Available via license: CC BY 4.0
Content may be subject to copyright.
1
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA Y LA SOCIEDAD
Resumen
En el presente artículo abordaremos el tema del trabajo secretarial como una labor relegada históricamente a la mujer, en donde se
generan diferentes experiencias sensoriales relacionadas con medios tecnológicos. Al respecto, articularemos un análisis en diversos
sentidos. En primer lugar, tematizaremos la división sexual del trabajo que designa oficios para mujeres, como en este caso el secretarial.
En segundo lugar, recuperaremos la idea de cómo los sentidos siguen un orden social en la designación según el género y la profesión.
En tercer lugar, detallaremos las labores realizadas en este quehacer profesional: en él se da una involucración del cuerpo en consonancia
con la tecnología, cuyo encuentro puede considerarse una experiencia sensible, en términos de Merleau-Ponty, pero también, a su vez,
un disciplinamiento de los cuerpos para llevar a cabo las tareas designadas, una cuestión que abordaremos apoyándonos en Mauss y
Foucault. Finalmente, destacaremos la aportación que la secretaria procura a través de diferentes técnicas corporales como la taquigrafía,
la mecanografía, la toma de dictado o la edición de textos, acciones todas ellas generadoras de una escritura específica que contiene
una construcción, apropiación y significado de la relación del trabajo femenino con la tecnología.
Palabras clave
división sexual del trabajo, estudios sensoriales, secretaria, estudios sobre el cuerpo, experiencia sensible
Sección especial: “Sentidos, emociones y artefactos: enfoques relacionales”
La escritura de la secretaria: un ejercicio
femenino sintiente
Paola Thompson
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)
Fecha de presentación: noviembre de 2019
Fecha de aceptación: mayo de 2020
Fecha de publicación: julio de 2020
CITA RECOMENDADA
THOMPSON, Paola (2020). “La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente”. En: SABIDO, Olga. “Sentidos,
emociones y artefactos: enfoques relacionales” [artículo en línea]. Digithum, n.º 25, págs. 1-8. Universitat Oberta de
Catalunya y Universidad de Antioquia. [Fecha de consulta: dd/mm/aa]. ˂http://doi.org/10.7238/d.v0i25.3208˂
Los textos publicados en esta revista están sujetos –si no se indica lo contrario– a una licencia de Reconocimiento
4.0 Internacional de Creative Commons. La licencia completa se puede consultar en https://creativecommons.
org/licenses/by/4.0/deed.es
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
2
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
The writing of the secretary: a female sentient exercise
Abstract
This article addresses the issue of secretarial work as a job historically consigned to women, where different sensory experiences related
to technological means are generated. The work follows various paths of analysis. Firstly, it sets out the sexual division of labour that
designates occupations for women, as in this case, the secretarial one. Secondly, the idea of how the senses follow a social order in
designation according to gender and occupation is recalled. Thirdly, the tasks carried out are displayed in this profession, where there
is an involvement of the body in accordance with technology, the meeting of which can be considered as a sensory experience, in the
terms of Merleau-Ponty, while there is a discipline of the bodies to carry out the assignments, recalling Mauss and Foucault. Finally,
there is a focus on the contribution that the secretary provides through different body techniques such as shorthand, typing, dictation,
and text editing, all of them generating a specific form of writing, which contains a construction, appropriation and meaning in the
relationship of female work with regards to technology.
Keywords
sexual division of labour, sensory studies, secretary, body studies, sensory experience
Introducción
Este trabajo de investigación surge de la inquietud por analizar
el papel de la secretaria y sus aportaciones desde la perspectiva
de los estudios sobre el cuerpo en relación con la tecnología,
destacando uno de sus productos principales: la escritura. Para
ello, fue preciso efectuar un recorrido histórico de esta profesión,
la cual, como veremos, está asentada en la división sexual del
trabajo, resultando pertinente por tanto retomar la categoría de
género a fin de destacar el orden preexistente entre sexos en el
ámbito laboral.
El objetivo de este artículo, pues, se centra en el análisis
de la profesión secretarial, llevada a cabo, en su gran mayoría,
por mujeres (Wichroski, 1994), una ocupación constituida por
diversas actividades con diferentes grados de complejidad, tanto
en la vertiente tecnológica como cognoscitiva y corporal. Para la
ejecución de sus funciones, resulta indispensable una disciplina
del cuerpo (Foucault, 1976) con objeto de relacionarse con ciertos
dispositivos tecnológicos como son la computadora, la máquina
de escribir, el teléfono, el fax, la fotocopiadora o la grabadora, por
mencionar algunos. Dentro de sus resultados, queda la escritura,
la cual contiene ciertos saberes y particularidades que la mujer
secretaria dota, apropia y aporta en su ejercicio cotidiano.
