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Universidad de
Salamanca
Facultad de Derecho
Grado en Ciencia
Política y Administración Pública
Trabajo de fin de grado
Curso académico: 2019-2020
Hegemonía y transición
El desarrollo de las contradicciones imperialistas en las
primeras décadas del siglo XXI
Trabajo de fin de grado realizado por:
Àngel Marrades Rodríguez
Dirigido por:
Juan Manuel Bautista Jiménez
Fdo:
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Índice
Resumen/Abstract………………………………….….3
I. Marco teórico……………………………………....4
I.1. Las bases del imperialismo………………………....4
I.2. El sistema de contradicciones del
imperialismo………………………………………….....9
II. Hegemonía………………………………………...14
II.1. El Orden Liberal Internacional…………………...14
II.2. La Guerra contra el Terror………………………..21
III. Transición………………………………………….25
III.1. Crisis y Reacción...…….………………………...25
III.2. Nuevo Orden.…………..........…….………....….32
a) La Entente Revisionista Sino-Rusa…………………....32
b) El Cisma Atlántico………………………………...35
IV. Conclusiones……………………………………...42
Bibliografía……………………………………………..46
2
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Resumen
El objetivo de este trabajo es comprender el estado de las relaciones internacionales en la
actualidad desde el análisis del imperialismo. Con este propósito se realizará un desarrollo del
sistema de contradicciones del imperialismo en las primeras décadas del siglo XXI. De esta
forma se estudiará cómo la contradicción dominante en el sistema pasa de ser la
contradicción centro-periferia a la contradicción interimperialista. Se caracterizará por lo
tanto el primer periodo como la hegemonía de Estados Unidos, y el proceso subsiguiente
como una transición a un nuevo orden. Es este proceso de transición, entre una contradicción
y otra, entre un viejo y un nuevo orden, donde se pondrá comprender la dinámica del
imperialismo y como actúa hoy día. La importancia de este análisis radica por lo tanto en dar
un enfoque distinto al de las corrientes liberales o realistas; y en recuperar el análisis del
imperialismo a hoy día para comprender las actuales tendencias, y contradicciones, que hacen
mover las relaciones internacionales ante la nueva década.
Palabras clave: Imperialismo; hegemonía; transición; contradicciones; siglo XXI; centro y
periferia.
Abstract
The aim of this work is to understand the state of international relations at present from the
analysis of imperialism. For this purpose, a development of the system of contradictions of
imperialism will be carried out in the first decades of the 21st century. In this way, it will be
studied how the dominant contradiction goes from being the center-periphery contradiction to
the inter-imperialist contradiction. The first period will therefore be characterized as the
hegemony of the United States, and the subsequent process as a transition to a new order. It is
this process of transition, between one contradiction and another, between an old and a new
order, where the dynamics of imperialism and how it operates today will become understood.
The importance of this analysis therefore lies in giving a different approach to that of the
liberal or realistic currents; and in recovering the analysis of imperialism to this day to
understand the current trends, and contradictions, that make international relations move
before the new decade.
Key words: Imperialism; hegemony; transition; contradictions; 21st century; centre and
periphery.
3
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Marco teórico
El marco teórico de análisis de este trabajo es el imperialismo, entendiendo el imperialismo
desde el prisma marxista y leninista clásicos. Esto implica el análisis de la lucha de clases, del
cual emana el imperialismo, como desarrollo del capitalismo concurrencial al capitalismo
monopolista. Para ello es necesario explicar las características específicas del imperialismo y
de este método de análisis. A su vez, para completar el marco teórico, se desarrollará el
sistema de contradicciones del imperialismo. Todo este análisis se hará también con
referencias a autores como Nicos Poulantzas, Samir Amin, Rudolf Hilferding, Vladimir
Lenin, Karl Marx, Friedrich Engels o Rosa Luxemburgo, entre otros.
Las bases del imperialismo
El capitalismo se ha desarrollado hasta tal punto que la acumulacón del capital ha dado lugar
a un salto cualitativo en el modo de producción capitalista (MPC). Este sistema se ha
extendido como forma dominante de estructuración de la economía internacional en todo el
globo, pudiendo hablar de manera efectiva de un mercado global: “Con el capital el mundo se
hizo redondo
”, decía Karl Marx.«Las relaciones de producción capitalistas, que asumen cada
vez más un carácter mundial », abarcan de manera cerrada, y omnímoda, todas las relaciones
1
sociales; y llevando la división social del trabajo al punto de una división internacional del
trabajo. El mundo se escinde entre el centro y la periferia, a esto llamamos: imperialismo, la
fase superior del capitalismo. Las contradicciones propias del capitalismo, del Estado-nación,
se reproducen a una escala superior en el imperialismo; tales como la contradicción
capital-trabajo. Estas contradicciones son la raíz de las relaciones internacionales, y lo que
permite explicar su estado actual.
El capitalismo concurrencial, en el siglo XVIII y XIX, sirve como primer MPC para asentar
la expansión del capital y la creación del mercado interior en los Estados-nación . El primer
2
paso para asentar el mercado interior es la división del trabajo entre el campo y la ciudad,
mediante el cual se realiza una especialización que permite aumentar la producción industrial
y agrícola . El límite que encuentran las metrópolis europeas en este desarrollo es el
3
excedente agrícola, ya que el intercambio comercial se da entre las manufacturas industriales
y la producción agrícola sobrante una vez el campo ha cubierto sus necesidades de
subsistencia . El capital reproducirá esta lógica hasta conseguir trasladarla a todo el Estado,
4
fundando así el mercado interno nacional.
1 J. M. Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 10.
2 J. M. Vidal Villa, Teorías del Imperialismo …
, 10-11.
3 Adam Smith, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 19.
4 Smith, Teorías del Imperialismo …
, 22.
4
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Llegado a este punto en que el campo ya no puede cumplir las necesidades del capital, la
realización de la plusvalía, se buscará el mercado exterior. Esto se debe a la intervención de
la ley del rendimiento decreciente de la tierra, pues a medida que aumenta la producción
agrícola por la demanda de las ciudades si nada cambia, ceteris paribus, la superficie nueva
que se va cultivando es de peor calidad y no tiene las mismas condiciones de fertilidad, son
tierras marginales. El efecto es el aumento de los costes de producción y un alza de los
precios agrícolas, lo cual provoca una presión alcista sobre los salarios de los obreros que
necesitan cubrir sus necesidades de subsistencia, viéndose en última instancia afectada la tasa
de ganancia .
5
La utilidad del mercado exterior, es decir las colonias, deriva por lo tanto en que la metrópoli
puede importar productos primarios, tales como agrícolas o mineros, de primera necesidad .
6
Esto permite en primer lugar conseguir bienes de consumo a bajo precio — reduciendo así la
tasa de salarios, afectando al capital variable — y materias primas — que reducen el coste del
capital constante — aumentando en ambos casos proporcionalmente la tasa de ganancia ; en
7
segundo lugar libera mano de obra y capitales invertidos en el campo, en tierras marginales,
del propio país para ser invertidos en una mayor industrialización que favorezca la
acumulación de capital. El intercambio comercial se realiza a su vez entre el excedente
industrial hacia las colonias, cumpliendo la realización de las mercancías manufacturadas
producidas, y la importación de bienes primarios. En este comercio entre naciones actúa
además la ley de los costes comparativos, que sirve de base para justificar la especialización
de la periferia en la producción agrícola y el centro en la industria, con la consecuencia de un
intercambio desigual .
8
Estas nociones emanan de una ideología concreta, producto de la lucha de clases. La doctrina
propia de este esquema económico es aquella que justifica la teoría de la especialización o
vocación natural de las naciones , la cual reproduce un esquema de dependencia centro -
9
periferia que impide la industrialización de los países dependientes y asegura la propia. Aquí
se halla el «germen de una primera teoría del imperialismo económico en su fase colonial ».
10
Una ideología, de la naciente clase burguesa, que defiende el librecambismo para los
productos agrícolas, buscando borrar en el interior aquellos remanentes feudales, y el
proteccionismo para la industria, campo en que se especializa la metrópoli . El resultado es
11
la formación de un desarrollo ligado a una dependencia, pero no es un desarrollo separado,
uno más atrasado y otro más adelantado, sino uno simbiótico que perpetúa y permite esas
relaciones de dependencia: «No se trata, pues, de distintas fases de un único desarrollo
5 David Ricardo, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 33-36.
6 Christian Polloix, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 27.
7 Ricardo, Teorías del Imperialismo
…, 27-30.
8 Ricardo, Teorías del Imperialismo
…, 30-33.
9 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 30-31.
10 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 25.
11 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 34.
5
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
capitalista, lo que permitiría hablar de “países en vías de desarrollo” o de países “en fases
atrasadas de desarrollo”. De hecho, el desarrollo de unos y el subdesarrollo de otros, es un
fenómeno histórico-económico que actúa paralelamente: el desarrollo de los unos engendra
el subdesarrollo de los otros ».
12
La exportación de mercancías a los mercados exteriores, sin embargo, tiene sus limitaciones
en la ley de la tendencia decreciente de la tasa media de ganancia. Esto tiene su razón de ser
en una mayor composición del capital constante respecto al variable en la reproducción
ampliada de la manufactura. Como se ha señalado, el comercio exterior estimula una mayor
inversión en la producción industrial, la cual se hace sobre capital constante — maquinaria,
materias primas — pues revierte en una tendencia alcista, momentánea, de la tasa de
ganancia. Esto produce una acumulación incesante de capital que se reinvierte sucesivamente
en la producción de las manufacturas. Se provoca así una crisis de superproducción de
mercancías, un excedente industrial que no encuentra donde realizarse .
