). Algo que el analista financiero Hipple
resumió en definitiva de la siguiente manera: “el argumento comercial para el
fracking no ha sido probado. Es algo que produce mucho gas y petróleo pero no
efectivo” (citado en Cunningham, 2019, párr. 26, traducción propia).
No son pocos los que pronostican entonces tensiones a nivel global sobre los
mercados petroleros a mediano plazo. Así, para Hacquard et al. (2019), la
declinación de los recursos convencionales, la desinversión en el sector upstream, los
riesgos geopolíticos y la emergencia de un nuevo entorno marcado, por ejemplo,
por el desinterés de los talentos de la nueva generación hacia el sector hidrocarburo,
podría significar una escasez de petróleo para la mitad de esta década. Si bien esto se
traducirá en algún momento en un aumento de los precios de petróleo que podría
verse como favorable a sus productores, Hacquard et al. (2019, p. 11, traducción
propia) señalan que la consecuencia directa será otra “recesión económica mundial o
una crisis financiera”. Aquí reside toda la vulnerabilidad de la explotación no
convencional:
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
194
El sistema económico actual no puede mantener los precios del petróleo
por encima de los 100$ por barril y seguir creciendo, mientras que los
productores de la mayoría de los nuevos campos no pueden mantener
ganancias a precios tan bajos como 45$ por barril sin más préstamos.
(Ahmed, 2020, párr. 30, traducción propia).
Es de hecho la tesis de Giraud (citado en Auzanneau, 2014, párr. 5) según la cual
existe no solamente una elasticidad mucho mayor que la que postula la “economía
mainstream” entre el crecimiento económico y el consumo energético, sino que en la
relación de causalidad viene primero este último. Así, para Giraud (citado en
Auzanneau, 2014, párr. 8, traducción propia), hubo un “tercer choque petrolero” al
comienzo del siglo que, aunque pudo ser absorbido a la sazón por las bajas tasas de
interés, se trasladó luego con una incidencia mayor en la formación de la burbuja
financiera que estalló en 2007. De ahí, su conclusión sobre la necesidad de
convertirse en líder de transición energética hacia tecnologías limpias para luego
“exportar sus conocimientos al resto del mundo” (citado en Auzanneau, 2014, párr.
11, traducción propia).
Las energías renovables como vector de desarrollo
Con una reducción del costo de la energía eólica en 70% y de la energía solar en 89%
(Butler, 2020, párr. 2), la década pasada ha sido el teatro de una primera fase en la
historia de las renovables donde estas mostraron su capacidad para producir energía
a gran escala y finalmente de manera competitiva, es decir, sin subsidios. Vale
recordar que al inicio de esta fase, no pocos analistas afirmaban que estas dos
fuentes, por su intermitencia, no podrían llegar a tener una participación sustancial
en cualquier red eléctrica. Sin embargo, en 2018 se destacaron Dinamarca y
Uruguay, no por un apagón masivo, sino por tener una participación de fuentes
renovables intermitentes en su generación eléctrica superior al 60% y 30%
respectivamente (AIEa, 2019, p. 5). Es cierto que en ambos casos se beneficiaron del
acceso a la energía hidráulica, sea ésta propia o por interconexiones
transfronterizas, permitiendo un efecto estabilizador sobre las redes eléctricas por
su rápida disponibilidad.
La afirmación que las energías renovables tendrían un techo en su participación en
la matriz eléctrica debido a la intermitencia no se sostiene desde un punto de vista
técnico, y cada vez menos desde un punto de vista económico. Efectivamente, para
empezar se puede generar energía eléctrica a partir de fuentes renovables sin
ninguna intermitencia usando biomasa y biogás o nuevas tecnologías como la
termosolar. Además, y sobre todo para los países de gran extensión territorial, las
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
195
amplitudes climáticas simultáneas nivelan las curvas de generación de unidades
dispersas. Las interconexiones de las redes eléctricas es otra herramienta bien
conocida para mitigar las intermitencias (AIEa, 2019, p. 13). Pero una nueva
tendencia viene ahora con la concepción desde el inicio de proyectos de generación
eléctrica con tecnologías híbridas. Así, a pesar de que Estados Unidos desborda de
gas (Krauss, 2019, párr. 2), se multiplican ahí los proyectos combinando energía
solar, eólica y baterías de litio para desplazar plantas de gas más costosas (Spector,
2019, párr. 5; Roth, 2019, párr. 4). La coexistencia de curvas de costos decrecientes
para fuentes renovables intermitentes y baterías de litio, cuyos costos en términos
reales ya bajaron un 87% durante la década pasada (“Battery Pack Prices Fall As
Market Ramps Up With Market Average At $156/kWh In 2019”, 2019, párr. 1),
potencia esta tendencia solamente desde la lógica económica. Este avance de las
energías renovables acopladas con baterías de litio al detrimento del gas natural,
cuyo rol de “puente natural” hacia una matriz limpia se cuestiona cada vez más, es
constatado también por Nilles y Dyson (2019, párr. 4, traducción propia) en
“estados tan diversos como Michigan, Colorado, Indiana, Oregón, Carolina del
Norte y más”. Pero no es un fenómeno que se circunscribe a la potencia
norteamericana, al contrario, esta dinámica se observa en varias regiones del mundo
con sus especificidades. Así, Portugal, luego de haber batido récord de precios para
la energía solar en 2019, tiene previsto para 2023 la entrada en servicio de tres
presas. Una de 880 MW podrá funcionar en bombeo para servir de almacenamiento
cuando hay una sobreoferta de energía eléctrica (López de Benito, 2020). En el
comienzo de 2020, la licitación de un proyecto de 1,200 MW en India combinando
energía eólica, solar y almacenamiento hizo noticia también por dar precios más
competitivos que fuentes térmicas a pesar de las exigencias de despacho en horario
pico (Parikh, 2020, párr. 6). En Vietnam, donde el acceso a superficies terrestres
constituye el freno principal a la energía solar, se optó por desarrollar parques
solares flotantes sobre las presas existentes aprovechando así la infraestructura ya
disponible para el transporte eléctrico (Vietnam Business Fórum, 2019, p. 21-22).