El artículo se ha estructurado a partir de tres ejes analíticos. En
primer lugar, se desarrolla el surgimiento de la profesión secretarial,
la cual está asociada al invento de la máquina de escribir y la
involucración de la mujer en el espacio de la oficina (Heath, 1944).
Lo anterior subraya cómo el género atraviesa el ámbito laboral
(Goffman, 1977), los roles que se asocian a la femineidad y las
tareas que fungen las secretarias.
En segundo lugar, se destacan los componentes necesarios
para efectuar la labor secretarial, el cuerpo en relación con la
tecnología, en donde se despliegan ciertos movimientos y técnicas
corporales y sensoriales que dan lugar al producto de su trabajo:
la escritura. En esta parte del texto retomaremos los conceptos
teóricos de Merleau-Ponty –el cuerpo como condición básica de
toda experiencia estética y sensorial (1993)–, una perspectiva que
vincularemos con la idea de cómo el cuerpo de la mujer se amolda
para recibir cierto adiestramiento (Foucault, 1976) y realizar así
determinadas técnicas que son dictadas por ciertas pautas sociales
(Mauss, 1979).
A partir de los actos que conforman esta profesión –tendentes
a producir una escritura– reflexionaremos en torno a las siguientes
preguntas: ¿qué se entiende por escritura?, ¿cuáles son las
manifestaciones para pensarla?, ¿qué recursos son precisos para
efectuarla?, ¿quiénes pueden escribir? En este caso, aunque
la escritura de una secretaria no es reconocida como tal desde
la literatura, en ella se observan ciertos estilos –listas, notas o
dictados– y técnicas –taquigrafía y mecanografía– en donde el
cuerpo, la técnica y la tecnología confluyen.
Antecedentes del papel de la secretaria
Si bien el nacimiento de la labor secretarial puede tener diferentes
registros, la gran mayoría de los autores y autoras, no obstante,
acuerdan que el secretario era, en su origen, un adjunto del jefe:
un apoyo técnico o administrativo. Sin embargo, este trabajo fue
feminizándose al grado de alcanzar una clara inserción de mujeres
(Castañeda y Hernández, 2011). La historia de Lilian Sholes –la
primera secretaria de la que se tiene constancia– está relacionada
con la invención de la máquina de escribir (Heath, 1944). Su padre,
Latham Sholes, fue uno de los rediseñadores de este aparato
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
3
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
tecnológico que cambió la manera de imprimir la escritura. Este
giro técnico generó transformaciones en la difusión de los textos,
pero también afectó a quienes los producían –los escritores– y a
las encargadas de transcribirlos: las secretarias.
La fuerte asociación del trabajo secretarial con la figura
femenina se puede constatar en su actual persistencia, ya que
existe una clara preponderancia de mujeres sobre hombres que
realizan esta labor. Tan solo en México, de 701.000 personas
registradas que se dedican a esta ocupación el 96% son mujeres
(INEGI, 2015; MILENIO, 2017). Lo cual revela, sin duda, un
determinado orden social con respecto al género y el ejercicio
de este trabajo.
Al mencionar la diferencia entre hombres y mujeres en el ámbito
laboral, resulta pertinente entender la estructura que permite y
reproduce esta desigualdad entre sexos, la cual no responde a
causas biológicas sino sociales: es decir, hay un sistema y orden
establecido sobre papeles, funciones y labores que se incorporan en
los cuerpos y hábitos de los agentes a través de sus pensamientos
y acciones (Bourdieu, 2000). Tanto “a hombres y a mujeres se
les asignan ciertos roles, comportamientos, actividades, espacios
y atributos que son considerados apropiados para su sexo” (Vela,
2016). Siguiendo a Goffman (1977), en las sociedades modernas
el sexo llega a ser una base fundamental de las interacciones y
estructuras sociales que determina las concepciones individuales
acerca de su propia naturaleza. Lo destacable aquí es ver cómo
las diferencias respecto a la jerarquía de género son un garante
de nuestros acuerdos sociales y cómo se institucionalizan. En
consecuencia, cada persona ligada a un sexo tiene un tratamiento
social diferente; de ahí que sus propias experiencias, gustos y
sensibilidades se construyan conforme a un orden social asignado.