13
.
Dada esta acumulación de capital la burguesía se encuentra con el dilema de no poder darle
curso de circulación para reproducirlo. Invertirlo en el mercado interior equivale a continuar
el ciclo de crisis de sobreproducción, mientras que es incapaz de exportarlo debido a la falta
de economías de escala. La solución es el monopolio, que no solo concentra sino que
centraliza el capital, pudiendo así adquirir la capacidad de sustituir la exportación de
mercancías por la de capitales, que pueden ser invertidos en los mercados exteriores . Es
14
aquí donde el MPC deviene en el imperialismo, con el capitalismo monopolista, negando y
superando las contradicciones del capitalismo concurrencial.
El capitalismo monopolista reproduce las contradicciones del MPC a una escala más elevada
a través del sistema crediticio y las organizaciones monopolistas: «Es precisamente el crédito
el que agrava estas relaciones al máximo. Agrava el modo de producción y el modo de
distribución forzando la producción hasta el límite y, a la vez, paralizando el intercambio al
menor pretexto. Agrava el antagonismo entre el modo de producción y el modo de
apropiación separando la producción de la propiedad, es decir, transformando el capital
empleado en la producción en capital “social”, y transformando a la vez parte de la ganancia,
bajo la forma de interés sobre el capital, en un simple título de propiedad. Agrava el
antagonismo entre las relaciones de propiedad (apropiación) y las relaciones de producción
dejando en pocas manos inmensas fuerzas productivas y expropiando a gran número de
pequeños capitalistas» .
15
12 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 312. Aquí Vidal Villa explica en qué consiste El desarrollo del
subdesarrollo
de A. Gunder Frank.
13 Karl Marx, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 39-44.
14 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 43.
15 Rosa Luxemburgo, Reforma o revolución
(Barcelona: Sol90, 2009), 23.
6
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Así la esencia del imperialismo está en que es una forma superior del capitalismo. Una
necesidad histórica del MPC una vez el capitalismo concurrencial se ha desarrollado hasta tal
punto que solo puede dar ese salto cualitativo que consiste en negar las premisas del primero.
Siguiendo por tanto los cinco puntos establecidos por Vladimir Lenin en “Imperialismo, fase
superior del imperialismo” podemos trazar cuales son los cambios esenciales del
imperialismo. «1) La concentración de la producción y el capital se ha desarrollado hasta un
grado tal que ha creado monopolios que desempeñan un papel decisivo en la vida económica
», esta primera tesis establece como las crisis cíclicas han ido expulsando del mercado a
16
aquellas empresas sin capacidad de superar estos periodos de competencia llevando hacia una
concentración del capital . Se establecen así en el imperialismo monopolios que controlan la
17
producción desplazando la libre competencia; pero «los monopolios que surgen de la libre
competencia, no la eliminan, sino que existen por encima y al lado de ella, dando origen así
contradicciones, roces y conflictos particularmente agudos e bruscos ». Es decir, la
18
competencia sigue existiendo entre los grandes monopolios, pero la relación dialéctica entre
estos dos polos se ha revertido y la posición de dominación la ostentan los monopolios que
acotan la competencia, la reducen a un espacio en que unos pocos capitalistas deciden y
reparten beneficios.
«2) la fusión del capital bancario con el capital industrial, y la creación, sobre la base de este
capital “financiero”, de una oligarquía financiera ». Este proceso de fusión se realiza por las
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necesidades del capital industrial de grandes cantidades de capital-dinero para sus inversiones
— capital fijo como infraestructuras — cada vez más costosas. Por esta razón nace el crédito
bancario, que provee de este sistema crediticio; pero a medida que el capital bancario e
industrial se entrelazan en una relación cada vez más simbiótica, los capitalistas individuales
necesitan de crédito anticipado para la reproducción ampliada de la mercancía, y así la
plusvalía. Y los bancos necesitan de propiedades y depósitos que apoyen sus préstamos. De
este modo se van implicando uno en el mercado del otro . El resultado de esta relación es el
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capital financiero, el cual toma la forma de sociedad de accionistas. Esto supone dejar atrás la
propiedad privada individual por la propiedad privada colectiva, pues en el imperialismo la
monopolización de la economía da lugar a una «socialización de la producción, pero la
apropiación continúa siendo privada». Más aún, no hay solamente una concentración del
capital, sino también una centralización del mismo, pues con la sociedad por acciones, que es
la asociación de capitalistas, para tener poder sobre el total del capital de la empresa sólo es
necesario estar en posesión de la mitad del capital: esto es el capitalista mayoritario . El
21
mismo sentido tiene el funcionamiento de los bancos, los depósitos bancarios permiten la
16 Vladimir Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», en Lenin - Obras escogidas Tomo V
(1913-1916)
. (Moscú: Progreso, 1973), 194.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas05-12.pdf
17 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 170.
18 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 194.
19 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 194.
20 Rudolf Hilferding, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 73-74.
21 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
75-82.
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Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
transferencia de capital improductivo, capital monetario en manos de otras clases
ahorradoras, hacia la clase capitalista para que pueda darle una capacidad productiva . El
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sistema bancario pone en circulación todo el capital monetario posible a través de estos
mecanismos, convirtiéndolo así en crédito de capital.
«3) la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere
excepcional importancia ». En los países imperialistas se exporta el excedente de capital
23
para buscar tasas de ganancias más rentables, pues en los países periféricos los factores de
producción son más baratos — la tierra, los bienes primarios, los salarios . A pesar del
24
aparente menor desarrollo en los países periféricos, en realidad no es tal, pues su inserción
dentro del imperialismo es total. El propio desarrollo económico del capitalismo en la
periferia es inducido por los países imperialistas, que necesitan de él. Es decir, para cada
eslabón de la cadena imperialista, independiente de su nivel de desarrollo, se hace necesaria
esa posición de dependencia, que es intrínsecamente propia del desarrollo del imperialismo
como conjunto, en el que uno no se entiende sin el otro.
«4) la formación de asociaciones capitalistas monopolistas que se reparten el mundo y 5) [el
imperialismo] ha culminado el reparto territorial de todo el mundo entre las más grandes
potencias capitalistas ». Los monopolios nacionales tienden a la creación de asociaciones
25
monopolistas, como trust o cárteles, para repartirse el beneficio del mercado interior . Y, a
26
continuación, el reparto de áreas de influencia del mercado global en base a la fuerza. Este
reparto es la creación de espacios económicos en los que se excluye a la competencia
extranjera mediante barreras arancelarias . Hoy día esa distribución del mercado mundial no
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solo ha culminado, sino que incluso ha sido redistribuido en varias ocasiones de la única
manera que es posible, la competencia de capitales. Es decir, el imperialismo, al igual que el
MPC del capitalismo concurrencial, encuentra un límite al excedente: los mercados
existentes, el propio globo. Pues los factores que permiten absorber estos excedentes no son
suficientes, ya sea el crecimiento demográfico de la población, el consumo, las inversiones o
el progreso tecnológico.
22 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
77.
23 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 194.
24 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
89-92.
25 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 194.
26 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
84-88.
27 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
93-96.
8
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
El sistema de contradicciones del imperialismo
La explicación expuesta anteriormente sobre el imperialismo es, sin embargo, su
planteamiento económico. Por lo que es necesario pasar a explicar las consecuencias políticas
que tiene el imperialismo y conectarlo con el mismo, porque sin ligar lo económico a lo
político este trabajo quedaría vacío de contenido, pues «la política es la expresión
concentrada de la economía» como decía Vladimir Lenin. Para entender por tanto el
imperialismo en toda su amplitud hay que atender a las contradicciones que genera sobre la
lucha de clases, es decir, al sistema de contradicciones del imperialismo. Pueden resumirse en
tres las principales contradicciones del imperialismo, estas son la contradicción que se genera
entre el capital y el trabajo; la contradicción entre el centro y la periferia; y, por último, la
contradicción entre los propios países imperialistas: la contradicción interimperialista . Cada
28
una tiene su propias dinámicas internas, pero todas están conectadas entre sí. Aunque en
distintos momentos una de las contradicciones tome la posición dominante dentro del
sistema, es decir, sea el factor principal que genere el movimiento de esta dialéctica, todas
actúan de manera simultánea sobre el cuerpo general que es el imperialismo. De hecho, unas
contradicciones no se entienden sin las otras.
La contradicción entre capital y trabajo es la fundamental, pues es el basamento que articula y
construye el resto del contradicciones. El centro de esta contradicción se encuentra entre el
carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse el producto del
trabajo . La integración del proletariado en la producción y la penetración del capital sobre
29
todos los ámbitos de la vida (redes sociales) son el reflejo del carácter social de la
producción; mientras la burguesía, disociada de la producción, trata de obtener la mayor tasa
de ganancia. El proletariado es así, el perfecto contrario de la burguesía. Hay una relación
inversa entre la posición que ocupa la clase proletaria, cristalizada en su salario, y la tasa
media de ganancia, ya sea en la crisis de 1929 o 1973. La relación entre el proletariado y la
burguesía no se puede por lo tanto reducir a desigualdades entre ambas clases, sino que se
trata de una brecha antagónica. No se trata de desigualdad ya que las condiciones concretas
del proletariado están insertas en el propio modo de producción capitalista, este no sería
posible sin esas condiciones. La presentación de este antagonismo a una escala mayor puede
observarse en la Revolución de Octubre.