La impronta dada también a la generación distribuida hizo que se instalara en
solamente dos años 350 MW sobre los techos vietnamitas, potencia que el gobierno
local quiere llevar a los 2,000 MW para fin de 2020 (Pham, 2020, párr. 6), es decir el
doble de la meta que se fijó la Argentina para el año 2030 con la ley 27.424 (Decreto
986/2018, art.2).
Existe otro factor para aumentar la participación de las energías renovables en la
matriz eléctrica a valores más altos todavía y que depende solamente de la voluntad
política: el diseño de los marcos regulatorios. En efecto, cuando se operacionaliza el
concepto de intermitencia, llegamos a la variable principal para la estabilidad de una
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
196
red eléctrica: la frecuencia en Hertz que no es otra cosa que el reflejo instantáneo del
balance entre oferta y demanda eléctrica. Si bien las unidades de generaciones
convencionales tienen más facilidades para mantenerla fija, es posible, y deseable a
partir de un cierto nivel de participación, que generadores con fuentes
intermitentes provean el mismo servicio. Así, la idea, que puebla desde años tesis de
ingenieros, de hacer funcionar los parques solares y eólicos en un punto de
funcionamiento subóptimo (“deloading”), para que dispongan de una reserva de
potencia y participen de esta manera en la regulación de frecuencia, ha sido objeto
de pruebas reales con éxito por Estados Unidos (AIEa, 2019, p. 12; Gevorgian y
O´Neill, 2016, p. 86). Se trata de un modo de funcionamiento que podría extenderse
a la generación distribuida con los incentivos adecuados. Esta mayor flexibilidad es
también lo que busca alcanzar el pujante paradigma de las “redes inteligentes”, a
través de una gestión de la demanda eléctrica en tiempo real acorde a la generación
gracias al uso de las nuevas tecnologías características de la “cuarta revolución
industrial” (Sergent, 2018, p. 194).
La electrificación masiva, respaldada por una generación con fuentes renovables, de
los consumos desde el hogar hasta los transportes debería ser entonces el objetivo
de la segunda fase de despliegue de estas energías (Butler, 2020, párr. 6). De
completarse esta segunda ola, el grado de conflictividad presente en las relaciones
internacionales determinará si se empujará más hacia el escenario “Technology
breakthrough” o “Big green deal”. Sin embargo, aun así, no será suficiente para
llegar a las tan anheladas metas de neutralidad en carbono que proclaman cada vez
mas corporaciones y unidades políticas. Queda la cuestión de todo un universo de
industrias pesadas, como por ejemplo la metalurgia, que por razones de procesos
difícilmente pueden ser electrificadas (Butler, 2020, párr. 7). Para esto se plantea el
caso del hidrógeno por sus cualidades para responder a este desafío. Así, este
elemento puede ser usado directamente para procesos de calentamiento, para
producir amoniaco y otros gases de síntesis, para ser licuado y transportado y hasta
usar directamente los gasoductos existentes (Butler, 2020, párr. 10). Además, a
través de las pilas de combustibles de hidrógeno, se puede motorizar vehículos de
transporte con mayor autonomía que con baterías eléctricas, lo que es más adecuado
para ciertos usos como los del sector rural o de la minería (Molloy y Baronett,
2019). Actualmente, esta molécula se produce mayoritariamente con combustibles
fósiles de tres maneras: “con reforma de vapor de metano (SMR), oxidación y
gasificación” (Molloy y Baronett, 2019, párr. 11, traducción propia). Si se captura y
almacena el CO2 resultante de estos procesos se habla entonces de “hidrógeno azul”
y en caso contrario de “hidrógeno gris”. Pero existe una cuarta posibilidad que es la
producción de “hidrógeno verde” por electrolisis del agua utilizando fuentes
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
197
renovables (Molloy y Baronett, 2019, párr. 11). Como lo destacan estos autores, el
“hidrógeno verde” tiene una utilidad más, que es la de usar los excedentes de
generación eléctrica por fuentes intermitentes, que se criticaron por generar precios
negativos al tener un costo marginal casi nulo, para almacenar hidrógeno para un
futuro uso que incluso puede ser la generación eléctrica. Gracias a sus propiedades
de vector energético, el “hidrógeno verde” ofrece una mayor flexibilidad a las redes
eléctricas. Pero tiene una desventaja que es un costo de producción todavía superior
al “hidrógeno gris”. Para ser más competitivo, el “hidrógeno verde” necesita mejoras
tecnológicas o bajas de costos en los procesos de electrolisis y de generación
eléctrica con fuentes renovables. Como lo vimos, ya hay una tendencia actual de las
energías renovables que nos encamina a ello pero esta podría verse acelerada por
políticas públicas especificas (Butler, 2020, párr. 18). Una posibilidad es que
potencias con un avance tecnológico en este sector impongan en sus zonas de
influencia precios al carbono de una magnitud suficiente para garantizar la
competitividad del “hidrógeno verde”, o que tal precio se logre coordinar a nivel
mundial.
Disponer de esta tecnología constituirá entonces una ventaja en caso de un
escenario “Technology breakthrough” pero también en el de “Dirty nationalism”
para articular asociaciones estratégicas y eludir impuestos al carbono con regiones
aplicando un proteccionismo verde. Lo será obviamente en el escenario “Big green
deal” para tener una mayor influencia en la negociación de su implementación.
