To contribute significantly to environmental policy of the next century, conservationists will need to reach a consensus on their fundamental values and goals and to persuade society to adopt them. Resolution of the debate over the continued role of naturalness as a guiding concept has important implications for how conservation is practiced and the future of the discipline. I examine five aspects of naturalness in the context of biological conservation: (1) its utility, (2) its assessment, (3) its relation to values and ethics, (4) alternative imperatives, and (5) implications of adopting it as a guiding concept. Naturalness can be viewed as a continuous gradient with completely natural and completely artificial extremes. Human actions are unnatural to the extent that they rely on technology to transform natural ecosystems. The ecological consequences of technological transformation often overwhelm the capacity of other biota to adapt and are a root cause of biodiversity loss. The naturalness of most ecosystems or ecosystem alterations can be assessed objectively despite imperfect knowledge if evolutionary limits and natural ranges of variability are carefully considered. Most conservationists value naturally evolved biotic elements such as genomes and communities over artificial elements. This judgment, which is not shared by society at large, is based on intrinsic and instrumental values, including respect for nature and recognition that many ecosystem amenities stem from natural processes. Given the wide accessibility of ecologically destructive technology, fundamental shifts in societal values and approaches to ecosystem alteration are needed to achieve conservation. Respect for nature must supplant the prevailing world view of human superiority. Although sometimes difficult to assess, naturalness is a more reasonable guide for conservation than are other ecosystem features such as diversity, productivity, or evolution, and naturalness is the foundation for several current conservation concepts such as ecological integrity and ecological restoration. Conservation biologists can help develop conservation practices and ethics that emphasize the importance of natural ecosystems. Key roles include refining distinctions between natural and anthropogenic conditions, devising ways to use ecosystems without losing biotic diversity, and facilitating shifts in societal values toward more respect for nature.
Resumen: Para contribuir significativamente a la política ambiental del próximo siglo, los conservacionistas necesitarán alcanzar un consenso en sus valores fundamentales y sus metas y persuadir a la sociedad para adoptarlas. La solución del debate sobre el papel continuo de lo natural como concepto guía tiene implicaciones importantes sobre el cómo la conservación debe ser practicada y el futuro de la disciplina. Examiné cinco aspectos de lo natural en el contexto de la conservación biológica: 1) su utilidad, 2) su evaluación, 3) su relación con valores y éticas, 4) imperativos alternativos y 5) implicaciones de su adopción como concepto guía. Lo natural puede ser visto como un gradiente continuo con extremos completamente naturales y completamente artificiales. Las acciones humanas son no-naturales al extremo que dependen de la tecnología para transformar ecosistemas naturales. Las consecuencias ecológicas de la transformación tecnológica frecuentemente sobrepasan la capacidad de otra biota para adaptarse y son las raíces de las causas de la pérdida de biodiversidad. Lo natural de la mayoría de los ecosistemas o las alteraciones a los ecosistemas pueden ser evaluados objetivamente a pesar de las imperfecciones en el conocimiento si los límites evolutivos y los rangos naturales de variabilidad son considerados cuidadosamente. La mayoría de los conservacionistas valoran elementos bióticos que evolucionaron naturalmente, tales como genomas y comunidades, sobre los elementos artificiales. Este juicio, que no es compartido con la sociedad ampliamente, se basa en valores intrínsecos e instrumentales, incluyendo el respeto por la naturaleza y el reconocimiento de que muchas características del ecosistema parten de procesos naturales. Dada la amplia accesibilidad a la tecnología ecológicamente destructiva, se necesitan cambios fundamentales en los valores sociales y las aproximaciones a la alteración de ecosistemas para alcanzar la conservación. El respeto por la naturaleza debe reemplazar la visión mundial prevalente de superioridad humana. Aunque algunas veces es difícil de evaluar, lo natural es una guía más razonable para la conservación que cualquier otra característica del ecosistema como lo son la diversidad, la productividad, o la evolución y es la fundación para diversos conceptos actuales de conservación (integridad ecológica, restauración ecológica). Los biólogos conservacionistas pueden ayudar a desarrollar prácticas y éticas que enfaticen la importancia de los ecosistemas naturales. Los papeles clave incluyen la definición de distinciones entre condiciones naturales y antropogénicas, la delimitación de formas para utilizar los ecosistemas sin ocasionar pérdidas de la diversidad biótica y el facilitar cambios en los valores sociales hacia un mayor respeto por la naturaleza.