En el imperialismo la contradicción capital - trabajo continúa siendo la fundamental, pero se
desarrollan otras sobre su base. La contradicción centro - periferia es la que articula la
división internacional del trabajo, pues a medida que la cadena imperialista va formando una
serie de relaciones de dependencia económica, debido al colonialismo y a la
28 Academia de Ciencias de la URSS: Instituto de Economía, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial
Anagrama, 1976), 214.
29 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 168.
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Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
internacionalización monopolista de la producción, se crean también unas relaciones de
dominación política. Esto implica que si Venezuela quiere acceder al mercado y sus cadenas
de valor lo que tiene que producir es petróleo, la inserción de Venezuela dentro del
imperialismo es la producción de una commoditie gobierne el puntofijismo o el chavismo .
30
De igual manera Cuba se ve integrada a través de la producción de la caña de azúcar
(principalmente hasta 1990) ya sea en el bloque imperialista estadounidense o soviético . La
31
contradicción se da por lo tanto entre el anhelo de estas naciones a subvertir su posición
dependiente en el imperialismo, debido a la condición de superexplotación del proletariado y
las aspiraciones de la burguesía nacional, y el propósito de los países imperialistas de
continuar su dominación, para extraer una mayor tasa de ganancia.
Los países dependientes se caracterizan por un desarrollo ligado a las metrópolis capitalistas
avanzadas, con las cuales se da una relación de intercambio desigual , es decir, «las
32
transferencias de plusvalía que se producen por el solo hecho de realizarse el intercambio
comercial ». Esto se debe a los factores de producción, como la tasa salarial más baja en la
33
periferia para el proletariado. Otra característica es la especialización de la periferia, en un
primer momento en la exportación de materias primas. Después, una vez se ha llevada a cabo
un desarrollo más amplio con la industrialización, en la exportación de ciertos productos
manufacturados, dependiente de su desarrollo concreto e inserción en el imperialismo. Esta
industrialización en la periferia fue un proceso dirigido por las inversiones de capitales
extranjeros, que mantuvo la relación de dependencia de la ayuda exterior . Así los países
34
periféricos siguen dependiendo de la exportación de capital del centro, que toma la forma de
inversiones o préstamos .
35
La composición de la lucha de clases en los países periféricos durante el periodo colonial y
concurrente de las luchas de liberación nacional se presenta como una división entre
‘burguesía compradora’ y ‘burguesía nacional’. La primera dedicada a la exportación de
materias primas e importadora de bienes de lujo de la metrópoli, inserta por lo tanto en
perpetuar esa relación de dominación según sus intereses: «Se entiende tradicionalmente por
burguesía compradora la fracción burguesa que no tiene base propia de acumulación de
capital, que actúa en cierta forma como simple intermediario del capital extranjero
imperialista — es por esto que, a veces, se añade a este grupo la burguesía burocrática — , y
que está, pues, desde el punto de vista económico, político e ideológico completamente
entregada al capital extranjero ». La segunda aquella que aspira a la independencia política
36
30 Omar Vázquez Heredia, La cuestión chavista. Estado extractivista y nación petrolera.
(Caracas: Grupo de
Investigación de Ciencias Sociales e Historia, 2018), 102-107.
https://www.academia.edu/38320110/La_Cuesti%C3%B3n_Chavista.pdf
31 Rudi Mambisa, «Notas sobre la economía política de Cuba: ¡A quemar los cañaverales!», Revista Un Mundo
Que Ganar
Nos. 1989/14 y 1990/15: 18-20. https://revcom.us/a/383/umqg-cuba-burn-canefields-14-15-es.pdf
32 Arghiri Emmanuel, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 235-239.
33 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 239.
34 Samir Amin, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 267-276.
35 Theotonio Dos Santos, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 327-329.
36 Nicos Poulantzas, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 297.
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Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
buscando destruir el yugo del colonialismo, erigirse como burguesía principal y avanzar en el
desarrollo de las fuerzas productivas: «Se entiende por burguesía nacional la fracción
autóctona de la burguesía que, a partir de un cierto tipo y grado de contradicciones con el
capital imperialista extranjero, ocupa, en la estructura ideológica y política un lugar
relativamente autónomo y presenta así una unidad propia ». El proletariado, como clase, en
37
este contexto comparte los intereses de la lucha por la liberación nacional, encuadrandose
junto a la burguesía nacional. Esto es, en definitiva, en los países periféricos el
entrelazamiento entre la revolución burguesa y proletaria; por ello las luchas de liberación
nacional adquieren un carácter ‘socialista’ en este periodo histórico.
Una vez las luchas de liberación nacional, que no deshacen las cadenas de dependencia, se
han agotado en la periferia se abre paso a una nueva composición de la lucha de clases. La
tendencia es ahora una división entre un sector de la burguesía que ha tendido a acoplarse a
las cadenas de valor global en una estrecha alianza al capital financiero, mientras que otro
sector de la burguesía tiene una tendencia proteccionista y nacionalista. En el seno de esta
burguesía se encuentra tanto la exportadora como la industrial que antes tomaba la forma de
burguesía nacional. El proletariado sin el horizonte revolucionario ni la lucha por la
liberación nacional queda relegado al papel de masas que se encuadran en una u otra
burguesía.
Puede parecer sin duda que hoy, en una fase más madura del imperialismo, las fronteras entre
el centro y la periferia son más difusas o líquidas, a diferencia de principios del siglo XX. Sin
embargo, lo que puede verse es una complejidad de la propia contradicción, que continúa
siendo uno de los principales motores del imperialismo. De la misma manera en la división
de clase entre proletariado y burguesía puede verse a la pequeña burguesía, a la burguesía
financiera, al lumpenproletariado o a la aristocracia obrera, pero lo esencial es que todas ellas
vienen explicadas por la primera división que articula al resto y las pone en movimiento. En
el mismo sentido en el imperialismo entre los países puede verse que aunque Brasil ocupa
una posición dependiente en la economía, con la exportación de materias primas, también
exporta capital y mantiene importantes inversiones en países como Angola o Mozambique.
Esto se debe a la aspiración de la burguesía local a fundirse con el resto de la burguesía como
clase, y no solo a sus intereses inmediatos.
Sin embargo, la naturaleza de los Estados-nación como base de la construcción del
capitalismo tiende a impedir la fusión tanto del proletariado como de la burguesía como
clases transnacionales. En cambio, mientras la burguesía está completamente ligada al
Estado, pues es su herramienta de dominación de clase, el proletariado, como clase universal,
es capaz de superarlo. Aquí se establece la contradicción entre la internacionalización del
capital y la pervivencia de los Estados-nación: «Las relaciones de producción actúan a nivel
internacional, conformando lo que se denomina la economía mundial. Sin embargo, la
37 Poulantzas, Teorías del Imperialismo
…, 297.
11
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
superestructura política, ideológica, jurídica, etc., continúa siendo fundamentalmente
nacional ». Esto explica en parte las contradicciones interimperialistas.
38
Las diferencias entre los países imperialistas se dan en «el proceso de nacionalización de los
intereses capitalistas que [se] traduce (...) en la contradicción entre internacionalización del
capital y monopolización del mismo ». Como se ha señalado los monopolios surgen de la
39
propia necesidad de los Estados una vez han conquistado el mercado interior, ante la
acumulación y concentración del capital consiguiente se da el proceso de monopolización
para la conquista de mercados exteriores. A medida que los monopolios van creando unos
espacios de influencia donde explotar el capital se encuentran en competencia con otros
monopolios nacionales . En este proceso, ante la tendencia decreciente de la tasa de
40
ganancia, la única solución a la crisis consecuente es la destrucción de capital y la
redistribución de las áreas de influencia. Es en este contexto que la composición del
proletariado cambia debido al imperialismo, junto a otros factores históricos, surgiendo la
aristocracia obrera. Esta es aquella capa de proletarios en los países imperialistas que,
dándose cuenta de sus intereses inmediatos como clase dentro del capitalismo, buscan
insertarse dentro del Estado aliándose con el gran capital para obtener una parte de las
ganancias del expolio de los países oprimidos . La oligarquía por su parte necesita de esta
41
alianza para asegurar su dominio, el asentamiento del Estado de bienestar es sin duda el
máximo exponente de los resultados de esta alianza.
Aunque las burguesías nacionales del centro tengan esa inclinación de tratar de superar los
Estados-nación, o erigirse por encima de estos, siempre terminan por volver ante sus intereses
inmediatos. Desde otra perspectiva también puede verse como un «conflicto entre el
desarrollo de las fuerzas productivas y la limitación nacional de la organización productiva 42
», pues aunque las fuerzas productivas se desarrollan hasta el punto de que superan el marco
de los propios Estados-nación (empresas transnacionales y capital financiero), el marco
jurídico y político siempre termina por limitar esa tendencia a la organización productiva
nacional. El resultado político en la lucha de clases que puede verse en los Estados del centro
es una divergencia entre dos sectores de la burguesía financiera. Una, que tiende a ocupar la
posición dominante, se beneficia de una mayor internacionalización del capital (burguesía del
capital internacional), como se ha descrito antes su alianza suele ser con la aristocracia
obrera. La otra incluye no solo a sectores de la burguesía financiera, sino a otros más ligados
a la producción nacional (burguesía del capital nacional) . Esta composición descrita es muy
43
heterogénea, es necesario estudiar concretamente cómo se construye en cada país y las
relaciones de fuerza. Además, la contradicción interimperialista se agudiza durante las crisis,
38 Vidal Villa, Teorías del Imperialismo
…, 9.