Una de las categorías que ayudan a comprender las causas de
este fenómeno sociológico es el género, el cual queda entendido
como un constructo marcado por la estructura social que se
sostiene a través de categorizaciones (hombre-mujer), procesos
(interacción) e instituciones (campo laboral) (Kenelly, 2002) a partir
de los cuales ciertos cuerpos con características que se perfilan
como “lo masculino”, relacionadas con el “hombre”, predominan
en un estatuto de poder sobre “lo femenino”, adjudicado a la
idea de “mujer”. “El género se constituye así en el resultado de
un proceso de construcción social mediante el que se adjudican
simbólicamente las expectativas y valores que cada cultura atribuye
a sus varones y mujeres” (Maqueda, 2006, p. 2), es decir, el género
se articula a través de actividades y rutinas (Garfinkel, 2005).
Respecto a la configuración laboral existe una referencia de
género. La inserción de la mujer en la oficina tuvo cierta resistencia
en sus inicios, pero poco a poco fue introduciéndose. Con todo,
sus tareas estuvieron relegadas en un principio a menesteres de
obediencia, cordialidad y simpatía (Délano, 1989), las cuales
no resultaron ser competitivas en relación con los puestos
laborales para hombres. La posición de la mujer como secretaria
ha experimentado diferentes transiciones y transformaciones
debido a la entrada de nuevos aparatos como la computadora
(Wichroski, 1994). A pesar de los cambios que han automatizado
ciertas actividades, el papel de la secretaria ha prevalecido en el
esquema de diversas oficinas, lo cual muestra su capacidad de
adaptación a ciertas tecnologías, así como la necesidad de un
papel organizacional ejecutivo. La secretaria deviene pues una
figura humana que actúa en un espacio delimitado de trabajo (la
oficina) en un horario determinado que condiciona los tiempos
dedicados a sus diversas ocupaciones y los sujetos con quienes
se puede relacionar.
Siguiendo a Bourdieu (2000), la profesionalización depende
de estructuras que se asientan en la división sexual del trabajo,
las cuales se fundamentan en tres principios. Primero, las mujeres
desempeñan funciones relacionadas con lo doméstico. Segundo, la
mujer no tiene autoridad sobre el hombre, por lo que desempeña
tareas de subordinación. Tercero, al hombre le es otorgado el
control de los medios de trabajo, tales como objetos y máquinas.
La mujer, en general, ha sido asociada a trabajos relacionados
con el hogar (Goffman, 1977), que se trasladan a otros espacios
que conocemos como “servicios”, en donde se involucra
principalmente el uso del cuerpo. Recuperando el caso de la
profesión de secretaria, “a menudo se define como un trabajo
sin salida para ser ocupado por alguien que se viste bien” (p. 317):
la propia imagen, por tanto, determina el ingreso (o no) en este
sector laboral (Délano, 1989). Así es como surge una socialización
del género femenino en el trabajo secretarial. En consecuencia, es
importante subrayar que las diferencias de género suelen incidir en
la estructura ocupacional, en donde existe una autopercepción de
la secretaria que las diferencia de otros y las asemeja con algunas.
De esta forma se puede constatar lo que significa ser mujer en el
campo laboral (Kenelly, 2002).
La literatura formalista –en especial los manuales– entienden
la labor secretarial como un trabajo físico caracterizado por
aspectos mecánicos que se contraponen con la imagen del
escritor-autor, el cual genera ideas y organiza su pensamiento,
una labor considerada más intelectual que la de la secretaria
(Isaacson, 1989). Sin embargo, para los fines de este artículo, es
esencial cuestionarnos este tipo de fundamentos, dado que existen
elementos que nos muestran que hay un ejercicio de organización,
creatividad y autenticidad que no solo competen al escritor, sino
también a la mujer secretaria que toma el dictado, transcribe y
edita un texto.
Para poder llevar a cabo toda actividad secretarial es necesario
un cuerpo, por ser este la base y centro de sus funciones, y, al
mismo tiempo, reflejar las estructuras sociales por las que está
atravesado (Bourdieu, 2000). Los ejemplos pueden manifestarse
tanto en la presentación de la secretaria como en la ejecución de
sus tareas encomendadas, las cuales tienen un fundamento en
el cuerpo, el cual debe ser educado para reaccionar y responder
a las encomiendas (Castañeda y Hernández, 2011). Al pensar
en las actividades ejecutadas por el cuerpo, se observa una
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
4
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
relación directa con medios tecnológicos, desde la computadora
y la máquina de escribir, hasta el teléfono, la impresora o la
fotocopiadora, los cuales requieren un conocimiento técnico sobre
su uso, pero además una finalidad y objetivo de lo que se busca
escribir o comunicar, que implica un conocimiento intelectual. Por
tanto, resulta importante deconstruir las acciones que realizan las
secretarias, a fin de resaltar los mecanismos, disciplinamientos,
técnicas y aportaciones que genera su trabajo.