Mientras tanto, Alemania avanza hacia estrategias para la producción masiva de
“hidrógeno verde” y busca ya “socios energéticos” (Schulz, 2020, párr. 18, traducción
propia) a sabiendas de que necesitará importaciones para cubrir su demanda
interna. Por otro lado, Japón desarrolla una industria del hidrógeno enfocada,
además del transporte, en “generar electricidad y agua caliente para el hogar”
(Peinado Lorca, 2019, párr. 11) y ya ha manifestado su interés por la Argentina al
firmar un “Memorándum de Cooperación en materia de hidrógeno para impulsar
su desarrollo como fuente de energía no contaminante” (Ministerio de Relaciones
Exteriores, Comercio Internacional y Culto, 2019, párr. 1).
Como lo afirmó la Cancillería en su comunicado, la Argentina se beneficia “de uno
de los mejores recursos de energía eólica del mundo, que puede ser utilizado para
producir hidrógeno limpio a gran escala y de forma competitiva” (Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, 2019, párr. 4). Ampliando la
mirada, además del potencial eólico, es realmente difícil encontrar otro país
juntando tantos factores naturales favorables a un despliegue de las energías
renovables como: una gran extensión territorial y recursos hídricos para mitigar la
intermitencia, una larga zona costera para el eólico offshore, regiones con fuerte
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
198
potencial solar ideal para la nueva tecnología termosolar, economías regionales
generando ya una biomasa aprovechable para la generación e importantes
yacimientos de litio, materia prima clave para una de las tecnologías de
almacenamiento de la energía eléctrica.
Si bien es cierto que la administración anterior logró un despegue de las energías
renovables con las rondas RenovAr que, a pesar de implementar contratos en
dólares, tendrían un impacto positivo sobre el balance comercial (Margulis, Balestro
y Golsdstein, 2019), no hubo una “agenda productiva” en términos de Steingart y
Coatz (2015, p. 77) para avanzar sustancialmente en el desarrollo del país. Así,
cuando no fueron objetos de causa judicial por “defraudación, negociaciones
incompatibles con la función pública, tráfico de influencias y lavado de activo”
(Morini, 2019, párr. 7), las licitaciones del sector renovable no abrieron un sendero
de desarrollo para la industria argentina a pesar de capacidades locales existentes en
el sector eólico (Massare, 2018). En palabras de Roger (citado en Massare, 2018,
párr. 28), se privilegió un esquema especulativo donde el “ganador obtiene un flujo
de caja garantizado” en lugar de ofrecer las mismas oportunidades para la industria
local que otrora permitieron a estos ganadores expandirse desde sus países de
origen. Esta perspectiva se reflejó también en el sector del transporte eléctrico
donde mientras no se lograba construir un solo kilometro de línea de extra alta
tensión, se adjudicaban licitaciones RenovAr sin siquiera tener asegurada la
capacidad de transporte (“Luego de cuatro años sin nuevas redes eléctricas, diseñan
el programa TransportAr”, 2019).
Según Pérez (2001, p. 19), las innovaciones tecnológicas se pueden descomponer en
distintas fases donde la primera de introducción, y la ultima de madurez,
constituyen oportunidades para países en desarrollo. Así, en la última fase se suele
observar una difusión de innovaciones maduras con costos menores desde los países
centrales hacia los más periféricos (Pérez, 2001, p. 21). En este sentido podría
aplicar el caso de la energía solar en su vertiente fotovoltaica donde el panel ya casi
es un commodity, o en la vertiente “calefón solar” que, como lo destaca Álvarez,
generaron una industria metalmecánica local aun en “economías que no son muy
competitivas” (citado en Heredia, 2019, párr. 21), como Grecia y Chipre.
Presuponiendo la capacidad de detectar la aparición de un nuevo “paradigma tecno-
económico” (Pérez, 2001, p. 16), la fase más interesante de las innovaciones
tecnológicas, en el sentido de abrir una autentica oportunidad para “dar un salto
adelante y alcanzar el desarrollo” (Pérez, 2001, p. 18), es obviamente la primera.
Para ello un ingrediente necesario es la capacidad de desarrollar tecnología, hecho
que ha sabido demostrar la Argentina con el “caso de desarrollo de una tecnología
capital intensiva, considerada “sensible” por los países centrales, en contexto de país
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
199
semiperiférico” (Blinder, 2017, p. 161) como lo fue la tecnología espacial antes
siquiera de que entre en su fase madura. Más recientemente, la Argentina ha
logrado también liderar el desarrollo de otra tecnología sensible durante su primera
fase en el nicho de pequeños reactores nucleares modulares (SMR por sus siglas en
inglés) con el proyecto CAREM (“Ratifican proyecto del reactor nuclear Carem”,
2020). En este sentido, el desarrollo de tecnología limpia en el sector energético
tendría la ventaja de no ser considerado como sensible, al menos mientras no se
relaciona la aptitud de tener una matriz energética limpia con la seguridad
internacional. Asimismo, enfocarse en favorecer la participación de las firmas
argentinas, permitiría lograr un desarrollo del país ligado a sus recursos naturales lo
que en términos de Schteingart y Coatz (2015, p. 76) podría ser una variante del
modelo de desarrollo “Escenario C: potenciar los recursos naturales y diversificar la
matriz industrial”. De este modo, el sector de la economía del conocimiento podría
encontrar salidas en el uso de “centrales virtuales” (Sergent, 2018, p. 194) si se
decide avanzar con la implementación de redes inteligentes. Con el incremento de
granjas eólicas y solares, se necesitará desarrollar una industria del reciclaje, lo que
para el segundo caso, de mayor complejidad, también podría significar cambios de
tecnología en el diseño del panel solar (Mayer, 2019, párr. 10). En cuanto al
hidrógeno, es menester señalar que la Argentina no arranca de cero con la
existencia de la segunda planta en capacidad de producción a nivel mundial de
“hidrógeno verde”, al menos hasta en 2019, de mano de la empresa Hychico (“El
proyecto de hidrógeno argentino que hace escuela en el mundo”, 2019, párr. 5).