39 Nikolái Bujarin, ed., Teorías del Imperialismo
(Barcelona: Editorial Anagrama, 1976), 121.
40 Hilferding, Teorías del Imperialismo …,
93-94.
41 Lenin, «Imperialismo, fase superior del capitalismo», 163.
42 Bujarin, Teorías del Imperialismo …
, 122.
43 Poulantzas, Teorías del Imperialismo
…, 298.
12
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
que hacen caer la tasa de ganancia; puede sólo entonces verse la profundidad de estas
divisiones en el seno de la clase dominante.
La estructura de la cadena imperialista ,fruto de este sistema de contradicciones, es la división
entre centro y periferia. Sin embargo, al interior tanto de la periferia como del centro se dan
relaciones de dependencia de unos capitales a otros. Al igual que hay países imperialistas de
primer y segundo orden , las relaciones entre los países de la periferia global tampoco es
44
simétrica. En el centro, países como los de la Europa del este ocupan una posición de
dependencia respecto a los grandes capitales europeos, y a la vez participan del reparto del
mercado exterior y la toma de decisiones políticas en las estructuras de la Unión Europea. De
la misma forma, Japón tiende a ocupar la misma posición en el Pacífico como avanzadilla del
imperialismo estadounidense. En la periferia, países como Sudáfrica, Nigeria o Etiopía
ocupan una posición como eslabones superiores en la cadena imperialista respecto a sus pares
como Sudán, Somalia, Namibia o Malí. La diferencia estriba entonces no tanto en la posición
económica relativa que ocupa un país, sino de la política, pues la primera es totalmente
relativa a la segunda. Como se ha dicho, ,Japón tiene relaciones de dependencia con Estados
Unidos, pero es un país imperialista con una posición privilegiada en Asia-Pacífico, es una de
las mayores economías del mundo, líder en el sector tecnológico y participa de casi todos los
grandes foros del gran capital. Por el contrario, Corea del Sur es un país dependiente sujeto
políticamente a Estados Unidos en gran medida, a pesar de ser uno de los Tigres Asiáticos y
tener una pujante economía. Pero Irán o Turquía, teniendo unas economías menores en
términos brutos, actúan políticamente como países imperialistas sobre su periferia.
44 Poulantzas, Teorías del Imperialismo
…, 292-300.
13
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Hegemonía
El objetivo de este apartado es entender el desarrollo de las relaciones internacionales en el
periodo anterior a la transición, puesto que para explicarla es necesario saber desde qué punto
se parte. Desde lo general la transición es meramente un cambio en el sistema de
contradicciones, en el cual la contradicción dominante pasa a ser la interimperialista frente a
la centro-periferia del periodo inmediatamente anterior. Pero es necesario pasar ahora de lo
general a lo particular, esto conlleva entender concretamente cómo se articula la
contradicción en ese periodo, qué formas toma. Se desconoce qué forma concreta tomará la
contradicción interimperialista tras la transición, en cambio del periodo de 1989-2008 sí
puede hablarse. La finalidad es por lo tanto caracterizar este periodo en que hay una
hegemonía indiscutible del capital estadounidense tras la Guerra Fría con la caída de la Unión
Soviética. Para ello en un primer momento se abordará el “Orden Liberal Internacional”,
concepto que representa el paradigma ideológico y político que domina este periodo, pero
que se irá erosionando por sus propias contradicciones internas. En segundo lugar, como
parte del realineamiento de este nuevo orden es necesario atender a la ofensiva del capital
estadounidense que supuso la “Guerra Contra el Terror”.
El Orden Liberal Internacional
La hegemonía estadounidense en el imperialismo durante el periodo de 1989-2008 se ha
construido sobre una serie de premisas que pueden nombrarse sucintamente a través de la
fundación del Orden Liberal Internacional tras la Segunda Guerra Mundial en 1945 . La
45
imposición de esta hegemonía desata a su vez, al no encontrar el capital oposición política, la
dominación de la contradicción centro-periferia. Así, el imperialismo como conjunto viene
determinado tanto por sus contradicciones generales como particulares. En el periodo de la
Guerra Fría (1947-1989) el imperialismo sigue dominado por la potencialidad desatada del
proletariado revolucionario durante el Ciclo de Octubre (1917-1991), la contradicción
46
capital-trabajo. Sin embargo, las demás contradicciones subsumidas a esta continúan
funcionando en el sistema de contradicciones, es de esta forma que la bipolaridad de la
Guerra Fría explica las tensiones interimperialistas . Pero a su vez, al agotarse, abre paso a
47
dos ciclos históricos: en el general la dominación del centro-periferia como motor dominante,
y en el particular el momento unipolar estadounidense.
45 Hans Kundnani, «What Is the Liberal International Order?».
Informe de investigación. German Marshall
Fund of the United States
(2017): 2-3. www.jstor.org/stable/resrep18909
46 Movimiento Anti-Imperialista, «Editorial: Viejos cantos de sirena bordeando el abismo de una nueva guerra»,
El Martinete
27 (2015): 3. https://www.nodo50.org/mai/Martinete/EM-27/EM27.pdf
47 Joseph S. Nye, «The rise and fall of American hegemony from Wilson to Trump», International Affairs
95
(2019): 68. https://doi.org/10.1093/ia/iiy212
14
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
El Orden Liberal Internacional supone en un primer momento la expresión ideológica y
política del bloque imperialista occidental tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero con
la aspiración de convertirse en un orden efectivamente «internacional» . Por otro lado el
48 49
ascenso, y triunfo finalmente en 1956, de la burguesía burocrática en la Unión Soviética
conllevaría el intento de está de tomar una posición dominante en la cadena imperialista, pero
también de acoplarse al capital occidental, como muestra la política de la Coexistencia
Pacífica
. Estas contradicciones, atravesadas por la posición del proletariado, llevarían a la
creación de instituciones comunes como las Naciones Unidas, pero también a la constante
tensión interimperialista de la Guerra Fría. Así el Orden Liberal Internacional terminaría por
heredar, cuando fuera completamente dominante, tanto instituciones pactadas con la Unión
Soviética como aquellos remanentes del anterior orden del que nace.
De 1945 a 1973, los Treinta Gloriosos de posguerra, se da una consolidación del capital
estadounidense sobre las metrópolis de la Europa occidental con el programa del Plan
Marshall como principal motor de esta inserción en nuevos mercados. También con la
creación de las principales instituciones financieras, el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial a través de los Acuerdos de Bretton Woods . Es decir, este primer periodo es
50
el de la naciente dominación estadounidense que emerge desde las propias entrañas del
anterior orden que se deshace en la Segunda Guerra Mundial, principalmente el Imperio
Británico, con la Carta del Atlántico . Lo que daría paso a la Organización del Tratado del
51
Atlántico Norte (OTAN) en materia militar y al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros
y Comercio (GATT). En el campo laboral se da la generalización del modo de producción
fordista en que: «estos pactos sociales y el modelo corporativo de relaciones laborales eran
funcionales al modelo productivo fordista (...) Como señaló Eric Hobsbawn (1995, p. 278), el
miedo al comunismo también jugó un papel decisivo, pues estos pactos sociales permitieron
integrar en el sistema, en una lógica corporativa, a los trabajadores y a sus organizaciones,
que se adscribieron a la socialdemocracia o al eurocomunismo ».
52
En el periodo subsiguiente (1973-1989) las contradicciones propias de Oriente Medio harán
estallar la crisis del petróleo de 1973. Estas serán las propias de Sykes-Picott con las luchas
de liberación nacional vinculadas a la paradigma socialista, por las fronteras dibujadas por el
imperialismo colonial francés y británico junto al incumplimiento de los acuerdos de la
Primera Guerra Mundial y la creación del Estado de Israel, el auge islamista en la década de
1970 con la Revolución Islámica de Irán, ante el fracaso del panarabismo socialmente y su
48 S. Nye, «The rise and fall of American hegemony from Wilson to Trump», 68-69.
49 S. Nye, «The rise and fall of American hegemony from Wilson to Trump», 71.
50 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 5-6.
51 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 3.
52 José Antonio Sanahuja, «Crisis de la globalización, el regionalismo y el orden liberal: el ascenso mundial del
nacionalismo y la extrema derecha», Revista Uruguaya de Ciencia Política
28 (2019): 65.
https://dx.doi.org/10.26851/rucp.28.1.3
15
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
derrota militar frente a Israel, y las contradicciones interimperialistas entre Estados Unidos y
la Unión Soviética .
53
La crisis del petróleo cataliza una crisis general del capitalismo, produciendo importantes
cambios en el MPC. El toyotismo comienza a reemplazar al fordismo como modo de
producción. A su vez, los mercados tienden a “divorciarse” de la economía productiva, y el
capital financiero se reinvierte en su mayoría sobre procesos especulativos de creación de
valor sobre las propias monedas. El capital monetario “fluye” ahora en el mercado sin estar
fijado a un valor “real”. Estos cambios supusieron la liquidación de remanentes del anterior
orden y la apertura de las políticas del paradigma neoliberal con la llamada «globalización».