Cuerpo y tecnología: dimensiones
relacionales en el trabajo de la secretaria
Existen diferentes formas de abordar el tema del cuerpo en relación
con la tecnología. Nosotros adoptaremos un enfoque enmarcado
en el ámbito de lo sensible, en concreto en las aportaciones de
Merleau-Ponty, que complementaremos con las contribuciones
de Mauss y Foucault relativas a la adaptación de los cuerpos para
efectuar determinados trabajos, y, por último, con la idea acerca
del orden social del campo sensorial del cuerpo (Sabido, 2016).
Todo ello con el fin de comprender “cómo es que existe una mutua
percepción de los cuerpos basada y sostenida por expectativas
genéricas [...] y cómo es que aprendemos los esquemas que
median la percepción de los cuerpos masculinos y femeninos”
(ibid., p. 65).
El cuerpo es una expresión de cómo nos relacionamos en el
mundo, siendo un puente entre la naturaleza y la cultura humana
(Le Breton, 2002). Dado que vivimos a través del cuerpo, por ende,
la vida puede entenderse como corporalidad. Esta corporalidad
antecede a la experiencia, pero también interviene en el proceso de
expresión. Al mismo tiempo, el cuerpo es un medio técnico para el
ser humano, entendido como “el primer instrumento del hombre
y el más natural, o más concretamente, sin hablar de instrumentos
diremos que el objeto” (Mauss, 1979, p. 343). Necesitamos
una boca para hablar, una mano para escribir, una mente para
imaginar, y por ello se convierte en la guía que encaminará a la
persona a producir.
El cuerpo es la condición de posibilidad de toda experiencia
y, al mismo tiempo, un horizonte de sentido. A partir del cuerpo
accedemos a la parte sintiente (Merleau-Ponty, 2004). La sensación
tiene que ver con la vivencia y la forma en que nos afecta como
sujetos. Dicha experiencia tiene una racionalidad propia que, tal
como ha señalado la filósofa López Sáenz, “se abre a todo el
universo de la aisthesis, que incluye la sensibilidad, las pasiones, los
afectos” (2013, p. 50). El cuerpo es pues la instancia que permite
sentir y producir, dándose ambas acciones a la vez.
Al ver que el cuerpo es una unidad de estudio sobre las
experiencias sensoriales que puede tener una persona, se tiene
en cuenta que dichas vivencias están atravesadas por lo social,
y, en consecuencia, es indispensable analizar desde los estudios
sensoriales la interacción entre la sociedad, la idea, el objeto y
el yo (Bull, Gilroy, Howes y Kahn, 2006). Se considera que “las
relaciones sensuales son relaciones sociales” (Howes, 2014). En
el caso del cuerpo de la secretaria se observa que está cruzado
por ciertas condiciones sociales que influyen en la elección de su
profesión, en la manera en que realiza sus actividades, en cómo
involucra su cuerpo en relación con un espacio, con máquinas que
debe conocer y con resultados solicitados.
El cuerpo no refiere a una idea en abstracto, sino a cuerpos
que son diferentes bajo el género (Sabido, 2016), en donde sus
sentidos varían genéricamente también. Lo anterior puede ser
pensado de la siguiente forma: existen atribuciones sensoriales por
género, dándose pues una regulación de lo sensitivo. Siguiendo
a Howes (2014), en el caso de las mujeres se les delegó con
sentidos como el olfato, el gusto y el tacto, que las confinó a los
trabajos domésticos, mientras que a los hombres se les asoció
con la vista y el oído, lo que apoyó la idea de que pueden realizar
actividades como explorar, juzgar o escribir. Por consiguiente, se
puede afirmar que los sentidos tienen una organización social en
función del género.