Además del aspecto tecnológico es necesario tomar en cuenta el aspecto
termodinámico de las diferentes energías disponibles, sobre todo cuando se admite
que son sus posibilidades de consumo lo que impacta sobre el desarrollo de una
economía y no al revés (Auzanneau, 2014, párr. 7; Roger, 2019, p. 31). Así, a pesar
de necesitar más energía para generar un barril de petróleo no convencional que
uno convencional, es decir menos energía neta para la sociedad, la producción
masiva de shale hizo bajar la cotización del petróleo en la década pasada. Agregando
a esto la variable geopolítica (Auzanneau, 2014, párr. 4), constatamos que la señal
precio de este insumo clave para el funcionamiento de la economía no refleja su
rendimiento energético (Roger, 2019, p. 5). Enfocándose entonces sobre la “Tasa de
Retorno Energético (TRE)” (Roger, 2019, p. 34), el autor muestra que los
hidrocarburos sufren una TRE declinante mientras que las energías renovables una
creciente. De ahí su conclusión sobre:
La existencia de un vector potencial de desarrollo de competitividad para
países con buenas dotaciones de recursos naturales, ya que seleccionar
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
200
fuentes energéticas para la matriz con altos y crecientes TRE tiene un
impacto directo en la productividad global del país (Roger, 2019, p. 37).
Luego, al combinar la dimensión termodinámica de los recursos energéticos de la
Argentina con una dimensión ligada al desarrollo industrial tecnológico, Roger
(2019, p. 51) propone un modelo para evaluar las energías de mayor impacto para
un desarrollo de la Argentina. El resultado se presenta en un plano cuyo cuadrante
superior derecho representa la zona de mayor potencial en ambas dimensiones y
donde figuran la energía eólica y la termosolar (de concentración con almacenaje).
Algo particularmente alentador también para el desarrollo de “hidrógeno verde”.
Lograr desarrollar capacidad en tecnología limpia es de evidente interés para que la
Argentina tenga la mejor inserción posible en un mundo donde se habría
concretizado el escenario “Technology breakthrough”. Es por lo tanto preocupante
que el proceso actual de valor agregado al litio en la Argentina sea de débil
participación nacional cuando debería ser el objeto de un “proceso de apropiación y
conducción soberana del recurso primario y una planificación estratégica e integral
para su industrialización” (Sanchez, 2020, párr. 24). De esta forma, la Argentina
podría incluso construir un vehículo regional basado en el interés compartido de
poner en valor los recursos energéticos que se encuentran repartidos en la región y
así evitar una “doble dependencia en relación a Estados Unidos y China” (Tokatlian,
2019, párr. 32), algo dramático para afrontar el escenario “Technology
breakthrough”. Como lo mencionamos anteriormente, conseguir una relativa
autonomía en tecnologías limpias también tendrá sus ventajas en los demás
escenarios incluso donde las energías fósiles seguirán predominantes.
Efectivamente, los rendimientos energéticos superiores que ofrecen las energías
renovables, serán una ventaja tanto para el desarrollo del país como para el
comercio exterior. Finalmente, para tratar de captar el nuevo proceso histórico al
cual nos lleva el calentamiento global, pensar con las estructuras históricas de Cox
(1981) podría ser de gran ayuda. En este sentido, no hay que subestimar el potencial
trastorno del cambio climático sobre las fuerzas sociales y las ventajas de tener una
matriz energética limpia para sostener una cierta forma de Estado y atravesar de la
mejor manera una eventual redefinición del orden mundial.
Consideraciones finales
Con las cotizaciones de los hidrocarburos en picada al momento de escribir estas
líneas, tanto por un contexto de recesión mundial por el coronavirus como por un
conflicto entre grandes potencias para disputarse estos mercados, parece haberse
esfumado la idea de Vaca Muerta como salvavidas de la Argentina. Sin embargo,
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
201
una eventual recuperación de la demanda global y una redistribución de las cuotas
de los mercados de hidrocarburos que satisfaga los grandes productores podrían
significar la vuelta a precios moderados o altos a mediano plazo. No obstante, sería
un error no aprender de las lecciones de este cimbronazo. De lograr relanzarse la
economía mundial, la problemática del calentamiento global volverá a tener un
impacto fuerte tanto en el sector energético como en las relaciones internacionales.
Deberíamos, por ejemplo, prestar más atención a los informes señalando que la
explotación de gas no convencional aumentó significativamente las emisiones de
metano en la atmosfera, cuyo efecto invernadero es mucho mayor que el del CO2
(Ambrose, 2019, párr. 3). En este sentido, ¿qué pasaría si el gas, que ya venía
perdiendo terreno en los Estados Unidos (Krauss, 2019; Nilles y Dyson, 2019) a
pesar del sostén de su primer mandatario, sea más bien visto en un futuro como una
amenaza para la paz, en claves de Walt (2019), que como el puente hacia una matriz
energética renovable?