Esta etapa también es una de aumento de las contradicción al interior el bloque imperialista
occidental, el capital monopolista estadounidense ejerce su dominación sobre el resto de
metrópolis y se da «una división en el seno mismo del capital productivo: es aquí donde se
inscribe el desplazamiento de las exportaciones de capital hacia las inversiones directas y
hacia las industrias de transformación ».
54
Sin embargo, esta enorme crisis debida a la caída de la tasa de ganancia y a la
sobreproducción no pudo resolverse solamente mediante estas reformas estructurales que
crearán nuevos espacios de inversión, sino que necesitó de un impulso mayor ya que «…si se
aplicaban sólo a los territorios capitalistas centrales, suprimirían los salarios, destriparían la
red de seguridad social, crearían cantidades peligrosas de deuda y, por lo tanto, avivarían los
disturbios generalizados. Los movimientos sociales y las insurrecciones de fines de la década
de 1960 ya habían insinuado la posibilidad de tal desestabilización, y en el contexto de la
Guerra Fría, la desestabilización conllevaba el riesgo de desencadenar un conflicto militar… 55
». Es decir, para la burguesía del centro romper su alianza con la aristocracia obrera
conllevaba demasiados riesgos, aunque las reformas neoliberales llevarían a cabo una
reducción sustancial del reparto a favor de esta clase no se daría una ruptura en ningún
momento. Los mercados más aptos para la necesaria deslocalización y superexplotación eran
los de Asia Oriental y Sudeste Asiático debido a sus condiciones, había una mano de obra
más cualificada y disciplinada. En este contexto se dan dos procesos, los nacientes Tigres
Asiáticos y la restauración capitalista en China:
«China ofreció una "ventaja comparativa" esencial en las etapas clave del proceso de
producción industrial ligera. (...) La apertura de China fue el comienzo de un amplio proceso
de subsunción a la comunidad material del capital, impulsado por la creciente necesidad de
exportar primero bienes y, más tarde, capital, de economías desarrolladas que sufren
sobreproducción. Después de las primeras expansiones de la producción capitalista en otras
53 Movimiento Anti-Imperialista. «Editorial: Viejos cantos de sirena bordeando el abismo de una nueva guerra»,
5.
54 Poulantzas, Teorías del Imperialismo
…, 295-296.
55 Chuang, «Red Dust: The Transition to Capitalism in China», Chuang Journal: Frontiers
2 (2019): 28.
http://chuangcn.org/wp-content/uploads/2019/12/Issue2_Body_SMALLfile.pdf
16
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
partes del este de Asia, China pudo ofrecer grandes territorios para la inversión y una fuerza
laboral alfabetizada y barata sin precedentes en su tamaño, salud y educación básica. La
oferta laboral agregada al sistema capitalista global por este proceso fue aproximadamente
igual en tamaño a la de todas las naciones industriales del mundo combinadas. Además, esta
fuerza laboral había sido producida por el régimen de desarrollo socialista, por lo que sus
costos iniciales fueron externos a la producción capitalista y los costos de su reproducción se
externalizaron fácilmente a periferias internas aún dominadas por la producción de
subsistencia, al menos para las primeras dos generaciones. »
56
Esta incorporación de China se da en el contexto de una alianza entre el capital monopolista
estadounidense y la naciente burguesía china, cuyo sello se encuentra en Hong Kong como
centro de finanzas asiático. Así este será una pieza clave del Orden Liberal Internacional en el
teatro del Pacífico, y la inserción paulatina de China, generaría unas contradicciones
específicas, como la guerra comercial con el capital japonés que capitularia en el Plaza
Accord
en 1985 . Ante el avance del bloque imperialista occidental y las dificultades para
57
integrar al bloque soviético en él, el imperialismo fue antagonizando cada vez más la
contradicción generada entre las dos partes de su mismo ser, conduciendo de esta forma a dos
opciones: la ruptura definitiva que llevará a un conflicto o la propia descomposición del
bloque soviético al tratar de integrarse y llevar las contradicción internas a sus límites. Así la
Perestroika
condujo a este segundo escenario a partir de 1989, culminando en 1991.
Es de esta forma que el Orden Liberal Internacional, como representación del momento
unipolar estadounidense de la pos-Guerra Fría que anunciaba el fin de la historia
, tratará de
digerir e integrar aquellos restos dejados por el bloque soviético . El capital estadounidense y
58
europeo, principalmente, se lanzarán a rapiñar los mercados antes restringidos por el
monopolio soviético. Pero la imposibilidad de deglutirlos completamente será el germen de
toda una serie de contradicciones que tomarán fuerza ante la siguiente contingencia.
Las características propias del Orden Liberal Internacional, que se asienta a partir de 1989
como uno plenamente global, podrán dividirse en dos: las que se caracterizan de “orden” y
aquellas que se señalan como “liberal”. El propio concepto encierra esta contradicción. En un
sentido ideológico es lo que John Ikenberry señalaba como fusión de dos órdenes en la lucha
entre el pensamiento liberal kantiano y el realismo . La Paz de Westfalia de 1648, que
59
establece los Estados soberanos, es el mayor exponente de este sentido de “orden” . Mientras
60
que el desarrollo de las democracias liberales occidentales basadas en los mercados abiertos,
instituciones internacionales, soberanía compartida, Estado de derecho y resolución colectiva
de disputas, el multilateralismo; esto es aquello que puede calificarse de “liberal” . En un
61
56 Chuang, «Red Dust: The Transition to Capitalism in China», 28-29.
57 Chuang, «Red Dust: The Transition to Capitalism in China», 183-218.
58 Joseph S. Nye, «What New World Order?». Foreign Affairs
71 (1992): 86-89. doi:10.2307/20045126
59 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 2-4.
60 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 2.
61 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 2.
17
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
mismo sentido esta es la expresión de la contradicción en la fase imperialista entre
internacionalización del capital y la monopolización del mismo. La internacionalización
corresponde al divorcio del capital financiero de la producción, la globalización y a la
aparente desintegración de los Estados y su pérdida de soberanía . Mientras la
62
monopolización del capital en las relaciones internacionales es la creación cárteles y zonas de
influencias, como la Unión Europea y la ASEAN, a su vez la permanencia de la soberanía
63
de los Estados de la Carta de la ONU o la firma de la Declaración de París en 1990 con el
establecimiento de la OSCE. Debe añadirse aquí una adición, esta relación contradictoria no
se puede entender meramente como entes separados, sino como reflejos de su contrario y, a
su vez, uno solo puede entenderse a través del otro. Es decir, la internacionalización del
capital no es más que su monopolización a una escala mayor, en la cual ya no hay meras
zonas de influencia estancas, sino que el capital trata de traspasar esas barreras; de la misma
forma el capital monopolista de un Estado concreto solo se internacionaliza en cuanto busca
atraer para sí, para su Estado, mayores tasas de ganancia .
64
A su vez este Orden Liberal Internacional podrá dividirse en varios estratos habiendo en cada
uno una serie de instituciones y organismos: el orden securitario nacido de la pos-Guerra
Fría, el económico y el “político”, la expansión de las intervenciones humanitarias bajo el
paraguas de los Derechos Humanos en la Carta de las Naciones Unidas .
65
Es por esto que la posición hegemónica del capital estadounidense, principalmente, junto al
de sus aliados europeos occidentales y japoneses en la década de 1990 hizo avanzar las
posiciones “liberales” que hemos señalado. Esto se debe a su posición como burguesía
financiera dominante en el sistema imperialista, colocándose aparentemente por encima de
sus propios Estados, tratando de constituirse como una clase transnacional .
La parte
66
“liberal” ha ido tomando terreno sobre el “orden” sin terminar de desplazarlo. Las adiciones
en los años 1990 fueron el Tribunal Penal Internacional o la Organización Mundial del
Comercio, a partir de la cual se establecerán extensivamente los Tratados de Libre Comercio
(TLC) como el NAFTA. En 2005 se daría mayor legitimidad a las intervenciones
humanitarias mediante la figura de la “responsabilidad de proteger” (R2P) . La Primera
67
Guerra del Golfo en 1991 será la muestra más abierta del nuevo poder unipolar
estadounidense, y vendrá sucedida en adelante por la intervención en el kurdistán iraquí con
la Operation Provide Comfort
(1991-1996), estableciendo de facto una región autonóma
62 S. Nye, «What New World Order?», 83-84.
63 Levy, David, «Challenging Social-Democratic Theories of the Global Political Economy and Updating
Theories of Imperialism: The Theory of Bloc Imperialism», Critique: Journal of Socialist Theory
38 (2010):
241–245. doi:10.1080/03017601003668746
64 Molly Cochran, «The new world order and international political theory», Paradigms
8
(1994): 117–121.
doi:10.1080/13600829408443065
65 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 4-6.
66 Steven Kettell y Alex Sutton, «New Imperialism: Toward a Holistic Approach». International Studies Review
15, no. 2 (2013): 248. www.jstor.org/stable/24032950
67 Kundnani, «What Is the Liberal International Order?», 3.
18
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
kurda, Operation Restore Hope
en Somalia en 1992, Operation Uphold Democracy
en Haití
y las intervenciones en las guerras yugoslavas en 1995 y 1999 .