Dentro de este análisis se distinguen dos niveles de experiencia
sensorial en el ejercicio secretarial. En un primer nivel está el
dominio técnico y cognoscitivo, en el que destacan diferentes
sentidos, por ejemplo el tacto, cuyas actividades están enfocadas
a las manualidades, como puede ser la escritura misma. Lo anterior
se puede observar en la toma de dictados, en donde recurren a la
taquigrafía como una escritura específica con signos que acortan
frases, a fin de poder estar en el tiempo de la voz de su superior;
así como en el manejo de la máquina de escribir, que trascendió
a la nueva modalidad de la computadora, en donde buscan tener
una mayor agilidad de los dedos a través de la taquigrafía. En
ambos ejemplos, la idea de acortar el tiempo tiene una similitud;
sin embargo, para el caso de la mecanografía, debe existir un
conocimiento sobre la manipulación de la máquina, un útil que
resulta menos orgánico que la taquigrafía.
Por otro lado, el resto de sentidos que intervienen son la vista:
manipular las tecnologías como la fotocopiadora, la computadora,
el fax o el teléfono; escribir las listas, los recados y los pendientes;
leer las palabras que se han impreso o escrito; o corroborar la
posición de sus dedos en las tecnologías mencionadas. Finalmente,
el otro sentido más recurrido en su labor es el oído: escuchar el
dictado que debe atender; responder a las llamadas telefónicas;
o distinguir los tonos de voces de sus mandos superiores, para
saber así cómo responder a sus demandas.
En un segundo nivel analítico, destaca la presentación de
la persona secretaria y su hexis corporal. Esta parte resulta
primordial, dado que no está relacionada con resultados de
trabajo, sino con requisitos que deben cumplir previamente:
así, las secretarias se amoldan a ciertos cánones estéticos de su
cuerpo asociados a la idea de femineidad que comprenden desde
su arreglo con vestimenta pulcra y uso de maquillaje hasta un
caminar ligero, erguido y con un balanceo suave y un tono de
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
5
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
voz agradable y modulado, todos ellos elementos encaminados a
proyectar una imagen de actitud de servicio, cuidado y delicadeza
en el trabajo y su persona hacia sus superiores (Castañeda y
Hernández, 2011).
Ambos niveles descritos se generan a partir de un adiestramiento
del cuerpo, en donde se educa a manipular y ajustar este según
los requisitos del trabajo y los criterios sociales estipulen. Se puede
pensar el cuerpo como un objeto que permite ejecutar ciertas
acciones; esto lo hace mediante técnicas corporales, las cuales
refieren a “la adaptación constante a una finalidad física, mecánica
y química […] seguida de una serie de actos de acoplamiento,
acoplamiento que se lleva a cabo en el individuo no por el solo,
sino con ayuda de la educación, de la sociedad de la que forma
parte y del lugar que en ella ocupa” (Mauss, 1979, p. 343). Es
decir, las técnicas corporales que desarrollan las secretarias están
dadas por pautas sociales que esperan de ellas una presentación
específica de su persona y los resultados que deben generar a
través de procedimientos con los que adiestran sus cuerpos para
alcanzar sus objetivos.
Existen diferentes ejemplos para ilustrar las técnicas
corporales que se ejecutan en el ejercicio secretarial. Citemos
uno: para realizar cualquier escrito en la máquina de escribir
o la computadora, existe una enseñanza sobre el manejo del
teclado –la taquigrafía– consistente en la memorización de la
ubicación de las teclas a fin de acelerar la escritura y mecanizar el
proceso de transcripción. Las técnicas corporales pueden estar en
relación con el rendimiento que un cuerpo da. El adiestramiento
será la búsqueda por adquirir un rendimiento (Mauss, 1979).
Esta habilis adquiere sentido cuando la secretaria es consciente
de que, para lograr su acometido, debe poner en función esas
técnicas corporales aprendidas.
Para que exista dicha práctica de adiestramiento es necesario
que el cuerpo esté receptivo a las instrucciones a las que será
expuesto, es decir, un cuerpo dócil “que puede ser sometido, que
puede ser utilizado, que puede ser trasformado y perfeccionado”
(Foucault, 1976, p. 140), con el objetivo de educar, formar y
manipular. Por lo tanto, el cuerpo se convierte en un centro de
interiorización de mandatos que expresan ciertos poderes que
determinan sus obligaciones. La relevancia de dichos mandatos
se expresa en el ejercicio de las funciones que se le asignen.
En el caso de las labores secretariales no solo se esperan
resultados, sino que resultan igual de importantes los procesos
que desempeña en su trabajo, es decir, cómo lo realiza, en términos
de Foucault, a esto se le conoce como modalidad, la cual ve por
los procesos de una actividad que está comprendida en tiempos,
espacios y movimientos (1976). En este caso la modalidad puede
estar entendida como los métodos que una secretaria emplea
y le permiten operar su cuerpo de determinada manera como
disciplinas, las cuales “garantizan la sujeción constante de sus
fuerzas y les imponen una relación de docilidad-utilidad” (pp.