Vimos en este trabajo que aun en los escenarios donde seguirán predominando las
energías fósiles a nivel mundial, la política exterior, como contracara del modelo de
desarrollo argentino, deberá afrontar la voluntad de productores de hacer valer sus
recursos en hidrocarburos más competitivos, de otros beneficiándose de rentas
diferenciales superiores con las energías renovables, de barreras comerciales sea
para limitar los GEI o para asegurarse mercados, o de una combinación de todo
esto. En este sentido, Vaca Muerta podría representar más una vulnerabilidad que
una plataforma genuina de desarrollo para la Argentina por más que los precios de
los hidrocarburos vuelvan a reflotarla. Es cierto que existe una alta dependencia de
la Argentina en hidrocarburos, pero tal vez sea preferible empezar a trabajar para
reducirla seriamente desde ya y mientras tanto, no olvidarse de otras alternativas
disponibles (Varela, 2020) para navegar una transición energética antes de poner
todas las fichas sobre esta formación no convencional. La crisis actual debería ser
entonces el disparador para replantear nuestras políticas energéticas tomando en
cuenta escenarios futuros como los de Bazilian et al. (2019) en lugar de buscar
reproducir hitos del pasado como el caso noruego (Schteingart y Coatz, 2015).
El enorme potencial para desarrollar en la Argentina una nueva matriz productiva a
partir de sus recursos renovables no debe ser subestimado como opción de
relanzamiento de la economía. Asimismo, tiene la ventaja de aumentar los
márgenes de autonomía de la Argentina en el plano internacional de acuerdo a los
escenarios de Bazilian et al. (2019). Es cierto que mientras no se consiga reordenar
la macroeconomía y más particularmente el abultado endeudamiento que el propio
Fondo Monetario Internacional (FMI, 2020, párr. 6) considera como insostenible,
los obstáculos parecerían ser demasiado grandes. Pero no se puede soslayar que el
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
202
factor tiempo juega en contra para lograr un salto cualitativo en el desarrollo del
país y en su inserción en un orden mundial donde el dominio de nuevas tecnologías
limpias puede disparar una redistribución de poder significante. Aun con recursos
limitados, es posible avanzar con políticas públicas sentando un cambio de
paradigma. A nivel institucional, una señal fuerte vendría con un plan de
coordinación nacional entre las distintas agencias estatales y centros de
investigación tanto públicos como privados para el desarrollo de tecnologías
limpias. El diseño de la matriz eléctrica podría pensarse, desde ya, con incentivos
que favorecen proyectos de tecnología híbrida. Finalmente, la política exterior
debería tratar de explorar las posibilidades de relanzar una integración regional
sobre el interés compartido de agregar valor y crear clústeres de tecnología limpia a
nivel local.
Para evaluar el riesgo sistémico financiero de origen climático, autores del Banco de
Pagos Internacionales, más conocido como el “Banco central de los bancos
centrales” y del cual es miembro el Banco Central de la República Argentina,
proponen una declinación del concepto bien conocido de “cisne negro” para el de
“cisne verde” (Bolton et al., 2020, p. 3). Este último comparte con su predecesor
riesgos no lineales con profundas incertidumbres, una probabilidad de ocurrencia
no reflejada en el pasado y la posibilidad de tomar valores extremos. Pero se
diferencia en la medida de que, a pesar de haber todavía incertidumbre sobre el
momento y la naturaleza de los impactos del cambio climático, no hay dudas sobre
su materialización en el futuro, sus consecuencias son más graves que las de otras
crisis financieras sistémicas y tiene efectos imprevisibles sobre las dinámicas
medioambientales, geopolíticas, económicas y sociales (Bolton et al., 2020, p. 3).
Para relevar este desafío, es entonces necesario “una ruptura epistemológica”
(Bolton et al., 2020, p. 42, traducción propia), cuya condición de posibilidad arranca
rompiendo al menos con una cierta inercia cognitiva. Dicho de otra forma, hay que
empezar urgentemente a superar lo que Carney llama “la tragedia del horizonte”
(citado en Bolton et al., 2020, p. 11, traducción propia). Posiblemente esta ruptura
epistemológica a la cual nos obliga la problemática del calentamiento global, no se
circunscriba al análisis económico y sea transversal a todas las ciencias sociales.
Referencias bibliográficas
Agencia Internacional de la Energía (2019a). Status of Power System Transformation
2019. Power system flexibility. (Recuperado de: https://webstore.iea.org/status-of-
power-system-transformation-2019-power-system-flexibility)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
203
Agencia Internacional de la Energía (2019b). The Future of Hydrogen. Seizing today’s
opportunities. (Recuperado de: https://www.iea.org/reports/the-future-of-
hydrogen)
Agencia Internacional de las Energías Renovables (2019). Global energy
transformation: A roadmap to 2050. (Recuperado de: https://www.irena.org/-
/media/Files/IRENA/Agency/Publication/2019/Apr/IRENA_Global_Energy_Tra
nsformation_2019.pdf)
Ahmed, N. (4 de febrero de 2020). Government Agency Warns Global Oil Industry
Is On the Brink of a Meltdown. Vice. (Recuperado de:
https://www.vice.com/en_us/article/8848g5/government-agency-warns-global-
oil-industry-is-on-the-brink-of-a-meltdown)
Ambrose, J. (14 de agosto de 2019). Fracking causing rise in methane emissions,
study finds. The Guardian. (Recuperado de:
https://www.theguardian.com/environment/2019/aug/14/fracking-causing-rise-
in-methane-emissions-study-finds)
Auzanneau, M. (19 de abril de 2014). Gaël Giraud, du CNRS : « Le vrai rôle de
l’énergie va obliger les économistes à changer de dogme ». Le Monde. (Recuperado
de: https://www.lemonde.fr/blog/petrole/2014/04/19/gael-giraud-du-cnrs-le-
vrai-role-de-lenergie-va-obliger-les-economistes-a-changer-de-dogme/)
Battaleme, J. (6 de enero de 2020). Sudamérica junto a Europa, la llave para escapar
al dilema de la bipolaridad. El Cronista. (Recuperado de:
https://www.cronista.com/columnistas/Sudamerica-junto-a-Europa-la-llave-para-
escapar-al-dilema-de-la-bipolaridad-20200106-0022.html)
Battery Pack Prices Fall As Market Ramps Up With Market Average At $156/kWh
In 2019. (3 de diciembre de 2019). BloombergNEF. (Recuperado de:
https://about.bnef.com/blog/battery-pack-prices-fall-as-market-ramps-up-with-
market-average-at-156-kwh-in-2019/)
Bazilian, M., Bradshaw, M., Goldthau, A., Westphal, K. (1 de mayo de 2019): Model
and manage the changing geopolitics of energy. Nature. (Recuperado de:
https://www.nature.com/articles/d41586-019-01312-5)
Blinder, D. (2017). Argentina en el espacio: política internacional en relación a la
política tecnológica y el desarrollo industrial. Revista de Relaciones Internacionales,
Estrategia y Seguridad, 12 (1), 159-183.