68
Con estas tendencias se dan varios conflictos y reordenamientos de poder en distintas
regiones, unos cambios que se precipitan en cascada y desplazan la dirección a “nuevo orden
mundial” . En el teatro europeo se dan tres dinámicas: el reordenamiento de centro-europa,
69
europa del este y los balcanes ante la ausencia del monopolio soviético, el intento de la
Federación Rusa de integrarse en el bloque imperialista occidental y la consolidación del
cartel de la Unión Europea que comienza a adquirir autonomía. Estas tres dinámicas se dan
simultáneamente, lo que provoca importantes cambios sobre la composición orgánica
resultante. En primer lugar el capital europeo y estadounidense cooperan por integrar en sus
estructuras inmediatas, la Unión Europea y la OTAN, a los capitales dejados atrás por la
maquinaria soviética; esto es la reunificación alemana, Polonia, los bálticos, Hungría,
República Checa, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria principalmente, primero mediante
reformas estructurales en los años 1990, y en los años 2004 y 2007 su entrada en el bloque
europeo. Mientras los balcanes, aún en proceso, necesitarían de reformas estructurales vía
militar, por supuesto Yugoslavia implosionaría fruto de sus propias contradicciones.
El mayor instrumento de muestra de la autonomía europea y cierto deslinde de Estados
Unidos será el euro, con el Tratado de Maastricht de 1992 como punto de partida. Aún así el
capital estadounidense, fuertemente enraizado a las estructuras europeas, necesitaba de la
incorporación de los países del llamado “campo socialista” al bloque comunitario. La
Federación Rusa por su parte como heredera de la mayor parte del capital soviético, y
reclamando en el Consejo de Seguridad la sucesión, ostentaría una posición privilegiado que
no permitiría su subsunción al bloque imperialista occidental. Rusia reclamaba su
incorporación al bloque, pero mediante acuerdos favorables que le asegurarán una posición
preeminente en la configuración del ahora dominante Orden Liberal Internacional. Esto se
vió en la política exterior ejercida por Kozyrev como titular del Ministerio de Relaciones
Exteriores, en que la administración de Boris Yeltsin trata de acercar las relaciones con
Estados Unidos, se firma el Acuerdo START II, entrada al G8, la adhesión al Consejo de
Europa, los acuerdos con la OTAN como la Asociación para la Paz o el inicio de la política
de privatizaciones de las empresas estatales abriendo el país a la inversión extranjera y
pidiendo un préstamos del Fondo Monetario Internacional. Con el cambio de Kozyrov por
Primakov en 1996 se hace patente cierto distanciamiento, debido al percibido vago interés del
bloque occidental por integrar a Rusia, esta pasa a buscar preservar sus intereses imperialistas
en la periferia inmediata . Los conflictos de Chechenia y la intervención de la OTAN en
70
Yugoslavia en la guerra de Kosovo en 1999 serán los punto que definan esta primera ruptura
del entendimiento; el flujo de capitales continuará a pesar de esto. De hecho hay zonas que
68 Cochran, «The new world order and international political theory», 107–111.
69 S. Nye, «What New World Order?», 84-86.
70 José Á. López Jiménez y Javier Morales Hernández, La política exterior de Rusia: Los conflictos congelados
y la construcción de un orden internacional multipolar,
(Madrid: Dykinson, 2017): 12-23
19
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
quedarían bajo la zona de influencia rusa, como Belarús, Transnistria y Tayikistán (en cuya
guerra civil Rusia intervendría), o como puente con el bloque occidental, como es el caso de
Ucrania y Moldavia .
71
En definitiva los años 1990 servirían a Estados Unidos para extender su nuevo orden ante los
vacíos de poder dejados por el colapso soviético. George H. W. Bush decía estas palabras
sobre el “nuevo orden mundial” en un 11 de septiembre de 1990:
Estamos hoy en un momento único y extraordinario. (...) un nuevo orden mundial, puede
surgir: una nueva era, más libre de la amenaza del terror, más fuerte en la búsqueda de la
justicia y más seguro en la búsqueda de la paz. Una era en la que las naciones del mundo,
Oriente y Occidente, Norte y Sur, puedan prosperar y vivir en armonía. (...) Hoy ese nuevo
mundo está luchando por nacer, un mundo muy diferente al que hemos conocido. Un mundo
donde el imperio de la ley suplanta al imperio de la jungla. Un mundo en el que las naciones
reconocen la responsabilidad compartida de la libertad y la justicia. Un mundo donde los
fuertes respetan los derechos de los débiles. (...) La prueba que enfrentamos es enorme, y
también lo que está en juego. Este es el primer asalto al nuevo mundo que buscamos, la
primera prueba de nuestro temple. Si no hubiéramos respondido a esta primera provocación
con claridad de propósito, si no continuamos demostrando nuestra determinación, sería una
señal para los déspotas reales y potenciales de todo el mundo. Estados Unidos y el mundo
deben defender intereses vitales comunes, y lo haremos. Estados Unidos y el mundo deben
apoyar el estado de derecho, y lo haremos. Estados Unidos y el mundo deben enfrentar la
agresión, y lo haremos. Y una cosa más: en la búsqueda de estos objetivos, Estados Unidos
no se dejará intimidar. Los acontecimientos recientes seguramente han demostrado que no
hay sustituto para el liderazgo estadounidense. Ante la tiranía, que nadie dude de la
credibilidad y la fiabilidad de los estadounidenses. Que nadie dude de nuestro poder de
permanencia. Apoyaremos a nuestros amigos.
72
71 Silvia Marcu, «La geopolítica de la Rusia postsoviética: desintegración, renacimiento de una potencia y
nuevas corrientes del pensamiento geopolítico», Revista electrónica de geografía y ciencias sociales
9 (nº 253),
(2007). http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-253.htm
72 Aquí puede leerse el discurso completo del Presidente George H. W. Bush ante la sesión conjunta del
Congreso el 11 de septiembre de 1990:
https://millercenter.org/the-presidency/presidential-speeches/september-11-1990-address-joint-session-congress
20
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
La Guerra Contra el Terror
Las políticas neoliberales, forma que tomó esta ofensiva general del capital tras la crisis de
1973 y el Consenso de Washington en 1989, sirvieron para abrir nuevos espacios de
inversiones al capital. Pero no son simplemente ‘medidas’ que pueden ser revertidas, sino el
resultado concreto de la lucha de clases que se da durante un momento de reestructuración
del capital en su crisis. Como dijo Marx la crisis es “la concentración real y el ajuste forzado
de todas las contradicciones de la economía burguesa ”. Este proceso, que ya ha sido
73
descrito, en el cual la ofensiva del capital encuentra nuevos mercados mediante su
reestructuración, sumado al colapso soviético de principios de los 1990s, terminará por
exacerbar las propia crisis del capital financiero como señalaba Luxemburgo. «Acumulando
sumas gigantescas de capital ficticio que reclamaban una masa cada vez más pequeña de
plusvalía disponible », así en 1997 la crisis financiera asiática, en 1998 la crisis financiera
74
rusa con el quiebre del fondo de inversión estadounidense Long-Term Management y la crisis
de las ‘dot.com’ en el 2000. Es por ello que debido al carácter anárquico de la producción
capitalista y el declive general de la época imperialista junto a este proceso de ‘globalización’
del capital ha creado una presión creciente sobre el eje dominante del imperialismo, el capital
estadounidense y su poder unipolar.
La Ronda de Doha de 2001 en la Organización Mundial del Comercio (OMC) fue un
indicativo de cierta convergencia entre los países imperialistas del Orden Liberal
Internacional y aquellos nuevos países emergentes que articulaban nuevos polos de poder,
aunque las asimetrías continuaban. La cuestión central no era por lo tanto que China, Rusia,
Brasil o India supusieran un bloque imperialista propio, y ni siquiera un cartel, sino que estos
poderes emergentes buscaban reformar el equilibrio de poder y redistribución de capital por
su mayor peso en los mercados . A través de instituciones como la OMC buscaban tomar en
75
el Orden Liberal Internacional una mejor posición tratando de converger con los poderes
tradicionales del blocco storico
. La inserción de estos poderes en la cadena imperialista a
principios de siglo era una de dependencia respecto al centro, pero también de relaciones de
opresión respecto a otro países, por lo que las reformas no iban dirigidas a una
democratización de la relaciones internacionales . Esto se puede ver tanto en las políticas de
76
73 Karl Marx, Theories of Surplus Value
, Part II (Moscow: Progress, 1975), 510.
74 Savas Michael-Matsas, «The New-Old Imperialism», Critique: Journal of Socialist Theory
36 (2008): 57–58.
doi:10.1080/03017600801892722
75 Esteban Actis y Julieta Zelicovich, «Not all that glitter is gold: Continuities in international order and limits to
global south reconfiguration», Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad
11 (2016): 27-29.
https://dx.doi.org/10.18359/ries.1869
76 Actis y Zelicovich, «Not all that glitter is gold: Continuities in international order and limits to global south
reconfiguration», 33-34.
21
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
corte neoliberal llevadas a cabo por las administraciones de Lula da Silva en Brasil , como
77
en el “Ascenso Pacífico
” de Hu Jintao en China .