140-141). Si analizamos las disciplinas que ejecuta una secretaria
es posible apreciar dinámicas de poder que se materializan en
el cuerpo, pero que corresponden a un esquema de género, de
relaciones y de labores como anteriormente señalamos.
Al ver el desempeño que ejecuta una secretaria en una
jornada normal se observa que todo el tiempo usa su cuerpo
como presentación, como herramienta y como conocimiento. Pero
también se percibe un valor otorgado a su trabajo que queremos
destacar: su escritura. Una secretaria escribe en todo momento.
La pregunta versa en cómo considerar esa escritura que no está
inscrita en el ámbito de lo literario (Velasco, 2007), pero, sin
embargo, es trabajo con valor sumado.
La escritura de la secretaria: un cuerpo
naciente
Partimos del hecho de que las mujeres secretarias escriben. A
efectos de este trabajo, la escritura no se circunscribe desde la
literatura formal, sino de la escritura que surge de contextos
humanos olvidados y marginados, cotidianos, que, en nuestro
caso, revelan un sentido y una creatividad inherentes al oficio
secretarial, mayoritariamente realizado por mujeres.
Una mujer secretaria, en su vida cotidiana, se expresa
de diferentes formas (Anzaldúa, 1988): al escribir dictados a
través de la taquigrafía, al trasladarlo a la máquina por medio
de la mecanografía, al editar su trabajo, al hacer apuntes de
sus pendientes, al tomar recados; en síntesis, todo el tiempo lo
hace. En todos estos actos se muestra una narrativa, y si bien hay
una dirección que se busca alcanzar con un resultado material,
también sus componentes son importantes, en tanto hay una
elección de sus materiales, una sistematización y un desarrollo
de sus acciones.
Resulta fundamental considerar la condición que la secretaria
tiene frente a la escritura. Si bien la taquigrafía, las listas o la
mecanografía son medios que se crearon sin sexo, estos fueron
asignados a ciertas profesiones como el de la secretaria (Castañeda
y Hernández, 2011). Dichos conocimientos, que parecieran
únicamente técnicos, trascienden al hablar de una sistematización
de ideas, de coordinación, de dominio corporal, así como de
memoria sensorial. Todos ellos son experiencias sensibles que
forman parte de las funciones cotidianas que realiza una secretaria
y que tienen su grado de complejidad: desde la formación
disciplinaria del cuerpo y el cumplimiento de ciertos estándares
estéticos de su presentación física, hasta el conocimiento intelectual
de ciertos temas.
Los actos habituales que ejecuta una secretaria son formas
expresivas que guardan un significado inherente a lo producido y,
por ende, en este trabajo se busca ampliar el concepto mismo de
escritura. Podemos pensar que las palabras, aquello que articula
el lenguaje, puede estar inscrito en los actos mismos, que no
necesariamente pertenecen a una escritura formal, sino que puede
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
6
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
tratarse de acciones de la vida cotidiana que contienen un sentido
y una dirección. Su escritura es resultado de una vivencia corporal
y sensorial (Gargallo, 2005) que no ha sido considerada, dado que
existe una legitimación y un orden social conforme al género en
donde la mujer no ha sido asumida como escritora. Pero ¿qué
sucede con este otro tipo de escrituras? Ellas tienen lugar desde lo
sensible, al guardar una relación directa con el cuerpo, los afectos,
las relaciones y los espacios.
La escritura se entiende como un proceso expresivo cuyos
objetivos destacan por articular, apalabrar y diseñar; en todos
ellos, la mujer secretaria materializa sus propias ideas a partir de
lo tangente, por no estar dentro de los confines formales de la
literatura (Velasco, 2007). Es así que, al alargar este concepto, se
incluyen nuevas formas de hacer, de expresarse y moverse en el
mundo, que constituyen parte del plexo sensorial.
Por tanto, una mujer secretaria, en sus múltiples registros,
genera otro tipo de escritura, apropiándose y reapropiándose de
espacios que le habían sido negados por ser ámbitos concentrados
y asociados a lo masculino, tales como la palabra, la expresión o
la producción de conocimiento, los cuales realiza al interpretar y
dar un orden a sus ideas y sus palabras a través de mecanismos
y técnicas singulares al trabajo de la secretaria.