Bolton, P., Despres, M., Pereira Da Silva, L., Samama, F., Svartzman, R. (2020). The
green swan. Central banking and financial stability in the age of climate change. Bank for
International Settlements. (Recuperado de: https://www.bis.org/publ/othp31.pdf)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
204
Bown, C., P. (21 de enero de 2020). Unappreciated hazards of the US-China phase one
deal. Washington DC: Peterson Institute for International Economics. (Recuperado
de: https://www.piie.com/blogs/trade-and-investment-policy-
watch/unappreciated-hazards-us-china-phase-one-deal)
Butler, N. (3 de febrero de 2020). It is time to unlock the potential of hydrogen.
Financial Times. (Recuperado de: https://www.ft.com/content/8505cb1c-4354-
11ea-abea-0c7a29cd66fe)
Catar ampliara un 64% su producción de GNL (1 de diciembre de 2019). Rio Negro.
(Recuperado de https://www.rionegro.com.ar/qatar-ampliara-un-64-su-
produccion-de-gnl-1186419/)
Chakraborty, D., Kumar Singh, R. (23 de enero de 2020). Brazil to Stay Out of
OPEC to Make the Most of Output Expansion. Bloomberg. (Recuperado de:
https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-01-23/brazil-to-stay-out-of-
opec-to-make-the-most-of-output-expansion)
Collen, V. (22 de noviembre de 2019). L’Europe, pleine à ras bord de gaz. Les Echos.
(Recuperado de: https://www.lesechos.fr/industrie-services/energie-
environnement/leurope-pleine-a-ras-bord-de-gaz-1149915)
Cox, R.W. (1981). Social Forces, States and World Orders: Beyond International
Relations Theory. Millennium-Journal of International Studies, 10 (2), 126–155.
Cunningham, N. (12 de diciembre de 2019). Argentina wants a fracking boom. The
US offers a cautionary tale. Desmog. (Recuperado de:
https://www.desmogblog.com/2019/12/12/argentina-fracking-vaca-muerta-vista-
us-caution)
Decreto 986/2018. Boletín oficial de la República Argentina, C.A.B.A., 01 de
noviembre de 2018.
Duterne, H. (2019). Le développement du pétrole non conventionnel en Argentine. ASPO
France. (Recuperado de https://aspofrance.org/2019/10/19/le-developpement-du-
petrole-non-conventionnel-en-argentine-hugo-duterne-2-octobre-2019/)
El proyecto de hidrógeno argentino que hace escuela en el mundo. (22 de mayo de
2019). EconoJournal. (Recuperado de: https://econojournal.com.ar/2019/05/el-
proyecto-de-hidrogeno-argentino-que-hace-escuela-en-el-mundo/)
Ferrer, I. (20 de diciembre de 2019) El Supremo holandés obliga al Gobierno a
reducir las emisiones de CO2 en una sentencia histórica. El País. (Recuperado de:
https://elpais.com/sociedad/2019/12/20/actualidad/1576836454_833657.html)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
205
Fondo Monetario Internacional (19 de febrero de 2020). IMF Staff Statement on
Argentina. Información para la Prensa Nº: 20/57. (Recuperado de:
https://www.imf.org/en/News/Articles/2020/02/19/pr2057-argentina-imf-staff-
statement-on-argentina)
Fundación Meridiano (2019). Argentina en el mundo: construir autonomía en la
incertidumbre global. Claves para una política exterior del siglo XXI. Documento de
presentación. Buenos Aires: Fundación Meridiano.
Gergis, J. (3 de enero de 2020). We are seeing the very worst of our scientific
predictions come to pass in these bushfires. The Guardian. (Recuperado de:
https://www.theguardian.com/commentisfree/2020/jan/03/we-are-seeing-the-
very-worst-of-our-scientific-predictions-come-to-pass-in-these-
bushfires?CMP=Share_iOSApp_Other)
Gevorgian, V., O’Neill, B. (2016). Advanced Grid-Friendly Controls Demonstration
Project for Utility-Scale PV Power Plants. Denver: National Renewable Energy
Laboratory. (Recuperado de: www.nrel.gov/docs/fy16osti/65368.pdf)
Hacquard, P., Simoën, M., Hache, E. (2019). Is the oil industry able to support a
world that consumes 105 million barrels of oil per day in 2025? Oil & Gas Science
Technology, 74 (88), 1-11.