78
Estados Unidos para mantener su posición dominante en «una crisis estructural de
sobreproducción profundamente arraigada, con márgenes de beneficio [cada vez] más
estrechos, presiones a la baja en los salarios y un crecimiento del capital financiero
globalmente móvil »ha necesitado desplegar una estrategia de “superioridad de amplio
79
espectro ”, término acuñado bajo la presidencia de Clinton, como medio para mantener su
80
hegemonía tanto domésticamente como en el exterior. Los atentados del 11-S abrieron una
oportunidad: la Guerra Contra el Terror, una “guerra mundial contra el terrorismo ”, sirvió
81
así como la herramienta para desplegar el poder de la maquinaria militar-industrial
estadounidense a lo ancho del globo para asegurar las tasas de ganancias. Ya fuera en África,
donde se establece Camp Lemonier como base en Djibouti y AFRICOM en 2007 con
Operation Enduring Hope
–Horn of Africa
yOperation Juniper Shield
en el Sahara a partir
de 2007, en el Sudeste Asiático, con Operation Freedom Eagle
en Filipinas, en Asia Central,
con la Guerra de Afganistán, o en Oriente Medio, con la Guerra de Iraq de 2003. Mientras a
su vez en el territorio estadounidense se aplica la Patriot Act . A pesar de lo cual este cambio
82
fue más coyuntural que general, y sólo desarrolló las contradicciones ya existentes al igual
que las políticas que ya se venían articulando bajo la presidencia de Clinton . El barniz
83
neoconservador de la Administración George W. Bush sólo dió una forma particular a una
política general, que siguió su curso bajo la presidencia de Obama. Política la cual ya venía
abanderada por el conocido Choque de Civilizaciones
de Samuel Huntington.
La Guerra Contra el Terror tuvo el propósito tanto de re-asegurar la hegemonía
estadounidense como a la vez un intento de reconfigurar el mapa que se desdibujaba en una
periferia en constante desorden. El despliegue militar estadounidense supuso un intento de
retener el momento unipolar estadounidense. Pero también sirvió aún propósito más amplio,
y es que de manera general la burguesía hizo uso del “terror” para reafirmar su dominación,
si los países dependientes ocupan esa posición es porque su burguesía local hace partícipe en
el poder a los imperialistas, en los que se apoya, para poder mantener el control sobre su
propio mercado. Es decir, de nuevo Estados Unidos, bajo la égida del Orden Liberal
Internacional, dio un nuevo servicio al imperialismo, o lo que se conoce comúnmente como
“bienes colectivos” en las relaciones internacionales, tales como la libre navegación, proveer
77 Gabriel Esteban Merino, «Del apogeo “lulista” a la destitución de Dilma: el devenir nacional popular
neodesarrollista en Brasil», Revista de estudios Latinoamericanos
(2017): 235–244.
http://dx.doi.org/10.22201/cialc.24486914e.2018.66.56957
78 Buzan, Barry, «China in International Society: Is ‘Peaceful Risa’ Possible?», The Chinese Journal of
International Politics
3 (2010): 16-18. https://doi.org/10.1093/cjip/pop014
79 Kettell y Sutton, «New Imperialism: Toward a Holistic Approach», 252.
80 Melvyn P. Leffler, «Retrospectiva del 11-S y la 'Guerra Contra El Terror'», Política Exterior
25, no. 143
(2011): 55. www.jstor.org/stable/23055005
81 Leffler, «Retrospectiva del 11-S y la 'Guerra Contra El Terror'», 46.
82 Michael-Matsas, «The New-Old Imperialism», 59.
83 Leffler, «Retrospectiva del 11-S y la 'Guerra Contra El Terror'», 53-56.
22
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
de seguridad al comercio o la red de internet, como se conoce aún hoy día. La Guerra Contra
el Terror se expresa como el intento de la clase dominante transnacional de resolver la crisis
«proporcionando una salida para el excedente de capital estadounidense y una forma de
expandir el mercado mundial a territorios previamente restringidos ».
84
Pero con todo no pudo evitar tanto la crisis de 2008 como las crecientes divergencias, que se
exacerbaron, del propio bloque imperialista occidental, de hecho aceleraron ciertos cambios
estructurales, tras conseguir frenarlos momentáneamente, e incluso se desestabilizaron zonas
en un intento por reordenarlas. Un primer ejemplo de esto es la Segunda Guerra del Golfo,
que ha tenido profundos efectos en el equilibrio regional de Oriente Medio, cambiando
completamente el balance de poder que ejercía Iraq frente a Irán . Esta guerra también reveló
85
las crecientes contradicciones dentro del bloque imperialista occidental, la negativa de la
mayor parte de los países de la OTAN, de especial relevancia Francia y Alemania, a
participar de la acción militar estadounidense mostró la creciente divergencia europea tras la
Guerra Fría. Ahondando en el tándem Unión Europea-OTAN, las contradicciones entre los
propios Estados miembros muestra como las causas externas operan a través de las propias
contradicciones internas . Es decir, las ambiciones de Francia y Alemania por integrar a la
86
periferia del este a la Unión Europea produjo un cambio en la postura de España, y el siempre
ambivalente Reino Unido, hacia Estados Unidos con la intención de obtener un puesto
preeminente junto al hegemón ante la posibilidad de tener un menor peso en el cartel
europeo.
Por otro lado en este periodo que lleva a la Gran Recesión (2008) también se desarrolla una
creciente relación entre el capital estadounidense y el chino, con Hong Kong como puerta de
entrada, y salida, de las inversiones. En general los alrededor de 30 años de política de
“Reforma y Apertura” desde 1978 bajo el Consenso de Washington llegan a su fin con la
crisis financiera de 2008 debido a que el crecimiento económico chino era financiado
mediante la compra de bonos del tesoro estadounidense . Esto permitía a su vez dar
87
estabilidad al dólar, como moneda dominante, al mantener bajos los tipos de interés y al
renminbi con un valor a la baja, lo cual fomentaba las exportaciones de Beijing. China
obtenía acceso a mercados a cambio de adquirir deuda estadounidense: «Ha vinculado su
propia reforma interna y desarrollo con una apertura creciente a las reglas y estructuras de la
economía global ». Sin embargo, a partir de 2011 China reduce la tenencia de bonos del
88
tesoro, transicionando su moneado de la vinculación al dólar hacia su liberalización. Estados
Unidos por su parte lanzó su política de expansión cuantitativa (QE), todo ello ha llevado a
una desestabilización de la relación entre ambas fuerzas . En conclusión se muestra que la
89
relación recíproca por la que Estados Unidos conseguía un apoyo como eje dominante del
84 Kettell y Sutton, «New Imperialism: Toward a Holistic Approach», 252.
85 Leffler, «Retrospectiva del 11-S y la 'Guerra Contra El Terror'», 52-53.
86 Mao Tse Tung, Las Contradicciones
, (Barcelona: Grijalbo, 1974): 15-18.
87 Michael-Matsas, «The New-Old Imperialism», 58.
88 Buzan, «China in International Society: Is ‘Peaceful Risa’ Possible?», 21.
89 Buzan, «China in International Society: Is ‘Peaceful Risa’ Possible?», 19.
23
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
imperialismo mientras China obtenía la estabilidad interna necesario para la construcción de
su Estado capitalista sólo podía ser temporal .
90
Esto no se debe a que, como argumentan ciertos autores, China y Estados Unidos estén
predeterminados a una confrontación por la posición de potencia hegemónica o que se deba a
un ‘cambio de ciclo’ en una reducción geopolítica de Grandes Potencias, sino por las
contradicciones que encierra esta propia relación como parte del imperialismo, como sistema
de contradicciones. Es decir, que el imperialismo en su forma actual no es capaz de sintetizar,
no sólo a China, en el bloque imperialista dominante a nuevas formas de capital, lo que lleva
a que se desgarre: «La integración de China en el capitalismo mundial no ha creado una
nueva superpotencia imperialista para reemplazar a Estados Unidos como el poder
hegemónico mundial (según un escenario muy publicitado, teorizado también por Arrighi,
Harvey et al.); sin embargo, se ha convertido en un factor desestabilizador tanto para China
como para la economía capitalista mundial ». China no se opone al Orden Liberal
91
Internacional, del que se ha beneficiado y ha sido fuente de su estabilidad interna, pero
reclama su parte proporcional en la mesa de reparto de la gran burguesía mundial. Como
señala Buzan China es un país revisionista reformista , busca una reforma del actual orden,
92
no un cambio de este. Por ejemplo Beijing forma parte del G-20, pero no del entonces G8, y
tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial siguen estando controlados
por el bloque imperialista occidental.
La Gran Recesión revela de esta forma el cúmulo de contradicciones entre el centro y la
periferia. Esas disputas de la Ronda de Doha alrededor de cuotas de mercado, liberalización
en los países emergentes y su integración nuevos organismos (como el G20), el acceso a los
mercados para los productos no agrícolas (AMNA), “la reciprocidad y el trato favorable de
los países en desarrollo”, la reducción de barreras arancelarias o la inversión extranjera
directa en la periferia ; y la Guerra Contra el Terror, las operaciones “antiterroristas” o el
93
despliegue de la ONU en Haití. Como consecuencia de esta crisis se abre el paso la
transición. El despliegue militar estadounidense no sólo fue incapaz procurar mantener la
hegemonía, sino que además exacerbó las pulsiones existentes en tanto en la periferia como
en el centro. En 2011 Ikenberry decía: “Aunque la posición de los Estados Unidos en el
sistema global está cambiando, el Orden Liberal Internacional está vivo y sano ”. La
94
transición llevaría la reforma del Orden Liberal Internacional a sus límites, y cambiaría
radicalmente la posición de Estados Unidos.