Reflexiones finales
A manera de cierre, consideramos que la labor de la secretaria
es importante de analizar desde la división sexual del trabajo,
dado que visibiliza a este sujeto por los aportes que dota: entre
otros, su escritura, su conocimiento y las estrategias que emplea
para efectuar las funciones que desempeña. Dentro del ejercicio
secretarial existe una relación entre cuerpo y tecnología a través
de técnicas corporales mediante las cuales las secretarias educan y
disciplinan sus cuerpos. Al respecto, quisiéramos destacar algunos
puntos de reflexión que resultan pertinentes enunciar.
En primer lugar, se encuentra la idea de la configuración social
de las profesiones y oficios desde la estructura que es determinada
por el género. De tal forma, existen ciertos trabajos para hombres
y otros para mujeres, como es el de la secretaria. En este tipo de
labor, el cuerpo se vuelve una base que refleja las estructuras
sociales de género que lo atraviesan.
En segundo lugar, cobra importancia el tema del estudio
del cuerpo de la mujer secretaria, en tanto es planteado como la
condición de posibilidad de la experiencia en su trabajo, a la vez
de ser la instancia que permite producir y sentir. En esta unidad
de análisis existen dos niveles de experiencia sensorial: primero,
el dominio técnico, enfocado a las actividades que guardan una
relación tecnológica, y el dominio cognoscitivo, referente a lo
intelectual; segundo, la presentación de la persona secretaria, que
refiere a cánones estéticos y de comportamiento frente a sus
superiores. Lo anterior resulta de un ejercicio de adiestramiento
y disciplinamiento del cuerpo que permite habituarlo a ciertas
técnicas que le permitirán realizar su trabajo.
En tercer lugar, destaca el hecho de pensar de otra manera la
escritura, con objeto de inscribir otro tipo de ejercicios expresivos
que quedan relegados en una cultura que da preferencia a la figura
del hombre literario. En este sentido, nuestra propuesta ha ampliado
el concepto de escritura para incluir formas tangentes y marginales
que efectúa la mujer secretaria como la taquigrafía, los listados,
la mecanografía, los recados, todos ellos ejercicios cotidianos que
imprimen un saber, una técnica y un adiestramiento de su cuerpo.
Proponer este tipo de temas resulta importante, en tanto
dan registro, problematizan y generan debate sobre los conceptos
de mujer, oficio, técnicas, tecnologías, cuerpo y escritura. Ampliar
los horizontes de posibilidad con respecto a lo que la mujer realiza
nos permite visibilizar en lo que está inmersa y que es político.
Su cuerpo interviene, su pensamiento también, y es menester
nombrar los actos en donde actúa este sujeto.
Bibliografía
ANZALDÚA, G. (1988). “Hablar en lenguas. Una carta a escritoras
tercermundistas”. En: Esta puente, mi espalda. Voces de
mujeres tercermundistas en los Estados Unidos. San Francisco:
ISM Press, pp. 219-230.
BOURDIEU, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona:
Anagrama.
BULL, M.; GILROY, P.; HOWES, D.; KAHN, D. (2006). “Introducing
sensory studies”. The senses and society, vol. 1, n.º 1, pp. 5-7.
CASTAÑEDA, E.; HERNÁNDEZ, F. (2011). Estereotipos
socioculturales asociados a la profesión de secretarias y la
significación psicológica que ellas otorgan, de acuerdo a sus
experiencias personales. Tesis de grado. Santiago de Chile:
Universidad Academia. Escuela de Psicología.
FOUCAULT, M. (1976). “Los cuerpos dóciles”. En: Vigilar y castigar.
Nacimiento de la prisión. México: Siglo XXI, pp. 139-174.
DÉLANO, B. (1989). Mujer y trabajo. El caso de las secretarias.
Chile: Ediciones CEM.
GARFINKEL, H. (2005). Estudios en etnometodología. Madrid:
Anthropos.
GARGALLO, F. (2005). “Escritura de mujeres, escritura de las
diferencias”. Manzana de la discordia, vol. 1, pp. 107-111. ˂
https://doi.org/10.25100/lamanzanadeladiscordia.v1i1.1441˂
GOFFMAN. E. (1977). “The arrangement between the sexes”.
Theory and Society, vol. 4, n.º 3, pp. 301-331. ˂
https://doi.org/10.1007/BF00206983˂
HEATH, F. (1944). “The typewriter in Wisconsin”. The Wisconsin
Magazine of Magazine, vol. 27, n.º 3, pp. 263-275.