Heredia, F. (26 de noviembre de 2019). Las renovables pueden generar muchos más
empleos que Vaca Muerta. La Política Online. Recuperado de:
https://www.lapoliticaonline.com/nota/123159-las-renovables-pueden-generar-
muchos-mas-empleos-que-vaca-muerta/)
Hughes, J.D. (2019). Shale Reality Check. Corvallis: Post Carbon Institute.
Recuperado de: https://www.postcarbon.org/publications/shale-reality-check-
2019/
Jones, M. P., Krane, J., Monaldi, F. (21 de enero de 2020). Ojo, el shale es distinto.
Clarín. (Recuperado de: https://www.clarin.com/opinion/ojo-shale-
distinto_0_huIn07rw.html)
Kerry, J., Khanna, R. (9 de diciembre de 2019). Don´t Let China Win the Green
Race. The New York Times. (Recuperado de
https://www.nytimes.com/2019/12/09/opinion/china-renewable-energy.html)
Krauss, C. (11 de diciembre de 2019). Natural Gas Boom Fizzles as a U.S. Glut Sinks
Profits. The New York Times. (Recuperado de:
https://www.nytimes.com/2019/12/11/business/energy-environment/natural-
gas-shale-chevron.html)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
206
Lapeña, J. (5 de septiembre de 2019). El congelamiento del precio de la nafta abre la
caja de Pandora. Clarín. (Recuperado de:
https://www.clarin.com/opinion/congelamiento-precio-nafta-abre-caja-
pandora_0_ho5HBzBXt.html)
López de Benito, J. (29 de enero de 2020). Portugal alberga una de las mayores
gigabaterías de Europa. Energy News. (Recuperado de:
https://www.energynews.es/complejo-de-tamega-portugal/)
Luego de cuatro años sin nuevas redes eléctricas, diseñan el programa TransportAr.
(22 de octubre de 2019). EconoJournal. (Recuperado de:
https://econojournal.com.ar/2019/10/luego-de-cuatro-anos-sin-nuevas-redes-
electricas-disenan-el-nuevo-plan-transportar/)
Marginedas, M. (2 de diciembre de 2019). Moscú y Pekín estrechan lazos con un
nuevo gasoducto que proveerá a China. El Periódico. (Recuperado de:
https://www.elperiodico.com/es/internacional/20191202/putin-xi-jinping-
inauguran-gasoducto-llevara-gas-ruso-china-7759452)
Massare, B. (22 de marzo de 2018). Fabrizo: “Hay un camino clausurado para los
fabricantes locales de aerogeneradores”. TSS. (Recuperado de:
http://www.unsam.edu.ar/tss/fabrizio-hay-un-camino-clausurado-para-los-
fabricantes-locales-de-aerogeneradores/)
Mayer, T. (25 de agosto de 2019). The Recycling Challenge of Solar Power. Energy
Central. (Recuperado de: https://www.energycentral.com/c/um/recycling-
challenge-solar-power)
Ministerio de Energía y Minería (2017). Mercado de Litio. Situación actual y
perspectivas. Informe especial. (Recuperado de:
http://cima.minem.gob.ar/assets/datasets/marzo_2017_-
_informe_especial_litio_.pdf)
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto (27 de
septiembre de 2019). La Argentina y Japón trabajarán juntos en el desarrollo del
hidrógeno como combustible limpio. Información para la Prensa Nº: 371/19.
(Recuperado de: https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/la-
argentina-y-japon-trabajaran-juntos-en-el-desarrollo-del-hidrogeno-como?page=)
Molloy, P., Baronett, L. (20 de agosto de 2019). The Truth About Hydrogen. Basalt:
Rocky Mountain Institute. (Recuperado de: https://rmi.org/the-truth-about-
hydrogen/)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
207
Morini, G. (4 de julio de 2019). Aparece una offshore detrás de la causa “parques
eólicos”. Ámbito. (Recuperado de: https://www.ambito.com/politica/mauricio-
macri/aparece-una-offshore-detras-la-causa-parques-eolicos-n5040846)
Nilles, B., Dyson, M. (8 de noviembre de 2019). Rethinking Future Investments in
Natural Gas Infrastructure. Green Tech Media. (Recuperado de:
https://www.greentechmedia.com/articles/read/rethinking-future-investments-
in-natural-gas-infrastructure)
Olson, B., Elliott, R, Matthews, C.M. (2 de enero de 2019). Fracking’s Secret
Problem – Oil Wells Aren’t Producing as Much as Forecast. The Wall Street Journal.
(Recuperado de: https://www.wsj.com/articles/frackings-secret-problemoil-wells-
arent-producing-as-much-as-forecast-11546450162)
Our World In Data (2017). Share of global cumulative CO2 emissions. (Recuperado de:
https://ourworldindata.org/grapher/share-of-cumulative-co2)
Parikh, A. (31 de enero de 2020). Greenko, ReNew Win SECI’s 1.2 GW Solar,
Wind Auction with Storage for Peak Power Supply. Mercom India. (Recuperado de:
https://mercomindia.com/greenko-renew-win-seci-solar-wind-auction-with-
storage/)
Peinado Lorca, M. (27 de noviembre de 2019). Ya está aquí el hidrógeno, la energía
del futuro. The Conversation. (Recuperado de: http://theconversation.com/ya-esta-
aqui-el-hidrogeno-la-energia-del-futuro-124796)
Peinado Lorca, M. (8 de enero de 2020). Australia arde mientras sus dirigentes se
aferran al carbón. Ya está aquí el hidrógeno, la energía del futuro. The Conversation.