90 Michael-Matsas, «The New-Old Imperialism», 58-59.
91 Michael-Matsas, «The New-Old Imperialism», 58.
92 Buzan, «China in International Society: Is ‘Peaceful Risa’ Possible?», 18.
93 Actis y Zelicovich, «Not all that glitter is gold: Continuities in international order and limits to global south
reconfiguration», 38-42.
94 John Ikenberry, «The Future of the Liberal World Order». Foreign Affairs
90 (2011): 56-68.
https://www.foreignaffairs. com/articles/2011-05-01/futureliberal-world-order
24
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
Transición
En este apartado se abordará el momento de crisis del capital con la Gran Recesión (2008), y
como este abre el paso para la transición de la posición hegemónica estadounidense hacia un
nuevo orden aún por perfilar. Esta transición, debido a la incapacidad del Orden Liberal
Internacional de integrar en sí las crecientes demandas de la periferia al igual que a las
potencias revisionistas, se verá atravesada por una fuerte convulsión social. A su vez será la
catarsis que configurará y asentará la nueva contradicción principal, la interimperialista,
abriendo paso a lo que podría ser un nuevo orden diferente al Liberal Internacional.
Crisis y Reacción
La Gran Recesión es la consecuencia de un ciclo de sobreproducción capitalista que
desemboca en una crisis financiera al no poder asegurarse la continuidad del crédito. El
sistema financiera crea una burbuja en la rama de la producción más rentable, en este caso el
sector inmobiliario, de aquí provinieron las hipotecas “subprime” y otros créditos basura, que
cuando alcanza una masa crítica hace derribar a todo el capital ficticio debido a la
competencia inherente capitalista. La consecuencia es una interrupción del ciclo de
reproducción de la plusvalía y por lo tanto una crisis general del capital. La quiebra de
Lehman Brothers supone así el punto de inflexión de esta tendencia decreciente de la tasa de
ganancia, como de profunda y extensa sea la crisis depende de varios factores concretos de
cómo afecte a las distintas estructuras y sectores. En el caso de la Gran Recesión abre un
momento de profunda crisis general que hace necesario una reestructuración del capital, esto
requiere del desplazamiento ingentes capas del proletariado, que pasan a engrosar las filas del
“ejército de reserva de mano de obra”, al igual que la expulsión del reparto de la ganancia a la
pequeña burguesía que es proletarizada. Es de este modo que el capitalismo consigue invertir
la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, junto a otros mecanismos compensatorios de
“control financiero”, para abrir un nuevo ciclo de reproducción ampliada del capital.
En esta situación el imperialismo se autofagia, eliminando de sí las partes prescindibles para
poder sobrevivir. Para recuperar las tasas medias de ganancias destruye capital y producción
sobrante para abrir nuevas vías de inversión a la reproducción de la plusvalía. Mediante
ajustes fiscales y una mayor intensificación de la actividad laboral, es decir, una mayor
explotación del proletariado, menores salarios, eliminación del capital variable menos
productivo, flujos de migración masiva de la periferia al centro que huyen de la guerra y la
crisis producida por la conflagración de capitales, ya sea de Siria, Libia o Mali, se trata de
disciplinar la producción. Pero esta profunda reestructuración inicial del capital financiero
tiene sus efectos inmediatos en las explosiones sociales, que pasarán a llamarse “Era de los
Disturbios” (Era of Riots
). Al igual que produce cambios a medio y largo plazo, que cambian
por completo la estructura interna de los Estados, al cambiar la composición de fuerzas de
25
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
cada clase; y también la relación de poder entre los Estados imperialistas, que abre la puerta
en esta transición hacia la contradicción interimperialista.
La “Era de los Disturbios” fue todo un ciclo de levantamientos sociales como respuesta a la
crisis económica en que distintas clases afectadas se lanzaron a protestar, Sanahuja explica
cuáles son estas capas que con la globalización como ciclo son consideradas “perdedoras”:
«Como señalan Milanovic (2012, 2016) y Lakner y Milanovic (2016), en ese proceso, en
términos de reducción de la pobreza y distribución del ingreso cabe identificar claros
ganadores y perdedores: pierde el bottom billion, los en torno a mil millones de personas
estancadas en la pobreza extrema y el hambre, en su mayoría en África subsahariana y Asia
meridional, y las clases medias y los trabajadores de menor cualificación de los países
avanzados, que experimentan en mayor medida las consecuencias de un mercado de trabajo
cada vez más dual, con un horizonte de desempleo, precariedad laboral, recorte de derechos e
incertidumbre asociada al cambio tecnológico. Ganan las clases medias en ascenso de los
países emergentes, que han dejado atrás la pobreza y pueden acceder al mercado de consumo,
y la estrecha capa de la población más rica, tanto en los países emergentes, como en los
avanzados ».
95
El resultado fueron movimientos como los disturbios en Grecia, las protestas en Islandia, el
Movimiento Verde Iraní, las protestas laborales en China, la Primavera Árabe, Occupy
Movement, “Movimiento Indignados” en España, el movimiento de los Camisas Rojas en
Tailandia, las protestas de Gazi Park en Turquía, los disturbios en Ferguson o las protestas en
Brasil. La protesta funciona en esta situación como el elemento de mediación y aglutinador
de una serie de demandas heterogéneas de distintas clases. Puede hacerse una clasificación en
tres oleadas, la primera en 2008, la segunda en 2011 y la tercera en 2013-2014. Es en este
último punto que el movimiento progresivo de las protestas deviene en reaccionario
definitivamente.
La acumulación de combustible social hizo que una chispa encendiera la protesta, ya fuera la
muerte de Mohamed Bouazizi en Túnez, de Tang Xuecai en Guangzhou, China, Alexandros
Grigoropoulos en Grecia o Michael Brown en Estados Unidos. Pero a medida que la protesta,
en un primer momento espontáneas en contra de las medidas de austeridad, ajuste fiscal del
gobierno, subida del precio de los alimentos, aumento del desempleo con despidos
generalizados, corrupción o recortes de prestaciones sociales, va tomando forma en un
movimiento político reformista, en algunas ocasiones, o deviene en reaccionario, en ambos
casos desemboca en última instancia en el Estado. Una vez pierde ese impulso progresivo de
lucha inmediata, hasta cierto punto nihilista, que reclama dar un vuelco a todo lo existente, se
abre paso de las cenizas de la revuelta la respuesta de los estados.
95 Sanahuja, «Crisis de la globalización, el regionalismo y el orden liberal: el ascenso mundial del nacionalismo
y la extrema derecha», 70-71.
26
Hegemonía y transición Àngel Marrades Rodríguez
En la Primavera Árabe podemos ver esta tendencia con una primera oleada de protestas
contra los gobiernos en Túnez, Egipto, Baréin, Siria, Yemen, Libia y a menor escala en
Argelia, Jordania, Iraq o Arabia Saudí. En unos cae el gobierno y se abre un proceso de
reformas, mientras que en la mayor parte de los casos la respuesta es la represión de los
movimientos de protesta, la consecuencia en ambos es un ascenso del islamismo fruto de la
desafección política con las reformas o ante la represión, lo que se dió a conocer cómo
“Invierno Árabe”. Este fenómeno, junto a otros factores más concretos como la ocupación
estadounidense de Iraq, son la semilla del Estado Islámico en 2014 y otras insurgencias
similares, que en el largo recorrido forman parte de las contradicciones surgidas en los años
1970 con la derrota del panarabismo y la victoria de los ayatolás en Irán. En Egipto la caída
de Mubarak se da a instancias de la clase estatal, militar, y los Hermanos Musulmanes
(Ikhwan
). Los primeros ante la necesidad de preservar sus intereses ante la creciente fuerza
social movilizada en la Plaza Tahrir, y los segundos buscando ocupar una posición dentro del
Estado egipcio. Sin embargo, esta alianza, que desplaza al proletariado de las protestas y se
consolida con las elecciones de 2012, deviene en pugna ante la necesidad de las profundas
reformas para aumentar la circulación de plusvalía en la periferia del imperialismo. Esto es el
acceso a la mano de obra egipcia, las reformas neoliberales y las negociaciones con el Fondo
Monetario Internacional . Que el presidente Morsi no las llevará a cabo con la rapidez que el
96
imperialismo necesitaba, y concretamente Estados Unidos, no se debe al hecho de que fuera
contrario, pues su programa económico era neoliberal, sino por la dependencia política a
ciertas bases sociales que habían llevado a los Hermanos Musulmanes al poder. El problema
es que si bien la clase militar se había servido de esta fuerza política para constreñir la
efervescencia social y evitar la extensión de las huelgas, de la misma forma los Ikhwan
habían necesitado del aparato de seguridad del Estado, y los militares, para mantener su poder
. Es decir, había una convivencia entre ambas fuerzas. Por lo tanto cuando en 2013 la clase
97
castrense da el golpe de estado contra el presidente Morsi, apoyado por Turquía y Qatar, el
general Al Sisi, con el apoyo de Estados Unidos y las potencias del golfo Arabia Saudí y
Emiratos Árabes Unidos, debe enfrentar una insurgencia islamista que hasta hoy dura, siendo
la Masacre de Rabaa el momento de mayor tensión política .
98
Otros ejemplos son Baréin, donde la revuelta obligó a la intervención de las fuerzas del
Consejo de Cooperación del Golfo enconando la rivalidad regional con Irán; Túnez, hasta
hoy día hay una efervesciente insurgencia islamista, siendo el país de Oriente Medio y el