HOWES, D. (2014). “El creciente campo de los Estudios
Sensoriales”. Revista Latinoamericana de Estudios sobre
Cuerpos, Emociones y Sociedad, n.º 15, pp. 10-26.
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
7
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
INEGI (2015). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. ˂
https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/˂
ISAACSON, S. (1989). “Role of secretary vs. Author: resolving the
conflict in writing instruction”. Learning disability quarterly, vol.
12, n.º 3, pp. 209-217. ˂https://doi.org/10.2307/1510690˂
KENELLY, I. (2002). “‘I would never be a secretary’. Reinforcing
gender in segregated and integrated occupations”. Gender
and Society, vol. 16, n.º 5, pp. 603-624. ˂
https://doi.org/10.1177/089124302236988˂
LE BRETON, D. (2002). La sociología del cuerpo. Buenos Aires:
Ediciones Nueva Visión.
LÓPEZ SÁENZ, M. (2013). “Merleau-Ponty y Zambrano: El logos
sensible y sintiente”. Aurora, n.º 14, pp. 104-118.
LYNN, S. (2004). The life and work of Gretel Karplus/Adorno: her
contributions to Frankfurt school theory. E.E.U.U.: Universidad
de Oklahoma.
MAQUEDA, M. (2006). “La violencia de género. Entre el concepto
jurídico y la realidad social”. Revista Electrónica de Ciencia
Penal y Criminología, n.º 8, pp. 02:01-02:13. ˂
http://criminet.ugr.es/recpc/08/recpc08-02.pdf˂
MAUSS, M. (1979). “Técnicas y movimientos corporales”. En:
Sociología y Antropología. Madrid: TECNOS, pp. 337-359.
MERLEAU-PONTY, M. (1993). Fenomenología de la percepción.
México: Planeta.
MERLEAU-PONTY, M. (2004). Le visible et l’invisible. París:
Gallimard.
MILENIO (2017). “El Día de la Secretaria, ¿una celebración machista?”.
˂https://www.milenio.com/estilo/el-dia-de-la-secretaria-una-
celebracion-sexista˂
SABIDO, O. (2016). “Cuerpo y sentidos: el análisis sociológico
de la percepción”. Debate feminista, vol. 51, pp. 63-
80. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/
S0188947816300317 ˂
VELA, E. (2016). “La violencia de género en México y las
tecnologías de la información”. Horizontal. ˂https://horizontal.
mx/la-violencia-de-genero-en-mexico-y-las-tecnologias-de-
la-informacion/˂
VELASCO, M. (2007). “La crítica feminista, el dedo en la llaga o el
cuestionamiento al canon literario”. En: Mujeres que escriben
en América Latina. Perú: CEMHAL, pp. 551- 562.
WICHROSKI, M. (1994). “The secretary: invisible labor in the
workworld of women”. Human Organization, vol. 53, n.º
1, pp. 33-41. ˂
https://doi.org/10.17730/humo.53.1.a1205g53j7334631˂
La escritura de la secretaria: un ejercicio femenino sintiente
https://digithum.uoc.edu
Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Antioquia
Digithum, N.º 25 (Enero 2020) | ISSN 1575-2275 Revista científica digital coeditada por la UOC y la UdeA
8
Paola Thompson, 2020
FUOC y UdeA, 2020
UNA PERSPECTIVA RELACIONAL SOBRE LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD
Paola Thompson
(thompson.paola@gmail.com)
CIDE
Estudió la carrera de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Posteriormente cursó la maestría
en Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma universidad con la tesis: “Trastocando lo invisible y lo visible en el
arte abstracto mexicano. Una mirada desde Merleau-Ponty en la producción artística de Manuel Felguérez”. Obtuvo una beca
internacional para la Reunión Anual de la Asociación Americana de Museos 2012 en Minnesota, de abril a mayo del 2012.
Participó en el segundo encuentro ibérico de Estética en la Universidad de Minho (Portugal) en octubre del 2015. Durante el
2016 realizó una estancia de investigación en Madrid (España), en el Departamento de Filosofía de la UNED. Actualmente
trabaja en el CIDE, donde está efectuando una investigación sobre violencias contra la mujer y ciberacoso en México. Entre
sus publicaciones cabe destacar “Implicaciones simbólicas del desollamiento de mujeres en la zona conurbada de la Ciudad de
México”, artículo compilado en Los sentidos del cuerpo: el giro sensorial en la investigación social y los estudios de género
(Olga Sabido Ramos [coord.], CIEG, UNAM, 2019).