(Recuperado de: https://theconversation.com/australia-arde-mientras-sus-
dirigentes-se-aferran-al-carbon-129601)
Perez, C. (2001). Cambio tecnológico y oportunidades de desarrollo como blanco
móvil. Santiago de Chile. Revista de la Cepal, (75). (Recuperado de:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/34861/1/S2001538_es.pdf)
Pham, L. (10 de enero de 2020). EVN allowed to continue buying rooftop solar
power. Hanoi Times. (Recuperado de: http://hanoitimes.vn/evn-allowed-to-
continue-buying-rooftop-solar-power-300759.html)
Rathi, A., Hodges, J. (16 de enero de 2020). Even Under Trump, U.S. Renewable
Investment Hit a Recording in 2019. Bloomberg. (Recuperado de:
https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-01-16/even-under-trump-u-s-
renewable-investment-hits-a-record)
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
208
Ratifican proyecto del reactor nuclear Carem (29 de enero de 2020). El Economista.
(Recuperado de: https://www.eleconomista.com.ar/2020-01-ratifican-proyecto-
del-reactor-nuclear-carem/)
Roger, D. (2019). Una nueva matriz energética para Argentina: rentas
termodinámicas y desarrollo industrial, tecnológico y científico. Realidad económica,
(328), 27-58.
Roth, S. (10 de septiembre de 2019). Los Angeles Oks a deal for record-cheap solar
power and battery storage. Los Angeles Times. (Recuperado de:
https://www.latimes.com/environment/story/2019-09-10/ladwp-votes-on-eland-
solar-contract)
Sanchez, A. (6 de febrero de 2020). Transformando la matriz energética mundial: la
importancia estratégica del Triangulo del Litio. Observatorio de Coyuntura
Internacional y Política Exterior. (Recuperado de: https://ocipex.com/el-litio-
recurso-indispensable-para-la-transicion-energetica/)
Santibañes, F. (15 de febrero de 2020). ¿Son importantes las elecciones en Estados
Unidos? Infobae. (Recuperado de:
https://www.infobae.com/america/opinion/2020/02/15/son-importantes-las-
elecciones-en-estados-unidos/)
Schteingart, D., Coatz, D. (2015). ¿Qué modelo de desarrollo para la Argentina?
Boletín Informativo Techint, (349), 49-88.
Schulz, F. (22 de julio de 2019). Von der Leyen’s French inspiration on climate
protection. Euractiv. (Recuperado de: https://www.euractiv.com/section/energy-
environment/news/von-der-leyen-inspired-by-frances-long-held-climate-
protection-ideas/)
Schulz, F. (3 de febrero de 2020). Germany floats draft hydrogen strategy ahead of
EU Presidency. Euractiv. (Recuperado de:
https://www.euractiv.com/section/energy-environment/news/germany-floats-
draft-hydrogen-strategy-ahead-of-eu-presidency/)
Sergent, A. (2018). Generación distribuida: ¿En vísperas de una revolución
copernicana? Revista argentina de derecho de la energía, hidrocarburos y minería, 17,
187-196.
Simonoff, A (2004). Perspectivas para nuestra política exterior. Politikós: Revista de
estudios políticos e internacionales, (3), 111-122.
Spector, J (25 de julio de 2019). ‘Cheaper Than a Peaker’: NextEra Inks Massive
Wind+Solar+Storage Deal in Oklahoma. Green Tech Media. (Recuperado de:
Perspectivas Revista de Ciencias Sociales
ISSN 2525-1112 | Año 5 No. 9 Enero- Junio 2020, pp. 184-209
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
209
https://www.greentechmedia.com/articles/read/nextera-inks-even-bigger-
windsolarstorage-deal-with-oklahoma-cooperative#gs.4fkibk)
Subsecretaria de Planeamiento Energético (2019). Escenarios Energéticos 2030.
Documento de Síntesis. Noviembre de 2019. (Recuperado de:
http://www.energia.gob.ar/contenidos/archivos/Reorganizacion/planeamiento/20
19-11-14_SsPE-SGE_Documento_Escenarios_Energeticos_2030_ed2019_pub.pdf )
Tokatlian, J. (Febrero de 2019). América Latina camina hacia la debilidad y la
desintegración. Nueva Sociedad. (Recuperado de: https://nuso.org/articulo/america-
latina-camina-hacia-la-debilidad-y-la-desintegracion/)
Urbasos Arbeloa, I. (11 de febrero de 2019). La nueva Guyana petrolera y su
proyección internacional. Global Affairs. (Recuperado de
https://www.unav.edu/web/global-affairs/detalle/-/blogs/la-nueva-guyana-
petrolera-y-su-proyeccion-internacional)
Varela, D. (19 de marzo de 2020). Petróleo y Malvinas, en épocas de cambio. Más
Energía. (Recuperado de: https://mase.lmneuquen.com/malvinas/petroleo-y-
malvinas-epocas-cambio-n691384)
Verdes y conservadores, el extraño matrimonio austríaco (2 de Enero de 2020).
Cenital. (Recuperado de: https://www.cenital.com/2020/01/02/verdes-y-
conservadores--el-extra%C3%B1o-matrimonio-austriaco/64618)
Vietnam Business Forum (2019). Made in Vietnam Energy Plan 2.0. Power and energy
working group. (Recuperado de https://www.amchamvietnam.com/wp-
content/uploads/2019/08/MVEP-2.0_final_ENG-9-Aug.pdf )
Walt, S. (5 de agosto de 2019). Who Will Save the Amazon (and How) ? Foreign
Policy. (Recuperado de: https://foreignpolicy.com/2019/08/05/who-will-invade-
brazil-to-save-the-amazon/)
World’s largest multilareal banks ends fossils fuel financing (14 de noviembre de
2019). Bankwatch Network. (Recuperado de:
https://bankwatch.org/press_release/world-s-largest-multilateral-bank-ends-
fossil-fuels-financing)